Sobre El Materialismo Dialectico

¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS! SOBRE EL MATERIALISMO DIALÉCTICO EDICIONES BOLCHEVIQUE Primera edición - 20

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¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!

SOBRE EL MATERIALISMO DIALÉCTICO

EDICIONES BOLCHEVIQUE

Primera edición - 2012

NOTA DEL EDITOR El documento SOBRE EL MATERIALISMO DIALÉCTICO fue elaborado por un equipo de redacción compuesto por obreros, campesinos y soldados de la municipalidad de Tianjin en la República Popular China y publicado por la EDITORIAL DEL PUEBLO en enero de 1975.

REPRODUZCA Y DIFUNDA ESTE DOCUMENTO POR TODAS LAS VIAS POSIBLES 2

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Retorno a las montañas de Chingkang* Pdte. Mao Tsetung

Hace tiempo que abrigo el ideal de sobrepasar las nubes y heme de nuevo subiendo las montañas Chingkang. Desde lejos vengo a la vieja querencia: El paisaje se ha tornado nuevo. Por doquier orioles cantan, danzan golondrinas, murmuran los arroyos, y el camino penetra en el nuboso firmamento. Una vez vencido Juangyangchie, no hay escarpa que merezca una mirada. Vientos y truenos se alborotan, tremolan banderas y estandartes, allí donde los hombres viven. Treinta y ocho años se han deslizado en un simple chasquear de dedos. Podemos asir la Luna en el Noveno Cielo, podemos atrapar la tortuga en el hondo de los Cinco Mares: Regresaremos entre risas y cantos triunfales. Nada es imposible en el mundo si uno se atreve a escalar las alturas.

*El Presidente Mao Tsetung escribió este poema en mayo de 1965 antes de iniciar la Gran Revolución Cultural Proletaria. Las montañas Chingkang es el lugar en donde en 1927 se establecieron las primeras bases de apoyo de la guerra revolucionaria.

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CONTENIDO PRÓLOGO 1. DEBEMOS ESTUDIAR LA FILOSOFÍA PARA HACER LA REVOLUCIÓN  ¿Qué es la filosofía?  Filosofía y política  ¿Por qué estudiar filosofía? 2. TODO PARTE DE LO CONCRETO  El mundo es material  La materia es una realidad objetiva exterior a la conciencia del hombre  ¿Qué es el materialismo? ¿Qué es el idealismo?  La realidad es el punto de partida de todo 3. ABORDEMOS LOS PROBLEMAS DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU DESARROLLO  Las cosas y los fenómenos se mueven, se transforman y se desarrollan  La metafísica lleva a la inmovilidad absoluta  Las clases dominantes reaccionarias sostienen siempre la inmovilidad del mundo  Adaptemos nuestro pensamiento al cambio ininterrumpido 4. LA CAUSA INTERNA ES LA BASE DEL CAMBIO  La causa interna es la base del cambio  La causa externa es la condición del movimiento  Crítica de la concepción metafísica de la causa externa  Agarremos (comprendamos) la relación dialéctica entre causa interna y causa externa para estimular el desarrollo de los fenómenos 5. TODAS LAS COSAS Y TODOS LOS FENÓMENOS RESPONDEN AL PRINCIPIO “UNO SE DIVIDE EN DOS”  Dentro de todo fenómeno y en todo momento hay una contradicción  “Uno se divide en dos” es la base teórica de la línea fundamental del Partido  Criticar la teoría reaccionaria de “dos se integran en uno”  Agarremos el principio “uno se divide en dos” y continuemos la revolución bajo la 5

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dictadura del proletariado HAGAMOS UN ANÁLISIS CONCRETO DE LAS SITUACIONES CONCRETAS  Analizar correctamente las situaciones concretas  Para resolver contradicciones cualitativamente diferentes no podemos más que utilizar métodos cualitativamente diferentes  Dominemos la relación entre la universalidad de la contradicción y su carácter específico  Aprendamos a analizar concretamente los problemas concretos 7. AGARREMOS LA CONTRADICCIÓN PRINCIPAL  Dentro de un conjunto dado de contradicciones, la contradicción principal es la que juega el papel dirigente y determinante  La contradicción entre burguesía y proletariado es la contradicción principal durante el período histórico del socialismo  Aprendamos a agarrar una contradicción principal 8. ACELEREMOS LA CONVERSIÓN REVOLUCIONARIA DE LA CONTRADICCIÓN  Los dos aspectos de la contradicción se transforman el uno en el otro  La transformación se realiza por medio de lucha  La filosofía del partido comunista es una filosofía de combate 9. DOMINEMOS LA RELACIÓN DIALÉCTICA ENTRE CAMBIO CUANTITATIVO Y CAMBIO CUALITATIVO  Los cambios cuantitativos y cualitativos son un fenómeno universal de movimiento de las cosas  Las formas de cambio cuantitativo y de cambio cualitativo son muy variadas  Los reaccionarios se oponen al cambio cualitativo, a la revolución  La dialéctica de cambio cuantitativo y cualitativo aplicada conscientemente dirige nuestro trabajo 10. TRASPASEMOS EL FENÓMENO PARA VER LA ESENCIA  ¿Por qué es sólo traspasando el

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fenómeno que podemos ver la esencia? Para ver la esencia a través del fenómeno es necesario todo un proceso  En política debemos recurrir al telescopio y al microscopio para ver la esencia a través de la apariencia LAS NUEVAS COSAS Y LOS NUEVOS FENÓMENOS SON INVENCIBLES  El remplazo de lo viejo por lo nuevo es una ley universal del desarrollo de las cosas  El desarrollo de las cosas nuevas enfrenta dificultades y vicisitudes  La falta (de una cosa) se convierte en promotor de cosas nuevas EL VERDADERO CONOCIMIENTO PROVIENE DE LA PRACTICA  Las ideas correctas no pueden venir sino de las práctica social  El apriorismo del “conocimiento innato” son palabras diabólicas para mistificar a la gente  El cerebro constituye el taller de acabado del pensamiento, y no su fuente  Perseverar en la unidad de la teoría y la práctica  Defendamos el punto de vista de que la práctica es primero y continuemos la revolución LA MATERIA SE TRANSFORMA EN ESPÍRITU Y EL ESPÍRITU EN MATERIA  ¿Cómo la materia se transforma en espíritu?  Dar el salto de la transformación de la materia en espíritu  Poner atención a superar el empirismo y la tendencia a apartarse de la realidad  El salto del espíritu se transforma en materia tiene una significación aún más grande  Una idea justa debe a menudo abrirse camino en su adherente varias veces  Critiquemos la reaccionaria línea sobre el conocimiento de Confucio y Lin Piao  No nos desviemos de nuestra línea ideológica EL CONOCIMIENTO ES ILIMITADO  El conocimiento no tiene límites 

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Verdad relativa y verdad absoluta Los conocimientos correctos se desarrollan en un proceso de lucha contra lo que es erróneo  Obrar y estudiar toda la vida, continuar la revolución sin detenerse 15. DESPLEGUEMOS NUESTRA ACTIVIDAD SUBJETIVA CONSCIENTE  Todo lo que se ha hecho ha sido hecho por el hombre  Reconocer las condiciones sin de allí convertirse en esclavo  La libertad es el conocimiento de la necesidad y la transformación del mundo objetivo  Hagamos tabla rasa de los viejos mitos, liberemos nuestro espíritu  La línea correcta es la garantía fundamental de que se desplegará totalmente su actividad subjetiva consciente 16. ESFORCÉMONOS POR CAMBIAR NUESTRA CONCEPCIÓN DEL MUNDO  Transformar la concepción del mundo, es transformar la capacidad de conocer el mundo, es hacer la revolución en la vieja superestructura  Para transformar la concepción del mundo, se necesita apoyarse en el marxismo, en la práctica revolucionaria, en la ayuda de las masas  Esforcémonos por transformar nuestra concepción del mundo para la realización del comunismo EPÍLOGO NOTAS DE LOS TRADUCTORES

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PRÓLOGO Los camaradas del equipo de redacción de ―Sobre el materialismo dialéctico‖, me han pedido escribir algunas palabras para introducir esta obra. ¿Qué iría yo a decir? Después de reflexionar mucho tiempo finalmente decidí hablar de la liberación de la filosofía. El presidente Mao nos llama a ―sacar la filosofía de las aulas y de los textos, con el fin, de que ésta llegue a ser un arma acerada en las manos de las masas‖. A través del estudio y de la aplicación de la filosofía he comprendido que esta frase significa que la filosofía marxista debe unirse al proletariado, la clase dirigente de la revolución, y a la mayor parte de obreros, campesinos y soldados que conocen y transforman el mundo. Llevada a cabo esta fusión, la grandeza del materialismo dialéctico será más brillante, la inteligencia y las capacidades de las masas que transforman el viejo mundo para construir uno nuevo encontrarán su máxima expresión. Marx en su juventud escribió una frase aún célebre que muestra con evidencia que la liberación del proletariado y de las masas populares es inseparable de la filosofía marxista y viceversa: ―La filosofía encuentra en el proletariado su arma material, así como el proletariado encuentra en la filosofía su arma intelectual‖ (Carlos Marx, ―Crítica de la filosofía del derecho de Hegel‖, en Estudios filosóficos; E.S., p. 29). El hecho de que nuestros obreros, nuestros campesinos y nuestros soldados respondan al llamado del presidente Mao, estudien y apliquen la inmensa práctica de la filosofía marxista es una prueba indudable de esta realidad. ―Y las ideas correctas que son propias de una clase avanzada, llegan a ser, desde que penetran a las masas, un esfuerzo material capaz de transformar la sociedad y el mundo‖ (Mao Tse-tung, ―¿De dónde provienen las ideas correctas?‖; T.E., p. 544). Entonces, absolutamente nada puede obstaculizar nuestra marcha hacia delante. Tomemos la concepción fundamental de ―uno se divide en dos‖: la diferencia es enorme entre aquellos que la han estudiado y aquellos que no lo han hecho. Antes, mirábamos 9

las cosas unilateralmente, cometíamos a menudo el error de sólo ver un solo aspecto de los fenómenos. Cuando obteníamos éxitos, la mayoría de las veces despreciábamos lo que no funcionaba; incluso si hablábamos de eso, siempre era en detrimento de los éxitos. Hoy, cuando tenemos éxito en alguna tarea, tomamos la iniciativa de buscarle las insuficiencias; cuando recibimos elogios, medimos nosotros mismos la distancia que nos separa de la perfección y continuamos la revolución. Hace algún tiempo nos bastaba con caer en un error en el trabajo para querer retirarnos. Cuando comprendimos que ―el éxito es madre del error‖, hemos sabido sacar partido de un error para transformarlo en fuerza de progreso. Si yo concibiera a los demás y a mí mismo desde el punto de vista metafísico consideraría que todos están en el error y que sólo yo poseo la verdad. Si por el contrario utilizo el materialismo dialéctico para evaluarme y evaluar a los demás, divido las cosas en dos y veo ante todo las cualidades de los otros y mis propios defectos. Vencer las supersticiones y liberar el pensamiento es precisamente liberarnos del idealismo y de la metafísica; es precisamente utilizar la afilada arma del materialismo dialéctico para derribar las caducas ideologías idealistas y metafísicas, para transformar conscientemente la oscuridad de nuestras mentes. Antes, si había una contradicción en alguna parte se consideraba que era algo malo y anormal; la situación no podía ser buena mientras subsistieran problemas y contradicciones. Luego de haber estudiado ―Sobre la contradicción‖ (Mao Tse-tung) y comprendido que ―sin contradicción no hay universo‖, que la contradicción es universal y que la solución de una vieja contradicción conlleva a la aparición de una nueva; hemos reflexionado a la luz de las tres prácticas revolucionarias (lucha por la producción, lucha de clases y por la experimentación científica) y tomamos conciencia de que diariamente vivimos inmersos en una red de contradicciones y que haciendo la revolución estamos en condiciones de resolverlas. De repente, es como si se hubiese dicho que una ventana acababa de abrirse en nuestro espíritu, bañándolo de luz. 10

Una vez comprendido esto, ya nadie considerará extraño que haya luchas de clases en la sociedad y luchas de líneas dentro del Partido. La existencia de clases entraña necesariamente la existencia de luchas y contradicciones. Mientras que puedan surgir los terratenientes reaccionarios y los capitalistas que oprimían y explotaban a nuestros obreros y campesinos en la antigua sociedad, ¿cómo podríamos dejar de estar vigilantes? Nos acordamos de las desgracias soportadas en el pasado; ¿cómo olvidarán ellos su ―paraíso‖ perdido? Evocamos la dulzura de ser amos de nuestra propia casa; ¿cómo no pensarán ellos en las ―desgracias‖ que soportan bajo la dictadura de las masas populares? ¡Ahí está la contradicción, la lucha a muerte! Esta es también la razón que nos lleva a decir que la lucha de clases no puede ser apartada con la sola voluntad de los hombres. Si no se estudia la filosofía, si no se comprende la teoría del materialismo dialéctico todas estas cosas jamás serán aclaradas. Gracias a la práctica de la Revolución Cultural y al Movimiento de crítica de Lin Piao y de Confucio, cada vez más, muchos de los antiguos obreros encuentran que es imposible no hacer la revolución en el campo ideológico, y aún más, tienen el sentimiento de que la enseñanza del presidente Mao quien llama al proletariado a apropiarse de la lucha de clases dentro en la superestructura, es muy justa y extremadamente importante. Bajo la dirección de nuestro presidente y del Partido Comunista de China, el pueblo trabajador ha llegado a ser el dirigente del país, su situación política y económica cambió completamente; la revolución y la edificación del país están en pleno auge, y el modo de vida mejora diariamente. Sin embargo, si no se toma en las manos la ideología, si no se lleva a cabo la revolución socialista en el terreno político, ideológico, la transformación que hemos realizado no estará garantizada. Es imposible librarse de un momento a otro de la influencia en el espíritu de miles de años de propiedad privada y de confucianismo. La dañina función de las antiguas tradiciones, de la conciencia y de la ideología superadas en el socialismo, es suficientemente grande aún como para subestimarla; los reaccionarios 11

utilizarán necesariamente esta basura como base ideológica de sus tentativas de restauración. Si el pueblo trabajador no rompe categóricamente con estas viejas cosas le será imposible liberarse totalmente. Entonces, ¿en qué debe basarse para eliminarlas? En las afiladas armas del materialismo dialéctico e histórico, del marxismo y del pensamiento Mao Tse-tung. El presidente Mao ha dicho que la creación de la gran teoría del materialismo dialéctico e histórico hecha por Marx y Engels produjo ―en la historia del conocimiento humano una gran revolución sin precedentes‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 93). Por esto, si queremos hacer la revolución en el terreno ideológico, desarrollar sin pausa la excelente situación de nuestro país, reforzar la dictadura del proletariado y llevar a cabo la lucha contra el revisionismo debemos seguir la enseñanza de nuestro presidente: ―estudiemos con fervor y profundicemos nuestro conocimiento del marxismo‖, armar nuestras mentes con el materialismo dialéctico e histórico y, en primer lugar, emprender la revolución y la liberación de nuestra concepción del mundo. El materialismo dialéctico y el materialismo histórico son las armas más revolucionarias y científicas; estas son el espejo perfecto de la lucha que nosotros llevamos contra los enemigos de clase. Los reaccionarios siempre se opondrán a que nuestros obreros, campesinos y soldados estudien la filosofía marxista. En 1958, en la época del Gran Salto Adelante, nosotros, obreros de Tianjin estimulados por las tres prácticas revolucionarias y el ejemplo del movimiento de estudio de la filosofía emprendida por los obreros de Shangai, comenzamos a estudiar las obras filosóficas del presidente Mao. Los miembros del cuartel general de la burguesía dirigido por el renegado y traidor de la clase obrera, Liu Shao-chi por temor a que nos agarráramos del arma de la filosofía se empeñaron en cortarnos el camino y sabotear nuestro trabajo arriesgando sus vidas. Cuando nuestro estudio estaba en curso con el apoyo y gran esmero del cuartel general proletario, el traidor Yan Xianzhen(1) llegó a Tianjin para divulgar las tonterías del estilo de ―no me digan que tal o cual obrero habla de filosofía; esto no es filosofía‖ o ―si todo el mundo puede hacer filosofía, ¿para qué 12

nos servirán los filósofos?‖. Más tarde surgió el traidor de la nación Lin Piao con su ―teoría del genio‖ a boca llena, completamente opuesta al materialismo; rechazando la dialéctica afirmaba que ―dos se fusionan en uno‖ y lanzó un ataque general contra la concepción marxista del mundo. No solamente sostenía que el marxismo había ―tenido su época‖, sino además quería llevarnos hacia un callejón sin salida gritando a toda voz que ―la vía de la victoria‖ no estaba contenida en los estudios filosóficos de Mao Tse-tung. La razón por la que Liu Shao-chi y Lin Piao se oponían a que los obreros, campesinos y soldados estudiaran filosofía marxista era clara: querían confundir a la gente con su filosofía reaccionaria, idealista y metafísica para alcanzar su proyecto de restauración del capitalismo. Todo esto muestra claramente que la lucha llevada por los obreros, campesinos y soldados para el estudio del materialismo dialéctico e histórico y la aprehensión del marxismo y del pensamiento Mao Tse-tung es una encarnada lucha entre dos líneas; es también una prueba negativa de que es bueno para nosotros estudiar filosofía. Entre mayor oposición del enemigo, mayor y mejor será nuestro estudio. Para terminar quisiera decir que hay que hacer para estudiar bien, para comprender lo que se estudia. El principio básico es entonces el de unir la teoría con la realidad. Muchos obreros, campesinos y soldados a través del estudio y del empleo de la filosofía han tenido esa certeza: la práctica es la fuente de la teoría; no hay nada más palpable dentro de las tres prácticas revolucionarias donde se pueda ver con claridad y comprender a profundidad esta realidad. Los obreros, campesinos y soldados estudian filosofía con el fin de utilizarla para desenvolverse en las tres prácticas revolucionarias. Si se quiere realmente apropiarse de la filosofía marxista es necesario, de una parte leer bien las obras de Marx, Lenin y Mao y en la medida de lo posible de una manera sistemática; por otra parte tener presente la dirección del estudio promulgada por nuestro presidente quien nos llama a unir la teoría con la práctica, es decir unir el estudio a la transformación del mundo objetivo y de nuestro propio mundo subjetivo. ¿Qué quiere decir ―comprender lo que se estudia?‖. Poder explicar los problemas 13

concretos y saber aplicar las cosas estudiadas es a lo que se llama ―haber comprendido‖. El presidente Mao dice: ―Hay que dominar la teoría marxista y saber aplicarla; dominarla con el único objetivo de aplicarla. Si uno puede aclarar uno o dos problemas prácticos desde el punto de vista marxista-leninista, merecerá elogios y podrá decirse que ha logrado algunos éxitos. Mientras más problemas aclare y más amplia y profundamente lo haga, mayores serán sus éxitos.‖ (Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido; T.E., p. 222). Este es un criterio para poner a prueba el éxito en nuestro estudio, debemos aplicarlo cuando estudiemos. Yo participé en la elaboración de ―Sobre el materialismo dialéctico‖, desde la organización de criterios de redacción y del plan de ejecución hasta en las discusiones que han dado nacimiento a consecutivos borradores; finalmente he leído de cabo a rabo la obra ya terminada. Encuentro que los camaradas que han participado en la redacción, sea al nivel de la relación entre teoría y práctica o de la popularización de las ideas, han mostrado todos prueba de gran disciplina. Ellos merecen ser felicitados. Espero que obras como ésta se multipliquen, esto será una gran ayuda para los obreros, campesinos y soldados que estudian el marxismo-leninismo y el pensamiento Mao Tse-tung. LI CHANGMAO, un viejo obrero de la mercería N° 2 de Tianjin Noviembre de 1974

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CAPÍTULO 1

DEBEMOS ESTUDIAR FILOSOFÍA PARA HACER LA REVOLUCIÓN Cuando se comienza a estudiar filosofía nunca falta preguntarse: ¿Qué es la filosofía? ¿Por qué estudiarla? ¿Una persona de mediana cultura puede comprender algo de ella? Este primer capítulo estará dedicado a responder brevemente a estas preguntas. ¿Qué es la filosofía? En pocas palabras, la filosofía es la teoría relativa a la concepción del mundo, es la expresión más general y más fundamental de nuestra forma de ver el mundo. Que se le llame mundo o bien, universo, es siempre a la sociedad humana y al mundo material de lo que se trata. A través de una larga práctica social los hombres han acumulado conocimientos extremadamente valiosos acerca de todos los aspectos del mundo; de manera general se puede decir que estos conocimientos se dividen en dos campos: el de la lucha por la producción y el de la lucha de clases ―Las ciencias naturales y sociales son la cristalización de estas dos categorías de conocimiento‖ (Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido; T.E., p. 223). Pero las ciencias naturales así como las ciencias sociales exponen teorías, concepciones y puntos de vista particulares, ellas no son un punto de vista general y fundamental del mundo en su conjunto. El presidente Mao señala: ―la filosofía es la generalización y resumen del conocimiento de la naturaleza y de la sociedad‖ (Ibíd.). Dicho de otro modo la filosofía es la expresión más general y fundamental de nuestra visión del mundo; es una teoría relativa a la concepción del mundo. Qué se entiende por: ¿el mundo es material o espiritual? ¿Lo material precede lo espiritual o es al contrario? ¿Las cosas y los fenómenos obedecen a la concepción de ―uno se divide en dos‖ o a la de ―dos se fusionan en uno‖? ¿Las cosas y los fenómenos 15

están en desarrollo y en transformación o son inmóviles e inmutables? ¿De dónde provienen las ideas correctas del hombre? ¿Caen del cielo, son innatas o provienen de la práctica social?, etc. Todo esto concierne a la visión general y fundamental del mundo en su conjunto. Aunque, los filósofos a través de sus escritos han expuesto directa y sistemáticamente la concepción del mundo que ellos representan; en la cotidianidad sucede a menudo que los hombres dan su punto de vista concreto de tal o cual cosa y haciendo esto reflejan la visión general y fundamental del mundo. Las actitudes y opiniones concretas de los hombres frente a la realidad están determinadas en última instancia por cierta concepción del mundo. Si esta no es una concepción materialista y dialéctica será idealista y metafísica. Sin embargo, por regla general esta no es una actividad consciente. ¿De dónde proviene esta concepción general y fundamental que el hombre se hace del mundo? Hablando sencillamente, esta es un reflejo obtenido del mundo objetivo a través de la práctica social. Dentro de una sociedad de clases, debido a la diversidad de posiciones de clase este reflejo revestirá necesariamente un carácter de clase dado. Como ha dicho el presidente Mao: ―En la sociedad de clases, cada persona existe como miembro de una determinada clase y todas las ideas sin excepción llevan su sello de clase‖ (Sobre la práctica; T.E., p. 68). La concepción del mundo es también un pensamiento, su carácter de clase se expresa de una manera concentrada en el carácter real o transformado que tiene del reflejo del mundo objetivo. Todas las clases progresistas y avanzadas tienen, en diferente grado, la apreciación auténtica del reflejo de la realidad, en cuanto a las clases dominantes reaccionarias siempre han dado un reflejo truncado del mundo objetivo. El proletariado es la clase más avanzada en la historia de la humanidad. El materialismo dialéctico que busca conocer al mundo en su apariencia real, es su concepción del mundo, lo que quiere decir que él describe el mundo tal y como es. ―Es así que —escribe Engels— que las leyes de la naturaleza son sacadas de la historia de la naturaleza y de la sociedad humana‖ (Dialéctica de la naturaleza; E.S., p. 69). ¿Por qué 16

nuestro espíritu debe tratar el mundo objetivo de una forma material y dialéctica? Simplemente porque el mundo es así en su esencia. Si la concepción del mundo del proletariado y la teoría marxista-leninista son correctas, es precisamente porque a través de ellas se conoce y se transforma el mundo basándose en el aspecto no deformado de la realidad objetiva. Una vez alcancemos el verdadero dominio de esta concepción científica del mundo nada podrá detenernos en el camino hacia la victoria. El idealismo y la metafísica son la concepción del mundo de todas las clases dominantes reaccionarias. Ellas dan un reflejo deformado de la apariencia real del mundo objetivo. ¿Qué es un reflejo deformado? Es la inversión de lo verdadero y lo falso en el mundo objetivo, es la confusión del blanco con el negro. Lenin desenmascaró con profundidad el origen de la teoría del conocimiento (epistemología) idealista y metafísica, cuando escribía: ―camino rectilíneo y unilateral, rigidez de madera y osificación, individualismo y subjetivismo y ceguera subjetiva. Estas son las raíces de la epistemología idealista‖ (O.C., t. 38, p. 347). Una concepción del mundo que deforma el mundo objetivo —mundo donde, como decía Engels ―todas las situaciones que suceden en la historia no son más que etapas transitorias dentro del desarrollo sin fin de la sociedad humana, que avanza de lo inferior a lo superior‖ (Ludwing Feuerbach; E.S., p. 13)— tan vivo, transformándolo en algo ―rectilíneo y unilateral, rígido y osificado‖ no puede ser más que una concepción del mundo idealista y metafísica. Todos los dirigentes reaccionarios han buscado siempre y por todos los medios utilizar el idealismo y la metafísica para que sirvan a los intereses de su clase. Filosofía y política En una sociedad de clases, la filosofía tiene efectivamente su naturaleza de clase; las luchas de las escuelas filosóficas son una manifestación de la lucha de clases. Todo pensamiento filosófico está al servicio de esta lucha, es su herramienta. A través de las luchas ideológicas y políticas ocasionadas por el 17

Movimiento de Crítica de Lin Piao y de Confucio hemos constatado que en la historia, todas las clases sean progresistas o reaccionarias, han tomado siempre el arma intelectual de la filosofía para servir a sus propios intereses de clase ¿Por qué Confucio, el santo patrón del confucianismo(2), quien representaba hace más de dos mil años los intereses de la aristocracia esclavista decadente, formuló teorías idealistas y metafísicas, como las de ―el conocimiento es innato‖, ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez‖, ―la vía del justo medio‖(3)? Quería con esto servir a su programa político reaccionario de ―moderarse y regresar a los ritos‖, para hacer retrasar el camino de la historia. En la misma época, los legistas(4) Han Fei y Xung King, representantes de los intereses de la clase feudal ascendente, pregonaban una política de ―gobierno por las leyes‖ totalmente opuesto a la confuciana de ―gobierno por los ritos‖. En relación directa con su línea política, los legistas formularon tesis donde se puede ver un espíritu de realismo, impregnado de una dialéctica y un materialismo primitivo: ―Establecer las leyes según la época, determinar las conveniencias de acuerdo a las situaciones‖, y además ―la vía gubernamental no es la única, no es necesario imitar a los Reyes Antiguos(5) para servir al país‖. Los obreros, campesinos y soldados chinos son la fuerza principal del Movimiento de Crítica de Lin Piao y de Confucio; ellos deben estudiar la historia con disciplina, sacar conclusiones científicas fundadas en los métodos, las concepciones y las posiciones del marxismo y extraer de la experiencia histórica de la lucha de clases las enseñanzas que nos ayudarán a comprender y saber guiar la actual lucha de clases. Los antiguos obreros y campesinos pobres quienes han vivido en la nueva sociedad son plenamente conscientes de este hecho: la filosofía ha estado siempre al servicio de la lucha de clases. Antes cuando el pueblo trabajador soportaba la desgracia y la miseria, la burguesía y los terratenientes nunca dejaban de invocar la concepción confuciana de utilizar el Mandato Celestial(6) para engañarlo: ―la vida y la muerte, la riqueza y la pobreza, todo esto depende del Mandato Celestial‖. Ellos eran la causa de las desgracias y la miseria del pueblo, sin embargo 18

se obstinaban en afirmar que esto era una ―imposición del cielo‖. Ya que, según la filosofía reaccionaria de Confucio ―su destino había sido ya trazado‖, éste no podía ser de otro modo. Podemos darnos cuenta que el empleo hecho por los burgueses y terratenientes del confuciano Mandato Celestial tenía por único objetivo la opresión y explotación del pueblo trabajador. Después de haber estudiado la teoría revolucionaria y comprendido lo que es el materialismo y la dialéctica, vimos con claridad sus engaños, descubrimos las raíces de todos nuestros males. ¿Qué quedaba por hacer? Levantarse para luchar, hacer la revolución, remover el mundo y llegar a ser los dirigentes de nuestra propia casa. Todo esto muestra con evidencia que la filosofía es una herramienta de la lucha de clases. Como lo diría Lenin, el combate filosófico ―traducido en últimas, analiza las tendencias y la ideología de las clases enemigas en la sociedad contemporánea (Materialismo y empirocriticismo; E.P., p. 448). Los elementos oportunistas infiltrados en el Partido también toman el arma filosófica para combatir la revolución y restaurar el capitalismo. ¿Cómo se explica que en el momento preciso en el que hablábamos en todas partes de ―uno se divide en dos‖ y de hacer retroceder los asaltos salvajes de la burguesía, Yang Xianzhen, el portavoz de Liu Shao-chi en el terreno filosófico se halla puesto a exaltar la concepción de ―dos se fusionan en uno‖? Está completamente claro. Todos estos representantes del imperialismo, del revisionismo y de la reacción esperaban ver al proletariado ―fusionarse‖ con la burguesía para alcanzar de esta manera su deseo de restaurar el capitalismo. Lin Piao, fiel discípulo de Confucio, tenía no solamente una línea política contrarrevolucionaria calcada en ―moderarse y regresar a los ritos‖, tenía además una línea ideológica igualmente contrarrevolucionaria para justificarla. Una importante fuente de su ideología se encontraba precisamente en el confucianismo, que utilizaba la teoría del Mandato Celestial y del apriorismo(7) para oponerse al materialismo; las concepciones de ―la vía el justo medio‖ para refutar la dialéctica; las Cinco Virtudes (virtud, bondad, justicia, lealtad, indulgencia) para rechazar la teoría marxista de las clases; la 19

concepción de la historia fundada en los Héroes para negar el materialismo histórico que ve en el pueblo el que hace la historia. De esta manera Lin Piao desencadenó un ataque generalizado contra el materialismo histórico y dialéctico. Esta dura realidad demuestra una vez más que la lucha de líneas políticas se manifiesta inevitablemente en una lucha de líneas ideológicas, y que la ideología está al servicio de la política. ¿Por qué estudiar filosofía? Como ya hemos dicho arriba, la filosofía está al servicio de la lucha de clases y de una determinada línea política, ésta es una afilada arma en el combate entre las clases. Marx escribe: ―La filosofía encuentra en el proletariado su arma material así como el proletariado encuentra en la filosofía su arma intelectual‖ (ver arriba) También, la diferencia es grande entre estudiar y no estudiar filosofía. Si bien es cierto que muchos camaradas antes de haber comenzado el estudio del marxismo, tienen algunos elementos de una dialéctica y un materialismo primitivos. Pero ellos son espontáneos y fácilmente abiertos a las influencias idealistas y metafísicas. Esto es porque la lucha de clases y de líneas tiene un carácter ciego; cuando nuestras acciones son erróneas, a menudo es difícil conocer las raíces de nuestros errores y sucede lo mismo cuando nuestras acciones son correctas. La filosofía marxista —el materialismo histórico y el materialismo dialéctico— es la base teórica de la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao. Sólo un estudio aplicado de esta filosofía nos puede dar, en la lucha de clases y de líneas, una claridad y una determinación suficiente para convertirnos en combatientes que practican y defienden con plena conciencia la línea revolucionaria elaborada por nuestro presidente. Aquellos que no han estudiado la filosofía tienen frecuentemente un conocimiento superficial de la lucha de líneas dentro del Partido y además se hacen una falsa idea de esta lucha. Sólo el estudio de la filosofía, una vez asimilado el hecho de que la lucha de líneas en el Partido es el reflejo de la lucha de clases en la sociedad y que la voluntad de los hombres no basta para apartarla, los puede impulsar a dirigirse a 20

grandes pasos de acuerdo a las circunstancias hacia la victoria. Aquellos que estudian filosofía amplían su pensamiento, su posición se eleva, ven más lejos. Decimos constantemente: ―El hombre, el mundo, la productividad, todo cambia‖. Dentro de estos tres cambios el del hombre es quien precede a los otros dos; si el hombre no cambia es inútil ir más allá. ¿Sobre qué nos podemos apoyar para transformar al hombre? Hay que armarse del marxismo-leninismo y basarse en el materialismo histórico y dialéctico, la concepción del mundo del proletariado. Pero no se dirá: ―Nosotros que somos obreros y campesinos ¿qué necesidad tenemos de la filosofía?‖. Una concepción como esta es falsa. En realidad nadie puede prescindir de la filosofía; sea consciente o inconscientemente, siempre hablamos y actuamos bajo el impulso de una u otra concepción del mundo. La ausencia de términos filosóficos en el discurso no implica que no esté impregnado de filosofía. Por ejemplo, ocurre frecuentemente que algunos camaradas en el momento de lanzarse sobre una nueva tarea sean abatidos por la dificultad y consideren batirse en retirada diciendo: ―no tenemos la chispa para hacer estas cosas‖. Afirmamos que el conocimiento proviene de la práctica, que es imposible saber sin estudiar y saber hacer algo sin haber aprendido a hacerla; ¿cómo puede haber ―cosas‖ sobre la tierra que se conozcan y se sepan hacer de manera innata? A primera vista, una frase como esta parece no contener ninguna concepción filosófica, pero en realidad está llena de apriorismo. Tomemos otro ejemplo. En el campo, algunas brigadas de producción, viendo su producción sobrepasar por mu (1/15 hectáreas aprox.) de cereales, por encima de la media para la Cuenca del Río Amarillo, estiman haber ―alcanzado la meta propuesta‖ y no poder ir más allá. A pesar de los éxitos obtenidos, otros estimarán estar por encima aún de las medias alcanzadas por las unidades de producción más avanzadas. Ellos se darán cuenta que no sólo más allá de la media de la Cuenca del Río Amarillo, sino 21

también en la del Río Azul aún hay potencial utilizable(8). En el análisis de estos dos puntos de vista concretos se reflejan concepciones y líneas filosóficas totalmente opuestas: la primera es metafísica, considera los fenómenos naturales como aislados, inmóviles e inmutables; la segunda es dialéctica, los fenómenos son percibidos en su eterno desarrollo, incapaces de detenerse en algún nivel de su evolución. Esto es lo que nos hace decir que hay diferencia entre haber estudiado filosofía y no haberlo hecho. La cuestión no está en saber si se debe aplicar la filosofía, el hecho es que nadie está librado de hacerlo. Y ya que es así, es nuestro deber armamos conscientemente de la filosofía marxista para llegar a vencer el idealismo y la metafísica en nuestras mentes; ésta es la única forma que tenemos para progresar continuamente en la reforma de nuestra concepción del mundo. Mao Tse-tung escribe: ―El que la línea política e ideológica sea correcta o no, lo decide todo‖. La ideología a la que nos estamos refiriendo aquí puede ser materialista y dialéctica o idealista y metafísica. Una línea de política correcta se construye sobre la base de una ideología correcta, es el resultado de la aplicación del materialismo dialéctico; una línea política falsa es todo lo contrario. Si queremos reforzar los principios de base siguientes: ―Practicar el marxismo y no el revisionismo; trabajar por la unidad y no por la escisión; ser francos y honrados y no urdir intrigas ni maquinaciones‖; si queremos comprender correctamente y aplicar a fondo la línea revolucionaria proletaria del presidente Mao, desarrollar la producción y la excelente situación en la que se encuentra la edificación del socialismo y llevar a cabo de una mejor manera nuestras tareas, debemos estudiar con disciplina las obras marxista-leninistas y las del presidente Mao, comprender y dominar el sentido del materialismo dialéctico e histórico, del idealismo, de la metafísica y del idealismo histórico. Por nada del mundo podemos desatender estas cosas. Precisamente porque es importante estudiar filosofía los traidores del tipo de Liu Shao-chi y de Lin Piao temían terriblemente que los obreros, campesinos y soldados se 22

familiarizaran con ella; trataron siempre por todos los medios de romper con los movimientos de estudio filosófico de las masas. Yan Xianzhen, el filósofo titular de Liu Shao-chi enfriaba el ardor de las masas en su esfuerzo en el estudio; él los calumniaba diciéndoles que se ―fatigaban estúpidamente‖, que lo que ellos estudiaban ―no era filosofía‖. Lin Piao utilizaba baratijas como su ―marchemos sobre el camino de la victoria‖ para conducirnos hacia un callejón sin salida. Los métodos diferían, el objetivo era el mismo. Ellos tenían la esperanza de impedirnos estudiar filosofía y el pensamiento Mao Tse-tung con el fin de tener el camino libre para dedicarse a su infame comercio. A través de la práctica de la lucha de clases, tomamos conciencia de que la cuestión del estudio de la filosofía tiene estrecha relación con la de llevar a cabalidad la revolución. ¿Somos capaces de comprender y llevar un buen estudio de la filosofía? La larga práctica que tenemos en este campo es suficiente para probarlo. La razón se encuentra en las dos características evidentes de la filosofía proletaria: su naturaleza de clase y su aspecto práctico. Estas son las que condicionan nuestras facultades de comprensión y asimilación. Consideremos primero la naturaleza de clase: el materialismo dialéctico habla a la clase obrera y al pueblo trabajador, es la herramienta intelectual de su victoria sobre la burguesía y los terratenientes. Si no podemos comprenderla ¿quién podría? Una vez asimilado que el conocimiento tiene su origen en la práctica llega a ser posible refutar ―la teoría del genio‖ de Confucio y de Lin Piao; una vez comprendido que todos los fenómenos obedecen al principio de ―uno se divide en dos‖ ya no nos es posible avalar el ―dos se fusionan en uno‖, la ―vía del justo medio‖, la ―colaboración entre las clases‖ y otras teorías sobre la ―extinción de la lucha de clases‖, difundidas por todos nuestros enemigos. Llegaremos a ser capaces de rechazar la afirmación burguesa de ―Unirse beneficia a las dos partes; separarse perjudica a las dos partes‖. La ―unión‖ de la burguesía y del proletariado no puede beneficiar más que a la burguesía: de la misma manera, su ―separación‖ perjudica a la burguesía y no al proletariado. Resulta evidente que la filosofía marxista representa perfectamente los intereses del 23

proletariado y del pueblo trabajador, esta ha sido concebida para responder a sus necesidades de despertar y de comprender, por lo tanto perfectamente ellos son capaces de comprenderla y asimilarla. Desde el punto de vista de la práctica, los obreros, campesinos y soldados se encuentran en las primeras líneas de las tres prácticas revolucionarias, removiendo cielo y tierra, luchando contra el enemigo de clase. La teoría marxista es la síntesis de nuestra práctica en la lucha, podemos sin lugar a dudas asimilarla en toda su profundidad. En 1958, obreros, campesinos y soldados escribieron este poema en homenaje a su propio movimiento de estudio filosófico: “La filosofía tiene su origen en la práctica ¿Por qué seria misteriosa, fantástica? Sus lazos con los obreros y los campesinos son tan estrechos Que basta estudiarla para hacerla nuestra. Hoy cuando comenzamos a hacerlo, Se puede decir que la filosofía vuelve a encontrar su primera morada.” Nuestro gran dirigente, el presidente Mao, ha dado siempre una gran importancia al estudio de la filosofía por las masas: ―Liberar las filosofías de las salas de conferencias y de los libros de historia a fin de que llegue a ser una poderosa arma en las manos de las masas‖. Este es un llamado que se nos hace y es bajo este impulso que el movimiento gana en amplitud y profundidad. Las experiencias acumuladas ya son considerables. Sobre esta base nos basta estudiar con aplicación, atrevernos a utilizar nuestras capacidades y aplicar el principio ―unir la teoría con la práctica‖ para lograr dirigir bien nuestros estudios, conseguir un buen estudio y utilizar la filosofía con sensatez. ―Comenzar... no es difícil y perfeccionarse es también posible‖ (Mao Tse-tung; T.C., t. 1, p. 211)

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CAPÍTULO 2

SIEMPRE PARTIR DE LO CONCRETO Hemos dicho anteriormente que la filosofía es la teoría relativa a la concepción del mundo, nuestro punto de vista general y fundamental del mundo. ¿Cuál es entonces este punto de vista general y fundamental para el proletariado? A sus ojos el mundo es materia —materia en movimiento. Precisamente porque es material y porque tienen una realidad objetiva propia, distinta de la conciencia subjetiva del hombre, si queremos conocerlo y transformarlo, debemos partir de esta misma realidad, es decir del mundo material en su existencia objetiva. Esta es la concepción fundamental del mundo del proletariado, éste es también su método de trabajo esencial. El mundo es material El mundo es material; sin materia no hay mundo. El presidente Mao escribe: ―en el mundo no hay más que materia en movimiento‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 98). Este razonamiento es perfectamente comprensible para los obreros, campesinos y soldados. Vivimos en un mundo material y es imposible apartarnos de él un solo instante. El acero forjado por los obreros en las acerías, los pozos perforados en los campos de petróleo, el petróleo refinado, los hilos y los tejidos producidos en las hilanderías, las casas construidas por los obreros de construcción, etc., etc., ¿todo esto no es material, no es real? Esto es así para la industria, y es lo mismo para la agricultura: la tierra, el agua, los abonos, las semillas y los instrumentos de arado son de materia real. Tomemos el ejemplo del agua: antes de conocerla y de haber comprendido las leyes del movimiento de esta clase de materia, ella se mueve como bien le parece: después de haberla conocido y percibido a fondo sus características, cruzado las montañas y perforado las colinas, construido reservas y elevado represas, estaremos en condiciones de dominarla. En resumen, se puede decir que los obreros, campesinos y soldados han comprendido en la práctica que el conocimiento y la transformación del mundo pasan antes que todo por la afirmación de su materialidad y su 25

existencia objetiva separada del mundo subjetivo del hombre. Ya sea en la práctica de la revolución o en la de la edificación socialista, estamos fundamentalmente en relación con un mundo material objetivo; todas las cosas son completamente reales, sin el menor carácter ilusorio. Sólo un reconocimiento directo del mundo material como una realidad objetiva exterior al hombre nos puede llevar a conocerlo y transformarlo. Lo que nuestra visión más amplia nos deja entrever del mundo material es extremadamente reducido. El mundo material y las formas de movimiento de la materia son ilimitadas y sin fin. El planeta que habitamos no parece tan pequeño, y sin embargo el volumen del sol es 1.300.000 veces superior, sin contar que existen astros mucho más voluminosos que el sol. Hoy, el telescopio nos permite evaluar el número de cuerpos celestes en muchos centenares de billones. Como están muy lejos de nosotros nos es imposible distinguirlos a simple vista. Otros cuerpos están justo ante nuestros ojos, pero por su pequeño tamaño sólo podemos verlos con la ayuda de un instrumento de medida científico. Esto demuestra que la percepción visual no puede ser considerada como una prueba de la existencia de la materia; es decir reconocer una existencia objetiva de lo que veamos y refutar la que no veamos. Otro ejemplo: Sabemos hoy que la tierra alberga más de un millón de especies diferentes de vegetales y animales, su existencia es objetiva. ¿No tenían existencia objetiva antes de que el hombre se pusiera en la tarea de contarlas? Por supuesto que sí la tenían. En una región —y aún más, por un solo hombre—, sólo una ínfima parte de ellas es identificable concretamente. ¿O sea que el resto no existe simplemente porque no las podemos ver? En pocas palabras, el mundo es material y su existencia es objetiva. Acá se encuentra su verdadero aspecto; sosteniendo esta visión, sostenemos el materialismo y reflejamos fielmente el aspecto verdadero del mundo objetivo. La materia es una realidad objetiva exterior a la realidad humana El mundo es material, esto es claro, pero ¿contiene en él la existencia social, la de las clases y la de la lucha de clases? El 26

mundo material del que habla el marxismo incluye no solamente el mundo natural sino también la sociedad. Para asimilar bien este punto, es necesario hacer claridad sobre el problema de la materia tal como es abordada en filosofía. ¿Qué es la materia? Lenin en Materialismo y empirocriticismo definió este concepto repetidas veces: ―La única‖ propiedad de la materia que reconoce el materialismo filosófico es la de ser una realidad objetiva, la de existir fuera de nuestra ―conciencia‖ (E.P., p. 323-4) ―El concepto de materia en epistemología sólo significa... esto: La realidad objetiva que existe independientemente de la conciencia humana que la refleja‖ (Ibíd., p. 324) Se ve a través de esto, que la materia de la que habla la filosofía es la realidad objetiva distinta de la del pensamiento humano y que existe independientemente de él. La realidad objetiva es entonces la única propiedad de la materia y no otra. Marx ―amplió el conocimiento de la materia al conocimiento de la sociedad humana‖ (Lenin: Las tres fuentes y las tres partes constitutivas del marxismo; O.C., t. 19. p. 15) y fundó así el materialismo histórico. Una concepción fundamental de esta doctrina, como lo ha dicho Mao Tse-tung, ―es que el ser determina la conciencia, que la realidad objetiva de la lucha de clases y de la lucha nacional determina nuestras ideas y sentimientos‖ (Intervenciones en el foro de Yenán sobre arte y literatura; O.E., t. 3, p. 72). La filosofía marxista considera entonces como materiales las realidades objetivas irreductibles por la voluntad humana, no solamente la tierra, las montañas y los ríos; los animales y las plantas, sino también la existencia social, la de las clases y de la lucha de clases. ¿Quién se atreve a decir que en la antigua sociedad la opresión y la explotación que la burguesía y los terratenientes hacían sufrir a los obreros y a los campesinos pobres, así como en el período socialista, la lucha a muerte entablada entre el proletariado y la burguesía no son realidades objetivas? Contentarse con admitir que el mundo natural es material, sin reconocer que la existencia social lo es también; ver que el ser determina la conciencia sin darle al ser social la capacidad de determinar la conciencia social: esta forma de materialismo dialéctico y de concepción de 27

la materia no puede ser sostenida por siempre. Considerar la materia que compone el mundo material como la totalidad de las propiedades materiales del mundo y no como una parte de estas, es reconocer en la materialidad del mundo natural una ―realidad objetiva‖ irreducible a la voluntad humana y no reconocerla en la existencia social, de las clases y de la lucha de clases que allí se despliega. Esto es un semimaterialismo superficial, abierto a influencias idealistas. De esto resulta que sostener la concepción marxista de la materia es tener la posibilidad de aplicar a fondo el materialismo y basarse en el materialismo histórico rechazando el idealismo histórico. Sobre este problema, Lenin ha señalado muy correctamente: ―El materialismo admite de una manera general que el ser real objetivo (la materia) es independiente de la conciencia, de las sensaciones, de la experiencia humana. El materialismo histórico admite que la existencia social es independiente de la conciencia social de la humanidad. La conciencia, aquí y allá no es más que el reflejo del ser, en el mejor de los casos un reflejo aproximadamente exacto (adecuado, de una precisión ideal) No se puede suprimir ningún principio fundamental, ninguna parte esencial de esta filosofía del marxismo, colada de un mismo acero, sin apartarse de la verdad objetiva, sin caer en la mentira burguesa reaccionaria‖ (Materialismo y empirocriticismo; E.P., p. 407) Debemos mantener presente en el espíritu estas palabras. Ya hemos dicho que el mundo es material, no solamente en lo que concierne al mundo natural, sino lo que es la existencia social, de las clases, de la lucha de clases. Tanto lo uno como lo otro tiene una realidad objetiva independiente, distinta de la conciencia subjetiva del hombre. Pero entonces, ¿qué relación puede haber entre el mundo material y las cosas del espíritu como la conciencia, el pensamiento, una teoría, una política o un proyecto? Cuando decimos que el mundo es material, queremos decir que todo, incluso las cosas del espíritu son provenientes de la materia. Por ejemplo, el pensamiento se forma en este taller de acabado de nuestro cerebro a partir de la materia prima constituida por el mundo material objetivo. El cerebro humano es un producto del alto desarrollo de la 28

materia; sin él, la existencia del pensamiento sería imposible. Por otra parte, el cerebro solo no puede dar nacimiento al pensamiento de manera espontánea, le son necesarias las ―materias primas‖ que le proporciona el mundo material objetivo. Entonces, el contenido del pensamiento es indudablemente el reflejo de esta realidad objetiva. Cuando se encara un problema, no es posible dejar a un lado el mundo objetivo o abstraerse del lugar que se ocupa en la sociedad. En una sociedad de clases, cada hombre ocupa una posición de clase determinada. Por consiguiente, los objetos del pensamiento son también productos de la materia; sin materia no hay pensamiento. Esta es una concepción esencial del materialismo dialéctico sobre las relaciones del espíritu y la materia. Al afirmar que el espíritu es un producto de la materia, no lo reducimos el uno al otro. Lenin escribe: ―Que el pensamiento y la materia sean ‗reales‘, es decir que ellas existen, es correcto. Pero decir que el pensamiento es material, es dar un paso en falso hacia la confusión del materialismo y del idealismo‖ (Materialismo y empirocriticismo; E.P., p. 302) No aplicamos la calidad material del mundo al espíritu ni negamos la independencia relativa del espíritu y de su función. El problema se plantea así: las cosas del espíritu son producidas por y actúan de regreso sobre la materia, ellas son su producto y la reflejan sin por esto estar separadas. Esta es también la razón por la que sostenemos que el mundo es material, que aparte de la materia en movimiento no existe nada más y que el mundo encuentra su unidad en la materia. ¿Qué es el materialismo? ¿Qué es el idealismo? Para engañar al pueblo, las clases explotadoras reaccionarias han invertido las relaciones entre el espíritu y la materia. Se han empecinado en considerar al mundo material como espiritual, como producto del espíritu. Mencio(9), discípulo fiel de Confucio, contaba que ―las diez mil cosas se realizan en mí‖. ¡No es él quien existe en el mundo material de las ―diez mil cosas‖, son estas las que llenan su cerebro! ¿No es esta la inversión de la relación entre el espíritu y la materia? Bajo la 29

dinastía Song (960-1279) Lu Jiuyuan, el portavoz de la clase de los grandes terratenientes, propagaba el confucianismo de una manera aún más evidente: ―El universo es mi espíritu, decía, y mi espíritu es el universo‖. Quería decir que el mundo material es producido por el espíritu, que no es material sino espiritual. Lo absurdo de su posición es evidente, las ciencias de la naturaleza lo han demostrado desde hace mucho tiempo: el mundo existe desde mucho antes de la aparición del hombre; ¡nos preguntamos como habría podido ―realizarse‖ en el espíritu de un Mencio o encontrar su origen en el de un Lu Jiu-yuan! Estos son perfectos ineptos destinados a engañar a la gente. Sin duda nos preguntaremos, dado el carácter tan evidente de la materialidad del mundo, cómo Confucio y sus discípulos pudieron sostener contra viento y marea que este era mi ―espíritu‖, que era espiritual. Esto puede parecer extraño y sin embargo no tiene nada de asombroso. Los hombres que viven de la opresión y la explotación de otros hombres no podrían subsistir si no invirtieran la verdad con lo falso, si no hablaran sin razón y si no disimularan el verdadero aspecto de las cosas. En la antigua sociedad es evidente que mientras el pueblo trabajador mantenía a los capitalistas y terratenientes, ellos insistían en que era al contrario: los capitalistas y terratenientes daban trabajo y bienestar al pueblo trabajador. En esta época, quienes construían las casas no tenían techo para abrigarse, quienes cultivaban la tierra no tenían nada que comer, quienes tejían no tenían con que cubrir su desnudez; ¿no es esto la inversión de lo verdadero por lo falso? En resumen, ―las diez mil cosas se realizan en mi‖ o ―el universo es mi espíritu‖, todas estas teorías defienden la causa de los dirigentes reaccionarios y constituyen precisamente el origen de clase del idealismo. Acabamos de mostrar los respectivos puntos de vista del proletariado y de la burguesía sobre el mundo. Vamos ahora a dar un paso más para diferenciar bien el materialismo del idealismo y situar correctamente su línea de demarcación. Engels escribe: ―La gran cuestión fundamental de la filosofía, y especialmente de la filosofía moderna es la de la relación entre 30

el pensamiento y el ser‖ además ―según los que respondían de una u otra forma a esta pregunta, la filosofía se dividía en dos grandes campos. Quienes afirmaban el carácter primordial del espíritu en relación con la naturaleza y en consecuencia, admitían en última instancia, la creación del mundo a cualquier cosa que fuera —....—, aquellos formaban el campo del idealismo. Los demás, que consideraban la materia como el elemento primordial, pertenecían a las diferentes escuelas del materialismo‖ (Ludwig Feuerbach; E.S. p. 25, 27) Lo vemos, el criterio impulsado por Engels para deslindar el idealismo del materialismo depende de la forma en la que se va a poner la relación que existe entre el espíritu y la materia: los que sostienen que la esencia del mundo es material, que el espíritu es producido por la materia, que le es anterior, son materialistas, quienes pretenden que la esencia del mundo es espiritual y que el espíritu produce la materia, que le es posterior, son idealistas. Este es el único criterio que tenemos para definir correctamente los limites que separan materialismo e idealismo. Si queremos elevar nuestras capacidades para reconocer el verdadero marxismo del falso y asimilar la esencia del materialismo y del idealismo, el empleo de este criterio es indispensable. El traidor de la nación, Lin Piao, es el tipo perfecto de discípulo de Confucio. Él ha retomado las viejas teorías de Mencio y de Lu Jiuyuan para cantar: ―Encontremos una forma de poner en acción a las fuerzas del espíritu para que sustituyan a las de la materia‖. Esta es la reedición perfecta del idealismo subjetivo que expresan frases como ―las diez mil cosas se realizan en mi‖ o ―el universo es mi espíritu‖. Para el materialismo dialéctico el espíritu humano no puede mas que reflejar, conocer y transformar la materia, no puede ―sustituirla‖. Hablando de ―sustitución‖, Lin Piao rechazaba la materialidad del mundo —esta concepción fundamental del materialismo— lo mismo que su existencia objetiva. Bastó con que los absurdos proferidos por estos tres personajes tropezaran con la práctica de la lucha de los obreros, campesinos y soldados para que se conociera su carácter idealista. El sabor de la pera únicamente puede venir de la fruta misma, y ya que esta fruta no está ni 31

―realizada en mí‖ ni es ―mi espíritu‖, si queremos conocerle el sabor es indispensable transformarla comiéndola con nuestra propia boca; el espíritu no puede, de ninguna manera, ―sustituir‖ esta función. Sólo el acrisolado puede transformar el hierro en acero; un calor de 1.600 a 1.700 grados es necesario para esta operación. Dejar de estar en contacto con la materia y querer ―sustituirla‖ por el espíritu es incomprensible. La aparición del espíritu y su poder no pueden manifestarse y no se manifiestan sustituyendo a la materia; por el contrario el espíritu debe su aparición y su fuerza al hecho de que no deja de estar en relación con la materia. La línea fundamental del Partido, la línea general de la edificación socialista, el principio de ―basarse en los propios esfuerzos‖, etc. ¿no son todas estas cosas del espíritu? ¿Por qué poseen entonces una enorme fuerza de movilización? ¿Es porque sustituyen a la materia? Por supuesto que no. La razón por la cual una línea y un pensamiento correcto tienen un gran poder de movilización y pueden desatar una fuerza material capaz de transformar la sociedad y el mundo es precisamente porque provienen del mundo material objetivo, de la práctica de las masas y porque dan un reflejo exacto del mundo objetivo y de las leyes de su desarrollo. Sólo un pensamiento proveniente de la materia está en condiciones de transformarla, sólo un pensamiento proveniente de las masas está en condiciones de conducirlas. Lin Piao imitaba a Confucio, ponía al revés la relación entre el espíritu y la materia y pregonaba sus necedades idealistas con el único objetivo de adueñarse del poder para llevar a cabo una restauración. Él desbarató conscientemente la afirmación del materialismo dialéctico: la materia se transforma en espíritu y viceversa, diciendo que el espíritu ―sustituye‖ la materia. Visto de esta manera, la materia desaparece y el espíritu llega a ser todo, la piedra angular del materialismo dialéctico es hecha pedazos; ¿qué queda del marxismo y del pensamiento Mao Tse-tung en todo esto? Absolutamente nada. Por esta ―sustitución‖ Lin Piao entendía realmente la ―sustitución‖ del materialismo por el idealismo, del marxismo por el confucianismo y el revisionismo, de la dictadura del proletariado por la de la burguesía. Esta ―sustitución‖ filosófica 32

le permitía resguardarse y preparar la opinión, mientras que preparaba su propia ―sustitución‖ política. La realidad es el punto de partida de todo El mundo es material, la materia es la instancia primera del universo; el pensamiento, el espíritu son resultado de la materia y le son posteriores. Una vez asimiladas estas concepciones será nuestro deber en todas nuestras actividades buscar la verdad en lo concreto y partir de la realidad, es decir del mundo material que existe objetivamente. Partir de la realidad o de una representación subjetiva: He aquí dos líneas de pensamiento fundamentalmente diferentes. La primera es el método y el estilo de trabajo que el presidente Mao siempre preconiza. Cualquiera que sea nuestro trabajo debemos primero que todo asimilar las condiciones concretas que lo determinan; hecho esto, podemos extraer de estas condiciones el modo de acción requerido. Engels escribe: ―Los principios no son el punto de partida de la investigación, sino su resultado final; estos no son aplicados a la naturaleza y a la historia de los hombres, sino abstraídos de éstas. No son su naturaleza y el imperio del hombre los que se adaptan a los principios, los principios únicamente son correctos cuando están conformes a la naturaleza y a la historia‖ (Anti-Dürhing; E.S., p. 66) La ―naturaleza‖ y la ―historia de los hombres‖ de la que se hace mención constituye precisamente el mundo material que existe objetivamente; el conocimiento que nosotros tenemos acerca de esta realidad son esos ―principios‖ de los que habla Engels. Un ―principio‖ es verdadero bajo la única condición de que ―corresponda‖ a las circunstancias del mundo material. Esta concepción es verdaderamente la del materialismo dialéctico. El presidente Mao nos enseña: ―El método de trabajo que debe ser anclado en el espíritu de todo comunista es el de determinar nuestra línea de conducta de acuerdo a las condiciones reales‖ (O.C., t. IV. p. 240). Debemos partir de los fenómenos que tienen una existencia objetiva para analizarlos y poder extraer nuestros métodos, nuestra política y nuestros principios. Esta 33

actitud científica que consiste en buscar la verdad en lo concreto se acomoda perfectamente al materialismo dialéctico. Lo ―concreto‖ es el conjunto de las cosas que existen objetivamente; la ―verdad‖ se transparenta en las relaciones internas —las leyes— que rigen los fenómenos objetivos; respetar lo ―concreto‖ y la ―verdad‖ que contiene, es respetar el carácter objetivo de los fenómenos y las leyes de su movimiento, es ser materialista. Por ―investigar‖ se entiende el análisis fundado en el método dialéctico: Análisis de las contradicciones en los fenómenos objetivos, de la lucha de contrarios y sus transformaciones. Para construir la vía férrea que une a Chendu con Kunming fue necesario partir de una realidad de 1.080 km, distancia que separa estas dos ciudades. Llevamos a cabo el estudio de las condiciones objetivas del terreno: altas montañas y profundos abismos, grandes y tumultuosos torrentes, relieve quebradizo y clima inestable; después ideamos un proyecto de construcción. Para quien quiere transformar la sociedad, le es necesario hacer investigación sobre las contradicciones de la lucha de clases, de la lucha por la producción y de la experimentación científica. La victoria se obtiene después de haberle dado vueltas a la cuestión y de haber agarrado las leyes. Si nos contentamos con apoyarnos en la sola pasión, sin tener en cuenta las condiciones concretas, el fracaso es inevitable. En resumen, después de haber comprendido que el mundo es material, que es primero, y que el espíritu es segundo, debemos aplicar esas concepciones en la práctica, penetrar lo concreto de acuerdo a las circunstancias y entregarnos a la investigación; tendremos así la posibilidad de rectificar nuestro estilo de trabajo y de elevar nuestro nivel ideológico y nuestra conciencia en la línea.

