Sociedad de La Informacion y El Conocimiento

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Sociedad de la Información y el Conocimiento La sociedad de la información y el conocimiento permite fomentar a la sociedad la necesidad de adquirir nuevos conocimientos. De tal manera que sirva para generar, transmitir y procesar nueva información de interés general. Otros autores afirman que la llamada Sociedad de la Información, es tan cambiante y amplia como las formas de nombrarla. Viene impulsada por el avance científico y los intereses globalizadores económicos y culturales existentes en la sociedad actual. Toda la información se vuelve cada vez más rápida, más accesible, con una difusión masiva en todos los estratos sociales y económicos, con nuevos canales de comunicación y cantidades de fuentes informativas. Lo que nos lleva a nuevos valores y pautas comportamiento social, nuevas simbologías, estructuras de transmisión del conocimiento y de organización de la información. ¿Cuál es el impacto de la sociedad de la información y el conocimiento? En estos días cuando la revolución de las comunicaciones es un hecho, el sector de la agricultura se ha ido relacionando con esta nueva forma de información y manera de adquirir conocimientos a través de Internet. A continuación algunos ejemplos de la aplicación de las TIC en distintos países de Latinoamérica y el Caribe: Experiencia chilena. La conexión se ha complementado con una serie de objetos de aprendizaje que tienen que ver con las TIC; así, se han hecho simulaciones virtuales sobre técnicas agrícolas. Por otro lado, la Facultad de Ciencias Agrarias ha establecido un acuerdo con Prochile, una institución nacional que capacita a pequeños agricultores, para impartir cursos diplomados de alfabetización digital a los pequeños y medianos productores agrícolas. Conclusión: La sociedad la información el conocimiento influye de manera transcendental, ya que a sus debidos avances tecnológicos ha permitido proporcionar que el ser humano nuevas fuentes de información en la cual se pueda adquirir conocimientos más actuales. ¿Cuál es el desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento? (Torres, 2005) En la última década, "sociedad de la información" es sin duda la expresión que se ha consagrado como el término hegemónico, no porque exprese necesariamente una claridad teórica, sino gracias al bautizo que recibió, en las políticas oficiales de los países más desarrollados y la coronación que significó tener una Cumbre Mundial dedicada en su honor. Los antecedentes del término, sin embargo, datan de décadas anteriores. En 1973, el sociólogo estadounidense Daniel Bell introdujo la noción de la «sociedad de información» en su libro El advenimiento de la sociedad post-industrial, donde formula que el eje principal de ésta será el conocimiento teórico y advierte que los servicios basados en el conocimiento habrían de convertirse en la estructura central de la nueva 1

economía y de una sociedad apuntalada en la información, donde las ideologías resultarían sobrando. Esta expresión reaparece con fuerza en los años 90, en el contexto del desarrollo de Internet.(p.1) Conclusión: La sociedad de la información y el conocimiento ha ido evolucionando rápidamente, por lo cual ha permitido encontrar nuevas fuentes de información netamente importantes para la sociedad actual. Debido a este desarrollo el ser humano avanza a la par de la sociedad de la información y el conocimiento día a día, de manera que brinda un apoyo sustentable a la búsqueda de soluciones existentes.

¿Cómo incide en la educación la sociedad de la información y el conocimiento? (Tecnolog, Unidos, Europeas, Mundial, & Cmsi, 2005) Se ha dado escasa importancia al aprendizaje, prevaleciendo los indicadores cuantitativos de acceso y terminación de grados y ciclos. El aprendizaje se confunde con rendimiento, y éste con asimilación y repetición de información. Por otra parte, se da más importancia a la infraestructura y el equipamiento que a las condiciones de enseñanza y aprendizaje, al punto de vista de la oferta más que al de la demanda, a los resultados por sobre los procesos. El predominio de la mentalidad escolar ha contribuido a restringir la visión y el campo de lo educativo, separándolo de lo económico, lo social y lo cultural en sentido amplio. Vistas desde la historia de la educación, las “modernas” TIC constituyen en verdad la última oleada de un continuo. La tecnología educativa o institucional viene adquiriendo un alto perfil en el campo educativo desde hace varias décadas: en los 60s y 70s fueron la radio y la televisión; en los 80s y 90s los textos escolares, el video y la computadora como auxiliar en la instrucción; desde mediados de 1990 domina el escenario la computadora y el CD-Rom y, en años más recientes, la Internet, desplazando a las “tecnologías convencionales”.(p.2) Conclusión: La sociedad de la información y el conocimiento es de gran importancia para la educación, ya que mediante esta nueva herramienta brinda nuevos conocimientos que son necesarios en la sociedad actual, por lo cual amplia cada vez más la necesidad de información sobre algún tema en específico. ¿Cuál es la influencia de la sociedad de la información y el conocimiento en el Ecuador? (Las tecnologías de la información y las comunicaciones en la competitividad de quito, n.d.) En la llamada sociedad de la información, las personas y organizaciones no pueden sustraerse del desarrollo tecnológico, pues su incidencia no sólo es permanente sino que en determinadas actividades resulta clave para el desarrollo de un sector. 2

