Taller Para Padres con hijos con problemas de conducta antisocial

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL DIRECCIÓN DE DOCENCIA

ACADEMIA DE PEDAGOGÍA

“TALLER PARA PADRES DE ADOLESCENTES SOBRE COMO PREVENIR CONDUCTAS ANTISOCIALES”

TESINA PROFESIONAL QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:

LICENCIADA EN PEDAGOGÍA P R E S E N T A

MARIA DEL CARMEN DE LA CRUZ GONZALEZ ASESOR: MTRA. SILVIA I. GONZÁLEZ GARCÍA

MÉXICO D. F.

2006

DEDICATORIA:

A mi hijo DANIEL, a quien DIOS llamó en plena adolescencia, mi ejemplo de fortaleza, valor y amor a la vida. El más amado de mis muertos.

A mi hija GABY, mi regalo de DIOS, mi actual adolescente, motor de mi vida y mi corazón.

A DAVID

AGRADECIMIENTOS:

A DIOS: A MI MADRE:

Por la maravillosa oportunidad que me da de vivir. Por su amor, dedicación y orientación para guiarme por el mejor camino.

A MIS HERMANOS: Martha Silvia, Ana María, Víctor Alejandro, Antonieta, Gerardo, Patricia, por su amor, su apoyo incondicional, sus sabios consejos y motivación. Muy especialmente a Yolanda que ha sido mi ángel de la guarda en momentos importantes y difíciles de mi vida. A SANDRA P.

Por su amistad, motivación emocional y ayuda incondicional.

A MI DIRECTORA DE TESIS: Mtra. Silvia I. González García por brindarme sus conocimientos, apoyo y guía en la realización de este trabajo. A LA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL. A TODOS MIS PROFESORES PARTE IMPORTANTE EN MI FORMACIÓN PROFESIONAL. A MIS FAMILIARES Y TODOS AQUELLOS QUE TIENEN UN SENTIMIENTO POSITIVO HACIA MI.

INDICE

INTRODUCCIÓN

CAPITULO 1

Pág.

DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA

1.1 Definición de adolescencia......................................................................

1

1.2 Características fisiológicas......................................................................

3

1.2.1 Características sexuales masculinas.......................................

4

1.2.2 Características sexuales femeninas........................................

5

1.3 Características psicológicas....................................................................

5

1.4 Características sociales..........................................................................

7

CAPITULO 2

LA FAMILIA

2.1 Definición de familia...............................................................................

10

2.2 Diferentes tipos de familia......................................................................

13

2.3 Comunicación dentro de la familia.........................................................

16

2.4 El adolescente y su núcleo familiar........................................................

21

2.5 La influencia de la familia en el adolescente y el posible surgimiento de conductas antisociales.................................................

25

2.6 Casos de vida........................................................................................

33

2.6.1 Historia de Francisco.............................................................

34

2.6.2 Historia de Sergio..................................................................

38

2.6.3 Historia de Pedro...................................................................

42

CAPITULO 3

MENORES INFRACTORES

3.1 Concepto de menor infractor................................................................

46

3.2 Etiología del comportamiento infractor.................................................

48

3.2.1 Factores físicos.....................................................................

49

3.2.2 Factores psicológicos............................................................

51

3.2.3 Factores sociales...................................................................

53

3.3 Características de los menores infractores...........................................

55

3.4 Ley de Prevención Social y Tratamiento de Menores del Estado de México...............................................................................

58

3.4.1 Autoridades responsables de aplicar la ley........................

60

3.4.2 Escuelas de Rehabilitación para Menores Infractores del Estado de México...............................................................

67

CAPITULO 4

PREVENCIÓN

4.1 Definición del concepto de prevención...............................................

70

4.2 Prevención de la delincuencia en la familia........................................

73

4.3 Prevención de la delincuencia en la escuela......................................

76

CAPITULO 5

PROPUESTA DE UN TALLER PARA PADRES DE ADOLESCENTES SOBRE COMO PREVENIR CONDUCTAS ANTISOCIALES

5.1 Definición de taller............................................................................

78

5.2 Objetivos del taller............................................................................

79

5.3 Presentación del taller............................................................................

80

5.4 Desarrollo del taller SESIÓN 1 ¿Quién soy yo?............................................................

84

SESIÓN 2 ¿Qué afecta la comunicación?....................................

93

SESIÓN 3 La adolescencia........................................................

100

SESIÓN 4 Autoestima................................................................

111

SESIÓN 5 Manejo del afecto y comunicación no verbal............

117

SESIÓN 6 Asertividad y comunicación verbal...........................

123

SESIÓN 7 Valores......................................................................

129

SESIÓN 8 Comunicación entre padres e hijos...........................

135

SESIÓN 9 Educación débil; hijos con problemas.......................

142

CONCLUSIONES.........................................................................................

152

BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................

156

INTRODUCCIÓN Al realizar mi servicio social como Pedagoga en la Preceptoría Juvenil de Ciudad Nezahualcóyotl observé que los menores infractores que se atienden presentan en su gran mayoría una característica común: “problemas familiares”.

De ahí surgió en mi la inquietud de analizar las causas que llevan a los menores a cometer conductas antisociales, a partir de un estudio sobre la posible influencia que tiene la familia en el surgimiento de este tipo de conductas.

La familia independientemente de como esté constituida, tiene como principales funciones; dar continuidad a los seres humanos, satisfacer las necesidades materiales básicas, psicológicas y emocionales de cada uno de los integrantes, educar y socializar a los niños y adolescentes principalmente, así como enseñarles una serie de valores morales, religiosos y culturales que serán la guía de su comportamiento social.

Sin embargo, el hombre se desarrolla dentro de la institución familiar, y si ésta no cumple su misión, aquel será perjudicado. La presente investigación documental pretende analizar como la conducta de niños y adolescentes se ve afectada por aspectos familiares, es decir, cuando la familia no cumple con sus funciones, a la larga es inevitable la causa de daños en la personalidad del menor.

Con el fin de poder demostrarlo se expone en el primer capítulo la etapa por la que están atravesando los menores infractores; “la adolescencia”, se analiza la definición clara del término adolescencia, los cambios físicos, psicológicos y sociales que se presentan en ésta etapa de transición del ser humano.

El segundo capítulo es sin duda alguna, una de las partes más interesantes del presente trabajo, en él se da una definición clara del término familia como institución social, las funciones que debe cumplir, los tipos de familia que existen y

sus diferencias. Se analiza qué es la comunicación y como se da este proceso de interacción al interior de la misma. También se menciona la revolución que causa el adolescente en su núcleo familiar, como enfrentan los padres este proceso, para pasar posteriormente a detallar lo que aseguran los especialistas en el tema; las familias que no cumplen con sus funciones pueden ser las principales generadoras de conductas antisociales en niños y adolescentes. Finalmente se muestran tres casos de vida; en los cuales la dinámica familiar vivida en cada uno de ellos marca la influencia que tiene la familia en el camino o vía hacia la delincuencia del menor.

En el tercer capítulo se aborda la definición del menor infractor, así como los diferentes aspectos relacionados a su etiología como son: la interacción de los factores físicos, psicológicos y sociales que al combinarse, mezclarse o entrelazarse dan ese fatídico resultado que es la delincuencia. En seguida se analizan las principales características de los menores infractores, se describen las leyes e instituciones encargadas de su atención en el Estado de México, así como las autoridades responsables de aplicar la ley, dar tratamiento y rehabilitación, sus atribuciones y organización.

En el capítulo cuarto se define el concepto de prevención y se exponen las investigaciones realizadas para prevenir conductas antisociales en la familia y la escuela.

Finalmente en el quinto capítulo se elabora la propuesta de un taller dirigido a los padres de adolescentes con el objetivo de prevenir, disuadir y evitar la reincidencia de conductas antisociales, para su implementación en la Preceptoría Juvenil de CD. Nezahualcóyotl.

Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

CAPITULO 1

DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA

1.1 DEFINICION DE ADOLESCENCIA.

La adolescencia es una etapa crucial del desarrollo humano, que implica una serie de cambios fisiológicos, psicológicos y sociales;

ha sido considerada como un “nuevo

nacimiento” del individuo.

La palabra adolescencia proviene del verbo latino adoleceré, que significa “crecer “ o “crecer hacía la madurez” . (HURLOCK, 1987, P. 15 ) La adolescencia es

un período de transición

en el cual

el individuo pasa física y

psicológicamente de su condición de niño a la de adulto. Inicia cuando éste accede a la madurez sexual y culmina

cuando se independiza legalmente de la autoridad de los

adultos. La edad de la madurez sexual en ambos sexos es muy variable, tomando en cuenta estas variaciones mencionaremos que la adolescencia se divide en tres partes: » Preadolescencia (pubertad) de los 10 a los 13 años. » Adolescencia de los 14 a los 16 años. »

Adolescencia tardía de los 17 a los 19 años. (CONAPO, 1982,Pág. 28)

Frecuentemente los términos

adolescencia y pubertad se confunden, se usan como

sinónimos o como periodos diferentes del desarrollo humano, sin embargo, son dos procesos íntimamente relacionados y no son exactamente simultáneos.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

La pubertad es el tiempo en que ocurre la madurez física y sexual del individuo, abarca el final de la infancia y principio de la adolescencia. La adolescencia es para la mayoría de los autores que se han dado a la tarea de analizar ésta etapa de la vida un periodo de “transición”, a continuación citamos algunos de ellos: “...se considera a la adolescencia como un período de “transición”, más que como un estadio o cierto número de estadios. Concebir dicho período de este modo supone que la adolescencia ha de ser estimada como un tiempo durante el cual el sujeto pasa desde un estado – la infancia -, a otro – la madurez- y que las cuestiones y durante este período

los problemas con los que se enfrentan los individuos

son predominantemente el resultado del proceso transicional”.

(COLEMAN.1987, p. 18)

“ La adolescencia es mucho más que un peldaño en la escala que sucede a la infancia. Es un período de “transición” constructivo, necesario para el desarrollo del yo. Es una despedida de las dependencias infantiles y un precoz esfuerzo por alcanzar el estado adulto”. (HURLOCK, 1987, p. 15)

“ La adolescencia es una etapa de “transición” de la vida infantil a la vida adulta, durante la cual el joven busca las pautas de conducta que responden al nuevo funcionamiento de su cuerpo, y a los requerimientos socioculturales de ese momento”. (CONAPO, 1982, p. 120)

La función de la adolescencia es elaborar el cambio que tiene el niño desde su infancia hacía su vida adulta, comprendiendo todas las fases de la madurez; física, psicológica, social y sexual. Este cambio lo experimenta drástica y repentinamente en un lapso muy breve, en ningún otro momento de su vida se halla menos preparado para enfrentar los problemas que trae ese cambio.

La adolescencia es considerada por los adultos como algo parecido a una enfermedad; en realidad el individuo no se adapta a ella, sino que solamente trata de pasarla lo más pronto posible, incluso los mismos adolescentes llegan a considerarla como una de las peores edades, donde se sienten confundidos y hasta les gustaría estar antes o después.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

Como dice ABERASTURY:

“Es un período de contradicciones, confuso, ambivalente, doloroso, caracterizado por fricciones con el medio familiar y social”. ( ABERASTURY1985, p. 16)

Los diferentes cambios que tiene el adolescente nos lleva a considerar a este periodo como único en la vida del individuo, además de los cambios físicos, las relaciones psicológicas y emocionales que estos cambios producen son importantes en los patrones de conducta del adolescente, ya que su conducta es el resultado de fuerzas culturales, sociales, biológicas y físicas que actúan sobre el sujeto al mismo tiempo que interactúan entre sí.

1.2 CARACTERÍSTICAS FISIOLÓGICAS Existen cambios en el desarrollo de la adolescencia, en general,

todos los jóvenes

experimentan los mismos cambios, las diferencias dependen de los factores hereditarios, raciales, psicológicos, sociales, culturales, nutricionales, climáticos, etc.

Estos cambios físicos se producen a lo largo de los años adolescentes, la mayoría se presenta al final de la infancia y principios de la adolescencia. Esto se conoce como “pubertad”. La palabra “pubertad” proviene del latín pubertas, que significa “edad de la virilidad”. (HURLOCK, 1987, Pág. 45)

Consiste en un notable aumento de la talla, en la aparición de una morfología masculina o femenina y en la posibilidad de la eyaculación fecundante (presencia de espermatozoides en el semen) y de la ovulación fecundable.

La pubertad es una fase relativamente breve dentro del ciclo vital del ser humano y es sólo una parte de la adolescencia. HURLOCK la divide en tres etapas:

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

» Prepubescente:

etapa inmadura en la cual suceden los cambios

corporales y comienzan a desarrollarse las características sexuales secundarias o los rasgos físicos que distinguen a los dos sexos, pero en la que todavía no se ha desarrollado la función reproductora. » Pubescente: etapa de maduración en la cual se producen las células sexuales en los órganos de reproducción, pero en las que aún no se han completado los cambios puberales. » Pospubescente:

etapa madura en la cual los órganos sexuales

funcionan a la perfección, el cuerpo ha alcanzado la altura y las proporciones debidas y las características sexuales secundarias están bien desarrolladas. ( HURLOCK, 1987, Pág. 46)

Los expertos coinciden en señalar que la pubertad dura alrededor de cuatro años, siendo la femenina la que se presenta primero y más rápido y la masculina más lentamente y después. Para conocer más sobre estos cambios fisiológicos mencionaremos

las

características sexuales masculinas y femeninas.

1.2.1 CARACTERÍSTICAS SEXUALES MASCULINAS Las características sexuales primarias aparecen en el púber alrededor de los 13 años, cuando los testículos empiezan a producir espermatozoides e inician su función reproductora; acompañado de las características sexuales secundarias que

son:

ensanchamiento de los hombros, aumento de la talla, desarrollo torácico y muscular, aparición del vello por todo el cuerpo y de manera particular en las axilas, pubis, pecho, barba y bigote, cambio de voz debido al crecimiento de la laringe

y de las cuerdas

vocales, aumento en el peso de los huesos y de los órganos genitales, aparece la primera eyaculación (emisión de semen) (MORAGAS, 1970)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

1.2.2 CARACTERÍSTICAS SEXUALES FEMENINAS Las características sexuales primarias aparecen en la púber alrededor de los 12 años, cuando los ovarios, órganos que producen los óvulos o huevos comienzan a madurar y van acompañados de las características

sexuales secundarias; aumento de la talla,

ensanchamiento de los hombros, cadera y pelvis, desarrollo del busto, del vello axilar y púbico, cambios de la tonalidad de la voz, el color y la textura de la piel. Se da la primera indicación definida que tiene la jovencita acerca de su madurez sexual

“la menarca”

(primera menstruación) (MORAGAS, 1970)

Tanto el desarrollo físico como la madurez sexual del ser humano son dependientes del funcionamiento de las glándulas del sistema endocrino; la glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, regula por un lado el crecimiento del individuo y por otro las glándulas sexuales o gónadas que producen el funcionamiento de los ovarios y los testículos así como de las características sexuales secundarias respectivamente.

1.3 CARACTERISTICAS PSICOLÓGICAS Los cambios físicos y psicológicos que se producen en la adolescencia significan para el menor la pérdida definitiva de su condición de niño, de ser nombrado y tratado como niño, lo cual lo lleva a tener una nueva relación con los padres y con el mundo.

Como afirma ABERASTURY:

“ Esta relación sólo es posible si se elabora lenta y

dolorosamente el duelo por el cuerpo de niño, por la identidad infantil y por la relación con los padres de la infancia”. ( ABERASTURY, 1985, Pág. 15)

El duelo que debe hacer el adolescente ante los cambios corporales de su cuerpo es doble; cuando los caracteres sexuales secundarios lo ponen en evidencia de su nuevo status y la aparición de la menstruación en la niña y del semen en el niño, le imponen el rol

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

de su definición sexual y el papel que tendrá que asumir en la unión con su pareja y la procreación.

Es importante mencionar los estados emocionales característicos de la adolescencia y que de alguna manera hacen más difícil la transición de este período. Los más comunes son el miedo, la preocupación, la ansiedad, la ira, los disgustos, las frustraciones, los celos, la envidia, la curiosidad, el afecto, el pesar y la felicidad en sus formas de euforia y júbilo.

Como señala MORAGAS: “ al iniciar la adolescencia hace su aparición la “nostalgia”, que consiste en la ausencia de un estado de ánimo concreto. Es un sentir que ya no se está alegre, o que ya no se está triste, sin poder decirse a sí mismo qué es lo que sustituye a aquella alegría o a aquella tristeza”. ( MORAGAS, 1970,Pág. 234)

El estado de ánimo que manifiesta hoy el adolescente es diferente al que manifestaba ayer, su nostalgia lo llevará a sentirse deprimido, negativo, triste, pero sin saber el porqué de aquella tristeza, se siente raro ante sus padres, maestros, hermanos etc., ya no es como era antes, ha perdido lo que lo definía, su equilibrio, su seguridad interna, aún no se conoce tal como es.

En este momento comienza la búsqueda de una nueva identidad que se va construyendo de forma consciente e inconsciente, en la medida en que el adolescente acepta abandonar su aspecto de niño, su papel, sus juegos, sus dependencias y asume los cambios de su cuerpo, así da paso a esa nueva identidad. Este proceso de búsqueda ocupa gran parte de su energía y es la consecuencia de la pérdida de la identidad infantil, en dicho proceso se presentan avances, retrocesos y fluctuaciones de personalidad, estados ambivalentes que son el cambio del desarrollo adolescente hacia la identidad adulta.

En el proceso de búsqueda de identidad la relación que el niño mantenía hasta ahora con sus padres va a cambiar. El adolescente luchará por independizarse del control de sus progenitores para lograr una imagen clara de sí mismo, dejará de idealizar a su padre o madre e iniciará una relación de críticas y ambivalencias al comportamiento de sus Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

padres,

cuestionará

su

autoridad

y

propondrá

alternativas

de

libertad

y

de

comportamiento, defenderá sus valores y despreciará los que quiera imponerle el adulto.

En este período el adolescente siente una gran idolatría por los personajes famosos, estrellas pop, campeones deportivos, héroes de la televisión, políticos, etc., y que de alguna manera ayudan al sujeto a decidir la actividad que realizará en el futuro.

Cuando el individuo ha alcanzado una madurez biológica, acompañada de una madurez afectiva e intelectual, cuando ha encontrado su propia identidad y está en condiciones de transcenderla y difundirla con otros, cuando es capaz de establecer

una relación

interpersonal con amigos, compañeros, etc., cuando tiene un sistema de valores, una ideología, un sentido de identidad del yo, cuando acepta a sus padres y al hecho de que es responsable de su propia vida, estará ya en el mundo adulto.

1.4 CARACTERISTICAS SOCIALES Aunado a los cambios físicos y psicológicos están los cambios sociales en la vida del adolescente, a lo largo del período que va de los 13 a los 17 años la posición social del adolescente es sumamente clara y peculiar comparada con las personas mayores y menores que él: no tiene ninguna.

El niño tiene el derecho social de que le hagan las cosas, y el adulto el derecho de hacer las cosas él mismo, el adolescente no es ya un niño pero tampoco un adulto, por lo tanto se encuentra suspendido en una situación “marginal”, en una especie de “limbo social” formal e informal, sin gozar de los derechos y privilegios del niño, ni tampoco de los del adulto. (RAPPOPORT, 1986)

Según la teoría sociológica como señala COLEMAN son los factores externos al sujeto los que dan paso al proceso de transición en lo social; ésto se lleva a cabo a través de dos conceptos claves; “socialización” y “papel”. Por la primera se entiende: “El proceso por el

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

cual los individuos incorporan los valores, los estándares y las creencias vigentes en dicha sociedad”.

Y por el segundo:

“ El comportamiento del individuo, según la posición que

desempeñe como hijo, hija, ciudadano, adolescente, padre, madre etc., dentro de la sociedad”. ( COLEMAN, 1982, P. 23)

Al formar parte de una sociedad aprende a través de los agentes de socialización – la familia, la escuela, los medios de comunicación, las amistades, las organizaciones sociales y políticas -

las expectativas asociadas con los diversos papeles que

desempeñará y que serán parte integral de su desarrollo.

La transición hacia la socialización adulta es sumamente difícil para los adolescentes, está llena de conflictos, pues las pautas de comportamiento social aprendidas en la infancia ya no se adaptan a las relaciones sociales maduras. A esto se agrega que el adolescente empieza a manifestar una actitud de rebelión; se resiste cada vez más a la ayuda de los padres, en particular a su dirección, supervisión y consejo, inicia muchos proyectos, pero le falta perseverancia, exige derechos y privilegios pero se niega a tomar alguna responsabilidad. Aún es dependiente, tanto funcional como emocionalmente de los padres y de otros adultos.