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CAPITULO 3

ABORDEMOS LOS PROBLEMAS DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU DESARROLLO El materialismo dialéctico sostiene que el mundo es material y que la materia está en movimiento; todo se mueve, se transforma, se desarrolla; nada es inmutable. Un movimiento inmaterial, así como una materia inmóvil, no existen. Por esto debemos abordar los problemas desde el punto de vista de su desarrollo. Las cosas y los fenómenos se mueven, se transforman y se desarrollan Engels escribe: ―Cuando sometemos al examen del pensamiento la naturaleza, la historia humana o nuestra propia actividad mental, lo que primero se nos presenta es el cuadro de un entramado infinito de relaciones y de acciones recíprocas en donde nada se queda como lo que era, o donde estaba y como estaba, sino, donde todo se mueve, cambia, se transforma y muere‖ (Anti-Dürhing; E.S., p.50) Tomemos el ejemplo del mundo material: todas las cosas, los animales y los vegetales que existen en la tierra obedecen sin excepción a las leyes del movimiento y la transformación, de la aparición y la desaparición. Lo que era en el principio una extensión de agua se transformó con el tiempo en macizo montañoso, y donde hace mucho tiempo hubo cumbres invencibles hoy existen océanos profundos. Los cambios violentos que decenas de millones de años atrás sucedieron en nuestra superficie terrestre dieron nacimiento al Tibet, a la enorme e imponente cadena montañosa de los Himalayas surgida del fondo de los mares. Mucho tiempo atrás de esto, los vegetales vivían en el medio acuático, sólo más tarde ellos se desplazaron progresivamente hacia tierra firme. En aquel tiempo las semillas de la mayoría de las plantas estaban expuestas a la intemperie. Ningún tegumento las protegía. Después de una lucha de largo aliento contra el frío, el calor, las heladas y la nieve, algunas de estas se recubrieron de un 35

tegumento. Las plantas que crecen sobre la tierra son como los hombres: deben comer, beber, respirar, tomar el sol. ¿Puede decirse que son inmóviles? Se ve en la naturaleza, nada es inmóvil, inmutable, estático. El mundo natural cambia, la sociedad también cambia. En cuanto a los cambios sociales, los obreros, los campesinos y los soldados —particularmente la vieja generación de obreros y campesinos pobres— lo conciben perfectamente, ellos mismos han obtenido esta experiencia. Luego de haber sido esclavos en la antigua sociedad llegaron a ser los dirigentes de la nueva; la diferencia es tan marcada como la de entre el cielo y la tierra. Antes, eran numerosos los productos que éramos incapaces de producir, todos llevaban la marca del occidente. ―Occidente‖ por aquí ―occidente‖ por allá, hasta los fósforos se llamaban ―fuego occidental‖. Desde la Liberación, bajo la dirección de nuestro presidente y del Comité Central, nuestra patria ha cambiado de cara: Nosotros mismos hemos concebido y fabricado máquinas, automóviles, aviones, puentes sobre el Río Azul, vías férreas, sin contar la bomba atómica, la de hidrógeno, los mísiles y los satélites artificiales. La importancia de estos cambios se ha incrementado aún más, gracias a la Revolución Cultural y al Movimiento de crítica a Lin Piao y de Confucio. Estudiando junto a la brigada modelo de Tachai(10), la agricultura ha visto alcanzar la producción de cereales a 10 quintales por mu; la industria, siguiendo el ejemplo de la refinería de Taching(11), ha doblado el total de mercancías producidas. Nuestro nivel ideológico se eleva cada vez más; nuestra patria ya se transforma en un país socialista que conoce un comienzo de prosperidad y abundancia. En suma, todas las cosas sobre la tierra se mueven, se transforman y se desarrollan sin que les sea posible quedarse un sólo momento inmóviles. Si se desea un cambio tendrá lugar, si no, tendrá lugar a pesar de todo —la voluntad de los hombres es impotente ante esta realidad. ¿Existen sobre la tierra cosas inmóviles? Sí, lo admitimos, pero esta inmovilidad es relativa y no absoluta: responde a ciertas condiciones, se encuentra bajo cierto punto de vista y en un 36

contexto dado. ¿Se puede decir por ejemplo, que una persona sentada en un tren en marcha está inmóvil? Si se toma en consideración el sólo hecho de que no ha abandonado su lugar, se puede admitir en efecto que no ha habido movimiento; fuera de este contexto, el movimiento efectivamente ha tenido lugar por la simple razón de que el tren no ha dejado un momento de arrastrar la persona sentada en su rápida marcha hacia delante. ¿Tomar la inmovilidad como algo muerto y hacerla absoluta, no es negar el movimiento del tren? Se saca de este ejemplo que el movimiento está en principio incluido en la inmovilidad de los fenómenos. La inmovilidad es una forma de movimiento de la materia, puede ser relativa pero no absoluta. En ninguna parte del mundo existe una inmovilidad supuestamente absoluta. Algunos se preguntarán cómo puede ser posible hablar de un movimiento cualquiera para las cosas no vivientes, como una casa construida en un lugar fijo o una máquina dispuesta en un lugar determinado. En general, aparte de las calamidades naturales ocasionadas por los temblores de la tierra, el viento, el agua, basta que el hombre intervenga para que el lugar de las cosas sea modificado. Pero este no es más que un sólo aspecto de las cosas; nos es imposible quedarnos aquí desatendiendo los otros aspectos de la realidad. Así como el hombre sentado en un tren en marcha se desplaza sin moverse de su silla, una casa o una máquina permanece estática mientras que el globo terráqueo gira alrededor del sol a una velocidad de 30 km/s. En estas condiciones, ¿cómo pretender que no se muevan? Imposible. Que se recuerden estos dos versos del presidente Mao: “Sentados sobre la tierra recorremos 40.000 km por día; “Explorando el cielo descubrimos miles de Vías Lácteas” (Al dios de la enfermedad; 1-jul-1958) Además, casas y máquinas como lo demás, sufren sus propias fases de desarrollo. Una casa, necesariamente debe seguir el proceso de transformación de lo nuevo a lo viejo; ¿cómo puede no ―desaparecer‖? Las máquinas se usan y se oxidan para 37

terminar de un día a otro en la chatarrería. Todo esto muestra claramente que la inmovilidad de las cosas es relativa y que su movimiento es absoluto. ¿Cuál es entonces la relación entre la inmovilidad relativa de las cosas y su movimiento absoluto? El materialismo dialéctico considera que el mundo es el proceso del movimiento de la materia fundado sobre la unidad contradictoria entre inmovilidad relativa y movimiento absoluto. La razón que nos hace decir que el movimiento es absoluto es su omnipresencia. Mientras que la inmovilidad no es más que una forma de este movimiento. Sin movimiento no hay inmovilidad, éste es un primer punto: El segundo reside en el hecho de que el movimiento absoluto existe siempre dentro de la inmovilidad relativa; negar esto último equivale a negar el movimiento, y por tanto la realidad de las cosas. Engels se expresa así: ―La posibilidad de quietud relativa de los cuerpos, la posibilidad de estados temporales de equilibrio es condición esencial para la diferenciación de la materia y, por tanto de la vida‖ (Dialéctica de la naturaleza; Grijalbo, p. 210). Contentarse con admitir el movimiento absoluto, rechazando la inmovilidad relativa o lo contrario, no corresponde de ninguna manera a la realidad; es un error. Tomemos la industria y la agricultura: éstas no se estancan jamás en un mismo nivel; si tenemos en cuenta esta exigencia objetiva al terminar nuestro plan de producción será necesario elevar cada año este nivel, desarrollarlo y producir cada año cosas nuevas. El movimiento absoluto se encuentra ahí, sin él es imposible tener una dirección e ir hacia adelante. En cuanto a determinar exactamente la cantidad de acero, carbón, cereales y algodón a producir anualmente, habrá forzosamente una exigencia concreta, un equilibrio relativo a mantener; ésta es la inmovilidad relativa de un plan de producción. Por un lado el nivel debe elevarse; por el otro, el equilibrio debe ser mantenido; sin elevación es imposible romper el antiguo equilibrio para edificar otro nuevo y por consiguiente no se sabría dar un paso adelante. Nuestra producción progresa por la unión de contrarios que son aquí una elevación continua de nuestro nivel y una edificación ininterrumpida de nuevos 38

equilibrios. La transformación socialista de la agricultura china es también el proceso de un movimiento basado sobre la unidad contradictoria entre inmovilidad relativa y movimiento absoluto. De los equipos de ayuda mutua a las comunas populares, pasando por las pequeñas cooperativas de bajo y alto nivel; de la propiedad individual a la propiedad colectiva y más tarde a la del pueblo entero, nos encontramos cada vez ante el proceso de un movimiento en el que el desarrollo y la transformación son omnipresentes. He aquí lo que es al movimiento absoluto. Sin embargo, es necesario admitir que simultáneamente en cada una de las etapas atravesadas se presenta como una inmovilidad relativa cuya ausencia no habría permitido a una etapa nueva, reforzarse, madurar y perfeccionarse para preparar el terreno para la venida de la siguiente. Negar esta inmovilidad relativa es negar al mismo tiempo el proceso de transformación socialista en su conjunto. Decidiendo no tocar, durante un lapso de tiempo relativamente largo, la organización de las comunas populares en tres niveles sobre la base de los equipos de producción, reconocemos la inmovilidad relativa de los fenómenos. Rehusarse a admitir esta ausencia temporal de cambio equivaldría simplemente a negar las comunas populares. Si debemos mantener la teoría marxista de la revolución ininterrumpida y a la vez la del desarrollo de la revolución por etapas, es precisamente porque los fenómenos objetivos son el proceso de movimiento que se funda en la unidad contradictoria entre el movimiento absoluto y la inmovilidad relativa. En la inmovilidad hay movimiento y este contiene al anterior. Todas las cosas se transforman y se desarrollan en el seno de esta unidad. La metafísica lleva a la inmovilidad absoluta. Una de las raíces epistemológicas de la metafísica consiste en tomar la inmovilidad en su aspecto inerte hasta volverla absoluta. Por ejemplo, en la inmensidad del mundo material la duración de las fases de inmovilidad relativa es extremadamente variada: para ciertas materias ésta apenas alcanza 1/10.000.000 de segundo, como es el caso para 39

muchos tipos de átomos; en otros, pueden pasar muchas decenas de millones de años antes de que se pueda constatar el menor cambio. La aparición de animales como el pollo, el perro, la vaca o la cabra, es netamente anterior a la del hombre. Si no se inclina a estudiar su historia, fácilmente se podría imaginar que siempre han existido en nuestro universo. Y sin embargo su existencia sólo se remonta a algunas decenas de millones de años. Después de que el hombre se hizo dueño de técnicas de cría, algunos animales pasaron del estado salvaje al estado doméstico. Antes los pollos podían volar muy alto, la domesticación los ha hecho regresar de este dominio. Por cierto, no es necesario considerar los reflejos del mundo natural tal como aparecen en la historia de la astronomía, la geología, la biología y de otras ciencias de la naturaleza, basta recurrir a las cosas percibidas directamente por una o muchas generaciones de hombres. Podemos darnos cuenta inmediatamente que tomando las cosas en su inmovilidad sin tener en cuenta su movimiento o ateniéndonos a su existencia sin ocuparnos de su aparición y de su desaparición, terminaremos por considerar al mundo como algo absoluto e inmutable. ¿Cuál es la razón que lleva al metafísico a creer que las cosas son siempre tal y como se presentan desde su primera aparición y que el aumento o la disminución cuantitativos son las únicas posibilidades de cambios ulteriores? ¿Por qué estiman que un fenómeno sólo es capaz de reproducir eternamente su semejante sin nunca poder transformarse en otra cosa? Desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, es porque ellos vuelven absoluta la inmovilidad relativa de los fenómenos. De una manera general, la metafísica mutila el conjunto del proceso de aparición, desarrollo y desaparición de los fenómenos; niega el porqué de esta aparición, la calidad del cambio del que tal o cual fenómeno es el resultado, la dirección en la cual se va a desarrollar y la forma que revestirá después de su transformación. La metafísica aísla del conjunto una etapa de la existencia de un fenómeno en la que se encuentra aparentemente inmóvil. Esta es la razón por la cual a sus ojos, la transformación de los fenómenos no es más que una simple repetición. 40

En su crítica a las necedades proferidas por Dürhing sobre el ―estado de inmóvil de la materia‖, Engels ha dejado en claro muy correctamente que en éste se representaba ―el equilibrio mecánico relativo en el cual un cuerpo puede encontrarse sobre la tierra en un aparente reposo absoluto y se aplicaba enseguida al conjunto del universo‖ (Anti-Dürhing; E.S., p. 90.) Las clases dominantes reaccionarias han sostenido siempre la inmovilidad del mundo. Para reforzar su dominación, todas las clases reaccionarias sin excepción han difundido la metafísica, considerando el mundo como algo fijo, petrificado, inmutable. Los esclavistas, los feudales y los capitalistas siempre han sido los últimos en desear que su posición de privilegio cambie, cualquier medio les parecía bueno para mantenerse en su lugar. Estaban inevitablemente decididos a propagar su metafísica de ―lo inmutable ‖ y de lo ―inmóvil‖, a despreciar y a combatir el cambio y la dialéctica. ¿Por qué razón, bajo la dinastía Jan (-206, -8), Dong Zhongshu, este partidario de ―suprimir las cien escuelas de pensamiento para sólo rendir homenaje a la doctrina confucionista‖, difundía en todo lugar su metafísica reaccionaria de ―el cielo no cambia y el Tao tampoco‖? No se tiene ni que decir que era para mantener la dominación de los grandes terratenientes. El ―cielo‖ del que él hablaba no pertenecía al mundo natural, realmente se trata de un dios a la manera de los occidentales, en cuanto al ―Tao‖ no era otra cosa que el viejo sistema de dominación llevado a cabo por la clase feudal reaccionaria. Con estas palabras Dong Zhongshu dejaba entender: en el mundo actual, todas las cosas —de hecho se refería esencialmente a la dominación de clase— han sido dispuestas con perfección por dios; con tal de que el hombre calque sus acciones sobre esta perfección y nunca sea alterado nada. Para este filósofo, la inmutabilidad apuntaba únicamente a prohibir a los hombres cambiar en algo la posición dominante de la clase reaccionaria que él representaba; ahí se encontraba el punto sensible de su doctrina. 41

¿Por qué la burguesía invoca sin cesar: ―Si no seguimos el cada quien por su lado, llega el fin del mundo‖? Evidentemente es porque ésta busca hacer pasar al capitalismo por algo eterno y hacer creer que el individualismo apareció con el hombre. ¿Esta aplicación del concepto metafísico de inmutabilidad con el único objetivo de demostrar la eternidad del modo de producción capitalista no salta a la vista? El presidente Mao ha hecho esta observación llena de profundidad: ―Según ellos, la explotación capitalista, la competencia capitalista, la ideología individualista de la sociedad capitalista, etc., pueden ser halladas igualmente en la sociedad esclavista de la antigüedad y aún en la sociedad primitiva, y existirán sin cambio para siempre.‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 335). Estas pocas palabras muestran claramente cual es la profunda causa que hace difundir a la burguesía sus tesis metafísicas sobre la inmutabilidad. Según el materialismo dialéctico e histórico, la historia de la humanidad es la historia del paso de un estado inferior a un estado superior; la sociedad primitiva, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo, el socialismo y el comunismo son etapas históricas inevitables y cada una de ellas responde a las necesidades históricas que le son propias. Reconocemos el valor histórico inherente a cada una de las etapas superadas, pero consideramos también que el sistema social resultante en tal o cual nivel de desarrollo de las fuerzas productivas deberá ser reemplazado forzosamente de acuerdo al grado de desarrollo de estos, por un sistema más elevado. Los levantamientos de esclavos, campesinos, obreros son la fuerza motriz del desarrollo de la historia social. Así como el feudalismo reemplazó al esclavismo y el capitalismo reemplazó al feudalismo, el socialismo y el comunismo reemplazarán finalmente al capitalismo. Verdad contra la que la voluntad humana no puede. Nuestro punto de vista sobre todos los fenómenos, incluyendo el desarrollo social y nuestra actitud hacia estos, consisten en reconocer que nada de lo que existe sobre la tierra es inmutable. En oposición a esto, todas las clases reaccionarias evalúan su posición histórica de una manera metafísica y se niegan a admitir que el sistema social que ellos 42

representan será inevitablemente reemplazado por otro más elevado. Confucio no encontraba que decir sobre el esclavismo, predicaba: ―¡Modérense y regresen a los ritos!‖. Dong Zhongshu encontraba perfecto el sistema feudal y exclamaba: ―El cielo no cambia y el Tao tampoco‖. La burguesía pretende que el capitalismo es la forma más completa de humanismo, que por encima de todo no debe ser tocado. ¿Cuál ha sido la suerte de esas teorías? Todas ellas se han convertido en el dique que traba la marcha de la historia y han sido derribadas por los pueblos revolucionarios. Mao Tse-tung escribe en Sobre la dictadura democrática popular: ―Los comunistas de todo el mundo son más clarividentes que la burguesía, conocen las leyes que rigen la existencia y el desarrollo de las cosas, conocen la dialéctica y ven más lejos. Si la burguesía no acoge con agrado esta verdad, es porque no quiere ser derrocada. Ser derrocado resulta ser doloroso y horrible de imaginar para quienes lo sufren, por ejemplo, para los reaccionarios kuomintanistas, a quienes derrocamos actualmente, y para el imperialismo japonés, al cual vencimos junto con otros pueblos. Pero para la clase obrera, el pueblo trabajador y el Partido Comunista el problema no está en ser derrocado sino en trabajar con ahínco para crear las condiciones en que las clases, el Poder estatal y los partidos políticos desaparezcan de manera natural y la humanidad entre en el reino de la Gran Armonía‖. (O.E., t. 4, p. 425-426). Es por esto que el pueblo trabajador y el proletariado son superiores a la burguesía y a las otras clases explotadoras y que el materialismo dialéctico es superior a la metafísica y al idealismo. Bajo la dictadura del proletariado, los obreros, los campesinos y los soldados son amos en su propia casa, pero la lucha entre la concepción materialista dialéctica del desarrollo y la metafísica burguesa de lo inmóvil continúa de manera encarnizada. Al interior del Partido, gente como Liu Shao-chi y Lin Piao, portavoces de la burguesía y de los terratenientes, del imperialismo, del revisionismo y de todos los reaccionarios, han tratado por todos los medios hacer devolver la ruta de la historia y se encuentra en la sociedad gente que no esta contenta con su desaparición. Así, en el momento de la 43

transformación socialista del campo, pulverizamos los cimientos de su explotación sobre los campesinos pobres; la irritación que ellos sintieron no tenía nada de anormal; algunos terratenientes exclamaban: ―¡Ahora que todo el mundo está organizado, quién va a llevar la carga sobre la espalda, o quién va a ser jornalero! Si no hay ricos ni pobres nuestro mundo se acabará‖. A sus ojos, sólo un statu quo sobre su situación privilegiada permitiría que hubiese ―ricos y pobres‖ y ―que el mundo fuera mundo‖; no es difícil ver que se opusieran a que cambiáramos el viejo sistema y que ―les‖ hiciéramos la revolución. Nuestro deseo de edificar el país sobre el modo socialista, de cambiar el mundo y de redoblar esfuerzos en el trabajo de transformación los disgustaba. ¡Cómo puede ser que no estuvieran agarrados del idealismo y de la metafísica para ganarse la opinión! Quién no les ha escuchado delirar: ―Cuando se nace pequeño, no se puede hacerse grande; si el destino lo ha hecho pobre, usted no cambiará en absoluto su condición haga lo que haga‖. En pocas palabras, todos sus argumentos buscaban mostrar que el mundo no podía cambiar y que era imposible transformarlo. ¡Qué bella reedición de la estupidez ―El cielo no cambia y el Tao tampoco‖ de Dong Zhongshu! Adaptemos nuestro pensamiento al cambio ininterrumpido. Hemos dicho ya que ningún fenómeno es fijo; hablábamos principalmente del mundo objetivo. ¿Pero qué hay del mundo subjetivo? Éste es el reflejo del mundo objetivo y, ya que el mundo objetivo está en constante transformación, es evidente que el pensamiento que es su reflejo está también en continuo cambio. Debemos entonces, aprender a considerar las cosas desde el punto de vista de su desarrollo. Antes una máquina hacía doscientas revoluciones por minuto; hoy, hace trescientas. Cada equipo engrasaba su máquina dos veces por día, lo que en las actuales condiciones es insuficiente. Cuando la organización del trabajo cambia, la productividad aumenta y aparece la contradicción de que no se sabe si la nueva organización del trabajo va a poder suplantar la vieja. Nuestro trabajo debe adaptarse a los cambios que ocurren en las cosas. Anteriormente, sólo se cosechaba una vez por semana, 44

todo se desarrollaba ―como sobre ruedas‖; hoy, se hacen dos y hasta tres cosechas por año; hubo que repensar todos los problemas de irrigación, de exposición, de ventilación, de abono y de semillas. Las antiguas experiencias y costumbres estaban caducas, para que las nuevas pudieran ser aplicadas, se requerían nuevos métodos. La lucha de clases también se desarrolla sin parar. Los enemigos de clase son extremadamente astutos, ellos saben cambiar sus métodos y no utilizan siempre el mismo refrán, saben transformarse para lanzar sus ataques contra el proletariado. Si no encaramos este problema en su desarrollo, no tendremos conocimiento de nuevas formas de lucha y morderemos fatalmente el polvo. Algunos se imaginan estar, completamente, al salvo de un error de importancia; también se consideran definitivamente ―moldeados‖ como una teja sacada del horno. ¿Qué entienden ellos por todo esto? No hacen más que aplicar la concepción metafísica de la inmutabilidad. En realidad, la lucha de clases en la sociedad se refleja inevitablemente en nuestra cabeza y dos caminos se nos presentan a todo momento: o bien nos servimos de la ideología proletaria para vencer la ideología burguesa, fomentar la posición del colectivismo y continuar hacia adelante; o bien, la ideología burguesa tomará la delantera; haremos marcha atrás, o incluso peor, iremos hacia el más completo revés. ¿Los ejemplos de este tipo son tan raros que no se puede creer en ellos? ¡Cómo llegar a compararse con la rigidez de una teja! Es evidente que esta concepción de la ―rigidez de teja‖ no corresponde a la realidad, es antidialéctica. La arrogancia y la suficiencia son contrarias al cambio. En efecto, ¿qué es la arrogancia sino la plena satisfacción de sí mismo? ¿Existe algo sobre la tierra ―plenamente satisfecho‖? Por supuesto que no. Todas las cosas, todas las actividades están en perpetuo cambio, son inacabables y contienen siempre posibilidades de mejoramiento. Considerarse ―plenamente satisfecho‖ es una forma de subjetivismo, una ceguera que revela un falso conocimiento de uno mismo. Debemos superar esta clase de defecto. 45

Decimos a menudo de alguien que es atrasado. ¿Cuál es el sentido de esta afirmación? Con ella expresamos que sus puntos de vista y sus actos están atrasados con respecto al desarrollo de los fenómenos objetivos, y que no consigue alcanzar el nivel de este desarrollo; algo así como una persona que viste ropa de verano cuando el invierno ya se hace sentir. El hecho de que el pensamiento esté atrasado con respecto a la realidad, es normal; basta con que estemos conscientes de la situación y de lo que pasa con nosotros para mejorar constantemente y superar nuestro atraso. El presidente Mao dice: ―Las condiciones están en constante cambio, y para adaptar su pensamiento a las nuevas condiciones, uno debe aprender. Incluso quienes tienen una mayor comprensión del marxismo y se mantienen relativamente firmes en la posición proletaria, deben continuar aprendiendo, asimilar cosas nuevas y estudiar problemas nuevos.‖ (Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el trabajo de propaganda; T.E., p. 510). Todos los revolucionarios, todos los progresistas han sabido adaptarse a su tiempo: en esto consiste su fuerza.

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CAPITULO 4

LA CAUSA INTERNA ES LA BASE DEL CAMBIO Hemos dicho anteriormente que la materia está en movimiento, que se desarrolla y se transforma. ¿Cuál es entonces la causa fundamental de este movimiento? ¿Hay que buscarla en el interior o en el exterior de las cosas? La dialéctica materialista ve en la causa interna el fundamento de todo cambio, mientras que las causas externas son las condiciones de este y se expresan por intermedio de la causa interna. La causa interna es la base del cambio La causa interna representa la causa en sí de los fenómenos y de las cosas, la contradicción que les es propia. Mao Tse-tung se expresa así: ―La causa fundamental del desarrollo de las cosas no es externa sino interna; reside en su carácter contradictorio interno‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 90). He aquí la situación tal como se presenta en toda su verdad. Tomemos un ejemplo. Dos hombres que en el curso de un proceso de producción se encuentran en condiciones semejantes; el uno cumple su trabajo sobrepasando el plan previo, el otro no consigue ni si quiera acabar el suyo; además, aquel para quién las posibilidades son las mejores cumple su trabajo menos bien que su camarada. ¿Cómo es que una situación como esta se puede presentar?, ¿dónde se encuentra el nudo del problema? Se encuentra en la conciencia propia de estos dos hombres. Dos clases de ideología conllevaran dos tipos de resultados diferentes; la causa interna es fundamental, juega un rol determinante. Otro ejemplo: ¿cómo es que en el curso del movimiento ―Tomemos ejemplo de la brigada modelo de Tachai‖, algunos han tomado tanto tiempo en obtener resultados satisfactorios? Al comienzo, los dirigentes en el campo no tenían mucha confianza en el poder de las masas en la edificación socialista. Creían que las condiciones eran poco favorables, que las 47

calamidades naturales eran numerosas y por consiguiente era difícil tomar el ejemplo de Tachai. Más tarde, después de la corrección de sus puntos de vista erróneos ellos se unieron a las masas y basándose en sus propios esfuerzos consiguieron, a través de una áspera lucha, transformar en algunos años la cara de su comuna. Se ve claramente que el factor determinante del desarrollo y del progreso de una brigada o de un equipo de producción es interno a estos. Siempre hay que buscar la causa y el fundamento del desarrollo en el interior mismo del lugar de trabajo. Si lo buscamos en otro lugar, invocando uno por uno la mala calidad de la tierra o la gran frecuencia de las calamidades naturales, nos será imposible descubrir la causa fundamental del desarrollo y explicar por que tal o cual unidad de producción, que en el comienzo no alcanzaba a asimilar el ejemplo de Tachai, ulteriormente lo consiguió aunque la composición de los hombres y las condiciones climáticas fueran las mismas. El presidente Mao ha puesto en evidencia la concepción metafísica del desarrollo social: ―En cuanto al desarrollo social, lo atribuyen a factores exteriores a la sociedad, tales como el medio geográfico y el clima. De manera simplista, tratan de encontrar las causas del desarrollo de las cosas fuera de ellas mismas, y rechazan la tesis de la dialéctica materialista según la cual el desarrollo de las cosas se debe a sus contradicciones internas‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 90). Cada nivel de la organización social en el campo es una forma de ―pequeña sociedad‖; cuando consideramos las causas de su desarrollo, por nada del mundo hay que cometer el error metafísico de buscarlas de una manera simplista al exterior de ellas mismas. Paralelamente, la causa fundamental de la sustitución de un sistema social por otro debe ser buscada al interior, en el movimiento necesario propio a este sistema. ¿Por qué el feudalismo sustituyo obligatoriamente el esclavismo? Son las contradicciones propias al sistema esclavista las que determinan esta sustitución. Los propietarios de esclavos explotan y oprimen sin piedad a los esclavos; seria asombroso que ellos no se sublevaran para resistir y combatirlos. La decadencia del esclavismo esta entonces en perfecto acuerdo 48

con la ley de su propio desarrollo. La obstinación de Confucio en proteger los intereses de los propietarios de esclavos, su rechazo a tener en cuenta las contradicciones propias al sistema que él defendía y su enseñanza que dejaba entender que la ―decadencia de los Ritos y de la Música‖(13), ocasionada necesariamente por el movimiento propio al esclavismo, era causado por el ―los hombres vulgares‖ que violan la voluntad divina, ¡no son risibles y absurdas! Es también a partir del movimiento propio del capitalismo y de la oposición fundamental que él ocasiona entre burgueses y proletarios (incluyendo los demás trabajadores) que hay que buscar la causa de su reemplazo por el socialismo. La causa y la fuerza motriz fundamentales del desarrollo de los fenómenos no se encuentran al exterior de estos, sino en ellos, en su esencia. Lenin escribe: ―La condición para conocer todos los procesos del universo en su ―auto‖movimiento, en su desarrollo espontáneo, en su vida existente, es la de conocerlos como unidad de contrarios. El desarrollo es ―lucha‖ de contrarios.‖ (Sobre la cuestión de la dialéctica; O., t. 38, p. 344) El movimiento propio a todo proceso y el desarrollo como lucha de contrarios, de los cuales Lenin habla aquí, designan la lucha contradictoria que se desenvuelve al interior de los fenómenos. Es solo agarrando la contradicción interna de los fenómenos o, como decía Lenin, poniendo ―la atención principal‖ en el conocimiento de la ―fuente del ‗auto‘-movimiento‖ de los fenómenos que será posible conocerlos fundamentalmente y transformarlos. La causa externa es la condición del movimiento Afirmar que la causa interna es la causa fundamental del desarrollo de los fenómenos no conlleva al rechazo del rol jugado por la causa y las condiciones externas. El presidente Mao escribe: ―El carácter contradictorio interno de una cosa es la causa fundamental de su desarrollo, en tanto que su interconexión y su interacción con otras cosas son causas secundarias‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 90). Se advierte claramente que si la dialéctica no niega la causa secundaria 49

externa es porque los fenómenos no existen aisladamente, sino en unión los unos con los otros; se influencian mutuamente. Así, nos oponemos no solamente a la metafísica que reconoce la causa interna negando la causa externa, sino también a la que, rechazando la causa interna, solo tienen en cuenta los factores exteriores al movimiento. Tomemos un ejemplo extraído de lo cotidiano. El miope distingue mal lo que le rodea, basta con que se ponga gafas para que su vista se precise. Para los ojos las gafas son una causa externa. En este caso preciso la causa (y el fundamento) de la utilización de lentes correctores está determinada por el hecho de que los ojos están afectados de miopía y no de ceguera total; el uso de gafas como condición externa que garantiza una visión correcta, en efecto, no sería de ninguna utilidad para un ciego. Pero si el miope no se sirve de la ayuda exterior de las gafas, para corregir y estimular su visión, le será imposible distinguir claramente lo que le rodea. Bajo ciertas condiciones bien determinadas, la utilidad de la causa externa es extremadamente grande. Los obreros dicen que un trabajo debe ser emprendido desde que las condiciones requeridas estén presentes, pero que es necesario crearlas uno mismo en el caso de que estas hagan falta, a fin de ponerse a trabajar sin esperar. Un modo de actuar como este supone que no se puede prescindir de la causa y las condiciones externas. Pasa lo mismo para las semillas. ¿Por qué se dice en la provincia de Hebei: ―Los nabos primero, la col segundo‖? Es una cuestión de estación; por supuesto, el cultivo de col está determinado por una causa interna, a saber, la semilla misma, pero las condiciones estacionarias son primordiales, desatenderlas entrabaría el desarrollo normal de la legumbre. Un camarada tiene progresos; estos son debidos principalmente a su esfuerzo personal, pero no podrá prescindir del apoyo de los dirigentes y de las masas. ¿No es este el aporte de la causa externa? En una unidad de producción, la garantía del éxito de un movimiento como ―Hacer la revolución, promover la producción‖ desde luego consiste, antes que todo, en que los 50

dirigentes y las masas asimilen la línea y la política del Partido, practiquen la unión y la lucha común; pero si ellos desatienden unirse y colaborar en el trabajo con el conjunto de la sociedad, no conseguirán jamás un resultado satisfactorio. La situación es la misma a nivel internacional. Los combates llevados por los pueblos de todos los países contra las superpotencias americana y soviética se apoya, antes que todo, en los esfuerzos, la combatividad y el espíritu heroico propios a cada uno de ellos, pero no pueden prescindir de un apoyo recíproco. El pueblo chino siempre ha considerado al apoyo de las luchas antiimperialistas de los pueblos de otros países como su primer deber internacionalista. Todos los ejemplos que acabamos de ver, muestran que en el proceso de desarrollo de los fenómenos la causa externa —causa secundaria— no puede hacer falta. En general, su función es la de acelerar o retrasar la transformación y el desarrollo de todo proceso. ¿Cuál es en definitiva, la relación que une la causa interna a la causa externa? El presidente Mao dice: ―La dialéctica materialista considera que las causas externas constituyen la condición del cambio, y las causas internas su base, y que aquellas actúan a través de estas‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 91). Dicho de otra manera, la transformación y el desarrollo de todos los fenómenos son suscitados, antes que todo, por su causa interna; la causa externa es secundaria y su utilidad es indisociable de la causa interna. Solo utilizando este método preconizado por nuestro presidente para analizar y resolver los problemas es que evaluaremos con justeza la relación entre causa interna y externa y nuestro trabajo alcanzará su plena realización. Pero ¿no faltará señalar que una bola de ping-pong que nadie toque no se moverá por ella misma?; ¿qué relación puede existir entre un eventual movimiento de la pelota y la causa interna de esta? Los ejemplos de este tipo son numerosos: una mesa no puede desplazarse sola; una bicicleta no puede rodar si nadie pedalea encima, un motor solo da vueltas si es encendido, etc. Es verdad que una pelota de pingpong no 51

rebotará sobre una mesa si nadie está allí para lanzarla. Pero la razón por la cual, una vez golpeada, ésta rebota es determinada en última instancia por una causa interna a esta, a saber, su elasticidad. Imaginemos a alguien que jugara pingpong con un ladrillo: cualquiera que sea la fuerza de los golpes dados, el jugador jamás conseguirá hacer rebotar su ladrillo como lo habría podido hacer con una pelota de ping-pong. ¡No es esta una buena prueba de que la causa externa es la condición del movimiento, la causa interna su fundamento y que la causa externa actúa por intermedio de la causa interna! ―De hecho, —escribe Mao Tse-tung—, hasta el movimiento mecánico, impulsado por una fuerza externa, tiene lugar también a través del carácter contradictorio interno de las cosas‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 90). A los viejos obreros les gusta decir a los nuevos aprendices: ―El obrero maestro muestra el camino, es al aprendiz mismo a quien le corresponde conocerlo‖. Esta pequeña frase concretiza, de una manera relativamente simple, la relación entre causa interna y causa externa. Para un aprendiz que acaba de llegar a una fábrica, el hecho de que alguien esté allí para iniciarlo representa la condición exterior, la causa externa. En cuanto a saber si es capaz de asimilar la conciencia de clase y de línea del proletariado así como sus cualidades, de servir al pueblo y de unirse al campo de la revolución, sólo la constancia de sus propios esfuerzos lo puede decidir; he aquí la causa interna, el fundamento. Es imposible para él prescindir del apoyo de un obrero maestro, pero es en él en quien reside el poder de prestar atención a los consejos de sus camaradas y de aprender su oficio, ya que la causa externa sólo puede actuar por intermedio de la causa interna. Si, subido de tono por pequeños éxitos, no escucha más las observaciones que le son dirigidas, las causas externas, incluso las mejores dejarán de actuar sobre él. En resumen, el desarrollo y la transformación de los fenómenos supone una interacción entre una causa interna y una causa externa; esta no puede existir independientemente de aquella y viceversa. Comprender la función jugada por la causa interna y la causa externa en todo proceso de desarrollo es de una 52

enorme importancia para observar y analizar correctamente las contradicciones, desenmascarar las concepciones reaccionarias sobre la causa externa y, en fin, desplegar al máximo la conciencia revolucionaria. Crítica de la concepción metafísica de la causa externa En oposición a la concepción materialista dialéctica del desarrollo, tenemos la de la metafísica. Cuando ésta considera la causa del movimiento de la materia, ha de sostener forzosamente que esta causa no se encuentra dentro de los fenómenos, sino fuera de ellos, en el estímulo de una fuerza exterior; esto, en razón de su visión del mundo estática, unilateral y compartimentada. Cuando por ejemplo se abordan las causas del desarrollo social, el metafísico basará lo más frecuentemente su argumentación en cosas como la geografía, la meteorología, la demografía; si se le llega a abordar con él el problema de las transformaciones del mundo natural, se remite habitualmente al ―Emperador Celestial‖, al ―Buen Dios‖, a los espíritus o a los demonios. La teoría del ―Mandato Celestial‖ de Confucio afirma precisamente que todos los seres y todas las cosas han sido organizados por un dios a quien pertenece todo el poder de decisión. Incluso alguien como Newton cuya contribución en a las ciencias de la naturaleza es apreciable, finalmente, en razón de su concepción metafísica del mundo, atribuyó a dios el movimiento de los cuerpos celestes: ―La relación maravillosa, escribe él, que se establece entre el sol, los cometas y los planetas es planificada y determinada por un maestro omnipotente y omnisciente.‖ Este maestro omnipotente y omnisciente es precisamente dios. Cuando criticaba la concepción metafísica del mundo, Lenin ya había señalado que debido a su completa desatención del movimiento, esta concepción había transportado la fuente del movimiento ―afuera: dios, sujeto, etc.‖ (Sobre la cuestión de la dialéctica; O.C., t. 38, p. 344). Las clases dominantes reaccionarias y sus representantes siempre han propagado a grandes gritos una concepción del mundo metafísica con el único fin de servir a sus políticas reaccionarias. 53

Tomemos un ejemplo: ¿de donde vienen las ―riquezas‖ de los propietarios y de los capitalistas de la antigua sociedad? Según la concepción que hace de la causa interna el fundamento del cambio, el origen de sus ―riquezas‖ estaba determinado por un sistema social, un cierto modo de producción les autorizaba poseer los medios de producción y explotar salvajemente a los campesinos pobres y a los obreros; he aquí la realidad. Pero ellos, para disimular la esencia de la explotación de los trabajadores y la causa de su enriquecimiento, formularon conscientemente tesis falaces del tipo ―La vida y la muerte, la riqueza y la pobreza, todo esto depende del Mandato Celestial‖; se imaginaban ellos poder utilizar esta teoría del Mandato Celestial, esta causa externa, para engañar al pueblo y mantener su sistema de explotación. El pueblo chino, bajo la dirección del Partido y del presidente Mao llevó la lucha contra nuestros tres grandes enemigos dirigidos por Chiang Kai-shek. En esto no hay nada de extraordinario, ya que el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático oprimían al pueblo a un punto tal que el levantamiento era inevitable. Donde hay opresión, hay resistencia. Es una consecuencia natural de las contradicciones nacionales y de las clases propias de la antigua sociedad. El presidente Mao escribe: ―los cambios en la sociedad se deben principalmente al desarrollo de las contradicciones internas de la sociedad, o sea, las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre las clases y entre lo viejo y lo nuevo. Es el desarrollo de estas contradicciones lo que hace avanzar la sociedad e impulsa la sustitución de la vieja sociedad por la nueva‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 91). Y los reaccionarios del Kuomintang, a pesar de la realidad, sostenían deliberadamente que el levantamiento revolucionario de la clase obrera y del pueblo trabajador dirigido por nuestro presidente y nuestro Partido había sido ―importado‖ del exterior y no correspondía a un sentimiento nacional. De esta manera, contaban con utilizar la teoría de la causa externa para disimular e invertir la verdad, para prolongar su dominación reaccionaria. ¿Cuál debe ser nuestra actitud frente a las luchas que se 54

desenvuelven en el seno mismo del Partido? El presidente Mao escribe: ―La oposición y la lucha entre ideas diferentes tienen lugar constantemente dentro del Partido. Este es el reflejo en su seno de las contradicciones entre las clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad. Si en el Partido no hubiera contradicciones ni luchas ideológicas para resolverlas, la vida del Partido tocaría a su fin‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 96). Mientras exista la lucha de clases, la lucha de líneas en el Partido no podrá tomar fin; este hecho está enteramente determinado por la causa y las contradicciones internas a este fenómeno objetivo que es el Partido como herramienta de la lucha de clases, este es también su ―auto‖-movimiento. Basándose en la teoría metafísica de la causa externa, el renegado Lin Piao proclamaba, en su plan contrarrevolucionario de derrocamiento político, ―el proyecto 571‖, que la lucha en el seno del Partido era enteramente ―fabricada‖. Según sus absurdos, las luchas y las contradicciones internas en el Partido nunca habían existido, las habían introducido del exterior por la fuerza. Esto es a lo que él llamaba ―fabricar una contradicción‖. De hecho, propagaba este rumor para disimular el ataque salvaje que preparaba con sus amigos. Es nuestro deber desenmascarar sus mentiras y pulverizar sus asaltos. Comprendamos la relación dialéctica entre causa interna y causa externa para estimular el desarrollo de los fenómenos Para permitiros elevar nuestra conciencia de línea, transformar nuestra concepción del mundo y llevar a bien todas las tareas que nos incumben es primordial aprender a utilizar la teoría que considera la causa interna como el fundamento del cambio y a la causa externa como su condición. El presidente Mao nos enseña: ―si un partido quiere conducir la revolución a la victoria, ha de basarse en la justeza de su línea política y en la solidez de su organización‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 92). Diciendo ―la justeza de su línea política y la solidez de su organización‖ este texto insiste en la función determinante de la causa interna. La historia de la lucha de líneas dentro del Partido durante el periodo de la revolución nacional probó la pertinencia de este juicio. Pasa lo 55

mismo para las cuatro grandes luchas de líneas(14) que ya han tenido lugar desde la proclamación de la República. En una empresa, o en un equipo de producción, así como en un partido político, el éxito de todo trabajo está determinado por la incondicional puesta en práctica de la línea revolucionaria del presidente Mao y por la unidad que reine entre los miembros de tal o cual conjunto. Cuando evocamos el principio de ―basarse en sus propios esfuerzos‖ nos apoyamos, en teoría, en el hecho de que el desarrollo de los fenómenos está determinado por su ―auto‖movimiento y que la causa interna es la base del cambio. Mao Tse-tung ya ha expresado esto: ―Somos partidarios de apoyarnos en nuestros propios esfuerzos. Esperamos obtener ayuda extranjera, pero no debemos depender de ella. Nos basamos en nuestros propios esfuerzos, en el poder creador de todo el ejército y de todo el pueblo‖ (Aprendamos a realizar el trabajo económico; O.E., t. 3, p. 191). Tomemos el ejemplo de la construcción del socialismo. ¡Se puede imaginar que un país tan grande como él nuestro no movilice a sus cientos de millones de habitantes a basarse en sus propios esfuerzos y en lugar de eso vaya a dirigirse a otro lugar a obtener los elementos necesarios para la transformación del país! Sin contar que los países imperialistas y las superpotencias americana y soviética, no querrán ni podrán aportarnos una ayuda benévola. La necedad de la ―filosofía de esclavitud a Occidente‖ y del ―espíritu de servilismo‖ difundida por Liu Shao-chi y Lin Piao vuelven, teóricamente, a voltear la espalda a la tesis fundamental de la dialéctica materialista que ve en la causa interna el fundamento del cambio y, políticamente, a dar en el ―capitulacionismo‖. El principio ―basarse en los propios esfuerzos‖ enunciado por el presidente Mao es no solamente lo único para poder tratar correctamente la relación entre nuestro país y el extranjero, también se debe, si queremos cumplir nuestras tareas, ser aplicado en cada unidad y empresa. Sea en Taching o en Tachai los progresos han sido obtenidos ―basándose en los propios esfuerzos‖ ¿Debemos esperar-apoyarnos-pedir, o mejor, atrevernos-arremeter-crear? La cuestión es saber si se considera 56

la causa interna como fundamento de la transformación de los fenómenos. En lo afirmativo esto será la movilización de las masas, ―basarse en los propios esfuerzos‖, ―atreversearremeter-crear‖, gastar poco y hacer mucho; si el acento es puesto sólo en la causa externa, al menor incidente elevaremos los brazos al cielo, nos pondremos a ―esperar-apoyarnospedir‖ y finalmente, cuanto más la espera se haga sentir, la voluntad será menos grande para apoyarse y menos las peticiones serán impregnadas de espíritu revolucionario. Dos concepciones del mundo, dos métodos, dos resultados. En la transformación de nuestra concepción del mundo, reconocer la causa interna como base del cambio nos incita a ser exigente con nosotros mismos, a aceptar humildemente las observaciones del otro y a buscar en nosotros las causas de la lentitud o de la rapidez de nuestros progresos. Un éxito no nos llenará de orgullo, sabremos hacer la división de las cosas y entrever nuestras faltas. Un error cometido no será rechazado con el cuento de las obligaciones y las circunstancias objetivas, y obtendremos con rigor las conclusiones y las lecciones necesarias. Ante un problema o una dificultad que aparecen en el trabajo cotidiano, algunos camaradas, en lugar de mirarse ellos mismos, cubren de injurias todo lo que les rodea. Desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, ellos actúan de este modo porque no han comprendido suficientemente que la causa externa sólo es la condición del cambio; ellos se rehúsan a admitir que cuando algo no funciona, ante todo hay que buscar las causas del problema en sí mismos; cuando la unidad no se obtiene sobre uno u otro punto, es indispensable una observación previa de sus propios actos. Alguien quién haya comprendido que la causa externa funciona por intermedio de la causa interna, jamás se apoyara solamente en sus sentimientos cuando ayuda a los demás, sin ocuparse de saber si los demás están de acuerdo con sus propios consejos. No se puede rechazar la ayuda y el apoyo de alguien, pero ¡cómo podría forzarlos a aceptarlos! Cuando todo 57

se ha dicho y ninguna duda subsista en los espíritus, entonces se puede decir que el problema está resuelto y que la ayuda ha resultado eficaz. Se ve que una buena comprensión de los principios enunciados anteriormente es determinante en el análisis de las situaciones y la puesta en marcha de nuestras actividades. La filosofía marxista insiste en el rol determinante jugado por la causa interna en el proceso del desarrollo de los fenómenos porque es una realidad objetiva, un reflejo fiel del desarrollo y de la transformación del mundo objetivo. Se encuentra en La Internacional la siguiente estrofa: No más Salvadores supremos, Ni Dios, ni Tribuno, ni Rey, Los obreros mismos haremos, El esfuerzo redentor. Para pulverizar los aparatos del estado burgués y construir la nueva sociedad es necesario que el proletariado y las masas populares se levanten y hagan la revolución.

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CAPÍTULO 5

TODAS LAS COSAS Y TODOS LOS FENÓMENOS RESPONDEN AL PRINCIPIO DE “UNO SE DIVIDE EN DOS” Acabamos de mostrar que el desarrollo y la transformación de los fenómenos residen principalmente en su causa interna. ¿Cuál es entonces, el contenido concreto de esta causa interna? Es la naturaleza contradictoria inherente a todo, es el principio ―uno se divide en dos‖, es la continua lucha y unidad entre aspectos opuestos. El presidente Mao nos enseña esto: ―Todas las cosas, todos los fenómenos responden al principio ‗uno se divide en dos‘‖, ―Los aspectos opuestos de una contradicción forman una unidad y a la vez luchan entre sí, lo cual impulsa el movimiento y el cambio de las cosas‖. (Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo; T.E., p. 464). ―Todas las cosas, todos los fenómenos responden al principio ‗uno se divide en dos‘‖ es una generalización popular e ilustrativa de la ley de la unidad de contrarios. Mao Tse-tung escribe: ―...la ley de unidad de los contrarios es la ley fundamental del universo. Esta ley tiene validez universal, tanto para la naturaleza y la sociedad humana como para el pensamiento del hombre‖ (Ibíd., p. 464), además, ―La ley de la contradicción en las cosas, es decir, la ley de la unidad de los contrarios, es la ley más fundamental de la dialéctica materialista‖ (Sobre la contradicción; T.E., t. 1, p. 87). Comprendiendo el principio ―uno se divide en dos‖ comprendemos la ley de la unidad de contrarios y la esencia misma del materialismo dialéctico. Dentro de todo fenómeno y en todo momento hay una contradicción. Todos los fenómenos se dividen en dos; el principio ―uno se divide en dos‖ es la expresión de la contradicción sin la cual el mundo no existiría. Muy correctamente el presidente Mao hace notar: ―La universalidad 59

o carácter absoluto de la contradicción significa, primero, que la contradicción existe en el proceso de desarrollo de toda cosa, y, segundo, que el movimiento de los contrarios se presenta desde el comienzo hasta el fin del proceso de desarrollo de cada cosa‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 94). Después de haber estudiado estas frases, los obreros, campesinos y soldados nunca dejan de exclamar: ―¡Dentro de todo fenómeno y en todo momento hay una contradicción!‖. Veamos primero ―Dentro de todo fenómeno hay una contradicción‖: En el mundo natural, de lo infinitamente grande a lo infinitamente pequeño, todo es ―uno se divide en dos‖, la contradicción es omnipresente. ¿Qué más pequeño que un átomo? Su tamaño es bastante inferior a 1/10.000 de milímetro, y sin embargo este también responde al principio ―uno se divide en dos‖: es el juego de la contradicción entre núcleo y electrón. Si por ejemplo se agranda un átomo al tamaño de una sala de cine, en estas condiciones el tamaño del núcleo no excederá el de una semilla de sésamo. Y bien, ese minúsculo núcleo también se divide en dos; este es el lugar de la contradicción entre protón y neutrón. El hombre es un conjunto constituido de contradicciones. Sin contradicciones no podría responder al principio ―uno se divide en dos‖ y su vida acabaría inmediatamente. La espiración no se concibe sin inspiración y viceversa. En la respiración el principio ―uno se divide en dos‖ consiste en la alternancia de la espiración y la inspiración. Los latidos cardíacos son ocasionados por la doble presencia de arterias y venas; un solo órgano de estos no podría asegurar el buen funcionamiento del corazón. De la misma manera, es impensable imaginar un hombre que trabaja sin jamás descansar o lo contrario; las dos fases son necesarias: estas son ―unas‖ ―que se dividen en dos‖, a la vez unidas y opuestas. Como escribía Engels: ―Si el simple cambio mecánico de lugar contiene ya una contradicción, con mayor razón las formas superiores del movimiento de la materia y más particularmente la vida orgánica y su desarrollo. Hemos visto anteriormente 60

que la vida consiste, en primer lugar, precisamente, en que un ser es en cada momento el mismo y a la vez otro. Entonces la vida es igualmente una contradicción presente en las cosas y en los fenómenos mismos, se plantea y se resuelve constantemente. Y desde que la contradicción cesa, la vida también cesa, aparece la muerte‖. (Anti-Dürhing; E.S., p. 15) El principio ―uno se divide en dos‖ puede también ser aplicado a una unidad de producción; allí la contradicción esta presente en todas partes: entre proletariado y burguesía, entre socialismo y capitalismo; existe universalmente. En cualquier lugar de trabajo habrá siempre una contradicción —―uno se divide en dos‖— entre los dirigentes y las masas: es imposible concebir las masas sin dirigentes o dirigentes sin masas. Para la colectividad como para el individuo, economía y gasto, revolución y producción, política y profesión, son aspectos diferentes del mismo principio: ―uno se divide en dos‖. La contradicción reside precisamente en este principio. En nuestro trabajo debemos aportar una correcta solución a estas diversas contradicciones, estimular la revolución y desarrollar la producción. ¿Un éxito obtenido es indivisible? No, puesto que así como puede reforzar la confianza en uno mismo, también puede promover la suficiencia. Pasa lo mismo con el fracaso, ya que este es en si factor de éxito ¿No decimos: ―el error fuente del éxito‖? Una cosa mala bajo ciertas condiciones puede transformarse en buena. Se ve claramente que todas las cosas y los fenómenos son divisibles y que la contradicción existe en todas partes. Veamos ahora ―En todo momento hay una contradicción‖: Los cultivos absorben cierta cantidad de agua; simultáneamente eliminan una parte por evaporación; este es un proceso de ―uno se divide en dos‖, esta es una contradicción. Desde el comienzo hasta el fin, los cultivos son atravesados por el movimiento contradictorio entre la absorción y la evaporación de la humedad y este proceso durará hasta que su proceso de crecimiento no haya acabado. 61

