Quechua

Contenido 1. Consideraciones generales ................................................................................

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Contenido 1.

Consideraciones generales .................................................................................................. 3 1.1.

Familia de Lenguas ..................................................................................................... 3

1.2.

El Quechua como Lengua ........................................................................................... 4

1.3.

Quechua originario ..................................................................................................... 5

1.3.1.

Procedencia del Quechua originario.................................................................. 6

1.3.2.

Cronología del Quechua originario ................................................................... 8

1.4. 2.

Variantes del quechua en las regiones norte del Perú ................................................... 11 2.1.

3.

5.

Quechua II ................................................................................................................. 12

2.1.1.

Quechua II A Quechua Cajamarquino ............................................................... 12

2.1.2.

Quechua II A Quechua Incahuasi-Cañaris .......................................................... 13

2.1.3.

Quechua II B Quechua Chachapoyas y Luyo...................................................... 13

2.1.4.

Quechua II B Quechua Lamista .......................................................................... 13

2.1.5.

Quechua II B Quichua Norteño ........................................................................... 14

Quechua en el Centro del Perú ........................................................................................ 14 3.1.

4.

Cambios en el quechua originario ............................................................................. 9

Clasificación ............................................................................................................... 14

Quechua en el Sur del Perú .............................................................................................. 15 4.1.

Quechua Chanka ....................................................................................................... 15

4.2.

Quechua Collao ......................................................................................................... 17

Conclusión .......................................................................................................................... 18

Bibliografía ................................................................................................................................ 20

INTRODUCCIÓN

El quechua o quichua es una familia de lenguas originaria de los andes centrales que se extienden por la parte occidental de Sudamérica a través de siete países. Es hablada por 14 y 9 millones de personas y no se ha comprobado un origen común con ninguna otra lengua o familia lingüística, pero lo que es considerado la segunda familia más extensa en América después de la indoeuropea. Según se estima, según los estudios realizados en los pasados cincuenta años, todas las variedades del quechua proceden de la natural diversificación de una única lengua, a la cual se ha llamado protoquechua, que se ubicó fundamentalmente en un espacio correspondiente con Lima. La expansión del quechua se habría dado en tres oleadas sucesivas tras las cuales se dan momentos de diversificación interna que originaron las diferentes variedades de la familia. Una primera oleada se ubica alrededor del siglo V, cuando el protoquechua habría cruzado la cordillera para instalase en la sierra central (Valle del Mantaro) entonces protoaimarahablante. Este movimiento estaría relacionado al surgimiento del centro de Cajamarquilla (en Lima). Esta migración sobre sustrato aimaraico derivó en la división entre Quechua I (al este) y Quechua II debido a profundas diferencias gramaticales hacia el siglo VIII. La expansión de este periodo se relaciona con el auge de Pachacámac. En este espacio de tiempo es que se habría producido la segunda oleada expansiva que afectó a las dos ramas; el Quechua I inicia una nueva expansión en dirección norte a través de la vertiente oriental hasta el Callejón de Huaylas y el Quechua I se expande en dirección norte y sur por la costa y la sierra de la vertiente occidental. Tras esta segunda oleada se produce la división del Quechua II en sus ramas yungay (hacia el norte) y huámpuy (hacia el sur). En el siglo XIII acontecería la expansión más reciente del quechua de la mano del comercio del reino de Chincha, que produjo la adopción del quechua clásico como lengua vehicular en gran parte del Antiguo Perú y en lo que modernamente es la sierra ecuatoriana, empleada por los curacas de pueblos diversos para comunicarse entre gobernantes independientes para el intercambio de productos. Este avance condujo a la adopción del quechua en la sierra y la Amazonía ecuatoriales, por un lado, y hacia la sierra sur sobre territorio de habla aimara. Eventualmente, la variante ecuatoriana divergió del habla del sur, produciéndose la última escisión de la familia quechua. Sin embargo, en varias regiones eran sólo los curacas quienes conocían el quechua, mientras que el pueblo llano continuaba usando sus lenguas propias, como era el caso de la región mochicahablante. En medio de este proceso, cuando los incas iniciaron la conquista del Chinchaysuyo, adoptaron esta lengua para sus asuntos administrativos, si bien ellos también eran aimarahablantes, e impusieron su aprendizaje en las diversas provincias de su imperio, sin que esto significara que dejaran de lado las lenguas vernáculas. Algunos pueblos de la selva que mantuvieron contacto comercial con los incas resultaron también influenciados por el quechua.

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VARIANTES DEL QUECHUA EN EL PERÚ