De acuerdo a cifras e indicadores internacionales, el Ecuador se encuentra a la zaga de los países que hacen de la información y el conocimiento el recurso primordial de sus economías; adicionalmente no dispone de un sistema de información estadística o indicadores relacionados con la métrica de la sociedad de la información. Muchos datos al respecto son pro- ducto de aproximaciones o creación de escenarios supuestos. En este contexto, el presente estudio tiene como objetivo definir un marco teórico que permita la discusión e interpretación de datos y cifras relacionados con la aplicación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en el mejoramiento de la productividad y la competitividad del sector productivo del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). (p.15) Conclusión: El Ecuador se ha visto en vuelto en la sociedad de la información y el conocimiento al igual que toda América Latina, debido a toda la información que se obtener mediante dicha sociedad, proporcionando al gobierno actual una nueva brecha de conocimientos netamente necesarios para un país subdesarrollado. Introducción: (“La sociedad, información y el conocimiento ante la difusión de las TIC,” 1997) Como se ha expresado más arriba una serie de textos ha trabajado la relación entre las TIC, el conocimiento y la información como un factor clave de las transformaciones que se están produciendo en nuestra sociedad. Más allá de una filiación explícita las ideas expresadas en estas obras conforman la visión con que trabajan los discursos de organismos internacionales, declaraciones de funcionarios y comentarios sobre las TIC que son nuestro objeto de estudio. Para comprender mejor los límites que generan estos condicionamientos es necesario hacer un repaso general sobre sus orígenes y el modo que plantean la relación entre la dimensión cognoscitiva implícita en toda tecnología y las transformaciones sociales que describen. Un primer punto a establecer es que dentro de este campo existen dos perspectivas que responden a tradiciones diferentes. Por un lado se encuentran aquellos autores que toman como elemento determinante para el cambio señalan a la difusión de las tecnologías informáticas y su relación con los sistemas y medios de comunicación. Estos son los analistas que hablan de una sociedad de la información para describir una nueva organización social producto de la acción de las tecnologías teleinformáticas. Del otro lado se ubican aquellos autores que consideran que el conocimiento ha pasado de ser un epifenómeno de la riqueza a convertirse en el principal productor de riqueza en el marco del nuevo tipo de capitalismo que preconizan. Dentro de este grupo se incluyen los autores que publicitan la llamada sociedad del conocimiento. Las dos posturas intentan la explicación de un nuevo cambio social que ven como un avance dentro de la evolución social. Sin embargo sus puntos de partida y objetivos son diferentes. Los que centran sus análisis en el concepto de información ponen el centro en el modo en que la sociedad se adapta (o debe adaptarse) a una nueva revolución tecnológica que conjuga las transformaciones que produjeron la imprenta en el plano del conocimiento y la industria

