Resumen Hormonas Placentarias

HORMONAS PLACENTARIAS La producción de hormonas esteroideas y proteínicas por el trofoblasto humano es mayor en cantidad

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HORMONAS PLACENTARIAS La producción de hormonas esteroideas y proteínicas por el trofoblasto humano es mayor en cantidad y diversidad que la de cualquier tejido endocrino. La placenta humana sintetiza una enorme cantidad de hormonas proteínicas y peptídicas que incluye el lactógeno placentario (hPL), gonadotropina coriónica (hCG), adrenocorticotropina (ACTH) variante de la hormona de crecimiento (hGH-V), proteína relacionada con la hormona paratiroidea (PTH-rP), calcitonina, relaxina, inhibinas, activinas y el péptido natriurético auricular. Además, hay hormonas similares a las liberadoras e inhibidoras hipotalámicas, como la hormona liberadora de tirotropina (TRH), la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), la hormona liberadora de corticotropina (CRH), la somatostatina y la hormona liberadora de hormona del crecimiento (GHRH). GONADOTROPINA CORIÓNICA HUMANA (hCG) La hCG, llamada hormona del embarazo, es una glucoproteína con actividad biológica similar a la de la hormona luteinizante (LH). Ambas actúan a través del receptor de LH-hCG en la membrana plasmática. Si bien la hCG se produce casi de forma exclusiva en la placenta, también se sintetiza en el riñón fetal. Otros tejidos fetales producen la subunidad β o la molécula íntegra de hCG. Varios tumores malignos también liberan hCG, algunas veces en grandes cantidades, en especial las neoplasias trofoblásticas. La hCG se sintetiza en cantidades muy pequeñas en tejidos de varones y mujeres no embarazadas y la detección de hCG en sangre u orina casi siempre es índice de embarazo.  Biosíntesis La síntesis de ambas cadenas, α y β, de la hCG se regula por separado. Un solo gen localizado en el cromosoma 6 codifica la subunidad α para hCG, LH, FSH y TSH. Hay siete genes separados en el cromosoma 19 para la familia b-hCG-b-LH. Seis genes codifican la β -hCG y uno la β -LH. La hCG intacta se ensambla a continuación y se libera con rapidez de los gránulos secretores por exocitosis.  Sitio de la síntesis de hCG Antes de las cinco semanas de gestación, la hCG se expresa en el sincitiotrofoblasto y el citotrofoblasto. Después, cuando las cifras séricas maternas alcanzan el máximo, la hCG se produce casi por completo en el sincitiotrofoblasto. En ese momento, los mRNA para las subunidades a y b de la hCG en el sincitiotrofoblasto son más abundantes que a término.  Concentraciones de hCG en suero y orina La molécula íntegra de hCG es detectable en el plasma de las mujeres embarazadas siete a nueve días después de la secreción súbita de LH a mitad del ciclo. Es posible que la hCG entre a la sangre materna en el momento de la implantación del blastocisto. Las cifras plasmáticas aumentan con rapidez, con duplicación cada dos días, y cifras máximas que se alcanzan entre las semanas 8 y 10. Las cifras plasmáticas maternas máximas alcanzan casi 100 000 mIU/ml entre los 60 y 80 días después de la menstruación. Entre las semanas 10 a 12, las cifras plasmáticas empiezan a declinar y se alcanza un nadir alrededor de la semana 16. La concentración en el líquido amniótico en etapas tempranas del embarazo es similar a la del plasma materno. Conforme avanza el embarazo, la concentración en el líquido amniótico decrece y al término las cifras son de casi 20% de las correspondientes en el plasma materno. La orina materna contiene la misma variedad de productos de degradación de hCG que el plasma. La principal forma urinaria de degradación terminal es el fragmento medular β. Es importante reconocer que el anticuerpo de la subunidad β, empleado en la mayor parte de las pruebas de embarazo, reacciona tanto con la hCG intacta, principal forma de la hormona en el plasma, como con fragmentos de hCG, las principales formas urinarias. Investigaciones con monitoreo diario de la hCG han llegado a establecer que se puede diagnosticar fecundación

