Sermonario RENACER 2021

1 Autor: Evangelismo de la Unión Peruana del Sur Dirección: Enzo Chávez Idrogo Fari Choque Ortega David Echevarría Mir

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Autor: Evangelismo de la Unión Peruana del Sur Dirección: Enzo Chávez Idrogo Fari Choque Ortega David Echevarría Miranda Dirección Editorial: Heyssen J. Cordero Maraví Diseño de Tapa: Comunicaciones UPS Libro de edición peruana IMPRESO EN PERÚ–Printed in Peru Editado e impreso por la Universidad Peruana Unión en su Centro de Aplicación Editorial Imprenta Unión, km 19 Carretera Central, Ñaña, Lima, Perú. Tel.: (01) 618-6301. RUC: 20138122256 JOB 26528-21 UNIÓN Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión, ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso del propietario. Mayo de 2021

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LA MISIÓN NO ESTÁ EN CUARENTENA Ha pasado más de un año desde que la pandemia mundial empezó, y seguimos enfrentando muchos desafíos a raíz del COVID-19. Seguramente muchos de ustedes están viviendo el momento más crucial de sus vidas, no es fácil para nadie. Y en este trajinar es posible que te hayas preguntado, más de una vez, ¿cómo desarrollar la fe en medio de una pandemia, con sus incertidumbres? 1.

Confianza en Dios. ¿A dónde podemos ir? Esta crisis sanitaria nos ha demostrado que todos podemos enfermarnos. Solo hay un camino seguro, y ese es en las manos de Dios. Solo hay seguridad en los brazos de Dios (Hch.17:27, 28).

2.

Unidad como iglesia. Hoy más que nunca necesitamos estar unidos como un solo cuerpo (1 Cor. 12:26). Solo podremos salir de esta situación cuando estemos unidos en oración, porque juntos somos más fuertes.

3.

Solidaridad con nuestros prójimos. Ayudemos a las personas necesitadas, dentro de la iglesia y fuera de ella; a nuestros hermanos y a nuestros amigos, vecinos y familiares. Hay mucha necesidad, y un gesto sencillo como un mensaje, un alimento, será de mucha importancia (Gál. 5:6).

4.

Misión en nuestra comunidad. Finalmente, no podemos hablar de fe sin hablar de misión. Como iglesia tenemos un mensaje que anunciar. Estamos en crisis, pero la fe no está en crisis. Necesitamos avanzar siendo una voz de esperanza porque la misión no está en cuarentena.

Renacer es una campaña de evangelismo anual, y por tal motivo es de suma importancia tu participación como evangelista o predicador. Que Dios te use grandemente. Pr. Enzo Chávez Idrogo PRESIDENTE 3

RENACER, FELICIDAD EN TIEMPOS DIFÍCILES No imagino dónde estás en este momento. Podemos estar pasando la situación más crítica que nos ha tocado vivir. El COVID-19 ha cambiado la vida de la humanidad. Una pandemia que ha cobrado la vida de miles. Jamás la historia de la humanidad vivió una situación así. Sin embargo, la Biblia dice que esta “peste” o enfermedad es solo el principio de dolores (Mateo 24:8), pero aún no es el fin. ¿A dónde ir? Esta enfermedad ha desnudado el poder, el dinero y la fama. Y es que ricos, pobres, educados, jóvenes y ancianos, personas de a pie y los encumbrados han sucumbido ante esta peste mundial. La humanidad sobrevivió a grandes guerras. La primera y segunda guerra mundial, el terrorismo, las pestes y hambrunas diezmaron la población mundial varias veces, pero jamás vimos al mundo tan atemorizado y encerrado dentro de sus puertas. Lo más trágico de todo es que siente incertidumbre. No se puede ver al enemigo. Está en el aire. Y en medio de todas estas calamidades, ahí cuando sentimos que no hay esperanza y solución, cuando sentimos que la vida está en riesgo y que nadie ni nada nos salvará; cuando vemos que hasta las superpotencias mundiales han sucumbido ante este mal, podemos tener la plena seguridad de que CRISTO ESTÁ PRONTO A VENIR. Pablo diría: “porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará” (Hebreos 10:37). Esta es la mayor esperanza. Cristo está pronto a venir y le pondrá fin al pecado. Le pondrá fin a todo dolor y lágrima. A veces vives inseguro, con temor al mañana, con temor al futuro porque la situación es incierta. Literalmente no sabes a dónde ir ni qué hacer. Puedes ver que en ningún lugar del mundo hay seguridad. Este mal del COVID-19 nos mostró que no hay seguridad en ningún lado. Todos podemos caer en las garras de esta pandemia. Y en esta situación cruda, la Biblia, la Palabra más segura nos dice: CRISTO VIENE PRONTO. No demora. Esta serie de mensajes de esperanza están basados en las SIETE BIENAVENTURANZAS del libro de Apocalipsis. Que Dios use grandemente a cada predicador y a cada persona que escuchará o leerá. Pr. Heyssen J. Cordero Maraví EVANGELISTA 4

Apocalipsis, el libro de las 7 felicidades

Sábado

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“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio”. (Apoc. 11:1-3) INTRODUCCIÓN El libro de Apocalipsis es la “La revelación de Jesucristo” (Apocalipsis 1:1). A este libro se le llama el Apocalipsis, en griego apokálupsis que significa revelación, develar o descubrir algo que está oculto. Es importante mencionar que el mismo título niega categóricamente el concepto de que el Apocalipsis es un libro sellado y, por lo tanto, no puede ser entendido. Al contrario, este libro contiene un mensaje que Dios se propuso que sus “siervos” en la tierra deberían oír y que no podrían hacerlo a menos que primero lo entendiesen. El apóstol Juan escribe el Apocalipsis a las siete iglesias en Asia, representadas por los siete candeleros de oro, la segunda venida de Cristo y su glorioso poder y majestad, y es nuestro deseo que el día de hoy podamos entender esta carta de amor que Jesús tiene para cada uno de nosotros. PROPÓSITO DEL MENSAJE Mostrar que el libro de Apocalipsis es un mensaje de amor y de esperanza para el pueblo de Dios y para toda la humanidad. En este libro encontramos la felicidad plena que Dios promete a los que leen, oyen y guardan las palabras de este libro. I.

LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO. (vs. 1, 2) Es Jesús mismo quien se revela en este libro, como dice el versículo 1: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”. 5

Si colocamos atención a este versículo podemos notar que aquí surge su nombre o título. Es una revelación de Jesucristo; es como quitarle el velo a Jesucristo tal y como Él es ahora y para que todos veamos lo que él hará. “Que Dios le dio”. Miremos aquí otro punto interesante. Esta revelación fue dada por Dios a Jesucristo, primeramente para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. “La declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”. Es interesante que en el griego ángeles (ággelos) significa “mensajero”. Los ángeles frecuentemente cumplen la función de ser portadores de revelaciones divinas (Dan. 8:16; 9:21; Luc. 1:19, 26, etc.). Este ángel ha sido identificado como Gabriel (Luc. 1:19). “Que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo”, del griego marturéō que significa “dar testimonio”, “testificar”. Esto fue dicho por el apóstol Juan, y es importante enfatizar que la fidelidad de la palabra de Dios le costó al apóstol Juan el destierro a la isla de Patmos, pero en recompensa recibió la revelación del Apocalipsis. Aplicación Apreciado amigo(a), realmente solo en los primeros versículos de este libro podemos darnos cuenta que hay un mensaje especial e importante para cada uno de nosotros. Saber que Jesús mismo se revela con un mensaje de esperanza es inconcebible dejar de leerlo. En este libro se encuentra la lucha entre el bien y el mal y cómo los hijos de Dios saldremos victoriosos con la ayuda divina. ¿Te gustaría a partir de hoy estudiar este libro? II.

