Ritual de Matrimonio Set 2010

EL RITUAL DE MATRIMONIO Nos proponemos estudiar la segunda edicioó n del Ritual de matrimonio. La primera edición tíópi

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EL RITUAL DE MATRIMONIO

Nos proponemos estudiar la segunda edicioó n del Ritual de matrimonio. La primera edición tíópica (latina) fue promulgada el 19 de marzo de 1969 y en nuestro paíós la edicioó n castellana es del 16 de noviembre de 1977. La segunda edición tíópica (latina altera) fue promulgada el 19 de marzo de 1990. La aprobacioó n de la CCDDS es del 24 de abril de 2009 y la promulgacioó n para su uso en Argentina fue dada en la uó ltima Comisioó n Permanente (agosto 2010) con una vacatio legis que se extienda hasta el primer domingo de Adviento de 2011. La composicioó n del Ritual es como sigue: 

Presentacioó n



Decretos



Notas preliminares



Cuatro esquema de celebraciones para distintas circunstancias



Elenco de lecturas bíóblicas (llevadas a un Leccionario en volumen aparte)



Apeó ndices

Estudiaremos cada parte, senñ alando las novedades maó s importantes. Luego, en ponencias sucesivas, retomaremos diversos aspectos relacionados con la celebracioó n y la pastoral de este sacramento.

Las notas preliminares La primera edicioó n de nuestro Ritual, ofrecíóa un embrioó n de prenotandos (o notas previas): eran soó lo dieciocho puntos de los cuales apenas siete presentaban el contenido y significado de la celebracioó n y once se referíóan a aspectos meramente rituales.

2 En esta edicioó n hay prenotandos mucho maó s desarrollados y completos, al estilo de los restantes libros lituó rgicos vigentes. Encontramos cuatro secciones:

I.

I.

Importancia y dignidad del sacramento del matrimonio

II.

Oficios y ministerios (en los que se subraya la participacioó n de los fieles y las funciones de los distintos ministerios)

III.

La celebracioó n del matrimonio

IV.

Adaptaciones que competen a las Conferencias Episcopales

Importancia y dignidad del sacramento del matrimonio (nn. 1-11)

Se presentan aquíó de manera concisa los puntos que describen la “visioó n actual” que sobre el matrimonio y su significado tiene la Iglesia. La influencia clara de la exposicioó n proviene de Gaudium et spes y Familiaris consortio. Se subraya que la institucioó n del matrimonio en la sociedad humana es un reflejo de la voluntad de Dios, y de la consideracioó n del matrimonio como realidad natural se pasa a los aspectos sacramentales cristianos. Se declara con fuerza que la raíóz de la sacramentalidad del matrimonio cristiano maó s que encontrarse en las disposiciones subjetivas se ubica en la realidad objetiva del bautismo que ha consagrado radical y definitivamente a los contrayentes como cristianos (n.7). Esta manera de ver, supera la mirada que hace depender la realidad del matrimonio de la estructura natural del matrimonio en la creacioó n (aunque dicha estructura posea un sentido sagrado) y tambieó n la mirada que hace depender la sacramentalidad del sentido trascendente que posee el amor conyugal. Vale la pena senñ alar la manera de describir las consecuencias o frutos del matrimonio cristiano senñ aladas en el n. 11: (…) Los que se casan en Cristo, por la fe en la palabra de Dios, pueden celebrar fecundamente el misterio de la unión de Cristo y la Iglesia, vivirlo rectamente y dar testimonio públicamente ante todos. El matrimonio deseado, preparado, celebrado y vivido cotidianamente a la luz de la fe, es el que «la Iglesia une [consagra], que el sacrificio [la Eucaristía] confirma, que la bendición sella, que los ángeles proclaman, que el Padre tiene por válido [ratifica]... ¡Qué hermosa la unión entre dos fieles que tienen una misma esperanza, un mismo deseo, un mismo modo de vida y de servicio! Ambos hermanos, ambos se asisten mutuamente, ninguna separación ni en la carne ni en el espíritu; es más, son dos en una sola carne, donde hay una sola carne, también hay un solo espíritu».1

II. 1

Oficios y ministerios (nn. 12-27)

Tertuliano, Ad uxorem, II, VIII: CCL I, 393.

