Santos Inocentes

2º BACHILLERATO A LOS SANTOS INOCENTES Lengua Castellana y Literatura Guille Aguado Agudo y Diego Silva Sánchez 11/03/2

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2º BACHILLERATO A

LOS SANTOS INOCENTES Lengua Castellana y Literatura Guille Aguado Agudo y Diego Silva Sánchez 11/03/2013

ÍNDICE

PÁGINA

Introducción.........................................................................................................3 Técnicas y Estilo .................................................................................................3 Estructura .......................................................................................................... 4 

Estructura Externa .................................................................................... 4



Estructura Interna ..................................................................................... 6

Lenguaje ............................................................................................................ 6 Denuncia Social ................................................................................................. 8 Personajes ......................................................................................................... 8 Espacio y Tiempo ............................................................................................ 10 

Espacio .................................................................................................. 10



Tiempo ..................................................................................................... 11

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INTRODUCCION Miguel Delibes nació en Valladolid en 1920, estudiando posteriormente en esta ciudad la carrera de Derecho. Fue catedrático de Derecho Mercantil y ejerció el periodismo en el diario El Norte de Castilla, de que sería director entre 1958 y 1963. Ambas actividades las compaginó a la perfección con una gran creación literaria. Así mismo, fue miembro de la Real Academia Española. Entre los premios que ha recibido por su trayectoria literaria destaca el premio Nadal, el Fastenrath, de la Crítica, el Príncipe de Asturias, el Nacional de Letras, el Cervantes y el Nacional de Literatura. Entre sus obras más destacables cabe citar Los Santos Inocentes, una obra que se publicó en 1982 y que podemos incluir dentro de la etapa ecléctica que vivió Delibes, en la que prefiere situarse en una posición intermedia a la hora de juzgar las desigualdades sociales, en vez de adoptar una solución radical o extremista.

TECNICAS Y ESTILO El relato muestra una gran variedad de recursos donde destacan la gracia y la sabiduría presentes de los diálogos, la enorme riqueza léxica, la excelente reproducción del habla popular, el despliegue de oportunos vulgarismos perfectamente adecuados al contexto, el uso de una sintaxis llamativa, el original uso de la puntuación (la novela sólo usa seis puntos, cada uno ellos al final de los seis capítulos), el uso del estilo libre indirecto, la identificación del lenguaje del narrador con la de los personajes, supresión de verbos “dicendi” o verbos de comunicación, etc. Algunas de las técnicas más significativas en la novela son: o

La existencia de un narrador omnisciente que se “desdobla” en un narrador subjetivo y otro objetivo. El narrador objetivo refiere hechos y transmite acciones (entre ellas la muerte del señorito Iván) mientras que el narrador subjetivo, además de contar, juzga y valora la historia, pero sin emplear la primera persona, que delataría al propio Delibes, sino que es incluso más omnisciente que el objetivo: conoce los pensamientos de Régula sobre su hermano, las alucinaciones de Azarías, la fatiga de Paco tras una jornada de caza…, es el encargado de poner de manifiesto la denuncia social. Otra de las funciones de este narrador subjetivo es medir el tiempo, y existe cierta tendencia a que utilice un estilo más literario que el narrador objetivo, aunque en ambos predomina un registro coloquial. Este narrador omnisciente es uno de los grandes hallazgos de la novela, pues aparenta un testigo de los hechos, próximo a los inocentes, que logra impregnar el texto de una natural compasión por los mismos. A ambos narradores habría que añadir la voz directa de los personajes, que comparten ese registro oral y coloquial.

o

Reproducción de los diálogos prescindiendo de las reglas ortográficas tradicionales. En el estilo indirecto desaparecen guiones y comillas y es el 3

narrador quien introduce los diálogos de los personajes a través de verbos dicendi o mediante la presentación de una acción del personaje al que se le concede la palabra (..y el Azarías le sonreía,/no estuviste cobarde, milana,/le decía). El empleo de la conjunción “que” como introductora no existe prácticamente en el relato. Es habitual también la supresión de verbos dicendi y de signos ortográficos (estilo directo libre), lo que provoca una impresión de viveza y cercanía al lector: “y la Régula,/¿el señorito/y el Azarías,/dice que ya estoy viejo”. Los discursos se separan por comas, solo utiliza la mayúscula para nombres propios y distingue los parlamentos mediante un cambio de línea y una sangría, a la par que mantiene el discurso del narrador en el margen izquierdo. o