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7 MENSAJES PARA UNA VIDA FELIZ (vs. 3) En el libro de Apocalipsis encontramos 7 mensajes de felicidad para tu vida. La palabra bienaventuranzas, que viene del griego makários, significa “feliz”, y justamente es el deseo de Jesús que todos nosotros seamos felices en un mundo dañado por el pecado. 1. Bienaventurados los que leen, oyen y guardan. 2. Bienaventurados los que descansan en el Señor. 3. Bienaventurados los que velan y guardan sus ropas.

4. 5. 6. 7.

Felices los que son llamados a la cena del cordero. Felices y santos los que tienen parte en la primera resurrección. Felices los que guardan las profecías de este libro. Felices los que lavan sus ropas.

El mensaje central del Apocalipsis es Jesús, él mismo es la revelación de este libro. Existen personas que tienen temor al leer el Apocalipsis, sin embargo, recordemos que tiene un mensaje de amor, de esperanza y felicidad para cada uno de nosotros. Es por ello que el mismo Jesús nos dice qué seremos si confiamos en su revelación. Aplicación No hay razón alguna para dejar de leer esta carta de amor que el Señor Jesús dejó a nuestro alcance. Quizás se te complique leer este libro, pero sí puedes oír el mensaje de esperanza. Sin embargo, lo más importante es guardar las palabras que están escritas. CONCLUSIÓN Quizás estés atravesando por un momento difícil en tu vida, sientes que la felicidad es ajena a tu vida. Déjame decirte en el nombre de Jesús, Dios tiene un plan para tu vida y la de toda tu familia. Dios quiere que seas feliz y recuerda que él mismo reveló la clave de la felicidad a través de esta carta de amor: el Apocalipsis. Llamado ¿Te gustaría en el nombre de Jesús, hoy sábado, darle una oportunidad a él para que transforme tu vida y tu hogar en la felicidad que tanto estabas anhelando? Recuerda que Dios tiene un plan para tu vida. Dios quiere seas feliz, ¡lo que es imposible para el hombre es posible para Dios! Necesitas creer en su palabra, necesitas oír su voz y necesitas estar dispuesto a guardar las bendiciones que él tiene para ti en tu corazón. Dile hoy a Jesús: creo en ti y decido entregar mi vida hoy en tus manos de amor. Pr. Arland Rivera Evangelista – Misión Peruana del Sur

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Felices los que leen, oyen y guardan las Palabras

Domingo

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“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. (Apoc. 1:3) INTRODUCCIÓN Durante su exilio en una islita rocosa del mar Egeo conocida como Patmos (Apoc. 1:9), las profecías de Apocalipsis le fueron reveladas en visión al apóstol Juan hace más de 19 siglos. Apocalipsis 1:3 pronuncia una bendición sobre quienes leen el libro, escuchan y obedecen sus enseñanzas. Este versículo se refiere a la congregación reunida en la iglesia para escuchar los mensajes. Sin embargo, no solo son bendecidos por leer o escuchar, sino también por obedecer las palabras del libro (Apoc. 22:7). El prólogo del Apocalipsis (Apoc. 1:1-8) expresa la centralidad de Jesucristo en todo el libro y, en un lenguaje sencillo, prepara al lector para lo que vendrá a continuación. Además, tiene por objeto proporcionar una guía para nuestra vida actual y esperanza para nuestro futuro. Necesitaremos esta guía profética hasta la venida de Cristo y el establecimiento del Reino eterno de Dios. Para propósito de nuestro estudio es necesario que nos hagamos algunas preguntas. I.

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¿CON QUÉ TIENE QUE VER EL LIBRO DE APOCALIPSIS? La primera parte del versículo 1 dice:  “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio”. La palabra revelación es la traducción de la palabra griega Apocalipsis (apokalupsis), de donde se deriva el nombre del libro. Esta es la revelación de Jesucristo, es decir, es como un último evangelio que intenta continuar la obra informativa y guiadora de las otras cartas y evangelios neotestamentarios. Jesús es la figura central de Apocalipsis. El libro comienza con él (1:5-8) y concluye con él (22:12-16).

La iglesia, a fines del siglo I, cuando fue dado el Apocalipsis a Juan, estaba bajo ataque. Había sido perseguida por los judíos y luego por Nerón, y en esa época estaba siendo perseguida por el emperador Domiciano. Pronto vendrían ocho persecuciones más. Dios el Padre está tan interesado como el resto de la Deidad en salvar al hombre y por ello envió a su siervo Juan, por medio de su ángel, la profecía de la obra y ministerio del Señor Jesús en favor de su pueblo perseguido y sufriente a través de todos los siglos. El don de profecía del siglo I que se desarrolló en Juan sirvió para brindar consuelo y ánimo a un pueblo perseguido por el Imperio romano y golpeado por las falsas enseñanzas que circulaban en la época. El diablo no quedó en paz y poco tiempo después extravió a un hombre llamado Montano, el cual enseñó que tenía el don de profecía. Sus enseñanzas y vida estuvieron fuera de foco, por lo que la iglesia retiró su confianza en este don poco a poco. Hoy, nosotros estamos en una lucha en el mundo que quiere minar la fe en el don de profecía bíblico. Estemos atentos y no dejemos que el regalo e intención divina de querer orientarnos y consolarnos a través de sus profetas quede sin efecto. II.

¿PARA QUÉ FUE DADO EL LIBRO DE APOCALIPSIS? En medio del versículo 1 dice:  “Para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”. La visión se da en lenguaje simbólico. En general, la mejor manera de abordar las Escrituras es tomar todo literalmente, a menos que, de una manera intencional, el texto muestre simbolismos. En Apocalipsis, el primer versículo indica que debemos abordar el libro con el enfoque contrario. Apocalipsis 1:1 nos dice que toda la visión que Juan recibió fue “manifestada” (del griego esêmanen) por Dios o por Jesús. La definición principal de la palabra “manifestar” es “dar a conocer algo mediante señales, palabras o acciones”. Por consiguiente, en Apocalipsis, la mejor manera de abordar el texto es tratar todo como un símbolo, a menos que sea evidente que se pretenda un significado literal. En su estado glorificado, Jesucristo está en capacidad de manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.  

III.

¿CÓMO FUE DADO EL LIBRO DE APOCALIPSIS? La última parte del versículo 1 y el versículo 2 dice:  “y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado 9

testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto”. Esto nos recuerda la obra de Juan al escribir el Evangelio que lleva su nombre. Fue también Juan quien dio testimonio de todas las cosas que ha visto al escribir su primera epístola. Juan es el que da testimonio. Nuestro deber como cristianos es dar testimonio. Uno de los axiomas de la comunicación dice que es imposible no comunicar. Siempre comunicamos, o con nuestras palabras, o gestos, o manera de vestir, manera de peinarnos, posturas adoptadas, palabras escritas, etc. Hoy tú y yo somos llamados a dar testimonio de la Palabra de Dios (AT y NT), del Testimonio de Jesús (Espíritu de Profecía) y a tener una experiencia viva de comunión con Dios y también darla a conocer. Esta es una labor misionera completa, pues Juan no solo testificó lo que sabía, sino a través del diario vivir. IV.

