Juanito Psicopato

Sigmund Freud: Análisis de la fobia de un niño de cinco años (Caso Juanito) Constitución familiar: Madre- Padre- Hermana

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Sigmund Freud: Análisis de la fobia de un niño de cinco años (Caso Juanito) Constitución familiar: Madre- Padre- Hermana menor Hanna- Juanito. Motivo de consulta: El padre de Juanito, quien lleva adelante el tratamiento, describe en sus notas que el niño presenta trastornos nerviosos. Como base de éstos, sospecha de una sobreexcitación sexual debido a los mimos de la madre. Presenta miedo a que un caballo lo muerda en la calle y depresión del ánimo al anochecer. Antecedentes: Las primeras observaciones de Juanito datan de la época en que todavía no había cumplido los tres años. Manifestaba un interés especial por una parte de su cuerpo a la que llamaba “la cosita de hacer pipí”. Así le ha preguntado a su madre si ella tambien tenía una cosita a lo que respondió que sí, objetando el niño que como nunca se la vio pensaba que era tan grande como la de un caballo (había visto el órgano de los caballos). Le llamaba la atención todo lo que pudiera asociar sobre el tema, tal es así que al ver ordeñar una vaca pensó en la ubre como la cosita y que le salía leche. Juanito estaba incitado también al tocamiento del miembro, teniendo tres años la madre lo sorprendió con la mano en el pene y lo amenazó con llamar al doctor para que se lo corte. La curiosidad de Juanito lo convertía en un pequeño investigador, y esta curiosidad recae especialmente sobre los padres. Un acontecimiento importante en la vida de Juanito es el nacimiento de su hermana teniendo los tres años y medio. Se muestra muy celoso con la llegada de Hanna, de pronto cayó enfermo y expresó que no quería ninguna hermana. Luego de un año y medio ya dominados los celos se mostraba cariñoso con ella. A los tres años y nueve meses la familia se muda. Desarrollo del historial clínico: Enero de 1908 (4 años 9 meses): Juanito se levanta angustiado y relata que cuando dormía ha pensado en que su mamá se iba y que ya no tendría quien le haga mimos. 7 de enero: sale con su niñera pero en la calle se pone a llorar, quiere que su madre lo mime. A la noche tiene miedo y se presenta en la habitación de los padres. Al día siguiente su madre lo convence de salir y al regresar le confiesa que tenía miedo de que le mordiera un caballo, de noche necesitó mimos y dijo- el caballo se meterá en mi cuarto. Su madre le preguntó si se tocaba la cosita a lo que él respondió que sí, se le advierte que no debe tocarse pero al despertar confiesa que lo ha hecho un poquito. Marzo: Juanito piensa que no tiene otro remedio que mirar a los caballos pero luego le da miedo. Ya no quiere salir a la calle, apenas se acerca al balcón, sólo los domingos sale con el padre. Ante las explicaciones de éste sobre que los caballos no muerden Juanito responde que los caballos blancos si

muerden. Cuenta que una vez su vecinita estaba cerca de un caballo y su papá le dijo que no toque con los dedos ese caballo blanco porque la iba a morder. Al día siguiente el papá le dice a Juanito que si no se toca más se le ira la tontería (así llamaban a su miedo) a lo que el niño responde que no porque todas las noches le da con la mano a la cosita. Por esos días comienza a trabajar una nueva empleada con la que juega al caballo montándosele encima gritándole arree, arree caballo. La semana siguiente sale con el padre y se tranquiliza porque no hay caballos, hablando con el padre le pregunta si este tiene una cosita y deduce que las niñas no la tienen a lo que el padre le explica que si tienen pero es diferente a la de los varones. De noche aparece de nuevo el miedo a los caballos. El padre de Juanito le comunica a Freud su informe de la semana y le advierte que la semana entrante irá a visitarlo con el niño. De paseo con el padre le dan miedo algunos animales que antes no, como las jirafas, los elefantes, todos los animales grandes. Con el paso de los días se intensifica su miedo y apenas sale al frente de la casa. Una noche Juanito irrumpe en la habitación de los padres y ante las preguntas él no quiere hablar. Al día siguiente cuenta que en su cuarto había una jirafa muy grande y otra toda arrugada y la grande empezó a gritar porque él le quito a la arrugada y cuando cesó de gritar él se sentó en la jirafa arrugada, ésto no fue un sueño, él lo pensó todo. Su padre encuentra relación en esta fantasía con el esclarecimiento sobre las diferencias sexuales. El padre le cuenta el significado de esto a Juanito. La tarde en que Juanito y su padre llegan a la consulta de Freud, lo que resultaba más desagradable en los caballos eran las anteojeras y la mancha negra en torno de su boca. Freud le explica al niño que en realidad él le tenía miedo a su padre por lo mucho que él quería a su madre y que creía que este tomaba a mal ese cariño pero que su papá tambien lo quería mucho y que podía contarle las cosas, Juanito recuerda que su padre le había pegado por la mañana tras un cabezazo que él le dio en el estómago. -