La enumeración iterativa: para provocar un efecto de afectividad en el lector.

o

El polisíndeton y la yuxtaposición: producen una impresión de agilidad en la narración. “y el señorito Iván miraba a sus invitados con sorna y señalaba con la barbilla a Paco y acto seguido, Paco se acuclillaba.” “Para que lo cuentes en París, que los franceses os gastáis muy mal yogur al juzgarnos.”

o

La ausencia de puntos: solo existen seis, uno al final de cada libro. Responde a un afán innovador.

o

La brevedad de los discursos: resultado de la plasmación del estilo coloquial.

ESTRUCTURA Los santos inocentes es una obra donde no hay coincidencia entre estructura interna y externa. La externa obedece sobre todo a la yuxtaposición descriptiva y la interna atiende a la narración de acontecimientos y se aglutina en torno al suceso final.

Estructura externa La estructura externa cuenta con seis unidades con cierta independencia entre ellas y a los que Delibes denomina “libros”, y a cada uno de los cuales le da como título de un personaje o acontecimiento que sucede. Esta relativa independencia de cada uno obliga al lector a reconstruir la trama porque solo al final pueden ligarse y poner el conjunción todos los elementos que hasta entonces habías sido presentados, pero igualmente la situación de la historia en un tiempo y espacio preciso y delimitado le dan cohesión a la trama. Si se tiene en cuenta que los cuatro primeros capítulos son más descriptivos que narrativos, se puede entender mejor el argumento de los diferentes libros: 4

- Libro primero: “El Azarías”. En este libro se describe al personaje y las diferentes ocupaciones que llevaba a cabo en el cortijo de la Jara. Se aprecia, como dato relevante, su gran amor a los animales (hacia su milana), que simboliza el amor hacia los desvalidos, como a la Niña Chica. - Libro segundo: “Paco, el Bajo”. Comienza con la vuelta de la familia de Paco al cortijo y durante el trayecto él y su mujer, la Regula, hablan de las esperanzas para mejorar su calidad de vida. Se narra el ingreso de Nieves al servicio doméstico de don Pedro. Se refiere también el capítulo a la comunión de Carlos Alberto. Se cierra el capítulo con la presentación de doña Purita, la esposa de don Pedro. - Libro tercero: “La milana”. Es el nombre que le da Azarías a todos los pájaros que domestica. Ahora Azarías vive en el cortijo de la Marquesa porque ha sido despedido del cortijo de la Jara. Se describen las nuevas costumbres del Azarías, muy similares a las anteriores, y las alucinaciones, una tímida mención política y de nuevo, la experiencias de correr el cárabo. Termina hablando de la nueva grajilla del Azarías regalada por Rogelio. - Libro cuarto: “El secretario”: Los secretarios eran los que ayudaban a los señoritos a cazar y el del señorito Iván era Paco, por lo que el capítulo gira en torno a la caracterización de ambos personajes, aunque comienza con la descripción de los hijos de Paco; y luego habla de sus extraordinarias cualidades, su olfato y su memoria visual. Se habla de las batidas, que sirve para ver la relación de Iván con el prójimo. Se produce también la discusión entre Iván y Rene acerca del progreso de España. La parte final se centra en la visita de la Marquesa al cortijo, aparece Miriam, su hija, que es la única noble que muestra sentimientos solidarios hacia los pobres. - Libro quinto: “El accidente”. Es la caza del palomo y Paco sufre una caída desde lo alto de un árbol. Al desplazarse al médico se producen diálogos que perfilan aún más las relaciones de vasallaje que se denuncia en la obra. Se da el encuentro entre Iván y Azarías, y este si fija en la habilidad de Azarías con los pájaros. Se da otra batida donde Paco cae de nuevo y su hijo tiene que ser el secretario, lo que es difícil porque este no se somete a los caprichos de Iván aunque trabaje muy bien. Termina con el beso ente Purita e Iván. - Libro sexto: “El crimen”. La desaparición de Purita y las indagaciones de don Pedro para conocer su paradero dan continuidad entre los dos libros. Iván quiere salir a cazar y, ante la incapacidad de Paco, se lleva a Azarías como secretario. La mañana ha sido nefasta por lo que, al regresar, Iván mata a la grajilla de Azarías y por la tarde, cuando vuelven, Azarías ahorca a Iván para vengar la muerte de su milana.

