Sacheri 40 - R. R. Julio Meinvielle El Maestro

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R. P. JULIO MEINVIELÜE: El Maestro En la vida de los pueblos como en la historia de la misma. Iglesia, surgen de cuando en cuando algunas l'jguras excepcionales q u e jalonan con su personalidad y con su obra el invisible itinerario de esas mininas naciones hacia su destino histórico. Esos hombres excepcionales constituyen verdaderas "gracias" para los pueblos cpie saben acoger a tiempo su mensaje. T a l h a sido la vida y la

obra del Padre J u l i o

Meinvielle

a quien venimos a despedir acongojados, sus amigos y discípulos. Algunos de éstos me h a n urgido generosamente q u e sintetice su labor y su testimonio intelectual. T r a z a r en breves palabras el perfil intelectual del q u e r i d o Padre Meinvielle es una empresa sumamente ardua, y estoy convencido q u e aun para muchos de sus íntimos resulta difícil aquilatar la proyección de su obra en la Iglesia argentina v en la Patria. Sólo el transí tirso del tiempo podrá

ciarnos

su dimensión definitiva. Y ello es comprensible pues la vocación del Padre J u l i o se ha canalizado a través de iniciativas, abras y testimonios tan variados q u e escapan fácilmente a cualquier tentativa de encasillamiemo cómodo. Su vocación intelectual: el filósofo cristiano Si tuviéramos que definir

con una única expresión la vo-

tación intelectual del Padre, creo que la más adecuada es la del "filósofo cristiano".

T u v o en grado excepcional "la pasión

por la V e r d a d " y subordinó toda su vida de intelectual católico y de sacerdote de Cristo a la profundización y a la d i f u sión de la Verdad cristiana, en todos los ambientes y sobre lodos los aspectos, concierne como pocos del lema agustiniano "la mayor Caridad v«s la Verdad". A la difusión de la verdad onsagró toda su obra, toda su capacidad, todo su testimonio. 13

Realizó en p l e n i t u d aquello q u e expresa Santo Tomás, de Aquino, su gran maestro, c u a n d o define la vocación d e l "Doctor" como la de aquél que reúne a la vez las cualidades propias de la vida contemplativa y de la vida activa. M u y pocas veces es dable constatar el equilibrio, la facilidad y l a eficiencia con que el Padre acometía las más variadas iniciativas intelectuales y prudenciales. Resulta casi

inexplicable

q u e u n a misma persona f u n d a r a y dirigiera la J O C , los Scouts Católicos, la p a r r o q u i a Nuestra Señora de la Salud, el A t e n e o P o p u l a r d e Versailles y, al mismo tiempo, redactara obras d e tanto valor y madurez como la Concepción Católica de la Economía, la Concepción Católica de la Política, El J u d í o en el Misterio de la Historia y nueve libros más en poco más de u n a década. Si a ello sumamos los cursos y las conferencias dictadas en el marco de los célebres Cursos d e C u l t u r a Católica y la f u n d a c i ó n y dirección de las revistas Nuestro T i e m p o , Balcón, Presencia y, posteriormente, Diálogo, más su asidua contribución a otras importantes publicaciones como Arx, de Córdoba, Criterio (en su primera época), Sol y L u n a y Ortodoxia, amén de otras innumerables al p u n t o q u e desafían toda posibilidad de rastreo sistemático, recién

entonces

podemos

vislumbrar sus quilates intelectuales y el e m p u j e de su espíritu renovador. A d m i r a b l e síntesis, pocas veces realizada dentro y f u e r a de nuestro país. Y todo ello con u n sentido de alegre militancia, no por desconocer las asperezas del combate intelectual en u n clima creciente de confusión m e n t a l y moral, ni por ceder a falsos optimismos, sino por estar centrado en la Esperanza sobrenatural de u n Dios Providente q u e realiza su plan en medio de la polvareda de las luchas h u m a n a s . El Padre Meinvielle f o r j ó su vocación en medio de las estrecheces culturales de u n ambiente tanto clerical como civil, demasiado propenso a la frivolidad y poco amigo de la disciplina y austeridad propias del rigor intelectual. N o t u v o maestros; su formación tanto teológica como social se debió únicamente al estudio asiduo y dócil de Santo T o m á s de A q u i 14

no y de las grandes encíclicas sociales, de las cuales h a sido hasta hoy el más ferviente apóstol en la Argentina. Indice elocuente de sus dificultades iniciales es a q u e l l a anécdota en la cual siendo sacerdote recién o r d e n a d o leía la Suma teológica en el atrio de la iglesia de la Balvanera, cuando u n alto prelado le p r e g u n t ó q u é estaba leyendo y al ver q u e era Santo T o m á s le dijo: ' T e r o m'hijo, n o leas esas cosas tan complicadas que te van a hacer mal a la cabeza". Q u é h u b i e r a sido del Padre Julio, si se h u b i e r a atenido a tales consejos. . . U n intelectual combatiente U n a de las facetas más divulgadas y menos comprendidas de nuestro maestro ha sido su mili t a n d a y el carácter p o l é mico de su obra intelectual. Meinvielle f u e " u n intelectual combatiente" en todos los frentes. La m e n t a l i d a d contemporánea rehuye las doctrinas claras d o n d e la verdad resplandece con todo su vigor, lógica herencia de nuestro pasado liberal. Hoy se verifica como nunca la admonición de San P a b l o sobre los tiempos en q u e los hombres no soportarán la b u e n a doctrina de la salvación. La generosa entrega del Padre J u l i o a la causa de la Fe y la verdad cristiana, no podía menos q u e situarse a contrapelo de tales defecciones. Si algo caracteriza su estilo intelectual n o es ni la seducción retórica, ni las sutilezas literarias sino la claridad y precisión de sus juicios intelectuales. Sapienfis es jndicare, enseña Santo T o m á s : es propio de] sabio el juzgar, no sólo el discernir. Meinvielle juzgó v juzgó bien. Hoy lo palpamos con la trágica evidencia de los desastrosos efectos de los errores que él j i i ^ ó o p o r t u n a mente en sus causas primeras. Pero juzgó anticipadamente, es derir, r u a n d o lo errores empezaban a ser formulados. Con auténtica actitud sapiencial y metafísica, Meinvielle detectó en 1936 los graves errores del neoliberalismo católico de Jacques Maritain y su h u m a n i s m o integral, y su errónea concepción de la política cristiana: " N o es u n a política q u e se 15

