Revista Gambito No01 - Revista Gambito PDF

Núm. 2 CORRESPONDENCIA 3 Sobre el tablero, Sergio Jaber realiza UNA ENTREVISTA CON JUAN JOSE ARREOLA 11 En su grave

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Núm.

2 CORRESPONDENCIA

3 Sobre el tablero, Sergio Jaber realiza UNA ENTREVISTA CON JUAN JOSE ARREOLA

11

En su grave rincón, los jugadores Rigen las lentas piezas ...

un poema de Jorge Luis Borges: AJEDREZ

12 ¿ La obra de arte fdeal?, pregunta Pierre Cabane en

1 MAYO DE 1986

48

19 ... ¡El simplemente no tuvo

Humberto Morales nos habla de

suerte, no tuvo buena suerte! ...

los ECOS DEL GRANO PRIX

Kenneth Frey reflexiona

INTERNACIONAL

SOBRE LA CASUALIDAD

MONTETAXCO en el que se

reunió un fuerte grupo de

23

jugadores internacionales

Mareel Sisniega nos presenta un fragmento de su libro UNA CRONICA PERSONAL

27 POE JUEGA P4D Y PIERDE

Roberto Peredo nos reseña sobre la vida de Edgar A. Poe

30 HISTORIA DE SONJA

UNA PLATICA CON MARCEL

¿está interesada la mujer en la

DUCHAMP

competición deportiva del ajedrez?

51

33

El ajedrez hecho realidad

en el artículo de Sergio Jaber: ALICIA A TRAVES DEL ESPEJO

37

EL MAS JOVEN es un artículc,

de Alexei Suetin en el que nos narra algo sobre et campeonato mundial

57

60 horas

Jugar ajedrez con una

Kennet Frey-...En sólo

computadora es un juego de

máquina, la computadora

HOMBRES

y

MAQUINAS,

nos dice Mauricio Osario

estudió las posiciones posibles de TORRE Y PEON CONTRA TORRE

15

41

65

RAPSODIA AJEDRECISTICA

Byrne, Korchnoi, Larsen y Spasski en las PARTIDAS

Un recorrido de Gerardo Limón.

SELECTAS que nos presenta

el reglamento de la FIDE vigente

por el ajedrez recreativo

Ricardo Valle Romo

desde

LEYES DEL AJEDREZ,

1985

CORRESPONDENCIA

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA Rector Alfonso Vélez Pliego Secretario general Hugo Pérez Barrientos Secretario de rectoría José Doger Corte Extensión Universitaria Víctor Manuel Bacre Difusión Cultural Armando Mena Departamento de Publicaciones

FEDERACION MEXICANA DE AJEDREZ A.C.

Hugo Vargas

ga�to Director

México, D .F ., a 23 de marzo de 1 986

Armando Mena Secretario de redacción Humberto Morales

Al enterarme del esfuerzo emprendido por gente

entusiasta de la Universidad Autónoma de Puebla,

Consejo de redacción Juan José Arreola

por sacar a la luz una revista especializada del

Kenneth Frey

juego-ciencia me sentí profundam ente complacido

Guillermo God(nez

por la relevancia que puede tener una publkación

Sergio Jaber Apolonio Juárez

de esta naturaleza, en la tarea de difundir el ajedrez

Gerardo Limón

en nuestro país.

Armando Mena Humberto Morales Roberto Peredo

Sin duda cubrirá u na necesidad importante en

Marcel Sisniega Hugo Vargas

el aficionado y co ntribuirá a que mu chos de los qu e no lo son empiecen

maravillosa actividad.

a interesarse por

esta

Portada El Fisgón Diseño interiores

Enhorabuena, pues, por la aparición de e sta revista

Jesús Fernández

que seguramente gozará de gran aceptación y mi

más calurosa felicitación al Consejo Editorial.

GAMBITO. Publicación trimestral de la coordinación de Difusión Cultural y del Departamento de Publicaciones, UAP. Toda correspondencia dirigirla a Refor­ ma 913, altos, Puebla, Pue. Teléfono

Atentamente

(91-22) 46-38-91. No se responde por originales

no

Eón Editores,

Dr. J orge Martín del Campo C. Presidente .

No.

78,

Col.

solicitados. S.A.

Impresión.

de C.V. Camelia

Florida, México, D.F.

