Reciclaje en Suiza

Así resolvieron el problema de las basuras en Suiza Suiza es en realidad un país que goza de una limpieza envidiable. Al

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Así resolvieron el problema de las basuras en Suiza Suiza es en realidad un país que goza de una limpieza envidiable. Allí la batalla contra la basura es toda una filosofía perfeccionada: se procesa todo lo que puede ser clasificado y separado. Durante los años 80 hubo una verdadera catástrofe ecológica: los rios y lagos estaban contaminados con fosfatos y nitratos, la tierra con metales pesados y la gente producía toneladas de basura cada mes. Los habitantes empezaban a quedarse sin aire limpio para respirar y debieron tomar medidas desesperadas. El método más efectivo mostro ser la clasificación de basuras. En Suiza no hay excepciones para nadie, todos estan obligados a separar y clasificar la basura en contenedores. Por ejemplo para deshacerse de una bolsita de té usada se debe separar la etiqueta (que va al recipiente destinado al cartón), el papel va a los papeles usados y el residuo biológico va a la composta. Al pequeño gancho lo espera el bote de metal usado y el hilito va a dar a una bolsa debidamente marcada. Cualquiera pensaría que es un chiste pero no es así. Quienes no lo hagan deben pagar una multa. Cada día se reciclan:    

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Papel. 70% del papel que se usa en el país es reciclado. Cartón. Se recicla aparte del papel. Llevar a cabo este proceso con el cartón es más caro (costo asumido por quien lo ha usado). Baterías. 60% de todas las baterías vendidas en Suiza regresan al proveedor y por ningún motivo se arrojan al cesto de basura. Vidrio: Suiza lidera en cuanto a la cantidad de botellas que son devueltas. Más del 90% de los recipientes regresan a las fabricas para que el vidrio sea reciclado. Cabe resaltar que los ciudadanos deben quitarles la tapa y clasificar las botellas de acuerdo al color del vidrio. Botellas plásticas. El 71% de ellas son recicladas. Viejos aparatos electrónicos.

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Recipientes de conservas (metálicos). Lo interesante aquí es que cada persona debe comprimirlos con una prensa magnética. El 70% de este tipo de recipientes son reciclados. Recipientes de aluminio. (Que no son los mismos que los de conservas). El 90% de ellas se recicla. Las lámparas de luz de día. Cadáveres de animales. Debe pagarse un precio extra por este tipo de desechos. Está prohibido enterrarlos. Aceite vegetal. Aceite de vehículos. Cambiarle el aceite al automóvil de manera autónoma está prohibido y sólo puede hacerse por técnicos en estaciones de servicio autorizadas, y no es gratis. Residuos compostados: residuos de comestibles, plantas domésticas, estiercol y la arena del gato, cenizas, aserrín, hojas del césped, ramas, etc. Materiales domésticos neutros tales como piedras, porcelana. Medicamentos caducos.

Claro que es posible tirar la basura al bote pero entonces habrá que ensuciarse pagando un impuesto que se cobra por cada kilogramo de residuos. Cada bolsa de basura debe tener una marca adhesiva que indica el pago de ese impuesto. Tirar 5 kilogramos de basura cuesta alrededor de 2 o 3 francos (2 o 3 dólares). La policía de la basura (que en realidad sí se llama así aunque no lo creas) abre cada bolsa que no contenga la marca adhesiva y busca allí cualquier documento, recibo o factura que logre dar con el paradero de su dueño. La multa por evadir esta ley cuesta 10 mil francos, es decir cerca de 10 mil dólares. La razón más importante del éxito de este método para deshacerse de la basura no son las elevadas multas o el temor a las autoridades, sino la conciencia de los ciudadanos. Todos saben que si cada uno clasifica su basura entonces la vida es mejor. Tienen razón. Según datos de la OCDE Suiza es uno de los países con mayores tasas generales de reciclaje y compostado del mundo, ya que se deshace de su basura de la forma correcta en un 51%. Alemania sigue liderando la lista con un 65%, junto a otros países europeos y a Corea del Sur. La contrapartida es que el país es uno de los que más consume. Son el número uno comiendo chocolates y quesos, están entre los mayores bebedores del mundo y 2