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Capitalista en el de la organización social. Los que plantean que para que una sociedad produzca cada vez con mayor eficiencia y tenga la posibilidad de distribuir equitativamente la riqueza generada es necesario que tenga como motor la construcción de un tipo de conocimiento acorde con las nuevas necesidades.(p.3) Desarrollo: Sociedad de información: Varios autores afirman que la sociedad de la información es un nuevo campo de aprendizaje actual que, hablan de una era de la información reconocen una amplia gama de antecedentes que se remontan a los clásicos estudios de Harold Innis (INNIS, 1950) y las nociones que puso en circulación su discípulo Marshall Mc Luhan (MC LUHAN, 1986) al mismo tiempo que recuperan conceptos de tecnologías de la información, autopista de la información y la posibilidad de una sociedad de la información definido por el Jacudi japonés durante la década de 1960. Simultáneamente se inscriben en el marco de los análisis sociales que dan cuenta de los nuevos modos de desarrollo del sistema capitalista como los trabajos de Alain Touraine (TOURAINE, 1972) quien define la existencia de una sociedad pre industrial, una industrial y el advenimiento de una sociedad informacional. Los autores plantean que ya se ha desatado una revolución tecnológica producto de la teleinformática - Nora y Minc son los autores de este término cuyas consecuencias sociales deben ser reguladas por la acción estatal para evitar que Francia pierda el control sobre los cambios que se están produciendo en el seno de su sociedad. Nora y Minc plantean que la “informática se inscribe en un movimiento de racionalización de la cual es la condición y la manifestación más acabada” (NORA y MIINC, 1980: 79). Plantean que aquello que los planificadores japoneses vieron como una posibilidad inminente en los años sesenta en la década siguiente se convierte en una realidad que cambia radicalmente la organización de la productividad en la industria y la administración al mismo tiempo que plantea nuevas formas de competitividad en el terreno económico. Por un lado Nora y Minc reconocen que “la informática puede ser el origen de una de esas discontinuidades alrededor de las que se articula el saber” (NORA y MIINC, 1980: 182) y que transformará la cultura individual que en el futuro la discriminación social “(NORA y MIINC, 1980: 183) no radicará tanto en almacenar conocimientos sino más bien en la habilidad de buscar y utilizar (NORA y MIINC, 1980: 93).(p.3) Son descartar que (Tecnolog et al., 2005) En la década de 1990, década que marca un giro en la historia de la humanidad, en la que se instala el modelo neoliberal en el mundo, con sus grandes paradojas: revolución tecnológica con creciente exclusión social, globalización con mayor localización, concentración del poder político y económico en pocas manos junto con expansión y articulación también global de la protesta social y los movimientos sociales. En buena medida inspirada por el alargamiento de la vida y por la expansión de las TIC, en la década de 1990 resurge la vieja utopía del “aprendizaje a lo largo de toda la vida”, planteada como el paradigma que deberá orientar los sistemas de educación, capacitación e investigación y permitirá avizorar la “escuela del futuro” (Delors et.al. 1996; Comisión de las Comunidades Europeas, 2000).(p.1)

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(Daniel, 1976) “¿Cómo caracterizar las profundas transformaciones que acompañan la acelerada introducción en la sociedad de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC)? (p.1) (UNESCO, 2005) Las sociedades del conocimiento no se reducen a la sociedad de la información El nacimiento de una sociedad mundial de la información como consecuencia de la revolución de las nuevas tecnologías no debe hacernos perder de vista que se trata sólo de un instrumento para la realización de auténticas sociedades del conocimiento. El desarrollo de las redes no puede de por sí solo sentar las bases de la sociedad del conocimiento. La información es efectivamente un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en sí. La información, que nace del deseo de intercambiar los conocimientos y hacer más eficaz su transmisión, es una forma fija y estabilizada de éstos que depende del tiempo y de su usuario: una noticia es “fresca” o no lo es. La información es en potencia una mercancía que se compra y vende en un mercado y cuya economía se basa en la rareza, mientras que un conocimiento pese a determinadas limitaciones: secreto de Estado y formas tradicionales de conocimientos esotéricos, por ejemplo pertenece legítimamente a cualquier mente razonable, sin que ello contradiga la necesidad de proteger la propiedad intelectual. La excesiva importancia concedida a las informaciones con respecto a los conocimientos pone de manifiesto hasta qué punto nuestra relación con el saber se ha visto considerablemente modificada por la difusión de los modelos de economía del conocimiento. Ahora bien, pese a que estamos presenciando el advenimiento de una sociedad mundial de la información en la que la tecnología ha superado todas las previsiones con respecto al aumento de la cantidad de informaciones disponible y la velocidad de su transmisión, todavía nos queda un largo camino que recorrer para acceder a auténticas sociedades del conocimiento. Aunque pueda “mejorarse” por ejemplo, suprimiendo las interferencias o errores de transmisión una información no crea forzosamente sentido. Además, la información sólo seguirá siendo una masa de datos indiferenciados hasta que todos los habitantes del mundo no gocen de una igualdad de oportunidades en el ámbito de la educación para tratar la información disponible con discernimiento y espíritu crítico, analizarla, seleccionar sus distintos elementos e incorporar los que estimen más interesantes a una base de conocimientos. Muchos se darán cuenta de que en lugar de dominar la información, es ésta la que los domina a ellos. (p.19) (UNESCO, 2005) El nacimiento de una sociedad mundial de la información como consecuencia de la revolución de las nuevas tecnologías no debe hacernos perder de vista que se trata sólo de un instrumento para la realización de auténticas sociedades del conocimiento. El desarrollo de las redes no puede de por sí solo sentar las bases de la sociedad del conocimiento. La información es efectivamente un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en sí. La información, que nace del deseo de intercambiar los conocimientos y hacer más eficaz su transmisión, es una forma fija y estabilizada de éstos que depende del tiempo y de su usuario: una noticia es “fresca” o no lo es. La información es en potencia una mercancía que se compra y vende en un mercado y cuya economía se basa en la rareza, mientras que un conocimiento –pese a determinadas limitaciones: secreto de Estado y formas tradicionales de conocimientos 5

