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CAPÍTULO III TRÍADAS RIGIDAS Previo un acercamiento general respecto a la familia e hijos únicos desde varias perspect

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CAPÍTULO III

TRÍADAS RIGIDAS

Previo un acercamiento general respecto a la familia e hijos únicos desde varias perspectivas, con énfasis en el modelo estructural, se propone una aproximación a las modalidades de tríadas familiares y lo que ellas conllevan para el hijo y sus progenitores, sus formas de funcionamiento, las ganancias y el costo que estas tienen dentro del desenvolvimiento del sistema familiar basadas en la propuesta de Minuchin y Haley. 3.1.

DEFINICIÓN

A menudo, las relaciones en la familia son analizadas en forma de diadas. Sin embargo, algunos teóricos consideran que el triángulo es la forma estructural más común de los subsistemas familiares, aunque resulte disfuncional. Se reflexiona, que en el contexto familiar, existen alianzas o coaliciones en función de la inclusión o exclusión de un tercero. Cuando la tensión emocional en un sistema de dos personas sobrepasa cierto nivel, forma un triángulo que incluye a una tercera persona, lo que permite que la tensión cambie dentro de la tríada. Se trata de una situación relacional de la cual tres miembros de un sistema relacional, perteneciente a dos generaciones diversas, se disponen de tal modo que forman una alianza que une a dos de ellos, de generaciones distintas, contra el tercero. De lo manifestado en el capítulo anterior se puede recalcar el hecho de que cuando un hijo nace, se modifica la estructura de la familia nuclear, donde antes coexistían dos personas, ahora coexisten tres, se conforma un nuevo subsistema (parental), se vuelven a fijar límites, reglas, roles para mantener la estabilidad de la familia; sin embargo, dentro de este proceso normal, existe la posibilidad de que, en el caso de familias con un solo hijo, los padres utilicen de forma abierta o encubierta al niño para disipar los conflictos que existen entre elORV ³HO OtPLWH HQWUH HO VXEVLVWHPD SDUHQWDO \ HO QLxR VH KDFH GLIXVR \ HO OtPLWH

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relacionado con la tríada padres-hijos, que debería ser difuso, se hace inadecuadamente UtJLGR6HGHVLJQDDHVWHWLSRGHHVWUXFWXUDFRPRWUtDGDUtJLGD´17. El utilizar al hijo en las complicaciones de la diada parental con el transcurrir del tiempo puede adquirir distintas modalidades presentándose las tríadas. Las partes en conflicto pueden hallarse ante la siguiente disyuntiva: o bien una de ellas gana y la otra pierde, o bien la relación tiende a inestabilizarse con la posibilidad de desintegración. En esas circunstancias, la solución es la inclusión de una tercera persona, su hijo. El perdedor en un conflicto puede compensar su frustración estableciendo un lazo abierto o encubierto con el pequeño restaurando así el equilibrio de la relación diádica; así mismo, VHSXHGHHYLWDUHO FRQIOLFWR VL HO KLMRSURSRUFLRQDXQSUREOHPDFRQYLUWLpQGRVHHQ³FKLYR H[SLDWRULR´RVHOHHQFRPLHQGDTXHJHQHUHXQDFRQGXFWDSUREOHPiWLFD³GHOHJDFLyQ´ Tanto el padre como la madre necesitan a su hijo para defenderse o atacar al otro, la situación del pequeño se vuelve muy difícil en cuanto el unirse con uno u otro padre es inmediatamente interpretado como una traición hacia el otro, es decir, se encuentra inmovilizado, cualquier tendencia que realice va a ser interpretada como una amenaza para una de las partes. Este sacrificio del niño lleva a la familia a una armonía bizarra en la que la atención de los padres se encuentra permanentemente en su pequeño que tendrá dificultades en el comportamiento en la escuela, será un niño enfermizo, con dificultades de aprendizaje, hiperactividad, entre otras circunstancias en las cuales, los padres se mantendrán juntos a ILQGHTXHVXKLMR³HVWpELHQ´ En los casos más extremos en el que el niño se encuentra en el medio de un conflicto parental puede desarrollar síntomas psicóticos como lo explica Mara Selvini en su libro Los juegos psicóticos en la familia. 3DUD%RZHQ³(VXQPRGRQDWXUDOGHVHU´QRHVLQH[DFWR pensar que es un fracaso de la UHODFLyQGXDO « ODGLDGDSXHGHHVWLUDUVHKDFLDIXHUD\WUDHUKDFLDDGHQWURDRWUDSHUVRQD

