Primer Gobierno de Garcia

UNIVERSDAD NACIONAL DE HUANCAVELICA ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN TEMA: ANÁLISIS ECONÓMICO DEL PRIMER GOBIERNO

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UNIVERSDAD NACIONAL DE HUANCAVELICA

ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN TEMA: ANÁLISIS ECONÓMICO DEL PRIMER GOBIERNO DE ALAN GARCÍA PÉREZ (1985 – 1990)

DOCENTE

: William RODAS

INTEGRANTES : CALDERON ORIHUELA, Jhoan R. : CUSI PAUCAR, Gilmer : JAVIER ACUÑA, Dante : MAYHUA QUISPE, Miajel : : TAIPE OTAÑE, Rosel Parejas : QUICHCA MIRANDA, Juan Edgar

HUANCAVELICA - PERÚ 2017

DEDICATORIA a nuestros maravillosos padres, Quienes son nuestras fortalezas para seguir adelante.

Los Estudiantes.

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ÍNDICE INTRODUCCIÓN............................................................................................................................................. 4 Antecedentes ................................................................................................................................................ 5 CAPÍTULO I .................................................................................................................................................... 6 1.

CRECIMIENTO ECONÓMICO.............................................................................................................. 6 1.1.

El Plan de Emergencia aplicado en julio de 1985...................................................................... 7

1.2.

Programa de Ajustes ................................................................................................................. 9

2.- HETERODOXO ................................................................................................................................ 11 CAPÍTULO II ................................................................................................................................................. 12 I. ASPECTO POLÍTICO ............................................................................................................................... 12 1.1. Alan García: el surgimiento del líder del APRA ............................................................................ 13 1.2. Política exterior ............................................................................................................................ 14 II. ASPECTO ECONÓMICO........................................................................................................................ 16 El problema de la deuda externa ............................................................................................................ 16 2.1. Crecimiento económico 1985-1986 ............................................................................................. 17 2.2. Peligro de crisis ............................................................................................................................ 18 2.3. Intento de estatización de la banca (1987) .................................................................................. 18 2.4. 1988-1989: Crisis .......................................................................................................................... 20 2.5. Corrupción pública ....................................................................................................................... 21 III. Aspecto social................................................................................................................................. 22 Terrorismo........................................................................................................................................... 22 CAPITULO III ................................................................................................................................................ 24 I.

LA GESTIÓN ECONÓMICA DE ALAN GARCÍA PEREZ: 1985-1990 ..................................................... 24

II.

LA INFLACION EN EL PRIMER GOBIERNO DE ALAN GARCIA ........................................................... 24

III.

PRIMER GOBIERNO DE ALAN GARCIA PEREZ .............................................................................. 25

3.1.

economía................................................................................................................................. 25

ANEXOS ..................................................................................................................................................... 29

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INTRODUCCIÓN En esta oportunidad nuestro equipo de trabajo realizó un pequeño trabajo monográfico sobre el primer gobierno de Alan GARCÍA PÉREZ (1985 – 1990), en donde se hace un análisis de los hechos ocurridos durante su gestión, asimismo sobre la problemática de la inflación en nuestro país. El objetivo de este trabajo es informar a las personas de las causas y consecuencias de la inflación en el Perú durante dicho periodo. A continuación, resumiremos el significado de inflación. La inflación es el periodo caracterizado por el aumento permanente sostenido en el nivel general de precios, existen tres tipos de inflación: cuando la demanda agregada es mayor a la oferta agregada, esto se debe a que la oferta disminuye y la demanda aumenta, por los costos, es decir, cuando los costos de algún material o mano de obra aumenta, por ende aumentan los costos de producción y esto produce el aumento en el precio del producto, y por último, el estructural, se representa por los cambios ocurridos en la sociedad. La elección de García Pérez provocó entusiasmo. El primer año se sintió el crecimiento económico en todos los sectores, cuando salieron los dólares MUC (un dólar más barato que el dólar bancario, se usaba en las importaciones), los empresarios celebraron, mientras que los agricultores alababan a los créditos del Banco Agrario, pero de manera progresiva comenzó a presentarse una mayor inflación. El gobierno concluyo que muchos empresarios especulaban el dólar MUC u no reinvertían las ganancias en el país. En 1987, Alan García anuncio la estatización de la banca para evitar la inflación, tuvo que dar marcha atrás, ya que el Tribunal Constitucional declaro que la medida tomada violaba los principios de la Carta Magna. Los precios subían a diario, las colas para las compras eran frecuentes. Cabe resaltar que el Perú durante su historia ha tenido muchos cambios en lo que respecta a su economía, nos referimos a que cada gobierno aplicaba un modelo económico de acuerdo al contexto mundial. 4

Antecedentes Cuando Alan García entro al poder en julio de 1985, tuvo dos problemas serios, los cuales tenía que enfrentar: la agrupación terrorista de Sendero Luminoso, y Belaunde había dejado al país en una profunda crisis económica. Las inversiones habían caído de 21,2% en 1982 a 12,2% del PBI en 1985. En 1982 la economía peruana no creció y en 1983 en vez de crecer positivamente, hizo todo lo contrario -12,2%, en el año 1980, el ingreso per-cápita fue de $ 1232 por peruano, en 1985 llegaba solamente a $ 1050. Debido a lo ocurrido cuando Alan García entro al poder tuvo dos opciones, la primera era continuar con el programa ortodoxo del FMI o usar el programa heterodoxo, así lo hizo, implanto el programa heterodoxo. Los lineamientos principales que el presidente había utilizado correspondían a los planeamientos económicos de Izquierda Unida.

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CAPÍTULO I 1.

