Resumen Caso Juanito

C ASO J UANI T O | ANÁLI S I S D E LA F O B I A D E UN NI ÑO D E 5 AÑO S ( F R EUD , 1 9 0 9 ) . Del gusto al caballo al

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C ASO J UANI T O | ANÁLI S I S D E LA F O B I A D E UN NI ÑO D E 5 AÑO S ( F R EUD , 1 9 0 9 ) . Del gusto al caballo al deseo de tu madre (Anónimo, 2018). Freud orienta el tratamiento, pero no es su paciente, el que lleva el tratamiento es el padre de Juanito, en donde Freud encuentra la conjunción de interés tierno e interés científico, los cuales logran, según Sigmund, grandes resultados. Un análisis de un neurótico adulto llega siempre a supuestos sobre su sexualidad infantil, pues, se intenta mostrar aquellas mociones pulsionales y formaciones de deseos que, en el adulto, se encuentras reforzadas o deformadas. ° Nota: Este texto es básicamente la confirmación (según imagina Freud) de sus teorizaciones en tres ensayos (1905) e interpretación de los sueños (1900). Interpreta como va atravesando el niño por el Edipo y el complejo de castración y como se condensan y desplazan ideas y afectos para formar la fobia. Para suerte de Sigmund, encontró un hombre que creía en sus teorías y las aplicó a su hijo. Tiene un gran interés por lo que él llama hace-pipí (el genital masculino), el cual: 1. 2.

Es ineludible en la crianza (como al bañarlo). Lo convierte en investigador, mira a un león y a una locomotora botando agua, y a ambos les busca el hace-pipí, cuando se entera que la locomotora no tiene hace-pipí… 3. Es la primera forma de distinguir animado de inanimado, entonces, adjudica hace-pipí a todo lo que tiene vida. Existe lo que Adler denomina entrelazamiento pulsional, que sería el placer enlazado entre el miembro propio y el mirar, por eso la curiosidad sexual de mirar el hace-pipí de las otras personas y que lo miren. En cuando al ser mirado, se ve en su sueño de que sus amigas lo ayuden a orinar muestra, según dicen por ahí, el deseo pulsional no reprimido de que lo miren. En cuanto al mirar, se ve en la necesidad de comparar genitales con los padres, atribuyendo así a los seres vivos grandes los genitales más grandes. Nacimiento de su hermana, Hanna, es el gran acontecimiento, sucede cuando Hans tenía 3 años y medio. Juanito asocia inmediatamente el gemir del parto con la cigüeña, pero en realidad al entrar al cuarto hace observaciones que lo hacen desconfiar del cuento de la cigüeña. Por medio año se muestra un hermano celoso, luego se vuelve un hermano consciente de su superioridad. Poco después nota que: el hace-pipí de Hanna es muy chico, cuando crezca se hará más grande, esta es una forma de negar su visión de falta de pene. El nacimiento de la hermanita tiene los siguientes efectos (pág. 93): 1. Se modifican los vínculos con sus padres (le dan más bolilla a Hanna) 2. Se modifican los pensamientos sobre el genital masculino. 3. Vuelven a él recuerdos de sus primeras vivencias de satisfacción. Todo esto se desarrolla posteriormente con una masculinidad de tinte polígamo, según papi y Freud porque le va a tener ganas a su mami y a sus amiguitas. Complejo de Edipo. Todo comienza en Gmunden, donde Juanito intenta que la madre lo tenga en su cama, pues estaba varias veces solo con ella, debido a que el padre no podía pasar todas las vacaciones allá, tenía viajes intermitentes. Deseó entonces que ojalá su padre partiera de viaje, seguido hubo otro viaje accidental –no se de quien-, y se anudó la angustia de ser mordido por un caballo blanco. En una época de pocos objetos de amor, esta inclinación retrocede a la madre, es decir, cuando sale de Gmunden, ya no están sus amiguitas por lo que se vuelca a la madre, entonces comienza la neurosis. Esto significa que la meta sexual de acostarse con sus amiguitas provenía de la madre. Luego en Viena, esta fantasía de que el