esotéricos, por ejemplo pertenece legítimamente a cualquier mente razonable, sin que ello contradiga la necesidad de proteger la propiedad intelectual. La excesiva importancia concedida a las informaciones con respecto a los conocimientos pone de manifiesto hasta qué punto nuestra relación con el saber se ha visto considerablemente modificada por la difusión de los modelos de economía del conocimiento. Ahora bien, pese a que estamos presenciando el advenimiento de una sociedad mundial de la información en la que la tecnología ha superado todas las previsiones con respecto al aumento de la cantidad de informaciones disponible y la velocidad de su transmisión, todavía nos queda un largo camino que recorrer para acceder a auténticas sociedades del conocimiento. Aunque pueda “mejorarse” por ejemplo, suprimiendo las interferencias o errores de transmisión una información no crea forzosamente sentido. Además, la información sólo seguirá siendo una masa de datos indiferenciados hasta que todos los habitantes del mundo no gocen de una igualdad de oportunidades en el ámbito de la educación para tratar la información disponible con discernimiento y espíritu crítico, analizarla, seleccionar sus distintos elementos e incorporar los que estimen más interesantes a una base de conocimientos. Muchos se darán cuenta de que en lugar de dominar la información, es ésta la que los domina a ellos. La reflexión sobre las sociedades del conocimiento y su edificación permite replantearse el propio concepto de desarrollo. La nueva valorización del “capital humano” induce a pensar que los modelos de desarrollo tradicionales basados en la idea de que eran necesarios inmensos sacrificios para alcanzar el crecimiento al cabo de largo tiempo y a costa de desigualdades muy considerables, e incluso de un profundo autoritarismo– están siendo substituidos por modelos basados en el conocimiento, la ayuda mutua y los servicios públicos. A este respecto, cabe preguntarse si la valorización del conocimiento no conduce a prever un nuevo modelo de desarrollo cooperativo basado en la garantía de un determinado número de “bienes públicos” por parte de los poderes públicos en el que el crecimiento ya no se considere como un fin en sí, sino solamente como un medio. Al dar al conocimiento una accesibilidad inédita y al valorizar más el desarrollo de las capacidades de todos y cada uno, la revolución tecnológica podría facilitar una nueva definición de la causa final del desarrollo humano. Para Amartya Sen, el desarrollo humano estriba en la búsqueda de las libertades elementales o “sustanciales” esto es, no sólo las libertades jurídicas, sino las empíricamente comprobables que son a la vez el fin y el medio principal del desarrollo. Estas libertades comprenden las posibilidades elementales de acceso –en especial, de las niñas y las mujeres a la educación, el mercado de trabajo, la salud y los productos, así como la participación en las decisiones políticas, la igualdad de acceso a la información y el derecho a la seguridad colectiva.5 Ahora bien, cabe preguntarse si estas libertades sustanciales no coinciden con los rasgos característicos de las sociedades del conocimiento basadas en la educación para todos a lo largo de toda la vida y en la promoción

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Grafico 1: Breve explicación de la sociedad de la información y sus distintos elementos. Obtenido de: Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.

