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Teoría crítica

un paradigma sistémico Libardo Sarmiento Anzola

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Índice

Presentación .........ˈ

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Teoría crítica, la necesidad de volver a pensar ............................................................................. 7 1. Antropología humanística ..............................................................................................................7 2. Filosofía de la praxis .......................................................................................................................7 3. Socialismo, el proyecto histórico .................................................................................................9 4. Florecimiento humano, nuevas subjetividades ....................................................................... 10 Condición humana e izquierda darviniana...................................................................................11 1. Desfase de las ideologías ............................................................................................................ 11 2. Evolución........ˈ 11 3. Izquierda darviniana ..................................................................................................................... 15 Eugenesia, el retorno de un antiguo y vital debate ....................................................................17 1. Evolucionismo y fe combativa socialista ................................................................................. 17 2. Darvinismo social y Eugenesia .................................................................................................. 19 3. La teoría crítica y la mejora del género humano .................................................................. 21 Conciencia integral, nuevo paradigma ..........................................................................................24 1. La conciencia de lo que está sucediendo es lo que importa ............................................ 27 2. Ser social, conciencia y valores ................................................................................................. 28 3. Formas y niveles de conciencia ................................................................................................. 31 4. La conciencia, una cualidad emergente del ser ..................................................................... 32

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Libardo Sarmiento Anzola

Presentación

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l «pensamiento crítico» es una teoría global de la sociedad. La sociedad es, para esta teoría, producto de la acción recíproca de los seres humanos. En la complejidad y la polifonía de esta acción recíproca, las relaciones económicas, base determinante de la historia de la sociedad, son fundamentales. Y lo son, en tanto que constituyen el modo como los hombres de determinada sociedad producen el sustento para su vida, y cambian entre sí productos y servicios –en la medida en que rige la división del trabajo. De este modo, los seres humanos, al desarrollar sus facultades productivas, es decir, sus formas de existencia, desarrollan ciertas relaciones entre ellos, y el carácter de estas relaciones cambia necesariamente con la modificación y el desarrollo de tales facultades productivas. En el mismo proceso, los seres humanos que producen las relaciones sociales con arreglo a su productividad material crean además las ideas y las categorías. Es decir, las expresiones ideales abstractas de esas mismas relaciones sociales. La naturaleza del espíritu es tan necesaria, concreta y sólidamente definida como la naturaleza del cuerpo y la materia. La conciencia de sí mismo es algo que todo ser humano debe adquirir. Debe entender por qué se lucha en la vida, el sentido, el significado y la orientación de la existencia misma. En un juego mutuo de acciones y reacciones, a través del pensamiento se ejerce influencia sobre el mundo mediante la acción pública; por ello es tan importante hacer la revolución en las conciencias y en la vida práctica, esto es, en la sociedad real. Real.

Somos nosotros mismos quienes hacemos nuestra historia, pero la hacemos en primer lugar según premisas y condiciones muy concretas. Unas condiciones dentro de las cuales, las económicas deciden en última instancia. Pero asimismo, desempeñan su papel, así no sea decisivo, las condiciones políticas y culturales, y… hasta la tradición que merodea como un duende en las cabezas de hombres y mujeres. Sólo cuando los seres humanos hayan reconocido y organizado sus fuerzas propias como fuerzas sociales, se consumará la emancipación humana. Es decir, cuando la sociedad regule consciente, global, libre y responsablemente la producción y la reproducción de su existencia. Proceso que requiere y demanda organización social alternativa, la que para ser realidad en nuestro país, aquí y ahora, exige una dinámica de reconstrucción de los tejidos sociales, el cual debe pasar por una acción radial que retome múltiples experiencias, afronte las consecuencias del prolongado exterminio social, supere las dispersiones, reconstruya programas, y potencie acción directa. Una estrategia, una iniciativa, para ser gobierno y ser poder, en la cual el reconocimiento del vacío teórico, y por tanto, la necesidad de superarlo, es factor fundamental. Una praxis que rompe el defensismo, da cuenta del pragmatismo, aisla el reformismo y genera confianza en la población sobre otro mundo posible. En Colombia, en nuestro caso, en la presente coyuntura, es particular “…ante la prolongación y riesgo de un paramilitarismo institucionalizado y en avance urbano, y el país en vilo de los efectos negativos de la crisis económica mundial” […] “la puesta

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en práctica de un método de reconstrucción social –incluida la teórica– y de buscar la unidad nacional con hegemonía popular, para ser gobierno y ser poder con justa paz”. […] “…Llegar a este reto de poco o mucho, requiere un espacio nacional para decidir el contenido, significado y nivel popular alternativo; en la situación concreta de hoy. […] Un desafío pues y una posibilidad de conexión con la sociedad: recuperar el carácter y la calidad del ser humano. Todos sin excepción. Eso propone la segunda fase del Encuentro Nacional Popular, (en su) finalidad resumida en la consigna y la campaña ¡Por Vida Digna!...” (Ver: Editorial desde abajo Nº 147. JunioJulio 20 de 2009). El trabajo, la organización, y el poder. En el mundo humano todo es trabajo, comenzando por el hombre mismo. El trabajo es el acto de engendramiento del ser humano por sí mismo, y es en el trabajo donde el ser humano se realiza. El capital no es más que “trabajo cristalizado”, trabajo acumulado, trabajo muerto que, a semejanza del vampiro, sólo se anima chupando el trabajo vivo. Por esta razón, la clase trabajadora, por la propia naturaleza de las cosas, debe ser sinceramente “revolucionaria” y de manera necesaria debe organizarse para luchar contra el capital. A la clase trabajadora le corresponde organizarse por sí misma y para sí misma, esto es: por sí y para sí. La acción eficaz pasa por un partido de masas consciente de su papel en la historia de la humanidad. En consecuencia, el movimiento político de la clase trabajadora tiene como último objetivo la conquista del poder político para la clase trabajadora. No existe movimiento político que no sea social al mismo tiempo. Por tanto, la emancipación social de los trabajadores es inseparable de su emancipación política y cultural. Abolir el capital y su sistema. La abolición del capital, que es la concentración de todos los medios de producción en manos de unos pocos, es precisamente la revolución social e implica un cambio en todo el modo de producción. Cuando la clase productiva le arrebate la dirección de la producción y la distribución a la clase en cuyas manos se halla hasta ahora –una clase que ya es incapaz de ejercerla–, en ese momento precisamente se desata la revolución socialista. En la época actual, el capitalismo representa un obstáculo para el desarrollo económico, el bienestar social y la sustentabilidad de la especie humana y de toda forma de vida en el planeta. Un capitalismo que no podrá mantenerse sino al precio de crisis más profundas, globales y estructurales, guerras, barbarie, empobrecimiento y deshumanización de la gran mayoría

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de la población mundial. Esta situación debe y debería hacer nacer en la clase trabajadora una conciencia política que la organice e incite a la revolución. Es necesario, entonces, para la clase trabajadora, combatir a la vieja sociedad que colapsa, y ha de hacerlo en los terrenos político, de poder, social, cultural, económico, comunicacional, ambiental y de su memoria e identidad regional o continental sin fronteras. En el sistema capitalista, todo se cambia por dinero. Por el contrario, si concebimos al hombre como ser humano y su relación con el mundo como relación humana, sólo se puede cambiar amor por amor, libertad por libertad, confianza por confianza, compasión por solidaridad, igualdad por reciprocidad, y la producción debe responder a las necesidades de cada individuo. Por ello, revolución significa apropiación real y consciente de la

esencia humana por el ser humano. Pero la esencia de este ser no es un idealismo o una abstracción inherente al individuo aislado. En su realidad, es el conjunto de las relaciones sociales, en cuanto toda vida es esencialmente práctica y concreta. Sin embargo, no es en el pasado o en el presente sino únicamente en el porvenir, en las capacidades y potencialidades humanas, en la noción del florecimiento humano, donde la revolución social podrá encontrar la fuente de su inspiración. El socialismo. El socialismo sólo es posible cuando la conciencia de los trabajadores, en circunstancias históricas determinadas, les permita hacerse revolucionarios. Aunque la ideología dominante es la de la clase dirigente, la de los dueños de los medios de producción, es decir, la de la clase dominante, no por ello la acción y el pensamiento humanos son prisioneros de los factores

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económicos, sociales, políticos o culturales que los rodean temporalmente. Los oprimidos y explotados pueden revelarse, abriéndose a una “conciencia de clase”. La acción y el pensamiento humanos no son prisioneros del sistema hegemónico; de hecho, existe un pensamiento político libre, y los oprimidos pueden rebelarse abriéndose a una conciencia de clase, pero sin olvidar que son los individuos con conciencia y compromiso y su relación quienes hacen la historia y no las masas como montón. Es necesario advertir, igualmente, que sólo en el marco de la democracia radical y en el profundo respeto y la integralidad de los derechos humanos podrá nacer la conciencia revolucionaria de la clase trabajadora. Pero no se trata tan solo de tener conciencia del mundo; lo importante es transformarlo. Si bien el pensamiento crítico es una teoría global de la sociedad, en esencia es una teoría de la praxis. De la acción. La praxis en general significa acción. En el pensamiento crítico quiere expresar la actividad humana genuina, no vinculada a los procesos de producción asalariada. El concepto de praxis es el que permite superar la contraposición idealismo-materialismo y llevar esta cuestión del materialismo a otro terreno. Sólo cuando los En resumen, la praxis es la actividad, el trabajo, que hace que el seres humanos hombre se realice plenamente como tal, ya que es el trabajo aquello hayan reconocido que lo diferencia de los animales. En la historia del pensamiento crítiy organizado co, este término le permitió a Marx distanciarse de Hegel y de Feuersus fuerzas bach, ya que contra el primero afirma que el ser tiene la prioridad propias como respecto al pensamiento, pero, respecto al segundo, que el hombre no fuerzas sociales, se limita a ser contemplativo sino que se caracteriza por su trabajo, su praxis y, por ende, por la transformación de la naturaleza para hacerla se consumará la emancipación cada vez más humana. La praxis se caracteriza por ser universal, porque el hombre intenhumana. ta ser productivo. Sin fronteras; consciente, porque cuando produce lo hace dentro de una acción intencional; libre, porque para trabajar humanamente no debe estar coaccionado; constructiva, porque el hombre transforma las cosas en proyección suya; y creadora, porque gracias al trabajo el hombre se realiza. Por consiguiente, el socialismo no será una sociedad congelada de una vez y para siempre; sino un movimiento incesante hacia una individualidad libertaria constante por conquistar, por inventar, de modo que cada cual realice todas sus aspiraciones de modo consciente, de modo responsable. El principal mensaje del pensamiento crítico es que el ser humano merece que se tengan esperanzas y confianza en él. A continuación se presenta el pensamiento crítico de manera sistémica y se desarrolla cada uno de los componentes que lo fundamentan en su relación dialéctica.