3

Esta seccioó n y su pretensioó n es completamente nueva. Es el capíótulo que enmarca el matrimonio en una visioó n eclesial. Hay una influencia del Coó digo de Derecho Canoó nico promulgado en 1983; esto puede advertirse por las veces en que se ha citado. Se trata de la participacioó n de los fieles no soó lo en la celebracioó n sino en la preparacioó n. Los fieles son en primer lugar los mismos futuros coó nyuges, los familiares, los pastores y en cierta medida la comunidad toda. En el contexto de estos prenotandos se presenta la preparacioó n del matrimonio como un verdadero momento de evangelizacioó n. Se incluye el caso líómite en el que los novios rechazan lo que pide la Iglesia cuando se celebra el matrimonio (n. 21); la mirada es la propia del Derecho Canoó nico. En ese punto cabe una distincioó n entre “carecer de fe” y “rechazar la visioó n que la Iglesia tiene del matrimonio”. Un matiz nuevo es el hecho de relacionar la preparacioó n del matrimonio con su celebracioó n: se afirma la conveniencia de que sea un mismo ministro quien prepare a los novios, haga la homilíóa en la celebracioó n, reciba el consentimiento y celebre (presida) la Misa (n. 23). Tambieó n se explicita el lugar de la celebracioó n (en directo: la parroquia de uno u otro contrayente) (n. 27).

III.

Celebración del matrimonio (nn. 28-38)

Se abre esta seccioó n afirmando la íóndole comunitaria de la celebracioó n y por esto no hay que excluir la posibilidad de celebrar maó s de un matrimonio en una celebracioó n o tambieó n la posibilidad de insertar la celebracioó n en la Misa dominical (n.28). Se aconseja que las partes variables de la celebracioó n sean elegidas por los contrayentes, orientados por el paó rroco (n. 29). Una nota a tener en cuenta y que desafíóa a las costumbres actuales es la del n. 30 respecto de los cantos. Se recuerda que eó stos deben ser “aptos para expresar la fe de la Iglesia”. Dos desvíóos son posibles aquíó: uno, que encontramos de manera generalizada, es la de acudir a muó sica religiosa que responde a otras temaó ticas o situaciones o a veces ni siquiera religiosa; el otro, acudir a cantos lituó rgicos pero distantes de la temaó tica matrimonial. Llama la atencioó n la indicacioó n de observar el Salmo responsorial, en líónea con el Ordo Lectionum Missae. La celebracioó n del matrimonio en los díóas penitenciales; se adecua maó s a la realidad actual. Las reglas de opcioó n por la Misa ritual y por las lecturas no se han modificado (cf. n. 34).

4 Hay recomendaciones pastorales para adaptarse a la composicioó n de los participantes, tanto los coó nyuges, como su familia y los presentes.

IV.

Adaptaciones que competen a las Conferencias Episcopales (nn. 39-44)

Aquíó se reproduce esencialmente el texto de la edicioó n anterior pero de manera reorganizada. Se puede anñ adir a los prenotandos de la edicioó n latina otros textos complementarios, sin sustituir los originales, en funcioó n de adaptar el Ritual a las costumbres sociales del propio paíós. Las facultades de las Conferencias episcopales son maó s amplias que en otros rituales, supuesta la base natural y cultural del sacramento. El proceso realizado por la Conferencia Episcopal Argentina despueó s de la primera edicioó n del ritual tuvo pasos de estudio y consulta que no arrojaron resultados significativos en cuanto a elementos propios.

Los esquemas celebrativos Los capíótulos I al IV contienen los esquemas celebrativos del matrimonio. Los analizaremos uno a uno. I.