¿QUÉ EFECTO TIENE EL LIBRO DE APOCALIPSIS EN LOS QUE LO LEEN Y LO OYEN? El versículo 3 dice:  “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas”. Esta es la bendición por estar atento(a) a las Escrituras. El Señor no solo aclara que los que estén atentos al Apocalipsis serán bienaventurados, felices y gozosos, sino también, benditos, gozando de conocer qué es lo que hay atrás de la cortina que el Señor descorrió para revelar lo que sucedería en el futuro. Primer requisito, que leamos el libro de Apocalipsis. Esto es maravilloso. Con solo leer este bendito libro, usted es catalogado por Dios como bienaventurado. ¿Por qué? Pues porque como ya señalamos anteriormente, en este libro usted va a poder mirar lo que está detrás de un grueso y oscuro velo. Cada libro de la Biblia trae bendición a quien lo lee de corazón, pero Apocalipsis es el único libro de la Biblia que expresamente señala que los que lo leen son bienaventurados o supremamente felices. El segundo requisito es oír las palabras de esta profecía. Esto es una referencia a entender lo que dice este libro. El Espíritu Santo está más que dispuesto a ayudar a entender lo que este libro dice, a todo el que con sinceridad quiera entenderlo.

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El tercer requisito es guardar las cosas escritas en la profecía. La palabra de Dios en general y el libro de Apocalipsis en particular ha sido dada al hombre para que conozca la voluntad de Dios y se someta a esa voluntad. De nada sirve leer la Biblia, entender su mensaje, y hacer todo lo opuesto a lo que la Biblia dice. Para un judío no bastaba solo con leer y escuchar, sino que ello estaba implícitamente ligado a la idea de involucrarse, hacer propio, tener una experiencia con lo que se estaba estudiando, pero no solo una experiencia intelectual, sino una experiencia práctica. Y esta experiencia es urgente porque el tiempo está cerca. V.

¿CUÁNDO OCURRIRÁN ESTAS COSAS AQUÍ ESCRITAS? Al final del versículo 3 dice: “porque el tiempo está cerca”. Esto debe ser un lema para todos los que amamos al Señor Jesucristo. Está muy cerca el tiempo cuando Jesucristo venga por segunda vez y se cumpla todo lo que ha sido profetizado en el libro de Apocalipsis. En Apocalipsis, la segunda venida de Cristo es el punto final hacia el cual avanza la historia. Este acontecimiento marcará la conclusión de la historia de este mundo y el comienzo del Reino eterno de Dios, así como la liberación de todo mal, angustia, dolor y muerte.

CONCLUSIÓN ¿Quiere usted ser catalogado por Dios como bienaventurado? Lea el libro de Apocalipsis. Hemos visto que el libro de Apocalipsis es un libro único. Único por su contenido, único por su propósito, único por la forma como llegó a nosotros y único por los beneficios que otorga a los que lo leen, lo oyen y guardan lo que allí se dice. Tu dirás, “pero el Apocalipsis fue escrito el 96 d. C. aproximadamente, ¿desde entonces el tiempo está cerca?”. Pues Juan expresa el anhelo de todo hijo de Dios: “¡Ven Señor Jesús!”. Para todo hijo e hija de Dios, el tiempo está cerca y falta poco para la aparición del Deseado de todas las Naciones. Este es el eje motivador. Pablo ya esperaba en sus tiempos la aparición del Rey de reyes. Elena de White también… ¿y nosotros? Dios cumplirá con su palabra. ¿Habrá alguno que se canse ahora? ¿Dejaremos de aferrarnos a la fe cuando estamos tan cerca del mundo eternal? ¿Habrá alguno que diga: ‘La ciudad está muy lejos’? Pr. Daniel Solano Evangelista – Asociación Peruana Central 11

Bienaventurados los que mueren en el Señor

Lunes

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Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: “Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos”. (Apoc. 14:13) INTRODUCCIÓN Mientras caminaba por un cementerio, un muchacho se detuvo para leer una inscripción sobre la lápida de una sepultura. Quedó intrigado al leer el siguiente epitafio: “Detente amigo que pasas por aquí. Tal como eres, yo fui también un día. Dentro de poco, serás lo mismo que ahora soy. Prepárate para venir a hacerme compañía”. El muchacho quedó intrigado y pensativo. Entonces, tomando una tiza, escribió en la lápida lo siguiente: “Hacerte compañía no me agrada, mientras no sepa dónde está tu morada”. Las estadísticas nos dicen de manera fría y directa que cada día mueren casi cien mil personas en todo el mundo. Eso significa que la vida es como un río de seres humanos que desembocan en la orilla de la eternidad, ya sea para la salvación o para la muerte eterna. De una y de otra manera todos vamos a morir. La Biblia así lo confirma (Gén. 3:19). El pecado nos trajo esta consecuencia. Sin embargo, hay una poderosa promesa de parte de Dios para los hombres y mujeres que apuestan por creer en su Palabra y permanecer fieles en sus caminos hasta la muerte. (Apoc. 2:10) La Biblia dice: “Bienaventurados los muertos”, pero no todos los muertos, sino solo “Los que mueren en el Señor”. La Palabra nos anuncia en muchas de sus páginas al mencionar que los hombres son arrebatados hacia la muerte como torrentes de aguas (Sal. 90:5). Frente a esto surge una pregunta ¿Estás o estamos listos para morir? 12

I. “OÍ UNA VOZ” Dios habla a sus hijos por medio de muchas maneras. Dios quiere compartir y comunicarse con nosotros. Es una comunicación entre dos partes. ¿Por qué? Porque no puedes tener una relación a menos de que haya un diálogo genuino. ¿Cómo conocemos a las personas? Comunicándonos con ellas. Al hablarles y al escucharlos. Es lo mismo en nuestra relación con Dios. Él habla, nosotros oímos. Nosotros hablamos, él escucha. Cuando Juan dice que escuchó la voz de Dios es una clara muestra que su comunión con el Señor era especial, regular e íntima. Cuanto más te consagres a Dios, mejor podrás escuchar su voz por medio de su Palabra. Apocalipsis 1:3 dice “Bienaventurados los que escuchan”. El saber escuchar y disponer nuestro corazón a Dios nos trae felicidad. La felicidad es un regalo de Dios que otorga a todos los que son sensibles a oír su voz y obedecerle. En Génesis 3:8 dice “… oyeron el hombre y la mujer que Dios andaba recorriendo el jardín…”. Es así como Dios quiere, de igual manera, relacionarse con nosotros hoy. El deseo de Dios es caminar y comunicarse con sus hijos. Él quiere hablar con nosotros. Quiere que le escuchemos y hablemos también. La mejor voz y la que necesitamos escuchar siempre es la que viene del Cielo. II. “DE AQUÍ EN ADELANTE” Este periodo corresponde al de los tres ángeles, que abarcan la etapa de la persecución por la bestia y su imagen (Apoc. 13:12, 17). Todos los que bajan al sepulcro en este periodo descansan solo por un momento. Entonces tendrán el privilegio de salir en la resurrección especial que antecede a la resurrección general de los justos. (Dan. 12:2) III. “MUEREN EN EL SEÑOR” a. b. c. d. e. f.