padre viajara se extendió hasta que deseara que el padre estuviera muerto, entonces, la angustia ante el padre surgida del deseo de muerte, constituye el máximo obstáculo del análisis. Inicio del Complejo de Castración. Desde antes de los 3 años mostró interés en el “hace-pipí”. Este interés lo llevaba a estimularlo y tocarlo, esto es, el inicio del quehacer sexual autoerótico mas corriente y normal (pág. 88). Un buen día, medio año antes del nacimiento de su hermana, su madre lo encuentra y le dice que si no bajaba un cambio iba a llamar al doctor para que se lo corte. Aún no adquiere el complejo aquí, es la primera parte, pero es el comienzo de la angustia. Intentos por seducir a la madre. 1.

A los 4 ½ años, su madre lo baña y entalca, cuidando de no tocar su pene, a lo que Juanito le dice: ¿por qué no pasas el dedo por ahí?, la madre le responde: porque es una porquería, y Juanito dice: pero gusta. Hay un pedido de Juanito, ya nació su hermana, y la madre responde con un “ya no”. Esto es una interdicción, es una satisfacción que se pierde, tiene que perderse. Introduce un menos, una prohibición, esto introduce la vía del deseo. Actualmente casi no hay interdicción que implique cualquier tipo de espera, se tapona el menos, y se tapona lo que surge del menos. 2. Un alago de Juanito a sus genitales. Angustia. 1ra manifestación de angustia, previa a la constitución de la fobia. El síntoma es una respuesta al momento de angustia. “Salida con la criada, el miedo repentino sin objeto en particular y volver a casa (7 de enero de 1908) Aclaremos que va a sentir angustia por diferentes motivos: por la añoranza de la madre, por la prohibición onanista, por la oposición del padre y por el nacimiento de la hermana, entre otros que puedan ubicar (estos son los que yo ubico). Lo que tenemos es una histeria de angustia, la libido desprendida del material patógeno por la represión se libera como angustia. Esto lo lleva a plantear que las histerias de angustia son las más frecuentes entre las psiconeurosis, además, son las neurosis de la época infantil. Añoranza reprimida. Un tipo de angustia es la acrecentada ternura hacia la madre lo que súbitamente se vuelca en angustia. A los 4 ¾ años tuvo un sueño de angustia (para dormir), cuyo contenido era el que la madre había partido, es decir, el perder a la madre (pág. 23), luego de esto solía ir a la cama con un latente muy sentimental, lloraba y no se le podía separar de la madre. Es un sueño de castigo y represión, pues, soñando sobre ternuras con su madre, todo placer se muda en angustia, entonces la representación se muda en lo contrario, a saber, que la madre se va. Esto significa que la represión ha obtenido la victoria sobre el mecanismo del sueño. El hecho es un vuelco de la excitación sexual en angustia. El problema es que el padre está tan fascinado como la madre con el niño, y no hay nadie que le ponga un “basta mocoso”. Está empezando a mostrar todo el circuito de una aparición afectiva, de un afecto desconocido, que sabe que tiene que ver con algo de sí mismo pero que no sabe qué es, entonces hace una elaboración simbólica, entonces, elabora un sueño. El oposicionismo muestra que hay un interjuego contradictorio entre que quiere ser devorado por la madre y que no quiere. Otro análisis de Freud propone que este tipo de angustia corresponde a una añoranza reprimida, es una añoranza por volver a los tiempos en Gmunden donde disponía de la madre a tiempo completo sin el padre que se opusiera. Pero esta ya no es una añoranza que pueda ser satisfecha, la angustia va a permanecer en esta añoranza reprimida, aunque la añoranza sea satisfecha, pues la libido es retenida en la represión. La represión comienza cuando Hans se da cuenta que era incorrecto ocuparse tan intensamente del hacepipí, aún del propio. Fantasía onanista. La fantasía es esta: «Me he pasado el dedo un poquitito por el hace-pipí. Entonces he visto a mami toda desnuda en camisa, y ella ha dejado ver el hace-pipí. Le he mostrado a Grete," a mi