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Estructura interna En cuanto a la estructura interna, es una novela tradicional, con su planteamiento, nudo y desenlace, y de estructura episódica, dirigida a un desenlace final: el crimen. En cuanto al desarrollo de los acontecimientos, el relato presenta una cronología lineal. La historia se puede dividir en tres partes. - La primera parte (planteamiento) abarca los tres primeros libros, centrándose en la presentación de los personajes humillados, desde una doble perspectiva: La social, a través de la que resalta la miseria en que transcurre su vida en el injusto contexto social del latifundio y marcada por una especie de determinismo biológico o histórico que les induce a la sumisión. Y Existencial, que resalta la hombría de bien que preside sus actos. El título del primer libro es significativo: Azarías. Se perfila al personaje. En el segundo, el autor comienza la caracterización de Paco e introduce detalles sobre la vida de los humildes y su relación con los dueños del cortijo. El tercer libro, dota de coherencia a las historias contadas en los dos primeros, a través de un nexo múltiple: de personajes, temas, etc. - La segunda parte (nudo) está constituida por el libro cuarto que introduce al antagonista (el señorito Iván) y en el que se intensifica la oposición entre humildes y opresores. Es una parte importante de la novela, pues se muestran las claves del conflicto que provocará el desenlace trágico. Desarrolla dos rasgos opuestos, dos concepciones de la vida: la arrogancia y el paternalismo de los señoritos, frente a la sumisión de los humildes. Y dos pasiones: la desmedida pasión de Iván por la caza, frente a la de Azarías por la grajeta. - La tercera parte (desenlace) abarca los libros quinto y sexto en que se reiteran episodios, temas y rasgos de caracterización de personajes. La narración abandona el relato de peripecias personales y se concentra en unos hechos claves: los accidentes de Paco, la muerte de la „‟milana‟‟ y el asesinato del señorito. El asesinato del señorito Iván puede enfocarse de dos maneras: como acontecimiento decisivo que justifica y motiva todos los hechos que le preceden; y como un episodio más, notable pero de importancia semejante a la de otros

LENGUAJE El lenguaje es, generalmente, popular y de sencilla comprensión para el lector, pues está lleno de expresiones propias del registro oral. Ese registro se da tanto en el narrador como en muchos personajes, pues existe en aquel un deseo de identificarse con éstos, hasta en el habla. Las expresiones populares van salpicadas de vulgarismos, llenos de gracia y portadores de expresividad. El habla de los personajes es seca, contundente, escueta, de trazo oracional breve y sugerente. Es, por tanto, típica de personajes a los que falta fluidez expresiva y precisión sintáctica. El lenguaje es pues de base oral, predominando sobre lo literario ya que el componente estético deriva principalmente de la correlación entre el registro léxico y el registro coloquial, además de la transcripción de un lenguaje perteneciente a una cultura rural. La obra pus parece que está contada oralmente atrayendo al lector hacia los oprimidos con los que se identifica mediante el lenguaje empleado: llano, sencillo y directo pero también efectivo.

