Personajes Marginales en La Literatura Boliviana Contemporanea

Personajes Marginales: Un recorrido por la literatura boliviana contemporánea Tratamiento de los personajes marginales y

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Personajes Marginales: Un recorrido por la literatura boliviana contemporánea Tratamiento de los personajes marginales y personajes que aparentan ser marginales desde la literatura boliviana Contemporánea.

1. Jaime Saenz y Adolfo cardenas: Grotesco Urbano 1.1. Felipe Delgado: Mundo interior y reflexión sobre la marginalidad desde un punto de vista interno. El hijo de Virgilio Delgado bebió -aún quedaba una copa. Escuchaba la lluvia, miraba las cosas. Volvió los ojos y se quedó absorto. En el trasluz, más allá de la puerta, una imagen, cobraba forma, con el aire de lluvia que soplaba en la calle. "Un mundo olvidado, un mundo seductor", dijo para sí. "Nada puede hacerse; las cosas fluyen de lo profundo" (Sáenz: 13) 1.2. Periferica Blvd.: Reflexión sobre la marginalidad desde un punto de vista interno.Utilización de una recreación de la Oralidad. 1.3. Narración desde un punto de vista externo, en tercera persona. 2. Cuando Sara Chura Despierte de Juan Pablo Piñeiro: Aparente Marginalidad, los personajes no son en realidad marginales, más bien representan deidades principales para su cultura, sin embargo no coinciden de forma exacta con el mundo moderno. (Urzagasti) 2.1. Sara Chura como la Pachamama en su representación humana. 2.2. Complementariedad de los personajes y la cruz andina, cada personaje tiene su espejo, su “tocayo”. 2.3. Subjetividad en el enfoque del narrador. 3. Catre de fierro Alison Speeding: Personajes marginales de todas las clases sociales 3.1. Narración cruda y directa desde la primera persona. Todo se debe al Matías Mallku. Yo me he ido a La Paz de rabia, sin pensar... de lo que mi suegro no me dejaba en paz. “¡Hasta cuándo van estar arrimados aquí! ¡El hombre sabe hacerse casa siempre!”. En Carnavales hemos cimentado, pero de allí no he avanzado y en San Juan hemos discutido… 3) Me he metido de cargador, en el Mercado Rodríguez. Toda la noche cargan, descargan camiones, en la madrugada llegan las verduleras. Hay bares que atienden igual, amanecida siempre: El Q’illas, El Averno, El Avión… otros sin nombre siquiera. Yo estaba por allí, pues. Calentándome un rato. Agosto era, hacía un frío del diablo. Con mi mantel y mi soga. Viendo eso será que me ha rogado. (Speeding: 9)

3.2. Semirealista, hechos inverosímiles 3.3. Recreación de la oralidad e inserción de idiomas extranjeros y originarios.