ajusta a las leyes tradicionales del derecho n a t u r a l

teniendo

en (lienta ei sentido s o b r e n a t u r a l del h o m b r e , sino u n a política que, aun en el p l a n o específicamente n a t u r a l se ve p e r t u r bada por los principios cristianos q u e actúan en ella a m o d o de f e r m e n t o r e v o l u c i o n a r i o " (Ue L a m . p . !H:>). Del m i s m o m o d o le f u e r o n sucediendo otros e n í r e n t a m i e n tos con Jas d i f e r e n t e s f o r m a s del e r r o r c o n t e m p o r á n e o . L a p o lémica del a ñ o

1949 en "Presencia" sobre

el

"nacionalismo

marxista", (pie hoy tiene t a n l a m e n t a b l e vigencia. La d e n u n cia de la gnosis pante/sta d e T e i l h a r d de C h a r d i n q u e sirvió de i n s t r u m e n t o a la d i f u s i ó n del n e o m o d e r n i s m o

progresista

del mal l l a m a d o "post Concilio". Las c o n f a b u l a c i o n e s d e

un

j u d a i s m o carnalizado y cabalístico, q u e abdica de su m i s i ó n s o b r e n a t u r a l p a r a t r a n s f o r m a r l a en a f á n de p o d e r

mundial.

Los trágicos devaneos del progresismo de los sacerdotes-obreros v de los tei ( e r m u n d i s t a s . Las vanas u t o p í a s centradas en t o r n o de la " p r o p i e d a d c o m u n i t a r i a " , en clara oposición con la e n s e ñ a n / a

constante del Magisterio. Y tantos errores más

de las variantes n e o m o d e r n i s t a s en las versiones recientes de R o b i n s o » , K ü n g , R a h n e r y otros. Concierne el P a d r e J u l i o de la urgencia de u n a p r o f u n d a renovación intelectual y m o r a l , como condición

indispensable

de todo o r d e n social más justo y h u m a n o , militó en todos esos frentes. P e r o su actitud de "intelectual c o m b a t i e n t e " siempre se vio t e m p l a d a p o r el respeto p o r el adversario, e v i t a n d o t o d o agravio personal y todo a r r a n q u e de pasión a n t e los a t a q u e s q u e recibió en tantos m o m e n t o s críticos, aun de la g e n t e q u e gozó como pocos de su generosidad, benevolencia v p a t e r n a l consejo. Esa d i g n i d a d en m e d i o de sus luchas le ha g r a n j e a d o al P a d r e el respeto de sus adversarios y la a d m i r a c i ó n de sus discípulos. D e f e n s o r d e la civilización cristiana: consccrsitio m u n d i N o siendo este el m o m e n t o propicio

para e n t r a r en deta-

lles sobre la elaboración d o c t r i n a l en las perspectivas antes 1(1

señaladas, cabe sin e m b a r g o r e s u m i r toda su enseñanza en u n a tesis central: la cristiandad

o civilización

cristiana.

Puede afir-

marse, sin lugar a eludas, q u e el P a d r e Meinvielle h a sido el mayor teólogo de la C r i s t i a n d a d en lo q u e va del siglo xx. Siemp r e lúe consciente de q u e sin u n o r d e n de convivencia resp e t u o s o del derecho n a t u r a l y cristiano, la d i f u s i ó n del E v a n gelio se halla g r a v e m e n t e c o m p r o m e t i d a . P o r eso e l a b o r ó u n a teología de la historia y de la c u l t u r a sobre el eje doctrinal del R e i n a d o Soria] de Cristo. Esta p r e o c u p a c i ó n central le p e r m i t i ó ver desde u n p r i n c i p i o q u e q u i e n n o c o n t r i b u y e ,a e d i ficar la C i u d a d de Dios o C r i s t i a n d a d , f a t a l m e n t e t r a b a j a p a r a su (k'uiolieió», esto es, en el sentido de las fuerzas anticristianas d e n u n c i a d a s por los Papas desde Pío IX hasta P a u l o V I i n clusive. El Padre J u l i o vivió p e r m a n e n t e m e n t e su actividad intelectual destacando la g r a n r e s p o n s a b i l i d a d q u e tenemos los laicos en aquéllo q u e el profético P í o X I I llamara la " c o n s cratio n m n d i " , la consagración del o r d e n t e m p o r a l a Dios. Siempre generoso con los jóvenes, su e j e m p l o y enseñanza trascendieron siempre los aspectos personales. El n u n c a quiso (ni tuvo) dicípulos "meinviellianos", ele espíritu sectario y p u . l a m e n t e imitativo. Sólo quiso discípulos de la Iglesia y de Santo J"' más, signo