Secretos de Familia

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SECRETOS DE FAMILIA EL CAMINO HACIA LA AUTOACEPTACIÓN y EL REENCUENTRO

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Desde el puóor e,(agerado y ultrapuritano de nuestro pasado hemos dado un giro de trescientos sesenta grados y hemos r~ducido la sexualidad al

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r:F\ ¡ sexo -una cuestión de instintos, genitales y frecuencia-o Los secretos sexuales son los más comentes de todos los secretos acuItas. Quizás no haya otra esfera de privacidad en la que el pudor sea más importante. Al reducir la sexualidad, ese encuentro personal de dos seres humanos con deseo y amor, al mero sexo (follar simplemente), la converti· mos en algo pomográfico y la pomografíll es una ohscenidad sexual. Cuando se pierde el pudor. en tanto que guardián de la sexui11idad, los aclos genita­ les íntimos se ven des~sociados de las consideraciones sociales. emocionales y morales que hacen de las relaciones 'humanas algo humano. Cuando se esfuma el pudor, el individuo queda desprovisto de su capa protectora, la conducta sexual humana se ve desprovist.1 de su significado y las personas involucradas quedan reducidas a meros objetos. En tanto que objeto, no se puede participar de la relevancia del acto sexual humano y. al con vertirse en un objeto, el individuo proyecta dicha perspectiva sobre los demás. El voyeur sólo quiere mirar )' observar al aIro como si de un objeto se tratara. El hombre que está absorto en su masturbación con pomograffa está alimentando su curiosidad y fascinación por la violencia y dominación. La mujer que él está contemplando en posturas vejatorias y vergonzosas es un objeto deshumanizado. El observador no puede compartir ni participar de la humanidad de esa mujer. La sexualidad desprovista de pudor y a la que se ha profanado su necesidad de privacidad constituye la base de un enorme abani­ co de secretos de familia ocultos. El filósofo alemán Max Scheler escribió intensamente sobre función del pudor sexual en el desarrollo de la sexualidad. Lo consideraba una ayuda para que surja el deseo sexual y se fomente la expresíón sexual en una inti­ midad humana plena. Sin el pudor sexual no se ínhibíría la libido y perma­ neceríamo~ en el nivel primitivo del autoerotismo. Estaríamos dominados y nos quedaríamos atascado~ en nuestros sen timientas y ansias. por lo que serí­ (\mo~ incapaces de c;er excítados sexual mente por otro individuo, Este tipo de pudor lleno de admiración nos lleva a desear involucramos con el sujeto que admiramos -la otra persona. El rubor que aparece al principio de cualquier relación sexual nueva también se produce cuando dos personas han tenido muchas relaciones sexuales entre sí. Sin el rubor, pudor, admiración y vergüenza tímida. la

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Listas Una manera eficaz de sacar a la luz hechos sobre su familia consiste en escribir listas. Por ejemplo: • • • •

Los dichos preferidos de mi madre eran: Las diversiones preferidas de mi madre eran: Las cosas que más molestaban a mi madre eran: Los parientes con los que me siento más a gusto son:

Diálogos Los diálogos con antepasados pueden aportar resultados muy intere­ santes e inesperados. PueJe escribir diálogos entre usted y sus antepasados, sus padres, sus hennanos, o uno de sus progenitores. Asimismo, puede escri­ bir diálogos entre distintas partes de usted mismo En uno de los ejercicios, le voy a pedir a esa parte de usted que desconoce un secreto que dialogue con \:1 parte de usted que sí lo conoce. También le voy a pedir que dialogue con su propio niño. Le propondré que le escriba una carta a ese niño que hay en usted (el niño interior) con la mano que suele utilizar para escribir, y que, como niño, la conteste escri­ biendo con la Otra mano: Al escribir con la mano contraria se siente algo parecido a cuando luchábamos por aprender a escribir. y se puede estimular profundamente la conci~ncia de la infancia.

