SANTA FILOMENA

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Santa Filomena

Santa Filomena Has de saber, hija mía, que mis caudales y tesoros están cercados de espinas, basta determinarse a soportar las primeras punzadas, para que todo se trueque en dulzuras. (Santa Brígida)

Poco se sabe históricamente de Santa Filomena. Su historia real comienza cuando sus santos restos mortales fueron encontrados en la oscuridad de las Catacumbas de Santa Priscila en las que descansaron hace unos mil setecientos años. Pero Dios es maravilloso en sus santos, y Santa Filomena de modo impresionante ejemplifica esta frecuente y repetida verdad. Después de permitir que su nombre y su memoria fueran sepultados por siglos junto a sus restos mortales, Él atrajo la atención de la Humanidad hacia esta pequeña doncella mártir, y ahora obra asombrosos prodigios en nombre de ella, como si deseara mostrar de esta manera, que Él quiere recompensar el largo tiempo que permitió que ella permaneciera en la oscuridad. Las reliquias de Santa Filomena fueron desenterradas a principios de siglo XIX, el 24 de Mayo de 1802. El emblema del lirio y la palma estaba grabado en el sepulcro de la santa para indicar su virginidad y su martirio. También había un ancla, un látigo, y tres flechas, dos apuntando en dirección opuesta, y una con la línea curvada en ella, significando fuego e intentando simbolizar los diferentes tormentos que la mártir sufrió en testimonio de su fe y amor a Jesucristo. Santa Filomena fue formalmente elevada a los altares por Su Santidad el Papa Gregorio XVI en una infalible declaración hecha pública en nombre de la Santa Madre Iglesia para edificación de todos los fieles y para Gloria de Dios en el tiempo y en la Eternidad. El mismo Papa fue testigo de la curación milagrosa de PAULINE JARICOT, fundadora del Rosario Viviente, en el Santuario de Santa Filomena en Mugnano, Italia.

La historia de la vida de Santa Filomena está basada en revelaciones privadas hechas por la santa en 1863 a tres personas diferentes, en respuesta a las oraciones de varios devotos de Santa Filomena, para permitirles que sepan saber quién era ella y como hizo frente al martirio. Esas personas favorecidas eran un joven artista de buena moral y piadosa vida, un celoso sacerdote y una devota monja de Nápoles, la Venerable Madre María Luisa de Jesús. La Santa Sede no garantizó la autenticidad de las pretendidas revelaciones, el Santo Oficio dio su autorización para su difusión el 21 de Diciembre de 1883. Nuestra bella Santa Filomena salió de los brazos de su madre para morir por Cristo, los lictores (Magistrados de Justicia de la antigua Roma) han cortado con el hacha el joven lirio y piadosas manos la han recogido para depositarla en el sepulcro. Esta verdadera heroína pisoteó toda la vanidad del mundo debajo sus pies y eligió los múltiples tormentos en lugar de renunciar a sus votos por Nuestro Salvador Crucificado. ¡Qué modelo de constancia y de toda virtud! Animémonos a ir a ella cuando seamos probados. ¡Permitámonos todos con ilimitada confianza implorar su intercesión!

Descubrimiento del cuerpo de Santa Filomena Las reliquias de Santa Filomena fueron descubiertas al principio del siglo XIX. El 24 de mayo de 1802, durante las excavaciones que se están haciendo continuamente en las Catacumbas romanas, un sepulcro fue traído a la luz. En él había tres losas juntas que cerraban la entrada y en ellas podía verse una inscripción que estaba rodeada de símbolos que aludían al martirio y a la virginidad de la persona ahí enterrada. Los símbolos eran: ancla, tres flechas, una palma y una flor. La inscripción decía: LUMENA PAXTE CUM FI Las escrituras estaban en pintura roja y fueron rodeadas con símbolos cristianos. Después de que un estudio, era evidente que estas losas habían sido puestas desordenadamente, o con demasiada rapidez, o alguien no familiarizado con el latín, las había puesto en orden equivocado. Luego de ordenarse correctamente, leyeron: PAXTE CUM FI LUMENA (Pax tecum Filumena!) ¡LA PAZ SEA CONTIGO, FILOMENA! Cuando, al día siguiente, las losas de piedra fueron quitadas, descubrieron un esqueleto que era de huesos pequeños y notaron a la vez, que el cuerpo había sido traspasado por flechas. Al examinar los restos los cirujanos atestiguaron la clase de heridas que la joven mártir recibió y los expertos coincidieron en calcular que la niña fue martirizada entre la edad de 12 o 13 años. También fue encontrado dentro del lugar del entierro un vaso fino, quebrado a la mitad, cuya pared interna estaba cubierta con sangre coagulada. Era la sangre de la mártir, recogida según la costumbre de los cristianos durante las persecuciones, y puesta con los restos como testimonio de su muerte en el martirio. Esta sangre fue aflojada de los pedazos quebrados del vaso a los cuales estaban adheridos, y puestos cuidadosamente en una urna de cristal. Fue sorprendente ver que estas pequeñas partículas de sangre, tan pronto como cayeron en la

urna, brillaban como el oro o la plata pulido, o como diamantes y joyas preciosas, o, eran otra vez resplandecientes con todos los colores del arco iris. (Hasta el presente, se puede observar en algunos momentos de gracia, que estas partículas cambian de color).

CELEBRACIÓN DE LA TRASLACIÓN DEL CUERPO Y MARTIRIO DE SANTA FILOMENA

En aquélla época, Canon Francis de Lucia de Mugnano, de una ciudad pequeña cerca de Nápoles, visitó Roma. Tenía el deseo ardiente de procurar las reliquias de algún santo mártir para su capilla privada. El obispo de Potenza, al cual él había acompañado a Roma, apoyó su petición, y Canon Francis de Lucia obtuvo permiso para visitar el Tesoro de las reliquias, una gran sala en donde los restos exhumados de varios santos están preservados. Al detenerse brevemente ante las reliquias de Santa Filomena, se sintió repentinamente lleno de una alegría espiritual indescriptible, e inmediatamente pidió por ellas. Era muy difícil que las reliquias fueran finalmente consignadas a él, puesto que era contrario a la costumbre conceder tales tesoros a un simple sacerdote. Con las negociaciones de un amigo, primero le dieron el cuerpo de otro santo y él lo aceptó con renuencia. Mientras tanto, Canon de Lucia se enfermó gravemente. Le rezó a Santa Filomena e inmediatamente obtuvo su curación. Esto renovó sus intentos de conseguir sus reliquias, y poco después, estas dificultades que parecían insuperables, fueron superadas y se las entregaron en posesión, con lo cual él las hizo llevar a Nápoles. Allí las reliquias fueron embutidas en una imagen de la Santa, especialmente hecha para ese propósito. Pronto ocurrieron muchos milagros. La señora Ángela Rose, había sufrido doce años de una enfermedad incurable; pidió la intercesión de la Santa e inmediatamente se curó. Muchos otros, obtuvieron también curaciones maravillosas.

TRASLADO DE SUS RELIQUIAS A MUGNANO

El 10 de agosto de 1805, las reliquias de la santa fueron llevadas a Mugnano, una ciudad de la colina cerca de Nápoles y al hogar de Canon de Lucia. Milagros continuos de todo tipo acompañaron este traslado. El día antes de su llegada, con las oraciones de los habitantes, una lluvia abundante restableció los campos y los prados de Mugnano después de una larga sequía. El señor Miguel Ulpicella, abogado, que no había podido dejar su habitación durante seis semanas, tuvo las reliquias y luego volvió completamente sano a su hogar. Una señora de posición tenía una úlcera cancerosa y su mano requería de una operación. Le llevaron la reliquia de la Santa, y por la tarde se la puso en la herida. A la mañana siguiente que debía ir a cirugía para ser operada, se encontró con que la herida había desaparecido. El relicario de Santa Filomena en Mugnano se convirtió en la escena de los prodigios más maravillosos. Entre éstos estaba la curación de Pauline Jaricot, conocido como el «gran milagro de Mugnano», que el Papa Gregorio XVI declaró milagro de primera clase y luego de una larga y madura deliberación, la Iglesia aprobó formalmente del culto a Santa Filomena. En su decreto, el Papa llamó a la Santa «la milagrosa (obradora de maravillas) del siglo XIX». Este título, como millares atestiguan, no son menos en nuestros días, porque sus milagros son tan numerosos y tan brillantes como siempre.