Grete, lo que hace mamá, y le he mostrado mi hace-pipí. Entonces he sacado rápido la mano del hacepipí». Ante mi objeción de que sólo puede decir «en camisa» o «toda desnuda», Hans dice: «Ella, estaba en camisa, pero la camisa era tan corta que le he visto el hace-pipí». Aquí se puede ver dos cosas: 1. La reprimenda de la madre ocasionó un intenso efecto en él. 2. Al comienzo no acepta que las mujeres no tienen hace-pipí. Mordedura de caballos. Al principio, la angustia no tiene objeto, pero resiste la prueba y ahora necesita hallar un objeto, lo encuentra y se exterioriza cuando Juanito comunica: “tuve miedo de que un caballo me mordiera”, cuando llora en un pase por un parque. Este miedo inicia cuando se da con la vivencia en Gmund en que un padre le dice a una chica que no toque al caballo porque lo mordería, y se hace miedo cuando lo asocia con la advertencia onanista de la madre. El miedo siempre nos lleva a una prevención, a estar prevenidos por algo, esto se liga a algo fóbico. El miedo viene a causar un sufrimiento y a ocupar un lugar de freno, hay algo que no le permite seguir siendo ese objeto de sobreexcitación de ese objeto, entonces, en algún punto es separado de ser ese todo para su madre. Vimos que el objeto elegido es el caballo, el miedo se muda más y más en la compulsión a mirarlos, los mira y tiene más miedo, luego de enfermarse, la fobia se refuerza. Es verdad, según Simón Freud, que siente angustia ante los animales grandes porque ellos lo fuerzan a considerar su gran hace-pipí, pero en rigor no se puede decir que a su vez tenga miedo del hace-pipí grande. Cuando dice: «el hace-pipí crece conmigo cuando yo me hago grande» Freud infiere que Hans comparaba de continuo, y ha quedado muy insatisfecho con el tamaño de su propio hace-pipí. Los animales grandes le recuerdan ese déficit, y por esta razón le resultan desagradables. Pero parece probable que toda esa ilación de pensamiento no le pueda devenir conciente con claridad, por lo cual esa sensación penosa se le muda en angustia; así, su angustia presente se edifica tanto sobre el placer de antaño como sobre el displacer actual. Hans (Juanito) dice al padre: pensé que como eres tan grande tendrías un hace pipí como el de un caballo. En suma, todos los caballos serán el padre, que le castigará por sus deseos perversos de ponérsela a la madre. Lo que pasa es que la transformación de la libido en angustia llega a proyectarse sobre el caballo, objeto principal de la fobia Angustia de Castración. Cuando vive la amenaza de castración, no tiene efecto, responde que hará pipí por la cola, es entonces con la comparación que adquiere vigencia, con efecto retardado, sintiendo ahora angustia de ser despojado de su pene (pág. 31). Es el esclarecimiento de que las mujeres no tienen pene (pág. 28) el que despierta el complejo de castración, Juanito aquí responde con la fantasía de protección y defensa, donde la madre le enseñaba su hace-pipí, mostrando que realmente estaba bajo el efecto retardado de la amenaza de castración de la madre, es decir, protección ante la amenaza y la inminente posibilidad de pérdida del genital. Fantasía de las Jirafas. Esto ocurre luego de haber dominado parcialmente el complejo de castración, entonces es capaz de comunicar sus deseos hacia la madre, lo hace mediante esta fantasía: en la noche, dos jirafas están en su cuarto, una grande y una arrugada, Juanito le quita la jirafa arrugada a la jirafa grande y la grande comienza a gritar, cuando deja de gritar, él se puede sentar en la jirafa arrugada. Tres “líneas” después se interpreta que la jirafa grande es el padre (o su genital) y la jirafa arrugada la madre o sus genitales. Sucede que es el padre el que grita y reclama de que Juanito esté con su madre, y que cuando el padre se calle, el podrá sentarse (que significa tomar posesión) en la madre. Otro aspecto de la fantasía es que se encuentra anudada a una sensación de triunfo sobre su padre, pues, él se queda con la jirafa arrugada (tipo, se la pone a la madre). Luego viene Freud, triunfante y le comunica a Juanito que le tiene miedo al padre, con esta aclaración, todo un groso, Simón vence la resistencia, la perturbación sigue en marcha descendente. Fantasías de delito. Estas son la continuación de la fantasía de las jirafas que pertenecen a la fantasía de tomar posesión de la madre, lo que vislumbra que está prohibido ponerse en posesión de la madre,

