Principales Problemas Ambientales en Guatemala

INTRODUCCIÓN Los problemas ambientales la mayoría de las veces no se provocan de manera natural, siendo los humanos quie

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INTRODUCCIÓN Los problemas ambientales la mayoría de las veces no se provocan de manera natural, siendo los humanos quienes los provocan, en algunos casos por falta de educación, otros por carecer de conciencia ecológica. Entre los principales problemas del medio ambiente en Guatemala tenemos, la deforestación, la erosión acelerada del suelo, aguas residuales, contaminación del aire, entre otros.

La deforestación, es problema grave, que trae con consigo problemas como deslaves, perdidas de especies entre otros.

El trabajo de las entidades que se dedican a la protección del medio ambiente en Guatemala no es eficiente, porque no s cuentan con programas preventivos. Erosión acelerada del suelo, se da por la industrialización debido al uso de químicos. En el presente informe se habla de estudios en diferentes partes de Guatemala relacionadas a la erosión. También se habla de las aguas residuales relacionado al impacto ambiental que genera, la calidad del agua y las plantas de tratamiento. Por último ambiente.

se describe las fuentes contaminantes del aire y sus efectos en el medio

El presente trabajo tiene como finalidad dar a conocer algunos problemas ambientales que sufre nuestro país.

PRINCIPALES PROBLEMAS AMBIENTALES La Deforestación: La tala de árboles es mayor que la recuperación natural y artificial, lo cual se debe sobre todo al alto consumo de madera para leña y, en menor grado, a los incendios y plagas forestales. La deforestación es un fenómeno que destruye los bosques y las selvas de manera extensiva causando un grave daño al medio ambiente. Guatemala se ha caracterizado por tener una gran variedad de flora y fauna, su nombre proviene del “náhuatl Quauhtlemallan (lugar de muchos árboles)”. Con el transcurso de los años esta condición ha ido cambiando por la explotación irracional del recurso, amenazando con desaparecer los bosques si no se toman acciones necesarias para frenar el fenómeno. Los bosques son parte del ecosistema que permite la vida de los habitantes del país mediante la conservación de la humedad del suelo, la absorción del gases efecto invernadero, la contribución en el ciclo hidrológico así como ser el hábitat de millones de especies. Los actuales problemas que aquejan a la población guatemalteca como consecuencia de la deforestación son el motor del presente análisis. La deforestación es un problema económico en Guatemala puesto que su avance contribuye en gran manera al cambio climático, los bosques cumplen la función de absorber los gases de efecto invernadero y devolver oxígeno al medio amiente. El cambio climático ocasiona que un desbalance que se refleja con sequía en algunos lugares convirtiendo prácticamente desiertos algunos lugares impidiendo las labores agrícolas y lluvia excesiva en otros causando inundaciones y otros estragos. En Guatemala podemos ver como esta situación se agudiza con fenómenos como el denominado “Corredor Seco”, que es una región climatológica con alto riesgo de sequias que abarca los departamentos de Quiche, Baja Verapaz, Guatemala, El Progreso, Zacapa,

Jalapa, Chiquimula y Jutiapa. Esta área fue delimitada por el INSIVUMEH luego de revisar las estadísticas de alrededor de 40 años, donde aunque hay ríos en su alrededor las altas temperaturas no permiten la distribución ocasionando grandes sequias. Se determinó que el mayor causante del problema en el área es la deforestación. Este fenómeno también ha causado desnutrición puesto que los pequeños agricultores principalmente en el área de Jocotan y Camotan que se dedican a las siembras de subsistencia han perdido sus cosechas quedándose con sus graneros vacíos sin nada que comer. La remoción de la cubierta forestal también se ha visto reflejado en la disminución de los caudales de los ríos durante periodos de verano marcados por altas temperaturas y escasez de agua que ha causado un conflicto por el uso del agua. Donde las grandes empresas toman todo el caudal de los ríos dejando al resto de las comunidades sin acceso al vital líquido. Otro de los efectos de la deforestación es que los suelos se secan rápidamente evitando la conservación de la humedad y causando sequia e infertilidad en la tierra. De igual modo el ciclo hidrológico se ve afectado puesto que sin la presencia de los bosques las lluvias son reducidas en gran manera. La deforestación también es causal de deslaves puesto que una vez removida la cubierta forestal el suelo es fácilmente erosionado por el agua o el viento. Por ultimo podemos mencionar que la deforestación destruye los ecosistemas que existen en los bosques, puesto que muchas especies se han ido reduciendo en número de población al punto de ser declarados en peligro de extinción Guatemala en su artículo 126 de urgencia nacional y de interés social la reforestación del país y la conservación de los bosques. Actualmente cuenta con dos instituciones que se encargan de monitorear y controlar este tema que son el Instituto Nacional de Bosques (INAB) y por el otro lado para las áreas protegidas el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). Actualmente existe mayor grado de conciencia y responsabilidad en los actores del sector forestal sin embargo en épocas pasadas no fue así. Lo cual nos deja con una gran parte el territorio nacional deforestado. La deforestación es un fenómeno que autodestruye el medio de vida del guatemalteco y si no se reflexiona y aplican acciones las futuras generaciones lo lamentaran. La solución más rápida es detener la tala de árboles. Aunque es una solución poco probable debido la realidad financiera del país con gran demanda sobre los recursos naturales. Erosión acelerada del Suelo: Esto se debe a la falta de técnicas apropiadas para la conservación de los suelos, especialmente en las áreas densamente pobladas. Es un problema del que casi nadie habla, pese a que sus efectos podrían ser catastróficos. La pérdida de suelo agrícola, un fenómeno que pone en riesgo la seguridad alimentaria de miles de personas. Para José Miguel Leiva, investigador de la Universidad de San Carlos de Guatemala, quien encabezó el estudio Las tierras agrícolas de Guatemala se pierden aceleradamente, la situación es alarmante, pues cada vez los suelos guatemaltecos son menos productivos, como consecuencia de factores como el crecimiento poblacional y el mismo desinterés de Estado por garantizar la subsistencia de ese recurso natural no renovable. El 51 por ciento de las tierras guatemaltecas son de vocación forestal, pero eso no se respeta y el país se ha transformado en una zona eminentemente agrícola.