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Al ser el uso del lenguaje coloquial una de las características más importantes de la novela y al encontrarlo tanto en diálogos como en el narrador, podemos dividir en dos grupos su manifestación en el relato: por un lado recogeremos los coloquialismos, vocablos y giros coloquiales, característicos de cada personaje, y por otro lado aquellos fenómenos lingüísticos propios de la coloquialidad como son los pronombres pleonásticos o las onomatopeyas. Algunas expresiones refuerzan el carácter coloquial-vulgar del hablar rural: «¿Qué tiempo te tienes tú, Azarías?» (pág. 10) «El Azarías nos entró de mañana, señorito» (pág. 18). «¡Qué cosas se tiene el señorito Iván» (pág. 92). «ae, también el señorito Iván se tiene cada cacho cosa» (pág. 107) La interjección más recurrente es el “ae” que pronuncia la Régula. Es relativamente frecuente el uso del artículo ante nombre propio ( el Azarías, la Régula) Así como el epíteto identificador ( Paco, el Bajo) Otros fenómenos significativos son: a) Elipsis verbales: «entonces regresaba a la Jara, donde el señorito» (pág. 9) b) Omisión de los «verba dicendi», introductores de diálogos (tal vez sea este el recurso más llamativo en primera instancia). c) Giros protocolarios del tipo „que yo digo‟: «ando con la perezosa, que yo digo» (pág. 15) o «a hacer el entierro, que yo digo» (pág. 27). d) Hipérbaton llenos de encanto: «ae, la Niña Chica es». (pág. 112) e) Reiteraciones de carácter popular, característico de hablantes de registro expresivo bajo, pero que en boca del narrador, se convierte en expresión intencionada y des automatizada. Tal vez lo llamativo o sorprendente (no otra cosa es la literatura) consiste en el desajuste existente entre lo que el narrador exclama y lo que se espera de él: «y don Pedro, el Périto, continuó dándole instrucciones y, que no paraba de darle instrucciones y, al concluir, ladeó la cabeza…» (pág. 44). Estas reiteraciones son, en ocasiones, redundancias llenas de sabor popular, articuladas a base de yuxtaposiciones polisintéticas: «y venga, y dale, y ella, doña Purita, jamás perdía la compostura…» (pág. 53) f) Expresiones cuantificadoras del tipo “no vea” + sintagma nominal: «de que poso el pie es como si me lo rebanaran por el empeine con un serrucho, no vea el dolor, señorito Iván» (pág. 136) g) Vulgarismos del tipo “me sé” por “se me”: “me se ha vuelto a tronzar el hueso”

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DENUNCIA SOCIAL Miguel Delibes con su novela Los Santos Inocentes no solo quiere reflejar una situación real, sino que su fin último es criticarlo. Este autor va a definir tres tipos de crítica o de denuncia: la social, la ecológica y la política. Centrándonos en la novela diremos que se fundamenta en la crítica social y ecológica, la cual queda sometida a la primera, que es la que realmente quiere destacar el autor. En este sentido Miguel Delibes pretende denunciar la situación de "señorío" al que están supeditados los personajes principales (los humildes), como si de la Edad Media se tratase, es decir, poner en tela de juicio la situación vejatoria y de posesión que provocan los terratenientes del Cortijo, como el señorito Ivan o Pedro, el Périto, sobre las distintas familias de campesinos y criados que trabajan en ella, especialmente la de Paco y La Régula. Todas estas situaciones vejatorias y de control total que crean los señores y que soportan los criados, campesinos y trabajadores en general del latifundio, del Cortijo, termina por ser asumida por ambos extremos sociales, puesto que lo consideran como una parte normal de su vida cotidiana, por lo se podría decir que existe una cierta relación de vasallaje señor-criado, que provoca que los caciques tengan la autoridad y la legitimidad suficiente como para que los criados terminen asumiendo lo que bien dice la Régula: "oír, ver y callar". Todo esto deriva hacia una de las intenciones de Miguel Delibes, la compasión y comprensión de la desgracia de los humildes, -siguiendo en este sentido sus ideales cristianos-, caracterizados por el primitivismo, la marginación y la debilidad, terminando por denominarlos Santos Inocentes por todos los calvarios que tienen que soportar, y por otro lado, una sensación de repudia hacia los señores o caciques que someten a sus trabajadores a la satisfacción de sus deseos, como la burla hacia estos o la caza.

PERSONAJES En el tema de los personajes, Delibes sitúa al hombre en un enfrentamiento con la injusticia social, que deriva del tema de la solidaridad de raíz cristiana que siente éste por los más desfavorecidos. A este sentimiento de protección se le une la necesidad de que su narrativa dé un paso más y se comprometa formalmente con los que no tienen voz. Una de las novelas que mejor expone este tema es Los santos inocentes, que va a presentar unos personajes radicalmente opuestos. Por una lado estarían los señores y las altas capacidades que se caracterizan por guiarse por sus propios intereses, ignorando las desgracias de los demás, por concebir a sus trabajadores y criados como parte de su propiedad con la cual puede hacer lo que quiera, es decir por el desprecio hacia estos, por la poca humildad, por la crueldad, por el egoísmo y por el deseo de aparentar o de exhibir presuntas cualidades que, en realidad, son signos de carencias personales. Entre estos personajes destacan el Señorito Iván, la Señora Marquesa, Don Pedro, el "Périto" y su mujer Doña Purita. Cabe destacar, dentro de este grupo, el papel de La señorita Miriam, signo de conciencia social ente los acomodados. Por otro lado estarían todos aquellos personajes que se encargan de 8

