Segundo Parcial 2020

Literatura Latinoamericana I B (Tieffemberg) Segundo Parcial Domiciliario 2020 Nombre y Apellido: Melisa Ferreira DNI: 4

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Literatura Latinoamericana I B (Tieffemberg) Segundo Parcial Domiciliario 2020 Nombre y Apellido: Melisa Ferreira DNI: 40640736 Consignas: 1. Analice el relato de Lucía Miranda presente en la Argentina de Ruy Díaz de Guzmán y en “El placer de la cautiva” de Leopoldo Brizuela como “matriz narrativa colonial”. 2. Analice el modo en que se produce la “cristianización del espacio” en una de las reescrituras del microrrelato de Lucía Miranda, cuyo referente es la Argentina de Ruy Díaz de Guzmán.

1) La matriz narrativa colonial nace a causa de la expansión de occidente sobre nuestro continente, es un modo de narrar los sucesos desde una mirada que busca justificar el hecho colonial, los atacantes se convierten en atacados, los ofensores en ofendidos y el espacio invadido en espacio a recuperar. En este tipo de relatos se suelen disfrazar a los indios de salvajes y despiadados y a los europeos como buenos samaritanos víctimas de la barbarie. En el relato de Lucia Miranda podemos ver cómo funciona esta matriz narrativa colonial de forma que establece una dicotomía entre la civilización y la barbarie. Ruy Díaz de Guzmán, nieto de Domingo Martínez de Irala, entroncado con la nobleza peninsular por parte de su padre, desarrolla en su obra una legitimación de su linaje del cual se siente parte y busca deshacerse de su condición de mestizo por parte de su madre, cuyo origen fue estigmatizado a lo largo de la historia. Podemos ver cómo se desarrolla esta matriz narrativa colonial en esta primera obra que habla sobre la conformación inicial del espacio rioplatense, donde el indio es subsumido a una descripción con una mirada europea. En este relato se utilizó la figura de Lucía Miranda (de la cual se duda de su existencia) como justificatorio para atacar a los indios. En la Argentina, Gaboto parte a España desde Sancti Spíritus a dar noticia a los reyes sobre los territorios descubiertos y deja a cargo del fuerte a Nuño de Lara. Allí se encuentran Lucía y su marido, Sebastián Hurtado, entre otra gente, conviviendo en armonía con los indios timbúes que habitan en las afueras del asentamiento y les proveen de alimentos. Bajo el mando de Nuño de Lara, la relación con los indígenas, liderados por los caciques Mangoré y Siripo, resulta pacífica. Sin embargo, los buenos tratamientos de Lucía hacia Mangoré son malinterpretados: “A esta señora hacía este cacique muchos regalos y socorría de comida, y ella, de agradecida, le hacía amoroso tratamiento, con que vino el bárbaro a aficionársele tanto y con tan desordenado amor, que intentó de hurtarla por los medios a él posibles. Y convidando a su marido a que se fuese a entretener a su pueblo y a recibir de él buen hospedaje y amistad, con buenas razones se negó y, visto por aquella vía no podía salir con su intento y la compostura, honestidad de la mujer y recato del marido, vino a

perder la paciencia con grande indignación y mortal pasión, con la que ordenó con los españoles debajo de amistad una alevosía y traición, pareciéndole que por este medio sucedería el negocio de manera que la pobre señora viniese a su poder.” : (Ruy,Díaz, 1612: 43). Lucía no corresponde el amor de Mangoré. Esto le incita a poseerla utilizando la fuerza, por lo que desarrolla el siguiente plan: convence a Siripo para enemistarse con los españoles y dejar de proporcionarles alimentos; esta situación induce a Nuño de Lara a enviar una comitiva, en la que se encuentra Sebastián Hurtado, para buscar bastimentos. Al quedar el fuerte desprovisto de hombres, el cacique logrará sin dificultad raptar a Lucía. Los indígenas rompen la paz con los españoles y atacan el fuerte en una emboscada. Mangoré muere acuchillado por Nuño de Lara pero pronto los indígenas matan al capitán español. Lucía queda cautiva y Siripo, el hermano de Mangoré, la toma como su mujer. Hurtado vuelve al fuerte y se entera de los penosos acontecimientos. Decide rescatar a su mujer, por lo que se entrega a los indios. Una vez apresado, Siripo le perdona la vida a instancias de Lucía, que promete fidelidad al cacique. Una india celosa de Lucía descubre que ella mira amorosamente a Sebastián y que busca encontrarse con él, por lo que la acusa de traición. Por lo tanto, Siripo los castiga mandando a Lucía a la hoguera y entregando a Hurtado a unos mancebos, que lo matan a flechazos. En resumen se puede observar que el motivo por el cual se produce la destrucción del fuerte es por la fuerte tensión amorosa en la que se disputan a Lucía. Nuevamente se presenta al indígena como un salvaje y violento que hace contraste con el matrimonio español que se caracteriza por la pasividad, la fidelidad y el cristianismo. Se puede decir que con esta matriz narrativa los españoles buscaban usar la figura de Lucía Miranda como justificación de las atrocidades que ellos cometieron con las nativas. Por lo que el relato sobre Lucía Miranda se presenta como un mito modélico que reafirma la supremacía blanca y cristiana sobre el indígena, a pesar o, por medio de, su pretendida inversión. Si el conquistador era quien usurpaba, saqueaba y violaba a mujeres, en el relato de Ruy Díaz ese protagonismo queda reservado al indígena; esta subversión se orientaba claramente a justificar y legitimar su sometimiento o destrucción. También se puede decir que la mujer simboliza aquello que puede despertar las pasiones.