Celebración del Matrimonio dentro de la Misa

La composicioó n del Ritual es paradigmaó tica y permite intercambiar los elementos variables con los que se encuentran en otros sitios del Ritual. La razoó n de este capíótulo en primer lugar responde a SC 78. No hay cambios estructurales en el rito aunque síó variantes en los textos. Como detalles rituales en referencia a nuestra praó ctica habitual: 

Se omite el acto penitencial



Se mantiene el Credo –cuando corresponde- despueó s de la Oracioó n de los fieles



Se omite la introduccioó n orante del Rito de la Paz



Se agregan ritos complementarios

Los pasos se esquematizan a continuacioó n:

5

RITOS INICIALES Entrada Primer modo (nn. 45, 46 y 47) Segundo modo (nn. 48, 49 y 50) Monicioó n despueó s del saludo inicial Tres posibilidades (nn. 52, 53 y 54) La cuarta es para realizar la memoria del bautismo (n. 55) Bendicioó n del agua bautismal adaptada (n. 56) Se omite el acto penitencial y, fuera de los tiempos de Adviento y de Cuaresma, se dice el Gloria.

LITURGIA DE LA PALABRA Un formulario ejemplar Para variantes se remite al leccionario propio o al volumen IV del leccionario de la Misa Indica las caracteríósticas de la homilíóa

CELEBRACIOÓ N DEL MATRIMONIO Monicioó n (n. 64) Interrogatorio (nn. 65 y 66) Dos formas Manifestacioó n del consentimiento Tres formas (nn. 69, 70 y 71) Confirmacioó n del consentimiento Dos formas (nn. 72 y 73) Alabanza de la asamblea (n. 74)

6

Bendicioó n y entrega de los anillos Tres oraciones de bendicioó n (n. 75) Una foó rmula de entrega (n. 76) Oracioó n de los fieles Un formulario (n. 78) Para variantes se remite a los nn. 259-262 Bendicioó n nupcial Cuatro formularios (nn. 83-84, 85, 86, 87) A Dios nuestro, que con tu poder hiciste todas las cosas de la nada, desde el principio todo lo ordenaste, haciendo al hombre a tu imagen, le diste al varón la ayuda inseparable de la mujer, para que ya no fueran dos, sino una sola carne y enseñaste que nunca será lícito separar lo que Tú has querido unir para siempre. Dios y Padre, que consagraste la vida conyugal por medio de un sacramento tan grande, prefigurando en el matrimonio la unión que existe entre Cristo y la Iglesia. Dios y Padre, que unes al varón y a la mujer y concedes a esta unión, establecida desde el principio, la única bendición que no fue abolida por la pena del pecado original, ni por la sentencia del diluvio. Mira con bondad a estos hijos tuyos que, unidos por el vínculo conyugal, imploran tu bendición. Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo, para que, por la efusión de tu amor en sus corazones, permanezcan fieles en la alianza nupcial. Concede a tu hija N. el don del amor y de la paz, y la gracia de seguir siempre el ejemplo de aquellas santas mujeres que son alabadas en la Sagrada Escritura. Que el corazón de su esposo N. confíe en la que ahora es su esposa y, reconociéndola como su compañera y coheredera de la vida de gracia, la respete y la ame como Cristo ama a su Iglesia. Y ahora, Padre, te suplicamos por estos hijos tuyos: que la firmeza de la fe y el cumplimiento de tus mandamientos los mantenga íntimamente unidos, y haga de ellos un ejemplo para los demás, de manera que, inspirándose en el Evangelio, den a todos un buen testimonio de Cristo. [Que sean padres fecundos y de reconocida virtud y puedan ver a los hijos de

