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EL TAO TE KING. JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ ESLAVA. 2008 GRUPO 3113. Tao Te King Es el Tao el que susurra en las hojas de los

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EL TAO TE KING. JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ ESLAVA. 2008 GRUPO 3113. Tao Te King

Es el Tao el que susurra en las hojas de los árboles cuando son mecidas por el viento; es el Tao el que canta en los dulces trinos de los pájaros; es el Tao el que murmura en suave barboteo de las fuentes; es el Tao el que mora en la majestuosidad de las altas cumbres y en la desolación de los desiertos. Es el Tao el que se asoma, fresco y maravillado, en el incipiente brote del bambú. Es el Tao, insondable y profundo, el que nos revela el camino hacia la fuente original de la Vida. Es el Tao, manantial inagotable de sabiduría, la palabra que enseña y da a conocer. Es el Tao una forma de vida, una manera de ser y de actuar, un modo diferente de ver la realidad y de estar en el mundo. Una senda espiritual que nos pone en contacto con las más hondas raíces, haciendo posible que logremos la armonía, la libertad, la felicidad y la plenitud. Es el Tao, camino de la Verdad, un camino en el que el hombre se hace uno con la Verdad Suprema. Es el Tao la gota de rocío y la tormenta; es el Tao una suave brisa o el vendaval; es el Tao, aquel escondido sendero que debemos recorrer. ¿Qué es el Tao? Bebamos este libro-manantial, el Tao Te King; y el Tao nos beberá. Luis Rutiaga Cárdenas.

Libro chino, base de la filosofía Taoista (Daoista), escrito aproximadamente en el S. IV a. de C. se le conoce como el Libro de la Vía y la Virtud, el Tao Te King. Entre los adeptos a ésta es considerado sagrado tanto como la Biblia y el Corán para los cristianos y musulmanes respectivamente. No sabemos mucho sobre su autor, Lao Tse, “el viejo maestro”. Personaje legendario sólo tenemos unas cuantas palabras llenas de sabiduría y la narración, hecha por otros, de situaciones en las que habría intervenido. La obra tiene como base al Tao, lo sin forma, lo sin nombre, la eternidad, que sería la energía fundamental que sostiene el universo y su movimiento.

EL TAO TE KING. JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ ESLAVA. 2008 GRUPO 3113. Lao Tse veía a la tierra en continuo cambio y transformación. Todo lo que existe, tarde o temprano desaparece (muere), porque nacer y morir son lo mismo, cada uno en un polo. El en libro de las transformaciones se menciona que el mundo se apoya en los pares de opuestos: el Creador y lo creador, el uno y el dos, la luz y la oscuridad, lo positivo y lo negativo, lo masculino y lo femenino; son aspectos de la fuerza de los dos polos que traen los cambios y las transformaciones. Claro que estos pares de opuesto no son el origen ni la realidad en sí, ya que todo surge del uno el Tao. Así también estos pares siempre están en constante flujo y cuando se está en un lado se está generando el otro de igual manera, es su germen, El uno se divide y se vuelve dos. El dos se une y se convierte en uno. Así pues, dice Lao Tse, el uno produjo al dos, el dos produjo al tres y el tres produjo todas las cosas. Pero aunque un estado produce al otro, esté no vuelve al estado anterior sino que ve a un estado transformado, desarrollado, está en constante evolución. Y aún así, hay algo que se mantiene constante, por los que podemos reconocer que es ese otro estado germinando de nuevo. Para Lao Tse el cielo no es lo supremo, porque lo supremo para él estaba por encima de algo, no era algo al lado o por encima de algo, no era tampoco nada. Simplemente era algo que no podía ser alcanzado por las formas de pensamiento humanas. Para ese algo, según su “concepción”, no existía nombre, sólo al final y por necesidad fue descrito como Tao por no haber palabra que lo expresara, y también lo nombraron Grande. tomó un término ya existente y lo transformó. El Tao del cielo, y el Tao del hombre, que eran conocidos desde la antigüedad, pero no el Tao absoluto. Tao significa camino, pero como Lao Tse utiliza, no puede ser traducido como camino o sendero. Cuando habla del Tao, trata siempre de no dar una idea de algo concreto. Lo sitúa en un plano que es completamente distinto a todo aquello que pertenece al mundo. Lo que era antes que el cielo y la tierra, no es posible decir de donde proviene. Era antes que Dios, descansa en sí mismo y es constante. Es el principio del cielo y la tierra, de lo límite y lo temporal. El Tao no tiene existencia, no es nada y de la nada no puede salir nada. No tiene tiempo, ni límites, no se puede observar, aunque se intente, no se oye y no se siente nada. En el Tao no se

