Tchalai Unger

PREÁMBULO Te interesas por el Taro!, No sabes muy bien por qué. Presientes que conlíene elementos que podrían ayudarte a

Views 1,131 Downloads 62 File size 4MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

PREÁMBULO Te interesas por el Taro!, No sabes muy bien por qué. Presientes que conlíene elementos que podrían ayudarte a conocer algunas verdades sobre li mismo, sobre tus elecciones y lu porvenir, y sobre lodo aquello que se mantiene dificiímeme accesible desde siempre en cuanto a la naturaleza del mundo o a! destino del ser humano, lo que se llama misteriosamente «E! Conocimiento». Pero no sabes «por dónde coger» el Tarot. Te molestan algunas cartas, aunque también reconoces formas, imaginas ideas que te parecen familiares o ejemplares, pero ¿qué se puede hacer con el seis de copas, por ejemplo? Si has leído libros sobre el Tarot !e habrás dado cuenta que aparecen muchas palabras mayores, tnucfia moral, y que los autores parecen muy seguros de que avanzan, aunque se queden más bien en vaguedades. Te preguntas de dónde y de quién proviene esa autoridad, cuando tú no llegas más que a tocar levemente el sentido del Tarot y si sus afirmaciones son justas; sus pruebas para explicarlo consisten en apoyarse en otros sistemas o en sus convicciones íntimas, que por otra parte, pueden no ser falsas; pero sientes profundamente, sin poder expresarlo, que hay algo más; que el Tarot no es esa amalgama confusa, confitada y polvorienta. Tienes

razón: el Tarot es e es el Universo. vía pura e integral, i Tan sólo necesitas un medio para verlo. He aquí un método. Sí, un método, aunque le disguste la palabra por su consonancia escolar y racional. Para que lo sepas sin más tardar, el Tarot es, en efecto, una escuela. Una escuela sencilla, para niños (y los que saben volverse niños) y, efectivamente, el acceso a aquello que se llama irracional no es posible más que a través de un método racional. Un método que la Ciencia podría aceptar y que permitiría mantener una serie de pruebas objetivas, y no ya subjetivas (basadas en escalas de valores personales) sobre la validez del Tarot. Estando a un paso del año 2000, o lo que los astrólogos llaman «la Era del Acuario», el estudio del Tarot forma parte de los sectores que se sitúan al b'mite de la Ciencia Avanzada, en la frontera entre dos dominios determinados (pero que se cruzan a menudo): por un lado eli Inconsciente coleciivo, en el sentido que C. G. Jung le ha dado, y las leyes holonómicas del Universo, por otro. Al constituir un conjunto de 78 cartas, y un con-

d^sUr^T£¿. un modelo, una -aquc^fiííSi de sosten, -«ido wguir una íormariitn particu. . . . . mes», fan Jiferenieí. del ínnic\!" ida colidiana. podi;m herir mortalmcna seres que no estaban preparadas, de :th¡ v! - " -. V K • :,-\'.;-\ 3 (omar: "Non M.irLM Me paróos. tVIl:6): rw ofreícas perlas j U»

cerdos. Poner al alcance de alguien una verdad que no caá a la altura d« comprender y.o vivir, engendra una verdad que puede ser muy grave (suicidkil Por eso, e! acercar»: a! Tarot proixxa irriíaciofKi o desórdenes cuando se carece del medio para progresar. El interés de estas irritaciones es el de rnaaleoer ía curiosidad lo suíídentemeníe aleria para > adelante: es decir, al desarrollara: et¡ tu interior la batalla de lo Tangíbie y to ír,:. ; -_ .i-.¿s de lu persona. evohickMia toda~la raza humana. CODIFICACIÓN Y DE CODIFICACIÓN ¿Cómo amparar estas «reveladcwKS»? Era necesario expresarlas- en un lenguaje cu;- r • facse 'cceable a oíalquiera: on leagaafe axj;-!cado. La codificación consistí; en ana cono:. esencia! p;ira h transmisión. Reiconfcows: estas -t£veiaciones» eran informaciones sobte drosraos. su natuiaieza O la iiel hombre, o más bien. ^::rTangíWe y lo In¡ang¡We. y su encaeolio. ;aiso eiphwivti!'¡a!!írrjdor!, sobre todo para "los regttncncs poliiicos y religiosos vigenies. La codificación es el arte de est-onder e! conietudo de un mensaje sin alterarlo. Se recurre en^"ces a un sistcrru de represen (aciones > üí sm com... ton el I-Ching. la Asliologia. la Aiqamta. la Cabala, etc.... o el Tarot. Por eso d Tarot tiene que «r ante redo c. crípu>graíin. es decir el arte Je encontrar el ado