cuando la concentración urinaria de hCG excede a 0,025 ng/mL, en 3 días consecutivos; a partir de la primera semana siguiente a la detección, la excreción urinaria se incrementa rápidamente, duplicándose cada dos días; refleja de esta manera la actividad en la invasión trofoblástica. Entre las 8 y 10 semanas de gestación llega a un nivel de excreción de 100 000 mUI/mL. Luego de las 10 a 12 semanas, las cifras declinan y se estabilizan alrededor de las 20 semanas  Significado de las cifras anormalmente bajas o altas de hCG. En diversas circunstancias clínicas se encuentran concentraciones plasmáticas maternas mayores de hCG, por ejemplo el embarazo múltiple, la eritroblastosis fetal vinculada con anemia hemolítica fetal y la enfermedad trofoblástica gestacional. Se pueden registrar cifras relativamente mayores de hCG en el segundo trimestre en mujeres con un feto afectado por el síndrome de Down. Se cuantifican concentraciones relativamente menores de hCG plasmática en mujeres con pérdida gestacional temprana y el embarazo ectópico.  Regulación de la síntesis de la hCG Es posible que la GnRH placentaria participe en la regulación de la formación de hCG. La GnRH y su receptor se expresan en el citotrofoblasto y sincitiotrofoblasto. La inhibina y la activina regulan la producción hipofisaria de GnRH. En células placentarias en cultivo, la activina estimula y la inhibina suprime la producción de GnRH y hCG.  Depuración metabólica de hCG La depuración renal de hCG contribuye con 30% de su depuración metabólica. Es posible que el resto se elimine por el metabolismo en el hígado. Las depuraciones de las subunidades β y α son casi 10 y 30 veces mayores y la depuración renal de estas subunidades es menor que la de la hCG dimérica.  Función biológica de la hCG Ambas subunidades de hCG son necesarias para su unión al receptor de LH-hCG en el cuerpo amarillo y el testículo fetal. La función biológica de la hCG es el llamado rescate y mantenimiento de la función del cuerpo amarillo en la producción de progesterona y la duración de la producción de progesterona por un cuerpo lúteo de la menstruación. La síntesis lútea de progesterona empieza a declinar casi a las 6 semanas, a pesar de una producción continua y creciente de hCG. También se sabe que la hCG estimula la secreción de testosterona por el testículo fetal, que es máxima alrededor del punto en que se alcanzan las cifras máximas de hCG. Por consiguiente, en un tiempo crítico de la diferenciación sexual en el feto masculino, la hCG entra al plasma desde el sincitiotrofoblasto. En el feto actúa como subrogado de la LH para estimular la replicación de las células de Leydig y la síntesis de testosterona a fin de promover la diferenciación sexual masculina. Antes de los 110 días de la gestación no hay vascularización de la hipófisis anterior fetal desde el hipotálamo. Por lo tanto, existe escasa secreción hipofisaria de LH y la hCG actúa como LH antes de ese momento. A medida que las cifras de hCG descienden, la LH hipofisaria mantiene un grado leve de estimulación testicular. La glándula tiroides materna también recibe estimulación de grandes cantidades de hCG. En algunas mujeres con enfermedad trofoblástica gestacional aparecen en ocasiones signos bioquímicos y clínicos de hipertiroidismo. Con posterioridad se demostró que algunas formas de hCG se unen a receptores de TSH en los tirocitos. La actividad estimulante del tiroides en el plasma de las mujeres durante el primer trimestre del embarazo varía en grado notable de una muestra a otra. Por ejemplo, las isoformas ácidas estimulan la actividad tiroidea y algunas isoformas más básicas activan la captación de yodo. Por último, el receptor de LH-hCG se expresa en los tirocitos, lo que sugiere que la hCG estimula la actividad tiroidea a través de los receptores de LH-hCG y TSH. Otras funciones de la hCG incluyen la promoción de la secreción de relaxina por el cuerpo amarillo. Se encuentran receptores de LH-hCG en el miometrio y el tejido vascular uterino. Se

ha emitido la hipótesis de que hCG puede promover la vasodilatación vascular uterina y la relajación del músculo liso miometrial. LACTÓGENO PLACENTARIO HUMANO (hPL) Hormona polipeptídica producida por el sincitiotrofoblastos de la placenta. Se detecta en fase tan temprana de la gestación como la segunda o tercera semanas después de la fecundación.  Características químicas El lactógeno placentario humano es una cadena polipeptídica conformada por 191 aminoácidos cuya secuencia es similar. Los genes de hPL, hPRL y hGH evolucionaron a partir de un ancestro común, tal vez el gen de prolactina, por replicación repetida.  