EL TAO TE KING. JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ ESLAVA. 2008 GRUPO 3113. diferencia atrás de delante, a menudo parece que estuviera ahí, pero luego se retira al no ser. Por eso Lao Tse perece dar a entender que el Tao está más allá del ser y del no ser. Cualquier definición concreta es falsa, porque el Tao va más allá de lo definible y por eso Lao Tse se esfuerza en no limitar sus definiciones. Quien lo conoce no habla de Él. Quien habla de Él no lo conoce. Cuanto más se trata de definir y describir, más se aleja uno de Él. Por eso el camino del Tao es contrario al camino del estudio. A través del estudio se acumulan conocimientos que se van amontonando, y al dedicarte al Tao van disminuyendo los conocimientos adquiridos, hasta llegar incluso al no-obrar, alcanzando el no obrar nada queda sin hacer por sí mismo. El Tao es la fuente primaria cósmica de la que parte la creación, pero nunca aparece como tal. No está hablando de algo abstracto, más bien realiza una observación de su interior más profundo. Son una especie de imágenes incorpóreas, ilimitadas. Así como en el grano está incluido el árbol impalpable, invisible y a pesar de todo presente como una entelequia, así están comprendidas en estas "semillas imágenes" las cosas de la realidad. Retomando la dualidad en las dos fuerzas antiguas, de las cuales brotó el mundo visible, el cielo y la tierra, el Yang (la fuerza clara) y el Ying (la fuerza oscura), positivo y negativo, lo temporal y lo ilimitado: en una palabra los opuestos de los cuales brotan los fenómenos (la realidad). El cielo y la tierra son comparados con un instrumento similar a una flauta que es soplada. Esta vacía, más cuando es soplada sale de ella tonos. Cuanto más se sopla, más y más diversos son. Melodías interminables que son cultivadas por el instrumento que por sí mismo es tono: la flauta es la tierra, el soplo es el cielo; pero es el Tao el que pone en movimiento el aire. Así toma el Tao un sentido doble en el mundo de los fenómenos. Deja que de las ideas, el soplo y la flauta broten cosas dentro del espacio y del tiempo. El Tao es el gran flautista con la flauta mágica. Es el principio de todo, la raíz del cielo y la tierra, la madre de todas las cosas. Mas si pretendiéramos atraparlo, mirarlo u oírlo, no sería posible. Todas las cosas bajo el cielo surgen de lo que es, lo que es surge de lo que no es y retorna al no-ser con lo que nunca cesa de estar unido. Por medio de los vacíos se hace verdadero y se hace útil, como el círculo de una rueda que por estar vacío es capaz de girar, como las vasijas o las habitaciones que por la "nada" que hay en ellas son útiles. Así actúa el Tao en el mundo de los fenómenos, por medio del no-obrar.

EL TAO TE KING. JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ ESLAVA. 2008 GRUPO 3113. El intelecto comienza a trabajar y los conocimientos se multiplican; pero cuanto más trabaja y más conocimientos se adquieran, tanto más se aparta el hombre del Tao. Y por eso Lao Tse dice que no se debe cultivar los conocimientos y el arte, sino la conciencia de la conexión con la naturaleza. A la obtención del Tao se llega por dos caminos. Uno por medio del ser, y el otro por medio del no-ser. Quien encuentra el sentido en el ser, no se confunde en los fenómenos. Estas son las formas extensas del Tao: alto y bajo, bello y feo, bien y mal. No existe nada que no sea por el Tao y hasta la más pequeña mota de polvo le pertenece, pero buscar el Tao en la realidad de los fenómenos es inútil y no tiene propósito o intención alguna. También será locura tener por objeto cultivar la santidad y la sabiduría, el amor y la responsabilidad, el arte y la ganancia, la erudición y el conocimiento, pues con esto se afirma con exceso un polo, el cual enseguida hace resaltar el otro. El otro camino va a través del No-ser. A través de él se alcanza la observación de las fuerzas misteriosas. Lo que anteriormente era sólo una interpretación, se convierte en experiencia. Se llega al único uno, a la puerta oscura de la que surgen cielos y tierras, todos los seres y todas las cosas y fuerzas. Este camino es el camino de la soledad y la recapacitación. Aquí surgen conocimientos de los cuales no se puede hablar simplemente se pueden contemplar con asombro en la quietud del silencio. Este camino lleva por la quietud, ahí donde lo visible se desvanece en apariencia inmaterial. Conduce de lo múltiple al uno. Para poder reconocer este camino hace falta tener una preparación interna, y hay que trabajar el alma de forma que se pueda retener el uno, sin dispararse, pues este es el criterio. Cuando el hombre sabio oye hablar sobre el Tao, se sujeta a él. Cuando un hombre medio oye hablar sobre el Tao vacila, y tan pronto lo tiene como tan pronto lo pierde. Pero hay que salir de la duda, y querer entrar en la santidad interna. La unidad completa es lo primero, luego viene la flexibilidad de las fuerzas del alma. Y hay que ser como un niño, al que los esfuerzos no agotan porque es ágil y blando y no está rígido. “Seré como el bambú, que cede y se dobla; para después recuperarme y retornar al Tao”

EL TAO TE KING. JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ ESLAVA. 2008 GRUPO 3113. “Los Hombres Sabios, son tranquilos y carecen de pensamientos; sosegados y en calma, se libran de toda preocupación. Usan el cielo como techo y la tierra como su carruaje, las estaciones como sus caballos, y el yin y el yang como sus cocheros” “Cabalgan sobre las nubes, suben hasta las más altas regiones celestes y están en contacto con las fuerzas creadoras de la Naturaleza. Usan el rayo como látigo y el trueno como rueda de su carro.

Fuente: Lao Tse, siglo IV a. de C. TAO TE KING. Rutiaga L, (2006) compilador. Grupo editorial Tomo, S.A. de C.V. México.