CRECIMIENTO ECONÓMICO

La política de estatización que inicio Alan García estuvo marcada por dos influencias:  La gran pirámide, en la cual sus niveles representaban los diferentes estratos de la sociedad peruana.  La experiencia del Plan Austral, ya que en aquel momento estábamos dándole grandes créditos políticos al presidente de Argentina Raúl Alfonsín Para resumir la estructura productiva del país, la política de reactivación se basaba en la articulación del sector informal urbano y el sector rural andino, de acuerdo a este enfoque, se suponía que la reactivación industrial debía esperar a que el dinamismo "desde abajo" operara sobre el conjunto de la economía. El segundo factor fue la influencia heterodoxia, la cual fundamentaba un programa estabilizador, que a su vez intenta una política económica consistente para disminuir la inflación a cero con neutralidad distributiva.

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La interpretación del proceso inflacionario se basó en la concepción neo estructuralista, el alza en el nivel de precios se explica a partir de las decisiones que influyen en el costo de los bienes y servicios, con esto se deduce que la inflación ocurre por cambios en el comportamiento de los actores que son capaces de influir básicamente en los cuatro precios básicos. Según el neo estructuralismo, los precios del sector oligopólico industrial se forman de acuerdo a los costos de los insumos importados, laborales y precios controlados. A raíz de eso se concluye que le nivel de precios en el sector moderno depende del tipo de cambio, salarios y precios nominales controlados, la tasa de inflación depende de la tasa de devaluación, de crecimiento de los precios controlados y de crecimiento de los salarios nominales.

1.1. El Plan de Emergencia aplicado en julio de 1985 Durante su gobierno, Alan García aplico una serie de medidas de corte heterodoxo para poder superar la crisis heredada de otros gobiernos, entre las cuales tenemos:  La congelación de todos los precios, esta medida debía cumplir un papel coordinador de precios, el gobierno esperaba que no hubiera más inflación, siendo cualquier aumento en algún precio señal de incremento en el margen de ganancias.  Devaluación de la moneda y reducción de la tasa de interés, según la teoría ortodoxa la tasa de interés no debía afectar al ahorro, ya que éste no depende de ella, más bien del nivel de ingreso generado por la mayor rentabilidad de las actividades productivas.  Incremento en las remuneraciones, reducir la inflación sin reducir la capacidad adquisitiva era uno de los grandes deslindes respecto a los ajustes ortodoxos del pasado. Estas medidas conformaron el eje principal del programa económico, ya que en ésta, el aumento de los costos de insumos importados ocasionados por la devaluación y el aumento otorgado a los trabajadores seria compensado por la reducción de la tasa de interés efectiva, aunque esta medida se orienta al logro de una redistribución en la estructura de costos de las empresas la cual implique trasladar los recursos de las actividades especulativas, las cuales están alentadas por las altas tasas de interés, lo que a su vez permitirá un crecimiento del consumo interno. Este programa económico tuvo algunos rasgos del experimento heterodoxo, los cuales mencionaremos a continuación:

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 La política de congelación de precios que afecto a un conjunto bastante amplio de bienes.  El tratamiento de la deuda externa, solo se destino el 10% del valor total de las exportaciones para pagarla.  La elevación de la tasa de cambio real, ya que la reactivación de la economía necesitaba de un ajuste expansivo de la balanza de pagos.  El incremento de los impuestos de los combustibles, ya que eso podía financiar el déficit fiscal.  La restricción monetaria, el BCR buscaba contrarrestar el efecto monetizador de la dolarización, dicha institución elevo la tasa de encaje marginal, pago una alta remuneración al sobreencaje para otorgar préstamos al sector privado. Los principales resultados del programa de emergencia de agosto de 1985 fueron: la reducción de la inflación, el impacto recesivo inicial, la desdolarización, el mantenimiento del superávit comercial externo y la elevación de RIN, la probable neutralidad distributiva, la reducción del déficit fiscal respecto del PBI y una mejora de los términos de intercambio a favor de la agricultura. La política aprista no solo pretendió elevar la demanda a través del consumo, sino que busco mejorar la distribución del ingreso a favor de los asalariados, empleando más la capacidad instalada, es decir, más trabajadores menos costos unitarios. Para estos efectos, se dictaron diversas medidas, las cuales tenían la tendencia a reactivar la economía. Entre las cuales tenemos:     

La eliminación del IGV de algunos productos. La reducción de la tasa de interés. El otorgamiento de facilidades a empresas. La concesión de reintegros tributarios. La exoneración de pagos a derechos arancelarios y de impuestos de importación de máquinas.  La creación de líneas de crédito preferencial. Para los apristas lo que debía impulsar la demanda interna era, el otorgamiento de préstamos a los trabajadores del sector público y puesta en marcha el programa de empleo masivo. Una de las claves para reactivar posiblemente la economía era el consumo de la clase asalariada, ya que este era el encargado de ampliar el mercado y encabezaba el crecimiento inmediato. La lentitud de la reactivación y el desabastecimiento de alimentos a principios del año 86, obligo al gobierno a aplicar un nuevo paquete de medidas para impulsar la producción.

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Las reservas del sistema bancario habían crecido hasta marzo de 1986 gracias a la desdolarización y la adquisición acelerada de dólares, empezaron a decaer de manera continua, dicha caída se agudizo desde mediados de 1987. El superávit comercial externo se acabó a mediados de 1986, se restringió las importaciones y se comenzó a generar otro superávit comercial, pero en el segundo semestre de 1987, la expansión de la demanda interna, la fuerte caída del tipo de cambio real, las expectativas de futuras devaluaciones elevaron bruscamente las importaciones llegando a un déficit comercial que se mantuvo hasta el tercer trimestre de 1988. El problema fiscal acompaño al externo durante 1987, las tasas de interés del sistema bancario fueron modificadas en dos oportunidades, configurándose a partir de julio una estructura de tasas activas con niveles inferiores a las del año de 1986 para operaciones de corto y mediano plazo. Se produce un violento desembalse económico, el cual origino que la inflación se elevase de forma alarmante. Se registro una desaceleración del crecimiento de la producción. En setiembre de 1988, la economía entro en crisis, el desarrollo de un proceso inflacionario que no podía ser atacado con medidas tibias y graduales, el gradual ismo y la indexación de precios de la economía podían conducir a un fenómeno de hiperinflación con Recesión.

