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Extruciura y Transfererrsia en e! campo ¿.!e h Psicosis.. Intentar E en esta Jornada enhebrar an!e i~stedes!a que rcp a

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Extruciura y Transfererrsia en e! campo ¿.!e h Psicosis..

Intentar E en esta Jornada enhebrar an!e i~stedes!a que rcp arto en treS tie ITIpoT: qué podemos concluir hoy; las tcsis que queremos proponcrles; la 1 i m i n t l c m, prc,,,,,,,,, .,ya3 respuestas aguardamos para el tiempo que siw-1 Citemos primero a quien estii en el eje de niiestras ciii S psicbtico, dc quien decirnos que ailnquc ausente a la palabra, no inmerso en el lenguaje. Esto decide cu estnicmra que aceptamos companirndo con otras dos el conjunto aI cuai nos mnsagrarnos: la ne

perversión. Inmerso en el lenguaje, el afi

inicio que Lacan nos propusien 1 .rnann;n1 rl UC. "el lncnnciente estd estnicturada L V I I N 1111 ~enguaje",;r.rl;cn lIIulLil l U n s i l propuesta en la referencia a un conjunto de elementos discre n dirá los significantes,Freud los Vorstellnngswpresentanz-, que si en paradigma y en sinta,ma para deteminar el efecto sujelo. L e n p j c que lleg Otro, se nombra lengua matenla, arriaa ; :ros de los cuales al rrienos uno tlucda vacic suleto como un canjunt ar 10que la lbgrca mo, d e m descubrc a par6 No es mas que un modo ., de las paradojas de Rusacir Luriiu )a impasibilidad del turljulliv ,~lniversal. dl conjunto que contenga t d o s los etementos. Que haya a l menos un casiZferovacio, como en ese juego infantil dl shenkii, permite qiie todos los-cñsillerospuedan alternaiivamente quedi vacíos, que haya juego. Es asi ct ncu~osis,que la decide como "m n c

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3) Una tercera estructura en la cual. si bien hay una rdtuci6n imaginaria, en ia medida que ella no se p r d m p r una referencia a un ideal del Otm. aueda can la labilidad p e a & una cubierta sin carozo, ?Fo logra obji:to que pei -riconiir ei.-la imagen en e la:.-esla , . N

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mbiarnos mencionado otras dos ectnicturas psiducas, con diferente afectaci~n,pronostico y wolwion: la meIancolia en la ~vaZlo esencial era "Ja falta. del -Otro al que hago faltan, dejando sujeto identificado a la -_, "sombra-del objeto" caidsdel mmpa de! Otro, si cn cambio se identifica al a r o al que nada falta, es el tiempo de la manía. Su altemama puede servirnos para dar la lógica dc los cuadros mixtos. Porultimo hsbiarnos planteadu e l desbarrancodel campo de la neurosis. especialmente la locura hist6rirra. donde destacátiamos una forclusiwn producto de un movimiento regesivo y que nombramos "rcgcsi6nforciuyente". A esta nosografia Ilcgarnos en nuestro recor?do anterior. Desde ella y con la experiencia que nos siguib interrogando, qiicrcmos presentar las tesis que hoy nos ocupan. i,

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más 3111 del rcrlamo, a la busqueda dc csc

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Esto cn la psicosis no habrá de dn tsc rI I ri.111.;: I :iii ,-iv i :ti+ r i i 1\: tr :i :S* - . I i. i i t i l : i 8 1 i ~ c atribuido el lugar dei Sujeto supuesta Ciiticr. n l ( 1 -4 -@arda cl don de los dimes. ---a prcgunta rctorna. ,que es Csto dc h n h ' ? r dc i~,iii~,i:~!:?i~i,i cn 1;i 18

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Hace poco. un analista discipulo dc Lacan a qriicn nprcci ,irrici.; 11cq~ir hace alios, Mousapha Safouan. nos recordaba csta rr3x~*q11c13 p:il.!hrn iio siemprc demande interpretncian, no t u d u r e que llnmc J iinn rrqpiic5ia". qué respuesta es la que demanda la palabra de iin p?i~ri(icri" (,A q1116ri

a en las-psicosis.

