Politica Monetaria

POLITICA MONETARIA: La política monetaria es el conjunto de acciones emprendidas por el Banco Central con el propósito

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POLITICA MONETARIA:

La política monetaria es el conjunto de acciones emprendidas por el Banco Central con el propósito de regular la circulación monetaria y, a través de ella, incidir sobre el costo del dinero y la disponibilidad de crédito para todos los sectores de la economía.

Existe una política monetaria de signo contractivo cuando las acciones del banco central tienden a reducir la circulación del dinero, lo cual eleva su costo mediante el incremento de las tasas de interés. Bajo estas condiciones, se restringen la demanda de crédito y en general el gasto de la población.

La política monetaria expansiva, por el contrario, se produce cuando el banco central aplica medidas orientadas a incrementar la circulación de dinero, con lo cual aminora su costo y facilita la disponibilidad de crédito, en cuyo caso se estimula la inversión privada y el gasto de la población.

OBJETIVOS DE LA POLITICA MONETARIA:

Luchar contra la inflación: El papel de la política monetaria consiste en mantener una adecuada proporción entre la liquidez monetaria y el nivel de actividad económico con el objeto de impedir desequilibrios que puedan alentar procesos inflacionarios.

Contribuye al crecimiento económico: En la medida en que la política monetaria crea y mantiene condiciones monetarias y crediticias favorables a la estabilidad de los precios, motiva el desarrollo de iniciativas privadas en inversión y

consumo que aceleran el ritmo de actividad económica. La compatibilidad entre este mayor ritmo de actividad con baja inflación es requisito fundamental para un crecimiento económico sostenido en el largo plazo.

Ayuda a la estabilidad del tipo de cambio: Con estas medidas, la política monetaria contribuye con el objetivo general de equilibrar la balanza de pagos, asegurar la continuidad de los pagos internacionales del país y mantener la competitividad externa de la producción doméstica. Para ello es necesario contar con un nivel de reservas internacionales suficientes para cubrir las necesidades de importaciones de bienes y servicios indispensables al desempeño normal de la economía, además de ofrecer las divisas suficientes a su debido costo de oportunidad para el pago de los sectores público y privado a sus acreedores externos.

Contribuye a la estabilidad del sistema financiero y de pagos de la economía.

LOS INSTRUMENTOS QUE SE UTILIZAN EN LA POLITICA MONETARIA:

Para lograr el equilibrio entre la oferta y la demanda de dinero, el banco central emplea instrumentos que influyen directa e indirectamente sobre las reservas bancarias, las tasas de interés y las decisiones que toma la población en el manejo de sus medios de pagos, tales como monedas, billetes, depósitos a la vista y otros.

Los instrumentos de política monetaria son utilizados por el banco central de acuerdo con la naturaleza y nivel de desequilibrio prevaleciente en el mercado, y su incidencia puede ser de carácter general o específico. Las operaciones de Mercado

Abierto (OMA), el redescuento, la fijación del encaje legal y la persuasión moral constituyen los instrumentos de acción más general a disposición del banco central.

Instrumento de Carácter General:

La compra y venta de títulos públicos es el principal y más flexible mecanismo que tiene el banco central para ejercer el control monetario. Como estas transacciones se realizan en el mercado, se denominan Operaciones de Mercado Abierto. Cuando el banco central compra títulos a la banca entrega fondos que se agregan al dinero en circulación, aumentando así la capacidad de los bancos para otorgar préstamos. Si el banco central vende títulos, ocurre lo contrario, es decir, toma recursos del sistema financiero y limita su capacidad para ofrecer créditos.

Con la OMA el banco central incide de manera directa sobre el volumen de dinero en circulación y, de forma indirecta, sobre la tasa de interés que aplican los bancos a sus operaciones con el público. Mientras que los organismos públicos y privados emiten títulos para captar fondos destinados a financiar planes de inversión y gasto, el banco central cuando lo hace persigue absorber excedentes monetarios para garantizar el equilibrio entre la oferta y demanda de dinero. Asimismo, la racionalidad económica del sector privado conduce a ganar la menor tasa de interés posible en sus operaciones; en cambio, la racionalidad del banco central se guía por preceptos de política monetaria que van más allá de la rentabilidad de sus operaciones, aunque resguarda la eficiencia económica de su desempeño. Es admisible que el BCV incurra en pérdidas y afecte su patrimonio, si el cumplimiento de un objetivo mayor de política

monetaria así lo exige. Cuando ello ocurre, le corresponde al Gobierno Nacional hacer los aportes necesarios para reponer el patrimonio del instituto emisor.

El más antiguo de los instrumentos de política monetaria es el denominado redescuento, el cual permite al banco central prestar fondos temporales a los bancos cuando presentan problemas de liquidez o no renovar los mismos cuando las condiciones económicas exigen restringir la masa monetaria. El término redescuento designa al préstamo que otorga el banco central a la banca a cambio de recibir papeles y documentos de créditos realizados por ésta a empresas públicas y privadas. La ley especifica las condiciones y características de los títulos que califican para las operaciones de redescuento. Cuando el banco central concede un préstamo, cobra una tasa de interés llamada de redescuento, la cual constituye el costo que implica para la banca solicitante pedir recursos al instituto. Cuando los documentos que tienen los bancos no cumplen con los requisitos de calidad exigidos por el banco central para la entrega de préstamos a través del redescuento, las instituciones pueden acudir al anticipo. La operación es mucho más ágil, pero la tasa de interés aplicada es mayor, debido a la menor calidad de los documentos dados en garantía.