(Torres, 2005) En la última década, "sociedad de la información" es sin duda la expresión que se ha consagrado como el término hegemónico, no porque exprese necesariamente una claridad teórica, sino gracias al bautizo que recibió, en las políticas oficiales de los países más desarrollados y la coronación que significó tener una Cumbre Mundial dedicada en su honor. Los antecedentes del término, sin embargo, datan de décadas anteriores. En 1973, el sociólogo estadounidense Daniel Bell introdujo la noción de la «sociedad de información» en su libro El advenimiento de la sociedad post-industrial, donde formula que el eje principal de ésta será el conocimiento teórico y advierte que los servicios basados en el conocimiento habrían de convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una sociedad apuntalada en la información, donde las ideologías resultarían sobrando, también lo adoptaron el gobierno de Estados Unidos, así como varias agencias de Naciones Unidas y el Grupo Banco Mundial. Todo ello con gran eco mediático. A partir de 1998, fue escogido, primero en la Unión Internacional de Telecomunicaciones y luego en la ONU, para el nombre de la Cumbre Mundial a realizarse en 2003 y 2005. En este contexto, el concepto de "sociedad de la información", como construcción política e ideológica, se ha desarrollado de la mano de la globalización neoliberal, cuya principal meta ha sido acelerar la instauración de un mercado mundial abierto y "autoregulado". Política que ha contado con la estrecha colaboración de organismos multilaterales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, para que los países débiles abandonen las regulaciones nacionales o medidas proteccionistas que "desalentarían" la inversión; todo ello con el conocido resultado de la escandalosa profundización de las brechas entre ricos y pobres en el mundo. En este contexto, si bien las tecnologías de la comunicación han sido un factor clave en la aceleración de la globalización económica, su imagen pública está más asociada a aspectos más "amigables" de la globalización, como Internet, telefonía celular e internacional, TV por 7

satélite, etc. Así, la sociedad de la información ha asumido la función de "embajadora de buena voluntad" de la globalización, cuyos "beneficios" podrían estar al alcance de todos/as, si solamente si pudiera estrechar la "brecha digital". Sociedad del conocimiento La noción de "sociedad del conocimiento" emergió hacia finales de los años 90; es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa que ciertos prefieren a "sociedad de la información". La UNESCO, en particular, ha adoptado el término "sociedad del conocimiento", o su variante, "sociedades del saber", dentro de sus políticas institucionales. Ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no ligado solamente a la dimensión económica La Sociedad de la Información está evolucionando a un ritmo trepidante, en el que la convergencia acelerada entre las telecomunicaciones, la radiodifusión y la informática, en definitiva, las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC), está generando nuevos productos y servicios, así como nuevas formas de gestionar las organizaciones. Al mismo tiempo, a medida que se abren los mercados a la competencia, a la inversión extranjera y a la participación, proliferan las oportunidades comerciales, sociales y profesionales. El mundo está experimentando una transformación fundamental que está llevando a la sociedad industrial, que marcó el siglo XX, a gran velocidad hacia una Sociedad de la Información, del siglo XXI. Y más allá del desarrollo de la sociedad industrial, la Sociedad de la Información abre un abanico de posibilidades a los países en desarrollo para alcanzar sus metas de progreso a través de medios alternativos. El alcance y la naturaleza de este ambicioso proyecto exigirán asociaciones estratégicas entre las entidades públicas y las privadas. Así, para este propósito se reunirán representantes de los más altos niveles del gobierno, del sector privado, de la sociedad civil y de las ONG. Será una oportunidad única para que la comunidad mundial debata y configure cómo debe ser la Sociedad de la Información para todos. El término Sociedad de la Información, por abreviar SI, es más complejo. Hay distintas definiciones y no es nada evidente la búsqueda y conciliación de un significado único. Además, existen objeciones sobre si se debería hablar de Sociedad de la Información o, más bien, sobre Sociedad del Conocimiento (por ser un concepto más avanzado). Pero más allá de las definiciones está el terreno de las percepciones. En el contexto europeo no parece difícil identificar qué acciones son propias de la SI. Llevamos varios años conviviendo con este concepto, incluso está incorporado en los nombres de las unidades de los departamentos ministeriales, y es parte de los objetivos de políticas europeas (si bien en ellas se habla del término “economía del conocimiento”) y se refleja en estrategias nacionales y regionales. Es parte de nuestras vidas. El uso de las herramientas conocidas como Tecnologías de la Información y el Conocimiento, TIC, en todos los procesos de nuestra sociedad, en el ámbito económico, social, cultural y político es lo que, básicamente, ha dado lugar a la SI. Bien es cierto que nuestra idea está un tanto sesgada hacia lo digital, esto es hacia el uso de las TIC más moderno. Pensamos que el Internet, las comunicaciones de banda ancha, la telefonía móvil, la televisión digital… Y como suma de todo ello, el término de 8

