Propuesta de Accion Social

La propuesta de acción que proponemos en este trabajo se sostiene con el proyecto ya en acción en Finlandia denominado K

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La propuesta de acción que proponemos en este trabajo se sostiene con el proyecto ya en acción en Finlandia denominado KIVA el cual genera un plan de accion teniendo en cuenta que en los casos de acoso escolar hay tres protagonistas: la víctima, el acosador y los espectadores; basándose en el cambio de actitudinales y de actuación de los alunmos que no son ni victimas ni los que propagan el bulling. Específicamente el accionar consiste en ……… buscándose específicamente ………………. La propuesta de acción social que se presenta en este trabajo es el programa KIVA. El Programa Kiva es un protocolo de actuación para prevenir la violencia, teniendo en cuenta que en los casos de acoso escolar hay tres protagonistas: la víctima, el acosador y los espectadores. Su nombre proviene de un juego de palabras finlandesas, KIUSAAMISEN VASTAINEN (contra el acoso). Uniendo las dos primeras letras de cada una de ellas, se forma una que se usa coloquialmente en finlandés, kiva, para describir algo divertido. El Programa Kiva se basa sobre todo en el cambio de actitudes y actuación de los “by-standers” (los alumnos que no son ni víctimas ni bullies) que apoyan a la víctima, en lugar de fomentar el acoso. Consiste en prevenir y enfrentar el acoso (bullying) en los colegios, a partir del cambio de actitudes y de actuación de los alumnos para la convivencia respetuosa. El programa consiste en:   

Analizar la situación en cuanto al acoso en cada escuela Organizar clases dedicadas al tema de acoso escolar para concienciar del problema Equipar a los niños y los profesores con herramientas para saber qué hacer en casos de acoso escolar

De forma más específica, se busca:    

Aumentar el entendimiento sobre el rol del grupo en el bullying Aumentar la empatía hacia las víctimas Promover estrategias de apoyo para las víctimas de bullying Apoyar la autoeficacia de los niños y niñas en la utilización de estas estrategias

El método utilizado en el programa KiVa consiste en no centrarse en la dialéctica de la confrontación entre víctima y acosador (ni tratar a la víctima para que sea más extravertida ni intentar cambiar al acosador para que desarrolle empatía) sino que se basa en la actuación sobre los alumnos testigos que se ríen de tal situación.

En muchos casos, estos espectadores interiorizan que lo que pasa es normal, incluso divertido, aunque tengan una opinión subyacente diferente. Lo que se pretende hacer a través del método es influir en dichos espectadores para que no participen indirectamente en el acoso. Si esto se consigue, el acosador, que necesita de reconocimiento para proseguir con el bullying, deja de acosar a causa de que no le aporta ningún beneficio. En el programa KiVa los estudiantes son instruidos en unas 20 clases a los 7, 10 y 13 años (edades clave en el desarrollo del menor) para identificar las diferentes formas de bullying. De este modo ya son concienciados desde bien pequeños. Hay diez temarios y trabajos que se realizan a lo largo del curso y en donde se enseñan valores morales como la empatía y el respeto por los demás. Se utilizan gran cantidad de recursos: charlas, videojuegos, manuales para el profesorado, vigilancia en el recreo, largometrajes... incluso un buzón virtual para denunciar si son testigos o víctimas de acoso escolar. En toda escuela el director elige un equipo KiVa integrado por tres adultos que detectan y investigan los casos de acoso escolar. Primero determinan si el acoso es puntual o continuado. Después hablan con la víctima para tranquilizarla. Posteriormente hablan con los acosadores para sensibilizarlos y con los testigos, que son la piedra angular del programa, de esta forma se consigue reducir el acoso escolar. Con relación al potencial del método, este drástico cambio en una serie de escuelas finesas puede dar una idea de los cambios cualitativos a nivel social que este tipo de programas podrían tener no solo en las escuelas, sino en los diferentes estratos culturales de personas adultas educadas mediante estos métodos. Si ya desde las etapas más tempranas somos educados para no apoyar pasivamente actos de violencia de este tipo, es concebible que la mentalidad de los adultos también cambie en muchos sentidos. Solo el tiempo dirá si este tipo de cambios culturales repentinos llegan a darse. Las repercusiones del programa KiVa pueden ir mucho más allá de la lucha contra el bullying, pueden ser la semilla para una sociedad más justa, solidaria y cohesionada.