1. Consideraciones generales 1.1. Familia de Lenguas Una familia de lenguas es un grupo de idiomas con un origen histórico común y emparentados filogenéticamente, es decir, parecen derivar de una lengua más antigua o protolengua (lengua madre). Las familias se originan cuando una lengua, denominada «protolengua de la familia», da lugar a diferentes idiomas por un proceso de diversificación dialectal. Las lenguas de una familia usualmente son ininteligibles entre sí, aunque en la mayoría de los casos conservan parecidos fonéticos y gramaticales. Cuando las similitudes entre los idiomas son claras, es posible reconstruir su origen común, e incluso la protolengua de la que derivan, mediante los métodos de la lingüística histórica. ¿Qué significa considerar al quechua una ‘familia’ de lenguas emparentadas entre sí? En primer lugar, debemos dejar claro que es enteramente normal para una lengua pertenecer a una familia de lenguas más extensa: esto vale para la mayoría de lenguas en el mundo. Un ejemplo muy conocido es el de la lengua de otra gran civilización, el chino, que tampoco es una sola lengua sino que más bien es una familia de varias lenguas emparentadas entre sí, familia que está conformada por el chino mandarín (hablado en la capital, Beijing), el chino cantonés (hablado más al sur, en Hong Kong), entre otros tipo de chino más. Exactamente lo mismo ocurre con el árabe, que verdaderamente también es una familia de lenguas y no únicamente una sola: el árabe hablado en Marruecos, en el norte de África, es muy diferente del que se habla en Arabia Saudita, por ejemplo. En efecto, casi todas las lenguas conocidas en la actualidad pertenecen a alguna familia de lenguas. El segundo aspecto importante es que cuando decimos que unas lenguas están emparentadas con otras en una misma familia de lenguas, ello no solo significa que estas sean similares en algún aspecto. En efecto, uno puede encontrar lenguas que muestran similitudes en algunos aspectos, especialmente en su estructura, pero que en verdad no están emparentadas. Un buen ejemplo de ello es el caso del quechua y el aimara: estas lenguas son muy similares en algunos aspectos de estructura y de su pronunciación, pero hay grandes probabilidades de que ellas no estén emparentadas entre sí. Incluso, se podría considerar que el quechua y el castellano tienen ‘similitud’ en un aspecto, el que ambas lenguas se hayan prestado entre sí varias palabras: por ejemplo, el castellano se ha prestado del quechua puma, kancha, llama, waka (‘huaca’); y el quechua se ha prestado del castellano karru (de carro) y waka (de vaca). Pero está claro que cualquier lengua puede prestarse palabras de otras y que ello no significa que estas estén necesariamente emparentadas entre sí. Así, definitivamente, el quechua y el castellano no lo están. De lo anterior, las lenguas emparentadas no son solo aquellas que muestran algún parecido. Decir que un grupo de lenguas está emparentado significa mucho más que eso: significa que todas ellas forman parte de una misma ‘familia’ de lenguas, lo cual es similar a una familia humana, donde los hijos provienen de una misma madre. Por

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ejemplo, veamos qué pasa con el castellano, el portugués, el italiano, el francés, el rumano, el catalán, entre otros... Actualmente, estas lenguas son muy diferentes entre sí, pero provienen de una ‘madre’ o lengua ancestral común a todas ellas: el latín. Así, estas lenguas forman en conjunto la más conocida de todas las familias de lenguas, la llamada familia románica o romance (cuyo nombre se debe a que su lengua ancestral común, el latín, fue hablada por los Romanos). Ahora bien, recordemos cómo las pronunciaciones de la palabra correspondiente a tres difería de una variedad regional de quechua a otra. A continuación, escuchemos cómo ocurre lo mismo para esta palabra pero en las lenguas de la familia románica y en la familia germánica, que es otra familia de lenguas también bastante conocida.

En estas tablas, podemos apreciar escrito en verde y entre [corchetes] cómo es que se pronuncia exactamente cada palabra. El alfabeto normal no tiene suficientes letras para mostrar sutiles diferencias de pronunciación, por lo que utilizamos el alfabeto de ‘símbolos fonéticos’ con la finalidad de ser más precisos. 1.2. El Quechua como Lengua La familia lingüística quechua se extiende desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile y Argentina. Abarca los países de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Además del quechua de los Andes, también se hablan variedades quechuas en algunas áreas de la ceja de selva, y de la selva baja del Perú y el Ecuador. La mayor extensión geográfica y la mayor diversidad de idiomas quechuas se encuentran en el Perú. A menudo se sostiene que el quechua del Cusco es la lengua materna de todos los quechuahablantes. Muchos creen que el quechua es un solo idioma con muchos dialectos regionales. El quechua es una familia lingüística con una variedad de idiomas, muchos de los cuales tienen dialectos dentro de la región geográfica donde se habla. Según Alfredo Torero (1964), las formas más antiguas del quechua, las primigenias, se hablan en Ancash, Cerro de Pasco, Junín, Huánuco y la sierra de Lima. “Las variedades de la familia lingüística quechua se clasifican en dos grandes grupos de idiomas: 1) las habladas en Ancash, Huánuco, Pasco, Junín y algunas provincias del departamento de Lima, y 2) las habladas en Apurímac, Huancavelica, Ayacucho, Cusco, Puno, Lambayeque, Cajamarca, San Martín, Amazonas y algunas zonas de Loreto” (Coombs, comunicación personal).

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Las diferencias que existen entre los idiomas quechuas son comparables con las diferencias que existen entre el castellano, el portugués, el francés y el italiano. Muchos de los quechuahablantes no se refieren a su idioma como “quechua”. Los nombres varían según la zona. Por ejemplo, en Colombia se llama inga, en San Martín llakwash, en Cajamarca lingwa. En el sur del Perú el nombre que se le da es runa simi o runa shimi, que significa ‘idioma del hombre’ o ‘boca del hombre’. Sin embargo, en la actualidad los quechuahablantes del departamento de Huánuco y de algunos otros lugares se refieren a su idioma como “quechua” o “gechwa”. Parece que la palabra “quechua” surgió de un error cometido por los españoles que tomaron la palabra qheswa ‘valle’ de la denominación del dialecto qheswa simi que significa ‘idioma del valle’, para referirse al idioma (Mannheim, 1991:6). En los Andes del Perú los quechuahablantes han incorporado a su lengua varias palabras castellanas. Es un fenómeno que se encuentra en castellano y en todos los idiomas vivos, que poco a poco incrementan su propio vocabulario con préstamos de otros idiomas. En la selva peruana, algunos idiomas han incorporado muchas palabras quechuas. Este fenómeno está cambiando, ya que se están incorporando más préstamos del castellano en el proceso de crecimiento y desarrollo. Una característica de las lenguas quechuas es que tienen pronombres inclusivos y exclusivos de primera persona plural. Por ejemplo, en el quechua wanca: ya’anchic — ‘nosotros’ incluye al oyente u oyentes ya’acuna — ‘nosotros’ excluye al oyente u oyentes Este fenómeno también se refleja en los verbos: Wälamancha Wancayüta lishun. — ‘En la mañana iremos (tú y yo) a Huancayo’. Wälamancha Wancayüta lipäcusha. — ‘En la mañana iremos (nosotros pero no tú) a Huancayo’. (Wanca Quechua)