Tel. 524-23-72. IMPRESO EN MEXICO PRINTED IN MEXICO

2

GAMBITO

Sobre el tablero

Una entrevista con Juan José Arreola Sergio Jaber

Sergio Jaber : Además de tu amor por las letras, se conoce tu pasión por el ajedrez. J�J. Arreola: Mira: volver a expresanne a propósito del ajedrez es ocasión de alegría, ahora más que nunca, porque se trata de la fundación de una nueva revista de ajedrez en México. Y que esta nueva revista, en la que tú participas desde antes de que aparezca al público, que es mucho decir -aparezca ante nosotros los ajedrecis­ tas- me da una nueva oportunidad para decir que considero al ajedrez no sólo como una ocupación de mi vida, no sólo como un pasatiempo personal; y al decir pasa­ tiempo me corrijo inmediatamente, el ajedrez es pasatiempo como es pasatiempo el amor, como es pasatiempo la teología, como es pasatiempo todo lo que el hombre hace para transcurrir en esta vida. El ajedrez establece en el tiempo de la vida per­ sonal un tiempo aparte, es el tiempo en que movemos una pieza, en la aventura de hacerlo. Pienso que yo tengo las piezas blancas, abro de manera tradicional y sólida con peón cuatro rey; en ese momento mi tiempo personal, de JuanJosé Arreo­ la, de padre de familia, de abuelo, de hombre nunca de negocios, pero hombre de obligaciones, queda interrumpido. Todo se acabó en el momento en que, si llevo las piezas blancas, abro con peón cuatro rey. En ese momento todo se acaba, incluso se acaba el mundo, el mundo al que antes me referí, el mundo de las obligaciones, de los deberes, de los sentimientos, el mundo del toma y daca, y empieza ese qtro mun­ do en el que también hay toma y daca : te puedo dar un peón ¿me vas a dar un peón a cambio? ¿O te vay a dejar una pieza boba? Y en ese dar y recibir del ajedrez existe el. maravilloso elemento del sacrificio. Si te doy un alfil, una calidad: torre por caba110, en este toma y daca ya no se cumplen las leyes elementales de que te doy un cen­ tavo por otro, un pétalo de una flor por otro pétalo de una flor, sino de que estoy haciendo del trueque una operación a mi favor, pero no en bienes materiales; por eso el ajedrez es una entidad sublime, más allá del mundo de la materia, de lo cotidia­ no . . . Bueno en el momento en que lo cotidiano sea el mundo de la materia, pero en ese momento estamos canjeando unas cosas por otras; pero, ¿qué es un peón? Un peón no es una moneda de cambio, yo no estoy dando un peso a cambio de 3

entrevista con juan jasé arreola otro peso, puedo dar un peón débil a cambio de un peón más fuerte; entonces, en el ajedrez hay un sistema monetario maravilloso, donde se canjean valores, pero h�y esto: el ajedrez ocurre en un tablero de ocho casillas por ocho -sesenta y cuatro en total- con dieciséis piezas blancas y dieciséis piezas negras donde ocurre otro co­ mercio, que es el canje de una inteligencia por otra, de una sensibilidad por otra, de una imaginación, de una fantasía por otra. El ajedrez . . . dice la gente de manera sim­ ple, es un juego lento para inteligentes. Pero no, ni es lento, ni es verdad que sea necesario ser inteligente para jugarlo. La inteligencia; por otra parte, no sabemos qué es. Ni creo que el ajedrez sea un juego para personas preparadas o cultas o matemá­ ticas, nada de eso; un muchacho de pueblo se puede convertir en un gran ajedrecista, porque el ajedrez es producto de la inspiración, de la intuición y del arrebato, pero

¡atención! , también es reino del estudio, de la concentración, de la disciplina. En­ tonces, mira Sergio Jaher, veo en el ajedrez una lección como tantas otras desde la Edad Media; otra lección a propósito de cómo debe comportarse el hombre en la superficie de la tierra, como el ajedrecista en la superficie del tablero. Si la tierra es redonda . . . pues yo realmente, fíjate, no lo sé, no me consta que la tierra sea redon· da, pero me consta que el tablero es horizontal, y que tiene líneas; que hay casillas blancas y que hay casillas negras que debo ocupar o defender, y así para mí, el ajedrez se vuelve una disciplina moral; pór eso veo con satisfacción que la Univer­ sidad Autónoma de Puebla publique una revista que a la vez propague el ajedrez, destacándolo sobre tantos juegos de azar. Imagínate a los niños que juegan con máquinas electrónicas, no puedo verlos sin molestia, en fannacias, en centros de recreo, y otros lugares, entregados a una disciplina frente al maquinismo electró­ nico; yo veo siempre el ajedrez no en la computación; lo veo en la presencia de un jugador frente a otro, y que los dos sean como en el poema antiguo, caballeros, y se jueguen limpiamente sus dones, sus capacidades, su voluntad de ganar o su resig­ nación caballerosa de perder. 4

GAMBITO

entrevista can juan jasé arreala

S.J. ¿ Tú consüieras que se puede tomar al ajedrez como moNvo de inspz·racz·ón literaria ?