1.2. Programa de Ajustes El programa de ajustes a corto plazo tuvo tres objetivos fundamentales:  Detener el proceso inflacionario y recesivo.  Terminar con la perdida de divisas.  Crear un contexto de estabilidad y confianza. Esto permitiría un normal desempeño de los agentes económicos. El programa de ajuste constaba de dos partes:  Destinar las medidas necesarias para cerrar la brecha cambiaria y fiscal, con el fin de que el Banco Central de Reserva pudiera reducir drásticamente su emisión inorgánica.  El congelamiento de precios por 120 días, a contar después de 10 días de ajustes privados, se congelarían así los costos de producción, los precios finales, se reduciría la inflación. Pero el gran incremento de los precios en el sector privado imposibilito sostener el programa, el gobierno lo suspendió el 21 de setiembre. El temor del sector privado de perder ingresos ante la inflación, produjo un comportamiento defensivo que contribuyo al resultado inflacionario en setiembre. 9

La liberación de los precios tras suspender el congelamiento fue parcial, ya que hubo precios controlados que siguieron congelados. Para preservar la solidez de las cuentas externas se tomaron medidas arancelarias y para-arancelarias que tenían como objetivo proteger la industria nacional. Se aumentó el financiamiento de las exportaciones así como el porcentaje de libre disponibilidad. Una de las primeras medidas que Alan García aplico al iniciar su mandato fue, congelar los ahorros en dólares de los pequeños ahorristas, solo les permitían sacar el dinero en soles al tipo de cambio que era menos de su valor real, fue así como la clase media perdió la confianza en el ahorro que era la base fundamental para el bienestar familiar. A raíz de que el presidente Alan García se negaba a pagar la deuda externa, el Perú fue declarado como inelegible como acreedor ante organismos internacionales y se nos negaron los créditos, con esto empezó la terrible inflación. A fines del año 1985, se establecieron modificaciones tributarias orientadas a reordenar y simplificar el sistema tributario, fue necesario mejorar la capacidad del poder adquisitivo de la población, para esto, se procedió a aumentar el ingreso mínimo vital y reajustar las remuneraciones. Casi al final de su gobierno y desesperado porque ya no había fondos en el tesoro público, intento estatizar la banca, seguros y las financieras. Durante su gobierno destrozo y desapareció dos monedas: el nuevo sol, que se devaluó, a raíz de eso tuvo que inventar el inti, que equivalía mil soles, pero eso no quedo ahí, la inflación siguió y el inti se empezó a devaluar y eso produjo que inventara una nueva moneda: el nuevo sol. La terrible inflación empobreció y afecto más a la clase proletaria, se hizo común el trueque de mercancías, debido a que los billetes que se tenían se devaluaban de la noche a la mañana. Alan García creo un impuesto de 1% a los cheques bancarios, esta medida causo que la mayoría de personas cancelaran sus cuentas corrientes, lo cual produjo que el país retrocediera a la era pre-industrial. Se creó el dólar MUC para las importaciones, que era más barato que el dólar bancario, el resultado de esta creación fue que algunos importadores del entorno presidencial, los cuales accedían al dólar MUC inflando los montos necesarios, el excedente iba a parar a manos de funcionarios públicos.

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2.- HETERODOXO En su discurso el 28 de julio en el congreso de la república, Alan García Pérez anuncio algunas medidas económicas que se conoce como el “programa heterodoxo “. Este consistía en congelar los precios y elevar los salarios para incrementar la demanda i reactivar el aparato productivo. Alan García Pérez y su equipo consideraba que la capacidad productiva del país (industria, agricultura, etc.) estaba siendo utilizada por debajo del 50% y que aumentado la aumentando la demanda se podría generar un circuito virtuoso de crecimiento económico e incremento del empleo. Para financiar el alza de salarios y el subsidio a los alimentos, Alan García Pérez utilizo las reservas internacionales dejadas por Belaunde y recorto el pago de la deuda externa el 10% de las exportaciones. Al inicio, él plan parecía ser un éxito, pues el producto interno bruto creció en 8.6% en 1986 y en 6.8% en 1987

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CAPÍTULO II I. ASPECTO POLÍTICO Alan García fue el primer político aprista en llegar al poder en el Perú, así como el mandatario más joven (36 años) en ser elegido democráticamente en toda la historia de su país, y en su momento, en todo el mundo. Durante su campaña electoral había cautivado a las muchedumbres con su oratoria grandilocuente y efectista, aunque rehuyendo a debates con sus adversarios, pues asumía que más que programas políticos, lo que el pueblo necesitaba era un mensaje esperanzador. La expectativa era grande con lo que haría este presidente, que contaba con un apoyo mayoritario en todos los estratos sociales. Llegaba al poder en momentos en que la situación del Perú era extremadamente crítica, comenzando por poseer uno de los índices más altos de pobreza en América Latina. Todo lo cual se agravaba con el recrudecimiento del terrorismo, una inflación incontrolable (casi 200% anual), un galopante aumento de la deuda externa, un déficit crónico de divisas y una extendida corrupción pública, que incluía a la administración de justicia y la policía nacional. Desde el principio, se hizo visible el estilo personalista que imprimió García a su gobierno, no dejando que ninguno de sus colaboradores le opacase. Inauguró un nuevo tipo de populismo que recordaba a las movilizaciones populares de la época del velasquismo. 12