“Sociedad Red” acuñado por Manuel Castells. De esta forma no consideramos que hubiera Sociedad de la Información hace 10 años cuando ya se hacía un uso intensivo de TIC’s más tradicionales anteriores a la existencia y uso de Internet, como red de redes, y a la posibilidad de acceder a través de ella a contenidos de forma masiva. Disponer de teléfono, radio y ordenadores no nos parecía sinónimo de estar en la SI, puesto que el concepto no existía siquiera. Sin embargo para muchos países, el estadio del que disfrutábamos hace 10 años cuando Internet no era una parte tan integral de nuestra vida es también considerado como SI y además es, desgraciadamente, una meta aún lejana. La SI es un concepto flexible que evoluciona, pero aun así, tangible. Se concreta en todas las formas en que las TIC, desde las tradicionales como las más modernas, nos facilitan la vida. La SI es un concepto claro para las sociedades más avanzadas porque se ajusta a nuestro modo de vida y nuestros valores. Es algo que se infiltra en todos los procesos y actividades de nuestro trabajo y nuestro ocio, de nuestra vida "occidental", sustentada por pilares como la economía de mercado y el Estado de Derecho. Por tanto, nos parece natural que esté presente como una herramienta que facilita y potencia todos estos procesos. Sin embargo esta obviedad no lo es tanto para todas las comunidades presentes en el mundo. Puede haber comunidades que confrontadas con estas herramientas prefieran no utilizarlas por el momento (ya ha sido el caso con algunas comunidades indígenas mejicanas) porque vean en ellas un peligro para la pervivencia de su comunidad y su estilo de vida. Otras comunidades sin embargo sí pueden encontrar un valor en estas herramientas precisamente para salvaguardar sus comunidades o perpetuar el conocimiento de sus culturas. Ser inclusivo no es lo mismo que ser intrusivo. No se puede imponer el uso de las TIC, el advenimiento de la Sociedad de la Información. Sí, se pueden mostrar sus aparentes beneficios, si una comunidad se ve convencida por los ejemplos demandará su uso si no, lo rechazará, quizás hasta otro momento en el tiempo futuro. El uso de las TIC es el resultado de un largo proceso hacia el progreso, tal y como lo entendemos en el mundo occidental, se puede y debe compartir, pero no imponer. El uso de las TIC, para transformar nuestras sociedades en SI, es un valor en alza en los países desarrollados. Consideramos las TIC como una herramienta positiva para el desarrollo de nuestros pueblos y ciudadanos. Si bien como argumento de partida es válido puede enfrentar objeciones. Sociedad del conocimiento: (UNESCO, 2005) La noción de "sociedad del conocimiento" (knowledge society) emergió hacia finales de los años 90; es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa que ciertos prefieren a "sociedad de la información". La UNESCO, en particular, ha adoptado el término "sociedad del conocimiento", o su variante, "sociedades del saber", dentro de sus políticas institucionales. Un matiz en este debate, que solo concierne a los idiomas latinos, es la distinción entre "conocimiento" o "saber". La noción de “saberes” implica certitudes más precisas o prácticas, mientras que conocimiento abarca una comprensión más global o analítica. (p.2)