B.üi»ctó«

• M coBiDUiadora, extensión £ * COB.P e dd ane de

o h-WW ™J^ ano[aba que la criptoSi.Salando paralelamente a la AIET'Íd¿eSdo para codificar el conocimiento defSt « ^ una gran simpl.ddad. su ev.denaa £le Suso pzra preverle. (Por e,emplo. parece ^complicado el recurso del conocimiento del ,^vecto que siguen los planetas, en Astróloga; o de ta espaginX en Alquimia, aunque la Astrología y la Alquimia vayan mucho más lejos que el código que utilizan.) Basta con mirar ei Tarot para descubrir el código: observarlo sin hipótesis y sin a priorL E! único a anón seis que, de momento, no vas a rectificar el Taroi, y que de momento, lo vas a tomar tal como

TAROT Y SISTEMA NERVIOSO

qU

Pero el arte de la decodificación no se ha de separar jamás del instrumento de la misma. Este instrumento no puede ser más que el cerebro (recurra siempre a la primera parle del libro) ¡Sin programado! o sin electricidad, no funciona! Este instrumento es también el matena!-depositario privilegiado de la Revelación; pero no sabemos aún utilizarlo como instrumento y a la vez como material. Así pues, con una cuchara podemos remover crema de chocolate y también coger crema en su interior, pero no podemos hacer tas dos cosas a la. vez. Encuentro esa cuchara en el Tatoí: el Mal la lleva sobre su hombro. (Te das cuenta como

ya...)

Tenemos que utilizar un sistema de .espejos: el Tarot nos muestra una imagen que el sistema nervioso nos permite reconocer en la parte intangible del ser humano. El sistema nervioso —ver más arriba— está programado para establecer permutaciones y combinaciones de estímulo. El Universo, en su feroz caminar hacia adelante, permuta y combina sin parar No habrá que olvidar entonces que t. Tarot también se basa en las permutaciones > combinaciones. ' Escriior. co-auloi de El Retorna dt los Sm/oi, que caí biú las costumbre* del pensamiento occidental, filósofo s en el lerteiH! poluií'o). Salvd ju]UclU« que se li:in !\inliy;u!ii "L-nmpaneiW" ¡nitnpaikw ülrcdídm ile l.t llama Je! IS de jimio (enmjuuiero. del !»((ii: aun y 1'tinn, i|iie ooni|iarleii el p¡m), ¡iqiidlos íjuc *« ¡tfü'ip,m .iln-.k-doi de un lih.i. lona:ii» parte de líenlo y se Ihiinan c-iuie sí ..eain:ii:id;iv (Je: cámara, h!thi(.K'iriü). Una hahiíaciiin, -.e^úii el diccionario Uraissc. es un lugar en el i]iK' ""« « ;icut-.t¡i. donde duerme. l-ii(,nieos los camaiad^ vonipiínen el MI. fin. /.No ie iijsnipiiii en eííaiata-.? l'»i oiro lado, wnsitlen-inos In libcrwún. t i =• Jo un preso ha skio Hhcrado. h pii"in «P"c "' ik-iKlo, el preso HO Ucnc ^..MuU J«= > l ' "« «