Concentración sérica El hPL es demostrable en la placenta cinco a 10 días después de la concepción y se puede detectar en el suero materno en un momento tan temprano como la tercera semana. Las concentraciones plasmáticas maternas se vinculan con la masa placentaria y aumentan de modo constante hasta las semanas 34 a 36. Las concentraciones séricas alcanzan cifras de 5 a 10 mg/ml en el embarazo avanzado, mayores que las de cualquier otra hormona proteínica. La vida media del hPL en el plasma materno es de 10 a 30 min. Se detecta muy poco hPL en la sangre fetal o la orina de la madre o el recién nacido. Puesto que el hPL se secreta en particular hacia la circulación materna, con sólo pequeñas cantidades en sangre del cordón, su participación en el embarazo tiene al parecer mediación de acciones en los tejidos maternos, no tanto en los fetales.  Acciones metabólicas El hPL ejerce acciones sobre varios procesos metabólicos importantes, entre ellos: 1. Lipólisis materna, con cifras aumentadas de ácidos grasos libres circulantes. Esto provee una fuente de energía para el metabolismo materno y la nutrición fetal. 2. Una acción antiinsulínica o “diabetógena”, que propicia una elevación de las concentraciones de insulina materna, lo que favorece la síntesis de proteínas y suministra una fuente rápidamente disponible de aminoácidos para el feto. 3. Una hormona angiogénica potente que puede tener participación notable en la formación de la vasculatura fetal. OTRAS HORMONAS PROTEÍNICAS PLACENTARIAS CORTICOTROPINA CORIÓNICA: Aunque las cifras plasmáticas maternas de ACTH se incrementan durante el embarazo, se mantienen por debajo en varones y mujeres sin gestación, excepto durante el trabajo de parto. La ACTH placentaria se libera hacia la circulación materna y fetal; sin embargo, la ACTH materna no se transporta al feto. La hormona liberadora de corticotropina placentaria (CRH) estimula la síntesis de liberación de la ACTH coriónica. El cortisol regula de forma positiva la producción de CRH placentaria, lo que crea una nueva asa de retroalimentación positiva. Este sistema puede ser importante para controlar la maduración pulmonar fetal y el momento del parto. OTRAS HORMONAS PROTEÍNICAS PLACENTARIAS RELAXINA._ Es secretada por el cuerpo lúteo del embarazo, la decidua y por la placenta. Su liberación es estimulada por la hCG y su concentración se relaciona con esta hormona durante el embarazo temprano. Durante el embarazo está asociada a la síntesis y liberación de metaloproteasas, alcanzando un pico máximo a las 14 semanas tras la concepción y después en el momento del parto. Facilita el parto inhibiendo las concentraciones espontáneas de la musculatura uterina, al suavizar los ligamentos de la sínfisis pubiana y ablandar el cuello uterino (cuando se acerca la fecha de parto); sus efectos cuentan la estimulación de la formación de

colagenaza y la inhibición de la producción de colágeno. Las mujeres con embarazo anormal tienen menores niveles séricos de relaxina durante las primeras etapas del embarazo y puede producirse hiperrelaxinemia en las gestaciones múltiples, lo que puede asociarse a un aumento de la frecuencia de partos prematuros. PROTEÍNA RELACIONADA CON LA HORMONA PARATIROIDEA (PTH-RP)._ Las cifras circulantes de PTH-rP están muy elevadas durante el embarazo dentro de la circulación materna, pero no en la fetal. Se observa una síntesis de PTH-rP en varios tejidos, en especial de los órganos de la reproducción, que incluyen miometrio, endometrio, cuerpo amarillo y el tejido mamario durante la lactancia. Puede activar los receptores del trofoblasto para promover el transporte de calcio para el crecimiento, acción relajante de la musculatura uterina y la osificación de los huesos fetales. Disminuye con la ruptura de las membranas fetales y, teniendo en cuenta que el péptido es un potente inhibidor de la contractilidad uterina, parece estar relacionado con el inicio del parto. VARIANTE DE LA HORMONA DE CRECIMIENTO (HGH-V)._ secretada por la placenta. Constituye un importante regulador del crecimiento fetal a través de la modulación del metabolismo materno. La hGH-V se sintetiza en el sincitiotrofoblasto. Se cree que la hGH-V está presente en el plasma materno entre las semanas 21 a 26, aumenta su concentración hasta casi la semana 36 y se mantiene relativamente constante hasta la terminación del embarazo y desaparece una hora después del parto. En la mujer, el IGF-I aumenta progresivamente durante el embarazo, la hGH-V sustituye a la hGH hipofisaria en la regulación del IGF-I materno. En mujeres con cantidades normales de hGH-V, los niveles de IGF-I son normales, mientras