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Teoría crítica, la necesidad de volver a pensar

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n Colombia sobrevive, aunque precaria, la libertad de pensamiento… el problema es la ausencia de pensamiento. De los densos y dogmáticos debates teóricos de la izquierda, de mediados del siglo XX –sin mediación de la praxis como verificación última-, que conducían a infinitas fragmentaciones, se pasó en la nueva centuria a una izquierda pragmática, sin pensamiento y embelesada por conquistar el gobierno para administrar las crisis de régimen oligárquico. Conformistas con la sociedad actual –mercantil, militarista, burocrática y mafiosa–, consideran que el fin último de la humanidad es la gratificación de las necesidades materiales y los impulsos sexuales, así como el entusiasmo vacío de las prácticas recreativas de masas. Pero este programa zoomórfico no funciona. Exclusión, opresión y explotación campean por doquier. El pan diario es la actitud fatalista ante la vida, el pensamiento colectivista y el fanatismo, las múltiples neurosis (depresión, violencia, vacío existencial), el consumo compulsivo, en fin, la deshumanización y la barbarie. Más que nunca, necesitamos ahora la crítica implacable del mundo actual, esto es, una teoría crítica sistémica, con raíz histórica y alimentada por la savia de la producción científica, las transformaciones culturales y las luchas sociales del último siglo. Esta teoría crítica se fundamenta en una antropología humanística, una filosofía de la praxis, un proyecto histórico y el florecimiento humano. El objetivo de una teoría sistémica es alcanzar la comprensión de la totalidad dinámica y creativa (ver gráfico).

1. Antropología humanística ¿Qué es el ser humano y qué puede llegar a ser? Estas son las preguntas primeras y principales de una teoría crítica. La “naturaleza humana” corresponde a aquellos rasgos esenciales de la historia humana real que permiten entender tal historia como un proceso unitario dotado de “sentido, significado y dirección”, y una determinada tendencia evolutiva. Estos rasgos y esta dirección están dados por la conciencia, la universalidad, la praxis y la libertad del ser humano. La caracterización del ser humano como presencia natural, social, consciente, que ejecuta libremente una libre actividad de trabajo apunta a necesarios rasgos esenciales sobre los cuales se despliega la historia. En resumen, la visión del ser humano de la teoría crítica se fundamenta en la concepción de un ser natural, social, activo y que comparte la esencia de la especie: su potencial de universalidad, de libertad, de creatividad de conciencia crítica y espíritu histórico. Esta visión y estos fundamentos conforman la antropología humanística de la teoría crítica. 2. Filosofía de la praxis La teoría crítica es una “filosofía de la praxis”. La praxis se refiere a la actividad libre, universal, creativa y autocreadora a través de la cual el hombre crea (hace, produce) y cambia (modela) su mundo humano e histórico, y también a sí mismo; a una actividad específica del ser humano mediante la cual se diferencia básicamente de todos los demás

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Fundamentos

Concepto y método

Construcción teórica, societal y subjetiva

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Fundamentos sistémicos de la Teoría Crítica Antropología humanista

Filosofía de la Praxis

Cosmovisión (Ontología, epistemología, lógica, ética estética y crítica de la ideología)

Visión del ser humano

Ser natural, social y activo que comparte la esencia de la especie: su potencial de universalidad, de libertad, de creatividad , de conciencia crítica y espíritu histórico

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Materialismo dialéctico materialismo histórico y cultural

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Proyecto histórico Socialismo

Ciencia, Valores, Lucha de clases y Teoría de la revolución

Emancipación, autogestión, democracia radical , autodeterminación, existencia libertaria, igualitaria y solidaria

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Florecimiento Humano (Realización de la esencia humana)

Crítica de la economía política

Critica de la alienación, el fetichismo y la cosificación humana. Teoría de las necesidades, las capacidades y las potencialidades humanas , de las formaciones histórico económico-social-culturales y de la dialéctica sociedadnaturaleza

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seres vivos. En consecuencia, la teoría crítica estriba en el principio de la unidad de la teoría y la praxis, más exactamente de la unidad de la “teoría crítica” y del “cambio revolucionario práctico”, concebidos ambos como acciones conectadas e inseparables. Por ello, la teoría crítica no es autosuficiente sino una teoría de la actividad social, de la acción histórica, más en concreto la teoría de la revolución de las clases trabajadoras y populares, y la crítica revolucionaria de la sociedad burguesa y el sistema mundo capitalista. La filosofía de la praxis es la sistematización de una cosmovisión de la cual hacen parte los elementos básicos de toda filosofía -ontología, epistemología, lógica, ética, estética y crítica de la ideología- y descansa cognitivamente en el “materialismo dialéctico”, y su aplicación en el “materialismo histórico y cultural”. El materialismo dialéctico afirma que la realidad concreta es una unidad contradictoria, y que el conflicto de los contrarios hace que la realidad dé pasos hacia adelante en un proceso histórico de cambio progresivo y constante, tanto evolutivo como revolucionario, y que en sus cambios revolucionarios o discontinuos cree una auténtica novedad cualitativa. Las leyes fundamentales del materialismo dialéctico son: i) la ley de la transformación de la cantidad en cualidad: graduales cambios cuantitativos dan

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lugar a revolucionarios cambios cualitativos; ii) la ley de la unidad de los contrarios, que sostiene que la unidad de la realidad concreta es una unidad de contrarios o contradicciones; iii) la ley de la negación de la negación, que afirma que, en el encuentro entre los contrarios, un contrario anula al otro, que a la vez anula al primero (tesis, antítesis y síntesis). El materialismo histórico y cultural se propone estudiar el proceso social en su totalidad. Desde este enfoque, las clases sociales surgen porque los hombres y las mujeres, bajo determinadas relaciones de producción, identifican sus intereses, necesidades y valores antagónicos, y son llevados a luchar, pensar y valorar en términos clasistas: de modo que el proceso de formación de clase consiste en hacerse a sí mismo, si bien bajo condiciones que vienen ‘dadas’. Las formaciones de clase surgen de la intersección de la determinación y la actividad propia: la clase trabajadora y popular se hace a sí misma, tanto como es hecha. Por tanto, “clase” y “conciencia de clase” son entidades articuladas dialécticamente. Las ideas y los valores están situados en un contexto material, y las necesidades y los intereses materiales están situados en un contexto de normas y expectativas; desde una perspectiva, es un modo de producción; desde otra, un modo de vida. 3. Socialismo, el proyecto histórico La teoría crítica está articulada a un proyecto histórico, el socialismo democrático, como lugar que permite la realización de la emancipación humana. El principal criterio del desarrollo histórico es la medida en la cual se constituyen los presupuestos de un desarrollo irreprimido y rápido de las esenciales fuerzas humanas –capacidades, necesidades y potencialidades–, y del despliegue de la individualidad humana, libre y multilateral.

La teoría crítica considera valores humanos –universales de sentido y significado que la conciencia individual y social logra captar, intuir y comprender; a la vez, valores que nacen exclusivamente del devenir histórico y sólo existen en él, pero que, de todos modos, son valores objetivos y universalmente válidos– los momentos de la evolución que expresan y promueven subjetiva y objetivamente ese despliegue y esa realización del “ser humano”. Los valores no son absolutos ni unilaterales; están siempre referidos a un sistema axiológico. Los valores que hacen parte de la axiología socialista son: emancipación, autogestión, democracia radical, autodeterminación, y existencia libertaria, igualitaria y solidaria. Transformar esta axiología socialista en una revolucionaria fuerza histórica requiere la comprensión científica del ser humano, la sociedad y el cambio histórico. La teoría crítica considera a la ciencia como una fuerza progresiva, potencial y verdaderamente liberadora, así como incrementadora del poder del ser humano sobre su propio destino. El énfasis característico de la visión de la ciencia, por parte de la teoría crítica, está puesto en el racionalismo histórico, el realismo epistémico, la inteligencia sintiente y el sentir intelectivo. No basta el conocimiento científico; resultan indispensables la conciencia y la voluntad revolucionaria de las clases trabajadoras y populares. El antagonismo y el enfrentamiento que se producen entre clases sociales, cuyos intereses, necesidades y valores son incompatibles y se contradicen entre sí, son centrales en la teoría crítica y también “el motor de la historia”. La lucha de clases se da en los cuatro niveles que corresponden a las partes de la estructura social; por tanto, hay una lucha económica, otra ideológica, una tercera de carácter político, y, finalmente, una cultural –comunicacional.

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4. Florecimiento humano, nuevas subjetividades La teoría crítica es una práctica de crítica desenmascaradora respecto a la aparente racionalidad de la praxis social. La sociedad está descrita como un todo estructurado por mecanismos técnicos y estratégicos ‘ciegos’, cuyo dinamismo inmanente se ha hecho ya incontrolable, indisponible. Estos mecanismos hacen del ser humano un instrumento al servicio del sistema. La principal herramienta teórica de esta crítica es la economía política. El empleo del materialismo histórico, dialéctico y cultural permite demostrar la historicidad del “capital” (el capitalismo es sólo una etapa de la historia), y la contradicción de la teoría del valor permite forjar una teoría de la lucha de clases que en el capitalismo adquiere la forma de antagonismo entre trabajo-sectores populares y capital. La crítica de la economía política permite demostrar que la búsqueda individual del propio beneficio, la propiedad privada y la explotación de la fuerza de trabajo y de la naturaleza, lejos de conducir a la racionalidad colectiva o al bien público, conduce a crisis periódicas, y, como los intentos de los capitalistas por superar esas crisis, llevan a un derrumbe final del capitalismo, o a su remplazo –o ambos casos– por el socialismo democrático, alcanzado mediante la lucha de clases. La crítica de la economía política, además del empleo del materialismo histórico, dialéctico y cultural, se fundamenta en una axiología que considera la posibilidad de la existencia de una humanidad capaz de dignidad. De igual manera, esta crítica y esta axiología tienen una orientación eudomonista, esto es, la felicidad real y el florecimiento de los seres humanos. El florecimiento humano se fundamenta en el desarrollo de las esenciales fuerzas humanas (necesidades, capacidades y potencialidades); en síntesis, el fin último, constructivo y positivo de la teoría crítica es el desarrollo total, consciente, libre, creativo, plural, armónico e integral del ser humano.

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Condición humana e izquierda darviniana 1. Desfase de las ideologías



análisis existencial. La triádica visión fundamentada en la “Tabla Rasa” (la no existencia de una naturaleza humana permanente), el “Buen Salvaje” (la no existencia de unos instintos egoístas o perversos) y el “Fantasma en la Máquina” (un nosotros sin límites que puede decidir un mundo perfecto, armonioso, en paz y pletórico de felicidad) –sustento de las corrientes empirista, romántica y dualista– quedó seriamente cuestionada cuando las ideas de la biología evolutiva y la genética conductista se hicieron públicas en la década de los 60. La unificación de nuestros conocimientos sobre la vida y su evolución, y sobre la materia y la energía, fue el mayor logro científico de la segunda mitad del siglo XX. La creencia de la izquierda en que la naturaleza humana se puede cambiar a voluntad, así como la creencia de la derecha en que la moral se basa en que Dios nos provee de un alma inmaterial e inmortal, se están convirtiendo en empeños insostenibles ante los nuevos descubrimientos de la ciencia. Más curioso resulta aún, escribe el darviniano austriaco de izquierda Peter Singer, que dos ideologías tan distintas como el cristianismo y el marxismo estén mutuamente de acuerdo en insistir en el abismo que separa a los humanos de los animales; por tanto, en insistir que la teoría evolucionista no se puede aplicar a los seres humanos.