EL GRAN MILAGRO DE MUGNANO Pauline Jaricot era la hija favorita de unos aristocráticos franceses. Era muy bella y tenía una atractiva personalidad. No obstante todos los atractivos placeres y sus halagadores admiradores, el corazón de Pauline se movía más hacia las cosas del espíritu que las cosas del mundo, aunque la lucha entre las cosas de Dios y las del mundo era fiera. La gracia triunfó y Pauline va a ser recordada por siempre como la fundadora de la Sociedad para la Propagación de la Fe y el Rosario Viviente. Aunque Pauline había sufrido anteriormente de la enfermedad que fue la causa de su cura, fue en marzo de 1835, que la enfermedad enseñó signos de gravedad. Esta enfermedad afectaba su corazón, en la proporción en que incrementaba, las palpitaciones se volvían tan violentas que se podían oír a cierta distancia. Un pequeño movimiento o cambio de posición era suficiente para que la sangre corriera violentamente a su corazón, que casi se sofocaba. Su respiración parecía parar y su pulso se volvía imperceptible. Drásticos remedios se le tenían que aplicar para restaurarla. Durante varios años de tortura, solo tenía pequeños intervalos de alivio. Uno de ellos ocurrió después de hacer una novena a Santa Filomena después de saber de su gran poder con Dios. Tan solo de mencionar el nombre de la santa, ella experimentaba un gozo y un deseo de visitarla en su Santuario. Pero eso parecía un imposible ya que este quedaba a una gran distancia de Francia. Actuando bajo una inspiración, y después de saber de su doctor la información de su estado, el cual era tan grave que nada importaba de una forma o otra, ella intentó un viaje al Santuario del Corazón de Jesús en Paray le Monial. Sobrevivió la jornada y se dijo a si misma: "Si no me mató este viaje, iré a Roma a obtener la bendición del Santo Padre", lo cual era la ambición de su vida. Ir a Roma significaba viajar a través de los Alpes, a través de caminos abandonados; largo y peligroso viaje, aun para las personas en buen estado de salud. Pero Pauline se puso en camino. El dolor que soportó era intolerable. En Cambery, su valor se acababa y casi se

resigna a morir lejos de su casa y del Vicario de Cristo. Estuvo inconsciente por dos días. Los alumnos de la escuela del convento de su pueblo hicieron una novena a Santa Filomena por su recuperación, al final de la misma pudo seguir su viaje. Pauline sufrió una recaída en Loreto, Italia. Después de unos días continuó su viaje. Llegó a Roma casi inconsciente. Las Hermanas del Sagrado Corazón la recibieron con gran amabilidad, su estado era tal que le era imposible dejar el Convento. Parecía que después de tanta dificultad no iba a poder ver al Santo Padre. Pero la Santa Madre de Dios y Santa Filomena no la abandonaron. Su llegada a Roma fue informada al Santo Padre, el Papa Gregorio XVI, que al saber de su estado decidió ir en persona a ver a esta joven mujer que tanto había hecho por la Santa Iglesia. Esto era un honor y una consolación para Pauline. El Santo Padre fue amable y le agradeció repetidamente su trabajo a favor de la Iglesia Católica, y la bendijo una y otra vez. Le pidió que orara por él cuando llegara al cielo y esta se lo prometió. Entonces ella le preguntó: ¿Santo Padre, si yo vuelvo bien de mi visita a Mugnano, y voy a pie al Vaticano, usted su Santidad se dignaría en proceder sin demoras con la investigación final en la Causa de Santa Filomena? Si mi hija, replicó el Papa, porque eso sería un milagro de primera clase. Nadie pensaba que ella volvería, debido al estado tan precario de salud. Era en Agosto y el clima estaba extremadamente caliente. Viajaban de noche para evitar el gran calor del día. Llegaron a Mugnano un día antes de la fiesta de Santa Filomena. Inmensas multitudes se habían reunido para celebrar la fiesta. La mañana siguiente, Pauline recibió la Santa Comunión, cerca de las reliquias. Sufría unos dolores inmensos en todo su cuerpo y su corazón latía tan violentamente que se desmayó. Las personas pensaron que se había muerto. Los que estaban con ella trataron de sacarla de la iglesia, pero recobró el conocimiento e hizo una señal de que la dejaran cerca de las reliquias. De repente un torrente de lágrimas vinieron a sus ojos, el color volvió a sus mejillas, un brillo

saludable sobrevino a sus entumecidos miembros. Su alma estaba llena de un gozo celestial, y pensó que dejaba este mundo para irse al cielo. Pero no era la muerte. Santa Filomena la había sanado. Todavía iba a vivir muchos años para Dios y su Iglesia. Pauline cuando estuvo segura de su curación, permaneció en silencio por un tiempo. Pero la Superiora del Convento al ver lo que estaba pasando, ordenó que sonaran las campanas para anunciar el milagro. El pueblo lleno de gozo gritaba "Viva Santa Filomena" En acción de gracias, Pauline se quedó unos días más. Cuando se fue, llevaba consigo una reliquia grande de Santa Filomena, cubierta en una estatua de la Santa. Pauline no le había informado al Santo Padre de su curación. Todos en el Vaticano al oír la historia, estaban sorprendidos, sobretodo el Papa cuando la vio ante él en perfecta salud. Su Santidad no lo hubiera creído de no haberlo visto con sus propios ojos. A la petición de Pauline, él le concedió el privilegio de construir una Capilla en honor de Santa Filomena. Para poder investigar el milagro, el Papa ordenó a Pauline que se quedara un año entero en Roma. Durante ese tiempo Pauline obtuvo del Santo Padre muchos privilegios para el "Rosario Viviente". Al final del año regresó a Francia.

Las Reliquias de la Santa, sacadas en procesiòn, en ocasiòn de su festividad, 11 de agosto.

HISTORIA DE LA VIDA DE SANTA FILOMENA, SEGÚN LAS REVELACIONES DE LA MADRE Mª LUISA DE JESÚS

Una buena forma de ejercitarnos en el amor a Cristo es manteniéndolo presente en nuestras mentes siempre que sea posible (San Vicente de Paúl)

A pesar de tener sus restos mortales, la Iglesia aun no sabía nada sobre la vida de Santa Filomena. Lo que sabemos de esta santa es gracias a las revelaciones privadas recibidas de la santa en 1863 por tres diferentes personas, en respuesta a las oraciones de muchos a que dejara saber quien era ella y como llegó al martirio. Las personas favorecidas fueron un joven artista de buena moral y vida piadosa, un devoto sacerdote y una piadosa religiosa de Nápoles, la Venerable Madre María Luisa de Jesús quien murió en olor de santidad. (Estas revelaciones han recibido el Imprimátur de la Santa Sede dando testimonio de que no hay nada contrario a la fe. La Iglesia no ha hecho ningún otro pronunciamiento y no garantiza la autenticidad de las supuestas revelaciones. La Santa Sede dio la autorización para la propagación de estas el 21 de diciembre de 1883.) "Yo soy la hija de un príncipe que gobernaba un pequeño estado de Grecia. Mi madre también era de sangre real. No tenían niños.