Ese cambio de uso de la tierra provoca erosión, principalmente por las lluvias, que debido a los efectos del cambio climático son de poca duración y de mayor intensidad, cuyas corrientes arrastran grandes cantidades de tierra erosionada a los ríos, mares y calles. Según nuestra investigación, en el país cada año se pierden entre 149 y 250 toneladas métricas de suelo cultivable, y si a eso le ponemos un precio, Guatemala deja de percibir más de Q800 millones —por no cultivar, daños a infraestructura, entre otros—, pero lo que realmente preocupa es que los suelos son recursos naturales no renovables. Hay datos de erosión alta en partes medias y bajas del país; por ejemplo, en zonas de cultivo de caña de azúcar, café, cacao, palma africana y sistemas de producción ganadera, donde la mayoría de terrenos son planos, y pareciera que no pasa nada, pero el problema existe. Si los daños avanzan a ese ritmo, ¿cuál es el futuro del país? Puede que la agricultura itinerante —nómada— se desarrolle con más intensidad, lo que significa que el agricultor vaya explorando en nuevas tierras y se ponga en alto riesgo la seguridad alimentaria nacional. Las migraciones internas generan grandes presiones sobre los sistemas productivos, pues la gente no respeta los bosques ante la necesidad de tierras fértiles. La escasez de alimentos se agudizaría porque el área agrícola se reduce permanentemente. En 1950, el área agrícola por cada habitante era de entre cuatro y cinco hectáreas, pero ahora es apenas de un cuarto de hectárea. La degradación de suelos ocurre de manera sigilosa, nadie se da cuenta. Cuando alguien lo nota es porque una parcela de tierra está totalmente degradada y abandonada y ya no tienen capacidad de producción. Ese es el problema, nadie lo nota y mucho menos las autoridades locales. Los alcaldes deberían de tener en sus planes sectoriales una agenda ambiental, en la que se promueva la conservación de los suelos, bosques y el agua, pero el código municipal es débil y eso evita que los consejos de Desarrollo inviertan en el medioambiente. El productor está consciente de que sus tierras han bajado su capacidad, y es lógico, porque los efectos del cambio climático también impactan en la capacidad de producción de las tierras. Sumado a eso, hay otras prácticas que degradan los suelos; por ejemplo, las quemas agrícolas, pues el calor mata los microorganismos que habitan y nutren la tierra. En Huehuetenango hay una tasa de erosión de 183 toneladas de pérdida de suelo por hectárea al año; en Izabal, 129.23 toneladas; en Quiché, 124.84 toneladas, y Alta Verapaz, 115.33 toneladas. Eso no significa que en el resto del país no haya daños, porque Sololá, Totonicapán, San Marcos y Jalapa pierden unas cien toneladas —cada uno— por año, en promedio. La pérdida de suelo en el país es muy alta. En el contexto de los países latinoamericanos, Guatemala es uno de los que tiene una de las mayores tasas de erosión de suelo agrícola. Nunca es tarde para emprender acciones para resolver el problema, pero hay que hacerlo ya, y por eso instamos al Congreso para que se apruebe la ley. Debe haber una alianza estratégica entre diversos sectores sociales y la iniciativa privada. Con la erosión de suelos también se pierde el carbono acumulado, y cuando la tierra se lava —por la lluvia— este se dispara a la atmósfera, con lo que contribuimos con la emisión de gases de efecto invernadero.

