Peter Burke

Hernández Orozco Efraim Tito 307056090 0007 Historia y Teoría Social Peter Burke Caps 1 y 2 Control de lectura Capítulo

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Hernández Orozco Efraim Tito 307056090 0007 Historia y Teoría Social Peter Burke Caps 1 y 2 Control de lectura Capítulo 1 En el siglo XVIII la sociología no existía como disciplina independiente y las disputas entre sociólogos y los historiadores no existían. Ambas ciencias se caracterizan por interesarse en la sociedad y en el comportamiento humano; la sociología se caracteriza por hacer generalidades sobre la estructura y desarrollo del comportamiento humano, mientras la historia se caracteriza por hacer énfasis en los cambios ocurridos en las sociedades a través del tiempo. A Charles Montesqieu, Adam Ferguson y Jhon Millar se les califica a menudo como los padres de la sociología, noción que jamás expresaron. Se puede catalogar a estos teóricos sociales como historiadores analíticos o, de acuerdo al término usado en ese entonces, historiadores filosóficos. La sociología no existía aún como tal. Cien años después, la relación entre la teoría social y la historia era bastante menos estrecha. Los historiadores desdeñaban no sólo a la teoría social, sino también la historia social. Esto puede explicarse de diversas maneras: en primer lugar, los gobiernos de la época encontraron en la historia una herramienta para fomentar la unidad nacional y se buscaba fomentar la historia del Estado o historia política; en segundo lugar, esta revolución de la historia, asociada con Ranke, fue una revolución de los métodos y fuentes usados en la disciplina, los historiadores comenzaron a usar técnicas de recolección de datos cada vez más sofisticadas para evaluar la confiabilidad de los datos. Los historiadores sociales se veían poco profesionales comparados con los historiadores políticos de tipo rankeano, los historiadores comenzaban a rengar a la historia social como ciencia. Por su parte, los teóricos sociales también asumieron una posición crítica ante los historiadores. Comte creía que la historia social era fundamental para desenvolvimiento de la teoría social, bautizándola como “sociología” por primera vez. Aunque los teóricos atribuían importancia al pasado, mostraban poco respeto por los historiadores y los veían como recolectores de materia prima para la elaboración de la teoría social. En el siglo XX, con la nueva generación de sociólogos y y la transición del centro de gravedad de la sociología de Europa a Estados Unidos, la sociología pasó a una etapa en donde se comenzó a despreciar el pasado. Con la implementación de métodos cuantitativos, la unidad de análisis de la sociología se convirtió en encuestas, los sociólogos generaban sus propios datos y consideraban que la historia no era necesaria para la comprensión del presente, y todo lo que esto último implica. También surgió una nueva alternativa para los teóricos sociales, el “funcionalismo”, que consistía en explicar la historia conforme su utilidad social en el presente. Por su parte, la historia, cada vez se

vio más insatisfecha con la historia rankeana, e implementó otro tipo de métodos, como los cuantitativos. Aun después de todo este proceso, la historia y la teoría social nunca se vieron completamente separadas, y hacia el principio de la década de 1960 ambos enfoques poco a poco fueron formando lazos estrechos interdisciplinarios. Los sociólogos se vieron obligados a estudia el cambio a lo largo del tiempo. Y por su parte, los historiadores comenzaron a desdibujarse de la historia política y se anclaron por medio de la teoría social para el resurgimiento de la historia social. Capítulo 2 Existen cuatro enfoques generales comunes a las disciplinas sociales: la comparación, el uso de modelos, los métodos cuantitativos y el empleo del microscopio social. Estos enfoques son, hasta cierto punto, sumamente controvertidos. La comparación, diría Durkheim, es la sociología misma. Durkheim identificaba dos tipos de comparación: la comparación entre sociedades de estructura similar, y la comparación entre sociedades fundamentalmente diferentes. Los historiadores, por su parte, rechazan la comparación con el argumento de que su interés radica en la particularidad. Estos dos enfoques acerca de la comparación , se complementan uno al otro. No se pueden hacer particularidades sin antes haber constatado que esa particularidad no existe dentro de otro marco, y no se pueden hacer generalidades sin conocer los datos particulares. Sin embargo la comparación tiene peligros, dos en particular: en primer lugar, suponer que las sociedades evolucionan a través del tiempo por medio de una secuencia inevitable, y en segundo lugar, el etnocentrismo con respecto a la cultura occidental ¿Cómo es posible hacer comparar a las sociedades, siendo que las sociedades son diferentes entre sí bajo muchos aspectos? Un modelo es un instrumento que simplifica la realidad, a modo de generalidades, la comprensión de la misma. Modelos como “clases”, “capitalismo” o “conflicto social” son utilizados para hacer generalidades entre las sociedades y catalogarlas dentro de un mismo marco. Los historiadores reniegan de los modelos y, sin embargo, sin darse cuenta, son ávidos usuarios de estos. Los historiadores tienen dificultades en no utilizar modelos como “feudalismo”, “renacimiento” o “ilustración” ¿Que son estos términos si no los nombres de conjuntos de rasgos? Los métodos cuantitativos, han sido una cuestión polémica durante la última generación. Los historiadores y sociólogos han usado métodos cuantitativos a fin de la recolección de datos. Ya sea a base de encuestas o generando ecuaciones matemáticas para explicar el comportamiento de ciertos datos. Sin el uso de métodos cuantitativos sería imposible analizar datos tales como los movimientos precisos de la población, o

procesos económicos a través del tiempo. Sin embargo, las fuentes en los métodos cuantitativos no son tan precisas, no es difícil mostrar errores y omisiones en los censos, así como en votaciones democráticas. La gran dificultad en los métodos cuantitativos, es el inconveniente entre los datos mensurables y los que no lo son. El microscopio social, es una tendencia por parte de los historiadores y los teóricos sociales hacia los datos más particulares. Los sociólogos imitaron a los antropólogos sociales y presentaron un mayor interés hacia lo microsocial. Por su parte los historiadores se interesaron por la microhistoria. Por microsociología comprendemos a un enfoque sociológico que se ocupa de la interacción social en una escala reducida, que menudo se basa más sobre la observación directa que sobre datos estadísticos. Por su parte, la microhistoria es una rama de la historia social que analiza datos de la historia que en cualquier otro tratamiento de las fuentes pasarían inadvertidos. La microhistoria reduce a escala las interpretaciones del pasado. El análisis social a pequeña escala presenta algunos problemas cuando los datos son trivializados, siendo meta de los teóricos y los historiadores la ambición intelectual. Al analizar lo micro, se presentan conflictos en cuanto a enmarcar los datos particulares dentro de un marco social mayor.