chocando así con la barrera del incesto. Son fantasías simbólicas del coito, y la complicidad en ellas atribuida al padre no es nada indiferente, es como si dijera: “Quisiera hacer algo con mamá, algo prohibido; no sé lo que es, pero sé que tú lo haces con ella”. 1.

Fantasía de prohibición. Quiere entrar con su padre a ver los carneros, pero estaba cerrado, con una cuerda solamente, Juanito quiere entrar, pero el padre le dice que el guardia se los va a llevar. La fantasía es que Juanito dice que estaban junto a los carneros y se colaron por debajo de la cuerda, le dijeron al guardia y los atrapó. 2. Fantasía de la ventanilla. Juanito dice: he viajado contigo (con su papá) de nuevo en el ferrocarril, rompimos una ventanilla y el guardia nos llevó. Caballos – Primera mejoría. Un buen dia que padre e hijo fueron al consultorio de nuestro querido Simón, el doc revela a Juanito que él (Juanito) le tenía miedo a su padre debido a que él (Juanito) quería ponérsela a la mamá. El padre le pregunta a Juanito porqué piensa que le tiene rabia, él le dice que le pegó (fue un accidente, mocoso exagerado). Este miedo al padre, que se exterioriza en la fobia a los caballos, es una exteriorización de la necesidad de recibir un castigo. Obviamente aquí Freud se va a echar flores, propone que su interpretación le dio la posibilidad a Juanito de presentar sus producciones inconscientes y mejorar en su fobia (pág. 37). Días después, Juanito da a entender que en él luchan el amor al padre con la hostilidad hacia él porque lo ve como competidor por ponérsela a la madre, este juego de fuerzas necesariamente, plantea Freud, lleva a la angustia (pág. 38). Fobias. Ante la existencia de la neurosis de angustia, no le queda otra alternativa que bloquear las ocasiones en las que puede aparecer esta angustia mediante unos recursos psíquicos en forma de inhibición, estas son las construcciones protectoras que nos aparecen como fobias, que son la esencia de la enfermedad (pág. 95). Inequívocamente, sentencia Freud, la fobia es la represión de dos componentes del quehacer sexual (pág. 89): 1. Pulsión. 2. Represión por la reprimenda. Además, tomemos como punto de partida los deseos sexuales y el nacimiento de Hanna, acontecimiento este último que trajo algunas consecuencias, a saber:  Separación de la madre (porque atiende a Hanna)  Huellas mnémicas de las primeras experiencias placenteras  Duda sobre la procedencia de los bebes La neurosis surgió directamente enlazada a este suceso accidental de la caída del caballo, y conservó la huella del mismo en la elevación del caballo a la categoría de objeto de la angustia. Pero este accidente carece en sí de energía traumática, pues esta se obtiene del conjunto entre el accidente de Federico, el accidente de los caballos y el paso al padre, dejando abierto el camino para el retorno de lo reprimido. La angustia no valía originalmente para todos los caballos, sino que fue transportada a estos en otros momentos fijándose en aquellos que resultaron apropiados para ciertas transferencias, al parecer, todos con respecto, en última instancia, al padre (muerte-caída; viaje-partida; embarazo-cargados). El momento en el que estalla la fobia a los caballos es con la caída del caballo (con su carruaje) que presencia. La fobia representa una limitación de movimiento, movimiento hacia la madre, representándose en un caballo que