Aguas Residuales: La mala gestión de estas aguas residuales, tienen un impacto muy negativo sobre la salud, la desnutrición y el medio ambiente. Cada año 1.800 millones de personas están en riesgo de contraer enfermedades como diarrea, cólera, disentería o polio, por el consumo de aguas contaminadas por excrementos. La falta de plantas de tratamiento para las aguas residuales en las ciudades y en las industrias, hoteles y explotaciones mineras, agrícolas y ganaderas, ocasiona grandes desechos de aguas contaminadas que hacen mucho daño al medio ambiente. La mayoría de esas aguas es descargada en los ríos, lagos, mares, en los suelos a cielo abierto o en el subsuelo, a través de los llamados pozos sépticos y rellenos sanitarios. En las últimas décadas el mundo ha venido mostrando preocupación y está tratando de resolver los problemas relacionados con la disposición de los efluentes líquidos provenientes del uso doméstico, comercial e industrial de las aguas de abastecimiento. La primera prioridad que demanda una comunidad es el suministro del agua, con calidad adecuada y cantidad suficiente. Ya logrado este objetivo, surge otro no menos importante que consiste en la adecuada eliminación de las aguas ya utilizadas que se convierten en potenciales vehículos de muchas enfermedades y trastorno del medioambiente. Las fuentes de agua (ríos, acuíferos, lagos, mar), han sido incapaces por sí mismas para absorber y neutralizar esta carga contaminante, y por ello estas masas de agua han perdido sus condiciones naturales de apariencia física y su capacidad para sustentar una vida acuática adecuada, que responda al equilibrio ecológico que de ellas se espera para preservar los cuerpos de agua. Como resultado, pierden aquellas condiciones mínimas que les son exigidas para su racional y adecuado aprovechamiento como fuentes de abastecimiento de agua, como vías de transporte o fuentes de energía. Las aguas de desecho dispuestas en una corriente superficial (lagos, ríos, mar) sin ningún tratamiento, ocasionan graves inconvenientes de contaminación que afectan la flora y la fauna. Estas aguas residuales, antes de ser vertidas en las masas receptoras, deben recibir un tratamiento adecuado, capaz de modificar sus condiciones físicas, químicas y microbiológicas, para evitar que su disposición cause los problemas antes mencionados. El grado de tratamiento requerido en cada caso para las aguas residuales deberá responder a las condiciones que acusen los receptores en los cuales se haya producido su vertimiento. Las plantas de tratamiento de aguas residuales deben ser diseñadas, construidas y operadas con el objetivo de convertir el líquido cloacal proveniente del uso de las aguas de abastecimiento, en un efluente final aceptable, y para disponer adecuadamente de los sólidos ofensivos que necesariamente son separados durante el proceso. Esto obliga a satisfacer ciertas normas o reglas capaces de garantizar la preservación de las aguas tratadas al límite de que su uso posterior no sea descartado. Aire Contaminado: Hay otras fuentes contaminantes, como la contaminación del aire exterior por la industria y el tráfico sobre todo las macropartículas (PM2.5) y las partículas en suspensión (PM10) que suelen sobrepasar los límites máximos permisibles en varias zonas de la ciudad donde hay equipos de medición instalados. También la contaminación del aire interior, principalmente por el uso de leña y el polvo, sobre todo en casas cuyo suelo es de tierra. La contaminación por ruido que llega a decibeles que nuestros oídos no pueden resistir y generan procesos de