El otro mecanismo es el reporto, a través del cual el banco central concede asistencia financiera a un banco, a cambio de la venta temporal de títulos valores que el mismo banco solicitante del préstamo debe volver a comprar al banco central dentro de un plazo y aun precio predeterminado. Mientras el redescuento, anticipo y reporto y las operaciones de mercado abierto exigen la disposición de los bancos para ser uso de estos instrumentos, el encaje responde únicamente a la decisión del banco central. El encaje legal es el mecanismo más directo para regular las reservas monetarias de la

banca. El encaje legal es una medida administrativa de la autoridad monetaria, que exige a los bancos mantener inmovilizados dentro del Banco Central una porción determinada de los depósitos del público.

LOS TIPOS DE POLÍTICA MONETARIA Política monetaria expansiva: Cuando en el mercado hay poco dinero en circulación, se puede aplicar una política monetaria expansiva para aumentar la cantidad de dinero. Ésta consistiría en usar alguno de los siguientes mecanismos:



Reducir la tasa de interés, para hacer más atractivos los préstamos bancarios e incentivar la inversión, componente de la DA.



Reducir el coeficiente de caja (encaje bancario), para que los bancos puedan prestar más dinero, contando con las mismas reservas.



Comprar deuda pública, para aportar dinero al mercado. La política monetaria expansiva, si, dado un nivel de precios, el BCV sigue una

política monetaria expansiva, esto es, compra títulos en el mercado abierto, reduce los coeficientes legales de reservas, o concede a los bancos nuevos créditos, determinará que cantidad de dinero se incremente de forma que la función de oferta de dinero se desplazará hacia la derecha y el tipo de interés se reducirá. En concreto, un aumento de la oferta monetaria crea un exceso de oferta de dinero al que se ajusta el público tratando de comprar activos. Esto hace que suban los precios de los activos y disminuyan los rendimientos. La bajada del tipo de interés hace aumentar la inversión, como pronostica la curva de demanda de la inversión.

Pero la inversión es una componente de la demanda agregada, por lo que un aumento de la inversión eleva la demanda agregada, provocándose una reducción de las existencias y, como consecuencia de dicho aumento de inversión, aumenta la producción. Por lo tanto, el aumento de la cantidad de dinero provoca, en primer lugar, una disminución de los tipos de interés, al ajustar al público su cartera y, seguidamente, eleva la demanda agregada y la producción de equilibrio. En este proceso es el tipo de interés la variable bisagra que comunica el impacto recibido desde el mercado de dinero proyectándolo sobre el mercado de bienes hacia la variable inversión; y la inversión mueve la renta vía multiplicador, y con ella se terminan alterando todas las variables que dependen de alguna forma de la renta, como el consumo, el ahorro, el volumen de impuestos directos recaudados o las importaciones. Desde el punto de vista del banco central, como responsable de la política monetaria, las variables clave son dos, la cantidad de dinero y el tipo de interés. El equilibrio del mercado de dinero viene pues determinado por la acción conjunta de la demanda de dinero y la oferta monetaria. Los efectos de una política monetaria expansiva se concretan en un descenso en el tipo de interés y en un aumento de la cantidad de saldos reales, es decir un incremento de la liquidez monetaria.

Política monetaria restrictiva: Cuando en el mercado hay un exceso de dinero en circulación, interesa reducir la cantidad de dinero, y para ello se puede aplicar una política monetaria restrictiva. Consiste en lo contrario que la expansiva:



Aumentar la tasa de interés, para que el hecho de pedir un préstamo resulte más caro.



Aumentar el coeficiente de caja (encaje bancario), para dejar más dinero en el banco y menos en circulación.



Vender deuda pública, para retirar dinero de la circulación, cambiándolo por títulos de deuda pública. En el caso de que se siguiera una política monetaria restrictiva empleando

cualquiera de los procedimientos apuntados (venta de títulos públicos, incrementos de los coeficientes legales o reducción de los préstamos concedidos a los bancos), y suponiendo de nuevo que los precios permanecen constantes, la curva de la oferta de dinero se desplazaría hacia la izquierda y los tipos de interés se incrementarían.

BANCO CENTRAL: DEFINICION Y OBJETIVOS:

El Banco Central de Venezuela fue fundado en virtud de ley del 8 de septiembre de 1939 y su antecedente más inmediato había sido el Banco de Venezuela, establecido en 1890. Fue constituido como sociedad anónima a partir del capital aportado, a partes iguales, por el Estado y particulares. Su administración quedaba a cargo de un Directorio integrado por nueve miembros (un presidente − elegido por la Asamblea General de Accionistas a partir de una lista de tres aspirantes emitida por el presidente de la República ( y ocho directores), cuatro elegidos por el poder ejecutivo, tres por la Asamblea General de Accionistas y uno por el Consejo Bancario Nacional.

Sus funciones y estructura orgánica fueron reorganizadas y reformadas en 1960, 1974, 1983 y 1987. El 4 de diciembre de 1992 fue promulgada la Ley del Banco Central de Venezuela, por la que pasó a regirse. Sus máximas autoridades rectoras fueron desde entonces un presidente, dos vicepresidentes y el Directorio (integrado por siete directores, sólo uno de los cuales representa al poder ejecutivo).