que las alteraciones de la unidad fetoplacentaria con bajos niveles de hGH-V se corresponden con cantidades bajas de IGF-I. HORMONAS LIBERADORAS SIMILARES A LAS HIPOTALÁMICAS HORMONA LIBERADORA DE GONADOTROPINAS (GnRH)._ Estimula la liberación de hCG, la única gonadotropina que es producida por la placenta. El ARNm del receptor de la Gn-RH se expresa en todas las células blastómeras del embrión en el estadío de mórula, en el trofoectodermo y en la masa celular interna del blastocito. Estos hechos sugieren que la Gn-RH participa en el desarrollo del embrión preimplantatorio y en la implantación. Hormona liberadora de corticotropina (CRH)._ Se sintetiza también en la placenta y otros tejidos intrauterinos, como la decidua, el amnios y el corion. Es secretada a la circulación materna y fetal, y también al fluido amniótico del embarazo humano. Su concentración se eleva en el plasma materno a medida que avanza la gestación y cae rápidamente hasta concentraciones basales indetectables pocas horas después del parto. El ARNm de la CRH se expresa en las membranas amnióticas en el tercer trimestre de la gestación (se relaciona con la elevación de los glucocorticoides fetales. La maduración fetal y el estrés pueden acelerar este proceso).  Acción sobre la madre: Aunque la CRH no estimula el eje adrenal materno, parece contribuir a la supresión del sistema inmune de la madre y prevenir el rechazo del feto; ya que inhibe la producción de citocinas en las células mononucleares humanas, efecto que se potencializa con la inhibición de las citocinas producida por los glucocorticoides. La CRH, por sus efectos sobre las citocinas proinflamatorias, participa en los procesos inflamatorios y vasculares intrauterino. Por otra parte, la CRH tiene efectos vasodilatadores poderosos en la circulación fetoplacentaria y parece participar en el control de la resistencia vascular al flujo sanguíneo. Su concentración puede aumentar en la embarazada con insuficiencia vascular placentaria, en la hipertensión inducida por el embarazo y en el parto pretérmino, lo que puede ser un mecanismo compensatorio de la placenta en respuesta al estrés. Muchas mujeres con parto pretérmino tienen niveles elevados de CRH placentaria y a-proteína fetal, en etapas tempranas del embarazo. La combinación de ambas determinaciones en el segundo trimestre del



embarazo es mejor indicador del parto pretérmino que consideradas aisladamente y puede ser útil para tomar medidas preventivas. Acción sobre el feto: El eje adrenal fetal parece tener una participación importante en el inicio del parto, la maduración del pulmón fetal y en la respuesta neonatal al estrés. Al parecer, existe un reloj placentario que se activa desde las primeras etapas del embarazo humano y determina la duración de éste y el inicio del parto. La secreción placentaria de CRH es un marcador de este proceso y su concentración plasmática, en etapas tan tempranas, como de las 16 a 20 semanas de embarazo, puede diferenciar las mujeres que van a tener parto pretérmino, normal o postérmino. La CRH estimula la producción de sulfato de dehidroepiandrosterona (DHEA-S) en la adrenal fetal, metabolito precursor para la síntesis de E2 por la placenta

1. Hormona liberadora de la hormona de crecimiento (GHRH) No tiene una acción importante en el mantenimiento de los niveles de hGH durante el embarazo OTRAS HORMONAS PEPTÍDICAS PLACENTARIAS LEPTINA._ Regula el crecimiento óseo y la función inmunitaria. El citotrofoblasto y el sincitiotrofoblasto la sintetizan. Sus niveles aumentan continuamente desde las 6 a 8 semanas hasta las 38 a 40 semanas del embarazo, caen significativamente en el posparto inmediato y 6 semanas después son similares al inicio del embarazo. Las cifras de leptina fetales tienen relación positiva con el peso al nacer y tienen participación importante en el desarrollo y crecimiento fetales. Se han hallado niveles anormalmente bajos de leptina en mujeres con aborto espontáneo en el primer trimestre del embarazo. NEUROPÉPTIDO Y._ Hay receptores para el neuropéptido Y en el trofoblasto y el tratamiento de las células placentarias con el neuropéptido Y causa secreción de CRH. INHIBINA Y ACTIVINA._ inhibe la secreción hipofisaria de FSH y por tanto la ovulación durante la gestación. Las células de la granulosa ovárica, incluido el cuerpo amarillo, la producen. La inhibina está conformada por una subunidad a y una de dos subunidades b diferentes, bA o