Paolo Marconi

UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO FACULTAD DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUITECTURA TEMA: PAOLO MARC

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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO FACULTAD DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUITECTURA

TEMA: PAOLO MARCONI ASIGNATURA: RESTAURACION Y PUESTA EN VALOR DE MONUMENTOS DOCENTE: ARQ. VILLAGARCIA ZERECEDA ANGELA VERONICA ALUMNO: RODRIGUEZ ZEGARRA JOSE MANUEL CODIGO. 015300839K SEMESTRE: 2019-II CUSCO-PERU 2019

1

PRESENTACION: Presento ante Ud. Mi trabajo de investigación acerca de la obra, pensamiento y biografía de Paolo marconi, maestro restaurador italiano, en las siguientes hojas encontrara una serie de resúmenes referidos a: la biografía; la réplica sapiente (Javier García-Gutiérrez Mosteiro,2013); Paolo Marconi: “Hay que hablar la misma lengua que el contexto urbano donde se proyecta”; una conclusión de su pensamiento y finalmente la obra que el tuvo en su actuar arquitectónico.

2

CAP I BIOGRAFIA Paolo Marconi, Roma (1933-2013) Hijo del arquitecto-urbanista Plinio Marconi, colaborador del gran Giovannoni. Profesor

de

Restauración

de

monumentos

en

la

Facultad

de

Arquitectura de la Università di Roma Tre; director del Master en Restauración Arquitectónica y Recuperación en la construcción, urbana y ambiental en la misma Facultad; Profesor de Teoría y técnica de la restauración arquitectónica de la Escuela Italiana de Arqueología de Atenas; Miembro del Comité de Honor de la Red Internacional para la Construcción tradicional, Arquitectura y Urbanismo (INTBAU).

Ha impartido clases de Historia crítica del arte en Roma, de Historia de la Arquitectura en Palermo 1980-81.

Fue arquitecto de la

operación del gobierno francés desde 1971 hasta 1985 en Roma, Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires desde 1972, Académico meritorio de la Academia di San Luca en 1975, Medalla de Plata de la Restauración de la Academia de la Arquitectura París desde 1991 y Académico de Honor de la Academia de Diseño de Florencia desde 2004. 3

4

Arquitecto desde 1958 y con una especial sensibilidad para la Historia de la Arquitectura y del Arte, se aplicó desde el inicio de su vida profesional a la restauración del patrimonio. Compatibilizó la práctica con la enseñanza de gran altura teórica en la Sapienza y en Roma Tre, dejándonos hoy una amplia bibliografía. Trabajó desde 1966 a 1970 como arquitecto principal de la Soprintendenza ai Monumenti di Roma, dirigiendo obras tan importantes como el claustro de Bramante de Santa María de la Pace, la iglesia de los santos Luca e Martina o Santa Maria dei Miracoli en la Piazza del Popolo. Más tarde se integró en la operación llevada a cabo por el Gobierno francés

para

la

salvaguarda

de

sus

monumentos

en

Roma,

colaborando así en la restauración de San Luis de los franceses y de Trinità dei Monti, entre otros. No obstante, Paolo Marconi hizo también numerosos proyectos de restauración fuera de Roma, entre los cuales destacamos la catedral de Cafalú, la Zisa en Palermo, el castillo de Sant’Elmo en Nápoles o la Casa delle Nozze d’Argento en Pompeya, donde como en sus demás obras demostró su profundo conocimiento de las técnicas tradicionales de construcción y su aplicación actual. Pero Marconi cultivó no solo el saber arquitectónico. Su conocimiento era tan vasto como profundo otorgándole una amplia visión del objeto y de su contexto histórico. Fue quizás esta visión de tan alto vuelo la que detectó el origen y ofreció la solución al deslizamiento de la ciudad de Orvieto, evitando así su ruina. O la que le dio alas para imaginar una reconstrucción del Porto Ripetta en Roma. Soñador del pasado e ideador de un bello presente, Polo Marconi era un hombre afable e irónico que sabía hacer extensiva su pasión por la arquitectura.