El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria. La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar. En caso de que se instituya una moneda común en el marco de la integración latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un tratado que suscriba la República.

El Banco Central de Venezuela es persona jurídica de derecho público con autonomía para la formulación y el ejercicio de las políticas de su competencia. El Banco Central de Venezuela ejercerá sus funciones de coordinación con la política económica general, para alcanzar los objetivos superiores del Estado y la Nación.

El Banco Central de Venezuela es la institución pública que tiene a su cargo el diseño y la conducción de la política monetaria del país. En dicha política se resume el conjunto de decisiones que adoptan las autoridades del Instituto con el propósito de regular la circulación monetaria, el tipo de interés y la disponibilidad de crédito de la economía. El campo de acción del banco central va más allá de la acuñación de monedas, impresión de billetes y de suministro de un adecuado volumen de dinero para el normal desarrollo de las transacciones económicas del país. Además de servir como

banco de emisión, el BCV tiene a su cargo importantes funciones que lo definen como banco de reserva, bancos de bancos, banco del Estado, asesor económico del Gobierno Nacional para la formulación de objetivos, metas y estrategias de la política económica, asesor nacional en materia de crédito público, promotor de la coordinación entre las políticas monetaria, cambiaria y fiscal, además de servir como agente recopilador y difusor de información estadística sobre el desempeño económico del país.

El banco central tiene en la política monetaria un instrumento de gran poder para contribuir al logro de los objetivos de la política económica global diseñada por el Gobierno Nacional, los cuales se pueden resumir en: crecimiento económico sostenido, elevado nivel de empleo, estabilidad de precios, balanza de pagos manejable y alto grado de bienestar de la población. Corresponde al banco central crear y mantener las condiciones monetarias, crediticias y cambiarias favorables a la estabilidad de la moneda, al equilibrio económico y al desarrollo ordenado de la economía, así como asegurar la continuidad de los pagos internacionales del país.

Las acciones del banco central influyen sobre la masa monetaria en circulación, las reservas bancarias y la tasa de interés del mercado, las cuales son variables intermedias que afectan las decisiones de inversión, consumo, producción y la evolución de los niveles de precios, empleo y tipo de cambio. Es por esta vía que se transmite el impacto de la política monetaria sobre los principales agregados macroeconómicos.

FUNCIONES DEL BANCO CENTRAL DE VENEZUELA:

Corresponde al Banco Central de Venezuela crear y mantener condiciones monetarias, crediticias y cambiarías favorables a la estabilidad de la moneda, al equilibrio económico y al desarrollo ordenado de la economía, así como asegurar la continuidad de los pagos internacionales del país. A tal efecto, tiene a su cargo: 

Regular el medio circulante y en general, promover la adecuada liquidez del sistema financiero con el fin de ajustarlo a las necesidades del país.



Procurar la estabilidad del valor interno y externo de la moneda.



Centralizar las reservas monetarias internacionales del país y vigilar y regular el comercio de oro y de divisas.



Ejercer, con carácter exclusivo, la facultad de emitir billetes y acuñar monedas.



Regular las actividades crediticias de los bancos y otras instituciones financieras públicas y privadas, a fin de armonizarlas con los propósitos de la política monetaria y fiscal, así como el necesario desarrollo regional y sectorial de la economía nacional para hacerla más independientes.



Ejercer los derechos y asumir las obligaciones de la República de Venezuela en el Fondo Monetario Internacional, en todo lo concerniente a la suscripción y pago de las cuotas que le corresponda, a las operaciones ordinarias con dicha institución y a los derechos especiales de giro.



Efectuar las demás operaciones y servicios compatibles con su naturaleza de Banco Central.

EVOLUCIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA EN VENEZUELA

Expansión moderada (1.980-1.982)

La política monetaria estaba orientada a crear las condiciones monetarias favorables para dinamizar la economía y las actividades productivas internas mediante la acción del crédito bancario, así como contribuir con la recuperación de aquellos bancos con grandes dificultades de liquidez y que habían sido intervenidos por el gobierno. Para ello, el BCV se trazó metas de armonización de las tasas internas y externas, evitando con esto la salida de flujos internos por los incentivos de las altas tasas de interés externas. Adicional a ello, tenía que otorgarle financiamiento al gobierno para solventar problemas que tenía con la caja de Tesorería Nacional, dotar al sistema financiero de instrumentos más flexibles y de mayor aceptación en el mercado, contribuir al funcionamiento eficiente en las actividades de los intermediarios financieros y estimular su competitividad en beneficio de la economía.

El BCV, adquirió células hipotecarias en el mercado de valores, pero éstas constituyeron un verdadero problema debido a las elevadas tasas de interés, sus tenedores se desprendieron con rapidez de dichas células y el BCV se vio obligado a adquirirlos dentro de una política de soporte a la banca hipotecaria para aumentar la liquidez que generó la salida de flujos de capitales debido a los incentivos que ofrecían los demás en materia de tasa de interés.

Al permanecer las tasas invariables, se comenzó a observar la emigración de inversionistas hacia el extranjero en búsqueda de inversiones productivas y de mayor rentabilidad, lo cual era estimulado a su vez por la fuerte liquidez interna, la

sobrevaluación de la moneda y el tipo de cambio. El BCV para enfrentar este problema incrementó las tasas de interés, aún cuando incurriera en costos mayores para el financiamiento de actividades productivas. Sin embargo, no se logró la concordancia requerida y el BCV decidió sustituir el control discrecional de la tasa de interés por un sistema de bandas flotantes, dejando plena libertad al mercado financiero porque se comienza a actuar en base a instrumentos clásicos de la política monetaria como la tasa de redescuento, mercado abierto y encajes mínimos de reservas, llegando a resultados satisfactorios según el Informe económico de ese período, mejorando el diferencial entre tasa interna y externa.

