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Ulrich Beck Poder y contrapoder en la era global La nueva economia politica mundial PAIDOS Barcelona Buenos Aires MBx

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Ulrich Beck

Poder y contrapoder en la era global La nueva economia politica mundial

PAIDOS

Barcelona Buenos Aires MBxlco

Titulo original: Macht und Gegenmacht Originalmente publicado en alemin, en 2002, por Suhrkarnp Verlag Frandort del Main Traduccion de R. S. Carb6 Cubierta de Mario Eskenazi

La publicacion de esta obra ha contado con la ayuda del Goethe-Institut Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n escrita de los titulares dei copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducci6n total o parcial de esta obra por cualquier rnedio o procedimiento,comprendidos la reprograb y el tratarniento informhtico, y la distribuu6n de ejernplares de d a mediante alquiler o prbtarno piiblicos.

O 2002 Suhrkarnp Verlag Frankfurt am Main O 2004 de la traduccion, R. S. Carb6 O 2004 de todas las ediciones en casteliano, Ediciones Paidos Iberica, S.A., Mariano Cubi, 92 - 0802 1 Barcelona, http://www.paidos.com

ISBN: 84-493-1617-0 Deposit0 legal: B-35.992/2004 Impreso en Grafiques 92, S.A. Avda. Can Sucarrats, 91 - 08191 Rubi (Barcelona) Impreso en Espafia - Printed in Spain

SUMARIO

Con motivo de la aparicion del populismo derechista en Europa Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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I. Introduccion: Nueva Teoria Critica con intencion cosmopolita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 1. E1 metajuego de la plitica mundial . . . . . . . . . 24 2 . E1 antiguo juego ya no es posible . . . . . . . . . 27 3 . E1 contrapoder de la sociedad civil global . . . . . 30 4 . La transformacion del Estado . . . . . . . . . . . . 32 5 . Grupos terroristas como nuevos actores globales . . . 35 6. E1 poder politico de percibir los riesgos de la civilizacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 7 . dQuienes son los ajugadores~?. . . . . . . . . . . . 40 8. Cambio de paradigma de la legitimidad . . . . . . . 42 9. ~Ernpiriaciega? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 10. Nueva Teoria Critica con intencion cosmopolita . . . 50 11. Nueva Teoria Critica de las desigualdades sociales. . . 54 I1. Critica a la mirada national. . . . . . . . . . . . . . . . 69 1. E1 «cosmopolita» es a la vez ciudadano del «cosmos» y de la «polis» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 2 . E1 mundo publico es todo 10 que se percibe como consecuencia desviada de decisiones civilizatorias . . . 73 3. E1 mito comunitarista . . . . . . . . . . . . . . . 78 4 . E1 nacionalismo metodologico como fuente de errores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 III. Una politica interior mundial que cambie las reglas: hacia la deslimitacion de economia, politica y sociedad . . . . . 91 1. E1 metapoder de la economia mundial . . . . . . . . 91 E1 metapoder econornico mundial esta expuesto a la violencia y depende de ella . . . . . . . . . . . . . . 99 >posiciones en Contra que aparecen a medida que kste va imponikndose? Y tc6mo son posibles? Ninguno de los compaiieros de juego o de los contrincantes puede nunca vencer solo, necesita aliarse. Asi, por ejemplo, dicho simplificadamente, un objetivo de las estrategias del capital es fusionar capital con Estado para descubrir nuevas fuentes de legitimidad en la figura del Estado neoliberal; y, a la inversa, el objetivo de la sociedad civil global y sus actores es desarrollar y r desplegar la union de sociedad c i d y Estado, o sea, una forma cosmopolita de estatalidad. La forma de aliarse y los objetivos del Estado neoliberal instrumentalizan el Estado (y la teoria del Estado) Para la optimizacion y legitimacion de los intereses del capital por todo el mundo. En , carnbio, la idea de dar forma de sociedad civil al Estado cosmopolita aspira a imaginar y hacer realidad una multiplicidad combativa y un orden pasnacional o hasta posglobal. La agenda neoliberal se envuelve con un aura de autorregulacion, de autolegitimacion. La agenda de la sociedad civil, por el contrario, se envuelve con el aura de la moral global y pugna por un nuevo Gran Mito de la globalizacion radical-democritica. De esta I