era un ejemplo de movimiento, saltando, etc. La fobia al caballo impide a Juanito salir de casa y facilita su permanencia al lado de la madre. En este punto se impone, pues, victoriosamente el amor a la madre. En suma, en este caso de fobia, la angustia se explicaba por la represión de las tendencias agresivas, aunque no es en todos los casos (esto lo dice porque le embola que Adler lo quiera generalizar). Caída de Carruajes. Tiene miedo a la caída de los carruajes, él vio que una vez se tumbó uno, cuando salía con su madre, antes de la “tontería” (así le llama a su fobia a los caballos”. Pasa que una vez vio a su amigo Federico o Fritzl (depende de la traducción), que se caía por tropezarse con una piedra, tal parece que él deseo que fuera su padre. Luego vio que el caballo se cayó y le recordó a Federico y su asociación con los caballos, entonces, hablando Freudianamente, la representación de que se cayera su padre fue reprimida, entonces, su libido fue ligada a otra representación preconsciente, la de la caída de los caballos, siendo la idea reprimida y el deseo o libido transformado en angustia, exteriorizado con el miedo a caída de caballos. Pero, ¿Cómo “descubren” esto? Semanas después, Hans dice: “como los caballos son tan arrogantes, tuve miedo que se tumbaran”, pasa que los caballos caminaban con pasos cortos y levantando la cabeza dando la impresión, según dicen, de arrogancia. Papi pregunta quien es tan arrogante, y Hans le dice: “tú, cuando voy a la cama de mami”, y le dice que desea que se caiga y tropiece con una piedra y sangre y así él pueda estar con su mami para que él no vea. Partida de carruajes. El hecho de tener miedo a la partida de los carruajes deviene del deseo reprimido de que su padre partiera para quedarse solo con su madre, se transforma en angustia cuando luego su padre viaja, pero solo es consciente cuando el padre le dice que no está enojado por quererse garchar a su esposa. Carruajes cargados – Complejo de excrementación - Embarazo. Papi plantea que el miedo a la defecación, el miedo a los carruajes con pesada carga, es exactamente igual al miedo a una panza muy cargada (pág. 55). En cuanto al embarazo, plantea Juanito que la cigüeña debería bajarle un cambio y no traer más niños en su gran cesta (carruaje cargado). Sobre esto, Freud dice que un hijo es un Lumpf (excremento) para la teoría sexual infantil, esto sería el complejo excremental. Todo comienza cuando Juanito acompañaba a su madre y a Bertha al baño, luego se le prohíbe esto y viene el complejo de asco a todo lo que le recuerde esto, como los calzones (no es joda). Caída en la bañera. Sus dos fantasías: la del mecánico que destornilla la bañera y la del infortunado viaje a Gmunden, van mostrando este miedo a la bañera grande. Lo que pasa, volviendo al nacimiento de Hanna es que por 6 meses aproximadamente su comportamiento ante ella era de hostilidad, luego esta es subrogada por la angustia a la bañera: Pasa que tiene miedo a caerse en la bañera grande pues vio a su madre bañar a Hanna y deseó que la soltara y se cayera, entonces él tiene miedo de que ella saque las manos al bañarlo y que se caída en el agua. La interpretación de porqué la fantasía esta y porqué la agresividad al padre y a la hermana es porque así trata a ambas personas que de cierto modo le quitan a la madre, entonces, el miedo es el temor al castigo por aquel mal deseo. De esta manera, Juanito abandona el complejo excremental y para al de la hermanita, esto significaría, según Freud, que la hermanita por si misma es un excremento. Esto se completa con el hecho de que todos los carros de mudanzas, de diligencias, etc., sean para Juanito carros cargados con cajones en los que la cigüeña guarda a los niños, esto se interpretaría como que el caballo caído no es solo la muerte del padre sino la madre en el parto. Fantasía del mecánico o fontanero. "Yo estoy en la bañera, entonces viene el mecánico y la destornilla, Entonces toma un gran taladro y me lo mete en la panza". Según el padre, la fantasía refleja el hecho de que Hans está en la cama con su mamá, y luego viene el papá y lo desaloja con su gran genital. Esta es una elaboración, deformada por la angustia, de una fantasía de concepción. Fantasía de la cesta-disparate. “Hanna ha viajado en una cesta así a Gmunden. Siempre que hemos viajado a Gmunden, ella viajó también en la cesta. ¿Qué? ¿Otra vez no me crees? De verdad, papi, créeme. Hemos