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2 de abril: Aparece una primera mejoría, permanece cerca de una hora fuera de la casa. 3 de abril: Juanito aparece nuevamente en la habitación de los padres explicándole a su papá que cuando no está con él le da miedo y que seguirá yendo hasta que se le pase. A la tarde sale, cuando sale de la casa dice que no todos los caballos blancos muerden, pero que todavía quedan algunos que sí. 5 de abril: El padre le pregunta a Juanito cuales son los caballos que le dan más miedo, responde que todos pero que los carros de las mudanzas tambien le dan miedo porque pesan mucho y se van a caer los caballos, porque había visto como se caía uno una vez con la madre y cuenta que se asustó tanto porque armo jaleo con los pies. Cuando el padre le pregunta si pensó en él cuando vio caer al caballo él dice que sí, que puede ser. 6 de abril: Juanito sale con su padre al frente de la casa, el padre le pregunta ante la presencia de los caballos que pasaban si eso negro que tenían en la boca los caballos que le daba miedo le recordaba a un “bigote”, el niño indiferente responde que sólo por el color. Se nota una disminución de su miedo, pero le asustan, aún, los carros de las mudanzas. Los carros de mudanzas se parecen mucho a los ómnibus verdad? Le pregunta el padre y el niño tras un silencio responde que de no ser así no le darían miedo. 7 de abril: se presentan mejoras progresivas. Todo el miedo que resta se enlaza con los ómnibus (escena en donde estando con la madre ve como cae un caballo y arma jaleo en el suelo) 9 de abril: El niño lo observa a su padre con medio cuerpo desnudo, lo halaga y le dice que esta guapo como un caballo blanco. En esta charla con el padre le cuenta que arma jaleo con los pies como los caballos cuando está enojado, o cuando le agarran ganas de ir al baño y quiere seguir jugando. Comenta también que le

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dan miedo los carros con carbón porque son grandes como los ómnibus, el padre concluye en que solo los carros de carga pesada le dan miedo. Por estos días a Juanito le dan repulsa los calzones de la madre, uno amarillo que le recuerda el pipí y uno negro que le recuerda al popó. Las cosas que antes le procuraban placer ahora le repugnaban, como verle a la mamá en el acto de defecación. En un nuevo diálogo con su papá Juanito le cuenta que en la casa de veraneo jugaba al caballo con Berta, una amiguita y cuando alguno se lastimaba decían “por culpa del caballo”. El padre retiene esta última frase. Al día siguiente el padre retoma esta conversación pero Juanito no recuerda. De sus amigos comenta que tuvo cierta curiosidad por verle la cosita a Berta y a su mamá y confiesa que en oportunidades Berta lo miraba mientras el hacía pipí y el entraba al baño para verla a ella. Cuenta que el baño de su casa no le da miedo pero cuando va de paseo con su papá aquel baño si le da miedo al soltar el agua. El padre, agrega Freud, que pregunta mucho sin dejar que el niño se explaye. Los intereses de Juanito van cambiando en cada charla. El niño comienza a tener ocurrencias, fantasías y cada una de ellas son contadas al padre: “estaba en el baño, venía el fontanero y lo destornillaba y un destornillador me lo clavaba en la barriga”. Por estos días todo le recuerda a la caca, las albóndigas, los calzones negros, los caballos negros, etc. En otra oportunidad Juanito es interrogado sobre Hanna y responde que le gustaría no tener ninguna hermana. Este tema continúa en primer término, ya que la niña ha venido a robarle parte del cariño de sus padres, ya había expresado en ocasiones tras el cuento de la cigüeña que ésta no debía traerle mas niños, que los dejara en el cajón en donde los tenía. Juanito recuerda los días en los que nació su hermana y comenta al ver un cajón en la antesala que en uno como esos llegó Hanna y que siempre que iban a la casa de veraneo iba metida en un cajón. Tras todo un rato de diálogo Juanito deja entrever que no creía en el cuento de la cigüeña. Al día siguiente el padre le hace repetir la historia y cuenta que la cigüeña trajo a Hanna en el pico que tenía las llaves de la casa en el bolsillo, después dice que no, que llamó al timbre y después de distintas contradicciones el padre le pregunta si el cajón donde la cigüeña tiene los niños es parecido a un ómnibus y Juanito responde que sí. En otro momento Juanito revela sentimientos ambivalentes hacia el padre diciéndole a éste “tu debías tropezarte y hacerte sangre así yo por lo menos podría estar un rato solo con mamá”. 22 de abril: Juanito había pasado toda la mañana jugando con una muñeca de goma a la que llamaba Margarita y señalándole entre los pies le dice a la criada, mira allí tiene la cosita…y la introdujo una navajita dentro. Le cuenta a su papá que cuidaba a esta muñeca como si fuera un niño de verdad, expresa su deseo de tener niños mientras el padre le aclara que los varones no pueden tenerlos. 24 de abril: Junto a la mamá de Juanito el padre le proporciona al niño nuevas explicaciones sobre cómo nacen los bebés. Ahora Juanito habla siempre de sus niños, le cuenta al padre sobre niños que termina reconociendo que son solo inventos y que él se sentía ser la mamá de ellos. El padre describe que a esta altura la angustia ya casi había desaparecido y que permanece cerca de la casa sólo para asegurarse un refugio. Mientras tanto el niño sigue jugando con sus amigos- hijos imaginarios- y cuenta la fantasía de ser el papá de esos chicos y su madre la mamá quedando el padre como el abuelo junto a su madre, la abuela de estos. Días después cuenta que ha pensado que venía el fontanero con unas tenazas y le quitaba el trasero y le ponía otro y luego la cosita, para darle una más grande. Semanas después, las notas del padre: Aún le queda un resto de enfermedad que ya no se manifiesta en miedo sino en preguntas.

EPICRISIS Juanito es una criatura predispuesta a la neurosis. En el curso del análisis hubo que decirle muchas cosas que él no sabía decir, facilitarle las ideas y orientarlo por el escaso desarrollo de su sistema intelectual a esta edad. Es verdaderamente un pequeño Edipo que quisiera hacer desaparecer al padre para quedarse con su madre y dormir con ella, presenta una intensa ambivalencia hacia el padre, y hacia su hermana. La fobia de Juanito es una histeria de angustia sin conversión alguna. El objeto al que se desplaza la angustia convirtiéndose así en miedo es un objeto predeterminado que tiene un sentido y un enlace.