la dirrge? ;,Desde dbnde sc formula? Atxdircmos en miestra l i ~ u d aa un tcxto de los comien7ns de 13 0hr3 freudiana. "Proyec!~para una psicologia cicntifics"'"' en su inicio e l n160, desde cir invalidez, su p-mabpcion. la Hilflosi ykeit, clama en su grito por la ayuda del-oiro, al cual Freud rio nombra como la madre, sino como el p'Gjrrno. "Ncbcnmensch". Prójimo en e l cual el niño recorre por la semejanza con su cuerpo. una parte que sitila Como propra. También otro en el ciul situa coma estructura iini Ticada ale0 que le ES ajeno. Esta parte que el su~etodesconoce, es la qiic Freud nombra "La Cosa",Das Din* &Por qut esta rcfcrcncia al prbjimo en un tiempo phmordial, tiempo inctitiiyente? Es un modo de recordar que hay algo en la transferencia de la psicosis que reenvia a una operacihn instituyente que implica que d otro O sostiene lo semejante. PchÍtanrne ahora que avanci:por otro desvio, en i icia que er la historia se situa un ti1cmpo anteS. -. . Los int-ito al teao de riaton Lisis" 6 "Tratado de la arnistrid"uJ.p o r qw esta referencia9 Es que hay otra en la cuaI el psicdtco no nos acompafia: s quisi tramos avanzar cn la ultima tesis de Lacan en reiacibn a l a transferencia niando intrcduce que no s61o es amor. sino una conjuncion de amor y odio que cn franc6:; nombra c un el neologismo hainemoration: ciundo el sujeto dr la neurosis av anza desde la atnbucion de un saber al Otro, hasta un tiempo ,en el c r ~ el ~ lM r o puede ser dcscompletado por la funcian propiciatoria de odio. -es el d i o que permite lecr un texto desmenuzando sus partes, interrogaido sus afirrnacioncs, ciiestionando su tesis-, advertirnos que es el resorte de eficacia del que carece Ia cura en la psicosis. Vamos pues con Skratesal encuentro de sus jhvenesoymites, cntre ellos Lisis, a quienes avanza esta pregunta: ¿"que es la amistad"?. nosotros

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Si mordamos IQS tableros de inicio con su casillero vacio, vacio pero renegado, o bien lleno, scglln se escnba la neurosis, la perversibn e la psicosis, cada casilIera implica iin paquete de infimñcihn, un sipiñificante, un Vorstellungsteprasentanzcedn la teoría que ~~tjliccmos . @JaLauscnci? ausente; de uila-cuota de saber la que-inicia &'del sir izbn del m i m a l ni ir la dema &i miento qui:lo aquejal. , . ,El , =.?W"A+~P ,Ebo acude a nosotros de otro mado. no por una demandade s a k r del dclka o la alucinacion que porta:vkne a nosotros por unaafssta&qw siente enlo real d e x w e r p , u n a a n ~ c i quenokde,o a paracompartir con n o s 5 en la rncdida quc su confianza lo pcrmit&R la conviccibn dc un saber que su delirio le confirma y del cual sc sñcnte mensajera. - El analista no llegara coma sucedc en [a neurosis, a constituir en un tiempo siguiente ese lugar que la cuspensi6n del sakr precipita: que Skictates no ofrezca e* sa&r que Aicibíades reclama paIa coronar la serie de las medallas que adornan su frente, haeque avance en d amor dc transferencia, C

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podriamo1s afiñdir jen qué sc diferencia de! amor?. ates canlienza preguntando si la amisud no x r 6 que l o sernejantc SQCT busca lo semejant'e. Los jovenes oyentes consienten que seria imposible s i no hubiera algo que compa-licran entre ellos. Sin ern~argo,Skrates se ve obligado a dejar esta tesis niando secuerda lo que esta en la base de su pnfición: cI sujeto no busca sino ñquelloqiie le falta, ia falb instituye eI desen Cócrates pregwsta: iqué cs eso que cc busca en la amistad? No h a b d Ue ser iin objeto de conveniencia. ya que la Ctica que sostiene excluye razones de conveniencia que sostengan ei amor o la amistad. Sin embargo. a l g h objeto habrd de esrar en juego, que bnnde la sa(isfacci6n que sustenta la razbn de l a arnisrad. Su texto da vueltas, gira en redondo. si no es \a semejante ¿será lo contrario?; pero es imposible que alguien desde la bondad busque la amistad con lo malo; en definitiva reconoce la insuticiencia de su eiucubracion,se da transitoriamente por vencido. No es esa nuestra concllisibn, más bien que en la conjunción de las tesis que a l l i se despliegan p d n a avanzar nuestra respuesta. En la amistad hav algo de lo semejante, conio en la transferencia. citando el analista y el paciente psicritico participan del mismo luego, coniparten las mismas reglas. Si en la neurosis el anafistajuega a que juega hasta el tiempo en que mrizsira el]uego.en que está partictpande y hace presente la cuota de horror, cuando el siqeto advierte lo Real que lo habita, no es ese el modo en que opera en la psicosis, el analista juega en la escena con el psicbtico, participa del juego como se participa en el juego de la amistad. surione en pliegue a los ideales del Otro, comparte el abanico de esos ideales, aceptando qne es el psiciiiico el que lo guia. D", ,,,o con Sbcrates aceptamos que no es suficiente, ;cual es la satisfaccion , la cuora de g-e en juego para que el psicotica acuda, con entusiasmo a In cita''. el juego se sostsene si el analista, como en el lazo de la amistad, acepta que el psicotica encuentre el objeto de su goce mas allá de. su cuerpo. A difcrcncia del amor, la amistad suspende el encuentro del objeto en el cuerpo del Otro, para hallarlo mas allá de su ser Es asi coma se juega la transferencia en la psicosis Lo semejante: el analista compartc los idealcs dcl psicotico, se pliega a ellospara permitir que el sujeta de la psicosis avance hasta el encuentro del objeto de su goce, K& I allá del cuerpo del analista. ,Cuál es entonces la función del analista?. propiciar que ese goce que el psicótjco busca mas allá de su cuerpo, tenga algún cauce en lo que m

llamamos en rnerhfora consagsada, 21 cuerpD social. ES en el %O real del cuerpo soid, dcnde ei anaiista propicia que ese goce se conjugue con ei

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anhelo de1 sujeto.

