Palca en La Guerra

MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE PALCA GERENCIA DE DESARROLLO SOCIAL PROYECTO “MEJORAMIENTO, RECUPERACION, REVALORACION Y PRO

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MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE PALCA GERENCIA DE DESARROLLO SOCIAL

PROYECTO “MEJORAMIENTO, RECUPERACION, REVALORACION Y PROMOCION DE LA IDENTIDAD SOCIAL CULTURAL Y MANIFESTACIONES FOLKLORICAS DEL DISTRITO DE PALCA-TACNATACNA”

PALCA DURANTE LA GUERRA CON CHILE. 18801884

2018

MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE PALCA

PALCA DURANTE LA GUERRA CON CHILE. 1880-1884

@ Municipalidad Distrital de Palca Impreso en el Perú Primera edición Enero de 2018 Informe elaborado por Efrain Justo Choque Alanoca Diseño, diagramación e Impresión Imprenta Domicilio

PALCA DURANTE LA GUERRA CON CHILE. 1880.- /Municipalidad Distrital de PalcaTacna. 2018 HISTORIA / GEOGRAFIA / TACNA / PERU / / REPUBLICA / GUERRA CON CHILE / PERIODO CONTEMPORANEO/

CONTENIDO

INTRODUCCION

I.

CARACTERIZACIÓN GEOGRÁFICA

II.

PALCA EN LA PREGUERRA

III.

LA GUERRA EN TACNA

IV.

LA GUERRA EN PALCA 4.1.El primer combate. 4.2. El segundo combate

V. LA OCUPACIÓN CHILENA IV. EPÍLOGO BIBLIOGRAFÍA ANEXOS

INTRODUCCION Desde el instante inicial de la declaratoria de guerra por el Estado chileno, la ciudad de Tacna y los pueblos del interior reaccionaron en forma entusiasta y resuelta a favor de la Patria en peligro. Luego las corporaciones edilicias hicieron lo propio. Cuando la guerra llegó a Tacna, Palca fue escenario tanto desde sus inicios, cuando las tropas bolivianas atravesaban el valle interandino para ascender a la ciudad y luego prestar combate, y cuando después de la batalla del campo de la Alianza, fue vía obligada de la retirada de las tropas aliadas hacia La Paz. En sus suelos, se desarrollaron, además, dos combates frente al enemigo del sur. Luego de la batalla del campo de la alianza (26 de mayo de 1880), se inició la etapa de la resistencia al ejército invasor chileno. Las acciones guerrilleras se desarrollaron temporalmente durante la primera fase de la ocupación chilena en Tacna, que va del 26 de mayo de 1880 hasta mediados de 1884. Esta fase se caracteriza por ser de ocupación provisoria de los territorios cautivos y al mismo tiempo por una continua resistencia políticomilitar. Dirigían las partidas guerrilleras los coroneles Gregorio Albarracín, Leoncio Prado y el teniente coronel Juan Luis Pacheco de Céspedes. Se ha dividido el presente informe en tres partes: la caracterización geográfica, palca en la preguerra, la guerra en Tacna y Palca, en esta se desarrollaron los dos combates victoriosos, el primero en julio de 1880 y el último en noviembre de 1883. Se anotan también el final los aspectos de la ocupación chilena en el sector, que por cierto era muy extenso hasta con linderos internacionales con la república de Bolivia.

Tacna, febrero de 2018.

I.

CARACTERIZACIÓN GEOGRÁFICA

1.1.

Ubicación geográfica

El distrito de Palca, ocupa un espacio conformado por la zona interandina y la zona altoandina del departamento de Tacna; su capital es el pueblo del mismo nombre y se ubica a los 17°46′41″de Latitud Sur y 69°57′35″de Longitud Oeste. De acuerdo al Instituto Geográfico Nacional dicho territorio distrital se ubica en la hoja N° 36-x. Su capital es el pueblo de Palca y se asienta sobre los 2,935 msnm. Fue creado por Ley 13238 del 8 de junio de 1959. (Información del INEI, 2014). Tiene una superficie de 1,418 km² y comprende como anexos a las localidades de Ataspaca, Ancoma, Paucarani, El Airo, Senca, Ancomarca Chico, Ancomarca Grande, Quiñavichinca, Pulume, Vilavilane y Charipujo.

Mapa político de Tacna, en cuyo territorio sureste se asienta el pueblo y distrito de Palca.

Es uno de los distritos integrantes de la provincia de Tacna, comprensión de la región Tacna en la república del Perú. Se ubica al sureste de dicha región y colinda con las repúblicas de Bolivia y Chile respectivamente El distrito de Palca limita: - Por el Norte: Con provincia de Tarata

- Por Sur con el distrito de Tacna - Por el Este y Sureste con la República de Chile y Bolivia - Por el Oeste: Con los distritos de Pachía, Pocollay, y la provincia de Tarata.

El mapa político adminsitrativo del distrito de Palca

1.2.

Relieve físico

La Cuenca alta del Caplina presenta un relieve muy accidentado, está constituido por quebradas donde aflora roca volcánica del Jurásico inferior, rocas sedimentarias del jurásico inferior. No obstante lo accidentado del terreno las poblaciones de la parte alta han establecido su residencia y desarrollado cultivos en suelos.

Localidades como Ataspaca (3,600 msnm), Caplina (3400 m), Challaviento (3350 m) desarrollan cultivos de alfalfa, papa, maíz, orégano, habas; la crianza de ovinos, caprinos, camélidos y vacunos se da en pequeña proporción, así como la crianza de cuyes.

Este tramo recorre a través de pisos ecológicos como la Puna a más de 4,000 MSNM, la zona Quechua, desde climas fríos y secos y por quebradas interandinas hasta el valle alto del Caplina, donde la quebrada de Palca con su recurso hídrico es uno de los afluentes de la cuenca del Caplina, se registra camino inca entre los 4,000 hasta los 1,500 metros luego el camino desaparece por efecto de la expansión urbana y por la expansión de zonas agrícolas. Los sectores de Magollo y Para (parte de media del valle del Caplina) se encuentran a una altitud promedio de 480 metros sobre el nivel del mar, la configuración de estos terrenos es una pampa formada entre los cerros Caramolle (1.100 m.s.n.m.) y los cerros Molles y Chastudal (400 y 600 m.s.n.m. respectivamente), estos terrenos se asientan sobre depósitos aluviales, producto de la acción erosiva, originando depósitos riolíticos. La mencionada pampa se asienta sobre materiales de la Formación Huaylilla.

Los suelos y las quebradas de los Valles Altos de la cuenca del río Caplina comprenden altitudes superiores a los 2300 m, y debajo de los 3800 m y en ellos se ubican las quebradas de Palca y Vilavilani, por donde discurre el río Uchusuma. Se caracterizan por ser muy accidentados debido a la presencia de quebradas, en donde afloran rocas volcánicas y rocas sedimentarias e intrusivas ígneas. Los geólogos distinguen las formaciones rocosas tales como la formación Yura y el Barroso. En este lugar también se encuentran rellenos aluviales, en donde el río Caplina discurre en un cauce muy estrecho. No obstante esta accidentada geografía, se desarrollan actividades agropecuarias en las laderas cernas a los ríos, como en Palca y Vilavilani. La zona altoandina se eleva por sobre los 3800 m hasta los 4600 m y presenta suelos pedregosos y residuales, configurando áreas de altiplanicies y bofedales propios para la ganadería de camélidos. Las altipampas propician áreas

aluviales con maleza subarbustiva, tolares, yaretales y pajonales, muy útiles para la alimentación de los camélidos.