Una teoría magnífica pero aplicada a una especie equivocada”, dijo con cierta sorna sobre el marxismo el sociobiólogo estadounidense E. O. Wilson. El siglo XX registró un rápido, profundo y amplio desarrollo de la ciencia y la tecnología, trágicas experiencias históricas, además de complejas y nuevas investigaciones sobre el cerebro, la mente y la conciencia. Este espectro de hechos transformó la visión sobre el ser humano y la manera de entender el mundo, así como nos hizo menos ilusos y requeridos de tener una mejor comprensión sobre el comportamiento social, político, económico y cultural de los seres humanos, firmemente basada en una interpretación moderna de la naturaleza humana. Las nuevas ideas provenientes de cuatro fronteras del conocimiento –las ciencias de la mente, el cerebro, los genes y la evolución– están aportando a una nueva interpretación de la naturaleza humana. En contraste, las ideologías políticas –no menos que las demás teorías sociales y humanas– se fundamentan en concepciones de la naturaleza humana, pero éstas, respecto a los avances de la ciencia contemporánea, registran un desfase de 300 años. Las ideologías de izquierda y de derecha se configuraron antes de Darwin, de Mendel y de Einstein; antes que alguien supiera qué es un gen, una neurona o una hormona, 2. Evolución antes de los descubrimientos de la astrofísica moderna, y antes de los aportes de la Hoy sabemos que el universo tiene 15.000 fenomenología, la teoría de los valores y el millones de años (la Tierra data de hace

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4.500 millones de años) y que el ser humano empezó a evolucionar tan solo hace cuatro millones de años (aparecen los simios del Sur, erectos: Australopithecus afarensis). El habitante humano ha compartido menos de tres años de cada 10 mil de existencia del universo. El Homo sapiens plenamente evolucionado cuenta con menos de 100 mil años, y la civilización (escritura, ciudades, Estado, domesticación de plantas y animales) empezó hace apenas 12 mil años. La estructura molecular del ADN y la naturaleza del código genético se dilucidaron por primera vez hacia 19501960. Hace menos de cinco décadas que aprendimos a leer el código genético: toda la vida sobre la Tierra, todo ser vivo, tienen una información genética codificada en sus ácidos nucleicos y emplean en esencia el mismo código para ejecutar las instrucciones hereditarias. Hace muy poco pudimos entender la continuidad entre la física atómica, la química molecular, y la naturaleza de la reproducción y la herencia. Somos animales evolucionados y llevamos el sello de nuestra herencia, no sólo en la anatomía y el ADN sino también en nuestro comportamiento. Según el punto de vista científico imperante, es gracias a la mente como percibimos lo que hace el cerebro; es decir, es la propiedad de los cien billones (millones de millones) de conexiones nerviosas del cerebro. La muerte cerebral implica una lesión del encéfalo, de tal magnitud y gravedad que se pierden todos los mecanismos reguladores del cerebro sobre el resto del organismo, incluida la conciencia, de manera definitiva. Sin embargo, es demasiado lo que no entendemos del todo en la conciencia humana (el problema de la conciencia está instalado de manera inestable en la frontera entre la ciencia y la filosofía). A la luz de los descubrimientos y de estudios recientes, son falsas las visiones corrientes sobre la conciencia –dualismo, materialismo, conductismo, funcionalismo, computacionismo, eliminativismo, epifenomenalismo, idealismo. La conciencia es un gran misterio, tal vez el mayor obstáculo pendiente en nuestra búsqueda de una comprensión científica del universo. Por ello, actualmente la conciencia es uno de los objetos de investigación más importantes de la filosofía, la psicología, la ciencia cognitiva, la neurociencia e incluso las corrientes místicas. La genética molecular enseña que cada organismo tiene su propia particularidad. Sin embargo, hay continuidad entre los seres humanos y los animales, no sólo en lo relativo a la anatomía y la fisiología; asimismo en la

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vida mental: los animales tienen capacidad moderno ha demostrado que, si bien el ser de amar, recordar, sentir curiosidad, razonar humano no está libre de condicionamientos, y compadecerse entre sí. De acuerdo con los lo es para asumir una actitud frente a éstos: estudios de los paleontólogos y los biólogos el ser humano es un individuo con orientaevolucionistas, los chimpancés fueron la úl- ción de sentido y significado que aspira a la tima línea de los simios de la actualidad en realización de valores (universales, de senabrirse de la rama que condujo a los huma- tido y significado) en cada momento connos, hace cuatro millones de años. Una in- creto de su existencia en que deba decidir vestigación reciente muestra cómo, a pesar o tomar posición. En resumen, la pequeña de profundas diferencias en las dos especies, diferencia del 1,2 por ciento que nos separa sólo un 1,2 por ciento de las diferencias en de nuestros ‘primos’ se explica por las realisus genes separa al Homo sapiens de los dades existenciales del ser humano: la espichimpancés. En efecto, además de las seme- ritualidad*, la libertad y la responsabilidad janzas en los rostros expresivos y los pulgares del ser humano ante lo otro. En resumen, es oponibles, los chimpancés muestran un ex- la fuerza o el poder de obstinación del espítraordinario abanico de comportamientos y ritu lo que capacita al ser humano para imponer su carácter humano a pesar talento: elaboran y utilizan herraEl gran tema de de los estados somato-psíquicos, mientas sencillas, cazan en grula historia es la y de las circunstancias sociales e pos, participan en actos agresivos evolución […] históricas. y violentos; son criaturas sociales Somos energía De acuerdo con una de las capaces de mostrar empatía, altruismo, conciencia de sí mismos cósmica que se voces críticas más escuchadas de y cooperación en la solución de torna autocons- nuestro tiempo, la del lingüista y profesor del MIT Noam Chomsproblemas; y aprenden mediante ciente. ky, “una visión de un orden social el ejemplo y la experiencia, y en futuro se basa en un concepto algunas tareas de memoria supede la naturaleza humana. Si, de hecho, el ran a los humanos. Si bien resulta evidente que las personas hombre es un ser indefinidamente maleable nacemos con ciertas aptitudes y cierta ma- y por completo plástico, sin estructuras de nera de ser, la conducta humana procede de la mente innatas ni necesidades intrínsecas la interacción entre herencia y entorno. No de carácter cultural o social, entonces es el todo está en la genética. El medio es tan im- sujeto adecuado para la ‘configuración de la portante como los genes. Todo aquello que conducta’ por parte de la autoridad del Eslos niños experimentan en su crecimiento tado, el director corporativo, el tecnócrata o tiene la misma importancia que la dotación el comité central. Quienes albergan alguna con que vienen al mundo. Incluso si la con- esperanza en la especie humana confiarán ducta es hereditaria, el comportamiento si- en que las cosas no sean así, e intentarán degue siendo producto del desarrollo personal terminar las características intrínsecas que y, por tanto, tiene un componente ambiental proporcionen la estructura para el desarrollo intelectual, el crecimiento de la conciencia de índole causal. Contra todo “biologismo”, “psicologis- moral, los logros culturales y la participamo” o “sociologismo”, el análisis existencial ción en una comunidad libre”. *

La conciencia –capacidad de percibir totalidades llenas de sentido y significado en situaciones concretas de la vida–, unida a la fuerza de la voluntad para materializar valores, conforma, junto con su ser social, la praxis humana y su ser virtuoso.

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Singer nos recuerda que debemos reconocer también los límites de la naturaleza humana, que hace de la perfectibilidad de lo humano una meta imposible, lo cual significa reconocer los componentes específicos de nuestra naturaleza; entre ellos, el interés propio, que implica que los sistemas económicos competitivos funcionen mejor que los monopolios estatales; la primacía de los lazos familiares en todas las sociedades humanas, y el consiguiente atractivo del nepotismo y la herencia; el instinto de dominación, por el que los gobiernos poderosos son vulnerables ante los autócratas desmesurados; la tendencia, bajo muy distintas condiciones, de los seres humanos a crear jerarquías; el etnocentrismo, que pone los movimientos nacionalistas en peligro de cometer discriminación y genocidio; la universalidad del dominio y la violencia en todas las sociedades humanas; el atractivo del status que lleva a los hombres a obsesionarse con el rango y asimismo a matarse por ofensas triviales; y el predominio de los mecanismos de defensa por los cuales las personas se engañan a sí mismas sobre su autonomía, su sabiduría y su integridad. Para Singer, lo anterior no implica que nos encojamos de hombros ante el sufrimiento evitable de los débiles y los pobres, de los explotados y los estafados, o de quienes simplemente no disponen de lo suficiente para vivir

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con decencia. Si decimos que así funciona el Una izquierda darviniana no debe: mundo y siempre será así, y que nada podemos hacer al respecto, no podemos formar • negar que exista una naturaleza humana, parte de la izquierda. Según Singer, ésta conni insistir en que la naturaleza humana siste en la conciencia sobre la inmensa canes inherentemente buena e infinitamente tidad de dolor, sufrimiento e injusticia que maleable. hay en nuestro universo, y el deseo de hacer • confiar en resolver todos los conflictos y algo por reducirla. El izquierdismo de Singer, las rivalidades entre los seres humanos como el tradicional, se define por contraste mediante la revolución política, el camcon una Visión Trágica, derrotista, fatalista, bio social o una mejor educación. de la naturaleza. Ser de izquierda consiste en • asumir que todas las desigualdades se exdefender ciertos valores. plican por la discriminación, los prejuicios, la opresión o el condicionamiento sociales; 3. Izquierda darviniana algunas sí que se deberán a esto, pero ello no puede presuponerse para todos las caEn la tradición del pensamiento crítico, la sos. “riqueza humana” es el despliegue multilateral de las fuerzas esenciales de la especie. Una izquierda darviniana debe: Este es un concepto que el marxista húngaro György Márkus dilucida como compo- • aceptar que existe algo así como una nanente “esencial” del concepto marxiano de la turaleza humana y tratar de saber más de especificidad humana: trabajo (en el sentido ésta, de modo que las medidas políticas más amplio de producción de objetivaciose basen en los mejores datos disponibles nes), socialidad, universalidad, conciencia y sobre cómo son los seres humanos. libertad. La teoría materialista de la historia • rechazar toda inferencia que de lo ‘natural’ implica que no existe una naturaleza humadeduzca lo que es ‘correcto’; por tanto, evina de carácter fijo; se transforma con cada tar la falacia consistente en que los valores cambio del modo de producción y de las rese pueden colegir de los hechos; los enunlaciones sociales concomitantes. ciados científicos sobre hechos y relaciones Consciente tanto de la ciencia como de no pueden dar lugar a mandatos morales. la historia, la izquierda darviniana ha aban- • aceptar que toda sociedad humana predonado la Visión Utópica que tantos desassentará algunas tendencias competitivas, tres imprevisibles ha traído. A la vez, recoy cooperativas otras; no podemos camnoce la influencia de la evolución y la herenbiar esto, pero sí las proporciones entre cia sobre los asuntos humanos. Esta nueva los dos elementos. izquierda argumenta que las formaciones • contar con que, en los distintos sistemas sociales influyen en nuestras ideas, nuestra sociales y económicos, muchas personas política y nuestra conciencia a través de los actuarán en forma competitiva con el obrasgos específicos de la herencia biológica. jeto de realzar su status, ganar posiciones Estar ciego ante los hechos de la naturalede poder, y/o mejorar los intereses proza humana es arriesgarse al desastre. Según pios y de sus parientes. Singer, las ideas utópicas deben sustituirse • contar con que, al margen del sistema por una visión fríamente realista de lo que social y económico en que viva, la mayor es posible alcanzar. Por tanto: parte de las personas responderá positiva-