El adolescente necesita de una guía para alcanzar las expectativas sociales y el dominio de éstas se lleva a cabo a través de lo que HURLOCK define como tareas evolutivas y que a continuación mencionaremos:

1. - Establecer relaciones nuevas y más maduras con adolescentes de ambos sexos. 2.- Desear y alcanzar un comportamiento socialmente responsable. 3. -Desarrollar las habilidades y conceptos intelectuales necesarios para desempeñarse como ciudadano. 4.- Lograr una condición de mayor autonomía por medio de la independencia emocional respecto de sus padres y de otros adultos. ( HURLOCK, 1987, P. 121)

Estas tareas se llevan a cabo lentamente se producen al inicio de la adolescencia y se aceleran en la última etapa de la misma, el joven necesita tiempo para transformar toda

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

la estructura social de su vida infantil llevada hasta ese momento. Erikson dijo que es en la adolescencia cuando el individuo alcanza ese punto de sazón que permite vivir en sociedad y relacionarse con los demás como persona psicosocialmente sana o madura.

La socialización que tenga el adolescente durante este período de transición determinará en gran medida su nivel de socialización para el resto de su vida.

En general, podemos definir a la adolescencia

como un periodo de contradicciones,

ambivalente, confuso, doloroso, caracterizado por fricciones con el medio familiar y social, el cual fluctúa entre una dependencia y una independencia extremas y sólo la madurez le permitirá al individuo aceptar ser interdependiente de su entorno.

Así pues, en éste primer capítulo vimos la definición del concepto de adolescencia, los cambios físicos, psicológicos y sociales que se presentan en el adolescente en ésta etapa de su vida. En el siguiente capítulo veremos el concepto de familia, los diferentes tipos de familia que existen, como se da la comunicación dentro de ella, analizaremos adolescente y su núcleo familiar

así como la importancia

al

que tiene la familia en el

adolescente y su posible influencia en el surgimiento de conductas antisociales.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

CAPITULO 2

LA FAMILIA

2.1 DEFINICION DE FAMILIA A lo largo de la historia del ser humano, éste ha tenido diversas preocupaciones y necesidades de acuerdo al momento histórico en el que se encuentre, lo más importante era calmar sus necesidades básicas; alimento y vivienda. Poco a poco aprendió el hombre a sacar el fruto a la naturaleza, a utilizar herramientas, a compartir en agilidad y destreza con otros humanos y animales, para satisfacer éstas

necesidades, pero aparecieron

otras: las de afecto y amor, se unieron el hombre, la mujer y los niños bajo un mismo techo, lo que les permitió que desarrollaran esos sentimientos.

Actualmente no se ha demostrado científicamente

en que momento tiene su origen la

familia, así como las etapas de su evolución, sin embargo, se considera que la familia es la más antigua de las instituciones sociales humanas. (FROMM, 1986)

Las instituciones sociales se forman poco a poco mediante una práctica social continuada y uniforme de estrategias (modos de cazar, luchar, comerciar, emparejarse, educar, comunicarse) que van cuajando a través del tiempo, de ser meros usos y costumbres a convertirse en patrones fijos de comportamiento cultural, que se transmiten de generación en generación.

Para PASTOR RAMOS la familia es una institución social y la define de la siguiente manera:

“La familia es una institución social en el sentido de que constituye una auténtica estructura cultural de normas y valores, organizados de forma fija por la sociedad, para regular la acción colectiva en

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

torno a ciertas necesidades básicas; procreación, sexo, aceptación, intimidad o seguridad afectiva, educación de los recién nacidos e, incluso, producción y consumo básico de bienes económicos”. (PASTOR R. 1997, P. 86)

Antiguamente las familias eran muy grandes, en un mismo espacio convivían los padres, los hijos, los abuelos, los tíos, los primos y otras personas

con las que no había

parentesco. Aún así fue el primer modelo de grupo social en donde se moldeaba la personalidad de sus integrantes, principalmente de niños y adolescentes, se satisfacían las necesidades básicas y formaban su propio modo de expresar, sentir y relacionarse. En la actualidad este tipo de familia no llega a presentarse en la sociedad de nuestro tiempo principalmente por el factor económico.

Actualmente la familia ha sido considerada como uno de los contextos de desarrollo humano más importantes y cruciales para los individuos que viven en ella. Es un grupo humano singular, pues en su seno existen adultos que continúan su proceso de identidad y madurez personal y a su vez tienen la tarea de educar, orientar y guiar a los miembros más jóvenes. JESÚS PALACIOS nos da su definición de familia desde esta perspectiva:

“La familia es un grupo social en el que las relaciones que se establecen entre sus miembros están en gran parte mediatizadas por la misión educativa que tienen los adultos de proveer a los pequeños de los instrumentos y habilidades necesarios para que alcancen su plena madurez como personas. Y todo ello dentro de una atmósfera de cariño, apoyo, implicación emocional

y

compromiso mutuo duradero”. (PALACIOS, 1998, Pág. 19)

Este concepto nos presenta una visión más moderna, en la cual la familia se concibe como un primordial

contexto de desarrollo no sólo para los niños, como se veía

tradicionalmente, sino también para los adultos implicados en la misma.

En la familia tiene lugar la reproducción del ser humano, la crianza y educación de los mismos, en ella aprendemos a comer, a caminar, hablar, a conocer el mundo que nos rodea, a razonar, a tratar a otras personas, a comunicarnos, a dar y recibir afecto, ahí experimentamos nuestras primeras emociones, aprendemos a conocer Ma Del Carmen De La Cruz González.

el dolor y la

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

frustración; ahí aprendemos a vivir y convivir, aprendemos la diferencia entre lo bueno y lo malo, entre lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. Ahí recibimos educación para tener el comportamiento adecuado en cada situación de la vida, la marca de su influencia continuará presente a lo largo de nuestra vida.

La familia independientemente de como esté constituida tiene diferentes funciones, para algunos autores éstas podrían ser universales, con sus variantes en tiempo y espacio pero siempre se encuentran presentes, a continuación las mencionamos: Y Dar continuidad a los seres humanos a través de la procreación. Y Satisfacer las necesidades materiales básicas como alimento, vestido, vivienda, de los integrantes de la familia en especial de los menores. Y Educar y socializar a través de un proceso interactivo de aprendizaje en el cual el niño irá interiorizando actitudes, valores, costumbres, sentimientos, modismos lingüísticos y patrones culturales propios de su entorno social. Y Satisfacer las necesidades psicológicas de cada uno de los integrantes al dar un clima de amor y

afecto incondicional, el cual les ayudará a tener seguridad,

confianza, tranquilidad y valor como seres humanos. Y Enseñar una serie de valores morales

y religiosos que serán guía del

comportamiento de cada uno de los integrantes y que marcarán su influencia en la conducta social.

La familia constituye para los hijos el agente psíquico de la sociedad, transmite los modelos de la sociedad en general y la interpretación que los padres hacen de ella, marcarán su influencia sobre nuestra personalidad. Todo lo que sucede en la familia, se va a reflejar en la sociedad, las relaciones que en el interior de ella se presentan, la forma de comunicarse, entre otras, va a ser la manera en que la propia familia va a actuar, ya que también es influenciada por el exterior.

La familia como lo menciona LUIS LEÑERO (1976) es una unidad social que refleja en sí misma los grandes problemas de la sociedad global en que vivimos. Es, además, una

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

unidad de relaciones humanas que depende de miles de influencias externas y que se relaciona prácticamente con todos los problemas y dimensiones de la vida humana.

Finalmente podemos decir que la familia debe de fomentar en todas nuestras etapas de desarrollo; el sentirnos amados, el ser aceptados, el hacernos responsables de nuestros actos, el sentir respeto y confianza por nosotros mismos, el no hacernos sentir culpables, rechazados o abandonados pues éstos últimos sentimientos generan un comportamiento negativo, sobre todo en niños y adolescentes, que es el tema de interés del presente trabajo y que analizaremos más adelante.

2.2 DIFERENTES TIPOS DE FAMILIA A través de la historia de la humanidad, no ha habido un tipo de familia, ésta ha evolucionado para alcanzar objetivos y caminos diferentes, marcados por la localidad, la cultura y la sociedad. Cada tipo de familia depende de muchos factores tanto externos como internos.

El término “familia” se aplica indiscriminadamente a dos unidades sociales básicamente diferentes en su composición y en sus posibilidades funcionales. La palabra designa, por un lado, a un grupo íntimo y fuertemente organizado compuesto por los cónyuges y sus hijos, y por otro, a un grupo difuso y poco organizado de parientes consanguíneos.

Según LUIS LEÑERO (1976) nos dice que existen dos tipos de familia: la conyugal y la consanguínea, la primera es el primer tipo que surge en el origen de la historia humana; está constituida por un grupo íntimo y fuertemente organizado en función de los lazos conyugales de los cuales se derivan los descendientes inmediatos (hijos) La segunda está constituida por un grupo más o menos amplio en el que predominan las normas derivadas del parentesco: las relaciones padres – hijos, las que existen entre hermanos, entre parientes colaterales, todas en función del vínculo sanguíneo.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

13

Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

Para RALPH LINTON (1986) existen también dos tipos de agrupación: la familia conyugal y la familia consanguínea, nos dice que actualmente todas las sociedades reconocen ambos tipos.

El tipo conyugal también denominado elemental o nuclear fue el primero en la historia humana, el primero que se integró a las estructuras sociales, es una unidad biológica, su base esencial es la continuidad de la relación sexual y la satisfacción de la dependencia infantil.

“El

grupo formado por el padre, la madre y los descendientes se mantiene unido por la

vinculación del padre a la madre y por la dependencia física del hijo respecto a ésta, reforzada en un período posterior por los lazos de afecto y de dependencia emocional que se desarrollan durante el período infantil. La asociación del padre y del hijo es secundaria y proviene de su interés común por la madre y de su residencia común con ella”. (FROMM, 1986 Pág. 11)

Lo más importante y lo que prevalece en este tipo de familia es el factor psíquico de la mutua atracción, del amor y el apoyo afectivo, éste es más importante que lo económico, que la satisfacción de las necesidades fisiológicas de los niños y adolescentes, por lo tanto, se convierte en la gran riqueza y, al mismo tiempo, en la gran fragilidad de la familia conyugal, expuesta a muchas más crisis psíquicas y divorcios en la actualidad.

LA FAMILIA NUCLEAR TIENE UN FUERTE PESO EN EL DESARROLLO INFANTIL, YA QUE DE LA CALIDAD DE LA RELACION DE PADRES- HIJOS, DEPENDE LA PRIMERA COSMOVISIÓN DEL INFANTE; ÉSTA PUEDE SER AGRADABLE, GRATIFICANTE, INTERESANTE O POR EL CONTRARIO, EXTRAÑA, ATERRORIZANTE, ABURRIDA, DEFORMANTE.

El tipo consanguíneo es tan antiguo como la reproducción, pero su reconocimiento como grupo funcional social se da en una sociedad más civilizada. En este tipo de familia es

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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donde nacemos y crecemos, puede realizar la mayoría de las funciones del grupo conyugal. RALPH LINTON dice:

“En él existen, normalmente, adultos de ambos sexos y por ello puede tener autonomía en lo que se refiere a las aptitudes complementarias para la producción económica. Por la misma razón, puede asumir con éxito la tarea de cuidar y educar a los hijos, (...) puede satisfacer en gran parte sus necesidades psicológicas”. (FROMM, 1986, Pág. 13)

Aparentemente este tipo de familia puede cumplir casi todas las funciones de la familia conyugal, sin embargo, a diferencia de ésta los lazos emocionales son más difusos y menos intensos, se vive en familia por el hecho de tener la misma sangre, no por que se encuentre necesariamente amor y afecto íntimo. La única necesidad personal que no puede satisfacer es la sexual.

Actualmente con el advenimiento de la industrialización, la cultura moderna, urbana y tecnológica; ambos tipos de familia han experimentado una serie de modificaciones que sólo son respuesta a las situaciones que demanda nuestra sociedad. Esto a generado que la familia de tipo conyugal sea la que predomine más en esta sociedad mexicana. Incluso en los países industrializados las casas o departamentos que se construyen actualmente están pensados para ser habitados por este tipo de familia. El control de la natalidad y el querer aislarse de la familia consanguínea se suman a esta cuestión.

Este modelo de familia nuclear o conyugal incluye varios subtipos:

FAMILIA NUCLEAR

Formada por papá, mamá e hijos

FAMILIA CON UN SOLO PROGENITOR

Formada por papá e hijos o mamá e hijos

(FAM. MONOPARENTAL) PAREJAS QUE COHABITAN

Formada por parejas que no han contraído matrimonio y que crían a sus hijos juntos.

PAREJAS HOMOSEXUALES

Formada por parejas que representan frente a sus niños el papel de padres.

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FAMILIAS COMUNITARIAS

Formada por varios conjuntos de padres que comparten las tareas de la crianza de los diferentes niños.

FAMILIAS RECONSTRUIDAS

Son el resultado del nuevo casamiento de los padres divorciados o viudos, cada uno de los cuales aporta dos o más grupos de hijos a la nueva alianza. (KOLODNY, 1992)

Todas estas posibles variantes de familia hacen que ninguna se parezca a otra, todas tienen su propia y muy particular forma de relacionarse y de comunicarse. Además de tener composiciones diversas, a través de los años, las familias no son siempre las mismas, las personas que la integran cambian y las familias también.

2.3 COMUNICACIÓN DENTRO DE LA FAMILIA La comunicación en un proceso psicosocial básico en cualquier tipo de interacción humana, pero particularmente decisivo en la familia. Un proceso en el cual se da y se recibe información, es una manera de intercambiar ideas, sentimientos, experiencias y mensajes. La comunicación permite establecer relaciones entre las personas, tanto dentro de la familia como fuera de ésta. A continuación presentamos lo que BERTHA MIRANDA nos dice al respecto:

“Entiendo la comunicación como el acto de relación entre dos o más sujetos, mediante el cual se evoca

en común un significado, entonces, para que se dé

necesario pensar que se trata de conversar, de dialogar

realmente la comunicación es

para establecer entre dos o más

personas algo en común, por lo tanto es indispensable saber actuar con responsabilidad social, es decir, aprender a escuchar, a ver, a compartir vivencias, experiencias, problemas, alternativas de solución”. (MIRANDA 2000 Pág. 33)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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En el proceso de comunicación se requiere de un emisor ó hablante

el cual inicia la

comunicación al emitir un mensaje claro, éste es escuchado por el receptor o escucha quién recibe el mensaje con códigos y lenguaje claro. En este proceso el emisor no será siempre el que envié el mensaje, debe dar oportunidad al receptor para que emita sus propios mensajes, con este

intercambio o retroalimentación que se dé entre ambas

partes, se establece el proceso de la comunicación.

Emisor

Mensaje

ó

Receptor ó

hablante

escucha Retroalimentación ó Intercambio

La comunicación presenta dos modalidades:

1.- LA COMUNICACIÓN VERBAL, en la que se utiliza el lenguaje verbal (fonético) y 2.- LA COMUNICACIÓN NO VERBAL o lenguaje corporal, es aquel en el que se utilizan diferentes tipos de expresiones faciales, movimientos corporales, posturas, ademanes, formas de vestir, señales como sonreír, decir adiós, quedarse callado, desviar la mirada, sonrojarse, etc.

Para que un mensaje sea claro los dos tipos de comunicación deben coincidir, los sentimientos y actitudes transmitidos por medio de los gestos deben ser acordes con el contenido verbal que se transmite.

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LA COMUNICACIÓN ABARCA LA DIVERSIDAD DE FORMAS COMO LA GENTE TRANSMITE INFORMACIÓN: QUÉ DA Y QUÉ RECIBE, CÓMO LA UTILIZA Y CÓMO LE DA SIGNIFICADO.

La calidad de la comunicación en la familia está relacionada con la capacidad de transmitir lo que se desea y la habilidad de escuchar a los demás, permitiendo la libre expresión de pensamientos, sentimientos y actitudes.

VIRGINIA SATIR indica:

“Una vez que el individuo llega al planeta la comunicación es el factor determinante de las relaciones que establecerá con los demás, y lo que suceda con cada una de ellas en el mundo”. (SATIR, 1991, Pág. 64)

Recordemos por lo tanto que toda comunicación es aprendida, al nacimiento del bebe, éste llega con sus elementos en bruto, no tiene concepto de sí mismo, no tiene experiencias de interacción con los demás, ni experiencias para enfrentar al mundo; ésto lo aprende a través de la comunicación que tiene con las personas que en primera instancia va a conocer: “ sus padres”.

Por lo tanto, las formas de comunicarse entre los familiares determina, en parte, la manera en que el niño y el adolescente se relacionan con los demás. Una comunicación clara y abierta, respetando la idea del otro, significa un gran esfuerzo día con día y una enorme voluntad para resolver los problemas que se van presentando.

Cada familia presenta diferente modalidad de comunicación, ésta determinará que tan abierta, encubierta o directa es la comunicación, si se utiliza a otros miembros de la familia para enviar un mensaje a un tercero y que tan congruente es con el resto de las ideas que se transmiten ya sea a través de ejemplos o de actitudes.

En la familia se dan relaciones de intimidad y convivencia diaria, la comunicación clara, abierta y libre entre sus miembros ayuda a mantener la salud familiar y de cada uno de Ma Del Carmen De La Cruz González.

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sus integrantes. Mensajes simples como un saludo o difíciles como lograr que todos los familiares tengan intereses comunes, compartan, acepten o respeten reglas de comportamiento o de obligaciones forman parte de una buena comunicación y convivencia diaria.

La comunicación suele ser un calibrador de la autoestima de los individuos. En el caso de los niños y adolescentes la comunicación que reciben de sus padres o de las personas que intervienen en su educación, les crea una imagen de sí mismos, positiva o negativa dependiendo del tipo de mensaje que se les dé. La primera destaca aspectos positivos, transmite sentimientos agradables de afecto, aceptación y seguridad;

la segunda

transmite mensajes negativos que generan agresiones, rebeldía, rechazó y devalúan a la persona que los recibe creando en ella resentimientos y baja autoestima. (PICK, 1997)

Es necesario que tanto los padres como los niños y adolescentes (por ser éstos últimos el tema de nuestro interés) aprendan a comunicar sus sentimientos, a expresarlos de manera clara y honesta y no agresiva, cuidando la forma de transmitir el mensaje con un lenguaje claro y congruente. Esto permitirá que en la

familia se

abran

canales de

comunicación que permitan solucionar conflictos y establecer reglas familiares para una adecuada convivencia y formación.

LOS PADRES DEBEN ESTAR PREPARADOS PARA EJECUTAR LAS DOS PARTES PRINCIPALES DE LA COMUNICACIÓN: ENVIAR MENSAJES CLAROS Y APRENDER A ESCUCHAR.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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NORMAS

PRACTICAS

PARA

UNA

BUENA

COMUNICACIÓN

CON

EL

ADOLESCENTE:

1.- No trate de silenciar a su adolescente. 2. - No pretenda que comprende exactamente lo que siente su adolescente, porque lo más probable es que eso sea falso. 3.- No tema reconocer que está equivocado. 4.- La crítica incesante a lo sumo provocará respuestas defensivas, no los cambios que usted desearía ver. 5.- Cálmese antes de hablar. La cólera generalmente destruye las comunicaciones, y a menudo conduce a decir cosas que uno no piensa realmente. 6.- No pretenda tener todas las respuestas acertadas, o creer que su respuesta acertada es la única solución existente. 7.- No intente ganar discusiones con su adolescente; en cambio, trate de comprender por qué está discutiendo y de ver cómo puede transformar la discusión en análisis más sustancial. 8.- Evite mostrarse hipócrita. 9.- Trate de ver las cosas desde el punto de vista de su adolescente, pero no permita que él lo presione para llevarlo a aceptar algo que después usted lamentará. 10.-Sea honesto en lo que dice a su hijo, pero exprese su honestidad de un modo que no sea destructivo para los sentimientos del adolescente. 11.- Evite presentar ultimátum y órdenes, excepto cuando es absolutamente necesario; estas actitudes tienen una notable tendencia a producir resultados contraproducentes. 12.-Si usted no escucha cuidadosamente lo que su adolescente tiene que decir, es probable que él o ella tampoco lo escuchen con atención. 13.- Evite exagerar la energía y el dominio. Imponerse a su adolescente sólo para demostrar una idea es el modo de perder la batalla. (KOLODNY, 1992, Pág. 36)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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2.4 EL ADOLESCENTE Y SU NÚCLEO FAMILIAR Cada familia posee una personalidad y un estilo propio, la presencia de un adolescente como miembro de la familia tiende a producir tensiones y presiones que no existían cuando éste era pequeño. Durante éste período encontramos situaciones muy distintas de las que se presentan en cualquier otra etapa del desarrollo, así que se puede decir “que tanto padres como adolescentes caminan a ciegas”

(SATIR, 1991) ya que resulta difícil

comprender a los adolescentes y también convivir con ellos.

Cuando los hijos llegan a la adolescencia, la familia enfrenta una pesada tarea: aceptar la diferenciación de papeles o roles de los hijos crecidos, así como su separación paulatina del hogar. Como señala ABERASTURY: “El adolescente provoca una verdadera revolución en su medio familiar y social y esto crea un problema generacional no siempre bien resuelto”. (ABERASTURY, 1985, P. 19).

