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• Andoni Otegui

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Kenneth Frampton – On Reading Heidegger “La Naturaleza del construir es el dejar habitar” Heidegger Kenneth Frampton plantea la evidente negación del fenómeno del Lugar en la forma de concebir la arquitectura heredada de la ilustración y puesta en práctica por el movimiento moderno, como un problema causado por la primacía de los medios de producción industrial por sobre los objetivos propios de la arquitectura. Este problema queda en evidencia en la incapacidad del lenguaje de distinguir entre Arquitectura y Construcción, los cuales son usados como sinónimos, lo que en la práctica se traduce en enormes discrepancias entre la forma construida y la recepción de la obra por la sociedad. Esto ha llevado a que la Arquitectura se reduzca a un mero proceso de construcción racional, que no se hacer cargo del habitar, la condición esencial de la arquitectura según Heidegger, y el ideal del proyecto queda depositado en una forma construida autónoma e independiente. Pero este proceso de racionalización y abstracción tanto de la arquitectura como el urbanismo (el “non-place”) solo es una forma de justificación para sustentar el modelo del capitalismo liberal, que ve favorecido su crecimiento por la inexistencia de un lugar o contexto. Este mismo problema se representa en la preferencia por usar la palabra Espacio en vez de Lugar, donde espacio es un término abstracto e infinito, mientras que lugar incluye una dimensión natural y social donde el hombre se realiza. Es por esto que la arquitectura actual es incapaz de construir lugares, ya que se orienta solo a la construcción del espacio, del no-lugar abstracto que el hombre entiende como un avance ya que contribuye al desarrollo de la producción y el consumo. Esta situación actual solo puede ser modificada mediante una conciencia profunda de la historia y un análisis social y político del presente, para reestablecer un vínculo beneficioso entre lugar y producción, logrando una producción de lugar, que considera tanto una dimensión ontológica como política del contexto y es legitimado por la participación social. Para esto debe superarse la contradicción entre lugar y producción. Un lugar significa emplazar un objeto de forma consiente y concreta en la naturaleza, una operación que tiende a lo estático y lo cualitativo, considerando una sensibilidad y apropiación de la riqueza-socio cultural del contexto. Por el contrario, la Producción tiende a un proceso cíclico y vertiginoso, abstracto y dinámico donde debe agotarse cada recurso bajo la tiranía de lo utilitario, privilegiando la cantidad por sobre la calidad. Y esto se expresa tanto en las grandes estructuras de producción, como por ejemplo la perdida de terrenos agrícolas para la urbanización y actividad industrial, así como en el proceso de

construcción en sí mismo, donde la búsqueda de economía lleva a construir edificios estereométricos iguales, apelando a la abstracción como justificación de la falta de mano de obra capacitada. En definitiva la inhibición del lugar favorece el desarrollo de una producción descontrolada. Por ultimo debiese considerarse una relación entre lugar, producción y naturaleza como una forma de simbiosis como ocurre en los organismos metabólicos, pero para esto es necesario entender el proceso de construcción en todas sus dimensiones (un análisis fenomenológico) más que como se plantea actualmente intentando categorizar cada aspecto de la arquitectura y promoviendo el arte autónomo, lo que solo representa una negación ideológica para no hacerse cargo del pasado histórico y su realización concreta que encierra la noción de lugar.