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mente a las oportunidades auténticas de participar en formas de cooperación mutuamente beneficiosas. • promover estructuras que estimulen la cooperación y no la competencia, y tratar de canalizar ésta hacia propósitos socialmente deseables. • reconocer que la manera como explotamos a los animales no humanos es una herencia del pasado predarviniano, que exageró el abismo entre los humanos y los demás seres biológicos; por tanto, procurar un mejor status moral para los animales no humanos y una visión menos antropocéntrica de nuestro dominio sobre la naturaleza. • mantener los valores tradicionales de la izquierda, como ponerse de parte de los débiles, los pobres, los oprimidos y los explotados, pero reflexionar cuidadosamente sobre qué cambios sociales y económicos pudieran beneficiarlos verdaderamente. El gran tema de la historia es la evolución. Es una historia de formas cada vez más refinadas de vida que emergen con grados superiores de conciencia. Somos energía cósmica que se torna autoconsciente. No obstante, por primera vez el Homo sapiens enfrenta una crisis global y acumulaEl medio es tan tiva (alimentaria, energética, económico-financiera, ambiental, política, importante como educativa y de vacío existencial) que amenaza con su extinción (al igual los genes. Todo que los dinosaurios, 70 millones de años atrás). El rápido y formidaaquello que los ble desarrollo científico y tecnológico de la humanidad no ha estado acompañado de una evolución comparable en la naturaleza humana; de niños experihecho, no hay evolución de la mente en los últimos 12 mil años. A pesar mentan en su crecimiento tiene de la civilización, seguimos asesinando, y ni siquiera hemos logrado ser la misma impor- armónicos con nosotros mismos o con la naturaleza. Biológicamente tancia que la do- hablando, una especie que está muriendo es una especie peligrosa; tiene tación con que tendencia a volverse loca y golpear ciegamente. La conciencia ha llegado a ser tanto el objeto como el medio del vienen al mundo. cambio. El analista Carl Jung fue uno de los primeros, al finalizar la década de 1960, en llamar la atención: “Tanto en la historia de la colectividad como en la historia del individuo, todo depende del desarrollo de la conciencia. Ésta aporta gradualmente a la liberación del encarcelamiento dentro de la agnoia, ‘inconciencia’, y por ello es portador de luz y de salud”. La actual crisis global es producto y reflejo de la fase en que se encuentra la evolución de la conciencia de la humanidad; una solución duradera y radical es inconcebible sin una transformación interna y externa hacia la conciencia global. ¿Se seguirá repitiendo el viejo patrón que los seres humanos han seguido por millones de años? ¿o habrá un cambio fundamental en su psique, en la totalidad de su conciencia?, pregunta Krishnamurti, uno de los principales “instructores del mundo en el siglo XX”. Todo ello nos lleva a preguntarnos si el ser humano puede cambiar en absoluto. Es una de las principales cuestiones en el mundo actual. La estructura y la naturaleza de los seres humanos tienen que cambiar si éstos quieren sobrevivir como especie.

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Eugenesia, el retorno de un antiguo y vital debate

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n millón de años nos llevan a los co- ción genética de nuestros hijos. Tendremos mienzos de nuestra especie. Por allá, autómatas inteligentes que se autorreproduhace 100 mil estábamos aprendien- cirán y podremos llegar a la neurotecnología, do a ser humanos y hace 10 mil, éramos aún esto es, el desarrollo de herramientas para una sola especie, no muy distinta en calida- explorar y manipular el cerebro humano, aldes físicas y mentales de las personas de hoy. terando las formas de conciencia. Nuestra Vivíamos en sociedades de cazadores y re- única especie se convertirá en muchas. Los colectores, sin llegar a los cinco millones de conflictos más graves en el futuro serán las humanos sobre la Tierra. Ahora, al iniciar batallas entre concepciones diferentes del el siglo XXI somos casi siete mil millones y que será un ser humano. nos preparamos para una nueva revolución El debate sobre mejoramiento del género 1 industrial . Una revolución a partir de la tec- humano (eugenesia2) hunde sus raíces en la nología de los ordenadores y la informática historia de enfrentamientos entre los darvique inició Von Neumas, y de la tecnología nistas sociales, que buscan esa mejora facide la ingeniería genética que empezaron litando la reproducción de los hombres más Crick y Watson. Si Julio Verne anticipó los vigorosos e impidiendo la de los débiles, acuviajes en el espacio y el mundo submarino, diendo a técnicas y medidas políticas centrahoy releer las fantasías de Un mundo feliz das en lo biológico, y los darvinistas sociales de Aldous Huxley encuentra cercanías de de cuño socialista, que formulan un avance realidad. de la humanidad centrada no tanto en lo bioLos grandes saltos en tecnología y evo- lógico cuanto en lo social y la conciencia, melución tienen siempre costos incalculables e diante una revolución emancipadora. impredecibles. La ciencia debe abrirle espacio a la filosofía, y la ética convertirse en una 1. Evolucionismo y fe combativa fuerza más poderosa que la política y la eco- socialista nomía, reto aún más necesario si se enfrentan cambios sustanciales para todo el grupo El universo aparece en su devenir dinámicosocial, como los que desde ya se avisoran con evolutivo y emergente como un todo tranla revolución industrial en curso. sido de discontinuidades. Discontinuidades Nueva revolución industrial que le per- que, las más fundamentales, vendrían determitirá al hombre crear novísimas especies de minadas por tres estratos: lo físico-químico, plantas y animales, así como elegir la dota- lo vital y lo humano.

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A medida que las estructuras físicas en la base moderna de la informática se hacen más pequeñas y las estructuras químicas fundamentales en la ingeniería genética más versátiles, estas dos tecnologías se superponen y fusionan. Al final, los componentes físicos y biológicos estarán tan íntimamente enmarañados que seremos incapaces de decir dónde empieza uno y dónde termina el otro. El concepto de eugenesia (del griego Eu, bien, y génesis: aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana) fue utilizado en Alemania, en todo el mundo anglosajón, pero también en la Rusia Soviética. Hoy se habla de genética humana, pero el concepto ha sufrido una significativa transformación sustancial, como disciplina limitada a la ciencia natural.

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Jean-Baptiste Lamarck. A principios del siglo XIX, el filósofo y naturalista Jean-Baptiste Lamarck (1744-1829) formuló la primera teoría coherente de la evolución, al establecer sus cinco principios: i) la tendencia de lo viviente a volverse más complejo, ii) la capacidad de los organismos a adaptarse al medio ambiente y a las circunstancias, iii) la herencia de los caracteres o rasgos adquiridos, iv) la generación espontánea, v) la “voluntad” influye sobre la forma del cuerpo; esto es, la función hace al órgano. La posterior recurrencia y la defensa del lamarckismo se explican por la confianza, la esperanza humana3, en que el universo, la naturaleza, tenga un sentido, una dirección que culmina en la propia especie a que pertenecemos. Henri Bergson. Es así que Henri Bergson (1859-1941) desarrollo una filosofía fundamentada en la concepción creadora del tiempo. El tiempo trae novedad y perfeccionamiento, y permite que el universo evolucione. Para Bergson, el universo comporta cierta organización y armonía que caracteriza con la idea de impulso o Élan vital. La vida es, desde sus orígenes, la continuidad de un solo y mismo impulso que se repartió entre líneas de evolución divergentes. Aquí hace su entrada el finalismo: el hombre es el término y la finalidad de la evolución. La conciencia cósmica sólo se libera plenamente en el ser humano, expresando además que la historia de la evolución es la historia de las victorias de la vida sobre la materia. Tanto el lamarckismo como la obra bergsoniana constituyeron la base del darvinismo social de cuño socialista. Esta corriente de pensamiento socialista formula una mejora de la humanidad centrada no tanto en lo biológico como en lo social, a saber, solicitando un cambio radical en las deficientes condiciones de vida y trabajo, a las cuales se les achaca la degeneración biológica del hombre, y lucha contra determinadas costumbres y relaciones sociales de producción. Para sustentar esta postura, y de acuerdo con una tradición específica del movimiento obrero que procede del siglo XVIII, el pensamiento crítico acogió las concepciones de evolución de Lamarck y de Bergson, que permiten defender que las cualidades adquiridas socialmente son biológicamente transmitidas a las siguientes generaciones. 3

(…) Gould ha sugerido denominar a esa actitud del ser humano “arrogancia cósmica”, una actitud persistente pese a las heridas narcisistas infligidas por Copérnico, Newton, Darwin, Marx, Freud y Nietzsche.

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José Carlos Mariátegui. En esta tradi- 2. Darvinismo social y Eugenesia ción está el pensador peruano José Carlos Mariátegui (1894-1930), uno de los prin- Al finalizar el siglo XX, la fe revolucionaria cipales marxistas de América Latina. Res- había mermado su ímpetu, y la creencia en pondiendo a la crítica que veía en su obra un utopías sociales daba lugar al escepticismo intento de “espiritualización del marxismo”, nihilista, el positivismo, el cientificismo, lo señaló que es un argumento falso suponer mismo que a escapismos místicos e indivique una concepción materialista del univer- dualistas, y a metafísicas sin contenido de la so no sea apta para producir grandes valores “nueva era”. En paralelo, el viejo concepto de espirituales. Para Mariátegui existe una rela- eugenesia, con su marcado aspecto teórico ción esencial entre la acción de los condicio- social, incluso filosófico, retorna una vez más namientos objetivos (externos a la concien- con la genética humana y abre nuevamente cia) y la acción consciente. Estas dos hacen los debates que exigen tomar postura ante las parte de las mismas leyes del movimiento de posibilidades que en la actualidad nos ofrece la sociedad, como momentos recíprocos y ac- la tecnología médica. Hoy día, en las discusiones públicas sobre tivos en la constitución de la praxis global en biotecnología se condena sin paliativos la idea de el seno de la misma. En la lucha de clases, agrega, donde resi- mejorar la especie humana por medios artificiaden los elementos de lo sublime y heroico de les. La idea es repugnante porque trae a la mesu ascensión, el proletariado debe elevarse a moria las visiones de médicos nazis esterilizanuna “moral de productores”, muy distante y do judíos y matando a niños discapacitados. […] muy distinta de la “moral de los esclavos” de Pocas personas creen ya en el sueño romántico que oficiosamente se empeñan en proveerlo de que los seres humanos son perfectibles. Pero sus gratuitos profesores de moral, horrori- la mayoría de nosotros cree todavia que los sezados de su materialismo. Para Mariátegui, res humanos son capaces de mejora alguna. […] la conciencia ocupa su lugar exacto en la Existen muchas y buenas razones para condenar praxis, y ésta en la determinación de la his- la esterilización forzada y la eutanasia definitoria. “La vida, más que pensamiento, quiere da desde el poder. Pero la mejora artificial de los ser acción, esto es, combate. El ser humano seres humanos llegará, en una u otra forma, lo contemporáneo tiene necesidad de la fe. Y queramos o no, tan pronto como el progreso de los la única fe que puede ocupar su yo profundo conocimientos biológicos la haga posible… afirmó categóricamente, en 1997, el inglés Freees una fe combativa”.