1.3. Quechua originario De lo anterior, el quechua es parecido al romance en lo siguiente: no es solo una simple lengua, sino más una bien una familia de lenguas (familia que está compuesta por un conjunto de lenguas emparentadas cercanamente y que, al mismo tiempo, son muy similares entre sí); ello significa que en alguna época del pasado existió una única lengua ‘quechua originario’ (a la que los lingüistas llaman con el nombre técnico proto-quechua). Hablaremos bastante sobre este antiguo idioma, con la intención de tratar de responder las interrogantes de dónde, cuándo y por quiénes fue hablado en el pasado. Sin embargo, siendo cuidadosos y sin apresurar conclusiones, es mejor que empecemos por no asumir automáticamente que las respuestas a dichas interrogantes son Cuzco y los Incas necesariamente. En efecto, si bien los Incas sí hablaron una forma de quechua similar a la que se habla en el Cuzco de hoy en día, lo cierto es que ellos no fueron la primera civilización en expandirse a través de los Andes, ni tampoco hay prueba alguna de que hayan sido los únicos que hablaron quechua. El misterio resulta aún más complejo. Primero que todo, es importante comprender que, en el lugar y tiempo que fuere, el quechua originario ‘se desmembró’ gradualmente hace muchos siglos y se transformó en las diferentes variedades y lenguas quechuas que son habladas actualmente en diferentes regiones a través de los Andes. Esto es completamente normal, y es exactamente lo que

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ocurre en casi todas las lenguas. Comparemos cómo el latín originario, hablado en España, Italia y otras regiones de Europa, eventualmente se transformó en lenguas modernas bastante independientes (aunque algunas de ellas sean muy similares entre sí): castellano, italiano, portugués, entre otras. Exactamente de la misma manera, en Chavín y en Cuzco el quechua originario ha cambiado hasta la actualidad para devenir en dos lenguas modernas diferentes pero cercanamente emparentadas, a las que por el momento llamaremos únicamente quechua de Chavín y quechua de Cuzco. Obviamente, no disponemos de grabaciones del quechua originario, pues ya nadie lo habla en la actualidad; por ello, nosotros mismos hemos grabado nuestra propia voz pronunciando las palabras de este antiguo idioma exactamente tal como los lingüistas han establecido que debieron haberse pronunciado antiguamente. De igual modo, toda vez que mencionemos palabras del quechua originario aquí, colocaremos un asterisco * delante de ellas para indicar que no estamos frente a una pronunciación moderna sino frente a una que ha sido establecida por la lingüística, como es el caso del quechua originario *[kimsa]. 1.3.1. Procedencia del Quechua originario Hemos visto, entonces, cómo a partir de la comparación de variedades regionales modernas de una lengua, y con un minucioso estudio y mucha experiencia, es posible para los lingüistas ubicar las principales fases de expansión de una familia de lenguas. Esto también nos ayuda con respecto de la pregunta fundamental: ¿en qué parte de los Andes surgió el quechua originario? Automáticamente mucha gente asume que el quechua se originó en Cuzco, en tanto que es el lugar de origen del Imperio de los Incas. Sin embargo, el origen de un imperio no es necesariamente el lugar de origen de una familia de lenguas. En efecto, nosotros ya sabemos que el Imperio de los Incas tuvo un desarrollo relativamente tardío en comparación con el quechua, en tanto que su expansión realmente ocurrió en el siglo XV, mientras que, como bien sabemos, la expansión del quechua empezó probablemente mil años antes que dicha etapa; así por ejemplo, el quechua ya era hablado en lugares como Chavín mucho antes de que el Imperio de los Incas existiera. Así, la interrogante de dónde fue que se formó el quechua encuentra su respuesta en una etapa bastante anterior a la de los Incas. Para intentar responder una pregunta tan difícil como esta, hay algunos aspectos informativos que los investigadores pueden aprovechar.  En primer lugar, nos pueden ayudar algunos principios de la ciencia lingüística. Uno de ellos dice que la región en la cual se observa, dentro del área más pequeña, el mayor grado de diversidad entre variedades de una lengua usualmente es el lugar desde el cual esta se ha diversificado, o sea, su lugar originario. Así, para el quechua, tal parece que la diversidad más grande es la que ocurre en el centro del Perú, en el departamento de Ancash y las provincias andinas del departamento de Lima. Así pues, tal parece que estos lugares son los posibles mejores candidatos para considerárseles el lugar de origen del quechua.  Otra herramienta lingüística valiosa es el estudio de los nombres de los lugares (‘toponimia’), dado que resulta normal que ellos reflejen las lenguas habladas en esa área muchísimo tiempo atrás, incluso si la lengua que fue hablada allí es diferente hoy en día. Sin embargo, es muy

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importante tener cuidado en este tipo de estudios, pues el trabajo con la toponimia es muy difícil y con facilidad se puede incurrir en errores. Ahora, si bien esta labor requiere de mucha experiencia lingüística, si ella es bien ejecutada puede revelarnos muchos datos. Efectivamente, la toponimia muestra que gran parte del sur del Perú probablemente habló formas de aimara en la antigüedad y que el quechua llegó allí mucho después, remplazando al aimara y empujándolo más hacia el sur, en dirección a Bolivia. Así, resulta evidente que en Cuzco, a partir de las pruebas ofrecidas por un sin fin de antiguos nombres de lugares, gran parte de esta región haya hablado en realidad aimara tanto como —o más probablemente antes que— quechua. De igual modo, a partir de documentos históricos, tal parece que incluso la misma nobleza incaica habló originalmente una forma de aimara, a pesar de que ellos y su pueblo habían optado ya por el empleo del quechua desde antes del periodo de expansión del imperio. Hay muchos otros recursos que también nos aportan valiosas pistas: atender a la relación precisa de parentesco entre las generaciones de la familia quechua; tomar en cuenta la evidencia que aportan las formas regionales de quechua que ya se han extinto (como, por ejemplo, aquella cuya gramática fue registrada en 1560 por el dominicano Domingo de Santo Tomás); estudiar al detalle la rica relación entre quechua y aimara, en las diferentes regiones; finalmente, considerar el conocimiento arqueológico acerca de las migraciones de los grupos humanos, para intentar encajar dicha historia con la de sus lenguas.