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MINUCHIN, Salvador, Obra cit.

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«  HO FRPSURPLVR GH OD WHUFHUD SHUVRQD GLVPLQX\H HO QLYHO GH DQVLHGDG FRPR VL HVD ansiedad se diluyese pasando de una a otra entre ODVWUHVSDUWHVGHOWULiQJXOR´18. 6WHIDQR &LULOOR HQ VX OLEUR 1LxRV PDOWUDWDGRV VHxDOD TXH ³HQ HO SURFHVR GH HVWH MXHJR relacional se puede distinguir cuatro etapas: Primera etapa: donde se desarrolla un conflicto conyugal explicito. Segunda etapa: donde a medida que perdura el conflicto, los hijos son empujados a HQWUDUHQHO³FDPSRGHEDWDOOD´\DSRQHUVHGHSDUWHGHXQRGHORVSDGUHV Tercera etapa: en la cual se aprecia la coalición activa del hijo, en donde el niño que se ha inclinado hacia uno de los padres, comienza a dirigir su propia hostilidad hacia el otro padre. Cuarta etapa: en la que se aprecia la instrumentalización de las respuestas del niño, en esta etapa el juego familiar se vuelve más complejo ya que el niño asume, a su vez, la posicLyQGHLQVWLJDGRUDFWLYRGHOPDOWUDWR´19. $OILQDOHOQLxRFRQVXFRQGXFWD³SURWHJH´DOD³PDGUHYtFWLPD´GHO³SDGUHDJUHVRU´D~Q también a ambos padres, puesto que al ponerse en medio de ellos intenta desesperadamente y muchas veces vanamente de distancLDUORV SDUD TXH ³QR WHUPLQHQ PDWiQGRVH´ /R TXH Minuchin considera tipos diferentes de tríadas es definido como secuencia de hechos para este autor, compartiendo un mismo trasfondo. 3.2.

TIPOS DE TRÍADAS RÍGIDAS

Cuando las formas de relación citadas por Minuchin se dan de forma repetitiva el sistema se considera patológico. Minuchin analizó las diversas modalidades de estructuras de triángulos considerados patológicos en su concepto dH ³WUtDGD UtJLGD´ TXH HQ se refiere a las distribuciones 18 19

BOWEN, Murray. DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. Edit. Paidós, 1991. STEFANO, Cirillo. NIÑOS MALTRATADOS. Editorial Paidós, Barcelona1991)

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relaciónales padres-hijos en las cuales el hijo es usado para desviar o evitar los conflictos parentales. Siguiendo a Minuchin, podemos definir cuatro tipos de tríadas: 1. Triangulación 2. Coalición progenitor-hijo (triángulo perverso) Haley 3. Tríada desviadora-atacadora 4. Tríada desviadora-asistidora; Para efectos de esta investigación se incluye el concepto de Triángulo Perverso de Haley dentro del tipo Coalición Progenitor-Hijo tomando en cuenta a este concepto como esclarecedor y de importante aporte en esta modalidad de tríada rígida. 3.2.1. TRIANGULACIÓN PADRE

