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Actividades Tema IV 1-Realización de un reporte escrito considerando el texto de Edward Smith y Stephen M.Kosslyn, Proce

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Actividades Tema IV 1-Realización de un reporte escrito considerando el texto de Edward Smith y Stephen M.Kosslyn, Procesos Cognoscitivos, Modelos y bases neurales. Págs. (152-222), clasificando:

a- Funciones del conocimiento en la cognición. Con frecuencia se concibe el conocimiento como algo constituido por un conjunto particular de hechos, técnicas y procedimientos que desarrollan las culturas, tal como «saber las estadísticas del béisbol», «saber tocar la guitarra», «saber cómo pedir una comida en un restaurante». Este conocimiento, en la mayoría de los casos, nos viene a la mente de un modo consciente, después de una larga y, con frecuencia, difícil práctica. Pero en su sentido más amplio el conocimiento, en su mayor parte, existe y opera de forma no consciente: por lo general no somos conscientes del constante y amplio impacto que el conocimiento tiene en nosotros en cada momento. El tipo de conocimiento formal las causas de la Revolución Americana o la llamada regla del bateador en el béisbol es un subconjunto relativamente pequeño y sin influencia en todo lo que sabemos y que afecta a nuestra vida cotidiana. La mayor parte de nuestro conocimiento y es el conocimiento que más influye en nuestra vida diaria es un conocimiento relativamente mundano acerca de asuntos como la vestimenta, la conducción y el amor (bueno, es posible que no tan mundano). Por lo tanto, el conocimiento, en su acepción más amplia y en el sentido en el que se utiliza el término en Psicología cognitiva, es información acerca del mundo que se almacena en la memoria y que va de lo cotidiano a lo formal. Con frecuencia, el conocimiento se define de forma más extensa como información acerca del mundo que es posible que sea cierta, que está justificado creerla y que es coherente (para más información, véase Carruthers, 1992; Leher, 1990).

b- Representaciones y su formato Un aspecto clave del conocimiento es que se basa en representaciones. Las representaciones son un tema complicado y controvertido sobre el que científicos cognitivos de distintas disciplinas han discutido durante largo tiempo. Ninguna definición se ha aceptado por completo y la mayoría de las propuestas son muy técnicas. La definición que utilizamos aquí está relativamente simplificada, pero capta alguna de las ideas centrales en muchos aspectos. (Para considerar los diversos tratamientos de este importante concepto, véase Dietrich y Markman, 2000; Dretske, 1995; Goodman, 1976; Haugeland, 1991; Palmer, 1978.) Según se expuso en el Capítulo 1, una representación es un estado físico (como las marcas en una página, los campos magnéticos en un ordenador o las conexiones neurales en un cerebro) que representan un objeto, un suceso o un concepto. Las representaciones también pueden

transmitir información de aquello que representan. Consideremos un mapa de una red de metro.

c- De la representación al conocimiento de categorías. La aspiración de un actor es proporcionar a la audiencia la «ilusión de la primera vez», la sensación de que lo que está ocurriendo en el escenario no ha ocurrido antes, ni en el mundo real ni en la representación de la noche anterior. Pero la ilusión constante de la primera vez en la vida real puede conducir al caos y la confusión. Cuando llegamos a nuestra fiesta de cumpleaños carentes de conocimientos, la experiencia fue desconcertante. Las representaciones son los medios; el conocimiento es el fin. La pregunta a la que nos enfrentamos es cómo se crean amplios conjuntos de representaciones para proporcionar conocimientos sobre una categoría. El conocimiento de categorías se elabora, en primer lugar, a partir del establecimiento de representaciones de los miembros individuales de una categoría y, en segundo lugar, a partir de la integración de esas representaciones. Sin duda alguna hemos conocido miembros de la categoría «tarta» en muchas ocasiones. En cada ocasión, una representación multiformato se estableció en el cerebro.

c- Estructura del conocimiento de categorías. El conocimiento de categorías no es una masa indiferenciada de datos; contiene muchas estructuras diferentes, organizadas de muy diversos modos. Como se verá en este apartado, ejemplares, reglas, prototipos, conocimiento de base y esquemas, intervienen todos ellos en la elaboración del conocimiento de categorías que nos permite vivir una vida con consciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Además, tenemos capacidades eficaces y dinámicas para utilizar dichas estructuras.

d- Dominios de categorías y organización ¿Para qué dominios del entorno establecemos el conocimiento de categorías? Parece ser que elaboramos categorías que representan los tipos de cosas que hay en el mundo lo que los filósofos interesados en la ontología, el estudio del ser o de la esencia de las cosas, llaman tipos ontológicos (véase, p. ej., Sommers, 1963). Los ontólogos están generalmente de acuerdo en que los tipos ontológicos importantes incluyen seres naturales vivos («tipos» en el lenguaje de la ontología), tipos naturales no vivos, artefactos, localizaciones, sucesos, estados mentales, tiempos y propiedades. Los psicólogos sostienen que se elaboran diferentes dominios de conocimiento de categorías para diferentes tipos ontológicos.

Dentro de cada dominio de conocimiento de categorías residen muchas categorías más específicas. Los «tipos naturales vivos» incluyen los «mamíferos» y los «árboles».

e- Naturaleza de la memoria a largo plazo La capacidad para recordar a las personas, los lugares y las cosas que se encuentran en el transcurso de la vida diaria es una forma fundamental de cognición que guía la conducta. La frustración que se experimenta en situaciones como la del encuentro en el vestíbulo que hemos descrito más arriba, sirve como un breve recordatorio de nuestra dependencia de la memoria, el depósito interno de información almacenada. Como se verá en este capítulo, la memoria se basa en un conjunto de procesos mediante los cuales la información se codifica, se consolida y se recupera. Aunque las consecuencias de los fallos de memoria se limitan en ocasiones a situaciones socialmente embarazosas, éste no es siempre el caso: la memoria es esencial para el funcionamiento, e incluso para la supervivencia, de los seres humanos y otros animales. Sin memoria nunca podríamos aprender de la experiencia y actuaríamos sin rumbo, carentes de planes o metas. Las habilidades motoras y la capacidad de lenguaje se perderían. Incluso el sentimiento de identidad personal que todos poseemos desaparecería. El tipo de memoria que participa en estas situaciones es la memoria a largo plazo, información que se adquiere en el transcurso de una experiencia y que persiste, de modo que se puede recuperar mucho después de que la experiencia haya pasado.

f- Codificación y la recuperación.

Codificación es el término que se utiliza para designar los diversos procesos mediante los cuales la información se transforma en una representación de memoria. Estos procesos se ponen en movimiento en el momento de la experiencia, dando lugar a una representación mental que registra alguno o algunos aspectos de dicha experiencia. Todas las formas de memoria, declarativa y no declarativa, comienzan con la codificación. Pero debido a que la memoria episódica registra la historia singular de la vida de cada persona, parece ser un punto de partida conveniente para nuestro estudio de cómo opera la codificación. Nuestras reminiscencias individuales de tiempos pasados dependen de la recuperación episódica, proceso mediante el cual se reactivan las huellas de memoria almacenadas. Es el fenómeno de recuperación el que produce la experiencia subjetiva de recordar conscientemente el pasado. La recuperación episódica depende de procesos del lóbulo temporal medial que sustentan la conclusión de modelos y de procesos del lóbulo frontal que sustentan los mecanismos de recuperación estratégica.

Bibliografía: Smith Edward E. y Kosslyn Stephen M. (2008), procesos cognoscitivos, modelos y bases neurales. Madrid: Editora Pearson Prentice Hall.