POKER Psicologia Del Poker

Un psicólogo clínico habla sobre poker El doctor Daniel DeBrule, profesor de la Universidad de Indiana, habla sobre conc

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Un psicólogo clínico habla sobre poker El doctor Daniel DeBrule, profesor de la Universidad de Indiana, habla sobre conceptos como el tilt o la mentalidad del grinder. El profesor Daniel DeBrule, de la Universidad South Bend de Indiana, da clases de psicología clínica durante el año escolar. Sin embargo, cuando llega el verano, pasa a impartir un curso en el que tiene mucho que ver su mayor afición: el poker. Durante varios años, DeBrule ha compartido sus conocimientos psicológicos aplicados al poker con grupos de universitarios en un curso llamado “Poker: conceptos conductuales, clínicos, cognitivos y sociales”. DeBrule cubre en el curso aspectos como las reacciones humanas ante diferentes aspectos del juego y las principales motivaciones de un jugador. Según el doctor, a pesar de que se ha hablado mucho sobre la importancia de la psicología en el poker, no es que se haya ahondado mucho en lo formalmente académico. Los compañeros de CardPlayer se han puesto en contacto con él para entrevistarle y, las respuestas del doctor DeBrule no tienen desperdicio alguno. Uno de los motivos por los que la gente decide dedicarse al poker es porque no quieren un trabajo de 40 horas a la semana. Como psicólogo, ¿qué opinas de esto? ¿Qué tipo de personas se ven atraídas por el poker? Bueno, este dato sugiere que los jugadores que se lo toman en serio valoran mucho su autonomía. Muchos jugadores buscan emociones y quizá disfrutar de nuevas experiencias en la vida. Les gusta viajar mucho y los desafíos. De algún modo, trabajar 40 horas a la semana es algo monótono porque, al menos al principio, la gente está haciendo lo mismo una y otra vez. Aunque esto es común en una mesa de poker, un jugador puede jugar a muchos juegos diferentes. Supongo que también pasa que mucha gente no cree que sus capacidades se correspondan a los trabajos que suelen desempeñar. Una máxima del poker es no dejarse llevar por los resultados. Resumiendo: si tomas la decisión correcta no deberías estar preocupado por el resultado. ¿Cuesta trabajo asimilar esto? Esto es especialmente problemático para jugadores que no tienen mucho equilibro emocional y que pueden perder el control en un determinado momento. El problema disminuye cuando el jugador pasa tiempo fuera de las mesas y medita sobre las manos. No dejarse llevar por los resultados requiere mucha experiencia. Los que mejor pueden lograrlo son aquellas personas que, por su personalidad, tienen un componente lógico más predominante que el emocional o sensible. A la larga, eso sí, muchos jugadores tienen sus hojas de cálculo para asegurarse de que están obteniendo buenos resultados. ¿Crees que la sensación de tener el control lleva a la gente a jugar? Tener el control sobre tu propia vida, donde estás y cuánto tiempo inviertes en cada cosa es algo valioso para un jugador. Curiosamente, a lo largo de la historia y según nuestros estudios empíricos, a los jugadores que creen que tienen el control y que dominan por complejo el juego les suele ir peor que a los que no lo creen. Han habido varios estudios de terapia de grupo en Canadá para personas que tenían algún tipo de adicción al juego. Lo que han descubierto es que el concepto de azar - es decir, que los resultados en las mesas están condicionados no solo por tu juego sino también por factores aleatorios - hace que los jugadores, en general, obtengan mejor rendimiento. Con esto quiero decir que, a pesar de que tener el control de tu vida es una gran motivación, deberías tener una perspectiva realista acerca de cuánto puedes controlar tus resultados. 1