Una fábrica produce así como consume. La producción se incluye en el consumo y viceversa: es una unidad de contrarios, y volvemos a encontrar el principio ―uno se divide en dos‖. En una fábrica el movimiento contradictorio entre consumo y producción no puede parar un solo día, lo que quiere decir que la contradicción atraviesa el proceso en su conjunto y desde el comienzo hasta el fin. El caso es el mismo para el comercio. Desde el día en el que comienza la actividad comercial el movimiento contradictorio entre la compra y la venta se inicia. No hay almacén que pueda pasar por alto este movimiento, si alguno lo hace es por que ha dejado de llamarse almacén. En una sociedad socialista, la contradicción entre el proletariado y la burguesía, entre la vía socialista y la vía capitalista existe de un extremo al otro, atraviesa la etapa histórica del socialismo en su totalidad sin ninguna posibilidad de pararse en el camino. Esta lucha tiene sus altas y sus bajas, pero no puede en ciertos momentos ser y en otros no ser. Por esto, en todos los sectores de actividades de un país socialista, cualquiera que sea el trabajo emprendido, debemos agarrarnos firmemente desde el comienzo hasta el fin de esta contradicción. Si sucede que parece haber desaparecido y no concentramos fuerzas antes que nada para resolverla, nos desviaremos de la dialéctica para hundirnos en la metafísica, y políticamente sufriremos las consecuencias inevitablemente. Es necesario tener bien claro aquí que la divisibilidad de las cosas y de los fenómenos concierne al aspecto real del mundo objetivo separado de nuestra subjetividad y que existe independientemente de esta. Todos los fenómenos objetivos se dividen en dos, nada es indivisible. Pero esto no quiere decir que de ahora en adelante hemos puesto a la luz las contradicciones inherentes a las cosas. Que en el mundo objetivo todo sea ―uno se divide en dos‖, todo sea divisible, esto es una cosa; en cuanto a saber si en la práctica nuestro análisis de esas contradicciones ha sido llevado a cabo, es otra. De ningún modo se debe confundir esas dos cosas, si se hace, equivaldría a considerar sin justificación los fenómenos que los 62

hombres no conocen y que no han alcanzado a analizar prácticamente como indivisibles y sin contradicciones. Esto sería tomar por verdad ―última‖ el estado actual de nuestros conocimientos. En el análisis de un problema concreto, unos camaradas, particularmente quienes están comenzando a estudiar la dialéctica, no siempre alcanzan a encontrar la división de las cosas, lo que no quiere decir que estas sean indivisibles, sino que simplemente estos camaradas aún no tienen la capacidad de analizarlos correctamente. Todos los fenómenos tienen una contradicción, nada es indivisible. Basta unirnos a las tres prácticas revolucionarias, continuar estudiando y podremos utilizar el método dialéctico de ―uno se divide en dos‖ para analizar bien y resolver las contradicciones que se presentan en la revolución y en la producción. “Uno se divide en dos” es la base teórica de la línea fundamental del Partido. ―Uno se divide en dos‖ es, a lo largo de la etapa histórica del socialismo, la base teórica de la línea fundamental del Partido. En la sociedad socialista, y más particularmente mientras que la transformación socialista de los medios de producción está en proceso de consolidación, ¿las clases, las contradicciones y las luchas de clases subsisten? ¿Aún es la lucha de clases el motor de la historia? ¿Debe ser fortalecida la dictadura del proletariado? Si queremos tener claridad en todas estas cuestiones debemos utilizar para nuestro análisis y nuestras observaciones el principio de ―uno se divide en dos‖ y la ley de la unidad de contrarios, las tesis fundamentales del materialismo dialéctico. Admitiendo que todo es divisible y que sin contradicción el mundo no existe se admite de una vez que la sociedad socialista también es divisible y que la contradicción allí es omnipresente. ¿Dónde se encuentra entonces el ―uno se divide en dos‖ de la sociedad socialista? Principalmente en la contradicción entre proletariado y burguesía, entre vía socialista y vía capitalista. Allí, donde hay contradicción hay lucha y entonces, la doble posibilidad, de una victoria o de una derrota. Por esto decimos que el peligro de una restauración subsiste en la sociedad socialista. La línea 63

fundamental de nuestro Partido ha sido definida por el presidente Mao a partir del análisis concreto de las clases y de la lucha de clases, esta refleja el aspecto real de la sociedad socialista. Apartándose del principio ―uno se divide en dos‖ y de la ley de la unidad de contrarios llega a ser imposible determinar la línea fundamental del Partido durante el período socialista. El presidente Mao, en su combate contra el revisionismo chino y extranjero, ha utilizado esta ley de la unidad de contrarios para analizar científicamente las clases, las contradicciones y las luchas de clases en la sociedad socialista. Para explicar que a lo largo de este período las clases y la lucha de clases continúa existiendo, editó en 1957 su gran obra Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo. Así, ha enseñado a cada miembro del Partido y al pueblo entero la necesidad de servirse de la ley de la unidad de contrarios para examinar la sociedad socialista, formuló la teoría de los dos tipos de contradicciones y consolidó la base teórica de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. Cada una de las doce divisiones de esta obra trata el problema de la contradicción. La cuestión no es saber si la sociedad socialista experimenta contradicciones, sino mostrar que no hay lugar donde no estén presentes. En 1962, el presidente Mao impulsó aún más lejos la síntesis de las experiencias históricas de la dictadura del proletariado en China, así como en el extranjero y formuló en su integralidad la línea fundamental del proletariado durante todo el período socialista. En la misma época exponía en repetidas ocasiones el principio ―uno se divide en dos‖, exigiendo que nos agarráramos de esta afilada arma para librar la lucha contra la burguesía y la camarilla en el poder que marchaba hacia la vía del capitalismo. Esto fue una gran contribución de nuestro presidente a la teoría marxista. A través del acontecimiento sin precedente que fue la Revolución Cultural y del Movimiento de crítica de Lin Piao y de Confucio, hemos obtenido una gran victoria reduciendo a cenizas los dos cuarteles generales de la burguesía dirigidos, el uno por Lin Piao y el otro por Liu Shao-chi. Esta realidad revela aún mejor la excelencia de nuestra línea fundamental. Estamos 64

firmemente determinados a comprender bien y a utilizar esta gran verdad: ―Todas las cosas, todos los fenómenos responden al principio ―uno se divide en dos‖, con el fin de reforzar nuestra voluntad de aplicar la línea fundamental del Partido. Critiquemos la teoría reaccionaria de “dos se fusionan en uno” Al mismo tiempo que el presidente Mao enunciaba: ―Todas las cosas, todos los fenómenos responden al principio ‗uno se divide en dos‘, concepción fundamental de la dialéctica, para servir de arma a todos los miembros del Partido, a los obreros, campesinos y soldados, los estafadores políticos Lin Piao y Liu Shao-chi propagaban ampliamente la reaccionaria teoría de ―dos se fusionan en uno‖ para oponerse a la de ―uno se divide en dos‖. En 1962, Yang Xian-zhen, representante de Liu Shao-chi en el campo filosófico, acusaba al principio ―uno se divide en dos‖ de ser una filosofía ―antihumanista‖ y lanzaba su tesis reaccionaria ―dos se fusionan en uno‖. En la misma época, Lin Piao hacía correr por debajo de cuerda el ruido de que el principio ―uno se divide en dos‖ no incluía el ―concepto de unidad‖; entonces, según él había que reemplazarlo por ―dos se fusionan en uno‖. Yang Xian-zhen afirmaba a sabiendas de todos que ―todas las cosas y todos los fenómenos están unidos de una manera indivisible‖ los unos con los otros; Lin Piao cuchicheaba en la sombra: ―hay que impedir que los contrarios sobrepasen sus límites‖, que ―no vengan a romper la unidad‖. De hecho, el ―dos se fusionan en uno‖ de Yang Xianzhen y el de Lin Piao sólo son una y la misma baratija. La dialéctica materialista ha considerado siempre que los fenómenos están en relación constante los unos con los otros, aunque afirma que esta relación puede ser rota, y que la unidad tarde que temprano debe ser quebrantada. Cuando enunciaba que la ley de la unidad de contrarios es la ley fundamental del universo, el presidente Mao escribía: ―La interdependencia y la lucha entre los contrarios existentes en cada una de las cosas determinan su vida e impulsan su desarrollo‖ (Sobre la 65

contradicción; .T.E., p. 94); y además: ―En cualquier cosa concreta, la unidad de los contrarios es condicional, temporal, transitoria y, por eso, relativa, mientras que la lucha entre los contrarios es absoluta‖ (Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo; T.E., p. 464). Esto quiere decir que toda unidad es transitoria, pasajera, condicionada y que nunca ha habido sobre la tierra una ―relación indivisible‖ ni unidad eterna. El carácter absoluto de la lucha determina la naturaleza pasajera de la unidad, la tendencia de los opuestos a sobrepasar los límites de la unidad que les es propia y la ruptura inevitable de esta unidad. Es precisamente porque las antiguas relaciones se encuentran rotas y la unidad ―destruida‖ que las cosas y los fenómenos se mueven y se transforman. Según la falsa teoría de ―dos se fusionan en uno‖ solo existen ―relaciones indivisibles‖ y en todo hay que ―impedir que los contrarios sobrepasen sus límites‖, los dos elementos de una contradicción permanecen eternamente invariables. ¿Qué queda entonces de la aparición, del desarrollo y la desaparición de los fenómenos? ¡Nada, por supuesto! Todo es inerte y quieto. Así, la relación de los protones y los neutrones en el núcleo es ―indivisible‖, imposible de separar, su unión es eterna... ¿La fisión del átomo será una broma? Según ellos, siempre las relaciones entre esclavos y esclavistas, campesinos y terratenientes, obreros y burguesía imperialismo, socialimperialismo y colonias o semicolonias, primer, segundo mundo y tercer mundo sólo pueden ser relaciones indivisibles. En resumen, todo es rígido como la madera, las contradicciones y la lucha no existen. ¿De dónde viene entonces que la historia deba ir en hacia adelante, ¡qué los estados quieran independencia, las naciones la liberación y los pueblos la revolución!? ¿Todo esto no ha existido siempre? Liu Shao-chi y Lin Piao temían y odiaban esta verdad: ―Todas las cosas y los fenómenos responden al principio ‗uno se divide en dos‘‖; a riesgo de sus vidas difundían la reaccionaria teoría de ―dos se fusionan en uno‖ precisamente porque esta les permitía abolir la lucha de clases, la revolución y la línea fundamental del Partido; forjaban una opinión pública contrarrevolucionaria para restaurar el capitalismo en el país y capitular ante el 66

enemigo extranjero. Este ―dos se fusionan en uno‖ de Lin Piao y de Liu Shaochi no había sido creado por ellos, lo habían copiado de su ancestro Confucio, era una reedición de la teoría del ―justo medio‖. En China, hace más de dos mil años los esclavos y la clase ascendente de terratenientes se sublevaron para derribar la dominación de propietarios de esclavos. En la misma época, Confucio, este conservador quien solo pensaba en invertir el sentido de la historia, enunció la teoría del ―justo medio‖ para negar las contradicciones, atenuar las luchas y oponerse a toda transformación revolucionaria. Así, contaba con proteger el poder esclavista. ¿Qué es el ―justo medio?‖ En la obra que lleva el mismo nombre, La vía del justo medio(15) esta expresión es comentada como sigue: ―Tener los dos extremos y actuar por el medio‖. Los ―dos extremos‖ son los dos elementos opuestos; en cuanto a ―actuar por el medio‖ quiere decir que hay que ―fusionar‖ los elementos opuestos. Se ve claramente que, cuando Confucio hablaba del ―término medio‖, pretendía la fusión de los elementos opuestos de la contradicción. ¿No se vuelve a encontrar aquí el ―dos se fusionan en uno‖ de Lin Piao y Liu Shao-chi? Y cuando el primero decía: ―la vía del justo medio... es razonable‖, tenía en la cabeza la teoría confuciana. Confucio, así como sus discípulos modernos, propagaban sus teorías con un fin político bien preciso. Cuando Confucio, dentro de la agitación suscitada por los grandes enfrentamientos entre esclavistas de un lado, esclavos y clase ascendente feudal del otro, se imaginaba poder unir, mediante ―relaciones indivisibles‖ (―actuar por el medio‖), los ―dos extremos‖ representados por el príncipe y el súbdito, el ―sabio‖ y el ―hombre vulgar‖, los intelectuales y los manuales, y ante todo los esclavos y los esclavistas. No queda ninguna duda de que Confucio propagaba su teoría del ―justo medio‖ únicamente para salvar el sistema esclavista de la ruina y poner en pie una opinión contrarrevolucionaria. Como correctamente lo ha dejado en claro Luxun(16): Aquellos que ―propagan la vía del justo medio‖ se parecen mucho ―a esos tiranos crueles y 67

depravados, que en sus actos nunca han tenido en cuenta ningún ―justo medio‖. El asesinato del reformador Shaozhengmao(17) por Confucio poco después de su asenso al poder, revela con profundidad la falsedad de su pretendido ―actuar por el medio‖. Liu Shao-chi y Lin Piao conspiraban para reemplazar el principio ―uno se divide en dos‖ por su teoría de ―dos se fusionan en uno‖ con el fin de sustituir la línea fundamental del Partido por su falsa concepción de ―la extinción de la lucha de clases‖. Según ellos, todos los fenómenos ―se fusionan en uno‖, ―actúa por su medio‖; ya que no hay contradicciones ni rupturas y que todo es rígido como la madera ¡para qué luchar! Todas sus afirmaciones: ―la contradicción entre burguesía y proletariado está resuelta‖ o ―ya no hay ni una pizca de revisionismo‖, además ―todos los opresores de los tiempos pasados han sido barridos‖, ¿estas se encontraban ya comprobadas? ¿Tenían verdaderamente la intención de no enfrentarse con el pueblo revolucionario y de no poner en práctica su ―dos se fusionan en uno?‖ ¡Todo lo contrario! Ellos esperaban utilizar mentiras de este tipo para taparnos los ojos, entrabar a nuestros miembros y lanzar un ataque contra el proletariado en el momento oportuno. Era en esto en lo que andaban estos traidores y malhechores. En el quinto acto de la ópera ―Linterna roja‖(18), ―Una lucha golpe a golpe contra Hatoyama‖, Hatoyama al divisar a Li Yuke exclama con un aire pleno de bondad: ―¡Mi viejo amigo!‖. ¿Verdaderamente él tenía la intención de poner en práctica el ―dos se fusionan en uno‖? ¿Pensaba sinceramente ―tener los dos extremos y actuar por el medio‖? ¡No, es evidente! Era un proceder, una intriga, un truco, que permite a las fuerzas contrarrevolucionarias diezmar la revolución. Sin esperar, Li Yuke valientemente hace caer la máscara de Hatoyama: ―Nosotros dos somos como ―dos trenes sobre vías diferentes; nuestros caminos no son los mismos‖. ¡Este es el fondo de la realidad! Cuando los viejos obreros critican los ―dos se fusionan en uno‖, los ―unirse beneficia las dos partes; separarse perjudica las dos 68

partes‖ o también los ―la alianza es lo más noble que hay‖, etc., constatan inmediatamente que lo dañino de estas teorías se concentra en las palabras ―fusionar‖, ―unirse‖, ―aliarse‖, ya que estas suponen la capitulación del proletariado, el abandono del socialismo y la restauración del capitalismo. Agarremos el principio “uno se divide en dos” y continuemos la revolución bajo la dictadura del proletariado Si queremos elevar nuestra conciencia en la lucha de clases y de líneas, continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado debemos dominar la dialéctica revolucionaria de ―uno se divide en dos‖. Algunos piensan: ―¿Para qué armar tantas historias? ¿Si no hubiera más contradicciones no sería todo mejor?‖ Pero después de haber estudiado la proposición ―todas las cosas, todos los fenómenos responden al principio ‗uno se divide en dos‘‖ y comprendido que la ley de la unidad de contrarios es la ley fundamental del universo, han caído en cuenta que su esperanza de ver desaparecer las luchas y contradicciones no era en realidad más que una vana ilusión. En todo y en cada momento hay una contradicción. Apenas resuelta la antigua, aparece una nueva, y es imposible que esto sea de otra manera. Trabajar consiste precisamente en comprender y resolver las contradicciones. Engels lo ha expresado muy bien: ―El desarrollo del proletariado ha estado siempre y en todas partes acompañado de luchas internas.‖ ―Aquellos quienes como Marx y yo hemos combatido toda la vida a los falsificadores del socialismo más que a otras personas (ya que consideramos la clase capitalista como clase, casi nunca hemos cruzado el hierro con un capitalista aislado) no podremos sentir la menor molestia en el desencadenamiento de las luchas inevitables‖ (Carta a August Bebel; O.C. de Marx y Engels, t. IV, p. 434 de la edición china) Desde hace más de medio siglo, nuestro Partido ha atravesado ya una decena de grandes luchas de líneas(19). El hundimiento de la camarilla antipartido de Lin Piao no es en absoluto la 69

conclusión de estas luchas. Los terratenientes, la burguesía y los enemigos de clase interiores como exteriores lo saben perfectamente; el hecho de que camarillas introducidas en el Partido persigan la vía del capitalismo y trabajen por el derribamiento de la dictadura del proletariado es de lejos más eficaz que una acción directa de su parte. Igualmente, cuando en el futuro las clases hayan sido abolidas, la lucha de líneas entre la verdadera y la falsa, la avanzada y la atrasada subsistirá; de todas maneras, la etapa socialista es un paso histórico relativamente largo. Durante este período las clases, las contradicciones y las luchas de clase, la lucha de líneas entre capitalismo y socialismo, el peligro de una restauración y la amenaza de una invasión y de un derrocamiento llevado a cabo por el imperialismo y el socialimperialismo están presentes desde el comienzo hasta el fin. La lucha de líneas en el Partido, que es el reflejo de estas contradicciones, necesariamente va a extenderse sobre un período bastante largo. Este es un hecho al cual la voluntad no puede cambiarle nada. Solo nos queda preparar nuestro espíritu lo mejor posible y dirigirnos ventajosamente hacia la victoria, cualquiera que sea la forma revestida por nuestros enemigos. Gracias al movimiento de crítica de Lin Piao y de Confucio, sabemos ahora que hace dos mil años, durante los dos o tres siglos del paso del esclavismo al feudalismo, nuestro país fue el teatro de combates encarnizados e incesantes. Durante estas luchas fueron numerosos los esclavos que encontraron la muerte y los legistas célebres que fueron perseguidos y oprimidos. Pero no son personajes como Confucio quienes pueden impedir que la ruta de la historia cambie, y finalmente el feudalismo acabó sustituyendo el esclavismo. Se ve la dificultad con la cual se pasa del sistema de explotación a otro. Cuando se trata de como lo hacemos hoy, de hacer la revolución proletaria con el objetivo final de suprimir todas las clases explotadoras y de romper categóricamente con los conceptos y los sistemas de propiedad tradicionales, se vislumbra mejor aún cómo la lucha será larga, encarnizada y llena de vicisitudes. Debemos hacer la síntesis de experiencias históricas de la lucha entre los partidarios de la restauración y 70

sus oponentes, entre reforma y reacción, penetrar más a fondo la dialéctica del desarrollo histórico a fin de elevar nuestra conciencia en la lucha de clases bajo la dictadura del proletariado y llevar a buen término la revolución socialista. En el mundo todo responde al principio ―uno se divide en dos‖, la contradicción está presente en los fenómenos desde el comienzo hasta el final. Como revolucionario es también nuestro deber aplicar este principio a nosotros mismos sin detenernos nunca. Cualquiera que sean los éxitos obtenidos habrá siempre insuficiencias y faltas. ―Uno se divide en dos‖ exige de nosotros un análisis bilateral de todos los problemas. No es posible ver nuestros éxitos olvidando nuestras faltas, aceptar un cumplido rechazando la crítica. El reconocimiento de una falta no solamente beneficia los éxitos obtenidos sino que también amplía el horizonte de nuestros éxitos futuros. Superando nuestras faltas e insuficiencias aumentamos nuestras probabilidades de éxito. Por el contrario, si no dividimos nuestras cosas en dos, si desestimamos nuestras faltas los éxitos que obtendremos serán más débiles. Después de la Liberación nos hemos convertido en los amos de nuestra casa. Pero el camino de la revolución es largo; ¿cuántos de nuestros hermanos de clase no viven aún en el estado de bestias de carga? Es inconcebible que ahora que tienen la barriga llena, algunos de entre nosotros se sientan satisfechos y abandonen su ideal sin pensar en dar un paso más hacia delante. Debemos utilizar la dialéctica materialista, tener en cuenta las contradicciones, el peligro latente de una restauración capitalista en nuestro país y el odio mortal que nos tienen el imperialismo y el socialimperialismo soviético. Es así como tendremos la fuerza para ir hacia delante con una energía inquebrantable. ―El valor de un hombre reside en su capacidad de conocerse él mismo‖ ¿Por qué esta capacidad tiene un gran ―valor‖? Porque es difícil conocerse a sí mismo. Sin la dialéctica materialista no podremos comprendernos correctamente; el idealismo y la metafísica son los diques que frenan nuestra marcha hacia delante. Este dique es demasiado pesado; sólo utilizando la 71

afilada arma del principio ―uno se divide en dos‖ para destruirlo conscientemente y con decisión es que podremos ver claro en nuestro espíritu y progresar sobre la vía de la revolución.

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CAPÍTULO 6

HAGAMOS UN ANÁLISIS CONCRETO DE LAS SITUACIONES CONCRETAS La contradicción está presente en todo el proceso de desarrollo de los fenómenos; lo atraviesa desde el principio hasta el final, como lo dijimos antes, es en ésta donde reside su universalidad. Pero siendo la contradicción el fundamento de nuestro conocimiento de los fenómenos, debemos también tener muy en cuenta su particularidad y las diferencias cualitativas que ella presenta de un fenómeno al otro. Esto es precisamente porque todos los fenómenos, sin excepción, tienen sus características específicas que si decidimos conocerlas, debemos entregarnos a un análisis concreto de las situaciones concretas. Analicemos correctamente las situaciones concretas El presidente Mao escribe: ―Tengamos siempre presentes las palabras de Lenin: análisis concreto de la situación concreta‖. (Sobre la contradicción; T.E., p. 110). Esto quiere decir que siendo concreta la realidad objetiva, al tener cada cosa y cada fenómeno sus particularidades propias es necesario, si queremos conocerlos, partir de las situaciones reales y entregarnos a un análisis concreto de estos. Si los tratamos de una sola manera sin distinguir de ningún modo sus diferencias, será imposible conocerlos realmente y tener éxito en nuestro trabajo. Cuando los campesinos dicen: ―determinemos lo que hay que hacer según el estado del suelo y las condiciones climáticas‖, ellos de hecho se entregan a una análisis concreto de las situaciones concretas. ¿Por qué en la provincia del Shandong y en China del Norte se siembran los maníes al comienzo del verano y no en la primavera? Es porque se ha hecho un análisis concreto de la temperatura del suelo necesaria para el desarrollo armonioso del maní. En China del Norte, a mediados del verano la temperatura del suelo generalmente se mantiene alrededor de los 15°. Esta temperatura favorece las salidas de las raíces. Si no se hubiera hecho el análisis concreto y no se 73

hubiera querido sembrar el maní al principio del verano, como es la costumbre en el Sur, hubiera sido un error: en la isla de Hainan, al principio del verano, no se siembra maní, es apresurado cosecharla, en tanto que en Harbin, en la misma época, la temperatura del suelo apenas sobrepasa los 10°, allí el maní no germinará. Sobre los campos de petróleo de Taching, los obreros dicen: ―En mil metros las capas geológicas se superponen sin parecerse; la perforación debe adaptarse a cada una de ellas‖. El método de perforación varía según la naturaleza del terreno. Si la capa superior es blanda y fácil de perforar, no sólo habrá que tener cuidado de no aumentar la presión, sino también será necesario controlar la perforadora para que no se acelere. Si la parte central se compone de muchas capas superpuestas, habrá que jugar hábilmente con la presión. ¿Por qué esto? Bueno, porque unas capas son más compactas que otras: una capa de débil densidad necesita una débil presión para ser atravesada, una capa de alta densidad exige una presión más fuerte. En las capas profundas, por lo general, no hay capas alternadas; además, la cabeza de perforación progresivamente pierde el filo. Conviene entonces, aumentar la presión y desarrollar a fondo la energía potencial de la cabeza perforadora. Así, aplicando la teoría del análisis concreto de las situaciones concretas, los obreros han aumentado la rapidez de perforación de los pozos. En la lucha de clases, así como en la producción, no se puede prescindir de analizar concretamente las situaciones concretas. Cuando se evalúa a una persona, hay que tener en cuenta la clase a la cual pertenece; cuando se observa un fenómeno hay que determinar para cual clase es a qué clase beneficia. Una clase tiene, en sí misma, estados distintos de desarrollo. En la época en la que luchaban contra los esclavistas, los terratenientes, eran revolucionarios y progresistas. Después, al ritmo del desarrollo histórico llegaron a ser reaccionarios y degenerados. Con respecto a la constitución interna de la clase feudal conviene dividir los terratenientes en grandes, medios y pequeños. Es imposible tener claridad en todas estas cuestiones si se prescinde de un análisis concreto. Como lo escribió Lenin: ―Cuando se analiza una cuestión social, la teoría exige 74

expresamente que se la sitúe en un cuadro histórico determinado‖ (Sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación; O.C., t. 20, p. 423) Esto exige que hagamos un análisis concreto —histórico y de clase— de los seres y de las cosas. Por ejemplo, ¿qué se debe pensar del hecho de que Qin Shi Huangdi haya ―quemado los libros y enterrado vivos a los Letrados confucionistas (20)‖? Afirmamos que esta medida fue revolucionaria porque hemos hecho un análisis de clase concreto de la época histórica en la que vivía el primer Emperador de los Qin. Esta época venía de ver el establecimiento del sistema feudal que se situaba en el sentido del desarrollo histórico, mientras que un puñado de confucionistas, representantes de la clase reaccionaria de los propietarios de esclavos, lanzaba sus ataques desesperados gritando: ―El presente no vale lo que el pasado‖. Ellos se imaginaban hacer volver atrás el camino de la historia. Para reforzar el poder político de la clase feudal ascendente, Qin Shi Huangdi reprimió este grupo de traidores, ordenó la quema de sus libros y la sepultura de 460 de ellos. Esta medida fue sin lugar a dudas, revolucionaria; es la expresión de la dictadura ejercida por la clase ascendente de los terratenientes sobre los propietarios de esclavos, debemos sostener esto incondicionalmente. Si no hubiéramos hecho un análisis histórico y de clase para determinar a quién pertenecían los libros quemados por Qin Shihuang y quienes fueron esos intelectuales que hizo enterrar vivos, hubiéramos desatendido el consejo de Lenin: análisis concreto de una situación concreta, y habríamos sido engañados por los reaccionarios y traidores del tipo de Lin Piao. Es claro, analizar concretamente las situaciones concretas es un método científico de análisis muy importante para adquirir el conocimiento del mundo objetivo. Todos los revolucionarios deben familiarizarse con este método. El presidente Mao escribe: ―Sin un análisis concreto no se puede llegar a conocer la particularidad de la contradicción en ningún plano‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 110) 75

¿Por qué hay que hacer un análisis concreto de las situaciones concretas? Porque la contradicción propia a tal cosa o a tal fenómeno tiene su naturaleza específica. También, el ―análisis concreto de una situación concreta‖ no tiene nada que ver con nuestro propio deseo subjetivo, se trata de conocer la realidad objetiva de acuerdo al auténtico aspecto de esta. Si realmente queremos asimilar este método marxista de análisis científico, debemos comprender bien lo que es el carácter específico de una contradicción. En primer lugar, hay que saber que cada fenómeno particular tiene sus características específicas propias, su contradicción específica. Vistas de lejos, todas las hojas de un mismo árbol se parecen, observándolas de cerca, se nota que no hay dos que sean parecidas. De hecho, es imposible encontrar dos hojas perfectamente idénticas. Las caras de los hombres se parecen, sin que jamás se les puedan confundir unas con otras, se puede hablar de físicos parecidos, pero seguramente no de físicos idénticos. En una fábrica se requieren numerosas máquinas para la producción: torno, prensa, laminadora, fresadora, pulidora, etc. Todas estas máquinas tienen un aspecto en común (sirven para trabajar) así como también presentan diferencias (su función en el proceso de transformación de las materias primas) En la agricultura es la misma cosa: arar, escardar, remover, binar; la tierra, el agua, el abono, las semillas; la vaca, la cabra, el caballo, los pollos, el perro, los puercos; el arroz, el mijo, el trigo, el sorgo, el kaoliang*, todas estas cosas y acciones son cualitativamente distintas las unas de las otras. También es lo mismo para las clases sociales —burguesía y proletariado—, para los progresistas y los reaccionarios, los revolucionarios y los contrarrevolucionarios. En cuanto a las formas ideológicas, * NT: El kaoliang es un tipo de sorgo cultivado en China; se utiliza para alimentar a los animales y para convertirlo en bebida alcohólica; los tallos se utilizan para fabricar papel y como material para construir techos en las viviendas. 76

que reflejan la realidad objetiva múltiple y diferenciada, tienen también sus características específicas. En una palabra, no existen sobre la tierra dos cosas que sean absolutamente idénticas. En una sociedad de clases, la naturaleza específica del hombre es su naturaleza de clase. Sea durante la revolución o durante la construcción del socialismo, constantemente, hay que resolver el problema de saber en quién apoyarse, con quién luchar y con quién combatir. ¿Por qué esto? Porque los hombres están divididos en clases. En el campo, la mayor parte de los campesinos pobres (incluidos los obreros agrícolas) y las capas inferiores del campesinado medio representan el proletariado y el subproletariado del campo; ellos son los enemigos a muerte de todo el sistema de explotación y de toda la clase explotadora, así como el apoyo más activo de la vía socialista y de la economía colectiva. También, la posición de clase del Partido durante todo el período histórico del socialismo, será apoyarse en ellos mientras hace unidad con el resto de campesinos medios. Si no se tienen en cuenta la división de los hombres en clases diferentes, será imposible realizar efectivamente la economía colectiva, reprimir y transformar a los oponentes, reforzar la dictadura del proletariado. Veamos ahora la cuestión de las luchas internacionales. Sobre la Tierra viven actualmente más de tres mil millones de hombres repartidos en más de cien países ¿Todos ellos son iguales? Desde luego que no. Cada uno de ellos tiene su naturaleza específica. Desde el punto de vista marxista del análisis de clases, el mundo actual puede dividirse en tres: El Primer Mundo está constituido por Estados Unidos y la Unión Soviética. Estas dos superpotencias son actualmente, en el plano internacional, los más grandes explotadores y los más grandes opresores; su ambición es la de dominar el mundo. Los países que se sitúan entre las superpotencias y los países en vía de desarrollo pertenecen al Segundo Mundo. La situación de estos países es muy compleja. Algunos de estos hoy continúan oprimiendo y explotando otros países, pero simultáneamente, hasta cierto punto, son controlados, amenazados y engañados por las superpotencias. Todos los países en vía de desarrollo 77

pertenecen al Tercer Mundo. Estos han sufrido durante un largo período la opresión y la explotación del colonialismo y del imperialismo. Habiendo soportado el ultraje al más alto punto, estos países combaten la opresión, buscan la liberación y el desarrollo con la más grande determinación. Ellos son el potencial revolucionario que impulsa hacia adelante el camino de la historia y son la fuerza principal en el combate contra el colonialismo, el imperialismo y más particularmente contra las dos superpotencias. En resumen, en el nivel actual de relaciones internacionales, las posiciones políticas y económicas de los tres mundos mencionados son distintas y sería absurdo tratarlas de un único modo. De acuerdo a los hechos que acaban de ser expuestos, se ve que todas las cosas y todos los fenómenos tienen sus características propias y que son distintas las unas de las otras. Entonces, no se les puede dar un tratamiento único. Como muy correctamente lo ha señalado el presidente Mao: ―Todas estas formas de movimiento de la materia son interdependientes; pero, en su esencia, cada una es diferente de las otras. La esencia particular de cada forma del movimiento de la materia es determinada por la contradicción particular de dicha forma. Esto ocurre no sólo en la naturaleza, sino también en los fenómenos de la sociedad y el pensamiento‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 99) En segundo lugar, debemos saber que cada etapa del proceso de desarrollo de los fenómenos conlleva su carácter específico. Entonces, prestaremos atención a las diferencias cualitativas entre las cosas siempre teniendo en cuenta las particularidades propias de cada etapa —aparición, desarrollo, desaparición— de su existencia. El hombre, por ejemplo, atraviesa diversas etapas en el curso de su vida: infancia, juventud, madurez, vejez. Cada una de ellas tiene sus características propias. Pasa lo mismo con las cuatro estaciones que componen el año. Cuando entablamos el análisis concreto de una situación concreta, debemos tener en cuenta este hecho. Para cultivar un cereal es indispensable el riego; en cuanto a saber si conviene hacerlo, temprano o tarde, poco o mucho, 78

dependerá de las características específicas que aparezcan a lo largo del proceso de crecimiento de la planta. Las experiencias de las brigadas de producción de la provincia de Hebei, en materia de riego del trigo, se resumen así: ―un primer riego lento (para impedir que la maleza aparezca temprano); un segundo riego rápido (para aumentar la cantidad de espigas); un tercer riego ligero (para evitar que el trigo se acueste); finalmente, no se hace mas nada hasta la maduración‖ ¿Por qué todos estos detalles? ¿No basta con regar, y punto? De hecho, todas estas etapas están en relación directa con las del desarrollo del trigo. Pekín, nuestra capital, antes de 1949 era una ciudad enteramente imbuida en el consumo. Desde la Liberación se ha transformado poco a poco en un centro industrial al ritmo de las cuatro grandes etapas que han estimulado la economía de nuestro país. Cada uno de estos grandes momentos tenía su carácter propio. En 1952, se lanzó victoriosamente el movimiento ―Los tres antis y los cinco antis‖ (21) Los ataques salvajes de la burguesía fueron repetidos y en ese año el valor global de la producción industrial de la municipalidad fue cuatro veces superior al de 1949. En 1956, se llevó a cabo la transformación socialista de la industria y del comercio capitalista, de la artesanía individual y de la agricultura; gracias a este cambio en el modo de producción, el valor global de la producción industrial incluso se dobló con relación a la de 1952. En 1958, este valor global fue nuevamente doblado con la ocasión del Gran Salto Adelante. El cuarto de estos grandes movimientos es sin duda el más notable: después de que los cuarteles generales de la burguesía dirigidos por Liu Shao-chi y Lin Piao, así como la camarilla revisionista contrarrevolucionaria de Peng Zhen (22), fueron consumidos por el fuego de la Revolución Cultural, la línea revolucionaria del presidente Mao obtuvo un éxito completo que dio a la municipalidad un extraordinario progreso. Desde esta fecha, la capacidad de producción industrial de la capital se ha triplicado; su valor global ha sido, en 1973, 110 veces superior al de 1949, esta misma ha superado el del conjunto del país en los años que precedieron la Liberación. Esta realidad muestra 79

bien que las luchas y las contradicciones propias de cada etapa del desarrollo de los fenómenos tienen sus características específicas. Para resolver contradicciones cualitativamente diferentes, sólo podemos utilizar métodos cualitativamente diferentes No se puede utilizar sólo uno ni el mismo método para resolver contradicciones diferentes. Buscamos conocer las particularidades propias de cada cosa y de cada fenómeno — agarrar su naturaleza específica— con el fin de encontrar el método específico para cada cosa o fenómeno que permitirá resolverlos. Esto es lo que expresan proverbios tales como: ―a cada enfermedad su tratamiento‖, ―se corta un vestido a la talla del que lo llevará‖, ―una llave para cada cerradura‖, etc. En efecto, es normal que una receta es establecida sobre la base de síntomas precisos, que es necesario tomar las medidas de alguien antes de cortarle un traje. Algunos dicen: ―Nada hay de extraordinario en el cultivo, una buena mano de abono y ¡todo va bien!‖. Esto es una visión unilateral en la que se cae por falta de un análisis concreto. Desde luego no se puede prescindir de abono; pero en cuanto a saber qué clase y cuánto abono hay que utilizar, ¡es menos obvio! La calidad de un terreno puede ser diferente: arenoso, arcilloso, graso, salino; las semillas son numerosas: el kaoliang, maíz, trigo, fríjol, etc. Además, en las zonas montañosas se tiene también el problema de la exposición de las pendientes. Es imposible contentarse con ―una buena mano de abono‖ para que todo salga bien y así prescindir de todo análisis concreto. Es inconcebible poner un abono de fuerte componente calorífico sobre la pendiente soleada de una montaña, así como también es perjudicial esparcir un abono desprovisto de todo componente calorífico sobre la pendiente contraria. Si un enfermo se equivoca, recetándose sus medicamentos, su estado no mejorará, incluso se arriesga a empeorar. Sólo un cultivo con un carácter científico, un uso ―inteligente‖ de los abonos asegura un buen crecimiento de las cosechas. Por algo ―inteligente‖, hay que entender: ―a cada enfermedad su tratamiento‖, es decir, ―a cada contradicción su método de 80

resolución propia‖. Después de que el ―taladro universal‖ fue puesto a punto, al ver la rapidez y la precisión con las cuales perforaba el acero, sé pensó que podía adaptarse sin dificultad a cualquier material. Se le llamó el ―taladro de los mil usos‖. ¿Quién hubiera creído que aplicado sobre el cobre, no obstante, de consistencia más blanda que el acero, la broca del taladro se haya fundido incluso antes de haber perforado un solo agujero? Los camaradas que han puesto esta herramienta a punto a través de la investigación y de experiencias repetidas, finalmente encontraron un nuevo tipo de broca con múltiples ángulos permitiendo dominar los materiales de cobre. Más tarde se planteó el problema de la perforación de pequeñas copas de plástico; ellos volvieron a tomar experiencias y transformaron una vez más la orientación de los ángulos de la punta de la broca. Así, tomaron conciencia de que los cambios en la naturaleza de los materiales a transformar y en las características del trabajo de transformación misma, conllevan inevitablemente cambios en la estructura geométrica de las brocas. ¿Por qué en la lucha de clases hay que distinguir entre los diferentes tipos de contradicciones? Porque ―contradicciones cualitativamente diferentes —escribe el presidente Mao— sólo pueden resolverse por métodos cualitativamente diferentes.‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 101) Contra los enemigos se debe utilizar la dictadura; la persuasión sólo los hace irreductibles. En comparación, frente a las contradicciones en el seno del pueblo, errores, incluso graves, cometidos por los camaradas, se debe aplicar el método ―unidad-lucha-unidad‖, darles una oportunidad de corregir sus errores y dirigirlos hacia la línea revolucionaria del presidente Mao. Si se les trata como enemigos, la unión de clase será perturbada, minara la unidad entre la gran mayoría de las masas y los cuadros. El presidente Mao escribe: ―Resolver contradicciones diferentes por métodos diferentes es un principio que los marxista-leninistas deben observar rigurosamente‖ (Ibíd.) Debemos tener constantemente presente en el espíritu este 81

principio y aplicarlo asiduamente en la práctica. Dominemos la relación entre la universalidad de la contradicción y su carácter específico Cuando se considera el carácter específico de una contradicción se tendrá mucho cuidado de no apartarse de su universalidad. Lenin escribe: ―Lo general sólo existe en lo particular. Todo lo particular es (de una forma u otra) general‖ (Sobre la cuestión de la dialéctica; O., t. 38, p. 345) Esto quiere decir: todas las cosas y todos los fenómenos son la unidad contradictoria entre el carácter universal de una contradicción y su carácter específico. La verdura es una noción general; la espinaca, la col son nociones particulares. La noción general de ―verdura‖ existe al interior de las nociones particulares de ―espinaca‖ o de ―col‖; nadie jamás ha comido verduras abstractas. La noción de ―cereal‖ es general, la de ―harina de trigo‖, ―arroz‖, ―maíz‖, son particulares. La noción general de ―cereal‖ sólo existe al interior de las nociones particulares de ―harina de trigo‖, de ―arroz‖ o de ―maíz‖: la existencia abstracta de cereales fuera del trigo, del maíz, del arroz, etc., es imposible. Esto es lo que se entiende por ―relación entre el carácter universal de una contradicción y su carácter específico‖. Ninguna contradicción de la realidad objetiva puede ser universal sin ser especifica y viceversa. Entonces para conocer cualquier cosa debemos antes que todo, agarrar la unidad contradictoria entre carácter universal y carácter específico. Tomemos el ejemplo de la brigada de Tachai. Bajo la dirección de la línea revolucionaria del presidente Mao y después de que la propiedad de los medios de producción privada pasó a ser colectiva, la brigada se transformó en un símbolo de la continuación de la revolución. Comparativamente con otros lugares, la forma tomada por la lucha de clases y de líneas en Tachai tenía su carácter propio. Pero al interior mismo de esta especificidad estaba incluido el aspecto universal de las contradicciones: lucha entre las dos clases, las dos vías, las dos líneas y las dos ideologías. Si ella ha podido sostener una revolución ininterrumpida y un crecimiento continuo de la 82

producción, esto es en última instancia porque ha tomado en sus manos bajo la dirección del Partido, la lucha de líneas y la transformación ideológica de sus miembros; lo que quiere decir también que ha sabido agarrar la lucha de clases, el carácter universal de toda contradicción social actual. El pensamiento Mao Tse-tung y los nuevos métodos socialistas allí adquieren una posición dominante. Para estudiar bien y asimilar el ejemplo de la brigada de Tachai, debemos unir las experiencias al carácter universal que les es propio, como la utilización de la línea fundamental del Partido y la solución de las contradicciones de clases, de líneas y de vías a la forma concreta tomada por estas en nuestra propia comuna o brigada. ¿Cómo se explica que en algunos lugares en donde no son pocas las discusiones sobre la línea de la Partido, no hayan podido jamás obtener éxitos iguales a los de Tachai? La clave del problema reside en el hecho de que los dos aspectos, universal y específico, de las contradicciones no fueron nunca puestos en la relación conveniente, que la línea fundamental del Partido y las experiencias de Tachai no fueron nunca unidas a la situación concreta del lugar. La ópera del Zhejiang (23) ―Medio canasto de maníes‖ ilustra perfectamente la teoría de la relación del individuo y la colectividad y la de la existencia de lo universal en lo específico ¿Por qué este medio canasto de maníes, como un tumultuoso torrente, vino a sembrar la confusión y la contradicción en una feliz familia de campesinos pobres? La falta es debida a las pérfidas acciones del antiguo terrateniente despojado de sus poderes: de hecho este medio canasto de maníes nunca fue un producto para la tierra, había sido deliberadamente introducido por Wong Youcai (el terrateniente), quien así pensaba sabotear la economía colectiva socialista. Temiendo que más tarde su plan fuera descubierto, había ―pensado protegerse dirigiendo sus acusaciones sobre los campesinos pobres‖; por esta razón, había pedido a su hijo hacerse acompañar del hijo del campesino pobre para ir a recoger los maníes. El objetivo específico de la intriga de la pieza, a saber, la cosecha de maníes en los campos de la colectividad, refleja el aspecto universal de la lucha de clases y de líneas en el campo. Entonces, el aspecto 83

universal de la contradicción se refleja siempre a través de su carácter específico. Por esto, alejarse de lo específico equivale a perder de vista la universalidad. De igual manera si simplemente se queda en el conflicto concreto ocasionado por una pieza, como aquí la recogida de maníes, sin buscar elevarlo al nivel superior de la lucha de clases, todo el interés educativo de la intriga desaparece. La tesis de la unión contradictoria entre los aspectos universal y específico de una contradicción es una acerada arma para la lucha contra el revisionismo. Para aplicar su línea contrarrevolucionaria, todos los actuales y pasados revisionistas rompen los lazos existentes entre estos dos aspectos de la contradicción. Esto es lo que hacen los traidores revisionistas soviéticos. Por un lado, utilizando la excusa ―los tiempos han cambiado‖ niegan categóricamente la universalidad de la contradicción y difunden en todas partes su teoría de la ―fusión de clases‖; una vez admitido esto, las clases y la lucha de clases han desaparecido y ellos quedan agarrados a una excelente ―base teórica‖ para construir sus payasadas revisionistas: ―transición pacífica‖, ―coexistencia pacífica‖, ―competencia pacífica‖, ―Partido de todo el pueblo‖, ―Estado de todo el pueblo‖, etc. Por otro lado, ellos también rechazan la particularidad de las contradicciones; se toman por ―Partido-Padre‖, practican el hegemonismo y dirigen los demás países mediante la fuerza; refutan el derecho a los demás de hacer la unión entre verdad universal del marxismo-leninismo y la práctica concreta de la revolución. Quienes van más allá son acusados de buscar la independencia, de practicar el nacionalismo. La tesis de la unión contradictoria entre los dos aspectos, universal y específico, de la contradicción reviste la mayor importancia del punto de vista metodológico y de la teoría del conocimiento. El presidente Mao nos enseña: ―En cuanto al orden que sigue el movimiento del conocimiento humano, el hombre parte siempre del conocimiento de lo individual y particular para llegar gradualmente a conocer lo general‖ (Sobre la contradicción; T.E., p. 100). Los métodos de trabajo pregonados por nuestro presidente, tales como: ―Tomar el 84

modelo‖, ―Cultivar los campos experimentales‖, ―disecar el gorrión‖, son el resultado de la puesta en práctica de la teoría de la doble naturaleza, universal y específica de las contradicciones. En resumen, el aspecto universal de la contradicción está contenido en su carácter específico, no puede existir independiente, separado de él. Por otra parte, el carácter específico de una contradicción no se puede tratar independientemente, ya que no existe ninguna particularidad que no contenga en ella la universalidad. Como lo ha escrito el presidente Mao: ―Lo particular y lo universal están unidos, y no solamente la particularidad, sino también la universalidad de la contradicción son inherentes a toda cosa‖. (Ibíd.., p. 112) Se debe mantener presente en el espíritu que la relación, en la contradicción, entre específico y universal es la misma que la que hay entre lo particular y general, relativo y absoluto. Por esto, ―Esta verdad referente a lo general y lo individual, a lo absoluto y lo relativo, es la quintaesencia del problema de la contradicción en las cosas; no comprenderlo equivale a abandonar la dialéctica‖. (Ibíd.) Aprendamos a analizar concretamente los problemas concretos Saber analizar concretamente situaciones concretas permite afirmarse en el materialismo dialéctico, evitar el subjetivismo y la metafísica y aportar una solución apropiada a cada clase de contradicción. Por ejemplo, para saber si una persona implicada en un tráfico de tipo capitalista es un ―malo‖ que se dedica al sabotaje, o un ―bueno‖ que ha cometido un error, debemos investigar y entregarnos a un análisis razonado de la situación. Si es un enemigo hay que golpearlo sin piedad, si es una persona en el error hay que reforzar su educación. Así, mientras se eliminan las influencias nocivas se realiza, al mismo tiempo, la unidad en el campo de la revolución. Si no se hace ningún análisis concreto, sin distinguir los buenos de los malos, no será beneficioso, ni para la unión de la mayoría, ni para la eliminación de nuestros verdaderos enemigos, ni al refuerzo de la dictadura del proletariado. Ser partidario del análisis concreto de los problemas concretos 85

es optar por un estilo de trabajo en contacto con la realidad. Por ejemplo, en la distribución de los bienes materiales, un trabajo en contacto con la realidad será el de hacer análisis concretos, dar según las necesidades, distinguir entre lo que es urgente y lo que no lo es. Por el contrario, el subjetivismo consistirá en evitar los análisis, dar no importa qué a no importa quién para, finalmente, acumular aquí sin saber para qué y que falte allá de lo mínimo necesario. Para el análisis de los problemas sociales, atenerse a un análisis concreto de los problemas concretos, equivale a utilizar un análisis marxista de clases. Si analizamos concretamente los conceptos y afirmaciones confucionistas del tipo ―Benevolencia‖, ―Virtud‖, ―Lo que no quieres hacer no lo hagas hacer a los demás‖, etc., buscando saber cuales son los intereses representados, no será difícil constatar que ellos defienden ante todo los intereses de los propietarios de esclavos en plena decadencia. En una sociedad de clase, puede decirse que entre dos clases opuestas (esclavos, propietarios de esclavos, campesinos y terratenientes, obreros y capitalistas) sea posible aplicar un cualquier ―¡Lo que no quieres hacer no lo hagas hacer a los demás!‖ Por el contrario, eso sería mas bien¡―Lo que no quieras hacer hazlo hacer a los demás‖ o mejor, ―lo que los demás no quieren hacer de cualquier manera hágalo hacer‖! En la frase de Lin Piao: ―Los que se basan en la Virtud prosperan, los que se basan en la fuerza desaparecen‖ ¿cuál es el contenido de clase de la palabra ―fuerza‖? En una sociedad de clases, no puede existir ―fuerza‖ en abstracto sino una ―fuerza‖ de clase; hoy, si esta no es la ―fuerza‖ proletaria — dictadura del proletariado—, será inevitablemente la ―fuerza‖ burguesa, la dictadura fascista de la burguesía. Es la una o la otra. Basta un análisis concreto para darse cuenta que era la dictadura del proletariado a la que Lin Piao enfrentaba, y que su objetivo era el de implantar una dictadura fascista burguesa. El análisis concreto de las situaciones concretas es un método científico de primera importancia para desarrollar nuestra capacidad de análisis para desenmascarar el falso marxismo-leninismo y para cumplir concretamente nuestras tareas. 86

CAPÍTULO 7

AGARREMOS LA CONTRADICCIÓN PRINCIPAL Este capítulo complementa el anterior. Un punto importante de la particularidad de las contradicciones es distinguir las que son principales de las que son secundarias. El análisis concreto de las situaciones concretas se da con el objetivo de realizar tal clasificación. Por lo tanto, este capítulo está consagrado al problema de la contradicción principal. Dentro de un conjunto importante de contradicciones la contradicción principal es la que juega el papel dirigente y determinante. En el curso agitado e ininterrumpido de las ―tres prácticas revolucionarias‖ estamos constantemente en contacto con una multitud de contradicciones; el presidente Mao escribe: ―si en un proceso hay varias contradicciones, necesariamente una de ellas es la principal, la que desempeña el rol dirigente y decisivo, mientras las demás ocupan una posición secundaria y subordinada. Por lo tanto, al estudiar cualquier proceso complejo en el que existan dos o más contradicciones, debemos esforzarnos al máximo por descubrir la contradicción principal, todos los problemas pueden resolverse con facilidad‖. (Sobre la contradicción, T.E., p. 115) Nuestro presidente define aquí con claridad el criterio que permite distinguir una contradicción principal de una secundaria e insiste en la importancia que hay en agarrarla. ¿Qué es una contradicción principal? Es la que dentro de la multitud de contradicciones juega el rol dirigente y determinante; todas las demás le son subordinadas. Cualquiera que sea nuestro trabajo, debemos esforzarnos en extraer la contradicción principal y agarrarla. Hecho esto, las contradicciones secundarias se resolverán por sí mismas. Para ilustrar esta cuestión, tomaremos primero que todo un ejemplo en el campo de la producción. Un equipo encargado del suministro de tubos metálicos debe cumplir la triple maniobra del corte, del desbaste y del pulido. En el curso de 87

una campaña de innovaciones técnicas, los miembros de este equipo tratan de descubrir, entre las operaciones establecidas, cual debe ser transformada primero que todo para que el proceso en conjunto alcance su máxima eficacia. Algunos piensan que el desbaste es el punto central de todo el proceso, en razón de la importancia de la mano de obra utilizada; para otros el corte es el punto central, ya que esta es la primera de las tres operaciones. ¿Cuál es realmente la principal? Entonces ellos se ponen a analizar minuciosamente los tres estados de la producción de tubos, uno tras otro. Descubren que el desbaste solo elimina los residuos de metal dejados por el corte y que el pulido tiene como objetivo eliminar las asperezas que la lima no puede acabar. Si el corte pudiera ser suficientemente preciso para evitar escorias y asperezas, el desbaste y el pulido llegarían entonces a ser innecesarios. El punto central está ahora descubierto, se deben concentrar los esfuerzos de innovaciones en el corte de los tubos. Luego de numerosos experimentos, se termina por poner a punto una cortadora automática que no deja ni escorias, ni asperezas. Las otras dos operaciones llegan a ser innecesarias, la calidad y la productividad aumentan y se economizó mano de obra. Este ejemplo muestra perfectamente que en medio de las numerosas contradicciones que presenta la producción de tubos metálicos, el proceso de corte juega el rol dirigente y determinante. Las contradicciones secundarias y subordinadas son entonces, las operaciones de pulido y desbaste. Como la existencia y el desarrollo de la contradicción principal, representada por el corte de los tubos, determina e influencia la existencia y el desarrollo de las otras contradicciones (desbaste y pulido), una vez resuelta ésta primera las otras no tardan en seguirla. Tomemos ahora un ejemplo tomado de la guerra. En su obra Directivas para la campaña de Liaosi-Shenyang (O.E., t. 4, p. 269-272), el presidente Mao no ordena el ataque inmediato de Shenyang y Changchun, sino que manda hacer todo para apoderarse lo más rápido posible de Chinchou. ¿Por qué se hizo de la toma de Chinchou el punto central de toda la campaña? Esta ciudad era la única vía de comunicación terrestre entre el Noreste y la China central, su posición era 88

entonces estratégicamente importante y por naturaleza jugaba un rol determinante en el desarrollo conjunto de la campaña. Una vez derrotados todos los enemigos en Chinchou se podía aislar totalmente la región del Noreste y ―echar el perro‖ con toda facilidad. Los enemigos concentrados alrededor de Shenyang y de Changchun dejaban de ser peligrosos. Esto es lo que ocurrió en realidad: luego de la toma de Chinchou, la confianza del enemigo fue debilitada y, rápidamente, dificultades y vientos capitulacionistas se dieron en Shenyang y Changchun. Precisamente porque habíamos lanzado el ataque contra Chinchou, Chiang Kai-shek se vio forzado a enviar las tropas de Shenyang a la retaguardia, lo que nos dio la oportunidad de reducir un poco más las filas enemigas. Eliminada esta fracción enemiga, los que habían quedado en Shenyang y en Yingkou ya no representaban problema. Se ve entonces que la toma de Chinchou era verdaderamente el elemento dirigente y determinante, la fase más importante de toda la campaña del Noreste. Cualquiera que sea la situación, basta que haya muchas contradicciones a la vez, para que una de ellas juegue el rol determinante y dirigente de la contradicción principal. Durante el Movimiento de crítica a Lin Piao y Confucio, la contradicción entre burguesía y proletariado tomaba el aspecto de una contradicción entre la camarilla antipartido de Lin Piao y el pueblo de todo el país: nosotros queríamos el marxismo, Lin Piao el revisionismo; nosotros seguíamos la vía socialista, Lin Piao tomaba la del capitalismo; nosotros continuábamos la revolución bajo la dictadura del proletariado, Lin Piao no pensaba más que en la restauración agitando la falsa consigna del refrán confucionista: ―Moderarse y regresar a los ritos‖. Todas estas cuestiones eran fundamentales, manifestaban oposiciones absolutas. Teníamos ante nosotros una contradicción principal que jugaba el rol dirigente y determinante frente a las demás contradicciones. Saber si la dictadura del proletariado podía ser consolidada en nuestro país y si la causa socialista podía continuar desarrollándose dependía de la correcta solución de esta contradicción principal. Por esto, insistíamos tanto en la necesidad de la unión 89

revolucionaria en la dirección indicada por el Movimiento y en desenmascarar él ―moderarse y regresar a los ritos‖ de Confucio y de Lin Piao, que había influido en algunas contradicciones en el seno del pueblo. Cuando se dice que hay que agarrar los ―fundamentos‖, los ―hechos importantes‖, el ―eje‖ o el ―eslabón central‖ de algo, es de la contradicción principal de lo que se trata. ¿Por qué nos sucede frecuentemente no saber qué hacer? Desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, esto ocurre porque no hemos comprendido bien cómo agarrar una contradicción principal. Todos los revolucionarios deben familiarizarse con este método fundamental del marxismo. Algunos creen que la contradicción principal es la que urge resolver. ¡Esto es falso! El carácter principal o secundario de una contradicción no se define en relación con lo que es urgente o no, sino según los elementos objetivos de función y posición. El único criterio válido entonces descansa en el rol determinante y dirigente jugado por una contradicción en un conjunto dado. La urgencia es un concepto de tiempo, incapaz de rendir cuenta de la importancia de una contradicción. Por ejemplo, dos máquinas se dañan en un taller. Hay que repararlas con urgencia. En ese sentido, encontrar a alguien para repararlas es una tarea más urgente que el trabajo político e ideológico de la fábrica. Pero esta pequeña contradicción no juega un rol dirigente y determinante en la situación conjunta del taller, esta tarea le corresponde finalmente al trabajo político e ideológico, esta es la que figura como contradicción principal. Se ve que las cuestiones de tiempo poco influyen sobre el carácter principal o secundario de una contradicción. Si algunos camaradas se entierran bajo las tareas durante toda una jornada descuidando los ―asuntos importantes‖, esto es a grandes rasgos porque están ciegos por las cuestiones de urgencia; es necesario tener cuidado de no hacer de todo problema una contradicción principal. El carácter principal o secundario de una contradicción existe objetivamente y no es obra de una imaginación desbordante. 90

En 1963, la brigada de Tachai fue afectada por una terrible inundación. Las cosechas fueron destruidas, los caminos desaparecieron. ¿Qué hacer? ¿Por dónde comenzar a reparar, a reorganizar? ¿Ocuparse primero de los ―campos cultivados‖ o de las ―viviendas‖? Luego de la discusión, se decidió comenzar por la restauración del campo. ¿Cómo sucedió esto? El rol objetivo jugado por el ―campo‖ y las ―viviendas‖ en el proceso de reconstrucción lo había decidido de esta manera. Reparar las superficies cultivadas era en ese momento la contradicción que entre las otras jugaba el rol dirigente y determinante. El campo recuperado, la cosecha producida, el resto sería fácilmente resuelto. Si no se hubiera agarrado el punto central, si no se hubiera comenzado por restaurar el campo, los problemas se habrían incrementado y ni las casas más bellas, ni los caminos más lisos habrían podido reemplazar la escasez de granos. La imaginación subjetiva de los hombres nada puede decidir sobre el carácter principal de una contradicción, ni sobre la acción que en primer lugar se trate de llevar a cabo para resolver un problema en su conjunto. Todo esto está inscrito dentro de los mismos fenómenos objetivos, la cuestión para nosotros es poder darle un reflejo exacto. Hacer hincapié en el rol de la contradicción principal no quiere decir que hay que descuidar las contradicciones secundarias. Estas últimas existen en relación con aquella, son interdependientes y se determinan, se influencian mutuamente. Si la contradicción principal no está claramente definida, se corre el riesgo de echar a perder lo esencial, pero si no se tratan las contradicciones secundarias, es posible que en algún momento lleguen a ser una dificultad, incluso, una traba en la correcta solución de la contradicción principal. Una máquina se compone de una pieza principal y de diversos accesorios. Esta pieza principal es el corazón de la máquina; es evidente que su rol es dirigente y determinante. Esto no quiere decir que se puedan descuidar los accesorios; ¡imaginémonos un poco lo que ocurriría con la parte principal si todos los accesorios estuvieran en mal estado! Sin la parte principal, los mejores accesorios del mundo quedan inútiles; a la inversa, los accesorios defectuosos son la negación misma de la pieza 91

principal, aun si esta está en perfecto estado. Es entonces evidente que la relación entre la contradicción principal y la secundaria permanece relativa y en movimiento: no podemos hacer de ella algo inmóvil. ¿Qué significa la consigna: ―Desarrollar todos los sectores sobre la base de la producción de cereales‖? Si se dejaba de lado la producción de cereales, ¿qué seguridad tendríamos en el desarrollo de los otros sectores? Sin granos, nada es posible; a la inversa, sin desarrollar otros sectores de la producción, la tasa de productividad del cultivo de cereales permanecería estancada. Una tendencia no puede subordinar a la otra. Estemos entonces atentos a no resolver las contradicciones por separado las unas de las otras, sino siempre consideremos la contradicción principal y la contradicción secundaria como unidades que se relacionan, que se influencian entre sí. Engels escribe: ―La dialéctica... no conoce tampoco hard and fast lines [líneas de demarcación absolutamente rigurosas]‖ (Dialéctica de la naturaleza; E.S. p. 214) Los límites que establecemos entre las contradicciones principales y secundarias están ligadas a ciertas condiciones, éstas no son ni ―absolutas‖ ni ―rigurosas‖. Todas las contradicciones son interdependientes, no puede haber contradicción principal sin contradicciones secundarias y viceversa. Además, una u otra forma de contradicción puede invertirse: la que era principal bajo ciertas condiciones se convierte en secundaria bajo otras. Por esto, mientras nos agarremos de la contradicción principal, no descuidaremos las contradicciones secundarias. La contradicción entre la burguesía y el proletariado es la contradicción principal durante el periodo histórico del socialismo Durante el periodo socialista, la contradicción que juega el rol dirigente y determinante es la que ocurre entre el proletariado y la burguesía, entre la vía socialista y la vía capitalista. Cuando decimos que esta juega el rol dirigente y determinante, expresamos que la revolución socialista y la construcción del socialismo en nuestro país pasan necesariamente por la lucha 92

de clases y la lucha de líneas. Todo progreso, todo desarrollo están en función de las victorias logradas por el proletariado sobre la burguesía, por la vía socialista sobre la vía capitalista. En las empresas industriales, se tiene la opción entre ―la política al mando‖ o los incentivos materiales; entre producir según las necesidades del Estado o según el beneficio presupuesto; entre movilizar a las masas o ―confiar la fábrica a especialistas‖; entre ―basarse en los propios esfuerzos‖ o esclavizarse al occidente; etc. Todas estas contradicciones son la manifestación de la lucha de clases y de la lucha de líneas en las empresas. Resolverlas bien es dar un paso adelante; hacerlo mal es retroceder un paso y además correr el riesgo de cambiar de color, de pasar al revisionismo. También en la agricultura la contradicción entre burguesía y proletariado, entre socialismo y capitalismo atraviesa el conjunto de todas las actividades. Se tiene la opción entre ―basarse en los cereales‖ o ―basarse en el dinero‖; entre cumplir bien con el trabajo ideológico y político para desarrollar la combatividad de las masas o aumentar los puntos de trabajo para ―estimularlos‖; entre responder a las calamidades naturales con una voluntad inflexible y un trabajo tenaz, o con una actitud fatalista y resignada, llena de sumisión ante los fenómenos naturales. Después de la colectivización del campo una correcta solución de la contradicción principal entre burguesía y proletariado dependía de cuestiones tales como: ―Se continúa la revolución‖, ―Se debe perseverar en la vía socialista‖, ―Se puede elevar continuamente la producción‖. Por la manera como la brigada de Tachai ha dirigido las luchas es un modelo de la solución correcta de la contradicción principal. Todos los campos de la superestructura —filosofía, historia, derecho, arte, educación, etc.— son también atravesados por las luchas de clases y de líneas. Los sucesos que han tomado lugar desde 1949 están aquí para probarlo. En resumen, en todos los sectores y a todos los niveles de la producción, los combates se reducen a la lucha despiadada que opone el proletariado a la 93

burguesía, la vía socialista a la vía capitalista, el marxismo al revisionismo. Si estimamos que es imposible hablar de línea sin evocar la línea fundamental del partido, es precisamente porque ésta última es la mejor garantía de una buena solución de la contradicción principal. Muchos son los obreros, los campesinos y los soldados que en todo momento y en todo lugar, hacen de esta línea fundamental el ―Hilo de Ariadna‖ de su existencia. Traidores como Liu Shao-chi y Lin Piao se oponían conscientemente a que la contradicción principal durante todo el periodo socialista es entre la burguesía y el proletariado. Ellos imaginaban poder echar abajo la línea fundamental de nuestro Partido y dejar de hacer la revolución bajo la dictadura del proletariado. Según ellos, la contradicción se presentaba entre un ―régimen socialista de vanguardia y fuerzas productivas subdesarrolladas‖. Su supuesto ―socialismo de vanguardia‖ consistía en negar la existencia de clases, de las contradicciones y de la lucha de clases en la sociedad socialista, y en propagar la teoría de la ―extinción de la lucha de clases‖. Y ya que no había más lucha de clases, no quedaba más que embrutecerse en el trabajo. Ésta era una clase de táctica para subvertir al proletariado. En realidad, luego de que el Comité Central, como era de esperarse, rechazara el informe político revisionista elaborado por Lin Piao y Chen Boda para presentarlo al IX congreso del PCCh (abril de 1969), Lin Piao y su clan no dejaron de ejercer, desde octubre de 1969 a enero de 1970, su caligrafía en lemas reaccionarios como: ―Desde siempre y en todas las cosas, lo único que importa es moderarse y regresar a los ritos‖. Se ve claramente que Lin Piao colocaba en primer lugar el derrocamiento de la dictadura del proletariado y la restauración del capitalismo en China. Esto nos prueba de manera negativa que es indispensable comprender bien esta contradicción principal de la lucha de clases y la lucha de líneas. ―Moderarse y regresar a los ritos‖ es el punto central de las concepciones revisionistas de Lin Piao, debemos comprender este punto central para extraer el mal de raíz. 94

Aprendamos a agarrar la contradicción principal Saber distinguir lo principal de lo secundario en un trabajo concreto consiste en ser capaz de agarrar su punto central. Políticamente, esto consiste en poder optar por una dirección precisa y en preocuparse de los ―asuntos importantes‖. El presidente Mao escribe: ―En ningún lugar puede haber al mismo tiempo muchas tareas centrales. Sólo puede haber, en un tiempo determinado, una tarea central, complementada por tareas de segundo y tercer orden. Por lo tanto, el responsable principal de una localidad debe, teniendo en cuenta la historia y circunstancias de la lucha allí, establecer el orden apropiado de las diferentes tareas; no debe actuar sin plan propio, emprendiendo una y otra tarea según le lleguen las instrucciones de los organismos superiores, pues esto crearía multitud de ―tareas centrales‖ y daría paso a la confusión y el desorden‖. (Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección; T.E., p. 307) En nuestro trabajo, aun si percibimos la importancia de agarrar las contradicciones principales no lo hacemos; por el contrario, nos agarramos de donde podemos y actuamos al ritmo de las órdenes venidas del nivel superior. Cada una de nuestras tareas se convierte en una ―tarea central‖ y ahí está la confusión y el desorden. ¿Cómo hacer? Tenemos la impresión de que para agarrar eficazmente la contradicción principal se deben observar tres reglas: 1. Es necesario investigar sobre todas los tipos de contradicciones presentes y dominar el contenido. Todo debe partir de agarrar la situación concreta en su conjunto, y no de uno o de muchos elementos de ésta. Esta es la base, el primer paso. 2. Guiados por el marxismo-leninismo y el pensamiento Mao Tse-tung y sobre la base de los conocimientos que adquirimos del conjunto de contradicciones debemos llevar a cabo, con las posiciones, los punto de vista y los métodos correctos, un análisis profundo de las relaciones internas que unen las 95

contradicciones las unas a las otras, esto con el fin de determinar cuál es influenciada por cuál, cuál es dirigida por cuál. Es entonces cuando aparecen las diferencias de función y de posición, y que descubrimos la contradicción principal, aquella que juega el rol dirigente y determinante entre todas las demás. Las contradicciones están regidas por relaciones que tienen una existencia objetiva propia, está prohibido entregarse a conjeturas subjetivas. El presidente Mao precisa que la contradicción principal ―debe ser buscada con todas las fuerzas‖; en efecto, sin voluntad no se llegará lejos. 3. Una vez determinada la contradicción principal, ahora hay que organizarse para resolverla, ya que conocer no es resolver. Con frecuencia sucede que se encuentra o se conoce muy bien una contradicción principal, sin llegar a movilizar a las masas para resolverla, temiendo esto o suponiendo aquello. De ninguna manera hay que contentarse con la delimitación de tal o cual contradicción, aún hay que esforzarse por resolverla con seriedad y eficacia. Algunos camaradas dirán que si las luchas de clases y de líneas son la contradicción principal, entonces no es necesario fatigarse buscándolas. Nosotros les respondemos que tal búsqueda es indispensable. Desde luego, la línea fundamental de nuestro partido es nuestro ―Hilo de Ariadna‖ para todo el periodo del socialismo, esta nos muestra el camino a seguir para agarrar las contradicciones principales y los ―asuntos importantes‖. Pero si queremos poner en práctica esta línea fundamental en nuestra unidad de producción y en nuestro trabajo, necesitamos de todas nuestras fuerzas para hacerlo. ¿Cuál sería, en efecto, la utilidad de una línea fundamental si no la relacionamos con las manifestaciones concretas de la lucha de clases y la lucha de líneas en nuestra unidad y en la ideología? Es una cuestión de unir la teoría a la práctica. La brigada de Tachai, como todas las otras, tomó apoyo en la línea fundamental del partido; ¿Qué hizo que ésta haya obtenido éxitos tan importantes? Esta brigada supo unirse concretamente a su propia lucha de líneas mientras que, en otros lugares, se quedó al nivel de las palabras sin tener en cuenta la realidad. Para quien quiera unir la teoría y la práctica, le es indispensable, 96

bajo la conducción de la línea fundamental del partido, tener presente el espíritu de la lucha de líneas en su lugar de trabajo, localizar seriamente el problema central, comprender bien como éste determina e influencia los problemas secundarios y, finalmente, aportar una solución eficaz. Esta es la única forma de obtener resultados consecuentes. La línea fundamental del partido no podrá eximirnos de agarrar por nosotros mismos de la lucha de clases y de líneas. Sin esfuerzos, no alcanzaremos jamás a introducir la línea fundamental del partido en nuestras unidades de producción y a reforzar desde abajo la dictadura del proletariado.