A partir de éste período los hijos no deben de ser tratados como niños por sus padres, éstos tienen que desprenderse del hijo niño y evolucionar hacía una relación con el hijo adulto, deben de sentirse más cerca de sus adolescentes

ahora que cuando eran

pequeños, pues los comienzan a ver como personas más que como seres dependientes, la comunicación y el diálogo deben ser cada día mayor de tal manera que exista confianza entre ambas partes. Los problemas surgen cuando hay resistencia de parte de los padres a aceptar los cambios de los adolescentes, por ignorancia, incomprensión o rechazo.

“El adulto se siente atacado, enjuiciado, molestado y amenazado por esta ola de crecimiento y suele reaccionar con una

total incomprensión, con rechazo y con un reforzamiento de su

autoridad”. (ABERASTURY, 1985, P. 26)

Los padres necesitan saber que al inicio de la adolescencia hombres y mujeres pasan por un período de profunda dependencia, necesitan de ellos tanto o más que cuando eran bebes, que esa necesidad de dependencia suele ser seguida de una necesidad de Ma Del Carmen De La Cruz González.

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independencia, que la posición útil de los padres es de espectadores activos, no pasivos, y el acceso a la dependencia o independencia esté basada en las necesidades del hijo.

En las familias mexicanas la autoridad es representada por los padres, que al sentirse removidos de ésta a través de las críticas, juicios y facultades nuevas de sus hijos adolescentes, suelen reaccionar con incomprensión y rechazo.

“Para los padres no es fácil establecer relaciones sobre una base nueva; no saben resignarse a perder el poder absoluto sobre sus hijos, sufren al ver cómo se disgustan, se sienten disminuidos de importancia y dejados aparte”. (BARTOLOMEIS, 1978,P.210)

Ocurre también que los padres durante éste período de la vida de sus hijos se enfrentan a una serie de duelos ( ABERASTURY, 1985) tales como: Y Hacer el duelo por el cuerpo del hijo pequeño; al perderse para siempre el cuerpo de su hijo niño se ve enfrentado con la aceptación del devenir, del envejecimiento y de la muerte. Y Hacer el duelo por su identidad de niño; debe abandonar la imagen idealizada de sí mismo que su hijo ha creado y en la que él se ha instalado. Ya no podrá funcionar como líder o ídolo y deberá, en cambio, aceptar una relación llena de ambivalencias y críticas. Y Hacer el duelo por su relación de dependencia infantil; ahora será juzgado por su hijo, y la rebeldía y el enfrentamiento son más dolorosos, al mismo tiempo, la capacidad y los logros crecientes del hijo lo obligan a enfrentarse con sus propias capacidades y a evolucionar sus logros y fracasos.

El adulto en las relaciones con sus hijos se basa en sus valores que son producto de una época diferente, de una educación tradicional. Durante éste proceso, es posible que los adolescentes critiquen a los padres, rechacen muchos de sus valores, se presenten discusiones y desacuerdos coléricos, exhibiciones de mal humor, desobediencia y “rebelión”, no por falta de respeto sino como signo del proceso de crecimiento, separación y maduración. Ma Del Carmen De La Cruz González.

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En esta dinámica se observa un comportamiento de

rebelión que como menciona

BARTOLOMEIS:

“Debe

hacer pensar no solo en una lucha abierta, sino ante todo en una gran separación del

adolescente respecto de los modos de pensar y de sentir de los padres, es decir, del alejamiento psicológico de su influencia en diversa medida protectiva y autoritaria... ...la rebelión no es más que una de las reacciones a una situación de experiencia dominada por la acción protectiva y represiva de los padres”. (BARTOLOMEIS, 1985, P.218)

En una familia cada miembro tiene metas individuales y familiares, durante la adolescencia la mayor parte de ellas será en términos individuales. Los cambios que conlleva

la

adolescencia llevan al sujeto a transformar sus relaciones con su núcleo familiar; ya no es el niño que acepta pasivamente las órdenes o sugerencias de los padres, sino un sujeto que de acuerdo con sus características siente y demanda el derecho a hablar, a ser escuchado, a disentir lo que está establecido y a proponer cambios, lo que genera una nueva DINAMICA FAMILIAR. Puede definirse ésta como el modo en que los miembros de la familia interactúan unos con otros, y el modo en que la familia, en conjunto o a través de sus subsistemas, resuelve los problemas y los conflictos nuevos a medida que aparecen.

( KOLODNY, 1992)

Es muy importante mencionar que el adolescente al igual que sus padres también se enfrenta a una serie de duelos como: Y El perder el cuerpo infantil y enfrentarse a aceptar los cambios que ocurren en su organismo. Y La renuncia a la dependencia infantil y aceptar responsabilidades que muchas veces desconoce. Y El duelo por los padres de la infancia en los que sigue buscando el refugio y la protección que ellos significan. ( ABERASTURY, 1985)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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La tarea del adolescente es monumental, se encuentra sometido a una enorme presión mientras se abre paso a su nuevo mundo. La posibilidad de que el adolescente avance en su proceso de identidad, es transformando las relaciones de los padres con sus hijos, donde los primeros reconozcan los cambios y las necesidades de ellos, en un ambiente de diálogo y libertad, se respeten las ideas y valores, se hagan conscientes las formas y estructuras de la sociedad que los están determinando.

Los padres deben crear un contexto dentro del cual favorezcan su desarrollo, hacerlo con el

mismo cuidado que emplearon cuando sus hijos eran pequeños, desarrollar su

autoestima, su dignidad de adolescente, brindarle los lineamientos útiles que le darán su madurez social y psicológica. Como nos dice BARTOLOMEIS:

“Cuando los padres reconocen a sus hijos el derecho a tener una personalidad y les favorecen la necesidad de independencia, renunciando a tenerlos bajo un control continuo e invasor, el desacuerdo no adquiere caracteres dramáticos, sino que se mantiene en los límites de una diversidad en las maneras de pensar y de actuar en relación con una diversidad de edad y de necesidades. Podríamos decir que es un desacuerdo democrático”. (BARTOLOMEIS, 1985, P. 219)

EN VEZ DE RODEAR AL ADOLESCENTE DE UN MONTON DE RESTRICCIONES Y LIMITACIONES, DEBES CONCENTRARTE EN DESARROLLAR UNA RELACIÓN FINCADA EN LA SINCERIDAD, EL SENTIDO DEL HUMOR Y LA ORIENTACIÓN REALISTA. ANTE TODO, LOS ADOLESCENTES NECESITAN RELACIONES SENSIBLES Y FLEXIBLES CON ADULTOS EN LOS QUE PUEDAN CONFIAR. SI DISPONEN DE ESTO, SORTEARÁN LAS TORMENTAS QUE SIN DUDA APARECERÁN A LO LARGO DE ESTE PERIODO EMOCIONANTE, ATEMORIZANTE Y TURBULENTO. AL FINAL ENCONTRARÁN UNA JOYA INCOMPARABLE: UNA PERSONA RECIEN EVOLUCIONADA.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Los padres podrán darse cuenta que la adolescencia ha cumplido su propósito cuando él o ella demuestre que sabe ser dependiente, independiente e interdependiente; cuando demuestre que tiene una elevada autoestima, sepa ser congruente, tenga la capacidad de relacionarse de manera íntima, de tomar responsabilidades y correr riesgos. Estas nuevas características tal vez incluyan una relación transformada con sus padres, la cual será reflejo del deseo de trabajar juntos.

El final de la adolescencia es el comienzo de la madurez, de la edad adulta.

2.5 LA INFLUENCIA DE LA FAMILIA EN EL ADOLESCENTE Y EL POSIBLE SURGIMIENTO DE CONDUCTAS ANTISOCIALES. La familia es la unidad social responsable de la educación del individuo, dentro de ella debe encontrar el adolescente no sólo la satisfacción de sus requerimientos materiales básicos, sino sobre todo un ambiente propicio para lograr su identidad personal, su autonomía, los necesarios vínculos afectivos, la internalización de formas adecuadas de relación social y el papel que le corresponde cumplir dentro de su contexto social.

Los especialistas aseguran que las familias sanas son las instituciones más prometedoras de la sociedad para dar marcha atrás al problema de las conductas antisociales, las que dan protección, apoyo y contribuyen a desarrollar y formar la personalidad del individuo durante toda su vida. Aseguran que son los padres los principales aliados para prevenir éste tipo de conductas, sin embargo, cuando las funciones de la familia no se cumplen, y encontramos en ella;

carencias afectivas, educacionales, morales,

de valores,

económicas, etc. pueden ser las principales generadoras de conductas antisociales en los adolescentes.

Se aplican varios términos para referirse a las conductas antisociales tales como; trastornos de conducta,

problemas de conducta y delincuencia. A continuación

definiremos que son las conductas antisociales según KAZDIN:

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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“Son una amplia gama de actividades tales como acciones agresivas, hurtos, vandalismo, piromanía, mentira, ausentismo escolar y huidas de casa. Aunque estas conductas son diferentes, normalmente se consideran juntas... ... todas estas conductas infringen reglas y expectativas sociales importantes, y muchas de ellas igualmente reflejan acciones contra el entorno, incluyendo a personas y propiedades”. (KAZDIN, 1994, P. 19)

La etiqueta conducta antisocial

se emplea para referirnos ampliamente a cualquier

conducta que refleje el romper o no respetar reglas sociales o sea una acción que vaya contra los demás. El término se emplea para referirse

a aquellos niños o adolescentes que manifiestan un patrón de conducta

antisocial, bien cuando existe un deterioro significativo en el funcionamiento diario en la casa o escuela, o bien cuando las conductas son consideradas incontrolables por padres, familiares y amigos. De esta forma trastorno de conducta se reserva para la conducta antisocial clínicamente significativa y que sobrepasa claramente el ámbito del normal funcionamiento. Cuando ésto pasa suele ponerse al joven en contacto con agentes sociales como: servicios de salud mental (clínicas y hospitales) y sistemas de justicia penal (policía y juzgados) (KAZDIN, 1994)

Diversos estudios señalan la posible influencia

de la familia en el surgimiento de

conductas antisociales, BEATRIZ DE LA VEGA nos dice:

“El hombre se desarrolla dentro de la institución familiar, y si ésta no cumple su misión, aquél será perjudicado”. (DE LA GARZA, 1987, P. 13)

Los estudiosos de la conducta de niños y adolescentes ponen especial énfasis en los aspectos de la vida familiar que causan daños profundos en la personalidad del menor, formando así individuos antisociales. Los padres muestran menor aceptación de sus hijos, menor calor, afecto, apoyo emocional, menor apego, una comunicación de menos apoyo y más defensiva entre los miembros, menor participación en actividades familiares y un claro dominio de un miembro (padre o madre)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Cuando hay gran infelicidad entre los padres, conflictos personales, agresiones físicas y verbales, disputas de pareja, aumenta la posibilidad de que los niños cometan actos delictuosos, los niños criados en hogares felices son menos delincuentes que los que proceden de hogares infelices. Estén o no separados los padres, lo que está asociado al riesgo de conducta antisocial es el grado de discordia y conflicto.

Como señala KENNEY Y PORSUE:

“Aparentemente, la discordia matrimonial tiende a exponer al niño a influencias delictivas, tal vez debido a un franco rechazo o descuido, o por que se mina el respeto a los padres y por lo tanto la fuerza de autoridad”. ( DE LA GARZA, 1987, P. 14)

Muchos de los padres ante su falta de autoridad los dejan hacer, los envician, se pliegan ante chantajes más o menos encubiertos, en suma, se muestran débiles. Ya se sabe cuán pocas consideraciones tienen los adolescentes por los débiles, aunque se trate de sus padres. Otros son partidarios de la otorgación de una excesiva libertad como lo asegura ABERASTURY (1985) y que el adolescente vive como “abandono” y que en realidad lo es, BARTOLOMEIS (1985) comparte esta misma idea al decir que el “abandono” es el nombre a dar a la libertad sin condiciones: “Los partidarios de la libertad incondicional ( mi hijo ya no es un niño y los tiempos también son distintos) tratan de ocultar su negligencia o impotencia tras la idea de que los jóvenes no hacen nada malo y que tienen pleno derecho a divertirse” ( BARTOLOMEIS, 1985, P. 210)

Los padres de niños antisociales o delincuentes son menos propensos a controlar dónde van sus hijos o a preocuparse de su cuidado cuando faltan a casa, no existen reglas sobre donde pueden ir sus hijos y cuándo deben volver, permitiendo que vaguen por las calles y realicen muchas actividades independientes y no supervisadas. “Cualquiera que sea la organización familiar, los contactos entre sus miembros o su relación con la comunidad, la disminución de la autoridad familiar, tanto moral como emocional en la vida del adolescente, aumenta también la probabilidad de la delincuencia”. (DE LA GARZA, 1987, P. 14)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Las prácticas disciplinarias especialmente duras, relajadas, irregulares e inconsistentes de uno de los padres, o en otros casos de ambos, están relacionadas con la delincuencia. Un ejemplo claro de ésto es; la severidad del castigo por parte del padre y la disciplina relajada por parte de la madre. Cuando los padres son consistentes en sus prácticas disciplinarias, aún siendo éstas injustas o punitivas, los niños y adolescentes corren menos riesgo de convertirse en delincuentes.

RODRÍGUEZ MANZANERA (2000) analiza cuatro diferentes “actitudes” de los padres que con mayor frecuencia encontramos en muestro medio y que pueden ser susceptibles de producir personalidades antisociales: 1. Padres autoritarios; se creen superiores a los hijos, creen que siempre tienen la razón, que

imponen su criterio irracional, por el sólo hecho de ser mayores de

edad y fuerza; el autoritario que se impone “porque sí”; los tiranos que desahogan todas sus frustraciones agrediendo al hijo; los que educan a golpes porque así fueron educados. No deben olvidar que ante los padres autoritarios los niños no se rebelan, sino hasta después, en la adolescencia o en la juventud. 2. Padres blandos; son el extremo contrario de los primeros, los que siempre dan la razón al hijo por ser pequeño, son incapaces de corregir, los que dan a sus hijos en exceso, pues a ellos les fue negado todo. 3. Padres fraudulentos; sienten a los hijos como una molestia, generalmente porque los han tenido sin desearlos o porque su falta de educación o su egoísmo no les permite actuar en otra forma. Abandonan a sus

hijos para dedicarse a sus

compromisos sociales, los internan, o los mandan a estudiar al extranjero con el único objeto de eludir su responsabilidad. Responden al niño cualquier cosa, juegan con él pensando en otros asuntos, ocultan en regalos y juguetes la falta de afecto. 4. Padres normales; los

que saben dosificar la bondad y la disciplina, los que

comprenden el amor como algo amplio, que implica perdonar, pero obliga también a corregir. Que tratan al niño o adolescente como un ser humano, al que hay que respetar, y al que debe darse razón cuando la tiene, y al que se

reconocen

derechos a la par de sus deberes.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Los menores educados en esta última forma difícilmente tienen problemas con la justicia, la mayoría de los que han presentado conductas antisociales, son menores que provienen de hogares en disolución, desorganizados o que de hecho no existen.

La conducta delictiva, la drogadicción, el alcoholismo particularmente del padre,

y la

infidelidad producen una conducta irresponsable por parte de éste hacía la familia, lo que genera relaciones negativas entre los esposos e hijos y un alto

y frecuente nivel de

incomunicación.

Existe un tipo de familia que RODRÍGUEZ MANZANERA (2000) la llama “criminógenica” ; en ésta es casi imposible que el menor no llegue a delinquir, ya que por lo general sus primeros delitos son dirigidos por los mismos padres, viven en un ambiente de absoluta promiscuidad, donde no es extraño el incesto, donde impera la miseria y el hambre, donde los niños son mandados por los padres a delinquir o a pedir limosna, y cuando son mayores a prostituirse. El padre es alcohólico o drogadicto, labora en los oficios más bajos y miserables (recoger basura, cargador, pepenador etc.) o es delincuente habitual y de poca monta (ratero), su inteligencia es escasa, es un sujeto instintivo y realmente agresivo, en ciertos casos se trata de un psicópata.

La madre por lo común está viviendo en unión libre, y los hijos que tiene provienen de diversas uniones, en ocasiones no podría identificar quién es el padre de sus hijos. Estas familias habitan en barrios o regiones altamente criminógenas, ciudades perdidas donde ni la policía se atreve a entrar.

El menor que sale de estas familias es el de mayor

peligrosidad, y también el de más difícil tratamiento, pues tiene en contra herencia, familia, formación, ambiente etc. en las escuelas de reeducación o consejos tutelares será el jefe y maestro de los demás.

La familia puede influir en muchas formas en la desadaptación o inadaptación del menor, y aun en su conducta francamente antisocial. El Dr. BUENTELLO señala en el siguiente cuadro la existencia de “familias deformantes”:

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1. FAMILIA CARENCIAL

Inculta, pobre, débil e indiferente

2. FAMILIA DESORDENADA

Ocupada,

inarmónica,

compromisos

sociales, jugadores, cabarets. 3. FAMILIA DISCORDANTE

Divorcio por incompatibilidad, problemas emotivo-sexuales.

4. FAMILIA INSEGURA

Por emociones ético-socialmente en vías de cambio, inferioridad.

5. FAMILIA TIRÁNICA

Constitución paranoica, ambición, egoísmo, sadomasoquismo, prejuicios de casta.

6. FAMILIA ANÓMALA

Psicopatías,

deficientes

mentales,

alcoholismo,

drogadicción,

adicciones,

prodigalidad. 7. FAMILIA PATOLÓGICA

Neurosis, psicosis, demencias

8. FAMILIA NOCIVA

Perversiones, vandalismo, amponería.

9. FAMILIA TRAUMATIZANTE

Con problemas de relaciones humanas, con orgullo de estirpe, egoístas, nihilistas.

10. FAMILIA CORRUPTORA

Anormales: en el sentido sexo-sentimental; prostitución, lenocinio. En el sentido social o parasocial; vagabundee. En el sentido de propiedad; malvivencia.

11.FAMILIA ANTISOCIAL

Delincuencia,

criminalidad,

terrorismo,

toxicomanía. 12. FAMILIA EXPLOTADORA

De menores, de adultos, extorsión, chantaje.

13. FAMILIA BIEN

Descendientes

sobreprotegidos,

características de padres que no trasmiten a hijos, sino los protegen y encubren. 14. FAMILIA PUDIENTE

Ambición, lujo excesivo, influyentes.

15. FAMILIA AMORAL

Sin ética personal, sin ética social, sin ética religiosa. (BUENTELLO, en: RODRÍGUEZ, 2000, Pág. 97)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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En el caso de

las familias monoparentales donde uno de los padres ésta ausente y no

hay una persona que lo sustituya, los controles son débiles o nulos, los roles tanto de padres como de hijos son confusos, están de igual manera más propensos a generar conductas antisociales. Existen casos donde la madre es la única responsable de los hijos, se ve obligada a trabajar y estar fuera del hogar; los descuida, y favorece de esta manera, conductas delictivas.

“La

estructura familiar débil (por ausencia de uno de los padres o ambos), produce la

insatisfacción de las necesidades afectivas y de seguridad, e infunde sentimientos de soledad y vacío emocional. El adolescente busca suplir estas carencias con su grupo de amigos. Todos los muchachos tienden a reunirse en grupo de manera natural. Los que padecen problemas familiares no tienen control por parte de los padres, lo que les facilita la asociación con pandillas o que desarrollen actividades antisociales. El muchacho se une a un grupo en el cual el uso de drogas y la delincuencia son conductas frecuentes y aceptadas, ya que forman parte de una serie de valores contraculturales (lo más probable es que él imitará tales patrones a fin de ser admitido)” (DE LA GARZA, 1987, Pág. 21)

La conducta

de niños y adolescentes se ve afectada por los aspectos familiares, y a la

larga es inevitable la causa de daños en su personalidad, el abandono que siente y el sentimiento de rechazo hacia la familia lo lleva a unirse a la pandilla de su barrio, en ella encuentra

compañerismo, un sentimiento de

seguridad e integración. Aprende a

conformarse con las normas de conducta establecidas por la pandilla (uso de drogas, alcohol, robo, etc.) si desea permanecer en ella.

