Walden Dos Ensayo

WALDEN DOS (ENSAYO) Eduardo Fabián Gaviria Cruz Aprendizaje y Memoria (Noviembre 26/2014) Walden Dos como ciudad utópic

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WALDEN DOS (ENSAYO) Eduardo Fabián Gaviria Cruz Aprendizaje y Memoria (Noviembre 26/2014)

Walden Dos como ciudad utópica en la que el ideal del comportamiento humano facilita la convivencia y creada por el profesor Frazier, llama la atención de un grupo de personas quienes deciden visitarla buscando experimentar con su propia vida esos ideales que generen compartir en comunidad sin enfrentamientos, en donde con la “ayuda de la tecnología moderna y aplicando los principios de la ingeniería de la conducta, los problemas psicológicos resultantes de la vida en comunidad podrían resolverse”(Skinner, 1968 p 23). Un grupo de seis personas, cuatro hombres y dos mujeres, se adentra en ésta guiado por Frazier, quien de manera calmada y evidentemente satisfactoria por los resultados, les narra y describe cómo fue su construcción y dotación en lo que hoy es una comunidad funcional, integral, artística, sostenible y, sobre todo llena de gentes agradables, bien educadas, afectivas…como de otro planeta; lugar éste donde todo ha sido pensado en la ingeniería de la conducta adecuada para todos los momentos y en donde además, “se considera cada hábito y costumbre como susceptible de mejorar, en una constante actitud experimental hacia todo, surgiendo así soluciones a problemas de todo tipo casi milagrosamente”. (Skinner, 1968 p 36) En el acercarse más al reconocimiento del lugar, Frazier su guía, remunerado de acuerdo al sistema de la comunidad por dicha labor con créditos de trabajo, les permite a los visitantes ir construyendo su concepción vivencial del lugar (lo que finalmente buscaban); encontrándose en esta forma de vida unas condiciones básicas y prioritarias en el ser humano, que facilitan su cotidianidad y desarrollo vital, en medio de un espacio libre de esa atmósfera institucional que hace que todos hagan todo al mismo al mismo tiempo, con una flexibilidad y aceptación de la diversidad, que permite a cada integrante fluir a su manera en medio de un ambiente de total tranquilidad. Frazier destaca de cada proceso, sus beneficios a la comunidad, las prácticas de ahorro en todos los aspectos y esa dosis de ingeniería cultural, que hace que las personas adopten

las características de su entorno. Walden Dos representa un conjunto de hombres y mujeres estables, estructurados en sus emociones y reacciones, en quienes no hay cabida a los títulos u honores, en donde cada uno y desde sus diversas formas de desempeño, realiza de verdad el trabajo para el cual está preparado y poniendo sus habilidades al servicio de los demás, planificando, obtenido materiales, inventando modos de hacer cosas, evaluando tendencias, llevando a cabo experimentos, entre otros, en pocas horas de trabajo diario. Adicional a ello, todos estos miembros “no sienten la presión artificial de incentivos emotivos que estimulen un consumo innecesario” (Skinner, 1968 p 65); es decir, su libertad económica ha sido alcanzada dado el alto nivel de vida frente a un bajo consumo de bienes, puesto que todo dinero ganado por los miembros pertenece a la comunidad, con un adecuado manejo administrativo y económico. A casi dos días de estadía, los dos profesores del grupo, comprenden que si bien las utopías surgen normalmente por desprecio a ciertos estilos de vida moderna, en Walden Dos, esa atadura no existe puesto que allí se mira hacia el futuro, dejando el pasado atrás y viendo en dicho futuro una realidad mejor, busca en toda situación mejorar y que ninguno de los miembros coarte su espíritu o vea amenazada su felicidad; teniendo tiempo para la conquista de sí mismo y nunca de la de los demás. Por otra parte, se logra establecer en esta comunidad, que no estando libres de las emociones, las más desagradables o molestas en el ser humano, señala Frazier, no existen, ya que la mansedumbre en los miembros es sinónimo de confianza en sí mismos. Al hacer una radiografía del ser humano, se establece que el hombre permanece en una batalla constante con el resto de la humanidad, donde se ha moldeado la conducta de los individuos de acuerdo con los patrones de buena conducta establecidos por la sociedad, pero nunca como resultado de un estudio experimental. (Como si sucede en Walden) En Walden Dos a los niños se les obliga a examinar su propia conducta, lo que genera la necesidad de adoptar y reconocer el autocontrol, se les enseña a contar con sus propios recursos en la resolución de los conflictos o situaciones que cada vez irán siendo más complejas; lo cual es un paso muy importante teniendo en cuenta que de las experiencias personales, cada niño va estructurando sus capacidades y habilidades, sin culpar a los demás de sus propios actos o