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CAPÍTULO 8

ACELEREMOS LA CONVERSIÓN REVOLUCIONARIA DE LA CONTRADICCIÓN En los capítulos anteriores, se ha discutido la universalidad y la particularidad de las contradicciones, ahora vamos a hablar de la conversión de las contradicciones. Los dos aspectos de una contradicción no son fijos ni inmutables, se convierten el uno en el otro. Nuestra tarea es acelerar este proceso de conversión y alcanzar la meta fijada por la revolución. Los dos aspectos de la contradicción se transforman el uno en el otro Los dos aspectos de una contradicción, bajo ciertas condiciones se transforman el uno en el otro; nada es inmutable. La prisa se transforma en lentitud, la lentitud en prisa; el trabajo se transforma en reposo, el reposo en trabajo; el sueño llega a ser estado de vigilia, el cual, en su momento se transforma en sueño. Cuando una reunión toca a su contrario, esta se disuelve; el factor ―disolver una reunión‖ está comprendido en el de ―tener una reunión‖, jamás se ha visto una reunión que se tenga eternamente. Lo mismo pasa para cualquier grupo de contrarios: grande y pequeño, ser y no ser, alto y bajo, móvil e inmóvil, bueno y malo, pobre y rico, vida y muerte, dirigentes y dirigidos, etc. Decimos a menudo: ―El error es la fuente del éxito‖, ―Del viejo destino al nuevo‖, ―Poco a poco el ave hace su nido‖, ―Las basuras pueden ser tesoros‖, etc. Todos estos proverbios muestran con justeza que error y victoria, nuevo y viejo, mucho y poco, basuras y tesoros son parejas de opuestos que tienen la posibilidad de transformarse el uno en el otro. Las tres prácticas revolucionarias son actividades que realizan este trabajo de transformación. Una vez introducido en una hilandería, por intermedio del trabajo de los obreros, el algodón en bruto emprende su 98

proceso de transformación en tela: primero algodón, luego hilo y, por último, tela. La agricultura es la transformación —la transformación— del mundo natural: una tierra mala es transformada en buena; un suelo árido puede volverse fértil; regiones arenosas pueden llegar a ser auténticos graneros; una productividad escasa puede ser elevada muy alto; son estos mas ejemplos de transformaciones. Se dice: ―Un grano sembrado, diez mil cosechados‖, ―un‖ grano se transforma en ―muchos‖ granos, y entre más transformaciones haya, aumentara más la cantidad de la cosecha. O bien: ―Reforestar una montaña es como construir una reserva natural; cuando llueve, el bosque retiene el agua; cuando hay sequía, el bosque la restituye.‖ ―Árboles‖ y ―reservar agua‖ pueden entonces transformarse el uno en el otro. Los habitantes del distrito de Linxian en la provincia de Henan construyeron el Canal Bandera Roja (24); ellos obtuvieron el agua; el agua les aportó electricidad y esta les permitió emprender transformaciones. Los trabajos ejecutados en las arroceras permiten economizar 2,8 millones de días de trabajo por año y no hace falta trabajo para nadie. Los habitantes de esta región dicen. ―El agua del Canal lleva la vida por donde quiera que pasa‖. Esta frase expresa con evidencia la idea de la transformación de los fenómenos el uno en el otro. El comercio no escapa a este proceso. Pasar de productor a consumidor es transformar la venta en compra; sin venta no hay compra y sin compra no hay venta. La tarea de la educación es transformar el espíritu de los estudiantes. El presidente Mao dijo: ―Todo el trabajo de la escuela consiste en cambiar la mentalidad de los estudiantes‖ (citado en Diario del pueblo, 5 de octubre de 1974). He aquí un nuevo ejemplo de transformación. La lucha de clases es un trabajo de transformación social. La vieja sociedad se transforma en una nueva; obreros y campesinos, de esclavos se transforman en dirigentes. La Revolución Cultural y el Movimiento de Crítica de Lin Piao y de Confucio fueron también transformaciones operadas en el campo de la conciencia política. Llamando a millones al 99

combate, barriendo la línea revisionista de Liu Shao-chi y de Lin Piao, abucheando al confucianismo, reafirmamos la influencia de la línea revolucionaria del marxismo-leninismo y del pensamiento Mao Tse-tung sobre el conjunto de la superestructura —filosofía, derecho, historia, educación, literatura, arte, etc. Se constata fácilmente que los dos aspectos contradictorios de un fenómeno no son inmutables, sino variables, vivientes y transformables el uno en el otro. Para no zozobrar en el idealismo y en la metafísica nos basta dar un reflejo exacto de esta realidad. ¿Cuál es el sentido preciso de la palabra ―transformación‖? Cuando una cosa se transforma en otra, esto quiere decir que los dos aspectos contradictorios internos de esta cosa han intercambiado sus posiciones después de un periodo de lucha; o también que el aspecto principal de la contradicción se transformó en aspecto secundario de esta misma contradicción, de la misma manera que el aspecto secundario se vuelve a su turno principal. ¿Por qué? Porque: ―De los dos aspectos contradictorios, uno ha de ser el principal, y el otro secundario. El aspecto principal es el que desempeña el papel dirigente en la contradicción. La naturaleza de una cosa es determinada fundamentalmente por el aspecto principal de su contradicción, aspecto que ocupa la posición predominante‖. (Sobre la contradicción; T.E., p. 115-116) Ya que el carácter de las cosas está determinado por el aspecto principal de la contradicción, este carácter necesariamente cambiará de la misma manera que el aspecto principal deje de jugar un rol dominante y se transforme en otra cosa que presente sus propias características. El paso de la vieja sociedad a la nueva fue posible, después de una larga lucha, por la inversión de las posiciones políticas de los dos aspectos de la contradicción: el pueblo trabajador de obreros y campesinos por una parte, los propietarios y la burguesía burocrática por la otra. En la vieja sociedad bajo las órdenes de Chiang Kai-shek, el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático se imponían sobre todas las cosas; los terratenientes y la burguesía burocrática constituían el aspecto 100

principal de la contradicción. En cuanto al pueblo trabajador, estaba en posición de dominación, su rol era secundario en la contradicción. A causa de esto la vieja sociedad china estaba reducida a su naturaleza semifeudal y semicolonial. El pueblo trabajador bajo la dirección del partido y del presidente Mao tomó el fusil en mano y derribó sus tres principales enemigos (imperialismo, feudalismo y capitalismo burocrático). La dictadura del proletariado fue instaurada, el pueblo llegó a ser dueño del país, de dominado se transformó en dominante. Lo contrario le sucedió a los antiguos opresores. Los dos aspectos de la contradicción se habían transformado el uno en el otro, la naturaleza de la sociedad sufrió un importante cambio: de semifeudal y semicolonial llegó a ser la nueva China socialista. En las contradicciones entre política y empresa, revolución y producción, rojo y experto, constantemente hacemos hincapié en ―la política al mando‖, en ―hacer la revolución y promover la producción‖; esto es porque solo una línea política proletaria, el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tse-tung es garante de la naturaleza socialista de nuestras acciones, de la justeza de nuestra línea, de nuestro progreso continuo e ininterrumpido en una situación en la que el trabajo, la producción y la técnica juegan un papel principal y dominante. En el caso contrario, preferiríamos la producción y la técnica, lo que volvería a ―colocar a la burguesía en los puestos de mando‖ y dejar transformar su aparato en el aspecto principal de la contradicción. Nuestra causa revolucionaria se transformaría en maniobra del capital y la restauración estaría a nuestra puerta. Es entonces evidente que la transformación de los dos aspectos, principal y secundario de una contradicción se realiza a través de la lucha, en un intercambio mutuo de posiciones. Ese es el sentido de esta frase del presidente Mao: ―el aspecto principal y no principal de una contradicción se transforman el uno en el otro y, en consecuencia, cambia la naturaleza de la cosa‖. (Sobre la contradicción; T.E., p. 116) El proceso de transformación no supone solo una, sino dos posibilidades de movimiento. La dirección general del movimiento de los fenómenos está siempre orientada hacia delante, de lo inferior a lo superior, de lo atrasado a lo avanzado, de lo viejo a lo nuevo: esto es 101

evidente. Pero esta ten dencia general permanece ―siempre sinuosa y jamás rectilínea‖ (Mao Tse-tung: O.C.; t. 1, p. 183) Por esto es innegable que pueda haber dificultades y retrocesos pasajeros. La transformación de lo favorable en difícil, de lo avanzado en lo atrasado, de una fuerte productividad en una débil productividad, de la victoria en la derrota, de una buena tierra en mala son ejemplos de retrocesos pasajeros, perjudiciales en el desarrollo de los fenómenos y en la causa revolucionaria. Pasa lo mismo en el desarrollo social. Cuando la sociedad china, de esclavista se transformó en feudal, la lucha intensa entre revolución y restauración estaba más presente que nunca. Poco después de la muerte de Qin Shihuang, el primer emperador de la dinastía Qin (-221,-206), el representante de la fuerzas esclavistas, ZhaoGao, accedió al poder y dio muerte al ministro legista Li Si (?, 208 d. c.), cuyo papel en la unificación del imperio había sido esencial; la restauración se había puesto marcha. Después de los levantamientos campesinos dirigidas por Chen Sheng y Wu Guang (25) Kong Fu, un descendiente de Confucio, reunió una parte de las Cartas confucionistas y se introdujo en las filas del ejército insurrecto con la esperanza de aprovechar una ocasión para restaurar el sistema esclavista. Estos ejemplos muestran bien que también el desarrollo de las sociedades no se logra según un único modelo de progreso, sino que existe la posibilidad de un retroceso pasajero. En lo que concierne al paso del feudalismo al capitalismo por ejemplo, los ochenta y seis años que separan la Revolución Francesa de 1789 del advenimiento de la III República en 1875, estuvieron llenos de contradicciones entre restauración y contrarrestauración, progreso y reacción, república e imperio, guerra civil y guerra contra el extranjero. Durante la etapa del socialismo, la lucha entre restauración y contrarrestauración aumentó considerablemente. La restauración del capitalismo en la URSS por Jruschov y Brezhnev y sus camarillas de renegados debe servirnos de lección. 102

¿Por qué decimos que la lucha a muerte entre el proletariado y la burguesía esta lejos de ser terminada, que subsiste aún el peligro de una restauración capitalista? Porque la sociedad socialista contiene dos posibles transformaciones: la primera consiste en continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado, en repeler sin cesar los ataques de la burguesía para lograr la meta final del paso al comunismo; la segunda consiste en tener un retroceso pasajero volviendo del socialismo al capitalismo. La Revolución Cultural y el Movimiento de crítica de Lin Piao y de Confucio puesto en marcha por el mismo presidente Mao son precisamente medidas importantes que apuntan a impedir el retroceso del socialismo y la transformación revisionista de nuestro país. ¿Cómo se cumple esta transformación mutua de los dos aspectos de una contradicción? El presidente Mao escribe: ―Bajo determinadas condiciones, los dos términos opuestos de una contradicción se convierten inevitablemente cada uno en su contrario, como resultado de la lucha entre ellos. En este caso, tienen importancia las condiciones. Sin determinadas condiciones, ninguno de los dos aspectos que luchan entre sí puede transformarse en su contrario‖. (Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, T.E., p. 497). Es claro, bajo ciertas condiciones precisas los fenómenos y cosas se transforman los unos en los otros. Los obreros y los campesinos dicen a menudo: ―¡Sin Partido Comunista no hay una nueva China!‖ ―¡Sin presidente Mao, cómo vivir días felices!‖ Aquí, la dirección del presidente Mao y del Partido es la condición del paso de la vieja sociedad a la nueva, de las dificultades pasadas a la felicidad de ahora. Sin esta condición fundamental hubiese sido imposible realizar la transformación de la que acabamos de hablar. En el proverbio: ―La humildad hace progresar, el orgullo hace retroceder‖, la ―humildad‖ es la condición del progreso; para progresar es necesario ser humilde, capaz de escuchar las opiniones de otros. Es ley que sin humildad no se podría tener el menor progreso. El ―orgullo‖ es la condición del retroceso; ¿Por qué? Porque el orgulloso no ve más allá de sus narices, 103

nada alcanza; en tales condiciones, ¡cuál progreso aún es posible! Para cambiar el retroceso en progreso, es necesario entonces transformar el orgullo en humildad; cambiando las condiciones, el progreso llega a ser posible. Sí, una cosa mala puede transformarse en buena. Pero ¿se puede decir que ocurre espontáneamente? ¡Por supuesto que no! Ciertas condiciones son indispensables: encontrar la causa que ha ocasionado esta mala cosa y sacar las lecciones necesarias. Si no, será imposible transformar cualquier cosa en algo bueno. Es evidente entonces que debemos analizar concretamente y con seriedad las condiciones de la transformación de los fenómenos. Seremos maestros en la trasformación de las cosas cuando seamos capaces de delimitar claramente las condiciones que las conducen a transformarse en un sentido favorable o desfavorablemente para la revolución. Todas las iniciativas nos serán entonces permitidas y cumpliremos convenientemente nuestras tareas. La transformación se realiza a través de la lucha Sin lucha no hay desarrollo. Esta es una verdad universal que se cumple tanto en la naturaleza y en las sociedades como en el espíritu humano. Cuando se empuja una carreta a lo largo de una cuesta, dos fuerzas contrarias se oponen. La primera es producida por aquel quien empuja la carreta, la segunda por la fuerza de atracción que es proporcional a la inclinación de la pendiente. La una tiende hacia arriba y la otra hacia abajo. Si la fuerza del hombre es inferior a la de la resultante de la inclinación, la carreta no se elevará un ápice, no podrá pasar de su posición inferior en la parte baja de la pendiente, a la posición superior, a la parte alta del camino. Para que este paso se pueda realizar es necesario que la fuerza del carretero sobrepase la de la resultante de la inclinación de la pendiente. Este ejemplo ilustra perfectamente que sin lucha ninguna transformación es posible. 104

Lo mismo sucede con el progreso del hombre, con un equipo de producción o con una unidad de trabajo. Los trabajadores y los jóvenes instruidos del país entero han sentido profundamente este fenómeno. No hay caso de transformación ni de progreso sin el empleo de la ideología proletaria para combatir la ideología burguesa. En un revolucionario, en un equipo de producción o en una unidad de trabajo, por todas partes la contradicción y las luchas están presentes; ¿cómo ignorarlas? El problema es ser capaz, en medio de las luchas de clases, de líneas y de ideologías, de conservar una posición adecuada y una pasión suficiente para no dejarles espacio a las influencias negativas. Es en esta medida que los progresos pueden ser obtenidos. La lucha de clases es el motor fundamental del desarrollo social. Si nuestra historia no hubiera conocido las revueltas de esclavos como aquella de antaño dirigida por Liuxia Zhi (26), nuestra sociedad no habría podido nunca pasar del esclavismo al feudalismo. En esa época, el ejército de Liuxia Zhi contaba con más de 9000 hombres, recorría el país sin que nadie pudiera resistir. Las tropas de la aristocracia esclavista huían sin jamás atreverse a combatir; los propietarios de esclavos, de los principados, grandes y pequeños, permanecían confinados entre sus muros como las tortugas en sus caparazones sin atreverse a salir. Esta situación fue un serio golpe dado a su dominación. En la misma época, Confucio propagaba a grandes gritos su metafísica reaccionaria para engañar al pueblo trabajador; él consideraba la ―Vía del justo medio‖ como la ―Virtud suprema‖, la ―Armonía‖ como ―la más alta perfección‖ y pregonaba ―mantener los dos extremos para actuar por el Medio‖. Para restaurar el capitalismo, Lin Piao retomó estas tonterías en su beneficio, utilizaba la metafísica del ―dos se fusionan en uno‖ para aniquilar las luchas y llegar así a su meta perversa de contrarrevolución. ―Unirse beneficia a las dos partes, separarse perjudica las dos partes‖ Esta frase de Lin Piao invierte totalmente lo verdadero y lo falso, lo blanco y lo negro. Los esclavos y los esclavistas, los 105

campesinos y los terratenientes, los obreros y los capitalistas no se odian porque combaten, combaten por que se odian. Engels escribe: ―El fundamento de la civilización es la explotación de una clase por otra clase, todo su desarrollo se madura en una contradicción permanente... Lo que es un beneficio para unos es necesariamente un mal para los otros; cada nueva liberación de una de las clases es una nueva opresión por la otra‖ (El origen de la familia; E.S., p. 185.) Esta es la dialéctica fundamental de las sociedades de clases. El paraíso de los esclavistas, de los terratenientes y de los capitalistas es el infierno de los esclavos, de los campesinos y de los obreros. Sus relaciones sólo pueden estar tejidas de odio y no de amistad. El problema es saber quien triunfa sobre quien, quien oprime a quien, y no quien hará la más bella reverencia o la más grande demostración de virtud. De hecho ―dos se fusionan en uno‖, ―actuar por el Medio‖, ―ser indivisible‖ son concepciones totalmente inexistentes. El resultado de la lucha de contrarios es mas bien ―quien destruirá al otro‖ aunque la manera de hacerlo difiera de una parte y de la otra. En tiempos de guerra, si el enemigo obtiene la victoria y nos ―diezma‖, hemos perdido una batalla y estaremos derrotados; si es lo contrario, la situación se invertirá. ¿Qué lugar queda para un ―dos se fusionan en uno‖ o un ―para actuar por el Medio‖? Ninguno. Este es también el caso para la oposición entre el proletariado y la burguesía, entre los caminos socialista y capitalista. El resultado de las luchas no puede ser otro que la eliminación de una de las partes por la otra, para que la oposición sobrepase sus propios límites y para que la unidad de contrarios sea rota. No hay otra vía para la victoria del proletariado sobre la burguesía. El materialismo dialéctico estima que la revolución, el progreso y la transformación se llevan a cabo por la negación de lo existente. Tomemos otro ejemplo. Un desacuerdo entre una opinión justa y una opinión falsa se soluciona en la discusión (que es también 106

una forma de combate), por lo tanto, ¿se puede decir que se ha ―fusionado en uno‖ o ―actuado por el Medio‖? ¡Por supuesto que no! En general, la opinión justa elimina la opinión falsa que resulta negada. Esta es la única forma de transformar un desacuerdo en acuerdo, no se trata de hacer cohabitar lo verdadero y lo falso o de unirlos por ―relaciones indivisibles‖. Los reaccionarios del pasado y del presente han difundido siempre concepciones netamente metafísicas en donde ningún lugar esta hecho para la lucha y la contradicción, esto con el fin de perturbar el espíritu de las masas, de reforzar su propia dominación y de hacer echar para atrás la rueda de la historia. Nosotros, los revolucionarios debemos utilizar el materialismo dialéctico para desenmascarar los sistemas metafísicos del tipo Confucio o Lin Piao; ya no los queremos más. El presidente Mao nos lo enseña: ―Es tarea de los comunistas denunciar esta falacia de los reaccionarios y de la metafísica, divulgar la dialéctica inherente a las cosas y acelerar la transformación de las cosas, a fin de alcanzar los objetivos de la revolución‖. (Sobre la contradicción; T.E., p. 125) La filosofía del Partido Comunista es una filosofía de lucha El presidente Mao ha dicho: ―La filosofía del partido comunista es una filosofía de lucha‖ ¿Por qué tal afirmación? Porque mientras existan los enemigos para oprimir al pueblo éste buscará revertir esta opresión; porque las clases, las contradicciones y las luchas de clase, la lucha entre el socialismo y el capitalismo, el peligro de una restauración, la amenaza de una intrusión extranjera y de un derrocamiento por el imperialismo o socialimperialismo permanecen presentes en la sociedad socialista; porque la lucha en el seno mismo del partido es de largo aliento y traidores y conspiradores como Liu Shao-chi y Lin Piao aun pueden surgir; porque en fin, nuestro país sólo está al comienzo de su esplendor y de su gloria, el nivel de la economía está aún lejos de las exigencias del pueblo y de las circunstancias objetivas. Por todas estas razones, necesitamos una filosofía de combate. Esta es una necesidad revolucionaria cuya ausencia impedirá el derrocamiento, la supresión de las cosas viejas y la instauración 107

de un mundo nuevo. No hay porque temer a oponerse a las tendencias erróneas. El presidente Mao nos lo enseña: ―Ir contra la corriente es un principio del marxismo-leninismo‖ (Citado de los documentos del X Congreso del PCCh; E.P., 1973) Si queremos llevar a cabo esta lucha contra los enemigos de clase y contra las tendencias erróneas, debemos preparar el terreno para su desmantelamiento y su refutación. Ya en 1957, el presidente Mao escribía: ―Los materialistas consecuentes son intrépidos; esperamos que todos los que luchan a nuestro lado asuman valientemente sus responsabilidades, superen las dificultades y no tengan miedo a los reveses o las burlas, ni vacilen en criticarnos a nosotros, los comunistas, y brindarnos sus sugerencias. ‗Quien no teme morir cortado en mil pedazos, se atreve a desmontar al emperador‘: éste es el espíritu intrépido que necesitamos en la lucha por el socialismo y el comunismo‖. (Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el trabajo de propaganda; T.E., p. 515) La expresión ―necesitamos‖ utilizada aquí es completamente justa. En una sociedad socialista, las condiciones de maduración de las cosas nuevas son profundamente diferentes y netamente mejores que bajo la vieja sociedad. Pero las luchas en el seno y fuera del partido subsisten bajo una forma, a menudo compleja y de larga duración. Por esto, en el Informe Político del X Congreso del Partido Comunista de China y el Informe sobre la modificación de los estatutos del Partido, se insistió mucho en el espíritu revolucionario de ir ―contra la corriente‖. La cuestión era de importancia, ésta concernía a nuestra línea general y aportaba al partido y al país la garantía de no cambiar de color. Todos los revolucionarios y todos los verdaderos miembros del Partido deben probar su espíritu cívico sin temer ser destituidos de sus funciones, tachados de las listas del Partido, lanzados a prisión, fusilados o forzados al divorcio. Realizamos una revolución sin precedentes en la historia para suprimir todas las clases y las ideologías explotadoras, sin un espíritu decidido de ir contra la corriente de los puntos de vista falsos, esto será imposible de realizar. Echemos un vistazo a la historia. Todas las clases, que en un 108

momento dado forjaron sus propios sistemas, tuvieron a su disposición hombres ―sin miedo ni reproche‖, animados de un espíritu de ―ir contra la corriente‖. El médico legista Wu Qi (?,-381) había puesto en práctica en el Reino de Chu (un poco cerca de la actual provincia del Hunan) un Código de leyes favorable a la clase ascendente de terratenientes. Luego de la muerte de Dao, (quien reinó del -401 a -381) príncipe del Reino de Chu, Wu Qi fue derribado por las flechas de la aristocracia esclavista y su cuerpo fue juntado con el del príncipe difunto. Un poco después, Shang Yang (alrededor del – 390, – 338) aplicó sus reformas legistas en el Reino de Qin, en razón de su espíritu combativo y de su devoción a la causa del nuevo sistema que trataba de implantar, fue perseguido por los propietarios de esclavos de Qin. Han Fei (alrededor de –280, -233), el gran compilador de las teorías legistas, sacrificó sin pesar su vida por los intereses de la clase feudal ascendente. Cuando un sistema de propiedad remplaza a otro este tipo de hombre es indispensable. Qué decir entonces de la revolución actual dirigida por el proletariado para destruir el viejo mundo con un radicalismo jamás alcanzado por ninguna revolución pasada. También, nosotros necesitamos aún más de un ejército entero de revolucionarios proletarios. “Del sacrificio nace la decisión heroica: atreverse a crear un nuevo cielo para el sol y la luna”. (“Regreso a Shaoshan”, Poema de MAO TSE-TUNG, junio de 1959). Si queremos aplicar el principio de ―ir contra la corriente‖ debemos estudiar asiduamente el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tse-tung con el fin de distinguir lo verdadero de lo falso. Aquellos que, sin hacer un análisis concreto ni de distinciones de alguna clase, se contentan con afirmar que para ―ir contra la corriente‖ basta con oponerse a los dirigentes cometen un grave error frente al principio mismo. La revolución consiste en un trabajo de transformación de los fenómenos en un sentido benéfico para las masas populares. En definitiva, para cumplir este trabajo es necesario 109

entonces, haber emprendido el trabajo de transformación de nuestra propia conciencia, es decir, que es necesario, en el curso de nuestra práctica de la transformación del mundo objetivo, armar constantemente nuestro cerebro con el arma del marxismo-leninismo pensamiento Mao Tse-tung, vencer la concepción burguesa del mundo incrustada en nuestro espíritu. Sin este cambio, sin la constante orientación de nuestro espíritu hacia las ideas revolucionarias ninguna transformación del mundo objetivo es posible. Si no cambiamos el ―yo soy lo mejor‖ que estorba nuestro espíritu por ―las masas son los verdaderos héroes‖, ¿Es (a lo menos) posible mantenerse sobre la línea de masas en el proceso de transformación del mundo objetivo? Si no dejamos de lado el idealismo y la metafísica para agarrar el marxismo-leninismo, ¿seremos capaces de resolver los problemas de una manera concreta entregándonos a análisis e investigaciones? Si no desechamos el sectarismo burgués por el espíritu de Partido proletario, ¿tendremos la posibilidad de practicar la unión revolucionaria y marchar hacia la victoria?. ¡No, no y no¡ Por todas estas razones, no debemos jamás olvidar transformar en la práctica nuestras ideas y nuestra concepción del mundo.

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CAPÍTULO 9

DOMINEMOS LA RELACIÓN DIALÉCTICA ENTRE CAMBIO CUANTITATIVO Y CUALITATIVO Hemos dicho más arriba que los dos aspectos de la contradicción de una cosa se transforman el uno en el otro. ¿Esta conversión puede cumplirse de un solo golpe? No, ya que es necesario todo un proceso. Hablando concretamente, ésta sólo se cumplirá pasando por los dos estados, el cambio cuantitativo y el cambio cualitativo. Este es un fenómeno universal del desarrollo y de la transformación de las cosas. Los cambios cuantitativo y cualitativo constituyen un fenómeno universal del movimiento de las cosas Toda cosa posee dos aspectos: la cantidad y la calidad, la cosa es una unidad contradictoria entre cantidad y calidad, su desarrollo y su transformación deben pasar por los dos estados, el cambio cuantitativo y el cambio cualitativo. Este es el proceso inevitable de la aparición, del desarrollo y de la desaparición de las cosas. El presidente Mao dijo: ―En todas las cosas se presentan dos estados de movimiento: el de reposo relativo y el de cambio manifiesto‖. (Sobre la contradicción; T.E., p. 127) Además dice: ―En el primer estado de movimiento, la cosa experimenta sólo cambios cuantitativos y no cualitativos y, en consecuencia, parece estar en reposo. La cosa pasa al segundo estado de movimiento cuando los cambios cuantitativos producidos en el primer estado alcanzan ya su punto culminante, dando origen a la disolución de la cosa como todo único, esto es, a un cambio cualitativo; de este modo aparece el estado de cambio manifiesto‖. (Ibíd.) Los dos estados en el movimiento de los fenómenos son los estados cuantitativo y cualitativo; el estado de reposo relativo es el cambio cuantitativo, el estado de cambio evidente es el cambio cualitativo. Esto quiere decir que el desarrollo de todos los fenómenos empieza por el cambio cuantitativo y que llegado este cambio a un nivel determinado, cuando alcanza un punto 111

máximo, provoca una ruptura de unidad en el fenómeno; este es el cambio cualitativo, la conversión de un fenómeno en otro. Una vez que el fenómeno se cumple éste comienza de nuevo su proceso dialéctico de cambio cuantitativo en cambio cualitativo. Durante la incubación los huevos parecen inertes y su forma no parece experimentar cambio alguno; en realidad, en el huevo comienza una transformación biológica compleja: es el cambio cuantitativo. Este cambio cuantitativo es dirigido hacia un punto máximo y se convierte en otro estado, que es precisamente el estado de cambio cualitativo, en el cual el pollo puede romper la cáscara y salir. Este fenómeno, el huevo, se convierte en un pollo activo y saltarín. Este pollo, después de su nacimiento, recomienza su propio proceso de cambio cuantitativo en cambio cualitativo. Igualmente, los hombres no adquieren de un solo golpe una conciencia ideológica o de línea. Nosotros, obreros, campesinos y soldados, todos hemos tenido esta impresión. Sólo pasando por la práctica de una lucha de líneas y de una lucha de clases prolongada, y estudiando concienzudamente la teoría revolucionaria, es que progresamos paso a paso y realizamos un salto tras otro, en el conocimiento. Este salto es precisamente el cambio cualitativo. Así, el proceso de elevación de nuestra conciencia ideológica y de línea es un proceso de paso ininterrumpido del cambio cuantitativo al cambio cualitativo. Por el contrario, si no se tiende a progresar ¡la penetración del pensamiento burgués será despiadada!. Por ejemplo, en el campo hay gente aquí y allá que tiene tendencias al egoísmo y al beneficio individual relativamente acentuadas: ―ganando hoy un poco de dinero con el comercio privado —dicen ellos— mañana se ganará un poco más‖; ellos se deslizan progresivamente hacia la vía del capitalismo, lo que engendra un cambio cuantitativo. Este cambio cuantitativo, a un grado determinado dará seguramente nacimiento al cambio cualitativo. ―No se debe menospreciar la llovizna, pues con fuerza, el impermeable deja pasar el agua‖. Los holgazanes, los golosos, los acaparadores comienzan antes que nada por un cambio cuantitativo; cuando este cambio alcanza un punto máximo, lo que provoca una ruptura de unidad, esos hombres 112

se separan del ejército revolucionario. La transformación socialista de los campos de nuestro país, de la pequeña economía de explotación agrícola privada ha experimentado un proceso de desarrollo que pasa por los equipos de ayuda mutua, las cooperativas de primer nivel, de nivel superior, para llegar a las comunas populares actuales; allí está el proceso de progresión ininterrumpida que va del grado inferior al grado relativamente superior y así sucesivamente: este es el paso del cambio cuantitativo al cambio cualitativo. Engels dice: ―los cambios cualitativos solo pueden ocurrir por adición o por retiros cuantitativos de materia o de movimiento‖ (Dialéctica de la naturaleza; E.S., p.70) Esto quiere decir realmente que todo cambio cualitativo de un fenómeno comienza por un cambio cuantitativo que tiene como base un cambio en la cantidad. Las formas de cambio cuantitativo y de cambio cualitativo son muy variadas Las manifestaciones de los cambios cuantitativos y cualitativos de los fenómenos no son uniformes, sino muy variadas. Las particularidades de los fenómenos objetivos acarrean inevitablemente características diferentes en sus cambios cuantitativos y cualitativos, estas no pueden ser semejantes en absoluto. Por esto, no se pueden considerar las manifestaciones en los cambios cuantitativos y cualitativos de los fenómenos como algo muerto, inmóvil; sino debe considerárseles como algo condicional, vivo y variado. Algunos dicen que cuando un huevo se transforma en pollo, cuando los granos se echan en tierra y crecen plantas, es una transformación cualitativa. Pero cuando el algodón se transforma en hilo y luego en tela, cuando el acero llega a ser máquina, ellos se rehúsan a ver allí el mínimo cambio cualitativo. La razón sería la siguiente: tejido o máquina no cambian la propiedad natural del algodón y del acero; sabemos que este modo de ver es unilateral. Cuando el huevo se transforma en pollo y el grano se transforma en planta, sin ninguna duda es un cambio cualitativo. Pero es sólo una forma 113

de cambio cualitativo de un fenómeno y no todas las formas. La máquina no posee la propiedad física de transformar el acero, pero si se compara la máquina con el acero se observa un cambio de estado fundamental. El acero pasa por el trabajo del obrero, el torno, las pinzas, la fresa, el cepillo, y se transforma en una máquina que puede producir mercancías, ¿cómo se puede decir que no hay allí un cambio cualitativo?. Es lo mismo cuando se compara el algodón con la tela. Engels habló de ―la trasformación de los estados de agregación del agua que, bajo presión atmosférica normal, a 0º C, pasa del estado líquido al estado sólido y a 100º C del estado líquido al estado gaseoso, de tal modo que con esos dos movimientos el cambio puramente cuantitativo de la temperatura conlleva un estado del agua cualitativamente modificado.‖ (Anti-Dühring; E.S., p. 156). El cambio cualitativo del que habla Engels aquí no es en absoluto un cambio de los componentes químicos del agua, sino únicamente un ―estado del agua cualitativamente modificado‖. El paso del estado ―acero‖ al estado ―máquina‖ no es diferente de la transformación del agua en estado ―líquido‖, ―sólido‖, o ―gaseoso‖. ¿Por cuál razón no se vería en la trasformación de acero en máquina un cambio cualitativo que indica el paso de un ―estado‖ a otro? Por consiguiente, para tratar las manifestaciones en los cambios cuantitativos y cualitativos se debe, igual que para las otras cosas, dirigir un análisis concreto de los fenómenos concretos y no juzgar de una manera uniforme utilizando un molde único. ¿Por qué la transformación de un fenómeno comienza generalmente por la transformación cuantitativa para alcanzar el cambio cualitativo? Porque todo fenómeno existe como proceso. A partir del momento en el cual un fenómeno es engendrado, hasta su desaparición, éste comienza en general por la transformación cuantitativa y después de haber atravesado una etapa de transformación cuantitativa más o menos larga, alcanza un punto máximo; solamente aquí se produce la transformación cualitativa. El presidente Mao dice: ―Las cosas cambian constantemente, pasando del primero al segundo estado; la lucha de los contrarios existe en ambos estados, y la contradicción se resuelve a través del segundo 114

estado‖. (Sobre la contradicción, T.C., p. 128) Esta transformación continua del primer estado al segundo es también el paso continuo de la transformación cuantitativa a la transformación cualitativa. Se puede ver que de la primera a la segunda transformación está el proceso inevitable de la aparición, del desarrollo y de la desaparición de las cosas que ocurren. Y sobra decir que la fuerza motriz fundamental de la transformación cuantitativa y cualitativa es la lucha de contrarios. En lo que concierne a la sequía y a la inundación, sus transformaciones recíprocas se hacen generalmente sobre la base del aumento y la disminución de cierta cantidad de agua, lo que quiere decir también que las dos comienzan por una transformación cuantitativa. Estas no pueden en absoluto prescindir de esta: la inundación no puede pasar de un solo golpe a la sequía y viceversa. Un hombre iletrado que llega a ser letrado comienza igualmente por la transformación cuantitativa. Hoy, él leerá algunos caracteres, mañana leerá un poco más y después de haber acumulado mucho, él podrá leer libros y periódicos: este es el paso de la cantidad a la calidad. El proceso de conversión recíproca de la facilidad en dificultad, de la pobreza en riqueza, del avance en retroceso, de la capacidad en no-capacidad etc., comienzan por un cambio en su cantidad interna. La aparición de ciertos fenómenos como el furor repentino en la lucha de líneas al interior del Partido, las convulsiones en los fenómenos naturales parecen muy repentinas, como si no pasaran por el estado de reposo relativo. En realidad este falso repentino no quiere decir que no ha habido cambio cuantitativo; esto quiere decir simplemente que no lo hemos descubierto y nada más. Si nuestro nivel de marxismo es elevado, si nuestra posibilidad de distinguir lo verdadero de lo falso es fuerte, si somos capaces de distinguir una buena línea de una mala, el verdadero punto de vista del falso, entonces no nos quedaremos cortos frente a una lucha de líneas que aparezca al interior del Partido; asimismo, cuando los hombres pueden prever el cambio cuantitativo de una convulsión antes que su cambio cualitativo, ellos no lo sentirán como algo que viene 115

repentinamente. En general, se puede decir que el cambio cuantitativo es la preparación al cambio cualitativo, que si no hay cambio cuantitativo no habrá cambio cualitativo; el cambio cualitativo se transforma en un nuevo cambio cuantitativo. El movimiento contradictorio de las cosas es siempre el cambio de lo cuantitativo a lo cualitativo, luego de nuevo en cuantitativo, y así sigue indefinidamente del nivel más bajo al nivel más alto. Debemos tomar en nuestras manos esta arma espiritual, con el fin de conocer el mundo de una manera correcta y transformarlo. Todos los reaccionarios se oponen al cambio cualitativo, a la revolución Las clases reaccionarias de la historia y sus representantes, por el hecho mismo de su posición de clase reaccionaria jamás han comprendido el carácter objetivo inevitable del desarrollo y del cambio de las cosas que es la transformación cualitativa que resulta de la transformación cuantitativa. Ellos siempre se han opuesto al cambio cualitativo, a la revolución, salvaguardaron con todas sus fuerzas las viejas cualidades, el viejo sistema que les evita la muerte. La época Chunqiu y la de los Reinos Combatientes (27) era una época de grandes reformas sociales, justo en el momento en que los esclavos tomaban las armas para destruir el viejo sistema, en una palabra, esta era una época de grandes transformaciones cualitativas sociales. ¿Era necesario realizar esta transformación radical de la sociedad? ¿Era necesario que el viejo sistema esclavista fuese reemplazado por el sistema feudal progresista? Este era precisamente el reflejo, en esa época, del punto de vista central de la lucha en el campo ideológico entre las escuelas confucionista y legista. La escuela confuciana se oponía a esas reformas a más no poder, y la escuela legista las realizaba. El materialismo dialéctico nos enseña que únicamente el cambio cualitativo puede provocar el fin de las viejas cosas y el nacimiento de las nuevas; únicamente el cambio revolucionario puede hacer progresar la sociedad; que si se abandona el 116

cambio cualitativo no se puede efectuar ningún salto en el desarrollo social, no se pueden echar para atrás los dominadores de la reacción. Si decimos que los legistas, representantes de los intereses de la clase ascendente de los terratenientes de la época eran progresistas y revolucionarios, queremos decir que representaban la corriente del desarrollo social, que promovían el gran cambio cualitativo de la sociedad que consiste en el paso del sistema esclavista al sistema feudal; y si decimos que la escuela confuciana, representante de los intereses de los propietarios de esclavos, era decadente, reaccionaria y retrógrada, queremos decir que iban en sentido contrario al movimiento de la sociedad, que eran los oponentes y los saboteadores de este gran cambio cualitativo. Los representantes de las sucesivas líneas oportunistas en la historia del Partido traicionaron el marxismo, traicionaron la dialéctica revolucionaria, se opusieron igualmente a los cambios cualitativos, a la revolución. En 1926, bajo la dirección de la línea correcta del presidente Mao, en el momento mismo en el que el puño de acero de la revolución campesina de la provincia de Hunan iba a derribar a los burócratas, terratenientes y notables, en ese momento crucial, Chen Duxiu (28) se aceleró a lanzar su ―Corregir un error sin sobrepasar los límites‖; después de la Liberación, bajo la dirección de la línea general, para la época de transición, establecida por el presidente Mao en el Partido, era necesario hacer la revolución en el sistema de propiedad privada, pero Lui Shao-chi manifestaba con arrogancia: ―reforcemos el nuevo sistema nueva democracia‖; en la época en donde nuestra revolución y nuestra construcción socialistas se desarrollaban impetuosamente, cuando habíamos logrado grandes victorias contra los revisionistas, Lin Piao saltó y nos trató de ―excesivos‖, ―exagerados‖, él quería que nos ―opusiéramos a sobrepasar los límites‖ etc. Los lemas ―Corregir un error sin sobrepasar los límites‖, ―reforcemos el sistema de nueva democracia‖, y ―oponerse a sobrepasar los límites‖, en una palabra no permiten la revolución, el cambio cualitativo, ni la destrucción de la antigua unidad de contrarios por el pueblo 117

revolucionario. Estas son sus intenciones reaccionarias. El viejo sistema, el viejo orden, las viejas cosas son ―inútiles‖ desde el punto de vista de las clases revolucionarias, deben ser destruidas, abatidas. Pero desde el punto de vista de las clases reaccionarias éstas son supuestamente ―legítimas‖ y ―muy-normales‖, éstas no deben ser destruidas, ni abatidas. Si las clases revolucionarias quieren rectificar, destruir el viejo sistema, el viejo orden, las viejas cosas, estas deben transgredir la ―legitimidad‖ de las clases reaccionarias. Cuando el presidente Mao refutó el absurdo ―Corregir un error sin sobrepasar los límites‖ de Chen Dixiu, elemento oportunista de derecha al interior del Partido, denunció de una manera penetrante: ―Para corregir un error, hay que sobrepasar los límites justos; de otra manera, el error no será corregido‖. (Informe de una investigación del movimiento campesino en Junán, T.E., p. 28)* También dijo: ―Sus numerosos actos en el período de acción revolucionaria, calificados de ‗excesos‘, han sido justamente lo que la revolución necesitaba‖. (Ibíd.., p. 33) Desde el punto de vista de Confucio, Chen Duxiu, Liu Shao-chi, Lin Piao, los esclavos que volcaron la dominación de los propietarios de esclavos, los campesinos que se sublevaron para abatir a los terratenientes, el proletariado que entierra a la burguesía, todo esto son ―excesos‖, ―exageraciones‖, ―sobrepaso de los límites‖. Pero desde el punto de vista del pueblo revolucionario, si se quiere romper la unidad * La antigua expresión china ―sobrepasar los límites justos al corregir un error‖, antes era citada con frecuencia para poner trabas a las actividades de la gente; únicamente se permitían reformas dentro de los límites del orden establecido, en tanto que se prohibía todo acto dirigido a destruir por completo el viejo orden. Se consideraban ―justas‖ las acciones dentro de dichos límites, en tanto que aquellas orientadas a la completa destrucción del viejo orden eran descritas como ―sobrepasar los límites justos‖. Ésta también es una teoría propia de los reformistas y oportunistas dentro de las filas revolucionarias. El camarada Mao Tse-tung refuta aquí esta teoría reformista. Su frase: ―Para corregir un error hay que sobrepasar los límites justos, de otra manera, el error no será corregido‖, significa que para terminar con el viejo orden feudal hay que emplear métodos revolucionarios de masas y no métodos revisionistas, métodos reformistas. 118

contradictoria entre esclavos y propietarios de esclavos, entre campesinado y terratenientes, entre proletariado y burguesía, en una palabra, si se quiere realizar el cambio cualitativo, esto no puede ser ―excesivo‖, ―exagerado‖, no puede ser no ―sobrepasar los límites‖. La dialéctica revolucionaria habla entonces del cambio cualitativo, y el cambio cualitativo es la descomposición de un fenómeno único, es la destrucción de las cosas viejas, la construcción de las nuevas, es el progreso, es la revolución. La dialéctica de la historia no tiene piedad con el puñado de huevos podridos del tipo de Lin Piao. La dialéctica del cambio cuantitativo y cualitativo aplicada conscientemente, dirige nuestro trabajo Todas las cosas poseen sus dos aspectos: cuantitativo y cualitativo, estos son una unidad de contrarios entre la cantidad y la calidad, y la transformación de todas las cosas va del cambio cuantitativo al cambio cualitativo. Después de haber tomado el conocimiento de esta dialéctica debemos aplicarla para dirigir nuestro trabajo. Indicando para nuestro Partido la línea general de ―desplegar todos los esfuerzos, marchar siempre hacia delante, construir el socialismo según los principios: cantidad y rapidez, calidad y economía‖, el presidente Mao ha ilustrado de una manera profunda el principio de la unidad contradictoria entre la cantidad y la calidad en las cosas y los fenómenos. ―Cantidad y rapidez‖ hacen parte del campo cuantitativo, ―calidad y economía‖ del campo cualitativo; ―cantidad y rapidez‖ es la cantidad y la rapidez sobre la base de la ―calidad y economía‖; ―calidad y economía‖ es la calidad y la economía que tienen por premisas la cantidad y la rapidez. Bien dominadas en la práctica las relaciones dialécticas entre ―cantidad y rapidez, calidad y economía‖ tienen una gran significación en la aceleración de la marcha en la construcción del socialismo en nuestro país. Dirigiendo el proceso de la revolución, el presidente Mao a menudo aplicó la dialéctica del paso del cambio cuantitativo al cambio cualitativo y nos dirigió para lograr victoria sobre 119

victoria. El 20 de marzo de 1948, en Una circular sobre la situación (O.E.; t. 4, p. 229-232) el presidente Mao analizó la situación de la guerra de Liberación para indicar claramente que sólo destruyendo cerca de ocho brigadas de tropas regulares del Kuomintang en promedio cada mes, y cien brigadas cada año, podría existir la posibilidad de destruir todo el ejército del Kuomintang en cerca de cinco años (a partir de julio de 1946). Como consecuencia, los resultados obtenidos por los heroicos hechos de guerra del EPL sobre los campos de batalla de todo el país y el total de tropas destruidas en el campo enemigo en cuatro meses (julio-octubre de 1948) fue de trece divisiones, y la cifra promedio de enemigos fuera de combate cada mes aumentó rápidamente. En Trascendental cambio en la situación militar de China (O.E.; t. 4, p. 298), según la nueva situación de las fuerzas enemigas y de las nuestras, el presidente Mao hizo nuevos cálculos para determinar el tiempo necesario para la victoria en la guerra popular de Liberación: reveló que el año siguiente al mes de noviembre de 1948, el gobierno reaccionario del Kuomintang podría ser totalmente abatido. El desarrollo ulterior de la revolución china comprobó totalmente esta luminosa previsión. La destrucción total del gobierno reaccionario del Kuomintang, la creación de la República Popular de China fue una gran transformación cualitativa en el carácter social de China. A fin de realizar esta transformación era necesario estar seguros de destruir cada mes, cada año, cierto número de tropas enemigas en la guerra de Liberación. La destrucción de esas tropas enemigas era la realización del cambio cuantitativo, necesario para el gran cambio cualitativo. Según ésta relación dialéctica del cambio cuantitativo al cambio cualitativo, el presidente Mao fijó de una manera correcta las misiones para cada ejército e hizo grandes previsiones sobre el curso a seguir en la guerra de Liberación. Lin Piao tenía un miedo cerval al enemigo, se opuso frenéticamente a la línea revolucionaria del presidente Mao, saboteó las campañas de Liaosi-Chenyang y de PeipingTientsin. Confesó sin vergüenza que quería impedir las batallas decisivas de la estrategia conjunta de la guerra de Liberación, prolongar la dominación reaccionaria del Kuomintang, y retardar el gran cambio cualitativo en la naturaleza de la sociedad china. 120

En los Métodos de trabajo de los comités del partido, el presidente Mao nos enseña: ―‗Tener las cifras en la cabeza‘. Es decir, debemos prestar atención al aspecto cuantitativo de una situación y hacer un análisis cuantitativo básico‖. (T.E., p. 384) ¿Por qué es necesario tener las cifras en la cabeza y hacer un análisis cuantitativo básico? Porque toda cosa tiene su cantidad y su calidad, el desarrollo de toda cosa va siempre del cambio cuantitativo al cambio cualitativo, y de este último a un nuevo cambio cuantitativo. Las cosas objetivas son así en los hechos y para poderlas reflejar de esta manera sólo teniendo las cifras en la cabeza es que se pueden dominar claramente las medidas y los cambios de cantidad. Según la teoría del cambio cuantitativo en cambio cualitativo, cualquiera que sea el trabajo se necesita tener el sentido de la realidad, vencer las dificultades una por una, y acelerar el cambio cuantitativo de las cosas; cuando aquello haya alcanzado un punto máximo y el cambio cualitativo esté maduro, es necesario atreverse a saltar el viejo cerco, atreverse a hacer la revolución, ir hacia delante, allí donde los hombres jamás han puesto los pies. O bien, cuando las condiciones no están reunidas es necesario crearlas activamente, y una vez que sean reunidas, que estén maduras, es necesario entonces atreverse a actuar, atreverse a realizar el cambio cualitativo con coraje. El presidente Mao nos lanza este llamado: ―La época en la que entramos y que se extenderá sobre una cincuentena o incluso sobre una centena de años, será una gran época, ésta experimentará un cambio radical del sistema social a escala mundial; será una época de grandes trastornos, una época sin parecido en la historia. En dicha época debemos estar listos para iniciar las grandiosas luchas que en un buen aspecto, difieren en su forma de aquellas que tuvieron curso en el pasado.‖ (4 de marzo de 1968) La gran época de cambios radicales de la cual se habla aquí, época de grandes trastornos, será una época de transformaciones cualitativas en la sociedad, una época en donde el proletariado cumplirá su gloriosa misión histórica de aniquilación de la burguesía y de todas las clases explotadoras. Para ser un revolucionario debemos armarnos de la concepción del mundo del 121

proletariado, dominar la relación dialéctica entre cambios cuantitativo y cualitativo, hacer que nuestro conocimiento subjetivo adopte conscientemente la dialéctica del desarrollo histórico, perseverar en la revolución ininterrumpida, luchar arduamente y hasta el fin de nuestra vida por las ideas gloriosas del comunismo.