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(“La sociedad, información y el conocimiento ante la difusión de las TIC,” 1997) Durante la década de 1990, cuando algunos difusores de nuevas formas de management definen al conocimiento como principal generador de riqueza en el marco de la globalización económica, surge la idea de una sociedad del conocimiento. Pese a la difusión y relevancia que se le da a la noción de conocimiento en su relación con los procesos económicos durante los últimos años, esta no es la primera vez que se establece una conexión entre ambos conceptos. En ese sentido Lucio Poma ( BOSCHERINI y POMA, 2001)7 plantea que prácticamente desde sus orígenes la teoría económica considera la existencia de un componente invisible en los procesos de producción. Es así como desarrolla una nueva lectura de la metáfora de Adam Smith construida sobre la figura de la “mano invisible” que regula la relación entre los individuos y la sociedad de modo tal que la búsqueda de la ganancia personal promueve sin intención el interés público. Poma recupera otra dimensión del concepto de “mano invisible” presente en Investigación sobre la riqueza de las naciones. La “mano invisible” al mismo tiempo que transforma el interés privado en público promueve la producción. Es así como el producto de la industria se convierte en la manifestación visible de la acción de la “mano invisible”. Este producto es lo que se agrega al objeto y a los materiales a los que se aplica; o sea que Adam Smith no considera la producto industrial únicamente en su dimensión física sino como conocimiento que se incorpora en el proceso productivo. Para Adam Smith y los economistas neo liberales esta “mano invisible” es un concepto que va más allá de la dimensión económica y permite el funcionamiento de un sistema basado en el intercambio y la división del trabajo. Mientras las corrientes ligadas al liberalismo clásico y el neoliberalismo el componente invisible de los procesos económicos posee un valor “filosófico”, en otros autores asume un valor productivo. Siempre siguiendo el análisis de Lucio Poma se puede ver como una serie de autores intentan dar cuenta de esta presencia invisible en los procesos productivos. Así, por ejemplo, Alfred Marshall utiliza el concepto de industrial atmosphere para explicar las ventajas que tienen las empresas localizadas en un distrito industrial. Joseph Schumpeter al investigar los factores que estimulan el desarrollo económico define la figura del empresario como portador del cambio que genera una innovación que se extiende indefectiblemente a toda la sociedad. Para John Maynard Keynes la “mano invisible” puede convertir la ventaja individual en bienestar colectivo sólo si existe un adecuado grado de conocimiento e información en el conjunto de la sociedad. Basándose en esta idea de un “conocimiento incierto” define a las expectativas como condicionantes fundamentales de la actividad económica. La importancia de estos factores “invisibles” de la economía se convierte en un factor determinante a partir de la apertura de mercados nacionales con el desarrollo de la economía global. Dentro de este nuevo contexto se introduce una nueva complejidad en los ámbitos económicos. Se crea una etapa de incertidumbre estructural en la que los ámbitos de la producción y el intercambio tienden a divergir, la producción

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física de bienes incluye un contexto institucional en el que se difunde un conocimiento que se ve potenciado por su circulación a través de las TIC. En esta situación el conocimiento adquiere un doble valor: como capacidad de interpretación en un marco de incertidumbre estructural y como factor de competitividad al aumentar el valor agregado de la producción de bienes. Los cambios producidos en el ámbito productivo son considerados por la teoría económica a través de la revalorización del valor explícito que tiene el conocimiento en el nuevo tipo de producción post fordista. Frente a esta nueva situación aparecen una serie de análisis que consideran de un modo diferente el papel que juega el conocimiento en este nuevo contexto económico.(p.4-5)

Grafico 2: Características de la sociedad del conocimiento. Obtenido de: La gestión del conocimiento. Conclusión: (UNESCO, 2005), En la primera categoría, nos referiremos a Manuel Castells, por ser una de los investigadores que más ha desarrollado el tema, y autoridad reconocida en la materia. Castells prefiere el término "sociedad informacional" antes que "sociedad de la información" (haciendo la comparación con la diferencia entre industria e industrial). El señala que si bien el conocimiento y la información son elementos decisivos en todos los modos de desarrollo, "el término informacional indica el atributo de una forma específica de organización social en la que la generación, el procesamiento y la transmisión de información se convierten en las fuentes fundamentales de la productividad y el poder, debido a las nuevas condiciones tecnológicas que surgen en este período histórico". (Castells 1999, p.47.) Más adelante 11