Eran idolatras y continuamente ofrecían oraciones y sacrificios a sus dioses falsos. Un doctor de Roma llamado Publio -ahora está en el Cielo-, vivía en el palacio al servicio de mi padre. Este doctor profesaba el cristianismo. Viendo la aflicción de mis padres y por un impulso del Espíritu Santo les habló acerca de nuestra fe e incluso les prometió posteridad si consentían en recibir el bautismo. La gracia que acompañaba sus palabras, iluminaron el entendimiento de mis padres y triunfó sobre su voluntad. Se hicieron cristianos por encima de sus voluntades: se hicieron Cristianos y obtuvieron la gran deseada felicidad que Publius les había prometido en premio a su conversión. Al momento de nacer me pusieron el nombre de Lumena, en alusión a la luz de la fe, de la cual era fruto. El día de mi bautismo me llamaron Filomena, hija de la luz (filia luminis) porque en ese día había nacido a la fe. Mis padres me tenían gran cariño y siempre me tenían con ellos. Fue por eso que me llevaron a Roma, en un viaje que mi padre fue obligado a hacer debido a una guerra injusta. Yo tenia trece años. Cuando arribamos a la capital nos dirigimos al palacio del emperador y fuimos admitidos para una audiencia. Tan pronto como Dioclesiano me vio fijo los ojos en mi. El emperador oyó toda la explicación del príncipe, mi padre. Cuando este acabó y no queriendo ser ya más molestado le dijo: “Yo pondré a tu disposición toda la fuerza de mi imperio y te pediré a cambio sólo una cosa, que es, la mano de tu hija”. Mi padre deslumbrado con un honor que no esperaba, accede inmediatamente a la propuesta del emperador y cuando regresamos a nuestra casa, mi padre y mi madre hicieron todo lo posible para inducirme a que cediera a los deseos del emperador y los suyos. Yo lloraba y les decía: "¿Ustedes desean que por el amor de un hombre yo rompa la promesa que he hecho a Jesucristo? Mi virginidad le pertenece a Él y yo ya no puedo disponer de ella". -Pero eres muy joven para ese tipo de compromiso -me decían- y proferían las más terribles amenazas para hacerme que aceptara la mano del emperador. La gracia de Dios me hizo invencible. Mi padre no pudiendo convencer al Emperador con las razones que alegó para ser

dispensado de la promesa que había hecho, fue obligado por Dioclesiano a llevarme a su presencia. Tuve que soportar nuevos ataques de parte de mis padres hasta el punto, que de rodillas ante mi, imploraban con lágrimas en sus ojos, que tuviera piedad de ellos y de mi patria. Mi respuesta fue: No, no, Dios y el voto de virginidad que le he hecho, esta primero que ustedes y mi patria. Mi reino es el Cielo. Mis palabras los hacía desesperar y me llevaron ante la presencia del emperador, el cual hizo todo lo posible para ganarme con sus atractivas promesas y con sus amenazas, las cuales fueron inútiles. El se puso furioso e, influenciado por el demonio, me mandó a una de las cárceles del palacio donde fui encadenada. Pensando que la vergüenza y el dolor iban a debilitar el valor que mi Divino Esposo me había inspirado. Me venía a ver todos los días y soltaba mis cadenas para que pudiera comer la pequeña porción de pan y agua que recibía como alimento, y después renovaba sus ataques, que si no hubiera sido por la gracia de Dios no hubiera podido resistir. Yo no cesaba de encomendarme a Jesús y su Santísima Madre. Mi cautiverio había durado treinta siete días, cuando, en el medio de una luz divina, vi a María con su Divino Hijo en sus brazos. Ella me dijo: "Hija mía, tres días más de prisión, y después de 40 días dejarás este lugar de sufrimiento". Las felices noticias hicieron mi corazón latir de gozo, pero como la Reina de los Ángeles había añadido, dejaría la prisión, para ser sometida a tormentos mucho más terribles que los anteriores. Pasé del gozo a una terrible angustia, que pensaba me mataría. Entonces me dijo la Reina de los Cielos: "Ten valor, Hija mía, ¿no sabes el amor y la predilección que tengo por ti? El nombre que has recibido en tu bautismo es garantía de ello, y la semejanza que tiene con Mi Hijo y conmigo. Como tú te llamas Lumela y tu Esposo se llama Luz, Estrella, Sol; y como soy llamada, Aurora, Estrella, la Luna en su máximo fulgor y el Sol. No temas, yo te asistiré. Ahora que tu naturaleza se debilita, con toda justicia, en su momento, la gracia te prestará sus fuerzas y el Ángel, que también es mi Ángel, Gabriel, que su nombre expresa fortaleza, vendrá en tu auxilio. Te recomendaré especialmente a él para tu

cuidado como mi más querido bien". Las palabras de la Reina de las Vírgenes me dieron nuevamente valor y la visión desapareció, dejando la prisión llena de un perfume celestial. La visión desapareció dejando la prisión llena de un perfume celestial. Lo que se me había anunciado, pronto se realizó. Dioclesiano perdiendo todas sus esperanzas de hacerme cumplir la promesa de mi padre, tomó las decisión de torturarme públicamente y el primer tormento era ser flagelada. “Debido a que ella no se avergüenza de preferir a un malhechor, condenado por su mismo pueblo a una muerte infame, en lugar de un emperador como yo, entonces merece que mi justicia la trate a ella como él fue tratado” Ordenó que me quitaran mis vestidos, que fuera atada a una columna y en presencia de un gran número de personas de la corte, hizo que me azotaran con tal violencia, que mi cuerpo se bañó en sangre, y lucía como una sola herida abierta. El tirano pensando que me iba a desmayar y morir, me hizo arrastrar a la prisión para que muriera. Dos ángeles brillante con luz, se me aparecieron en la oscuridad y derramaron un bálsamo en mis heridas, restaurando en mi la fuerza, que no tenía antes de mi tortura. Cuando el emperador fue informado del cambio que en mí había ocurrido, me hizo llevar ante su presencia y trató de hacerme ver que mi curación se la debía a Júpiter diciendo: “El ha decidido positivamente que tú serás la emperatriz de Roma”. Y lanzó seductoras palabras y promesas de grandísimos honores y aduladoras caricias, esforzándose por completar el trabajo del Infierno que había comenzado; pero el Espíritu Santo al cual había encomendado mi constancia, llenó de luz mi entendimiento en ese instante para dar todas las pruebas de la solidez de nuestra Fe a las que ni Dioclesiano ni ninguno de sus cortesanos presentes pudieron nunca responder. Entonces se renovó su frenética ira y ordenó que fuera sumergida en las aguas del Tíber con un ancla en el cuello. La orden fue ejecutada, pero Dios no permitió que esto tuviera éxito; en el

momento en el cual iba a ser precipitada al río, dos ángeles vinieron en mi socorro, cortando la soga que estaba atada al ancla, la cual fue a parar al fondo del río, y me transportaron gentilmente a la vista de la multitud, a las orillas del río. Este milagro obró un maravillo efecto en un gran número de espectadores que se convirtieron a la fe; pero Dioclesiano, lo atribuyó a cierta magia secreta y me arrastraron por las calle de Roma y ordenó que me dispararan una lluvia de flechas; cuando las recibí, mi sangre fluía por todos lados; él ordenó, cuando estaba exhausta y moribunda, que fuera llevada nuevamente al calabozo. El cielo me honró con un nuevo favor. Entré en un dulce sueño y cuando desperté estaba totalmente curada. El tirano lleno de rabia dijo: " Que sea nuevamente traspasada con flechas afiladas". Otra vez los arqueros doblaron sus arcos, con todas sus fuerzas, pero las flechas se negaron a salir. El Emperador estaba presente y a la vista de esto se llenó de rabia, y diciendo que yo era una maga, pensó que la acción del fuego destruiría este “encantamiento”. Entonces ordenó que las puntas de las flechas fueran calentadas en un horno al rojo vivo y con ellas mandó apuntar nuevamente contra mí. Y esta vez las flechas fueron disparadas, pero éstas, luego de recorrer parte de la distancia que las separaba de mí, tomaron milagrosamente la dirección contraria desde donde habían sido lanzadas y seis arqueros fueron muertos por estas; entonces varios de ellos renunciaron al paganismo y la gente comenzó a rendir público testimonio del poder de Dios que me había protegido. Esto enfureció al tirano, que determinó apresurar mi muerte, ordenando que mi cabeza fuera cortada con un hacha. Entonces, mi alma voló hacia mi Divino Esposo, el cual me me coronó con la corona de la virginidad y la palma del martirio, y distinguida con esta elección, tengo parte en el gozo de su Divina Presencia. Este día que fue tan feliz para mi por verme entrar en el Gloria, fue un Viernes, y la hora de mi muerte, la tres de la tarde: el mismo día y la misma hora en que el Divino Maestro expiró.