Considerado

como

un

padre

para

la

escuela

restaurativa, ha sido uno de los pocos que ha puesto en cuestión las doctrinas de Brandi y el sentido mismo de patrimonio cuando ello conlleva el embalsamamiento de la arquitectura. Paolo Marconi comprendía la restauración como el ejercicio mismo de la arquitectura 5

y esta como un arte comunicador de códigos conocidos por la sociedad, de forma tal que la restauración debía restituir también dicho significado. Criticado ampliamente por las escuelas conservativas, le gustaba discutir con gran sentido del humor con sus detractores, los cuales hoy seguramente le honran tanto como aquellos que aprendimos con él. La radicalidad de sus propuestas siempre se sostenía en un inmenso conocimiento y amor por la arquitectura, la cual comprendía tanto que lograba hacerla suya. Miembro la Accademia de San Luca desde 1973, recibirá en septiembre su justo homenaje allí, junto a la Fontana de Trevi. Los que aprendimos y colaboramos con él nunca le olvidaremos.

6

CAP II

II.I PENSAMIENTO

II.I.I LA RESTAURACIÓN COMO MANTENIMIENTO-RESTABLECIMIENTO Paolo Marconi defiende la reproducción à l´identique, de manera idéntica al original. No comparte la idea del “falso histórico”, se opone a la simplificación propuesta por Boito. Para Paolo Marconi no existe la autenticidad material, ya que la concepción y la ejecución de la obra pertenecen

a

distintas

personas.Destaca

que

debemos

a

la

reproducción y no sólo a la manutención y a la consolidación, la existencia de obras como el Campanile de San Marcos en Venecia o la Porta Ticinese de Boito. Se muestra cercano a la postura de Viollet-le-Duc, de intervenir en un monumento antiguo privándonos de la ruina, pero proporcionándonos un objeto arquitectónico. Resalta que no conservamos la materia autentica, pero si la expresión y el significado de la arquitectura. La no intervención en las ruinas para conservar su autenticidad favorece su deterioro y las condena a muerte en un tiempo corto.

7

Insiste en distinguir la disciplina de la restauración del proyecto de conservación. Critica la Carta del Restauro Italiana de 1972 que obliga a operaciones de conservación y pura consolidación estructural, más propias de ingenieros y químicos que de arquitectos. La restauración ha de realizarse con materiales y técnicas tradicionales. Puso en cuestión las teorías de Brandi y el sentido de Patrimonio.

II.I.II Paolo Marconi: “Hay que hablar la misma lengua que el contexto urbano donde se proyecta”

Paolo Marconi: Desgraciadamente, el concepto de autenticidad está presente de forma constante en el debate italiano sobre restauración arquitectónica. Concretamente, se subrayó su importancia en la Carta de Venecia de 1964, que reproducía literalmente los conceptos recogidos en el libro de Cesare Brandi publicado en Roma en 1963 Teoría de la restauración. En dicho libro Brandi afirmaba que el método de restauración arquitectónica debe ser el mismo que vale para la restauración de los bienes muebles (pintura, escultura, orfebrería, etc.). Hasta ese momento, sin embargo, la restauración arquitectónica consistía más bien en restituir las condiciones originales a un objeto manufacturado o una obra de arte mediante labores de reparación y reintegración, lo que entonces permitía la reintegración de las partes en peligro o deterioradas, como todavía refieren los vocabularios italianos. En realidad, la teoría de Brandi pretendía poner cada trabajo de restauración bajo el control del Istituto Centrale del Restauro (del que Brandi fue director desde 1939), en un periodo de centralismo estatal, pero sobre todo en un país como Italia, donde la falsificación de arte, basada en la copia fraudulenta de obras maestras italianas, estaba 8

muy difundida; y la copia de bienes muebles con fines de estafa era y es sin duda un crimen, como lo es la falsificación de moneda. Pero la autenticidad constituye un valor sobre todo en el ámbito comercial, añadiendo valor económico a los bienes muebles y exportables. Como dice Umberto Eco, en su Tratado de semiótica general , el gusto por la autenticidad a toda costa es el producto ideológico de una sociedad mercantil. Preferir el original es como preferir la primera edición numerada de un libro antes que la segunda edición: una cuestión de libreros anticuarios, no de críticos literarios. En este campo, la des-restauración es un concepto que significa sólo corregir las restauraciones precedentes si éstas son erróneas, y nada más. Un ejemplo es lo sucedido en la Basílica de Saint-Sernin (Toulouse), restaurada en el Ochocientos por Viollet le Duc, cuando, un siglo después, se intentó corregir la restauración. Sin embargo, al final no se hizo porque la iglesia estaba en ruinas y, por tanto, la restauración de Viollet, que había intervenido la zona del ábside, servía para su conservación y no valía la pena des-restaurarla.