atrofia auditiva crónicos. Y la contaminación visual por la proliferación de anuncios en las ciudades y en las carreteras, que además de dañar el paisaje pueden afectar la visibilidad en el tráfico vehicular. Principales causas de la contaminación del aire o atmosférica: Industrias La mayoría actividades industriales emiten sustancias nocivas para nuestra salud y la del medio ambiente. Las emisiones de humo que emanan las industrias, como por ejemplo dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno, ozono (O3) o metano (CH4), provocan que la calidad del aire que respiramos disminuya considerablemente. En función de la actividad industrial que se realice (química, textil, etc.), se emitirán concentraciones diferentes de estos gases perjudiciales. En algunos casos, en función de la naturaleza y composición de cada contaminante, estos pueden mezclarse y reaccionar entre sí, provocando sustancias aún más peligrosas. Automóviles y transportes que usan combustibles fósiles El uso de carburantes como la gasolina o el diésel para desplazarnos con nuestros medios de transporte habituales, es cada vez mayor. Estas emisiones, producen sustancias contaminantes como monóxido y dióxido de carbono (CO y CO2), óxidos de nitrógeno y en menor cantidad, dióxido de azufre (SO2). Este proceso, resulta ser un problema grave, sobre todo en ciudades muy pobladas, ya que a causa del gran número de automóviles que circulan cada día y de las retenciones que se forman, se crea una inmensa nube de contaminación que puede durar varios días. Este proceso se agrava si los coches y motocicletas que se utilizan tienen más de diez años, por lo que últimamente se han empezado a poner medidas de prevención para regular la cantidad de automóviles que entran en estas grandes ciudades. Existen otros tipos de contaminación que, al igual que las mencionadas anteriormente, están producidas por el ser humano. Son, por ejemplo, la quema de basura, la evaporación de ciertos herbicidas y plaguicidas, las extracciones mineras. Causas naturales de la contaminación del aire Pero también existe una parte de la contaminación del aire producida de manera natural, es decir, por el mismo medio ambiente. Un buen ejemplo son las erupciones volcánicas o los incendios forestales. Los gases que se emiten en estos procesos, es cierto que contaminan el aire, pero ni de buen trozo alcanzan el daño y contaminación que realizamos nosotros los humanos con la mala gestión de los recursos que tenemos. Además, acciones como por ejemplo la deforestación bosques, no ayudan a que nuestra atmósfera, de manera natural se pueda ir recuperando poco a poco. Las plantas y árboles que nos rodean tienen un papel fundamental en la renovación del aire que respiramos, ya que captan dióxido de carbono (CO2) y lo convierten en el oxígeno (O2) que respiramos. Se podría decir pues, que el aire de nuestra atmósfera se contamina principalmente por nuestra culpa, y además no permitimos que se renueve de forma natural.

CONCLUSIONES se logró captar lo más importante de lo que afecta al ambiente de nuestro país, tomando en cuenta que vivimos en una época en la que se produce muchos contaminantes, en cualquier producto que se produce o se usa se deteriora el medio ambiente, sin analizar el futuro que se les deja a nuestros descendientes que son el futuro de Guatemala. Con esta información se logró entender el mal que se le hace a la naturaleza, como lo que produce cuando se corta un árbol que le llevó años en crecer y el hombre y menos de 20 minutos lo derriba, sin saber que cada vez se está terminando con el mayor purificador de nuestro oxigeno que nos mantiene con vida. Es lamentable que no se tome conciencia de esto que es tan importante al igual que el deterioro de la tierra que se explota y nunca se piensa en como repararlo, esto por los diferentes tipos de extracción de minerales, también por el mal uso de químicos que se aplican para controlar plagas (plaguicidas). Aunque existen herbicidas o plaguicidas naturales que bien se podrían utilizar en para mejorar la tierra y así evitar la contaminación a los diferentes productos alimenticios que se siembran en los suelos. Es importante resaltar que hay varios temas prioritarios que afectan a nuestro país uno de ellos son las aguas residuales, el mal uso de estas aguas hacen que hoy en día ya no se tengan ríos limpios ya que están contaminados porque todas estas aguas residuales desembocan en estas corrientes de agua, y estas recorren hasta los mares. Al entrar en contacto con este tipo de gua puede ser mortal para el ser humano, pues son contaminantes de residuos fecales que se desfogan de los drenajes. Según datos obtenidos Guatemala tiene uno de los ambientes de aire más limpio eso a raíz de la gran extensión de montañas con las que aún se cuentan, esto en lugares montañosos, ahora en las áreas de las

ciudades es otra cosa como por ejemplo el aire que se respira está altamente contaminado por varios gases que son fuentes de enfermedades respiratorias y también producen el cambio climático. Pero hay un tipo de gas que sobre sale de los demás y este es el dióxido de carbono que por lo común es creado por los motores de combustión de gasolina de los vehículos, de las ciudades, y también de las industrias que producen varios productos, al igual cuando las personas queman leña para cocinar se crea dióxido de carbono que se eleva a nuestra atmosfera y debilita la copa de ozono que nos protege de la radiación, y esto hace posible como ya se menciona al cambio climático. Es muy interesante saber y conocer mucho más sobre estos temas, aunque hay más, pero se tiene que poner en práctica, los conocimientos que se tienen para no afectar a nuestras generaciones venideras.

Bibliografía Bibliografía Contreras, J. D. (16 de agosto de 2009). «Origen del nombre Guatemala». Revista Vida Diplomática. Villagrán, G. (2015). Crearán institución especial para atender el Corredor seco. Diario de Centro América: Guatemala.

http://www.deguate.com/artman/publish/actualidad-ecologica/problemas-ambientales-deguatemala.shtml#.WUL9iUC6zOQ https://es.slideshare.net/erwingarzona/problemas-ambientales-de-guatemala https://www.ecologiaverde.com/por-que-se-contamina-el-aire-1542.html

https://www.iagua.es/blogs/hector-rodriguez-pimentel/aguas-residuales-y-efectoscontaminantes