Perecen sus pensamientos. Sal. 146:4 Los muertos nada saben. Ecle. 9:5 Mueren sus sentimientos. Ecle. 9:6 Los muertos no alaban a Dios. Sal. 115:17 El que pecare morirá. Eze. 18:4 La muerte del hombre y del animal son el mismo suceso. Ecle. 3:19

Toda la naturaleza nos enseña esta lección: la vida viene de Dios y a él retorna.

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IV. SUS OBRAS CON ELLOS SIGUEN Cuando Dios creó al hombre lo hizo para que viviera eternamente (Ecle. 3:11) y eso lo llevamos en nuestra naturaleza. Es por ello que nos cuesta mucho lidiar con el aguijón de la muerte. Cuando medito en la muerte de Abel en manos de su hermano Caín, no puedo imaginar el indescriptible dolor que sintieron en su corazón sus padres. Aquello, debió ser espantoso. De allí, que nadie sobre la tierra está preparado para afrontar esa consecuencia que entró en la vida del ser humano con el pecado. “Sus obras con ellos siguen” se refiere a la influencia que deja tras sí una buena persona cuando muere. Significa que ellas serán recordadas por toda mente sensata e inteligente que las vio y conoció, con admiración y respeto, las cuales deberán imitar para su propio bien. CONCLUSIÓN Amigo, amiga, Dios nos ha encomendado una tarea, y todo lo que hagamos para cumplirla contará con su bendición. Cuando ya no estemos en este mundo porque la muerte nos haya ganado la partida, descansaremos de nuestros trabajos, pero nuestras obras permanecerán. No dejemos de “echar nuestro pan sobre las aguas” (Ecle.11:1). Dios permitirá que después de mucho o poco tiempo volvamos a encontrarlo para vida. Los hijos de Dios no tenemos por qué temer a la muerte, pues somos conscientes que todos iremos por ese camino. Lo importante es vivir para Cristo y también morir para él. LLAMADO La promesa de Dios y la esperanza del cristiano es que el ser humano puede retornar a la vida. Esto será posible gracias a la muerte del Señor Jesús en la cruz del Calvario y a su resurrección. La Biblia presenta claramente que Jesús vino a este mundo de dolor y sufrimiento para pagar, primeramente, la deuda del pecador, y redimirlo de la muerte eterna. Cristo destruirá el pecado, al autor del pecado y a todos los pecadores que no se arrepientan de su vida pecaminosa. La esperanza del cristiano de la vida eterna está fundamentada en la resurrección (S. Juan 6:39, 40; S. Lucas 20:37). Job declaró: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo” (Job 19:25). Además, el salmista David dijo: “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza” (Salmos 17:15). Pr. Edwin Chiroque Evangelista – Misión Andina Central 14

Felices los que velan

y guardan sus ropas

Martes

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“He aquí yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, para que no ande desnudo y vean su vergüenza”. (Apoc. 16:15) INTRODUCCIÓN Velar: estar despierto, estar pendiente, estar atento. Los significados de esta palabra se pueden resumir en “Estar o ser vigilantes”. Hay muchos cristianos que se duermen (espiritualmente), es decir, dejan de velar. Que no nos pase como a Eva, que dejó de velar, y mientras estaba dormida espiritualmente, vino el enemigo y la engañó (Génesis 3:1-6). La ropa: desde que Dios creó al hombre sobre la faz de la tierra, este no estimó la ropa con la que fue vestido por el Creador. Sin duda nos preguntamos: pero si Adán y Eva estaban desnudos, ¿cómo podemos decir que Dios los vistió? Es verdad, estaban desnudos físicamente, pero la ropa que Dios les dio eran la inocencia y la santidad. Es que para Dios es muy importante que el ser humano ande vestido correctamente. Al desobedecer el mandato divino, el hombre perdió esa ropa, y cuando se dio cuenta que aquella ropa santa fue quitada, trató de vestirse a sí mismo y ocultar de esa manera su cuerpo manchado por el pecado, es así que tanto el hombre como su mujer tomaron hojas de higuera, las cosieron e hicieron delantales, tratando de esa manera de disfrazar y esconder su vergüenza delante de Dios (Gén. 3:7). Es por eso que esta noche a la luz de la Palabra de Dios veremos las 3 razones por las que debemos velar y guardar nuestras ropas mientras el Señor no viene: PORQUE EL TIEMPO ES PELIGROSO (2 Tim. 3:2-4)

I. g. h.

La sociedad es “como en los días de Noé”, es decir, el país está lleno de violencia y pensamientos que son malos todo el tiempo. A medida que el fin se acerca, estos “tiempos” serán más y más peligrosos. Serán días difíciles de lidiar/soportar, serán “salvajes” y “feroces”. 15

i. j.

k.

l.

II.

La violencia de los últimos días será estimulada/vigorizada por demonios. (1 Tim. 4:1) Las características que Pablo describirá no hablan de tiempos malos, sino de personas  malas. Debemos tener en cuenta que la dureza o el peligro de este tiempo, no son, desde la perspectiva de Pablo, guerras, hambre o enfermedades, ni ninguna otra calamidad o dolencia que pueda afectar al cuerpo, sino los malvados y depravados caminos de los hombres. EGW: “Las escenas de la historia terrenal están llegando rápidamente al fin. Vivimos en medio de los  peligros  de los postreros días. Mayores peligros nos esperan, y sin embargo, no estamos despiertos. La falta de actividad y fervor en la causa de Dios es espantosa. Este estupor mortal proviene de Satanás”. (1JT, 88) Aplicación: Realmente el tiempo en el que vivimos es muy peligroso, es por eso que esta noche ¿habrá alguien que quiere velar porque los tiempos son peligrosos?

PORQUE LA NOCHE VIENE (Jn. 9:4) Cuando hablamos de la noche, de inmediato nos viene a la mente el color negro, oscuro, pues la noche siempre ha sido sinónimo de tristeza y hasta a veces de depresión. Claro que, en las ciudades donde cuentan con alumbrado eléctrico, no es tan dramático cuando llega la noche, porque basta con presionar el interruptor para que las casas se iluminen; y, es más, las ciudades de hoy tienen sensores de luz que, en ausencia de la luz solar, los faros prenden automáticamente y las calles quedan iluminadas. Lo mismo sucede al amanecer, cuando ante la presencia de luz solar los faros se apagan automáticamente. b. ¿A qué hora del día decimos que la noche se acerca? c. A las 10:00 a. m., 12:00 m, o decimos que la noche viene cuando son las 5:00 o 6:00 p. m. d. A partir de las 5:00 p. m. decimos que la noche está por llegar, el sol es menos intenso, sus rayos solares son más débiles y lentamente la noche se posesiona de la tierra, convirtiéndola en oscuridad. e. Si a las 6:00 p. m. decimos que la noche viene, hagamos un paralelo con el mundo en que vivimos, le queda poco tiempo. La oscuridad de la noche está por llegar, las agujas del reloj apuntan que el día está por terminar. f. La noche siempre se prestó para los más horrendos crímenes. Es a.