Hablemos sobre la superstición en el poker, en contraposición a “tener el control”. La superstición en el poker es consecuencia de un rasgo de personalidad. También puede tener que ver con el estilo de juego. La gente supersticiosa suele ser introvertida. Estas conductas provocan la ilusión de que tienes el control de lo que va a pasar, ilusión bastante peligrosa si se llevan las cosas demasiado lejos. ¿Cómo afectan las malas rachas al estado de ánimo? Bueno, como soy un psicólogo clínico y tengo clientes en terapia semanalmente, sabiendo cómo reacciona la gente con el fracaso y los resultados negativos, la respuesta más típica consiste en entrar en una espiral descendente. Los pensamientos empiezan a ser más negativos y se empiezan a multiplicar los hábitos negativos. Empiezan a estar mucho más frustrados en las mesas de forma que otros jugadores pueden jugar de forma más agresiva contra ellos. Empiezan a jugar manos de forma distinta a como lo harían habitualmente. Esto redunda en la típica mentalidad “hoy no es mi día”. En definitiva, un cículo vicioso. La gente que goza de equilibrio emocional y no se deja llevar por estos pensamientos negativos puede recibir unos cuantos bad beats sin que le afecte en absoluto. Por otro lado, para la gente susceptible esto puede provocar no solo que jueguen peor en las mesas, sino que afecte de forma negativa fuera de ellas. A veces parece que algunos jugadores se vuelven más tímidos después de una serie de bad beats, como si presintieran que las cosas van a seguir saliéndoles mal. ¿Se siente intimidado un jugador cuando la fortuna le trata mal? Por supuesto. Empiezan a ser mucho menos agresivos y a tener más aversión a los riesgos. La excepción es el jugador que entra en tilt. Para algunas personas esto supone volverse excesivamente temerarios y empiezan a regalar sus fichas. En este punto es en el que la psicología es extraordinariamente valiosa para un jugador de poker, ya que conocemos una serie de técnicas y enfoques que realmente pueden ayudarle, incluso si tienen serias dificultades para mantener el control en las mesas. Hay un tratamiento específico llamado terapia dialéctico-conductual que puede ser el antídoto al tilt. Siendo optimistas, con el tiempo habrá más investigaciones sobre cómo nuestro enfoque psicológico puede ayudar al jugador. No hace falta que alguien sufra depresión clínica o que haya perdido la cabeza para poder beneficiarse de un proceso terapéutico. Por ejemplo, muchos golfistas tienen psicólogos deportivos. Muchos jugadores de poker contratan coach motivacionales. Un psicólogo puede ser realmente útil para ayudar a prevenir el tilt. Hablemos sobre la sensación de estancamiento. Hace unas décadas se llevó a cabo un estudio que indicaba que la mayoría de la gente estaría dispuesta a correr riesgos para evitar pérdidas, pero no para obtener ganancias. En definitiva, la conclusión fue que la gente tiene miedo a perder. Perder 50$ es mucho más doloroso que ganar 50$ positivo. Muchos jugadores conocen esa sensación. Cuando tienes una buena racha es fantástico y lo disfrutas, pero no se te suele contagiar ese estado de ánimo fuera de las mesas. Sin embargo, si tienes una racha horrible y pierdes una cantidad respetable, te costará trabajo quitártelo de la cabeza. 2

Si sientes que esto te está pasando lo mejor es cambiar la mentalidad o tomarse un descanso. No solemos reflexionar en los días buenos. Además, mantener una mentalidad a largo plazo es muy bueno para evitar ese sentimiento de estancamiento, que es muy destructivo para los jugadores. Es muy común ver a los jugadores usando un iPhone o un iPad para pasar el rato mientras le reparten la siguiente mano. Parece que tiene que ver con el ritmo de las partidas en vivo, especialmente para jugadores que vienen de Internet. ¿Qué opinas de esta necesidad de actividad constante? Esto encaja en psicología con uno de los conceptos que más se utilizan en terapia hoy en día, el concepto de “atención plena”. Si la gente no consigue tener toda la atención enfocada hacia la mesa, no podrán captar “tells”, observar patrones o pensar en cómo están jugando y sus sensaciones. Y, lo que es peor, no están disfrutando la experiencia. La “atención plena” es un concepto que intentamos trasladar a mucha gente, ya sea jugando las World Series of Poker, estando en un barco en el mar o en una cena con los amigos o familia. El objetivo es extraer lo máximo de cada experiencia. Este problema es mucho más común en gente joven. Hoy en día estamos abrumados por la tecnología, pero esto es algo que debemos superar con el tiempo. Si sabemos valorar lo que estamos haciendo en cada momento, podremos dejar lo demás de lado. Por norma general, si un jugador es incapaz de quitarse los cascos y prestar atención a lo que está pasando, puede ser un síntoma de que no están tan concentrados como deberían o que no tienen la suficiente paciencia. ¿Crees que alguien con experiencia jugando muchas mesas online puede tener problemas de concentración en vivo? Por supuesto. Ese es el motivo por el que algunos sienten que necesitan estar activos todo el rato. En este aspecto, el conductismo tiene mucho que ver. A algunos los han destetado jugando al poker online y están condicionados por el hecho de jugar muchas mesas a la vez y un porrón de manos. Su conducta se ha reforzado. Como los animales o cualquier otro organismo, es lo habitual para ellos e intentan recrearlo. Tiene sentido que esto esté pasando más y más a menudo ahora, ya que mucha gente ha dejado de jugar online y se ha pasado al vivo. Hay muchas iniciativas para legalizar el poker online. Quizá haya gente a la que se le dé mejor la multitarea y ese formato sea mejor para ellos que el poker en vivo.