Por otro lado, el BCV reorienta su política de redescuento, fijándola a la evolución de las ventas de divisas por parte de los bancos privados, a pesar de ello no logra detener la fuga de flujos de capitales como consecuencia del debilitamiento del mercado petrolero. Es así como se modifica de nuevo la política monetaria a tratar de solventar dicho inconveniente.

Cambios de orientación (1.983-1.984)

Para este período la política monetaria adoptada fue expansiva, con el objetivo de servir de motor al crecimiento económico y solucionar el déficit del estado en materia fiscal. Además, se dirige la política hacia sectores específicos y claves en la recuperación de la actividad económica (agricultura, construcción e industria). Dentro de este orden de ideas, se realizan operaciones de redescuento y anticipos a la banca privada, disminuyendo el primero en un 11% anual; se fija una tasa de redescuento y se prohíbe otorgar créditos a aquellos bancos con niveles de reservas excedentarias

superior a la posición del BCV. Para 1.984, continua con la misma visión antes descrita, la diferencia reside en el exhorto que hizo el Presidente del BCV en usar con mayor libertad los instrumentos para ampliar el consentimiento de créditos a la economía.

También, se hicieron varios cambios en materia de tasa de interés, el Informe económico de 1.984 muestra la sustitución de la tasa de interés flexible por uno mixto, mediante el cual la autoridad fija las tasas máximas activas a fin de estimular la inversión. Por otra parte, El régimen cambiario adoptado fue un sistema de cambio múltiple, inicialmente con dos tipos de cambio preferenciales (Bs./US$. 4,30 y Bs./US$ 6,00) y un segmento marginal de mercado libre. Este sistema experimentó sucesivas modificaciones hasta su derogación en marzo de 1.989.

Nuevos instrumentos y objetivos (1.985-1.986)

Entre los aspectos más relevantes de destacan: 

Fortalecimiento de la política monetaria expansiva, mediante la administración del Fondo de Garantía y Protección Bancaria (FOGADE) cuyo propósito es la de garantizar los depósitos bancarios del público y asistir a las instituciones regidas por la Ley General de Bancos y otros Institutos de Crédito.



El aspecto más relevante de este período es que con la creación de FOGADE la política monetaria tiene una nueva visión, en el sentido, de que mientras el BCV asiste a los bancos a corto plazo para solucionar problemas transitorios de liquidez, a FOGADE le corresponde asistirlo en el largo plazo para que los bancos privados puede enfrentar problemas de mayor alcance.



Con el propósito de minimizar la brecha entre los tipos de cambio preferenciales y el mercado libre marginal, el mecanismo de participación del BCV fue a través de la adjudicación directa de divisas a bancos comerciales y casas de cambio, en función de la disponibilidad de moneda extranjera, siendo el tipo de cambio y el monto de suministro determinado por el Directorio. Posteriormente, el Instituto ofreció dólares a través de la participación directa en la Bolsa de Valores de Caracas. La intervención en la bolsa se suspendió y se recurre a instituciones externas (BIV Sucursal NY, FED) para suministrar divisas, manteniendo de incógnito su oferente real. Al no lograrse los resultados esperados, a partir de 1.986 se comenzó a participar a través de la Mesa de Cambio del Instituto, actuando los bancos comerciales, corredores de bolsa y casas de cambio como operadores cambiarios. Posteriormente se combinó la venta directa a dichos operadores con la intervención a través de un broker (Banex), estrategia que se abandonó al poco tiempo, en razón de la poca transparencia que ofreció tal mecanismo.

Rasgos predominantes del período 1.987-1.990

En este período la política monetaria se encargo de regular la expansión de la oferta de dinero, tratando de conciliar el objetivo de proveer los medios de pago para el financiamiento de la actividad económica, con la necesidad de evitar presiones alcistas sobre los precios y sobre todo el tipo de cambio en el mercado de divisas.

En el año 1.989 la política monetaria estuvo estrechamente vinculada a la unificación cambiaria y a la complementación de los objetivos de la nueva política

económica. En efecto, luego de haber se adoptado un tipo de cambio único y fluctuante y un sistema de libre convertibilidad, se implementaron políticas complementarias, se eliminaron los controles de las tasas activas y pasivas establecidos, sustituyéndose por una tasa máxima que varia de acuerdo a la demanda y oferta libre del mercado. El BCV aprobó como mecanismo de participación el suministro de divisas a operadores cambiarios autorizados (bancos comerciales y casas de cambio), de manera que los precios de la cotización se formaran en el mercado interbancario. Entre los aspectos normativos del mercado cambiario durante el período destacan la restricción a empresas jurídicas no residentes para adquirir divisas en el mercado (mayo 1.989) para limitar las transacciones especulativas en el interbancario que se vieron estimuladas por la inestabilidad política.

Consistentemente, para ser cónsono con la política económica, la política monetaria limito los incrementos excesivos de liquidez a fin de evitar las presiones alcistas sobre los precios y el tipo de cambio, sin desatender sus principales funciones, el financiamiento de la actividad económica.