Se hicieron célebres sus “balconazos”: desde el balcón de Palacio de Gobierno comunicaba sus medidas, haciendo uso de sus dotes de orador, ante grupos de personas que luego se tornaban en multitudes. Como vicepresidentes le acompañaban: Luis Alberto Sánchez (primer), destacado intelectual y prolífico escritor, perteneciente a la vieja guardia aprista (había nacido en 1900), que también fue designado Presidente del Senado; y Luis Alva Castro (segundo), economista y político trujillano, reelegido diputado por La Libertad, y que asimismo fue designado Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía y Finanzas. En el Congreso, el nuevo mandatario contaba con una amplia mayoría, tanto en Senadores como en Diputados. Se consideraba entonces al partido aprista (fundado en 1930) como de tendencia socialdemócrata y moderada (aunque algunos analistas decían que se había “derechizado” desde la década de 1950), pero García, como queriendo rescatar los orígenes del viejo partido, empezó con un discurso radical, antiimperialista y en defensa de las masas empobrecidas de su país, discurso que se iría desdibujando con el correr del tiempo. En 1986 se realizaron elecciones municipales a nivel nacional. En Lima, considerado el primer municipio de la Nación, triunfó el candidato aprista Jorge del Castillo, que tuvo un abierto apoyo del presidente García, por lo cual recibió severas críticas de los demás candidatos. Una de las propuestas de la campaña aprista fue la construcción del tren eléctrico o Metro de Lima, que debía unir los conos distritales con el centro de Lima. Esta propuesta no se llegó a concretar entonces y apenas se inauguró un tramo de un km.

1.1. Alan García: el surgimiento del líder del APRA Alan García era «un producto aprista de los pies a la cabeza», ya que procedía de una familia con una fuerte militancia aprista; por ejemplo, su padre, ocupó el cargo de Secretario de Organización, mientras que Alan, con tan sólo doce años de edad se afilió al partido en un local de Barranco. En 1975, luego de que Haya de la Torre promoviera el «ascenso» entre un grupo de jóvenes del partido, Alan García viajó a España a estudiar Sociología, desde donde mantuvo contacto con diversos líderes apristas. Ya en 1977, para el momento en el que pronuncie su famoso discurso en la Plaza San Martín al lado de Haya de la Torre, García ya ocupaba el cargo de Secretario Nacional de Organización. En octubre de 1982, Alan García obtuvo el cargo de Secretario General del Partido Aprista, luego de derrotar a Carlos Enrique Melgar. Dos años después, el 12 de febrero de 1984, García ganaría la candidatura a la presidencia, tras un proceso de elecciones internas por voto directo en las que 13

iba a competir con Javier Valle Riestra, pero quien se retiró una semana antes de las elecciones. Tanto en la campaña de 1985 como durante su primer año de gobierno, Alan García se caracterizó por lograr un fuerte impacto entre la gente, así como la generación de expectativas respecto de sus medidas a adoptar y su estilo particular de gobierno. Una de las medidas que García siguió empleando para comunicar sus medidas y tener más «contacto» con la gente fueron los «balconazos». Desde el Palacio de Gobierno, y con característica oratoria, García pretendía lograr una comunicación directa y personal con «la masa», reivindicarse dentro del partido Aprista como el legítimo sucesor de Haya de la Torre, y captar la atención de los medios de comunicación televisiva y escrita. Estos «balconazos», finalmente, buscaban ensalzar la figura personalista del gobierno de la época, en el que el mismo presidente acudía a sectores populares como mercados, empresas estatales, invasiones, etc. Es importante mencionar, por otro lado, que este patrón de culto a la personalidad era característico dentro del partido aprista, así, sucediendo a la figura de Haya de la Torre, Alan García representó el nuevo líder conductor de la organización, no sólo como uno de los más destacados dirigentes del partido, sino como figura fuerte, activa y frontal capaz de enfrentar las carencias que dejó el gobierno saliente en 1985; tales como, por mencionar algunos, la insurrección terrorista por parte de Sendero Luminoso, las consecuencias abruptas causadas por la apertura al mercado internacional, los muchos casos de corrupción, la inflación, el desempleo y la deuda externa.

1.2. Política exterior Debido a la crisis económica por la que pasaba el Perú al iniciar el gobierno del APRA, García utilizó un discurso antiimperialista para imputar al sistema financiero internacional como el culpable de la nefasta situación económica por la que pasaban distintos países pobres. No se rehusó a pagar la deuda externa, pero mencionó que lo haría sin poner en riesgo el desarrollo del país. En la FAO, presentó otro discurso en el que, prácticamente, siguió la misma línea explicativa de la situación por la que pasaba el país, pero vinculándolo al problema del hambre mundial. En este y en los distintos discursos que pronunció García a nivel internacional o dirigido a instituciones internacionales, como el FMI, constituían una estrategia política que llevo a cabo el APRA durante los primeros años de gobierno. Desde su discurso inaugural en el Congreso, en julio de 1985, se podía percibir esto. No solo buscaba representar al APRA, ni tampoco solo al Perú, sino, también quería crear una imagen de líder regional, una especie de representante de todos los pueblos pobres del mundo. Si bien al comienzo consiguió cierto protagonismo