¿qué quiere decir cuando asimila la labor del restaurador arquitecto a la del filólogo de los textos literarios?

Como ya he dicho, el restaurador-arquitecto realiza un trabajo bastante similar al del filólogo que se encarga de la corrección de textos literarios, si esos textos fueron "traicionados", en el sentido de haber sido malinterpretados. Naturalmente, en cada interpretación puede producirse un error, y por tanto admitir una corrección posterior, o sea una des-restauración. Además, el arquitecto debe tener cualidades artísticas similares a las del filólogo, si no el significado poético del texto se traicionaría (en el sentido antes comentado).

9

Como ocurre con la poesía y la música. Por otra parte, todo restaurador-arquitecto debe ser un buen arquitecto, si quiere permanecer en la Historia de la Arquitectura; en caso contrario, su trabajo no sirve, si no es nocivo para el ambiente; la única diferencia respecto a los "arquitectos-compositores" es que el restauradorarquitecto debe permanecer en la sombra (por así decirlo) respecto al arquitecto que creó la obra que se va a restaurar. Por tanto, se requiere mucha modestia intelectual, además de cultura, para ser restaurador-arquitecto, del mismo modo que para ser filólogo-poeta. Pero ambos son trabajos muy respetables, a los que nuestra sociedad debe mucho. La tendencia de trasvase poblacional de los grandes centros urbanos a poblaciones rurales en Italia está influyendo en la recuperación de muchos centros históricos abandonados, también fomentada por las nuevas funciones turísticas que han adoptado. Desde su grupo de investigación ha trabajado en la elaboración y edición de manuales de recuperación ¿qué objetivos persigue este proyecto?

La tendencia de repoblación de las zonas rurales no es exclusiva de Italia, sino que se da en todos los países donde hay buen clima, que conservan paisajes y ciudades hermosas, y cuyas industrias pueden ser deslocalizadas a otros países, conservando exclusivamente la industria de los servicios, con el objetivo de poner el patrimonio cultural propio a disposición del público mundial. Téngase en cuenta que está previsto que en el siglo XXI en los países desarrollados aumenté hasta un 30% la población mayor de sesenta años, población con capacidad económica para vivir en ciudades medias y pequeñas cubiertas de los servicios necesarios gracias a los medios de comunicación y, sobretodo, a Internet, como es el caso, en Italia, de poblaciones como Borgo di Collettta di Castelbianco, en la región de Liguria, y de Santo Stefano di Sessanio en Abruzzo.

10

Los manuales de recuperación que hemos confeccionado en los últimos

veinte

años

enseñan

a

los

proyectistas

el

lenguaje

arquitectónico de los lugares, descrito con relieves gráficos que detallan las particularidades constructivas, siguiendo, por otro lado, el ejemplo de trabajos similares realizados en Francia, Inglaterra, muchos países del este y España. En concreto, en España existen buenos

arquitectos

e

historiadores

del

arte

que

elaboran

publicaciones con reproducciones de las técnicas tradicionales, y menciono las obras de Antonio Bonet Correa, de Ignacio Gárate Rojas, Concepción Fontela San Juan y de mi gran amigo Enrique Nuere Matauco, obras de referencia en la restauración de monumentos, pero también, en ocasiones, en la planificación de nuevos edificios en contextos tradicionales, donde no debe considerarse obligatorio expresarse con un lenguaje exclusivamente moderno como imponía la Carta de Venecia de 1964. Piénsese, por ejemplo, cómo actualmente la UNESCO prevé reconstruir el centro destruido de la ciudad de Bam, en Irán, recurriendo a la tierra cruda como material y al uso de sus técnicas tradicionales, imitando, mejor dicho emulando, el lenguaje arquitectónico del lugar.

