Poema a La Madre

POEMA A LA MADRE A mi madre UN ANGEL Te fuiste de mi lado. En silencio fue tu partida. Mi corazón se ha desangrado por t

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POEMA A LA MADRE A mi madre UN ANGEL Te fuiste de mi lado. En silencio fue tu partida. Mi corazón se ha desangrado por tan súbita despedida.

Sólo el amor de una Madre resistirá, por cualquier tiempo de prueba. No hay ningún otro amor terrenal, más grande que el de una Madre.

BENDITA MADRE Tu espíritu luchador a la vida se aferraba. Más Dios, desesperado, a su lado te llamaba. En ángel te has convertido. Velando por nosotros estás. Aguardando que se cumpla la cita de reunirnos en la eternidad. Sin embargo, me parece tan lejos… Quisiera ahora poderte abrazar. Te busco, te llamo. No te encuentro. Dime… ¿Cómo me he de consolar? Tu amor incalculable mis faltas por alto pasó. Porque el querer de una madre, ese, no tiene comparación. Sé que en el cielo habitas. Al lado de Dios has de estar. Aguardaré paciente el día en que nos volvamos a encontrar. Entonces será para siempre. Nada ni nadie nos podrá separar. No temeré cuando llegue mi momento pues tu presencia me confortará. Me esforzaré por ganar el cielo para no perderte nunca más. Mientras tanto, guía mis pasos. Ilumina mi senda, enséñame el camino. Que tu presencia me rodee siempre hasta que se cumpla mi destino.

Sólo el amor de una madre Sólo el amor de una Madre apoyará, cuando todo el mundo deja de hacerlo. Sólo el amor de una Madre confiará, cuando nadie otro cree. Sólo el amor de una Madre perdonará, cuando ninguno otro entenderá. Sólo el amor de una Madre honrará, no importa en qué pruebas haz estado.

Tiene la frente pálida y tranquila, una santa mirada en su pupila y en los labios la savia del amor; ¿quién es ella, tan noble y abnegada, que nos habla de amor en su mirada y cual nadie nos cuida con fervor?. Es la madre, la santa, la bendita, la que al pie de la cuna nos musita una dulce oración; la que todo lo aporta por su niño, la que nos llena de inmortal cariño y nos da el corazón. Tiene la frente pálida y hermosa cual si fuera del Cielo alguna Diosa llena de bendición; ella nos da salud con un abrazo, si sufrimos nos cura en su regazo del más grande dolor. Es la madre, la santa, la que llora, el verdadero llanto que devora su pecho maternal; la que cubre con besos nuestra frente, la que siempre es igual. Dichosos los que vamos por la vida, y tenemos en ella a la querida madre abnegada que nos diera el ser. Elevemos un canto a su grandeza, amémosla con toda la firmeza, que sentirá placer. Cantemos a la madre en este día; yo que tengo a la dulce, la que es mía, la bendigo con íntimo fervor; los que la lloren para siempre muerta, vayan del Cielo a la gloriosa puerta que está cerca de Dios. ¡Benditas madres que en afán prolijo, dieron toda la vida por el hijo que fue su adoración...! ¡Bendita madre que tu amor me diste, y al tenerme en tus brazos me pusiste tu eterna bendición...!. Autor del poema: Crisanto Cuéllar Albaroa

Hoy he vuelto, Madre, a recordar

Hoy he vuelto, Madre, a recordar

Letra:

Letra:

Cuantas veces, siendo niño, te recé, con mis besos te decía que te amaba, poco a poco, con el tiempo alejándome de ti, / por caminos que se alejan me perdí. /

Cuantas veces, siendo niño, te recé, con mis besos te decía que te amaba, poco a poco, con el tiempo alejándome de ti, / por caminos que se alejan me perdí. /

HOY HE VUELTO, MADRE, A RECORDAR CUANTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR, Y AL REZARTE PUEDO COMPRENDER / QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR. / (2)

HOY HE VUELTO, MADRE, A RECORDAR CUANTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR, Y AL REZARTE PUEDO COMPRENDER / QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR. / (2)

Al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas, en la mesa la comida aún caliente y el mantel, / y tu abrazo en mi alegría de volver. / (2) ESTRIBILLO.

Al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas, en la mesa la comida aún caliente y el mantel, / y tu abrazo en mi alegría de volver. / (2) ESTRIBILLO.

Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso, que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor, / es su madre y el milagro de su amor. / (2) ESTRIBILLO.

Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso, que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor, / es su madre y el milagro de su amor. / (2) ESTRIBILLO.

Hoy he vuelto, Madre, a recordar Letra:

Hoy he vuelto, Madre, a recordar

Cuantas veces, siendo niño, te recé, con mis besos te decía que te amaba, poco a poco, con el tiempo alejándome de ti, / por caminos que se alejan me perdí. /

Letra:

HOY HE VUELTO, MADRE, A RECORDAR CUANTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR, Y AL REZARTE PUEDO COMPRENDER / QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR. / (2) Al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas, en la mesa la comida aún caliente y el mantel, / y tu abrazo en mi alegría de volver. / (2) ESTRIBILLO. Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso, que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor, / es su madre y el milagro de su amor. / (2) ESTRIBILLO.

Cuantas veces, siendo niño, te recé, con mis besos te decía que te amaba, poco a poco, con el tiempo alejándome de ti, / por caminos que se alejan me perdí. / HOY HE VUELTO, MADRE, A RECORDAR CUANTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR, Y AL REZARTE PUEDO COMPRENDER / QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR. / (2) Al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas, en la mesa la comida aún caliente y el mantel, / y tu abrazo en mi alegría de volver. / (2) ESTRIBILLO. Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso, que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor, / es su madre y el milagro de su amor. / (2) ESTRIBILLO.