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luntad de conseguir este fm antes que en nin& otro sitio en aqueila nacion cuyos miembros somos nosotros y que a partir de d a el 6xito se extienda al gknero entere» (pag. 229). E1 cosmopolitismo, pues, presupone el patriotismo, de 10 que se sigue -ilogicamente!- que el cosmopolitismo time que extenderse patnoticamente por todo el mundo. Tambih aporta algunos detalles historicos: r> hongos podridos» (Hugo von Hofmannstahl, 2000). Pero entre el discurso de la «estructura» y el de la «anarquia» cabe el discurso de las «estrategiam. Asi pues, el concepto de estrategia queda libre de sus ataduras a objetivos e intenciones de actores particulares (colectivos o individuales). «Estrategiw>significa la relacion interactiva de cambio y oposicion en una pofica mundial que se abre y se cierra y cuya dinhica interna se caracteriza por la reciprocidad de las perspectivas de accion del capital, el Estado y la sociedad civil. En este sentido, «estrategiw>es un concepto de un espacio de posibilidad real que, mediante el metajuego, se abre a los elencos de actores que interaccionan entre multitud de connictos. En este sentido, la teorfa del metajuego tiene que desarrollarse como una determinada 16gica dejaego, es decir, como una constelacion estrategica de actores m6s o menos colectivos que, interaccionando, cumplen y cambian reglas y cuyas posiciones, recursos y participacion en el poder se definen y modifican reciprocarnente. No hay que confundir logica de juego con el transcurso empirico ni las jugadas sueltas del mismo con mezclarse en la logica de las perspectivas de accion particulares y sus interdependencias (conflictos,contradicciones, paradojas), o sea, en la logica de las perspectivas del capital, de los movimientos activistas de la sociedad civil y de las perspectivas-del Estado. La logica alude a un argumento como-si: ~~~epasaria si el capital fuese todo 10 movil posible?, tque pasaria si el Estado abandonara los lunites de 10 nacional y se convirtiera -por 10 que respecta a su manera de entenderse a si mismo y su marco institucional- en un Estado cosmopolita, es decir, si estirnulara a los contrincantes, sondeara sus espacios de accion y posibilidades de poder y los hiciera 10 m6s fuertes posible? Asi se invierte la prioridad de realidad y posibiiidad: hay que conocer las jugadas posibles Para poder entender las reales. En este sentido, Max

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Weber concibe la contingencia historica y politica como «posibilidad objetivm. E1 historiador y el sociologo tienen que especular siempre con posibilidades irrealizadas Para poder compararlas con las realizadas: «Para pmetrar las causalidades reales, construyamos causalidades irreales». (Kritische Studien, pig. 287; citado s e g h Palonen, 1998) E1 lenguaje del juego nos enseiia por que time que accederse conceptualmente a 10 posible: Para no cometer el error de entender 10 real mmo la h i c a realidad posible. Asi puede rebatirse la ficil objecion de que al preguntar por la logica de las perspectivas de accion y sus interdependencias uno estaria inrnunizhdose Contra los sucesos y las objeciones empiricos. Por eso es importante no confundir los espacios de posibilijad objetivos de la globalizacion economica o politica con las jugadas reales, con la empiria de la globalizacion. Y viceversa: la solo-empiria de la actuacion politica desconoce la contingencia de la actuacion politica y, por 10 tanto, 10 politico.