Los miembros de la pandilla están más unidos entre sí por sus propias incapacidades que por sus objetivos mutuos, se sienten insatisfechos, excluidos, frustrados, inseguros y atrapados en su ambiente. Por

lo tanto, se puede decir que la pandilla forma más

adolescentes antisociales que sociales.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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FACTORES FAMILIARES Y SU RELACION CON LAS CONDUCTAS ANTISOCIALES DE LOS MENORES. 1. Hogar sobrehabitado 2. Hogar sucio y desordenado 3. Delincuencia del padre 4. Delincuencia de la madre 5. Alcoholismo del padre 6. Alcoholismo de la madre 7. Disturbio emocional del padre 8. Disturbio emocional de la madre 9. Daño físico severo en el padre 10. Daño físico severo en la madre 11. Dependencia económica de la familia 12. Deficientes hábitos laborales en el padre 13. Mal manejo del presupuesto familiar 14. Falta de ambiente cultural 15. Falta de autorrespeto en la familia 16. Falta de ambición en la familia 17. Incompatibilidad de los padres 18. Errático empleo de la madre (fuera del hogar) 19. Deficiente supervisión del niño por la madre 20. Falta de recreación de grupo en la familia 21. Indiferencia o inhospitalidad de los padres para los compañeros del menor 22. Escasas oportunidades de recreación para el menor en el hogar 23. Falta de coherencia en la familia 24. Desarrollo en un hogar roto 25. Menor creado por sustitutos de los padres 26. Indiferencia u hostilidad del padre hacia el niño 27. Indiferencia u hostilidad de la madre hacia el niño 28. Indiferencia u hostilidad de los hermanos 29. Inapropiada disciplina hacia el menor por parte del padre

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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30. Inapropiada disciplina hacia el menor por parte de la madre 31. Castigos físicos por parte del padre 32. Castigos físicos por parte de la madre 33. Amenazas constantes al menor 34. Cambios frecuentes de casa 35. Indiferencia u hostilidad del niño contra su padre 36. Indiferencia u hostilidad del niño contra su madre(RODRÍGUEZ, 2000, Pág.103)

Finalmente

podemos observar que las familias cuya característica principal es su

inestabilidad, en las que la ausencia física y psicológica de los padres es un hecho, en las que la insatisfacción de las necesidades más elementales es una constante y en las que predomina la confusión de roles, es probable que surjan de ella individuos con rasgos característicos que, en su conjunto llevan a la integración de una personalidad conflictiva y antisocial.

2.6 CASOS DE VIDA Cuando se habla del fenómeno de la criminalidad, es necesario tener presente que el comportamiento desviado es, de cualquier forma, mediato a los padres y a la familia, pero la alterada dinámica familiar con la cual está relacionado, depende en general de la grave tensión que un factor social, (pobreza, inmigración, etc.) determina sobre las figuras parentales o sobre la familia en su conjunto, de modo tal que constituya para el hijo una vía hacía la delincuencia.

Consideramos de vital importancia citar tres historias que BANDINI TULLIO (1990, Pág. 127) en su obra “Dinámica familiar y delincuencia” nos muestra la influencia que tiene la familia en el niño y adolescente para formarle una personalidad antisocial.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Al exponer los casos, dicho autor describe, en primer lugar, la historia del sujeto a su ingreso al instituto de reeducación,

en segundo lugar, realiza un análisis de su

comportamiento, encuadrado en la dinámica familiar. Analiza la relación que existe entre esa dinámica familiar y su problemática social, tratando de individualizar en cada caso cómo esa interacción condujo al individuo a la delincuencia.

2.6.1 HISTORIA DE FRANCISCO

Francisco es un muchacho de 15 años. Es el segundogénito de una familia actualmente constituida por el padre, de 42 años, empleado; por la madre, de 38 años ama de casa; por dos hijos varones, de 17 y de 2 años: por una hija, de 13 años y por el menor. Las condiciones de la familia son discretas, la habitación es confortable y amueblada con cuidado.

Nacido en una pequeña ciudad, Francisco vivió hasta los cuatro años con la madre, en la granja de los abuelos maternos. El padre, desempleado, vivía lejos de la familia por largos períodos. Por causa del traslado a la ciudad, a la edad de 4 años, Francisco tuvo mucha dificultad para adaptarse al nuevo tipo de vida. En particular, no se instauró una buena relación con el padre, que se inclinaba a reprimir sus frecuentes manifestaciones de inquietud que, por el contrario, eran bien toleradas en el ambiente rural en el cual vivía anteriormente.

Francisco asistió a la escuela elemental y a los dos primeros años de la escuela secundaria con buen aprovechamiento. En el curso del tercer año, coincidiendo con el aumento de labores de la madre que había dado a luz al ultimogénito, Francisco comenzó a alejarse cada vez más frecuentemente del ambiente familiar, no obstante las limitaciones severísimas impuestas por el padre.

A veces no regresaba a casa sino hasta en la noche, con el fin de no encontrar

al

padre a su llegada fuera del horario. En este período, a la edad de 13 años dejó de asistir al tercer año de la secundaria, iniciado como en los cursos anteriores, con mucho éxito y,

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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hacia el fin del año escolar, lo reprobó completamente. La insistencia de los profesores, que le apreciaban y le defendían de los padres, le convenció para presentarse a los exámenes de tercer año, que logro superar no obstante la escasa preparación. Durante este período, se agudizó el conflicto con los padres que se había iniciado en la infancia en formas menos manifiestas.

Desde la época de la recomposición del núcleo familiar, cuando Francisco tenía 4 años, se había producido un estado de inconformidad y de falta de aceptación recíproca, debido a la preferencia que los hijos tenían por los abuelos y por el precedente ambiente al que se sentían ya ligados y que habían debido abandonar, además de la inadecuada reacción del padre, que trataba de afirmar su rol de manera rígida y autoritaria. En particular, el padre reprimía y castigaba a Francisco, el más vivaz e inquieto de los hijos; la madre no tenía ninguna confianza en el hijo, alternaba actitudes permisivas y severas en continua tensión por la irritabilidad del marido y las irregularidades del niño.

A los 13 años, Francisco, por causa de los frecuentes alejamientos de casa, comenzó a realizar numerosos robos de dinero, en forma pública y despreciando las posibles sanciones, junto a muchachos más grandes que él y francamente antisociales.

Los padres,

ansiosos

por mantener la buena reputación

en la vecindad, a la cual

atribuían excesiva importancia, vieron las irregularidades del hijo como una amenaza, pasando de un estado de exasperación a uno de abierto y decidido rechazo. El padre, en un primer momento, cubrió los daños tratando de esconder el comportamiento del hijo y castigándolo severamente.

No obstante esto, Francisco continuó realizando cada vez más frecuentes y graves hurtos de dinero, en habitaciones y en negocios, derrochando y regalando todo el dinero sustraído. Después de un último robo, el padre lo golpeó con extrema violencia, le impidió continuar en casa y lo denunció a la autoridad judicial. Por este motivo, a la edad de 15 años, Francisco fue enviado primero a la cárcel y, después, a un instituto de reeducación.

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En la conversación, el muchacho se muestra introvertido, reflexivo, colaborante. Responde de modo correcto a las preguntas; el

tono del humor aparece ligeramente bajo. Se

observa un gran conflicto ligado a sus relaciones con el padre, quien ha sido siempre concebido como una figura excesivamente rígida, severa y autoritaria. Por otra parte, el muchacho de alguna forma ha interiorizado las rígidas

y

conformísticas normas de

comportamiento, a las cuales el padre atribuye excesiva importancia. El muchacho cuenta que siempre ha sido regañado y severamente castigado, incluso por leves irregularidades de conducta.

Sufre graves sentimientos de culpa en relación a los padres, lo que le lleva a aceptar la medida reeducativa, que considera como un justo castigo. El muchacho se muestra muy apegado a la madre, que es percibida como sobreprotectora, a pesar de que su figura es considerada como significativa en el ámbito de la familia. Está presente la ambivalencia afectiva en relación con el hermano mayor, bien socializado, dulce tranquilo, quien siempre ha sido puesto como ejemplo al menor por su remisión.

Las relaciones con el ambiente escolar han sido vividas positivamente. El muchacho, más bien introvertido y autónomo, nunca

ha tenido verdaderas amistades, ha buscado

siempre la compañía de muchachos de clases inferiores a la suya, o bien verdaderos y propios antisociales. Admite francamente el pasado comportamiento antisocial; asume plenamente la responsabilidad, pero se niega a analizar en profundidad las motivaciones y la historia.

El comportamiento desviado del muchacho puede ser interpretado en el ámbito de su historia familiar.

Ya en los primeros años de su vida se habían creado los

presupuestos de una dinámica familiar alterada, que había condicionado, a continuación, la antisocialidad del sujeto.

El primer evento fuertemente traumatizante fue vivido a la edad de cuatro años, cuando el niño, junto a la madre y a los hermanos, se aleja del ambiente tolerante y protector de la familia de los abuelos maternos para reunirse con el padre. En aquella época inicia el

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conflicto con la figura paterna, rígida, severa, insegura del propio rol y del afecto de los hijos. El niño comparaba el intolerante comportamiento paterno con la permisividad que los abuelos y

la madre habían tenido en relación con él y percibía al padre como un

rival, sintiéndose privado del afecto materno. El padre se volvió cada vez más intolerante respecto a las más leves irregularidades del hijo; lo consideraba la oveja negra de la familia, poniendo siempre como ejemplo el comportamiento ejemplar del hermano mayor, dulce, conformista, sometido, a quien Francisco consideraba egoísta y peor que él.

El nacimiento del ultimogénico, ocurrido cuando Francisco tenía 13 años,

aguijoneó

nuevamente el estado de disgusto emotivo del muchacho en relación con los padres, transformando su conflictiva en un comportamiento cada vez más irregular. El carácter grave y manifiesto de los hurtos constituye el signo de la completa ruptura con la familia. En el caso de Francisco, las alteradas dinámicas familiares que han condicionado el comportamiento desviado, fueron fuertemente influenciadas por los graves problemas sociales que habían conmocionado la vida de sus padres. El período de disociación familiar, que coincidió con los primeros años de vida de Francisco, fue determinado por el desempleo del padre. Sobre la actitud que él tuvo en relación con los hijos, influyeron grandemente la inseguridad, el estado de desvalorización, el temor conectado al período de su fracaso social.

Es importante observar que el padre,

proveniente de una familia muy conformista y

tradicional y con un hermano que ocupa una buena posición social, había vivido en forma dramática

su desocupación y, a continuación, una vez colocado laboralmente,

consideraba su posición social inadecuada y trataba de presentarse ante la vecindad como una persona de condiciones económicas superiores a las reales.

A todo ésto debe agregarse que Francisco también

resintió mucho el paso de una

cultura pueblerina, más elástica para tolerar sus inquietudes, a una cultura urbana más rígida y estigmatizante, lista a catalogar sus travesuras como anormalidad o desadaptación. Esta rigidez de la estructura urbana, contribuía a sensibilizar al padre en relación al comportamiento del hijo, a tenerlo preparado para interpretar el mínimo signo

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de desobediencia y de inconformidad, como presagio de su futuro desviado o antisocial. En consecuencia él imponía reglas y valores severos, intransigentes, ultraconformistas. Francisco, que había interiorizado los valores paternos y las expectativas negativas que se tenían en relación con él, consideraba al padre como un enemigo, por su dureza y su actitud, y como un rival por su afecto hacia la madre. El comportamiento desviado era un reto al padre, por cuanto que atacaba el prestigio social que él tanto apreciaba, pero correspondía también a una identidad negativa que la familia y la sociedad le habían preparado desde hacía muchos años.

2.6.2 HISTORIA DE SERGIO

Sergio es un muchacho de 15 años. Su familia está formada por el padre, de 37 años, trabajador jornalero en el puerto; por la madre de 34 años, analfabeta, ama de casa; por una hija de 12 años; por dos hijos varones de 5 y 3 años y por Sergio.

Las condiciones económicas de la familia son precarias; el padre no tiene un empleo fijo, trabaja saltuariamente en el puerto. La madre no trabaja fuera de casa.

La casa habitación, situada en un barrio popular vecino al puerto, es modesta y en condiciones higiénicas decadentes. Sergio nació

un año antes del matrimonio de sus

padres, cuando la madre tenía 17 años. Ella pertenecía a un ambiente socio-cultural muy decadente. Por este motivo, la familia paterna se había opuesto al matrimonio y sólo después del embarazo y del nacimiento del hijo, había olvidado el rechazo.

Sergio vivió con los padres, bajo la protección de los abuelos paternos en un clima de sobreprotección, hasta la edad de 7 años. La adaptación escolar fue siempre decadente, repitió tres veces el tercer año de primaria y dejó de asistir después del primer trimestre, cuando cursaba el primer año de secundaria. Era un niño extremadamente quisquilloso, susceptible, fácilmente irritable, intolerante a cualquier observación, incluso cuando estaba claramente equivocado. No obstante ser de inteligencia normal, nunca tuvo un

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aprovechamiento suficiente. A los 13 años comenzó a trabajar como mozo, cambiando muchas veces de trabajo porque no le satisfacían.

El fracaso escolar del muchacho representó una grave desilusión para el padre, quien esperaba ver realizadas en el hijo sus propias aspiraciones. De hecho, el padre había dicho siempre que estaba muy amargado de haber abandonado la escuela, cuando cursaba el tercer año de secundaria, para iniciar una actividad laboral. El siempre se había mostrado descontento de su ocupación, y buscaba en la lectura una especie de escape y de compensación. Su actitud educativa fue siempre autoritaria y severa.

La madre al contrario fue siempre protectora e indulgente. Muy ligada a los hijos, ella nunca estuvo dispuesta a mandarlos a una guardería, con tal de tenerlos cerca. Intentó, de todas formas, minimizar los defectos de Sergio, no dándose cuenta de la gravedad de su desadaptación. El núcleo familiar, es más bien unido, pero no existe una comunidad de intereses entre los cónyuges. El marido es normalmente crítico en relación con su mujer y no parece tenerle mucha confianza.

Desde los 13 años, el muchacho comenzó a manifestar un fuerte deseo de independencia y de autonomía, entrando frecuentemente en contradicción con el padre. Comenzó a frecuentar la compañía de vagos; asumió actitudes exhibicionistas y peligrosas sobre su motocicleta, se comportaba cada vez más como un “duro”, comenzó a abusar del alcohol y a fumar en exceso. Tuvo alguna relación homosexual

pagada en compañía de

malvivientes. Cometió algunos hurtos de mercancías, especialmente alimentos, en grandes almacenes. Fue descubierto por la policía en un automóvil robado, junto a un amigo.

A los 15 años Sergio fue denunciado por haber herido de una cuchillada a un joven empleado de un parque de atracciones quien, según su dicho, le había ofendido. Por tal delito Sergio fue arrestado y llevado a la cárcel.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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En la entrevista el muchacho asumió una actitud descarada, segura de sí, inclinada hacia el escepticismo y el rechazo de las reglas sociales. El tono del humor es variable, con predominio de los momentos depresivos. El

lenguaje es coherente y fluido. Sergio

sostiene que nunca ha sido comprendido por los padres, quienes lo han considerado siempre la oveja negra de la familia (rebelde, violento, extravagante). Recuerda que desde pequeño el padre le repetía constantemente que sería un delincuente.

Afirma no ser muy apegado a los padres. Se siente rechazado por el padre, a quien considera demasiado severo, pedante, incomprensivo.

Existe en cambio una cierta

ambivalencia en relación con la madre, de quien, en la cárcel, siente la ausencia. Sergio presenta acentuados sentimientos de celos en relación con la hermana menor, a quien considera el centro del afecto familiar.

Siempre ha vivido el fracaso escolar en forma frustrante; nunca ha existido una motivación válida

para proseguir los estudios. Tampoco el trabajo le ha interesado nunca. Desde

pequeño ha intentado siempre hacerse respetar por todos: sostiene que nunca ha tenido miedo a nada ni a nadie. Le gusta considerarse independiente y afirma que no se casará nunca para no sentirse ligado. Siempre ha gastado todo lo que ha ganado en fumar y divertirse. Constantemente ha tratado de pertenecer a bandas de antisociales, guiaba la motocicleta en forma peligrosa, participaba en actos vandálicos.

Ha vivido el éxito de los actos delictuosos como una valorización del Yo. Acerca del delito que se le imputa, el joven afirma haber reaccionado para defenderse. Sostiene que se comportó como debía. Asegura que llevaba el cuchillo para hacerse notar por los amigos.

El comportamiento desviado del muchacho es comprensible si se encuadra en su historia familiar. Ya antes de su nacimiento, la madre había sido rechazada por la familia del padre y su posterior aceptación fue acompañada

de ambigüedad y de

sentimientos de rencor.

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El padre nunca realizó sus aspiraciones; considera indeseable el trabajo que realiza, trata de compensarse leyendo libros de varios tipos; siente un cierto desprecio por la mujer analfabeta y de bajo origen social. Estas tensiones familiares han influido negativamente en la adaptación de Sergio. únicamente a través del

En efecto, mientras que la madre tendía a realizarse

afecto exclusivo y posesivo por él, el padre en cambio,

extremadamente exigente, tendía a interpretar cada mínima irregularidad o error del hijo como un signo de su futuro fracaso, análogo al que él mismo había sufrido.

Frente a la tarea de construirse una identidad en base a

una familia tan exigente y

contradictoria, Sergio se vio obligado a escoger una identidad más segura para él, la de inconforme, de rebelde, de “duro”.

Además, Sergio se vio sometido a una tensión que estaba ligada al rol social de sus propios padres. El padre desarrollaba un trabajo manual mal retribuido, escasamente valorizado socialmente, sin satisfacciones y despreciado por él mismo. Ese trabajo era totalmente opuesto a las aspiraciones que el padre y su familia habían tenido siempre, y que todavía se podían entrever en el intento compensatorio de aparentar intereses e instrucción superiores a los del ambiente.

Ya desde la infancia, el carácter de Sergio resentía notablemente los problemas y los conflictos del padre; él era en realidad quisquilloso, irritable, siempre listo a sentirse ofendido y a reaccionar a la más mínima provocación. Parecía reflejar el estado de desvalorización social tan agudamente sentido por el padre. Esta tensión emotiva de origen social, constituía un grave obstáculo para su aprendizaje escolar y era suficiente para impedir al niño la obtención de aquellos primeros triunfos escolares, que el padre esperaba ansiosamente de él.

El progenitor a través de los criterios de valoración aprendidos de sus padres, había alimentado un cierto desprecio por la pobreza, la ignorancia y el fracaso social. Este desprecio había terminado por involucrar a la mujer e incluso a sí mismo. El éxito del hijo era sentido como una última posibilidad de salir de una condición humillante e

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inferiorizante, pero constituía también la premisa de una enfermiza dinámica familiar y de una alterada socialización del hijo.

La madre, con su adhesión posesiva, había logrado crear para el muchacho un punto de referencia afectivo que, por

otra parte, no representaba una ayuda válida para su

socialización. El problema social conectado a los roles sociales degradantes ( madre pobre y analfabeta, padre sin trabajo fijo) había creado un grave contraste entre los cónyuges, un incoherente sistema de expectativas en relación con el hijo y, en general, un estado de tensión que, para evitarlo, había llevado al joven a escoger una identidad más segura, (puesta a su disposición por el ambiente de sus coetáneos) de inconformista, de “duro”, de violento.

2.6.3 HISTORIA DE PEDRO

Pedro es un muchacho de 13 años, su familia está compuesta por el padre de 56 años, mecánico, por la madre de 45 años, ama de casa y por Pedro. El presupuesto familiar es muy reducido, pero con notables sacrificios, los padres siempre han logrado que no le falte nada al muchacho. La casa está bien cuidada y es suficiente para las necesidades de la familia; está situada en un barrio popular en la periferia de la ciudad.

Pedro nació después de 8 años de matrimonio, ya que antes de este periodo los padres no habían querido tener hijos a causa de sus precarias condiciones económicas. En los primeros años de vida vivió en un clima de sobreprotección, nunca fue enviado a guarderías infantiles, casi nunca tuvo contacto con sus coetáneos.

El padre, huérfano desde la infancia, siempre fue débil y conciliador con el hijo, al cual no podía dedicarse lo suficiente en virtud de las pesadas obligaciones laborales. La madre sufría por las molestas condiciones económicas, comparaba su estado económico con la buena posición social alcanzada por sus hermanos ( uno sacerdote y otro farmacéutico) se culpaba repetidamente de no haber tenido otros hijos y de haber hecho a Pedro hijo único,

con todas las dificultades que ella consideraba ligadas a tal

Ma Del Carmen De La Cruz González.

estado. Temía,

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además, que el contacto con los muchachos del vecindario pudiese arruinar a su hijo y conducirlo por el mal camino.

Al comenzar a asistir a la escuela, el contacto con el mundo extrafamiliar desencadenó e hizo visibles los problemas que se habían venido gestando desde la infancia. Pedro era indolente y desganado, no establecía buenas relaciones con los compañeros ni con los maestros, trataba de superar cualquier dificultad con la ayuda de sus padres. En este período, la madre comenzó a condenar abiertamente los métodos educativos del marido, reprochando el conducir al hijo, a través de sus actitudes de indulgencia, hacía un fracaso social análogo al que él mismo estaba viviendo.

Ansiosamente repetía al marido, que la prolongación de la inadaptación escolar, estaba anunciando una vida de infelicidad y de sacrificios para el niño. A fin de que terminara el quinto año de la escuela primaria, Pedro fue inscrito en un colegio de religiosos, pero tampoco en este ambiente demostró ningún interés por el estudio. Una vez que regresó a la familia, inició el primer año de secundaria en una escuela pública. El aprovechamiento era pésimo lo que exasperó a los padres, al punto de que el muchacho escapaba continuamente de la casa, para eludir aunque fuese

momentáneamente, las graves

reacciones familiares.

