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• Alicia Cuentas

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“Pérdida de valores en la sociedad actual” “El hombre moderno vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando, en realidad, desea únicamente lo que se supone socialmente que ha de desear” (Erich Fromm) ¿Realmente abra una pérdida de valores en la sociedad moderna? Actualmente está de moda esta frase, y se dice que a través del tiempo los valores, principalmente en los jóvenes se han estado perdiendo con el transcurrir de los años. ¿Por qué se dirá así, porque de este modo se percibe, de cuales valores hablan las personas? Es claro que lo que era socialmente establecido, respetado y aceptado en los años 20 en México, a la fecha ha cambiado notablemente, en cuestión de tradiciones y formas de interacción social. Claro que algunos valores se mantienen, considero que no se han perdido, incluso podría afirmar que los valores están aquí y allá latentes en cada momento, pero se han olvidado o dejado de lado por cumplir las demandas que la sociedad nos solicita. Sabemos que son los valores, conocemos el respeto, la disciplina, el amor, la justicia y demás valores existentes ¿pero los ponemos en práctica? tal vez si, tal vez no, tal vez solo cuando nos conviene o despertamos de buen humor. En estas líneas deseo resaltar dos cosas: la idea de éxito y fracaso y su relación con la supuesta pérdida de valores en la sociedad actual, conceptos bien introyectados e internalizados por las personas que muchas veces llevan a participar en una sociedad más enferma. Una sociedad enferma construye personas enfermas. Los medios masivos de comunicación, la sociedad, la familia, la escuela y la cultura en sí, nos han vendido la idea de éxito y fracaso dentro de la sociedad capitalista. Nuestra cultura está basada en el ensayo y error, como vidas de

experimentación continua donde no está permitida la derrota, donde buscamos y anhelamos constantemente el éxito, el reconocimiento, el placer, el goce, la exquisitez, la riqueza, incluso la felicidad por medio del consumismo, por medio del destacar, de lo material, por la parte superficial, al despertar envidias creemos alcanzar nuestra meta de ser exitosos. Y no es que no sea apropiado o correcto anhelar todo esto, pero un equilibrio entre lo que quiero, debo, puedo, necesito, me exigen y deseo realmente o no, da pauta entonces a no volvernos seres vacios, moralmente débiles, sin convicciones, manipuladores, competitivos, hedonistas. Y como el fin justifica los medios, pues los valores están guardados en un cajón para ser recuperados más tarde. Que el modo de vida no sea dejar de lado la parte humana, que sea el fijarnos metas realistas y concretas, buscarle un sentido a nuestra propia vida, experimentar, aprender, compartir, triunfar y celebrarlo, porque no. El mercado exhibe lo mejor que tiene y lo ofrece a los individuos para que ellos elijan. La sociedad y la vida nos ofrecen una gama de oportunidades tanto satisfactorias como desagradables, tratemos de escoger lo mejor de ella. Cosechar lo que otros han sembrado. Hacer con nuestra vida algo que realmente valga la pena, darle vida a los ideales, vivir mientras tengamos vida para que al final hayamos vivido realmente, poniendo en práctica lo que aprendemos en base a conocimiento, humildad y experiencia. Según Heráclito de Éfeso todo fluye y nada permanece, pero los valores serán moldeados y modificados de acuerdo a las necesidades de la sociedad, los nuevos modos de vida humana y en el transcurrir del tiempo y el espacio.

Por: Alicia Cuentas Teosol