JocaJi gobiem

paite derecha del cuerpo (se es «die:

iro« o se es -siniestro». En ef cerebro hay dos hemisferios separados por una escisión, e] «surco de Rolando». En el transcurso de [a evolución de la especie humana han adquirido una especialización diferenle. "La especialización hemisférica surgió a partir de la diferenciación í!e los mecanismos motores del cerebro. ¿Cuáles fueron los actos motores que a lo largo de la historia de [3 evolución produjeron h presión selectiva que engendró esta especialización tal y como se la ve en e] homo sapiens?», se pregunta Karl Pribam *. Sin embargo los mecanismos de la intuición, ti decir, de un proceso rápido, tienen su punió de anclaje fisiológico en el hemisferio derecho del cerc " Neuropsicofisiólogo y neurocirujano americano. pi° *• ^ de la Universidad CalLforniana de Standfoid. auior de '-'"| guages of ihe Brain y uno de ios descubridores de I.. holonúmica {de la que trataremos más adelante).

34

jue está mucho menos desarrollado que e| ;ériO izquierdo, o más bien, menos «enereeti ¡ -merlos «utilizado». Timothy Leary en su . 'ologique llega a afirmar que esia especiaUzación del hemisferio izquierdo a expensas del hemisferio derecho constituye un verdadero "sacrificio neura!» de la especie humana. La imagen llega al cerebro y lo impregna más rápida e intensamente que la lectura. Los mecanismos que ésta pone en funcionamiento dentro de! sistema nervioso toman los circuitos energéticos del hemisferio derecho. He aquí el porqué de que e! Tarot no sea un libro. Si se desea ir desde París hasta Pekín, para saber el camino no se mira en un libro, sino en un mapa. Por supuesto, el mapa no es el territorio, pero le ;enta directamente de una forma inmediata, ¡ta razón el Tarot es un conjunto de canas, todas formas es erróneo querer funcionar naíás que con el cerebro derecho, es decir, nada más que con la información de naturaleza intuitiva o «reveladora»; ¡y es también un espejismo! m cerebro funciona sin'tener en cuenta tu volición (y sin el programa y ¡a electricidad, esta máquina I.B.M. no funciona, recordémoslo). Seria erróneo, ya que si la intuición no se aplica a una estructura construida —gracias a los mecanismos del hemisferio izquierdo— no se la puede utilizar. Por oirá parte, esta es la razón de h a b e r empezado nuestra aproximación al Tarot por una observación racional del Cosmos.

, DE UNA METODOLOGÍA d Larousse es «la pane LEER Y DESLEER

ro, V después será más que se puede considerar el Tarot como un sopo TíMás bie. tú serás el soporte, y te parecer. ^Sderríen su interior la l.ave de.das.as si^ciones, abarca e! esquema de la evoluc.ón col^ de la humanidad, y a la vez, la de la evolución

Los conjuntos y las combinaciones de los Arcanos Mayores y menores se extienden a todas las posibilidades de la experiencia humana, incluida la experiencia por venir, así como todas ¡as situaciones psicológicas. En oposición a todos los exégetas que intentan justificar e] Tarot como supervivencia del pasado, se puede mostrar hoy en día que el Tarot viene del futuro, por que sus niveles de significado aparecen cada vez más. y tienden a una espede de perfección, sin que se modifique el código lo mas mínimo. Lo que has de descubrir antes de olvidar que sabes leer antes de desleer, antes de «tirar» las canas, es el contenido de esta maqueta del Universo, Lo descubriremos u tuzando los mecanismos de la lectura. La meta de esta guía metodológico reside en su libertad (que no liberación). Te permite trabajar

individual.

«Hay que exponer el Tarot bajo los'»"— luna nueva» ' Por supuesto vale mas envoiv, • Ver El An

Ed Grimaud.