7 sus hijos.] Y después de una vida larga y feliz, gocen de la paz de los santos en el Reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. B Padre santo, Tú hiciste al hombre a tu imagen y lo creaste varón y mujer, a fin de que, unidos en su cuerpo y en su corazón, cumplieran su misión en este mundo. Tú quisiste, Padre, que la unión nupcial de los esposos nos revelara el designio de tu amor y fuera el signo de la Alianza que hiciste con tu pueblo, y así pusiera de manifiesto el misterio de la unión entre Jesucristo y la Iglesia. Te pedimos que derrames tu bendición sobre estos hijos tuyos [N. y N.] e infundas en sus corazones el poder del Espíritu Santo. Concédeles, Padre, que en esta unión sacramental que comienzan se comuniquen mutuamente las riquezas de tu amor y que, siendo el uno para el otro signo de tu presencia, sean de verdad, un solo corazón y una sola alma. Concédeles también, Señor, mantener con su trabajo el hogar que hoy constituyen; [que eduquen a sus hijos en el espíritu del Evangelio y los preparen para incorporarlos a tu familia santa]. Colma con tu bendición a tu hija N., para que pueda cumplir sus deberes de esposa [y madre] y sea el alma y la alegría del hogar. Bendice también con abundancia a tu hijo N., para que cumpla sus deberes de esposo fiel [y padre generoso]. Concede, Padre santo, que estos esposos unidos en tu presencia, [así como ahora se acercan a la mesa del altar] se alegren un día de participar en el banquete de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. C Padre santo, creador de todo cuanto existe, que has hecho a tu imagen al varón y a la mujer y quisiste bendecir su unión conyugal, te pedimos por estos esposos que acaban de unirse por el sacramento del matrimonio. Concede, Señor, tu abundante bendición a estos hermanos nuestros N. y N., y que el poder del Espíritu Santo llene sus corazones para que, alegrándose en su mutua entrega, [hagan fecundo su hogar y] enriquezcan a la Iglesia. Que te alaben, Padre, en la alegría y te busquen en la tristeza; que en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda y en las dificultades sientan cercano tu consuelo; que invoquen tu nombre en la oración de tu Iglesia, sean tus testigos en el mundo y, después de una vida plena y feliz en compañía de sus amigos, lleguen a tu reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

8 D Dios Padre de toda bondad, en tu designio de amor creaste al hombre y a la mujer para que, en la entrega recíproca, con ternura y fecundidad viviesen alegres en la comunión. Cuando llegó la plenitud de los tiempos has enviado a tu Hijo, nacido de una mujer. En Nazaret, compartiendo las alegrías y las fatigas de toda familia humana, creció en sabiduría y gracia. En Caná de Galilea, convirtiendo el agua en vino, se convirtió en presencia de alegría en la vida de los esposos. En la cruz se humilló hasta la extrema pobreza de la condición humana, Así nos has revelado, Padre, tu amor admirable por nosotros, sin pedir nada a cambio. Con la efusión del Espíritu de tu Hijo Resucitado has concedido a la Iglesia recibir tu gracia en nuestro tiempo santificando todos sus días. Ahora, Padre, mira a N. y N., que se encomiendan a ti: lleva a término la obra que comenzaste en ellos y conviértela en signo de tu caridad. Descienda tu bendición sobre estos esposos para que, marcados con el fuego del Espíritu Santo, se conviertan en Evangelio vivo entre los hombres. [Que sean guías sabios y firmes de sus hijos que alegrarán a su familia y a la comunidad]. Sean alegres en la esperanza, fuertes en la tribulación, perseverantes en la oración, atentos a las necesidades de los hermanos, diligentes en la hospitalidad. No devuelvan a nadie mal por mal, bendigan y no maldigan, vivan muchos años y en paz con todos. Padre, el amor de estos esposos sea semilla de tu reino. Y que conserven en el corazón una profunda ansia de ti hasta el día en el cual, junto a sus seres queridos, puedan alabar eternamente tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. Omisioó n de la oracioó n preparatoria a la paz Ritos complementarios (n. 90) Entrega del libro de los Evangelios o de la Biblia: N. y N. reciban el libro de la Palabra de Dios. Busquen en ella a Cristo Camino, Verdad y Vida para crecer juntos en el amor y realizar sus vidas en plenitud. Entrega de una oracioó n: N. y N. reciban esta oración y comprométanse a rezarla juntos para que el Dios de la Vida y la Verdad les muestre su camino.