Al hilo de esta reflexión, en ocasiones ha planteado la idoneidad de la "imitación" como posible estrategia de intervención en los centros históricos para reforzar la identidad local frente a lo global. En este sentido,

¿podría

concretar

algunas

líneas

básicas,

medidas

o

actuaciones de sus propuestas y citar algún ejemplo representativo de buenas prácticas?

Como he dicho, la imitación está prohibida, sobre todo en Italia, por su estrecha vinculación con la falsificación, pero esto sólo es válido para los bienes muebles y exportables, no para la Arquitectura. Llegados a este punto no se entiende por qué debe prohibirse hablar la misma lengua del contexto urbano donde se proyecta, que no 11

consiste en una banal imitación: usar las mismas palabras, la misma gramática y la misma sintaxis de un texto antiguo no es una banal imitación, sino es, a lo más, emulación, en el sentido del término, es decir, esforzarse en imitar las acciones loables de otro procurando igualarlas e incluso excederlas. Nosotros los arquitectos hemos aprendido, a partir de la Carta de Venecia, a despreciar las imitaciones (pero debemos especificar: falsificaciones); sin embargo, deberemos usar, para ser más exactos, el término emulación, y evitar una confusión lingüística que supone también una grave confusión conceptual, y que nos hace creer que utilizar una lengua antigua sea algo criminal o pecaminoso, cuando en cambio es una muestra de civilización.

Si

restauración

y

comprendiésemos la

des-restauración

este

simple

serían

concepto,

clasificables

la

como

operaciones de intervención sobre textos arquitectónicos antiguos con la simple finalidad de hacerlos más legibles y duraderos de cuanto sean hoy, para que las generaciones futuras puedan disfrutar también de su significado artístico.

II.I.III LA REPLICA SAPIENTE Algunas consideraciones sobre el legado teórico de Paolo Marconi (Roma 1933-2013)

En el debate sobre la conservación del patrimonio arquitectónico sostenido desde los años sesenta en Italia (y esto, en tal campo, viene a ser lo mismo que decir en toda la cultura occidental), la figura de Paolo Marconi ha sido ineludible: un hito no exento de polémica y de viva confrontación de pareceres. Lo ha sido desde la teoría y desde la práctica como arquitecto, con singular brillantez y empeño, hasta sus últimos días. Hasta ese 13 de agosto en que, en Roma, su ciudad, se nos ha ido, privándonos de la agudeza de su pensamiento y de esa rara habilidad, irónica y crítica, con que seguía defendiendo lúcidamente sus altas –a veces, tan atrevidas- posiciones.

12

Titulado como arquitecto en 1958, desde los primeros pasos de su ejercicio profesional se interesó por el estudio y conservación del patrimonio; precisamente en unos momentos en que, tras los devastadores destrozos de la Guerra Mundial, la realidad Javier García-Gutiérrez Mosteiro Catedrático del Departamento de Ideación Gráfi

ca

Arquitectóni-

ca

de

la

Escuela

Técnica

Superior

de

Arquitectura de la U.P. de Madrid Algunas consideraciones sobre el legado teórico de Paolo Marconi (Roma 1933-2013) - 86 - CPA 5 de la restauración –cuando no verdadera reconstrucción- de edificios y monumentos discurría por unos derroteros no contemplados en la Carta de Atenas. Ya en sus años de estudiante había podido seguir muy de cerca las reconstrucciones de los dos puentes históricos de Verona, dado que su padre, el arquitecto Plinio Marconi, redactaba entonces el Piano di Ricostruzione de esta ciudadambos puentes (el medieval de Scaligero y el romano Ponte Pietra) habían sido destruidos por el ejército alemán en retirada y fueron rehechos por Piero Gazzola según el lema “com’erano e dov’erano”.3Naturalmente, Marconi defendería siempre esas y otras similares reconstrucciones de Gazzola durante la posguerra (y aun llegaría a censurar que éste, más tarde, de acuerdo a los principios que inspiraron la Carta de Venecia, realizara todo un ejercicio de autocrítica por haberlas llevado a cabo) La idea de la restauración all’antica ocupó un papel central en su teoría de la restauración y en su obra como arquitecto. La práctica de la reconstrucción en estilo, tan contestada en esos momentos (y condenada explícitamente por esa Carta), fue defendida por Marconi con la naturalidad de quien ha visto recomponer edificios y ha tenido que intervenir en ellos; con la naturalidad, sobre todo, de quien conoce el proceso constructivo-formal de la arquitectura.