Vida vegetal propia de la altiplanicie de Alto Perú-Palca.

En este sector se ubican las pampas de Huillane y Pampa Venada, al Oeste del Centro poblado Menor de Alto Perú, cerca al rio Uchusuma. Asimismo las pampas Salamanque; el Ayro, cerca al Tacora; Vilacollo y Humapalca, en la margen derecho del río Uchusuma. El distrito de Palca presenta un relieve y una topografía variada con niveles de altura que van desde los 2900 msnm hasta los 5000 metros de altitud. Su relieve es típicamente interandino y altoandino. En la zona interandina, por doquier destacan sus terrazas agrícolas, ya en laderas y quebradas, a través de la tecnología andina de los andenes, y el uso colectivista del agua en canales. Sobre esta telúrica base sus pobladores se han especializado en la crianza de finos ejemplares de ovinos y vacunos, y han desarrollado estas típicas actividades con identidad propia del hombre y la mujer del ande. Y en la parte altoandina con singular dedicación se desarrolla la crianza de camélidos andinos propiciados por el ecosistema de bofedales, a pesar delas serias dificultades por la presencia de factores antrópicos y el calentamiento global. La zona Altoandina o Puna, en el lado oriental y occidental de la Cordillera del Barroso, y establecida entre los 4000 y 4600 metros sobre el nivel del mar, presenta una cubierta de pastos naturales preferidos por los camélidos

domésticos y silvestres, dominada por la familia de las gramíneas como el ichu (Stipa ichu), el iro (Fetusca orthophylla), y la chilligua (Fetusca dollichophylla). Por la altitud y la temperatura que llega a -22º en invierno, no permite la práctica de la agricultura, sólo la ganadería y otras prácticas productivas como la minería.

Dentro de la amplitud de los altiplanos también se observa manantiales, litorales de lagunas, ríos nacientes (Maule y Uchusuma) y bofedales con vegetación hidrófila que se renueva permanentemente. Estas condiciones naturales, hacen de estas áreas, favorables para la actividad ganadera, principal sustento de las poblaciones altoandinas; como es la cría de camélidos sudamericanos como la llama y la alpaca, cuya carne fresca o deshidratada (charqui) se expende en los mercados de la región. Ambas constituyen insumos importantes en la cocina tacneña, esencialmente el charqui; aunque últimamente la primera se viene cobrando importancia en la cocina nova andina. 1.3.

Zonas de vida o eco regiones

La Puna se encuentra en la zona de Huaylillas que es donde el camino se está cerca de los nevados Takora y Barroso, zona de comunidades de alpaqueros, la zona Quechua se encuentra en quebradas donde el camino conecta con Tambos incas y tambos coloniales hasta la zona de Palca valle interandino muy estrecho y luego se prolonga el camino hasta la zona Yunga en el valle del Caplina.

En síntesis, podemos señalar que estas características geográficas son las que contribuyen a la configuración agroeconómica y social y también cultural del suelo y sus pobladores. El conjunto de creencias y costumbres de los habitantes hacen referencia a una vida rural, agrícola, pecuaria, a lo largo de centurias en el devenir de su existencia. Le dan el contenido material para las referencias o imágenes de la cultura popular, el folclore y su propia cosmovisión.

II. PALCA EN LA PREGUERRA 2.1.

El censo de 1876

El Censo Nacional de población del Perú de 1876, ofrece también una idea consolidada de los volúmenes de población que por entonces tenían los pueblos y comunidades del actual distrito de Palca –creado en 1959- pero que en ese año 1876, pertenencias al antiguo distrito de Pachía. En este registro censal el distrito abarcaba a los siguientes centros poblados: Año 1876: Distrito de Pachía, provincia de Tacna Lugar Clasificación Pachía Pueblo Palca Caserío Cosapilla Caserío Pachía Caserío Miculla Caserío Ancomarca Caserío Calientes Caserío Yungani Caserío Ataspaca Caserío Palcota Caserío Challata Caserío Tacora Caserío Achocane Caserío Total población rural Total población Urbana Pachía Pueblo Total población rural Total del Distrito

Población 223 265 230 226 175 173 162 150 132 100 95 48 31 1787 223 223 1787 2010

Como puede evidenciarse, en el Censo Nacional de Población de 1876 1, Palca fue catalogada como caserío o un pequeño poblado rural. Este caserío albergaba a una población total de 265 habitantes de ambos sexos y formaba parte del distrito de Pachía, en la provincia de Tacna y departamento de Tacna. Según sexo este distrito contenía a 1113 hombres y 897 mujeres. 2.2. Arrieraje y vías de comunicación Todos los intercambios mercantiles desarrollados en la etapa de preguerra requerían de una infraestructura vial adecuada y medios de trasporte acordes con las necesidades del comercio local- regional. Los caminos eran de herradura, y las acémilas fueron el principal medio de trasporte; estas se agrupaban en recuas y piaras. La ruta principal, más trajinada 1

Dirección de Estadística. Dirección de Estadística. Censo general de habitantes del Perú. Imp. Del estado. Lima, 1878.

fue la que unía con la frontera de Bolivia. Esta vía se extendía a través de 160 kilómetros aproximadamente, a partir de la ciudad de Tacna. Una interesante y escueta descripción de los caminos de Tacna, la ofrece José María Barreto, de la forma como sigue: “Este camino (se refiere al principal) parte de Tacna y pasa por los pueblos de Calana, Pachía, Palca y La Portada. En una extensión a 30 Km. Tiene a sus costados sólo pampas y todo el resto sigue por angostas quebradas que cruzan la cordillera de los andes. En el centro de esta cordillera se divide en dos ramales: el uno en dirección a La Paz y el otro a Oruro y Corocoro. Los pasos más transitados de la cordillera que sirven de comunicación con Bolivia, son el de Guailillas (4.476m.) en el camino de la quebrada de Azapa a Bolivia. El camino de Tacna a Tarata tiene una longitud de 110 Km. Y por él transitan los indígenas de la sierra que traen a la costa: lanas, pieles, carnes saladas y quesos. El camino de Tacna a Sama tiene 45km. y por él se introduce los aguardientes y uvas de Locumba, el alcohol y los azúcares, del ingenio de Tomasiri. El camino de Tacna a Arica es de 50 Km. pero el ferrocarril que une a ambas ciudades -construida en año 1856- recorre una longitud de 63 Km., a causa de algunas curvas muy pronunciadas, que hace en el trayecto”. Otras rutas menos transitadas eran las que unían Tacna con Puno y Arequipa. El camino a Moquegua, se hizo más intenso a razón de la explotación salitrera en Iquique y Tarapacá. La vía que unía el Norte de Argentina con Arica y Tacna, permitía, entre otras cosas, el ingreso de mulas de carga. Se estimaba en 16, 000 mulas, las que se empleaban en el transporte de mercadería a los distintos centros de comercialización de la región. 810 arrieros fueron consignados en el departamento de Tacna, según el censo de 1876. En Tarata los arrieros fueron registrados en Tala, Ticaco y el propio pueblo de Tarata.” El camino a los altos de Tacna y ahí hasta Bolivia tenía el paso obligado del control aduanero de personas y mercaderías por la aduanilla de Palca establecido en 1831. Por estos años, según cálculos de la época (Bravo, 1894), el itinerario de Tacna a La Paz alcanzaba 389 Km, y sus tramos fueron:

Tramo Tacna - Calana Calana -Pachía

Km 11.2 2

Pachía – San Francisco San Francisco-Palca Palca - Portada de Huaylillas Portada -Tambo de Ancara Ancara –Uchusuma Uchusuma - Ancomarca Ancomarca – Tambo de Maure Maure - Chuyuncallani Chuyuncallani – Tambo del Abra Tambo del Abra - Santiago Santiago – San Andrés San Andrés - Nazacara Nazacara – Alto de Pojsana Pojsana - Contuyo Contuyo-Conire Conire -Viacha Viacha – La Paz Total

12.5 22.5 17.5 42.3 44 11 12.3 29 10.6 12.3 19.4 21.6 17.5 33.5 10.7 17.6 33.5 389

Por esos días la crisis monetaria nacional y local se agudizaba más aún. El diario citado, describía la situación como sigue: “… sabido es que a las causas generales que produjeron la depreciación de los billetes de Lima, se agregó en Tacna, el hecho particular de rehusarse recibir dichos billetes como moneda circulante tal como sucede en la capital de la república y demás plazas mercantiles”. Esta vez en Tacna la depreciación monetaria no era ya del 25% como ocurrió en 1875, si no que había sobrepasado el 50%. En las demás regiones del país, los estragos debieron ser mayores. El gran comercio de Tacna, en relación a la crisis de 1879, parecía una flor en el desierto; pues se mantenía en pie, gracias a la savia y los nutrientes que le reportaba el tráfico con Bolivia y Europa. Sin embargo debe registrase que en la ciudad, existían sectores fuertemente golpeados por la crisis. A estas capas se referían el artículo de fondo de la Revista del Sur del 11 de febrero del año que historiamos, titulado macizamente: “La crisis”. En él se lee: “… Hablamos de los militares, empleados, periodistas, que desde 1875 viene sufriendo la reducción casi a la mitad de su sueldo…”. Así en estas circunstancias sorprendió la guerra a Palca, a Tacna y al Perú. Una profunda crisis monetaria, fiscal, económica, campeaba en el país. La quiebra del estado civilista, el desgobierno, la creciente corrupción que corroía las instituciones estatales habían coronado un clima de conflictos y frustración nacional, que se decía “… No hay Ministro, no hay representantes, no hay ciudadanos, no hay hombres honrados, ¡Pobre Patria!”.

III. LA GUERRA EN TACNA La participación de todos los pueblos que conforman la actual región de Tacna fue constante y heroica durante el proceso de guerra por la defensa nacional. Sus suelos, por la preciada existencia de excelentes recursos para el sostenimiento de la guerra, fueron objeto de múltiples ocupaciones y exacciones por el ejército chileno. También a mediados de 1882, un movimiento prochileno llamado el “partido de la paz”, había sentado sus reales, el mismo que en Cajamarca y otros lugares del país y obedecían a Miguel Iglesias. Después de la batalla de Tarapacá, del 27 de noviembre de 1879, a pesar del triunfo nacional, el teatro de operaciones se trasladó a la zona Arica-TacnaMoquegua. Las tropas victoriosas fueron conducidas hacia Arica por el temor de un reagrupamiento del enemigo. Después de esta batalla, se produjo una irremediable crisis política en Perú y Bolivia. El presidente Hilarión Daza fue destituido por su defección y reemplazado por Eleodoro Camacho en La Paz. Y en Lima, luego de la subrepticia salida del Presidente Prado, se produjo el golpe de Estado encabezado por Nicolás de Piérola, el 23 de diciembre. Desde principios de enero de 1880, las distintas columnas guerrilleras conformadas por los más hábiles y audaces jefes del ejército del Sur, custodiaban los puntos posibles de desembarco enemigo en el litoral. El coronel Cáceres resguardaba desde Ite hasta El Conde (estación ferroviaria, en Moquegua). Por su parte, el coronel Albarracín, hacía lo propio con su escuadrón “Flanqueadores de Tacna”, desde Sama a Ite. Al joven coronel Leoncio Prado le correspondió guarecer la costa Norte de Arica, y al coronel Juan Luís Pacheco de Céspedes, en la quebrada de camarones, al sur de Arica. En estas bases de operaciones se habían establecido pequeños cuerpos militares para resistir el desembarco enemigo, sobre todo en la boca de los ríos de Sama, Locumba e Ite. El 5 de enero se produjo el Bombardeo chileno sobre Boca del río de Sama. El día anterior los chilenos castigaron a los pueblos del litoral de Ite con un cañoneo desde sus buques de reconocimiento. Un documento chileno dice sobre el ataque a la boca del rio de Sama que pasó de Ite “el mismo dia (5 de enero) la Chacabuco a Sama, i pareciendo hallarse abandonada la caleta, despachó el comandante Viel como parlamentario en un bote a su valiente

segundo don Carlos Moraga. Fué este recibido a balazos, i en castigo de tan marcada alevosía el buque chileno bombardeó sin piedad aquella pobre caleta”. Mientras ocurrían estos aprestos, el alto mando aliado, tenía conocimiento de los temerarios recorridos de reconocimiento que efectuaban los buques de guerra chilenos. A mediados de marzo de 1880, las fuerzas expedicionarias chilenas en número de 14,000 mil hombres aproximadamente ya habiánse posesionado entre Pachocha, Ilo y Alto de la Villa (Moquegua). El 22 de ese mes, un grupo de defensores peruanos sucumbió en la batalla de Los Angeles, ante la enorme superioridad numérica y logística de las fuerzas chilenas. Cuando las primeras fuerzas invasoras chilenas hicieron su presencia en suelo tacneño, la resistencia nacional brotó en diferentes puntos y se manifestó de diversas formas, entre abril y mayo de 1880. Por entonces operó una resistencia ligada el ejército aliado acantonado en el Campo de la Alianza, al mando de los coroneles Gregorio Albarracín y Leoncio Prado. Pero también actuó, paralelamente, la resistencia popular, desligada del enfrentamiento de los ejércitos, de composición social pequeño campesina, como es el caso del comandante guerrillero Daniel Hijinio Chiri, y tantos otros que la historia oficial olvidó sistemáticamente. Otras veces, ambos sectores de la resistencia nacional actuaron combinadamente contra el enemigo común, como sucedió efectivamente en el combate de Buenavista (Sama).

La batalla de Tacna fue la más grande, encarnizada, violenta, de las que protagonizaron los ejércitos regulares beligerantes en todo el proceso de guerra. Esta memorable jornada se produjo en la mañana del miércoles 26 de mayo de 1880, en las inmediaciones del cerro Intiorco, a 6 Km de la heroica ciudad de Tacna.

Producida la irremediable debacle, los jefes aliados organizaron la ineludible retirada de sus fuerzas. Los combatientes peruanos lo hicieron por el camino de Palca-Tarata, los bolivianos por la antigua vía hacia La Paz. Un parte oficial suscrito por Montero asegura que este jefe buscó organizar la resistencia con el resto de fuerzas que le quedaban en las fuerzas de Tacna, sin embargo, al final, esta acción fue considerada inconveniente por la falta de recursos.

IV. LA GUERRA EN PALCA

4.1.

EL PRIMER COMBATE DE PALCA.