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mundial, esa imagen no tuvo consistencia, se iría desinflando poco a poco, debido a que en los hechos el sus objetivos no resultaron como él deseaba. La diplomacia antiimperialista que utilizó García no tuvo mucho éxito. No hubo una repercusión en el continente, al menos con el mismo ímpetu que demostraba el líder aprista en sus discursos. Sin embargo, García respondió mediante una propuesta regional para disminuir la compra de armas. Tuvo cierto éxito, pues, a diferencia de la deuda externa, varios países latinoamericanos como Ecuador, Bolivia y Chile apoyaron este propuesta del gobierno Aprista. Pero no solo fueron armas, se redujo la compra de algunos aviones Mirage. Además, se dio la apertura en Lima de un Centro Regional para la Paz, el Desarme y el Desarrollo, de las Naciones Unidas, que demostró que García estaba obteniendo algunos triunfos en su objetivo, al menos con éxitos simbólicos. Por otro lado, en 1985 los cancilleres de Chile y Perú firmaron el Acta de Lima, según cláusulas contenidas en algunos artículos del tratado de 1929. Esta Acta no tenía un carácter vinculante, ya que podían ser modificados en el futuro. Se buscaba llegar a terminar de conciliar un régimen jurídico que pueda configurar el ejercicio de los derechos del Perú en Arica, de manera plena y eficaz, sin perjudicar la soberanía de Chile. Para ello, se estableció la Estación Terminal del Ferrocarril de Arica a Tacna a partir del Malecón de Atraque. Además, se eligió un nuevo edificio para la Agencia Aduanera del Perú. También, se construyó un monumento conmemorativo a la relación amical que tenían los dos países., y se acordó un conjunto de arreglos más, pero de menor importancia. Con Ecuador, estableció un diálogo con el objetivo de mejorar las relaciones que tenía con el Perú, sobre todo después de los incidentes limítrofes que se dieron en 1981. Con Bolivia, se dieron algunos acuerdos comerciales y otros en relación a la lucha contra el narcotráfico. Por último, en la relación con los demás países de la región, un hecho importante es que el gobierno Aprista rechazó cualquier intervención extranjera en la región. Esto a raíz de la ayuda que dio Estados Unidos a los golpistas en Nicaragua. Aun así, los estadounidenses invadieron Panamá en 1989, y la respuesta peruana no fue con la misma intensidad. Toda esta maniobra diplomática realizada por García tenía más un trasfondo ideológico antes que la búsqueda del desarrollo económico, tanto nacional como regional. En ese sentido, se utilizó el Sistema Económico Latinoamericano (SELA) como una “caja de resonancia” del modelo heterodoxo que García venía impulsando en el país. El presidente tuvo ciertos éxitos, pues, en una reunión realizada en Lima, hubo un apoyo relativo a la postura de García sobre la deuda. Ese trasfondo ideológico también guardaba relación con el intento del APRA de ocultar, a nivel regional, el contexto nefasto por el que pasaba el Perú, y a nivel nacional, para demostrar y exhibir que el país estaba recibiendo bastante apoyo, debido al dinamismo mostrado por García en sus participaciones regionales.

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II. ASPECTO ECONÓMICO El problema de la deuda externa Fue durante el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado (1968-1975) en que la deuda externa creció en un nivel alarmante, debido en parte a la masiva compra de armamento soviético, que convirtió por entonces al Perú en una potencia militar en la sub-región. El gobierno militar de Francisco Morales Bermúdez (1975-1980) tuvo que renegociar la deuda, aceptando las severas condiciones que impusieron el FMI y los acreedores internacionales. En el segundo gobierno constitucional de Fernando Belaúnde Terry (1980-1985), la situación continuó agravándose, tanto así que en 1984, el Perú dejó de hacer algunos pagos, aunque manteniendo siempre su voluntad de pagar.25 Eso sí, se pidió al FMI ser más flexible en el cobro de los intereses y amortizaciones, exigiendo plazos más largos y rebaja de tasas. De los 10 mil millones de dólares que se debía en 1980 como herencia del régimen militar, se elevó a 14 mil millones en julio de 1985. Tal era la situación al momento en que asumió el poder el gobierno aprista. En los primeros días del gobierno, el ministro de Economía, Luis Alva Castro, siguiendo la política trazada por García, anunció que se atendería el pago de la deuda externa sin sacrificar más al pueblo y sin aceptar las condiciones propuestas por el Fondo Monetario Internacional. En septiembre de 1985, García viajó a los Estados Unidos para presentarse en la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, donde dio un discurso memorable. Allí reafirmó su voluntad de destinar solo el 10% de las exportaciones peruana como amortización de la deuda externa. Pero hizo más: amenazó con retirar al Perú de la organización si el sistema internacional no era reformado y dejara de servir solo a los intereses de un solo país (esto es, los Estados Unidos). Esta posición, con lo que pretendía a todas luces asumir un liderazgo tercermundista, le valió una exposición mediática a nivel internacional: el New York Times le dedicó un titular a cinco columnas,3 y en la primera semana de octubre de 1985, la revista Newsweek lo calificó como la estrella política más importante que emerge en América Latina desde Juan Domingo Perón. En diciembre, dicha revista colocó a García entre las diez personalidades más destacadas del mundo. En noviembre de 1985, García asistió a la Asamblea bianual de la FAO en Roma, en donde tuvo a su cargo la disertación en memoria de McDougall. En el discurso reafirmó su tesis de la deuda externa, acusó al Fondo Monetario Internacional de ser el causante de la crisis alimentaria en el tercer mundo y anunció que el Perú orientaría su economía a la sustitución de los productos alimentarios extranjeros por propios. Naturalmente, los países del orbe socialista saludaron complacidos aquella propuesta muy atrevida. En cambio, el FMI declaró al Perú país “inelegible” (es decir, 16

no propenso a crédito) e “insolvente”. La marginación del Perú de la comunidad financiera internacional traería graves consecuencias, tratándose de un país con urgentes necesidades de financiamiento e inversión extranjera.

2.1. Crecimiento económico 1985-1986 Inicialmente, García aplicó una política económica de corto plazo calificada de “heterodoxa”. Contaba al respecto con asesores izquierdistas. De manera sencilla, García explicó su plan: Para estabilizar y hacer crecer la economía, el punto de partida sería aumentar el consumo de la población. Esto se lograría mejorando los salarios reales de los trabajadores; con el aumento del consumo, las empresas y los productores agrarios aumentarían sus ventas, y ello, a su vez, incidiría en un aumento en las utilidades, lo que haría posible un aumento de la inversión, de la producción, de los puestos de trabajo y de la recaudación fiscal. El plan parecía lógico, pero tenía un punto crítico: confiar en que los empresarios no cayeran en prácticas especulativas y reinvirtieran sus ganancias en el país (lo cual no ocurriría). Las medidas de corto plazo fueron las siguientes:  Se aumentaron los salarios reales en un 18%;  se congelaron los precios de los alimentos y los alquileres al valor que tenían al 27 de julio de 1985;  se redujeron las tasas de interés bancario de 280 a 110%;  la moneda fue devaluada en 12%;  se rebajaron los precios de los materiales de construcción y los medicamentos;  se controló el tipo de cambio fijándose en 13.908 soles por dólar, instaurándose el llamado Mercado Único de Cambios, MUC (pero surgió a la vez un mercado paralelo y libre que llegó a cotizar el dólar en 20.000 soles);  los certificados de divisas quedaron congelados por 90 días (pero se siguieron cotizando en moneda extranjera);  las tarifas de electricidad y teléfono subieron en 20%, pero se anunció que permanecerían congeladas hasta fin de año.  Al mismo tiempo, se emprendió un programa de empleo masivo y de apoyo crediticio a la agricultura. En un comienzo, las medidas adoptadas dieron resultados positivos. Ya en setiembre de 1985, la inflación bajó a 3,5 % (comparado con 12,5 % en abril del mismo año). Hacia el segundo trimestre de 1986, la economía dio señales de clara recuperación. Los sectores que dependían de la demanda interna (manufactura, construcción, agricultura) crecieron, no así los sectores dedicados a la exportación (minería, pesca). En 1986, la economía creció 17