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man Dyson, Premio Nobel de Física compartido 1965 y profesor emérito del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, en su libro “Mundos del futuro”. Es éste un viejo y áspero debate. El pensamiento social-darvinista y eugenésico ha encontrado siempre seguidores fanáticos en muchos países; sin embargo, sólo al fascismo alemán le corresponde la terrible primacía de haberlo tomado en serio, práctica y políticamente. Entre las décadas de 1920 y 1930 se difundió en Alemania la idea de “pureza de raza”, y con Hitler (1889-1945) se producirán masivas esterilizaciones eugenésicas. Ahora bien, la teoría crítica acentúa su cercanía intelectual con el materialismo y el darvinismo. Entonces, ¿es la eugenesia compatible con el pensamiento marxista? Carlos Marx. Entre la teoría crítica y el darvinismo social persisten tremendas diferencias; no obstante, el concepto no ha sido ajeno a las ideas socialistas y los regímenes comunistas. Marx (1818-1883) esperaba la felicidad de este mundo y la perfectibilidad del ser humano mediante acciones sociales e institucionales, y luchas emancipadoras e igualitarias de los oprimidos y explotados; el darvinista social, en cambio, a través de la El ser humano regulación de los nacimientos y la esterilización, mediante la elección contemporáneo óptima del cónyuge y la eliminación de la “vida indigna de vivir”, este tiene necesidad último uno de los vocablos más terribles –con implicación de ‘limpiede la fe.Y la única zas’ y segregación– de la nueva política social. La discusión fue más notable a finales del siglo XIX y principios fe que puede del XX. Por aquella época, la miseria de las masas, el alcoholismo, la ocupar su yo profundo es una prostitución y la pandemia de las enfermedades venéreas y virales, la delincuencia y el número alarmantemente alto de hombres no apfe combativa. tos para el servicio militar eran motivos suficientes para contrarrestar, mediante una política demográfica razonablemente desarrollada, la degeneración de la sustancia biológica humana, una degeneración considerada amenazante. Herbert Spencer (1820-1903) fue quien más extrajo deducciones morales de la evolución, proporcionándoles a los defensores del laissez-faire capitalista unos fundamentos intelectuales que fueron utilizados para oponerse a que el Estado interfiriera en las fuerzas del mercado y aplicara políticas públicas que favorecieran a los pobres, vulnerables y excluidos de la sociedad. Andrew Carnegie (1835-1919) reconoció que la competencia puede ser a veces cruel para el individuo, pero la justificó argumentando que “es lo mejor para la especie, puesto que asegura la supervivencia de los más aptos en cada esfera”. El pensamiento fundamental del darvinismo social consiste en la transferencia del principio de selección a la sociedad, localizado en el concepto de la lucha por la existencia, en la cual se imponen los mejores y los más fuertes. Presentar propuestas sobre cómo esos mejores y más fuertes pudieran obtener en la sociedad las oportunidades de reproducción numerosas y sin trabas (meritocracia) y, a la inversa, cómo los débiles debieran ser excluidos

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de la reproducción de la humanidad, formaba parte del compromiso de la eugenesia y la higiene racial. Francis Galton y Augusto Weiseman. Ya para 1865, Francis Galton (1822-1911), primo de Darwin, puso en relación importantes factores sociales, como los talentos y los caracteres humanos, con base biótica, para luego, en 1883, introducir en la literatura el concepto de “eugenesia”. Galton, junto con Augusto Weiseman (1834-1914), pasan por ser los fundadores de la eugenesia argumentada genéticamente. Sin embargo, en su libro El origen del hombre (1871), Charles Darwin (1809-1882) afirma: Entre los salvajes son eliminados bien pronto los débiles en cuerpo y espíritu, mientras los supervivientes son generalmente los de salud más robusta. En cambio, 3. La teoría crítica y la mejora nosotros, los hombres civilizados, hacemos todo del género humano lo posible por evitar esta segregación. Por tal motivo, pueden también reproducirse a su manera Mientras el darvinismo social acentúa la los individuos débiles de los pueblos civilizados. naturaleza del hombre, el pensamiento críNadie que conozca algo de crianza de animales tico hace énfasis en el papel determinandomésticos dudará de que esto es extremadamen- te de las relaciones sociales y los modos de te perjudicial para la raza. producción. Sólo en la primera década del siglo XX, Federico Engels. Al finalizar el siglo el darvinismo social les da paso a propues- XIX se hacía famoso el texto de Engels La tas eugenésicas concretas y al movimiento situación de la clase obrera en Inglaterra, en el de reforma social a través de la genética en que explicaba las condiciones de miseria y Estados Unidos. Entre las décadas de 1920- exclusión de los trabajadores y sus familias, 1930 se aprueban las leyes de protección eu- como parte orgánica de las condiciones de genésica en la Unión Americana, mientras explotación y opresión del orden hegemóen Alemania se implanta la esterilización nico del capital. En los debates sociales y forzada y la eutanasia, sin considerar en ésta políticos de aquel tiempo, por parte del penla mirada y la dignidad del individuo. En los samiento crítico, se pone de presente que la años siguientes y hacia 1950 desaparece o se industrialización impuesta a lo largo de sólo eclipsa la eugenesia. A partir de la década de una generación había conducido a un cam1970 y en nuestros días –a propósito de la bio radical de las circunstancias sociales del controversia sobre el cociente de inteligen- trabajo y la vida, en la mayor parte de la pocia, las polietnias y los géneros humanos–, blación de las ciudades y, de modo creciente, reaparece el debate de la eugenesia, impul- también de la del campo. sado con el carburante de la polémica sobre Los tradicionales lazos familiares fueel determinismo biológico, los avances de la ron rotos, el asentamiento en las urbes vino genética y las teorías bioética y biopolítica. acompañado de un empobrecimiento des-

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medido, las condiciones de la vivienda eran catastróficas, mala e insuficiente la alimentación, inadecuada la vestimenta, y extremadamente insuficientes la formación y la educación. Todo ello permitió que se dieran la pobreza y la miseria, el desarraigo y la decadencia masiva hacia la cotidianidad más deplorable de la existencia humana. No sólo en la literatura socialista; también en la burguesa quedó constancia de una degeneración general física, y también psíquica, de gran parte de la población trabajadora. Si bien la literatura académica social-darvinista, al igual que la socialista revolucionaria, coincidían en el punto de partida: la figura lamentable del trabajador depauperado, unida a sus condiciones de trabajo y de vida, la diferencia teórico-social de estos dos pensamientos era cada vez más aguda y antagónica. La teoría de Marx. Ésta teoría es un programa de emancipación social y política, diseñado para quienes carecen de privilegios. La diferencia fundamental entre el tratamiento del pensamiento crítico y el social-darvinista de la sociedad no radica en modo alguno en la perspectiva moral sino que esa diferencia tiene sus raíces en una base teórico-social enteramente distinta en cada una de esas dos teorías. Marx se fija en el modo de reproducción de la sociedad. …éste, así lo proclama ya en sus primeros escritos, se ha convertido en hostil al hombre, aliena al hombre de sí mismo, al individuo de su especie, y a la especie de la naturaleza. Pero el hombre alienado y cosificado puede conservar su dignidad; más aún, la salida de este dilema sólo es posible por su acción consciente, la cual ha de ser tal que modifique la sociedad y la evolución humana. Marx, en sus Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, así lo afirma: La verdadera solución del antagonismo entre el hombre y la naturaleza, y entre el hombre y el hombre, es la solución definitiva del conflicto entre existencia y esencia, entre objetividad y autoafirmación, entre libertad y necesidad, entre individuo y especie. Es la solución al enigma de la historia. En resumen, la postura del pensamiento crítico respecto al darvinismo social y la eugenesia es clara y concreta: 1 La lucha por la existencia es considerada como la forma existencial del modo natural y capitalista de existencia del ser humano, pero no como una ley inmodificable. En su lugar, el hombre trabajador ha de llevar a cabo la lucha por una existencia propia de calidad, por su autorrealización y emancipación. Hay que perseguir la armonía, tanto con la na-

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turaleza, entre los seres humanos, como 7 Una existencia humanamente digna intambién con su espíritu trascendente y su cluye, junto con la seguridad de carácter conciencia universal. social, el bienestar espiritual e intelectual En la esencia de la humanidad hay ventajas y también la posibilidad de una vida sana. naturales predispuestas para la configuraLa inviolabilidad del cuerpo significa tamción humana de la sociedad. Estas ventajas bién que los experimentos genéticos en el consisten en la exigencia natural dada en el cuerpo y con él no encuentran aprobación hombre de libertad, responsabilidad, amor, en el pensamiento crítico. Todos los expeverdad, felicidad, salud, compasión, solidarimentos que sitúan a un individuo fuera ridad, reciprocidad y cooperación. de la historia evolutiva de su género son No hay destino embrionario alguno, al incompatibles con el principio marxista menos no para la especie. Naturalmente, de la dignidad humana. cada uno es producto de sus 8 El principio de máximo efecfactores hereditarios y sus cir- Las formaciones to útil individual impide todo lo cunstancias vitales, sociales e sociales influyen referente a la clonación de células históricas. Pero en cuanto que que busquen la duplicación de un en nuestras la especie humana consigue ser humano en su integralidad. La ideas, nuestra circunstancias vitales, positivas política y nuestra irrepetibilidad y la inviolabilidad y dignas, se mejora también su de la persona no pueden ser puesconciencia fenotipo y su filogenia (historia tas en peligro ni en la actualidad a través de evolutiva de un grupo determini en el futuro por ningún tipo de los rasgos nado de individuorganismos). manipulación biotécnica. específicos de El predominio de lo social, 9 Debe conservarse la convicdel medio ambiente, de las nuestra herencia ción de la unidad de la humanibiológica. circunstancias, constituye en dad; el primado de la cultura; el todos los conceptos socialistapapel exigible de unas circunstansocialdarvinistas una base oblicias de vida humanamente diggada. A ello hay que unir la insistencia en nas; la importancia de la afectividad como el principio de la transmisión hereditaria motor esencial del ser humano, pues con de cualidades adquiridas. ella adquiere compromiso y vivencias; la La liberación corporal e intelectual del solidaridad y la cooperación como eleproletariado tiene que preceder a la revomentos fundamentales de la lucha por lución social y política. Toda producción una existencia humana de calidad que sea ha de ser evaluada no sólo según valores extensible a toda la humanidad y todo ser económicos sino, también y ante todo, sevivo. gún valores éticos y evolutivos. bibliográfico No es la especie como tal lo central sino el Apoyo Capra, Fritjof (1996/2006), La trama de la vida, una nueva perspectiva de individuo. Es cada uno quien asimila las los sistemas vivos, Editorial Anagrama, Barcelona. Freeman (1998), Mundos del futuro, Crítica, Grijalbo Mondadori, cualidades positivas y las transmite a la es- Dyson, Barcelona. pecie. Y toda la producción, a saber, la vida Grasa Hernández, Rafael (1986), El evolucionismo: de Darwin a la sociobiología, Editorial Cincel S. A., Madrid. económica, ha de ser enjuiciada según que Mariátegui, José Carlos (2007), Siete ensayos de interpretación de la pueda “rendir el máximo efecto útil indirealidad peruana, Fundación Biblioteca Ayacucho,Venezuela. Mocek, Reinhard, (1999), Socialismo revolucionario y darvinismo social, vidual”. Ediciones Akal, Madrid.

