The Last Years

Sinopsis "Se avecinan tiempos difíciles" Harold E. Styles es un joven de 23 años, desde pequeño ha soñado con pertenecer

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Sinopsis "Se avecinan tiempos difíciles" Harold E. Styles es un joven de 23 años, desde pequeño ha soñado con pertenecer al ejército militar o a la marina. A finales del año 1938 logra alistarse al ejército para recibir su entrenamiento, sin embargo Harold es un joven al que le encantan las grandes aventuras y es de esperarse que estas aventuras siempre inicien con alcohol, esto lo lleva a uno de los lugares más famosos en New York: “Terry´s” ; un club nocturno, el más visitado por las noches, famoso y reconocido por sus auténticas y deliciosas bebidas, sus maravillosos bailes de swing asi como tambien por su exclusiva zona de cabaret, en donde bellísimas mujeres bailaban al ritmo de la música para sus queridos clientes. Claramente era el lugar más indicado para ir en busca de una aventura. Harold esperaba que su “aventura” se encontrase en aquel lugar y así sería. *** Louis Tomlinson era probablemente el mejor bar tender de Terry´s y el más querido por todos los clientes debido a su gran carisma, el sin duda podría ser la aventura perfecta para Harold. La masculinidad y el machismo se encontraban en pleno apogeo ¿Quién diría que un militar se enamoraría de un hombre en aquellos duros y difíciles tiempos y no de una linda chica así como lo hacían los demás chicos?

Años: 1938-1945 Narrador. Omnisciente Lugares: Nueva York, Hawaii, Terry´s Personajes principales: Harold E. Styles, 23 años, militar Louis W. Tomlinson 26 años Bartender en Terry´s Personajes secundarios: Terry Underwood dueño del bar Howard O´Conell cliente frecuente Margaret Crowe Vecina de Louis Donna Werner fiel seguidora de Harold Scott Moser cantante en el bar Wesley Odell trompetista Piscilla Archer ex de Harold Tsubasa Genda hermano de minoru Genda, encargado de avisar a Harold sobre el ataque en Pearl harbour -1 aparicion Isoroku Yamamoto: creador del plan de ataque. Mencionado una vez Franklin D. Rossevelt presidente Al Capone gangster muy importante y peligroso, quien mata a Louis Frank Costello gangster

Capítulo 1 Los tiempos para la familia Styles eran los mejores, al parecer la gran caída de bolsa de la década de los 30s no les había afectado en lo más mínimo, sin embargo el hijo menor de los Styles ya estaba en edad de cumplir su sueño... pero su familia no estaba del todo contenta con su decisión de alistarse para el ejército. -Madre, mañana es la fecha de inscripción, solo te aviso que voy a ir… ¿Crees que me acepten? –Harold parecía estar un poco nervioso al comentarle aquello a su madre. -Mira Harold, sabes que no estoy de acuerdo en cuanto a este asunto, pero sí, seguro te aceptarán. –Su madre continuaba pintando, no le daba tanta importancia a lo que Harry dijera sobre aquel “asunto”. Las horas parecían cada vez más lentas para Harold, su nerviosismo e impaciencia se apoderaban de él y aquellas horas parecían ser años. Esperar no era su fuerte, se sentía impaciente y quería que el día siguiente llegará pronto. Nadie tomaba el valor de hablarle a Harold desdé que a él se le había hecho la idea de alistarse en el ejército, su familia sabía que la gran depresión había traido muchas consecuencias y tenían miedo de que le pasase algo malo a su amado hijo.

Lo llamarón loco, su familia jamás estaría contenta con la decisión que habia tomado, pero estando en aquella larga fila aún quedaba tiempo para echarse para atrás, sin embargo él no lo haría, no renunciaría a un sueño, mucho menos delante de sus amigos.

Capítulo 2 El turno del joven Harold cada vez estaba más cerca. La tensión se apoderaba de su cuerpo, sus amigos lo notaban nervioso y a él no le gustaba que lo notaran, siempre solía disimular sobre aquello que le causaba nervios o miedo, algún tipo de miedo de que no lo fuesen a aceptar, pero vamos, Harold era demasiado bueno como para que no lo fuesen a aceptar. -Número 1688, favor de pasar. –La señora gritaba para que la escucharan y Harold se tensó aún más cuando notó que aquel era su número y estaba a tres de renunciar y marcharse corriendo como toda una nena, sin embargo no lo hizo y rápidamente avanzo hasta la mesa de registro, ahí se encontraba un militar, seguramente un general, si así era, un general. -General Higgings para usted. –Señalo el general ante la reacción de temor en el rostro de Harold, él no fue capaz de responder.-Ahora si me hace favor de anotar lo que pide en esta hoja. –El general Higgings apunto en la hoja tres veces con un bolígrafo y finalmente lo puso sobre la hoja que se encontraba delante de él, dio un sorbo a su

pipa que aparentemente se encontraba vacía, miró a Harold, notó que el joven estaba temblando, ante aquella situación el General Higgings soltó una gran carcajada.-Tranquilo niño esa hoja no va a morderte. -Sí, señor, quiero decir, General… General Higgings. –Harold titubeaba y continuaba temblando hasta que por fin logro llenar la hoja entera. -Muy bien niño, al parecer cumples con todos los requisitos… Pero te voy a decir algo y quiero que te quede bien claro. –El general Higgings se puso de pie en una forma autoritaria y su tono cambio a una más grave y de gran autoridad, con su mano izquierda toco el pecho de Harold, de manera que él dio dos pasos atrás. –Aquí no queremos niñas lloriqueando, asi que dime, lo tomas o lo dejas. -Yo lo tomo, General Higgings. –Harold dejó de temblar y se armó de valor para responder aquella pregunta, no iba a dejar ir su sueño tan fácilmente. -Buena elección señor Styles, usted queda dentro, lo esperamos en el campo de entrenamiento. Lo había logrado y no lo podía cree. El general Higgings le agrado y estaba feliz de haber logrado entrar, ahora tenía la loca idea de ser piloto de aviones de guerra. Después de que un rato paso, Harold y sus amigos se reunieron, a todos los habían aceptado, desafortunadamente ya no quedaba lugar en el campo de entrenamiento que se encontraba en New York y habían mandado a sus amigos a New Orleans, Harold una vez más estaba solo. ***

Al llegar a casa les contó a sus padres lo que había sucedido, sin embargo, sus padres, como siempre no estaban de acuerdo e inclusive ahora estaban más asustados de lo que ya habían estado antes.