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CAPITULO 10

ATRAVESEMOS EL FENÓMENO PARA VER LA ESENCIA La aparición, el desarrollo y la conversión de las cosas de las cuales hemos hablado en los capítulos anteriores han sido estudiadas desde el punto de vista de su esencia, de sus relaciones interiores. Pero la esencia de las cosas objetivas no se manifiesta directamente en el exterior, ésta aparece si se atraviesa su fenómeno. Por esto, si queremos conocer el mundo de una manera correcta y transformarlo debemos también estudiar el problema que consiste en atravesar el fenómeno para ver la esencia. ¿Por qué hay que atravesar el fenómeno para poder agarrar la esencia? El presidente Mao dijo: ―Al tratar un asunto, debemos examinar su esencia y considerar su apariencia como una guía que nos conduce a la entrada y, una vez que cruzamos el umbral, debemos captar la esencia. Este es el único método de análisis seguro y científico‖. (Una sola chispa puede incendiar la pradera; O.E., t. 1, ELE, p. 127) ¿Por qué? Porque las cosas objetivas poseen sus dos aspectos: el fenómeno y la esencia. El fenómeno son todos las visiones parciales de una cosa, es su manifestación exterior, lo que puede ser visto, tocado; la esencia es la totalidad de la cosa, es su unidad interior que no puede ser vista ni tocada, que está oculta detrás de los fenómenos; los fenómenos son cambiantes, la esencia es relativamente estable. La esencia debe pasar por un fenómeno determinado para manifestarse, pero todo fenómeno solo expresa la esencia por algunos lados. Por esto, si queremos conocer la esencia de las cosas, percibir claramente los pormenores debemos atravesar el fenómeno para ver la esencia. Si no se actúa de esta forma, no se cruzará la puerta, no se conocerá nada. El relámpago y el trueno, el viento y la lluvia por ejemplo 123

poseen un aspecto fenomenal y otro esencial. Pero durante una época relativamente larga los hombres sólo podían ver el fenómeno del relámpago y del trueno, no conocían la esencia que servía de fundamento de tales ―crisis‖. Cuando no conocían la esencia de esos fenómenos, los hombres de la antigüedad se sentían predispuestos a la magia, y pensaban que supuestos espíritus del trueno, del viento, de la lluvia mandaban en el cielo. Las clases dominantes reaccionarias se beneficiaron de esto, fabricaron montones de supersticiones, propagaron el confucianismo, dijeron que las calamidades naturales provocadas por el trueno, el viento y la lluvia eran castigos enviados por dios por los ―crímenes‖, la ―falta de piedad filial‖ de los hombres, esto con el fin de proteger su dominación reaccionaria. Y cuando los hombres conocieron la esencia de esos fenómenos naturales supieron que el relámpago y el trueno son producidos por la lucha contradictoria entre la electricidad positiva y negativa, que el viento y la lluvia son el resultado de la convección del aire frío y caliente, entonces no solamente pudieron destruir las supersticiones propagadas por las clases dominantes reaccionarias, sino que además pudieron conocer las leyes del movimiento de esos fenómenos naturales, hacer previsiones meteorológicas, defenderse contra las acciones destructivas de las precipitaciones y utilizarlas al servicio de la humanidad. Todas las cosas que existen en la sociedad poseen también un aspecto fenomenal y un aspecto esencial. En los Estados Unidos en estos últimos años una gran cantidad de leche fue tirada al mar, los capitalistas tenían miedo de que una gran cantidad de leche en el mercado hiciera bajar los precios. Por esta razón, tiraron una parte a fin de mantener los precios de la leche. Detrás de este fenómeno que consiste en tirar la leche al mar se oculta la esencia de la producción capitalista: ganar dinero; en los países capitalistas hay frecuentemente millones de obreros desempleados, esto es un fenómeno. El gran capital monopolista posee los medios de producción y se embolsa la plusvalía, esta es la esencia. El fenómeno constituido por el revisionismo soviético que tiende sus manos a todos los lugares del globo es la manifestación exterior de la esencia de la 124

aplicación de la política agresiva del social imperialismo. La gran masa del pueblo trabajador soviético volvió a la condición de asalariado, las fábricas y las empresas pudieron licenciar y perseguir a su voluntad; la diferencia ciudad-campo no deja de ampliarse, los campesinos emigran poco a poco hacia las ciudades, etc.; detrás de estos cuantos fenómenos se oculta la restauración del capitalismo en todos los campos efectuada por la camarilla de renegados revisionistas soviéticos. Esta esencia se expresa inevitablemente por el fenómeno de la nueva explotación y opresión de las masas obreras y campesinas en la Unión Soviética. Podemos ver que todas las cosas que están constituidas por la unión contradictoria entre el fenómeno y la esencia, esta última está oculta detrás del fenómeno. Por esto, si queremos conocer las cosas necesitamos de este método de análisis científico: atravesar el fenómeno para ver la esencia. Marx dijo correctamente: ―Si las manifestaciones exteriores de una cosa y su esencia se fusionaran estrechamente, toda ciencia llegaría a ser superflua‖ (El Capital; p. 959 del t.III. de la edición china) Algunos dicen que la esencia de una cosa no se revela inevitablemente a través de su fenómeno. Por ejemplo, la condena a muerte de Shaozheng Mao por Confucio es del todo comprensible, la cuestión de saber si la esencia se manifiesta allí a través del fenómeno es inútil. Por nuestra parte, la condena de Shaozheng Mao es una realidad, pero esta realidad no es de ninguna manera la esencia del suceso; simplemente comprender la realidad de este suceso, no quiere decir haber aclarado el plano social detrás de esto, la esencia de clase de esta muerte. Por esto no podemos agarrarnos del suceso mismo y contentarnos, debemos considerarlo como una guía que nos conduce hacia la puerta: después de haber penetrado con profundidad el hecho del asesinato de Shaozheng Mao se podrá percibir la lucha sin piedad entre propietarios de esclavos y la clase ascendente de terratenientes feudales, aclarar quién es revolucionario y quién es reaccionario. Si nos contentamos con aprehender el fenómeno de la muerte de Shaozheng Mao por Confucio y no penetramos profundamente su esencia, es muy posible que sólo se vea en este hecho político 125

de importancia una querella personal entre ellos. La cuestión a la que hay que poner atención aquí es la siguiente: no se debe confundir la realidad de las cosas y su esencia. Con el fin de agarrar la esencia de las cosas debemos primero precisar su realidad, esto es innegable. Pero la realidad no es todavía la esencia, ésta puede representarla directamente por ciertos lados, pero esto no es la esencia en sí. Para aclarar esta cuestión podemos dar aun algunos ejemplos, algunas explicaciones. Zhu Kejia, joven instruido, se asentó en las regiones montañosas de Yunnan y tiene los mismos pensamientos y las mismas preocupaciones que los campesinos pobres y medios. Hizo muchas buenas acciones. Los campesinos pobres y medios necesitaban un peluquero, él aprendió a peluquearlos; necesitaban reparar los instrumentos, él aprendió la carpintería; necesitaban ir a ver al médico, él se hizo médico de pies descalzos, etc. Todo esto, son naturalmente realidades, manifestaciones de la esencia revolucionaria de Zhu Kejia pero después de todo, no es todavía la esencia en sí. ¿Cuál es la esencia que se encuentra detrás de sus acciones revolucionarias? Siguiendo con corazón resuelto la vía de la fusión con los obreros, los campesinos y los soldados, indicada por el presidente Mao, él se transformó en un auténtico continuador de la causa de la revolución proletaria. Esta es la esencia, todos esos actos meritorios, que realizó para los campesinos pobres y medios son justamente las manifestaciones de esta esencia, estos fueron hechos bajo la incitación de aquella. Debemos aprender al lado de Zhu Kejia, no solamente estudiar sus gloriosas hazañas, sino sobre todo tomar ejemplo del punto de vista proletario del cual él se armó. Solo así se puede estimar haber hecho un análisis profundo, haber agarrado la esencia. Tomemos el Movimiento de estudio acerca de Tachai. Si solo se ve su gran producción de cereales y sus sensacionales hazañas, sin ver la causa que permitió a Tachai obtener tales resultados; si no se ve que conocieron los daños de la línea errónea, que fueron asaltados por todas las clases de calamidades naturales, 126

que los miembros y los cuadros de Tachai mantuvieron la lucha entre las dos clases, las dos líneas, mantuvieron la lucha en el dominio de la superestructura, solo se podrá ver el fenómeno de Tachai, pero no se podrá agarrar su esencia. Estudiar así es estudiar el exterior, actuar ―como una esponja‖ y transformar inevitablemente el movimiento de masas de Tachai en un simple movimiento de producción. ¿Por qué en el pasado algunas localidades no pudieron tomar ejemplo de Tachai? La causa esencial es que ellos solo vieron en Tachai un fenómeno de producción elevada, que perdieron la esencia del por qué de esas producciones elevadas, no se unieron a la lucha de clases, ni a la ideología de los hombres, y produjeron con el solo objetivo de producir, lo que evidentemente no podía marchar. Conocer bien el fenómeno y la esencia de las cosas, saber que la realidad es una manifestación de la esencia y no la esencia misma no es únicamente una exigencia teórica, es muy importante para la dirección que se debe imprimir a la práctica de nuestra lucha. Sabemos que en los fenómenos de las cosas no hay solamente la realidad, también hay las apariencias. La realidad es el reflejo directo y tal cual de la esencia de las cosas, es una manifestación de la esencia; pero ¿qué es la apariencia? La apariencia es también una manifestación de la esencia de las cosas, pero ésta es esta truncada. Lenin dice: ―Lo aparente es la esencia en una de sus determinaciones, en uno de sus aspectos, en uno de sus momentos. La esencia parece ser aquella. La apariencia es el aparecer de la esencia misma en sí misma‖. (―Resumen de la Ciencia de la Lógica de Hegel‖ O., t 38, p.127). La apariencia da a los hombres una impresión completamente opuesta a la esencia de las cosas y sin relación con ella, en realidad la apariencia es una exigencia de la esencia, una de sus manifestaciones. En lenguaje cotidiano se dice ―el ladrón grita ladrón‖. Aquel que ha robado grita: ―¡al ladrón! ¡un ladrón robó mi dinero!‖ ¿No es difícil de comprender? En realidad, el ladrón, después de su robo, se fabrica una apariencia con el fin de no ser sospechoso. Esta apariencia completamente contraria a la realidad, constituye el reflejo de la esencia del ladrón, la 127

exigencia misma de su esencia. El imperialismo utiliza una cantidad de apariencias para camuflar su naturaleza agresiva. El social imperialismo se cubre incluso con el velo del socialismo, su naturaleza engañosa es aún más grande. Este explota abiertamente la gente, pero repite que es ―la ayuda económica‖, practica la expansión de armamentos pero grita todos los días: ―¡desármense! ¡desármense!‖ Blasfema diciendo que hay que reducir en un 10% los gastos militares para ayudar a los países en vía de desarrollo. En realidad practica la agresión y la humillación, y piensa hacerlo sin hacerse ver, pero mistifica y engaña la gente, es una ―determinación‖ del imperialismo que es indisociable de su naturaleza. El renegado y traidor Lin Piao actuaba igualmente. El Informe Político en el X Congreso del Partido mostró profundamente que Lin Piao y el puñado de sus partidarios profesaban un odio a muerte hacia el partido, formaron una camarilla de conspiradores contrarrevolucionarios que ―tenían siempre a mano la colección de citas y los vivas en la boca y les prodigaban elogios en la cara para luego apuñalearlos por la espalda‖. A primera vista, su apariencia era completamente contraria a su esencia, como si no tuvieran nada que ver la una con la otra. De hecho, esta apariencia ―de tener siempre a mano la colección de citas‖ bien era una manifestación y una necesidad de su naturaleza contra-revolucionaria en las condiciones de la dictadura del proletariado. ¿No hemos descubierto su estratagema de ―disimulación‖ que consistía en ―albergarse por un tiempo en la guarida del tigre‖? Esto nos hace ver aun más claramente que todas las apariencias fabricadas por Lin Piao no son más que una ―determinación‖, un ―aspecto‖, un ―momento‖ de su esencia contra-revolucionaria. Hablando en general, todas las cosas son una unidad contradictoria entre el fenómeno y la esencia, si no se ha distinguido la esencia, no se reflejará el fenómeno; la esencia pasa por el fenómeno (incluyendo la apariencia) para manifestarse directamente o de una manera engañosa; el 128

fenómeno expresa la esencia. Esto es precisamente porque la unión entre el fenómeno y la esencia es tal, que para conocer el mundo debemos ver la esencia a través del fenómeno. El presidente Mao dijo: ―Nuestra práctica testimonia que no podemos comprender inmediatamente lo que percibimos, y que podemos percibir con mayor profundidad sólo aquello que ya comprendemos. La sensación sólo resuelve el problema de las apariencias; únicamente la teoría puede resolver el problema de la esencia‖ (Sobre la práctica; O.E., t. 1, ELE, p. 321). Si no se atraviesa el fenómeno de una cosa, no hay forma de conocer su esencia, no es sino después de haber agarrado la esencia de una cosa que se le podrá comprender de una manera profunda su fenómeno. Para ver la esencia a través del fenómeno es necesario todo un proceso Según la teoría del conocimiento, agarrar la esencia a través del fenómeno es una etapa inevitable para conocer el mundo objetivo. El mundo objetivo puede ser conocido, esto es un punto innegable. Pero si se quiere conocer una cosa compleja, descubrir su esencia a través de todos sus fenómenos, es necesario e indispensable un proceso más o menos largo. ¿Por qué? Porque los hombres experimentan los límites de las condiciones científicas y técnicas, y las cosas objetivas tienen también, en ellas mismas, un proceso de aparición, de desarrollo y de revelación. Por esto cuando nosotros las reflejamos, cuando nosotros las conocemos, desde el fenómeno que vemos hasta la esencia que aprehendemos, evidentemente es de un proceso de lo que se trata. El Capital de Marx fue escrito cuando el capitalismo existía desde hacía cerca de doscientos años, El imperialismo fase superior del capitalismo de Lenin fue escrito cuando el capitalismo se había transformado definitivamente en imperialismo. Esto es lo que dice el presidente Mao: ―Quien quiera conocer una cosa, no podrá conseguirlo sin entrar en contacto con ella, es decir, sin vivir (practicar) en el mismo medio de esa cosa. En la sociedad feudal era imposible conocer de antemano las leyes de la sociedad capitalista, pues no había aparecido aún el capitalismo y faltaba la práctica correspondiente. El marxismo sólo podía 129

ser producto de la sociedad capitalista. Marx en la época del capitalismo liberal, no podía conocer concretamente de antemano ciertas leyes peculiares de la época del imperialismo, ya que no había aparecido aún el imperialismo, fase final del capitalismo, y faltaba la practica correspondiente; sólo Lenin y Stalin pudieron asumir esta tarea.‖ (Sobre la práctica; O.E., t. 1, ELE, pp. 321-322). Esto sucede en la misma forma para el conocimiento de la naturaleza por la humanidad. El mundo material, cuyo desarrollo ilimitado es extremadamente complejo y enredado, engendra a menudo muchas apariencias, deforma la cara principal de la naturaleza. Por ejemplo, la tierra gira alrededor del sol, y por lo tanto, visto desde la tierra el sol se manifiesta como girando alrededor de esta. Esto es una apariencia, lo que aumenta aun más nuestra dificultad de conocer los fenómenos objetivos. Aunque haya cosas que nosotros ya utilicemos en la práctica, esto no quiere decir que conózcanos su esencia, que tengamos clara su unidad interior. ¿Por qué se dice rayos X? Es por que en aquella época, nadie sabía claramente lo que era este rayo, si era de naturaleza corpuscular u ondulatoria, y por esto se le ha dado el nombre de rayo X. X es aquí la letra de lo desconocido. A través de la práctica médica, los hombres progresaron a grandes pasos en el conocimiento de las leyes de la acupuntura moderna, utilizándola cada vez más ampliamente. Pero en lo que concierne al conocimiento de su esencia, hay aun muchas preguntas que deben ser estudiadas más a fondo. A un grado determinado, ciertas cosas aún no son reveladas, los hombres tienen muchas dificultades en descubrirlas. Este es el caso de los malos elementos infiltrados en nuestras tropas: ¿Cómo podemos saber quiénes son ellos, antes de que se hayan revelado? Nosotros utilizamos la teoría de la reflexión del materialismo dialéctico, y no somos empiristas idealistas que ―tendrían la ciencia infusa‖; solo se puede ver la esencia de un hombre a través de una gran cantidad de manifestaciones. Evidentemente, se necesita que haya todo un proceso para esperar que se revele, para verle manifestarse. ¿No fue precisamente de esta manera que se desenmascaró el renegado 130

y traidor Lin Piao? Por esto el informe del X Congreso decía: ―Lin Piao, este arribista burgués, este conspirador y e individuo de doble cara, ha perseguido su empresa, en el seno de nuestro partido, no durante diez y algunos años, sino muchos decenios; él siguió un proceso en el curso del cual evolucionó y se desenmascaró. Igualmente, nos ha tocado pasar por todo un proceso para conocerlo. (El X Congreso del Partido Comunista de China., E.P., Pekín 1973, p. 14) Lo que se ha dicho más arriba es que las cosas objetivas siguen un proceso de revelación y si queremos agarrar la esencia a través del fenómeno, tenemos también la necesidad de todo un proceso. Pero ciertos fenómenos existen ya, ya se han revelado, entonces ¿por qué los desconocemos? ¿Por qué cometemos el error de no ver mas que el fenómeno sin ver la esencia? Aclarar este problema según la teoría del conocimiento es muy importante, ya que esta concierne a la elevación de nuestro nivel ideológico y el reforzamiento de nuestra capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso. Hace ya más de treinta años, para criticar la fuente de la teoría del conocimiento que engendraba el pesimismo en el interior del Partido, el presidente Mao escribía: ―Especialmente los que trabajan en el Ejército Rojo, cuando sufren una derrota, cuando están rodeados o acosados por poderosas fuerzas enemigas, a menudo, sin quererlo, generalizan y exageran su situación momentánea, particular y local, como si globalmente fuera poco brillante la situación de todo el país y del mundo entero, y vagas y remotas las expectativas de victoria de la revolución. En su observación de las cosas, estos camaradas se aferran a las apariencias y pasan por alto la esencia, porque no han efectuado un análisis científico de la esencia de la situación general.‖ (Una sola chispa puede incendiar la pradera; O.E., t. 1, ELE, p. 128). Aunque aquí nuestro presidente hable directamente de la corriente de derecha en el interior del Partido, él revela, desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, la fuente que nos hace ver únicamente el fenómeno y no la esencia. Dos puntos deben retener nuestra atención: el primero: ellos ―llegan a generalizar lo que no es más que una situación temporal, particular, local, exagerando 131

la importancia‖; la otra: ―Ellos no sometieron la situación general a un análisis científico yendo al fondo de las cosas‖. ¿Por qué es fácil ver solamente el fenómeno sin ver la esencia? Aquí se encuentra el núcleo de la teoría del conocimiento. Si se quiere evitar este error en el proceso del conocimiento del mundo objetivo, primero que todo se debe aclarar a través de la práctica de la lucha la situación global de una cosa, todos los aspectos de su fenómeno, no se puede en absolutamente agarrarse de situaciones parciales para generalizarlas y ampliarlas. Una vez que se ha aclarado la situación global en la cual se encuentra una cosa y se le ha dominado, esto no constituye más que el primer paso hacia la ―puerta de entrada‖; si se quiere verdaderamente agarrar la esencia de una cosa se debe entonces ―someterla a un análisis científico yendo al fondo de las cosas‖. Sólo actuando conscientemente de esta manera se podrá elevar sin interrupción nuestra capacidad de ver la esencia a través de la apariencia. En política, se debe recurrir a los binóculos y al microscopio para ver la esencia a través de la apariencia En la explicación de este método de análisis científico que consiste en ver la esencia a través de la apariencia, el presidente Mao nos ha proporcionado un ejemplo maravilloso. Una chispa puede incendiar toda la pradera, es una carta que escribió a Lin Piao, en el tiempo en que estaba en los montes Hinggan, para criticar el capitulacionismo de derecha que daba nacimiento del desánimo pesimista y que hacia decir al renegado y traidor Lin Piao: ―¿Tendremos éxito en mantener por largo tiempo nuestra bandera roja?‖. Nuestro presidente percibió el aspecto exterior de poder ostentado por los reaccionarios y dijo que su realidad era el fin inevitable. Mostró con profundidad el auge de la futura gran ola revolucionaria y dijo: ―Parece un buque cuya cima de mástil es ya visible en el lejano horizonte; parece un disco solar cuyos ardientes rayos penetran ya las tinieblas del oriente y son visibles desde lo alto de la montaña; parece un niño que se estremece en el vientre de su madre y que verá pronto el día‖. (Texto citado: D.C., t. I, p. 141)8. Este importante documento nos ha dado un ejemplo revolucionario de análisis que consiste en ver la esencia a través 132

del fenómeno, debemos estudiarlo bien. El presidente Mao dijo: ―La vista sola no es suficiente, debemos contar con la ayuda del telescopio y del microscopio. El método marxista sirve de telescopio y microscopio en los asuntos políticos y militares.‖ (Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria en China; O.E., t. 1, ELE, p. 239). Si queremos ver la esencia a través del fenómeno, primero que todo hay que pasar por la práctica de la lucha y estar en relación con la cosa objetiva, reunir suficientes materiales para someterla a un análisis científico. Pero lo que es particularmente importante es la manera como nos esforzamos en ―ver a través del fenómeno‖. Si verdaderamente queremos trabajar en ver la esencia a través del fenómeno debemos actuar ―desechando la cáscara para quedarse con el grano, descartando lo falso para conservar lo verdadero, pasando de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno‖. (ídem. p. 203). Sobre todo, debemos aprender a manejar el marxismo como el ―telescopio y el microscopio en la política y en el campo militar‖. Por ejemplo, ¿cuál debe ser nuestra actitud con relación al enemigo de clase? Poseer o no poseer la teoría marxista y la conciencia de la línea fundamental, no es del todo la misma cosa. En el momento en el que la lucha de clase llegue a ser muy aguda cuando el enemigo de clase parezca ser honesto, debemos tener la actitud de la gallina del cuento: ― La zorra felicita a la gallina por el año nuevo: permanezcamos en guardia.‖ ¿Cómo la zorra puede felicitar por el año nuevo a la gallina? Evidentemente, esto es una apariencia, hay que prestar atención; su meta es la de devorar a la gallina, allí está la esencia. Si no tenemos una idea de lo que es la lucha de clases y si solamente vemos el fenómeno de la sumisión de los enemigos, creeremos sin razón que ellos llegaron a ser honestos, faltará vigilancia a sus consideraciones; estaremos ciegos por el fenómeno y nos dejaremos vencer por el enemigo. En el Movimiento de crítica de Lin Piao y de Confucio, nosotros, obreros, campesinos y soldados hemos comprendido aun mejor que si abandonamos el análisis de clase, este método de análisis fundamental del marxismo, no podremos develar totalmente la 133

apariencia del embustero Confucio; asimilando el marxismo, utilizando el método de análisis de clase, mirando más a fondo el confucianismo, llega a ser claro que en realidad, detrás de la apariencia de la humanidad, de justicia, de moral y de virtud de la que se jactaba Confucio se escondía la naturaleza reaccionaria de su voluntad de restaurar el orden esclavista y de hacer girar hacia atrás la rueda de la historia. Ver la esencia a través del fenómeno quiere decir que todas las cosas objetivas pueden ser conocidas, pero también que este conocimiento no puede dejar de profundizarse hasta el infinito. Lenin lo escribe así: ―Proceso infinito de profundización del conocimiento por el hombre de las cosas, fenómenos, procesos, etc. Yendo de los fenómenos a la esencia y de una esencia menos profunda a una esencia más profunda. (Resumen de la Ciencia de la Lógica de Hegel; O., t. 38, p. 210).

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CAPÍTULO 11

LAS NUEVAS COSAS, LOS NUEVOS FENÓMENOS SON INVENCIBLES Sea la naturaleza, la sociedad humana o incluso el pensamiento de los hombres, todos se desarrollan hacia delante siguiendo las leyes del materialismo dialéctico. Poco importa si estas chocan con vicisitudes o con restauraciones a lo largo del trayecto; en fin de cuentas lo que es nuevo termina siempre por vencer lo que es viejo; esta es una ley universal sobre la cual los hombres no tienen ningún poder. El reemplazo de lo viejo por lo nuevo es una ley universal del desarrollo de las cosas. En el mundo, las nuevas cosas siempre vencen las viejas. El presidente Mao dice a este respecto: ―Reemplazo de lo viejo por lo nuevo. Tal es la ley general e imprescriptible del universo‖. (Sobre la contradicción; T.C., p. 120) Tomemos el campo de la producción: las cosas nuevas, progresistas, siempre reemplazan las cosas viejas, decadentes. El telar de pedal reemplazó el tejido a mano, el telar automático reemplazó a su vez, el telar de pedal, y en el presente, el telar bobinado también empieza a ser reemplazado por el telar de aire comprimido; en el futuro es posible que éste último sea reemplazado por una máquina aun más avanzada. Es decir que la máquina misma sigue el desarrollo de toda la producción, y experimente sin parar un proceso de reemplazo de lo viejo por lo nuevo. Antes de que haya habido vapor y electricidad para servir de fuerza motriz se utilizaba la fuerza del hombre, de los animales y del viento para poner en movimiento las máquinas y para el transporte; el armazón de las máquinas era aun de madera. Luego de que la fuerza del hombre y del animal fue reemplazada por la del vapor y de la electricidad, la velocidad de las máquinas aumentó enormemente y ya no se utilizó más el acero remplazando la madera para fabricar sus armazones. La pequeña producción campesina utilizaba la carreta de bueyes como medio de comunicación y de transporte, y eso 135

bastaba. Con el desarrollo de la producción era necesario encontrar un medio de transporte rápido y de gran capacidad, entonces se creó el tren, ya que éste era más conveniente. Bastó con acordarse someramente de la historia del desarrollo de la producción para poder decir que en un número incalculable de veces, ningún medio de producción ha evitado el reemplazo de lo viejo por lo nuevo, para llegar al aspecto en que lo conocemos hoy. Se puede entonces afirmar que si el proceso dialéctico de la producción social debe continuar el reemplazo de lo viejo por lo nuevo y la victoria de éste sobre aquel proseguirá eternamente. El cambio en los sistemas sociales es también el reemplazo del viejo sistema por el nuevo, la victoria del nuevo sistema sobre el viejo: el paso de la sociedad primitiva a las sociedades esclavista, feudal y capitalista, para finalmente llegar a la sociedad socialista y comunista. Cada vez que un nuevo sistema social toma su vuelo, la gran cantidad de fenómenos nuevos inevitablemente llevan tras sí, reemplazan lo antiguo, las cosas podridas. Pero ¿las cosas nuevas lo son eternamente? En un momento dado, éstas lo son, pero después de un desarrollo de la situación y un cambio en las condiciones, éstas pueden en su momento volverse viejas, pueden ser reemplazadas por cosas aun más nuevas, superiores. Por ejemplo, la reforma agraria en nuestro país utilizó el sistema de propiedad privada campesina para reemplazar el sistema de explotación de la propiedad terrateniente feudal. En esa época, esto representaba un progreso que hizo avanzar el desarrollo de la producción en la agricultura. Pero muy rápido, esta pequeña economía campesina no correspondió más a las exigencias del desarrollo de la producción social, ésta se transformó en una cosa decadente; más tarde, hicieron su aparición, los grupos de ayuda mutua, las cooperativas de bajo y de alto nivel, la comuna popular. Todo esto explica que después de la aparición de las cosas nuevas, éstas siguen inevitablemente los cambios de las condiciones que le dieron nacimiento y de cosas que se adaptan a las exigencias del desarrollo de la producción, éstas se transforman en su contrario. 136

Engels dijo justamente: ―por el contrario: todos los estadios históricos que se suceden no son más que otras tantas fases transitorias en el proceso infinito de desarrollo de la sociedad humana, desde lo inferior a lo superior. Todas las fases son necesarias, y por tanto, legítimas para la época y para las condiciones que las engendran; pero todas caducan y pierden su razón de ser, al surgir condiciones nuevas y superiores, que van madurando poco a poco en su propio seno; tienen que ceder el paso a otra fase más alta, a la que también llegará, en su día, la hora de caducar y perecer.‖ (Marx y Engels: ―Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana‖; O.E., t. 3, Ed. Progreso, p. 357-358). Este reemplazo de lo viejo por lo nuevo es la ley general e imprescriptible del universo. Pero en definitiva, ¿Qué es una cosa nueva? ¿Qué es una cosa vieja? ¿Cuál es la ley objetiva que permite distinguir la cosa nueva de la vieja? Decimos que la distinción fundamental es ver si ésta está conforme o no a la ley inevitable de la aparición y del desarrollo de las cosas objetivas, si está conforme o no a la tendencia del desarrollo histórico de la humanidad; si ésta lo es, es una cosa nueva, si ésta no lo es, es una cosa vieja. En la sociedad de clases hay que ver si esta refleja las exigencias y los intereses de cual clase: todo lo que representa los intereses de las clases progresistas y de las masas populares es una cosa nueva; al contrario, todo lo que representa los intereses de las clases reaccionarias, pasa por encima de los intereses de las masas populares, es una cosa vieja. Es así como determinamos si una cosa es nueva o no, si ésta es digna de nuestros elogios, alabanzas y apoyo, o si debemos oponernos a ella y abatirla. Algunos piensan que todo lo que a aparecido de último es una cosa nueva. Esto es falso. Si se toma el caso de las cosas objetivas que siempre se desarrollan del grado inferior al grado superior, es decir las cosas nuevas progresistas que sobrepasan su propia etapa anterior en la historia de la humanidad, éstas bien son las últimas en aparecer. Esto es un hecho, no hay ninguna duda de esto. Pero, ¿esto quiere decir que todo lo que ha aparecido de último es una cosa nueva? En absoluto. La camarilla de renegados Jruschov-Brezhnev que ha restablecido el capitalismo en la U.R.S.S. apareció luego del glorioso país 137

socialista creado por Lenin y Stalin. ¿Se puede decir que esto es una cosa nueva? La ópera reaccionaria ―Escalar tres veces el monte de los pecadores‖ apareció luego de un gran número de óperas con temas revolucionarios contemporáneos, no es menos que una reedición de la ópera: ―Descender tres veces al jardín de los pecadores‖, tan exaltada por la línea revisionista contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi (29). Fue una cosa que se opuso totalmente al movimiento social y evidentemente no constituye una cosa nueva. En realidad, a fin de oponerse a la corriente revolucionaria, los reaccionarios del interior y del exterior dan caras nuevas a sus viejas baratijas, las disfrazan y las maquillan poniéndoles la palabra ―nuevo‖ y las muestran por todas partes para mistificar a la gente. Por esto, si queremos determinar si una cosa es nueva o no, debemos ver de la manera más fundamental si le sirve a las clases reaccionarias o a las clases revolucionarias; si es favorable para la conservación del viejo sistema social, de los pensamientos obsoletos, de la literatura y el arte, de las costumbres viejas; o bien si es favorable al desarrollo del nuevo sistema social, a la literatura y al arte, a las costumbres y hábitos nuevos. Pero no se debe decir si es una cosa nueva teniendo únicamente en vista el momento de su aparición. ¿Por qué las cosas nuevas obtendrán inevitablemente la victoria sobre las viejas? Porque ―Dentro de toda cosa existe la contradicción entre lo nuevo y lo viejo, la cual da origen a una serie de luchas y vicisitudes. Como resultado de estas luchas, lo nuevo pasa de pequeño a grande y llega a ser predominante; en cambio, lo viejo pasa de grande a pequeño y se aproxima gradualmente a su desaparición.‖ (Sobre la contradicción; O.E., t. 1, ELE, p. 356). Al inicio del movimiento cooperativo en la brigada de Tachai, éste tenía dos grupos de ayuda mutua, uno donde la mano de obra era débil, las condiciones de la tierra, de los instrumentos y del ganado eran malos; se llamaba ―el grupo de los mendigos‖, estaba dirigido por el camarada Chen Yonggui (30). El otro tenía una mano de obra fuerte y sus condiciones de tierra, de instrumentos y de ganado eran buenas, se llamaba ―el grupo de los gallardos‖, estaba organizado por algunas familias 138

acomodadas. Esos dos grupos decidieron competir para ver cual superaba al otro. Y ¿Cuál fue el resultado? El ―grupo de los mendigos‖ superó al ―grupo de los gallardos‖. ¿Por qué ―el grupo de los mendigos‖ con mano de obra débil y en malas condiciones abatió al ―grupo de los gallardos‖, con mano de obra fuerte y en buenas condiciones? Porque ―el grupo de los mendigos‖ de Tachai era una cosa nuevamente engendrada, sus miembros trabajaban por la causa del socialismo, iban en la misma dirección del camino de la colectivización indicado por el presidente Mao; actuaban conforme a la tendencia del desarrollo social; tenían una enorme vitalidad y un fututo glorioso. Aunque no había más que ―mendigos‖, y que por el lado del ganado y de los instrumentos no iban muy fuerte, a fin de hacer la revolución siguiendo al presidente Mao, su espíritu y su fuerza giradas hacia una misma meta, ellos acumularon poco a poco y transformaron su debilidad en poder; apoyándose sobre la fuerza colectiva, consiguieron la victoria sobre todas las dificultades y su volumen de producción de cereales aumentó. Miremos ―el grupo de los gallardos‖; ellos estaban a la cabeza en lo que concierne a la tierra, el ganado, los instrumentos, pero su camino no era correcto, sólo pensaban en enriquecerse, tanto en público como en privado, cada uno por su lado; y las estaciones pasando y las cosechas no llegaban; la fuerza se había transformado en debilidad, la vieja vía del trabajo individual era impracticable, ya que ésta no correspondía con la tendencia del desarrollo social. Esta es la razón fundamental de su fracaso. Tomemos los jóvenes instruidos que van al campo, ¿toman ellos el camino de la integración con los obreros, campesinos y soldados, o el de la separación de ellos? Esta allí también la lucha entre lo nuevo y lo viejo. El resultado inevitable de la lucha es que la nueva corriente de ir al campo destruirá la vieja corriente que pone obstáculos en la instalación en los campos. ¿Por qué? Porque los jóvenes instruidos que se trasladan al campo constituyen un grandioso plan para la educación de los continuadores de la causa revolucionaria del proletariado, para la oposición al revisionismo y para el refuerzo de la dictadura del proletariado; es una exigencia de esta tendencia general del 139

desarrollo social constituida por la liquidación de la diferencia entre ciudades y campo, entre trabajo manual e intelectual; es lo que exige también el plan general para el desarrollo de la economía nacional: tomar la agricultura como base y la industria como factor dominante. Trasladándose al campo, los jóvenes instruidos actúan entonces en total conformidad con la ley del desarrollo de la revolución y la edificación socialistas. Ellos responden a los intereses fundamentales de las masas populares de todo el país, es también su más grande esperanza y su exigencia revolucionaria. La juventud instruida que se traslada en masa a los campos lo hace según la indicación dada por el presidente Mao: ―Es necesario que los jóvenes que tienen instrucción vayan al campo para hacerse reeducar por los campesinos pobres y medios.‖ (Llamado de diciembre de 1968) Utilizando este llamado como un faro que aclara la ruta, comprendieron muy profundamente en la práctica esta consigna: ―El campo es muy vasto, ellos pueden dar allí toda su medida‖. Así, ellos quieren bañar con su sudor cada pulgada de la Patria como los mártires de la revolución la bañaron con su sangre. Ellos dicen: ―En los pueblos hay tantos conocimientos que una vida no bastará para adquirirlos todos, y tantos hechos que una vida tampoco bastará para cumplirlos, y aunque marchemos sobre los pequeños senderos en medio de los campos, seguiremos de hecho hacia el objetivo del comunismo.‖ Podemos afirmar: las acciones revolucionarias de los jóvenes instruidos que se trasladan al campo destruyen definitivamente todo el desprecio hacia los campesinos, hacia el trabajo agrícola, el temor a las dificultades y otras cosas viejas; destruyen las coerciones impuestas por los sofismas reaccionarios de Confucio: ―Estudiar y adquirir altas funciones‖, ―la multitud es baratija, sólo aquellos que han estudiado son elevados‖, etc., ellos forman una corriente revolucionaria que nada puede parar, es una necesidad histórica que nadie puede entrabar. El crecimiento de las nuevas cosas se enfrenta con dificultades y vicisitudes Hemos dicho que las nuevas cosas son invencibles, pero esto no quiere decir que su crecimiento prescinda de la lucha, que éstas 140

no puedan encontrar dificultades, e incluso sufrir fracasos momentáneos. Todas las cosas y todos los fenómenos en el mundo suben como un espiral y avanzan por olas. Esto es lo que dice Lenin: ―un desarrollo que no discurre en línea recta, sino, en espiral, por decirlo así‖ (Carlos Marx, Obras Escogidas en tres tomos, t. 1, p. 31) El desarrollo en espiral es parecido al movimiento circular, pero no es algo que giraría perpetuamente para regresar a su punto de partida. En apariencia, repeticiones y sinuosidades parecen recorridos sin resultado, pero cada vez que una sinuosidad ha sido franqueada y una repetición superada se sucede inevitablemente una victoria y un progreso, lo que empuja la cosa a una nueva etapa. A cada nueva etapa, se alcanza un grado relativamente superior con relación al viejo, sin regresar al punto de partida. La unidad contradictoria entre la progresión y la sinuosidad es el movimiento complejo constituido por una subida en espiral y una progresión por olas; el punto de vista de la línea recta niega la sinuosidad del desarrollo de las cosas, la teoría del movimiento circular niega la progresión en espiral del desarrollo de las cosas, éstas dos niegan la unidad dialéctica de la progresión y de la sinuosidad, infringen la dialéctica materialista, no pueden dejar de caer en los errores de la metafísica. El presidente Mao dice: ―la revolución como toda actividad en el mundo siempre sigue un camino tortuoso y jamás rectilíneo.‖ (La táctica de la lucha contra el imperialismo japonés; t. I, p. 182) Si se toma el desarrollo social y la lucha de clases en la etapa histórica del socialismo, se ve que éstos también se desarrollan siguiendo el camino de la subida en espiral y del progreso por olas. La forma de la lucha de clases puede estar sujeta a altas y a bajas, pero cada gran lucha hace progresar de un paso nuestra causa socialista, la hace pasar a una etapa superior. Este punto amerita detenerse: un momento de exacerbación o de tregua en la lucha de clases no corresponde del todo a su existencia o a su negación; desde el comienzo al fin de la etapa histórica del socialismo existen las clases, las contradicciones y las luchas de clase, y fundándose sobre el camino del desarrollo de la lucha de clases debemos conseguir las victorias. 141

Todas las cosas se desarrollan siguiendo un camino tortuoso, ya que ―es a través de las dificultades y las vicisitudes que crece lo nuevo (Sobre la correcta solución de las contradicciones en el seno del pueblo; E.C., p. 490) Al interior de todas las cosas existe una lucha de contrarios, lo que es nuevo se opone a lo que es viejo, lo que es nuevo debe nacer, lo que es viejo se opone, y si lo que es nuevo no destruye lo viejo, no podrá desarrollarse. En la sociedad de clases, la aparición de todas las novedades es una cuestión de ventaja o de inconveniente para las clases en lucha, no puede haber en absoluto novedades que estén por encima de las dos clases contradictorias, que no traigan daños a nadie. Por esto se lleva una lucha aguda entre las clases revolucionarias y las clases reaccionarias en lo que concierne a las novedades, y estas sólo pueden crecer enfrentando dificultades y vicisitudes; esto constituye una ley. Entre el gran número de novedades que surgieron en la revolución y en la construcción del socialismo no hay una que no haya experimentado confrontaciones repetidas entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas, y que se hayan consolidado y desarrollado. En 1957 los derechistas burgueses gruñeron que ―el presente no vale lo que el pasado‖; según ellos, el ―presente‖ de las novedades socialistas no valía lo que el ―pasado‖ de las cosas viejas capitalistas. Nosotros no combatimos éstos derechistas como se debía. La línea general, el gran Salto adelante, las comunas populares, desde su aparición, sufrieron los ataques de la corriente de Peng Dehuai (31), representante de la burguesía en el Partido; él despotricó que era ―demasiado pronto‖, que era ―malo‖ y después de que nosotros lo habíamos combatido resueltamente, fue destituido en 1959. Pero en 1962, aprovechando dificultades temporales surgidas en nuestra economía nacional, Liu Shao-chi saltó y se puso a gruñir como Peng Dehuai. El renegado, espía y traidor Liu Shao-chi reinó hasta la Revolución Cultural. Es entonces cuando se le eliminó definitivamente. El desarrollo impetuoso del movimiento por el estudio de masas del marxismo, del leninismo y del pensamiento Mao Tse-tung surgió luego de esto; el nacimiento de los Comités Revolucionarios y el refuerzo de la dirección única del Partido; 142

la creación y la generalización de las óperas de tema revolucionario, la magnificencia de los destacamentos para el estudio de la teoría marxista; los obreros, los campesinos y los soldados que van a la escuela y la reforma de la enseñanza; los jóvenes instruidos que se establecen en el campo, el personal médico que va a los pueblos, los médicos de pies descalzos y el tratamiento médico cooperativo; las masas por centenas de millones que estudian la lucha entre las escuelas confuciana y legista y todas las experiencias históricas de la lucha de clases; los equipos dirigentes de todos los niveles compuestos de personas de edad, adultos y jóvenes; la formación de grupos de estudio de los cuadros provenientes de los obreros, los campesinos y los soldados; los cuadros y sobretodo los cuadros dirigentes, que participan en el trabajo manual y en muchas otras creaciones gloriosas en la agricultura, la industria, el comercio, la literatura, la educación, etc.: ¿Cuál es el campo que no haya pasado por una serie de luchas agudas para desarrollarse? Luego de haber revelado los crímenes de Lin Piao que atacaba todas estas novedades, se tuvo una visión más clara de éstas. Pero poco importa la manera en que esto sucedió, lo que consiguió la victoria fueron las novedades socialistas, lo que perdió fueron las viejas cosas que se oponían al progreso social. La razón por la cual las novedades socialistas pueden vencer las viejas cosas es que éstas se encuentran bajo la dirección de la línea revolucionaria del presidente Mao, las grandes innovaciones de las masas populares constituyen una tendencia inevitable del desarrollo de la revolución y de la construcción socialista en nuestro país; éstas poseen una vitalidad ilimitada. En realidad todo nacimiento de un nuevo sistema social pasa por luchas repetidas y prolongadas. Nuestro país pasó del sistema esclavista al sistema feudal; éste reflejaba la gran cantidad de novedades conformes a los intereses de la clase ascendente de terratenientes; esas novedades pasaron por no se sabe cuántas luchas para consolidarse. La aristocracia propietaria de esclavos que representaba las viejas cosas las odiaba al extremo. Pero el desarrollo histórico siempre va hacia adelante, los representantes aislados de los legistas podían ser 143

censurados, asesinados, insultados, calumniados, pero ellos no dejaban de seguir el pensamiento reformador y progresista de la corriente histórica siempre victoriosa. Confucio mató a Shaozheng Mao. ¿Era esto una victoria? NO. El sistema feudal reemplazó en fin de cuentas el sistema esclavista, y esto fue una derrota total para Confucio. Las fuerzas restauradoras de los propietarios de esclavos del país de Qin descuartizaron a Shang Yang; ¿Perdió Shang Yang? No. Cuando Qin Shi Huangdi reunificó China, esto fue una victoria de la línea legista, esto fue también la victoria de Shang Yang. Así el progreso de la historia, el reemplazo de un sistema social por otro, el crecimiento y el refuerzo de las novedades, se hacen siempre a través de vientos y tempestades. Si imaginamos que no hay luchas es que no tenemos en cuenta la realidad del desarrollo histórico. La cuestión es: ¿qué actitud debemos adoptar ante las dificultades y las vicisitudes? El presidente Mao nos enseña: ―las perspectivas son brillantes, pero el camino tiene vueltas y revueltas‖. (Sobre las negociaciones de Chungching, Obras Escogidas, t. 4, ELE, p. 59). Es ésta la actitud que debemos adoptar. Los marxistas siempre saben que ―el futuro es radiante‖, esto no es en absoluto optimismo ciego, es porque las novedades conseguirán seguramente la victoria sobre las cosas viejas, es una ley objetiva a la cual no podemos oponernos. El sistema socialista vencerá inevitablemente al sistema capitalista, esta es la tendencia general del desarrollo social, nadie puede cambiarlo. ¿Por qué también hay que afirmar que ―nuestro camino es tortuoso‖? Esto es independiente de la voluntad humana, pero las novedades, al principio, siempre son relativamente débiles y pequeñas y las viejas cosas a menudo poderosas y fuertes; en esta situación, cada vez que una novedad avanza de un paso, encuentra inevitablemente la resistencia y la opresión de parte de las viejas cosas y esto mismo puede hacer surgir momentáneamente un fenómeno de retroceso. El restablecimiento del capitalismo en la Unión Soviética es un ejemplo de ―marchar momentáneamente con la cabeza vuelta hacia atrás‖. Pero ―Un retroceso temporal no puede cambiar las leyes generales de la historia‖. (Luchemos por incorporar a 144

millones de integrantes de las masas al frente único antijaponés, Obras Escogidas, t. 1, ELE, p. 309). Debemos ver que ―el futuro es radiante‖, tener confianza en la victoria de nuestra causa, también debemos ver que ―nuestro camino es tortuoso‖, prepararnos para hacer muchos sacrificios para conseguir la victoria de nuestra causa revolucionaria. Sólo uniendo justamente estas dos directivas es que podrá considerarse ser un buen revolucionario. El presidente Mao indica con profundidad: ―provocación del problema, error, nueva provocación, nuevo error, y esto hasta su ruinatal es la lógica de los imperialistas y de todos los reaccionarios del mundo al respecto de la causa del pueblo‖ dice además: ―Luchar, fracasar, luchar de nuevo, fracasar de nuevo, volver a luchar, y así hasta la victoria‖. (Desechar las ilusiones prepararse para la lucha, Obras Escogidas, t. 4, ELE, p. 445). Estos dos razonamientos contrarios son la lógica inevitable de las cosas nuevas, y del fin inevitable de las cosas viejas. Hay que llegar a ser un promotor de cosas nuevas El presidente Mao dijo: ―en la sociedad socialista, las condiciones necesarias para asegurar el crecimiento de las cosas nuevas son profundamente diferentes y mejores que en la vieja sociedad. Sin embargo, es aun frecuente que las fuerzas nacientes sean rechazadas y las opiniones razonables acalladas‖. (Sobre la correcta solución de las contradicciones en el seno del pueblo; T.C., p. 502). Está dicho aquí que incluso en una sociedad socialista es aun frecuente que las fuerzas nacientes sean rechazadas, es ilusorio pensar que éstas no experimenten dificultades y vicisitudes, que éstas se desarrollen sin grandes esfuerzos y con facilidad. Por ejemplo, la actitud con relación a las novedades constituye siempre una línea de división entre el proletariado y la burguesía, la revolución y la reacción, el progreso y la regresión. Los revolucionarios deben popularizar y luchar por el nacimiento, el desarrollo y el refuerzo de las novedades. Oponerse a las novedades es también oponerse al progreso, a la 145

revolución. La revolución socialista y la construcción que dirigimos actualmente, no la ha hecho nadie antes. En un cierto sentido, es una ruptura completa con las cosas tradicionales del pasado. Éstas no solamente han encontrado la oposición y el sabotaje desenfrenado de parte del enemigo de clase, sino también la oposición y el freno de las viejas costumbres de algunos en el seno del pueblo. La lucha se dirige difícilmente y en repetidas ocasiones. Con la profundización de la revolución socialista repetidas veces encontramos novedades en las ―tres prácticas revolucionarias‖: ¿Cuál actitud adoptaremos frente a esas novedades? ¿Apoyo caluroso, ayuda activa, o bien indiferencia e incluso repugnancia? Esto es un gran problema que concierne a la salvaguardia, de un extremo al otro, de la calidad de un revolucionario, es también un gran problema sobre la posibilidad de perseverar en la revolución ininterrumpida. En la revolución y en la construcción del socialismo nosotros obreros, campesinos y soldados, bajo la dirección revolucionaria del presidente Mao, hemos hechos numerosos descubrimientos, que han experimentado un proceso que va de la imperfección a la perfección relativa. Por ejemplo, la fabricación del primer chasis para peso pesado de cuatro toneladas en Shangai durante el Gran Salto Adelante fue efectuado por los obreros únicamente con sus hombros y grandes martillos de veinticuatro libras. El primer camión de tres ruedas fue hecho con una viga de madera y placas de bambú como amortiguador. Había entonces gente que no tenía confianza en ese vehículo, pero los obreros descendieron las vías al volante de estos carros, los popularizaron, anunciaron su nacimiento. Hoy, Shangai ha creado en gran cantidad más de una decena de clases de carros, camiones pesados, automóviles, vagones de viajeros y vehículos todoterreno; evidentemente se necesitaron más personas que en los primeros tiempos cuando se había construido el camión con la ayuda del martillo y del chasis de madera. Pero este éxito actual se desarrolló sobre la base de la imperfección de entonces. Tenemos toda la razón en decir que si no hay imperfección al principio no puede haber 146

perfección hoy. Lenin dijo: ―Se dice que la primera máquina a vapor era también mala, y se ignora incluso si esta funcionaba. Esto no es lo esencial. Lo esencial es que la máquina haya sido inventada. La primera máquina a vapor, a causa de su forma, era inutilizable. ¿Qué importa? En cambio ahora tenemos la locomotora.‖ (XI Congreso del P.C., R.,O., t. 33 p. 307) Debemos reflexionar concienzudamente estas palabras de Lenin. Hay personas que son escépticas, desaprobadoras cuando ven algunas cosas recién aparecidas que están un poco imperfectas y que incluso representan algunos defectos. En realidad, todos los sucesos sobre la tierra parten de la imperfección para ir a la perfección relativa. Lo que se llama ―sin ningún defecto‖, no puede ser más que metafísica y no corresponde a la realidad. Marx a menudo dijo: ―Todas las cosas en su desarrollo son imperfectas.‖ Un niño que acaba de nacer es una cosa en desarrollo, es entonces imperfecto, no puede caminar él solo. Si se quiere enseñarle a caminar tendrá que saltar, si él no salta no podrá aprender, el saltillo es el camino inevitable que deberá tomar para aprender a caminar. Será ridículo aquel que sin hacer dar saltillos a su hijo, quisiera enseñarle a caminar. Un gran árbol viene de un pequeño árbol; un campo de producción elevado viene de un campo de baja producción; una cosa relativamente perfecta viene de una cosa imperfecta; la capacidad de hacer algo viene de la incapacidad de hacerla. En estos ―viene de‖ naturalmente se debe encontrar muchas vicisitudes y dificultades, es inevitable. Por esto es precisamente necesario que la gente luche y las mantenga, es necesario que haya gente para ―tocar el gong y abrirles el camino‖. Después de haber estudiado la dialéctica materialista, debemos colocarnos aun más conscientemente del lado de las cosas nuevas; para su crecimiento, su desarrollo y su refuerzo crear las condiciones, abrirles el camino, permanecer siempre en las primeras filas del movimiento revolucionario y llegar a ser un promotor de la revolución.

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CAPÍTULO 12

EL VERDADERO CONOCIMIENTO PROVIENE DE LA PRÁCTICA Lo que hemos dicho más arriba, principalmente concierne al mundo objetivo tanto como a la dialéctica de su desarrollo. ¿De dónde proviene entonces nuestro correcto conocimiento del mundo objetivo? La teoría del conocimiento del materialismo dialéctico es la teoría del reflejo activo y revolucionario. Este supone que el correcto conocimiento del mundo objetivo por el hombre proviene de la práctica social, que es el reflejo activo del mundo objetivo. Eso es lo que expresamos por: el verdadero conocimiento proviene de la práctica. Las ideas correctas sólo pueden provenir de la práctica social El presidente Mao dijo: ―¿De dónde provienen las ideas correctas? ¿Caen del cielo? No. ¿Son innatas de los cerebros? No. Sólo pueden provenir de la práctica social, de las tres clases de práctica: la lucha por la producción, la lucha de clases y los experimentos científicos en la sociedad‖ (¿De dónde provienen las ideas correctas?, Cinco Tesis Filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pág. 285). Aquí se dice que las ideas correctas solo provienen de la práctica, no puede haber otros métodos, otras vías. Nosotros, obreros, campesinos y soldados, que combatimos al frente de las tres grandes luchas sentimos profundamente esto: el principio de la teoría marxista del conocimiento enunciada por el presidente Mao es la más correcta, la más profunda, nos es muy familiar. El verdadero conocimiento proviene de la práctica, la acción se perfecciona en la lucha. Lo que se define como verdadero conocimiento es ―Desde que existe la sociedad de clases, en el mundo ha habido sólo dos categorías de conocimientos: unos son los de la lucha por la producción y otros, los de la lucha de clases.‖ (Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido; O.E., t. 3, ELE, pág. 35). El conocimiento de la lucha por la producción proviene de la práctica de la lucha por la producción, el conocimiento de la lucha de clases proviene de la práctica de la 148

lucha de clases, si nos separamos de la práctica, ya no hay caso de algún conocimiento. Los agricultores saben bien que: ―las estaciones obran como bien les parece‖; ¿de dónde proviene este conocimiento? Proviene de la práctica del trabajo de la tierra. Se dice que en las regiones del norte de China: ―antes y después de las lluvias de primavera se cultivan las sandías y las zanahorias‖. ―Escarcha precoz, escarcha tardía, en el otoño el trigo estará en su punto‖. Si no hubiera habido la larga experiencia en la práctica del trabajo de la tierra, no habría ningún medio de adquirir esos conocimientos. Pasa lo mismo en el trabajo de los obreros. Si no se ha trabajado en una hilandería ¿cómo se podría conocer verdaderamente los principios del tejido y del hilado y tomar en las manos el trabajo? En el pasado, un obrero solo podía vigilar ciertas decenas de brocas, mientras que ahora vigila algunas centenas, ¿de dónde proviene esto? A través de la práctica del hilado nuestros obreros tejedores tampoco dejan de hacer síntesis tras síntesis. En la historia de nuestro país ha habido muchas invenciones: estas han sido elaboradas por el mismo pueblo trabajador ya que esos hombres son quienes más utilizan la práctica, los más inteligentes. Xu Bo, obrero de la hidráulica, bajo la dinastía de los Han (-206+220), inventó un instrumento hidrográfico llamado ―contador Xu Bo‖; Ma Jun, nacido en el campo en la época de los Tres Reinos (220-280) perfeccionó el telar de estirado de textiles e inventó el carro sabio que indicar el sur y la bomba de paletas cuadradas en serie; Li Chun, obrero carpintero de la dinastía Sui (581-618), construyó en An Qi un puente de piedra con un arco cuya envergadura alcanza 34,47 m y que todavía existe desde hace 1.000 años; Bi Sheng, un obrero tallador de la dinastía Song (960-1279), creó la imprenta de tipos móviles (hacia el año 1045); Yu Hao, obrero maderero, escribió el Manual del Carpintero consagrado al arte de la construcción; Huang Dao, quien era princesa bajo la dinastía Yuan (1279-1368) transformó los instrumentos para tejer; etc. La razón por la cual el presidente Mao dijo: ―los humildes son los 149

más inteligentes, los nobles son los más estúpidos‖ es porque ―los humildes‖, el pueblo trabajador, es el que utiliza la práctica, y los ―nobles‖ tales como Confucio, Lin Piao y otros, son quienes han abandonado la realidad, y entonces los más estúpidos. Si se quiere adquirir el conocimiento en la lucha por la producción, se debe participar en la práctica de la lucha por la producción; si se quiere adquirir el conocimiento en la lucha de clases, se debe participar en la práctica de la lucha de clases. Debemos saber que los burgueses y los terratenientes siempre están ahí, pensando a lo largo de la jornada en transformar sus esperanzas de restauración en tentativas de restauración. Si ustedes no están en contacto con la lucha contra los terratenientes y los capitalistas, y si no dirigen esta lucha, no habrá ningún modo de comprenderla. ¿Por qué el odio de los obreros, campesinos pobres y medios contra los terratenientes y los capitalistas, es el más tenaz, y de dónde proviene? Proviene de la explotación y la opresión que nos hicieron sufrir, proviene de nuestra práctica en la lucha contra ellos. Queremos fervientemente la nueva sociedad: ¿de dónde proviene ese amor? Proviene de que somos amos de nuestra casa bajo la dirección luminosa del presidente Mao. Sin la práctica de la nueva y la vieja sociedad no se podrían adquirir esos conocimientos. ¿Por qué el pueblo trabajador bajo las dinastías sucesivas se mantuvo siempre en las primeras filas de la lucha anticonfuciana de crítica a Confucio? Como el dirigente de un levantamiento de esclavos, Liu Xiazhi, decía apuntando su dedo a Confucio: ―A todo lo que tú digas yo me opongo, lárgate, y no me importunes más.‖ Por todas partes donde pasaba el levantamiento de los campesinos de Taiping (32), él destruía las tablas de Confucio declarando que todos sus libros eran absurdos, que ―los libros de Confucio estaban atiborrados de faltas y de errores‖ y que había que barrerlos. La razón por la cual los esclavos y los campesinos sublevados guardaron un odio tan profundo hacia el confucianismo, es porque a través 150

de la práctica de la explotación y de la opresión crueles que les hicieron sufrir los propietarios de esclavos y los terratenientes, ellos comprendieron mejor la naturaleza reaccionaria de todos los trucos de dicha doctrina. Si ellos desean sublevarse, primero que todo deben destruir la máquina ideológica de la doctrina de Confucio y de Mencio. Sea el conocimiento en la lucha por la producción o en el de la lucha de clases, todos son resultado de la práctica social: si se abandonan las tres prácticas revolucionarias, no se podrá adquirir verdaderos conocimientos. Algunos pueden preguntarse: Antes de que se hubiera construido el Palacio de la Asamblea, todavía no teníamos la práctica de una construcción como esta; en cuanto a la Plaza de Tiananmen en Pekín, cuando el arquitecto comenzó a diseñar el plano, ¿podemos decir que es igualmente resultado de la práctica? Es cierto, antes de la construcción del Palacio de la Asamblea de nuestra capital, no había nada que le pudiese servir de modelo directo y acabado ¿Se posee un plano antes de realizar un trabajo? ¿Se posee un plano antes de construir una casa, especialmente una casa igual de grande a un Palacio? Seguro que sí, ahí no está el problema. El problema es ¿de dónde vino el plano de construcción? ¿Cayó del cielo? No. ¿Es innato en el cerebro del arquitecto? Tampoco. El plano de esta gran realización solo encuentra su origen en la práctica de la construcción, es el reflejo conciente en el cerebro de los hombres, de las construcciones ya existentes. El plano del Palacio de la Asamblea seguramente apareció antes de su edificación, pero fue creado después de un gran número de otras construcciones: esto sólo pudo ser diseñado después de investigaciones realizadas con base en muchas construcciones de todo tipo, después de muchas síntesis de experiencias prácticas dadas por las grandes masas trabajadoras en la arquitectura: nos basamos en las necesidades reales en diferentes lugares y momentos, y participamos muchas veces en la puesta en pie de proyectos elaborados por los camaradas que desplegaron su sabiduría colectiva. Se puede ver que la aparición de ese plano no puede estar separada en absoluto de la práctica social, y si se separa, no hay caso de que se haga. 151

En realidad, cualquier cosa hecha por el hombre, primero que todo debe ser imaginada, proyectada, planificada, eso todo el mundo lo sabe. La cuestión no es saber si primero hay que imaginarla, proyectarla, planificarla, sino saber de dónde proviene lo que se imagina, proyecta y planifica. Esto sólo puede provenir de las tres prácticas revolucionarias, de la experiencia práctica de las masas, y si está de acuerdo con la situación real, entonces es correcta. Esto no está en contra de la teoría de que el conocimiento proviene de la práctica: es más, es una de la teoría marxista del reflejo consciente. Se puede concluir que las correctas ideas de los hombres (incluidos los planos, proyectos, bosquejos, etc.) sólo pueden provenir de la práctica social. Lenin dijo: ―El punto de vista de la vida, de la práctica, debe ser el punto de vista primero, fundamental de la teoría del conocimiento‖ (Materialismo y empirocriticismo; Ed. Progreso, pág. 369) El apriorismo del “conocimiento innato” son palabras diabólicas para mistificar a la gente Confucio negaba principalmente que el conocimiento tomaba su fuente en la práctica y promovía el apriorismo idealista del conocimiento ―innato‖. Según él, todas las cosas del universo habían sido creadas por dios. Dios ha determinado que ciertos hombres desde su nacimiento sean ―superiores e inteligentes‖ y otros ―inferiores y estúpidos‖, y que esto no se puede cambiar: ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez, y será siempre así‖. Confucio junto con todos los reaccionarios decía que él era ―superior e inteligente‖ y que ―la virtud del cielo‖ le había sido dada. En realidad, estas son palabras destinadas a mistificar a la gente. Según se dice, en el momento en que Confucio y sus discípulos recorrían los principados chinos para realizar sus actividades de restauración, llegaron a un lugar donde fueron detenidos por un gran río. Allí Confucio ordena a sus discípulos a preguntar por el camino. El pueblo se burló de ellos diciéndoles: ¿por qué ustedes los maestros aún deben preguntarle a la gente cuando se supone no hay lugar que ustedes no conozcan? Se puede ver que este ―sabio‖ no tenía ningún ―conocimiento innato‖. 152

El renegado y traidor Lin Piao, entonando el aire de Confucio, promovió con todas sus fuerzas el apriorismo idealista, contando que sus padres le dieron un buen cerebro: él se auto-denominaba ―caballo celestial‖, ―muy noble‖, ―sobrehumano‖. Según él, los conocimientos humanos no pueden provenir de la práctica social, sino que son engendrados por el cielo, dados por dios. ¡No está en contradicción flagrante con la teoría materialista dialéctica del conocimiento! Según esas sandeces, la gente que no participa en absoluto en la práctica social puede saber todo, tal es. Sin cultivar la tierra se podría saber cultivarla; sin trabajar se conocería la teoría del trabajo; los combatientes del Ejército Popular de Liberación podrían saber disparar espontáneamente; los jóvenes instruidos, sin integrarse con los obreros, con los campesinos y soldados, podrían perfeccionar su conocimiento de las tres prácticas revolucionarias: ¿no es una distorsión total de la realidad, unas estupideces? Un punto de vista filosófico siempre está al servicio de los intereses de una determinada clase, ―El conocimiento innato‖, promovido por Confucio sirve a establecer los fundamentos de la opresión y la explotación de esclavos por sus amos. Según esas barbaridades, los propietarios de esclavos desde su nacimiento eran ―superiores e inteligentes‖, mientras que los esclavos desde su nacimiento eran ―inferiores y estúpidos‖ y si ―esos que son inferiores y estúpidos‖ se apartaran de la dominación de esos que son ―superiores e inteligentes‖, sus vidas ya no serían posibles. Lin Piao se hizo llamar ―genio celestial‖, más fuerte que los otros desde su nacimiento, en consecuencia debía ―dirigir todo‖, ―disponer de todo‖. Así, él podía aplicar ―rectificando los nombres‖ (33), su línea revisionista, contrarrevolucionaria y cumplir su gran truco de ―moderarse y regresar a los ritos‖. Cuando Marx y Engels descubrieron las barbaridades divulgadas por los terratenientes y capitalistas, dijeron que la meta de estos era demostrar que el pueblo ―debe ser dominado por los nobles, los sabios y los inteligentes‖. El cerebro constituye el taller de acabado del pensamiento, y no su fuente 153

Dijimos que el conocimiento sólo toma su fuente en la práctica, pero esto no quiere decir en absoluto que la formación del pensamiento puede suceder en el cerebro del hombre. ¿A veces no nos dicen que una reflexión repetida mata la inteligencia? Para ser exactos, el cerebro no constituye la fuente del pensamiento, pero sí su fábrica de acabado. Si el cerebro del hombre es un taller de acabado, él debe tener ―las materias primas‖. ¿De dónde provienen esas ―materias primas‖? Estas sólo pueden provenir del mundo objetivo a través la práctica. Si el cerebro se separa de la práctica, si descuida las materias primas sensoriales del mundo objetivo, no habrá pensamiento. Engels ya ha indicado, que con relación al conocimiento de las formas existentes del mundo exterior, ―el pensamiento no puede jamás sacar y derivar sus formas de él mismo, sino precisamente del mundo exterior‖ (Anti-Dürhing; pág. 43) Se puede ver que la función del pensamiento, si se separa de las materias primas obtenidas del mundo exterior, no puede más que introducirse en la falsa ruta del idealismo. Todo el mundo conoce esas tres familias de campesinos pobres de la brigada de Nanwan, distrito de Anping, quienes representan la dirección tomada por 500 millones de campesinos. La razón por la que perseveraron en la cooperación de ayuda mutua en presencia de condiciones difíciles, es porque habían conocido las dos prácticas fundamentalmente diferentes de la antigua y de la nueva sociedad: en la antigua sociedad se seguía la vía del trabajo individual y solo habían pobres y ricos, la miseria era grande; después de la Liberación, tomando la vía cada vez más amplia del socialismo bajo la dirección del Partido, la vida mejoró para todo el mundo y se experimentó en sí mismo la dulzura de la nueva sociedad. Es buena la gran cantidad de experiencias y enseñanzas prácticas en esos dos campos que, dando vueltas en todo sentido en su cerebro, les permite elaborar una teoría, la única teoría justa: escuchar las palabras del presidente Mao, tomar la vía del socialismo. Si nos separamos de la práctica social, el cerebro, este taller de acabado, no tendrá ninguna materia prima: ¡de dónde provendrían entonces las ideas correctas! 154