La psicología del poker (parte I) Que me esfuerce en hablar de psicología sin ser psicólogo es más que un arduo trabajo, una completa osadía. Pero si me reservo el derecho de ser por unos minutos uno de esos jugadores tramposos me guardaré un As bajo la manga y les propondré hablar sobre la psicología del jugador de poker. Sí señores, en el poker también existe la psicología y más de la que puedan llegar a imaginar Seguramente, ya está más que manoseado el tema de la visión del poker desde afuera entorno a esa aura de humo, vicio y peligro del naipe. Por lo tanto sólo haré una consideración a todo aquel que todavía ve este juego arrugando la frente y con el rabillo del ojo. Sí señores, en el poker también existe la psicología y más de la que puedan llegar a imaginar. Ojalá al final del artículo entiendan el porqué. Imaginen por un momento que decido ahora mismo comprarme unas botas de alpinismo, un abrigo para el frío, un casco y unas cuantas cuerdas de escalada y les digo que tomo rumbo al Everest, a ver qué se ve desde allá arriba. Los alpinistas podrían caer en una espiral de carcajadas durante varios días. Comprensible, ¿verdad? Exactamente la misma reacción tendríamos los jugadores de poker ante alguien que crea que para esto de las cartitas sólo se necesita algo de mucha suerte. La psicología en el poker entra en escena en el mismo momento en el que se pone dinero en la mesa. El poker sin dinero es un mero juego, algo no más allá de lo puramente lúdico. Me hicieron falta 10 minutos jugando con dinero ficticio para darme cuenta de ello. El poker con dinero se convierte en otra cosa. Me hizo falta jugar una sola mano para entenderlo. 3

En una mano ganarás dinero teniendo la mejor jugada o por el contrario La magia de este juego radica en que existe la posibilidad de que alguien que no haya jugado nunca, juegue un torneo cualquiera, un día cualquiera y gane. Repito: existe la posibilidad. Pero no es la realidad del día a día. Cuando mi entorno empezó a saber que jugaba a poker la pregunta recurrente siempre acababa siendo la misma: - Ah! Pero..¿ganas dinero? - Sí, claro. - ¿Pero ese dinero es para ti, es tuyo, es real? - Sí, del mismo valor que el que se refleja en la nómina de cualquier trabajador.