La década de los 90’

La década de los años noventa es considerada como parte importante dentro del contexto macroeconómico del país. Se puede clasificar en tres períodos: el primero, entre 1.989-1.993, el segundo, entre 1.994-1.995; caracterizado por la crisis financiera, por último, el período 1.996-2.000.

Primer período: etapa de programación 

El programa de Ajuste Macroeconómico adoptado en 1.989 causo a principios de los 90 en el país una profunda recesión representado por desequilibrios estructurales, se planteó con el objetivo de evitar las elevadas tasas de inflación, propiciar la estabilidad en el mercado de divisas; reducir el déficit fiscal y balanza de pagos, entre otros. Además contemplo la posibilidad de suprimir los distintos controles administrativos sobre los distintos precios de la economía -tasa de interés, tipo de cambio, mercado de bienes y servicios-.



El BCV comenzó la colocación de los Bonos Cero Cupón, con la finalidad de absorber la liquidez en el mercado.



A fin de atenuar la política fiscal expansiva y presiones de demanda del mercado cambiario, recurrió a aumentar de manera progresiva la oferta de tasas de interés elevadas de los bonos cero cupón.



En el aspecto cambiario, para se aplico un régimen de libre mercado de divisas con flotación administrativa, en donde el BCV era el organismo encargado de evitar las fluctuaciones erráticas del tipo de cambio.



Para 1.990, se presentaron aumentos progresivos del encaje legal de 12% a 15%, hasta alcanzar en 1.991 un 25%, con el objetivo de drenar el exceso de liquidez monetaria.



El BCV estableció una liberalización de las tasas de interés, fijándolas entre el 10% el 60%, -límites establecidos para la tasa de interés pasiva mínima y activa máxima, respectivamente.



Durante el período de 1.992-1.993 la situación del país era desfavorable dado los hechos políticos ocurridos en este lapso de tiempo – intento de golpe de estado-, generando incertidumbre, e inestabilidad en los mercados, provocando déficit en las cuentas fiscales promoviendo las expectativas inflacionarias. El papel que asumió el BCV fue el de ofrecer activos financieros de corto plazo con atractivas tasas de interés, para reducir la fuga de capitales e incentivar la demanda de dinero.



Dentro de este mismo período, se acordó reducir progresivamente el encaje legal, asumiendo el control directo en su totalidad.



A inicios de 1.993 se aplicó un esquema de devaluación uniforme y programada por parte del BCV, (crawling peg), su propósito era mantener la competitividad de la moneda, tomando en cuenta el diferencial de la inflación.

Segundo Período: crisis financiera e inestabilidad económica 

Ante el cierre de uno de los principales bancos comerciales -Banco Latino, la incertidumbre en el mercado aumento considerablemente, pues se observaba una pugna entre autoridades y pocas posibilidades de responder a las demandas de los ahorristas, ello provoco lo que se conoce como efecto contagio, dada la inseguridad entre los agentes ante esta situación, y la pérdida de confianza.



Ante esta situación el BCV otorgo asistencia a los bancos e instituciones financieras

dotándolos

de

liquidez,

mediante

el

mecanismo

de

redescuento, anticipos y reportos. El objetivo establecido era el de frenar el efecto contagio. 

Liberalización efectiva aunque temporal del encaje legal.



El BCV ofreció una mayor cantidad de activos portadores de interés (bonos cero cupón), con miras a estimular las preferencias por activos expresados en moneda nacional procurando evitar la salida de capitales del país. Ello no produjo los efectos esperados.



En 1.994, se elimina el crawling peg, entrando en vigencia un nuevo régimen cambiario, sistema de flotación administrativa, dado los requerimientos exigidos por el mercado cambiario. Barrios, et al., (2.001), afirman que esto acomodo la política monetaria a las disposiciones del Gobierno, debilitando la confianza de los individuos en el valor de la moneda.



A finales de 1.994, el BCV suspende el otorgamiento de financiamiento hecho a Fogade, lo cual precipitó la intervención de ocho bancos, creando desequilibrio en los mercados crediticios, financieros y cambiarios. Ante esta situación el Gobierno decidió adoptar medidas extremas para atenuar la situación: capitalización de Fogade y un control de cambio. El efecto de estas medidas fueron aumento de la deuda pública y reducción de las tasas de interés hasta llegar a niveles reales negativos.



En 1.995, el BCV coloco en el mercado los títulos de estabilización financiera (TEM) con altos niveles de rendimiento, sustituyendo a los bonos cero cupones. A pesar de ello, las condiciones en la economía no

mejoraba de manera significativa, persistían altos niveles de inflación, caída en las reservas internacionales, sobrevaluación del tipo de cambio.

Tercer período: causas y consecuencias 

Eliminación de los controles establecidos en 1.994 que regían los mercados cambiarios y de bienes y servicios, dando como resultado aumento sustancial de la tasa de inflación y de la depreciación de la moneda.



Se planeo mejorar las expectativas inflacionarias de los agentes económicos, moderando la evolución del tipo de cambio -evolución estable y predecible- que luego se transformo en la adopción de un sistema de bandas a partir del 08 de julio de 1.996.



Dada la presencia de una elevada expansión fiscal provenientes del Gobierno central, provocando un significativo crecimiento de los agregados monetarios.