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Conciencia integral, nuevo paradigma

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l 28 por ciento de la población del mundo es tradicional, el 50 por ciento moderno, el 20 por ciento posmoderno y solamente un 2 por ciento está en lo integral o aun más alto, advierte Ken Wilber1. Siendo así, sin comprensión de la totalidad no puede haber estrategia alguna, y sin estrategia no hay más que movimiento a la deriva. Y sin profundidad, la deriva es todavía mayor. La naturaleza se abre camino sin conciencia de sí misma, y el ser humano consciente surge de ella. La conciencia, en sustitución del principio de la razón, es el paradigma del siglo XXI. Esta nueva cosmovisión viene configurándose desde el siglo XIX. Avancemos al respecto, a través de cuatro grandes interrogantes. La conciencia es el factor subjetivo y condición necesaria pero no suficiente de todo proceso revolucionario. La conciencia es desde el primer momento un producto social, y sigue siéndolo mientras existan seres humanos. El ser es pensado, el pensamiento es vivido y hay una espiral del desarrollo de la conciencia tanto en la historia humana como en la biografía particular por la cual debe atravesar todo individuo. En lo personal, la conciencia hereda factores genéticos de los padres pero es principalmente influida por la propia biografía, a la vez bajo el influjo de la cultura de los contextos familiar, escolar, comunitario, laboral, espacial e histórico de la sociedad donde se nace y se crece; pero especial significación tienen: i) el trabajo consigo mismo (autoexamen, autodistanciamiento y autotrascendencia), ii) las relaciones sociales y afectivas más íntimas,

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iii) los acontecimientos, eventos o experiencias “profundas y vitales” que conmueven nuestro ser, cosmovisión y axiología, esto es, los valores que orientan y le dan sentido y significado a nuestra existencia, iv) la praxis en la lucha de clases, deacuerdo con la posición que se tiene en las relaciones sociales de producción y culturales. Proceso y dinámica que tiene su historia. Evolución. La transición de simios a humanos fue impulsado por dos desarrollos distintos: la indefensión de las crías prematuramente nacidas que exigía la ayuda, protección y colaboración de familias y comunidades, y la libertad de las manos para confeccionar y utilizar herramientas que estimuló el crecimiento del cerebro y contribuyó a la evolución del lenguaje. Con el lenguaje humano surge el pensamiento abstracto, los conceptos, los símbolos, las representaciones mentales, la autoconciencia y las restantes cualidades de la conciencia. Conciencia, etapas de la sociedad humana y conflictos. En el curso de la historia, la civilización humana se desplegó de la base tecno-económica de la búsqueda de forraje y víveres –dentro de la visión cultural tribal mágica, hacia la base agraria del cultivo con una visión mítica– a una base industrial con visión racional. En la actualidad, la humanidad impulsa su rumbo hacia una civilización mundial integral y global, fundamentada en la revolución informática y una visión humana integral y kósmica. Hecho real, evolución, que vive la humanidad como un todo, y que en cada ser humano asume una direc-

Grinberg, Miguel, (2005), Ken Wilber y la psicología integral, Editorial Campo de Ideas, Madrid, p. 7.

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ción, un orden, un sentido y un significado, pues, desde el comienzo de su vida, la conciencia (o el espíritu) está latente como una semilla que espera contar con las condiciones materiales y culturales para desarrollarse y crecer. La tesis central y dialéctica de toda praxis histórica, material y cultural, objetiva, consiste en que el ser social tiene una prioridad respecto de la conciencia. Esta afirmación nada tiene que ver con cualquier jerarquía sistemática, idealista o materialista vulgar. En consecuencia, de ahí no se sigue jerarquía alguna entre el ser y la conciencia. Al igual que la dialéctica y el materialismo histórico, presentan un carácter inseparable: la “causalidad rígida” entre el ser social y la conciencia deben reemplazarse por la interacción recíproca. Desde lo ontológico2, significa simplemente que puede darse un ser sin conciencia, mientras toda conciencia debe tener como presupuesto, como fundamento, algo que es. Según el historiador inglés E. P. Thompson, el socialismo y asimismo cualquier futuro hecho por los hombres y las mujeres descansará sobre la “ciencia” o sobre las determinaciones de la necesidad pero también sobre elección de valores, y sobre las luchas para hacer efectivas estas elecciones de valores. Y en este escenario histórico, la conciencia es fundamental. Para el marxismo, el contenido mismo de una ideología es relacional, en el sentido de que sus “valores” están siempre activamente en situación con respecto a la clase opuesta, y se define frente a esta última: normalmente, una ideología de clase dominante explorará varias estrategias de la legitimación de su propia posición de poder, mientras una cultura o una ideología de oposición trata de impugnar y minar el “sistema de valores” dominante. Las distintas formas y niveles de conciencia, con sus “sistemas de valores” inherentes, están imbricadas en dos nociones, fundamentales en la teoría crítica, modo de producción (que lo cubre y estructura todo: la cultura, la ideología, lo jurídico, lo político, lo económico –relaciones de producción y fuerzas productivas) y las formaciones sociales humanas. De acuerdo con los estudios 2

Ontología, dícese del estudio del ser en cuanto significado social y lo no construido.

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de Nicos Poulantzas, cada formación social o sociedad históricamente existente ha consistido de hecho en la imbricación o coexistencia estructural de varios modos de producción a la vez, incluyendo vestigios y supervivencias de modos más antiguos de producción, ahora relegados a posiciones estructuralmente dependientes dentro de los nuevos, así como tendencias anticipatorias que son potencialmente incongruentes con el sistema existente pero que no han generado todavía un espacio propio, autónomo. La coexistencia histórica de varios modos de producción está abierta a la historia de manera dialéctica, y se expresa en las distintas formas y niveles de conciencia que se hacen visiblemente antagonistas y sus contradicciones entre “sistemas de valores” pasan al centro mismo de la vida política, social, económica, cultural e histórica. Esos modos o ‘etapas’ de la sociedad humana incluyen, en la teoría crítica, los siguientes: comunismo primitivo o sociedad tribal (horda), gens o sociedades de parentesco jerárquicas (sociedad neolítica), modo asiático de producción (llamado despotismo oriental), polis o sociedad oligárquica esclavista, feudalismo, capitalismo, socialismo y comunismo. La conciencia, cualidad emergente. De acuerdo con la investigación científica moderna, la conciencia es una cualidad emergente3 del cerebro. Si bien se encuentra anclada de modos muy diversos en el cerebro orgánico y material, no puede derivarse ni reducirse completamente a la interrelación de sistemas neuronales, como han terminado haciéndolo algunos científicos4; igualmente, la conciencia está lejos de ser la esencia desencarnada o “el fantasma en la máquina”, que suponía la mayor parte de las tradiciones religiosas. Se pueden aceptar la existencia y la irreductibilidad de la conciencia como fenómeno biológico sin aceptar la ontología del dualismo tradicional, sin aceptar la idea de que vivimos en dos clases metafísica u ontológicamente diferentes de reinos, o de que hay dos clases diferentes de propiedades en el mundo. Con 3

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Una cualidad emergente de un sistema es una propiedad que se puede explicar causalmente por la conducta de los elementos del sistema; pero no es propiedad de ninguno de los elementos individuales, y no se puede explicar simplemente como un agregado de las propiedades de esos elementos. La liquidez del agua es un buen ejemplo: la conducta de las moléculas de H2O explica la liquidez, pero las moléculas individuales no son líquidas; o, como en el caso del azúcar, si bien este hidrato de carbono está conformado por carbono, hidrógeno y oxígeno –C12H22O11–, ninguno de sus elementos por separado tiene la cualidad de ser dulce. Por tanto, aceptando que la conciencia es una parte real del mundo, no puede eliminarse, o reducirse o sustituirse por alguna otra cosa. Francis Crick, físico y biólogo, codescubridor con James Watson de la estructura en doble hélice del DNA, Premio Nobel de Fisiología y Medicina 1962, afirma que “nosotros, nuestras alegrías y nuestras penas, nuestros recuerdos y nuestras ambiciones, la idea que nos hacemos de nuestra identidad personal y de nuestro libre albedrío no son otra cosa que el comportamiento de un vasto agregado de células nerviosas y de moléculas a ellas asociadas” (“La búsqueda científica del alma, revolucionaria hipótesis para el siglo XXI”).

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esta característica de la conciencia, tenemos tres principios: i) la vida es mucho más que un fenómeno biológico, ii) la unicidad, esto es, la captación de la absoluta interconexión de la materia y el pensamiento en el espacio-tiempo; el mundo es auténticamente holístico e integral; todo dualismo es falso y artificial, iii) la conciencia de unidad es la comprensión de que el ser no tiene demarcaciones, los mapas que delimitan, fragmentan, separan, establecen fronteras, o los compartimientos especializados de las disciplinas son constructos culturales, muchas veces aparentes; existen no tanto en sí sino más bien para nosotros, como lógica básica y ley fundamental de nuestra vida cotidiana y nuestra experiencia existencial en el capitalismo tardío. Contradicción y “necesidad humana”. Cada contradicción es tanto un conflicto de

valor como un conflicto de intereses. En el interior de cada “necesidad humana” hay un afecto, una carencia o ‘deseo’ en vías de convertirse en un ‘deber’ (y viceversa). Toda lucha de clases es a la vez una lucha en torno a valores. En consecuencia, el proyecto del socialismo no viene garantizado por nada sino que sólo puede hallar sus propias garantías mediante la conciencia y la elección y la praxis de valores. Thomas Kuhn y Fritjof Capra. Paradigma y paradigma social. Los cambios profundos en nuestra visión del mundo llevaron al filósofo de la ciencia estadounidense Thomas Kuhn (1922-1997) a la noción de paradigma. El reconocido físico austriaco Fritjof Capra (1939-) generalizó esta noción a la de paradigma social: “Una constelación de conceptos, valores, percepciones y prácticas compartidos por una comunidad, que conforman una particular visión de la

Desarrollo y evolución de la conciencia Los primeros animales evolucionaron hace 700 millones de años y las primeras plantas aparecieron 200 millones de años después. Plantas y animales desarrollaron grandes organismos multicelulares pero, mientras la comunicación intercelular es mínima en las plantas, las células animales están bastante especializadas y muy interconectadas por una gran variedad de complicados vínculos. Su coordinación y su control mutuos se vieron incrementados fuertemente con la temprana creación de sistemas nerviosos, evolucionando los primeros pequeños cerebros animales hace 720 millones de años. Las primeras criaturas vertebradas con espinazos y caja craneal de protección de su sistema nervioso evolucionaron hace unos 500 millones de años. En el marco de esta evolución, la biografía interminable de la conciencia se remonta (en términos filogenéticos) a la era Paleolítica con la Prehistoria protohumana del Australopitecus (hace seis millones de años), y se sumerge en la ontogenia y la posmodernidad contemporánea donde conviven el niño ‘mágico’, el hombre ‘mítico’, el intelectual ‘científico’ y el ‘sabio místico’. En el espacio reducido de la historia humana, la conciencia es inherente a las cuatro mayores épocas de la evolución humana: i) arcaica: de 6 millones a 200 mil años atrás; ii) mágica: de 200 mil años atrás a 10 mil años a.n.e.; iii) mítica: de 10 mil años a.n.e. al año 1.500 de nuestra era; iv) mental: del año 1500 en adelante. Esta evolución es inherente al proceso seguido por la humanidad desde las hordas y las tribus aisladas hasta las pequeñas aldeas agrícolas, los imperios feudales, las antiguas naciones, las sociedades de Estados y la aldea global. En lo que respecta a las instituciones sociales y su fundamento tecno-económico concretos, los profundos avances tecnológicos acicatean las transformaciones en la conciencia individual y social. Según la argumentación de la teoría crítica, el cambio en las fuerzas de producción (población, ciencia y tecnología, conocimientos y destreza de la fuerza de trabajo, organización en los procesos productivos y ecología) provoca profundas transformaciones culturales. Así, por ejemplo, la globalización de las comunicaciones abrió la puerta a la posibilidad de una conciencia global e integral.