Desde el instante inicial de la declaratoria de guerra por el Estado chileno, la ciudad de Tacna y los pueblos del interior reaccionaron en forma entusiasta y resuelta a favor de la Patria en peligro. Luego las corporaciones edilicias hicieron lo propio. Cuando la guerra llegó a Tacna, Palca fue escenario tanto desde sus inicios, cuando las tropas bolivianas atravesaban el valle interandino para ascender a la ciudad y luego prestar combate, y cuando después de la batalla del campo de la Alianza, fue vía obligada de la retirada de las tropas aliadas hacia La Paz. Luego de la batalla del campo de la alianza (26 de mayo de 1880), se inició la etapa de la resistencia al ejército invasor chileno. Las acciones guerrilleras se desarrollaron temporalmente durante la primera fase de la ocupación chilena en Tacna, que va del 26 de mayo de 1880 hasta mediados de 1884. Esta fase se caracteriza por ser de ocupación provisoria de los territorios cautivos y al mismo tiempo por una continua resistencia políticomilitar. Dirigían las partidas guerrilleras los coroneles Gregorio Albarracín, Leoncio Prado y el teniente coronel Juan Luis Pacheco de Céspedes. De los valles de Pocollay, Calana, Pachía y calientes, luego de la persecución practicada entre el 26 y 31 de mayo de 1880 el coronel Lagos trajo a 132 prisioneros. En San Francisco en el camino a Palca, una partida de 100 bolivianos, resistió fieramente a la expedición chilena. A inicios de julio de 1880, se encontraba la 4ta división, -que había peleado en el ala izquierda del Campo de la Alianza al mando del coronel Orozimbo Barboza – ocupando entre Calana, Pachía y Calientes, en el camino hacia Palca, Puno y La Paz. Esta División estaba compuesta de los regimientos Zapadores, Lautaro y Cazadores del Desierto. El regimiento Lautaro a cargo de la ocupación de Pachía y Palca y tenía por jefe al capitán Bernabé Chacón. Por entonces el ejército chileno al mando en Tacna del general Baquedano se encontraba ajetreado con los preparativos para ejecutar un plan de operaciones sobre Lima. Benjamín Vicuña (1884) dice que los cuerpos chilenos en Tacna estaban distribuidos más o menos así entre el invierno y primavera de 1880: “Alto de Lima. - Regimientos Buin 1.° de línea, Esmeralda i Chillan i batallón Navales. Pocollay.—Regimientos 2.° de línea, Santiago i Atacama.

Calana.—Regimientos 4.° de línea, Chacabuco i Coquimbo. Pachía.—Regimientos 3.° de línea i Lautaro. Calientes.—Regimiento Zapadores. Arica.—Parte de la artillería, regimientos Granaderos i Cazadores a caballo i Carabineros de Yungay núm. 2. Tacna.—El resto de la artillería i batallón Bulnes”. El primer combate de Palca. Es muy probable que esta sea la primera acción de la guerrilla. La protagonizaron las fuerzas del teniente coronel Juan Luis Pacheco de Céspedes y un contingente de oficiales chilenos del Regimiento Lautaro, el 16 de julio de 1880. El escenario de aquél acto primigenio fue la quebrada interandina de Palca. Luego del fuego sostenido por ambas partes, los chilenos llevaron lo peor del combate teniendo que huir hacia al cuartel de Pachía, siendo tomados prisioneros los oficiales chilenos Bernabé Chacón y Ramón Luis Álvarez, capitán y teniente, respectivamente del temible regimiento Lautaro. Estos oficiales y tropa según fuentes chilenas habrían ascendido para cazar camélidos, sin embargo por estas propias fuentes se sabe que el capitán Moisés Pedraza, quien logró escapar hacia Pachía, para alertar a los suyos, “Había notado éste que al llegar al rancho en que se albergaban, (que) un niño había salido hacia el campo; i receloso, montaba a caballo cuando fueron asaltados” (Vicuña Mackenna), lo que prueba que esta partida del Lautaro se albergó en un rancho de Palca horas o días antes. Por tanto no podían haber sido fácilmente “asaltados” en una “colación frugal” como escribe Vicuña Mackenna, sabiendo que en la zona activaban los cuerpos guerrilleros peruanos. Por tanto no se trataba, al parecer de una acción de caza, sino una de rutina y merodeo contra la guerrilla asentada entre Tarata y Palca. Conocida la noticia del ataque peruano, esa misma noche el coronel Barbosa ordenó la persecución con la caballería de su división, al mando del alférez de Granaderos Juan Valenzuela, sin resultados favorables, sino más bien confirmando que los oficiales prisioneros estaban en poder del jefe patriota Juan Luis Pacheco de Céspedes.

Esta es una hermosa lección de amor al terruño protagonizado por los hombres y mujeres y niños que cooperaron decididamente por la causa Patria, cuando las fuerzas invasoras ocuparon de facto la ciudad de Tacna y los pueblos del interior.

4.2. La segunda acción

Luego del revés sufrido por la guarnición chilena acantonada en Pachía, las fuerzas de auxilio al mando del mayor Subercauseaux, deciden ir en persecución de Pacheco de Céspedes y sus hombres. A las 12 horas del mismo día del combate de Pachía, (11 de noviembre de 1883), expedicionaron sobre Palca, 400 hombres entre infantes montados y el resto del escuadrón "Las Heras" y parte del batallón "Angeles". "Eran las 5:00 p.m. aproximadamente. Situados casi frente a frente, sostuvimos un fuego graneado de cerca de dos horas. A las 7 continué mi retirada, habiendo rechazado a toda la fuerza que me perseguía", dijo Pacheco Céspedes en un escueto reportaje que dio al diario "El Deber" de la Paz, Bolivia. La refriega resultó infructuosa y perjudicial para los chilenos porque perdieron el doble de los efectivos peruanos lo que sumó a 25 hombres más o menos.

CRL. JUAN LUIS PACHECO DE CÉSPEDES Oleo del autor Oscar Allain La Cotera. Se difunde en la pinacoteca del Centro de Estudios Histórico- Militares del Perú.

V. LA OCUPACIÓN CHILENA La ocupación inicial de Tacna y Palca discurrió luego de la debacle de la batalla del campo de la Alianza del 26 de mayo de 1880 hasta el 31 de octubre de 1884, cuando por ley del congreso de Chile se dispuso la organización de los territorios ocupados merced al tratado de Ancón. De acuerdo a ello, el país del sur se dividía en provincias, estos en departamentos y a su vez estos últimos en subdelegaciones. El nuevo departamento de Tacna, bajo la administración chilena, tenía diez subdelegaciones, denominadas: Callao, San Ramón, Mercado, Alto Lima, Pocollay, Pachía, Palca, Tarata, Sama y Calana. El Jefe Político-Militar de Tacna Eusebio Lillo, de agosto de 1880 hasta agosto de 1882, estableció los primeros mecanismos económicos, sociales, políticos y administrativos, necesarios para la futura "chilenización" planificada. En materia económica, fiscal y judicial, Lillo continuó inicialmente las disposiciones de Baquedano. Una de sus atribuciones fue nombrar a los gobernadores de los distritos y caseríos de la jurisdicción. Por ello, en febrero de 1882, invistió en el cargo de Gobernador de Palca, a don Salvador Jiménez, quien a su vez tenía atribuciones de Juez de Paz. En marzo del mismo año, decretó el uso de formularios chilenos para las transacciones mercantiles del puerto y la aduana de Arica; al tiempo que recargó los derechos de internación y almacenaje por dicho puerto, como los de la Aduanilla de Palca. Con posterioridad a la ley del 31 de octubre de 1884, se procedió por Decreto Supremo del 20 de enero de 1885 a dividir el departamento de Tacna en subdelegaciones y distritos con sus límites, nombres y números respectivos.(Pizarro y Díaz, 2010) Por su parte, también el departamento de Tacna fue subdividido en subdelegaciones y distritos con sus límites, nombres y números respectivos por Decreto Supremo del 9 de mayo de 1885. La provincia de Tacna fue dotada por las autoridades chilenas de una serie de funcionarios públicos que llevaron a cabo una importante labor que implicó la nueva administración que se ponía en marcha en esta región. El Ministerio de Justicia creó cargos como el de Notario para los departamentos de Tarapacá, Pisagua y Arica y tres plazas de procurador en el departamento de Tacna, por decreto del 9 de diciembre de 1884.(Pizarro y Díaz, 2010)