Estas reacciones, en realidad, no fueron nunca de tipo punitivo ni violento. Se distinguían porque causaban una grave ansiedad, temor de que el muchacho no fuese normal, y la convicción de que se estuviese perfilando hacia la delincuencia. Fue reprobado y repitió el primer año de secundaria; después de algunos meses de renovados fracasos escolares, inició un abierto comportamiento antisocial, consistente en diversos robos de bicicletas

y

motocicletas pequeñas. Incluso en estas ocasiones, la actitud de los padres era totalmente opuesta: el padre manifestaba una cierta tolerancia y comprensión, mientras la madre intervenía en forma intransigente y muy culpabilizante, a pesar de que trataba, con actitudes de sobreprotección, de no perder el afecto del muchacho.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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A causa de nuevos robos de motocicletas, la madre lo denunció a la policía. Por estos delitos Pedro, a la edad de 13 años, fue enviado a un instituto de reeducación.

En la conversación, Pedro se mostró más bien abierto, colaborador, tendiente a la extroversión. El tono del humor estaba ligeramente bajo. El nivel de autoestima más bien alto.

La actitud del muchacho está marcada, desde el inicio,

por una excesiva

dependencia y sometimiento. Existe un estado de conflicto en relación con la madre, a la que reconoce estar muy apegado, pero que considera demasiado rígida y

formalista.

Pedro atribuye a la madre la culpa de su internamiento, mismo que rechaza globalmente ya que lo considera un castigo inmerecido. Se siente comprendido solamente por el padre, a quien considera, sin embargo, una persona débil y sometida a la mujer.

Se observan los efectos de una excesiva sobreprotección parental, ya que el muchacho manifiesta la seguridad de poder resolver todos sus problemas, con la intervención casi mágica de sus padres. Los fracasos escolares han sido muy frustrantes para el menor, porque constituyen los signos de un fracaso social al que los padres eran muy sensibles.

El poder de autocrítica es insuficiente, el muchacho atribuye muy escasa importancia a los actos antisociales cometidos, los que considera irregularidades comunes a todos los muchachos. Sostiene que sus padres, sobre todo la madre, han tergiversado y engrandecido esos actos dada su excesiva preocupación por su futuro.

La dinámica familiar se caracterizó siempre por una grave conflictividad. El padre, originalmente una persona equilibrada y positiva, nunca pudo desarrollar adecuadamente su función ya que se encontró, desde los primeros años del matrimonio, en un estado de tensión con su mujer, que lo condujo progresivamente a una situación de dependencia y de sumisión.

Acerca de la educación del hijo, el padre hubiera querido asumir actitudes de mayor comprensión, responsabilidad y confianza; la madre, al contrario, extremadamente ansiosa y temerosa por el futuro del hijo, tendía a asumir una posición de sobreprotección y

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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desconfianza. Entre estas dos líneas de conducta, prevaleció la materna, dado su dominio en el seno de la familia pero, naturalmente, fue siempre desarrollada con un cierto grado de incoherencia, por la divergencia de opiniones entre los cónyuges.

Esta anómala

dinámica familiar, determino la carencia de experiencias sociales preescolares, el fracaso en la escuela y el sucesivo comportamiento desviado.

En el caso de Pedro, la tensión entre los padres fue en gran parte determinada por los prejuicios sociales de la madre, quien tenía para el hijo aspiraciones demasiado elevadas respecto a las oportunidades ofrecidas por el ambiente. En virtud del éxito alcanzado por sus propios hermanos, ella pretendía del hijo un comportamiento totalmente contrario al de sus coetáneos. Todo esto era acompañado por el grave temor de que el hijo pudiera fallar y desviarse por el mal camino, que ella consideraba típico de los muchachos del barrio en que habitaban.

Los primeros síntomas de desadaptación escolar le confirmaron tales preocupaciones. La escuela no solamente fue incapaz de compensar las carencias educativas de Pedro, sino que agravó notablemente su crisis y contribuyó decididamente a su estigmatización. Fue precisamente para compensar dicho estado de inferioridad que Pedro cometió las primeras irregularidades, buscando una valorización fuera de aquel ambiente escolar que no se había adecuado a sus exigencias, sino que había pretendido de él resultados que no podía alcanzar a causa de

los precedentes errores educativos de los padres. La

escuela le confirmó, por lo tanto, la identidad negativa que la madre siempre había temido.

LA CONDUCTA IRREGULAR DEL MENOR ES CASI SIEMPRE CONSECUENCIA DE LAS FALTAS DE LOS ADULTOS; DETRÁS DE UN MENOR QUE COMETE UNA FALTA, HAY ADULTOS QUE HAN FALLADO EN SUS DEBERES. ESTA SITUACIÓN, ASEGURA LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS, TIENE SU ORIGEN EN LA POBREZA, INCAPACIDAD DE LOS PADRES, FALTA DE ESCUELA Y TRABAJO, VIOLENCIA EN SU VIDA Y, SOBRE TODO, EN EL ANONIMATO; LA FALTA DE IDENTIDAD SOCIAL DEL MENOR Y LA BAJA ESTIMA DE SÍ MISMO.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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CAPITULO 3 MENORES INFRACTORES

3.1 En

CONCEPTO DE MENOR INFRACTOR algunos estudios que tratan el tema de las infracciones infantiles y juveniles es

frecuente encontrar el uso de expresiones como: “delincuencia infantil”, “delincuencia juvenil”, “menores infractores”, “menores delincuentes”, “criminalidad juvenil”. Con el fin de examinar la impropiedad de los términos respectivos, recordemos que “delincuencia” se aplica a la generalidad de los hechos previamente descritos como delitos en los preceptos penales. A los individuos que comenten tales hechos se les llama delincuentes, dentro de la ley sólo lo son las personas que, siendo jurídicamente capaces y habiendo cometido un hecho tipificado por las leyes penales, son sentenciados conforme a derecho, declaradas delincuentes y condenadas.

Sólo es delincuente aquel que tiene más de dieciocho años. Quien actué u omita los preceptos penales y no alcance esa edad, es un

“Menor Infractor”. Observamos la

diferencia que hay entre un delincuente y un menor infractor; es por eso que los términos de delincuencia son mal empleados cuando se refieren a los menores infractores.

El menor de edad carece de capacidad jurídica,

por lo que aún cometiendo actos

descritos por las leyes penales, no se reúnen los elementos del delito ya que faltan la imputabilidad y la culpabilidad; por lo tanto no es aplicable el calificativo de delincuente. De alguna manera debemos referirnos a los menores; recordemos que cuando son violadas las normas de derecho, de convivencia de una sociedad, de una familia o las normas de moral, el individuo que las

quebranta se le llama trasgresor o infractor,

podemos decir que:

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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“Un menor infractor es toda persona menor de dieciocho años, que ha infringido las leyes penales o los reglamentos de policía y buen gobierno, o manifieste otra forma de conducta que haga presumir fundadamente, una inclinación a causar daños, a sí mismo, a su familia o a la sociedad y amerite por lo tanto una acción preventiva o tutelar”. (TOCAVEN, 1976, Pág. 15)

Una vez definido lo que es un menor infractor, es necesario mencionar que este menor se encuentra en la etapa de la adolescencia, la cual implica una serie de cambios tanto orgánicos como físicos, psicológicos, intelectuales y sociales que hacen que se enfrente a diferentes situaciones; lo que esencialmente interesa en este trabajo es el aspecto social dentro del cual está el menor que se comporta indebidamente ya que o sabe

las

consecuencias que vendrán por dicho comportamiento o no lo sabe por que es menor de edad, lo que impide un discernimiento sobre sus actos, no obstante hay que observar este fenómeno, es decir, el menor se encuentra en una etapa en la que no tiene la suficiente capacidad para comprender los problemas y enfrentarlos, desplazamiento

entre madurez biológica y madurez

ya que existe un

social y no está combinado de

manera acorde con el desarrollo del adolescente, lo que trae como consecuencia un comportamiento inadecuado dentro de la sociedad.

En el adolescente también se

presenta con frecuencia un exceso de idealismo que lo lleva a posibles soluciones irreales y falsas a los problemas.

Estas soluciones son las razones en gran parte de choque y fracaso en la vida social del adolescente, todo ésto trae como consecuencia que el menor sea considerado por la ley como imputable cuando comete un acto indebido o una violación a las leyes penales, porque no tiene la madurez suficiente para sus actos.

Para designar a los menores que infringen, quebrantan, trasgreden o violan normas de diferentes clases y categorías, es posible emplear los términos “menores infractores”, “menores trasgresores”, “infractores juveniles” u otros parecidos, ya que con éstos se hace referencia a todas las categorías de actos cometidos por niños o adolescentes y que son atendidos por consejos de menores.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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3.2

ETIOLOGIA DEL COMPORTAMIENTO INFRACTOR

Al analizar las causas del origen o principio de cualquier conducta humana, es importante tomar en cuenta el concepto de SER, como unidad bio-psico-social. Que da las pautas o influencias que intervienen como generadoras de sus hechos conductuales. En éste sentido se descarta la creencia de una sola causa en el comportamiento infractor y se muestra la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales.

Como menciona RODRÍGUEZ M. (2000)

en el origen del comportamiento infractor los

diversos factores se entrelazan, se mezclan, se combinan, hasta dar ese fatídico resultado, que es la delincuencia.

Las características de la infracción infanto-juvenil que se presentan en una mala conducta, son tanto endógenas como exógenas residiendo en cada sujeto bajo una forma diferente. Además, existe la propia decisión del individuo, aunque limitada a su vez por factores internos

y externos, para elegir una u otra manera de actuar. De ahí que siempre se le

presentarán a la persona varios caminos para elegir, predominando en su decisión, sus propias motivaciones, tendencias, medio ambiente inmediato y otros factores. Su poder de decisión constituye un punto central en el desarrollo de su conducta infractora, o de una conducta que haga presumir inclinación a causar daño a sí mismo, a su familia o a la sociedad.

La consideración de las posibles conductas infractoras

con relación a la edad pone de

relieve la necesaria distinción entre las infracciones infantiles y juveniles. Las primeras abarcan

el lapso de los seis a los

doce años, se dirige

generalmente contra la

propiedad en sus formas más simples: robo y daño en propiedad ajena, causado por juegos o travesuras, el monto de estos pequeños robos es reducido, y raramente se comete fuera de la casa o la familia. Con excepción de aquellos menores que roban por necesidad, o por que son mandados a robar por sus padres u otras personas mayores. El niño roba para satisfacer pequeños deseos: golosinas, cine, diversiones, etc. Por su escasa fuerza física no son comunes los delitos de lesiones u homicidios y los sexuales Ma Del Carmen De La Cruz González.

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son escasos y han sido influenciados o provocados por los mayores. Existiendo sobre todo en los pequeños que realizan una sub-ocupación;

boleros, pepenadores,

voceadores, billeteros etc.

Las segundas abarcan el lapso aproximado de los 15 a los 21 años es en todos los aspectos socialmente más peligrosa. En ella encontramos ya toda la gama de la criminalidad, desde el pequeño robo hasta el homicidio agravado. Se tiene ya la fuerza para los delitos contra las personas (lesiones, homicidios), y la capacidad para los delitos sexuales (violación, estupro) (RODRÍGUEZ, 2000)

El adolescente es muy influenciable, vive una época de crisis de identidad, entre lo que quiere y lo que puede, en que aflora la intimidad, en que va aprendiendo a luchar por un ideal, y en que recibe los primeros tropiezos porque desea ser adulto y no sabe cómo, desea ser libre y no sabe qué hacer con su libertad.

A continuación analizaremos los factores físicos, psicológicos y sociales y su relación con las conductas antisociales.

3.2.1 FACTORES FISICOS

Dentro de éstos analizaremos varios aspectos. Al

nacimiento de un bebé

los

acontecimientos circundantes al parto son especialmente importantes para analizar el origen de las alteraciones mentales y consecuentemente de la conducta antisocial. Perinatalmente, el daño al sistema nervioso, se puede causar por anoxía (falta de oxígeno) hemorragia o trauma mecánico, prematurez, las presentaciones anormales y otras complicaciones del trabajo de parto. Las causas biológicas adquiridas después del nacimiento como responsables de la conducta infractora son innegables.

Actualmente

nadie puede dudar de la influencia de las secreciones glandulares, en

relación con la conducta del individuo, para algunos criminólogos, la clave del crimen se

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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puede encontrar en el mal funcionamiento del sistema endocrino, toda disfunción provoca serios cambios temperamentales.

La epilepsia es una enfermedad que los especialistas definen como criminogénica, se caracteriza por las ausencias con automatismo, por la pérdida de control de conciencia, acompañándose de actividad automática. Hay, en general una relajación del curso del pensamiento

y de los procesos asociativos, con facilidad de crear juicios falsos y

conclusiones erróneas. Entre las alteraciones epilépticas de la personalidad se encuentra la inestabilidad del humor; el individuo suele manifestar períodos de tranquilidad y períodos de disforia (opuesto a euforia), con pesimismo, inhibición a la acción, descargas agresivas e impulsos violentos por causas mínimas. Se comprende por lo tanto que tales perturbaciones de conducta consecuentes de la disforia y el mal humor, pueden conducir al suicidio o al crimen. (TOCAVEN, 1976)

En la actualidad es conocida la importancia criminogénica del alcohol y las drogas. Cuando un individuo se encuentra intoxicado se observa una debilidad en su capacidad inhibitoria (de conocimiento) por consiguiente, realiza acciones desconsideradas, irreflexivas y discordantes con los intereses individuales y sociales. Un individuo que utiliza drogas o alcohol en mayor o menor grado, llega a olvidar sus propios intereses, a estudiar o trabajar de mala voluntad, a preferir el ocio y el vagabundeo, a abandonar a la familia, a darse al parasitismo, a llegar a ser pervertidos y violentos. De tales condiciones surgen inevitablemente las ocasiones para delinquir.

Todo defecto físico es un definido peligro mental, en la infancia los más comunes son: labio leporino, paladar hendido, manchas faciales, nariz hundida, estrabismo, cicatrices que disfiguran, dientes torcidos y quemaduras. El principal defecto mental de cualquier deformidad, es la vergüenza y el sentimiento de inferioridad. El niño que presenta algún defecto físico se enfrenta a las burlas, humillaciones, a sobrenombres relacionados con su defecto, todo ésto, propicia y genera en el sujeto que lo experimenta,

complejo de

inferioridad y resentimiento contra la sociedad, muy posiblemente lo llevará a actitudes como la vagancia, la mendicidad o actividades infractoras.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Los principales factores físicos identificables en la mayoría de los menores infractores, según el Dr. Raúl R. Varela, Director Técnico del Consejo Tutelar para Menores Infractores de 1982 a 1988 son: Y Heredosífilis. Y Heredoalcoholismo. Y Tuberculosis de los padres, que repercute hereditariamente en

anomalías

nerviosas en los hijos. Y Hijos de psicópatas y enfermos mentales. Y Nutrición defectuosa o con trastornos de la nutrición (subalimentación, raquitismo, anemia) Y Epilepsia. Y Parasitosis, que puede afectar el estado anímico general y llegar a dañar el sistema nervioso central (cisticercosis cerebral) Y Labio leporino, estrabismo, deformaciones congénitas, obesidad, cicatrices y otros defectos físicos. Y Artritis. Y Alteraciones del desarrollo físico (gigantismo, enanismo, desarrollo físico precoz o tardío) (RUIZ, 1998, Pág. 88)

3.2.2 FACTORES PSICOLÓGICOS

Desde el punto de vista psicológico el comportamiento infractor se explica como resultado de la interacción de experiencias agresivas, frustrantes, inhibidoras o destructivas, en un momento dado del curso de la vida.

Cualquier experiencia frustrante en el ser humano engendra agresividad, la cual se expresa de dos formas; primera se proyecta, entrando en conflicto con su medio, o se introyecta, autodestruyéndose.

La actuación impulsiva-agresiva incontrolable por las

características de inmadurez propias de la infancia y adolescencia, dan como resultado una desadaptación al medio y a sus realidades. ( TOCAVEN, 1976)

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Esta desadaptación en los menores puede explicarse desde tres ángulos: 1) Incapacidad por inmadurez, para ajustarse a las normas socioculturales de su medio. Ésta

sirve como base de explicación para los hechos irregulares

o infractores

cometidos por menores, la falta de potencial intelectual y de personalidad lo inducen a cometer experiencias negativas e inadecuadas. 2) Limitación intelectual, todos los esfuerzos por obtener una satisfacción

cultural o

económica fallan en el menor gracias a su inhabilidad o torpeza, tras múltiples intentos fallidos abandona la escuela o el trabajo y va tras lo que le gratifica y satisface, por lo general, son conductas irregulares e infractoras: robo, prostitución, libertinaje, fuga hogareña, deserción escolar, vagabundez, fracaso ocupacional y toxicomanía. 3) Respuesta a estímulos frustrantes, que desquician el yo lo incitan a apartarse de conductas interpersonales, armoniosas y constructivas, son la explicación a formas de

conductas como: inestabilidad emocional, rebeldía, inadaptación social,

pandillerismo y algunos casos de toxicomanía. (TOCAVEN, 1976)

Los principales factores psicológicos que se observan en los menores infractores, señalados por las Profesoras; Cristina Gutiérrez y Ma. Dolores Mendoza, Consejeros Maestro del Consejo Tutelar para Menores Infractores de 1982 a 1990 son: Y Incapacidad para manejar su agresividad. Y Escasa aptitud de adaptación. Y Impulsividad. Y Socialización deficiente o inadecuada por sentimientos de incomprensión, de falta de dominio, de inferioridad, de abandono, de celos y de culpabilidad. Y Hiperactividad. Y Afán de reconocimiento y aceptación. Y Características propias del adolescente mal manejadas. Y Estados de angustia, fobias y ansiedad. Y Neurosis. Y Personalidad psicopática.

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Y Psicosis. (RUIZ, 1988, Pág. 94)

3.2.3 FACTORES SOCIALES

En el ámbito social existen tres núcleos que influyen marcada y negativamente en el desarrollo conductual del niño y el adolescente:

LA FAMILIA, es la base y estructura fundamental de la sociedad, en ella los padres son los responsables de dar amor, seguridad, educación y bienes materiales a quienes la integran. La familia efectúa la tarea crucial de socializar al niño y moldea el desarrollo de su personalidad, si existe una familia con padres físicamente sanos, es lógico esperar un niño sano físicamente, pero si, psicológicamente

los padres muestran alteraciones

neuróticas, el niño y el ambiente familiar estarán sometidos a agresiones emocionales, que en su momento, van a modificar en forma negativa, la personalidad del niño, la estructura y clima emocional de la familia. Es la familia el punto de reunión y difusión de los elementos físicos y psíquicos que forman o destruyen al individuo.

(Para más

información ver capítulo 2)

LA ESCUELA,

es el segundo ambiente que va a

conocer el niño,

un ambiente

afectivamente neutral, donde habrá de adaptarse a normas inevitables y desconocidas para él. La figura del maestro va a jugar un papel preponderante en la estructura de la vida afectiva emocional del niño, su figura y personalidad, va a conformar de una manera decisiva la idea o símbolo de autoridad. La imagen de autoridad que el padre empezó a formar en el niño, va a quedar establecida completamente

por la impresión que las

actitudes o formas de conducta del maestro causen en el niño, si éste es irracional, impulsivo e inadecuado, la autoridad en general va ser interpretada como tal y vivida como factor frustrante, proyectándolo en su vida diaria a actuar con características y modos alejados de la norma.

EL TRABAJO, el desempeño laboral en los menores es un factor que desencadena su desadaptación social, ya que esto le proporciona la oportunidad de vivenciar incapacidad

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por inmadurez, limitación para desenvolver la conducta y ser prematuramente blanco de estímulos frustrantes. ( TOCAVEN, 1976) El aprendizaje de un oficio, las necesidades económicas familiares son las causas más comunes para que un menor ingrese a laborar, por consecuencia, descuida u olvida su asistencia a la escuela, la miscelánea, el taller, la carnicería donde labora el adolescente se convierte en “la escuela de la vida”, donde en el trato cotidiano e interpersonal con personas mayores aprende cosas impropias a su edad y lesivas para su desarrollo social. Así se inicia en la mentira, el robo y el fraude, tan cotidiano en todas las actividades de oficios. El trabajo en la calle es un factor criminógeno, aseguran los especialistas, donde los menores desamparados o explotados por sus padres, por un adulto, por un coetáneo más fuerte que él, los aprovecha, los explota y los pervierte. Aunado a esto, el ocio, la falta de un horario de trabajo, de un sistema de aprendizaje y superación, así como de ser moral y materialmente abandonados y poseer una nula o deficiente educación, los orilla, los acerca a lo antisocial.