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en la noche donde el pecado se esconde con más facilidad y se comete el adulterio y la fornicación. g. La noche de la ley dominical, la noche donde no podamos comprar ni vender, la noche de la persecución, la noche cuando sea demasiado tarde y el tiempo de gracia haya terminado. h. Si para Jesús, 2000 años atrás la noche estaba tan cerca, cuánto más cerca está para nosotros hoy. i. Sin duda la noche está por llegar a este mundo. j. Aplicación: Las agujas del reloj, del tiempo del fin, señalan que la noche viene; todo indica que el sol del tiempo del fin está por ocultarse. Queda poco tiempo y muchos de nosotros todavía no hicimos planes para el encuentro con nuestro Señor. ¿Habrá alguien que quiere alistar sus ropas para cuando llegue la noche? III. PORQUE NO HABRÁ NADIE SIN ROPAS (Ap. 3:18) a. Necesitamos comprar vestiduras blancas para vestirnos y para que no se manifieste la vergüenza de nuestra desnudez (18;16:15). b. Con respecto a las vestiduras blancas, el color blanco denota pureza, y las vestiduras se refieren a nuestro andar y nuestra conducta; por lo tanto, las vestiduras blancas representan un andar y conducta que expresan la pureza de Dios. c. En el versículo 18 las vestiduras blancas se refieren a una conducta que puede ser aprobada por el Señor. d. Estas vestiduras blancas son Cristo como nuestra justicia subjetiva, esto es, Cristo manifestado en nuestro ser, la expresión de Cristo, quien como el Espíritu es nuestra vida (Mt. 22:1-12). e. Las vestiduras blancas demuestran que los que las usan HAN VENCIDO, pues dice Apocalipsis 3:5 que: “El que VENCIERE será vestido de VESTIDURAS BLANCAS; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. f. En Apocalipsis 3:21 está la respuesta certera de lo que recibirán los vencedores, aquellos que serán vestidos de ropas blancas: “Al que venciere le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.

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g. Y en Apocalipsis 21:7 dice que: “el que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su dios, y él mi hijo”. h. Así que todos los que sean vestidos de blanco serán herederos de Dios, y se convertirán en hijos de Dios.. ¿Se imaginan ustedes, estimados amigos, lo que esto significa? i. Aplicación: Si usted es vestido de blanco, habiendo lavado sus pecados en la sangre del Cordero y habiendo vencido hasta el final, entonces usted heredará todas las cosas como un hijo de Dios. Usted verdaderamente será un príncipe heredero, uno de los incontables hijos de Dios que estarán vestidos de blanco frente al trono y frente al Cordero. ¿Habrá alguien que quiere alistar sus ropas para ese gran día? CONCLUSIÓN Resumen: Hoy vimos que debemos velar porque el tiempo que vivimos es peligroso, la noche está por llegar y debemos alistar nuestras ropas; porque no habrá nadie sin ropas en la venida del Señor. Apelación: Considerando que estamos a las puertas del gran encuentro con nuestro Señor. Llamado: ¿Habrá alguien que aún no está bautizado que quiere recibir las ropas blancas? ¿Habrá alguien que quiere velar y guardar sus ropas para el gran día? Pr. Tonny Quispe Evangelista – Misión del Lago Titicaca

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Felices los que son llamados a la cena del Cordero

Miércoles

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Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. (Apoc. 19:9, 10)



INTRODUCCIÓN Quien ha tenido la oportunidad de ir a una Boda, comprenderá que es un hecho único cargado de felicidad y expectativa. Aquel encuentro entre el novio y la novia delante de Dios es la invitación que él hace a sus hijos “bienaventurados”, pues verdaderas son sus promesas. Propósito del mensaje Es que tomemos la decisión de aceptar la invitación de Dios hoy para sus hijos. Él quiere hacer un compromiso de una felicidad sin límites. I.

UN CORDERO a. b. c.

d.

Bienaventurados quienes son invitados a las bodas del cordero. Qué mejor cuadro para ilustrar aquel momento especial de una felicidad sin límites. La celebración no se da en lo que está servido o la calidad de los invitados. La celebración se da en ocasión del que invita, y es precisamente el cordero de Dios. Aquel que estaba destinado desde la caída (Gn. 3:21) de nuestros primeros padres y que se hizo hombre (Jn. 1:29; Heb 4:15) sujeto a las mismas pasiones y tentaciones que enfrentamos hoy. Es él quien recibe a sus invitados para compartir su felicidad con una generación redimida por su sangre. Como cordero, Cristo manifestó su mansedumbre. “… (Como un cordero que es llevado al matadero). Tampoco él abrió su boca”. (Is. 53:7). Contrariamente a lo que las personas pueden 19

sentir para sentirse ganadores. Desde su nacimiento sus ojos estaban puestos en aquellos a quienes salvaría por su sacrificio. Pudo desistir de esta tarea, nada lo obligaba, nadie se lo imponía, no había compromisos. Es más, aquellos por quienes vino lo rechazaron; sin embargo, entregó su vida por amor a sus hijos, aun al precio más alto: su propia vida. Aplicación Alguien debe morir, es la sentencia que reclama el pecado desde el principio (Ro. 6:23). Sin embargo, alguien decide ocupar ese lugar. “… Un carnero trabado… y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo”. (Gn. 22:13). Entonces, bienaventurados somos cuando aceptamos el llamado, la invitación de Cristo para aceptarlo como nuestro salvador personal. II.

UNA CENA a. De esta imagen “Cena” podemos tomar dos aspectos prácticos para nuestras vidas. b. La cena es libre para todos (Lc. 14:21). Todos son invitados, todos son llamados, no se hace distinción entre ellos. Sin embargo, quienes aceptan la invitación se distinguen (Mt. 22:11, Ap. 19:8) por reconocer y aceptar al que invita (Cordero). c. En el plan de salvación todo ha sido dispuesto para todos “... amó Dios al mundo”. d. En el plan de salvación todo se hace realidad para los que aceptan lo ofrecido por Dios: “todo aquel que en él cree” (Jn. 3:16). e. Es la última comida del día, denota el descanso del andar en el día y la preparación para un nuevo día. Aplicación Puede suceder que en nuestro caminar las cosas no han salido como esperábamos, que aquello que pensábamos que nos traería felicidad se desvaneció en un instante. Podemos sentir incluso que no hay sentido en el mañana pues nada presagiaría que mejorara. Pero recuerda, no olvides que es Jesús quien toma la iniciativa de ir a tu casa, tocar tu puerta, llamar y esperar cenar contigo (Ap. 3:20). No hay mejor