Transferencia que apunm como en niaiqules cura a que el sujuro K citiie en relacibn al OtTo para avanzar en el camino de sil deseo. Pues a ello nos conduce esa misterios &,r,rmacibn de Lacan "en la psicos~stambrtn hay sujeto". Si efeczi~menteen la psiwsis m b i t o hay sujeto. no esta sujeto del mismo m d o que en la neurosrs. Para que pueda szr homologado el crincrpto de sujeto para un campo y para el otro, dekmos recurrir a una defimcion m i s amplia: nombramos efecto sujero a aqutil que ro. Que respori.de,vale en el dotile sentida de una resprint le a la pala 1 m o , m,rnbiCn de una respuesta que [lzere, respilesta a Ia de le su altennativa a esa palabra. interrog:a, cuestio cbmo el amigo acude a la cita pira que el juego Reau,uL,,uu,a,,,,,, prosiga d s allá del encuentro. Diferencia con el amor, aún con el amor de transferencia, el analista acepta que el paciente no encuentre el objeto en su nierpo. El artalista no sostiene el cuerpo del Qtro en el d P,tcibiñdes I3uxa la aglma. En cambio propicia que mis alla de su cuerpo, en e1 cuerpa Real del Otro socid, el psicbtico haga su juego. De aqui en más, el tercer tiemw UG GZM prOpu+, !a6 Cuestiones a seguir; su diqmsi6n indica que*ellasne hacen'sistg'm, son m á s bien las que va recogiendo nuestra cita cotidiana con lo que los psicbtims nos enseñan. Desde Lol V.Stcin. el texta clkico de Marguerite Durasi6"a partir de la lecnira que deel hicieraLacan, preguntamos: si para tol V. Stein, T'atiana, su amiga, un semejante. permiti6 quc anidara en ella, en suS cabe11wnegros, ese objeto a en tanto mirada del cual l o 1 V. Stein carccia, (lue a partí t de esc - .-+. instante ella pudiera ofrecerse a la mirada de un hombre, LA*..-*IMLCISG VGI. L i ~ u cabria extenderesadución queel relatenospropom:alli dondeel parafrenico no consigue constituir su fantasma? ¿Propiciar que alguien en lo Real. un semejante, sostenga esa funcibn del objeto de la cual carece? ¿No irnpliwa ésto la indicacibn adecuada de ciertas experiencias grupales. tratamientos en gmpo,trabajos e n taller, donde Los d e d a integran(es, tambitn podria ser en su cornienm quien los coordina, sostengan y a h desde su g m , la funcihn de ese objeta del cual el panente carece? Otra cuestibn:si aceptamos que ciertas experiencias de ritmo. deespacio y de tiempo, no son meras ciscilacionesarg;iriicas, queellas se instauran, camo en el ejemplo clisico del Fotd Da, en la posibilidad de alternar una presencia y un vacio, ¿no xta ese un mudo primero, de introdwibn en lo ReJ

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rirniil, las qnr i i ~ c c ntaii adccusd,is cicrrar euyeriqncias dq rnus,c.i y oimc que s i y c n csc pandcgma cn el Iratamiento dt la esquizoi+rcnia7 Otra cuestiun. sr tn 13 ~srcosishay ?inri ~ e r d i d adel replstro de lo s pensar quc cicrtos ciibnmientr1s miticus yropuesimiiginanc, ,,no n propiciar cca cubicria auserite en la fio r m a dc toi dcsdc lo 2c ibarse en los relatos cotidianos de los diaiios o t as cucntos que puf , " revistas. o bienen ei mooodcp?iesisr en escenz, c.upcxienciasce pslcoarsrna, r n la qiie los mismos pacientes o b:en qurencs coordinan el Iilgar podkan proponer .-1 librcto, no para ser interpretada sino para armx ia escena? En fin, innlito a cada uno d ~ lisfedes r a un ciercrcio. ouc , tambicn me propongo dzsdi2 una grcgmnta: ;,c,ur: sostienc 3 de nosotiros en l a cspeciEcrd..iddie su prictii :a social, aii n más, qiué sostiene, a cada un,a de esas P T J C ~ I C I SsocialIcs en refeirenciri, a Ir que, sigu iendo la p ropuesta siocritica, .. . . . .. . . sbla podna prolongar su realrzacicn 5 1 obtu~iers 3111 una cuota d e satistacciijn, una cuotn degoce7 En definitiba. Lcuiles la forma de goceque r:qliiere. cn cada una de las miilliples practicas socralc~,a cada uno de sus agextesq Los invkto a quc lo averipuen E!arzmio la recuuesta orouiciaria nrrestra , scn5ibiliddd a los camincis de la cre:ación que :o precisa.

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