J.J .A. Aquí están los poemas, los últimos muy notables de Jorge Luis Borges a propósito de! ajedrez, son tres sonetos. Pero desde el principio de los tiempos ajedrecísticos y para mí -fíjate en que voy a decir algo importante- no porque lo diga yo en este momento, iguahnente es muy importante porque ya lo dice la histo­ ria de la humanidad y la historia del ajedrez; yo creo que verdaderamente desperta­ mos a la cultura, al ser verdadero del hombre, en el momento en e! que el ajedrez, a partir del Cercano Oriente, se dispara al occidente europeo, luego va a las regiones Qórdicas, viene empujado desde la mánga tártara también hacia el occidente euro­ peo y desde la península ibérica, que es e! extremo occidental de Europa, viene con Colón y viene con Hernán Cortés hacia América. Entonces, si yo considero al ajedrez como esa aventura magnífica del espíritu, date cuenta que ha sido un motivo- de ins­ piración constante, para poemas, fábulas, leyendas, verdaderas historias y todo lo que es el orden de la creación artística. La escultura ha de partir de las artesanías popula­ res del mundo que conoce el ajedrez, y es todo el mundo. Ni el futbol que cuenta con tan numerosos aficionados, bueno, ni sumados a los que tienen e! basquetbol y e! beisbol y el tenis -y no me refiero al público que asiste a los estadios sino a los practicantes- superan a los que formamos la familia de los que jugamos al ajedrez. Acuérdate del dicho latino que la Federación Internacional de Ajedrez, la FIDE, tiene como lema : gens una sumus, somos una familia, somos la familia inmensa, somo la familia que cuenta con más miembros en el ejercicio del deporte. y ahora que digo deporte, hay que recordar que no basta la palabra deporte, que no basta la palabra ciencia, que no basta la palabra juego para definir el ajedrez, el ajedrez es todo lo que un hombre puede realizar en la vida, en un espacio reducido como es el espacio donde se mueve, aunque viaje en aviones supersónicos, el hombre 5

entrevista con juan josé arreola siempre tiene un espacio y un tiempo: el espacio de ocho por ocho del tablero de ajedrez . . . el tiempo de dos horas y media para cuarenta jugadas. . . es otro espacio más allá del espacio de Aristóteles y del espacio de Albert Einstein y más allá del tiempo de Heráclito y de Jorge Luis Borges, en un tiempo fuera del tiempo, un espa­ cio dentro y fuera del espacio. Hay un tiempo que es el de la vida normal que puede ser el ocho o el nueve de marzo de 1 986; y hay otro tiempo que marca el reloj en el momento en que un jugador o un juez pone en marcha el movimiento mecánico o electrónico, para que cada jugador tenga un tiempo en su vida, el tiempo de ganar o de perder.

S.J. ¿Qué nos puedes decir con respecto al orzgen del ajedrez?

J.J .A. Siempre repito esta cuestión, no podemos decir que el ajedrez ha nacido en la India ni en China ni en Persia, el ajedrez que tú y yo jugamos, el ajedrez en que esta pieza es un alfil, un rey, un caballo, un peón o una torre . . . este ajedrez ha naci­ do más que en Persia y en Arabia, en la España musuhnana, en Granada, en Sevilla, en el reino muslmán. Allí es donde tenemos docu,mentos maravillosos a propósito de las piezas y de su movimiento, y quiero decir que Alfonso el Sabio, en su Libro del ajedrez, de los dados y las tablas estableció realmente de manera cultural y perfecta el ajedrez -y al decir cultural me refiero a documentación, hay manuscritos persas y arábigos y arábigo-españoles anteriores a él, pero es desde Alfonso el Sabio que lo podemos establecer. Ruy López de Segura es un hombre que nos habla más directa­ mente a propósito del ajedrez, de un ajedrez cuyas piezas ahora manejamos a partir de la Apertura española (Ruy López) aunque todavía hay algunas anomalías en su Libro de la Invención Literaria y Arte del Juego del Ajedrez, ahí se disparó todo . Naturalmente vienen luego los italianos que todos conocen, el Greco y el Putino y Paolo Boy y todos los que quieras, pero reahnente, para mí es la península ibérica la cuna del ajedrez verdadero, que es el que estamos jugando ahora tú y yo. 6

GAMBITO

entrevista con juan josé arreola S.]. En cuanto a los diferentes conceptos del tz'em po que hay en el ajedrez, al margen del tiempo-reloj, del espacio tem poral diferente que nos brinda. ¿Qué pz'en­ sas de la idea del tz'em po com o transcurrir sobre el tablero?; hemos oído que se per­ dió un tiem po en la a pertura. . .

J.J . A. Ah, ah, sí, sí, pero ese es un tiempo-movimiento. Se ha dicho mucho que es- mejor perder material que un tiempo. Si sacrificar un peón para ganar tiempos ¡ya es otro negocio a propósito del tiempo ! Es un negocio resuelto en.movimientos, en acción, y aquÍ sería objeto de una conversación realmente muy difícil pero muy rica y muy extrema, la de decir cómo la idea del tiempo-reloj es a la idea del tiempo-mo­ vimiento verdadera. Tú comprendes. Vamos a poner un ejemplo, no sé si decir más elemental o más brutal, el gambito del norte, el Gambito danés donde entregas tres peones seguidos, recuperas uno si el adversario todavía captura el último peón y, entonces resulta esto : hay tiempos ganados por el negro a costa del blanco, porque el negro llega a tener dos piezas fuera y el blanco ningua y esto nos da \lna idea distinta del tiempo, pero que es tiempo-movimiento y el tiempo disposición de material puesto en movimiento. En fin, esto es distinto, naturalmente que en ajedrez perder el tiempo es grave si uno lo pierde porque no se dió cuenta o porque el adversario dis­ puso de ese tiempo. Pero también uno pude perder tiempos adrede para retardar las operaciones y ver cuáles son los planes del adversario, por eso el ajedrez es infinito, porque es horrible perder un tiempo, pero a veces muy bueno.