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realidad que, a su vez, es la base del modo como dicha comunidad se organiza”. 1. La conciencia de lo que está sucediendo es lo que importa La Teoría Crítica es una práctica de desmitificación y desenmascaramiento ideológico respecto a la aparente racionalidad de la praxis social. La intención terapéutica (la política como terapia generalizada), que tiene como horizonte la Teoría Crítica, en consonancia con el desenmascaramiento de la irracionalidad que vertebra la ‘totalidad’, requiere la toma de conciencia acerca de la irracionalidad del todo para erradicar los fundamentos de la injusticia, la barbarie y la deshumanización. Por ello, el marxismo heterodoxo de Labriola, Korsch y Lukács ocupa un lugar privilegiado en la historia del pensamiento crítico. Labriola, Korsch y Lukács. Estos pensadores le concedieron a la conciencia crítica un papel activo en la transformación de la sociedad (por tanto, rechazaban la reducción de la conciencia reflexiva al simple reflejo de la estructura social), herencia conservada y desarrollada por la Teoría Crítica francfortiana5 (escuela fundada en 1923). En consecuencia, el objetivo del pensamiento crítico es ayudar al “sujeto libre” a ser capaz de modelar conscientemente la vida social venidera, o sea, la sociedad socialista organizada según principios conscientes y capaces de determinar responsable y libremente su propia existencia. 2. Ser social, conciencia6 y valores Cabe reiterar que la naturaleza se abre camino sin conciencia de sí misma, y el ser humano consciente surge de ella. La conciencia es un salto cualitativo, pero este salto no puede significar una desconexión en sentido físico. Porque la conciencia está en constante e ininterrumpida comunión con el incons5

A pesar de la ilimitada barbarie, consecuencia de la irracionalidad y la deshumanización del todo, que genera el inexorable sufrimiento, los francfortianos confían en la vocación irrebasable de una conciencia autónoma, que es necesidad indeclinable de emancipación. El ideal de un ser humano reconciliado con la naturaleza, con el otro y consigo mismo, es un postulado indispensable para mantener la esperanza, sin la cual claudicaría la filosofía misma. La filosofía crítica, según el alemán Max Horkheimer (1895-1973), está obligada, en virtud de su interés crítico, a hacerle frente al “máximo peligro”, esto es, que injusticia y sufrimiento constituyan la última palabra.

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ciente kósmico. Desde la cosmovisión griega, la realidad última no es tanto el cosmos (la dimensión estrictamente física) como el kosmos, en tanto que el primero se refiere sólo a la materia inanimada e insensible, y el segundo a la totalidad viva, compuesta por materia, cuerpo, mente, psique y espíritu. De acuerdo con las teorías modernas del “caos” y de la “complejidad”, el universo físico tiende a crear orden. La vida biológica se halla inmersa en una serie de vórtices que parecen introducir orden en el caos y posibilitar la emergencia, en cada nuevo paso, de estructuras cada vez más ordenadas mediante diversos procesos de selección que operan en todos los niveles, desde lo físico hasta lo cultural. Esta es, precisamente, en el dominio humano, la conducta estudiada en la nueva psicología evolutiva. Entonces… Al preguntarnos qué es el hombre, queremos decir: ¿qué puede llegar a ser el hombre? La evolución de la humanidad se comprende en los términos del avance interdependiente de la conciencia y la economía. O, dicho de otro modo, de acuerdo con la teoría del pensador integral y evolutivo estadounidense Ken Wilber (1949-), sería el despliegue de las esferas intersubjetiva e interobjetiva de la evolución humana. Isaac Deutscher. Sin embargo, como lo advirtió el gran historiador y biógrafo marxista Isaac Deutscher (1907-1967), la historia no representa ninguna Voluntad Superior o Ley abstracta sino la acción efectiva de los seres humanos, impulsados a actuar por sus necesidades, intereses, ideas y valores. Por ello, la noción de “la experiencia humana” es fundamental en el momento de comprender el rol que desempeña el “factor subjetivo” en la historia. 6 7 8

Con este término, “experiencia humana”, los hombres y las mujeres retornan como sujetos; no como sujetos autónomos o “individuos libres” sino como personas que experimentan el despliegue de la base tecno-económica, las situaciones productivas y las relaciones dadas en que se encuentran, en tanto que necesidades, intereses y valores, y en tanto que antagonismos, ‘elaborando’ luego su experiencia dentro de las coordenadas de su conciencia y su cultura, por las vías más complejas y actuando luego, a la vez, sobre su propia situación (a menudo pero no siempre, a través de las estructuras de clase a ellos sobrevenidas). E. P. Thompson. Como lo clarificó, dentro de la tradición marxista culturalista inglesa, el historiador E. P. Thompson (1924-1993), existe un permanente e ininterrumpido diálogo entre el ser social y la conciencia social. La conciencia, bajo la forma que sea –como cultura no autoconsciente, como mito, como ciencia, como ley o como ideología articulada–, ejerce a la vez una acción retroactiva sobre el ser: del mismo modo que el ser es pensado, el pensamiento es vivido7. El pensador marxista peruano José Carlos Mariátegui (1894-1930) lo expresa en forma diáfana: la relación esencial entre la acción de los condicionamientos objetivos (externos a la conciencia) y la acción consciente constituye momentos recíprocamente activos en la constitución de la praxis global de la sociedad. La conciencia ocupa su lugar exacto en la praxis, y ésta en la determinación de la historia8. Todo ser social está inseparablemente unido a actos de conciencia (emplazamiento teleológico). Más aún, Karl Marx (18181883) mostró que toda praxis tiene relación

Toda investigación ontológica de carácter concreto indica que la conciencia sólo es posible en un estadio relativamente elevado de la evolución. La conciencia es una propiedad emergente del ser, producto de su totalidad dinámica y evolutiva, esto es, unidad de complejidad y procesualidad. Etiológicamente, la conciencia fue despertada del inconsciente en algún momento del curso de la evolución. Thompson, E. P. (1981), Miseria de la teoría, Editorial Crítica, España. Mariátegui, José Carlos, (2007), Ensayos de interpretación de la realidad peruana, Fundación Biblioteca Ayacucho,Venezuela.

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con la conciencia. Se trata de un acto teleológico en el que la finalidad de la realización precede, tanto objetiva como temporalmente (conciencia es acción intencional). Al establecer esta relación entre praxis y conciencia, los fenómenos de alienación, fetichismo y cosificación, inherentes al modo de producción capitalista, aparecen como autoproducciones de una realidad no entendida, no como expresiones misteriosas. La relación entre praxis social y conciencia presenta como base y común fundamento ontológico el proceso del trabajo humano. El trabajo y la producción. La producción debe entenderse como “producción y reproducción de la vida de los hombres, que va más allá de la supervivencia biológica” y tiene un carácter histórico-social-consciente. La actividad exterior del ser humano redunda en su enriquecimiento interior. Sujeto (trabajador) y objeto (naturaleza) se unifican dialécticamente en el proceso de trabajo, lo exterior y lo interno. Por esta razón, como lo ponen de presente Marx y Lukács, el trabajo, al no entenderse sólo económica, utilitariamente, es desarrollo de la propia potencia y dominio sobre sí del ser humano, y por tanto se establece una relación de la actividad laboral y el fundamento de la ética. La categoría marxista de “producción”, al extraerse del marco estrecho de la simple actividad económica, hace referencia al movimiento global de la vida de los seres humanos sociales. De modo que se trata “de hombres cuyas capacidades, valores y costumbres… se han instalado sobre modos concretos de producción”. Valores. Los valores son los universales de sentido y significado ligados a la condición humana y al “intelecto social general”, resultado de la historia y su acumulación filogenética (origen y desarrollo evolutivo) de la especie. La existencia humana tiende siempre a ir más allá de sí misma, a la realización de valores en tanto productos espirituales universales. Para ello, la conciencia es fundamental en la medida en que se trata de la capacidad humana de percibir totalidades llenas de sentido y significado en cada situación concreta de la vida. El sistema ser social, conciencia crítica, elección y realización de valores, filosofía de la praxis, es una relación dialéctica que genera la historia a la manera de un intelecto social general, esto es, facultad y potencia de la especie humana (ver gráfico). Valores humanos. En general, los valores surgen en el proceso de socialidad y sólo así consiguen mantenerse; también por eso se debe renunciar a la validez eterna de los mismos. El carácter histórico de los valores, su posición y existencia, por consiguiente, hacen parte del entramado de las tensiones sociales. No obstante, Marx considera como valores huma-

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Dialéctica histórica: ser social-conciencia

tica léc Dia

Elección y realización Sentido y significado de valores autotrascendente de la existencia

ad unt vol

Proceso histórico personal, comunitario y de la especie

la de

historia

Dia léc ti y laca de exp l co eri noc enc imi ia ent o

Conciencia integral

Ser social

Dialéctica del cambio/transformación

Espiral del desarrollo de la conciencia

Trabajo/Praxis

Modosque de producción y formaciones socialesdel humanas históricasmaterial de la conciencia y la cultunos –valores nacen exclusivamente morada devenir histórico y sólo existen en él, pero ra: el modo de vida de las personas, y, sobre que, de todos modos, son valores objetivos y todo, sus relaciones productivas, familiares y universalmente válidos– los momentos de la comunitarias. evolución humana que expresan y promueven subjetiva y objetivamente ese despliegue 3. Formas y niveles de conciencia y esa realización del “ser humano”. La conciencia aparece, según la teoría crítica, como La espiritualidad profunda es la ciencia amla “producción espiritual” de los fines, los plia de los niveles más elevados del desarroideales, las ideas y los valores que se realizan llo del ser humano. Y el único nivel auténtipor medio de la actividad vital humana. camente integral es el kosmos no-dual, que Toda concepción de la vida está axioló- es, al mismo tiempo, el nivel más elevado de gicamente9 configurada, esto es, los valores conciencia. se encuentran en un sistema jerárquico y Hay una espiral del desarrollo de la condinámico, y entre si están mutuamente con- ciencia tanto en la historia humana como en dicionados (no simple menú de valores sin- la biografía particular por la cual debe atragulares de libre elección). vesar todo individuo, sendero que le permite Los valores no son pensados ni pronun- acceder a niveles de conciencia y comprenciados; son vividos, y surgen de los mismos sión más amplios y profundos, aquélla se nexos de vida material y de relaciones mate- inicia en un nivel más bajo, el arcaico-insriales que nuestras ideas. Un examen mate- tintivo, en el cual predominan los instintos y rialista de los valores debe situarse no junto los sentidos innatos (nivel de la supervivena proposiciones idealistas sino frente a la cia básica); pasa por el pensamiento animis9

Axiología es la parte de la filosofía que estudia la acción humana y sus valores, en su relación estructural, sistémica, jerárquica e histórica.