EL PATROCINIO DE SANTA FILOMENA Santa Filomena es patrona de los jóvenes, especialmente de los bebés y de los niños. Es la consoladora de los afligidos y prisioneros. Es el consuelo de los que sufren y los enfermos. Ayuda a los pobres y a los huérfanos. Es consoladora de madres afligidas que la invoquen para ayudar a sus hijos en cosas espirituales o materiales. Ayuda mucho a los estudiantes y a l os que tienen que dar exámenes. Es protectora de los recién casados, y muchas veces les ha dado a las madres estériles la alegría de la maternidad. Asiste y protege a las parturientas. Cuando se la invoca, inspira. Muestra su más grande amparo a sus devotos guiándolos hacia el amor de Cristo y de María. * INDULGENCIAS DE LOS DÍAS DE FIESTAS DE SANTA FILOMENA 10 de enero - LOS CUMPLEAÑOS DE SANTA FILOMENA El domingo que sigue al 10 de enero - PATROCINIO DE SANTA FILOMENA 25 de mayo - HALLAZGO DE LAS RELIQUIAS DE SANTA FILOMENA 10 de agosto - TRASLACIÓN DEL SANTO CUERPO 11 de agosto - FIESTA LITÚRGICA EN HONOR DE SANTA FILOMENA 13 de agosto - CELEBRACIÓN DEL NOMBRE DE SANTA FILOMENA El segundo domingo de agosto - LAS FESTIVIDADES SOLEMNES EN HONOR DE LA SANTA Se pueden ganar una Indulgencia Plenaria confesando y comulgando, rezando oraciones por las intenciones del Santo Padre (por lo menos un Padre Nuestro y un A ve María) y no tener afición por pecar. Esta Indulgencia ha sido concedida al Santuario por decretos de los Sumos Pontífices.

CELEBRACIÓN DEL NOMBRE DE SANTA FILOMENA

En la oración hecha debidamente, se funden las penas como la nieve ante el sol. (San Juan María Vianney) El gran nombre de FILOMENA significa en latín estas palabras: FILIA LUMINIS, es decir, HIJA DE LA LUZ. Ella nos ilumina en esta época oscura y corrupta, confundiendo la sonrisa de desprecio del materialismo. Ella es la PATRONA DE LOS HIJOS DE MARÍA. Hoy, su misión, es atraernos a todos al Inmaculado Corazón de María por medio de la imitación de sus heroicas virtudes: pureza, obediencia y humildad. Santa Filomena es ÁNCORA DE ESPERANZA, en esta oscura época de desesperanza. Los rigurosos Últimos Tiempos han llegado. Están clara y universalmente marcados por el ocultismo, modernismo, materialismo, espiritismo, desesperanza y una general apostasía de la Fe. Desde los comienzos del Cristianismo, nunca las fuerzas de las tinieblas han tenido tanto poder como en el día de hoy. Santa Filomena es ¡LA NUEVA LUZ DE LA IGLESIA MILITANTE! Este título le ha sido conferido a ella por San Juan María Vianney (El Santo Cura de Ars), heroico confesor y patrono de todos los párrocos.

Verdaderamente, poco se sabe históricamente de Santa Filomena. Su historia real comienza cuando sus santos restos mortales fueron encontrados en la oscuridad de las Catacumbas de Santa Priscila en las que descansaron hace unos mil setecientos años. Pero Dios es maravilloso en sus santos, y Santa Filomena de modo impresionante ejemplifica esta frecuente y repetida verdad. Después de permitir que su nombre y su memoria fueran sepultados por siglos junto a sus restos mortales, Él atrajo la atención de la Humanidad hacia esta pequeña doncella mártir, y ahora obra asombrosos prodigios en nombre de ella, como si deseara mostrar de esta manera, que Él quiere recompensar el largo tiempo que permitió que ella permaneciera en la oscuridad. Las reliquias de Santa Filomena fueron desenterradas a principios de siglo XIX, el 24 de Mayo de 1802. El emblema del lirio y la palma estaba grabado en el sepulcro de la santa para indicar su virginidad y su martirio. También había un ancla, un látigo, y tres flechas, dos apuntando en dirección opuesta, y una con la línea curvada en ella, significando fuego e intentando simbolizar los diferentes tormentos que la mártir sufrió en testimonio de su fe y amor a Jesucristo. Santa Filomena fue formalmente elevada a los altares por Su Santidad el Papa Gregorio XVI en una infalible declaración hecha pública en nombre de la Santa Madre Iglesia para edificación de todos los fieles y para Gloria de Dios en el tiempo y en la Eternidad. El mismo Papa fue testigo de la curación milagrosa de PAULINE JARICOT, fundadora del Rosario Viviente, en el Santuario de Santa Filomena en Mugnano, Italia. La historia de la vida de Santa Filomena está basada en revelaciones privadas hechas por la santa en 1863 a tres personas diferentes, en respuesta a las oraciones de varios devotos de Santa Filomena, para permitirles saber quién era ella y como hizo frente al martirio. Esas personas favorecidas eran un joven artista de buena moral

y piadosa vida, un celoso sacerdote y una devota monja de Nápoles, la Venerable Madre María Luisa de Jesús. Mientras que la Santa Sede no garantiza la autenticidad de las pretendidas revelaciones, el Santo Oficio dio autorización para su difusión el 21 de Diciembre de 1883. Nuestra bella Santa Filomena salió de los brazos de su madre para morir por Cristo, los lictores (Magistrados de Justicia de la antigua Roma) cortaron con el hacha el joven lirio y piadosas manos la recogieron para depositarla en el sepulcro. Esta verdadera heroína pisoteó toda la vanidad del mundo debajo sus pies y eligió los múltiples tormentos en lugar de renunciar a los votos que había hecho a Nuestro Salvador Crucificado. ¡Qué modelo de constancia y de toda virtud! Animémonos a ir a ella cuando seamos probados. ¡Permitámonos todos con ilimitada confianza implorar su intercesión!

Devociòn a Santa Filomena A través de las diferentes devociones a Santa Filomena, se han producido muchas curaciones y conversiones.

CORONILLA EL ACEITE EL USO DEL CORDÓN BENDICIÓN DEL CORDÓN DE SANTA FILOMENA IMÁGENES Y CUADROS NOVENA ORACIONES LETANÍAS DIFUNDIR LA DEVOCIÓN A LA SANTA SANTUARIO Y RELIQUIAS ARCHICOFRADÍA UNIVERSAL DE LA SANTA INTENCIONES DE LAS OBRAS DE LA SANTA INDULGENCIAS EN LOS DÍAS DE FIESTAS DE LA SANTA LA FIESTA DE LA SANTA ES REMOVIDA DEL CALENDARIO LITÚRGICO Como con todas las devociones, son una ayuda que solo tiene sentido cuando hay un serio propósito de vivir el evangelio. La vida de Santa Filomena nos da ejemplo de fidelidad heroica a Jesucristo y eso es lo que deseamos imitar.