Entre los años 1.997-1998, la política monetaria se manejaba dentro del contexto del mercado abierto de activos financieros.



Desaceleración de la tasa de interés, el crecimiento de las reservas internacionales y el aumento del crecimiento del PIB.



Manejo discrecional de la tasa de interés anual que cobra por asistencia crediticia e incumplimiento del encaje, ubicándose entre el 45%-60% y 60%-80% respectivamente.



El BCV promueve la permanencia del sistema cambiario vigente para la época; el mismo reduce las posibilidades de utilizar las devaluaciones para financiar los déficits fiscales del Gobierno.

Política Monetaria y Cambiaria (1999-2.012)

Según fuentes del gobierno en resumen la política monetaria y cambiaria se ha comportado de la siguiente manera:

Con la política monetaria en cuanto al manejo del crecimiento de la liquidez (M2), la misma ha sido absorbida por el aumento en las colocaciones de créditos bancarios, compras de títulos de deuda de PDVSA y el Ejecutivo Nacional. En relación con las tasas de interés activas durante el período 1989/1998 que tuvieron flotantes, llegaron a niveles que superaron hasta el 100% con una crisis financiera que paralizó la inversión y quebró a muchos productores y empresarios. En el período 1999/2011 las tasas activas se han mantenido en promedio en 28%, pero para los créditos habitacionales y agropecuarios entre el 8-12%, estimulando la inversión privada que se duplicó en este período La política cambiaria en el período 1999/2012, con anclaje y control de cambio, disminuyó la devaluación interanual al 53%. La devaluación fue del 684%, en ese lapso, al pasar de 548,24 a 4.300Bs/$. A si mismo, según el informe del BCV en relación a la Políticas Monetaria a finales del año 2.011, expresa lo siguiente: el Directorio del BCV decidió acompañar las políticas financieras tendientes a ampliar la oferta de fondos disponibles para el sector construcción. Para ello se implementó una liberación de las reservas bancarias requeridas de 300 puntos básicos, que ubicó el coeficiente del encaje legal en 14%, lo que permitió destinar una cuantiosa suma de recursos al financiamiento de proyectos y desarrollos habitacionales.

Las tasas de interés del sistema bancario no registraron grandes cambios respecto a su estructura en 2010. Al 23 de diciembre, las tasas aplicadas a las operaciones activas (costo del dinero para ciertas operaciones crediticias) de la banca nacional se ubicaron en promedio en 16,4%, apenas 1,7 puntos porcentuales por de bajo del año pasado. Mientras que las tasas devengadas por los depósitos de ahorro y a plazo no exhibieron grandes cambios situándose en 12,6% y 14,5%, respectivamente.

El comunicado divulgado por la autoridad monetaria señala que el sistema bancario nacional mostró signos positivos, dado que la cartera crediticia pasó de una contracción real de 5,9 % en 2010 a un aumento de 12,8 % este año, estimulada por la recuperación del aparato económico. Sobresalió especialmente el financiamiento dirigido a la industria manufacturera (creció 74,4%) y al sector comercial (aumentó 48,2 %). Igualmente, los créditos a otros sectores prioritarios (microempresa, agrícola y turismo) crecieron 46,4%, 53,7% y 42,9%, en cada caso. Merentes, en su informe explica que ha sido fundamental la gestión del BCV, ya que ha contribuido, de manera decisiva, mediante sus instrumentos de política monetaria a potenciar las fortalezas de nuestra economía. Ello a través de una administración prudente y soberana de las reservas internacionales de la República; una adecuada y coherente supervisión del sistema bancario público y privado, que ha posibilitado, asimismo, incrementar el crédito en áreas estratégicas como la agricultura, la manufactura y los desarrollos habitacionales y un mercado laboral donde se ha reducido la informalidad y se ha incrementado puntualmente el salario mínimo todos los años.

Sin embargo según el criterio de Asdrúbal Oliveros en su informe Crecimiento, inflación y tipo de cambio en Venezuela: 1999 – 2012, encontramos el siguiente análisis del comportamiento de la política monetaria y cambiaria para este periodo: Desde 1999, cuando la administración actual tomo el poder, la inflación se ha comportado volátilmente pero siempre en niveles de dos dígitos. Ante este escenario de presiones inflacionarias el Ejecutivo ya ha marcado la pauta a seguir: luchar contra la especulación y profundizar la política de control de precios y de incremento de subsidios públicos. La inflación promedio más baja que se ha registrado en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez fue en 2006, cuando tocó 13,6%. Se logró disminuir la inflación promedio anual a menos de 20% entre 2005 y 2007. Sin embargo para 2008, en medio del boom petrolero” la inflación saltó a 31,4%, casi 13 puntos porcentuales más que en 2007 cuando alcanzó 18,7%. El problema inflacionario que sufre nuestro país se debe a varias razones, todas estas, disminuyen el valor real de nuestra moneda a lo largo del tiempo; una de estas razones es la presión monetaria que, a su vez afecta a la política cambiaria. A principios de 1999 las Reservas Internacionales de Venezuela alcanzaron los US$14.134 millones y teníamos VEB10.411 millones de M2. Para el cierre del año pasado, estas cifras se ubicaron en US$29.899 millones de reservas internacionales y M2 VEB444.976 millones. Es decir, que mientras que las reservas aumentaron en 109%, M2 lo hizo en 4.174%, haciendo que la relación M2/RRII pasara de 0,72 a 14,88 en el periodo considerado.