Tipos de jugadores hay tantos como tipos de personas, innumerables Ahí empieza el interés mezclado con desconfianza, la curiosidad manchada de miedo. Y en ese momento donde el dinero entra en escena empieza a gestarse un jugador de poker. Tipos de jugadores hay tantos como tipos de personas, innumerables. Pero una de las razones por las cuales se diferencian unos de otros, los buenos de los malos, los regulares de los ocasionales, los maníacos de los conservadores, es su apego al dinero. Antes de seguir, todos (jugadores o no) deberían tener clara una consideración: el poker es un juego, el dinero NO. Muchos jugadores que empiezan a jugar a poker por simple curiosidad para a ver si se gana dinero con esto como dicen los que juegan, cometen el error de pensar que sólo necesitan 52 cartas y suerte. Craso error. Paciencia, disciplina, templanza, educación, estudio, concentración, decisión, observación, son sólo unos pocos ejemplos de todos los aspectos que hay que tener en cuenta y, sobre todo controlar, antes, durante y después de sentarte en una mesa de poker, ya sea a través de un ordenador o en el Casino de cualquier ciudad. Con los amigotes no hace falta si no hay dinero de por medio, claro. En el momento de jugar no se puede cometer el error de mirar las cartas y apostar cuando has conectado una buena mano y no hacerlo cuando sucede lo contrario. Hacer eso es, literalmente, hacer el primo. Siendo un poco extremistas y dando a la vez una visión general sobre las ganancias que esto nos reporta, cabe decir que es primordial que graben lo siguiente en su cabeza: en una mano ganarás dinero teniendo la mejor jugada o por el contrario, haciéndole creer a tu rival que la llevas. Exactamente aquí es donde se explotan todos los conocimientos de un jugador. Donde unos valen y otros no. Donde unos toman decisiones rentables y otros no. Pura psicología y dominio de estrategias. ¿La suerte existe? Sin duda, sí. Pero nuestro rival no puede saber si en esa mano que os enfrenta tú has tenido suerte y has ligado la mejor jugada o no. Por otra parte, tú puedes intentar engañarlo y él puede engañarte a ti haciéndote pensar que le estás engañando. Con lo que se consigue, pues, una auténtica batalla mental donde lo que menos importa, precisamente, son las cartas.

Tus victorias fueron producto de las derrotas de otros Eso es lo que nos sube la adrenalina a los jugadores de Póker: ganar batallas mentales y además, como premio, dinero. Pero aun así, como muchas cosas en la vida, esto es un arma de doble filo. Cuando ganas todo es perfecto, te alegras, subes tus pulsaciones, te emocionas, abrazas a tus amigos, mujer, marido y animales de compañía. ¡Eres la leche! Pero pasas por alto algo muy obvio. Tus victorias fueron producto de las derrotas de otros. Para que tú ganes, otro tiene que perder. Es imposible que ocurra de otra manera. ¿Y cuándo pierdes, qué? Pues es el momento de volver a sacar todo tu arsenal mental. La confianza, la templanza, la paciencia de la que antes hablaba ahora tiene que ser más que patente.

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Sólo seremos ganadores si somos capaces de convertir nuestras pérdidas en experiencias. Si cometemos los mismos errores en las mismas situaciones jamás saldremos de esa espiral negativa. Y afrontar mentalmente una mala racha es muchísimo más difícil que aprenderte de memoria todos los decimales del número Pi. Y eso, créanme, es muy chungo. Por todos esos aspectos que van más allá de las cartas, que entran en el ámbito de las emociones, de los pensamientos e incluso a veces hasta del alma (donde reside la ilusión que jamás hay que perder), el poker no es un jueguecito de cartas que se ha puesto de moda y que pasará como una bocanada de aire fresco en tiempos de crisis. Es un estilo de vida. Se puede vivir del poker, y si no todo el mundo lo consigue es que no será tan fácil. Recuerden: la televisión es el show bussiness. El dinero fácil no existe. Así que si alguien cree que no va a sudar para ganar dinero jugando a esto que se vaya olvidando de probarlo. No obstante pueden estar satisfechos después de leer todo esto. Han ganado un consejo, y encima GRATIS. *Daniel Sarri 'Danitu' es miembro de la comunidad POKERTOTAL.

Algunos aspectos psicológicos en el póker online En primer lugar, me gustaría aclarar la típica polémica de si el póker es un deporte, un juego, un pasatiempos, o lo que sea. Es difícil de encasillar, pero no está tan lejos de poder ser considerado un deporte. Es necesario un estado físico decente para poder practicarlo, más aún si hablamos de largas eliminatorias como se enfrentan muchos jugadores online.