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descripción de aquel que entregó su vida por amor a nosotros y que está dispuesto a traer esperanza y una felicidad sin límites para ti y tu familia. III. UNA BODA a. La ocasión de la cena es precisamente la boda, momento cumbre de compromiso entre dos personas. Es usual hoy en día decir “te amo, te quiero, etc.”, pero muy raras veces decir “cásate conmigo”. b. Muchas personas hoy están convencidas de que quieren ser felices, desean formar hogares felices, pero no están dispuestos a hacer compromisos (Mt. 7:21). c. A veces suele ser el miedo, el desconocimiento, etc., pero casi siempre en el fondo es el egoísmo. Pues nuestra naturaleza caída siempre esperará recibir antes que dar (1 Jn. 4:8). d. Queremos pruebas para saber si algo es cierto o si es digno de creer. Y en esa indecisión prolongamos aquello que ya podríamos estar disfrutando (Jr. 13:23, Ro. 8:1). Aplicación Por esta razón, en ocasión de su venida, Jesús hace el llamado, hace la invitación a aquellos que quieren experimentar una felicidad sin límites. Esta felicidad solo se puede lograr si le entregamos nuestra vida a él (Hc. 22:16). Todo ha sido dispuesto por él para vivir eternamente (Ef. 5:31; Jn. 3:16), pues en Cristo todas las cosas no solo son hechas nuevas, sino que serán para siempre. CONCLUSIÓN A la luz de la palabra de Dios es Jesús: El que invita a todos a recibir su perdón (Ap. 19:9) El que busca y quiere estar con nosotros (Ap. 3:20) El que puede darnos vida eterna y una felicidad sin límites (Hc. 4:12) Llamado Hoy es el día de aceptar hacer un compromiso con Cristo para vida eterna. ¡Hoy es el día del inicio de una felicidad sin límites, levántate y ven a Jesús! Pr. Javier Torres Evangelista – Misión del Oriente Peruano 21

Felices los que tienen parte en la Primera Resurrección

Jueves

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“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”. (Apoc. 20:6) INTRODUCCIÓN La muerte no es el final de todo para los que creen en Jesucristo. La promesa de la resurrección, garantizada por la resurrección de Cristo, es una realidad para los que confiamos en él. Pero, ¿sabías tú que habrá dos resurrecciones al final de la historia humana, pero solo los que resuciten en la primera podrán vivir por la eternidad con Cristo? Vamos a analizar juntos lo que las Sagradas Escrituras dicen al respecto. I.

BIENAVENTURADO Y SANTO SI TIENES PARTE EN LA PRIMERA RESURRECCIÓN ¡Feliz, dichoso, afortunado, bendito! Son las posibles traducciones para la palabra “Bienaventurado” (del griego Makários). Es el estado de pleno gozo que solo pueden experimentar aquellos que caminan cada día por la fe con Jesucristo. Este estado de plenitud no depende de las circunstancias por difíciles que estas sean en la vida, sino de la confianza total que depositamos en Dios, lo que nos da esperanza en momentos difíciles, aun frente a la muerte. Si mueres creyendo en Jesús y confiando en la promesa de la resurrección entonces resucitarás en la primera resurrección cuando Cristo vuelva por segunda vez (1 Tes. 4:16). La muerte no se apoderará de ti para siempre (Jn. 11:25) y resucitarás a inmortalidad de vida (1 Cor. 15:51-54). Aplicación Quizá en esta mañana te perturba la idea o tienes miedo a la muerte. Tienes un ser querido muy enfermo y no sabes qué hacer. No tienes por qué desesperar. Si tú crees en Jesucristo, la muerte no es el fin de todo. Hay una promesa de resurrección preparada para ti y tus seres queridos.

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Decisión ¿Quieres abrazar tú también esta bendita esperanza de resurrección para vivir por la eternidad con Jesucristo? Entonces hoy tienes que creer en él y entregarle tu corazón a Jesús. II.

LA SEGUNDA MUERTE NO TENDRÁ PODER SOBRE TI Es triste y duro lo que vas a escuchar ahora, pero es lo que la Palabra de Dios dice. Si no crees en Jesucristo, en la promesa de la resurrección, estás en serios problemas. Hay una segunda resurrección para muerte, en la cual participarán todos aquellos que rechazaron a Cristo (Jn. 5:2829). Esta resurrección, a diferencia de la primera, no será en ocasión de la segunda venida, sino cuando finalicen los mil años, en ocasión de la tercera venida de Cristo (Apoc. 20:5). Si rechazas la esperanza de la primera resurrección en Jesucristo, recibirás tu parte con Satanás, sus ángeles, y todos los perdidos en el lago de fuego y azufre hasta ser consumidos (Apoc. 20:7-10). Estos serán los momentos tristes de toda la historia humana, pero a su vez, le pone fin a la triste historia de pecado, sufrimiento y dolor para la humanidad y la esperanza de un nuevo comienzo. Aplicación Es posible que hoy estés escuchando esta palabra y aún no le has entregado tu vida a Jesucristo. Perdiste un ser amado y no tienes más ganas de nada, y no tienes esperanza. No tienes por qué desesperarte, hay esperanza de vida eterna en Cristo. Decisión ¿Quisieras tu resucitar para vida y no para muerte? Hoy es tu día, no puedes ir para casa sin asegurar tu vida eterna en Cristo. Hoy tienes que creer en la promesa de la resurrección y entregarle la vida a Jesucristo.

III. SERÁS SACERDOTE DE JESUCRISTO Y REINARÁS CON ÉL POR MIL AÑOS ¿Y sabes qué pasará durante esos mil años en el cielo, mientras acá en la tierra el diablo y sus ángeles quedan prisioneros? (Apoc. 20:1-3). Pues mientras ellos están prisioneros por mil años en la tierra, en el cielo, todos los que aceptamos a Cristo y resucitamos en la primera resurrección, participaremos de un juicio de comprobación en el cielo, y como sacerdotes y reyes para Cristo estaremos por mil años con él 23

en el cielo (Apoc. 20:4) antes de volver a la tierra y recibir de Dios un nuevo cielo y una nueva tierra donde no existirán más la muerte, ni el llanto, ni el pecado ni el dolor (Apoc. 20:1-5). Aplicación Es probable que tú viviste hasta aquí sin la esperanza de una vida mejor y con miedo a la muerte, pues hoy puedes cambiar tu historia y decidir creer en Jesús y en las promesas de su Palabra para tu vida. CONCLUSIÓN ¿Quisieras hoy separar un lugar con Jesús en el cielo y pasar las más grandes vacaciones de tu vida por mil años con Jesús en cielo? Pues hoy es el día en que tienes que entregarte a Jesús y abrazar la promesa de la primera resurrección. Solo creyendo en Jesús y su promesa encontrarás la esperanza de la vida eterna y de un mundo mejor. Jesús ya fue a preparar un lugar para ti y para todos aquellos que creen en él y sus promesas (Jn. 14:1-3). Si esta es tu decisión ponte de pie y entrégale hoy tu vida a Jesús y ven a él con fe, ven a Jesús. Amén. Oremos. Pr. Fernando Rojas Evangelista – Misión Peruana Central Sur

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Felices los que guardan las Palabras de la ProfecÍa de este libro

Viernes

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“¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. (Apoc. 22:7) INTRODUCCIÓN La sexta bienaventuranza de Apocalipsis es extraordinaria: Se trata de la SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. Esta es la mayor esperanza del cristianismo. No hay otra. Toda la esperanza de un cristiano se basa en esta promesa. ¡Jesús viene pronto! ¡Jesús viene en breve! ¡Maranatha, Cristo viene! No imagino dónde estás en este momento. Podemos estar pasando la situación más crítica que nos ha tocado vivir. Mientras escribo este mensaje, el mundo está viviendo un aislamiento social histórico. El COVID-19 ha cambiado la vida de la humanidad. Una pandemia que ha cobrado la vida de miles. Jamás la historia de la humanidad vivió una situación así. Sin embargo, la Biblia dice que esta “peste” o enfermedad es solo el principio de dolores (Mateo 24:8), pero aún no es el fin. ¿A dónde ir? Esta enfermedad ha desnudado el poder, el dinero y la fama. Y es que ricos, pobres, educados, jóvenes y ancianos, personas de a pie y los encumbrados han sucumbido ante esta peste mundial. Propósito del mensaje Entender que este mundo tendrá su fin, y debemos confiar en la promesa más grande de la Biblia, la mayor esperanza: LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO, que está pronto a suceder. I.