7

entrevista con juan jasé arreola s .J. Com o el caso del zugzwang. J.J. A. ¡Ahí está ! Es una aniquilación del espacio en que tú puedes tener todas

tus piezas cabales y no tienes a dónde moverlas, por eso seguimos jugando ajedrez , porque la relación tiempo-espacio está completamente alterable. No voy a decir que alterada, está alterable en cada partida. Yo resuelvo hacer peón tres torre y perder un tiempo de espera para que al alfil no me clave en cinco caballo y eso es una horrorosa pérdida de tiempo, y sin embar­ go Anatoli Karpov suele hacer muchísimo eso en la Siciliana, de pronto juega peón tres torre.

s.]. ¿Q],té opinas de las virtudes didácticas o pedagógz'cas del a jedrez? J .J .A. Es una gran disciplina para los niños que van a ser luego adolescentes y

luego adultos, no tienen idea de cómo ayuda a los seres humanos a desarrollar sus capacidades en la vida, en la vida real; por ejemplo, digamos en las actividades más personales, digamos en la vida sentimental. La vida también en el orden de la profe­ sión o del mundo de los negocios, de lo que tú quieras y mandes.Tanto ayuda el ajedrez porque sencillamente nos hace concentrar nuestra atención en un punto y ahora que digo esto me acuerdo de una frase que dije hace mucho tiempo parodian­ do la sentencia de Pascal: la presión ejercida sobre una casilla se propaga en toda la superficie del tablero, porque cada casilla en el tablero del ajedrez es una circunstan­ cia que puede ser vital. ¡Yo no voy a decir que el ajedrez desarrolle la inteligencia ! El ajedrez aplica la inteligencia en un punto, es un ejercicio que les da a los niños que lo juegan ·la capacidad de concentrarse ¿qué quier hacer mi adversario?, ¿por qué movió el peón?, ¿por qué el caballo, el alfil o .la reina?, ¿por qué? . . Vaya ver, ¿qué pasa 'si yo a esta jugada, contesto con esto?, ¿qué pretendo?, ¿qué defiendo?, ¿qué ataco?, ¿persigo una acción inmediata?, ¿una celada?, o voy caminando hacia el final. . . Esto quiere decir que ya el niño se fija en el tablero. Hace treinta años en la Casa del Lago organizamos un torneo infantil de ajedrez, del cual se guardan docenas de fotografías de niños que están absortos, atentos con sus caritas de filósofos, de pensadores de Rodín y hay tantas personas que pien­ san que el ajedrez es una pérdida de tiempo.El ajedrez es una ganancia no sólo de •

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.

.

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entrevista con juan josé arreola tiempo, es una ganancia de constitución personal didáctica. Yo pienso que en Méxi­ co nos hace falta muchísimo ajedrez. El desarrollo del ajedrez en los países socialis­ tas es una lección. Qué cantidad de científicos , de técnicos, de obreros de primer orden, de personas aplicadas a un asunto gracias al ajedrez. Lo que pasa es que los hombres ya no asuntamos, no sabemos entregrarnos a algo que reclame totahnente nuestra atención. Si un niño aprende a jugar atentamente, no importa que no sea un campeón del mundo, lo que importa es que sea un ser humano capaz de atención, capaz de concentración en un momento de su vida, de sus circunstancias, de sus ne­ gocios, de su organización. Yo tengo para mí y lo vuelvo a decir y ojalá me escucha­ ran, que el ajedrez es la invención más bella, que va más allá de la capacidad humana. Ni la matemática estelar me parece comparable con el ajedrez, porque finalmente este se puede someter a leyes y a reglas. Con el ajedrez el hombre sigue siendo libre para desarrollar todo lo que es su capacidad de acción, de defensa, de ataque; ni la computadora sabe más que lo que sabe el equipo queja ha programado.