precisa: "Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento e información a aparatos de generación de conocimiento y procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación acumulativo entre la innovación y sus usos". Y acota: "La difusión de la tecnología amplifica infinitamente su poder al apropiársela y redefinirla sus usuarios. Las nuevas tecnologías de la información no son sólo herramientas que aplicar, sino procesos que desarrollar. Por primera vez en la historia, la mente humana es una fuerza productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema de producción". (p 58.) En cuanto a la sociedad del conocimiento, en una publicación posterior señala: "se trata de una sociedad en la que las condiciones de generación de conocimiento y procesamiento de información han sido sustancialmente alteradas por una revolución tecnológica centrada en el procesamiento de información, la generación del conocimiento y las tecnologías de la información". (Castells 2002).(p.3) A este debate, de por sí complejo, podríamos sumar la reflexión en torno a lo que constituye la reflexión central de este trabajo: es indudable que vivimos en una sociedad dominada y enmarcada por la abundancia de información; las noticias llegan a nosotros de manera simultánea a que los hechos ocurren, los cada vez más sofisticados y accesibles aparatos de comunicación nos vinculan en todo momento con la realidad, con las cifras económicas, con los sucesos mundiales. Se cumple lo que ya había estipulado Octavio Ianni al referirse a la sociedad global, podemos estar online,; viajamos y vacacionamos sin perder el contacto pero ¿nos conduce ello a saturarnos de información o a procesar conocimiento? ¿Los términos sociedad de la información y sociedad del conocimiento son sólo variantes conceptuales del mismo fenómeno? La sociedad de la información, aparente sucedánea de la sociedad industrial ha sido definida como aquella en la cual el entorno socio cultural y económico acusa el impacto de aquellas tecnologías que facilitan la creación, distribución y manipulación de la información. El concepto de "sociedad de la información" hace referencia a un paradigma que está produciendo profundos cambios en nuestro mundo al comienzo de este nuevo milenio. Esta transformación está impulsada principalmente por los nuevos medios disponibles para crear y divulgar información mediante tecnologías digitales.

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Grafico 3: Aplicación de la sociedad de la información y el conocimiento. Obtenido de: Portal Oficial de la Republica Dominicana. En sentido estricto estamos aludiendo a dos fenómenos distintos. La información no es lo mismo que el conocimiento La información se compone de hechos y sucesos, mientras que el conocimiento se define como la interpretación de dichos hechos dentro de un contexto, y posiblemente con alguna finalidad. El concepto sociedad del conocimiento surge a finales de los noventa e incorpora el debate acerca de los saberes y el conocimiento, aludiendo los primeros a certezas prácticas y precisas y el segundo a la utilización crítica y selectiva de la información. Se trata de un concepto que aparentemente resume las transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad moderna y sirve para el análisis de estas transformaciones. Al mismo tiempo, ofrece una visión del futuro para guiar normativamente las acciones políticas. El concepto actual de la ‘sociedad del conocimiento’ no está centrado en el progreso tecnológico, sino que lo considera como un factor del cambio social entre otros, como, por ejemplo, la expansión de la educación. Según este enfoque, el conocimiento será cada vez más la base de los procesos sociales en diversos ámbitos funcionales de las sociedades. Crece la importancia del conocimiento como recurso económico, lo que conlleva la necesidad de aprender a lo largo de toda la vida. Pero igualmente crece la conciencia del no-saber y la conciencia de los riesgos de la sociedad moderna. Desde este ángulo de razonamiento cabe plantear ¿cómo podemos mirar este debate desde el ámbito de la educación? Los educandos de hoy cuentan con un cantidad de recursos inimaginables hace apenas unas décadas. El hipertexto, por ejemplo permite al lector moverse en un texto polimorfo y trazar sus propias rutas de aprendizaje, los buscadores arrojan en fracción de segundos un millón o más resultados en torno a un dato, a un concepto o un proceso. Pero, ¿qué incidencia ha tenido ello en los esquemas de aprendizaje en el desarrollo de competencias en los estilos cognoscitivos? Y este impacto, ¿es relativamente homogéneo, ante un panorama de desigualdades sociales y regionales que han producido un mosaico educativo tan fragmentado en nuestros países emergentes. Aun en el ámbito universitario se ha visto la necesidad de incorporar las TIC´s para poderse adaptar a las transformaciones sociales. De ahí que las tecnologías de la información y la comunicación hayan abierto la posibilidad de utilizar formas innovadoras de enseñar y aprender en todos los niveles educativos y se haya pretendido eficiente el proceso de aprendizaje a través de un incremento en la eficacia de la enseñanza. Cabe preguntarse qué modificaciones han introducido las nuevas tecnologías en los métodos de enseñanza-aprendizaje para eventualmente evaluar las ventajas y necesidades que el empleo de aquéllas supone en la cotidianeidad del proceso educativo. Tabla 1 Diferencia entre la sociedad industrial y la sociedad del conocimiento.

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El paso de una sociedad a otra en la cual una sobresale por la información obtenida para dar paso al conocimiento actual. BIBLIOGRAFIA:

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