Saber Escribir

Saber escribir Escribir es un proceso complejo. Pues, supone tener dominio de técnicas y herramientas de composición de

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Saber escribir Escribir es un proceso complejo. Pues, supone tener dominio de técnicas y herramientas de composición de textos y dominio de lenguaje, es decir, tener conocimiento gramatical, léxica así como conocer las reglas de composición de la estructura de frases y oraciones. Escribir una oración o un conjunto de frases, a veces, resulta fácil, pero cuando se trata párrafos y textos más extensos nos complicamos, tanto así que, a veces, abandonamos la escritura. En esa medida, para tener dominio de la escritura detallaré algunos conceptos y elementos claves para el desarrollo de la escritura de textos. Partiremos de un término que ya mencionamos, la estructura. Cuando hablamos de estructura, nos referimos también a lo estructural, estructuralista y estructuralismo, pero también lo relacionamos con sistema. Dentro del ámbito del lenguaje, la estructura se relaciona con la escritura en oposición a la oralidad en términos de complejidad. Cassany (1997, p.27) señala que el código escrito es un sistema de signos que sirve para transcribir el código oral. Más delante, señala que el lenguaje escrito es código heterogéneo con muchas variaciones que obedece a las situaciones de la comunicación. “El escrito tiene una u otra estructura, contiene un determinado tipo de informaciones y utiliza un conjunto de recursos lingüísticos específicos […] según sea más general o más especializado el tema sobre el que se escribe, contendrá más léxico especifico o no”(Cassany, 1997, p.44) Siguiendo a Cassany, otro elemento que hay que considerar a la hora de escribir un texto es la adecuación. Se refiere a la variedad de la lengua. “La adecuación es la propiedad del texto que determina la variedad dialectal o estándar y el registro (general-específico, oral-escrito, objetivosubjetivo y formal-informal) que hay que usar” (1997, p. 27). Entonces para redactar un buen texto y según el tipo de texto es necesario tener conocimiento de estas variedades del lenguaje. También hay que tener dominio de la coherencia del texto, es decir, saber que palabras se deben o no usar cuando escribimos. La coherencia, dice Cassany, que es “la propiedad del texto que selecciona la información relevante de la irrelevante y organiza la estructura comunicativa de una manera determinada” (p. 30). Se trata pues de escoger, seleccionar y utilizar aquellas palabras e informaciones que son importantes para una mejor compresión del texto y su significado. Si encontramos en el texto o párrafo cualquier información o palabra irrelevante que además evite entender su significado, decimos que el texto es incoherente.

Una vez que seleccionamos los elementos y las informaciones más apropiados para la composición de un texto, es necesario establecer una relación de signficado lógica entre ellos. A esto llamamos cohesión. Casanny señala que: “la cohesión es la propiedad del texto que conecta las diferentes frases entre sí mediante las formas de cohesión. Estos mecanismos tienen la función de asegurar la interpretación de cada frase en relación con las demás y, en definitiva, asegurar la comprensión global del texto. Sin formas de cohesión , el texto sería una lista inconexa de frases y la comunicación tendría grandes posibilidades de fracasar , puesto que el receptor debería completar frases por sí solo, sin ninguna indicación del emisor y con un elevado margen de error” (p. 31) Dicho de otra, si no se toma en encuentra la cohesión, no habría texto sino un conjunto aislado de palabras donde el lector debe armar las piezas de un rompecabezas.

Ahora sabiendo estas

técnicas y elementos básicos para el desarrollo de la escritura, existe un último recurso del texto que se usa para los fines estrictamente comunicativos: esto es, la retórica. En la tradición aristotélica, la retórica era sinónimo o estaba estrechamente relacionado con discurso y persuasión. A propósito, Barthes, nos dice que la retórica es: “una técnica, , es decir, un “arte” en el sentido clásico del término: arte de la persuasión, conjunto de reglas , de recetas cuya aplicación permite convencer al oyente del discurso” (1966, p.9). Entendida así la retórica, viene a ser otro elemento importante del texto, porque no solo se trata de escribir correctamente un texto, sino también cómo escribir, cómo decir algo que para el oyente sea persuadido y al final convencido con el texto y el discurso.

En resumen, podemos decir que escribir no es solo escribir por escribir, no es decir por decir las cosas. La escritura debe estar bajo la idea de una organización, un conjunto de elementos y recursos lingüísticos: hablamos de estructura, además, escribir es un proceso que donde hay que seleccionar y discriminar elementos importantes de aquellas menos importantes; hablamos de coherencia, escribir significa saber

y conocer el contexto de la comunicación, dominar las

variedades de la lenguaje; hablamos de adecuación, escribir significa componer y relacionar las palabras bajo un sentido lógico; hablamos de cohesión, pero escribir no es conocer las reglas sino también cómo escribir al lector, como convencer al lector; hablamos de retórica. Al final, escribir no es solo escribir, sino saber escribir.

Bibliografía Barthes, R. (1966). Investigaciones retoricas l. La antigua retórica. Barcelona: Ediciones Buenos Aires. S.A. Cassany, D. (1997). Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir. Buenos Aires: Paidós.