La combinación de todo este conocimiento termina siendo el muy complejo trabajo de numerosos especialistas debatiendo en conjunto, tal como viene ocurriendo en las últimas décadas, por lo que el panorama de estudio actual parece lucir claro y bastante seguro, pues casi todos los enfoques confluyen en conclusiones similares: el quechua originario fue hablado más probablemente en algún sitio del centro del Perú (quizá en la costa, aunque con mayor probabilidad en el interior serrano) antes que en algún otro lugar. De igual forma, habría sido desde esta área que la lengua ancestral habría empezado a expandirse, tanto hacia el norte como hacia el sur, en una fecha de probablemente de alrededor hace dos mil años —quizá más, quizá menos, pero ciertamente muchísimo tiempo antes que el Imperio de los Incas. Aquella gran última cúspide de la civilización andina habló el quechua, ciertamente, y efectivamente contribuyó a extenderlo hasta su máxima expansión; sin embargo, el quechua de los Incas no fue el único, ni tampoco fue este el quechua originario. El quechua es mucho más diverso que únicamente el quechua cuzqueño, y está enlazado con muchas más culturas nativas de los Andes. En tanto que han existido muchos antagonismos y creencias erradas acerca del quechua cuzqueño, es importante ser claros sobre exactamente cómo vinculamos lo visto anteriormente con ello... Sí, los Incas hablaron quechua y, sí, hablaron una forma de quechua muy similar al moderno quechua cuzqueño. Sin embargo, no, los Incas no hablaron el quechua originario y, más bien, solo expandieron su forma particular de quechua hacia unas cuantas de las regiones andinas donde hoy se le habla. La mayoría de regiones tenía ya desde mucho antes de la época incaica su propio quechua, cada cual tan originario, tan indígena y tan verdadero como el quechua hablado en Cuzco en la actualidad. Así, la lengua quechua no

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proviene originariamente ni únicamente de los Incas: es más que eso, pues es un elemento aún más profundo y más rico del legado cultural indígena de los Andes. Pensar que cualquier región habla alguna forma ‘degradada’ o ‘incorrecta’ del quechua cuzqueño, o de alguna otra forma de quechua, no tiene sentido alguno. El quechua en cada región, más bien, resulta tan ‘bueno’ y ‘correcto’ como el del resto de regiones. Así, de dondequiera que seamos, podríamos —y, quizá, debiéramos— sentirnos tan orgullosos de nuestro propio quechua como cualquier otra persona pueda estarlo del suyo. 1.3.2. Cronología del Quechua originario Así, dependiendo de cuán similar es el quechua en una región u otra, podemos determinar a qué ‘generación’ pertenece dentro de la familia. Así, los lingüistas pueden obtener una idea de los orígenes e historia del quechua, a partir de examinar detalladamente cuán diferentes son sus formas en las diferentes regiones. Incluso, resulta posible determinar de modo aproximado hace cuánto —hace cuántas ‘generaciones de lenguas’— es que la gente en algún lugar de los Andes habló el quechua originario, lengua de la cual descienden todas las variedades regionales modernas del quechua. Sabemos que las lenguas cambian en el tiempo y que, mientras más tiempo pase, más diferentes llegarán a ser. Entonces, si vemos cuán similares son las lenguas, podemos obtener alguna idea (aunque no precisamente fechas exactas) de hace cuánto es que la lengua que fue su ancestro viene diversificándose como para que sus ‘descendientes’ hayan llegado a un grado de diferenciación determinado hoy en día. Es decir, por cuántas generaciones ha pasado esta familia y si son las lenguas descendientes ‘hermanos’, ‘primos hermanos’ o, más distantemente emparentados, ‘primos lejanos’ dentro de la familia en cuestión. En principio, necesitamos echar una mirada a otras familias de lenguas donde sepamos con certeza, a partir de documentación histórica, hace cuánto fue que se diversificaron. Nuevamente la familia romance resulta ser la ideal, dado que sabemos cuán diferentes son cada una de sus lenguas en la actualidad. Además, conocemos el hecho histórico de cuándo fue que su ancestro común, el latín, se diversificó: lo cual ocurrió hace más de dos mil años, desde que los antiguos Romanos expandieron su latín hacia nuevos territorios fuera de Roma, como España, por ejemplo. El resultado de dos milenios de divergencia es que en la actualidad cada lengua romance es verdaderamente muy diferente de las demás: castellano, italiano, portugués, francés, entre otras. No dejemos de recordar que ya hace varios siglos que el mismo castellano se ha expandido por el mundo y que el proceso de divergencia ya ha empezado de nuevo: hoy no se habla castellano de la misma manera en las diferentes regiones del mundo. Dependiendo del lugar de procedencia de la gente, cada quien puede tener un acento distinto de castellano, un acento chileno, un acento mexicano, un acento peruano y, quizá el más famoso de todos, un acento de Buenos Aires, “che”. (En realidad, che es originariamente una palabra prestada de las lenguas indígenas tupi-guaraní, cuyo significado es hermano). Incluso dentro de un mismo país, como Perú, por ejemplo, la gente puede tener un acento cuzqueño, o andino, y decir ‘pollo’ (con una elle muy marcada), ‘asco’, ‘afto’; o, de otro lado,