Fíjate, cuando yo era niño en mí pueblo, escuché esta frase tan espantosa basada en la teología cristaino-católica, en el catecismo del padre Ripalda: las potencias del alma son siete, tres a dar y cuatro a no dejar, y eso es el ajedrez, tenemos que ser activos a partir de la cifra siete, actuar y atacar en tres y disponer de cuatro entida­ des metafísicas, que se pueden calificar en tres a dar y cuatro a no dejarse dar. Y el otro está pensando lo mismo. Acuérdate de Alexander Kotov en las Memorz'as de un ajedrecista, un ajedrecista es un ingeniero que tiene materiales y planos para edificar una fortaleza, un castillo , pero tiene enfrente a otro arquitecto o ingeniero que tiene planes y medios materiales para edificar otra fortaleza y destruir la que está constru­ yendo su adversario. El ajedrez es un duelo y la única cosa que vale en la vida es el duelo , no el duelo de dolor, qué preciosa ambivalencia en el ténnino, sino el duelo de dos seres caballerosos que se enfrentan uno al otro. 9

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GAMBITO

Jorge Luis Borges

Ajedrez 1 En su grave rincón, lo s jugadores

Rigen las lentas piezas. El tablero

Los dem ora hasta el alb a en su severo

Ámbito en qlle se odian dos colores. Adentro irradian mágicos rigores

Las fonnas: torre homérica, ligero

Caballo, annada reina, rey postrero, Oblicuo alfil y peones agresores. Cuando los jugadores se hayan ido,

Cuando el tiempo los haya consumido,

Ciertamente no habrá cesado el rito. En el oriente se encendió esta guerra

Cu yo anfiteatro es hoy toda la tierra.

Como el otro, este juego es infinito.

11 Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada Reina, torre directa y peón ladino

Sobre lo blanco y negro del camino

Buscan y libran su batalla armada. No saben qu e la mano señalada

Del jugador gobierna su destino,

No sab en que su rigor adamantino Sujetan su alb edrío y su jornada.

Tam bién el jugador es prisio nero (La sentencia es de Ornar) de otro tablero

De negras no ches y blanco s días.

Dios mueve al jugador, y éste la pieza

¿Qué dios detrás de Dio s la trama empieza

De polvo y tiempo y sueño y agonías?

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¿La obra de arte idal?

Una plática con Marcel Duchamp* Pierre Cabane

P.C. He constatado una cosa: en primer lugar, lo cual no es nuevo, su pasión por el ajedrez. M.D. No es nada grave, pero es cierto. P.C. Pero también he constatado que su pasión se presentaba principalmente cuando usted no pintaba. M.D. Es verdad. • En Converlllcionea con Marcel Duchlzmp, de Pierre Cabane, Anagrama, Barcelona.

12

GAMBITO

plática con marcel duchamp P.c. y entonces me he preguntado si, durante esos periodos, los gestos que dirigían los movimientos de los peones por el espacio no suscitaban algunas creaciones -sí. ya sé, que usted no acepta esa expresión- imaginarias que, en su opinión, tenían tanto valor como las creaciones reales de sus cuadros y, además, establecían una nueva función plástica en el espacio. M.D. En u n cierto sentido, es v erdad. Una partida de ajedrez es una cosa visual y plástica, y si bien no es geométrica en el sentido estático de la expresión, al m enos es m ecánica, puesto que es algo que se mueve; es un dibujo, una realidad m ecánica. ' Las piezas no son hermosas por sí solas, así como tampoco la forma del juego, pero lo que es bello -si es que puede u tilizarse esa palabra- es el m ovimiento. Así pues,. se trata, en efecto, de una mecánica, en el sentido, por ejemplo, de un Caldero En el ajedrez hay de cierto, c o sas extraordinariamente hermo sas

en el ámbito del m ovimiento, pero n o, en absolu to, en el ámb ito visual. En ese caso lo que es hermoso es la imaginación del movimiento. Es algo que ocurre totalm ente en la materia gris.

P. C. En resumen, en el ajedrez hay un juego gratuito de formas que se opone al juego de formas funcional, del tablero. M.D. Sí. Totalmente. Aun cuando el juego no � ea totalmente gratuito, hay una elección. . .

P. C. Pero, ¿ no hay un destino? M.D. No. No hay un destino social. Eso e s, primordialm ente,

10 más importante.

P.C. ¿Es la obra de arte ideal? M.D. Podría serlo. Debe tenerse en cuenta también, que el m edio de los jugadores de ajedrez es mucho más simpático que el de lo s artistas. Se trata de personas totalmente obnu biladas, completame nte ciegas, provistas de orejeras. Locos de una cierta calidad, al igual que se supone que lo sea el artista, y no lo es, por lo general. Esto fue, tal vez, lo que más me interesó.

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GAMBITO

Rapsodia ajedrecística Gerardo Limón

En esta sección trataremos de hacer un breve recorrido por el mundo del ajedrez recreativo, es decir, aquel que hace alusión a diversos mo­ tivos artísticos, insólitos y anecdóticos, que aunque en su mayoría pertenecen al terreno de la fantasía creadora, no resultan ajenos al aje­ drez práctico y de competencia. Esta sección incluirá toda suerte de proble­ mas, composiciones o miniaturas, diagramas insólitos, anécdotas, curiosidades, etc. Con esto pretendo, fundamentalmente, lograr que este material sea un auxiliar en la estimulación de la fantasía creadora y la imaginación del lector, además de proporcionarle algunos elementos que le puedan ser útiles tanto en el terreno teó­ rico, como en el proceso de su entrenamiento como ajedrecista, sin pasar por alto, claro está, el aspecto humorístico y recreativo, que sin lu­ gar a dudas es necesario para lograr su esparci­ miento y motivación. Empecemos pues nuestro recorrido, hacien­ do una revisión de un aspecto muy interesante en el ajedrez : el valor de los peones. lVIe atreve­ ría a decir que los peones son las piezas más controvertidas del ajedrez, pues de ellos hay in­ cluso comentarios contradictorios, ¿qué princi­ piante no sabe o por lo menos no intuye que los peones son las piezas más insignifican tes so­ bre el tablero?, ¿qué ajedrecista no ha sacrifica15