'Com' era e dov' era?' La instancia psicológica

13

En esta idea -la construcción de la réplica- Marconi destacaba la intención popular que, por motivos afectivos y simbólicos, la motivaba y justificaba; esta instancia psicológica – superpuesta a las brandianas

instancias

estética

e

histórica-

que

se

producía

espontáneamente ante desapariciones traumáticas de monumentos y conjuntos: conflictos bélicos (Montecassino, Frauenkirche de Dresde, puente de Mostar), atentados terroristas, terremotos, incendios como el de La Fenice de Venecia Explicaba Marconi hasta qué punto históricas reconstrucciones à l’identique, como el puente de la Trinità de Florencia o el campanile de San Marcos -ambas censuradas por Brandi se apoyaban en el sentir popular, en un amplio clamor que pedía la reconstrucción. En este sentido, hacía notar también cómo fue por el entusiasmo de los habitantes, a furor di popolo como se logró el ripristino de la catedral de Venzone, tras ser destruida por el terremoto de 1976 y cómo la reconstrucción de la iglesia de San Giorgio in Velabro, en Roma, destruida en buena parte por atentado terrorista (1993), se debió también al impulso de los afectos populares, como los de la última posguerra En el debate habido sobre la construcción de la réplica de la Frauenkirche de Dresde, destruida completamente por el bombardeo de 1945 y cuyas ruinas permanecieron hasta el final de la RDA como un monumento conmemorativo contra la guerra, Marconi celebró la férrea voluntad colectiva –por lo tanto, política- de restituir la iglesia a su ciudad 10, la internacionalmente conocida llamada de Dresde (Ruf aus Dresden). Si en esta reconstrucción, dado el apoyo de la compañía británica Dresden Trust, veía, además, un claro ejemplo de la reconciliación de naciones que se habían enfrentado en la guerra, lamentaría

que

semejantes

actuaciones,

llevadas

a

cabo

con

naturalidad en otros países, no se vieran facilitadas en suelo italiano.

14

Aquí, hasta la reconstrucción del puente de la Trinità de Florencia por los norteamericanos, y reclamada con entusiasmo por los florentinos, había

sido

contestada

inequívocamente

por

Brandi

(aplicando

idéntica argumentación a la esgrimida contra la reconstrucción del campanile de San Marcos): si los elementos desaparecidos han sido en sí obras de arte, hay que excluir en absoluto la posibilidad de que se reconstruyan como copias. El ambiente deberá ser reconstruido en base a los datos especiales del monumento desaparecido, y no a los formales. (…) se debía levantar nuevamente un puente en Santa Trinità, pero no el puente de Ammannati Pero, más allá de estos y otros casos que obedecen a la iniciativa popular, la defensa hecha por Marconi de la reproyectación como réplica se extiende a las destrucciones y los sventramenti ya consolidados o asumidos en el tiempo. Así, acogió con fruición la arriesgada –grandiosa, señalaba- propuesta de Leonardo Benevolo para reconstruir el antiguo Borgo vaticano, demolido para la apertura de la via della Conciliazione La destrucción de la spina del Borgo, llevada a cabo por Mussolini en 1936 (con los arquitectos Piacentini y Spaccarelli), traiciona y anula, desde luego, la inspiración genial de Bernini12; pero ¿cómo restañar esta amputación -hasta en lo superϐicial tan mal cicatrizada-? Benevolo declaró con precisión qué proponía con este restauro urbano: Mi proyecto apunta a curar una herida. Sé que no será fácil hacerlo a corto plazo. Pero lo he hecho igualmente, esperando que en un futuro más o menos próximo alguien lo pueda tener en cuenta… Soy consciente de las dificultades del proyecto