Nuestros camaradas obreros, antes de haber estudiado el pensamiento filosófico del presidente Mao, no comprendían el principio materialista según el cual la materia va de primero y la conciencia de segunda; para resolver un problema les era fácil caer en el subjetivismo. Por ejemplo, una contradicción surge entre dos camaradas, ellos vienen a nosotros para resolverla. A primera vista, las dos personas parecen culpables, tanto la una como la otra; se impone una solución: ―una bofetada nunca le ha hecho mal a nadie, siempre y cuando ponga de acuerdo a todo el mundo‖. En realidad, la cuestión es mucho más compleja que no escuchar la opinión de los demás, contentarse con bofetearlos y considerar, satisfecho, que la cuestión se ha resuelto y un poco rápido. ¿De acuerdo a cuál ―materia prima‖ ha sido elaborada la solución de ―querer poner a todo el mundo de acuerdo‖? De acuerdo a ninguna. Después de haber estudiado la filosofía, de haber comprendido que el conocimiento toma su fuente en la práctica y que quien no ha investigado no tiene derecho a hablar, cuando se vuelva a encontrar un nuevo problema de este tipo se escucha primero la opinión de las dos partes, lo que dice el uno, lo que cuestiona el otro, y según la ―materia prima‖ reflejada ponemos a trabajar nuestras meninges para saber dónde se encuentra el problema: ¿Dónde está el aspecto principal de la contradicción? ¿Cómo se debe actuar? Así, las contradicciones se resolverán mas fácilmente. En una palabra, sólo se puede verificar realmente a partir de una elaboración práctica. Se puede ver que la práctica sin reflexión, sin una ―introspección‖ repetida varias veces, no hay idea correcta; si se abandonan las tres practicas revolucionarias no se tendrán ―materias primas‖ y el cerebro, vacío, se hundirá inevitablemente en el apriorismo idealista. Hay un punto que se debe aclarar: hemos dicho que el cerebro del hombre no es más que el taller de acabado del pensamiento; si esto es un reflejo y una evaluación correcta del rol del cerebro humano en el proceso del conocimiento, no por esto quiere decir que éste no es importante en la producción del pensamiento. Se debe saber que es precisamente ese ―taller de acabado‖ del pensamiento que separa al hombre del animal. Marx decía: ―Una araña realiza operaciones que se parecen a las 155

de un tejedor, la abeja asombra por la estructura de sus celdas de cera la habilidad de más de un arquitecto. Pero lo que distingue desde el principio el peor arquitecto de la abeja más experta es que él ha construido la celda en su mente antes de construirla en la colmena. El resultado en el cual desemboca el trabajo preexiste idealmente en la imaginación del trabajador.‖ (El Capital: libro I; E.S., t. I, p. 180-181) Si no se participa en las tres prácticas revolucionarias, no se podrá hablar de conocimientos correctos ni de ningún saber o capacidad; esto es una primera cosa. Lo segundo, es que sin este taller de acabado del cerebro, sin un trabajo mental y una reflexión profunda, aunque se tenga mucha práctica no se podrán producir ideas correctas. Perseverar en la unidad de la teoría y la práctica Ya que las ideas correctas toman su fuente en la práctica, la acción, ¿no bastaría sólo con ella? ¿Por qué entonces se debe estudiar la teoría revolucionaria? Porque nuestra experiencia personal es limitada, el marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung constituyen una síntesis científica de toda la experiencia práctica de la humanidad y de toda la experiencia de la lucha del proletariado. La razón por la que el marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung son una verdad a toda prueba y válida en todo lugar, es precisamente porque esta teoría ha tomado su fuente en la realidad social y ha sido comprobada por ésta. Se debe comprender que en lo que concierne al conjunto de la clase proletaria, el cambio de ―clase en sí‖ en ―clase para sí‖ está constituido por la comprensión consciente de su propia misión histórica, que sólo puede estar plenamente realizada apropiándose de la teoría marxista. El presidente Mao decía: ―Sin embargo, el proletariado se convirtió en una ‗clase para sí‘ cuando, entrando en el segundo período de su práctica, período de lucha económica y política consciente y organizada, llegó a comprender la esencia de la sociedad capitalista, las relaciones de explotación entre las clases sociales y sus propias tareas históricas, gracias a su práctica, a su variada experiencia de 156

largos años de lucha y a su educación en la teoría marxista, resumen científico de Marx y Engels de dicha experiencia.‖ (Sobre la práctica; O.E., ELE, t. I, pág. 323) Esto sucede de esta manera para que el proletariado se convierta en ―clase para sí‖. Para ser miembro de esta clase hay que conocer verdaderamente la gran misión histórica que nos incumbe, tener una alta conciencia de lucha de líneas y de la lucha de clases; sólo estudiando con perseverancia el marxismo-leninismo y el pensamiento Mao Tse-tung a través de las tres practicas revolucionarias, se podrá llegar allí. Muchos obreros, campesinos y soldados lo sienten: sólo después de haber empuñado la teoría del marxismo es que se podrá elevar hasta la teoría su experiencia de las tres practicas revolucionarias, ver claramente la esencia de las cosas y de los fenómenos; se podrá llegar a una posición más elevada, ver mas lejos, hacer resplandecer todavía más nuestra inteligencia y nuestro talento de pueblo trabajador. En la antigua sociedad, nosotros, viejos obreros, campesinos pobres y medios cuando mirábamos los capitalistas y los terratenientes los veíamos tan fuertes como si no pudieran ser removidos; nosotros, el pueblo trabajador moríamos y nacíamos en masa del principio al fin del año, sin tener nada que comer. Pobreza de un lado y riqueza del otro: odiábamos estas situaciones y nos levantamos para la lucha. Pero, a menudo esto fracasaba, no podía resolver fundamentalmente los problemas. ¿Por qué? Está claro: es porque en esa época no habíamos comprendido la teoría revolucionaria. Después de la fundación del Partido Comunista Chino, el gran dirigente, el presidente Mao unió la verdad universal del marxismo con la práctica específica de la revolución china y después de haber armado nuestras mentes del pensamiento Mao Tse-tung, comprendimos que los fracasos y dificultades que sufría el pueblo trabajador en la antigua sociedad eran engendrados por la explotación y la opresión del imperialismo, de los terratenientes y de los capitalistas. Si el proletariado y el pueblo trabajador quieren emanciparse deben levantarse y combatir, llegar a ser los amos siguiendo la teoría de ―el poder nace del fusil‖. Se ve que hay una gran diferencia entre poseer y no 157

poseer la teoría marxista. En la antigua sociedad decíamos del gobierno, de los tribunales y de los puestos de policía reaccionarios que ―eran como las puertas de Yemen (34) cuya entrada estaba prohibida para aquellos que no tenían dinero‖. Pero, en cuanto a saber al servicio de qué clase estaba ese ―Yemen‖, y sobre todo de qué manera se podía destruirlo, no estaba claro. Después de haber estudiado marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung, y comprendido que ―Yemen‖ era un aparato de estado de los terratenientes y los capitalistas para oprimir al pueblo trabajador, quisimos entonces, levantar la cabeza y no se pudo impedir su destrucción para fundar un Yemen proletario. Si no se estudia la teoría revolucionaria se continuará a tientas. En el movimiento de crítica de Lin Piao y Confucio profundizamos nuestros conocimientos. Confucio tenía el humanismo y la virtud a plena boca, pero en realidad lo que buscaba era mistificar a la gente para asegurar su dominación reaccionaria. Pero ¿cómo podremos penetrar este fenómeno superficial de su ―humanidad y su virtud‖, ver claramente su esencia reaccionaria, si no poseemos correctamente el marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung? Confucio, diciendo: ―el hombre complaciente ama a todos los hombres‖ y ―no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti‖, ¡era muy virtuoso en apariencia!. Sólo utilizando el espejo mágico del marxismo se podrá desenmascarar tales aserciones. El presidente Mao indica: ―En cuanto al ‗amor de la humanidad‘, no ha habido un amor tal que todo lo abarque desde que la humanidad se dividió en clases. A todas las clases dominantes del pasado les gustaba predicar este amor, y también a muchos de los pretendido santos y sabios, pero nadie lo ha llevado nunca verdaderamente a la práctica por la sencilla y simple razón de que es impracticable en una sociedad de clases.‖ (Intervenciones en el foro de Yenán, sobre arte y literatura; O.E., t. 3, ELE, pág. 90) Esto destruye de un solo golpe la calamidad ―el hombre complaciente ama a todos los hombres‖, ya que más allá ―de amar a los hombres se los come, les come la carne y bebe la sangre de los esclavos‖. Lin Piao, quien retomó a Confucio, ha adoptado bien esta intención diabólica. 158

En conclusión, no se puede oponer el verdadero conocimiento nacido de la práctica al estudio de la teoría revolucionaria. Hemos dicho que si se compara la teoría con la práctica, la práctica es la principal: ―el punto de vista de la vida, de la práctica, debe ser el punto de vista primero y fundamental de la teoría del conocimiento.‖ (Sobre la práctica; O.E., t. I, ELE, pp. 327-328). La práctica con respecto al conocimiento ―desempeña por regla general el papel principal y decisivo; quien niegue esto no es materialista.‖ (Sobre la contradicción; O.E., t. I, ELE, pág. 358). Sin embargo, la teoría, el pensamiento en condiciones determinadas juegan, a su vez, un rol determinante, esto también hay que reconocerlo en el sentido en el que Lenin dice: ―sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario‖. ¿Vamos en contra del materialismo diciendo esto? No. El presidente Mao dice: ―La razón es que, junto con reconocer que, en el curso general del desarrollo histórico, lo material determina lo espiritual y el ser social determina la conciencia social, también reconocemos y debemos reconocer la reacción que a su vez ejerce lo espiritual sobre lo material, la conciencia social sobre el ser social, y la superestructura sobre la base económica. No vamos así en contra del materialismo, sino que evitamos el materialismo mecanicista y defendemos firmemente el materialismo dialéctico.‖ (ídem. p. 359) Defendamos el punto de vista de que la práctica es primero y continuemos la revolución Reconocer o no reconocer que la práctica es primero, que el conocimiento no debe separarse de ella, nos lleva a una gran pregunta: Saber a qué línea del conocimiento acogerse. Cuando hablaba de la diferencia entre las dos líneas fundamentales en filosofía Lenin decía: ―¿Hay que ir de las cosas a la sensación y al pensamiento? O bien, ¿del pensamiento y de la sensación a las cosas? Engels se acoge a la primera, a la del materialismo. Mach se acoge a la segunda, la del idealismo‖ (Materialismo y empirocriticismo; Ed. Progreso, p. 37) Debemos acogernos a la línea del conocimiento del materialismo: ir de las cosas a la sensación y al pensamiento, es decir sostener el punto de vista de que la práctica es primero. Esta es el puente que nos hace pasar de las cosas a la sensación, al pensamiento. Si no existiera 159

este puente no habría en absoluto otra manera de realizar el paso de las cosas a la sensación, al pensamiento. Si se niega la práctica, el análisis y el estudio y si se llega a estar de acuerdo con estos absurdos del confucianismo: ―el pensamiento entraña diez mil teorías, diez mil teorías se encuentran en el pensamiento‖ y ―aparte del pensamiento no hay nada‖, caeremos seguramente en la línea del conocimiento idealista: ―ir del pensamiento y de la sensación a las cosas‖. Que se tenga conciencia o no, que no se afirme el hecho de que la práctica es primero, equivale a negarla. Decir que no se es partidario ni del uno ni del otro es imposible. Debemos elevar nuestro conocimiento de ese problema, actuar concientemente con el punto de vista de que la práctica es primero, con el fin de realizar todas nuestras tareas. Algunos dicen que estamos en la primera fila de las tres prácticas revolucionarias, que cada día estamos sumergidos en ellas, pero que todavía padecemos del apriorismo idealista. Es muy justo que los obreros, campesinos y soldados estén en las primeras filas de la práctica, ellos poseen una gran riqueza de experiencias obtenidas de la práctica y evidentemente comprenden con mayor facilidad y toman en la mano el principio de que el conocimiento proviene de la práctica. Pero eso en absoluto quiere decir que no sufran las influencias del apriorismo. Por ejemplo, una obrera de la hilandería después de grandes esfuerzos y de los consejos repetidos de los obreros maestros, había elevado progresivamente su nivel técnico hasta llegar a embobinar 22 bobinas por minuto. Hay dos maneras de ver esta situación: Algunos dirán que para ese salto ella no relajó sus esfuerzos, el trabajo terminaba y ella no se iba, los hilos de seda le tallaron los dedos. Si ella puede hacerlo ¿Por qué nosotros no? Solo hay que acogerse al hecho de que la práctica es primero y con esfuerzos y aplicación, eso se logrará con seguridad. Por el contrario, otros dirán que ella es ―hábil de manera innata‖ y yo que soy torpe de todos los miembros, eso no funcionará. ¿No es esta ahí la influencia del apriorismo idealista? Entonces, no se puede decir que porque nos bañamos todos los días en la 160

práctica, no estamos influenciados por el apriorismo. Veamos otro ejemplo: Algunos jóvenes piensan que tienen un buen origen social, y entonces se encuentran en la situación ―una buena raíz, una buen botón‖, y por esto se rehúsan a reformar su concepción del mundo. La teoría materialista del conocimiento considera que la conciencia de la lucha de líneas y de clases de los hombres sólo puede adquirirse por el estudio de la teoría y de las tres prácticas revolucionarias, tomando la vía de la integración de los obreros, campesinos y soldados. ―La buena raíz‖ será forzosamente ―un buen botón‖. Si se piensa que con un buen origen social se tendrá seguramente una buena ideología y una buena política ¿no es ser esto ―rojo‖ de nacimiento? Esto va en contra de la teoría materialista-dialéctica del conocimiento. El presidente Mao nos dice: ―La lucha de clases, la lucha por la producción y la experimentación científica son los tres grandes movimientos revolucionarios de la edificación de un país socialista poderoso. Estos movimientos constituyen una segura garantía que permite a los comunistas evitar toda clase de burocratismo, de prevenirse del revisionismo y del dogmatismo y de permanecer siempre invencibles, una segura garantía que permite al proletariado unirse con las grandes masas trabajadoras y de practicar una dictadura democrática.‖ (Citado en: ―El seudocomunismo de Jruschov y las lecciones históricas que da al mundo‖, 14 de julio de 1964) Debemos recordar bien las enseñanzas de nuestro presidente, perseverar en la participación de las tres prácticas revolucionarias, ya que así adquiriremos el poder de conocer verdaderamente el mundo y de transformarlo, y avanzar sin detenernos en la larga vía de la revolución ininterrumpida.

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CAPÍTULO 13

LA MATERIA SE TRANSFORMA EN ESPÍRITU Y EL ESPÍRITU EN MATERIA Hemos dicho más arriba que las ideas correctas de los hombres sólo pueden provenir de la práctica. ¿De qué manera el conocimiento es en fin de cuentas engendrado por la práctica para después ponerse a su servicio? Basta observar el proceso del desarrollo del conocimiento para comprender. Este proceso es el proceso de la materia que se transforma en espíritu, y el espíritu en materia. Primero, vamos a hablar del primer estado del proceso de desarrollo del conocimiento que es el estado de la materia que se transforma en espíritu. ¿Cómo se transforma la materia en espíritu? Si no hubiera materia no se podría hablar de espíritu, el espíritu es un reflejo de la materia. Marx decía: ―el movimiento del pensamiento no es más que la reflexión de un movimiento real, transportado y traspuesto al cerebro del hombre‖ (El Capital: Libro I, E.S., t. I. pág. 29). Esto es válido para el concepto, el espíritu, el pensamiento (incluidos las teorías, la política, los planes, los medios de acción) El movimiento real transportado y traspuesto al cerebro del hombre, como lo dice Marx, indica que la materia se hace (o se convierte en) espíritu, la materia se transforma en espíritu. Por ejemplo, el acero es materia que existe objetivamente, cuando conocemos las propiedades y los usos del acero trasponemos y transportamos a nuestro cerebro esta materia, el acero, es decir, que hay reflexión en nuestro cerebro de esta materia. Si no hubiera acero, es evidente que no se hablaría ni siquiera de sus propiedades y usos. El acero que se refleja en el cerebro del hombre, que se transforma, se convierte en conocimiento y pensamiento, ¿no es esta la transformación de la materia en espíritu? 162

El conocimiento que tenemos de los fenómenos objetivos que son las clases y la lucha de clases, o para hablar de otra manera, el concepto de lucha de clases, es el reflejo en nuestro cerebro del fenómeno objetivo de las clases y de la lucha de clases. En una sociedad donde no existieran las clases ni la lucha de clases, los hombres no podrían tener su reflejo, su conocimiento. Las clases y la lucha entre ellas se reflejan en el cerebro del hombre y se transforman, se convierten en conceptos de clase y de su lucha: ¿no es esto la materia que se transforma en espíritu? De otro parte, si no hubiera materia reflejada no podría haber espíritu que reflejara esa materia. La materia precede al espíritu, el espíritu toma su fuente en la materia. El principio es: el proceso del conocimiento humano comienza primero que todo por la materia, la primera etapa del proceso del conocimiento es la materia que se transforma en espíritu. La materia se transforma en espíritu, concretamente esto quiere decir que el conocimiento sensorial pasa al conocimiento racional sobre la base de la práctica. El presidente Mao dijo: ―En la práctica social, la gente se enfrenta con toda clase de luchas y extrae ricas experiencias de sus éxitos y fracasos. Innumerables fenómenos de la realidad objetiva se reflejan en los cerebros de las gentes por medio de los órganos de sus cinco sentidos —la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Al comienzo, el conocimiento es puramente sensitivo. Al acumularse cuantitativamente este conocimiento sensitivo se producirá un salto y se convertirá en conocimiento racional, en ideas. Este es el proceso del conocimiento. Es la primera etapa del proceso de conocimiento en su conjunto, la etapa que conduce de la materia objetiva a la conciencia subjetiva, de la existencia a las ideas. (¿De dónde provienen las ideas correctas?, Cinco Tesis Filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pág. 286). En el proceso de la práctica, los hombres, de hecho, solo ven al principio el aspecto fenomenal de una cosa, algunas partes, la relación exterior que existe entre esta cosa y las otras. Tomemos la experiencia del camarada Yao Shichang del distrito de Penglai en el Shandong, con respecto a la cosecha de una producción elevada de maní. Aparte de su contacto cotidiano con las múltiples facetas de su práctica en la producción de 163

maní, consagró su tiempo e hizo observaciones durante más de 60 noches enteras, ató más de 170 rótulos sobre los pies del maní (un rótulo sobre cada botón de flor abierta), fue de esta manera que conoció la situación de cada flor, el momento de su abertura. Estos conocimientos sólo son aún los fenómenos de esta cosa, el maní, son partecillas, superficiales y no han dominado ciertas leyes del crecimiento de esta planta. Esto es lo que se llama el estado del conocimiento sensorial. En ese estado no se podría decir que se tienen conocimientos algo profundos. El conocimiento todavía necesita progresar. La continuidad de la práctica social provoca la repetición de la sensación de las cosas provenientes de la práctica, entonces se produce un salto en el cerebro del hombre en cuanto al proceso del conocimiento, se engendran las nociones. El conocimiento ya no es más el fenómeno de la cosa, ni sus lados aparentes, ni sus relaciones exteriores, sino la esencia aprehendida de la cosa, sus relaciones internas. El conocimiento en ese momento, ya no tiene solamente una diferencia cuantitativa sino también cualitativa con el conocimiento sensorial; esto es el conocimiento racional. Tomemos de nuevo el ejemplo del camarada Yao Shichang. Sobre la base del dominio de los conocimientos sensoriales que él obtuvo, continuó el segundo año en sus observaciones, y después de los datos sensoriales de la abertura de las flores y de la aparición de los frutos del maní fueran suficientemente acumulados, reflexionó mucho y, después de muchos intentos, finalmente se produjo un salto en su conocimiento del crecimiento del maní: el 60 a 70 % de maní da flores y frutos en el primer par de ramas; el 20 a 30 % los dan en el segundo par de ramas; el tronco principal no da ni flor ni fruto; deben haber 65 días a partir de la abertura de las flores a la fructificación si no, las frutas no maduran. Estos conocimientos ya han sido elevados del conocimiento sensorial, superficial y unilateral, al conocimiento racional, es decir, que la esencia y las leyes del crecimiento del maní fueron dominadas de una manera relativamente profundas. El camarada Yao Shichang, formuló entonces un sistema eficaz del crecimiento de la producción sobre la base de este conocimiento. Como resultado se elevó la producción de 200 a más de 470 jin 164

de maní por mu. Según el proceso del conocimiento del que se ha hablado arriba, no es difícil ver que en lo que concierne al conocimiento sensorial del maní se comienza por el contacto con él y después de que este conocimiento sensorial se haya acumulado suficientemente, se produce un salto hacia el conocimiento del maní. Concretamente, es este proceso del paso del conocimiento sensorial al conocimiento racional sobre la base de la práctica el que nos hace decir que la materia se transforma en espíritu. Para progresar en la comprensión del movimiento del conocimiento materialista-dialéctico que, sobre la base de la práctica, pasa del conocimiento sensorial al conocimiento racional, vamos a traer además otros ejemplos concretos. En nuestro conocimiento de las cosas, a menudo seguimos un proceso de profundización gradual de la realidad. Por ejemplo, después de haber encontrado dificultades en los mejoramientos técnicos, indagamos y experimentamos. Al principio, siempre se presenta conocimiento sensorial: se queda en lo superficial, o bien sólo se ven algunos aspectos. Pero basta no tener miedo a las dificultades, hacer nuestro trabajo y después de una acumulación suficiente de materiales sensoriales, se hace dar marcha a nuestro cerebro, se reflexiona muchas veces, y llega siempre un momento en el que el salto se produce, en el que se encuentra la relación interna de la cosa, y después de haber agarrado la clave del problema, se podrá abatir muy rápido las barreras infranqueables. Esto es el conocimiento racional. El conocimiento que se puede tener de un hombre se hace de la misma forma. Al principio se le ve hacer una u otra cosa, decir tal o cual palabra, actuar de una u otra manera con los demás, y los días pasan, los datos sensoriales se acumulan, sin olvidar un análisis de clase al respecto, termina por exclamarse: ―¡Oh! ¡Así es este!‖ Este ―¡Oh!‖ significa que se dio un salto en la profundización de nuestro conocimiento, se puede decir que es el límite entre el paso del conocimiento sensorial al conocimiento racional. Si se respeta lo que dice el materialismo, 165

ese ―¡Oh!‖, es claro que no ha sido engendrado a primera vista; la decisión sólo puede ocurrir después de una reflexión relativamente larga en la práctica. En los tiempos antiguos se decía: ―es después de una larga ruta que se conocen las fuerzas de un caballo, es después de una larga práctica que se conoce el corazón del hombre‖, ―la larga ruta‖ y ―la larga práctica‖ nos dicen que el conocimiento debe ser un proceso, debe tener como base una gran cantidad de datos sensoriales, pasar por muchos momentos de reflexión, y solo hasta entonces se podrán conocer ―las fuerzas del caballo‖ y ―el corazón del hombre‖, engendrar un conocimiento racional, agarrar la esencia de la situación. El simple sentimiento de clase es del impulso del conocimiento sensorial, la conciencia de la lucha de clases y de la lucha de líneas representan el conocimiento racional. Wu Qinghua, heroína de la ópera ―El destacamento femenino rojo‖ (35), era oprimida desde la infancia; por la práctica de la opresión que sufrió tuvo desde el principio el conocimiento sensorial de que Nan Patien era un enemigo: esto es algo precioso. Es claro que este conocimiento es el que la hizo tomar rápidamente el camino de la revolución, bajo la dirección del Partido. Pero en últimas el conocimiento sensorial es incluso un conocimiento superficial y unilateral de las cosas, es un conocimiento poco profundo. Por esto, al momento de su primera acción de exterminio total del bandido Nan, a fin de vengarse, olvidó la situación general y se arrogó el derecho de atacar a Nan Patien, a pesar de los consejos de sus compañeros de armas; ella develó muy pronto la señal de la acción, lo que tuvo una influencia negativa sobre todo el plan de combate. Más tarde, educada por el Partido, Wu Qinghua, utilizando la teoría marxista de las clases y de la lucha de clases hizo el balance de su enseñanza y de su experiencia, súbitamente tomó conciencia y dio un salto en el campo ideológico: comprendió que debía unir el odio que sentía al de todos los explotados; que Nan Patien no es el único de su clase, él debe ser puesto en relación con los chacales del mundo entero. Después de haber comprendido lo que era el odio de clase, que el proletariado solo puede liberarse después de haber liberado la humanidad entera, ella se convirtió en una 166

combatiente de vanguardia con una conciencia de clase y de línea superiores. Al fin de cuentas, ella exterminó al bandido Nan y proclamó la liberación de la Villa de los Cocoteros. Analizando los dos ataques que Wu Qinghua había lanzado sobre Nan Patien, el primero fue un movimiento ciego bajo la influencia de un conocimiento sensorial; el segundo fue un movimiento consciente, dirigido por un conocimiento correcto. No siendo el mismo estado de espíritu ideológico los resultados también fueron muy diferentes. También, pasar del conocimiento sensorial al conocimiento racional sobre la base de la práctica es conocer las cosas objetivas y trazar la vía inevitable de la transformación de la materia en espíritu. El presidente Mao dice claramente: ―Para conocer directamente tal o cual cosa o cosas, es preciso participar personalmente en la lucha práctica para transformar la realidad, por transformar dicha cosa o cosas, pues es éste el único medio de entrar en contacto con sus apariencias; asimismo, es éste el único medio de poner al descubierto la esencia de dicha cosa o cosas, y comprenderlas. Tal es el proceso cognoscitivo que en realidad siguen todos los hombres, si bien alguna gente, deformando la realidad, afirma lo contrario.‖ (Sobre la práctica; O.E., pág.322) Confucio y Lin Piao son de esa gente que ―deformando los hechos en designios, pretenden lo contrario‖. Ellos niegan fundamentalmente el carácter material del mundo objetivo, niegan que la práctica constituye la base del conocimiento, y vociferan sobre el ―conocimiento innato‖, ―recibir el Mandato Celestial‖, etc. Realizar el salto de la transformación de la materia en espíritu. ¿Cómo se puede realizar correctamente el salto de la transformación de la materia en espíritu? Vamos a abordar principalmente tres puntos. Primero que todo, se debe profundizar la realidad, estudiar modestamente junto a las masas, recolectar suficientes datos sensoriales. Esto constituye la base para la formación de las 167

ideas correctas y sin esto, ningún salto es posible. El presidente Mao dijo: ―Sólo cuando los datos proporcionados por las sensaciones son muy ricos (no fragmentarios e incompletos) y acordes con la realidad (no ilusorios), pueden servir de base para formar conceptos correctos y una lógica correcta.‖ (íbid. pág. 325) Si se llevan a cabo esos dos puntos: ―en gran número‖ y ―conformes a la realidad‖, se podrá afrontar la práctica y estudiar claramente junto a las masas. Después hay que devanarse los sesos, ser capaz de hacer funcionar este órgano para pensar. Así se tengan muchos datos sensoriales, si no se ha analizado y reflexionado bien, no se podrá poner en marcha nuestro cerebro para la revolución, ni realizar el salto en el conocimiento. El presidente Mao ha dicho: ―Para reflejar plenamente una cosa en su totalidad, para reflejar su esencia y sus leyes internas, hay que proceder a una operación mental, someter los ricos datos administrados por las sensaciones a una elaboración que consiste en desechar la cáscara para quedarse con el grano, descartar lo falso para conservar lo verdadero, pasar de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno, formando así un sistema de conceptos y teorías; es necesario dar un alto del conocimiento sensorial al racional.‖ (Sobre la práctica; O.E., pág. 326) Al principio, el pensamiento es una cosa emanada del taller de acabado del cerebro sobre la base de los datos sensoriales; si nos separamos del cerebro, si no reflexionamos los problemas, entonces será inútil hablar de ―desechar la cáscara para quedarse con el grano, descartar lo falso para conservar lo verdadero, pasar de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno‖. Así, si se quiere realizar la transformación de la materia en espíritu, realizar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional y no hay una correcta reflexión esto no funcionará. En fin, en lo que nos concierne, para realizar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional de una manera correcta, en absoluto nos podemos separar de la dirección del marxismo-leninismo y del pensamiento Mao Tse-tung. Si se tiene un gran número de datos reales y una dirección ideológica correcta, la posición, el punto de vista y el método correctos, y además, si se pone en acción el cerebro de una 168

manera satisfactoria, se podrá explicar los problemas a partir de la unión de la teoría y la realidad, realizar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional, de la materia al espíritu. Si no se tiene la teoría revolucionaria dirigente, aún con muchos datos sensoriales y un esfuerzo cerebral constante, no se obtendrá las ideas correctas y no se realizará la profundización continua del conocimiento. Los cuadros de Taching, bajo la dirección de dos obras, Sobre la práctica y Sobre la contradicción, se atienen a los estilos y a los siguientes sistemas revolucionarios: ―las tres confrontaciones‖ (estar confrontado a la base, a las masas, a la producción), ―los cinco en su lugar‖ (hacer poner en su lugar el trabajo político, la dirección de la producción, el trabajo de planificación, el abastecimiento y los servicios), ―los cuadros conviven en equipo‖, ―los cuadros están en primera línea en el trabajo manual‖; desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, ellos han plasmado la consigna: ―partir de las masas para retornar a ellas‖ y han concretado la teoría marxista del conocimiento. Los cuadros de la brigada de Tachai se atienen a ―los seis firmezas‖: tener los oídos, los ojos, el cerebro, la boca, los pies y las manos firmes. Es así como experimentan los ―seis permanentes‖: tener los oídos asiduos es escuchar la opinión de las masas; tener los ojos asiduos es estar atento en la observación de las cosas; tener el cerebro asiduo es, a menudo, hacer trabajar el espíritu, reflexionar en los métodos; tener la boca asidua es educar con frecuencia a las masas; tener las piernas asiduas es ir adelante de las masas; tener las manos asiduas es hacer las cosas antes de que las masas las hagan. Esos ―seis permanentes‖ aplicados por los cuadros, constituyen el ejemplo de la materia que se transforma en espíritu y el espíritu en materia; solo teniendo los oídos, los ojos, los pies, las manos asiduas, es que se pueden obtener ricos conocimientos sensoriales; solo teniendo el cerebro asiduo es que se elevará la riqueza de los conocimientos sensoriales al conocimiento racional, se agarrará la esencia de las cosas, se tendrá el derecho a hablar en el trabajo de dirección. Para dar el salto de la transformación de la materia en espíritu, del paso del conocimiento sensorial al conocimiento racional, 169

hay que hacer esfuerzos. Con el fin de continuar y de promulgar el espíritu revolucionario del camarada Jiao Yulu (36) y aclarar los pormenores y causantes de las tres grandes calamidades naturales de la inundación, la tormenta de arena y alcalinidad en las tierras; los miembros del comité del distrito de Lankao caminaron con las obras del presidente Mao en sus bolsillos, con las maletas y las palas sobre los hombros, más de dos millas Li y pisaron todas las tierras de Lankao. Ellos investigaron río por río, montículo de arena por montículo de arena; partieron en la búsqueda de pequeñas corrientes de agua, observaron el comienzo y el final de las tormentas de arena, estudiaron la manera de tratar la alcalinidad, hicieron síntesis de las experiencias de las masas para adquirir el correcto conocimiento del tratamiento de esas ―tres calamidades‖. Zhao Puyu, médico militar del EPL, en muchos intentos hizo experimentos sobre él mismo, y se preparó para sacrificar su vida por adquirir los conocimientos correctos sobre la inyección a profundidad en el punto ―Yamen‖ (37) Entonces, para obtener los conocimientos verdaderos se debe, bajo la dirección del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung, participar uno mismo en la práctica social, profundizar la realidad, investigar y estudiar, dominar una gran cantidad de conocimientos sensoriales y pasar por el proceso que consiste ―desechar la cáscara para quedarse con el grano, descartar lo falso para conservar lo verdadero, pasar de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno‖; sólo así se obtendrá el conocimiento racional. Pero sin esfuerzos, no funcionará: Encontramos esta posible cita correspondiente ―Pero ellos están condenados a la ruina como retrógrados y decadentes reaccionarios que son; ya que ignoran las leyes del mundo objetivo y su modo de pensar es subjetivista y metafísico, se equivocan invariablemente en sus apreciaciones.‖ (Sobre la camarilla contrarrevolucionaria de Ju Fen; O.E., t. 5. pág. 193) Superemos el empirismo y la tendencia a apartarse de la realidad 170

El conocimiento sensorial y el conocimiento racional son dos estados indisociables en el movimiento de profundización del conocimiento. El conocimiento sensorial sirve de base al conocimiento racional, y sin conocimiento sensorial no habría conocimiento racional; allí está el materialismo en la teoría del conocimiento. Pero, ―La verdadera tarea del conocimiento consiste en llegar, pasando por las sensaciones, al pensamiento.‖ (Sobre la práctica; O.E. pág. 320), por esto el conocimiento sensorial debe evolucionar en conocimiento racional; allí está la dialéctica en la teoría del conocimiento. El presidente Mao escribe: ―El conocimiento racional depende del conocimiento sensorial, y este necesita desarrollarse hasta convertirse en conocimiento racional: tal es la teoría materialista-dialéctica del conocimiento humano.‖ (Ídem, pág. 326) Debemos aprender y dominar bien la relación dialéctica entre conocimiento sensorial y conocimiento racional. Las experiencias son preciosas pero el empirismo es erróneo, ya que constituye una absolutización de la experiencia, una absolutización del conocimiento sensorial. La experiencia puede llegar a ser un escalón hacia el progreso de nuestros conocimientos, pero el empirismo puede llegar a ser un obstáculo a ese progreso. Hay camaradas empiristas que descuidan frecuentemente el conocimiento racional, descuidan el rol dirigente de la teoría y de la línea en la práctica revolucionaria. Esos camaradas hacen esfuerzos enormes por tirar la carreta, pero cuando levantan la cabeza han perdido todo contacto con las circunstancias objetivas que se han desarrollado. No comprenden que sus propias experiencias aún son solo sensoriales y parciales; no se dan cuenta de que la tarea principal del conocimiento consiste en dominar las leyes y la naturaleza de las cosas, y que el conocimiento sensorial debe elevarse hasta conocimiento racional. En la realidad, no se puede tener por sí mismo la práctica de todas las cosas, muchos conocimientos están constituidos por cosas experimentadas indirectamente, son la síntesis de las experiencias de los hombres que nos han precedido. Si esos conocimientos reflejan correctamente las cosas objetivas son dignos de confianza. Si se quiere evitar empantanarse en el estrecho empirismo, debemos 171

estudiar y leer concienzudamente sobre la base de la participación de las tres prácticas revolucionarias, interiorizar la experiencia de los otros para servir a la revolución y a la construcción socialistas. Algunos camaradas piensan sin razón que el conocimiento racional está constituido por ―principios vacíos‖. El conocimientos racional está verdaderamente constituido por ―principios vacíos‖? Evidentemente no. Sobre la base de la práctica, después de que una cosa ha pasado por el acabado científico del cerebro, no está en absoluto ―vacío‖, sino que refleja aún mejor la esencia y la cosa en su conjunto. Es así como Lenin dice: ―De la intuición viva al pensamiento abstracto, y de ésta a la práctica —tal es el camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva‖, pero ―todas las abstracciones científicas (justas, serias, no vacías) reflejan la naturaleza más profundamente, más fielmente, más completamente‖ (―Resumen de la Ciencia de la Lógica de Hegel‖; O.C., t. 38, pág. 160) Tomemos las contradicciones entre Shang Yang de la escuela legista y, Du Zhi y Gang Long de la escuela confuciana: si se les observa desde el exterior, si se les limita al conocimiento sensorial, solo aparecerán bajo su aspecto individual; si se les ubica en los grandes cambios sociales que sucedieron en esa época y se elevan las contradicciones entre Shang Yang, Du Zhi y Gang Long al conocimiento racional, y si se penetra su esencia, se verá que son contradicciones entre dos clases, entre dos líneas políticas, entre el progreso y la regresión, la revolución y la restauración. ¿Diremos que las contradicciones personales que existían entre ellos reflejaban la totalidad de la lucha en su esencia, o bien, que las contradicciones que existían entre la línea política de regresión de los aristócratas esclavistas y la reformista de la clase ascendiente de los terratenientes feudales son las que reflejaban la totalidad de la lucha en su esencia? Desde luego es la segunda definición y no la primera la que está bien. Se ve que el conocimiento racional que toma su fuente en la práctica, a saber, las cosas obtenidas por la abstracción científica, no es del todo un ―principio vacío‖, no digno de confianza, sino que es aún más próximo al aspecto 172

auténtico de la realidad. El presidente Mao ha dicho: ―Los que tienen la experiencia en el trabajo práctico deben estudiar la teoría y leer a conciencia; sólo así podrán sintetizar sus experiencias para elevarlas al nivel de la teoría, y evitarán tomar sus experiencias parciales por verdades universales, así como caer en el error del empirismo.‖ (Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido; O.E., t. 3. p. 38) Nosotros, obreros, campesinos y soldados, debemos recordar bien estas palabras, leer y estudiar a conciencia, superar la ceguera y elevar nuestra conciencia. Otro extremo del empirismo es no reconocer la importancia más que al mero conocimiento racional y negar el conocimiento sensorial, la práctica. En realidad, los que predican esto niegan que el espíritu, la teoría nace en la materia, la práctica, y que el conocimiento racional es engendrado por el conocimiento sensorial; ellos absolutizan el conocimiento racional, absolutizan lo que hay en los libros, esto es lo que a menudo llamamos el ―culto a los libros‖, la teoría separada de la práctica. El presidente Mao dijo hace varias decenas de años: ―¿Qué tipo de conocimientos son los adquiridos por los estudiantes en los libros? Suponiendo que todos sus conocimientos fueran verdad, no son, sin embargo, conocimientos conseguidos por medio de su experiencia personal, sino teorías establecidas por sus antecesores, fruto de la síntesis de las experiencias de estos en la lucha por la producción y en la lucha de clases. Por supuesto, es absolutamente necesario que los estudiantes adquieran este tipo de conocimientos; no obstante, debe entenderse que, en cuanto a ellos concierne, estos conocimientos son en cierto sentido unilaterales, algo que ha sido comprobado por otros, y no por ellos mismos. Lo más importante es saber aplicar estos conocimientos en la vida y en la práctica‖ (ídem. pág. 36) Siendo relativamente grande la influencia del confucianismo, la gente que es envenenada por la línea revisionista de Liu Shao-chi y de Lin Piao, no escucha las instrucciones dadas por el presidente Mao en lo que concierne a la revolución en la 173

enseñanza, así como a su línea de educación proletaria; por el contrario, se amoldan bien a las líneas burguesas: ―La instrucción primero‖, ―la tendencia hacia la anotación‖: esto es, desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, la absolutización del conocimiento racional, del conocimiento libresco. No importa si usted va a utilizarlos, no importa si usted no ha comprendido verdaderamente, basta que sus conocimientos librescos sean numerosos, que usted pueda recitarlos de memoria y eso será excelente. En cuanto a saber de dónde vienen los conocimientos y a quienes sirven, de eso, ellos no se ocupan. ¿Existe un método para que estas personas que sólo tienen conocimientos librescos lleguen a ser elementos cultos en los que el saber corresponde a la realidad? El presidente Mao ha dicho: ―La única manera es que participen en el trabajo práctico y se conviertan en trabajadores prácticos, y que quienes se ocupan del trabajo teórico estudien problemas prácticos de importancia. Así se logrará este objetivo‖ (Ibíd. pág. 36) Esperamos que los camaradas que relativamente tienen muchos conocimientos librescos y relativamente poco de experiencias prácticas actúen siguiendo estos consejos. El salto del espíritu que se transforma en materia tiene una significación aún más grande Después de haber cumplido el salto que constituye la transformación de la materia en espíritu, del conocimiento sensorial en conocimiento racional, ¿los hombres han acabado el proceso del conocimiento de las cosas objetivas? Aún no. El salto que constituye la transformación de la materia en espíritu, de los conocimientos sensoriales en conocimientos racionales sólo es la mitad de todo el proceso de conocimiento; desde el punto de vista de la filosofía marxista ―la mitad menos importante‖ (Sobre la práctica; t. 1, pág. 326) La mitad más importante del proceso de conocimiento es el salto del espíritu que se transforma en materia, del conocimiento racional a la práctica revolucionaria. ¿Por qué se dice que la transformación del espíritu en materia 174

tiene una significación aún más grande que la materia que se transforma en espíritu? El presidente Mao lo dice: ―Porque sólo mediante el segundo salto puede probarse lo acertado o erróneo del primer salto del conocimiento, esto es, de las ideas, teorías, políticas, planes y resoluciones formadas durante el curso de la reflexión de la realidad objetiva. No hay otro método para comprobar la verdad. La única finalidad del proletariado en su conocimiento del mundo es transformarlo a este. (¿De dónde provienen las ideas correctas?, Cinco Tesis Filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pp. 287-288) Estas palabras de nuestro presidente tienen dos sentidos: el primero es que el objetivo del conocimiento del mundo es cambiarlo totalmente; el segundo es que la justeza de un conocimiento debe ser comprobada en la práctica. He aquí el por qué decimos que el segundo salto en el proceso del conocimiento es más importante, más grande que el primero. Buscamos conocer el mundo con el único objetivo de transformarlo, y el segundo proceso del conocimiento, el segundo salto, es el proceso del cambio del mundo bajo la dirección del conocimiento racional, la aplicación del conocimiento adquirido en el curso del primer salto, para dirigir la práctica; ―A menudo sólo se puede lograr un conocimiento correcto después de muchas reiteraciones del proceso que conduce de la materia a la conciencia y de la conciencia a la materia, es decir, de la practica al conocimiento y del conocimiento a la práctica. Esta es la teoría marxista del conocimiento, es la teoría materialista dialéctica del conocimiento‖. (¿De dónde provienen las ideas correctas?, Cinco Tesis Filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pp 288). Por esta razón decimos que el espíritu se transforma en materia. Si tenemos un correcto conocimiento, si hemos dado el primer salto en el conocimiento, y nos sentimos contentos de hablar de ello sin ponerlo en práctica esto perderá toda su significación. Una vez más, para saber si el primer salto del conocimiento es correcto, sólo la verificación en el segundo salto lo confirmará, no hay otros métodos. Un conocimiento correcto no debe provenir únicamente de la práctica, de la realidad objetiva; este debe ser confirmado en su justeza por la práctica, por el mundo 175

objetivo. Si esta última condición no se cumple no se podrá decir que un conocimiento es correcto. Así, si el primer salto del proceso del conocimiento es separado del segundo salto pierde toda significación de existir, y si no es confirmado es absolutamente inútil. Esto quiere decir que el segundo salto del proceso del conocimiento es verdaderamente más grande y más importante que el primero. ―La filosofía marxista considera que el problema más importante no consiste en comprender las leyes del mundo objetivo para estar en condiciones de interpretar el mundo, sino en aplicar el conocimiento de esas leyes para transformarlo activamente.‖ (Sobre la práctica; O.E. pág. 326) En la práctica de la transformación activa del mundo, si los hombres han pasado a la realidad los resultados previos, las ideas, teorías, política, planes, medios de acción, etc., los cuales son del campo del espíritu, esto quiere decir que se ha realizado la transformación del espíritu en materia. Debemos insistir particularmente en esto: de la misma manera que la transformación de la materia en espíritu no puede separarse de la práctica social de los hombres, la transformación del espíritu en materia tampoco puede estar separada de aquella. En las tres prácticas revolucionarias, los obreros, campesinos y soldados realizan cada día la transformación de la materia en espíritu y viceversa; por esto comprendemos más fácilmente ese proceso del movimiento dialéctico del conocimiento. Tomemos la unidad de vanguardia de Xiaojinzhuang, distrito de Yudi de la municipalidad de Tianjin (provincia de Hebei): en 1974 la producción agrícola fue muy abundante, la producción promedio de cereales y productos agrícolas por mu sobrepasaron cerca del 50 % a la del año pasado, el Río Amarillo estaba ―franqueado‖. Sobre el área de apaleo, las cabezas de espigo rojo fuego del sorgo se apilaban en ―colinas‖, el maíz dorado se amontonaba formando ―barricadas‖. ¿De qué manera se procedió para que Xiaojinzhuang tuviera tan buena cosecha? Un viejo jefe del equipo responde: lo que hemos recogido es maíz y sorgo, lo que hemos ganado es la victoria del proletariado sobre la burguesía en el campo de la superestructura. El viejo carretero dice: en el último año, sobre 176

este extremo del terreno al sureste del río, en un día se recogió todo el maíz. En este año se ha recogido durante tres días mucho más. ¡Verdaderamente, entre más se recoge, más se gana, las carretas son los ricos y voluminosos frutos del Movimiento de Crítica a Lin Piao y Confucio! Aquello ha hecho avanzar a un nivel más elevado el pensamiento de los cuadros y miembros de nuestra brigada. Bajo la dirección de la célula del Partido, los miembros de la comuna han criticado con profundidad el confucianismo, ideología de las clases decadentes, y la línea revisionista de Lin Piao; barriendo todos los viejos pensamientos de las clases explotadoras, ellos han elevado mucho más su conciencia de la lucha de clases, de la lucha de líneas y de la revolución ininterrumpida bajo la dictadura del proletariado. Todo el mundo dice: ¡Lin Piao quería restaurar el capitalismo, nosotros queremos actuar por el socialismo! Debemos acogernos al progreso sobre el plan político y avanzar a grandes pasos en la producción. Xiaojinzhuang, en la parte norte del río Haihe, es una región pantanosa, allí la tierra es negra, abatida por los vientos, la sequía y la inundación azotan fácilmente. En la primavera, en la época de las semillas, cuando la sequía castiga, no hay ni un retoño y el suelo está resquebrajado. Los cuadros y los miembros de la comuna se han reunido y han criticado realmente la concepción del ―Mandato Celestial‖ de Confucio, ellos creyeron firmemente que el hombre podía vencer la naturaleza. Tomaron a Tachai como ejemplo, y en los días de la gran sequía, apoyándose en la gran actividad de las mujeres, los hombres, los jóvenes y los viejos, desplegaron la lucha de resistencia contra la sequía y por la reconstitución de los retoños. A pesar de la sequía, las cosechas fueron de un verde vigoroso. En otro tiempo, la región estaba infestada de insectos peligrosos; se les llamaban ―insectos celestiales‖; en el presente, los cuadros y los miembros de la comuna Xiaojinzhuang están determinados a destruir esos ―insectos celestiales‖, y a salvaguardar la buena cosecha. En los cursos políticos de la noche ellos sacaron la conclusión de la experiencia del tratamiento de los insectos, y después de haber estudiado las leyes de su crecimiento, toda la población pasó a la acción en el momento de la puesta de sus huevos: crearon el insecticida con 177

hollín para expandirlo sobre las hojas de maíz y de sorgo; en tres días solamente rociaron de insecticida los retoños en más de 800 mu. Hecho esto, los ―insectos de la desgracia‖ fueron totalmente destruidos. Todo el mundo decía alegremente: el Movimiento de Critica a Lin Piao y Confucio destruyó los ―insectos celestiales‖ y produjo una muy buena cosecha en la agricultura. Esto muestra de una manera vívida ese principio profundo de que el espíritu se transforma en materia, como nos lo enseña el presidente Mao: ―Una vez dominadas por las masas, las ideas correctas características de la clase avanzada se convertirán en una fuerza material para transformar la sociedad y el mundo‖. (¿De dónde provienen las ideas correctas?, Cinco Tesis Filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pp. 285-286) A menudo, las ideas correctas deben abrirse camino superando dificultades en muchas ocasiones Después del segundo salto realizado en el conocimiento, es decir, después del salto del espíritu a la materia, del conocimiento racional a la práctica revolucionaria ¿se puede concluir que el movimiento del conocimiento está terminado? Decimos sí y no. Sí, ya que las ideas, las teorías, los planes y los métodos de acción adquiridos en el primer estado del conocimiento llegaron a ser realidad a través de la transformación del mundo, alcanzaron la meta deseada. Por ejemplo, la realización de cierta innovación técnica, el éxito de un experimento científico, la transformación de un terreno alcalino, la victoria en la lucha política, en todo esto se puede contar con que se ha alcanzado la meta deseada. En ese sentido, el movimiento del conocimiento ha terminado. ¿Por qué se dice también que no ha terminado? Porque, de una manera general, sea en la práctica de la transformación de la naturaleza o de la sociedad, los pensamientos, teorías, planes determinados al principio por los hombres, y realizados sin ningún cambio, son poco numerosos. Sin hablar de situaciones complejas, incluso en los casos relativamente simples se encuentran muy pocas situaciones que son satisfactorias desde el primer intento. La razón de esto es que, ―la gente que se 178

dedica a la transformación de la realidad está siempre sujeta a numerosas limitaciones, no sólo se encuentra limitada por las condiciones científicas y técnicas existentes, sino también por el desarrollo del propio proceso objetivo y el grado en que éste se manifiesta (aún no se han revelado plenamente diferentes aspectos y la esencia del proceso objetivo)‖ (Sobre la práctica; O.E., pág. 328). En esas condiciones, debido a las circunstancias aún no previstas al principio, antes de la puesta en práctica, se deduce que los pensamientos, teorías, planes y métodos de acción cambiaron parcial o totalmente. Esto quiere decir que existen ideas, teorías, planes, métodos de acción determinados que no corresponden parcial ni totalmente a la realidad, y que son parcial o totalmente erróneos. La razón por la cual decimos que el conocimiento de los hombres es siempre un proceso en el que difícilmente se puede evitar que lo subjetivo no corresponda a lo objetivo, es porque en la realidad si existen éxitos absolutos son extremadamente raros; es necesario pasar por varios fracasos para salir victoriosos. Esto no viola la teoría marxista del conocimiento, todo lo contrario. ¿Por qué ha habido tres batallas en el barranco de Langwozhang (38)? Esto quiere decir que ha habido un proceso del conocimiento. La primera vez se desembocó en un fracaso, se sacaron conclusiones y se volvió a comenzar. La segunda vez, error de nuevo, se sacó conclusiones nuevamente y se volvió a comenzar. La tercera vez todo salió bien, lo subjetivo reflejó lo objetivo, nada fue superado por las aguas crecidas. La reforestación de la montaña desierta de Shashiyu: La primera vez se reforestó 80 mu, pero la arena y después la sequía sólo dejaron vivos dos o tres árboles por cada centena. Los trabajadores no perdieron el coraje en absoluto, ―así no quede más que un solo árbol, no tendremos ni pizca de tristeza‖. Sacaron las conclusiones y las experiencias conscientemente y continuaron la reforestación. Cuando no comprendían, estudiaban, y después de haber estudiado aplicaban lo que habían aprendido; se recomenzó dos veces después de ese fracaso, después tres veces, cinco veces, incluso en un mismo año reforestaron cuatro veces seguidas. Finalmente, el éxito llegó y 1.200 mu de montaña árida se 179

transformaron en montaña ―cubierta de pinos y cedros, y cientos de árboles frutales‖: lograron su objetivo. Las innovaciones técnicas tampoco experimentan el éxito en el primer intento; si no se paga el precio del error, esto no funcionará. A menudo decimos que el error es fuente del éxito. Esto quiere decir que si no hay error no habrá éxito, el error es una condición para la formación de conocimientos correctos. Se habla por ejemplo de una innovación técnica que ha sido un éxito al cabo de 30 experimentos, 29 han sido errores; pero si no hubiera habido estos 29 errores precedentes ¿de dónde vendría el trigésimo intento, que fue un éxito? En realidad, en los 29 errores estaban contenidas las premisas del éxito y cada error reunía las condiciones para el trigésimo intento y sin los 29 errores precedentes, ese éxito no sería tal. ¿Por qué hay que dejar que los hombres cometan errores para después corregirlos? Según la teoría del conocimiento, el conocimiento y la transformación del mundo por los hombres debe ser un proceso y no puede realizarse de una sola vez. En ese sentido, es inevitable que los hombres cometan uno que otro error. Diciendo que eso es inevitable, se está relativamente acorde a la realidad. El presidente Mao nos enseñó en algunas ocasiones que hay que permitirle a los hombres cometer errores y hay que permitirles corregirlos, sin atacar a quienes los han cometido. El fracaso, a menudo es una guía correcta. Si algunos camaradas que han cometido un error pueden reaccionar de una manera correcta, saben que en ciertos momentos es fácil atascarse, se inspiran conscientemente en las enseñanzas que les dejó la experiencia y pueden estar mucho más inmunes que algunos camaradas que no han cometido errores. De lo que acaba de ser dicho aquí, podemos comprender: en el proceso del conocimiento materialista-dialéctico sobre la base de la práctica, un único movimiento del paso de la materia al espíritu y del espíritu a la materia, no es en absoluto suficiente para formar un conocimiento correcto. Esto necesita muchas repeticiones de ese paso para alcanzarlo. El presidente Mao lo dice: ―A menudo sólo se puede lograr un conocimiento correcto después de muchas reiteraciones del proceso que conduce de la 180

materia a la conciencia y de la conciencia a la materia, es decir, de la práctica al conocimiento y del conocimiento a la práctica. Esta es la teoría marxista del conocimiento, es la teoría materialista dialéctica del conocimiento‖. (¿De dónde provienen las ideas correctas?, Cinco tesis filosóficas de Mao Tse-tung., ELE, pág. 288) La teoría del conocimiento de la que se habla aquí es la línea del conocimiento (o la línea ideológica), es la vía, el camino para adquirir un conocimiento correcto. Debemos llevar de una manera correcta el conocimiento y la transformación del mundo, es decir, seguir absolutamente la línea ideológica del marxismo. Critiquemos la línea de conocimiento reaccionaria de Confucio y Lin Piao Con el fin de realizar su programa ―moderarse y regresar a los ritos‖ y conducir en sentido inverso el carro de la historia, Confucio impulsó una línea de conocimiento idealista y reaccionaria. ¿Cuál es esa línea impulsada por Confucio? Es lo que él llamaba ―amar el estudio, investigar con precisión, reflexionar pacientemente, decidirse claramente, actuar de todo corazón‖. Confucio lo llamaba proceso de perfeccionamiento. En realidad lo que él decía ser un proceso de perfeccionamiento era el proceso para adquirir el saber. Se ve, según ese proceso del perfeccionamiento, que los pretendidos ―amar el estudio, investigar con precisión, reflexionar pacientemente, decidirse claramente‖ hacen parte del campo del ―saber‖. Es decir, según él, el ―saber‖ está antes y la ―acción‖ después; él invirtió completamente la relación entre el ―saber‖ y la ―acción‖. El saber antes, la acción después, en realidad esto quiere decir que el espíritu es antes, que el espíritu es primero, que tiene un carácter primario; en cuanto a la materia, es secundaria, está determinada por el espíritu. ¿No es esto apriorismo idealista? En cuanto a lo que Confucio nombra ―acción‖ no lo son las tres prácticas revolucionarias de las cuales hablamos, sino una ―acción‖ reaccionaria de humanidad y de virtud, de piedad filial y de 181

fidelidad, etc., destinada a retroceder al sistema esclavista. La línea de conocimiento idealista del ―saber primero, la acción enseguida‖ clamada por Confucio está totalmente determinada por su idea del reaccionario ―Mandato Celestial‖. Según él, el ―Cielo‖ tiene una voluntad, todas las cosas del universo son dispuestas por dios, provienen de dios. El Cielo ha ordenado que algunos sean ―inferiores y estúpidos‖ desde su nacimiento, y otros ―superiores e inteligentes‖: ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez, eso será siempre así‖. Confucio creía también que el supuesto conocimiento era lo que él llamaba ―conocer el Mandato Celestial‖. Según Confucio, sólo un pequeño número de ―sabios‖ y ―señores‖ con ―conocimiento innato‖ podían conocer y comprender la voluntad de dios, y ya que las grandes masas de esclavos eran ―inferiores y estúpidas‖ para ellas no había caso hablar de conocimiento. Puesto que el saber no proviene de la práctica de la transformación del mundo, sino que cae del Cielo, el proceso del conocimiento de los hombres sólo puede ser ―conocimiento del Mandato Celestial‖, de la acción nos ocuparemos después. ¿Confucio no habló de ―conocimientos aprendidos‖? El primer paso de su ―Libro de perfeccionamiento‖ (las ―Conversaciones de Confucio‖) era ―amar el estudio‖. La cuestión es: estudiar para quién, estudiar qué. Sólo concentrándose en esa teoría reaccionaria del ―Mandato Celestial‖ se podrá develar la esencia de esos ―conocimientos aprendidos‖. Según Confucio ¿para quién debían estudiar los hombres? Para los hombres que tienen un ―conocimiento innato‖, para ―sabios‖ que conocen el ―Mandato Celestial‖ y no para el pueblo trabajador que posee una experiencia práctica, no para cosas provenientes de la realidad, de las masas, de la práctica. A la vista del conjunto de la teoría del ―conocimiento innato‖ de Confucio, la esencia de esos ―conocimientos aprendidos‖ es siempre el apriorismo idealista. Y cuando Confucio hablaba de ―investigar mucho‖ y ―observar mucho‖, ¿no reconocía el conocimiento sensorial? En absoluto. Lo que él llamaba ―investigar mucho y ―observar mucho‖ y lo que nosotros llamamos adquirir ricos conocimientos sensoriales 182

a través de una práctica repetida, en absoluto es la misma cosa. Él hizo de ―investigar mucho‖ y ―observar mucho‖ un medio y un instrumento para mostrar y comprender la ―vía de los Antiguos Reyes‖, ―la palabra de los sabios‖; aquí no existe ninguna actividad práctica consciente de los hombres, esto no es más que observación pasiva e introspección. ¿Confucio no habló varias veces de ―pensamiento‖, y no habla de eso en las cinco medidas de perfeccionamiento (―reflexionar pacientemente‖)? Aparentemente, él hace del ―pensamiento‖ un eslabón del ―estudio‖. La teoría marxista del conocimiento jamás ha negado el rol de la reflexión cerebral y nosotros hemos tomado la iniciativa de hacer trabajar mucho nuestro cerebro para la revolución. Pero nuestro ―pensamiento‖ está basado en la práctica, es un pensamiento que ocurre después de haberse dominado una gran cantidad de material sensorial, es evidentemente un proceso de profundización del conocimiento, el cual no se puede economizar. Pero el ―estudio‖ y el ―pensamiento‖ de Confucio sólo va del libro al perfeccionamiento y del perfeccionamiento al libro; ―los dos oídos no entienden las cosas de afuera, el corazón sólo estudia los libros santos y virtuosos‖, estos no son más que libros completamente carcomidos por los gusanos, no expresan en absoluto un proceso de profundización activo del conocimiento sobre la base de la práctica. ―Mi jornada comprende tres introspecciones‖ de Zeng Can (discípulo de Confucio); ―aclarar el corazón y volver al Camino‖ de Dong Zhongshu (179-104 a.c.); ―yo busco los Principios en mi corazón‖ de Wang Yangming (39); ―autoperfeccionamiento‖ de Liu Shaochi; y, ―desencadenar la revolución en su fuero interior‖ de Lin Piao; son todos especímenes vivos del ―pensamiento‖ del que habla Confucio. Para esparcir esta línea del conocimiento idealista ―de lo subjetivo a lo objetivo‖, Lin Piao fiel discípulo del confucianismo, se opuso a la línea del conocimiento marxista de la transformación de la materia en espíritu y del espíritu en materia despotricando: ―En cuanto al proceso de la formación de las ideas, se va de lo objetivo a lo subjetivo, de la realidad a las ideas. Y cuanto a las cosas que se hacen, el orden es inverso, 183

es decir, se va de lo subjetivo a lo objetivo, de las ideas a la realidad‖. Según ese chorro de palabras, podemos ver que mientras Lin Piao da una explicación ubicada bajo la signo de la teoría marxista del conocimiento, se vale de un recurso que disocia ―el proceso de formación de las ideas‖ y el ―proceso de las cosas que se hacen‖, y se esfuerza en mezclar un lenguaje marxista con la baratija revisionista, espera fabricar una apariencia para mistificar a los demás, como si todo su ―proceso de formación de las ideas‖ fuera el proceso de la materia que se transforma en espíritu y que ―el proceso de las cosas que se hacen‖ fuera el espíritu que se transforma en materia. Lin Piao quería hacer pasar el apriorismo idealista por materialismo dialéctico, pero no pudo engañar a la gente, y sólo logró perderse, desenmascarándose. La teoría materialista-dialéctica del conocimiento es partidaria del saber y de la acción, de la unidad del conocimiento y de la práctica; pensamos que el proceso de la formación de las ideas es el proceso de las cosas que se hacen. Lin Piao las ha separado voluntariamente y ha dicho que esos dos procesos no tienen ninguna relación. Eso explica que para él el proceso de formación del pensamiento es un proceso de pensamiento simple que está separado de la acción y separado igualmente de la práctica social. Ya que son ideas formadas una vez que la practica social es evacuada, estas sólo pueden ser algo idealista y subjetivo, sólo ―introspección‖ confuciana del ―desencadenamiento de la revolución en su fuero interior‖ ¿De qué manera lo anterior puede ser confundido con el proceso del conocimiento de la materia que se transforma en espíritu sobre la base de la práctica social? Veamos ahora su ―proceso de las cosas que se hacen, que va de lo subjetivo a lo objetivo‖. El hablar propiamente de una línea del conocimiento totalmente idealista es completamente la misma baratija que el ―Libro del perfeccionamiento‖ de Confucio que clama: ―saber primero, actuar después‖. Este juicio intenta hacerse pasar por la transformación del espíritu en materia, sin llegar allí. La teoría marxista del conocimiento dice que la transformación del espíritu en materia tiene como premisa la transformación de la materia en espíritu, esas son 184

dos etapas indisociables, unidas y separadas entre sí en la profundidad del conocimiento. Ya que Lin Piao veía en la formación de las ideas y de las cosas que se hacen dos procesos independientes el uno del otro, sin ninguna relación, entonces sus ―de lo objetivo a lo subjetivo‖ y ―de lo subjetivo a lo objetivo‖ no tienen tampoco ninguna relación y es inútil hablar de una hipotética unión entre ellos. Así, Lin Piao esperaba en vano hacer pasar su apriorismo idealista ―de lo subjetivo a lo objetivo‖ por la teoría ―el espíritu se transforma en materia‖; eso no funcionó. Era una enseñanza tramposa, una baratija fraudulenta, idealista reaccionaria. ―Lo falso es lo falso, la máscara debe ser descubierta‖ (Mao Tse-tung) Quitar la máscara de Lin Piao es desenmascarar totalmente su verdadero perfil de renegado del marxismo. ¿Lin Piao no dijo que ―en las cosas que se hacen, el orden es inverso, es decir, que se va de lo subjetivo a lo objetivo, de las ideas a la realidad‖? Esa ―inversión del orden‖ constituye el punto sensible de su razonamiento. La inversión del orden en filosofía siempre ha servido a una inversión del orden en política. La camarilla de renegados revisionistas soviéticos manejó una gran inversión del orden en filosofía, ésta se desvió, se invirtió la dialéctica materialista para formar el idealismo, la metafísica, al servicio de su inversión del orden sobre el plan político, del retroceso que se produjo de la sociedad socialista hacia el socialimperialismo. El renegado y traidor Liu Shao-chi igualmente impulsó una de estas inversiones del orden en filosofía: él cambió ―uno se divide en dos‖ por ―dos se fusionan en uno‖. Esto estaba al servicio de la inversión del orden sobre el plan político que consistía en restaurar el capitalismo. Lin Piao ―invirtió‖ la teoría marxista del conocimiento ―de lo subjetivo a lo objetivo‖; así, él tuvo una ―teoría‖ de la inversión del orden sobre el plan político. Nosotros, el pueblo trabajador, personalmente hemos sentido los beneficios de la sociedad socialista pero él no ha dejado de decir que ―eso iba muy mal‖, esperando efectuar una inversión del orden entre el socialismo y el capitalismo; la dictadura del proletariado es un arma que protege al pueblo trabajador, pero él no ha dejado de atacarlo tratándola de ―despotismo‖, de ―dictadura‖, esperando invertir 185

el orden entre la dictadura del proletariado y la dictadura fascista de los capitalistas y terratenientes. ¡Se puede ver que detrás de esas palabras ―inversión del orden‖ se despliega una lucha de clases a muerte! No nos desviemos de nuestra línea ideológica ―La justeza de la línea ideológica y política es determinante en todo‖. Ciertos camaradas piensan que la línea política es asunto de los cuadros. En verdad, ese modo de ver no es correcto, basta con que ustedes tomen parte en las tres prácticas revolucionarias para que tengan una lucha ideológica, aún cuando algunas veces no tengan conciencia. Todos los días aquí conocemos y transformamos el mundo, cada uno elabora y discute los métodos. Si es así ¿de dónde provienen sus discusiones y métodos? Si ustedes no pasan por la práctica, no investigan, ni estudian concienzudamente bajo la dirección de la línea ideológica de la materia se transforma en espíritu y el espíritu en materia, caerán seguramente en la línea ideológica idealista: ―de lo subjetivo a lo objetivo‖, ―conocimiento‖ primero, ―acción‖ después, lo subjetivo nace por sí mismo. Esto es evidente y no hay ninguna forma de evitarlo. Cuando una nueva tarea, un nuevo trabajo se nos presenta a menudo surge el problema: estudiar haciéndolo, o mejor, hacerlo después de haber terminado de estudiar. Se nos presentan dos líneas ideológicas fundamentalmente diferentes ¿Por qué somos partidarios de estudiar haciéndolo? Porque la teoría materialista-dialéctica del conocimiento nos dice que los conocimientos y la capacidad de los hombres sólo pueden ser adquiridos sobre la base de la práctica, pasando por la transformación de la materia en espíritu, luego del espíritu en materia, o bien, partiendo de la práctica para llegar al conocimiento y del conocimiento a la práctica, así muchas veces, no podemos separarnos de la práctica de la revolución y aprender de palabras vacías. El presidente Mao ha dicho: ―Nuestro método principal es aprender a combatir en el curso mismo de la guerra‖ (Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China, O.E., t. I. pág. 204). Aprender haciendo, hacer aprendiendo corresponde a la línea ideológica 186

del marxismo. La opinión según la cual hay que ―terminar de aprender para actuar‖ es en realidad una línea ideológica idealista, ya que después de estar separado de la actividad, de la práctica, no se puede ―aprender bien‖ ni se podrán adquirir los conocimientos correctos. Seguir o no la línea de masas, es también una cuestión de dos líneas ideológicas fundamentalmente diferentes. Las masas son la fuerza principal en el conocimiento y la transformación del mundo, y de la práctica de la que hablamos es la práctica social, la práctica de las masas, la práctica del conjunto de las clases revolucionarias; fundamentalmente, la transformación de la materia en espíritu y del espíritu en materia no se logrará si nos apartamos de la práctica de masas, de la práctica de las clases revolucionarias. ¿Por qué cuando se emprende un trabajo, sea cual sea, que comprende la lucha en el campo ideológico, si nos separamos de los obreros, campesinos y soldados, no podemos afrontarla bien? Porque separándose de ellos, nos separamos de la fuerza principal del conocimiento y de la transformación del mundo y también de la línea ideológica correcta. El presidente Mao ha dicho: ―En todo el trabajo práctico de nuestro Partido, toda dirección correcta está basada necesariamente en el principio: ‗de las masas, a las masas‘. Esto significa recoger las ideas (dispersas y no sistemáticas) de las masas y sintetizarlas (transformarlas, mediante el estudio, en ideas sintetizadas y sistematizadas) para luego llevarlas a las masas, difundirlas y explicarlas, de modo que las masas las hagan suyas, perseveren en ellas y las traduzcan en acción, y comprobar en la acción de las masas la justeza de esas ideas. Luego, hay que volver a recoger y sintetizar las ideas de las masas a llevarlas a las masas parta que perseveren en ellas, y así indefinidamente, de modo que las ideas se tornan cada vez más justas, más vivas y más ricas de contenido. Tal es la teoría marxista del conocimiento.‖ (Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección; O.E., t. 3, pág.119). Lo que sintetiza aquí nuestro presidente a través de ―de las masas, a las masas‖, es la línea ideológica marxista: la materia se transforma en espíritu y el espíritu en materia, es decir, el paso de la práctica al conocimiento y del conocimiento a la práctica. Así, en nuestro trabajo práctico, seguir o no seguir la línea de masas, tener o no 187

tener confianza en las masas es en realidad una gran pregunta para saber a qué línea ideológica nos acogemos. En ―Dialéctica de la naturaleza‖, Engels habla de ciertos burgueses sabios en ciencias naturales que siempre piensan en apartarse de todas las obligaciones de la filosofía; pero ―no por ello dejan de hallarse bajo el vasallaje de la filosofía, pero, desgraciadamente, en la mayor parte de los casos, de la peor de todas‖. ―La peor filosofía‖ aquí es el idealismo y la metafísica. Engels concluye: ―Los sabios han hecho bien, ellos son dominados por la filosofía. El problema es solamente el saber si ellos quieren ser dominados por cualquier filosofía mala de moda, o si ellos quieren dejarse guiar por una forma de pensamiento teórico que reposa sobre el conocimiento de la historia del pensamiento y de sus logros‖ (Dialéctica de la naturaleza; E.S., pág. 211) En cuanto a nosotros, la cuestión es saber si seremos dominados por el idealismo y la metafísica o bien, por el materialismo-dialéctico marxista. La historia del pensamiento humano ya ha demostrado que el que piensa en apartarse de la dominación de la filosofía marxista, en general, se encuentra ―bajo el vasallaje de la peor filosofía‖.