Otra causa, la constituyen los importantes aumentos de la demanda

agregada impulsados por el fuerte gasto público. De esta forma, el Gobierno Central ha llevado a cabo una política fiscal irresponsable, más aún cuando vemos a Petróleos de

Venezuela, S.A. (Pdvsa) y al BCV colocando más dinero en la economía, el primero a través de la ejecución de programas sociales y el segundo a través del financiamiento al Ejecutivo transfiriendo parte de las reservas internacionales al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), sin ninguna contrapartida en bolívares. En marzo de 2007 el BCV y el Ejecutivo aprobaron una reconversión monetaria que entró en vigencia el

1ero de enero de 2008 con una nueva y menor escala

monetaria. Uno de los principales objetivos de esta medida era disminuir los niveles inflacionarios pero, a pesar de su alto costo, no logró registrar un avance significativo en este aspecto ya que no se aplicó una mejora de la disciplina fiscal antes y después de la reconversión. Con el fin de aplicar a largo plazo un control de precios generalizado en toda la economía, el 22 de noviembre de 2011 entró en vigencia la Ley de Costos y Precios Justos, la misma, que fue sancionada en julio de ese año por la Asamblea Nacional, otorga la facultad de regulación de precios de aquellos bienes y servicios que la nueva Superintendencia de Costos y Precios considere posean márgenes de ganancias excesivas. Dicha ley, según el ministro del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, Ricardo Menéndez se aplicará por etapas con la finalidad de abarcar a todos los sectores. A finales del 2011 el BCV, refiriéndose a la política anti-inflacionaria planteó en el Mensaje del fin de año del presidente del BCV que su actuación en esta materia “se verá complementada, desde el Ejecutivo Nacional, por la labor que desempeñe la recién creada Superintendencia Nacional de Costos y Precios y, desde un punto de vista interinstitucional, el Comité de Inflación de Un Dígito”. También plantea una eventual modificación en el sistema metodológico del INPC, específicamente en la

estructura de ponderaciones del mismo. Esto como estrategia para disminuir los altos índices que se han registrado desde hace varios años. El presidente Hugo Chávez inició su primer mandato en 1999 en medio de un sistema de bandas cambiarias que había sido instaurado en 1996. En 2003 luego del Paro Nacional, y para disminuir la fuga de capitales se estableció un control cambiario justificado por la disminución en las reservas internacionales. Se fijó el tipo de cambio en VEB 1,6/US$ y se creó la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi). Sin embargo, este organismo no ha reconocido ni suplido importantes componentes de la demanda de divisas que han sido atendidos por un mercado paralelo no contemplado para ese entonces. Este mercado define su propio tipo de cambio a través de oferta y demanda, resultando mucho más alto que el oficial. La adquisición de divisas para las importaciones, transferencias, remesas y pago de deuda, entre otros, estarían sujetos a los términos y condiciones impuestos por Cadivi. Del mismo modo, los ingresos de divisas por exportaciones no petroleras, transferencias, remesas y turismo debían igualmente ser vendidas al BCV por los operadores cambiarios. En conclusión, el sector externo pasó a depender de las decisiones de Cadivi. Venezuela a lo largo de su historia contemporánea ha tenido varios controles de cambio y han operado de manera similar. Al momento de imponer un control de cambio en el país, se produce un fuerte aumento del tipo de cambio en el mercado paralelo de divisas y los agentes económicos utilizan este último como el tipo de cambio de referencia. En este sentido, el diferencial entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio del mercado paralelo termina siendo un subsidio a las importaciones. Además, el valor marginal de adquirir un dólar extra para la salida de capitales viene dado por el tipo de cambio paralelo y no

por el tipo de cambio oficial. En este sentido, cuando se comienza a percibir que el control de cambio no es sostenible, es decir, que las importaciones comienzan a crecer por encima de las exportaciones, los agentes económicos comienzan a fijar precios en base al tipo de cambio paralelo, el cual será su valor de reposición, produciéndose un fuerte incremento de la inflación. En 2004 se devaluó el bolívar para ubicar la tasa de cambio a VEB1,92/US$ como medida frente al aumento de la brecha entre los dos tipos de cambio. Similarmente, en marzo de 2005 se devaluó nuevamente, esta vez en un 10,7% y el tipo de cambio quedo fijado en VEB 2,15/US$. Históricamente las devaluaciones en Venezuela tienen en sí, un propósito fiscal, a través de ellas se aumenta de manera importante los ingresos del Gobierno provenientes de las ventas de las divisas producto de las exportaciones petroleras y así se logra mantener el nivel del gasto público necesario para sostener el sistema político que se implanta en el país. Otro problema está en que al devaluar, no se mejoran los mecanismos de adquisición de divisas de los cuales el sector privado depende tanto para producir, aunque la incertidumbre y expectativa en cuanto este tema siempre están presentes justo después de cada devaluación. Al restringir fuertemente al sector privado en el acceso a la compra de divisas, la inflación también se ve perjudicada, ya que se incrementa la oferta monetaria, presionando a la baja las tasas de interés y al alza el aumento de los precios.