En “El placer de la cautiva” de Leopoldo Brizuela, podemos ver el relato sobre otra mujer un poco más joven, Rosario quien está acompañada con Vega a quienes los indígenas comienzan a perseguir desde el primer encuentro. Durante todo el relato se puede ver como esta joven niña toma las riendas del asunto mientras Vega accedía a sus decisiones, las cuales eran muy buenas a la hora de perder a los indígenas. Como por ejemplo cuando Rosario degolla a la mula para que los indígenas se detuviesen a beber y comer la sangre de esta mientras ellos escapaban, claramente fue algo que vino a su mente repentinamente y funcionó. Durante todo el relato se puede ver como matriz narrativa como Rosario se libera de la cuestión de género porque no depende de nadie, el mismo relato también hace ver a Vega como un cobarde. Ella es cautiva pero hasta cierto punto, ya que ella también busca perseguir al indio hasta atraparlo, por lo que se podría decir que hay un deseo en ella. “Pero he aquí que la muchacha, tan pronto los gritos de los viejos la habían vuelto a la realidad, había comprendido también, como en una revelación, para qué el destino había enmarañado la historia del viejo con la suya; y nimbada otra vez por su propia inteligencia, hundió disimuladamente un dedo en la entrepierna, lo mojó en su secreta sangre menstrual y se marcó la frente, en el mismo sitio en donde los niños habían llevado, alguna vez, la marca de la peste. Sonriendo, se volvió a enfrentar la cara que la había deseado tantas noches, y comprobó cómo la furia del indio se trocaba en puro terror, en un terror tan absoluto que lo volvía inmanejable y vulnerabilísimo, porque también era tan antiguo como cualquier memoria de la especie.” ( Leopoldo,Brizuela, 2000:20) En esta matriz narrativa podemos ver como es el indígena engañado por el español, pero finalmente Rosario es cautiva de los indígenas quienes le terminaron cortando la planta de los pies y planeaban casarla con aquel indio que perseguía. A pesar de todo la imagen del indio salvaje no desaparece en ningún momento.

2) La cristianización del espacio en la reescritura de Nicolás del Techo retrata a Lucia Miranda y a su esposo como unos mártires quienes en todo momento sostuvieron sus valores cristianos y en ningún momento se arrepienten de ello, dando pie a una muerte violenta y generando un testimonio de la fe en Dios. Es por eso que basándonos en el hecho de matriz narrativa podemos decir que desde un punto de vista cristiano este relato de Lucía Miranda esta visto como una figura a la cual una sociedad se siente identificada en la Fe. La divulgación de estas historias de santidad no pretendía establecer, el culto dirigido a una persona, sino que más bien trataba de destacar "las costumbres y opinión" que rodeaban aquellas vidas. Desde los tiempos de la Iglesia primitiva, el mártir era visto por el cristiano como "espejo de admiración e imitación ante la adversidad".

“rogaba a Dios que no despreciase el dolor que tenía por cuanto le hubiese ofendido pecando, y que, sacándola de la servidumbre ä que estaba sujeta, la llevase á. la patria eterna; haciendo tales votos, murió abrasada. Sebastián Hurtado fue atado á un árbol, y como si representara al santo de su nombre, fue atravesado por las flechas de los indios mientras oraba piadosamente. De esta manera, fueron ambos ejemplo elocuente de cuánto dista muchas veces nuestro destino de las esperanzas que concebimos.” (Nicolás del Techo, 1673:49) La misma cita dice que Lucía Miranda y Sebastián Hurtado fueron un ejemplo elocuente, por esto mismo que se dijo anteriormente.

Bibliografía: Del Techo, Nicolás. 1673. Historia de la Provincia del Paraguay de la Compañía de Jesús, Capítulo IV. DÍAZ DE GUZMÁN, Ruy (2012 [c.1612]), Argentina. Historia del descubrimiento y conquista del Rio de la Plata. Tieffemberg, Silvia (ed.), Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras.

TIEFFEMBERG, Silvia (2012), “Matrices narrativas coloniales. De Lucía Miranda al encuentro de Cajamarca”, I Coloquio Internacional Términos claves de la teoría poscolonial latinoamericana: despliegues, matices, definiciones. Rosario, Argentina