9

Entrega de la Cruz: N. y N. reciban la Cruz del Señor; que en el nuevo hogar que han formado sea signo visible del amor de Dios por los hombres.

Conclusioó n de la celebracioó n Bendicioó n solemne (tres formularios) (n. 91) Presentacioó n de los esposos a Nuestra Senñ ora (opcional) (n. 93) Virgen María, esposa y Madre: en este día feliz nos presentamos ante ti con el corazón desbordante de alegría. Tú que en Caná de Galilea, junto a tu Hijo, intercediste por unos novios, escucha la oración que te hacemos llegar. Nuestro amor ha sido bendecido por Jesús y como cristianos pedimos que intercedas ante tu Hijo, como en aquella hora, para que seamos alabanza de la gloria de su gracia y testigos luminosos ante los hombres del amor que nos ha hecho esposos. Amén. Despedida (n. 94) Firma del acta (n. 92)

II.

Celebración del Matrimonio en la Liturgia de la Palabra

Respecto de la edicioó n tíópica se agruparon los elementos que allíó aparecen distribuidos en forma de esquemas (tres). Se sumoó un cuarto esquema inspirado en el Ritual italiano y todos los elementos se situaron de manera sucesiva de forma de poder combinarlos. Los pasos esquematizados son los siguientes: RITOS INICIALES Entrada Primer modo (nn. 96 , 97 y 98) Segundo modo (nn. 99, 100 y 101) Monicioó n despueó s del saludo inicial Tres posibilidades (nn. 103 y 104)

10 La cuarta es para realizar la memoria del bautismo (n. 105) Bendicioó n del agua bautismal adaptada (nn. 106 y 107) Oracioó n Siete posibilidades (n. 109)

LITURGIA DE LA PALABRA Cuatro formularios (n. 110) Para variantes se remite al leccionario propio Indica las caracteríósticas de la homilíóa

CELEBRACIOÓ N DEL MATRIMONIO Monicioó n (n. 113) Interrogatorio (nn. 114 y 115) Dos formas Manifestacioó n del consentimiento Tres formas (nn. 118, 119 y 120) Confirmacioó n del consentimiento Dos formas (n. 121) Alabanza de la asamblea (n. 122) Bendicioó n y entrega de los anillos Tres oraciones de bendicioó n (n. 123) Una foó rmula de entrega (n. 124) Oracioó n de los fieles Cuatro formularios (n. 126) Bendicioó n nupcial Cuatro formularios (n. 127) Rito de Comunioó n (nn. 130-137) Ritos complementarios (n. 138) Conclusioó n de la celebracioó n Bendicioó n solemne (tres formularios) (n. 139) Presentacioó n de los esposos a Nuestra Senñ ora (n. 141) Despedida (n. 142)

11 Resulta maó s sencillo advertir la diferencia secuencial entre la celebracioó n sin comunioó n y la celebracioó n con comunioó n presentaó ndolas en paralelo: SIN COMUNIOÓ N

CON COMUNIOÓ N

(…)

(…)

ORACIOÓ N DE LOS FIELES

ORACIOÓ N DE LOS FIELES

PADRENUESTRO

BENDICIOÓ N NUPCIAL

BENDICIOÓ N NUPCIAL

TRASLADO DEL SANTIÓSIMO SACRAMENTO

RITOS COMPLEMENTARIOS

PADRENUESTRO

BENDICIOÓ N CONCLUSIVA

RITO DE LA PAZ

PRESENTACIOÓ N A NTRA. SRA.

ESTE ES EL CORDERO DE DIOS…

FIRMA DEL ACTA (FUERA DEL AÓ MBITO SAGRADO)

COMUNIOÓ N ORACIOÓ N DESPUEÓ S DE LA COMUNIOÓ N RITOS COMPLEMENTARIOS BENDICIOÓ N CONCLUSIVA PRESENTACIOÓ N A NTRA. SRA. FIRMA DEL ACTA (FUERA DEL AÓ MBITO SAGRADO)

III.