EL ESOTERISMO VIVO

ver con ei imuí, os^nm „ tienen ^ri^ del Tarot un ritual que dé i:3T c * *" '"" -á haciendo, y, en este sentido, no peso a lo 1ue eino ^gy» que hacer nada de esto. ,;., nsaios: ; -1- ••'- yarot y nada más; lo único ; Ta \ f híí^ es animarte, cuando hayas asimila; L ' ' ''3 ^i ,1v hayas entrado dentro del Tarot SltX^S Universo), a no volver a ": "" ; - ;* euía («Y ahora. Nathanael, tira ^-^rfvS.^nclusiondeAndréGidepar, •£S Noiiriwa Terreares). Porque en ese instante habrás integrado el Tarot, y se habrá convertido en un agente de ¡a «Conscienteligencia», como dice Tim Leary. ao

El esoterismo no consiste en tratar obstinadamente de robar la luz escondida, pero sí de conquistarla; consiste en modificarse, transformarse, transmutarse, para que el Conocimiento viva a través de tu persona, que la luz irradie de tu ser en un contagio de evolución. Claro está que el hombre de hoy no es más sabio que ios que le han precedido, pero está más evolucionado. Sus posibilidades son más amplias, aunque las utilice poco, mal o para nada. (Ejemplo: la duración media de la vida ha aumentado más de diez años en el transcurso de estos dos últimos siglos; la raza humana comienza a elevarse fuera de la afracción de la gravedad terrestre). Estamos en la época de apo-calipsis. de desvelar. Los astrólogos hablan de la Era de Acuario, el Aguador. El Aguador es aquel que viene agua. Vertir es comunicar. Reír es hacer circular energía. Y una vez más. el Tarot es una maqueta del Cosmos. Te encontrarás ahí dentro, y mucho mas. El esfuerzo producido para decodificar este codighará que seas capaz de recibir directamente la intormación contenida en él. Aquí aparece la MOTIL ,«información sutil», que ha salido a te l u z -

_

recibidas..

L, «rfKta» Tradición " permite que el ser huva ai máximo sus posibilidades; he aquí c! i»n 'i±> dtl esorerisnío. JDO tiene ua camino propio en el que Iai ,—iradas íBamada» también -pruebas-, espejo. ne aprendemos a vernos tal y como somos i . . - -,; en un orden diferente o no ser . . - - r ;' misino ritmo, aunque los comtess JKO rendo ideáticas y casi inmutables - ... -" • ;.- ' ;. ei m¡;mo: obedecer a IL -Ir' -—.; Tangible; evolucionar, más esacscipar la sácuienre etapa de la evolución o fe k etapa final ¿quién lo sabe?—. ; , -~¡x después del Homo-Sapiens? ¿El Hoii»-G¿áctL :•_-" Y. ,¿u¿ camino comienza o vuelve . ; -i.-.-i- -;-• í.: ::csco XXI? (después de !a inveráaaódirawoXX". . / — . tsctrio? Ahora llegamos a ello, gracias r:/ haber tenido la padencia de leer hasta aquí. Era EKfapettsabte ejamicar cuidadosamente los in-

¿COMO? Cuando hayamos estudiado el Taro!, cuando hayamos pasado tiempo con él, emonces y sólo entonces nos aventuraremos a salir del tiempo, ncs deja• svar por el delirio ". e! de los profetas y las pñonisas, aunque más modestamente. Será en el capííulo *Hasta dónde" (¡a respuesta es: sin Ürnite!. I. LOS MÉTODOS SUBJETIVOS Para acercarnos al Tarot como nos hemos acercado al Cosmos, utilicemos un método de observación estricta que nos permita, en este modelo del Cosmos que es el Taroi. reencontrar la información codificada- Ya lo apuntamos al abrir este libro: algunas cartas nos "molestan». Así es que el Arcano X ataca los nervios, ios Bastos te producen palpitaciones mientras que tu mejor amigo odia al Rey de Oros, tu hermanita se vuelve loca con !a Esireila y el Hermitaño ": tu vecino se ve reíkjado en el Emperador, y la mujer de lu vida nene alto de J» Justicia, o de ia Reyna de espadas, tal vez. " F_n f

ran;éí.