EQue paig& son los m L ?B.A cxmthuatiOn, los

;etc*Tatrtbiin midi-

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los d d e s de esms

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asi como Held y otros, 1999). Lo que aqui nos interesa es el hecho Ilamativo de que en el ejemplo al que acabamos de referirnos la concepci6n de los indices empiricos presupone la distinci6n aacional-internaaonah, o sea, sigue la l6gica de la mirada nacional. De esta manera se pasa sisterniiticamente por alto 10 miis especifico: la tram-nacionalizaci6n de la producci6n, de los flujos de capital, de las formas de vida, etc. La conexi6n entre la economia y la rnirada del Estado nacional es ambivalente: por una parte, el H o m o oeconomicus no conoce las ataduras del Estado nacional; por otra, la recogida de datos estadisticos se basa en el concepto del Estado nacional, es decir, parte de la base de que el Estado nacional es el criterio comparativo relevante a nivel macroecon6mico y el dispositivo institucional es sustituido por un comercio intra-empresas: las inversiones y flujos de capital y servicios que circulan de un pais a otro dentro de redes de empresas no pasan ninguna frontera nacional; por otro lado, tampoco se trata de «comercio» internacional porque los bienes no se >, es decir,

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en la aona gris de la (illegalidad. Mostrarlas a la mirada nacional de la estadistica oficial seria mostrarlas a la rnirada de la hacienda estatal. Ahora bien, si las estadisticas al final aciertan con total exactitud, es una prep t a que no pnede aclararse empiricamente, sino que exige una critica de h empiria de la mirada nacional, un cambio empirico-met6dico de mirada, cambiar el paradigma del nacionalismo metodol6gico por el del cosmopolitismo metodol6gico? +Zntotal - & t e es el baiance de Edgar Grande y Thomas Risse- los resulxados empiricos sobre el debate de la globalizacibn presentados hasta ahora pueden resumirse en: primero, en muchos campos la presi6n que parte de la globalizaci6n es menor de 10 que generalmente se supone. Segundo, de la globalizaci6n no solo sale una llamada al "menos Estado" y ya estai, sino que en muchos campos de la politica internacional -por ejemplo en la politica medioambiental y de derechos humanos- los actmes que operan transnacionalmente reclaman regulaciones estatales rzias fuertes y cooperadin internacional [...I. Tercm, la diversidad de reatxiones de los sistemas politicos nacionales muestra que la globalizaci6n egon6mica no barre sin miis lasinstituciones hist6ricamente adultas. Cuarta, finalmente, h presi6n de la globalizacibn time efectos muy diversos & la capacidad de accion y la autonomia de los Estados nacionales. Inlhso en la politica econ6mica y financiera perviven espacios de decisi6n cativos que &tos pueden aprovechar Para alcanzar -tanto o m6s antes- objetivos sociales priomtarios, como la seguridad social y el empleo» (2000, p k . 244L 10 que vale Para las emprieoas, vale tambikn para Iss Estados: la aci6n empirica de la antigm polfticsi 21i refuta.el mgumento de quien siga jugando el an+o juegncsefa,amohdo(Wahr, ~ 1977, p6g. 89). Este f i l o s o h o nacionai tambien expresa ei tituio The Law ofPeopks [EI peopks, en los que Rawls ve la e m c edadesIlberaies (y no en los Estadas o en los ciudadanos individwal time una vertiente internaciond.LcrspeopEes se pieman como a 8 d d de Estado, territodidad, rnoraiidad y rnernoria. Solo asi, s e g h Rawls, es posible dgbtida. Al observador de los debates filosOacoS de nuestro tiempo le sobra?ene por asi un asombro filos6fico genuino ai ver c u h profunda e irreflexivmente priS0tle1-0 de CO,aparentemente U n i v d t a . democmcia es ei pueblo, no la de la hwnanidad (suponienalguna forma politica),, (Schrnitt, 1983, p&. 2341, b p e c t o a las

d t u r a nachab>se entiende territorial y homogbeamencaso extrem0 incluso eaencdistamente),ei haginsrio (si se quiere aceptar este cons>t,so. Las «culturas>iposnacionales, transnacionales o como totalidad. Es &neo haginarse las culturas aut6nomas y en cudquier caso aintegradniss.E1 filosoingredientes culturales (normas, vaiores, prescripcio. EI concepm ~culturascosmopolitas» contsdice la orios divididos politicit y administrativmente).No se entre en una dturft ai abandonar otra. No es verdad que se pueda pasar

a otra. Y tampoco es verdad que pueda decirse con bastante precisibn en tra uno y a cual va. Para la mirada cosmopolita, aginario de totalidades naturales cerradas en si pueden elegirse, a las que rnh bien se pertenece (o no) por obra dei destitodo estar incluido en una totalidad etnica ei Estado maturatb> o prophente a o » de ser-end-mundo, mientras