gracias a su alto nivel de vida (sus ingresos per cápita superan los 4.800 euros mensuales, según el Banco Mundial), no suelen privarse de nada a la hora de comprar. ¿Cómo lo hacen? Los suizos tienen un gran sentido de la responsabilidad, según explica un estudio realizado por la Universidad de Lausana, lo que sumado a un sistema muy estricto en cuanto a cómo y qué reciclar, podrían dar una explicación de cómo pueden consumir y al mismo tiempo reciclar correctamente. Las cifras oficiales presentadas por Suiza demuestran que sus habitantes son capaces de reciclar el 90% de las latas de estaño y aluminio y una cifra algo mayor (92%) de los envases de vidrio, que es gratuito, para que éstos no sean parte de sus propios desechos. En cuanto a los cartones y papeles, en las ciudades suizas suele haber un día determinado para deshacerse gratis de los mismos, que los habitantes respetan escrupulosamente, colocando en los puntos de recogida los paquetes convenientemente atados, según instrucciones que todos conocen y cumplen. En cuanto a cómo reciclar los desechos orgánicos, existen bolsas específicas para ello que deben ser adquiridas por los suizos, que de esta forma están pagando por reciclar y compensando de algún modo su exceso de consumismo. En varias ciudades las tasas de reciclaje están controladas por tarjetas magnéticas. Cada ciudadano registra la cantidad de residuos que está depositando, ya que éstos se pesan al colocarlos en el contenedor. Este sistema asegura la imparcialidad en cuanto a las tarifas, ya que a fin de mes se contabiliza lo reciclado mediante la tarjeta y se paga exactamente por lo que cada uno se preocupó de reciclar. También es un excelente método para medir el grado de compromiso de la ciudadanía con el reciclaje y para controlar las cifras reales de lo que se recibe. ¿Qué hacen con la basura? La mayoría de la basura suiza es incinerada y las estaciones de reciclaje permiten la eliminación separada de aluminio, vidrio, botellas de plástico y papel, así como artículos para el hogar, productos electrónicos y baterías. En cuanto a los desechos orgánicos, en general cada ciudad tiene su propia planta de compostaje, donde los habitantes pueden solicitar abono para sus jardines y huertos, producto de lo que ellos mismos consumieron y pagaron para reciclar. Estas creo que son las principales razones y diferencias con España: En Suiza, reciclar es libre y gratis , pero tirar basura cuesta dinero -cada bolsa de basura tiene que tener una etiqueta, y el precio de cada etiqueta difiere en su precio-. “Así cuanto menos se tire, menos se paga”. 3

Son numerosas las campañas publicitarias sobre residuos que se pueden ver tanto en televisión, prensa, como en las calles, con multitud de carteles informativos que conciencian al ciudadano de la necesidad y de los beneficios de reciclar. Además, las autoridades de la capital suiza imponen sanciones que van desde los 40 a 300 francos para los menos cuidadosos en colocar la basura en su lugar. Intentan por todos los medios que su ciudad, no deje de perder su encanto y limpio aspecto Los suizos quizás sean los ciudadanos del mundo que más reciclan. Es una de las ventajas de vivir en un país pequeño, rico y muy civilizado, donde el sistema y las infraestructuras funcionan maravillosamente. El ciudadano suizo suele ser limpio, ordenado, puntal, reservado y muy cuidadoso en todos los detalles, mirando siempre no solo por ellos mismos sino también en el entorno que le rodea. Por el contrario, el ciudadano español es mas desordenado, espontáneo, abierto y no muestra tanta preocupación por su entorno. Sea como sea, van a ser conocidos por algo más que sus bancos, su chocolate y sus relojes. Suiza reduce, recicla y reutiliza su basura.

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