bB. El trofoblasto produce las tres y las cifras séricas maternas alcanzan su máximo a término. Su concentración durante el embarazo depende de la concentración de T, de la edad gestacional en el momento del parto y de la capacidad fijadora de la SBG (Globulina transportadora de sexoesteroides). La activina tiene relación estrecha con la inhibina y está formada por la combinación de dos subunidades b. Su receptor se expresa en la placenta y el amnios. La activina A no es detectable en la sangre fetal antes del trabajo de parto, pero está presente en la sangre del cordón umbilical después del inicio del trabajo de parto. PRODUCCIÓN PLACENTARIA DE PROGESTERONA Después de seis a siete semanas de gestación se produce poca progesterona en el ovario. La exéresis quirúrgica del cuerpo amarillo o incluso la ooforectomía bilateral durante la séptima a décima semanas no provocan un decremento de la excreción del pregnandiol urinario, el principal metabolito de la progesterona en orina. Sin embargo, antes de ese momento la exéresis del cuerpo amarillo ocasiona un aborto, a menos que se administre un progestágeno exógeno. Después de casi ocho semanas la placenta se encarga de la secreción de progesterona. TASAS DE PRODUCCIÓN DE PROGESTERONA._ en embarazos únicos normales avanzados es de casi 250 mg. En embarazos múltiples, puede ser mayor de 600 mg. La progesterona se sintetiza a partir de colesterol.

SÍNTESIS DE PROGESTERONA Y RELACIONES FETALES._ No existe relación entre el bienestar fetal y la producción de progesterona. La muerte fetal, la ligadura del cordón umbilical con el feto y la placenta in situ y la anencefalia son trastornos vinculados con concentraciones plasmáticas maternas muy bajas y excreción urinaria baja de los estrógenos. En tales circunstancias, no hay un decremento concomitante de la progesterona hasta algún momento indeterminado después de la muerte fetal. En consecuencia, la biosíntesis de progesterona, puede persistir durante periodos prolongados (semanas) después de la muerte fetal. PRODUCCIÓN PLACENTARIA DE ESTRÓGENOS La placenta produce estrógenos mediante precursores sanguíneos esteroideos de las glándulas suprarrenales materna y fetal. Cerca del término, el embarazo normal humano corresponde a un estado hiperestrogénico. El estado hiperestrogénico del embarazo humano es uno de magnitud creciente y continúa conforme avanza la gestación y termina de modo abrupto después del parto. Durante las primeras dos a cuatro semanas del embarazo, las concentraciones crecientes de hCG mantienen la producción de estradiol en el cuerpo amarillo materno. La producción de progesterona y estrógenos en los ovarios maternos disminuye en grado significativo para la séptima semana de la gestación. En ese momento ocurre una transición luteoplacentaria. En la séptima semana, más de la mitad de los estrógenos que ingresan en la circulación materna se produce en la placenta. BIOSÍNTESIS PLACENTARIA DE ESTRÓGENOS._ La producción de estrógenos en el ovario tiene lugar durante la fase folicular y la lútea por la interacción de las células de la teca y la granulosa. De manera específica, se sintetiza androstenediona en la teca ovárica y después se transfiere a las células de la granulosa adyacentes para la síntesis de estradiol. La producción de estradiol dentro del cuerpo amarillo de mujeres sin embarazo, así como en etapas tempranas de la gestación, necesita la interacción entre las células de la teca y granulosa luteinizadas. En el trofoblasto, el colesterol y la progesterona no pueden servir como precursores de la biosíntesis de estrógenos. Esteroides plasmáticos C19 como precursores de estrógenos En varios estudios se identificó que la DHEA-S era un precursor importante de los estrógenos durante el embarazo. En términos cuantitativos, las glándulas suprarrenales fetales son la fuente más importante de los precursores de estrógenos placentarios en el embarazo humano. Secreción direccional de esteroides a partir del sincitiotrofoblasto Más de 90% del estradiol y el estriol sintetizados en el sincitiotrofoblasto ingresa al plasma materno. El principal motivo para el movimiento direccional de los esteroides recién formados en la circulación materna es la naturaleza de la placentación hemocorioendotelial. En este sistema, los esteroides secretados por el sincitiotrofoblasto pueden ingresar directamente a la sangre materna. Los esteroides que dejan el sincitio no ingresan de forma directa a la sangre fetal. Deben primero atravesar el citotrofoblasto y después ingresar al tejido conjuntivo del núcleo de las vellosidades y a continuación los capilares fetales. El resultado neto de esta disposición hemocorial es que hay un ingreso sustancialmente mayor de esteroides a la circulación materna en comparación con la circulación fetal. HORMONAS DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES DEL FETO Síntesis de estriol en la placenta El estradiol es el principal producto de secreción placentaria estrogénica a término. Además, se encuentran concentraciones significativas de estriol y estetrol en la circulación materna y