rapsodia ajedrecística do un modesto peón, en alguna de sus partidas, con el objeto de abrir brecha para obtener un vigoroso ataque o bien para consolidar su posi­ ción en el tablero?, ¿acaso no es cierto que mu­ chos ajedrecistas no conceden al peón cualida­ des individuales suficientes para dar mate al rey adversario sin antes promoverse? Frecuentemente, todos estos planteamientos y muchos más, hacen menoscabo del valor de los peones, sin embargo en la práctica, también con mucha frecuencia, nos encontramos en el tablero ante situaciones que se encargan por sí solas de refutar dichos planteamientos, recor­ dándonos entonces las famosas palabras del aje­ drecista francés Francisco Andrés Philidor: "Los peones son el alma del ajedrez." En efecto, los peones son un elemento valioso en cualquier posición, ya que la estructuran o conforman ; cualquier movimiento de peón, por intrascen­ dente que parezca, puede traer consigo un cam­ bio radical en la estructura o conformación de la posición, e incluso en muchas ocasiones, has­ ta deja de tener valor el otrora plan estratégico, obligándonos ello, a adoptar otro muy distinto. A lo largo de mi experiencia ajedrecística, me he encontrado con muchas posiciones que me han sorprendido gratamente y me han demos­ trado que el peón es un digno elemento de lu­ cha. En mi época de principiante, hace unos siete u ocho años, empecé a convencerme de que un solitario peón (apoyado por el rey, cla­ ro está) es capaz de dar jaque mate. La posición "sorprendente" ante la que me encontré en aquella ocasión fue la siguiente; en ella el blan­ co juega primero y da mate.

N o recuerdo si en aquel momento pude o no resolver el problema que se me planteaba, sólo sé que "la solución es la siguiente: l. Th3, gh3 j ; 2 . Rf3, g4 j ; 3 . Rf4, g3 ; 4 . hg3 mate. Años más tarde, hojeando en una librería un libro de ajedrez, me encontré ante el mismo te­ ma, sólo que mucho más elaborado, esta vez se trataba de una verdadera composición.artística. La posición a la que me refiero es la siguiente, donde las blancas juegan y matan sin coronar:

8 7 6 5 4 3 Z a

b

c

d

e

f

3

h

La solución es bellísima, con la primera ju­ gada de las blancas el bando negro cae en zug­ zwang: 1 . a5, h3 ; 2. g4 j, Rh4; 3 . a3, h5 ; 4.g5, fg5; 5. a4, g4; 6. Rf4, g3; 7. hg3 mate. ¡Un ver,. dadero homenaje al peón ! Recientemente, impresionado todavía por esa belleza y retomando esta idea primitiva, hi­ ce una composición que lejos de alcanzar la be­ lleza de la anterior, también resulta didáctica.

8

8

7

7

6

6

5

5

z

2 1 a

16

b

c

d

e

f

g

h

a

e

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e

f

g

h GAMBITO

rapsodia ajedrecística Las blancas juegan y dan mate sin coronar : 1 . e4, fe4; 2. fe4, f5; 3. e5, f6; 4. Re7! , fe5; 5. fe5, f4; 6. Re6, f3; 7. h3 ! , fg2; 8. f4, gl :D; 9. f5 mate. Obsérvese cómo todas las jugadas del bando negro son únicas. A continuación pongo a su consideración dos diagramas publicados en el libro Mosaico ajedrecí�tico de A. Kárpov y E. Guik; en ellos se pone de manifiesto cómo un sólo peón es ca­ paz de vencer a todo el ejército enemÍgo. Blan­ cas juegan y ganan:

5

z a

b

c

d

e

f

g

h

La solución¡ ep poco menos que increíble, veámosla 1. o-o (con amenaza de mate), Ce5 (única); 2. d4 ' , hacer? ) 3. de5, Tb3; 4. ef6 y el negro está per­ dido ante la inminente éoronación del único peón blanco.