MADRE

HIJO/A Se manifiesta cuando los miembros de la diada parental en conflicto implícito o explícito intentan la adhesión a su causa del tercero (hijo), esto implica para el niño un intenso conflicto de lealtades pues el aliarse con uno u otro padre significa la traición respecto a las expectativas del otro. 6LHQWH TXH OD VXSHUYLYHQFLD SVLFROyJLFD GH VXV SDGUHV ³GHSHQGH H[FOXVLYDPHQWH GH pO´ OR FXDO WUDH FRPR FRQVHFXHQFLD XQD LQWHQVD FXOSD DQWH HO VROR pensamiento de decidir. 3.2.1.1. CONFLICTO DE LEALTADES Según Boszormeny-Nagy las dificultades de los individuos y las familias son la manifestación y consecuencia de un desequilibrio entre el dar y el recibir. La lealtad es un sentimiento de solidaridad y compromiso que consolida las necesidades y expectativas del núcleo familiar y los pensamientos, sentimientos y motivaciones de cada miembro. 35

³/DGLQiPLFDIDPLOLDUVHYXHOYHPiVWUDQVSDUHQWHHQFXDQWRVHGHVFXEUHTXLpQHVWiOLJDGRD quién por una lealtad abierta o encubierta y lo que esto significa para las personas así vinculadas. Los síntomas de un individuo son la expresión de su lealtad hacia la familia y, SRUFRQVLJXLHQWHGHEHHYDOXDUVHFRPRXQDSRUWHSRVLWLYR´20. En el sistema familiar, la lealtad es el conjunto de expectativas o de adhesión a reglas de los miembros del sistema con la consecuente amenaza de expulsión si esas reglas no se FXPSOHQ /D OHDOWDG HV OD FODYH SDUD FRPSUHQGHU OD ³GHOHJDFLyQ´ \ ORV FRQVLJXLHQWHV percances. La persona a quién se delega algo (hijo único) es enviada, pero a la vez está ligada a la familia. El hijo tiene que demostrar a sus padres permanentemente su lealtad, cumpliendo lo que le hayan encomendado, a la vez, al cumplir este mandato el niño se queda satisfecho por sus acciones leales. /DV³PLVLRQHVHQFRPHQGDGDVDOKLMR´Sueden satisfacer diversas necesidades de los padres o solo de uno de ellos, es posible, que el hijo delegado sea puesto al servicio del ideal personal de uno a ambos padres, en otros casos, el hijo delegado debe incorporar en su personalidad los aspectos negados y rechazados de la personalidad de los padres, entre otros, logrando la sensación de un supuesto bienestar familiar. Es importante comprender que los procesos de delegación no se producen en una cadena ³OLQHDO´ GHO GHOHJDQWH DO GHOHJDGR VLQR TXH se presenta de manera circular. Esta característica significa que el delegado suele beneficiarse con el rol central que ocupa en la familia lo cual hace comprensible que haya resistencias para abandonar ese rol, como un niño de la institución sede de esta investigación, que con su hiperactividad consigue tratos especiales del padre que le compra juguetes, mientras que la madre está desesperada porque no lo puede controlar, a diferencia de su padre.

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BOSZOMENYI-NAGY y SPARK. ³/($/7$'(6,19,6,%/(6´. Edit. Amorrotu, 1983

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En sí, la delegación no siempre puede ser vista como negativa. Se vuelve problemática cuando las exigencias no son adecuadas a la edad, emociones y contexto de desenvolvimiento del niño. Se puede decir que las delegaciones causan dificultades cuando el niño queda expuesto a uno de estos tres tipos de conflicto, quedando claro un proceso de triangulación: Conflicto entre dos o más misiones incompatibles: Cuando se le pide a un niño que tenga una excelente disciplina en la escuela, pero que si le molestan sus compañeros se defienda y los golpee. Conflictos de lealtad: Con frecuencia la misión de un padre es opuesta a la del otro progenitor. En los casos más exagerados, el niño recibe de cada progenitor misiones conflictivas que contradice al otro. Colocando al pequeño en una posición incómoda respecto a ambos padres. Conflicto de diferencias irreconciliables de valores entre los progenitores y el medio social circundante. 3.2.2. COALICIÓN PROGENITOR HIJO PADRE