CORONILLA DE SANTA FILOMENA

La pequeña Coronilla de Santa Filomena está compuesta por cuenta blancas (símbolo de la virginidad), rojas (símbolo del martirio), y una medalla de la Santa. Las cuentas blancas son tres, en honor de la Santísima Trinidad por la que entregó su vida. Las rojas, son trece, conmemorando la edad de la Santa en la tierra. La

pequeña Coronilla, es una de las devociones más sencillas en honor de la Santa. Esta devoción (debida al Santo Cura de Ars), consiste en rezar un credo, tres Padre Nuestros (en las cuentas rojas) en honor de la Santísima Trinidad y trece Ave Marías con la invocación: "Santa Filomena ruega por nosotros". Las trece Avemarías nos recuerdan la edad de nuestra Santita. (1)

EL ACEITE DE SANTA FILOMENA (De la lámpara que esta encendida frente a las reliquias de Santa Filomena). En el libro las Rosas de Santa Filomena de St. Elizabeth Seton consta que una mujer recobró la vista, después de tres años de sufrir una enfermedad en sus ojos que le causaba tanto dolor que no podía ni comer, ni dormir. ¿Cómo se originó esta devoción? Sucedió así: En la octava de la traslación del Relicario de Santa Filomena a Mugnano, una mujer de Avella llena de fe en Dios, metió su dedo en el aceite de la lámpara que estaba encendida delante del altar de la santa, y ungió los ojos de su niño ciego. Inmediatamente el niño recobró la vista, ante el asombro de todos los que se encontraban presentes. (1)

EL USO DEL CORDÓN DE SANTA FILOMENA Esta costumbre piadosa, nacida espontáneamente entre los devotos de la Santa fue aprobada por la Sagrada Congregación de Ritos, el 15 de septiembre de 1883. Más adelante, el 4 de abril de 1884, León XIII lo enriqueció con preciosas indulgencias. Usualmente es usado por debajo de la ropa. No se necesita una ceremonia especial de imposición, pero debe de ser bendecido antes. La fórmula de esta bendición se encuentra en el Ritual Romano. Es un cordón de lana,

lino o algodón, de colores blanco y rojo que simbolizan la virginidad y el martirio de Santa Filomena. Esta devoción se practica por todas partes, especialmente fuera de Italia, para obtener gracias espirituales y corporales. Los que llevan el cordón, deben rezar todos los días esta oración: Oh Santa Filomena, Virgen y mártir, ora por nosotros para que por tu intercesión poderosa, obtengamos la castidad del espíritu y del corazón, que nos conducirá al amor perfecto de Dios. Amén Desde el comienzo de la devoción a Santa Filomena, el uso de su Cordón fue uno de los tantos medios de honrarla y de asegurarse su protección. Sabemos por ejemplo, que el Santo Cura de Ars los bendecía y distribuía entre sus fieles. Su uso se hizo muy popular, por haber sido objeto de muchos milagros y de la obtención cientos de curaciones de enfermedades. Es usado por enfermos, atribulados, para luchar contra las tentaciones, etc., y siempre con los más sorprendentes resultados. Es una protección contra los demonios y accidentes de todas clases. Al ponerse el cordón, los que los usan se proponen honrar a Santa Filomena y así merecer la protección de cuerpo y alma, perfecta castidad, el espíritu de fe necesario para los tiempos en que vivimos y la gracia de hacernos violencia, para poder vivir una vida verdaderamente cristiana. Hay innumerables testimonios de su eficacia, de los cuales vamos a narrar algunos. La superiora de un convento muy conocido afirma: "Santa Filomena es simplemente maravillosa durante los últimos cuatro años he repartido su cordón entre gran número de enfermos, incluidas algunos miembros de nuestra comunidad. Todos se curaron, excepto a dos o tres casos, en los que se vio claramente que lo mejor para ellos era partir hacia la vida eterna. La Madre Superiora del Convento de Reparación en C...: "Durante años recurrí a Santa Filomena en todas mis necesidades, Yo misma tenía que ser sometida a una seria operación, pero me puse su cordón, y gracias a Dios, ésta no fue necesaria. Ahora acudo a la

Santa para todo". Una joven declara: "Tengo una gran confianza en Santa Filomena nunca dejo de recomendar su devoción. Estando gravemente enferma, me puse su cordón y mi salud fue restituida". De un sacerdote: "Estaba muy enfermo, con peligro de graves consecuencias. Me puse el Cordón de santa Filomena con la promesa de propagar la devoción a la Santa. Fue suficiente. A los pocos días me fue posible dejar el lecho". De una religiosa: "Uno de nuestros niños enfermó gravemente, y en caso de curarse, iba a quedar con serias complicaciones. Le pusimos el Cordón de Santa Filomena. Inmediatamente experimentó gran alivio, y a las pocas horas, el peligro había pasado". Niños que llevaban ceñido cordón de la Virgen y Mártir, en los incontables accidentes y desgracias tan frecuentes entre los pequeños, han sido maravillosamente preservados. Las madres harían bien en preocuparse porque sus pequeños usen el cordón. ¡De cuántos peligros puede preservarlos! Estos son unos pocos entre los cientos de casos que podríamos contar, pero son suficientes para mostrar la extraordinaria eficacia de esta devoción. (1) BENDICIÓN DEL CORDÓN DE SANTA FILOMENA

MEDALLAS Un gran número de devotos de la Santa, depositan gran confianza en el uso de su medalla bendecida. Puede obtenerse fácilmente y es muy bonita. Como cualquier otro objeto relacionado con la Santa, es de gran eficacia. Tiene la especial ventaja de la facilidad de usarla, se puede llevar en el bolsillo, o colgada del cuello.

(1) IMÁGENES Y CUADROS DE LA SANTA Se han recibido grandes gracias venerando imágenes y cuadros de la Santa. Éstas deben ser colocadas en el living room, o en los dormitorios. La Santa a concedido muchos favores a aquellos que mantienen una vela encendida ante su imagen o cuadro aunque sea solamente una vez a la semana. Si hay un enfermo, se recomienda colocar la imagen cerca suyo y ponerlo al tanto de las extraordinarias ventajas de rezar con gran confianza a esta gran Santa, cuyo poder se ha manifestado muy especialmente en favor de los enfermos. Son incontables las curaciones obtenidas en respuesta a simplespero confiadas oraciones de sus devotos. No podemos sugerir otra forma más apropiada de complacer a la Santa y asegurarse su poderosa protección, que la de ofrecer una imagen o un cuadro suyo a alguna iglesia, capilla o convento en donde se esté por establecer un centro de devoción hacia ella. Muchos de sus grandes santuarios han tenido este simple comienzo. (1) DIFUNDIR LA DEVOCIÓN A LA SANTA Otro medio muy eficaz para conseguir la protección de la "Santita", es difundir su devoción, divulgando por todas partes su maravilloso poder. El método mejor y más fácil para este fin, es distribuir la vida e historia de la Santa al mayor número posible de personas. Al conocer todos los hechos relativos a la "Santita", es prácticamente imposible no sentir una fuerte atracción hacia ella. Los difusores de su devoción, pueden estar seguros de la protección de la Santa. (1) SANTUARIO Y RELIQUIAS El Santuario de Santa Filomena esta localizado en Mugnano, Italia en la diócesis de Nola, cerca de Nápoles. Fue en esta iglesia que el párroco Don Francis di Lucia, trajo las reliquias de Santa Filomena en 1805. La Iglesia se convirtió en un lugar de

peregrinación, donde numerosos favores e inclusive milagros fueron concedidos por la intercesión de Santa Filomena. La capilla de Santa Filomena se encuentra a media nave, a la izquierda. Arriba del altar se puede ver la figura de la Santa en papier-maché, la cual fue hecha para guardar su huesos. Esta imagen de Santa Filomena fue hecha en 1805. Si se mira de cerca, debajo de las almohadas se puede ver el envase que contiene la sangre cristalizada (la religiosa que custodia el santuario nos aseguró cuando lo visitamos -1998- que la sangre ha sido robada). Esta figura milagrosamente ha cambiado de posición varias veces a través de los años. El último movimiento que se sabe fue en 1949. En este se puede ver la oreja izquierda de la imagen, que hasta ese entonces no se veía, ni se sabía que existía. En el relicario procesional del Santuario de Santa Filomena, hay una imagen del martirio de la santa rodeada de reliquias de varios santos; el relicario es usado para bendecir a las personas en las fiestas principales en las que se honra a Santa Filomena.