8

a

b

c

d

e

f

g

h

Las negras juegan primero y ganan. iAsom­ broso ! ¿Cómo es posible que un sólo peón ne­ gro pueda derrotar a las 1 6 piezas blancas? Veámoslo: 1 . . . . , Re8. Con esta jugada del negro, el blanco queda, exceptuando a la dama, totalmente "ahogado"; 2. Da8, h6 (esta es la única jugada ganadora del negro, ¿por qué?); 3 . Da7, h5; 4. Da8, h4; 5. Da7, h3; 6 . Da8, h2; 7. Da7, h 1 : C; 8. Da8, Cg3; 9. Da7, Ce4; 1 0. Da8, Cd2; 1 1 . Da7, Cc4; 12. Da8, Cd2; 1 3 . Da7, Cb3; 1 4.Da8, Cc5; 15. Da7, Ca4; 1 6. Da8, Cb6 mate ! i El milagro se ha realizado ! Si después de esta exhibición usted todavía no está convencido de la relevancia de los peo­ nes en una posición cualquiera, creo que nada lo convencerá. Hay que destacar sin embargo que en algunas posiciones, lejos de ser benefactor, el peón es perjudicial. En estos casos los peones constitu­ yen un verdadero estorbo. Como ejemplo de ello podemos citar un conocido final teórico : es de todos conocido que dos caballos y un rey blancos no pueden dar mate a un solitario rey negro, si el bando negro juega correctamente. Sin embargo si este último cuenta además con un peón, es posible dar dicho mate. La teoría de estos finales fue elaborada por el pionero de la composición A. Troitsky. Nuestro ejemplo es el siguiente : 17

-

rapsodia ajedrecística

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EDICIONES

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OCEANO

8

I REEDICIONES RECIENTES I

7 6 5

BIOGRAFIA DE UNA NACION

4

José Fuentes Mares

3 Z

MORIR EN EL GOLFO a

b

c

d

e

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Héctor Aguilar Cam(n

h

¡El blanco juega y da mate ! Solución: 1. Ce4 , d2; (si 1 . . . . , Rh8; 2. Cf6 obteniéndose el mismo resultado) 2. Cf6j, Rh8; 3 . Ce7, dI :D; 4. Cg6 y mate. Independientemente de que los peones pro­ pios y adversarios actúen en beneficio o en per­ juicio de nuestros intereses, lo que sí está claro es que el papel que desempeñan en la lucha es relevante. Para concluir este nuestro primer recorrido por el mundo del ajedrez recreativo, a conti­ nuación les ofrezco otra composición mía basa­ da en una idea primitiva bien conocida, y que de alguna manera está relacionada con la dis­ cusión anterior :

ARRANCAME LA VIDA Angeles Mastretta

r

EL PODER AL PUEBLO Pablo González Casanova

CIUDAD QUEBRADA Humberto MUSilcchio

100 PREGUNTAS Y RESPUESTAS EN TORNO A LA ECONOMIA MEXICANA José S. Méndez

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Luis Velázquez Rivera

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DICCIONARIO DE ECONOMIA

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Santiago Zonilla y J. Silvestre Méndez

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Las blancas juegan primero y ganan. La solu­ ción aparecerá en el siguiente número. 18

BAMBA VIOLENTA

DE VENTA EN LlBRERIAS y TIENDAS DE AUTOSERV IC II busque libros OCEANO GAMB I TO

Sobre la casualidad Kenneth Frey

" ¡Tuvo suerte !" " ¡No tuvo suerte ! " Resulta frecuente escuchar tales expresiones durante los torneos. ¿No serán ellas absurdas? ¿Hay en nues­ tro lógico juego lugar para la felicidad y la des­ gracia? Sí, lo hay. Y además, generalmente, para la felicidad , porque la desgracia se manifiesta más

bien de manera tradicional. A veces, en la lucha seria , los maestros de alta clase cometen errores increlbles. Si miramos esto con calma, no encon­ tramos nada de asombroso. ¿Acaso no tiene el hombre la costumbre de equivocarse? Nadie puede negar eso . Hasta los más grandes entre los grandes están condenados algunas veces

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sobre la casualidad a cometer errores, porque no pueden trabajar siempre con la fuerza completa . Y así, como en general todos los grandes tienen más o menos las mismas armas, entonces la diferencia en fuer­ za depende de la capacidad para evitar los erro­ res. Uno se equivoca, por término medio, en cada quinta partida en forma seria. Estos erro­ res no tienen relación alguna con las sutilezas o el método de juego de uno u otro maestro. Hasta los jugadores más geniales los cometen. Es necesario diferenciar si el jugador hizo el error por incomprensión o porque alguna u otra causa hizo que le traicionara su aparato mental. Como los errores graves de los ajedrecistas des­ tacados sin duda sólo dependen de esta última causa, entonces el "mal juego" parece un tér­ mino demasiado cruel. Debería llamarse "mala suerte". ¿Cómo se puede llamar al caso en que el ajedrecista según todas las reglas del arte, construyó una posición y después, con espanto, vio que en este momento su adversario tiene una variante ventajosa que antes no era posible ni prever, ni calcular? Obsérvese el diagrama. Alekhine alcanzó esta posición y parecía que había equilibrado las acciones. El había preparado una jugada que creía suficiente para rechazar el ataque del ene­ migo, y así 1 .Cg4.