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podría tener un acento limeño, o costeño, y decir algo así como ‘poyyo’, ‘ahco’, ‘apto’. En este caso, también sabemos acerca de la historia de hace cuánto el castellano se ha expandido por el mundo y de cuándo fue que se diversificó: más o menos desde la época de Colón, aproximadamente hace quinientos años. Desde que se iniciaron las diferencias entre las formas regionales y nacionales de castellano alrededor del mundo ‘apenas’ han pasado aproximadamente quinientos años de cambios, y el resultado es que estas diferencias siguen siendo mucho más pequeñas que las existentes entre el castellano y el italiano, o el francés, las cuales llevan más de dos mil años de desarrollo. Ahora comparemos estos dos casos con el quechua. No es fácil medir con exactitud cuán diferentes son las lenguas (aunque ello es lo que intentaremos en una siguiente etapa de nuestra investigación Sonidos de las lengua andinas), pero por lo menos podemos decir que las diferentes formas regionales de quechua de Cuzco y Chavín son claramente mucho más diferentes unas de otras que las diferentes formas regionales de castellano alrededor del mundo, y que son casi tan diferentes entre sí como lo son el castellano, el portugués y el italiano. En otras palabras, el nivel de diversidad al interior del quechua es más proporcional al nivel de diversidad dentro del romance que al que ocurre dentro del castellano. Así, basta una simple comparación para notar claramente que el quechua originario debió haberse diversificado durante un periodo más aproximado a los dos mil años del romance, que a los apenas quinientos años del castellano. Ciertamente, todo ello quiere decir que el quechua viene expandiéndose y divergiendo desde mucho antes de la presencia del Imperio de los Incas. 1.4. Cambios en el quechua originario Entonces, ¿cómo es que ocurrieron los cambios que generaron el quechua de Chavín, el quechua de Cuzco, y todo el resto de quechuas regionales, tan diferentes unos de otros en la actualidad? En tanto que los siglos fueron transcurriendo, ocurrieron dos cosas: primero, el quechua originario empezó a expandirse hacia otras regiones más allá de su tierra natal; segundo, mientras iba ocurriendo dicha expansión, el quechua originario fue cambiando. Ciertamente, todas las variedades de quechua nacieron del mismo quechua originario, pues es una ‘ley del lenguaje’ que sin excepción toda lengua cambie en el tiempo, a lo largo de las generaciones de la gente que la habla. Así, el latín no pudo dejar de convertirse en varias lenguas diferentes, entre ellas el castellano y el italiano, y tampoco lo pudo dejar de hacer el quechua originario, por lo que este último también empezó a cambiar con el paso de los siglos, y cambió en todas las regiones donde fue hablado. El hecho crucial que generó la diversidad del quechua es el siguiente: en diferentes regiones, el quechua originario cambió de diferentes formas. El resultado es que de un único quechua originario, hoy en día, tenemos una forma modificada de quechua en una región y, en una región diferente, tenemos una forma de quechua también producto de otra modificación, ocurrida de manera diferente. •

Veamos en nuestro ejemplo correspondiente a tres cómo ocurrió esto con exactitud. La palabra en quechua originario era *[kimsa]:

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• •

En la región de Chavín el quechua originario *[kimsa] cambió de pronunciación hacia la pérdida completa del sonido [s], por lo cual hoy esta palabra ya es pronunciada [kima] en Chavín. En la región de Cuzco, el quechua originario *[kimsa] cambió y remplazó el sonido [m] por [n], por lo cual hoy en día se da la pronunciación [kinsa] en Cuzco. En otras regiones no ocurrió ninguno de estos cambios y la palabra no cambió en nada, por lo cual es pronunciada todavía con [m] y [s], de la misma manera que el quechua originario, [kimsa], en regiones como Huancavelica y la mayoría de Ecuador, como por ejemplo Chimborazo. La tabla mostrada a continuación resume estos cambios de sonidos:

Pero si el quechua originario ya no es hablado más, ¿cómo es posible estar seguros de cómo fueron pronunciadas sus palabras? ¿Cómo podemos estar seguros de que en el quechua originario la pronunciación era [kimsa], tal como ocurre hoy en Ecuador y Huancavelica, y no como en Cuzco, Bolivia o Chavín? ¿Cómo hacemos para saber que no ocurrió de la otra manera: a saber, ¿no podría el sonido originario haber sido [n] y no podrían haber sido Ecuador y Huancavelica los que lo cambiaron a [m]? Este es un asunto importante, pero también muy complejo, por lo que en nuestra página Más detalles sobre el quechua explicamos cómo es que los lingüistas logran establecer estas cuestiones. Por lo pronto, recomendamos únicamente culminar la lectura de esta sección introductoria y poder observar algunos ejemplos más de estos cambios iniciales. Tomemos la palabra correspondientes a tú, que en quechua originario era *[qam]. También la pronunciación de esta palabra ha cambiado, pero nuevamente de maneras diferentes en diferentes regiones: •

• •



En este caso son Chavín y otras regiones, en particular las del centro y norte del Perú, las que no han cambiado en nada dicha pronunciación y mantienen la del quechua originario [qam], como en Chavín. En la región de Cuzco, tal como en *[kimsa] → [kinsa], la [m] ha cambiado nuevamente, por lo que en Cuzco tenemos [qaŋ]. En Huancavelica la [m] no ha cambiado, pero allí ha sido otro el cambio ocurrido: el quechua originario [q] ha cambiado a [χ], sonido similar al de la pronunciación de la letra del castellano. De lo anterior, tenemos [χam] en Huancavelica. En Chimborazo también la [q] ha cambiado, solo que dicho cambio no ha ocurrido de la misma manera que en Huancavelica. Más bien, el originario [q] ha cambiado a [k]. Además, el sonido [m] ha cambiado de la misma manera que en Cuzco, a [ŋ], por lo cual tenemos [kaŋ] en Chimborazo.