Y Marconi, retomando el envite, continuó el ejercicio teórico. Éste centraba

aspectos

conceptuales

planteados

por

Benévolo

y

esenciales a su propio pensamiento (y, claro está, rechazados por la línea conservacionista); aspectos que, en función del tipo de edificios 15

sobre el que actuar, planteaban distintas prácticas metodológicas de ripristino: filológico, tipológico, volumétrico. Similares principios de reparación del tejido urbano aplicarían Marconi, como ejercicio académico con sus alumnos de la Facoltà di Architettura, a los casos de la reproyectación de singulares ejes de Roma:

vía

Giulia

y

vía

della

Lungara,

Castel

San’Angelo

y

Lungotevere, Porto di Ripetta… La ampliación del concepto de restauro Filológico se formula por Marconi sin solución de continuidad desde la escala arquitectónica a la de conjunto urbano. Pero debe cumplirse lo que entiende exigencia del método filológico: el conjunto de estudios e investigaciones formales, documentales, tipológicas y constructivas para llegar a comprender el objeto en su contexto; si se cumple esta premisa, no encuentra razón para dejar de reintegrar en un centro histórico edificios –desde la escala doméstica a la monumental- que hayan sido derribados por catástrofes naturales o por causa del hombre, gracias a un adecuado conocimiento de su lenguaje: de igual forma que el Filólogo interviene sobre un texto mutilado o ilegible, interpolándolo con un lenguaje afín al del texto y, especialmente – añade- cuando tal ripristino haya sido pedido por el clamor de los habitantes y, aún más, de todo el mundo civil

Conocimiento y práctica. El oficio como valor patrimonial

Estas consideraciones se fundamentan, con coherencia y desde una visión disciplinalmente arquitectónica, en el valor de la práctica constructiva. Su idea del arquitecto integral la justificaba y enraizaba –explícitamente- en el ejemplo de su padre (Plinio Marconi había establecido un fuerte vínculo entre la teoría y la práctica de la arquitectura y el urbanismo) y aun de una sostenida tradición familiar. A Paolo Marconi le gustaba recordar que provenía de una cadena de 16

arquitectos, maestros de obra, músicos, artistas y artesanos hábiles para producir su arte con las manos (como con las manos –decía- se produce la arquitectura, arte mecánica por excelencia) La práctica de Marconi en la intervención en edificios históricos se apoyó en el conocimiento a fondo de la realidad constructiva, a través de la lectura del edificio en sí, ayudado por sus oportunísimos manuales de construcción y por el seguimiento directo de los oficios La colaboración de sistemas y materiales tradicionales con las posibilidades

de

la

tecnología

moderna,

le

abrió

campos

de

experimentación. La misma vía que admiraba en otras intervenciones de réplica, la Frauenkirche de Dresde, por ejemplo (¿dónde se preguntaba qué se podría alegar contra una obra “tan grandiosa y minuciosa a la vez, tan exactamente replicada, recurriendo a una valiente

optimización

de

la

obra,

gracias

a

las

tecnologías

modernas?”), fue seguida por él en sus intervenciones reales (como en el caso del teatro Carignano de Turín). Cuando entra a defender algunos destacados –y muy contestados, desde otros puntos de vistatrabajos de réplica (como la citada Frauenkirche de Dresde o la stoa de Attalo en el ágora de Atenas), no olvida remarcar el mérito que han tenido estas experiencias al reclamar un oficio que corría el riesgo –como en Italia- de extinguirse en aquellos años La defensa de la conservación de los oficios tradicionales tiene, en él, una significación profunda: ve en ella la reivindicación de un nuevo valor patrimonial, más allá de las instancias descritas por Brandi y aun de la –centenaria pero tan actual- axiología de Riegl; un específico valor patrimonial: el de la conservación del oficio (que puede, desde luego, entrar en conflicto con el valor euro centrista de autenticidad pero perfectamente asimilable, por ejemplo, por las culturas orientales). Con la protección de la continuidad de los oficios va otra cuestión que le llamaba poderosamente la atención y que le empujó a adentrarse por los entresijos de la semiótica: la transmisión de códigos expresivos en la arquitectura. Umberto Eco sostiene que, en 17

apariencia, los objetos arquitectónicos no comunican (o al menos no han sido concebidos para comunicar), sino que funcionan pero que la arquitectura, dado que es cultura –añade-, es por tanto comunicación; y a ello se ajusta Marconi cuando señala hasta qué punto se ha olvidado que la arquitectura comunica mediante códigos conocidos y reconocibles: de otro modo sería una performance autorreferencial, destinada a ser apreciada sólo en cuanto es diferente de las demás (la importancia de este aserto se entiende en toda su plenitud en el ámbito italiano, con tal cantidad de arquitectos en apretada competición -como él mismo señala- unos con otros).