MADRE

PADRE

HIJO/A

MADRE

HIJO/A

La estructura de autoridad aparentemente normal en el sistema familiar debería darse por la unión de los padres, a esto Caplow en su libro Dos contra uno21, lo denomina coalición conservadora, siendo que así la diada parental dominará al hijo o a los hijos, brindando así un ambiente de autoridad, límites y reglas saludables para los subsistemas. Si una madre o SDGUH VH DOLQHD FRQ HO KLMR VH JHQHUD XQD SDXWD ³UHYROXFLRQDULD´ GH FRDOLFLyQ HVWD

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CAPLOW, T. DOS CONTRA UNO: TEORÍA DE COALICIONES EN LAS TRIADAS. Edit. Alianza, 1974

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estructura se considera inapropiada porque fomenta el desequilibrio esquemas de autoridad. A pesar de que el conflicto parental se muestre más evidente, aún es negado, la inclusión de un tercero, el hijo, se muestra explícita puesto que se quebrantan límites y fronteras generacionales, el niño está abiertamente incluido en el conflicto compartiendo la misma posición de uno de los progenitores, mientras que el otro es excluido. 3.2.2.1. EL TRIÁNGULO PERVERSO DE HALEY (O³WULiQJXORSHUYHUVR´HVXQWpUPLQRXVDGRSRU+DOH\HQHOGRFXPHQWR+DFLDXQDWHRUtD de los sistemas patológicos para definir una estructura que abarca a tres personas, donde dos de ellas tienen diferente nivel jerárquico, en este estudio se hace referencia al padre o madre que se une al hijo único creando una coalición contra el otro progenitor. Las características atribuidas a este tipo de tríada son: 1. ³'HEH FRQWHQHU D GRV SHUVRQDV GHO PLVPR QLYHO HQ XQD MHUDUTXtD GH status y una persona de un nivel distinto. En la familia esto significa dos miembros de la misma generación y uno de otra generación (que tendría equivalencia directa a la familia con hijo único). 2. Debe abarcar una coalición de dos que se encuentran en distintos niveles contra uno que quedaba restante. Debe establecerse una distinción entre una alianza, que puede basarse en intereses comunes y no abarcar un tercer partido, y una coalición, en que dos personas se unen en contra o con exclusión de una tercera. 3. La coalición contra la tercera persona debe mantenerse oculta. Es decir, el comportamiento indica que existe semejante coalición será negado al nivel meta FRPXQLFDWLYR´22

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HOFFMAN. FUNDAMENTOS DE LA TERAPIA FAMILIAR. Edit. F.C.E., 1987

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El resquebrajamiento de las fronteras entre generaciones trae consecuencias en la jerarquía familiar, entendida como la manera en la que se encuentra distribuido el poder dentro de la familia, y tomado en cuenta que según el modelo estructural este poder debe encontrarse en la diada parental; de este modo patológico el poder se redistribuye hacia el hijo y un progenitor, prescindiendo del otro, esto produce confusión en lo referente a la validez de las reglas de la familia donde se encuentra distorsionada la imagen de autoridad que ya no es compartida por la diada parental. Haley establece la hipótesis de que cuando se da una coalición de un padre con su hijo, también se da una coalición del padre con el abuelo o madre con abuela. Así pues, cuando este triángulo en una generación siempre se ve acompañado de otro similar en el siguiente niveO GH JHQHUDFLRQHV SRGHPRV VRVSHFKDU XQD ³FRQVWDQWH´ HQ OD UHG GH ODV UHODFLRQHV familiares donde los patrones en cualquier parte de la familia son explícitamente los mismos que aparecen en otra parte; esto como un dato interesante, a pesar de no encontrarse dentro del actual estudio se puede establecer como una posible causa de triángulos patológicos. 3.2.3. TRÍADA DESVIADORA ATACADORA PADRE