Visualizaciones y dibujos El diálogo también se puede realizar mediante imágenes mentales. Se los ojos y uno se imagina que está hablando con su abuelo ya falle­ cido. o con cualquier otro pariente. También se puede imaginar que está h.. blando con su yo inconsciente. Esta técnica la desarrollaremos en los capí­

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tulo, 7 Y8. También le voy a pedir que haga un dibujo de las relaciones entre los miembros de su familia. Puede dibujar a su familia tal y como la recuerda de cuando era niño. Ta-nbién puede ser más concretQ y dibujar a su farni]j¡¡ durnnle la cena. A veces. al dibujar un plano detallado de una casa o casas que fu eron importan tes para usted se pueden rea vi var ciertos recu erdos.

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Lo que más le va a ayudar a desvelar secretos de su familia es el dia­ grama familiar de tres o ::uatro generaciones, llamado genograma, que des­ cribiré en el capítulo 5. El genograma es una técnica estructurada que utili· zan Jos terapeutas de familia para analizar la conducta sintomática de un individuo desde un marco referencial más amplio. De esta forma usted podrá descubrir los secretos ocultos de su familia con menos reproche. y se dará cuenta de que usted sab~ más cosas de su familia de lo que jamás se podría imaginar.

Trabajo en grupo Todos los ejercicios que aparecen en este libro se pueden hacer en solio tario o en grupo, pero la mejor fonna de hacerlos es con un pequeño grupo de tres o cuatro personas. El trabajar en grupo le puede ayudar de cuatro fonnas distintas: • le ayuda a recordar algo con claridad • le penníte comprobar la congruencia de U.1 recuerdo • le sirve para validar los sentimientos o sensaciones asociados con un recuerdo " le aporta la empatía del grupo como respuesta al haber compartido un recuerdo

Ayudar a recordar algo con claridad Al hacerle preguntas, los componentes del grupo le pueden ayudar a peréibir más detalles o dar fonna a sus recuerdos. Las preguntas del grupo deben ser comedidas y no acuciantes. Vamos a suponer que estoy escribien~ do sobre mi infancia y que me empiezo a acordar de que me hicieron pasar vergüenza por querer dormir con un osito de peluche. Recuerdo que escon­ día el osito y que, de noche, lo sacaba a escondidas. Al compartir este recuerdo con el grupo. alguien me puede preguntar: "¿Cómo sabes que fue vergüenza lo que te indujeron por querer dormir con tu osito de peluche?" Al hnccr la pregunta "¿Cómo sabp.s que... ?" al sujeto se le ayuda a que recabe información basada en sus sensaciones. la cual consti­ tuye el tipo de información de mejor calidad. Entonces mi respuesta sena: "Recuerdo vlvídamente el osito de pelu. che. Era marrón, le faltaba un ojo y tenía trozos sin pelo. No recuerdo haber tenido ese oso cuando vivía en la calle Louisiana cuando tenía cuatro o cinco años. ni en la calle McDuffie cuando tenía seis o siete. Recuerdo que me

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regañaron por querer donnir con el osito cuandQ tenía ocho años y, entonces, vivíamos en Harlingen. Texas, También rccu{Hdo que escondía el osito cuan­ do vivíamos en Westgute 2617 y, entonces, yo tenía· unos nueve o diez años, Lo escondía al fondo de mi cajón de juguetes y, al irme a la cama, tenía que sacados todos sin hacer ruido para poder alcanzar el oso y, a la mañana siguiente. tenía que vol ver a guardarlo todo en la caja". Esta respuesta contiene una información muy específica. La información basada en las sensaciones y sentimientos es muy con­ creta y específica ya que incluye datos visuales ("veía"), auditi vos ("o[a"), cenestésicos ("sentía ..). gustati vos ("saboreaba") y olfativos ("olía"). Asimismo, también incluye el tiempo (fechas) y el espacio (lugares). El recuerdo del osito de peluche es muy válido porque está corrobora· do por muchos detalles concretos y específicos.