Réplica o falsificación

El argumento estructurante -y, desde luego, controvertido- en el pensamiento de Marconi, reside en la diferenciación entre el concepto de réplica y el de falsificación; diferencia ésta que formula con carácter específico para el caso de la arquitectura. Brandi, en su Teoría del Restauro, señala que los principios que establece para la restauración de las obras de arte en general son válidos también para la restauración de los monumentos arquitectónicos;2 5y Marconi marca ya en esto –como en tantos otros puntos- su disensión con el historiador sienés. De entrada, afirma que equiparar la restauración arquitectónica a la restauración de una pintura realizada por la propia mano del autor es por completo improcedente y aun irracional . Para él, el caso de la arquitectura no guarda relación con el de los prodotti autografió. Entiende el bien patrimonial arquitectónico no tanto como obra de una mano sino, más bien, como resultado de una larga cadena de interpretaciones por parte de quienes ejecutan el proyecto (cuando no de alteraciones por mantenimiento o reutilización). Pero, por 18

encima de todo, contempla el patrimonio arquitectónico desde la dimensión formal –recupero della belleza-; y esto es inconciliable con el punto de partida de Brandi: la restauración de la arquitectura queda regida por las instancias histórica y estética ; y, en consecuencia, se trata de calibrar y sopesar críticamente cada caso. Así, donde la teoría –y práctica- de la restauración de Marconi se enfrenta más expresivamente a la defendida por Brandi es en la negación de uno de los firmes postulados de éste (postulado que será, a partir de entonces, la gran obsesión de los arquitectos restauradores): la evitación a toda costa del falso Histórico; y, consiguientemente, la distinguibilità, la necesidad de diferenciar –con mejor o peor criterio- la intervención llevada a cabo. Tal cuestión, esencial en la conformación de la cultura de salvaguardia contemporánea, ya había sido avanzada mucho antes por Camillo Boito. En sus Questioni pratiche di Belle Arti 29, había formulado una precisa idea de autenticidad al regular, en sus – siempre citados– otto punti del restauro, inequívocas medidas de diferenciación entre partes añadidas y originales (atendiendo al estilo, a los materiales, a la simplificación de perϐiles y ornamentos…) . La Carta de Atenas (1931), siguiendo esta línea y reaccionando ante los excesos de los seguidores de la restauración estilística, marcó el acento en el valor del edificio como documento histórico; y lo hizo en un momento central: la conformación de la arquitectura moderna. Afirmó, por tanto, en la cultura contemporánea de salvaguardia, la idea del falso Histórico (esto es, la de falsificación documental). Esta idea fue recogida en la Carta italiana del restauro (1932), señalando que se proceda (…) de modo que nunca una restauración ejecutada pueda engañar a los estudiosos y representar una falsificación de un documento histórico; y, siguiendo esta estela, las Istruzioni per il restauro dei Monumenti (del Ministerio de Instrucción Pública de Italia, 1938),

prohibirían

taxativamente

19

las

construcciones

en

estilo,

afirmando que representan una doble falsificación, en lo que toca a la antigua y a la reciente historia del arte. Con todo, la masiva destrucción en Europa que supuso la II Guerra Mundial –como hemos visto más arriba- propició que tales principios se

removieran

ante

el

cúmulo

de

grandes

restauraciones

y

reconstrucciones de monumentos y conjuntos históricos . En este contexto (del que se hizo eco la Convención de La Haya, 1954), surgió la Teoría del Restauro de Brandi (1963), cuyos principios se incorporaron inmediatamente a la Carta de Venecia (1964); en ésta se mantenía la idea de la falsificación documental del monumento (art. 9): (…) cualquier trabajo encaminado a completar, considerado como indispensable por razones estéticas y teóricas, debe distinguirse del conjunto arquitectónico y deberá llevar el sello de nuestra época.