comprado una cesta grande y ahí hay puros niños, en la bañera se sientan ellos adentro”. Lo que papi interpreta de esta fantasía es que es una parodia que hace Hans de su padre, en venganza sobre la mentira de la cesta de la cigüeña, tipo: “no me creo un bledo lo que me decís, gato”. Juanito había notado el vientre grande de la madre, si el padre le pide que crea en sus mentiras, él también puede, según papi, pedirle que crea en sus mentiras (al padre). Embromar caballos de carruajes. Cierto día, Hans dice que cuando ve a un carruaje le da miedo que se le ocurra embromarlo, que se caiga y pataleen, su padre le pregunta si le gustaría pegar a los caballos con un látigo, luego le pregunta si le gustaría pegarle a él, a Hanna o a su madre, y él le dice que, a su madre, le pregunta con qué, responde con un palo, su madre lo amenaza con un palo de vez en cuando. Papi señala que, en la calle, Hans me manifestó que diligencias, carros mudanceros y carros carboneros eran carruajes de cesta de cigüeña. Sigmund lo traduce como: mujeres grávidas. Veamos cómo, varias “líneas” después, Freud resuelve esto: el deseo de “embromar” al caballo se compone de dos elementos: 1. 2.

Un impulso sádico referido a la madre Un impulso vengativo contra el padre, el cual no pudo ser reproducido hasta después de haberlo sido el primero en relación con el complejo del embarazo.

En la formación de una fobia basada en ideas inconscientes tiene siempre efecto una condensación, razón por la cual el camino del análisis no puede reproducir jamás la trayectoria del desarrollo de la neurosis. En otras palabras, como en la fobia se juntan varios pensamientos reprimidos, no se puede repetir la misma técnica que se usó para descubrir uno, porque son diferentes pensamientos reprimidos. Juego con la muñeca de goma. Su muñeca llamada grete tiene un silbato por donde introduce una navaja, luego le abre las piernas para que la navaja caída, luego le muestra a la niñera las piernas abiertas de la muñeca indicando que ahí estaba el hace pipi. Lo que quería mostrar aquí es como él se representaba un nacimiento, no solo quería ver el hace-pipí. Luego de esto sus padres le cuentan como es que vienen los niños, luego de esto el padre dice que le vino un alivio, la angustia disminuye, pero aún tiene dudas sobre el papel del padre y quien gobierna en la obtención de hijos. Fantasía de los hijos - Final del Edipo. La angustia comienza a desaparecer. Hans tiene unos hijos imaginarios con los que juega, esta vez juega a que él es el padre, la madre de los niños imaginarios es mamá, y el abuelo es el padre de Hans, casando al padre de Hans con su madre (la abuela de Hans). Freud propone que esta es la solución más feliz que encuentra Juanito, en lugar de eliminar al padre, le concede la misma dicha que ansía para él mismo, lo casa con su propia madre. Añade luego que tras la confesión de esta fantasía, es imposible negar que el placer anudado en Hans a las funciones excrementicias. Fantasías del Instalador – Final del complejo de Castración. Básicamente fantasea que viene un instalador y con unas tenazas le quita el trasero y el hace-pipí y le pone unos más grandes, “como los de papi”, con esto, dice Freud, la expectativa penosa da vuelta hacia una dicha.