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Poder y contrapoder en la era global

Cunirada cosmopolita~y «cosmopolitismo metodol6gico» tanto en el campo de los jugadores politicos (ONG, partidos politicos, organizaciones supranacionales,consorcios) como en el hnbito de las ciencias sociales. Pero por otra parte, en la arena de la politica y la ciencia politica nacional la mayoria -el mainstream- sigue ininterrumpidamente actuando o investigando segiin la axiomitica de la mirada nacional. Aqui aparecen, pues, disonancias transversales a la distinci6n entre perspectiva de accion y perspectiva del observador, entre politica y ciencia politica, disonancias que solo pueden percibirse mis allzi de la mirada nacional, una vez elaborada y conquistada la perspectiva cosmopolita. La ciencia zombi de la mirada nacional, que piensa e investiga el «Estado del pueblo~segUn las categorias del comercio internacional, el didogo international, la soberania nacional, las comunidades nacionales, etc., se convierte en la ciencia de la irrealidad de la «sociologia nacional~:ksta, al igual que la economia nacional, no sabe por d6nde tirar, pues desconoce y deja sin investigar en qu6 medida las formas de vida transnacionales, los transmigrantes, las 6lites globales y las organizaciones y dinimicas supranationales determinan las relaciones en y entre los contenedores de poder del Estado nacional. Igualmente importante es distinguir entre las oportunidades de ixito (fracaso) del cosmopolitismo metodologico y las oportunidades de 6xito (fracaso) de un r6gimen cosmopolita. No es impensable, al menos en cuanto a la posibilidad, que la sustituci6n del horizonte del nacionalismo metodol6gico por el del cosmopolitismo metodologico resulte cada vez m6s convincente, sin que con ello se afirme nada de las oportunidades de 6xito de la cosmopolitizaci6n de los Estados y las sociedades. Asi pues, un optimista del cambio de mirada puede muy bien ser un pesimista del cambio de politica. Igual de risiblemente ingenuo seria deducir de un cambio de paradigrna en las ciencias sociales una apertura cosmopolita de los Estados. Si se distingue de esta manera entre actuaci6n politica y ciencia politica, y por otra parte entre mirada nacional y mirada cosmopolita, asi do» y potencialmente «monstruoso»).Si ei cosmopoiitismometodol6gico tiene a l g h sentido y alguna efectividad es por su negacion dei imaginario de la domogeneidab, cultural, del «multicuituralismo» y el anulucomunitarismo~,ya que estos conceptos excluyen o niegan 10 que constituye ei common sense cosmopolita: la bbqueda de la coexistencia en un mundo poii6tnico de certezas excluyentes, un mundo que pugna, a menudo dolorosa y violentamente, por ei reconocimiento de la otredad de los otros.

Lntroduccion: Nueva Teoria Critica con intencion cosmopolita

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PAS0 DE LA MIRADA Y EL PARADIGMA NACIONALES A LA MIRADA Y EL PARADIGMA COSMOPOLITAS EN LA MODERNIDAD Y LAS CIENCIAS SOCIALES Actuacion politica Mirada nacional Nacionalismo metodologico

Ciencia politica

La praxis y la ciencia politicas entienden la sociedad y la politica centradas en el Estado nacional

Cosmopolitismo Cn'tica cosmopolita metodol6gico a la sociedad, la politica, la sociologia y la ciencia politica centradas en el Estado nacional: Nueva Teoria Critica