las labores del hogar y del campo. Estos son despreciados e infravalorados y se caracterizan por su humildad, por su pobreza, por su gran capacidad de servidumbre, a pesar de las vejaciones y de los maltratos a los que están sometidos, por su poco nivel educativo y por su dedicación exclusiva en especial al campo y a los señores. Entre estos podemos destacar a Paco, el Bajo, a la Régula, a el Quirce, a Rogelio y a Nieves. En otro escalón distinto estarían Azarías y La Niña Chica los cuales simbolizan la pura inocencia y la ternura. Sin embargo uno de ellos, Azarías, terminará por revelarse contra la opresión a la que están sometidos los personajes humildes que hacíamos referencia antes, un fin de la opresión que estaría simbolizado por la muerte de Ivan a manos de éste. También se puede hacer referencia a los distintos animales que salen a lo largo de la novela, Gran Duque, el búho y la grajeta, relacionados todos ellos con Azarías. A continuación profundizaremos más en los personajes más relevantes de cada uno de los grupos: - Paco, el Bajo: Este personaje adquiere una doble función: por un lado es el paradigma del modo de vida de los sirvientes del cortijo, pero al mismo tiempo está muy bien caracterizado, dotado de rasgos peculiares e individuales. Lo que más destaca de su conducta es la sumisión, que le lleva a asumir de forma natural y resignada su condición de siervo. Así mismo, su dependencia del amo es enorme, provocando que sus acciones tengan como fin complacerle (aislamiento de cinco años en la Raya, que su hija Nieves vaya a servir a casa del Périto, el cargo de “secretario”, la humillación de las firmas del comedor, los accidentes, p. ej.). Tiene, sin embargo, aptitudes que son muestra de sabiduría e ingenio (olfato para la caza). Por otro lado comparte con el señorito Iván la pasión por la caza y la excitación ante la llegada de muchos pájaros. Posee, finalmente, detalles de indudable calidad humana, que le llevan a desear con ilusión que sus hijos alcancen un futuro mejor a través de la educación; pero no lo consigue. Por último es, junto a la Régula, modelo de amor al prójimo, que muestra, por ejemplo, en su actitud de comprensión y cariño hacia Azarías. - El señorito Iván: Este personaje presenta una serie de rasgos negativos, por lo que es difícil encontrar algún rasgo de bondad. Asume totalmente su condición de amo y no permite que nada pueda limitarla. Su mentalidad feudal le lleva a establecer relaciones de permanente dependencia con sus siervos y a mantener en todo momento la jerarquía (“unos abajo y otros arriba, es ley de vida ¿no?”), con una ausencia total de conciencia social hacia los humildes. Su talante autoritario se manifiesta en muchos detalles: obligar a Paco a que le llame de usted siendo aún un niño, obligar a la Nieves a quitarle los botos,... Todo ello acompañado de un paternalismo que refuerza aún más su condición de amo, como se puede observar con su relación con Paco, el Bajo. Otro de sus rasgos negativos es la vanidad que le lleva a menudo a mantener una actitud insultante y de desprecio no sólo hacia sus siervos, sino también hacia sus invitados. Cabe destacar también su pasión incontrolada por la caza, lo que supone un gran desprecio por la naturaleza (crítica ecológica). Esta pasión la antepone a todo (accidente de Paco, búsqueda de otro secretario, muerte de la grajeta). Destaca, finalmente, su conducta cínica, especialmente en sus devaneos con doña Purita, con la que se relaciona de forma natural, como si tuviera derecho de uso sobre la esposa de su hombre de confianza. 9