10 %. Fue el mayor crecimiento desde los años 50;30 con ello García disfrutó entonces de una popularidad récord en América Latina (76% a fines de 198631). Cuando la capacidad de gasto del estado fue agotada entonces comenzaron múltiples problemas.

2.2. Peligro de crisis En 1987, el peligro de una crisis en la balanza de pagos y en las reservas internacionales era evidente. Sin embargo, el Estado Peruano siguió confiando en un crecimiento económico rápido hasta 1988. Al mismo tiempo, se vio obligado a devaluar el inti, y a subir los sueldos y los precios. En líneas generales, la política económica estatal empezó a caer en contradicciones. Por un lado, el Gobierno buscaba el contacto directo con los empresarios importantes (llamados los doce apóstoles, por ser solo una docena de grupos empresariales) con el fin de persuadirlos a invertir en el desarrollo de la capacidad productiva. Por otro lado y en su necesidad de aumentar los ingresos del Estado, supuestamente obligó, a comienzos de 1987, a las empresas a prestarle dinero al Estado. En concreto, las empresas fueron forzadas a comprarle al Estado Peruano bonos obligatorios por un valor que llegaba hasta el 30% de las utilidades brutas que las empresas habían obtenido en 1986. Con esta medida, el Gobierno provocó airadas reacciones en el sector empresarial. Al poco tiempo, algunas empresas fueron exoneradas del pago obligatorio y finalmente el programa fue cancelado. Este tipo de marchas y contramarchas, de reacciones sobre hechos ya consumados, de pasividad frente a los peligros venideros contribuyeron a la percepción de que la política económica del Gobierno estaba siendo improvisada y, sobre todo, perdiendo el control. La situación se agudizó con la renuncia, en junio de 1987, del Ministro de Economía Luis Alva Castro. A esas alturas la inflación ya resultaba agobiante. 2.3. Intento de estatización de la banca (1987) A pesar de los beneficios que había traído la implantación del programa heterodoxo en los primeros dos años de gobierno, este empezaba a mostrar ciertos límites. El incremento del número de huelgas, paros y protestas ocasionó una fuerte presión para el gobierno, lo cual llevó a una revaluación del programa económico y a ver la inversión como una prioridad para cambiar la situación económica del país.

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Perú: Actividad huelguística, 1984-1989

Año

N° de huelgas

N° de trabajadores involucrados (miles)

Horas-hombre perdidas (millones)

Total

Industria

Minería

1984 509

703

13,8

1,8

4,4

1985 579

238

12,2

2,8

2,5

1986 642

249

16,9

7,2

5,6

1987 720

310

9,1

3,2

3,1

1988 814

693

38,2

6,7

20,9

1989 667

114

15,2

3,2

3,4

Fuente: Crabtree (2005: 235)

El entorno presidencial y los equipos técnicos mostraron su opinión a favor de un nuevo impulso del programa económico. Uno de ellos fue Daniel Carbonetto, asesor principal del presidente García y uno de los principales promotores del modelo heterodoxo. Él había empezado a mostrar su preocupación acerca del contexto económico por el que pasaba el Perú. Además, manifestó la necesidad de contar con el apoyo del sector privado por medio de la inversión, pues de esa forma se creía que se podría reactivar la economía en el país. A partir de la postura de Carbonetto es que se empieza a erigir una relación más directa con el sector privado. En especial, con los grandes grupos empresariales.

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2.4. 1988-1989: Crisis Al finalizar el año 1987, la crisis ya era evidente: La inflación empezó a ascender bruscamente (114,5 % en diciembre del 1987), la producción –y, por consiguiente, la reactivación económica– se había estancado y la balanza de pagos tuvo, en 1987, un saldo negativo de 521 millones de dólares, el hueco más grande desde 1981. Consecuentemente, las reservas internacionales siguieron decayendo. A falta de dólares, el Banco Central se vio atado de manos en el control de la tasa de cambio (una demanda creciente de dólares se puede contrarrestar poniendo en circulación los dólares ahorrados, pero estos ya no había). En octubre de 1987, el gobierno procedió a devaluar el inti en 24 %. Los llamados paquetazos siguieron dándose, de forma periódica, a lo largo de un año, llevando a una gran recesión económica. Pero García seguía sin aceptar la necesidad de una línea clara. Finalmente, García, obligado por las circunstancias, decidió dar un cambio de rumbo, recurriendo, a fines de 1987, al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) en busca de préstamos. El experimento heterodoxo había llegado a su fin y ahora el gobierno retomaba las políticas ortodoxas. Los organismos financieros internacionales exigieron el pago previo de las moras, que ascendían a 1.500 millones de dólares. Ya para entonces las reservas internacionales eran negativas. Fue recién hacia mediados de 1988 que García se convenció de la necesidad de una “guerra frontal” contra la crisis económica. El nuevo Ministro de Economía y Finanzas, Abel Salinas, tuvo la ingrata tarea de anunciar, ahora sí, el shock o ajuste económico, el 6 de septiembre de 1988. Con ello se proponía detener la inflación y la recesión, acabar con la pérdida de divisas y dar un contexto de estabilidad y confianza a los agentes económicos. Fueron tan fuertes estas medidas económicas, que, sin exagerar, dejaron estupefactos a todos los peruanos. Se dice que incluso Alan García, sabedor de lo que se venía, llegó a tantear la posibilidad de renunciar la noche anterior, pero que luego recapacitó para no dar gusto a la derecha que, según él, quería su cabeza. El plan, denominado Plan Cero, contribuyó a generar una inflación aún mucho mayor, sobre todo en relación con los productos importados. Así, por ejemplo, el precio de los productos farmacéuticos subió 600 % y el de la gasolina 400 %. Además, se eliminó el sistema del control de precios con excepción de 42 productos básicos. A partir de setiembre de 1988, la inflación se convirtió en lo que los economistas denominan hiperinflación. Ese mes, los precios subieron 114 %. Fue el mes con mayor inflación en el gobierno de García y, probablemente, en la historia del Perú. En época contemporánea, además del Perú, pocos países han caído en hiperinflación: Alemania, Austria y Hungría en 1920 (países europeos que salían