Los factores sociales más representativos de las infracciones que cometen los menores, de a cuerdo al Dr. Raúl R. Varela Hernández, Director Técnico del Consejo Tutelar para Menores Infractores de 1982 a 1988 son: Y Pobreza. Y Mala vivienda. Y Desintegración familiar. Y Alcoholismo. Y Fracaso escolar. Y Vida constante en la calle y malas amistades. Y Carencia de medios de esparcimiento y recreación sana para niños y adolescentes. Y Marginación social y subempleo de los menores. Y Los medios de comunicación masiva que impulsan al adolescente a buscar entre “el tener” más que el “ser”. Y Abandono y vagancia. (RUIZ, 1988, Pág. 110)

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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3.3

CARACTERÍSTICAS DE LOS MENORES INFRACTORES

Respecto a las características de los menores infractores, encontramos que el campo es extenso, en virtud de que al combinarse los factores que propician las conductas antisociales

en

el

individuo

(diferentes

causas

exógenas

y

endógenas),

manifestaciones son igualmente distintas. Algunos estudiosos han intentado

sus

enlistar

dichas características de acuerdo con las observaciones que han realizado. Las más generalizadas son las que presenta ROBERTO TOCAVEN (1990) Y Ausencia de lealtad general. Y Carencia del sentido de responsabilidad. Y Marcada indiferencia por todo lo que no sea para su propia satisfacción. Y Desprecio de las reglas sociales. Y Frecuentes conflictos con la ley, porque comenten actos contrarios a ellas. Y Refugio

en

los

vicios

(alcoholismo,

farmacodependencia,

prostitución,

homosexualismo, etc.)

Otra investigadora T. MEJIA (1985) aporta otra relación de las características de los menores infractores: Y Inmadurez en la personalidad. Y Inteligencia dentro de los límites normales. Y Incapacidad para adaptar su comportamiento a las normas culturales del grupo. Y Conducta sistemática parasocial o antisocial. Y Conducta anormal desde la infancia. Y Incapacidad de guiar su conducta por normas éticas. Y Tendencia a la satisfacción inmediata de sus apetencias o caprichos (impulsividad) Y Poco o ningún sentimiento de culpa. Y Mitomanía y tendencia incontrolable a vivir en la fantasía. Y Incapacidad de afecto profundo y duradero.

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Las características psicológicas del infractor se manifiestan con claridad en su actuación social, éstas presentan una serie de peculiaridades entre las que destacan un desbordamiento de la agresividad, que abarca desde la travesura jocosa e inocente hasta el homicidio, desde la grosería incómoda hasta el vandalismo, pasando por todas las formas y fases de agresividad.

En su mundo psicológico a los infractores no les importa en lo más mínimo el vivir al margen de las normas morales y, por supuesto, tampoco de las legales. Buscan que se les dé importancia y fama y para atraer la atención del público, representan papeles de diversión a costa de los demás.

Se sienten incomprendidos, solitarios, aislados del resto de la sociedad, indiferentes al mundo y a cuanto los rodea. Carecen de interés y afecto por nadie y por nada, no tienen capacidad para establecer relaciones humanas profundas, los contactos entre ellos carecen de base sentimental. Su trato con las chicas oscila entre la insolencia, la reserva esquiva o el ligero diálogo para pasar sin más al abandono y al establecimiento de relaciones sexuales. Estos jóvenes se muestran al exterior presuntuosos y arrogantes, son incapaces de comprender los sentimientos de los demás y de exteriorizar los suyos propios, no muestran ninguna subordinación ante la autoridad pública ni privada (padres, maestros, autoridades), ante los que se muestran retadores e insolentes.

Tienen una gran sensación de aburrimiento, son holgazanes y vagos, su necesidad natural e instintiva de actividad, de manifestar su poder y de mostrar su valía se satisface por la vía destructora de la violencia y el mal, buscando el desorden, la intranquilidad y la angustia de los que viven armónicamente, por eso actúan sin interés de lucro ni otras razones y también sin ser provocados. No creen en nada, no reconocen valores, viven sin ideales y no hay en su existencia amor por el bien, la belleza y el orden, siendo solo amantes del alcohol, las drogas, el sexo y la música estridente, pesada o de onda. Carentes de imaginación y de fantasía cualquier actividad o entretenimiento los aburre rápidamente.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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“Visto por fuera, el infractor aparece como un ser violento y repulsivo; pero mirado por dentro, posee ternura e ingenuidad. Lo que une a estos muchachos entre sí y lo que los empuja a agruparse en bandas, es la común “falta de amor”. Faltos de apoyos afectivos, sobre todo familiares, los inadaptados atienden su campo de evasión en la calle, y la única manera de afirmar su personalidad y señalar su presencia como miembros de la sociedad y de hacerse valer como tales, es su aire jactancioso, sus miradas vanidosas de desprecio y desafió contra los adultos, contra la multitud y sus violencias, las más de las veces improvisadas, en las esquinas y las aceras de las calles por donde deambulan o esperan recostados y apáticos con la mirada fija en el vacío”. (TOCAVEN, 1990, Pág. 109)

Su agresividad tiene su mayor acción en las batallas campales que libran en las calles, en contra de otras bandas y contra la policía. Usan armas improvisadas; cadenas, barras de hierro, tablas con clavos, botellas rotas, navajas, armas de fuego, etc. La forma de actuar de los infractores, corresponde a esta mentalidad vacía de ideales, de ilusión, de sentido moral, de fantasía e imaginación.

Por sus características biopsicosociales, así como por las causa de su antisocialidad los menores infractores deben ser sometidos a un régimen asistencial y jurídico especial. El Estado toma a su

cargo a través de leyes e instituciones una labor de protección,

educación y vigilancia. En el siguiente apartado analizaremos dichas leyes e instituciones que atienden en el Estado de México.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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3.4

LEY DE PREVENCIÓN SOCIAL Y TRATAMIENTO DE MENORES DEL ESTADO DE MÉXICO

La dinámica social de una entidad tal compleja como lo es el Estado de México, exige adecuar su marco normativo a la realidad de su desarrollo. El censo nacional de l990 revela que la población que lo habita está compuesta por menores de 18 años en más de un 60% del total de personas, lo que exige la revisión de los elementos que salvaguarden su estado de derecho.

El ejecutivo del Estado reconoció que la Ley de Rehabilitación de Menores (1986) había tenido una aplicación que dio respuesta a las necesidades imperantes durante su vigencia y se hacía necesaria su revisión y actualización de acuerdo con las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales congruentes con el estado de derecho que se contempla en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; para ello envió a la H. Cámara de Diputados la iniciativa de Ley que fue aprobada en 1995 y que se presenta a continuación en sus aspectos relacionados con el trabajo que nos ocupa.

DECRETO NUMERO 70 DE LA H. LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO, LEY DE PREVENCIÓN SOCIAL Y TRATAMIENTO DE MENORES DEL ESTADO DE MEXICO

TITULO PRIMERO Disposiciones Generales CAPITULO UNICO Del objeto, Sujeto y aplicación de la ley

ARTICULO 1º. La presente Ley es de orden público y de interés social, y tiene por objeto establecer las bases para la prevención de conductas antisociales de los menores de edad, regular las acciones encaminadas a resolver

su

situación técnico-jurídica y

rehabilitar a quienes incurran en la comisión de infracciones o faltas, garantizando el respeto a los derechos humanos y a los tratados internacionales.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Para efectos de esta Ley, son infracciones aquellas conductas antisociales tipificadas como delitos graves y faltas, las conductas antisociales calificadas como delitos no graves, por el Código Penal del Estado.

ARTICULO 2º. La prevención social comprende todas las acciones que realice el Estado para crear condiciones de bienestar a favor de los menores y reducir las conductas antisociales de éstos.

ARTICULO 3º. En las acciones a que se refiere el artículo anterior se propiciará

la

participación de los sectores público, social y privado.

ARTICULO 4º. Se consideran menores de edad, para los efectos de esta ley, las personas que tengan de 11 y menos de 18 años. Los menores de 11 años serán remitidos a las instituciones de asistencia social. La edad del menor se comprobará con el acta de nacimiento. De no ser ésto posible, se acreditará por medio del dictamen médico rendido por los peritos que designen los consejos de menores a las Preceptorías juveniles. En caso de duda se presumirá la minoría de edad.

ARTICULO 5º. Son sujetos de esta ley, los menores cuando: I.

Estén dentro de los límites de edad señalados;

II.

Se encuentren a disposición de los consejos de menores o de las Preceptorías juveniles y lleguen a la mayoría de edad; y

III.

Al cometer una infracción o falta, estén dentro del límite de edad señalado y sean puestos a disposición de los consejos de menores, o de las Preceptorías juveniles siendo mayores de edad.

Si en la comisión de delitos han intervenido mayores y menores de edad, las autoridades respectivas se remitirán mutuamente copias certificadas de las actuaciones del caso.

ARTICULO 6º. Se establecerá un consejo integrado con los representantes de los sectores público, social y privado que será presidido por el Secretario General de

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Gobierno. Este Consejo tendrá por objeto coadyuvar en las acciones de prevención social y tratamiento de menores que emprenda el Estado.

ARTICULO 7º. Corresponde la aplicación de esta ley a la Dirección General de Prevención y Readaptación Social.

ARTICULO 8º. La Dirección General de Prevención y Readaptación Social tendrá a su cargo la prevención social, el procedimiento para menores y el tratamiento rehabilitatorio integral. La prevención social estará a cargo de las Preceptorías juveniles y de los albergues temporales juveniles. El procedimiento para menores estará a cargo del Colegio Dictaminador, los consejos de menores y las Preceptorías juveniles, cuyos secretarios de acuerdos tendrán fe pública en todo lo relativo al ejercicio de su encargo. El tratamiento rehabilitatorio integral estará a cargo de las escuelas de rehabilitación para menores.

ARTICULO 9º. La Procuraduría General de Justicia, los cuerpos de seguridad pública y las instituciones de asistencia social del Estado están obligados a prestar el apoyo y colaboración a la Dirección General de Prevención Social para el desempeño de sus funciones.

(LEY DE PREVENCIÓN SOCIAL Y TRATAMIENTO DE MENORES DEL

ESTADO DE MÉXICO, 1995,Pág. 13-15)

3.4.1 AUTORIDADES RESPONSABLES DE APLICAR LA LEY

La presente ley otorga el carácter de autoridad a cuatro órganos dependientes del Poder Ejecutivo Estatal que se encargan de la prevención, asistencia y tratamiento de menores que incurran en la comisión de conductas antisociales.

Las autoridades son: la Dirección General de Prevención y Readaptación Social, el Colegio Dictaminador, los Consejos de Menores y las Preceptorías Juveniles; cada una Ma Del Carmen De La Cruz González.

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en

la esfera de su competencia y atribuciones que el mismo ordenamiento legal les

confiere y con la premisa de que actuarán con pleno respeto a los derechos humanos que consagran el orden jurídico mexicano.

Para efectos de esta ley las conductas antisociales son aquellas infracciones o faltas en que pueden incurrir los menores de edad, es decir, las infracciones son las conductas antisociales tipificadas como delitos graves en el Código Penal del Estado de México, y las faltas las que no lo son. Lo anterior determina la competencia de las autoridades al señalar que los Consejos de Menores conocerán de las infracciones, y las Preceptorías Juveniles de las faltas.

Las medidas de orientación, protección, asistencia y tratamiento rehabilitatorio, tienen por objeto prevenir las conductas antisociales, la reincidencia y promover la adecuada integración social de los menores sujetos a esta ley. A los Consejos de Menores corresponde la aplicación y supervisión de las medidas de tratamiento, mismas que se ejecutarán en las Escuelas de Rehabilitación para menores, y que no podrán exceder de tres años.

A las Preceptorías Juveniles les asiste la aplicación y supervisión de las medidas de orientación, protección y asistencia técnica, mismas que se ejecutarán en los albergues temporales juveniles, y no podrán exceder del término de seis meses o de un año, según sea el caso.

Las medidas de orientación, protección y asistencia no ameritan la privación de la libertad del menor, a diferencia del tratamiento rehabilitatorio en que sí procede.

A continuación se expone la función y organización de cada una de los cuatro órganos del Poder Ejecutivo Estatal encargados de aplicar la ley.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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1.- La Dirección General de Prevención y Readaptación Social tendrá las siguientes atribuciones: Y Prevenir las conductas antisociales de los menores en el Estado. Y Vigilar el cumplimiento de la legalidad en los procedimientos y el respeto a los derechos de los menores. Y Expedir el programa de trabajo anual de prevención de conductas antisociales de los menores. Y Determinar las funciones que habrán de desempeñar, en su caso, los titulares a las áreas de prevención y rehabilitación de menores. Y Expedir los manuales de organización interna y de procedimientos. Y Fijar la competencia territorial de los consejos de menores y de las Preceptorías juveniles. Y Determinar los perfiles profesionales de los servidores públicos adscritos a ella. Y Nombrar y remover a los comisionados, vocales, promotores sociales y personal técnico y administrativo y señalar las funciones, previo acuerdo con el Secretario General de Gobierno. Y Presidir el Colegio Dictaminador y vigilar su buen funcionamiento.

ORGANIGRAMA DIRECCION DE PREVENCIÓN SOCIAL Y TRATAMIENTO DE MENORES

DIRECCIÓN GENERAL DE PREVENCIÓN Y DE READAPTACION SOCIAL

COLEGIO DICTAMINADOR

PRECEPTORIAS JUVENILES

CONSEJOS DE MENORES

ALBERGUES TEMPORALES

ESCUELAS DE REHABILITACION

JUVENILES

Ma Del Carmen De La Cruz González.

PARA MENORES

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2.- El Colegio Dictaminador será un órgano técnico-legal de alzada para sustanciar los recursos que se interpongan en contra de las resoluciones de los consejos de menores, y lo integrarán un presidente, un secretario de acuerdos, el titular del área de rehabilitación y el titular del área de prevención. Tendrá las siguientes atribuciones: Y Conocer y resolver los recursos que se interpongan en contra de las resoluciones de los consejos de menores. Y Calificar las causas de impedimentos y excusas, que serán las establecidas para los jueces en el Código de procedimientos Penales, y hacer las sustituciones correspondientes. Tratándose del Director General de Prevención y Readaptación Social, la sustitución se hará por su superior jerárquico. Y Dictar las medidas necesarias para el despacho pronto y expedito de los asuntos de su competencia.

ORGANIGRAMA COLEGIO DICTAMINADOR

PRESIDENTE

SECRETARIO DE ACUERDOS

ÁREA DE REHABILITACIÓN

ÁREA DE PREVENCIÓN

3.- Los Consejos de Menores son las autoridades que con autonomía plena conocerán y resolverán la situación jurídica de los menores que cometan infracciones. Se integrarán por un presidente, un secretario de acuerdos y siete vocales consejeros dentro de las Ma Del Carmen De La Cruz González.

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disciplinas de medicina, psicología, pedagogía, sociología, criminología, trabajo social y un terapista ocupacional. Tendrán las siguientes atribuciones: Y Instaurar el procedimiento y dictar las resoluciones técnico-jurídicas y definitivas, que resuelvan la situación de los menores. Y Supervisar el cumplimiento de la legalidad del procedimiento. Y Conciliar al menor con la víctima, y a las partes sobre el pago de la reparación del daño. Y Conocerán

y resolverán

de los recursos de revisión interpuestos ante las

Preceptorías juveniles y remitirán los expedientes al colegio dictaminador, cuando alguna de las partes interponga el recurso de apelación. Y Supervisarán la aplicación de las medidas de tratamiento a los menores.

Para el ejercicio de sus funciones, los Consejos están formados por el área jurídica y el área técnica:

Funciones del área jurídica: para el cumplimiento de su responsabilidad se encuentra representada por un secretario de acuerdos y secretarios proyectistas, los cuales conjuntamente con el presidente acuerdan los asuntos de su competencia: •

Requerir ante las autoridades las actuaciones y elementos necesarios para la integración de los expedientes que se instruyen.



Integrar los expedientes jurídicos.



Tramitar y remitir las actuaciones a las autoridades correspondientes en los casos de incompetencia.



Presentar los proyectos de resolución debidamente signados.



Notificar los acuerdos y resoluciones.



Expedir y certificar las copias de las actuaciones.



Auxiliar al C. Presidente en el despacho de los asuntos que le correspondan.



Y las demás que determinen otros ordenamientos legales.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Funciones del área técnica: se encuentra representada por siete vocales consejeros, los asuntos de su competencia son: •

Participar en la instrucción de los procedimientos.



Entregar a los secretarios de acuerdos, el criterio técnico de su especialidad para fundar el sentido de las resoluciones.



Vigilar o ejecutar el cumplimiento de las resoluciones.



Realizar, normar y ejecutar proyectos de desinternación de menores recluidos en la escuela de rehabilitación.



Supervisar la aplicación de las medidas de intervención educativa y terapéuticas que se ejecuten en la escuela de rehabilitación.



Asistir a las reuniones ordinarias y extraordinarias, previa

convocatoria del C.

Presidente del Consejo y emitir su voto en relación a los casos presentados. •

Las demás que establezcan otros ordenamientos.

ORGANIGRAMA CONSEJO DE MENORES

PRESIDENTE

SECRETARIO DE ACUERDOS

AREA DE

AREA DE

MEDICO

PEDAGOGÍA

LEGISTA

Ma Del Carmen De La Cruz González.

AREA DE

AREA DE

LABOR

CRIMINO-

TERAPÍA

LOGÍA

AREA DE

AREA DE

PSICOLOGÍA SOCIOLOGÍA

AREA DE TRABAJO SOCIAL

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4.- Preceptorías Juveniles: son las autoridades que con autonomía plena conocerán y resolverán la situación jurídica de los menores que cometan faltas. Se integrarán por un presidente, un secretario de acuerdos y cuatro vocales que serán un médico, un psicólogo, un trabajador social y un pedagogo. Tendrán las siguientes atribuciones: Y Instaurar el procedimiento y dictar las resoluciones técnico-jurídicas y definitivas, que resuelvan la situación de los menores. Y Supervisar el cumplimiento de la legalidad del procedimiento. Y Conciliar al menor con la víctima, y a las partes sobre el pago de la reparación del daño. Y Remitirán los expedientes a los consejos de menores cuando alguna de las partes interponga el recurso de revisión, y tendrán su sede en cada uno de los municipios de la entidad. Y Supervisarán la aplicación de las medidas de orientación, protección y asistencia técnica a los menores. Y Otorgarán custodia y protección a los menores que cometan faltas en los casos en que se encuentren en estado de abandono o presenten maltrato físico o mental. Y Desarrollarán las acciones de prevención social y llevarán a cabo las actividades tendientes a disminuir los síntomas que puedan contribuir una conducta antisocial. En cada preceptoría juvenil habrá por lo menos un promotor social. Y Otorgarán asistencia técnica en libertad asistida a los menores con conducta antisocial que hayan incurrido en faltas y a los menores externados de la Escuela de Rehabilitación que se encuentren en proceso de reincorporación social. Se entiende por libertad asistida el apoyo para crear condiciones que refuercen los vínculos entre el menor, su núcleo de integración social y la comunidad.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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ORGANIGRAMA PRECEPTORIAS JUVENILES

PRESIDENTE

SECRETARIO DE ACUERDOS

ÁREA

ÁREA DE

MÉDICA

PEDAGOGÍA

ÁREA DE

ÁREA DE TRABAJO

PSICOLOGÍA

SOCIAL

Es importante mencionar que el Estado de México está integrado por 122 municipios, éstos son atendidos por 31 preceptorías, en algunos casos en forma regional y en otros de manera municipal de acuerdo con el número de habitantes y la problemática que se manifieste. Las preceptorías generalmente cuentan con instalaciones propias e independientes

de los servicios municipales. Los edificios constan de oficinas

administrativas, cubículos para estudios médico, psicológico, pedagogíco, de servicio social y jurídico, talleres para terapías y capacitación y, en algunos casos, instalaciones deportivas, dormitorios y comedor para el caso en que se requiera de albergar a cierto menor por algunos días antes de su canalización definitiva.

3.4.2. ESCUELAS DE REHABILITACIÓN PARA MENORES INFRACTORES EN EL ESTADO DE MEXICO

La Dirección General de Prevención y Readaptación Social

tendrá a su cargo la

prevención social, el procedimiento para menores y el tratamiento rehabilitatorio integral.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

Dicho tratamiento rehabilitatorio integral estará a cargo de las escuelas de rehabilitación para menores. Las escuelas de rehabilitación son instituciones que tienen por objeto

proporcionar

tratamiento rehabilitatorio intensivo en internamiento a los menores que cometan una infracción. Las medidas de asistencia y tratamiento rehabilitatorio del menor con conducta antisocial son un conjunto de actividades educativas, formativas y terapéuticas que constituyen un programa interdisciplinario, individual y familiar, cuyos propósitos serán:

1. Eliminar los factores negativos en la actitud y conducta del menor y su familia. 2. Promover y afirmar la estructuración de valores socialmente aceptados y la formación de hábitos que constituyen el desarrollo de la personalidad del menor. 3. Proporcionar a los menores y a su familia los elementos formativos y disciplinarios, habilidades sociales y laborales que los conduzcan a un mejor desenvolvimiento en su vida individual, familiar y social.