MADRE

HIJO/A Se muestra como un aparente acuerdo de ambos padres respecto a su hijo, que presenta un FRPSRUWDPLHQWR DQRUPDO ³FKLYR H[SLDWRULR´ GLFKR FRPSRUWDPLHQWR ORV PDQWLHQH MXQWRV para controlarlo. A pesar de un acuerdo inicial, presentan un conflicto sobre cómo tratar a ese niño imposible, en esta instancia exponen su contradicción abierta. Según Minuchin la mayor parte de desórdenes de comportamiento en niños se debe a esta modalidad patológica de tríada donde son las víctimas pasivas. Partiendo de esta premisa, y respecto a los hijos únicos, se les atribuye un sinnúmero de características, en su mayoría negativas que van desde mimados, desobedientes,

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malcriados, egoístas y hasta hiperactivos tomando en cuenta que los únicos tres casos de hiperactividad en la institución donde se realiza la investigación son de hijos únicos. 3.2.3.1. EL NIÑO COMO CHIVO EXPIATORIO /D PHWiIRUD GHO ³FKLYR H[SLDWRULR´ KDFH UHIHUHQFLD D XQD VLWXDFLyQ HQ OD FXDO ORV SDGUHV tratan de resolver un conflicto existente entre ellos buscando o exagerando problemas en RWUR PLHPEUR GH OD IDPLOLD 3RU OR JHQHUDO OD SHUVRQD ³GHVLJQDGD´ SDUD VHUYLU GH FKLYR expiatorio es un hijo, en el caso de familias con hijo único, este será la ineludible opción. El hijo problema ha WHQLGR TXH DGRSWDU XQ FRPSRUWDPLHQWR ³DQyPDOR´ SDUD SRGHU sobrevivir en un sistema caótico; es el que tiene mala conducta en la escuela, agresiva, impaciente, impulsiva, provocando así mayor atención en su persona pero en una forma destructiva, recibiendo regaños y castigos que incrementan su rebeldía, lo que aumentará los castigos y así sucesivamente. Este comportamiento permite un canal, un punto en común entre la diada parental que los mantiene unidos por problema del hijo y su sufrimiento común. CuandR HO QLxR SDVD D VHU HO ³FKLYR H[SLDWRULR´ GHO VLVWHPD IDPLOLDU WRGRV MXVWLILFDQ VX irresponsabilidad culpándolo de todo, inclusive si existen discusiones en la diada parental serán por la culpa del pequeño indomable, éste al sentirse responsable por su comportamiento, el sufrimiento y a la vez unión de sus padres, nuevamente encuentra la justificación para continuar en su forma de comportamiento, con el fin de disminuir el sentimiento de incomodidad y así sucesivamente se presenta un círculo vicioso. Otra VLWXDFLyQTXHVHSUHVHQWDHQHVWHWLSRGHWUtDGDHVHO³PiUWLU´ODYtFWLPDXQUROTXHOH GDRSRUWXQLGDGDXQRRDDPERVSDGUHVGHVHUHO³EXHQR´HOTXHWLHQHTXHVRSRUWDUWRGROR que hace el niño, el que aguanta, el santo, y recibe gratificación en esta posición por parte GH OD IDPLOLD OD HVFXHOD OR DGPLUDQ OR IHOLFLWDQ SRU VHU WDQ ³EXHQR´ SRU ³QR WLUDU OD WRDOOD´SRUUHVLVWLUWDQWR\SRUFDUJDU³ODFUX]´VLQTXHMDUVHGHIRUPDH[SOtFLWD\DTXHHVVX obligación como padres sufrir por su hijo. Es preciso señalar la similitud que puedo percibir en relación a estudios de familias de adictos a alcohol y drogas, donde el adicto es el chivo expiatorio de la familia. ¿Desde cuándo? 40