También querría dejar claro que aquí no intento referirme a ninguna estrategia de juego ni consejos para ganar; más bien, lo que intento es plasmar sencillamente la divagación psicológica del jugador de póker, sean cuales sean sus cualidades como jugador. Que cada uno lo considere como quiera. Yo lo incluyo en este blog puesto que es bastante interesante, desde el punto de vista psicológico, la implicación del sistema atencional en el juego a través de un terminal informático. La información que se nos ofrece en una mesa virtual de póker es cuantiosa y diferenciada, donde nuestros ojos vagan entre una figura normalmente ovalada con múltiples datos cambiantes y ciertos paneles que retroalimentan informativamente sobre diversos aspectos de la partida; en algunos servidores la publicidad se mantiene estática en cierta posición de la pantalla mientras que en otros salta en forma de “pop ups” rompiendo nuestro flujo de concentración, el chat puede distraernos de la partida, las barras de aumento-disminución de apuesta son bastante toscas, algunos programas demandan demasiada RAM a nuestro PC, etc. A diferencia del póker presencial, donde la información es más controlable, en la versión online se prescinde de cierta información importante como puedan ser las reacciones de los oponentes ante determinadas jugadas, situación que deja desprovistos de ciertas estrategias a los jugadores presenciales por antonomasia. El primer aspecto en el que quiero centrar este artículo es en la mismadecisión de jugar. No es lo mismo decidir jugar por dinero real o gratuitamente. Si jugamos por simple entretenimiento, sin apostar dinero real, posiblemente enfoquemos nuestras estrategias con un aspecto más social (como puede ser Zynga en Face Book), para pasar un rato y entretenernos, sabiendo que si perdemos no repercutirá en nuestra bolsa económica. Evidentemente, desde esta perspectiva, seremos más arriesgados, iremos a más manos, utilizaremos el Chat más frecuentemente, etc… En este caso, decidir jugar es una simple cuestión de disposición de tiempo libre. Sin embargo, en el caso del dinero real, puede que nos interese más tener claro que disponemos de un determinado tiempo para jugar, sobre 5

todo en el caso de torneos (en los que puede haber miles de inscritos) o “Sit&Go”, que también pueden tener su dilatada duración. En el caso de apuesta directa, donde lo que apostamos no son fichas, sino dinero, se puede abandonar la partida en el momento que se desee, aunque también debemos contar que el flujo de nuestra caja es bastante cíclico, especialmente al principio. Viendo estas diferentes situaciones, un primer razonamiento es que se debe disponer de tiempo suficiente para jugar una determinada partida, en caso contrario nos podemos ver abocados a ser invadidos por la temidaansiedad, que hace que nuestros juicios y decisiones dejen de ser racionales, obviando ciertos datos que son la clave para conocer lo que está pasando en la mesa. ¿Cuántas veces, deseando acabar la partida, no hemos hecho una apuesta ilógica o incluso un farol declarado? Otro aspecto que puede influir a la hora de tomar la decisión de jugar es nuestra propia personalidad. Hay estudios que evidencian que un tipo de personalidad introvertido rendirá mejor (psicológicamente hablando) por la mañana que por la tarde. Y a la inversa, un carácter extrovertido tendrá su córtex cerebral más activo a últimas horas del día. Estos rasgos de personalidad también pueden determinar la estrategia de juego, puesto que las consecuencias de una jugada afectan por desigual a ambos tipos de sujetos. El introvertido se ve muy influenciado por lo que pueda suponer un castigo (ej: una gran pérdida), lo que le impulsa a ser ciertamente conservador, y el extrovertido da más importancia a la posibilidad de premio que a las consecuencias negativas, aportando más riesgo a su forma de jugar. Entramos aquí en otro punto interesante en el jugador de póker online, que no es más que el miedo, el peligro percibido. Obviamente, me refiero al miedo a perder, sea dinero o una oportunidad que tenemos en la palma de la mano. Este mismo miedo es uno de los factores que hacen que este juego “enganche”, puesto que hay situaciones en que el cerebro moviliza grandes recursos defensivos como pueda ser la famosaadrenalina. También es una cuestión que depende en gran parte del tipo de personalidad del jugador, como he comentado anteriormente. La euforia e hiperactivación que causa la adrenalina unas veces es muy placentera y otras muy desagradable. Pongamos, por ejemplo, un “all in” en el que entramos con dos ases de mano y nuestro rival tiene J9. El primer síntoma de la inundación adrenalítica es la aceleración cardiaca y puede que temblor. Al ver las cartas del rival partimos con una alta probabilidad de éxito, traduciendo el estado de activación en una sensación agradable; En el “flop” se destapan 8 / Q / A, por lo que, posiblemente sin darnos cuenta, esbocemos una leve sonrisa (destinada a nadie, puesto que estamos ante la pantalla del ordenador), aunque también puede que no nos demos cuenta de que contenemos la respiración. En el “turn” se destapa un 5 (aumentando, aún más si cabe, la euforia), aprentando los puños a lo Rafa Nadal. Y en el “river”, por desgracia, cae el 10. Toda esta adrenalina que nos causaba un considerable placer se torna contra nosotros, necesitando contenernos para no destrozar la pantalla del ordenador. Unos prometemos no jugar nunca más al póker, otros nos quedamos sentados mirando a la pantalla con la mirada perdida, otros soltamos los tacos más originales por nuestra boca, y así infinidad de reacciones desagradables. Si nos ponemos en la piel del otro jugador, la reacción es la contraria, pasa de una desesperanza patente a una euforia evidente. Volviendo otra vez a lo que es el miedo en sí, hablamos de un factor emocional que tiene mucho que ver con experiencias pasadas y sus consecuencias. La próxima vez que nos den AA de mano, puede que intentemos contener la euforia y tengamos miedo hasta el final o que obtengamos el 100% de probabilidad de ganar. Pero también podemos tener miedo a las situaciones desconocidas, lo que nos impulsará a ser 6