El Estado de México actualmente solo cuenta

con una escuela de rehabilitación en

Zinacantepec llamada “QUINTA DEL BOSQUE”, institución que el Gobierno del Estado tiene establecida para dar la atención requerida a los menores, considerando que por razones de seguridad y tratamiento deben de ser separados de sus familias y albergados en espera

de una resolución jurídica, de las instancias correspondientes, para ser

externado o permanecer en ella el tiempo que el Consejo de Menores determine, de acuerdo con la respuesta que el propio menor tenga al tratamiento para él establecido. Aún no está en servicio la nueva escuela ubicada en ciudad de Nezahualcóyotl.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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ORGANIGRAMA ESCUELA DE REHABILITACIÓN

DIRECCIÓN

SUBDIRECCIÓN

ADMINISTRACIÓN

SECRETARÍA GENERAL

COORDINACIÓN COORDINACIÓN COORDINACIÓN COORDINACIÓN ÁREA PSICOLOGÍA

ÁREA TRAB.

ÁREA

SOCIAL

MÉDICA

ÁREA EDUCATIVA

JEFE DE VIGILANCIA Y SEGUR.

En el siguiente capítulo veremos el concepto de prevención, analizaremos si es posible la prevención de conductas antisociales en la familia y la escuela.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

CAPITULO 4

PREVENCIÓN

4.1

DEFINICION DEL CONCEPTO DE PREVENCIÓN

Por prevenir debe entenderse prever, conocer de antemano un daño o perjuicio, así como preparar, aparejar y disponer con anticipación las cosas necesarias para una fin.

En materia criminológica, prevenir es el conocer con anticipación la probabilidad de una conducta criminal, disponiendo los medios necesarios para evitarla. Nos dice el profesor CECCALDI:

“ Prevención es la política de conjunto que tiende a suprimir o al menos a reducir los factores de delincuencia o inadaptación social “. (CECCALDI, en: RODRÍGUEZ, 2000, Pág. 451)

Para CANIVELL existen tres formas de prevención:

1º.

Prevención primaria: Toda actividad de carácter general que tiene un fin de

saneamiento social que se espera evite o reduzca la incidencia de fenómenos delictivos y de los que producen riesgos a la comunidad. 2º. Prevención secundaria: Es la que se ejerce sobre personas de las que se puede afirmar la posibilidad de cometer delitos o de adoptar un género de vida que las pueda hacer especialmente peligrosas. 3º.

Prevención terciaria: Es la que se propone evitar que las personas que ya han

delinquido o incurrido en actividades especialmente peligrosas, persistan en su conducta socialmente nociva. (CANIVELL, en: RODRÍGUEZ, 2000, Pág. 451)

Desde el punto de vista de la psicología ALAN KAZDIN distingue dos tipos de vías preventivas:

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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1ª. La prevención primaria: Consiste en aquellas intervenciones diseñadas para prevenir el desarrollo de trastornos psicológicos y promocionar el bienestar de personas todavía no afectadas por la disfunción. Normalmente

las intervenciones se realizan a grupos

amplios no seleccionados de personas que no experimentan problemas de ajuste. (prevenir el comienzo de la conducta antisocial)

2ª. La prevención secundaria: Se centra en aquellas personas que ya muestran un signo precoz, leve o moderado de disfunción o presentan alto riesgo de problema clínico. Las intervenciones están diseñadas para evitar que la

disfunción empeore.

( reducir la

gravedad y duración de casos que muestran signos precoces de conducta antisocial) (KAZDIN, 1994, Pág. 125)

El interés en la prevención de la conducta antisocial ha sido amplio, en particular en relación con la delincuencia juvenil. Anteriormente las estrategias de prevención no eran lo suficientemente eficaces y las investigaciones realizadas no tenían una gran calidad, sin embargo, las revisiones más recientes han apuntado que hay caminos prometedores en la prevención de la conducta antisocial.

Actualmente

en las cumbres internacionales en las que se ha tratado el tema de la

delincuencia juvenil, se han elaborado los objetivos generales de la prevención y son los siguientes:

a) Las investigaciones encaminadas para la obtención de un diagnóstico sobre las actitudes personales y los hechos sociales concurrentes a la génesis del delito, así como otros tipos de comportamiento o componentes de situación pre delictiva. b) La evaluación de las investigaciones criminológicas para establecer un plano de profilaxis social con el fin de disminuir la incidencia delictiva. c) La formación de personal adecuado para aplicar las medidas inherentes a la prevención, y para la aplicación de medidas de profilaxis criminal. d) La centralización, confección y publicación de estadísticas y tablas de prognosis criminal.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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e) La realización de campañas de orientación de la colectividad para obtener su colaboración en la prevención del delito. f)

La elaboración de proyectos de ley, de reglamentos, normas y procedimientos relacionados con la política antidelictiva.

g) El estudio y la coordinación de todo lo que se refiere a asistencia oficial a eventos nacionales e internacionales relacionados con la etiología y prevención del delito. h) La aplicación de medidas de profilaxis social. (RODRÍGUEZ, 2000)

También se han elaborado diversos tipos de programas de prevención de la delincuencia. En forma muy general éstos programas se caracterizan de distintas formas:

Primero : los fines del programa varían, la atención a la prevención primaria frente a la prevención secundaria o terciaria.

Segundo:

los programas difieren

en su centro de

atención principal. Se orientan a

desarrollar la competencia prosocial o funcionamiento de adaptación; otros se centran en la reeducación del inicio de la disfunción o prevención de un problema específico (consumo de drogas, alcohol, suicidio)

Tercero: los programas suelen variar en si se aplican de forma general (a todos los estudiantes de un colegio, distrito o ciudad) o si se dirigen a un grupo seleccionado por su alto riesgo.

Cuarto: los programas se basan en los distintos entornos y de ahí en los recursos e intervenciones empleadas para conseguir sus objetivos. Por ejemplo, los programas en escuelas, en los hogares o en los centros de actividades, de forma independiente o en combinación han servido de base para la prevención. Otros programas se basan en las campañas de los medios de comunicación de masas. (KAZDIN, 1994)

Todas estas características llevan a una amplia gama de intervenciones y proporcionan múltiples opciones para mejorar el ajuste y prevenir el desajuste del individuo.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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4.2

PREVENCION DE LA DELINCUENCIA EN LA FAMILIA

Como observamos en el capítulo anterior las familias de los chicos antisociales suelen tener múltiples problemas, tanto de índole socio-económica (pobres ingresos, bajo nivel cultural y escolar) como en su misma estructura y dinámica familiar (dificultades de comunicación y de relación entre sus miembros, malos tratos, violencia etc.) De ahí que los programas preventivos sea necesario aplicarlos en la familia, con el objeto de que se puedan modificar las circunstancias que le incapacitan un funcionamiento socialmente integrado.

Para algunos especialistas ésta prevención debe ser general e iniciar desde la higiene prenatal, la educación prematrimonial, y continuar con

la educación familiar, las

influencias anteriores al nacimiento del niño, además de sus primeros años de vida. La necesidad de educar y adaptar a los padres, de reafirmar los valores familiares, de solidificar el hogar, de lograr la cooperación de los padres, de la disciplina paterna y la vigilancia materna, de fomentar las sociedades de padres de familia, de los clubes familiares, y de coordinar las asociaciones que en alguna forma puedan cooperar a la solución del problema. Es decir, reducir los factores de riesgo que originan disfunciones infantiles y familiares y por ende, conductas antisociales. ( RODRÍGUEZ, 2000)

Las investigaciones realizadas actualmente nos muestran los diversos programas de prevención que se han experimentado, un claro ejemplo de éstos, son los que nos presenta GARRIDO GENOVES, los cuales ubica bajo la categoría de “entrenamiento de padres” siendo éstos los más satisfactorios de la actualidad, en el caso particular de México dichos programas toman el nombre de; “escuela para padres”. Se caracterizan: “por enseñar a los padres a ser agentes de cambio de las conductas problemáticas de sus hijos... proveen a los padres de la información básica acerca del proceso de desarrollo del niño, y les asisten a la hora de identificar las conductas apropiadas e inapropiadas de sus hijos. Se les

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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enseña a premiar más, a castigar menos, y a ser más atentos y consistentes en su crianza”. (MORTON en: GARRIDO, 1990, PÁG. 38)

Las familias de

los menores antisociales se caracterizan por funcionar dentro de un

modelo coercitivo de interacción familiar, donde las estrategias más utilizadas son la amenaza, las rabietas, el castigo y los golpes. Resulta necesario éste tipo de programas para romper esa cadena donde ni la autoestima del menor ni sus recursos personales (habilidades de toda índole) resultan beneficiados.

ALEXANDER Y PARSONS han realizado uno de los programas más impresionantes, por los resultados conseguidos. Consiste en lo siguiente:

“Su tratamiento se centra en el sistema de interacción familiar y en las funciones que realizan las conductas delictivas y relacionadas con el mantenimiento del equilibrio familiar. El tratamiento tiene dos etapas genéricas, la primera de naturaleza terapéutica, donde se intenta romper la resistencia de la familia ante la intervención, y la segunda de naturaleza educativa, donde se enseña a la familia habilidades de comunicación, de negociación y de solución de conflictos”. (ALEXANDER en: GARRIDO, 1990, PÁG. 39)

En éste programa el terapeuta o educador familiar busca establecer un escenario de cooperación para la discusión de los aspectos problemáticos y para el ensayo de las habilidades a aprender. Posteriormente, se dirige a modificar la definición familiar de la conducta delictiva del menor, generalmente proclive a considerar a éste como “moralmente culpable”, intentando sustituirla por otra que se sustente en la comprensión racional de los patrones de conducta existentes tradicionalmente en ese núcleo familiar. Una vez que la familia y el educador han construido una relación positiva, se introducen los conceptos de responsabilidad compartida y las habilidades de comunicación, intercambio mutuo de refuerzos, de solución de problemas, etc.

Éste programa muestra la importancia de modificar el sistema familiar, por encima de la conducta aislada de alguno de sus miembros, así como la validez de una intervención

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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destinada a proporcionar recursos de acción, es decir, herramientas de cambio de la situación actual.

Otro programa para prevenir la delincuencia radica en “lograr disminuir la violencia familiar”, es decir la agresión hacia la esposa y los hijos. Primero, porque el maltrato de la mujer a los hijos es un delito en sí mismo, y especialmente grave para la sociedad. Y en segundo lugar, porque el haber sufrido maltrato en la niñez es un indicador de riesgo para cometer delitos en la adolescencia y edad adulta.

“Un reciente estudio de seguimiento de más de 4000 niños que habían sufrido maltrato, reveló que más de un 20% había sido objeto de procesamiento penal en el plazo de 20 años cubierto por el estudio”. (GARRIDO, 1990, Pág. 40)

Ciertamente los niños que sufren maltrato presentan una mayor gama de problemas de conducta y de desajustes sociales, que los niños criados sin haber vivido éstos hechos.

En forma general se ha desarrollado uno de los modelos de intervención más interesantes, en el cual se especifican cuatro áreas generales de intervención:

1. Enseñanza de medidas disciplinarias alternativas al empleo de la violencia. 2. Enseñanza de técnicas de refuerzo social y material. 3. Entrenamiento en control de las respuestas de cólera. 4. Un conjunto de medidas destinadas a fomentar el apoyo social de la familia, sus capacidades de solución de conflicto conyugales. De solución de problemas, así como acciones de apoyo económico. ( GARRIDO, 1990)

Los programas de prevención de la delincuencia en la familia han de reducir éstas conductas en los menores, a continuación

veremos que se realiza en materia de

prevención en la escuela.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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4.3

PREVENCION DE LA DELINCUENCIA EN LA ESCUELA

Después de la familia el segundo grupo socializador del niño es la escuela, en ella se observa la capacidad de adaptación social del niño, es ahí también donde se observa el inicio de conductas desviadas o trastornos de conducta, algunos especialistas aseguran que la mayoría de los delincuentes juveniles son fracasados escolares, sin embargo, no es posible asegurar, si el fracaso escolar es una causa de la delincuencia, si la conducta perturbadora en el salón de clase es la que provoca el fracaso escolar, o si ambos son manifestaciones de un patrón desviado anterior.

Existen tres distintas e importantes teorías que otorgan a la escuela relación con las conductas antisociales:

1. TEORIA DE LA TENSIÓN O FRUSTRACIÓN: contempla a la escuela como una institución de clase media en la que los chicos de clase baja tienen menos oportunidades de competir con éxito. Al no disponer de una de las grandes vías legítimas de acceso a las metas culturalmente establecidas, esos jóvenes cometerán delitos para compensar su frustración y elevar su autoestima. 2. LOS TEÓRICOS DEL ETIQUETADO: La etiqueta que se impone a los niños difíciles propicia que el sistema escolar los trate de manera hostil, sin importar - a partir del etiquetado – la realidad objetiva de sus acciones, contribuyendo a que los jóvenes asuman tal etiqueta y, consecuentemente, a que se impliquen en mayor medida en actividades antisociales. 3. TEORIA DEL DESARROLLO SOCIAL:

Define tres condiciones generales

necesarias para la formación del vínculo social con respecto a la escuela cuando: a) Los jóvenes experiencian las oportunidades para implicarse en la vida de la escuela. b) Tienen las habilidades sociales, cognitivas y conductuales para actuar como se espera de ellos en las actividades e interacciones sociales. Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

c) Son reforzados

consistentemente

por su desempeño correcto;

entonces desarrollarán una relación positiva y fructífera con la escuela, lo que dificultará su participación en actos delictivos. (GARRIDO, 1990)

LA ESCUELA ES SOLO UN FACTOR: LAS CIRCUNSTANCIAS FAMILIARES, LAS RELACIONES CON LOS AMIGOS Y LA COMUNIDAD TIENEN UN PESO CONSIDERABLE EN LA ETIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA.

La escuela es sin duda uno de los lugares donde se manifiesta la conducta antisocial, sin embargo, también se le considera como la agencia socializadora más importante en la prevención de la delincuencia.

En México no hay un plan definido de prevención; la actividad en general es puramente represiva, ya que se espera a que el individuo cometa un delito para castigarlo, es decir, que se ataca al hecho delictuoso, no las causas que lo producen o los factores que lo favorecen.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

CAPITULO 5 PROPUESTA DE UN TALLER PARA PADRES DE ADOLESCENTES SOBRE COMO PREVENIR CONDUCTAS ANTISOCIALES.

5.1 DEFINICION DE TALLER El taller puede definirse como: Š

Una estructura pedagógica de acción en la cual tanto la enseñanza como el aprendizaje conforman

un marco de fuerte compromiso personal, en base a

propuestas específicas. Š

Una técnica operativa del proceso de aprendizaje – enseñanza- aprendizaje mediante la acción, a realizarse sobre un proyecto concreto de trabajo en grupo.

Š

Una forma, un camino, una guía flexible, dúctil, enriquecedora para la persona y el grupo, fundamentada en el aprender haciendo por el placer y la activación del pensamiento por propia convicción necesidad y elaboración.

Š

Un instrumento, un método pedagógico práctico de abordaje del niño, del docente, del conocimiento y de la realidad, tomando como punto neurálgico la acción protagónica y responsable individual y grupal.

Š

Una estructura grupal personalizada de acción, orientada por la experiencia de enseñanza – aprendizaje, que incluye al alumno y al docente como sujetos de acción

en

una

co-gestión

participatoria, libre,

responsable y

placentera.

(LESPADA, 1989, Pág. 21)

En las definiciones de taller encontramos que se da necesariamente una relación vincular, la comunicación de unos con otros, el constante enriquecimiento del “estar con”, “jugar con”, “congeniar o disentir con”, “investigar con”, “saborear con”, etc. En definitiva vivir, aprender, enseñar con el otro u otros.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

En definitiva podemos decir que el taller es el desarrollo de una serie de actividades a través de las cuales se alcanzan objetivos personales, educativos y comunes para los participantes, se caracteriza porque los elementos teóricos que se manejan son puestos en práctica en condiciones reales de comunicación, interacción y aprendizaje, disponiendo de espacio, voluntad, horario, etc., que faciliten su realización y se alcancen los objetivos planteados.

5.2

OBJETIVOS DEL TALLER

OBJETIVO GENERAL:

Diseñar y elaborar un taller para padres sobre como prevenir conductas antisociales de sus hijos adolescentes.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS: Š

Durante el taller los participantes reconocerán la importancia de establecer límites en la relación con sus hijos e identificarán el papel que tienen como formadores de los mismos; adquirirán elementos para facilitar la comunicación intergeneracional sobre adolescencia y sexualidad y obtendrán conocimientos de aspectos básicos en el tema.

Š

Reconocer como la comunicación verbal y no verbal afectan las relaciones entre los integrantes de la familia.

Š

Analizar como el tipo de familia influye en el tipo de comunicación que se da dentro de la misma.

Š

Proponer estrategias para mejorar la comunicación familiar.

Š

Conocer los cambios físicos, psicológicos y sociales que se dan en la adolescencia, para que los padres estén en la posibilidad de comprender y ayudar a sus hijos. Aprender a realizar los ajustes que sean necesarios para alcanzar armonía familiar durante esta etapa.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

Š

Explicar que es y como se forma la autoestima, sensibilizar a los padres sobre la importancia que tiene la autoestima en el desarrollo de sus hijos.

Š

Explicar que son y como se forman los valores, invitar a la reflexión sobre los valores que los padres transmiten a sus hijos.

Š

Analizar errores educativos que pueden generar problemas graves en los hijos.

Š

Analizar las estrategias educativas de las familias con hijos con conductas antisociales.

5.3

PRESENTACION DEL TALLER

Uno de los periodos de mayor reto es la adolescencia. Se caracteriza por una serie de cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales que determinan la transición entre la infancia y la edad adulta. Es cuando se busca la identidad, la independencia y la aceptación; cuando se forman los propios valores y se explora el mundo. La población que atiende la Preceptoría Juvenil de CD. Nezahualcóyotl se encuentra en éste periodo de su vida: “la adolescencia”.

Entre las características más relevantes de los menores que se atienden, se encuentra que poseen baja tolerancia a la frustración, lo que los conduce a darse por vencidos a la primera, limitándose a buscar alternativas de acuerdo con sus posibilidades; presentan poco control de impulsos, en general ha sido uno de los factores que los conducen a cometer la falta o infracción, pues no contienen sus impulsos e incluso disfrutan el sentirse excitados y exaltados ante emociones fuertes. Otra característica es el poco o casi nulo reconocimiento de sus capacidades, no sólo por parte de los menores sino de la familia, el contexto social y la escuela, ya que son chicos que han sido etiquetados por sus acciones dentro de su contexto. La escuela los califica de indisciplinados, poco capaces de aprender, hiperactivos, niños problema debido a las alteraciones de conducta que presentan; la familia los califica como tontos, latosos, irresponsables e incluso burros; la sociedad los agrede por su aspecto y poca contención, viven una constante agresión de su entorno social lo que los hace transgredir las normas y límites impuestos por la sociedad a lo cual deben responder por sus acciones. Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

Todo lo anterior limita a los menores a reconocer sus capacidades, habilidades, elevar su autoestima y buscar alternativas

ante las situaciones tan complejas en las que viven. Es

por ello que su necesidad de identificación dentro de su contexto los conduce a situaciones extremas que los involucran en conductas antisociales, drogadicción etc.

En el presente trabajo se considera necesario plantear una alternativa de intervención con los padres o tutores de éstos menores, con el fin de prevenir, disuadir y evitar la reincidencia de conductas antisociales, ésta intervención se realizará a través del diseño y elaboración de un taller dirigido a los

padres de los adolescentes para su

implementación en la Preceptoría Juvenil de CD. Nezahualcóyotl.

En importante mencionar la participación de los padres en el taller ya que son ellos quienes han creado un ambiente adecuado o inadecuado para el desarrollo de las capacidades y habilidades del adolescente, pueden contribuir de manera directa a la no reincidencia de las conductas antisociales al cambiar o mejorar la dinámica familiar.

Incluir a los padres tiene las siguientes intenciones: Š

Involucrar a los padres en el proceso del cual ellos son partícipes, puesto que la conducta de sus hijos es resultado de sus acciones como figuras de autoridad, como facilitadores o limitadores de las interacciones familiares, si bien es cierto que los que cometieron la conducta fueron los adolescentes, también es cierto que los padres son corresponsables de la acción, por ser quienes guían y conducen la vida de sus hijos o bien por no ser quienes están cerca de ellos.

Š

Tratar de proporcionar elementos a los padres de familia así como posibles vías de interacción familiar, en donde el reconocimiento de sus capacidades permita elevar la autoestima de los participantes,

lograr una mejor comunicación que

contribuya al crecimiento personal y familiar a fin de poder proyectar acciones concretas en el contexto social al que pertenecen.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

Para impartir el taller es necesario que el instructor cuente con una formación profesional como pedagogo, psicólogo o trabajador social, (dichos profesionales atienden el área técnica de la preceptoría) es de suma importancia que el instructor sea una persona con experiencia en el manejo de padres de familia. Cuando se proponga al instructor la primera condición es que su participación sea voluntaria; segunda, que sienta agrado de trabajar en sesiones preventivas con padres de familia.