Mirada cosmopolita Ciencia zombie de 10 nacional: las transnacionalizaciones escapan a la sociologia nacional La sociedad cosmopolita y sus i enemigos: ~ q uquiere decir Estado cosmopolita, regirnen cosmopolita, Estado vigilante transnacional?

zomo entre nacionalismo metodol6gico y cosmopolitismo metodologico resulta una tabla de cuatro celdas: 1)sociedad y ciencias sociales centradas m el Estado nacional; 2 ) ciencia zombi de 10 nacional; 3) critica cosmopolita de la sociedad, la politica, la sociologia y la ciencia politica centradas en el Estado nacional: Nueva Teoria Critica; 4) ~EstadocosmopoliW>;eregimen cosmopolitxw, etc. La probabilidad de estas variantes de desarrolio de la politica y la ciencia politica puede juzgarse de manera muy diversa. Por ejemplo, es posible, al menos respecto al h b i t o cercano de la historia, que ambos, el eambio pokico de perspectivas y el carnbio cientifico de paradigmas, se eonsideren improbables. Por otro lado, considerarlos probables, esto es, afirmar, esperar o temer la aparicion inmediata del Estado cosmopolita y de unas ciencias sociales cosmopolitas podria ser una exigencia excesiva para la capacidad de optirnismo de la gran mayoria. Sin embargo, incluso a la mis esckptica visi6n del mundo le queda como rnisi6n para el futuro pr6ximo hacer valer el cosmopolitismo metodol6gico sin la entrada de la golitica real en la era del Estado cosmopolita. Cosa que s i g d c a al menos d nacimiento de una Nueva Teoria Cn'tica con intencion cosmopolita.

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Poder y contrapoder en la era global

Quisiera referirme ahora a un campo temitico y de investigacion tan central como apenas tratado hasta hoy por el cambio cosmopolita de rnirada, a saber, la sociologia de las desigualdades sociales, para examinar o ilustrar con ejemplos la productividad de la Nueva Teoria y Empiria Criticas. E1 informe publicado por el Banco Mundial en marzo de 2002 sobre la situacion financiera de los paises en vias de desarrollo se lee como una acusatoria de «Terre des Hommes» Contra la ignorancia de los paises ricos: la caida de los precios de las materias prirnas en el mercado mundial, el proteccionismo comercial y el estancarniento de los mercados en los paises industrializados y, sobre todo, el retroceso del turismo mundial desde el 11 de septiembre de 2001 han agravado dramiticamente la escasez en las zonas pobres del mundo. E1 mundo se ha convertido en un lugar peligroso y desigual (tambien Para los ricos que viven en las metropolis occidentales). Solo Para pagar la deuda, fluyen cada aiio 200.000 miilones de dolares desde el sur hacia el norte. Al mismo tiempo el flujo de capital privado en direccion sur se redujo el afio pasado una quinta parte y ya esti 100.000 rnillones de dolares por debajo de las cifras de 1997. Las desigualdades globales crecen (desde 1960 hasta el G o 2000 la participacion del20 % mis rico de la poblacion mundial en los ingresos globales ha aumentado del70 al90 %, mientras que la participacion del20 % mis pobre ha disminuido del 2,3 % al aproximadamente l %). Mientras que 1.200 millones de personas, casi una quinta parte de la poblacion del planeta, time que apafiirselas con menos de un ddar al d a , la ayuda estatal al desarroilo se ha reducido alrededor de un 20 %. ag) «u?paa~&a~uy aTqop» EI ap opoi?w p ~ ~ e ~ asn anfays x ~ anb d 01 u a s

s ~ m 3 0 sxava~vn31sxa s SV? xa V J 3 0 1 0 1 3 0 S V? N Q 3 9 S V L I 1 0 d O N S 0 3 VALL3BdSHBd V? A TVNOI3VN VALL386SH26 'J1B a S U S W N O 3 z na'bT.I, n .sopa$bpud (a7uamngrp) s q ap aiuozyoq pp sapqo18 s a p x t p e s a p SEI )sa opuaspdxa onuap spq aiuaunzAp-iIaxa u?lxra3a ns t3nprill a i q anb ua a1spuo3 puopau o p -SBpp < u o p a q @ aoiw.rlpuaJ» ~ p anb 'sand 'OJT spanO . s q ~ oT s