Este fuerte incremento de los agregados monetarios tiende

también

a

flexibilizar la restricción presupuestaría del Gobierno Central, debido a que el sistema financiero no tiene donde colocar esa gran masa de recursos y es más propenso a comprar bonos emitidos por el Gobierno. Este tipo de actuación fiscal, que no colabora

con la disminución de la inflación, hace que el esfuerzo de la política monetaria y cambiaria se magnifique, lo que no necesariamente resulta conveniente para la solvencia del sector financiero o la viabilidad del sector externo. A principios de 2010 se toma la decisión de aplicar una nueva corrección del tipo de cambio, en esta oportunidad una devaluación dual, se definió una devaluación de 20% para ciertos rubros llamados “prioritarios”, en donde el tipo de cambio alcanza los VEB 2,60/US$ y otra devaluación al tipo de cambio aplicable para los demás rubros de 100%, es decir, a VEB 4,30/US$. En mayo de ese mismo año, en medio de una fuerte recesión de la economía venezolana y alta inflación, las autoridades económicas dieron a conocer un nuevo sistema cambiario que sustituiría las operaciones del mercado permuta, luego de haber reconocido su existencia y prohibirlas mediante la reforma de la Ley Contra los Ilícitos Cambiarios. Se creó entonces el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) y al mes siguiente entró en funcionamiento. A través del Sitme, el BCV negocia los bonos de deuda pública denominados en dólares y pagaderos en bolívares, reemplazando así a los operadores cambiarios que realizaban estas transacciones en el mercado paralelo. Este sistema está bajo el control del BCV, por lo que es más flexible que Cadivi. El ente emisor es quien puede modificar tanto su metodología como también la banda referencial, especialmente el tipo de cambio superior que es, en esencia, el tipo de cambio referencial (VEB 5,30/US$).

CONCLUSIONES

La política monetaria y la política cambiaria, al cuidado del banco central, han contribuido a la moderación de la inflación; la política fiscal es el eje de la estrategia del Estado para el ajuste, la estabilización y el crecimiento económico. Es indispensable una coordinación efectiva y consistente entre las políticas mencionadas.

Los instrumentos de la política monetaria son muy limitados, aunque es conveniente una combinación de ellos para lograr mejores resultados, los costos de la política monetaria representan costo de la lucha contra la inflación y de preservación en lo posible de las reservas monetarias internacionales del instituto; la inflación no es fenómeno simplemente monetario, sino complejo, que interna sus raíces en la estructura real de producción y mercadeo de bienes y servicios; y emerge en el plano circulatorio de la economía, donde los desequilibrios macroeconómicos convencionales facilitan y refuerzan el impulso inflacionario.

La vulnerabilidad manifiesta de la economía venezolana, centrada en su dependencia petrolera y financiera, puede amortiguarse con un adecuado manejo del Fondo de Inversión y Estabilización Macroeconómica.

Cuando ocurre un deterioro de la relación real de intercambio ocasionado, por la caída de los precios del petróleo, con marcada incidencia en la balanza de pagos, en la balanza fiscal y en el ingreso nacional, se impone la necesidad de un ajuste integral en la esfera circulatoria de la economía, pero también de una transformación progresiva de la estructura económica del país.

INTRODUCCIÓN

La política monetaria o política financiera es una rama de la política económica que utiliza la cantidad de dinero como variable para mantener la estabilidad económica. La política monetaria

es

la

actuación

más

propia

del Banco Central

de

Venezuela, aunque no es, por supuesto, una actuación exclusiva. A este Instituto le corresponde la preservación del valor de la moneda nacional y, en relación con ello, procurar la normalidad y la sostenibilidad del sistema de pagos internos y externo, la existencia de condiciones financieras sanas en el país, la administración eficiente de las reservas monetarias internacionales, la función de depositario de los fondos monetarios de las instituciones bancarias que correspondan a los encajes obligatorios que éstas deban mantener y las disponibilidades operativas que estimen convenientes. La conducción de la política cambiaria, es también una función del instituto emisor

y se encuentra estrechamente vinculada a la política monetaria. Todo ello

puede

expresarse

en

términos

de

la

estabilidad

monetaria

y

financiera,

en concepto amplio, como objetivo propio y relevante del Banco Central. La política monetaria y la cambiaria no están aisladas en el espacio económico: En una economía como la nuestra, la política fiscal tiene un papel determinante con respecto al objetivo amplio de estabilidad; La presente investigación contiene: Política Monetaria, Objetivos de la Política Monetaria, Los Instrumentos que se utilizan en la Política Monetaria, Tipos de Políticas

Monetarias, Banco Central: Definición y

Objetivos, Funciones del Banco Central de Venezuela , Evolución de la Política Monetaria en Venezuela.

ESQUEMA

INTRODUCCION

POLITICA MONETARIA

Objetivos de la Política Monetaria

Los instrumentos que se utilizan en la Política Monetaria

Los tipos de Política Monetaria

Banco Central de Venezuela

Definición y Objetivos

Funciones del banco central de Venezuela

Evolución de la política monetaria en Venezuela

Expansión moderada (1.980-1.982)

Cambios de orientación (1.983-1.984)

Nuevos instrumentos y objetivos (1.985-1.986)

Rasgos predominantes del período 1.987-1.990

Segundo Período: crisis financiera e inestabilidad económica

Tercer período: causas y consecuencias

Política Monetaria y Cambiaria (1999-2.012)

CONCLUSIONES

República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior Universidad del Zulia Núcleo COL

Integrantes: Patricia Núñez CI.19.831.861 Danielys Díaz CI. 20.621.711 Problemática de la Venezuela Actual Sección 002 V

Cabimas, Julio 2012