Comprobar la congruencia de un recuerdo A los miembros del grupo no les corresponde la labor de juzgar si un recuerdo es verdadero O falso pero sí puederi expresar su sensación de si es o no congruente. La congruencia se refiere a que lo que usted dice se corres­ ponda con cómo lo dice, Si dice: "Me da igual que me haya dejado mi pare­ ja" y le falla la voz. es que.no hay congruencia porque las palabras no con­ cuerdan con los sentimientos. Ya he señalado la importancia de los senti­ mientos asociados a los recuerdos que se vuelven a rememorar. También es de gran importancia que una persona relate algo muy doloroso y triste sin transmitir ningún tipo de emociones. Los componentes del grupo le pueden ayudar en su proceso de descu­ brimiento al indicarle si Jo que dice es congruente o no. Si le comentan: "Nos has contado que tu hermano te hizo daño, pero lo has contado muy deprisa y con una sonrisa. No parecías sentir nada", puede qu~ se empiece a dar cuen. ta del dolor secreto que usted mismo se está ocultando.

Validar' los sentimientos asociados a un recuerdo Los miembros del grupo le ayudan al comentar sobre sus'sentimientos basándose en lo que han percibido en usted. Después de contarles un recuer­ do, uno de los componentes puede decir: "Me fijé que te temblaban los labios. subiste el tono de voz, tensaste los hombros, agachaste la cabeza y apretaste los puños. Parecías un niño. Se veía el miedo y lo triste que te sen­ tías. y lo mala que fue para ti esa experiencia". Al validar la experiencia, los CC'l)11ponelllc;; del grupo ayudan a que el individuo la identifique como real·

mente suya, con lo cual la puede interiorizar en vez de rechazarla o de pres­ tar atención JI discurso interno que le critica por su debilidad y vulnerabili­ dad. Dicho discurso interno era, originalmente. la voz de los padres. Cuando nuestros padres no aceptan su propia vulnerabilidad, la proyectan sobre nosotros y, entonces, rechazan ese sentimiento en nosotros. La validación nos ayuda a aceptar nuestra experiencia y nos permite aceptar aquellas par­ tes secretas de nosotros mismos que estábamos rechazando.

La empatía como respuesta a un recuerdo ajeno Los componentes del grupo pueden expresar su empatfa por la perso­ na que ha relatado un recuerdo simplemente comentándole las sensaciones (no los pensamientos) que sintieron mientras le escuchaban, Este tipo de información es especialmente útil cuando el recuerdo es doloroso. Durante las experiencias traumáticas o dolorosas el cerebro pone en funcionamiento sus defensas para detener el sufrimiento, por lo que no sen­ timos las sensaciones características de dicho trauma. Todos estos sentimientos se agazapan en los rincones de nuestro inconsciente y suelen traducirse en hiperreacciones inadecuadas. Dado que no tenemos acceso a tales sentimientos, somos incapaces de expresarlos y liberamos de ellos. El grupo con el que trabajamos, en cambio, nos ofrece su empatía después de leerle~ o contarles una escena traumática. Esto nos per­ mite vol ver a conectar con nuestros sentimientos y descargarlos. lo cual nos capacitCl para afrontar más adecuadamente aquello que nos esté sucediendo.

BUENOS DESEOS ANTES DE PARTIR Antes de seguir adelante quisiera recalcar la tendencia humana de hacer de los asuntos relativos algo abSoluto, de ver el todo en las partes. El descubrir los secretos ocultos de la familia no es un camino hacía la salva­ ción. Yo mismo he cometido ese error de pensar en ténninos de salvación y, por todas partes, se ven libros y presentaciones comerciales de televisión que prometen la salvación de una u otra fonna. El mensaje suele ser: "Si compra este libro o estas cintas, se va a hacer rico, será feliz, no se quedará calvo o iserá el mejor jugador de golf'" El descubrir los secretos ocultos de su familia no le va a solucionar todos sus problemas ni le va a aportar el éxito, ni la felicidad ni la libenad y, desde luego, no va a mejorar su técnica de golf. Recuerde también que quizás éste no sea el momento en que usted necesite indagar en los secretos de su familia. Puede que, ante todo, necesi­