El año 1885 se continuó implementando el Poder Judicial en las provincias, creándose por decreto, una plaza de martillero para los departamentos de Tacna y Arica, con residencia en Tacna. En toda esta idea de eficiencia administrativa las autoridades chilenas enviaron a Tacna y Arica selectos ciudadanos para el buen cumplimiento de sus objetivos. Y el mayor de los objetivos fue la chilenización, el mismo que mereció muchos debates en la clase política chilena para ver la manera más correcta de llevarla a cabo. Subdelegaciones del Departamento de Tacna. La Séptima Subdelegación de Palca. Como se anotó líneas arriba por decreto supremo de 1885 se dividió el nuevo departamento de Tacna en subdelegaciones y distritos. Veamos cómo quedaron organizados políticamente las provincias y distritos de Tacna durante la ocupación chilena. Subdelegación 1a., del Callao.Comprende la parte de la ciudad de Tacna, valles y terrenos despoblados adyacentes, entre la línea del ferrocarril de Arica y Tacna, prolongada imaginariamente hacia el Norte, hasta tocar en la quebrada Honda, por el Oriente, y en el Océano Pacífico, por el Poniente; limitando al N. por dicha quebrada Honda, y al S. por la quebrada de Camuñani. Subdelegación núm. 2, de San Ramón.- Comprende la parte encerrada entre la línea del ferrocarril citada, por el Oeste, y la calle de Miller, prolongada imaginariamente hasta tocar en la quebrada Honda y la de Camuñani; por el E., las quebradas que respectivamente sirven de límite Norte y Sur a esta subdelegación. Subdelegación núm. 3, del Mercado. Se extenderá desde la línea anterior, que pasa por la calle de Miller, hasta la calle de Abtao, prolongada del mismo modo, hasta tocar en la quebrada Honda y la de Camuñani, que sirven de límite N. y S., respectivamente. Subdelegación 4a., del Alto de Lima.- Comprenderá la parte de la ciudad, valles y terrenos despoblados adyacentes, entre la línea que pasa por la calle de Abtao y otra imaginaria que toque en la parte posterior de los estanques de la ciudad, prolongada hasta la quebrada Honda y la de Camuñani, que son los límites N. y S. de esta subdelegación. Subdelegación 5a., de Pocollay.- Abrazará la parte comprendida en la línea de los estanques, por el Poniente, y por una línea imaginaria que pase por el callejón del Sauce, prolongada imaginariamente hasta tocar en la quebrada Honda y la

de Camuñani, por el Oriente, siendo dichas quebradas los términos Norte y Sur de esta subdelegación. Subdelegación 6a., de Pachía.- Comprenderá desde el límite Este de la subdelegación de Calana, hasta sus antiguos linderos. Subdelegación 7a., de Palca.- Limitará al N. por la cumbre de los cerros que la separan de la quebrada de Caplina, en la subdelegación de Pachía; al S. por la quebrada de Camuñani, a la altura de San Francisco; al E., por la frontera de la República de Bolivia; y al O., por una línea que, partiendo de San Francisco hacia el Sur, llegue hasta la quebrada de Camuñani. Abraza todos los caseríos que existen en la quebrada de Palca, Higuerani, Viñani, Cobani y Camuñani, desde las cumbres de las cadenas de Guaililla, hasta la línea de San Francisco, así como también el caserío de La Portada, y en la altiplanicie, los pueblos indígenas de Cosapilla, Tacora y Ancomarca, que ocupan el territorio que se extiende desde las cumbres de Guaililla y las fronteras de Bolivia. Se subdivide en tres distritos: Núm. 1, de Palca.- Comprende a Caplina, Atascapa, Yungani y La Portada. Núm. 2, de Pascota.- Se extenderá a Cobani, Chocan y Camuñani. Núm. 3, de Tacora.- Comprende a Cosapilla, Ancomarca y Putani. Continuaban las Subdelegación 8a., de Tarata; 9a de Sama y 10a de Calana. En este periodo se establecieron los retenes en Palca y Ataspaca; de triste recordación para los peruanos de la zona. Igualmente durante el plebiscito muchos apoyaron resueltamente al Perú y algunos malos peruanos apoyaron la causa del enemigo.

El servicio aduanero estaría radicado en la Aduanilla de Palca con dependencias de la Tesorería chilena de Tacna contaba con: a) Un teniente administrador, b) Un oficial de pluma c) Tres guardianes. Había un presupuesto para los gastos de Forraje para ocho cabalgaduras y de oficina i escritorio Los aspectos socioeconómicos A principios de 1880, las principales casas importadoras y exportadoras que operaban en el Puerto de Arica, la ciudad de Tacna y el noroeste boliviano estaban representadas por Campbell y Cía., Richter Irribery y Cía., Zizold Brieger, Farfán y Cía., Cánepa Hnos., Guillermo Hellman, Deves Freves, Buchard y Cía., Juchter y Cía., entre otros. Como es sabido en la preguerra - y mucho antes aún - estas firmas comerciales se habían especializado en el intercambio mercantil de bienes de consumo de manufactura inglesa, alemana, francesa, por productos de origen minero (cobre, estaño) y extractivo (lana de

camélidos) provenientes de Bolivia y el sur peruano. Todas estas empresas para sus intercambios utilizaban la vía de Palca para la internación de sus productos a los mercados bolivianos y viceversa. Desde tiempos coloniales se explotaba en Palca, el cobre, azufre y plata en asentamientos pequeños y medianos. Durante la ocupación chilena, habían algunas empresas dedicadas a la explotación del azufre, como la compañía chilena Espada y Donoso en el sector La Portada. Luego la empresa en 1911 se trasladó a la zona Villa Industrial cerca a la vía férrea del tren que unía Arica y La Paz. Había también en la zona, una pequeña mina de cobre, llamada "La Descubridora", de la referida Espada y Donoso. El valle andino de Palca, registraba un predominio absoluto de la pequeña propiedad campesina. Se trataba de pequeñas extensiones de terrenos comunales, correspondientes a las antiquísimas reducciones y ayllus prehispánicos. Esta propiedad agrícola, desde los inicios de la república, fue adjudicada por la legislación liberal como provenientes de “reparto”, con las leyes de 1828 y 1833. La estructura de la propiedad del valle se mantuvo también de la forma antes descrita, es decir con una obsoluta propiedad comunal, que coexistía con la propiedad privada asignada a los comuneros campesinos. La producción de los pequeños propietarios y comuneros estuvo centrada en el cultivo del maíz, papa y alfalfa para el autoconsumo y el intercambio local. En la zona altoandina de Ancomarca fue la ganadería de camélidos andinos la que se desarrolló por esos años. Para los propios investigadores chilenos de la zona ocupada en Arica y Tacna,” la repercusión más fuerte de estas medidas fue que se declararon como terrenos fiscales todas las propiedades que no estaban inscritas en los registros conservatarios chilenos. Con ello se rompió el control o régimen comunitario tradicional de los terrenos, utilizados para el uso agrícola, pastoreo y el forraje ganadero. El Estado chileno estableció arriendos por el uso de terrenos considerados anteriormente como comunitarios. “ (Diaz, y otros, 2004) De esta forma, en los registros de archivo de la subdelegación aparece una multitud de peticiones de arriendo de pastizales destinados al pastoreo, así como permisos para la extracción de leña, los cuales eran administrados anteriormente por normas comunitarias o por arreglos informales. La comunidad de Ancomarca (junto con los de Tacora y Cosapilla) formaba parte del distrito de Tacora, correspondiente a la subdelegación de Palca del departamento de Tacna. Fueron obligadas estas comunidades en dichos registros chilenos, a pesar de muchas resistencias.