“Y ME DIJO: ESTAS PALABRAS SON FIELES Y VERDADERAS” (v.6) Estamos acostumbrados a creer en personas, políticos, profesiones y especialistas que a menudo nos defraudan. Depositamos nuestra confianza en personas que no merecen nuestra confianza porque son volubles, inconstantes y mentirosos. Algunos quizás con buenas intenciones pero que en corto, mediano o largo plazo nos 25

decepcionarán. Sin embargo, las buenas intenciones no alcanzan para darle la solución a los problemas de la vida. Es Dios quien nos da la seguridad. Es por eso que el texto dice claramente: “Estas Palabras son fieles y verdaderas”. No hay palabras más ciertas que la Biblia. Aplicación ¿En quién has confiado? ¿Cómo te fue? ¿Dónde está esa persona que te prometió amor eterno? ¿Dónde están tus amigos y familiares que decían amarte y hoy que lo has perdido todo se alejaron de ti? Confía y cree en el único que jamás falla, confía en Cristo. Y la Biblia es su Palabra. II.

“Y EL SEÑOR, EL DIOS DE LOS ESPÍRITUS DE LOS PROFETAS, HA ENVIADO SU ÁNGEL” (v.6 b) Desde el Génesis al Apocalipsis Dios busca, llama e invita al ser humano. Dios es un Dios que envió a su hijo Jesús a la humanidad con el objetivo de “buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). Y en este texto claramente Dios sigue mostrando su amor de esa manera, al enviar a Su ángel. ¿Quién es el ángel? La palabra ángel viene de la palabra griega “aggelos” que significa mensajero. Entonces, Dios envía mensajeros a lo largo de tu vida para entregarte un mensaje de amor: Su Palabra, su evangelio. Justamente en el punto anterior vimos que su Palabra, la Biblia, es ese mensaje cierto y verdadero. Aplicación Hoy, tú puedes tener la seguridad de que Dios te envía ese mensaje a través de muchas formas, y yo puedo ser una de ellas. Yo soy un mensajero de Dios que Él usa para hacerte conocer que Jesús viene pronto, y debes estar preparado. Ese mensaje es un mensaje cierto y verdadero, no es broma ni una idea humana. Es de Dios.

III. “PARA MOSTRAR A SUS SIERVOS LAS COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO” (v.6 c) Juan, el discípulo amado, escribe las palabras de Jesús. Es Jesús mismo quien le confía este mensaje sublime y grandioso: LAS COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO. La pregunta lógica es, ¿qué cosas deben suceder pronto? Y en el contexto del texto se refiere a algo que 26

según el cumplimiento de las profecías no debe demorar, no debe tardar. Las señales de las profecías de Mateo 24 están cumpliéndose al pie de la letra. No hay dudas de que las cosas suceden una tras otra. No hay explicaciones lógicas ni científicas que puedan dar razón de los eventos que el mundo vive. Solo la Biblia tiene respuesta: ES NECESARIO DE QUE TODO ESTO SUCEDA, pero aún no es el fin (Mateo 24:6). Aplicación Te levantas en las mañanas con la sensación de que puede que sea el último día de tu vida. Los contagiados son miles y miles. Los más pobres no pueden sustentarse con alimentos. Las medicinas están subiendo de precio y no hay hospitales capaces de atender a los dolientes. ¿A dónde ir? ¿Qué hacer? En medio de toda esta crisis, la Biblia dice: ¡HE AQUÍ VENGO PRONTO! IV. “¡HE AQUÍ VENGO PRONTO!” (v. 7a) La humanidad sobrevivió a grandes guerras. La Primera y Segunda Guerra Mundial, el terrorismo, las pestes y hambrunas diezmaron la población mundial varias veces, pero jamás vimos al mundo tan atemorizado y encerrado dentro de sus puertas. Lo más trágico de todo es que siente incertidumbre. No se puede ver al enemigo. Está en el aire. Y en medio de todas estas calamidades, ahí cuando sentimos que no hay esperanza y solución, cuando sentimos que la vida está en riesgo y que nadie ni nada nos salvará, cuando vemos que hasta las superpotencias mundiales han sucumbido ante este mal, podemos tener la plena seguridad de que CRISTO ESTÁ PRONTO A VENIR. Aplicación ¿Quizás estoy hablando a una persona que perdió a su padre o madre en esta terrible pandemia? Has perdido a una persona amada y no has podido ni siquiera darle una cristiana sepultura. Déjame decirte en el nombre de Jesús que esto pronto acabará. Cristo está viniendo en breve. Cristo está pronto a venir. V.

“BIENAVENTURADO EL QUE GUARDA LAS PALABRAS DE PROFECÍA DE ESTE LIBRO” (v.7b) ¡Feliz el que guarda las palabras de profecías de este libro! El texto 27

destaca la palabra guardar. Esta palabra tiene que ver con OBEDECER. Es decir que una persona que obedece las profecías de este libro (Apocalipsis) será feliz. Y es que como ya vimos en las bienaventuranzas anteriores, la felicidad solo es posible en Cristo, el personaje central de las Escrituras (Juan 5:39). De nada sirve leer la Biblia, decir: “amén”, “yo creo”, “sí Señor”, si no lo llevo a la práctica, si no soy obediente a las palabras de las profecías, a los eventos que van sucediendo según el cumplimiento de la profecía. Aplicación El obediente es feliz porque sabe cómo terminará la “película” de la vida. Es feliz porque sabe que Cristo, a la luz de las Escrituras, será el gran vencedor sobre el mal y sobre el enemigo. Es obediente porque guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús (Apocalipsis 14:12). CONCLUSIÓN ¿Cuánto tiempo estás asistiendo a la iglesia? ¿Eres alguien que ya estudió la Biblia, pero aún no decides obedecer completamente el llamado que Dios te hace? Recuerda que no solo basta con leer y creer, es necesario OBEDECER, poner en práctica lo que dice la Biblia. ¿Cuántas lágrimas habríamos evitado si tan solo hubiésemos sido obedientes a las “Palabras de este libro”? A veces vives inseguro, con temor al mañana, con temor al futuro porque la situación es incierta. Literalmente no sabes a dónde ir ni qué hacer. Puedes ver que en ningún lugar del mundo hay seguridad. Este mal del COVID-19 nos mostró que no hay seguridad en ningún lado. Todos podemos caer en las garras de esta pandemia. Y en esta situación cruda, la Biblia, la Palabra más segura nos dice: CRISTO VIENE PRONTO. No demora. Pablo diría: “porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará” (Hebreos 10:37). Esta es la mayor esperanza. Cristo está pronto a venir y le pondrá fin al pecado. Le pondrá fin a todo dolor y lágrima. Hoy es el día. Pr. Heyssen J. Cordero Maraví Evangelista – Unión Peruana del Sur

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Felices los que

lavan sus Ropas

Sábado

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“Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. (Apoc. 22:14) INTRODUCCIÓN La séptima y última bienaventuranza en Apocalipsis resume el propósito de Cristo para la humanidad. El hecho de lavar nuestra vestidura y obtener el árbol de la vida, ingresando por las puertas a la ciudad celestial, nos muestra la esperanza de un mañana con Jesús. Actualmente seguimos en cuarentena manteniendo el aislamiento social. Mucha gente está desesperada, con ansiedad, porque tenemos una familia que alimentar y no podemos trabajar. Hay gente que muere, pero no hay medicina para salvarlos. Después de esta cuarentena, cuando nos toque reencontrarnos, estaremos con una nueva normalidad, donde la desconfianza invadirá a todo el mundo y nos obligará a mantener distancia de los demás. Muchos dicen que tendremos que acostumbrarnos a esa nueva forma de vida. ¿Ese será el mundo que Dios quiso para nosotros? ¿Ese es el mundo que quieres para ti, para tu familia? Propósito del mensaje Existe un mejor lugar que nos espera, donde viviremos por la eternidad con Jesús en su ciudad celestial. Y para acceder a esa felicidad debemos lavar nuestras ropas con su sangre aceptándolo mediante el bautismo. I.