3.2.4. TRÍADA DESVIADORA ASISTIDORA PADRE

MADRE

HIJO/A El padre y la madre pueden cubrir sus dificultades de pareja, enfocando su atención en su KLMR³HQIHUPR´/RVSDGUHVVLHQWHQDQJXVWLDSUHRFXSDFLyQSRUVXSHTXHxR\VXPLVLyQHV protegerle para que no le pase nada malo. Esta situación evidentemente tiende a mantenerlos unidos. Es común en familias con niños psicosomáticos. Minuchin menciona que el síntoma del niño está íntimamente conectado con la presencia o ausencia de estrés entre sus padres, realizando una investigación que probaría que la terapia enfocada en el cambio de estructuras anómalas en el sistema familiar aliviaría los síntomas del niño con diabetes, asma y anorexia con un 86% de recuperación cuando el niño era apartado de su rol específico en el triángulo. 3.2.4.1. EL NIÑO SINTOMÁTICO La enfermedad psicosomática del hijo es la válvula que regula las tensiones en la familia. Por un lado, desvía la atención porque está constituida como el centro de la dinámica familiar. En un sistema donde son movidos por un ideal de sobreprotección, el enfermo se convierte en quien más necesita del cuidado de los demás. Por otro lado, en los momentos en que surge tensión en la familia, como una discusión de la diada parental, el tema de discusión pasa a segundo plano, ya que al entrar el niño enfermo en escena se suprime el asunto por el bienestar del enfermo. El hecho de tener un enfermo dentro de la familia da una seguridad emocional a los demás miembros de la tríada, porque el pequeño depende emocionalmente de sus padres; ellos se sienten bien ayudándolo, se sienten necesitados por el enfermo. Cada miembro lo ha rescatado, auxiliado, protegido, lo ha salvado de las secuelas de la enfermedad; por ello la familia inconscientemente se siente bien con un enfermo en casa.

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El sistema familiar ahora depende del niño sintomático para sentirse bien y seguir funcionando, se ha vuelto un estilo de vida. La familia centra su atención en esta persona, es él quien los mantiene ocupados, preocupados, la enfermedad ha hecho que cada miembro de la familia tenga su función específica, su forma de vivir y compartir, todos WLHQHQVXSDSHO³IXQFLRQDQGR´GLVIXQFLRQDOPHQWH 3DUD0LQXFKLQODSULPHUDFDUDFWHUtVWLFDGHHVWHWLSRGHVLVWHPDVHVHODJOXWLQDPLHQWR³(Q la familia existe un grave problema de ideología en el cual hay un pensamiento familiar que envuelve a todos los miembros. Existe una lealtad hacia esa ideología la cual no puede ser traicionada por nadie. De esta forma, pensamientos, sentimientos, acciones y comunicaciones de sus miembros se manifiestan como si fueran uno solo. Hay continuas intromisiones en la autonomía y la privacidad de unos con otros, existiendo un claro problema de límites en estas familias. Al haber débiles límites se provoca una confusión de UROHV\IXQFLRQHV´23(Minuchin 1990) A consecuencia de lo anterior, las familias tienen un problema de sobreprotección que se agudiza con el síntoma sobre el niño que somatiza. Por lo común, la familia está sumida en un juego de solicitud de protección y de interés recíprocos que, en momentos de exaltación, la lleva a movilizarse para de esta manera intentar evitar los conflictos, aparentan ser una familia muy unida porque cualquier indicador de desacuerdo es reprimido por los mismos miembros. Un desacuerdo es interpretado como una amenaza a la unidad familiar. La evitación del conflicto está muy ligada con la rigidez, la familia tiene muy poca tolerancia al conflicto. Al aparecer el conflicto la familia pone en marcha una serie de mecanismos para evitar y no agravar el desacuerdo. En este juego, como lo diría Mara Selvini

el niño y su

enfermedad tienen un papel principal. En el momento de alguna discusión la enfermedad surge con excusa para evitar hablar de ello, o aparece radicalmente en el momento de mucha tensión para desviar la atención. Es frecuente que el síntoma surja en momentos en que el niño no pueda interferir directamente en alguna situación tensa

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MINUCHIN, Salvador, 1982. Ob. cit.