20

CAP III

Obras y publicaciones ii.i Publicaciones: Calderini, 1975. -Arte e cultura della manutenzione dei monumenti, 1984. -Le reintegrazioni nel restauro : una verifica nell'Abruzzo Aquilano, 1988. -Dal piccolo al grande restauro: colore, struttura, architettura, 1989. -Il restauro e l´architetto, 1993. -Manuale del recupero del centro storico di Palermo, 1997. -Materia e significato, 1999. -Il recupero della bellezza, 2006. -Progettare il restauro architettonico, 2007. -Restauro dei monumenti | Cultura, progetti e cantieri 1967-2010», 2010. Colaboraciones en obras colectivas: -Revestimientos y color de la arquitectura desde el siglo XV hasta hoy: problemas de historia de la arquitectura y de la restauración en Italia. 21

Paolo Marconi. Revestimiento y color en la arquitectura: conservación y restauración, 1993 -La transformación de edificios históricos: estudio diacrónico de los tipos estructurales en los centros urbanos. Estado de la disciplina. Paolo Marconi.Italia, recuperación arquitectónica y urbana: nuevos usos de edificios históricos, 2000. -Experiencias recientes de restauración en Italia, Paolo Marconi. Actas de

la

III

Bienal

de

Restauración

Monumental:

sobre

la

des-

Restauración, 2008. Así mismo es autor de numerosos artículos en revistas como Loggia y PH Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, en España, y Ricerche di storia dell'arte y Laboratorio di progettazione, en Italia.

OBRAS Trabajó

desde

1966

a

1970

como

arquitecto

principal

de

la Soprintendenza ai Monumenti di Roma, dirigiendo obras tan importantes como el claustro de Bramante de Santa Maria de la Pace, la iglesia de los santos Luca e Martina o Santa Maria dei Miracoli en la Piazza del Popolo. Más tarde se integró en la operación llevada a cabo por el Gobierno francés

para

la

salvaguarda

de

sus

monumentos

en

Roma,

colaborando así en la restauración de San Luis de los franceses y de Trinità dei Monti, entre otros. Fuera de Roma destaca la catedral de Cafalú, la Zisa en Palermo, el castillo de Sant’Elmo en Nápoles o la Casa delle Nozze d’Argento en Pompeya.

22

Ha realizado recuperaciones en las poblaciones de Colleta di Castelbianco y en Santo Stefano di Sessanio. También ofreció la solución al deslizamiento de la ciudad de Orvieto, evitando así su ruina. O la que le dio alas para imaginar una reconstrucción del Porto Ripetta en Roma. RESTAURACIÓN DEL BROLETTO DE BRESCIA, 1987.

23

24

25

RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA DE SAN BARNABA EN BRESCIA Y SU TRANSFORMACIÓN EN AUDITORIO, 1993

26

27

ANEXOS: FIG 1 (PAOLO MARCONI)

28

FIG 2 Imagenes del Manuale del recupero del Comune di Roma, Cittá de Castello y Palermo.

29

FIG 3 W Piazza delle Cinque Scole (Roma). Recuperación del edificio de S. Maria del Pianto. Tesis para el Máster de Restauración Arquitectónica de S. Bollati y G.L. Figus, dirigida por Paolo Marconi en 1998 / Didattica del restauro. Roma: Michele Zampilli, 2005

FIG 4 W Palazzo Carpegna (Roma). Recuperación del palacio a partir de los diseños de F. Borromini conservados en la Biblioteca Albertina de Viena. Tesis de Marco Grimaldi dirigida en 2003 por Paolo Marconi / Didattica del restauro. Roma: Michele Zampilli, 2005

30

BIBLIOGRAFIA:



“La restauración arquitectónica en Italia, hoy”, Paolo Marconi, Revista Loggia Nº 3



“Hay que hablar la misma lengua que el contexto urbano donde se proyecta”, Paolo Marconi, PH



Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.

 Apuntes de Restauración arquitectónica, ETSA  http://www.restauroarchitettonico.it 

www.accademiasanluca.eu



http://archiviostorico.corriere.it

31