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Ahora el punto h2 está defendido, y al mis­ mo tiempo el alfil de e5 y el peón de e7 están. atacados. Si el alfil se va sin defender el peón de e7, sigue 2. Dxe7 ; aL . ., Af6 seguirá 2. d6 20

y aL . . , Ad6; 2. e5 con juego victorioso en to­ dos los caso5:J Así, sólo queda la continuación que ocurrió en la partida, la que también fue considerada por Alekhine. 1 . . ., Txg4; 2 . fg,Txfl+ ; 3 . Rg2 (ahora la da­ ma negra no puede defender a la torre de fl) 3 . . . , Dxh2+ ; 4. Rxfl Alekhine calculó la combinación hasta esta jugada, pero aquí él no tuvo "buena suerte". La posición tiene una forma de ganar de es�u­ dio de casi 15 jugadas por parte de las negras, y Yates la encontró . Para haber previsto todo esto, las blancas hubieran tenido que calcular con i20 ! jugadas de anticipación la posición cuando efectuaron 1 . Cg4 y eso, por lo menos en los tiempos actuales, sobrepasa las capacida­ des del hombre. Yates ganó del modo siguiente: 4 . . . , Dhl+ ; 5. Rf2, Ad4+ ; 6. Rg3, DgI+ ; 7. Rh3 (en caso de 7. Tg2, Del+ las negras acortan la solución), Dfl+ ; 8. Tg2, Dhl+ ; 9. Rg3 (o 9. Th2 , Df3+ ; 1 0. . las blancas tampoco pueden escapar del mate), Del+ ; 1 0. Rh3, g5! GAMBITO

sobre la casualidad ¡La primera jugada de problema! Las blan­ cas tienen una sola jugada para evitar el fracaso inmediato . 1 1 . Tc2, Dfl+; 1 2 . Rh 2 (no hay mejor) DgI+; 13. Rh3 , Dhl+; 1 4. Rg3, Ddl! (segunda jugada de problema); 15. Tc3 (única. A 15. Tg2 o 15. Th2 gana 15 . . . , Del+) , Dgl+; 16 . Rh3 , Dfl+; 1 7 . Rg3 , Af2+; 1 8 . Rf3 , Ag 1 + Y mate en dos. iQué diga alguien que Alekhine jugaba mal porque no previó todo esto ! ¡El simplemente no tuvo suerte, no tuvo buena suertd Si un ajedrecista perdió en una buena posi­ ción, o en una posición que estaba para ganar por culpa de la "mala suerte", entonces a su adversario que , sin sembrar nada, segó una gran cosecha, le sonrió la felicidad. En estos casos su éxito depende poco de su maestría ajedrecística.

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Examinemos el segundo diagrama: Teichman ha logrado una posición maravi­ llosa. Las blancas sólo pueden capitular. Sin dejar caer el ánimo Duras jugó l. Tbl con la inocente amenaza de dar jaque en b8 . Si las negras respondieran l. . . , g6 Duras plegaría sus armas y la partida recibiría un premio de belle­ za. En lugar de eso Teichman jugó 1. . . , h6? y después de 2 . Tb 8 + capituló pues a 2 . . . , Rh 7 las blancas toman tanto el alfil como la torre . Sería interesante poner límite a los desórde­ nes de este tipo ; en otras palabras, someter la fortuna. El juego de algún modo tiene relación con el carácter del hombre , y la frase francesa corriger la fortune (corregir la fortuna) parece cierta, así como también el refrán latino "la fortuna sonríe a los audaces" . Pero en el ajedrez , la "fuerza" no es la fuerza de juego , sino la fuerza del carácter, porque la persona que tiene el es­ píritu fuerte , valiente , que es decidido , tiene suerte en lograr éxitos en todos los casos de la vida. El se queda firme en la situación más difí­ cil , no capitula hasta la última gota de sangre en los casos en que la persona tímida se conten­ taría con la derrota e iría con los ojos cerrados al encuentro de la muerte , no adviertiendo la menor posibilidad de salvación. Duras no en vano era siemprd el favorito de la fortuna. Era en realidad el combatiente de primera clase que luchaba y tenía esperanzas hasta que su posición tenía una chispa de vida; 21

sobre la casualidad

de este modo él en realidad salvó más de un, punto precioso . Al contrario, Teichman , también gran maes­ tro , era completamente indiferente para la lu­ cha, prefiriendo una paz mala a una riña buena; era un hombre fracasado al que siempre perse­ guía la suerte. Alekhine se parece en este caso a Duras y Capablanca; por su psicología , está más cerca de Teichman. El que la felicidad jue­ gue para estos genios un papel muy pequeño se explica por su perfección técnica. Alekhine ama la lucha, es tenaz y resistente en ella, pero Capablanca es muy emocionable y sólo se sien­ te tranquilo cuando el adversario está aplasta­ do con la ventaja de su técnica. Si ellos no tu­ vieran la fuerza técnica que tienen, entonces Alekhine sería una persona feliz y Capablanca un fracasado. 22

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