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3.3. AMBIVALENCIA CONTRA CONFLICTO DE NIVELES /D DPELYDOHQFLDHV GHILQLGDSRU&DSORZFRPR ³XQDWHQVLyQ HPRFLRQDO TXHVXUJHGHXQD interacción con DOJXLHQTXHHVDODYH]XQDGYHUVDULR\XQFRPSDxHURGHFRDOLFLyQ´ 24; en UHODFLyQ D HVWR +DOH\ SRVWXOD ³OD DPELYDOHQFLD FRPR WpUPLQR SVLFROyJLFR VH UHILHUH DO estado mental de un individuo al enfrentarse a elecciones de valor idéntico o aproximado acerca dHORFXDOWLHQHVHQWLPLHQWRVFRQWUDGLFWRULRV´25 En una tríada rígida sería una posible coalición intergeneracional que requiere la inclusión de un tercero, el hijo para ponerse de lado del padre o la madre, modificando negativamente el sistema, con la desorganización del subsistema parental sea cual sea el bando que tome. Ahora que también es posible la desorganización del sistema familiar si el niño opta por no tomar ningún camino, siendo visto también como una señal de no lealtad. Estas son las opciones: Si bien el hijo al acceder a una coalición con uno de sus padres llegaría a contrarrestar el excesivo poder del otro, como contraparte disminuye la autoridad de la diada paterna, alterando el equilibrio de poder de la familia. Si decide permanecer del lado de ambos padres, sin decidir por el uno o el otro y ambos se encuentran en disonancia, el niño queda inmediatamente atrapado en un conflicto de lealtades que sumado al factor tiempo ejercerá presión en una impostergable decisión. La reacción que se puede esperar de una persona en esta situación tan compleja logra ser abarcada desde el ángulo comunicacional como un esfuerzo por no verse sometido a definir sus relaciones con los miembros del triángulo, forjando así según Haley un ³FRPSRUWDPLHQWR HVTXL]RIUpQLFR´ HQ ORV FDVRV PiV LQWHQVRV R WRPDU DOJXQD GH ODV variaciones de tríadas rígidas como el generar una enfermedad, mal comportamiento o unirse directamente en perjuicio del otro progenitor.

24 25

CAPLOW, T., ob. cit. HALEY, Jay., ob. cit.

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3.4. REGLAS DE LA CONGRUENCIA BÁSICAS PARA TRÍADAS La propuesta de Cartwright y Harary de la teoría del equilibrio ofrecen ciertas pautas de reglas que rigen en las familias y es particularmente aplicable al comportamiento de las tríadas en especial con miembros sintomáticos. 6H EDVD HQ HO VXSXHVWR GH TXH ³Oos elementos vinculados de relaciones aborrecen las FRQWUDGLFFLRQHV LQWHULRUHV´26, se deduce que existirá presión sobre uno de los elementos para que cambie de actitud hasta que no haya lealtades conflictivas en la relación, llegando a un equilibrio que no necesariamente es sinónimo de armonía. Se detalla en la siguiente gráfica: ³'RQGH³$´HV³\R´\³%´\³&´VRQODSULPHUD\VHJXQGDSDUWHVHQODSURSRVLFLyQ 1. El amigo de mi amigo es mi amigo 2. El enemigo de mi amigo es mi enemigo 3. El amigo de mi enemigo es mi enemigo (OHQHPLJRGHPLHQHPLJRHVPLDPLJR´27.

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CARTWRIGHT y HARARY. STRUCTURAL BALANCE A GENERALIZATION OF HEIDER´S 7+(25