Imagen milagrosa de la Sta. También hay una imagen de Santa Filomena que ha exudado un aceite milagroso el 10 de agosto de 1823. Esta se expone para ser venerada en su día festivo que es el 11 de agosto.

Culto a Santa Filomena

Santa Filomena, Virgen y Mártir, ruega por nosotros, para que, por tu intercesión, obtengamos la pureza de mente y corazón que conduce al verdadero amor a Dios.

Santa Filomena es una mártir de la castidad, hija de Dios y obediente en lo espiritual. Dios ha hecho y sigue haciendo numerosos milagros por su intercesión. Su culto está diseminado por todo el mundo Católico. Entre los apóstoles de su devoción es indispensable recordar: El Santo Cura de Ars - Propagador incansable de su devoción. Pauline Jaricot - Fundadora del Rosario en Vivo y de la Propagación de la Fe. Fue curada milagrosamente por Santa Filomena en Mugnano, la noche del 10 de agosto de 1835. Venerable Madeline de Canossa - que propagó su devoción en el sur

de Italia. Venerable Bartolomeo Longo - fundador de Opere Pompeiane Padre Pío - quien, perturbado por rumores del culto de la Santa, se expresó en esta manera a una devota irlandesa de la Santita (María Filomena Mulcahy): "Santa Filomena está en el paraíso, este desconcierto es el trabajo de Satanás". Igualmente varios Sumos Pontífices como: León XII, Gregorio XVI, Pío IX, León XIII y San Pío X, promovieron y extendieron el culto de la Santita por toda la Iglesia. Finalmente, en nuestra época todavía hay devotos, entusiastas de la Santa, quienes siguiendo el ejemplo del Cura de Ars, propagan la devoción a Santa Filomena de una manera admirable.

Controversia sobre Santa Filomena

Santa Filomena, la mártir de la castidad y de su fe en Cristo, puede detener el avance del materialismo y del racionalismo frío de hoy, por medio un espíritu de fe ardiente.

Ha habido mucha discusión seria sobre el tema de la Santita y también mucha tontería. Creo que es necesario hablar del tema representando las conclusiones arqueológicas más recientes, de las que ni los críticos más resentidos son capaces de dudar. Si se hubiese estudiado la Polémica de Filomena en el local, como el gran arqueólogo P. Bonavenia S.l. (en vez de más tarde) no se hubieran afirmado tantas cosas superficiales. Para informar al lector la "Polémica sobre Filomena" tiene que ver con el análisis histórico y arqueólogico del epígrafe LUMENA-PAXTE-CUMFI, descubierto el 25 de mayo del 1802 en las Catacumbas de Santa Priscilla en Roma. El "Lóculus" que durante 17 siglos encerró el cuerpo de nuestra Santita, estaba sellado con tres azulejos de terracota con el ya mencionado epígrafe escrito en letras rojas. La primera palabra, definida y clara, está escrita sobre un solo azulejo. PAXTE se encuentra en el azulejo del medio, y CUMFI en el último. Tan pronto como fue descubierto el epígrafe se leía así PAX TECUM FILUMENA. Inmediatamente el lector puede preguntar: "¿Por qué esta trasposición?" Se respondió comenzando con un breve análisis arqueológico e histórico, de la interpretación, por el Padre Bonavenia S.J. "El sepulturero no pudo escribir el nombre completo sobre el primer azulejo, para conservar las proporciones del escrito, prosiguió escribiendo la inicial FI en el último azulejo y LUMENA en el primero. Siendo frecuentemente la costumbre en las Catacumbas empezar el epígrafe en el segundo azulejo, el sepulturero

en su diligencia de no causar un error de interpretación de los que lo iban a leer, escribió en la tumba de la Santa de esa manera". Por lo mencionado anteriormente Bonavenia afirma que lo escrito tiene un sentido completo y claro, y que los azulejos, del tercer siglo, como afirman unánimemente todos los arqueólogos, no sufrieron ninguna transposición. Seguramente que con la actual manera de pensar, no estaríamos de acuerdo con lo que hizo el sepulturero. Pero debemos razonar, no con la mentalidad de nuestro siglo, sino con la del tiempo en que vivió el escritor. Durante los primeros 20 años de este siglo, un arqueólogo, O. Marucchi, causó indignación general debido a sus conclusiones irracionales y nocivas con respecto a la cuestión de Filomena. Sostenía una hipótesis según la cual, los azulejos que sellaban las tumbas se volvían a usar en otras, y que esto sería lo ocurrido con la de Santa Filomena. Marucchi nunca visitó Mugnano, con sólo estudiar el epígrafe por fotos, llegó a la conclusión de que el cuerpo de la Santa del sepulcro encontrado en 1802 no era la destinataria del epígrafe de las fotos. Según él, los azulejos eran del cuarto siglo, época de paz religiosa, y habían sido re-usados con buenos resultados. Como dijo el Señor, es verdad que los hijos de las sombras son más sagaces que los de la luz. De hecho, la teoría de ese arqueólogo pervirtió la mente de varios eruditos que la aceptaron por la aprobación del Delehaye. Dante Baldoni, en el "Bibliotheca Sanctorum" Vol 6, sigue la reseña biográfica de la Santa, a veces, dando la impresión de un entendimiento inadecuado de la Cuestión de Filomena. Se limita a la mención de la teoría del Marucchi turbando la conciencia de los creyentes y de otros que quieren saber la verdad. La hipótesis de Marucchi, de azulejos re-usados ha constituido la base para negar la identidad de la persona de Filomena. Por esto, se llega a una conclusión relativa. Sin embargo, las investigaciones subsiguientes del Padre Ferrua, S.J., la han anulado por lo tanto

también la conclusión relativa. Aquí tenemos ese informe completo: UN INFORME DEL EPÍGRAFE LUMENA-FAX TE-CUM FI He examinado cuidadosamente los tres azulejos "mezzi-bipedali" (bipedali son azulejos romanos de loseta, DE dos pies de lado -estos son una mitad en tamaño) con los que se encerraba la tumba de Santa Filomena. He llegado a las siguientes conclusiones: se escribían con pincel en el suelo, es decir, antes de ponerlos sobre la tumba, y antes de sellarlos con cal. Esto se demuestra por el hecho de que en muchos lugares la cal cubre los bordes de las letras. Esto explica fácilmente por qué las tres losetas no podían ser arregladas más tarde en la tumba en el orden incorrecto, es decir, poner una de las tres primero en lugar de la última". Probablemente el sepulturero que cerró la tumba no sabía leer ni escribir. Por eso errores y este tipo de desorden se veían muchas veces en los sepulcros de las catacumbas. Frecuentemente es evidente que los sepultureros no sabían Latín. La hipótesis de Marucchi, que los azulejos fueron sacados de otra tumba, que se usaban de nuevo con las letras en desorden, no demuestra que el epígrafe no se aplique a ella: 1. Porque en ese caso se observaría una segunda aplicación de la cal. Hasta ahora todos los que han visto los azulejos y son muchos, dicen que la tumba se cerró solamente una vez. 2. Si se usaban los azulejos dos veces habría lascas en sus bordes. En particular dos azulejos están de un "bipedal" completo, cortado en dos. Todavía se encuentran los bordes completamente intactos a lo largo de la línea de la fractura. 3. Losas de mármol, muy valiosas, frecuentemente se usaban dos veces. No era lo mismo en el caso de los azulejos, si ya estaban escritos. De todas maneras, para evitar un error, habrían tomado la precaución de poner la inscripción hacia dentro. (Como solían hacer con tablas). De esta manera hubieran eliminado la inconveniencia de cubrir lo viejo con lo nuevo.