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CAPÍTULO 14

EL CONOCIMIENTO ES ILIMITADO En el capítulo anterior dijimos que para adquirir un conocimiento correcto necesitamos partir de la materia para llegar al espíritu, del espíritu a la materia, es decir, de la práctica al conocimiento y del conocimiento a la práctica y así seguidamente en muchas ocasiones. Pero, una vez adquirido hay muchas cosas que aún debemos conocer y transformar. Esto quiere decir que el conocimiento del hombre no tiene límites, que jamás puede estancarse en un nivel determinado. El conocimiento es sin límites El conocimiento es ilimitado. Eso es algo que ha sido demostrado hace mucho tiempo en la historia del conocimiento humano. En el resumen de la ―Ciencia de la lógica‖ de Hegel, Lenin indicó: ―proceso infinito de profundización del conocimiento por el hombre de las cosas, fenómenos, procesos, etc., que va de los fenómenos a la esencia y de una esencia menos profunda a una esencia más profunda‖ (O., t. 38, p. 210) El ―proceso infinito de profundización‖ equivale a decir que el conocimiento no tiene límites. Tomemos el conocimiento que adquiere el hombre de las estaciones, de la naturaleza; es un proceso de profundización ininterrumpido, infinito. En la sociedad primitiva, los hombres ―trabajaban en el día y descansaban en la noche‖, y sólo conocían la sucesión del día y de la noche. Con el desarrollo de la práctica productiva, de la cría, del cultivo y de la cosecha, los hombres tomaron poco a poco conocimientos de las variaciones del frío y de calor, de las semillas de primavera y las cosechas del otoño; y el concepto de estación tomó forma. Se cuenta que desde la Dinastía Xia (alrededor del 2100 al 1600 a.c.), en nuestro país hubo un calendario agrícola. Es muy posible que éste sea un producto del conocimiento de las estaciones, de la naturaleza. En el siglo VII a.c. se creó una clase de medida (en chino: tugui) para determinar los solsticios. Por observaciones y prácticas ininterrumpidas bajo las dinastías siguientes, los 189

hombres pudieron determinar con relativa exactitud las estaciones agrícolas. En el siglo V d.c., en la época de las dinastías del Sur y del Norte, un astrónomo llamado He Chengtian observó durante 14 años los fenómenos astronómicos y sobre la base de once tipos de calendarios agrícolas elaborados por sus antecesores, escribió el célebre calendario ―Jiali‖. Esa obra profundizó el conocimiento del movimiento y de los cambios de las estaciones, así como de las estrellas. Evidentemente, hoy tenemos un conocimiento mucho más científico, más exacto de las estaciones y de la naturaleza. Dicho esto, estamos lejos de haber llegado a la cima, aún hay cantidad preguntas a las cuales debemos llevar nuestras observaciones y nuestros estudios. El conocimiento del cosmos se hace del mismo modo. Sin ir muy lejos, no se conocía nada de la Vía Láctea hace 200 años; en el presente se sabe que la Vía Láctea es sólo una simple galaxia entre las cientos de millones ya descubiertas. Con el desarrollo de las técnicas científicas los hombres las observarán necesariamente en un número cada vez más importante. La luna es el astro más cercano a nosotros, ¡en el pasado había gente que creía que allí existía vida! En realidad, la temperatura del sol allí es de más de 100°, tan caliente como el agua hirviendo; y a la sombra reina una temperatura de menos de 150°. En condiciones climáticas semejantes no puede existir vida, y ―la inmortalidad de la luna‖ es sólo una figura de la mitología. Se puede ver que nuestro conocimiento del espacio no cesa tampoco, se amplía y se profundiza, no tiene límites. El conocimiento y el perfeccionamiento de los instrumentos de producción por los hombres son del mismo modo, sin límites. En los tiempos antiguos se hacían las herramientas con piedra. Al principio, se utilizaba la piedra tal cual, después se le pudo transformar en una cosa puntiaguda, cortante, se hizo hachas, martillos, etc. Esto representó un salto muy importante en el dominio del conocimiento. Después de cierto período indeterminado, los hombres aprendieron a colar el bronce, con el bronce fabricaron toda clase de instrumentos y aumentaron su capacidad de dominar la naturaleza: pero el bronce era blando, no duro. El hierro desarrolló muy rápido las fuerzas 190

productivas. Confucio se opuso a la fundición de las ―trípodes de la ley (40)‖ en el país de Jin, coincidencialmente esta trípode era fundida en hierro. Ese fue un problema que sucedió en el 513 a.c. El pueblo trabajador de nuestro país aprendió a utilizar el hierro 1600 años antes que en Europa. Ese hierro creó las condiciones materiales en las que la clase de esclavos pudo destruir el sistema esclavista de los ―campos de 9 parcelas iguales‖ (41) Evidentemente, el hierro no vale lo que el acero. El conocimiento humano de las cosas se profundiza cada vez más, en el presente son fabricados, sólo en acero, cientos de productos de características y múltiples usos. A pesar de eso, el conocimiento humano todavía está lejos de haber alcanzado la cima en este campo. ¿Tiene fin o no el conocimiento de la producción agrícola? No. El cultivo sobre la quema representó un gran progreso comparado con la agricultura primitiva. El pueblo trabajador de la vieja sociedad era oprimido y explotado, y es de allí que venía el poco espíritu de iniciativa y la base productiva. Después de la Liberación, la producción experimentó un gran salto. Ahora el volumen de la producción de cereales de muchas brigadas sobrepasó las normas y es superior a las normas establecidas al sur del Río Amarillo y del Río Azul. ¿Pero se ha alcanzado la cima? No. El camarada Chen Yonggui dice: ―¿Tachai, que comenzó a transformarse ya hace tantos años, todavía posee potenciales fuerzas? Por supuesto, aún cuando las desplieguen durante varios cientos de años, aún quedarán‖. En muchos lugares el volumen de la producción de cereales que siga la práctica del cultivo científico de los campos podrá alcanzar niveles difícilmente imaginables en el presente. En lo que concierne al cultivo de maní, más de 700 flores pueden abrirse por cada pie. En el presente, la producción que supera cientos de jin por mu, se obtiene a partir de los frutos de 50 flores solamente. Si se puede lograr que 100 flores den frutos, habrá mil jin por mu sin ningún problema. Así, el conocimiento humano de la producción de maní todavía está llena de recursos. Nuestro conocimiento de la sociedad y de la lucha de clases tampoco deja de profundizarse y no puede quedarse en un 191

nivel determinado. Por ejemplo, con la elevación del nivel del marxismo-leninismo y del pensamiento Mao Tse-tung, las masas se movilizaron en el Movimiento de Crítica de Lin Piao y Confucio. Con los obreros, campesinos y soldados como fuerza principal, la unidad entre los grupos teóricos profesionales y aficionados, el movimiento de estudio y nuestro conocimiento de la sociedad antigua de nuestro país, de la lucha entre los esclavos y los propietarios de esclavos durante los grandes cambios sociales de la época Chunqiu y de los Reinos Combatientes, la lucha entre la clase ascendente de los terratenientes y la aristocracia esclavista decadente, así como la lucha entre las escuelas confuciana y legista, se aclaró y se profundizó. Hay que volver a ponerse en pie, devolverle el aspecto original a la historia invertida, corrompida por los propietarios de esclavos, terratenientes y capitalistas. ¿Se ha llegado a la cumbre con los conocimientos adquiridos? Evidentemente no. Y con el desarrollo de las luchas ulteriores, no se dejará de profundizarlos. La teoría marxista del conocimiento lucha abiertamente contra todas las reaccionarias ―teorías del estancamiento‖ y ―teorías de la verdad final‖. ―El Cielo es inmutable, inmutable es también el Camino‖ de Dong Zhongshu, la ―teoría del apogeo‖ de Lin Piao, son absurdos reaccionarios que proclaman que el conocimiento humano ya ha alcanzado la cumbre y que no puede progresar más. Esos absurdos en absoluto corresponden a la realidad histórica del desarrollo del conocimiento humano y son totalmente para ―moderarse y regresar a los ritos‖: ellos están al servicio de un plan político reaccionario que consiste en hacer retroceder la ruta de la historia. ¿Por qué el conocimiento del hombre no tiene límites? El conocimiento es un reflejo del mundo objetivo. Ya que el conocimiento del mundo material objetivo es ilimitado, el conocimiento del hombre lo es igualmente. El presidente Mao ha dicho: ―En virtud de sus contradicciones y luchas internas, todo proceso, sea natural o social, avanza y se desarrolla y, en consonancia con ello, también tiene que avanzar y desarrollarse el conocimiento humano‖. (Sobre la práctica, Cinco tesis filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pág. 31). Además: 192

―Nunca terminará el movimiento de cambio en el mundo de la realidad objetiva, y tampoco tendrá fin la cognición de la verdad por el hombre a través de la práctica‖. (Sobre la práctica., Cinco tesis filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pág. 35). Tomemos la lucha de clases en la sociedad socialista; basta con que las clases y la lucha de clases, ese movimiento de transformación del mundo, sea infinito, para que nuestro conocimiento, el del proletariado y el del pueblo trabajador acerca de esa verdad, no tenga fin. Por ejemplo, en toda la etapa histórica del socialismo, lo principal es resolver la contradicción entre proletariado y burguesía, pero cada lucha posee sus particularidades y sus leyes. Fundamentalmente, la lucha antiderechista de 1957 y la lucha contra el oportunismo de derecha de 1959 fueron luchas que oponían al proletariado y a la burguesía. Pero para la primera, lo principal era oponerse a los elementos derechistas burgueses al exterior del Partido, mientras que lo principal para la segunda era oponerse a los representantes de la burguesía al interior del Partido. Debido a la diferencia en el contenido y el objetivo de estas dos luchas, las formas de la lucha de clases se desarrollaron aún más. Por esto, nuestro conocimiento debe igualmente desarrollarse aún más. Lo mismo sucede con respecto a la Revolución Cultural y a la lucha por la crítica de Confucio y Lin Piao. Aunque estas dos sean luchas que oponen al proletariado y a la burguesía, al marxismo y al revisionismo, cada una de ellas posee sus particularidades y sus leyes propias. Una particularidad esencial del Movimiento de crítica de Lin Piao y Confucio es que utilizando el punto de vista del método y de la posición del marxismo, se ha hecho la síntesis de las experiencias de todas las luchas de clase en la historia, (incluso la lucha entre las escuelas legista y confuciana), se han sacado las enseñanzas de esas experiencias, lo que nos ha ayudado a conocer y a llevar las luchas de clases y de líneas actuales. Cuando pensamos que hace más de 2000 años, en el proceso de reemplazo de la dictadura de los propietarios de esclavos por la de los terratenientes feudales, la lucha entre la restauración y la contrarestauración era tan aguda, no hay nada de asombroso en 193

que hoy, momento en el que vivimos un cambio aún más profundo y más radical que entonces, esta lucha esté más presente que nunca. Así, podemos elevar nuestra conciencia de la lucha de clases y de la lucha de líneas. El presidente Mao ha dicho: ―En toda forma del movimiento, cada proceso de desarrollo, real y no imaginario, es cualitativamente diferente. En nuestro estudio debemos poner énfasis en este punto y comenzar por él‖. (Sobre la contradicción., Cinco tesis filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pp. 70-71). La sociedad socialista es una etapa histórica relativamente larga. La lucha entre el proletariado y la burguesía, entre la vía socialista y la vía capitalista, darán nacimiento a particularidades diferentes al vaivén de los cambios de forma en la lucha de clases al interior y al exterior del país. Todavía se llevarán diez, veinte, treinta luchas de líneas al interior del Partido, pero cada lucha no será una simple repetición de la precedente. Al aplicar una línea revisionista contra-revolucionaria, Lin Piao adoptó cierta forma; ¿los revisionistas que seguirán no tomarán también la propia? Esto exige un desarrollo, un progreso de nuestros conocimientos. Si ya hemos adquirido conocimientos y los consideramos ―verdad final‖, puede ser muy peligroso. Cuando decimos que el conocimiento no tiene límites, hablamos del conocimiento del mundo material en desarrollo infinito. Sobre este punto, el conocimiento efectivamente no tiene límites: pero, nuestro conocimiento de una parte de ese mundo material, de cierto objeto concreto es, en cuanto a él, finito, limitado. Debemos decir que el conocimiento humano del mundo objetivo está constituido por la unidad dialéctica entre lo ilimitado y lo limitado. Tomemos la industria algodonera: la historia del paso del almidonado con cereales al almidonado sin cereales es un ejemplo, un proceso de desarrollo de la unidad dialéctica entre lo ilimitado y lo limitado en el conocimiento. En los primeros tiempos de la Liberación se utilizaba la harina de ―trigo candeal superior‖ para almidonar, después se pasó a la harina de trigo ordinario y a la harina de maíz, lo que elevó la capacidad de 194

conocimiento humano en lo que concierne al uso de materiales para almidonar. Luego, con el fin de economizar los cereales, se empezó a investigar sobre el almidonado sin utilizar harina con base en cereales. Primero que todo, se utilizó la harina de papas dulces; hasta que se descubrió que esta contenía 40% de almidón. Por razón de la economía, esos dos últimos años, seguido de esfuerzos constantes de las masas obreras y de los técnicos, se puso a punto el almidonado con utilización de harina de bellotas salvajes, lo que permitió no sólo economizar una gran cantidad de cereales sino también garantizar la calidad de la tela almidonada; el almidonado sin cereales se realizó. El desarrollo de la producción y de la técnica hará descubrir nuevos productos de reemplazo. Según ese proceso, se puede decir que nuestro conocimiento en el uso de materiales para el almidonado es ilimitado. En cuanto al conocimiento de una etapa concreta de ese uso por el hombre, es limitado, finito. Así, hemos puesto a punto el almidonado utilizando la harina de papa dulce y una vez obtenida la meta que se ha fijado, alcanzamos el límite. En ese sentido, efectivamente hay límites. El conocimiento humano del mundo objetivo, de una manera general y a largo término, es infinito, no tiene límite, pero concreta y temporalmente es finito, limitado. Este conocimiento debe ser la unidad de lo ilimitado, lo infinito y de lo limitado, lo finito; no se debe considerar un solo aspecto como absoluto. Si se hace, caeremos en la metafísica. Si no reconocemos que el conocimiento humano es ilimitado, después de haber superado una cosa creeremos haber llegado a la cumbre, nos sentiremos orgulloso de sí mismos y ya no serán posibles los progresos ininterrumpidos. Por el contrario, si no reconocemos que en condiciones determinadas el conocimiento es finito, limitado, si nunca nos sentimos satisfechos, entonces, ¿cómo podrá existir un blanco hacia el que se deba dirigir un criterio de lo verdadero y lo falso? Esto es entonces la unidad contradictoria de lo ilimitado y lo limitado del conocimiento humano que lleva hacia un desarrollo ininterrumpido. Verdad relativa y verdad absoluta 195

Con el fin de comprender aún mejor que el conocimiento que adquiere el hombre de la verdad es objetivo e ilimitado, también se debe aclarar la relación entre verdad relativa y verdad absoluta. El conocimiento humano del mundo objetivo es evidentemente ilimitado, es un proceso de desarrollo infinito; en cada conocimiento concreto debe haber dos aspectos: un aspecto de carácter relativo y un aspecto de carácter absoluto. Veamos primero que todo el aspecto relativo: nuestro conocimiento se aplica siempre a cierta parte, a cierto proceso del mundo objetivo que se desarrolla indefinidamente; así que no puede ser más que un conocimiento en cierto momento, cierto lugar, ciertas condiciones; ese conocimiento es condicional, relativo. En filosofía se le llama verdad relativa. ¿Por qué se dice también que el conocimiento tiene un carácter absoluto en cierto momento, cierto lugar y ciertas condiciones determinadas? Porque este conocimiento refleja, de una manera correcta y real, la naturaleza y las leyes de cierta parte (sea la más pequeña) o de cierto proceso del mundo objetivo. En filosofía se le llama verdad absoluta. Lenin ha dicho: ―Para la dialéctica, en lo relativo está lo absoluto‖ (Sobre el problema de la dialéctica; O.C., t. 38, pág. 344) Así, basta con que un conocimiento refleje correcta, realmente el aspecto auténtico de una cosa objetiva, para que este conocimiento sea una verdad relativa y una verdad absoluta, y constituya la unidad de las dos. Por ejemplo: ―Escarcha precoz, escarcha tardía, en el otoño el trigo estará en su punto‖. Este conocimiento es relativo y absoluto. Si se dice que es relativo es porque es condicional, porque sólo se adapta en las regiones del norte de China y no conviene en el sur ni en el centro. Pero de todas maneras, este conocimiento refleja finalmente de una manera correcta y real las necesidades temporales del cultivo de trigo en una región determinada, y ese es su carácter absoluto. Si se habla de carácter absoluto, (hay que resaltar que no se trata de absolutización) quiere decir que el fenómeno descrito no podría realizarse de otra manera. La reglamentación para maniobrar ciertas técnicas productivas posee también un carácter relativo y un carácter absoluto. Por 196

ejemplo, en un telar giratorio de 250 revoluciones por minuto se tienen dos minutos para controlar una pieza de tela, y en cada relevo hay que engrasar dos veces la máquina. En tanto que el número de revoluciones no cambia, se debe observar esta reglamentación, si no, no se podrá preservar la calidad de tejido y la máquina podría deteriorarse. Con el desarrollo de la producción y un cambio en las condiciones, que consiste en pasar a 350 revoluciones por minuto, ¿todavía se puede, al igual que antes, revisar la pieza de tejido en los dos minutos y engrasar la máquina en todos los relevos? No. Esto ilustra la relatividad del conocimiento de las condiciones precedentes. Algunos camaradas siempre quieren separar la verdad absoluta de la verdad relativa, quieren clasificar los conocimientos en verdades absolutas y verdades relativas. Decimos que eso no es correcto. La verdad relativa y la verdad absoluta son dos caras de las cosas objetivas sometidas al conocimiento del hombre. Cada conocimiento correcto (o verdad) es relativo y absoluto. Por esto no se puede dejar de un lado la verdad relativa para encontrar la verdad absoluta, o a la inversa. Si sólo se reconoce el carácter relativo de un conocimiento, no se hace más que negar el carácter real de las cosas objetivas que ya se conocen, y se perderá la confianza en el conocimiento y en la transformación del mundo. Y si por el contrario, sólo se reconoce el carácter absoluto, no se llegará a ver sus límites, no se avanzará más, se caerá en un profundo sueño. El presidente Mao ha dicho: ―Los marxistas reconocen que, en el proceso general absoluto del desarrollo del universo, el desarrollo de cada proceso determinado es relativo y que, por eso, en el torrente infinito de la verdad absoluta, el conocimiento humano de cada proceso determinado en una etapa dada de desarrollo es solo una verdad relativa. La suma total de las incontables verdades relativas constituye la verdad absoluta‖. (Sobre la práctica, Cinco tesis filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pág. 34). La verdad absoluta sólo existe en la verdad relativa. Es decir, que cada conocimiento relativo, concreto, que tiene el hombre del mundo objetivo ya reafirma el carácter absoluto y real de la verdad y define correctamente cierta parte, cierto aspecto o proceso (así sea pequeño) del 197

mundo material en desarrollo infinito. Es justamente sobre la base de la práctica social que profundizaremos cada vez más nuestro conocimiento del mundo objetivo. Pero no podemos jamás examinarlo a fondo, y durante diez, cien o miles de años, en pocas palabras, durante todo el tiempo en el que exista la humanidad, el conocimiento humano permanecerá ilimitado. Esta es verdaderamente la situación descrita por estos versos: ―¡Al llegar allá pensamos en haber agotado la vista a 10 mil li‖, ―Y sin embargo, basta con escalar un nivel más para ver más lejos!‖ Los conocimientos correctos se desarrollan en un proceso de lucha contra lo que es erróneo El presidente Mao ha dicho: ―Lo correcto se desarrolla siempre en el proceso de lucha contra lo erróneo‖. (Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, Cinco tesis filosóficas de Mao Tse-tung., ELE, pág. 210). ¿Por qué esto? Porque en una sociedad de clases los conocimientos humanos están absolutamente marcados con un sello de clase. Aunque las clases no existieran, existiría una contradicción entre lo objetivo y lo subjetivo, lo progresista y lo decadente, lo correcto y lo falso, etc. Cuando hay una contradicción evidentemente hay lucha. Por esto los conocimientos correctos sólo pueden desarrollarse en un proceso de lucha contra los conocimientos erróneos. Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes (1543), obra duradera de Copérnico, se desarrolló en la lucha contra la enseñanza dominante que predicaba que la Tierra no se movía. Y aunque lo que decía Copérnico del movimiento de la Tierra alrededor del sol era perfectamente verdad, este conocimiento correcto sólo podía encontrarse con un ataque y una oposición salvajes, ya que esta había lanzado un desafío a las falsas creencias de la Iglesia, sostén espiritual de la dominación reaccionaria feudal, Engels a menudo decía: ―el estudio de la naturaleza... ha dado mártires a las hogueras y a los calabozos de la Inquisición (Dialéctica de la Naturaleza, pág. 31). Zu Chongzhi (429-500) es un contemporáneo de las dinastías 198

Song (420-479) y Qi (479-502) Su obra bastante precisa, el calendario ―Da Ming‖, sólo fue adoptada a través de una lucha aguda contra los confucianos de su época. Zu Chongzhi calculó, más de mil años antes que Europa, el valor del número Pi, que se situó entre 3,1415926 y 3,1415927, es muy conocido en el medio de las matemáticas. Él tuvo el coraje de ―revolucionar lo antiguo‖ y, en el 462 le escribió al emperador que los calendarios antiguos estaban llenos de fallas, que no eran muy exactos, y propuso corregirlos escribiendo su Calendario ―Da Ming‖. Pero sufrió los ataques de un confuciano de la Corte, Dai Faxing, quien se exaltó diciendo que ―con los viejos calendarios los ancianos fijaban los decretos‖ y que ―diez mil generaciones no cambiarían nada‖, y acusó a Zu Chongzhi de ―insultar al Cielo y de apartarse de los libros‖. Zu Chongzhi llevó la lucha contra Dai Faxing y refutó diciéndole que ―creía en el pasado y dudaba del presente‖. A pesar de todos los obstáculos, el calendario ―Da Ming‖ vio la luz en el 510, y fue oficialmente adoptado 10 años después de la muerte de Zu Chongzhi. La enseñanza legista se formó progresivamente luchando contra la enseñanza de Confucio. Los principios reformadores de Shaozheng Mao han sido calumniados por Confucio como ―erróneos‖, y se le hicieron acusaciones criminales para matarlo. Wu Qi, Shang Yang, Li Si, quienes aparecieron luego, dieron su vida para popularizar y sostener hasta el fin la línea de los legistas. Es así como una doctrina ascendente pasa por muchas luchas violentas. Esto es todavía más cierto para el marxismo ascendente. El presidente ha dicho: ―El marxismo se ha desarrollado también en la lucha. Al principio fue objeto de toda suerte de ataques y considerado como hierba venenosa. Aún hoy es atacado y considerado como hierba venenosa en muchos lugares del mundo. Sin embargo goza de una posición muy diferente en los países socialistas. Pero, incluso en éstos, existen todavía ideas no marxistas, así como también antimarxistas‖. (Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones del pueblo, Cinco tesis filosóficas de Mao Tse-tung, ELE, pág. 209). La realidad histórica de la lucha aguda en la superestructura de la sociedad 199

socialista en nuestro país desde hace más de 20 años ha demostrado totalmente esa enseñanza. El marxismo debe desarrollarse en la lucha contra la superestructura burguesa, la corriente revisionista, el confucianismo y toda clase de ideología propia de las clases explotadoras: fue así en el pasado, es así en el presente y debe ser así en el futuro. Obrar y estudiar toda la vida, continuar la revolución sin detenerse A menudo decimos que para hacer la revolución hay que actuar y estudiar toda la vida. Ya que el desarrollo del mundo objetivo es ilimitado, nuestra tarea de conocimiento y transformación del mundo es igualmente ilimitada. Para eliminar la pobreza, se debe tener el trabajo arduo de muchas generaciones de hombres, si no esto no se logrará; si se quiere transformar el mundo, suprimir las clases, se necesita la lucha ardua de sangre y sacrificio de una multitud de generaciones. En conclusión, hay muchas cosas que necesitamos aprender, y si queremos llegar a ser unos revolucionarios, podremos decir en cierto momento: yo tuve suficiente estudio, no tuve la necesidad de estudiar. ―Las diez mil cosas se realizan en mí‖ (Mencio) y ―la teoría de alcanzar la cumbre‖ de Lin Piao son ni más ni menos que palabras diabólicas para mistificar a la gente. El presidente Mao ha dicho: ―La historia de la humanidad es un movimiento constante del reino de la necesidad hacia el reino de la libertad. El proceso no tiene fin. En una sociedad donde subsisten las clases, la lucha de clases no puede tener fin: y la lucha entre lo nuevo y lo viejo, entre lo verdadero y lo falso en la sociedad sin clases continuará indefinidamente. En el campo de la lucha por la producción y de la experimentación científica, la humanidad no parará nunca de progresar y la naturaleza de desarrollarse; nunca se quedarán en determinado nivel. También, constantemente el hombre debe hacer la síntesis de su experiencia, descubrir, inventar, crear y progresar. Los puntos de vista inspirados por el inmovilismo, el pesimismo, el sentimiento de impotencia, el orgullo y la presunción, son erróneos. Y eso es porque ellos no corresponden a la realidad histórica del desarrollo de la sociedad humana desde alrededor 200

de un millón de años, ni en la realidad histórica de la naturaleza traída al presente en nuestro conocimiento (por ejemplo la naturaleza tal como está reflejada por la historia de los cuerpos celestes de la Tierra, de la vida y de otras ciencias de la naturaleza)‖ (Citado en ―Informe sobre los trabajos del gobierno presentado por el primer ministro Chou En-lai, en la primera sesión de la tercera Asamblea Popular Nacional‖ 21-22 de diciembre 1964) Debemos estudiar concienzudamente y seguir esta enseñanza. Sólo comprendiendo de una manera correcta es que se podrá aprender por qué se debe obrar y estudiar toda la vida para elevar correctamente la conciencia en lo que concierne a la revolución ininterrumpida.

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CAPÍTULO 15

DESPLEGUEMOS NUESTRA ACTIVIDAD SUBJETIVA CONSCIENTE Si el materialismo nos dice que los movimientos, procesos y cambios dialécticos del mundo objetivo mismo se hacen independientemente de la voluntad el hombre, eso en absoluto quiere decir que el hombre es impotente ante el mundo objetivo, que él no puede conocerlo ni cambiarlo. Si se quiere tener los conocimientos y transformar el mundo objetivo, hay que tomar partido en desplegar la actividad subjetiva consciente del hombre y decidirse a seguir una línea política e ideológica correctas. En cuanto a nosotros, si utilizamos la única concepción del mundo correcta, el materialismo y si desplegamos a fondo nuestra actividad subjetiva consciente y cumplimos bien nuestras tareas, todo mejorará. Todo lo que está hecho es hecho por el hombre Estudiamos el materialismo con el único fin de conocer y transformar el mundo. Pero, ¿quién lo conoce y lo transforma? Son las masas populares que se encuentran en las primeras líneas de las tres prácticas revolucionarias. Al apartarse de las masas populares que hacen historia, nos separamos de la fuerza principal de conocimiento y transformación del mundo. Es precisamente en ese sentido que decimos que las cosas son hechas por mediación del hombre, y si nos desviamos de las masas de obreros, campesinos y soldados armados del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung, no habría caso de conocer ni transformar cualquier cosa. Lo que separa al hombre de los otros animales es esta actividad subjetiva consciente que conoce y transforma el mundo. Engels decía: ―el animal sólo utiliza la naturaleza exterior y provoca en ella modificaciones con su sola presencia; por los cambios que allí se dan, el hombre la lleva a servir a sus fines, él la domina‖ (Dialéctica de la naturaleza; Ed. Grijalbo, p.151). Si la humanidad puede ―dominar la naturaleza‖ es porque posee la posibilidad de pensar; por la práctica del trabajo puede conocer 202

y transformar el mundo. El animal utiliza al máximo lo que existe en la naturaleza para construirse abrigo y protegerse del frío y del calor; pero el hombre puede, según los planes previstos por él, construirse toda clase de vivienda; los otros animales sólo pueden utilizar lo que existe en la naturaleza para su comida, el hombre puede fabricar instrumentos, cultivar la tierra, criar animales, etc. para satisfacer sus necesidades. Así, solamente la humanidad posee la actividad subjetiva consciente, la posibilidad de conocer y transformar el mundo. Esta actividad se expresa en la reproducción a su servicio, de las cosas que ya existen en la naturaleza, pero también en el hecho de que el hombre puede, según ciertas leyes naturales, fabricar a su servicio muchas cosas que no existen directamente en la naturaleza. El plástico por ejemplo, es fabricado con el carbón y el petróleo, materias naturales que sin la actividad productiva humana no podrían ser transformadas en plástico. La electricidad es producida a partir de la agua y del carbón, pero si estos no pasan por la práctica laboriosa del hombre, ¿cómo podrían ser transformados en electricidad? De la misma manera, la ropa que utilizamos viene del algodón natural, pero si este algodón no pasa por la actividad cultivadora de los campesinos y el trabajo de hilado de los obreros, no podrá él mismo transformarse en tejido. Examinando este punto, Engels, a menudo, indicaba que el trabajo productor al que se dedican los hombres ―...es creado por medios de existencia, en el sentido extenso de la palabra, medios que sin él la naturaleza no habría producido‖ (Dialéctica de la naturaleza; p. 317) Los factores determinantes que hacen que el hombre conozca y transforme el mundo serían inexistentes si no tuvieran en cuenta al hombre mismo su actividad subjetiva consciente. Algunos creen que desplegar la actividad subjetiva consciente es únicamente trabajar duro, sin temor al sudor. Esta comprensión no es correcta, es unilateral. Sabemos que desplegar la actividad subjetiva no es solamente hacer esfuerzos físicos, es también hacer trabajar intensamente el cerebro, proponer ideas, elaborar métodos. Cuando hablaba de las relaciones existentes entre la mano y el cerebro, Engels 203

indicaba con justeza: ―La mano, por sí misma, jamás habría inventado la máquina al vapor, si correlativamente el cerebro del hombre no se hubiera desarrollado con la mano, al lado de ella, y en parte gracias a ella.‖ (Dialéctica de la naturaleza; p. 41) Se puede ver que la mano y el cerebro del hombre no pueden estar separados, y el trabajo arduo está en relación con la reflexión constantes. Para aclarar aún mejor este punto hay que aclarar el problema de la actividad subjetiva consciente. ¿Qué es esto? Esto es lo que dice el presidente Mao: ―Pero todo cuanto se hace es hecho por el hombre, la guerra prolongada y la victoria final no serán posibles sin el esfuerzo humano. Para que sea eficaz ese esfuerzo el hombre tiene que concebir, partiendo de los hechos objetivos, ideas, principios y criterios, y elaborar planes, orientaciones, política, estrategia y táctica. Las ideas, principios, etc. son lo subjetivo, en tanto que la práctica, las acciones son lo subjetivo traducido en lo objetivo; tanto aquellos como éstas representan la actividad peculiar del hombre. A esta actividad la llamamos ―actividad consciente‖, rasgo que diferencia a los hombres de los demás seres.‖ (Sobre la guerra prolongada; O.E., t. 2. p. 155). La actividad subjetiva consciente de la que habla aquí nuestro presidente no designa únicamente ―la práctica o las acciones‖ es decir, el trabajo, el vigor, sino también debe encerrar la actividad del cerebro, la elaboración de las ideas, de los principios, de los planes, de una estrategia, etc. De allí, nuestra actividad subjetiva consciente se expresa no solamente en las tres prácticas revolucionarias, sino también en el rol del taller de acabado que juega el cerebro sobre la base de la práctica. Sólo así es que se podrá adquirir sin interrupción conocimientos sensoriales en la actividad práctica, y por el acabado del cerebro dar un salto hasta el conocimiento racional, después procurar que la actividad práctica que nos conduce sea más consciente, tenga un fin más determinado, sea algo más útil. Así podremos decir que el proceso de despliegue de la actividad subjetiva consciente es el proceso que va sin cesar de la práctica al conocimiento. Reflexionar sin actuar es plantear 204

los fundamentos sin tener práctica y esto puede arrastrarnos a sueños vacíos, debemos oponernos indudablemente a esto. Pero si se actúa sin reflexionar, si no se sabe por qué se actúa de una forma o de otra, se puede perder el norte, y no ver nada más. Hay que unir la acción con el pensamiento, la actividad de la mano a la del cerebro; sólo esto puede considerarse como correcto, y sólo así desplegaremos aún más nuestra actividad consciente. Reconocer las condiciones sin llegar a ser esclavos de éstas Cuando hablamos de la actividad consciente de los hombres y de las cosas hechas por su mediación ¿Hemos dicho que eso podía hacerse sin importar las condiciones? No, en absoluto. Somos materialistas dialécticos. ―Para una mujer inteligente, es difícil cocinar sin arroz‖: si no se reúnen algunas condiciones esto no podrá realizarse. Para transformar el hierro en acero es necesaria una temperatura de 1500°, 1600°. Esas son las condiciones; si no son reunidas, por más que se haga esfuerzos, no se podrá transformarlo. Si no se tiene agua para irrigar los cultivos, esto no se podrá realizar; el agua representa la condición y sin esto por más que se intente, los cultivos no retoñarán. Así, la actividad subjetiva consciente de los hombres sólo puede desarrollarse sobre la base de condiciones subjetivas determinadas. La teoría materialista-dialéctica del reflejo recalca que lo subjetivo debe corresponder al objetivo. Eso comprende la idea según la cual el hombre puede desplegar su actividad subjetiva consciente fundándose en la realidad, y según la cual esta acción debe unirse a condiciones objetivas determinadas. Todo el mundo sabe que si se quiere desplegar la actividad subjetiva consciente en las innovaciones técnicas, primero que todo, se debe partir de la realidad, aclarar definitivamente la pregunta de saber qué pieza de la máquina necesita de una renovación, qué instalación montar; la cuestión sólo será resuelta de ese modo. Del mismo modo, para mejorar una zona salina, primero que todo, se debe estudiar e investigar la situación de las salinas, elaborar a partir de esto los verdaderos métodos de mejoramiento. Sólo partiendo de estas realidades objetivas es 205

que nuestra actividad subjetiva consciente será consciente y no ciega. Si no se tiene en cuenta las condiciones determinadas, o si se sobrepasan los límites autorizados por las condiciones objetivas, la actividad subjetiva consciente que resulte sólo podrá aportar perjuicios al trabajo. Entonces la actividad consciente de los hombres no debe ignorar las condiciones determinadas. Pero si estas no fueran buenas o si provisionalmente no estuvieran realizadas ¿qué deberíamos hacer?. El hombre establece el factor determinante, todo se hace por su inmediación, entonces deberá apoyarse en la actividad consciente de los hombres para resolver los problemas. Para que las condiciones desfavorables se transformen en condiciones favorables y para que la ausencia de condiciones se transforme en su presencia, no debemos sentarnos y esperar. Los obreros de Daqing dicen: ―Si las condiciones existen, avanzamos, si ellas fallan, nosotros las creamos y avanzamos a pesar de todo.‖ ¿Quién las crea y cómo crearlas? Contando consigo mismo, contando con la actividad subjetiva consciente de los hombres. La fuerza de las grúas era incapaz de levantar una perforadora de más de 60 toneladas; con empeño, los obreros de Daqing conducidos por el camarada Wuang Jingxi, el ―hombre de hierro‖, emprendieron transportar la máquina sobre sus espaldas hasta el área de perforación. Las canalizaciones del agua no estaban listas; ellos se empeñaron en utilizar las cubetas y los cántaros para suministrar el agua en la puesta en marcha de la perforadora, lo que permitió a los primeros pozos de petróleo de Daqing, comenzar a funcionar. Desde comienzos del año 1960 el valiente pueblo del distrito de Linxian, en la provincia de Henan, guiado por la línea general definida por el Partido en lo que concierne a la edificación del socialismo, edificó entre las escarpas de los montes Taihang el ―Canal Bandera Roja‖ de largo de más de 1500 km, después de una apretada lucha de diez años. El pueblo canalizó el caudaloso río Zhanghe y transformó esa pobre cadena de ―montañas calvas donde nada crece y donde el agua es más cara que el aceite‖, en la fértil ―Taihang, país del agua‖. Así, ante las condiciones desfavorables, basta que adoptemos una actitud activa, 206

movilicemos la actividad e inteligencia de las masas armadas del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung y partiendo de la situación real en un momento y lugar dado, podremos cambiar las condiciones desfavorables en condiciones favorables y si esas condiciones fueran inexistentes, las crearíamos. En conclusión, sean cuales sean las circunstancias, nos apoyamos en el hombre para el trabajo; si las condiciones son buenas hay que apoyarse en el hombre para volverlas favorables, si las condiciones son malas, hay que apoyarse en el hombre para transformarlas, y si ellas no existen todavía, hay que apoyarse en él para crearlas. Sólo armando nuestro cerebro del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung, y desplegando plenamente nuestra actividad subjetiva consciente es que podremos vencer las dificultades y llevar al hombre a hacer milagros. La libertad es el conocimiento de la necesidad y la transformación del mundo objetivo ¿No dijimos que siempre hay que unir la actividad subjetiva consciente con respecto a las leyes objetivas? Con el fin de resolver correctamente esta pregunta, aún hay que hablar de las relaciones existentes entre la libertad y la necesidad. ¿Qué es la libertad? El presidente Mao ha dicho: ―La libertad es el conocimiento de la necesidad y la transformación del mundo objetivo‖ (Citado en el Cotidiano del pueblo, del 11 de abril de 1966) La libertad aquí designa evidentemente la actividad del hombre, la actividad subjetiva consciente del hombre. El conocimiento de la necesidad designa aquí el conocimiento de las leyes objetivas. ¿Por qué la libertad es el conocimiento de la necesidad? Porque la actividad humana sufre siempre restricciones por parte de condiciones objetivas determinadas. ¿Por qué la libertad también es la transformación del mundo objetivo? Porque si se posee el conocimiento de las leyes de las cosas objetivas y no nos apoyamos en ellas para transformar el mundo no podremos creer haber adquirido la libertad. 207

Por ejemplo, los hombres conocen las leyes del movimiento del agua, lo que no es suficiente para obtener la libertad con respecto a esta materia; aún deberán movilizar a las masas para enfrentársele a la montaña, construir parapetos y embalses, transformar el agua de fuente de calamidad en fuente de beneficios. Sobre el muy largo período antes de la Liberación del 206 a.c. a 1949 d.c., es decir en el período de 2155 años, hubo 1056 sequías y 1029 inundaciones, lo que hace en promedio una calamidad por año si se sumamos inundaciones y sequías: ―Los terrenos desnudos se extienden por mil Li, los hambrientos hierven sobre las calles‖, ―la inundación invade todo, los cadáveres flotan en las cuatro esquinas‖. El pueblo trabajador estaba dominado en la sociedad y solo podía ser esclavo de las inundaciones y sequías. Pero, ―el canto del gallo resonó y el día se posó sobre la tierra‖; la China nueva, fundada hace 25 años, ha conseguido la liberación del pueblo trabajador chino sobre el plano político bajo la dirección de la línea revolucionaria del presidente Mao; contando con sus dos brazos el pueblo trabajador libró una lucha por la disecación y la bonificación en el terreno de la construcción hidráulica y así logró brillantes victorias jamás vistas en la historia. Sobre las riberas de los grandes ríos, víctimas eternas de las calamidades, ahora se elevan ―grandes murallas de mil Li‖ espesas y sombrías; los cientos de nuevos canales alimentan y botan chorros de agua según las necesidades de los hombres, lo que ha transformado en beneficio las calamidades debidas a las inundaciones en beneficios permitiendo la irrigación y la navegación. En las regiones montañosas del sur del país, secas y áridas desde hace mucho tiempo, así como en las llanuras secas que carecían de agua desde varias generaciones atrás hoy son cultivados lagos artificiales, estos son cuadriculados a manera de un bosque de pozos y canales. La historia de la gran tierra de China puesta en una jaula desde hace miles y cientos de años, donde ―la sequía era tan fuerte que el humo se levantaba de la tierra, la inundación tan terrible que las viviendas del pueblo flotaban‖, será caduca por siempre y no se volverá a repetir. Esclavos de la antigüedad ante la inundación y la sequía, en el presente han llegado a ser los amos del agua y progresivamente se han liberado de ella. 208

Pasa lo mismo en la lucha contra los enemigos de clase, no es suficiente haber adquirido el conocimiento de las leyes que rigen la lucha de clases en la etapa histórica del socialismo, bajo la dirección de la línea fundamental del Partido, todavía hay que movilizar a las masas y desarrollar una lucha eficaz contra los terratenientes y la burguesía así como contra la línea oportunista en el interior del Partido; así es que se podrá decir que se ha adquirido verdaderamente la libertad en la lucha de clases. Hay dos tipos de ideas a las que debemos oponernos con respecto a las relaciones entre libertad y necesidad. La primera está constituida por la voluntad arbitraria, subjetiva, que abandona la necesidad para hablar sólo de la libertad, que abandona las leyes objetivas para hablar sólo de la actividad subjetiva consciente; la segunda consiste en ver sólo las cosas sin ver al hombre, hablar sólo de la necesidad de las leyes objetivas sin ver el rol activo del hombre. Algunos entienden por libertad, para desplegar la actividad subjetiva consciente: ―actuar como bien me parece‖. Decimos que esto no es correcto. ¿Existe en el mundo un lugar donde la libertad no sufra ninguna restricción, donde se actúe según la voluntad? No existe. Hablamos de la voluntad subjetiva consciente y no de la arbitrariedad subjetiva, esto debe estar bien claro. Si se quiere obtener la victoria en la guerra revolucionaria en China, se debe entonces, estudiar y dominar sus leyes, de la misma manera si se quieren obtener ricas cosechas debemos apoyarnos en ―La Carta de 8 puntos‖ concerniente a la agricultura (42), tomar medidas adecuadas al momento y al lugar, estudiar, dominar las leyes de todas las especies de cultivos y poner en práctica el cultivo científico del campo. Si no se actúa así, sino según el deseo, si se lucha según el capricho, si se cultiva solamente según la fantasía, no será más que una arbitrariedad ciega con un fracaso lamentable como resultado; no se habrá adquirido ninguna libertad. El presidente Mao nos enseña: ―No permitiremos a ninguno de los mandos del Ejército Rojo convertirse en un hombre impulsivo que actúe de manera arrebatada; debemos alentar a cada uno de ellos para que se convierta en un héroe valeroso y sagaz, que 209

posea no sólo el valor para superar todos los obstáculos, sino también la capacidad de dominar el curso completo de la guerra en todas sus vicisitudes y en todo su desarrollo‖ (Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China; O.E. t.I. p. 206) En todos los trabajos que emprendemos, debemos seguir rigurosamente las enseñanzas de nuestro presidente, hacer todos nuestros esfuerzos para conocer las necesidades objetivas y desplegar en pleno nuestra actividad subjetiva consciente en la práctica de la transformación del mundo objetivo. Ver sólo las necesidades objetivas, las condiciones objetivas, sin contar con la actividad voluntaria del hombre es una de las otras ideas erróneas que encontramos a menudo. Algunos dicen: ¿Con tan poca cantidad de hombres cómo se logrará hacer todo eso? En realidad, esas ideas son propias de los débiles y perezosos que no ven el enorme espíritu de iniciativa que las masas tienen por el socialismo. Sólo utilizando la línea correcta es que se movilizará el espíritu de iniciativa de las masas y que un hombre podrá valer, dos, tres y mucho más. Esto ha sido comprobado en muchas ocasiones por hechos innumerables en la revolución y en la construcción de nuestro país. Nuestro pueblo, bajo la dirección del presidente Mao y del Partido Comunista Chino, ha combatido durante 22 años, ha expulsado al imperialismo japonés, ha aniquilado al reaccionario Chiang Kai-shek y su fuerte ejército de dos millones de hombres y ha creado la República Popular de China. En lo que concierne a las armas, al aprovisionamiento, para resumir, en lo que concierne a las condiciones materiales, estábamos muy atrás del imperialismo japonés y de los reaccionarios del Kuomintang, teníamos mijo y fusiles y ellos tenían aviones y tanques. ¡Pero la victoria final no fue del imperialismo japonés ni de los reaccionarios del Kuomintang! No fueron los aviones y los tanques los que derrotaron el mijo y los fusiles, sino el mijo y los fusiles los que vencieron a los aviones y los tanques. La razón es la siguiente: nuestro ejército era un ejército revolucionario creado y dirigido por el presidente Mao, un ejército del pueblo que sabía por qué se combatía, que tenía el espíritu de no temer a las dificultades ni 210

a la muerte. Con el espíritu heroico de despreciar al enemigo y a las dificultades: “El Ejército Rojo no le teme ni a las pruebas ni a las dificultades de la Gran Marcha, e ignora diez mil ríos y mil montañas” (Tomado de un poema de Mao Tse-tung “La Gran Marcha”, octubre de 1975) …y bajo la dirección de la línea revolucionaria del presidente Mao, el ejército desplegó su acción consciente revolucionaria lo más ampliamente posible. En ausencia de esta línea, las armas no servirían para nada. Llevar la revolución y la construcción socialista es apoyarse en la dirección de la línea revolucionaria del presidente Mao, desplegar la iniciativa y la creatividad de las masas populares para el socialismo. Si se compara al hombre con las cosas, con las máquinas, el hombre es un ser vivo, las cosas y las máquinas, son inertes; el hombre tiene una actividad subjetiva consciente, las cosas, las máquinas no la tienen. La línea general para la construcción del socialismo que consiste en ―desplegar todos los esfuerzos, ir siempre hacia adelante, cantidad, rapidez, calidad, y economía‖, fundamentalmente es movilizar la iniciativa de la clase obrera y de las masas laboriosas de todo el país, y desplegar ampliamente su actividad subjetiva consciente al servicio de la edificación socialista. Los obreros de Daqing en la industria, los campesinos pobres y medios de Tachai en la agricultura han desplegado plenamente su actividad subjetiva consciente y han dado un glorioso ejemplo a la lucha de la clase obrera y al pueblo trabajador de nuestro país, contra el cielo, la tierra y los enemigos de clase. Todo esto prueba que el hombre ante las leyes objetivas, ante el enemigo de clase y ante las dificultades no es impotente y basta que se acoja a la línea revolucionaria del presidente Mao, y que allí se una a nuestro entusiasmo para que todo pueda ser transformado. El presidente Mao ha dicho: ―Un jefe militar no puede pretender ganar la guerra traspasando los límites impuestos por las condiciones materiales, pero sí puede esforzarse por vencer dentro de tales límites. El escenario de la acción de un jefe militar está construido sobre las condiciones materiales 211

objetivas, pero en este escenario puede dirigir la representación de muchos dramas vivos, marciales, grandiosos y llenos de sonido y color‖ (ibíd. p. 205-206) Es así como hay que combatir y es así como hay que llevar la lucha de clases, la lucha por la producción y cumplir todas nuestras tareas. Nos opondremos, entonces, a la arbitrariedad que consiste en no tener en cuenta las condiciones materiales objetivas y también a la concepción del mundo propia de los débiles, de los holgazanes y de los incapaces. Hagamos tabla rasa de los viejos mitos, liberemos nuestro espíritu Si se quiere desplegar plenamente la actividad consciente en la lucha contra el cielo y la tierra, y dirigir la lucha de clases y de líneas, hay que hacer tabla rasa de los viejos mitos que nos impiden liberar nuestro espíritu de todas las restricciones. Para esto, armados del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung, debemos criticar la doctrina de Confucio y Mencio, quienes proponen el ―mandato Celestial‖, ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez‖, así como las ideas reaccionarias burguesas y revisionistas. ¿Estamos sometidos al Cielo sin ninguna manera de actuar? O mejor ¿el hombre venció al Cielo y las cosas son hechas por intermedio de él? Esta es una gran pregunta que concierne a la lucha entre el marxismo de un lado y al confucianismo y revisionismo del otro. Según el reaccionario ―Mandato Celestial‖ de Confucio, todo lo que se encuentra entre el cielo y la tierra, entre el hombre y el mundo ha sido puesto en su lugar por Dios; ante las calamidades naturales, la explotación y la opresión de clase, el hombre no puede más que obedecer al Cielo sin hacer nada. Si esos absurdos dominan el pensamiento del hombre, a él le será totalmente imposible desplegar su actividad subjetiva consciente, vencer al Cielo, combatir el viejo orden. Esos absurdos representan la opinión pública reaccionaria forjada por Confucio para defender los intereses de los propietarios de esclavos decadentes. Las masas populares armadas del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung no creen en el ―Mandato Celestial‖, pero sí en la 212

revolución; ellos están convencidos de que Marx y Lenin expulsarán las fuerzas tenebrosas. Por la crítica contra Lin Piao y Confucio nosotros, el pueblo trabajador, abatiremos de una vez la carga espiritual del ―Mandato Celestial‖; desplegaremos plenamente nuestra actividad consciente revolucionaria y aceleremos rápidamente la marcha de la revolución y de la construcción socialistas. Si se quiere hacer exitosa nuestra actividad subjetiva consciente también hay que criticar sin piedad la visión idealista y reaccionaria de la historia: ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez‖, pregonada por Confucio y Lin Piao. ¿Las riquezas espirituales son creadas por el pueblo trabajador? Esta es una pregunta que ha sido extremadamente manipulada por los terratenientes y la burguesía, y que debemos aclarar. Los marxistas piensan que las riquezas materiales de la sociedad no han sido las únicas creadas por el pueblo trabajador; las riquezas espirituales de la sociedad también lo han sido. Todas las teorías, la literatura y las artes toman su fuente en el pueblo trabajador y sin éste último ellas no existirían. Si la práctica del fundido por el obrero metalúrgico no existiera, ¿de dónde vendría la ―metalurgia‖? Si la práctica de la construcción por el obrero constructor no existiera, ¿de dónde vendría la ―arquitectura‖? Si el contacto cotidiano de los campesinos con la tierra no existiera, ¿de dónde vendría ―el estudio de los suelos‖? Asimismo las matemáticas superiores, el cálculo diferencial están también formados sobre la base de la práctica industrial. La teoría marxista del conocimiento sostiene que el conocimiento toma su fuente en la práctica. Todos los conocimientos incluso, todas las cosas del mundo objetivo que son reflejadas de una manera correcta, las ciencias naturales, las ciencias sociales, todas provienen de la práctica de las masas trabajadoras. La realidad demuestra que los obreros, campesinos y soldados, armados del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung, pueden tomar la pluma y el fúsil, y si ellos se atreven a pensar y hablar, trabajar y actuar, serán no solamente los creadores de las riquezas materiales de la sociedad, sino también desplegarán su rol de fuerza principal a través de la Gran Revolución Cultural 213

proletaria y el Movimiento de Crítica de Lin Piao y Confucio. El prestigio reaccionario de la burguesía, ―Su Santidad‖ Confucio, el revisionismo, serán totalmente barridos y no sobrevivirán a su crítica. Con el fin de rebajar y negar el gran papel del pueblo trabajador, la burguesía no para de mentir diciendo que en el futuro las máquinas calculadoras electrónicas podrán remplazar la actividad pensante del hombre. Esos son propósitos totalmente absurdos. Si se compara la máquina con el hombre, éste no será nunca el factor director, determinante. La máquina más compleja será siempre fabricada por el hombre. Tomemos por ejemplo, la calculadora electrónica con circuito integrado capaz de hacer automáticamente un millón de operaciones por segundo, en más de diez segundos ella puede calcular una cifra que necesitaría el esfuerzo de por lo menos cien personas durante un año. Su capacidad de cálculo sobrepasa la capacidad humana en no se sabe cuántas veces; la razón de esta rapidez es que ha sido montada por el hombre y por ningún otro. Su extrema eficacia no valdrá nunca lo que los productos de la práctica y del conocimiento repetido de nuestros obreros y nuestros técnicos. La burguesía propaga a propósito las ideas reaccionarias que consisten en ver sólo las cosas sin ver el hombre, con el objetivo de rebajar el gran rol histórico creador, con el fin de reforzar su dominación reaccionaria. La línea correcta es la garantía fundamental de que se desplegará totalmente la actividad subjetiva consciente ―La justeza de la línea ideológica y política es determinante en todo‖. Si se tiene una línea ideológica y política correcta se podrá desarrollar correctamente la actividad revolucionaria consciente. Antes de la Liberación, China producía acero desde hace ya más de 50 años; la producción anual se elevaba a un poco más de 900 mil toneladas, lo que ni siquiera alcanza la producción anual de una sola de nuestras fábricas metalúrgicas actuales. El petróleo en la vieja China también ha sido explotado durante 214

muchos decenios, pero la longitud total de las perforaciones no alcanzaba la longitud de perforación anual de uno de nuestros equipos de vanguardia. Durante los 80 años precedentes a la Liberación, los talleres navales, de ―el Taller general de construcción naval de Jiangnan‖ del traidor de la patria Li Hongzhang (43), no ha partido un barco digno de este nombre: hoy nuestros cargueros de altura pueden navegar libremente por una tempestad de ―fuerza 8‖, etc. El cielo y la tierra siempre son los mismos, ¿cuál es la razón de este gran cambio? El viejo sistema social era diferente del nuevo, su naturaleza política no era la misma. La dominación reaccionaria de Chiang Kai-shek frenó gravemente el desarrollo de las fuerzas de producción social, el pueblo trabajador vivía una vida peor que la de las bestias de carga y en la producción era absolutamente imposible desplegar la actividad subjetiva consciente. Con la Liberación la clase obrera y el pueblo trabajador, bajo la dirección del presidente Mao y del Comité Central del Partido, se levantaron y se armaron de iniciativa y desplegaron su saber-hacer en la revolución y en la edificación. Nosotros, obreros, campesinos y soldados hemos comprendido a través de la práctica de la lucha entre dos líneas al interior del Partido, que la justeza de la línea tiene una significación decisiva en la movilización de la actividad revolucionaria consciente de las masas. Liu Shao-chi y Lin Piao, por ejemplo, impulsaron la filosofía de la imitación servil de lo extranjero, de la holgazanería, gritando: ―Comprar un barco es mejor que construirlo y fletarlo es mejor que comprarlo‖ ¿Esto cómo podía desplegar el espíritu de iniciativa en los obreros para la construcción de barcos? Si se hubiera seguido el absurdo ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez‖ de Lin Piao lo que habría significado la línea revisionista que propaga que ―los especialistas dirigen la fábrica‖, y la dominación sobre las masas obreras en las empresas industriales No habría podido ser caso desplegar la actividad subjetiva consciente. También, desviándose de la línea revolucionaria proletaria del presidente Mao, no hay caso de hablar de alguna movilización de la actividad revolucionaria consciente de obreros, campesinos y soldados. 215

Aún se debe explicitar una cuestión: algunos jóvenes creen que porque se está actualmente en una sociedad nueva se puede gozar de una vida de felicidad ya realizada, sin haber hecho esfuerzos. Este modo de pensar es incorrecto. Debemos comprender que el sistema social avanzado ha suministrado condiciones relativamente buenas para que los hombres desplieguen su actividad subjetiva consciente, pero lo primero no puede remplazar lo segundo. El presidente Mao ha dicho: ―La instauración del sistema socialista nos ha abierto el camino que conduce a la sociedad ideal del futuro, pero par que ésta se haga realidad tenemos que trabajar arduamente. Algunos jóvenes creen que, una vez establecida la sociedad socialista, todo debe ser perfecto y que ellos pueden gozar de una vida feliz que ya está dada, sin necesidad de trabajar por ella. Esta idea no corresponde a la realidad.‖ (Tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo; O.E. t.5 p. 442). Cada revolucionario, cada joven de nosotros, debe aprender bien esas palabras. Nuestra causa socialista, bajo la dirección del Partido, ha logrado grandes y gloriosas victorias pero estas no han caído del cielo, provienen de que el pueblo de todo el país ha sabido desplegar su actividad subjetiva consciente bajo la dirección de la línea revolucionaria proletaria del presidente Mao, este es el fruto de un trabajo arduo e intenso. Estamos convencidos que gracias a la Gran Revolución Cultural Proletaria y al Movimiento de critica de Lin Piao y Confucio, la conciencia de clase y la lucha de líneas de nuestro pueblo, compuesto de cientos de millones de hombres, seguramente se elevará, que hará tabla rasa de los antiguos mitos y liberará su espíritu, desplegará aún mejor su actividad subjetiva consciente y logrará victorias todavía más grandes para la causa de la revolución y de la edificación socialista en nuestro país.

