Seamos Valerosos

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-1El Piloto

SEAMOS VALESOS Y CONFIEMOS EN JEHOVA cántico 85

Cuentan de un individuo que abordó un avión para viajar a Nueva York. Un niño entró buscando su asiento y se sentó justo al lado suyo. El niño era muy educado y paso la mayor parte del tiempo coloreando en su libro de pintar. No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De momento una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.

¿Cómo lo hacia?, ¿Por qué su calma? Una mujer frenética le preguntó: ‘Niño, ¿no tienes miedo?’ No señora -contestó el niño- y mirando su libro de pintar le dice: Mi padre es el piloto. ¿Sorprendido? Hoy estamos pasando en nuestra vida sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos de donde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro Padre Celestial Jehová, es nuestro Piloto.

NOTA ( 1 )

Meditar en personajes bíblicos que, actuaron con valor contribuirá a que seamos más valerosos Por ejemplo, al examinar el ministerio de Jesús, nos impresiona el denuedo que manifestó cuando Satanás lo tentó y cuando se enfrentó a la férrea oposición de los líderes judíos Gracias al poder de Jehová, nadie logró doblegar a Jesús. Por ello, poco antes de su muerte, les dijo a sus discípulos:en (Juan 16:33). Si ellos imitaban su modelo, también saldrían vencedores ( Ahora bien, tenían que ‘cobrar ánimo’. 12

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NOTA ( 2 ) w03 1/3 págs. 14-15 Párr. 7-10 Confiemos en Jehová con todo el corazón  ¿Por qué debemos confiar en Jehová? Josué y Caleb actuaron así, en parte, porque

habían visto manifestaciones del poder de Dios. Y nosotros también hemos visto algunas. Pensemos, por ejemplo, en las obras de creación de Jehová, entre ellas, el universo y sus miles de millones de galaxias. Las inmensas fuerzas físicas que Jehová domina demuestran que él es, a todas luces, el Altísimo. Al contemplar las maravillas de la creación, no hay más opción que concordar con Job, quien dijo de Dios: “¿Quién puede oponerle resistencia? ¿Quién le dirá: ‘¿Qué estás haciendo?’?” En realidad, si Jehová está de nuestra parte, no tenemos por qué temer a nadie en todo el universo (Romanos 8:31).  Pensemos, además, en su Palabra, la Biblia. Esta fuente inagotable de sabiduría divina nos imparte poder para vencer malos hábitos y conformar nuestra vida a la voluntad de Dios Mediante ella llegamos a conocer a Jehová por nombre y a percibir las implicaciones de tal nombre Nos damos cuenta de que él puede llegar a ser lo que desee — un Padre amoroso, un Juez justo o un Guerrero victorioso— a fin de lograr sus propósitos, y de que siempre cumple sus promesas. El estudio de su Palabra nos mueve a expresarnos como el salmista, que dijo: (Salmo 119:42).  Tenemos otra razón para confiar en Jehová: el rescate (Mateo 20:28). ¿No es

maravilloso que Jehová ofreciera a su propio Hijo como sacrificio redentor? El alcance del sacrificio es enorme, pues expía los pecados de todo ser humano que se arrepiente y regresa a Jehová con un corazón sincero Un aspecto del pago del rescate fue la resurrección de Jesús. Este milagro, del que dieron fe cientos de testigos presenciales, constituye otra razón para confiar en Jehová y una garantía de que nuestra esperanza no acabará en desilusión 

Las anteriores son solo unas cuantas de las razones por las que podemos y debemos depositar nuestra total confianza en Jehová. Existen muchas más, algunas de las cuales son de índole personal. Por ejemplo, todos afrontamos de vez en cuando dificultades en la vida. Al buscar la guía de Jehová para lidiar con ellas, nos damos cuenta de lo práctica que resulta (Santiago 1:5-8). Cuanto más dependamos de Jehová en la vida diaria y veamos los buenos resultados de hacerlo, mayor será nuestra confianza.

-2NOTA ( 3 ) Jesús, sabiendo que el Diablo y sus secuaces opondrían una tenaz resistencia a las buenas nuevas, advirtió a sus discípulos: “Los entregarán a tribulación y los matarán, y serán objeto de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre” (Mateo 24:9). Esta predicción se ha cumplido en la actualidad, tal como en el siglo primero. Es más, la cruel persecución que han soportado algunos testigos de Jehová de hoy día no tiene precedente en la historia. Con todo, los cristianos verdaderos son valerosos y no se desaniman ante tales presiones, pues reconocen que “temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo”, y no quieren caer en él (Proverbios 29:25). 03 1/3 págs. 8-10 párrs. 4-7 Además de la persecución existen otras situaciones difíciles en las que se requiere que tengamos ánimo. A algunos publicadores les supone un desafío hablar de las buenas nuevas con personas desconocidas. Hay escolares que ven su valor puesto a prueba cuando se les pide que hagan un juramento de lealtad a la patria o a la bandera. Pero como tal juramento es, en la práctica, una declaración de carácter religioso, los jóvenes cristianos se han resuelto con denuedo a actuar de tal manera que agrade a Dios, lo cual es un ejemplo alentador. Pablo escribió a Timoteo: (Marcos 8:38). Al leer estas palabras, conviene preguntarse: “¿Me avergüenzo de mis convicciones religiosas, o tengo valor? ¿Les digo a mis compañeros de trabajo o de clase que soy testigo de Jehová, o trato de ocultarlo? ¿Me siento incómodo por ser diferente de los demás, o considero un honor distinguirme por mi relación con Dios?”. Si alguien abriga cierto temor a predicar las buenas nuevas o a adoptar una postura impopular, que recuerde el consejo que Jehová le dio a Josué: “Sé animoso y fuerte”. Nunca olvidemos que no es la opinión de nuestros compañeros de trabajo o de clase la que cuenta, sino la de Jehová y Jesucristo (Gálatas 1:10).

NOTA ( 4 )

El cristiano manifiesta su valor manteniéndose firme en la verdad y la justicia. Hacerlo pese a sentir cierto temor tiene aún más mérito. Es más, todos los cristianos podemos ser animosos si deseamos de corazón hacer la voluntad de Dios, estamos decididos a ser fieles, confiamos en Jehová de continuo y tenemos siempre presente que Él ya ha vigorizado a un sinnúmero de personas como nosotros. Además, percibir que nuestra valerosa postura complace y honra a Dios nos infunde mayor determinación, si cabe, para no ceder. Estamos dispuestos a soportar burla u otros tratos peores porque lo amamos profundamente (1 Juan 4:18). Nunca olvidemos que cuando sufrimos por nuestra fe, no es por haber hecho algo malo (1 Pedro 3:17). Sufrimos por sostener la soberanía de Jehová, por hacer el bien y por no ser parte del mundo. De ahí que el apóstol Pedro dijera: “Si, cuando están haciendo lo bueno y sufren, lo aguantan, esto es algo que agrada a Dios”, y añadiera: “Los que están sufriendo en armonía con la voluntad de Dios sigan encomendando sus almas a un fiel Creador mientras están haciendo el bien” (1 Pedro 2:20). En efecto, nuestra fe complace y honra a nuestro afectuoso Dios, Jehová, lo que supone una gran motivación para ser valerosos. w03 1/3 págs. 11-13 párrs. 13-20

Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos de donde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro Padre Celestial Jehová, es nuestro Piloto. Y la próxima vez que llegue una tormenta a nuestra vida, o si en este momento estamos pasando por una de ellas,alcemos nuestra mirada al cielo, sintámonos confiados y digamos: ¡Mi Padre, Jehová, es el Piloto!