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Nuevamente, la tabla a continuación resume dichos cambios de sonidos:

Los aspectos más relevantes a considerar son los siguientes: 





Todas las variedades regionales han cambiado de una u otra manera. Chavín no ha cambiado *[qam], pero sí ha cambiado *[kimsa], a [kima]. Tampoco Huancavelica ni Chimborazo han cambiado *[kimsa], aunque ambos sí lo hayan hecho con el originario *[qam]. Cuzco, en estos casos, ha cambiado ambas palabras, a [kinsa] y [qaŋ]. De igual modo, lo que vemos no es solo que las diversas regiones cambien palabras, sino que regiones diferentes cambian la misma palabra, pero de maneras diferentes. Además, regiones distintas pueden cambiar, inclusive, el mismo sonido de distintas maneras: por ejemplo, Huancavelica ha cambiado la [q] de la lengua ancestral *[qam] a [χ] como en [χam], y Chimborazo la ha cambiado también, pero de manera diferente, a [k] como en [kaŋ]. Chimborazo también ha cambiado la [m] en [ŋ] de la misma manera que el quechua de Cuzco. Así, el quechua originario ha experimentado cambios diferentes de una región a otra y, como resultado, tenemos que el quechua hablado actualmente en cada una de estas cuatro regiones ha venido a ser diferente del que se habla en cada una de las otras regiones. De las cuatro regiones que aquí hemos visto, no hay ni siquiera dos que hoy en día pronuncien ambas palabras de la misma manera. Así, Chavín tiene [kima] y [qam]; Chimborazo, [kimsa] y [kaŋ]; Huancavelica, [kimsa] y [χam]; Cuzco, [kinsa] y [qaŋ].

2. Variantes del quechua en las regiones norte del Perú En el Perú, las variedades de quechua se agrupan en dos grandes ramas: quechua I y quechua (según terminología de Torero 1964). El primero se ubica en la zona central del país y el segundo en las zonas norte y sur. Su distribución corresponde a los fenómenos históricos de expansión del idioma en el último milenio, cuyo proceso explica la existencia de diversas variantes geográficas (Cerrón 1987; Chirinos 2001; Moseley 2010). Según datos del Ministerio de Educación (DNLO, 2013), en el Perú el quechua es considerado una lengua vital, aunque muchas de sus variedades, en realidad, estén en peligro o serio peligro. Hay ciertamente una disminución significativa de la importancia relativa del quechua como idioma en el país (al inicio del siglo XX, 60% de la población era quechua

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hablante, en tanto que a inicios del siglo XXI, sólo lo es el 15%), pero en términos absolutos hay más quechuahablantes en el 2014 de los que había en 1876 (Ribota 2012). Además, al menos un tercio de los quechuas hablantes se encuentran en espacios urbanos (Valdivia 2002).

Quechua I central Quechua I

Quechua ancashino

Ancash

Quechua huanca

Junín

Quechua yaru

Junín, Pasco

Quechua Quechua de I Pacaraos periférico

Quechua II-A

Lenguas quechuas Estas lenguas constituyen una familia de lenguas diferentes ya que no todas las variedades de quechuas son intercomprensibles. Quechua II

Quechua II-B

Quechua II-C

Distrito de Pacaraos (Huaral)

Quechua cajamarquino

Provincia de Cajamarca

Quechua IncawasiCañaris

Distritos de Incahuasi y Cañaris

Quechua yauyino

Provincia de Yauyos

Quechua chachapoyano

Provincias de Chachapoyas y Luya

Quechua lamista

Provincia de Lamas, Valle del Huallaga

Quichua norteño

Loreto

Quechua ayacuchano

Ayacucho, Huancavelica

Quechua cuzqueño

Cuzco

2.1. Quechua II 2.1.1. Quechua II A Quechua Cajamarquino

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 Vitalidad: Gravemente en peligro  Ubicación :Departamento de Cajamarca La lengua (linwa), también llamado quechua cajamarquino, es un lecto quechua hablado aisladamente en las partes altas occidentales de la provincia de Cajamarca (distritos de Cajamarca, Baños del Inca y Chetilla). Es mutuamente inteligible con el quechua lambayecano. El quechua cajamarquino es parte de la rama Quechua II. Esta lengua nunca fue hablada en toda la región; no obstante, está probablemente en franco retroceso en relación al español: sólo se conserva en municipalidades rurales como Chetilla o Porcón, y aún en estas zonas niños han comenzado a hablar exclusivamente castellano.1 Dada a la mala reputación de lengua indígena, los datos censales son mucho más bajos que las cifras reales, por lo que la cantidad de hablantes varía ente 10 y 30 mil usuarios. 2.1.2. Quechua II A Quechua Incahuasi-Cañaris  Vitalidad: Gravemente en peligro  Ubicacion: Departamento de Lambayeque. El quechua de Incahuasi-Cañaris (linwa, linwaras, kiĉwa), quechua lambayecano o quechua de Ferreñafe es una lengua de la familia quechua hablada en el noroeste del Perú. Está clasificada grupo Quechua IIA.El quechua de Inachuasi-Cañaris es hablado por unas 20.000 personas, quienes se ubican principalmente en los distritos andinos del departamento de Lambayeque que le dan nombre a este dialecto, Incahuasi y Cañaris, aunque también se habla en partes del distrito de Salas y en zonas aledañas de los departamentos de Cajamarca y Piura. 2.1.3. Quechua II B Quechua Chachapoyas y Luyo  

Vitalidad: En peligro critico Ubicación: Departamento de Amazonas.

El quechua chachapoyano (kichwa) es una variedad de quechua hablada en el sur del departamento de Amazonas del Perú, en las provincias de Chachapoyas y Luya). Esta lengua está en franco retroceso en relación al idioma español. Sólo en el distrito de Conila (provincia de Luya) los niños aún hablan el quechua. El quechua de Chachapoyas es hablado por 500 personas aproximadamente. 2.1.4. Quechua II B Quechua Lamista  Vitalidad: Gravemente en peligro  Ubicación: Departamento de San Martin. El quechua lamista (llakwash) es una variedad de quechua hablada en la provincia de Lamas en el departamento de San Martín, y en algunos pueblos a orillas del río Huallaga. El lamista forma parte de las rama Chinchay septentrional de la familia de lenguas quechua, junto con el quechua chachapoyano, el kichwa del Ecuador y el ingano. El quechua de Chachapoyas es hablado por 6000 personas aproximadamente.

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2.1.5. Quechua II B Quichua Norteño  Vitalidad: Vulnerable  Ubicación: Departamento de Loreto. El quichua norteño, kichwa o quichua ecuatoriano o simplemente quichua (kichwa shimi) es el segundo idioma más hablado de la familia de las lenguas quechuas. Es empleada en la Sierra y Oriente del Ecuador, en el suroeste de Colombia por los inga (dos variantes llamadas inga) y la selva baja norte del Perú (inka o quechua del Pastaza) por un aproximado de 2.5 millones de personas. Es cooficial con el español en los tres países "dentro de las zonas que se emplea". Una norma estándar se emplea en el Ecuador, conocida como kichwa unificado (Shukllachishka Kichwa).