Celebración del Matrimonio ante un asistente laico

Si en los dos primeros capíótulos la nueva edicioó n sigue el mismo plan que la anterior, con referencia al capíótulo III el contenido es nuevo. Describe la celebracioó n dirigida por un laico, tal como estaó se preveó en el Coó digo de Derecho Canoó nico (can. 1112). El esquema ritual es anaó logo a la del capíótulo II, por lo que aquíó no lo describiremos salvo las observaciones de estilo siguientes: 

Hay similitudes en el estilo del Bendicional (para el caso de las bendiciones impartidas por los laicos); asíó se especifica el lugar que ocupa el laico, los gestos que debe hacer, las foó rmulas que debe usar, etc.



La forma de expresarse siempre es ascendente (la bendicioó n inicial, la invitacioó n previa al Evangelio, las moniciones introductorias, etc.).

12 

En la monicioó n previa al consentimiento se destaca la explíócita mencioó n de que el laico es delegado del Obispo.



Tambieó n el estilo de la Bendicioó n nupcial cambia por completo ya que todo el esquema es de una “berakah ascendente”.

IV.

Celebración del Matrimonio entre una parte católica y una parte catecúmena o no cristiana

El capíótulo IV corresponde al III de la edicioó n anterior pero se ha tenido en cuenta, el caso radicalmente diverso del catecuó meno que, aunque todavíóa no sea cristiano, estaó muy lejos de ser un simple pagano. Los formularios, a diferencia del anterior ritual, han sido desplegados en su totalidad y tienen varias modificaciones adaptadas para que puedan ser recitadas ante una asamblea compuesta de cristianos y no cristianos. Una dificultad, advertida recientemente, se nota en el hecho de que se ha seguido al pie de la letra las expresiones usadas en los capíótulos I, II y III cuando se dice: “Ustedes ya estaó n consagrados por el Bautismo. Ahora Cristo, al bendecir ese amor, los enriqueceraó y fortaleceraó por medio del sacramento del matrimonio, para que puedan ser mutuamente fieles y asumir las responsabilidades propias de la vida matrimonial". Esta mencioó n al sacramento del matrimonio pertenece a la ensenñ anza del Magisterio, ya que se trata en estos tres capíótulos del consentimiento entre dos bautizados. En cambio, en el capíótulo IV, como una de las partes no estaó bautizada, se ha suprimido tanto la referencia al bautismo como al sacramento del matrimonio (n. 193, paó g. 107). Podríóa pensarse que esto se debe a que el caraó cter sacramental del matrimonio con dispensa de disparidad de culto es de libre debate entre las escuelas teoloó gicas y no hay hasta ahora intervencioó n del Magisterio. Sin embargo, en la segunda forma del consentimiento ambos contrayentes se preguntan: “¿Quieres unir tu vida a la míóa por el sacramento del matrimonio, en el Senñ or que nos ha creado y redimido?” (n. 197, paó g. 109). Y en la Introduccioó n a la Bendicioó n se dice “Invoquemos la bendicioó n de Dios sobre estos esposos (...) a quienes ha unido en el sacramento del matrimonio”. Y ya en la bendicioó n: “(…) Te pedimos por estos esposos que acaban de unirse por el sacramento del matrimonio” (n. 207, paó g. 114). Si se tratase de una toma de posicioó n teoloó gica, soó lo habríóa que decir que estamos ante una nueva ensenñ anza del Magisterio a traveó s de una foó rmula lituó rgica, cosa que resulta extranñ a porque no es el modo acostumbrado hasta ahora. Por eso, en lugar de “por el sacramento del matrimonio” podríóa mejor decirse, “por el víónculo del matrimonio” y donde dice “a quienes ha unido en el sacramento del matrimonio” podríóa decir “a quienes ha unido en matrimonio”. Y en el tercer caso senñ alado lo mismo: donde dice “acaban de unirse por el sacramento del matrimonio” podríóa decir mejor “acaban de unirse en matrimonio”. Estas propuestas concuerdan con el texto latino y no presentaríóan dificultad, pero el texto aprobado para Argentina incluyoó estos deslices. El tema se elevaraó a la consideracioó n de la Congregacioó n para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