iufe.o de palabras: dé-finr. deí-toa y í

. A QUE SUENA TODO ESTO? ' n reacciones del EGO basadas en criterios casi siempre incomunicables, pero las sientes tan intni. mvas Estas reacciones forman un obstacu;;£rB ""a observación fría y objetiva. Algunas ,e asustan (no conocías esa faceía de tu personalidad) y edemas no las conoces todas. No disciernes los motivos que las provocan. Entonces empezaremos por una observación subjetiva, basada en tu escala de valores, las reacciones de tu Ego, y todas las asociaciones de ideas, todos los recuerdos que se presenten, sin discriminar ni rechazar ninguno. Sin embargo, sentirás una resistencia interna: e! EGO que conoce los peligros del reflejo espontáneo, levantará una pared, en cuanto éste corra el rieigo de manifestarse.

UN TEST PROYECTIVO El EGO defiende su escala de valores con todas sus fuerzas y todos sus medios *, sino la base sobre la que se apoya se verá quebrantada; actitud de defensa natural y lógica. Al hombre le gusta vivir en un sueño. No quiere ser realmente responsable de sí mismo (estamos en una civilización de asistidos, aunque por un lado esio represente sin embargo un progreso). ¡Cuidado!: el Tarot es un instrumento que corta, no escapa uno a los consejos que se le piden. Lo más difícil, sin duda alguna, es reconocer que uno se ha estado engañando, que se ha estado «contando cuentos». Hay que destruir suavemente esta base y sustituirla poco a poco por la realidad. En un principio, el Tarot funciona como un test de Rorschach *", provocando reacciones a veces violentas, hasta la repulsión o incluso un miedo-pánico pasajero («tiro estas cartas y no las vuelvo a ; mirar nunca más. Todos ios personajes son vuigares, feos, ridículos y provocativos»). Déjalos apare* Por ejemplo te caerús de sueño o tendrás que solucionar un montan de detalles urgentes en cuanto le pongas a mirar el Tarot. " Hernuim Rorschach, nacido en Zurich. en 18Mj*h quiaira la persc línta.

enera!, decorativo u ornamental. Fiiate si los, pem-najes te recuerdan personajes reales novelescos, pe/sonajes típicos o concretos Por ejemplo: mi abuela (la Papisa), y mi madre (I,, Emperatriz): mi moralidad (la Jusnua). V la icni.ición {el DiaH." í arl^m.iíi». el rey de Copas, j Ana deBr--^ - e a le Oros, o bien el Sanio Grial, la Copa, d fascismo, los Bastos, cíe. Tendrás fijaciones con lal o cual carta. D¿jaU producirse, míralas. Anota los sueños que tenga-, en esos momenios, aunque no parezcan tener n i n guna fíisiáón con el T.'ttoi.