3. Quechua en el Centro del Perú Está compuesta por una gran diversidad de variedades lingüísticas distribuidas en la sierra del centro del Perú, en los departamentos de Áncash, Huánuco, Pasco, Junín y Lima. Este Quechua I se diferencia del Quechua II por el uso de vocales alargadas y en varios morfemas. Según los lingüistas Torero y Carranza, son más antiguos que el Quechua II. 3.1. Clasificación El quechua de Pacaraos es la variedad más divergente del Quechua I, en los primeros trabajos de Torero fue considerada dentro de la subrama A del Quechua II, el grupo "de transición", pero posteriores trabajos de Adelaar y Taylor la permitieron ubicar en la rama I.

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El grupo restante y mayoritario, las lenguas quechuas centrales conforman un continuo dialectal con isoglosas. En su trabajo inicial, Torero (1964) delineó ocho variedades dialectales, a saber: • • • • • • • •

Huaylas Conchucos Huayhuash occidental Huayhuash medio Huayhuash oriental Valle del Mantaro Huánuco-Marañón Huánuco-Huallaga

Posteriormente (1974), Torero presenta dos formas de agrupar estas lenguas. La primera, en relación a su proximidad a los dialectos más extremos, el del Callejón de Huaylas y el huanca, de nominando a ambos grupos como Wáylay y Wánkay respectivamente. Ambos se diferenciarían en la pluralización de los verbos. Paralelamente, presenta cinco zonas con base en la intercomunicación de los hablantes: • Zona 1: Ancash-Conchucos (Wáylay) • Zona 2: Alto Marañón-Alto Huaura-Alto Huallaga (Intermedio entre Wáylay y Wánkay) • Zona 3: Yaru • Zona 4: Jauja-Huanca • Zona 5: Huangáscar-Topará (eventualmente sumida en el quechua yauyino)

4. Quechua en el Sur del Perú No hay duda sobre la mayor antigüedad del quechua I. Por ello, se presume que el quechua es originario de algún lugar de los Andes centrales. Efectivamente, el primer gran desplazamiento y expansión del quechua parece haberse producido en la propia zona central, en oleadas sucesivas bastante antiguas, lo que explica en parte la gran diferencia entre las diversas subramas del quechua I. El siguiente proceso de desplazamiento se generó en tiempos previos al imperio de los Incas, por movimientos de población y cambios demográficos. El quechua reemplazó al aimara como lengua local en las zonas sur y centro andinas, tanto en zonas como la sierra de Lima pero sobre todo las actuales zonas de Cusco, la zona Collao de Puno y parte de Apurímac. Las variedades de estas zonas mantienen por ello una serie de características fonológicas del aimara antiguo, como las fricativas y las glotalizadas, hoy específicas del quechua de Cusco y Puno. 4.1. Quechua Chanka Desde un punto de vista fónico, el ayacuchano se distingue de sus parientes más cercanos, los dialectos de Cuzco y el Collao, por dos rasgos principales: (1) la fricativización de *q en todos los ambientes; (2) el mantenimiento de las consonantes oclusivas y africadas del protoquechua en posición final de sílaba, las cuales se han erosionado en el quechua cuzqueño-boliviano8. Con respecto al resto del conjunto QII,

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la morfología del ayacuchano se caracteriza en lo principal por (3) la creación de la forma -ni-ku para la primera persona exclusiva del plural verbal (las otras áreas presentan la forma más arcaica -yku); (4) la conservación del gerundio homopersonal concomitente -stin, desaparecido del cuzqueño en el siglo XVII9; (5) no haber desarrollado para el sufijo posverbal -pu- (‘acción orientada fuera de la interacción sujeto-objeto’) el significado de ‘cambio de estado’, que presentan las variedades cuzqueña, collavina y charqueña. Pero lo que verdaderamente define el área dialectal ayacuchana dentro del conjunto dialectal QII meridional es que a estas cinco isoglosas10 se superpone una importante haz de isoglosas léxicas. Hacia el este, estas pasan por la cuenca del río Pachachaca (Carbajal Solís, 2004) y, más al sur, parecen coincidir con el límite entre los departamentos actuales de Ayacucho y Arequipa. Si nos limitamos al vocabulario básico y a los lexemas que no son cognados, las más significativas de estas isoglosas me parecen ser las siguientes:

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Como se observa, la mayoría de los lexemas que caracterizan al ayacuchano con respecto al cuzqueño pertenecen también al QI y podrían explicarse como préstamos de una variedad sustratística del mismo. No mencioné entre los rasgos distintivos del ayacuchano la inexistencia en este dialecto de los rasgos glotales y aspirados propios del cuzqueño-boliviano. Aunque varios autores consideran que la presencia o ausencia de estos rasgos constituyen la distinción fundamental entre los dos dialectos, la variedad hablada en la provincia de Paucar del Sara, en el extremo sur del departamento de Ayacucho, presenta los rasgos glotal y aspirado al mismo tiempo que todas las isoglosas antes mencionadas la ubican dentro del quechua ayacuchano11. Las hablas del norte del departamento de Apurímac (Tacmara, Huancarama, Matapuquio y Huascatay, en las provincias de Andahuaylas y Abancay), que presentan también dichos rasgos, deben adscribirse por las mismas razones al quechua ayacuchano (Carbajal Solís, 2004: 117). Por lo tanto, los rasgos glotal y aspirado no pueden considerarse como definitorios del quechua cuzqueño con respecto al ayacuchano.