cautelosos en nuestro juego, como un jugador impredictible o altas cantidades de dinero en juego. Uno de los factores que pueden determinar el nivel de miedo (temor) es elfactor económico; cuando jugamos por encima de nuestras posibilidades (económicamente hablando) controlaremos demasiado las fichas o el dinero disponible y actuaremos más en función de la caja. Esto conlleva el peligro la injerencia emocional y la distorsión que provoca en la percepción. Hay experimentos que demuestran que el signo emocional distorsiona la percepción del espacio, tiempo y velocidad. Así, por ejemplo, una persona influenciada por una emoción negativa percibe las distancias más cortas de lo que en realidad son, y cuando es de signo positivo se perciben más largas. Por lo tanto, debemos estar alerta ante la influencia emocional, puesto que el póker requiere un análisis lo más exacto posible de la situación, sin interferencias que equivoquen nuestros cálculos. ¿Cómo evadirse de un estado emocional? En el deporte existe una técnica que denomino “del interruptor” donde se implican 3 pasos, aunque previamente habremos elaborado un protocolo de refocalización, esto es, un listado de cuestiones técnicas y tácticas que suponen un tipo de juego dogmático, “de libro” (ej: calcular las odds, la situación del botón, las fichas de nuestros oponentes, etc..) y evitar jugar con el corazón o intuitivamente. Así, la refocalización sería: 1- Esencial darse cuenta de que jugamos emocionalmente. 2- Ejecutar la frase interruptor, que tendría la siguiente estructura: a) Llamada de atención (VA) b) Personalización (PEDRO) c) Acción (CÉNTRATE). 3- Recitar el protocolo de refocalización. De esta forma movemos el foco de atención desde un estado emocional interno hacia una fuente de datos externa más pertinente. Esto nos da paso al tema de la atención (concentración, focalización, flow, …). Como ya he explicado en otros artículos, el sistema atencional se mueve entre cuatro posibilidades delimitadas por dos ejes: un primer eje que define la internalidad-externalidad del foco y un segundo eje que determina la amplitud o estrechez de tal foco. Todo depende de la fuente estimular a la que prestamos atención: si nos centramos en estímulos que

provienen de nuestro propio cuerpo (sensaciones físicas como hambre, frío, dolor, …emociones, pensamientos, recuerdos) estamos hablando de un foco interno. Si la fuente estimular es externa (ruidos, cartas del flop, ventanas publicitarias, contrincantes, …) el foco es evidentemente externo. Si no estamos fijos en un solo estímulo, sino más bien un conjunto (las cinco cartas de la mesa, las manos anteriores, sensación de malestar, …) estamos manteniendo un foco amplio de atención. Si, por el contrario, nos centramos en un solo estímulo (qué apostará el rival, una sensación de miedo, la carta del “river”, …) pues mantenemos un foco estrecho de atención. Esta explicación tan superficial nos sirve para introducir el concepto de “flow” o flujo, estado en el que las decisiones correctas surgen con rapidez, efectuando un mínimo esfuerzo en encontrarlas y ayudados por ciertos procesos que se ejecutan automáticamente, sin requerir demasiados 7