BIENAVENTURADO LOS QUE LAVAN SUS ROPAS (v.14a) 1.

Ser bienaventurado se refiere a la felicidad de haber logrado algo. El tener la satisfacción de haber sido recompensado. Pero me creerías que puedes ser feliz sin hacer casi nada, tan solo haciendo un acto: aceptando a Jesús.

2.

Cuando recibes una invitación a un acontecimiento importante, piensas… ¿qué me voy a poner?, ¿será una reunión social, formal? Tienes que estar presentable de acuerdo a la ocasión con una vestidura especial, y esa vestidura tiene que estar limpia; y si 29

está sucia tienes que lavarla, no vas a ir con algo que te puede avergonzar. 3.

El apóstol Juan nos dice que nuestra vestidura sucia por el pecado y que nos avergüenza debe ser lavada, emblanquecida en la sangre del Cordero. Es con la sangre que Jesús derramó en la cruz por nosotros que esas vestiduras deben ser lavadas según Apocalipsis 7:14. Es por la justicia de Jesús que seremos limpiados del pecado.

4.

Ahora también podemos ser limpiados del pecado. Pedro lo mencionó en Hechos 2:38 “arrepentíos y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesús para perdón de los pecados…”. Además, si tú crees en Jesús, tienes que bautizarte para ser salvo, conforme a lo que dice el evangelista en Marcos 16:16. Y es nuevamente reiterado por Pablo en Hechos 22:16 “Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre”. Por el bautismo aceptamos públicamente a Jesús y limpiamos nuestras vestiduras del pecado en su sangre.

Aplicación La felicidad que recibiremos no es un mérito nuestro, o una recompensa a un logro. Al contrario, no hicimos nada, es un regalo de Jesús para la humanidad realizado en la cruz para nosotros, para todo aquel que lo acepta. Es por ello que debemos bautizarnos para lavar nuestras vestiduras del pecado. Ahora qué te detiene, toma tu decisión de aceptar a Jesús en tu vida mediante el bautismo. II.

PARA TENER DERECHO AL ÁRBOL DE LA VIDA (v.14b) 1.

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En una ocasión cuando mi hijo me ocultó un jarrón quebrado producto de una travesura, le dije que lo mejor era que no trate de ocultarlo. Confesar el error nos trae paz, nos da tranquilidad. Una vez que mi hijo había confesado la travesura, lo abracé fuerte diciéndole que había hecho lo mejor, pero que tendría una consecuencia. Le dije que no podría jugar con el carro que más le gustaba por la falta cometida. Luego, antes que se oscurezca, estando él aún apenado por no haber jugado, le devolví el carro que habíamos tenido que guardar por la falta cometida. Mi hijo se puso contento por tener nuevamente en sus manos lo que había perdido.

2.

El árbol de la Vida es el símbolo de la vida eterna que fue perdido en el Edén como consecuencia a la desobediencia, registrado en Génesis 3:22, 23. Y precisamente este árbol que fue guardado, escondido por Dios en el huerto del Edén, será devuelto al ser humano que acepte a Jesús, para que pueda comer de su fruto y vivir por la eternidad en su reino. “… al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. (Apocalipsis 2:7)

Aplicación Existen regalos maravillosos reservados para la persona que acepte a Jesús, no pierdas más el tiempo. Nuestro Padre Celestial ha preparado la recompensa para el que venciere, para aquellos hijos que lo acepten. Es el árbol de la vida que se quedó dentro del huerto del Edén, que perdimos por nuestra desobediencia y que ahora se nos permitirá volver a comer para vivir por la eternidad con Él. Vamos, ¡solo debes aceptar a Jesús en tu vida! III. PARA ENTRAR POR LAS PUERTAS EN LA CIUDAD (v. 14b) 1.

Cuando un torero recorría varias ciudades y su buena faena le hacía fama, al volver a la ciudad de Madrid, los periodistas sacaban titulares diciendo que el gran torero regresaba a la capital por la “puerta grande”. Cuando viene una visita a tu casa, y es bien recibido por el anfitrión, el anfitrión lo espera con la puerta abierta para hacerlo ingresar a la casa con alegría. De igual manera Jesús nos espera con alegría para ingresar por la puerta a su gran ciudad.

2.

En el libro de Isaías 26:2 se menciona el texto… “abrid la puerta y entrará la gente justa guardadora de verdades”. Estas puertas nunca más se cerrarán según Apocalipsis 21:25: “sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche”.

3.

Las puertas están abiertas en Isaías y en Apocalipsis, es decir, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se enfatiza que las puertas están abiertas a aquellos que guardan algo, a aquellos que hacen algo para ingresar por allí, a aquellos que aceptan a Jesús en su vida.

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Aplicación Tú y yo tenemos una gran promesa ante esta pandemia que estamos viviendo, no debemos desesperarnos. Ingresaremos todos por las puertas a la gran ciudad. Aquella puerta del huerto del Edén que fue cerrada por nuestra desobediencia, al final de esta historia es el mismo Jesús quien ahora abre las puertas de la ciudad para vivir felices por la eternidad con Él. Solo debemos aceptar a Cristo en nuestra vida ¡Es nuestra decisión! CONCLUSIÓN La felicidad no depende qué tanto hagamos, ya que Jesús lo hizo todo por nosotros; tan solo debemos acercarnos a lavar nuestras vestiduras en su sangre derramada en la cruz por nosotros, mediante el bautismo. De esta manera seremos salvos y entraremos a su reino. Jesús tiene un regalo maravilloso para los que vencieren, el árbol de la vida, aquel símbolo de la vida eterna que por nuestra propia desobediencia perdimos. Ahora, por la justicia de Cristo, nos será devuelto para vivir por la eternidad con nuestro Padre Celestial. Además, ingresaremos por las puertas de aquella gran ciudad, aquellas puertas que nunca más se cerrarán y donde ingresaremos triunfantes con nuestro Señor Jesús. LLAMADO Sé parte del pueblo de Dios que “al recibir el mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas…“ (Hechos 2:41). Hoy es el momento de entregar tu vida a Jesús mediante el bautismo para disfrutar del árbol de la vida y del ingreso a la ciudad celestial. Ponte de pie y bautízate ¡Toma tu decisión hoy!

Pr. Gino Pomacaja Espinoza Evangelista – Misión Sur Oriental del Perú

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