4. Finalmente, si se usaban los azulejos de nuevo habría sido extraño y sorprendente sacar todos del mismo sepulcro. En conclusión, la hipótesis de Marucchi es de orientación abstracta, improbable y contraria a los métodos ordinarios del procedimiento de los sepultureros de los tiempos antiguos. Por lo examinado, y por todos los hechos, no se puede creer en esa hipótesis como verdadera. El P. Delehaye ha hecho un gran perjuicio al buen nombre de la arqueología diciendo, "Le Savant Archeoloque n'a rein escrit de mieux" (Anal Boll. 24 (1905), p. 120). En otras palabras, en la controversia que se levantó a cerca de este punto entre Bonavenia y Marucchi, Bonavenia está vindicado. (c.f. G. Bonavenia La Controversia acerca del epígrafe de Santa Filomena Roma, 1906). Además tenemos la pregunta arqueológica e histórico-arqueológica en la Polémica de Filomena (Roma 1907). Esta misma conclusión final fue llevada a cabo por dos arqueólogos, Prandi y Mustilli (sin conocerse) con la aprobación de M. Guarducci. (Graffiti di S. Pietro, 1, p501. Sello de la fecha y firmado, Roma, 29 noviembre, 1963). Finalmente, el historiador, George Mauter Markhof, en su comentario sobre el libro: "Filomena El Milagro Incómodo", Viena, 1981, dice en contra a Marucchi: "Considero el juicio de Marucchi, arqueólogo italiano, superficial y rencoroso algo extremadamente sorprendente considerando el excelente renombre de que disfrutaba. Evidentemente tenía algún prejuicio en contra de Santa Filomena y no se comportaba como científico para investigar el asunto de forma objetiva". A pesar de todo, todavía hay muchos misterios acerca de Santa Filomena. Creo que, entre los Santos Católicos, con excepción de Nuestra Señora, se presenta como un fenómeno extraordinario. Así, es posible concluir, diciendo que Filomena es una persona, que existe, y es la Santa y Taumaturga de ayer y de hoy, Dios se sirve de los sencillos y humildes para confundir el orgullo de los eruditos. El milagro más grande que hace Dios, en favor de la Santa, es la continua difusión de su culto, por todo el mundo Católico. Santa Filomena, la mártir de castidad y de su fe en Cristo, puede detener el

avance del materialismo y del racionalismo frío de hoy, un espíritu de fe ardiente.

por medio

LA FIESTA DE SANTA FILOMENA ES REMOVIDA DEL CALENDARIO LITÚRGICO

Santa Filomena está en el paraíso, este desconcierto es el trabajo de Satanás (Padre Pío)

El 14 de febrero de 1961, la Sagrada Congregación de Ritos removió el día de la fiesta de Santa Filomena del Calendario Litúrgico. Además, reemplazó la Misa "Proper" (Propia) del culto para sustituirla por la Misa del Común de Mártires. La razón dada es que "no existen pruebas históricas de su existencia", cuando en realidad, la evidencia a favor de la existencia de esta Santa es apabullante y consiste en los extraordinarios y numerosos prodigios que Dios ha concedido por su intercesión. Además, tenemos los testimonios de muchas personas muy santas. La veracidad de estos testigos es irreprochable, sin embargo, todo esto no se ha tenido en cuenta El 11 de agosto de 1971, Luigi Espósito, en un artículo titulado "El culto en estos últimos diez años", dice: "En 1964 cuando el obispo diocesano nos visitó, se le preguntó cual era la interpretación auténtica de la declaración 'Festum Autem S. Filumenae'. Queríamos saber exactamente si solamente se removió, el culto litúrgico o todo tipo de devoción. Recibimos la siguiente respuesta: "El culto litúrgico se remueve, el culto popular queda sin alteración. Se puede venerar la Santa aún con el honor de celebraciones externas y con la Misa del Común". Cuando el Obsipo de Misore, Moneñor M. Fernandez, titular de la catedral de Santa Filomena en India, le preguntó a Pablo VI, cómo había que interpretar el decreto del 14 de febrero de 1961, éste le contestó "Siga como antes y no perturbe a los fieles". O sea, que solamente se puede venerar y honrar a la Santa con

celebraciones externas en su Santuario en Mugnano y en otras partes en donde por razones locales, existe su devoción. Además, no ya con su Misa Propia, sino con la Misa del Común de Mártires. Tal vez, la lección que hay sacar de esto, es que debemos tener más confianza en los caminos de Dios. Los sencillos pueden ver como trabaja el Señor. Los caminos de Dios con frecuencia no son siempre los del hombre. La intención de éste librillo es modesto. Es hablar muy simple de lo que se puede afirmar históricalnente de Santa Filomena. Concede a otras obras el estudio de la personalidad de Don Francisco de Lucía, el retrato completo de Sor María Luisa, los milagros y los promotores. de la devoción a la Santa por todo el mundo. La voz autorizada del Santo Pio X, el arqueólogo A. Ferrua, Padre Pío, y el testimonio de los famosos devotos recogidos en este librillo, presentan una garantía suficiente para asegurarse que la Mártir Romana no solamente tiene existencia e identidad personal, sino que también mantiene un culto valioso, popular y litúrgico por toda la Iglesia Católica. A los devotos de la Santa es grato y útil leer estas páginas para confirmarlas en su amor y devoción a la Santa Filomena.

Grandes Devotos de Santa Filomena Papa León XII (1823-1829) dio permiso para la erección de altares e iglesias en honor de Santa Filomena, y la declaró la "Gran taumaturga del siglo XVIII. Papa Gregorio XVI, en Enero 30 de 1837, solemnemente la elevó al altar dando completa autoridad a su culto en todo el mundo católico y por toda la eternidad. Le dio el título de Patrona del Rosario Viviente. Pío IX - Curado milagrosamente por la Santa. Cuando llegó a ser Papa, fue en peregrinación a su santuario el 7 de noviembre de 1849. En ese mismo año, la nombró Patrona de los Hijos de María. León XIII - Antes de su elección al Papado, fue dos veces en peregrinación a su Santuario. Después de ser nombrado el Vicario de Cristo, le dio una cruz de mucho valor al Santuario. Aprobó la Confraternidad de Santa Filomena y la enriqueció con indulgencias. La elevó a Archicofradía. Papa San Pío X elevó la Piadosa Archicofradía de Santa Filomena a Universal nombrando a San Juan Bautista Vianney su Patrón, el 21 de mayo de 1912. Le gustaba mucho tener noticias de la Archicofradía y envió varios regalos al Santuario. Entre estos hay un anillo magnífico de oro, que tiene una piedra grande y preciosa. Este Papa y gran Santo de la Santa Madre Iglesia solemnemente declaró: "... desacreditar las presentes decisiones y declaraciones concernientes a Santa Filomena como no siendo permanentes, estables, válidas y efectivas, necesarias de obediencia, y en completo efecto para toda la eternidad, procede de un elemento que es nulo y vano y sin mérito y autoridad." (1912). La Sierva de Dios, Sor María Luisa de Jesús, devota ferviente de la Santa, fundó en Nápoles la congregación religiosa de las Hermanas de Nuestra Señora Dolorosa y Santa Filomena. El Santo Cura de Ars, gran devoto de la Santa, sembró la devoción de