Ios ArcaDOS Mayores v ei

etenden ser conocidos, también

Leí» justifica sin ningún



-

es han explicado el Tarot recurriendo , S'w ¿Testas; revisemos algunos elementos menos conocidos. Es asi que uaa escuela de pensamiento gnósticu. que se presenta como junguíana (ver nota anterior;, v que se revela como una autoridad en Australia, ños ¡rae una «revelación extraordinaria» sobre el Tarot, aunque desgraciadamente se centra en lo; Arcanos Mayores: cuando el cristianismo invadió el mondo, los poseedores del Verdadero conocimiento se reunieron para dejar a las generaciones futura-, el retraio de los verdaderos Dioses antiguos rechazados anle el Nuevo. Vemos a Isis en el arcano II. a Saturno en e! VIIÍl, a Venus en ei XVII, a Eros en el VI. i. Artemisa en el VIH. Diviértete descubriendo otroi. pero no le preocupes sí no coinciden en todas lat r cartas. Es elTaroi justificado por el Paganismo, c : más bien el Neopaganismo. En los Arcanos Mayores también se puede ver la •'-•' •---- -'. la humanidad; aparición del horno sa. ••• ';. ; ' >des de] Chamanismo. H; del Matriarca.'" •- - Patriarcado, IV; aparición de la Grar. \ - ' ; '; nasta el Arcano XVII (contacto cor. ios oíros cueroos celpítcci-v\/ni/i. - A ', en el que traza la política de¡ ¿»i basta la fusión galáctica, una obra atrevúla v senial deJ I al XXI (ver mas adelante). Los Arcanos Mayores también pueden representar la historia en cierto modo psicológica del ser humano que empieza por construir sus juguetes 0} luego va al colegio (II), pasa por un período de estrecho lazo con su madre (III). Juego con su padre (IV); descubre la autoridad religiosa (V). elige sus amigos (VI), descubre los medios rápidos de desplazamiento (VII); choca con el ejército y coa cualquier ley rígida (VIII). se encuentra en una siiusción inestable (X) de la que sale por la fuerza. (XI), etc. Seguid solos este jueguecao instructivo. También podéis buscar otros. La numerología simbólica sigue siendo el caballc de batalla de aquellos que. expertos en esta rsaieria, no conocen el Tarot. y tan sólo fe aplican un sistema de números. Maiería básica de! Universo '. el número se encuentra lógicamente en iodo modelo o maqueta de! mismo." Tómate también el tiempo de hacer este ejercido, remitiéndote a un manual de numerología *". re- ^ cordando que el Tarot también liene sus combinaciones propojas. •• Ed. Peare PreEU-'Siarsíed. dt • Ver: Vida v Minerio de ¡os . Ed. Albín Miche!. " U autora hace un jusfo de püttw* bre) v NOMBRE (Número). (N. oe T > •-- Ver Vúmero v Tiempo, de Maris Ed. Fonlaine de Pie"=-

F. X- Cn^

,.n,, -NON. IN

^c i«*s entre el Tarot y cualquier filo»*to*£*2£ d mundo p^ sufrir lo SSStoí»*-'*56 posibie acmallo mejor rebgión 06 er,0

ff5?£3 **- -í-

i™

! - ' .,- e| mundo Tangible para obtener ? £[ mundo Intangible, principalmente desíventualmente en ei trascurso villa bajo nuestra forma actual). l EOLOGIA Y HERÁLDICA "•,.¡icaario del Taro!, que desea guardar e. MIO. ha desarrollado todo un comentario de canos menores según la estampería arcángel:igad, Señor de la Espada; Rafael de ía Copis;. de tos Bastos- (Uriel, como Señor del Eparece ser más incieno.) Las series aparece¿ \iiioa como las legiones angelicales, cirupo aún poco explorado es el de la Her¿.i >ití embargo permite muchas comparacior.E:Tjr.->;. La Heráldka. o ciencia de los escud". T V - . 7'oviciíe de las imágenes burdamente e oon coktres brHJanles. que los caballeroaa en la primera mitad del siglo XII. para rse en los tómeos y batallas. Viene de remotos (totems). Estas imágenes maniíes. aa experiencia personal o un signo físico, o .->i3ii al nombre de la persona. SelÍOS í jáltiicos v rabearan muí' a menud? •' • ímales en los que ios distintos reino• ' vegetales) se mezclan: por ejemplo. - • -^ üaa crin de hojas (ver e! Arcano XXi 7 -^vp (cabeza de perro y patas ¿; [i; crines que se acaban en c\je:- -• Bastosj. reíerencia al poder máé-

.„„-« a! unicornio; animales eníurecid 10 XI), espadas con la punta cercada d 'a realidad completa (= iniciado) los- comprende. : •-