13

Lecturas bíblicas para la celebración del Matrimonio Las lecturas bíóblicas se concentran en el capíótulo V del Ritual. La primera novedad de este capíótulo es la separacioó n editorial de las lecturas en un volumen diferente al conjunto del rito para que se disponga de un libro para el amboó n y otro para la sede de quien preside. La serie de lecturas bíóblicas propuestas por el Ritual coincide con el antiguo capíótulo IV, aunque se han anñ adido algunas lecturas nuevas: Pr 31, 10-13.19-20.30-31; Rom 15, 1b-3a.5-7.13; Ef 4, 1-6; Flp 4, 4-9; Hb 13, 1-4a.5-6b.

Apéndices Los Apeó ndices contienen material que complementa las celebraciones del sacramento del Matrimonio o bien completa los momentos previos o posteriores a dicha celebracioó n. Asíó, se ofrecen: 

Cuatro formularios alternativos de Oracioó n de los fieles.



Un esquema para quienes se comprometen, que se puede adaptar seguó n indican los nn. 263-265, a distintas presidencias (los propios padres, o un sacerdote, o un diaó cono o un laico); el n. 266 prohíóbe explíócitamente que el esquema se utilice dentro de la Misa; todo apunta a evitar que se confunda esta celebracioó n, de tipo maó s catecumenal, con una celebracioó n propiamente esponsal.



Un esquema de bendicioó n de los esposos dentro de la Misa con ocasioó n de los aniversarios de matrimonio.



Nueve esquemas de lecturas para la Liturgia de la Palabra que transcribimos a continuacioó n (nn. 298-306):

14 1. LA UNIDAD MATRIMONIAL Gen 1, 26-28.31a; S.R. 144, 8-10.15.17-18 ; Mc 10, 6-9 2. EL MATRIMONIO, MISTERIO DE AMOR Gen 24, 48-51. 58-67; S.R. 127, 1-5; Mt 22, 35-40 3. UNIDAD Y FIDELIDAD EN EL MATRIMONIO Tob 8, 4b-8; S.R. 111, 1-9; Jn 17, 20-26 o bien maó s breve: 17, 20-23 4. CRISTO, AUTOR DEL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO 1 Cor 6, 13c-15a. 17-20; S.R. 33, 2-9; Jn 2, 1-11 5. EL GRAN MISTERIO DEL MATRIMONIO Ef 5, 2a. 21-33 o bien maó s breve: 5, 2a. 25-32; S.R. 102, 1-2.8.13.17-18a; Mt 19, 3-6 6. LA ALEGRIÓA DE CASARSE EN EL SENÑ OR Gen 24, 48-51.58-67; S.R. 148, 1-4.9-14; Mt 5, 13-16 7. LA VIDA MATRIMONIAL Os 2, 16b.17b.21-22; S.R. 127, 1-5; Mt 6, 25-34 8. LA ALIANZA MATRIMONIAL Ap 19, 1.5-9a; S.R. 44, 11-12.14-17; Jn 2, 1-11 9. EL AMOR DE LOS ESPOSOS Ct 2, 8-10.14.16a; 8, 6-7a; S.R. 111, 1-9; Mc 10, 6-9