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ta y por una extrema polarización entre el bien y el mal; por la emergencia de un yo ajeno a la tribu, egocéntrico; por un orden impuesto por un ‘otro’ todopoderoso; por la búsqueda científica de la verdad; por un yo sensible, centrado en la comunidad, en la relación entre los seres humanos, en las redes y en la sensibilidad ecológica; y culmina en la conciencia sistémicaintegral-holística y universal, nivel en el que se integran el sentimiento y el pensamiento con los múltiples niveles entrelazados del desarrollo en un sistema consciente. No obstante, existe reacción contra esta conceptualización de la conciencia. De acuerdo con la posición posmodernista, la única visión aceptable del mundo es el relativismo pluralista, una concepción de vida según la cual toda verdad está culturalmente determinada. No hay verdades trascendentales, se desdeña como opresiva y marginadora a toda jerarquía o clasificación jerárquica de valor, y no hay verdades universales. En consecuencia, no hay niveles ni evolución o desarrollo de la conciencia sino formas de conciencia, condicionadas histórica y culturalmente, al igual que libremente elegidas, y por lo mismo todas tienen igual validez y legitimidad. En general, todas las filosofías posestructuralistas repudian explícitamente tales ‘totalizaciones’ en nombre de la diferencia, el flujo, la diseminación y [...] desde el comienzo de su la heterogeneidad. Si bien, como lo ilustra Frederic Jameson, el cavida, la conciencia pitalismo emergente logró ‘construir’ un sujeto ‘integrado’ al sistema, está latente como de acuerdo con su posición en las relaciones sociales de producción clasistas, en su fase tardía presenta una desintegración esquizofrénica, una semilla que espera contar con abstracta10y ficticia del sujeto, dando lugar a estas reacciones posmodernistas . las condiciones Si nos quedamos en la sola celebración de la diversidad, estaremateriales y mos promoviendo, como advierte Ken Wilber, la fragmentación, la culturales para alienación, la separación y la desesperación. Lo único que haremos desarrollarse y será ahondar nuestra locura colectiva. crecer. Albert Einstein. Tal vez quien más hermosa y profundamente ha expresado esta necesidad es el científico Albert Einstein (18791955): “El ser humano forma parte de la totalidad espacial y temporalmente limitada a la que denominamos universo y, en una especie de ilusión óptica de la conciencia, se experimenta a sí mismo, a sus pensamientos y sus sentimientos, como algo separado del resto. Esta ilusión es un tipo de prisión que nos circunscribe a nuestros deseos personales y al afecto por las personas que más cerca se hallan de nosotros. Nuestra tarea es liberarnos de esa cárcel y ampliar el círculo de la compasión hasta llegar a abrazar a todas las criaturas vivas y la totalidad de la naturaleza, en todo su esplendor”. En fin, para recuperar nuestra plena humanidad, advierte el físico teórico austriaco Fritjof Capra, debemos reconquistar nuestra experiencia de conectividad con la trama de la vida. Esta reconexión –religio, en latín–, es 10 Jameson, Frederic, (1989), Documentos de cultura, documentos de barbarie,Visor Distribuciones, España.

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la esencia misma de la base espiritual de la ecología profunda11. 4. La conciencia, una cualidad emergente del ser La esencia de la conciencia estriba en que se trata de procesos mentales internos, cualitativos, subjetivos. Y, por tanto, “el problema de la conciencia” es el problema de explicar exactamente cómo los procesos neurobiológicos en el cerebro causan nuestros estados subjetivos de advertir, de sentir y de pensar; cómo exactamente esos estados se realizan en las estructuras cerebrales12; cómo exactamente funciona la conciencia en la economía global del cerebro y en nuestras vidas en general. Teoría neurobiológica. Hasta la actualidad, la teoría neurobiológica más original y profunda acerca de la conciencia pertenece al neoyorquino Gerald Edelman, Premio Nobel de Fisiología (1972) y actual director del

Instituto de Neurociencias de La Jolla. Las condiciones necesarias y suficientes, según Edelman, para la emergencia de la conciencia primaria, son las siguientes: i) el cerebro debe disponer de sistemas de categorización; ii) debe poseer una memoria, no como proceso pasivo de almacenamiento sino como proceso activo de recategorización que tiene lugar sobre la base de categorizaciones anteriores, iii) debe tener un sistema de aprendizaje que implique necesariamente procesos de valoración, iv) y capacidad de distinguir lo propio de lo ajeno, esto es, el sistema nervioso debe ser capaz de distinguir el organismo del que forma parte, del resto del mundo, v) deben existir además unas estructuras cerebrales capaces de seriar los sucesos en el tiempo, vi) por último, el cerebro requiere canales de reentrada globales que permitan conectar las distintas estructuras anatómicas. La conciencia superior se desarrolla cuando ciertos animales, por ejemplo, los seres humanos, son

11 Capra, Fritjof, (2006), La trama de la vida, Anagrama, España, p. 305. 12 La estructura del cerebro humano es extraordinariamente compleja. Contiene alrededor de 10 mil millones de células nerviosas (neuronas), interconectadas en una vasta red a través de un billón de conexiones (sinapsis). Puede ser dividido en subsecciones o subredes que se comunican entre sí en forma de enrejado. Todo ello origina patrones intricados de tramas interconectadas, redes que anidan en el seno de redes mayores.

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capaces no únicamente de sentir y percibir sino también de representar simbólicamente la distinción entre lo propio y lo ajeno, es decir, de formar una idea abstracta de sí mismo, lo cual sólo es posible mediante la interacción social. Esto, según Edelman, es lo que conduce al desarrollo de la sintaxis y la semántica, que implican una capacidad de representar simbólicamente las relaciones entre el pasado, el presente y el futuro para poder formar proyectos no del todo determinados por la experiencia presente inmediata. Así, la conciencia superior solamente puede desarrollarse sobre la base de la conciencia primaria. Experiencia consciente primaria y autoconocimiento. De acuerdo con recientes estudios, la experiencia consciente primaria, común a todos los vertebrados superiores,

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no está localizada en un área específica del cerebro ni puede ser identificada en términos de estructuras neuronales específicas. La manifestación de un determinado proceso de cognición, según Francisco Varela, representante de la escuela chilena de biología, es una pasajera sincronización de diversos circuitos neuronales que oscilan rítmicamente. Según John R. Searle, profesor de filosofía en la Universidad de California, en Berkeley, a pesar de los avances en neurociencia de la conciencia, subsiste el problema de pasar de todas estas estructuras y sus funciones a los estados cualitativos mentales y de conciencia que todos conocemos, a los cuales los filósofos denominan qualia. El problema de la explicación de los estados cualitativos, estados mentales o de conciencia, los llamados qualia, es el problema mismo de la conciencia.

Conciencia vs. Razón La cultura contemporánea tiende a regirse por el nuevo paradigma de la conciencia. El principio de ésta viene reemplazando al principio dominante de la cultura ‘moderna’ (de los siglos XVI al XIX), que fue el principio de la razón.Tal principio de la conciencia no emergió abruptamente sino que fue abriéndose paso ya en el siglo XIX por obra del “pensamiento histórico”, crítico, y la teoría de los valores; luego alcanzó un fuerte impulso en el siglo XX con la fenomenología y el existencialismo; a partir de la década de los 60, junto a la perspectiva humanista, holística, las ciencias de la vida y la filosofía perenne de las tradiciones espirituales*, muestra un rostro muy definido. El rasgo que distingue al principio de la razón y al principio de la conciencia descansa en que, mientras la primera es monológica, la conciencia es dialógica o dialéctica. La razón es la única que tiene razón; el conocimiento es unidireccional o unilineal. Por el contrario, desde la conciencia, el conocimiento es multidireccional o multilineal. No hay un solo punto de vista, una sola razón que explique un fenómeno, un hecho. Así como para la razón el único método estrictamente científico y que lleva a la verdad es la ‘deducción’, para la conciencia el método consiste en la “discusión libre” (en griego, dialéctica) entre participantes que intercambian puntos de vista diferentes. La palabra “conciencia” significa ciencia o saber, pero no de uno solo sino ciencia con otro, saber compartido. A la verdad se llega por consenso. Pero el consenso no es relativismo. En el auténtico consenso o discusión libre, la verdad reside (se revela) en el diálogo mismo; se trata de una verdad polifacética o polidimensional, porque la realidad –el todo (holon) o universo– se ve “a la vez” desde muy diversos ángulos, los cuales, justamente a través de la discusión, deben integrarse, complementarse. La dialéctica es la oportunidad de superar las parcialidades, los reduccionismos, las polarizaciones y las confrontaciones antinómicas. El enfoque holístico es en esencia ‘sintético’: no se abandona nunca el todo; analizar el todo significa ver cómo aparece en cada una de sus dimensiones. El todo son aquí los llamados ecosistemas. De igual modo, las ciencias del hombre estudian los universos humanos. Cada ecosistema, cada universo humano, es un todo multidimensional cuyas partes (dimensiones) están en interrelación, interacción e interdependencia.

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Para la emergente teoría de los sistemas vivos, la mente no es una cosa sino un proceso. Es cognición el proceso del conocimiento que se identifica con el proceso mismo de la vida. Esta es la esencia de la teoría de Santiago de la cognición, propuesta por Maturana y Varela. El cerebro es la estructura específica a través de la cual opera este proceso. Además, el conocimiento del entorno, según la teoría de Santiago, es una propiedad común a todos los niveles de vida. En consecuencia, para una completa comprensión del proceso general de cognición en los sistemas vivos, es importante entender cómo la conciencia humana, con su pensamiento abstracto y sus conceptos simbólicos, emerge del proceso cognitivo común a todos los organismos vivos. El término “conciencia”, según Fritjof Capra, describe un nivel de mente o cognición caracterizado por el conocimiento de sí mismo. El autoconocimiento se da únicamente en los animales superiores, manifestándose en toda su plenitud en la mente humana. Como humanos, no sólo somos conscientes de nuestro entorno; igualmente de nosotros mismos y de nuestro mundo interior. En otras palabras, somos conscientes

de que somos conscientes. No sólo sabemos sino que también sabemos que sabemos. La “conciencia” es esta capacidad especial de autoconocimiento. Ser humano es estar dotados de conciencia reflexiva: “Al saber que sabemos, nos damos luz a nosotros mismos”. Desde la perspectiva de la teoría de Santiago, están condenados al fracaso los intentos actualmente en boga de explicar la conciencia humana en términos de efectos cuánticos en el cerebro o de otros procesos neurofisiológicos. La autoconciencia y el despliegue de nuestro mundo interior de ideas y conceptos son inaccesibles a explicaciones en términos de física o de química, y ni siquiera pueden ser entendidos desde la biología o la psicología de un organismo aislado. Según Maturana, sólo podemos comprender la conciencia a través del lenguaje y del contexto social en el que está inmerso. Como su raíz latina (con-scire, “saber juntos”) parece indicarlo, la conciencia es esencialmente un fenómeno social. ** Para el pensamiento crítico es fundamental darles respuesta a los siguientes interrogantes: ¿Qué es la conciencia? ¿Cómo se desarrolla y cómo evoluciona? ¿Qué relación existe entre ser social y conciencia? ¿Cuál, entre pluralidad de formas y niveles de conciencia? ¿Qué lugar ocupa la conciencia en el pensamiento crítico y el cambio social?

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Hacia la crítica de la razón mítica

El laberinto de la modernidad Franz Hinkelammert

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Socialismo o barbarie La alternativa al orden social del capital István Mészáros

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