- La Régula: Este personaje representa el trabajo continuo e inagotable, que le lleva por un lado a encargarse de las tareas de su propio hogar, de las tareas que le encomiendan sus señores y por último, de cuidar de dos de los personajes más relevantes de la novela, Azarías y la Niña Chica, los cuales necesitan una dedicación especial. Así mismo es, junto a su marido, Paco, el Bajo, un personaje que tiene una visión de mejora, ya que quiere que su hija Nieves vaya a la escuela a formarse. Por último, es la que en todo momento mantiene el límite, que la situación en la que viven ha provocado, entre los señores y ellos, pudiendo observarlo en lo que le recomienda a sus hijos que hagan: oír, ver y callar. - Azarías: Este personaje tiene una presencia constante en toda la novela, pero es en los libros primero, tercero, quinto y sexto donde se nos facilitan, los detalles que completan su perfil humano. Azarías posee tres características esenciales: -Es “inocente”, es decir, retrasado mental, lo cual condiciona muchos los aspectos de su conducta. -Es viejo. -Es muy marginado entre los habitantes pobres de los cortijos, siendo una persona a la que los amos mantienen por caridad. Estas tres características se manifiesta en distintos aspectos: en sus rasgos físicos (pobreza extrema, cierta animalización, suciedad...) y en sus rasgos de su carácter (conducta instintiva y mecánica, ignorancia, perturbación psíquica...). No obstante, el Azarías demuestra, más que otros personajes, sentimientos humanos primarios: el miedo y la ternura, concentrados mayor mente en su amor por las "milanas" y por la Niña Chica. Las milanas forman parte de la vida de Azarías y son objeto de su absoluta dedicación y cuidado; se constituyen en verdaderos personajes. Para otros personajes de la novela son “carroña”, pero para Azarías valen más que cualquier ser humano. En ellas encuentra Azarías la posibilidad de comunicación y agradecimiento, que no halla en los hombres. Estas tienen tanto valor para él que fue capaz de matar al Señorito Iván por ella. También podemos destacar otros personajes secundarios que aparecen a lo largo de la novela. Entre las clases pudientes y los señores tenemos a los Señoritos Lucas y Gabriel (profesores de la ciudad), a Carlos Alberto, el niño comulgante, a el Obispo, Al ministro, embajador y Señorito René, y al médico. Entre la clase marginada y pobre tenemos a Dámaso, el pastor, a Lupe, la porquera, a Dacio, el porquero, a Crespo, el guarda mayor, a Facundo, el porquero, a Maxi, el chofer, a Leticia, a Antonio Abad, a Remedios, a Pepa, a Abundio, a Caferino y a Ireneo, un hermano difunto de Azarías que solo aparece en sus sueños.

ESPACIO Y TIEMPO Espacio Siguiendo algunas de las alusión que se hace en la novela el espacio geográfico en el que se desarrolla la mayor parte de la acción de los personajes es un latifundio, una 10

extensión grande te terreno que pertenece a un terrateniente y en la que trabajan una serie de personas. Este latifundio se concreta mayormente en una especie de Cortijo, de hecho es así como lo llaman, estando este situado cerca de la frontera con Portugal, sin embargo, la realidad es que las explotaciones latifundistas conocidas como Cortijos solo se dan entre las provincias limítrofes a la frontera de Portugal, concretamente en Salamanca, Cáceres, Badajoz y Huelva. Con esto podemos decir que a Miguel Delibes no le interesa demasiado la situación geográfica del lugar en sí, sino más bien en si es un campo, lo cual lo prefiere, o una ciudad, así como la manera en que se adaptan sus personajes a este entorno. Centrándonos en el Cortijo, diremos que presenta dos zonas diferenciadas: un gran espacio natural, y dentro de este, una zona de viviendas. - El espacio natural es una gran extensión de terreno en la que los campesinos y ganaderos la explotan, siendo estos dependiente de los dueños de este lugar, de los señores. Sin embargo, esto no es la principal función que desempeña para los dueños, ya que estos la utilizan básicamente para fines de recreo: sobre todo para las jornadas de caza que tanto gustan al Señorito Iván, siendo esto motivo para invitar a sus amigos. Cabe destacar que es donde en un principio vive la familia de Paco y Régula hasta su traslado a la zona de viviendas. - La zona de viviendas es en la que se desarrolla la mayor parte de la acción. Es una zona medianamente grande que está rodeada por muros y vallas. La segunda casa de los protagonistas se sitúa muy cerca de estas. Presenta también un espacio abierto que es usado como recibidor de las personalidades y amigos que llegan al Cortijo, como es el caso de la Marquesa y su camarilla. Podemos también hacer referencia a la existencia de tres edificios significativos en la zona: La Casa Grande en la que viven los dueños del Cortijo, La Casa de Arriba donde vive el encargado, Don Pedro, junto con su Mujer, Doña Purita. Tiempo Miguel Delibes sitúa la acción de sus personajes en un marco temporal histórico situado en los primeros años de la década de los 70 (la segunda mitad del régimen franquista). Durante estos años se produce una gran éxodo rural hacia las ciudades, motivado por el desarrollismo. Esto se evidencia en lo que don Pedro le dice a Paco: "que ya no es como antes, que hoy nadie quiere mancharse las manos, y unos a la capital y otros al extranjero, donde sea, el caso es no parar". Respecto al punto de vista de la organización de la narración (tiempo textual), los hechos sólo se relatan de una forma temporal lineal en los libros quinto y sexto, mientras que en los cuatro primeros existe una ruptura consciente de la linealidad del relato y se mantiene un constante juego con el tiempo mediante la reiteración de sucesos, la aparición de anécdotas fugaces y retrocesos temporales. En estos primeros capítulos importa más el dibujo del personaje que los hechos que protagoniza. La relación entre el número de sucesos y la extensión del discurso también varía entre unos libros y otros. El ritmo narrativo es lento en los cuatro primeros libros y se acelera