15

Correcciones al RITUAL DEL MATRIMONIO (1ª edición) EN EL RITUAL Paó g. 31, la primera líónea del segundo paó rrafo es ruó brica (“La novia se dirige al novio con estas palabras”). Paó g. 34, ruó brica 78: donde dice “otros modelos en los nn. 413-416” debe decir “otros modelos en los nn. 259-262” Paó g. 64: ruó brica 126: donde dice “otros modelos en los nn. 413-416” debe decir “otros modelos en los nn. 259-262” Paó g. 82-83: suprimir el formulario D completo (es repeticioó n del formulario A). La supresioó n puede mover lo que sigue y generar un desplazamiento que obliga a controlar todas las remisiones de paó ginas. Paó g. 85: en algunos ejemplares donde dice “aistente” debe decir “asistente” Paó g. 97: ruó brica 169: donde dice “otros modelos en los nn. 413-416” debe decir “otros modelos en los nn. 259-262” Despueó s de la paó g. 106 puede faltar un tramo del Ritual (de los nn. 186 a 190). La inclusioó n de lo faltante mueve todo lo que sigue y descompagina el conjunto, con lo cual habraó que revisar todas las remisiones de paó ginas y el íóndice. El texto faltante figura al final de este elenco. Paó g. 100: la ruó brica posterior a la primera oracioó n, donde dice “como se indica en el nuó mero 324” debe decir “como se indica en el nuó mero 182”. Paó g. 109: ruó brica 197: tercera líónea donde dice: “por el sacramento del matrimonio” debe decir “por el víónculo del matrimonio” Paó g. 109: ruó brica 197: octava líónea donde dice: “por el sacramento del matrimonio” debe decir “por el víónculo del matrimonio” Paó g. 113: ruó brica 205: donde dice “otros modelos en los nn. 413-416” debe decir “otros modelos en los nn. 259-262” Paó g. 114: ruó brica 207, tercera líónea donde dice “que se indica en el n. 307” debe decir “que se indica en el n. 209” Paó g. 114: despueó s de la ruó brica 207, en la cuarta líónea de texto: donde dice “a quienes ha unido en el sacramento del matrimonio” debe decir “a quienes ha unido en matrimonio”

16 Paó g. 114: despueó s de la ruó brica 207, en la uó ltima líónea de texto: donde dice “acaban de unirse por el sacramento del matrimonio” debe decir “acaban de unirse en matrimonio” Paó g. 159: donde dice “aistente” debe decir “asistente”.

Texto faltante después de la pág. 106 186. Siempre que contraen Matrimonio una parte católica con una parte catecúmena o no cristiana, la celebración tienen lugar en la iglesia o en otro lugar conveniente, según el rito siguiente: El ritual que aquí se ofrece han de observarlo el sacerdote o el diácono que hayan recibido del Ordinario del lugar o del párroco la delegación para asistir y bendecir en nombre de la Iglesia los Matrimonios que se celebren. Si, de acuerdo con la norma de que se habla en el n. 25, el Matrimonio se celebra ante un asistente laico, delegado para ello por el Obispo diocesano, se observará el mismo ritual, con las debidas modificaciones en cuanto a la bendición nupcial. El asistente usará una vestidura que no desdiga de este ministerio o lo que haya aprobado el Obispo.

RITOS DE ACOGIDA 187.

A la hora establecida, el que preside, revestido si es sacerdote o diácono, de alba y estola o también de capa pluvial (o de dalmática el diácono) de color blanco o festivo, se dirige con los ayudantes a la puerta de la iglesia o al lugar escogido, donde recibe a los novios y los saluda amablemente.

188.

Luego él, junto con los ayudantes, los novios, los testigos y todos los presentes, se dirigen a los asientos preparados para cada uno. Respecto al lugar preparado para los novios, conviene tener en cuenta, a ser posible, que queden situados de tal modo que no den la espalda a la asamblea.

189.

Después, el que preside, para disponer a los novios y a los presentes a la celebración del matrimonio, se dirige a ellos con estas palabras u otras semejantes.

N. y N., la Iglesia participa de la alegría de ustedes y los recibe cordialmente junto a sus parientes y amigos, en este día en que se disponen a unirse para siempre en Matrimonio. Para los creyentes, Dios es la fuente del amor y de la fidelidad, porque Dios es amor. Escuchemos, entonces, su Palabra con atención y pidámosle humildemente que atienda los deseos y peticiones que ustedes le presentan. 190. Si las circunstancias lo aconsejan, se puede omitir el rito de acogida, y la celebración del Matrimonio empieza por la liturgia de la Palabra.