POEMAS A LA PAZ

Lamento A La Ciudad De Nuestra Señora De La Paz ¡Oh! Nuestra Señora De La Paz. ¡Hay! mi Mamita; ¡Hay! mi virgencita. ¿Po

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Lamento A La Ciudad De Nuestra Señora De La Paz ¡Oh! Nuestra Señora De La Paz. ¡Hay! mi Mamita; ¡Hay! mi virgencita. ¿Por qué hoy el cielo nos ha castigado? ¿Por qué el granizo y La tormenta la ciudad han destrozado? Con poder y más fuerza que el temible huracán del viento desbordándose sin cause el río, loco, rompió la presa. El desastre fue tan grande, tan rápido y tan violento que a todos el miedo y la angustia nos tomaron por sorpresa. Mi alma gime por los pobladores de La Paz, los pobres e inocentes, aquellos que trabajaron y que con el sudor de sus frentes, finalmente habían logrado construir una casita, el corazón de su hogar, hoy, con las manos vacías, lloran a sus seres queridos que no van a retornar. Hoy a tus pies Mamita, milagrosa Virgencita, llenos de esperanza y de confianza, tristes y quejumbrosos, venimos a rogarte de hinojos que aceptes nuestros despojos. Hoy hincados ante tu altar, temblorosos, te pedimos de rodillas por tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y por todititos los Santos que consueles nuestras penas y tristezas, oigas nuestras plegarias sencillas, aceptes este Lamento y bendigas las lagrimas de nuestro llanto. ¡Oh! Nuestra Señora de la Paz ¡Hay! Mi Mamita; ¡Hay! Mi Virgencita ¿Por qué hoy el cielo nos ha castigado? ¿Por qué el granizo y La tormenta la ciudad han destrozado? Autor: ToTTó “El Bohemio Boliviano”

Mi Chuquiago Marka Poesía libre Así como el cóndor divisa ,desde lo alto de la montaña una trompeta celestial, reflejada en mil colores, en una noche de encantos y candores, grita siempre mi La Paz, desde lo profundo de su entraña. En cada paso que damos, por su ladera empinada, nos relata su historia de sangre y amor, cientos de caudillos hombres, mujeres pasando de forma queda, organizando la libertad a mi pueblo con fervor. Con sus ritos y raigambres; incienso mirra y leyenda

nos demuestra la fuente viva, de sus místicos corazones, llama eterna de la pachamama con encantos y tradiciones la tierra misma que enseña, respetarla, amarla y quererla. En el libro del abuelo, de su amigo Ángel Peñaranda Barrientos no pude encontrar el poema adecuado, de como describirte, Oh! mi linda La Paz, que carismas tienes para tenernos contentos estas líneas dirán siempre, voy amarte quererte y recordarte. Autor: Nivia Yanitza Villarreal A.