En 1911 se inscribe en Tacna el dominio de un predio que correspondía al territorio de esta antigua comunidad. Hicieron esta inscripción los líderes comunales Luis Tapia, Manuel Calisaya, Pedro Querquesana, Florentino Lanchipa, Santos Alave y Florentino Cruz, por ellos y en representación de todos los propietarios y comuneros del “distrito y del pueblo de Ancomarca, correspondiente a la séptima subdelegación de Palca”, señalando las estancias que lo componen y sus deslindes generales con Bolivia por el este, con el distrito de Tacora por el oeste, con el distrito de Estique por el norte y con el “pueblo” (distrito) de Cosapilla por el sur. De acuerdo con esta inscripción, este “distrito” estaba compuesto por las estancias de Ancomarca, Palpujo, Chijlia, Puquilla, Mococomone, Challamoco, Challacagua, Colpa, Churicujo, Challajaque, Canka, Ceuka, Quilapulaca, Uchusuma, Copapujio, Calapalaque, Viluyo, Quescra, Vidrenca, Patalaca y Calanasa. En este periodo, un pequeño sector de comerciantes y arrieros constituía el grupo de poder económico local, intermediario del mercado de Tacna con Bolivia, a inicios de la ocupación chilena. Debió captar los excedentes de los productos el valle para servir en las actividades mercantiles con el exterior, es decir con Bolivia y Tacna y Arica ocupadas por Chile. La campaña plebiscitaria y el aporte de Palca En marzo de 1926, cuando la delegación plebiscitaria peruana se instaló en Arica, se inició la fase de directa hostilidad de la población chilena. En esos días, Tacna y Arica fueron escenario de constantes batallas callejeras y además de golpes, llovieron piedras, barro, orines sobre los peruanos, escribe el historiador Antonio Zapata. En medio de ese clima, los delegados norteamericanos plantearon condiciones democráticas para elaborar un padrón de votantes y desarrollar el plebiscito. “El Perú apoyó a Pershing y Chile se opuso. Por ello, poco después, el representante de los EEUU se retiró dándole la razón al Perú, en el sentido de que el plebiscito era impracticable por la actitud de Chile. “ En Palca se agregó el hecho de que la oficina de inscripción y lugar de votación del distrito era el Cuartel de Carabineros. Deba votar los ciudadanos con domicilio en pueblos y anexos de Palca, Tacora, Cosapilla, hasta los ubicados en la línea fronteriza con Bolivia. En medio de ambiente enrarecido por las bandas prochilenas, alentadas por las autoridades chilenas, hubo connacionales que se destacaron por su entrega y amor por el Perú. Muchos de ellos ofrendaron su vida por ver el retorno inmediato del suelo cautivo, otros fueron perseguidos, otros desaparecidos; en fin, tenían el alto los valores nacionales por sobre el abuso y el poder. Los hay unos nacidos

en Tarapacà, otros de Arica y también los oriundos de Tacna y Tarata; no faltaron los patriotas de Palca en estos aciagos días de difícil prueba cívica. El Informe del jefe de propaganda plebiscitaria de la delegación peruana, Gral. José Ramón Pizarro, da cuenta de los siguientes paisanos palqueños víctimas de la política de terror por parte del Estado chileno en la zona ocupada de Tacna y Arica, durante los años 1925-1926 de la campaña plebiscitaria: Denuncias ante la Comisión Plebiscitaria Feb. 25, 1926. José Yufra.- Se queja por varios crímenes cometidos por los carabineros en las montañas que rodean a Tacna, nombrando entre ellos al sargento primero. Segundo Montecinos y a los carabineros Morales y Salinas y contra la persecución de su padre, José Mariano Yufra, residente en Palca. —Asencio Cohaila Asencio Cohaila dice que el 27 de febrero que habiéndose incorporado como arriero de la Comisión de Límites hace seis meses, don Filomeno Cerda y el subdelegado de Palca le exigieron que debía entregar los títulos de las propiedades que tenía, y como se negara a ello y a votar por Chile, lo amenazaron con darle la muerte para obtener los documentos que le pedían, y ante esta amenaza se hizo chileno y entregó los seis títulos de propiedad que tenía. El que firma esta declaración lo hace con el nombre de Cuaguila, y no Cohaila. Ningún empleado de la llamada Oficina del Censo ha visto a Cohaila; y Cerda dice que es completamente falso lo que declara Cohaila. Por lo demás, los títulos de propiedad constan de escrituras públicas y de ellos se pueden sacar cuantas copias se quiera, siendo completamente inútil quitar las que tenga su dueño. —José Luis Monasterio. José Luis Monasterio dice el 10 de marzo que fué notificado el día 6 por un nativo para que concurriera a un desfile, bajo amenaza; que el lunes 8 encontrándose en compañía de dos paisanos en el camino de Pocollay, varios chilenos los atacaron por no haber ido al desfile. Monasterio, que vivía en una pequeña localidad donde todos se conocen, no puede dar el nombre de ninguno de los que lo intimidaron o pegaron; las averiguaciones hechas han comprobado que nadie se mezcló con este individuo. Jorge Basadre en su libro La historia y la vida dice que el personaje más importante en todo el proceso plebiscitario fue el pueblo tacneño y el ariqueño. Indica que una lista incompleta de la gente buena y humilde que murió en 1925 y en 1926 es la que sigue:

En Tacna: Juan Berríos Espinoza, José Carlos Guisa, Manuel Albarracín García, José Gambetta Correa y su hijita de ocho años Clara Gambetta, José Pastor Hidalgo Carrasco, Juan Carlos Lanchipa Cáceres, Pedro Rodolfo Rejas, Raúl Liendo, Alfredo Llangato, Manuel Machicado y Manuel Espinoza Cuéllar. En Pachía: Víctor Hume, en Calana: Santiago Vildoso y los hermanos Aquilino y Juan Gonzales Rejas. En Calientes: Nicolás Cornejo y José Ale Berríos. En Azufrera Aguas Calientes: Juan Vargas Barreda. En Palca. Aurelio Flores, José Melchor y Manuel Quispe, y el niño Juan Yufra. En la quebrada del Caplina: José Rosa, Juan y Mariano Lanchipa. En Villa Industrial: Mateo Luque, Humberto Colque y Eufemia Ponce. En Huanune.- Doroteo y Elisa Cárdenas, Gregorio Cache. En Paucarani: Miguel Romero e hijo. En Challaviento: Florentino Apaza. En Tarata antes del retorno de esta provincia al Perú: Silvestre López y Manuel Primero Franco. En Putre: Antonio Mollo, a consecuencia de feroces maltratos. Ya en el periodo pre-plebiscitario de 1922, se había desatado una fuerte represión contra los tacneños con consecuente muerte, los que siguen son los caídos en dicha campaña cívica: En Tacna: Pascual Davis, Pedro Quina Castañón, Juan de la Cruz Quea, Juan Espinoza Cuéllar, Julio Gil Lanchipa, Carlos Lanchipa Cáceres, Manuel Villa, Manuel Calisaya, Ángel Gil, José Manuel Carpió, Manuel Llanque, Filomena Liendo de Gandolfo, Pedro López, Pascual García, Bernardo Terán, Pedro Siles, Ambrosio Arias. En Pocollay: Miguel Reynoso, José Puente Arnao, Manuel Godínez, Miguel Soto Yufra. En Palca. Vicenta Flores, José Luis Vicente, Dámaso Vicente, Andrea Mamani, Bartolomé Cárdenas. En Caplina: José Rosa, y Juan Casimiro Lanchipa. En Uchusuma: 20 obreros cuyos nombres se ignora y cuyos cadáveres fueron arrojados a un pozo de la mina. En Maure y Mamuta Pascual Mamani, Paulino Mamani, su esposa y 6 hijos, Marcelino Flores y 2 hijas, Miguel Romero, Manuel Coaquera. En Palquilla: Manuel Lina. En Tarata: Máximo Ticona, Juan Sánchez, Pascual Mamani, Pablo Mamani, Donato Mamani, José Flores, Miguel Gonzales, Rufino Galea, Eusebio Flores, Santos Marín y Fermín Cohaila. La entrega y sacrificio de muchos tacneños por ver la patria libre de la dominación extranjera, y que constituye un claro ejemplo de integridad para las nuevas generaciones; se contrasta con la participación infausta de algunos malos peruanos como se les llamó por entonces a quienes apoyaron de manera resuelta o disimulada la causa chilena. La posteridad no los olvida, los palqueños actuales los recuerdan con nombres propios y los métodos que utilizaron contra los peruanos de Tacna.

VI. EPILOGO Junto a su pueblo, Juan Luis Pacheco de Céspedes, el valiente y pertinaz jefe guerrillero, protagonizó en Palca el último combate de la resistencia nacional, en la zona, luego de haberla iniciado en julio de 1880, en el mismo lugar, junto a los bravos y intrépidos, comandantes guerrilleros Leoncio Prado (fusilado en Huamachuco en julio de 1883) y Gregorio Albarracín (muerto en Saucini en octubre de 1882).

Las grandes epopeyas y las acciones heroicas de la guerrilla, durante la resistencia a la invasión chilena, constituyen una lección hermosa de la capacidad combativa del pueblo de Tacna en el marco general de su liberación y de su singular historia.

BIBLIOGRAFÍA AYCA, Oscar.(2000). Historia regional. Tacna, Moquegua, Puno. Policrom. Arequipa. CONTRERAS, Carlos y Marina ZULOAGA. (2014).Historia mínima del Perú. México D.F.:El Colegio de México. KLAREN, Peter. (2004).Nación y sociedad en la historia del Perú. IEP. Lima.

PORRAS, Raúl. (1926).Historia de los límites del Perú. Casa editorial Rosay. Lima. AYCA, Oscar. Cavagnaro – Choque - Panty - Hualpa - Vela y otros. Historia general de Tacna, Ministerio de Educación. Tacna, 1994 CHOQUE, Efraín. La burguesía comercial en Tacna, Pako Yunque. Editores, Tacna, 1988. ___ , El impacto de la guerra con Chile en Tacna. Ediciones Nuevo Curso, volumen I y II, Tacna, 1997 y 1998.

PANTY, Oscar (1999).Espacio y conciencia geográfica en Tacna. Tacna.

AHUMADA MORENO, Pascual. “Guerra del Pacífico”. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencia y demás publicaciones relacionadas con la Guerra del Pacífico, publicadas por la prensa de Chile, Perú y Bolivia. Este compendio, contiene documentos inéditos de importancia, para el estudio y la comprensión de este fenómeno social. Tomos VII y VIII “Imprenta y librería Americana de Federico T. Lathrop.” Valparaíso, Chile, 1890. Vicuña Mackenna, Benjamín (1884). Campaña de Lima.

ANEXOS 1. Una entrevista a Juan Luis Pacheco de Céspedes. Luis Guzmán Palomino2 (1990) en las pp. 319-324 de la Campaña de la Breña: Colección de Documentos Inéditos presenta una entrevista al intrépido

2

Luis Guzmán Palomino (1990). Campaña de la Breña: Colección de Documentos Inéditos. Lima: Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú. pp. 314-319

guerrillero cubano, coronel Juan Luis Pacheco de Céspedes, que fue publicada en el periódico EL DEBER de La Paz, Bolivia, el 27 de Noviembre de 1883: “Juan Luis Pacheco de Céspedes es un hombre de mediana estatura y enjuta, de cabellos y barba rubia, ojos de un azul muy pronunciado, presencia simpática, pero muy poco interesante. Había nacido en Bayamo, isla de Cuba, a mediados del año 1851. Militó en su país desde la edad de 16 años, en casi todas las jornadas dirigidas por el célebre general Céspedes, el desgraciado luchador por la independencia de las Antillas en 1868 y 1869. A la iniciación de la guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, entró a prestar servicios en la clase de coronel, bajo las órdenes del general peruano Buendía. Concurrió al desastre de San Francisco, libró dos refriegas de vanguardia en Camarones y Sama; se batió con bastante valor en el Alto de Tacna y posteriormente concurrió a varias escaramuzas habidas antes y después de la Toma de Arica. Guerrillero insigne y de incontrastable perseverancia, parece que no dejó descansar un solo día a las fuerzas que habían invadido el Perú. La crónica de los últimos tres años refiere hechos de audacia a cuál más admirable; así como se resiente del manejo de su autoridad en algunas comarcas y pueblos por la severidad con que la ejercitaba y los sufrimientos que ese ejercicio traía consigo a aquéllos. Pacheco de Céspedes ha llegado a esta ciudad (La Paz) el día jueves después del meridiano, en compañía de cuatro soldados. Está alojado en la habitación N° 16 del Gran Hotel. Muchos lo visitan, sea por tomarle datos verídicos sobre los últimos sucesos de Tacna, sea por conocerlo, aunque él refiere que estuvo ya otra vez en La Paz.He aquí la síntesis de su relación de campaña. Comenzamos por preguntarle cuándo había salido de su cuartel principal, qué intenciones llevaba sobre Tacna y con qué fuerzas contaba. Nos contestó: -El 8 de noviembre salí de Tarata con la intención de marchar sobre Tacna, y sorprender su guarnición en una hora conveniente, para reivindicar ea provincia en nombre del Perú. Contaba para ello con 180 hombres, de los cuales 100 eran de caballería, compuestos en su mayoría de jovencitos que apenas podían contar 17 a 18 años. Se distinguían entre ellos cuatro muchachos bolivianos, enteramente valientes. -¿Cuál es el camino que siguió usted?, ¿Cuáles los contrastes que ha sufrido y cuáles los detalles de las dos refriegas libradas con los soldados chilenos? -La noche del 8 llegué al pueblo de Estique. El día 9 salí de él a las 3 de la tarde con dirección a Tacna; dormí en esa noche en un lugar llamado Palquía. El 10 me levanté muy tarde. Anduve toda la noche, no obstante la neblina que podía burlar mi derrotero. Situado en el panteón a las 4 a. m. del día siguiente 11, preparé mis soldados para entrar a la ciudad al rayar el alba. Uno de mis observadores me informó que las fuerzas existentes en la ciudad alcanzaban el