recursos de nuestro sistema atencional. Pues bien, hay estudios que sugieren que, para entrar en estado de “flow”, se debe realizar un itinerario por los cuatro cuadrantes del sistema atencional. El proceso sería el siguiente: 1- Cuadrante externo / amplio: Observar la situación que hay en la mesa, obteniendo el máximo de información posible (cartas sobre la mesa, situación de las apuestas, conducta de los rivales, situación del botón, …) 2- Cuadrante interno / amplio: Con los datos obtenidos en el paso anterior, realizar un análisis incorporando lo que tenemos nosotros, es decir, analizar la mano que tenemos, las fichas de las que disponemos, las que necesitamos para ir, nuestra situación respecto del botón, …) 3- Cuadrante interno / estrecho: Con los resultados del análisis planificar una estrategia lógica, basándonos en la fuerza de nuestra mano, las experiencias anteriores, las conductas esperadas de los rivales, … Pasar, ir, subir o envidar pensando que tal estrategia deberá prever la continuación del juego en el “turn” y el “river”. 4- Cuadrante externo / estrecho: Centrar nuestra atención en ejecutar la estrategia planificada, aplicando las soluciones creadas en el punto anterior según el comportamiento de los demás jugadores.

La psicología del poker La gente que cree que el poker es cuestión de azar está muy, pero que muy equivocada. Aquí voy a darlos varios motivos que os dejarán muy claro porque el poker es azar o no.

Tensión Obviamente si no te juegas nada el Poker si es un juego de azar. Pero cuando hay dinero en juego el poker pasa de ser un juego de azar a un juego de habilidad. ¿Te jugarías 1000€ sin saber que cartas tiene el contrario? Puede que no apuestes y el contrario se lleve 200€ en vez de tus 1000€ porque te has rajado, lo jodido es que en muchas modalidades de poker no puedes ver las cartas del contrario aún cuando pierdes (lo mira el croupier). Así que perder dinero, arriesgarse… en el poker hay mucha tensión ya que creerte el rey del mundo en un momento puede suponer que lo pierdas todo.¿Todavía crees que es un juego de azar?

Arriesgar Uau… te acaban de salir unas buenas cartas…. y apuestas. Pero el contrario te sigue. No sabes que cartas tiene, ¿Puede tener mejores cartas que tú? Parece muy decicido, se le ve con mucha convicción, uy uy… mejor no vas que puedes perder mucho dinero. Cómo veis el poker también es cuestión de echarle pelotas o echarse para atrás según lo creas conveniente. Está claro que tú puedes tener buenas cartas ¿Pero y si el contrario las tiene mejores? No es tan sencillo como que te toquen unas buenas cartas, hay jugadores de poker profesional que sin tocarles nada se llevan por delante todas las partidas porque saben arriesgar y acojonar al contrario.

Calibración Una de las cosas que más importantes considero en el Poker es calibrar el contrario. Ahí está la clave. Y no es tan sencillo cómo saber cuando puede tener una buena mano (buenas cartas) o cuando está marcándose un farol y no tiene nada con que ir. Sino de 8

saber dónde está su límite, cuando va a rajarse, cómo te analiza a ti y hacerle creer lo contrario de lo que cree. El poker es un juego que desarrolla la intuición una barbaridad y alguien muy intuitivo desde luego será un As en el poker. Había un capítulo de House que por teléfono sabía exactamente que tenían los contrarios por lo que hacían.

Farol El tan temido: “farol“. El que está apostando delante tuyo se arriesga mucho. ¿Tendrá tan buenas cartas como parece? ¿O simplemente te está haciendo ver algo que no es? El farol es una de las estrategias más preciadas del poker, colar un buen farol es como en el fútbol marcar un golazo por toda la escuadra. ¿Azar? Qué importa el azar si eres capaz de hacerle creer al contrario que tienes unas súper cartas cuando no tienes nada.

Técnicas y estrategias Los humanos compartimos una determinada psicología. De ahí nacen las estrategias del poker. Arriesgar en determinado momento en un 88% de los casos acojonará al contrario. No ir cuando tienes cartas flojas o determinadas técnicas y estrategias a seguir en determinados momentos. Vendrán en internet, en libros y las más valiosas: La estrategias y técnicas propias que tu idees.

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