El papel del instructor consiste en:

T

Servir de modelo de una comunicación coherente siendo claro, preciso y directo.

T

Escuchar cuidadosamente y verificar si se le escucha bien.

T

Pedir información cuando las cosas no son claras.

T

Pasar mensajes en términos que concuerden con lo que siente.

T

Ser perceptivo del nivel de comodidad del grupo y del ritmo que requiere el programa.

T

Pasar de lo específico a lo universal mediante la generalización.

T

Pasar de lo familiar y lo menos riesgoso, a lo nuevo y menos familiar

T

Tener paciencia, utilizar metáforas e imágenes como ayuda para que lo extraño se vuelva familiar.

T

Sembrar mensajes de crecimiento cada vez que sea posible.

T

Emplear cualquier intervención como una oportunidad para incrementar la autoestima de los participantes.

T

Expresarse y responder en términos que sean educativos antes que terapéuticos; enfocar el aprendizaje y el crecimiento.

T

Dar a todos la oportunidad de expresar sus opiniones durante una discusión grupal.

T

Servir de modelo de la forma en que lo diferente y lo singular pueden usarse creativamente.

T

Utilizar la realidad como base de la toma de decisiones, en vez de basarse en quién tiene la razón o quién tiene el poder.

T

Traducir cualquier solicitud de solución de problemas en elemento del proceso.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

T

Utilizar todos los métodos mediante los cuales la gente aprende: didácticos, visuales, auditivos, vivénciales, cinestésicos.

T

Evitar hacer preguntas que inicien con “por qué”

T

Aceptar que no todo el mundo está dispuesto o quiere responder a las preguntas que uno le hace.

T

Establecer un contacto directo con cada persona tan pronto como sea posible y con la frecuencia que se necesite, mediante el uso del nombre de la persona y manteniéndose al alcance visual y auditivo.

T

Emplear una buena dosis de humor y de tacto.

T

“Tocar la puerta”, es decir, que cuando se pida a la gente que participe, hay que empezar por preguntarle si está dispuesta a hacer algo nuevo

T

Replantear los términos y expresiones que sean negativos, indefinidos o imprecisos.

T

Estar pendiente de cualquier indicio interno de divagación o desequilibrio, y recuperar el equilibrio y el hilo.

T

Estar consciente de que la fuerza, la buena voluntad, la esperanza y el buen humor están presentes, aunque no siempre sean evidentes.

T

Tener la certeza de que si se sigue el proceso al pie de la letra, el facilitador puede emplearse a sí mismo y usar sus recursos y los del grupo para el crecimiento de él y del grupo.

T

Quedarse con lo que ha sido útil y dejar a un lado lo inútil, pero aprender de ambas cosas. (SATIR, 1991, Pág. 19-21)

El taller está basado y retoma las actividades propuestas por el trabajo realizado a través de diversos ejercicios vivenciales de VIRGINIA SATIR, SUSAN PICK, FELIX LOPEZ Y LA COMUNIDAD ENCUENTRO.

Para mayor referencia la bibliografía se

encuentra al final del presente capítulo.

La duración que se propone para el taller es de 27 horas. Distribuidas en 9 sesiones, con una duración de 3 horas para cada sesión.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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SESIÓN 1 ¿QUIÉN SOY YO? BIENVENIDA: Se dará la bienvenida a los participantes al taller con un cordial saludo, tratando de darles confianza. Se proporcionará información general sobre el taller y su objetivo. (5min.)

OBJETIVOS: •

Que los participantes se conozcan entre sí y manifiesten lo que esperan de su participación en el taller.



Conocer sus necesidades y aspiraciones como personas, como parejas y como padres.

DINÁMICA DE INTEGRACIÓN LA TELARAÑA: OBJETIVO: •

Propiciar que los participantes se conozcan entre sí para lograr una integración grupal.

DURACIÓN : 15 minutos. MATERIAL DE APOYO: Una madeja de estambre. DESARROLLO: •

Indicar al grupo que se llevará a cabo una actividad de integración con el fin de que se conozcan, ya que estarán conviviendo durante varios días.



Comentar a los participantes que estén atentos a los datos de sus compañeros ya que el ejercicio es de memorización.



Pedir a los participantes que se coloquen de pie formando un círculo.



El instructor

inicia el ejercicio tomando una punta de estambre y se presenta al

grupo diciendo su nombre, ocupación, porque está allí y lo que espera del curso. •

Les indica que la bola de estambre le será arrojada a cada uno de los participantes y que cuando la reciban deberán dar su nombre, ocupación, el motivo por el que se encuentran allí, cuantos hijos tienen y que significa para él ser padre o madre.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales



Al terminar su explicación y presentación, lanzará la bola de estambre a otro compañero, quien a su vez deberá presentarse de igual manera y sostener el estambre antes de lanzarlo de nuevo.



Esta secuencia se repite hasta que todos los participantes queden entrelazados en una especie de telaraña.



Una vez que todos se han presentado, el último participante que habló regresará la bola de estambre a la persona que se la envió, repitiendo los datos mencionados por ella, quien a su vez deberá repetir los datos de quien la precedió. Este procedimiento se continúa en sentido inverso al que se inició, de manera que la bola de estambre se vaya enredando nuevamente y termine en las manos de quien inició el juego.

EJERCICIO EL TERMÓMETRO

OBJETIVO: Este ejercicio constituye una manera práctica de hacer que un grupo, una familia o una compañía revisen y se concentren en las condiciones actuales –el qué, por qué, quién, dónde y cómo de la vida de sus miembros. Brinda la ocasión y el lugar para intercambiar información esencial, de tal manera que cada persona puede concentrarse verdaderamente en lo que ha ocurrido y va a ocurrir en el grupo. Igualmente importante es que el ejercicio permite que ésto ocurra en un ambiente de descubrimiento: se buscan respuestas en vez de tratar de culpar a alguien. Las quejas y las preocupaciones normales y siempre presentes vienen acompañadas de varias recomendaciones para posibles soluciones. DURACIÓN: 15 MINUTOS

MATERIAL DE APOYO: ROTAFOLIOS

DESCRIPCIÓN: El grupo responde a las preguntas sobre qué es lo que en este momento necesita, quiere, espera o le preocupa a los participantes. Este ejercicio es recomendable usarlo al comienzo de cualquier sesión; permite que todos expresen u obtengan cualquier información que necesiten para sentirse bien y cómodos durante la sesión.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

PARTE 1: Una vez explicado el objetivo del ejercicio, el conductor describe el siguiente formato y luego pregunta al grupo que les parece si lo intentan. Al ir explicando el ejercicio, el conductor debe ir anotando las diferentes partes en el rotafolios. Información: ¿Alguien

tiene dudas o necesita alguna información? ¿Alguien tiene

información que el grupo podría necesitar? Quejas y recomendaciones: ¿qué recomendaciones tienen para resolver alguna de éstas? Preocupaciones: ¿alguien tiene alguna preocupación que quiera comentar? Apreciaciones: ¿alguien quiere comentar algunas apreciaciones, algo que los haya estimulado o algún deseo que quiera expresar? Este ejercicio resulta especialmente importante en la primera sesión. De él se desprende información relevante sobre el programa y sobre las necesidades, preocupaciones, deseos, esperanzas y expectativas del grupo.

PARTE 2: El conductor plantea las preguntas una por una, tomando todo el tiempo que sea necesario. Después de la discusión grupal, el conductor pregunta al grupo qué le pareció la experiencia. Es necesario que esta experiencia del termómetro se realice lenta y cuidadosamente y que sé de oportunidad de hablar a todo aquel que así lo desee.

CONTENIDO DE LA SESIÓN

Conocernos a nosotros mismos es muy

importante para desarrollarnos en cualquier

actividad y para relacionarnos con quienes nos rodean. Mientras no sepamos comprender quiénes somos, cómo somos, por qué somos así, qué queremos, qué no queremos, etc., no podemos establecer vínculos con otras personas.

Hasta que no hayamos analizado con detenimiento y con profundidad cómo somos, no podremos esperar que los demás, especialmente la gente más cercana e importante para nosotros, como nuestra familia, la pareja, los hijos y los

amigos, nos acepten y nos

comprendan.

T

Hay dos maneras fundamentales para conocernos:

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

-

La reflexión y el auto análisis: dedicar tiempo para pensar quiénes somos.

-

La retroalimentación: saber preguntar a aquellos que nos conocen, cómo nos ven y qué piensan de nosotros.

Escucharlos con total apertura, porque aunque nos disguste lo que digan o no estemos de acuerdo con la manera en que nos describan, podemos aceptar que por alguna razón proyectamos esa imagen al exterior. Esto es algo que podemos hacer poco a poco, pues no es fácil. El primer paso es tener la disposición de intentarlo y entender que implicará oír cosas que tal vez no van a gustarnos mucho.

Aunque parezca algo muy elemental, la mayoría de las personas no se conocen bien a sí mismas. Solemos tener algunas ideas básicas acerca de quiénes o cómo somos, y nos apoyamos en ellas sin reflexionar si realmente somos así o no. Muchas veces las ideas que tenemos sobre nuestra persona corresponden a lo que quisiéramos ser y no a la realidad.

T

¿Por qué es tan importante conocernos a nosotros mismos?

En primer lugar, porque es la única manera de llegar a aceptarnos y querernos, requisitos indispensables para ser capaces de aceptar y querer a los demás. ¿Cómo puedo ser un buen esposo (a) si antes no me conozco, me acepto y me quiero como soy? ¿Cómo puedo establecer una relación positiva y constructiva con mis hijos (as) si antes no tengo claro qué es lo que quiero y por qué?

El desempeño de la función de padre comienza con el conocimiento de uno mismo, es decir, con la comprensión de lo que uno es como padre y de lo que se espera

del

adolescente.

Ahora bien, aceptamos y queremos como somos no implica aceptar y conservar todos nuestro defectos, ni todo lo que nos disgusta. Al conocernos podremos distinguir entre lo que es determinante y no podemos cambiar, y aquello que es modificable.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

87

Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

T

Hay

varios aspectos en los que podemos y debemos conocernos bien. Es

importante que sepamos describirnos con objetividad.

1) Aspecto físico: soy alto o bajo, grueso o delgado, etc. 2) Aspecto emocional: soy alegre o serio, soy ansioso o despreocupado, etc. 3) Aspecto social: soy introvertido o extrovertido, solitario o me gusta estar con la gente, prefiero estar callado o me gusta platicar con los demás, etc.

Una vez que hayamos analizado nuestras características principales, es importante preguntarnos cuáles de ellas nos agradan y cuáles nos molestan. Entonces podemos trabajar para modificar aquello que nos desagrada. ¿Qué importancia tiene esto?

Es

muy sencillo: una persona que sabe cómo es, qué quiere y por qué, que se acepta y se quiere, está mejor capacitada para conocer, comprender y aceptar a los demás. En consecuencia, puede establecer con ellos relaciones más saludables y gratificantes. Esto es de importancia fundamental en el seno de la familia.

Aceptar a los demás como son es una labor sumamente difícil, pero indispensable para la convivencia. Por lo general tenemos una imagen o un ideal de cómo queremos que sea nuestra pareja o nuestros hijos y nos molesta que no se adecuen a ella, lo que provoca frustración y conflictos. Es necesario entender que cada individuo tiene derecho a construir su propia forma de ser, aunque sea muy diferente de lo que nos gustaría.

En cuanto a las relaciones con los hijos, es importante comprender que son personas independientes y que conforme

atraviesan diferentes etapas de desarrollo, desde la

primera infancia hasta convertirse en adultos, irán modificando sus características físicas y psicológicas, independizándose cada vez más de nosotros.

Por esta razón conviene olvidarse de poner etiquetas a los hijos, que pueden confundirlos y condicionar su comportamiento futuro. Por ejemplo: el hijo que es muy ordenado y cuyos padres constantemente lo muestran como una persona que seguramente llegará a ser un

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Taller para padres de adolescentes sobre como prevenir conductas antisociales

excelente administrador; o la hija que por haber reprobado algún año escolar, es definida como una niña desinteresada en la escuela y sin capacidad para el estudio.

Así mismo la pareja no permanece siempre igual; con el transcurso del tiempo va cambiando y ésto implica que sólo la comunicación constante nos permitirá conocer esas transformaciones, para entenderlas, respetarlas y poder saber hacia dónde va esa relación.

Frecuentemente al integrar una familia, los sujetos pierden su individualidad y dependen de los demás en exceso. Puede suceder, por ejemplo, que una madre se olvide de sus necesidades y deseos y centre su felicidad en los logros familiares; o que un padre ponga todas sus expectativas en los éxitos de sus hijos, y sienta una gran frustración si ellos no responden adecuadamente a sus esperanzas. Esto nos lleva a tener gratificaciones por los triunfos de los demás y no por los nuestros, lo cual limita nuestras posibilidades e impone presiones muy fuertes, por lo general negativas sobre los hijos (as).

Cada miembro de la familia tiene metas individuales, además de algunas compartidas por la pareja y los hijos. Algunas requieren ser establecidas de común acuerdo. Durante la adolescencia la mayor parte de ellas será en términos individuales y no familiares.

En ocasiones los seres humanos caen en un vacío existencial, sienten que sus vidas carecen de sentido. Incluso llegan a no saber siquiera qué les gustaría hacer. Esto es frecuente en personas que han dedicado toda su vida a hacer lo que otras quieren sin pensar en ellas mismas, y se convierte en un problema cuando aquéllas ya no las necesitan. Generalmente sucede cuando los hijos crecen o cuando se van de la casa. Frases como , dicha a la pareja o a un hijo, crean relaciones de dependencia que a la larga conducen a problemas con la interacción. La vida de cada persona necesita un propósito individual, al margen del enriquecimiento que le brinden las relaciones familiares. De esta manera la difícil etapa que se enfrenta cuando la pareja, por cualquier motivo, se desintegra, o cuando llega el inevitable

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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momento en que los hijos se marchan, podrá ser enfrentada constructivamente, pues existirá un plan de vida a futuro que marcará una nueva etapa en la vida de las personas.

Es evidente que mientras los hijos son pequeños, sus requerimientos en términos de tiempo y atención suelen mantener ocupados a los padres. Sin embargo, conforme van creciendo y especialmente al llegar la adolescencia, empiezan a tener más actividades independientes. Cuando ésto ocurre, los padres suelen experimentar una sensación de pérdida y no saben cómo

llenar el tiempo. Esto no sucedería sí como individuos

entendiéramos que antes de ser esposo (a) o padre, somos personas, que necesitamos respetar la independencia de cada persona, conservando nuestros intereses, objetivos y actividades personales.

Los padres que satisfacen sus propias necesidades a través de actividades personales gratificantes, se aceptan mejor a sí mismos y no necesitan centrar la satisfacción de sus necesidades en los hijos. Quienes tienen un alto grado de respeto por sí mismos, basado en sus logros independientes, aceptan con más facilidad a sus hijos y la forma como se comportan.

DINÁMICA YO SOY

OBJETIVO: Identificar los diferentes papeles que toda persona juega y los sentimientos (alegrías, tristezas, enojos, culpas) que cada uno de ellos le produce. DURACIÓN : 30 minutos MATERIAL: Pizarrón y gises. DESARROLLO: •

El instructor pedirá a los participantes que formen parejas.



Solicitará a cada miembro de la pareja que se presente con su compañero como lo haría: 1. Ella o él mismo. 2. Su pareja. 3. Su padre o madre.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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4. Su jefe o empleado. 5. Un amigo. 6. Una amiga. 7. Cada uno de sus hijos. •

Analizar con el grupo los diferentes papeles que desempeñan

y las diversas

situaciones en las que participan. •

Comentar aquellos papeles en los que se sienten satisfechos y los que pueden generar frustraciones e insatisfacciones.



Revisar si algunos de estos papeles o situaciones resultan incompatibles y discutir estrategias para lograr armonizarlos.

DINÁMICA LAS MARIPOSAS SON LIBRES

OBJETIVO: analizar la analogía de que los hijos son como larvas en capullo, que cuando maduran se convierten en mariposas y emprenden el vuelo.

DURACIÓN: Cinco minutos en la primera sesión; dos o tres minutos en cada sesión posterior y cinco minutos en la última del curso.

MATERIAL: Capullos de mariposa para cada uno de los participantes, o papel, lápices y plumas.

DESARROLLO: El

instructor entregará

un capullo a cada uno de los participantes

solicitándoles que lo guarden y que vayan observando su desarrollo a lo largo del curso; si alguno se convierte en mariposa antes de terminar que la dejen volar. Les recordará que traigan su capullo a la última sesión.

Una variante de lo anterior, si es muy difícil conseguir capullos, es pedir a los padres que dibujen un capullo y su desarrollo a lo largo de cada sesión del taller. En la última trazarán una mariposa y la dejarán volar.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Comentará con el grupo, unos minutos durante cada sesión, qué sienten al ver que los capullos se van desarrollando. En la última sesión, o cuando el capullo se convierta en mariposa, los participantes dirán lo que sintieron y que semejanzas ven entre el desarrollo de la larva en el capullo y el de sus hijos adolescentes.

DEJA VOLAR A TU ADOLESCENTE

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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SESION 2 ¿QUÉ AFECTA LA COMUNICACIÓN?

BIENVENIDA: Preguntar a los participantes cómo se sienten en este día, si gustan comentar algo que les haya sucedido. Pedir a los participantes que dibujen el desarrollo del capullo de mariposa. (10 min.) •

OBJETIVO: Reconocer como las diferentes posiciones corporales afectan la comunicación y las relaciones entre los integrantes de la familia.

DURACIÓN: De dos a dos horas y media aproximadamente, dependiendo del número de personas y del ritmo que disponga el conductor.

MATERIAL DE APOYO: Rotafolio, hojas, cojín, espejo grande.

CONTENIDO DE LA SESION

Las experiencias a experimentar en esta sesión exploran lo que ocurre a la gente cuando habla entre sí desde diferentes posiciones físicas. Los pensamientos, los sentimientos, las reacciones corporales y la conducta que resulta de las diferentes posiciones físicas afectan tanto la comunicación como la relación. Para muchas personas, ésta es la primera acción consciente y deliberada que se dirige específicamente a conocer las respuestas corporales, y los

sentimientos de uno mismo. Esta experiencia es, al mismo tiempo,

gráfica, no amenazante y divertida y puede hacer que se vuelva más fácilmente aceptable la profundización en el tema.

Parte 1: Hay que pedir a todos los participantes que echen un vistazo a todos los que están en la habitación considerando con qué persona del grupo les gustaría estar. Unos cuantos minutos después, hay que pedir a todos que se levanten y que, sin hablar, escojan una persona. Hay que sentarlos luego por parejas, cómodamente, con suficiente espacio para que las conversaciones de cada pareja no interrumpan a las demás parejas.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Una vez que todas las parejas están sentadas, hay que pedirles su atención y explicarles que cada una va a iniciar una conversación sobre un tema propuesto por el conductor; por ejemplo: “¿Qué sintieron al elegir a alguien?” “¿Cómo se sienten más cómodos, cuando eligen a alguien conocido o a un extraño?” o “¿En este momento qué aspecto de su vida es más real?”. Las parejas deben estar sentadas frente a frente y hablar sin dejar de mirarse. Como es posible que a veces dejen de mirarse, hay que pedirles que se fijen cuando ésto ocurra.

El conductor les explicará en seguida que de vez en cuando los interrumpirá para darles otras instrucciones. Como apoyo, el conductor podría indicarles que sus instrucciones podrían sentirlas raras y extrañas al principio y que es normal que la gente se sienta así cuando está intentando algo que antes no había hecho.

Después de diez o quince minutos, o en el momento en que todos parecen enfrascados en la conversación, el conductor los interrumpirá. En este momento, el conductor puede iniciar una discusión general sobre esta experiencia, o bien aguardar hasta la parte siguiente.

Parte 2: Hay que pedir a todos los participantes que muevan las sillas hasta que estén respaldo con respaldo para que los miembros de la pareja, al sentarse, se den la espalda; entre las sillas debe haber una separación de unos veinte centímetros ( de manera que los respaldos no se toquen). Las parejas continúan su conversación en esta posición.

Hay que interrumpir después de unos cinco minutos. El conductor debe anunciar la interrupción diciendo: “Ahora voy a interrumpirlos”. Esta expresión ayuda a que la gente se vuelva consciente de las múltiples interrupciones del vivir cotidiano y de que generalmente uno no reconoce los sentimientos que eso trae consigo: igualmente, que la gente se dé cuenta de la forma en que maneja esos sentimientos y de qué manera se ve por lo tanto afectada su comunicación.

Ma Del Carmen De La Cruz González.

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Hay que iniciar una discusión grupal sobre cómo ha sido la experiencia hasta este momento. Mientras los participantes hacen comentarios, el conductor debe agregar preguntas que llamen la atención de los pensamientos, reacciones y sentimientos que tuvieron, y destacar las conclusiones y supuestos que hayan realizado. He aquí algunos ejemplos:

< ¿Qué diferencias notaron en su cuerpo entre la posición de estar cara a cara y luego espalda con espalda?