cuádruplo de las mías, es decir que habían más de 800 hombres perfectamente armados. Entonces me retracté de la sorpresa que había concebido hacer; y enderecé mi marcha hacia el camino de Pocollay. Seguí esta vía con alguna brevedad y a las 6 menos 5 minutos rompi ya los fuegos sobre el cuartel de Pachía. Allí existían más de 200 hombres bien armados y municionados. Mis soldados abrieron a balazos las puertas del cuartel, penetraron en él muchos de ellos y pelearon heroicamente hasta las 8 y 40 a. m. en que emprendí la retirada para Palca. Los chilenos se batieron, verdad es, con valor, pero llenos de municiones y detrás de las murallas del edificio, inexpugnables por cierto para mis pocos fusileros, tanto porque el número no era competente para el caso, cuanto porque no disponían de grandes elementos. Sin embargo, hubo momentos en que no pudiendo hacer una salida fuera del cuartel, se sentían estrechados por el empuje de los míos que no tenían perdón ni tregua para todo soldado que avanzase un pie fuera de los umbrales. De esta manera, los míos han dado lugar a la resistencia de Pachía, pues si acaso les hubieran abierto campo a los enemigos para que pudiesen abandonar el cuartel y fugar, no me habría retirado tan pronto para Palca. -¿Cuánta gente perdió usted en el combate de Pachía y cuánta calcula que hayan perdido los chilenos? - De los míos quedaron veinte valientes tendidos en el campo; heridos recogí 16; perdí más de 80 mulas por la indiscreción de un subalterno que no las puso a salvo en su oportunidad. Creo que de las fuerzas del enemigo haya habido una baja de por lo menos de 70 individuos. Mis soldados tomaron, no recuerdo bien, 15 ó 20 caballos, inclusive monturas, pertenecientes a los chilenos. -Y después de este suceso, ¿qué rumbo tomó usted? -Me fuí lentamente por la quebrada de Palca. A la legua de Pachía se curaron los heridos de la manera posible; municioné con los últimos restos la tropa y seguí mi camino sin gran temor, por cierto, no obstante que bien suponía que podrían seguirme con mayores refuerzos. -¿Dónde trabó usted el segundo combate? - A poca distancia del villorrio llamado Palca. Allí apareció a las 3 p.m. la división completa de los soldados residentes en Pachía, de los Celadores de Tacna y una parte del batallón Ángeles. Probablemente, según me han asegurado, venían en número de cuatrocientos de las dos armas, haciéndome descarga sobre descarga. Pararon en una especie de otero dominante sobre una explanada que ocupaban mis soldados, divididos en dos alas desde el acto que se presentaron los chilenos a fin de responder en lo posible a sus ataques conjuntos. Eran las 5 p. m.; aproximadamente. Situados casi frente a frente, sostuvimos un fuego graneado de cerca de dos horas. A las 7 continué mi retirada, habiendo rechazado a toda la fuerza que me perseguía. -¿Qué pérdidas sufrieron sus fuerzas y las de Chile en este último hecho?

-Veintiocho hombres, por lo menos, fuera de trece o catorce que pude hacerlos recoger (tales fueron mis bajas). La refriega fue cruda y por un tiempo no pequeño para una reducida fuerza como la que comandaba. Respecto a los chilenos entiendo que sus bajas siquiera habrán ascendido al duplo de las mías, en razón de que los soldados de mi mando combatían de una manera desesperada, leónica por decirlo así. Tenían la seguridad de ser vencidos y por eso mismo se sacrificaron sin temor ni reparo alguno. -Rechazados los chilenos, ¿no lo persiguieron a usted y a sus buenos soldados? -Sé que por lo menos pensaron hacerlo; pero desde que cesaron los fuegos al anochecer del domingo 11, no he vuelto a ver un solo chileno en toda la travesía hasta esta ciudad. -Las noticias dicen que se mandó tras de sus huellas una fuerza suficiente para aprisionarlo. -Pudiera ser. La noche del 11 acampé fatigado por todo el trabajo del día, falto de recursos y ya sin municiones, en una ranchería situada a la izquierda de la quebrada de Palca. El 12 salí de ese punto después del meridiano, sin tomar la menor precaución y me dirigí por el camino público que conduce a Tarata, donde arribé al amanecer del día 13. Agrupados en el cuartel mis soldados, me requerían llenar las bajas para emprender nuevas hostilidades. Una fiebre de entusiasmo reinaba en todos. Mas, previendo un nuevo sacrificio sin éxito alguno, pues el destino esaba echado para las armas de la alianza, resolví licenciarlos y los licencié el mismo día, casi por la fuerza. Al día siguiente, 14, salí de Tarata y me vine para esta ciudad, acompañado de mis ordenanzas. -¿Cómo era el reparto de mando en sus fuerzas? -El capitán Núñez mandaba una columna de infantería; el mayor Juan Herrera mandaba otra compuesta de infantería y caballería; yo dirigía la última columna de caballería. -¿Qué oficiales se han distinguido en los dos encuentros que ha tenido usted? -Todos sin excepción alguna. Basta decir que ha muerto el oficial Iturrizaga y otros dos más que no recuerdo, cubiertos de heridas y en la mitad del campo de Pachía. -¿Cree usted hallarse satisfecho de sus escaramuzas? -Sí, bastante. He peleado hasta la última hora. Quizá he cerrado el cuadro de la guerra del Pacífico; pero lo he cerrado como se abrió: resistiendo al mayor número, provocando la justicia de Dios sobre la causa de dos pueblos desgraciados. No tengo la pretensión de símiles, mas la actitud de mis huestes en Pachía bien puede aclararse examinando la valiente protesta de sangre formulada en Calama. “

2. El parte oficial del mayor Subercaseaux sobre la segunda acción de Palca. “En cumplimiento a lo ordenado por US., salí de Pachía a las 12,30 P.M., llegando a las 4 P.M. a la entrada de Palca; ahí parte del enemigo se parapeto en un desfiladero que enfrentaba al camino, mientras otro grupo coronaba una altura; hice subir tras de estos a algunos soldados del Ángeles a cargo de los oficiales Calvo y Castro; después de media hora de fuego los dispersaron, matando a 18 soldados y dos oficiales; con el resto seguí tras de Pacheco durando la persecución, hasta las ocho de la noche, haciendo treinta y tantas bajas; durante todo el trayecto hemos batido, pues no han dejado de hacernos fuego. Como ya la caballada no daba un paso y se oscurecía, cesé la persecución, pues solo acompañaban ocho hombres al teniente Sánchez que iba a la vanguardia. Pacheco va para Tarata, pues en esa dirección lo hemos seguido siete leguas. Armamento, municiones y muchos animales han caído en nuestro poder, en este momento, 8,30 P.M., vuelvo a Palca para reponer la caballada, en donde aguardo órdenes, por si desea ocupemos a Tarata, lo que no he tratado de hacer, por tener órdenes de US. para no hacerlo. Tenemos un soldado herido; jefes, oficiales y tropa han marchado infatigables en la persecución. Pacheco completamente deshecho, con treinta a cuarenta hombres, se nos desapareció en dirección a Tarata, entrada la noche; mañana a la diana haré recoger el armamento y munición del enemigo. Se ha rescatado un soldado de la policía de Tacna que tenía Pacheco como prisionero”.