4.2. Quechua Collao Es importante tener presente que el quechua ó Runa Simi se habla en diversas zonas del país, presentando diferencias en cuanto al vocabulario, gramática, pronunciación y el significado de muchas palabras, pero en definitiva están ligadas. Por lo que, de acuerdo al mapa de ubicación de zonas con presencia de población con lengua quechua en la variedad de CUSCO-COLLAO, según el Manual para el empleo del Quechua (del Ministerio de Cultura), abarca Cusco, Puno, la mayor parte de Arequipa, Apurímac y parte de Moquegua. Es que hasta hoy, los hablantes de este idioma mantienen sus costumbres y creencias, después de tantos siglos de oposición. Este idioma es el quechua y hoy más que nunca cada familia quechua debemos enseñar a los niños en el seno del hogar, la cosmovisión socio-cultural quechua y los valores propios de nuestros antepasados, porque estos niños serán los quechuas, cuyas decisiones futuras afectarán las generaciones venideras de nuestra gente. A pesar de las presiones constantes, cada vez más nuestra lengua va

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extendiéndose y ganando terreno en los lugares en que antes, sólo la lengua española tenia un lugar de prestigio. Sin embargo, aunque el quechua de Cusco es uno de los pocos idiomas del mundo que cuenta con más de un millón de hablantes, en algunos lugares todavía hay personas que no aprecian su lengua materna y hasta tienen vergüenza hablar la lengua en que aprendieron a decir sus primeras palabras y a comunicarse con la sociedad. El quechua de Cusco (autodenominada runa simi) [ɾunaˈs imi] es parte de la gran familia quechua, que es una de las familias más importantes en el continente americano. La familia lingüística quechua contempla más de diez millones de personas y aproximadamente 1, 500,000 personas hablan el quechua de Cusco. Cusco (Perú) es un departamento grande y accidentado geográficamente por montañas y cordilleras, que separa a cada pueblo. Es por esta razón que hay algo de variación dialectal de una zona a otra aún dentro del territorio de esta variante importante.

5. Conclusión Durante el Período Intermedio Tardío muchos valles serranos permanecieron subexplotados. Para ponerlos en valor, los incas instalaron en ellos colonos procedentes de zonas donde los cultivos mesotérmicos sí se habían desarrollado durante esa época (por ejemplo la costa, Cuzco o Chachapoyas). La existencia de un Estado requería en efecto la creación de bolsones de población densa que produjeran un excedente anual importante y estable, que se pudiera cobrar fácilmente y que, como el maíz, fuera transportable. Con su demografía dispersa y su economía basada en la producción de tubérculos, muchas de las sociedades serranas del Intermedio Tardío presentaban condiciones adversas a la captación de sus riquezas por un Estado. Para existir, el Tahuantinsuyo tuvo que crear islas de agricultura intensiva en lugares estratégicos de la sierra, desplazando para ello gran cantidad de población. Las zonas de Huamanga, Vilcas, Andahuaylas, Abancay, Cuzco y Cochabamba, así como el corredor interandino ecuatoriano, fueron las más afectadas por esta política de colonización. T. D’Altroy (2005: 265) estima que de tres a cinco millones de personas, de un total de diez a

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doce millones que contaba el imperio inca, fueron trasladadas a lugares alejados de su territorio de origen. La lingüística ha desestimado los efectos de estos movimientos poblacionales sobre la formación del panorama dialectal quechua tal como lo observamos en la actualidad. La constitución del conjunto dialectal QII debe considerarse como la consecuencia (1) de la creación inca de espacios estatales multiétnicos y (2) de la regionalización colonial de las variedades de quechua que se habían formado en la interacción entre los incas y la población migrante. La base de todos los dialectos QII fue la variedad que hablaban los incas, la cual no debe confundirse con el dialecto cuzqueño moderno, pues este es producto de una historia semejante a la del ayacuchano (Itier, 2013). Desde un punto de vista geolingüístico, podríamos decir que los conjuntos dialectales I y II del quechua se distinguen en que el primero forma un continuum fragmentado que ocupa las zonas donde no existieron ciudades españolas o centros mineros lo suficientemente importantes como para articular regiones a su alrededor, mientras que el segundo está constituido por áreas relativamente extensas y homogéneas, que ocupan espacios regionales de origen colonial. El quechua Cusco-Collao se encuentra más emparentado con su vecino, el quechua Ayacucho-Chanka, que con ninguna otra variante. Aunque estas dos variantes tienen sistemas fóhicos muy distintos, sus sistemas morfosintácticos sí son similares(2). Para discutir la historia del quechua cusqueño partiré del supuesto según el cual estas dos variantes descienden de una única lengua común, el "quechua sur peruano común". Se trata de una proto-lengua, hipotéticamente reconstruida, de orden menor. No hay que confundirla con el protoquechua, antepasado hipotético de la familia lingüística quechua. Existen dos grandes diferencias fonológicas entre las variantes CuscoCollao y AyacuchoChanka: 1) El dialecto cusqueño posee oclusivas glotalizadas, aspirada~ y oclusivas sordas simples, mientras que el dialecto Ayacucho- Chanka sólo presenta oclusivas sordas simples. La glotalizacióo y la aspiración son rasgos relativamente recientes del Cusco-Collao, pero ya se encuentran sólidamente instaladas en el sistema fónico (Mannheim 1988b). Estos rasgos los comparte con las vecinas variedades bolivianas y con las lenguas no-quechuas vecinas, incluidas las lenguas aru y el puquina quechuizado de los callawayas de Bolivia. 2) El dialecto Ayacucho-Chanka presenta oclusivas y fricativas en posición final de sílaba, mientras que el Cusco-Collao solamente presenta fricativas en la misma posición. Además, otras clases de sonidos, incluidas las fricativas, nasales, laterales y semivocales, se han debilitado y/o fusionado con otros miembros de la misma clase fonológica. Dentro del ayacuchano existe cierta homofonía léxica en palabras que en el cusqueño se distinguen por la glotalización o la aspiración. En este último hay muy poca homofonía debido a las fusiones de los finales consonánticos. Hay también grandes diferencias léxicosemánticas entre los dialectos, aunque éstas son menos sistemáticas fpattemed] y varían más según la localidad.

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