fracasos, lo que evidentemente no genera envidias, ni roces, ni conflictos. Se preparan los individuos de la comunidad para hacer buen uso de los estímulos externos de cada evento, pues éstos son los que incentivan la forma de responder a los mismos, evitando una serie de “emociones inútiles que carcomen el corazón”. (Skinner, 1968 p 106) De esta “preparación experimental” que se hace a los niños en Walden, Frazier señala que a diferencia de la formación y educación tradicional donde el niño se enfrenta con molestias y reveses de incontrolada magnitud, en esta comunidad se tiene un objetivo diferente y es hacer de cada hombre un hombre de valor, capaz de vencer los obstáculos, reconociendo que algunos necesitan más preparación que otros, pero que todos finalmente los vencen; se controla la adversidad para crear fortaleza. La educación no tiene un valor económico ni honorífico, los niños son felices y están llenos de energía y curiosidad, no se les enseñan asignaturas, sólo las técnicas de aprender y pensar; la educación universitaria se asume en centros de prestigio en donde respetan las condiciones de estos estudiantes. Es esta modalidad de educación, una motivación constante no para aprender, sino como parte de la vida misma de cada niño que se inicia en la comunidad, allí van descubriendo cómo tan pronto las necesidades ordinarias de la vida se han cubierto con poco esfuerzo, se produce un enorme florecer del interés artístico en los individuos. Surge entonces de este estilo experimental de formación del ser humano, un tipo de familia no como unidad económica, social y psicológica, la pareja tiene las libertades de vivir o no juntos y con unas relaciones conyugales más satisfactorias y donde el rol de padres es una función de todos los miembros de la comunidad en medio de las guarderías y aulas de clases, así mismo cada niño mira a todos los adultos como sus padres, lo que en caso de divorcio, señala Frazier, no lleva a que los niños se ven turbados por cambios radicales de sistema de vida o en su conducta hacia sus padres. Este modelo de comunidad no da razón para sentir que uno de sus miembros sea más necesario que otro, todos son necesarios en la misma medida, es decir, muy poco; el ritmo de comunidad seguiría tranquilo si alguno fallece; no se obtiene mucha satisfacción a través de un sentimiento de importancia personal, pero hay satisfacciones que lo compensan. Cada uno es necesario como persona en la medida en que es querido como persona.

Walden Dos en esta visita es analizada en principio por el grupo desde la perspectiva de los niños que inician su proceso allí, de los adultos que desean ingresar se tiene que éstos como nuevos miembros simplemente se comprometen a seguir las costumbres de la comunidad en pago a las ventajas que obtiene al vivir allí; no quiere decir que necesariamente no serán víctimas de emociones, pero han de comprometerse a dominarse a sí mismos, a vivir de acuerdo con ciertas especificaciones para obtener determinados resultados, como por ejemplo, a no perder demasiado tiempo en comparaciones odiosas, no hablar demasiado a los forasteros de lo que sucede en la comunidad, no repartir dádivas de gratitud y ocultar ciertas aportaciones personales, entre otros. En medio de todas las narraciones y descripción de Frazier, Castle, el filósofo del grupo, increpa a su guía acerca de cómo saber si la educación ética que se da allí a los jóvenes es realmente la causa de su ecuanimidad y felicidad, y no qué se deba a otras condiciones experimentales casualmente producidas, a lo que Frazier responde que de ninguna manera se prueba que la felicidad del adulto esté relacionada con el autocontrol adquirido antes de los siete años, pues muchos aspectos de la vida en esta comunidad conducen al mismo resultado, pero la felicidad y la ecuanimidad de sus miembros están obviamente relacionadas con dicho autocontrol y en todos los aspectos que constituyen la comunidad. Todas las reflexiones y explicaciones de Frazier generan las primeras reacciones en una de las parejas y su deseo de hacer parte de Walden Dos y con esta decisión, en el profesor Burris, la presencia de emociones como la envidia frente a lo alcanzado por Frazier. Con esta decisión, esperada por Frazier además, se desencadena en él una gran satisfacción al señalar que la comunidad dispone de las técnicas necesarias, tanto materiales como psicológicas, para crear una vida plena y satisfactoria para todos, que la utopía se hace realidad y en medio de la civilización moderna, donde el secreto o la piedra angular de Walden Dos es que el progreso hacia la felicidad no se obtiene por medio de la acción política o por las actuales formas de gobierno, sino desde la actuación a un nivel totalmente distinto, no forzando a alguien a ser feliz bajo una hipotética norma de felicidad, sino conducirlo a ella de modo diferente para alcanzar resultados satisfactorios. Si bien en este modelo utópico de convivencia Frazier no desconoce la naturaleza buena del hombre y su capacidad para llevarse bien con los demás, si enfatiza que en Walden Dos tienen fe en el poder para cambiar la conducta humana, haciendo hombres aptos para

vivir en comunidad y con plena satisfacción de todos, sin adoctrinamientos y con una información objetiva, “como un grandioso experimento de un mundo en paz”. (Skinner, 1968 p 184) Castle se empeña en su intensión de desenmascarar la farsa que considera es Frazier y Walden Dos y la cohesión de la libertad que representa, argumentando que no tiene futuro, que cómo sabrá si dio resultado; Burris por su parte y de manera más tranquila lo obliga a confesar su secreto, a lo que éste responde que es la ciencia de la conducta o teoría del refuerzo la que lleva a crear cualquier situación que sea agradable a una persona o eliminar cualquier situación que le desagrade, controlando su conducta y eso es Walden Dos, un refuerzo positivo en el individuo que lo conduzca a su felicidad y a la convivencia armónica, aun con el enemigo, es el triunfo sobre el control de la conducta humana basado en mantener el entusiasmo y la energía de hombres con talento, hacer a los hombres felices, hacerlos productivos para asegurar la continuación de esa felicidad, hacer posible una ciencia genuina de la conducta humana y más allá, pensar en una estructuración de personalidades, control del temperamento, cultivo de habilidades especiales. Luego de su regreso a la ciudad, el profesor Burris, decide que debe estar en Walden Dos; ¿que hizo más su estadía allí que reforzar positivamente su comportamiento en busca de la felicidad?; piensa en su productividad a partir de ahora desde el descanso y el “no hacer nada” como parece que sucede en la comunidad, compartir su tiempo desde otras perspectivas e ideales. La utopía está realmente cerca…lograr en los demás una conducta dirigida hacia la plenitud de la convivencia, controlar su continuidad.

Referente Bibliográfico Skinner, B.F. (1968). Walden Dos. Ediciones Orbis S.A. Madrid, España. ISBN: 84-7634-284-5 D.L.: M. 35.787-1985