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de un desastre bélico); y Bolivia y Nicaragua, en Latinoamérica. El shock parecía llegar muy tarde. En todo caso, no pudo controlar la inflación.

2.5. Corrupción pública Uno de los puntos del inicial programa del alanismo expuesto en su mensaje inicial, enfatizaba en la “moralización” de las fuerzas armadas y policiales, muy desprestigiadas por sus relaciones con el narcotráfico y otros tipos de corrupción. Siguiendo esa línea, se despidió y pasó al retiro a los funcionarios y autoridades involucradas en ilícitos y se reorganizó la Guardia Civil, la Guardia Republicana y la Policía de Investigaciones. A comienzos de 1986 fueron rebautizadas y puestas bajo el mando de una Policía Nacional del Perú unificada (PNP). En los primeros años de gobierno, no hubo ninguna denuncia resonante de corrupción que involucrase a las autoridades y funcionarios. Ello es entendible ya que los grupos económicos que controlaban los principales medios de comunicación (diarios, revistas, radios y televisoras), se hallaban en buenas relaciones con el poder político, pues se beneficiaban del acceso privilegiado a los dólares MUC (dólar subsidiado por el gobierno y usado en la importación de bienes y en pagos por servicios en el extranjero). Otros procedían de igual manera, tratando sin duda de congraciarse con el mandatario para recibir esos beneficios. Solo el diputado Fernando Olivera propuso una investigación parlamentaria para investigar los ingresos y propiedades de García, pero fue rechazado por la mayoría aprista de la Cámara de Diputados. Los primeros indicios de corrupción aparecieron cuando se hizo evidente la presencia cada vez mayor de militantes y simpatizantes apristas ocupando puestos claves en la administración pública, donde en vez de los méritos profesionales, pesaba más la filiación partidaria. También muchos amigos y empresarios cercanos al mandatario se beneficiaron del mal manejo de los dólares MUC. Pero solo fue tras el intento frustrado de la estatización de la banca, que empezaron a salir a la luz los escándalos de corrupción, cuando los medios de comunicación y la elite se convencieron de que debían oponerse a la política de García. Funcionarios públicos se vieron involucrados en numerosos de esos casos; por ejemplo, a mediados de 1988 el ministro de Agricultura Remigio Morales Bermúdez debió renunciar a raíz del escándalo de la carne malograda, importada de Argentina.

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III. Aspecto social Terrorismo La actividad terrorista llevada a cabo por Sendero Luminoso y el MRTA se había iniciado durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry, pero se extendió y se intensificó casi a nivel nacional bajo el gobierno de García. Extensas regiones como la selva del Huallaga y casi todas las alturas de los Andes Centrales cayeron bajo control de las huestes terroristas. Estos irrumpían de improviso en los pueblos, asesinaban con extremada crueldad a los policías y las autoridades locales, reclutaban a la fuerza a los pobladores y luego, ante la proximidad de las fuerzas militares, se retiraban a las alturas, rehuyendo presentar combate frontal. Tales oponentes escurridizos e inasibles resultaban muy difíciles de someter para las fuerzas del orden. Los terroristas también se dedicaron a destruir todo signo de progreso en las regiones: puentes, plantas eléctricas e hidroeléctricas, plantas experimentales de agricultura y ganadería, maquinarias, hasta el ganado de las comunidades. Y ahuyentaron o asesinaron a los pequeños productores y al personal extranjero de ayuda técnica. Cuando se hizo muy fuerte la presencia militar en el campo, los senderistas optaron por otra estrategia: centrar su accionar dentro de las ciudades, particularmente Lima. En ellas se hallaban infiltrados en las universidades y sindicatos. Sus atentados nocturnos eran precedidos por voladuras de torres de alta tensión que provocaban apagones; asimismo, acrecentaron sus asesinatos selectivos de dirigentes populares, personal policial y funcionarios públicos. Un asesinato resonante fue el de Rodrigo Franco Montes, dirigente aprista y presidente de ENCI (Empresa Nacional de Comercialización de Insumos), en 1987. Hacia 1989 se calcula que la violencia terrorista había causado la muerte a unas 20.000 personas, el 90% de los cuales eran de origen campesino. El accionar del terrorismo produjo como reacción actos de represión militar, como la matanza de senderistas amotinados en los distintos centros penitenciarios de Lima el 19 de junio de 1986 (Matanza en los penales) y la masacre de decenas de campesinos en el pueblo ayacuchano de Cayara (provincia de Cangallo) en 1988. Aunque inicialmente Alan García mostró interés en frenar las violaciones a los derechos humanos, tras el incidente de los penales, permitió que continuase la violencia contrasubversiva de las Fuerzas Armadas y se formaron escuadrones de la muerte, que amedrentaron a sospechosos de terrorismo y a críticos de la política antiterrorista. Este grupo paramilitar adoptó el nombre de Comando Rodrigo Franco (en alusión al dirigente aprista asesinado en 1987) y empezó su accionar en 1988. Su primera víctima fue Manuel Febres, el abogado defensor de Osmán Morote Barrionuevo, el cabecilla terrorista capturado en junio de ese año y sindicado como el número 2 de Sendero Luminoso.