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CAPÍTULO 16

ESFORCÉMONOS POR CAMBIAR NUESTRA CONCEPCIÓN DEL MUNDO El materialismo dialéctico es la concepción del mundo del proletariado, es un arma acerada para conocer y transformar el mundo. Nosotros, obreros, campesinos y soldados, debemos empuñar esta arma y afirmar que solo armando nuestro cerebro del materialismo dialéctico, utilizándolo para transformar nuestra concepción del mundo, es que podremos llevar a cabo la revolución en la superestructura. Se podrá cumplir entonces, la gran misión histórica del proletariado que consiste en derribar totalmente a la burguesía y a todas las clases explotadoras. Sin esa transformación no se podrá hacer nada bueno. Transformar la concepción del mundo es transformar la capacidad de conocer el mundo, es hacer la revolución en la vieja superestructura La acción está sometida al pensamiento. Así, mientras transformamos el mundo objetivo debemos transformar conscientemente nuestro propio mundo subjetivo y barrer las viejas ideas, las viejas concepciones de nuestro cerebro para llegar a ser revolucionarios. El presidente Mao indica claramente: ―La lucha del proletariado y de los pueblos revolucionarios por la transformación del mundo implica las siguientes tareas: transformar el mundo objetivo y, al mismo tiempo, transformar su propio mundo subjetivo, esto es, su propia capacidad cognoscitiva y las relaciones entre su mundo subjetivo y el objetivo.‖ (Sobre la práctica; O.E., t. 1. p. 331). Lo que entiende nuestro presidente por ―la transformación de las propias capacidades cognoscitivas‖, es barrer del cerebro de los hombres las viejas ideas, las viejas concepciones, así como la concepción del mundo idealista y metafísica, con el fin de ―hacer concordar sus ideas con las leyes del mundo exterior objetivo‖. (ídem. p. 319), con el objetivo de transformar la concepción del mundo. 217

Por ejemplo, veamos dos concepciones del mundo y dos resultados frente a las calamidades naturales. La primera consiste en esperar que el alimento caiga del cielo, someterse al Mandato Celestial diciendo: ―El hombre no lucha contra el agua, como la gallina no lucha contra el perro‖. El hombre es aplastado por las calamidades naturales, es esto lo que recalcan estas viejas ideas. ¿Se puede entonces hablar de alguna posibilidad de conocer el mundo objetivo? La segunda consiste en decir que el hombre vencerá el Cielo, esta ve, primero que todo, el rol activo del hombre; en la gran sequía enviada por el ―Cielo‖, el hombre no puede responder más que con una gran actividad y vencer las calamidades naturales, sólo entonces podrá conocer el mundo objetivo. La gente dice: ―no se debe temer a las calamidades naturales, pero sí a las calamidades ideológicas‖. Estas calamidades ideológicas son las viejas opiniones, el idealismo, la metafísica, que perturban el cerebro de la gente y que hace que no puedan reflejar correctamente el verdadero aspecto del mundo objetivo; estas deterioran la facultad de conocer el mundo objetivo. Para transformar la concepción del mundo hay que barrer estas viejas ideas, hacer la revolución en la ideología, adoptar el materialismo dialéctico y la nueva idea según la cual el hombre vencerá el Cielo. Entre más las viejas ideas, las viejas ideologías sean barridas, más se reforzará nuestra capacidad cognitiva y nuestra capacidad de transformar el mundo, seremos más libres, nuestro trabajo será más completo. En la transformación de las viejas fábricas, hay también dos concepciones del mundo, dos resultados. Si se estudia el problema con la metafísica se verá en los equipos existentes enormes monstruos, divinidades intocables, ¿de dónde este conocimiento erróneo?: ―las viejas fábricas sirvieron de modelo, no se les puede transformar‖; no se podrá entonces reflejar la vieja fábrica en su aspecto verdadero; la posibilidad de transformarla y desarrollarla, se perderá la facultad de conocerla. Es todo lo contrario a cuando se miran las cosas con el materialismo dialéctico. Se asimilarán las viejas empresas de la misma manera que los otros fenómenos, es decir, como algo que tiene contradicciones, que puede ser transformado, que no 218

se mantiene eternamente al mismo nivel. Tomemos el ejemplo del taller número uno de la empresa siderúrgica de Anshan: A la luz de la ―Carta de la empresa siderúrgica de Anshan‖ (44), barrimos la concepción del mundo metafísico ―las viejas fábricas servían de modelo‖. Llamamos a elaborar planos, transformamos los hornos, cilindros y otros equipos importantes que entorpecían el desarrollo de la producción, gradualmente desarrollamos la productividad. Desde 1971, el plan del Estado fue superado en tres ocasiones, el volumen de la producción de 1973 sobrepasó cinco veces la posibilidad de producción inicialmente prevista. Vemos que hay una gran diferencia entre poder y no poder cambiar las ideas. Con viejas ideas, cuando no podemos liberarnos de las taras corremos el riesgo de perder la facultad de conocer el mundo objetivo, la confianza en su transformación y el coraje de hacerlo; con ideas diferentes, sirviéndonos de la concepción del mundo materialista dialéctica, haremos las observaciones, los análisis y resolveremos el problema; la victoria será inevitable. La verdad es que hay que insistir en la transformación de la concepción del mundo del hombre, en su trabajo ideológico. A menudo, hablamos de necedad, es decir, de los viejos pensamientos y hábitos que obstaculizan el horizonte de los hombres y que les hace perder la facultad cognitiva del mundo objetivo. ¿Por qué el jefe del equipo, Zhang Litian, en la ópera revolucionaría ―Oda a Longjiang‖ solo ve la inundación de los 300 Mu de tierra de alto rendimiento detrás del embalse que pertenecen a su propia brigada, sin inquietarse por los 90 mil Mu de tierra fértil detrás de la montaña, azotados por la sequía? y, ¿a qué debe entonces prestar atención? Las viejas ideas lo enredan todo, el interés privado, el espíritu individualista, tapan los ojos. Lo que se llama ―necedad‖ es estar afectado por la ceguera. ¿Si se padece de ceguera aún se pueden ver las cosas del mundo? Transformar la concepción del mundo es transformar, desde un punto de vista fundamental y gnoseológico el mundo subjetivo hasta que pueda reflejar realmente el aspecto verdadero del mundo objetivo y por medio de la práctica alcanzar el objetivo de la transformación de la naturaleza y de la sociedad. El 219

presidente Mao dice: ―Todas las ideas que se apoyan en la realidad objetiva y le corresponden, son correctas, y son igualmente correctas toda práctica, toda acción que se apoya en las ideas correctas‖ (Sobre la guerra prolongada; O.E., t. 2. p. 171-172). Para poder elevar nuestra posibilidad de conocer el mundo objetivo, lo más importante es eliminar constantemente las viejas ideas y opiniones del cerebro; sólo así es que se podrá transformar nuestro mundo subjetivo, hasta que pueda corresponderle correctamente al mundo objetivo. Algunos piensan que solo la gente que ha cometido errores o los que tienen un origen dudoso deben transformar su concepción del mundo; los que no han cometido errores, los que son de origen obrero, campesino, para ellos la tarea de transformar la concepción del mundo no existe; esta manera de pensar no es correcta. Los que cometen errores deben, sin ninguna duda, transformarse, ya que los defectos de su concepción del mundo son bastantes. La gente nacida de familia de clases explotadoras está mucho más atada a las antiguas tradiciones, deben estar más vigilantes en la transformación de su concepción del mundo. Continuamos afirmándolo. Pero no hay que concluir que los que no han cometido faltas, los que tienen un buen origen no tienen necesidad de transformarse. El presidente Mao nos enseña: ―La clase obrera transforma a toda la sociedad en la lucha de clases y en la lucha contra la naturaleza y, al mismo tiempo, se transforma a sí misma. La clase obrera debe aprender sin cesar en el trabajo, superar poco a poco sus defectos y nunca estancarse.‖ (Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo; O.E., t. 5 p. 439). Lo que dice aquí nuestro presidente no se aplica únicamente a los que han cometido errores ni a los que provienen de las clases explotadoras, es una exigencia para la clase obrera en general. ―Estas circunstancias están en continuo cambio – dice además el presidente Mao y, para que nuestras ideas se adapten a las nuevas condiciones, tenemos que aprender. Lo mismo para los que conocen bastante bien el marxismo y cuya posición proletaria es relativamente firme, ellos deben seguir aprendiendo, asimilando lo que es nuevo y estudiando los 220

nuevos problemas‖ (Intervención en la conferencia sobre el arte y la Literatura; T.C., p. 526) Vemos que la necesidad de transformar nuestra concepción del mundo no está únicamente dictada por la existencia de la ideología de la burguesía y de las clases explotadoras, sino también por el continuo cambio que sucede en las circunstancias del mundo objetivo. Esta transformación para cada revolucionario no es cuestión de un momento sino de una generación. La transformación de la concepción del mundo debe ser llevada por cada uno de nosotros como revolucionarios. ¿Cuál es, en fin de cuentas, en nuestro mundo subjetivo la cosa que impide reflejar realmente el aspecto original del mundo objetivo? Debemos estudiar bien este problema. De una manera general, las cosas que nuestro pensamiento puede reflejar correctamente del mundo objetivo, se encuentran, a menudo asociadas al individualismo burgués y a una línea de conocimiento idealista y metafísica. Si una persona llena de ideas egoístas entra al Partido, no por el bien público sino por sus intereses, no podrá reflejar de una manera correcta y en un momento oportuno el mundo objetivo. Por ejemplo, decimos a menudo: ―Sin entrar en la guarida del tigre no se puede atrapar sus crías‖. Pero para poder entrar allí hay que pagar el precio, en el mejor de los casos terminar con algunos rasguño o peor, saber pagar con la vida. Si se tienen ideas individualistas, ¿cómo podría entrar uno mismo en la guarida de un tigre para atrapar sus crías? Tomemos el ejemplo de la reparación al calor de los hornos: en estos últimos reina una temperatura de muchos cientos de grados; ¿se debe parar la producción, esperar que la temperatura haya bajado para emprender las reparaciones o comenzar enseguida sin parar la producción, ver el estado de la situación, tomar medidas y desarrollar la iniciativa? Es un problema que consiste en no temer ni a las pruebas ni al sudor. Los héroes que construyeron el ferrocarril Chengtou-Kunming frente a la realidad objetiva de la existencia del barranco de Lao Chang, bosque virgen inaccesible lleno de obstáculos, no habrían podido nunca terminar su trabajo si no hubieran tenido el espíritu de ―no 221

temer a las dificultades ni a la muerte‖. El mundo subjetivo refleja de una manera correcta el mundo objetivo y lo transforma; lo que exige que nosotros no nos quedemos en un nivel de solo palabras sino que nos entreguemos a los actos; hay que hacer la revolución a riesgo de la vida. Debemos trabajar para conocer correctamente y en un momento oportuno el mundo objetivo, debemos llevar la lucha constante contra las ideas burguesas, pasando por la práctica del conocimiento y por la de la transformación del mundo. El idealismo y la metafísica también son grandes enemigos que actúan sobre nuestra posibilidad cognitiva. Si la idea siguiente: ―las diez mil cosas dependen del Destino, nada depende del hombre‖ ronda en la cabeza de alguien, esta persona ¿cómo podría considerar ir a investigar y a estudiar, y conocer el mundo objetivo? ¿Pensará luchar contra el cielo, la tierra, el enemigo de clase? El idealismo y la metafísica le tapan la visión, le atan de pies y manos. Si se piensa que: ―antes que ver la cabeza agachada es preferible ver la cabeza en alto, la enemistad es difícil, la amistad es fácil‖, no se podrá ver las contradicciones entre las dos clases, las dos vías y las dos líneas que existen objetivamente en la sociedad, sin hablar de luchar contra los malos elementos y las malas cosas. El empirismo es también algo idealista y metafísico. El mundo es de hecho extremadamente vivo y complejo; si se sigue viendo todo sobre el mismo modelo, si se considera una experiencia temporal y local como una verdad absoluta, ¿se podrá elevar la capacidad cognitiva del mundo sin quedarse atrás? La experiencia de un hombre es siempre limitada. Su conocimiento y su experiencia solo son un pequeño reflejo del mundo objetivo. Esto es porque este conocimiento tiene un carácter limitado y parcial, y si se le considera absoluto, la experiencia no solamente no podrá convertirse en un escalón para elevar la posibilidad cognitiva, sino por el contrario se transformará en un freno. Sin superar el idealismo y la metafísica, es imposible progresar en la elevación de nuestra facultad cognitiva. Vivimos en un entorno de clases y de lucha de clases, las viejas ideas y opiniones inculcadas durante millares de años por las clases explotadoras todavía ejercen una gran influencia. Estas 222

viejas ideologías anteriormente servían para reforzar el viejo sistema; después del establecimiento del nuevo sistema socialista estas vinieron a ser instrumentos que ayudan al enemigo de clase a sabotear la revolución y la construcción socialistas. Esta es una carga ideológica legada por el viejo sistema y que se conserva en la cabeza de los hombres; restringe sus ideas, obstaculiza su horizonte, les impide ver el aspecto verdadero de las cosas, aprehender su esencia y sus leyes. Tachai, Taching, Xiaojinzhuang y muchas otras unidades avanzadas comprobaron en sus ricas experiencias de la revolución, en el campo ideológico, que si los obreros, campesinos y soldados son liberados únicamente en el aspecto económico y político, no será una liberación total, faltará liberarse ideológicamente. La liberación económica y política no será sólida de esta manera. Si no, el sistema económico socialista y la dictadura del proletariado no podrán reforzarse y desarrollarse, y podrá constituirse un terreno favorable para el retorno al capitalismo. Sin duda, hay que llevar la lucha entre las dos clases, las dos vías y las dos líneas en el cerebro de los hombres y transformar la concepción del mundo. No llevar la revolución en el campo de la superestructura presenta un real peligro. Para transformar la concepción del mundo, hay que apoyarse en el marxismo, en la práctica revolucionaria y en la ayuda de las masas ¿En qué se apoyan los revolucionarios cuando transforman su concepción del mundo? En el marxismo-leninismo y en el pensamiento Mao Tse-tung, en la participación en las tres grandes prácticas revolucionarias, en la ayuda de las masas revolucionarias. El marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung es la concepción del mundo del proletariado. Armar nuestro cerebro del marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung; barrer sin parar las ideas burguesas; romper completamente con las concepciones y hábitos no proletarios; eso es lo que se llama transformar la concepción del mundo de una manera fundamental. Descartar el marxismo-leninismo y pensamiento 223

Mao Tse-tung es navegar sin brújula; ¿es entonces posible transformar conscientemente la concepción del mundo? El marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung es el arma espiritual más justa, más científica, y más revolucionaria; sólo esta ideología puede vencer las viejas ideas, las viejas concepciones de todas las clases explotadoras. Sólo después de haber dominado esta ideología es que podremos romper definitivamente con los viejos hábitos y concepciones, las costumbres que datan de millares de años, ir hacia una gran revolución en nuestra concepción del mundo. Por ejemplo, para romper esta vieja idea según la cual ―los que lleven el mismo nombre son de la misma familia‖ hay que empuñar la teoría de clase del marxismo; diremos entonces: ―cercano o no, hay que hacer las distinciones de clase‖. Si no se tiene en cuenta el principio de que los verdaderos conocimientos provienen de la práctica y del dominio de la lucha, no se podrá demoler esta vieja idea que nos hace decir: ―es así y no hay nada que hacer‖. Si nos amparamos del principio que dice que las masas son los verdaderos héroes, no nos harán tragar esta necedad: ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez‖. En el pasado se temía encontrar contradicciones, se decía: ¿pero, cuándo se terminará esto? Es porque cuando se caía en una contradicción se le evitaba. Después de haber estudiado ―Sobre la contradicción‖ y haber comprendido el principio según el cual ―sin contradicciones no hay universo‖, que si se hace la revolución es para resolver las contradicciones, se pasó de la pasividad a la actividad. El presidente Mao indica: cuando Marx y Engels crearon esas grandes teorías que son el materialismo dialéctico e histórico, ―se produjo en la historia del conocimiento humano una gran revolución sin precedentes.‖ (Sobre la contradicción; O.E.. t. 1. p. 337). Si queremos barrer las viejas ideas y concepciones, hacer la gran revolución en nuestra concepción del mundo, no llegaremos a nada si abandonamos el marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung. No se podrá transformar nuestra concepción del mundo sin participar en las tres prácticas revolucionarias. ―Transformemos el mundo objetivo, transformemos también nuestro propio mundo subjetivo‖, dijo el presidente Mao. Eso 224

quiere decir que la transformación del mundo subjetivo no puede estar separada de la práctica que apunta a transformar el mundo objetivo. Por ejemplo, nuestra capacidad de conocer la lucha de clases y la lucha de líneas parte de la práctica de la lucha de clases y de líneas. ¿Por qué el hecho de agarrarse de la línea fundamental del Partido constituye la línea vital para nosotros, el pueblo trabajador? Porque habiendo participado en la práctica social de la lucha de clases y de líneas, y particularmente en la Revolución Cultural Proletaria y en el Movimiento de crítica de Lin Piao y Confucio, hemos comprendido esto: para que el Partido no se convierta en revisionista y para que el país no cambie de color, para que no se vuelva la cabeza atrás, debemos siempre tener en la mira la lucha de clases y combatir sin interrupción a la burguesía y a sus representantes. Si abandonamos la participación en la práctica de la lucha de clases y de líneas no será posible formar en nuestro cerebro la concepción de la lucha de clases y en nuestro mundo subjetivo la conciencia de la lucha de líneas. Algunos pueden preguntarse: si ya hemos dominado la teoría revolucionaria ¿por qué también debemos participar en la práctica revolucionaria? Hemos dicho que estudiar el marxismo y participar en la práctica revolucionaria son dos cosas que en absoluto son contradictorias. El presidente Mao dijo: ―Para aprender el marxismo no es suficiente estudiarlo en los libros; es sobre todo con la lucha de clases, el trabajo práctico y el contacto con las masas obreras y campesinas que llega a ser propio realmente‖ (Intervención sobre el arte y Literatura en Yenán; T.C., p. 528) El marxismo nace de la síntesis de la práctica de la lucha, y sólo puede estar dominado realmente en la práctica de la lucha. En realidad, si no se participa personalmente las tres grandes prácticas revolucionarias no se podrá llegar a ser un buen marxista. No se puede prescindir de la ayuda de las masas revolucionarias para transformar la concepción del mundo. Si no recurrimos a un espejo, no veremos nuestra cara; si nos desviamos del control y de la ayuda de las masas para criticar 225

nuestras insuficiencias y nuestros errores, no podremos verlos claramente y no le pondremos atención. Nuestras experiencias propias son limitadas, la sabiduría de las masas, sí es ilimitada. Cuando un revolucionario se separa de las masas, de la misma manera que un pez se separa del agua, no podrá, entonces, reformar su concepción del mundo ni conocer el mundo objetivo. En resumen, los obreros, campesinos y soldados han comprendido que para transformar su concepción del mundo y llevar la revolución en el campo de la superestructura, ellos no deben abandonar el marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung, su propia participación en las tres prácticas revolucionarias, ni la ayuda de las masas. Si ellos comprenden este principio y lo aplican conscientemente podrán llevar a un nivel superior la transformación de su concepción del mundo. Pero el renegado y traidor Lin Piao había vociferado que ―para resolver un problema hay que desencadenar la revolución en el fuero interior‖. Según este absurdo, para transformar la concepción del mundo y elevar la posibilidad cognitiva humana en lo que concierne al mundo objetivo, no se necesita participar en las tres prácticas revolucionarias, en la transformación del mundo objetivo, no se necesita aprender junto a las masas, ni estudiar el marxismo-leninismo y pensamiento Mao Tse-tung. Es suficiente con quedarse en uno mismo, con desencadenar una revolución en el fuero interior y se conocerán todas las cosas. ¿No es esto una lucubración idealista y apriorista? Solo sirviéndose del marxismo, verdadero espejo mágico, es que se verá fácilmente que el supuesto ―desencadenar la revolución en el fuero interior‖ solo es una siniestra reedición de la teoría del ―perfeccionamiento‖. En realidad tanto ―el auto-perfeccionamiento‖ de Liu Shao-chi como el ―desencadenar la revolución en el fuero interior‖ de Lin Piao sólo son chapucerías sacadas por el confucianismo. Zhuxi (45), teórico reaccionario de la dinastía de los Song (960 1279) pregonó que ―el espíritu del hombre conoce todo‖. Según este absurdo el conocimiento del hombre es inherente al cerebro y no sirve absolutamente para nada participar en la 226

práctica social, basta con meditar a puertas cerradas para que un día ―eso se desencadene súbitamente, eso venga naturalmente‖; así se podría tener un conocimiento claro de todas las cosas en el mundo. Zhuxi dice: ―eso se desencadenará súbitamente, eso vendrá naturalmente‖, Lin Piao responde: ―para resolver un problema hay que desencadenar la revolución en el fuero interior‖; ¡no sólo están en el mismo sentido, sino que las expresiones son casi iguales! ¡si se describe a Zhuxi y a Lin Piao como los ―dos orificios de una misma nariz que respiran de una misma inspiración‖, nuestra visión sería perfecta!. ―El saber innato‖ de Confucio, las ―diez mil cosas se realizan en mí‖ de Mencio, ―eso se desencadenará súbitamente, eso vendrá naturalmente‖ de Zhuxi y, ―desencadenar la revolución en el fuero interior‖ de Lin Piao, ―se caracterizan por la ruptura entre lo subjetivo y lo objetivo, por la separación del conocimiento y de la práctica‖ (Sobre la contradicción, p.84) Esos inconvenientes históricos nos impiden adquirir un conocimiento correcto del mundo objetivo. En la realidad, la sociedad se desarrolla hacia adelante, pero los discípulos de Confucio y Mencio quieren totalmente ―moderarse y volver a los ritos‖, hacer devolver la ruta de la historia; los fenómenos objetivos cambian bajo la acción de la lucha entre las contradicciones internas, los discípulos de Confucio y de Mencio propagan ―la teoría del término medio‖ que niega las contradicciones, borra las luchas y se opone al cambio; todos los conocimientos verdaderos nacen de la práctica del pueblo trabajador, quien es el más inteligente y más talentoso, siempre estos mismos discípulos vociferan: ―arriba la inteligencia, abajo la estupidez‖, etc., etc. Así ellos hacen pasar lo falso como verdadero, invierten el blanco y el negro. Los reaccionarios van inevitablemente en contracorriente de la historia y su pérdida es inevitable. Esforcémonos por transformar nuestra concepción del mundo para la realización del comunismo Hablamos de la transformación de nuestra concepción del mundo, pero no es una transformación en vista de un beneficio 227

individual, ni una transformación que se tenga así misma como fin. Si la hemos examinado ampliamente, armando nuestro cerebro de la concepción del mundo proletario – materialismo dialéctico e histórico es con un propósito puramente revolucionario, para destruir el viejo mundo y construir el nuevo, para realizar en China y en el mundo el más grande ideal de la humanidad: el comunismo. El presidente Mao dijo: ―En la época actual del desarrollo social, la historia encargó al proletariado y a su partido la responsabilidad de adquirir un correcto conocimiento del mundo y transformarlo‖ (ídem. p.85) ―La época actual del desarrollo social‖ es la época del imperialismo y de la revolución proletaria. En una época como ésta la tarea histórica de poder conocer y transformar correcta y totalmente el mundo sólo puede incumbir al proletariado y a su partido, sólo a la totalidad del pueblo trabajador bajo la dirección del partido proletario. Cada obrero, campesino y soldado debe utilizar estas palabras para impulsarse, exigir mucho de sí mismos, sentirse plenamente responsables de esta gran misión histórica y elevar su sentido de las responsabilidades de clase. Con estos conocimientos se podrá edificar la transformación de la concepción del mundo sobre la base de un conocimiento más grande. Se debe tener en cuenta que revolucionar la superestructura es una lucha de clases, que si se le imagina bien, no se lleva de una manera pacífica. El espíritu de interés privado, las taras que encubren nuestro cerebro e igualmente los de otros, no pueden ser tratadas ―pacíficamente‖, ―con reserva‖; es necesario acogerse a la filosofía de la lucha. Si se transforma la concepción del mundo y si se le desvía de la lucha y de la crítica, las viejas ideas y opiniones no se irán solas. Para llegar a ser un revolucionario hay que atreverse a criticar a los otros y a tener la valentía de hacer la autocrítica. Se debe comprender que esto es indisociable de la transformación de la concepción del mundo. ―El cambio de concepción del mundo es un cambio radical.‖ (Sobre el tratamiento correcto de las contracciones en el seno del pueblo; O.E., t. 5, p. 441). Las viejas ideas y opiniones no fueron creadas en una jornada. Por esto no se puede pensar en 228

eliminarlas en algunas lecciones o en algunas reuniones transformarlas radicalmente. Los campesinos pobres y medios de Tachai lo dicen claramente: ―¡Falta mucho! Si se quiere eliminar la influencia de las ideas de varios millares de años, ¿Cómo se podrá actuar con éxito sin cavar las montañas, llenar los barrancos, con el fin de nivelar la llanura?‖ Es sobre todo a través de la Gran Revolución Cultural Proletaria que hemos comprendido todavía mejor que la lucha en el campo de la superestructura es una lucha de largo aliento y que se lleva a cabo en muchas ocasiones. Por esto debemos avanzar con el viento del Este de la crítica de Lin Piao y Confucio, llevar esta lucha a profundidad y con resistencia. El presidente Mao ha dicho: ―la época en que la humanidad entera proceda de manera consciente a su propia transformación y a la del mundo; será la época del comunismo mundial.‖ (Sobre la práctica; O.E., t. 1, p. 331). Nuestro objetivo debe ser alcanzado, nuestro objetivo será alcanzado.

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EPÍLOGO Sobre el materialismo dialéctico ha sido escrito para los jóvenes instruidos instalados en el campo, los obreros, los campesinos los soldados y los cuadros de base. El presidente Mao nos enseña: ―Liberar la filosofía de las salas de conferencias y de los libros de filosofía con el fin de que llegue a ser un arma acerada en las manos de las masas‖. Es en este estado de espíritu en el que nos hemos esforzado a describir las nociones fundamentales del materialismo dialéctico utilizando un lenguaje sencillo y las experiencias propias de los obreros, campesinos y soldados. La obra está compuesta por 16 capítulos. Cada uno de estos expone una noción fundamental repartida en varios niveles de comprensión. Para llevar a cabo la redacción del libro, organizamos un equipo de Triple Unión, compuesto por los elementos más activos entre los obreros y los campesinos que estudian filosofía, trabajadores del campo de la filosofía y cuadros dirigentes. Veinticinco personas en total. Los obreros y campesinos participaron en la elaboración de los principios de redacción y del plan general; discutieron con aplicación los manuscritos sucesivos, impulsaron las proposiciones para las correcciones y participaron en el trabajo de verificación del manuscrito definitivo. Durante todo este período, recibimos la ayuda y los estímulos repetidos de los obreros, campesinos, soldados, así como de los trabajadores en el campo filosófico de las ciudades de Pekín y de Tianjin. A ellos les agradecemos. La redacción de este libro ha sido dirigida por trabajadores del campo de la filosofía. Siendo dado la debilidad de nuestro nivel político, ideológico y teórico, nuestro poco conocimiento en lo que concierne a la producción y las ciencias de la naturaleza, es posible que errores y faltas se hayan deslizado en el texto. Esperamos que los camaradas lectores nos aporten las críticas y correcciones necesarias. El equipo de redacción de la municipalidad de Tianjin que ha redactado este libro. Noviembre de 1974 230

NOTAS DE LOS TRADUCTORES* (1) Yan Xianzhen: agente de Liu Shao-chi en el campo filosófico. Dirigió el Instituto Marxista-Leninista antes de la Revolución Cultural, se unió a Wang Ming (ver nota 19) y fue hostil a la línea del presidente Mao desde 1938. Durante toda su actividad de “filósofo” Yan Xianzhen atacó el materialismo dialéctico e histórico para quebrantar la base filosófica de la línea revolucionaria del presidente Mao, para dar una “base teórica” a la línea revisionista de Liu Shao-chi. Bajo las órdenes de este último, enunció sucesivamente tres teorías que se oponen a la línea del presidente Mao que con respecto a la construcción del socialismo. Estos enfrentamientos son llamados en China “Las tres grandes luchas en el frente filosófico” (entre 1955 y 1964) Junto con Liu Shao-chi fue barrido por las masas bajo la dirección del Partido durante la Revolución Cultural. Ver Pekín Informa N° 5 (p. 13), N° 17 (p. 6), N° 21 (p. 6) del año 1971. (2) Confucianismo: o escuela confuciana (ru en chino), escuela de pensamiento fundada por Confucio (-552, -479) Al principio ru se refería a quienes se ocupaban de los funerales o de otras actividades similares por cuenta de los aristócratas propietarios de esclavos. Confucio había ejercido esa profesión durante su juventud; pero más tarde abrió una escuela privada y reclutó estudiantes. Predicó el volver a la antigüedad, dirigió actividades políticas para oponerse a todo cambio social y se empeñó en salvar el moribundo régimen esclavista. Creó así una escuela filosófica en la que los adeptos fueron conocidos bajo el nombre de confucianos. A partir de las dinastías de los Qin (-221, -206) y de los Han (-206, 220), todos aquellos que profesaban las doctrinas de Confucio y de Mencius (ver nota 9) fueron llamados confucianos o confucionistas. (3) Las citas atribuidas a Confucio son extraídas de Lun Yu (Conversaciones de Confucio, ver nota 15) y otros textos confucianos. (4) Legismo: La escuela legista, cuyos principales representantes fueron Shang Yang, Xunzi y Han Fei, era una importante escuela de pensamiento que se oponía a la Escuela de Confucio en la Las notas y la traducción del documento le pertenecen al equipo de jóvenes Guardias Rojos, organización juvenil del Grupo Comunista Revolucionario de Colombia. *

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época de los Reinos Combatientes (ver nota 27) Esta reflejaba los intereses de los terratenientes, en ese entonces clase feudal ascendente y propagaba el punto de vista materialista según el cual “el hombre vencerá el Cielo”, en oposición al punto de vista idealista de la “sumisión a la voluntad del Cielo”. Pregonaba la reforma política y se oponía al retroceso. Proponía el “reino por la ley” en lugar de “el reino de los ritos”, la dictadura de la clase de los terratenientes en lugar de la dictadura de la clase de los propietarios de esclavos. Luego, a los partidarios de esa escuela se les dio el nombre de legistas. (5) Reyes Antiguos: o “Vía de los Antiguos Reyes”, doctrina reaccionaria creada y defendida por Confucio y Mencius (ver nota 9) Según esta, los héroes míticos de la alta Antigüedad (Yao, Shun y Yu, el fundador de la dinastía Xia, siglos XXI a XVI a.c.) y los primeros reyes de la dinastía esclavista de los Zhou (Zhou del oeste, -1066, -771; Zhou del este, -770, -221) gobernaban de una manera ideal, y todos los gobernantes debían repetir su método, imitar su “Vía”. Los Reyes Antiguos proporcionaban el modelo de gobierno ideal. (6) Concepción confuciana del Mandato Celestial: teoría reaccionaria difundida por Confucio, según la cual el Cielo tiene una voluntad infinita para recompensar a los buenos y castigar a los malos. Así el Príncipe quien se ajustaba a los “Ritos” dinásticos y practicaba la “Virtud” recibía el Mandato Celestial. En caso contrario, este mandato le era retirado. (7) Apriorismo: definición dada por el N° 10 de Pekín Informa (p.6) fechado el 13 de marzo de 1972: “El apriorismo es la teoría idealista del conocimiento... (éste) estima que la razón humana consta de ciertas „concepciones innatas‟, un „razonamiento de por sí comprendido‟, „principios innatos‟ o categorías lógicas que no se originan en la experiencia, sino son inherentes al cerebro del hombre; se puede llegar al conocimiento real partiendo de esos principios o esas categorías y empleando el método del razonamiento lógico. Al no reconocer que el conocimiento racional depende del conocimiento sensorial los partidarios del apriorismo sostienen que este es independiente. Oponiéndose a que se parte de la práctica y de la experiencia, ellos pretenden que se comience por la razón. No van de la realidad al concepto sino del concepto al hecho”. (8) Medias del río Amarillo y del río Azul: China está dividida en tres zonas con respecto a las normas de la producción agrícola. Al 232

sur del río Azul la producción agrícola debe ser más elevada que en el resto de China; entre los dos ríos esta producción es media, y al norte del río Amarillo es donde está la producción más baja. Así, para una región del norte de China, “pasar el río Amarillo y el río Azul” significa sobrepasar las normas definidas para esta región y alcanzar, incluso sobrepasar las de las otras dos. (9) Mencio: principal representante de la Escuela confuciana hasta mediados de la época de los Reinos Combatientes (ver nota 27) Nació alrededor del año 390 a.c. y murió en el año 305 a.c. (10) Brigada modelo de Tachai: brigada de producción agrícola en la provincia de Shanxi (Shan-hsi), considerada en China como un modelo para la construcción de un nuevo campo, de un nivel de socialización avanzado. En consecuencia, el presidente Mao lanzó el gran llamado a: “que la agricultura tome ejemplo de la brigada de producción de Tachai” (1964) Ese llamado estuvo seguido de un impetuoso movimiento de masas en todo el país para aprender al lado de Tachai. Ver el folleto: Tachai, Bandera roja en el frente agrícola en China, Pekín 1972, ELE, y la obra de Patrick Tissier dos modelos de vanguardia, Taching, Tachai. N.B.E. 1975. (11) Refinería de Daqing: Después de la retirada de los técnicos soviéticos de China llamados por el renegado Jrouschov en 1960 para quebrantar el progreso de la economía China, vinieron obreros petroleros de todos los rincones de China a Daqing para abrir un nuevo yacimiento petrolero; bajo la dirección del Partido, superando innumerables dificultades con respecto a los materiales, el equipo y la tecnología, fueron conseguidos obreros y cuadros en un espacio de menos de tres años, para transformar a Daqing en una base petrolera de primer orden. En 1964, el presidente Mao lanzó un llamado a todo el país: “que la industria tome ejemplo de la explotación petrolera de Taching. Ver el folleto: “Taching, una bandera roja en el frente industrial chino”, ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1972, así como la obra de Patrick Tissier citada en la nota 10. (12) Dong Zhongshu: representante de la Escuela confuciana de la dinastía de los Han del oeste (-206,+23), formuló los “Tres principios cardinales y las Cinco virtudes constantes”. Los Tres principios cardinales son tres principios éticos reaccionarios, presentados como si fueran dictados por la voluntad del Cielo: “El soberano dirige a sus súbditos, el padre dirige a sus hijos y el marido dirige a su esposa”, es decir, el emperador, el padre y el marido tienen el poder absoluto de dominar mientras que los 233

súbditos, los hijos y las mujeres debían obedecer absolutamente. Las cinco Virtudes constantes son cinco principios supuestamente inmutables: benevolencia, rectitud, respeto de convivencia, sabiduría y fidelidad. Esos son los preceptos morales reaccionarios profesados por la escuela confuciana para salvaguardar y armonizar las relaciones definidas en los Tres principios cardinales. (13) Decadencia de los Ritos y de la Música: por esta expresión se entiende la decadencia de las instituciones políticas y culturales de la dinastía Zhou, cuyos constituyentes principales eran las ceremonias rituales y la música que los acompañaba. Esta decadencia comienza a hacerse sentir desde el final de la dinastía Zhou del oeste ( siglo VIII a.c.) (14) Las cuatro grandes luchas de línea que han sucedido después de la proclamación de la República: Después de 1949, hubo cuatro líneas burguesas que se opusieron a la línea revolucionaria del presidente Mao. La primera, la de Gao Gang (1902-1954) aliado de Rao Shushi. Esta fue desenmascarada y aplastada en la IV sesión plenaria del Comité Central resultado del VII Congreso del PCCh en 1954. La segunda, la de Peng Dehuai, ministro de la Defensa, quien formó un grupo antiPartido para atacar a la línea general para la edificación del socialismo, las comunas populares y el Gran Salto Adelante. Peng Dehuai fue destituido después de la reunión plenaria del CC de agosto de 1959, nacida del VIII Congreso del PCCh. La tercera, la de Liu Shao-chi, quien se lanzó contra la Revolución Cultural dirigida por el presidente Mao en persona. Esta victoria de la línea del presidente fue sancionada por el IX Congreso del PCCh en abril de 1969. La cuarta, la de Lin Piao y Chen Bota, quien apareció en la II sesión plenaria de Lushan del CC, resultado del IX Congreso. Ver la caracterización de esta línea por Zhou Enlai en su informe al X° Congreso del PCC (“El décimo Congreso del Partido Comunista Chino, documentos” Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín 1973) En 1971 el presidente Mao señaló: “Nosotros cantamos la Internacional desde hace 50 años, y en nuestro Partido se encontró diez veces (ver nota 19, n.d.t.) gente que buscó crear la escisión. En mi opinión, eso podrá repetirse diez veces, veinte veces, treinta veces, ¿no lo creen ustedes? Ustedes pueden no creerlo, yo, en todo caso lo creo. ¿Las luchas habrán desaparecido con la llegada del comunismo? Yo estoy persuadido de que no. Las habrá aún bajo el comunismo, solamente que serán luchas entre lo nuevo y lo viejo, entre lo que es justo y lo que es erróneo, eso es todo”. 234

(15) La Vía del Justo Medio: o Zhong Yong uno de los Cuatro Libros de la escuela confuciana (ver nota 2) con el Daxue (el Gran Estudio), Lun Yu (Las Conversaciones de Confucio), y el Mengzi (obras de Mencio) Existía también Los Cinco Clásicos de la escuela confuciana: Shi (“Libro de las Odas”), Shu (“Libro de los Documentos”), Li (“Libro de los Ritos”), Yi (“Libro de los Cambios”) y Chunqiu (“Anales de la época Chunqiu” ver nota 27) Después de la dinastía Han, los dominantes feudales les llamaron los Wu Jing (Cinco Clásicos) y los utilizaron como instrumento ideológico para dominar al pueblo. Shi, también llamado Shi Jing, es una colección de poesía que se remonta a la más alta antigüedad, se dice que fue resumido por Confucio. Shu, también llamado Shu Jing o Shan Shu es una colección de documentos políticos y de datos históricos del tiempo precedente a la época de Chunqiu y la época de los Reinos Combatientes (ver nota 27) Li significa Zhou Li, “Ritos de Zhou”, Yi Li “Libro de las Ceremonias” y Li Ji “Libro de los Ritos”. El primero es la colección de reglas concernientes a los organismos del gobierno de los Zhou y los grados de sus funcionarios; la segunda reafirma las reglas del ceremonial del matrimonio, de los funerales, de los sacrificios y de la vida mundana de la dinastía Zhou. Y el último es un recuento de la tesis sobre los ritos hechos por la escuela confuciana de antes de la dinastía de los Qin y de los Han. Yi, también llamado, Zhou Yi, Yi Jing “Libro de los Cambios” es un libro sobre la adivinación en la antigüedad. Chunqiu, los anales históricos del estado de Lu (provincia del Shandong actual) en la época de Chunqiu. Para defender la esclavitud, Confucio le había aportado ciertas supresiones y modificaciones. (16) Luxun (1881-1936): padre de la literatura china moderna. He aquí lo que decía de él el presidente Mao: “Comandante en jefe de la revolución cultural china, él es grande no sólo como hombre de letras sino también como pensador y revolucionario. De una rectitud inflexible, sin una sombra de servilismo o de ofrecido – calidad inestimable para el pueblo de un país colonial o semi-colonial Luxun representa en el frente cultural la aplastante mayoría del pueblo; él es el héroe nacional, el más lucido, el más valiente, el más firme, el más leal y el más ardiente, quien haya dado jamás asalto a las posiciones enemigas. La vía en la que se comprometió es la de la nueva cultura del pueblo chino”. Ver sus “Novelas escogidas” y “La verdadera historia de Ah. Q.”, publicados en las Ediciones en Lenguas Extranjeras en Pekín, así como “Un combatiente como ese...”, recuento de poemas y ensayos presentados por Michelle Loi en E.I.O.O., 1973. 235

(17) El reformador Shaozheng Mao: Shaozheng Mao, partidario de los terratenientes contra los propietarios de esclavos, era un alto funcionario del Estado de Lu en la época de Chunqiu y un precursor de la escuela legista (ver nota 4) Las ideas reformistas que él propagaba tuvieron la acogida calurosa y el firme apoyo del pueblo. Cuando Confucio fue nombrado por tres meses primer ministro interino del Estado de Lu, hizo dar muerte a Shaozheng Mao y ordenó exponer en público su cadáver. (18) La ópera El Farol Rojo: ópera de contenido revolucionario. La acción ocurre durante la guerra de Resistencia contra el Japón. El héroe Li Yuke es guardagujas, miembro del Partido Comunista en el noreste de China. He aquí lo que dijo el presidente Mao después de haber asistido a una de esas óperas: “Vi su pieza: ¡ustedes han hecho allí un excelente trabajo, tengo que agradecerles y doy mis agradecimientos a los camaradas actores! Es el pueblo el que hace la historia. Entretanto, la ópera antigua (como toda la literatura antigua y todo arte antiguo que se mezcló con el pueblo) no es más que fango; sobre la escena, es el reinado de los caballeros y las damas, de los príncipes y las doncellas. Ahora, ustedes han rectificado esa inversión de la historia y han reestablecido la verdad histórica, llenando así de una vida nueva a la ópera antigua. Esto es lo que amerita ser aplaudido. Su iniciativa va a inaugurar un período de la revolución, el de la ópera antigua: en esa perspectiva yo siento una gran satisfacción. Tengo la esperanza de que ustedes escribirán y compondrán numerosas piezas nuevas y llegará a ser un hábito que se difundirá por todo el país” (9 enero de 1944). (19) Diez grandes luchas de línea: Zhou Enlai en su informe al X° Congreso del PCCh declaró: “en el espacio de un medio siglo, nuestro Partido ha experimentado 10 importantes luchas entre dos líneas”. Y ya, en 1971 el presidente Mao declaraba: “en nuestro Partido se encontró 10 veces, gente que intentó crear la escisión”. Así, después de la creación del PCCh. en 1921, diez líneas oportunistas y burguesas han azotado al PCCh. La primera, la de Chen Duxiu (1879-1942), quien fue secretario general del PCCh de 1921 a agosto de 1927. Mao Tse-tung dice de él: los capitulacionistas representados por Chen Duxiu “abandonaron voluntariamente la dirección de las masas campesinas, de la pequeña burguesía urbana, de la mediana burguesía y, en particular, de las fuerzas armadas, lo que conllevó al fracaso de la revolución”. Ver nota 4 del tomo I de las O.C. (p.280) Más tarde Chen Duxiu se convirtió en trotskista. La segunda, la de Chu Qiubai (1889-1935) secretario del Partido desde agosto 1927, se 236

caracterizaba por las tendencias izquierdistas, putchistas, la violencia y el terrorismo. En esta primaba la toma de las ciudades descuidando el trabajo revolucionario en el campo. Es reemplazado por Li Lisan más tarde en 1928, y ejecutado en 1935 por el Kuomintang. La tercera, la de Li Lisan. Entre junio y septiembre de 1930, Li Lisan pidió a la organización un levantamiento general en las ciudades claves, y el desencadenamiento de una ofensiva general por todo el Ejército Rojo contra esas ciudades. Esta orientación causó muchas pérdidas a las organizaciones clandestinas del Partido en las regiones controlados por el Kuomintang. Los errores fueron rectificados en septiembre de 1930 y li Lisan fue eliminado de la dirección del Partido en enero de 1931. La cuarta, la de Luo Changlun (1901-1949), línea derechista. Expulsado del Partido en enero de 1931, se convirtió en trotskista. La quinta, la de Wang Ming (1907-1974), jefe del grupo de los “28 bolcheviques”, duró largos y desastrosos años de 1931 a 1935. El resultado fue: pérdidas del 90% de los integrantes del PCC y del Ejército Rojo, masacres de millones de campesinos y un “sálvese quien pueda” desastroso de la base central del sur de la Provincia de Siangxi; gracias a la dirección del presidente Mao esta huida forzosa dio nacimiento a la célebre Gran Marcha. Esta línea se caracterizaba por un sectarismo extremo. Fue eliminada en la Conferencia ampliada del CC a Zanyi en 1935. Un poco antes de su muerte en 1974 en Moscú, Wang Ming fue señalado por sus ataques contra la Revolución Cultural y la glorificación del social-imperialismo soviético, particularmente por un libro editado en Moscú en la ocasión del 50° aniversario del PCCh. La sexta, la de Zhang Guotao, miembro del Buró político, propuso en la Gran Marcha refugiarse en una base “segura e inaccesible” en el Tibet y se rehusó a seguir al Ejército Rojo dirigido por Mao Tse-tung hacia el Norte de China para combatir el imperialismo japonés. Su ejército sufrió enormes pérdidas y consideró finalmente, en 1936, fue a dar a la base revolucionaria de Yan‟an. Pero desamparado por su falta de influencia política, huyó a mediados de 1938, a un territorio controlado por el Kuomintang. Para los cuatro últimos, ver nota 14. (20) Qin Shihuang: primer emperador de China y partidario de los legistas. Llega al poder en la época del reino de Qin en el 247 a.c. En el transcurso de una decena de años de campaña militar, unificó China en el 221 a.c. y fue proclamado emperador. Representante de los terratenientes feudales, creó el primer Estado centralizado y tomó medidas para unificar la moneda, los 237

pies y medidas, etc. Enemigo de los confucianos, quienes querían volver al pasado, los combatió sin compasión. (21) Los tres anti y los cinco anti: san fan y wu fan en chino, movimiento lanzado en 1952. Los tres anti son: contra la corrupción, el despilfarro y la burocracia entre los trabajadores de los organismos del Estado. Los cinco anti son: contra el soborno, el fraude fiscal, la corrupción de los bienes del Estado, el fraude en la ejecución de los contratos del Estado y el robo de las informaciones económicas provenientes de fuentes gubernamentales entre los industriales y comerciantes privados. (22) Peng Zhen: alcalde de Pekín antes de la Gran Revolución Cultural Proletaria. A la cabeza de la “banda negra”, se opuso a la Revolución Cultural y quiso hacer de la municipalidad de Pekín su feudo; se convirtió en el primer blanco de las masas en revuelta durante esa revolución y fue criticado por la célebre “Circular del 16 de mayo de 1966”. (23) Ópera de la región de Zhejiang: existen diferentes estilos de ópera clásica en China, de las cuales las principales son: la ópera de Pekín, la ópera de Cantón y la ópera de la región de la provincia de Zhejiang. La reforma de la ópera clásica, llevada a cabo al comienzo de la Revolución Cultural tuvo en cuenta las diferencias de estilo y las conservó. (24) Canal Bandera roja: la construcción de este canal duró de 1960 a 1969. En total, tiene una longitud de 1500 Km. Para habilitarlo, los heroicos constructores aplanaron 1250 crestas de montaña, abrieron 134 túneles de una longitud total de 24 Km, levantaron 150 grandes acueductos de 6 Km y medio, etc. Ver el folleto “El Canal Bandera roja”, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1975. (25) Cheng Sheng y Wu Guang: dirigentes del primer levantamiento campesino en la historia china que fue el origen del hundimiento de la dinastía de los Qin y la instauración de la dinastía de los Han (-206,+220). (26) Liuxia Zhi: eminente dirigente de una insurrección de esclavos en los reinos Qi y Lu al final de la época Chunqiu. (27) Época Chunqiu, época de los Reinos Combatientes: época de Chunqiu (Primaveras y Otoños), nombre dado a los Anales de Chunqiu, crónica del estado de Lu que cubre los años 772 al 481 238

a.c. Los historiadores en general llamaron la época Chunqiu a todo el período que va del año 770 (año de la fundación de la dinastía de los Zhou del este, ver nota 5) al año 476 a.c. Época de los Reinos Combatientes: época así llamada porque de hecho en el transcurso del período que va del año 475 al año 221 a.c. (año de la unificación de China por el emperador Shihuang de los Qin, ver nota 20) se desarrollaron continuas guerras entre los diferentes estados. (28) Chen Duxiu: ver nota 19. (29) Escalar tres veces el monte de los durazneros y Descender tres veces al jardín de los durazneros: piezas de teatro de tendencia revisionista. La primera había sido creada antes de la Revolución Cultural bajo la instigación de la mujer de Liu Shao-chi. La segunda fue un “remake” de la anterior creada en 1974 con el fin de reavivar las arremetidas de los revisionistas. (30) Chen Yonggui: era secretario de la célula del Partido de la brigada de producción de Tachai (ver nota 10); en el IX° Congreso del PCCh en 1969 llego a ser miembro del CC y en el X° Congreso, en 1973, miembro del Buró político del CC. Hoy es el secretario del Comité del Partido por la provincia de Shanxi (Shan-hsi), secretario del comité del Partido de la región administrativa de Shanxi (Shan-hsi) central y secretario del Comité del Partido del distrito de Xiyang... es también el vice-primer ministro de la R.P.C. Así, en un país socialista, un simple campesino pobre animado por una ideología proletaria puede acceder a tres altos puestos de responsabilidad en el Estado. (31) Peng Dehuai: ver nota 14. (32) Taiping: movimiento revolucionario campesino llevado a mediados del siglo XIX contra la dominación feudal de la dinastía Qing (1644-1911), Hong Xiuqan (1814-1864) fue el jefe de ese movimiento. En 1851, organizó un levantamiento en la ciudad de Jintian, en el distrito de Gulin, provincia de Guangxi, y proclamó la fundación del Reino celestial de los Taiping quien tomó a la cabeza la Corte de los Qing durante 14 años. Se envenenó tras haber terminado la revolución. (33) Rectificar los nombres: Confucio consideraba su época como decadente. Para él, el gobierno ideal era el de los Zhou del oeste (y de un modo más general, de los Reyes Antiguos, ver nota 5) Es así como elaboró su teoría de la Rectificación de los Nombres: 239

para él se trataba de someter el conjunto de las estructuras sociales a las normas establecidas por los ritualistas de la dinastía Zhou. Así, cada uno debía comportarse según su puesto y su rango en la sociedad: quien tenía el “Nombre” de ministro debía comportarse como ministro; quien tenía el “Nombre” de esclavo debía comportarse como esclavo. Es claro que esta teoría confuciana recogía un inmovilismo social sobre la base de una restauración de las instituciones de la dinastía Zhou. Más tarde, la teoría de la Rectificación de los Nombres será retomada en un sentido más filosófico de estudio de las relaciones entre las ideas y las cosas, Hoy, Lin Piao es, así como a Confucio, tomado como un defensor de esta teoría, en la medida en que buscaba volver al pasado, restaurar el capitalismo en China. (34) Yumen: Residencia de función de los gobernadores de provincia en la Antigua China feudal. (35) Ópera El destacamento femenino rojo: ópera de contenido revolucionario que sucede en la isla de Hainan. Wu Qinghua es sirviente-esclava del déspota local Nan Patien, al que le profesa un odio implacable, huye y se enfila con el Ejército Rojo con la ayuda de Hong Changqing, uno de los responsables de la organización del Partido. El combate sin cuartel ha hecho de ella una sobresaliente militante de vanguardia del proletariado. Al morir Hong Changqing cubriendo el repliegue de las fuerzas regulares, es sobre ella que recaen las grandes de responsabilidades; logró la unidad a su alrededor para ayudar a las fuerzas regulares al contra-ataque y ejecutó a Nan Patien por sus propias manos. (36) Jiao Yulu: modelo para los responsables administrativos. Trabajaba en el distrito de Lankao, provincia de Hunan. (37) Zhao Puyu y el punto de acupuntura yumen: Zhao Puyu es un enfermero de servicio sanitario de una unidad del E.P.L., enviado con un equipo médico a la Escuela de sordomudos de la municipalidad de Liaoyuan (provincia de Jilin) Llegó a curarse por los intentos repetidos con acupuntura (sobre él mismo) de sordo-mudez, enfermedad considerada en China como incurable por los “iluminados” burgueses. Ver el folleto “saltar el „umbral del mudismo‟”, ELE, Pekín, 1973. (38) Barranco de Langwozhang: célebre barranco en Tachai. Allí, los campesinos debieron reanudar tres veces su trabajo, para nivelar el terreno y hacerlo cultivable. 240

(39) Wuang Yangming: (1472-1528) el más importante representante de los confucionistas de la dinastía de los Ming (1368-1644) (40) Trípodes de la ley: los representantes de la clase ascendente de los terratenientes del Estado de Qin, moldearon en 513 a.c. un trípode de hierro sobre la cual estaban inscritas leyes que fijaban ciertos límites a la arbitrariedad de los esclavistas y así fueron llevados al conocimiento de todos. Confuso se opuso a esto furiosamente. (41) Campos divididos en nueve cuadrados iguales: el “sistema de los campos en nueve cuadrados iguales” (llamado en chino: sistema jingtian) era el régimen agrario en vigor en la sociedad esclavista. Bajo ese régimen todas las tierras pertenecían a un rey, jefe supremo de los propietarios de esclavos. Las tierras estaban divididas en parcelas de nueve cuadrados iguales teniendo la forma de carácter chino jing. Divididas así las tierras estaban distribuidas entre los aristócratas propietarios de esclavos de diferentes rangos que obligaban a sus esclavos a cultivarles. (42) Carta de ocho puntos concernientes a la agricultura: En 1958 el presidente Mao formuló ocho importantes medidas para aumentar la producción agrícola, llamadas en abreviación CARTA DE OCHO PUNTOS que son: suelo (labrado con profundidad, mejoramiento del suelo, estudio general de los suelos, planificación de la tierra); abono (empleo adecuado de los materiales fertilizantes); agua (construcción hidráulica, uso racional del agua); semillas (generalización de las buenas especies); plantación escogida (plantación escogida racional); protección (protección de los cultivos, lucha contra las enfermedades patógenas y los insectos nocivos); mantenimiento (tener cuidado con los cultivos); y, herramientas (perfeccionamiento de las herramientas de arado) (43) Li Hongzhang: (1823-1901) célebre burócrata y traidor de la patria. Participó en el aplastamiento de Taiping (ver nota 32) Después, gracias a las riquezas amasadas y a “la ayuda” de los imperialistas occidentales, creó en 1865 el “Taller general” así como arsenales. De hecho, estas empresas estaban en manos de los compradores chinos en colusión con los imperialistas y al servicio de estos en su agresión económica y política, y el saqueo de recursos chinos. (44) Carta de Anshan: Los cinco principios fundamentales de esta 241

Carta de la empresa siderúrgica de Anshan (en oposición a la de Magnitogorsk, empresa revisionista soviética) fueron formulados el 22 de marzo de 1960 por el presidente Mao: “... Poner siempre la política al mando; reforzar el papel dirigente del Partido; lanzar vigorosamente el movimiento de las masas; aplicar el sistema de la participación de los cuadros en el trabajo de producción y de los obreros en la gestión; reformar los reglamentos que sean irracionales y asegurar una estrecha cooperación entre los cuadros, obreros y técnicos; impulsar vigorosamente las innovaciones técnicas; y, llevar vigorosamente la revolución técnica.” Esta no fue verdaderamente aplicada sino hasta 1968. (45) Zhuxi: (1130-1200) representante de la escuela confuciana de la dinastía de los Song del sur (1127-1279), es el filósofo idealista que ha ejercido la influencia más considerable en la época feudal después de Confucio y Mencio. Estimó que todo en el universo y el orden feudal estaban regidos por la “razón” preexistente en todas las cosas. Consideraba “los Tres principios cardinales y las Cinco virtudes constantes” (ver nota 12), que protegían el orden de la dominación feudal, como la “razón Celestial” eterna e inmutable. Y consideraba todas las aspiraciones y las reivindicaciones contrarias al orden de la dominación feudal como la bajas “pasiones humanas”. Formuló un punto de vista reaccionario que dice “mantener la razón Celestial y eliminar las pasiones humanas” con el fin de poner un fundamento a los absurdos infundados por las clases dominantes feudales, tales como “se tiene razón de explotar y oprimir”. La Colección de las Anotaciones para los Cuatro Libros compilada por él, fue designada por los ulteriores dominadores feudales como un manual de lectura obligatoria.

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