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CAPÍTULO 5

te controlar su adicción, o arreglar sus prob1en:as matrimoniales u ocuparse de que su hijo adolescente está reproduciend)? ~ecretos ocultos de su familía. Haga caso de lo que le diga su incuición. Cuanto mayor me hago, más me

gusta ese aforismo anónimo que .dice: "No hay mejor consejo que el que te puedas dar tú mismo". Si le awrmentan ciertos hechos que ha descubierto en su familia, e~ usted libre de optar por no remover más las cosas. En mi opinión, hay que afrontar los ~ecretos más dañinos (en el capítulo 10 los denomino secretos de primer y segundo grado). Pero también coincido con el gran terapeuta Milton Erickson en que la mente inconsciente sabe mucho más que la consciente, y que puede que usted tenga muy buenas razones para no hacer lo que pro­ pongo en el capítulo 10. La mente inconsciente es muy sabia y conservará, durante mucho tiempo, toda la información que le proporcione este libro. Si éste no es el momento adecuado para ponerla en práctica, ya se encargará su inconsciente de notificarle cuándo o si realmente le conviene hacerlo. Por último, debe saber que, al hacer el trabajo que se propone en esta sección. correrá algunos riesgos. Puede que se entere de algo que le moles­ te mucho o que altere el status quo de su familia. Si usted tiene recuerdos reprimidos de abusos traumatizan tes, puede que el materia! que se ofrece a continuación los saque a la luz, en cuyo caso necesitará el apoyo de un tera­ peuta pr0fesional. Si usted está haciendo alguna terapia actualmente, es importante que su terapeuta le dé su consentimiento para hacer el trabajo de los capítulos siguientes. Honradamente le diré que, al no conocer las profundidades de su fami­ lia, está corriendo un riesgo. Para mí, es mayor el riesgo de desconocer que el de conocer. En los casos de secretos de primer y segundo grado, se corre un riesgo al descubrirlos. Pero estar sin hacer nada también es arriesgarse.

ELABORACIÓN DEL DIAGRAMA

FAMILIAR

El genograma: nuestra piedra Roseta El pasado es el presente, ¿no? También es el futuro. Todos intentamos escabullirnos de esa realidad, pero la Vida no nos lo permite. EUGENE O'NEILL, Long Day's JOlArney lnto Night Aquellos que no puedan recordar su pasado están condenados a repetirlo. GEORGE SANTAYANA

i alguna vez se ha perdido en un centro comercial sabrá que, en distín­ tos puntos estratégicos, hay mapas que resultan muy útiles porque le , indican que "Usted está aguf'. Necesitamos saber dónde nos encontra· mos y, para ello, tenemos que saber de dónde venimos. Nuestra historia per­ sonal ha ido moldeando nuestras creencias más profundas y. si queremos cambiar, debemos conocerla. En el presente capítulo le daré las pautas para elaborar un diagrama familiar de tres generaciones que los terapeutas de familia denominan geno­ grama. Lo va a necesitar para descubrir y descifrar los oscuros secretos que oculta su familia.

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EL GENOGRAMA

El genograma se ha desarrollado a partir de la labor del Dr. Murray Bowen. y se ha ido refmando y puli.endo con las aportaciones de muchos terapeutas de familia. 114

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El gcllograma es UIl diagrama v!sual de su árbol genealógico en el que se incluyen m~s datos que la mera genealo&F~: Se utiliza para reunIr infor­ mación 50b're jas relaciones enlre los familiares a lo largo de varias genera­ ciones, y aporta un amplio marco referencial mediante el cual se obtlene una nueva perspectiva de los síntomas y conduclas problemáticas. El genograma le puede -proporcional' un" vi~lón más ampll decisiones que había tomado hasta entonces, hasta inclu. so algunas molestas fantasías sexuales. El genograma me ayudó a darme

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Fami/y Gellogram: Exp/oring a Probtem in Contexto Me gusta el enfoque de Menninger y, en las páginas siguientes, voy a utilizar sus preguntas, La i [ustraci 6 n '5 -1 n 0,~ m ues tra Ia es tructura general de un gen ograma büsir,;o El sujeto celllra/ es el que se hace el genograma. En su genograma, usted constituye el sujeto central:

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Escriba la edad de la persona dentro del cuadrado o círculo que le corresponda y, aiJada, incluya, si dispone de ellos, los datos siguientes: • • • • •

nombre completo fecha de nacimiento nivel de estudios fecha y causa de fallecimiento graves problemas físicos y emocionales

Seguidamente vamos a empezar a indicar la naturaleza de. las relacio­ nes entre los distintos componentes de la familia. En caso de no saber qué tipo de relación existe -entre dos personas, ponga un punto de interrogación entre sus símbolos .

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