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al!lodowso3 uq!3ualq u o a~ q J 3 apoaL EAanN :u?!s>npoJluI

Introduccion: Nueva Teoria Critica con intenci6n cosmopolita

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A la pregunta de q& es 10 que legitha las desigualdades sociales hay d nienos dos respuestas posibles: el prt'notpo.de productividad y el E"Q-&lEstado na&raaE. La prirnera rapuesta, muy trabajada y criticada, &Iconocida, tkne su urigen en 1a aut,acompwnsiolri de las perspectivas ' L..

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nmionaies y se refiere a las desiguddrades hteriores dentro de los Estados. La segunda, surge en el marco s&~enddQe la perspectiva cosmopolita y se refiere a la degitimaci6n~de d des globales. De ahf se s b e : primero, que en la alternancia si la perspeetiva nacioad y la perspectiva cosmopolita la i n v ~ w &da f ~ desigualdad puede h c t a i : las grandes lagunas -y fuentes de ommes- daJ, nacionalismo tsetodo16gic0, pues solo en el marco de la sm&a Muera Teorfa Critiet& jknrdarnental tm de las desigualdaides sociales puede revelaw && percepcion -atrapH en Za mirada ndze~bm

-

@, tanto desde la perspectiva social como desde la p e r ~ p e ~ ' w & las aen-

'

&sociales. Queda claro, pues, que el «ren$imiento legitimadow d d Esd o i nacional consiste en que iste vuelva su a t e d n exchivamente hkia dentro expulsando asi las desigualdades globales del horiaonte de hs (rdativamente)privilegiados.'2

TABLA 2 CONTRASTES DE LA PERSPECTIVA NACIONAL Y LA PERSPECTIVA COSMOPOLITA SEGUNLA SOCIOLOG~A DE LAS DESIGUALDADES SOCIALES Situaciones sociales t-

e '

Legitimacibn

M:

b.-

-86,

Mirada nacional Mirada cosmopolita

*

Grandes (globales) desigualdades

Pequeiias (del Estado nacional) Desiguaidades

Irrelevantes, inexistentes

Principio de productividad

Principio d d Estado Principios nauonalestataies de construcci6n nacional: exclusion de la irrelevancia de las de los excluidos desigualdades globales

9 i 1 2 . En 10 que sigue se practicarii el m6todo de la edoble interpretaciom (BecW '&&/Lau, 2001), que desarroiiamos en el h b i t o de investigacion especial que denomi-

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Poder y contrapoder en la era global

Pensthdolo en terminos puramente espaciales, es oportuno diferenciar entre grandes desigualdades (que a su vez pueden dividirse en desigualdades transnacionales, supranationales, internacionales y globales) y pequeias desigualdades. Son «pequefias» las desigualdades internas del Estado nacional, que, aunque las personas y grupos afectados tienen motivos de sobra para considerar grandes, desde la perspectiva cosmopolita son pequefias, ya que coinciden con el cono de luz de la autodescripcion, la autoatribucion y el autocontrol del Estado. E1 principio de productividad asigna y legitima a la vez las desigualdades estatales interiores. Aplica el paradigma del examen a puerta cerrada: todos entran como iguales y salen como desiguales (con notas diferentes). Con la ayuda del principio de productividad los ingresos, por ejernplo, pueden distribuirse desigual y legitimamente. En cambio, cuando se alude al principio del Estado nacional como ilegitimacion» de desigualdades sociales, se refiere a que el foco que el Estado nacional dirige a las desigualdades nacionales hace desaparecer las desigualdades globales (legitimacion por oscurecirniento): las grandes desigualdades se destierran al mis da de la mirada nacional, de modo que puedan crecer y degitirnarse~a la vez en la irrelevancia e irrealidad institucionalizadas. De ahi que 10 que