ella por toda Francia. Pauline Jaricot, Fundadora del Rosario en viviente y la Propagación de la Fe. Fue curada milagrosamente por Santa Filomena el 1º de agosto de 1835 y de ahí en adelante la nombró como Defensora de Sacerdotes Misioneros. La Sierva de Dios, María Cristina de Savoia, conocida bienhechora del Santuario, dio a luz al heredero del trono de Nápoles, Francisco II a través de la intercesión de la Santa. Por gracias recibidas regaló al Santuario la imagen de un niño hecho de plata. Venerable Bartolomeo Longo, devoto de la Santita la escogió como patrona de "Opere Pompeane". Defensores - Los devotos que, como el Santo Cura de Ars, promueven y propagan la devoción admirable a la Santa por todo el mundo.

SAN JUAN MARIA VIANNEY (El Santo Cura de Ars) Y SANTA FILOMENA

Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios. (Cura de Ars: Sermón sobre la perseverancia)

¡LA NUEVA LUZ DE LA IGLESIA MILITANTE! Este título le ha sido conferido a Santa Filomena por San Juan María Vianney (El Santo Cura de Ars), heroico confesor y patrono de todos los párrocos. La pequeña ciudad de Ars, Francia, ha llegado a ser famosa a través de la santa vida y de las obras de este santo. Su alma especialmente escogida, escondía bajo las pobres vestimentas de humilde sacerdote, al apóstol más estupendo del siglo XIX. El quizás más que cualquier otro, atrajo la atención del mundo al poder de su Santa favorita entre todos los santos: Santa Filomena. PAULINE JARICOT, la fundadora de la Sociedad para la Propagación de la Fe y del Rosario Viviente, en 1835, por intercesión de Santa Filomena había sido milagrosamente curada de un desesperante mal. A través de ella, conoció el Santo Cura el poder de la Santa. La Señorita Jaricot, le ofreció parte de una preciosa reliquia de Santa Filomena que ella había obtenido del relicario de Mugnano y el Cura de Ars la recibió como una valiosísima joya. Inmediatamente se puso a trabajar para erigir una capilla en Ars donde colocó estas reliquias, que muy pronto dieron lugar a innumerables curaciones, conversiones y milagros. Lleno de un intenso amor por esta pequeña santa, la eligió a ella como su especial patrona celestial y se comprometió a ella por voto. Siempre hablaba de la santa, le pedía todo tipo de favores, y decía de ella que era “el milagro próximo” por los extraordinarios prodigios que ella obraba. Santa Filomena solucionó sus problemas financieros,

ella convirtió pecadores; curó enfermedades gravísimas; y obró innumerables milagros en respuesta a sus simples oraciones. Muchos de ellos están registrados en la biografía del santo, pero los milagros no registrados, estos solos, podrían llenar un volumen. Recomendaba que le hicieran Novenas por incontables intenciones de todo tipo que las personas le referían. Advirtá seriamente a los enfermos que rezaran a Santa Filomena y los bendecía e instruía para que rezaran la Novena y siempre se impresionaba por todas las curaciones de esta pequeña santa, a la cual, después de Dios, le estaba totalmente agradecido. Miles de personas vinieron a la capilla de Ars en peregrinación, con el propósito de invocar el auxilio de Santa Filomena en sus necesidades y pruebas. Evidencias tangibles de favores obtenidos, los milagros obrados, las conversiones realizadas, las oraciones escuchadas son la respuesta de Santa Filomena. Debido al fervor de la devoción del Cura de Ars a Santa Filomena, y las numerosas curaciones y favores obtenidos por su intercesión, toda Francia pronto invocó su nombre. Cada diócesis tenía altares y muchas capillas e iglesias se dedicaron a ella. Pero la devoción a la santa no sólo fue en Francia. Los reyes, las reinas, los cardenales, los obispos, los sacerdotes, y muchos religiosos y fieles a través del mundo la aclaman como su patrona celestial. Solamente Dios puede contar la cantidad de milagros hechos por Santa Filomena al pueblo de Ars. A todos los que le imploraban su ayuda, el santo cura siempre les respondía que debían ir y hablar con Santa Filomena. Era venerada en el altar más hermoso de su iglesia. Este sacerdote santo estableció con ella una amistad sencilla y mística y una familiaridad agradable y profunda. La llamaba su "intemediaria", su "chargée d' affaires", su "cónsul con Dios", y su "Santita" el título por el cual hoy es conocida. Un día, con ingenuidad santa, se le escuchó decir "Basta ya, mi santita". Estás haciendo demasiados milagros! Muchas personas piensan que se deben a mis oraciones! El mismo Santo Cura fue objeto de un gran milagro. Enfermó gravemente, su feligresía se estaba llena de consternación. Los

peregrinos, preocupados de su salud, llegaban a Ars de las más remotas regiones de Francia. Para tener a raya a la muchedumbre que se reunía, debió intervenir la policía. Cuando todo parecía perdido y se esperaba su muerte de un momento a otro, recurrieron a Santa Filomena, y Dios, mostrando su grandeza, por la poderosa intercesión de nuestra Santita, cuando las esperanzas estaban ya perdidas, se les concedió la gracia que pedían y su santo cura sanó y regresó a su parroquia, es decir, a Francia en general. En cierta ocasión, una persona se acercó al Cura de Ars y le preguntó: “¿es verdad, Padre que Santa Filomena le obedece?”. A lo cual contestó el sacerdote santo, “¿y porqué no? si Dios mismo me obedece en el Altar” (“obedece”: se refiere a que por obra de Dios a través del sacerdocio en la Misa se realiza milagrosamente la conversión del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, es decir, Jesús “obedece” por amor al sacerdote en este caso). Él sentía constantemente la proximidad de su presencia y se dirigía a ella con nombres más familiares y no ahorró ningún esfuerzo en inducir a otros a que invocaran su intercesión en sus necesidades de cuerpo y alma. Él decía a menudo: “Hijos míos, Santa Filomena tienen gran poder con Dios, y ella tiene, por otra parte, un corazón buenísimo; roguemos a ella con confianza. Su virginidad y generosidad en el abrazo de su martirio heroico la han hecho tan agradable a Dios que Él nunca rechazará cualquier cosa que ella le pida para nosotros.” Se decía que el Cura de Ars hacía todo por ella y Santa Filomena hacía todo por él. Muchos años más tarde, después de su muerte, la gente de Ars construyó un monumento en su honor y lo colocó sobre una colina desde donde una vez más, señala el altar de Santa Filomena como si dijera, "Recurre a ella y serás consolado". El 8 de enero de 1905 el Santo Papa Pío X beatificó el humilde Cura de Ars, poniéndolo como modelo de todos los pastores de almas. Cuando se enteró de las criticas al culto a Santa Filomena, afirmó que el argunento más fuerte en favor de la devoción a Santa Filomena era el Cura de Ars. El 31 de mayo de 1925, el Papa Pío XI, canonizó al "Sencillo Cura

de Ars" y durante su jubileo sacerdotal promovió por todo el mundo el patrocinio celestial de San Juan María Vianney para "fomentar en todo el mundo el bien espiritual de todos los sacerdotes".

Novena y Oraciones A Santa Filomena

De Click Aquì Para Conocer la Novena y Oraciones a Santa Filomena.

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