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A partir de 1988 y 1989 los grupos terroristas intensificaron su ola de atentados en Lima y varias otras ciudades, frente a la impotencia gubernamental. Los estallidos de bombas y los asesinatos selectivos ocurrían a diario. El inicio del proceso electoral de 1990 fue otro motivo para que se desatara una escalada de crímenes selectivos, ya que la cúpula terrorista consideraba de interés prioritario impedir la realización de las elecciones generales. Un comando del MRTA dio muerte al ex ministro de Defensa Enrique López Albújar Trint, en una céntrica calle de Lima (9 de enero de 1990). De los dos grupos terroristas, era el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru el que se mostraba más frágil en cuando a organización y clandestinidad, por lo que una labor de inteligencia permitió la captura de sus principales dirigentes, entre ellos Víctor Polay Campos, el "Comandante Rolando". Sin embargo, la controversia se dio cuando a menos de veinte días de la transferencia al nuevo gobierno (julio de 1990), Víctor Polay y 47 militantes del MRTA lograron fugar del penal de "máxima seguridad" Miguel Castro Castro a través de un túnel de 330 metros construido desde fuera del penal. La construcción, muy precaria, carecía de instalaciones de servicios de alumbrado e incluso de un respiradero que facilitaría el trabajo operativo. Más allá del hecho mismo, la repercusión obtenida por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), a nivel nacional e internacional, constituyó un duro cuestionamiento no sólo a la estrategia antisubversiva del Gobierno Peruano, sino también a la capacidad operativa de las autoridades policiales y penales del país.

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CAPITULO III I. LA GESTIÓN ECONÓMICA DE ALAN GARCÍA PEREZ: 1985-1990 28 de julio de 1985: Alan García asume la presidencia del Perú con apenas 36 años de edad. Ha ganado en primera vuelta a Alfonso Barrantes, obteniendo el 53% de votos válidos. Además, el gobierno de Belaunde dejo al país en una profunda crisis económica. Las inversiones habían caído de 21,2 % del producto Bruto Interno (PBI), en 1982, la economía peruana no creció y, en 1983, el crecimiento fue negativo: -12,2 %. Si, en 1980, el ingreso per cápita era de 1,232 dólares por peruano, en 1985 llegaba tan solo a 1,0505 dólares. El desastre económico del gobierno de Belaunde se debió, principalmente, a una caída de precios de productos que Perú exportaba (cobre, plata, plomo, café).

II. LA INFLACION EN EL PRIMER GOBIERNO DE ALAN GARCIA Para poder hablar sobre la problemática de la inflación en nuestro país durante el primer gobierno del presidente Alan García, debemos saber que es la inflación. La inflación es el periodo caracterizado por el aumento permanente sostenido en el nivel general de precios. Se define también como la caída en el valor de mercado o del poder adquisitivo de una moneda en una economía en particular, lo que se diferencia de la devaluación, dado que esta última se refiere a la caída en el valor de la moneda de un país en relación a otra moneda cotizada en los mercados internacionales. 24

III.

PRIMER GOBIERNO DE ALAN GARCIA PEREZ 3.1.

economía En 1990, se produjo una hiperinflación de 7649% (la más alta de nuestra historia) y una crisis económica (escasez de productos y precios cada vez más altos), lo que se generó protesta s, huelgas y acciones terroristas (paros armados y estallidos de coche bombas)

El primer gobierno de Alan García Pérez llego a su final en condiciones en total desprestigio, porque los marginados seguían igual. Así, este su gobierno fue económicamente un desastre, pues empobreció a la mayoría de la población peruana.

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CONCLUSIONES: Las causas que originaron la inflación más alta fueron los malos manejos de nuestra economía por parte del presidente Alan García, por ende, las consecuencias de la inflación trajeron más pobreza al país, se devaluaron y desaparecieron dos monedas, y muchos otros desastres que a continuación describo:  Se incrementó la gasolina en un 30%, el servicio postal y telefónico en un 20%, agua y alcantarillado en un 10%.  Se devalúa el dólar en un 12%, el dólar MUC se fija en 13.95 intis y el dólar financiero en 17.5 intis por dólar americano.  El tipo de cambio se devaluó en 227% para gran parte de las partidas de importación y subieron aún más los precios públicos.  Los barcos con productos varados en el puerto se negaban a descargar hasta que no se les pagara, las divisas se agotaron por el mal uso y las colas se alargaban y multiplicaban. 26

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La inflación acumulada fue de 3000% Las remuneraciones y consumo per-cápita estuvieron por debajo del 50% El índice de pobreza solo en Lima ascendió a 43% Las Reservas Internacionales Netas del Banco Central de Reserva del Perú cayeron de $894 millones en julio de 1985 a $105 millones en julio de 1990. El nivel de subempleo ascendió a 73% un desastroso resultado al término del gobierno de Alan García La producción agrícola nacional cayo ostensiblemente y la importación de productos aumentó en un 49% El número de horas perdidas por conflictos laborales con el gobierno aumento en 6 millones en 1985 a 124 millones en 1990. El gasto social cayo rápidamente El ingreso per-cápita cayo demasiado, esto nunca se había visto. Como consecuencia del mal manejo del gobierno aprista el grupo andino redujo su inversión dentro de nuestro país.

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BIBLIOGRAFÍA CARABTREE, John: Alan García en el poder: Perú 1985-1990. Ediciones Peisa, Lima 2005. REYES ATO, Ivan. El desastre del gobierno de Alan García 1985 – 1990.

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ANEXOS

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