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en los dos últimos, en que los acontecimientos se precipitan hacia un desenlace trágico, una vez que los personajes han sido dibujados en los primeros libros. La subjetividad con que Delibes usa el tiempo en Los santos inocentes se dirige también a intensificar el sentido de muchos elementos temáticos de la novela, lo que se manifiesta en la existencia de tres tiempos distintos: -Un tiempo concreto, de los acontecimientos más importantes (dos últimos libros), que se hace de una manera lineal, sin alterar el orden lógico de los acontecimientos y en un tiempo reducido, sin intervalos, lo que determina el ritmo rápido de la acción, y que a su vez justifica el empleo de otro tiempo para el resto de los sucesos narrados en los cuatro primeros libros, siendo aquí el mucho más pausado y lento. -Un tiempo concreto en el que se ubican los episodios que rompen la rutina, y un tiempo habitual que expresa precisamente el vivir cotidiano de todos los habitantes del cortijo. Tiempo habitual que aparece en los cuatro primeros libros, donde encontramos numerosas marcas que intensifican la idea de rutina: “y así una vez tras otra, una primavera tras otra”; “y así fue corriendo el tiempo”; “y así día tras día”; “y así siempre, cada vez que...”. O de tiempo puntual, con marcas de tiempo concretas: alusión a fechas concretas, referencias a las estaciones del año o a los días de la semana, referencias a hechos señalados o el uso de los tiempos verbales, que para el tiempo habitual emplea el pretérito imperfecto de indicativo, signo de acontecimientos que se repiten, mientras que emplea el pretérito perfecto simple si se introduce un acontecimiento puntual, y el presente de indicativo para referir los diálogos en estilo directo. -Un tiempo de los personajes más relevantes; son los sucesos destacados de la vida de un personaje. La novela, aparte de contar los hechos memorables de la vida en el cortijo, también pretende hacer un recorrido por la vida de los personajes. Por ello, el autor usa caprichosamente el tiempo (desorden cronológico o retrocesos temporales, etc.) con el fin de incluir aspectos que ilustren o justifiquen conductas presentes. Lo observamos, por ejemplo, en la amplia proporción de tiempo que se dedica a Azarías: antes de llegar al cortijo, se refiere su vida en La Jara, haciendo cada día las mismas cosas, su fijación por la milana (el Gran Duque), las periódicas visitas a casa de su hermana y su afición por correr el cárabo en primavera. También destaca el tiempo dedicado a Paco, el Bajo. Éste es avisado para que regrese de la Raya (donde había estado cinco años) al cortijo; pero se termina contando su vida en la Raya.

CONCLUSION La lectura de este fabuloso libro, así como la elaboración de este trabajo, nos ha proporcionado una visión más rica de la situación de injusticia social que soportaron todos aquellos que por una razón u otra, no llegaron a ser de la casta social pudiente y privilegiada del siglo XX.

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