aumentan sobre todo en etapas avanzadas de la gestación. Estas formas hidroxiladas de estrógenos se producen en la placenta a partir de sustratos formados por los esfuerzos combinados de la glándula suprarrenal y el hígado fetales. El estriol es sintetizado por la placenta a partir del sulfato de 16 alfahidroxideshidroepiandrosterona proveniente del feto y luego pasa a la circulación materna y fetal. El sulfato de 16 alfa - hidroxideshidroepiandrosterona se origina en el feto a partir del sulfato de deshidroepiandrosterona que es hidroxilado en el hígado fetal. El sulfato de 16 α hidroxidehidroepiandrosterona es transformado a 16 α hidroxiandrostenediona por enzimas. La 16 α hidroxiandrostenodiona es aromatizada a 16 α hidroxiestrona. La función principal de los estrógenos y la progesterona es el control del crecimiento y contractilidad del útero (Botero, J., Júbiz, A. y Henao G. , 2004) En consecuencia, la placenta secreta varios estrógenos, incluidos estradiol, estrona, estriol y estetrol. Debido a su naturaleza hemocorial, casi todos los estrógenos de la placenta se liberan a la circulación materna. Precursor de esteroides suprarrenales fetales El precursor de la esteroidogénesis suprarrenal fetal es el colesterol. La tasa de síntesis nueva de colesterol por el tejido suprarrenal fetal es en extremo elevada. No obstante, es insuficiente para los esteroides producidos por estas glándulas. En consecuencia, puede asimilarse colesterol a partir de la circulación fetal (LDL materna circulante). La LDL es captada por el sincitiotrofoblasto en todas las etapas del embarazo. El colesterol liberado está disponible entonces para las mitocondrias que lo convierte en pregnenolona (PREG) y, posteriormente, ésta es convertida en Progesterona en el retículo endoplasmático. Trastornos fetales que afectan la producción de estrógenos Muerte fetal: Se sabe desde hace muchos decenios que a la muerte fetal le sigue una disminución sorprendente de las cifras de estrógenos urinarios. Anencefalia fetal: En ausencia de la zona fetal de la corteza suprarrenal, como en la anencefalia, la tasa de formación de estrógenos placentarios, en especial de estriol, se ve limitada intensamente por la menor disponibilidad de precursores de esteroides C19. Hipoplasia suprarrenal fetal: La producción de estrógenos en embarazos con cualquiera de las formas es limitada y sugiere la ausencia de precursores C19. Trisomía 21: síndrome de Down: Se descubrió que las concentraciones séricas de estriol no conjugado eran bajas en mujeres con fetos afectados por el síndrome de Down. El posible motivo de ello es una formación inadecuada de esteroides C19 en las glándulas suprarrenales de esos fetos trisómicos. Eritroblastosis fetal: En algunos casos de isoinmunización fetal grave al antígeno D, las cifras de estrógenos en el plasma materno están elevadas por arriba de lo normal. Es posible que esto se deba a una mayor masa placentaria por hipertrofia. Trastornos maternos que afectan la producción placentaria de estrógenos Tratamiento con glucocorticoides: La administración de glucocorticoides en dosis moderadas a elevadas a mujeres embarazadas induce una disminución espectacular de la formación placentaria de estrógenos. Los glucocorticoides inhiben la secreción de ACTH por las glándulas hipofisarias materna y fetal, lo que tiene como resultado una menor secreción suprarrenal materna y fetal del precursor de estrógenos placentarios, DHEA-S. Disfunción suprarrenal materna: En personas embarazadas con enfermedad de Addison, las cifras de estrógenos urinarios maternos decrecen. Enfermedad trofoblástica gestacional: En el caso de la mola hidatiforme completa o el coriocarcinoma, no hay fuente fetal de esteroides C19 precursores para la biosíntesis de esteroides por el trofoblasto.