Pacto Con Los Ojos

Hay una diferencia entre la determinación de caminar en pureza y hacer un pacto con Dios para hacerlo. Aquí está cómo es

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Hay una diferencia entre la determinación de caminar en pureza y hacer un pacto con Dios para hacerlo. Aquí está cómo esa diferencia puede traer victoria sobre la tentación sexual y cambiar tu vida. Un día, durante mi tiempo de oración, llegué a Job 31:1 “Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” Orando sobre el verso durante muchos minutos, seguía diciendo, “Sí, Señor. Estoy fuertemente comprometido con la pureza. Dame este verso.” Mientras estaba diciendo sí repetidamente al Señor, Él me interrumpió gentilmente. “Tú sabes que nunca realmente lo has hecho,” me dijo. Estaba perplejo. Estaba diciendo sí a un verso sin decirlo realmente. Había resueltocaminar en pureza, pero no había llegado al nivel de pacto, como Job lo hizo. Con el pacto, Job usó una palabra martilleante. Pacto a menudo involucraba cortar animales por la mitad (Génesis 15:7-21), mostrando que un transgresor enfrentaría un destino similar. Un pacto, por lo tanto, es un voto que está solemnizado por una promesa verbal o escrita y que nunca debe ser violado – bajo pena de consecuencias. ¿Hacer un voto con relación a la sexualidad? Solo la idea era aterradora, especialmente en un área tan susceptible a la debilidad y al fracaso. Pero mientras continuaba orando sobre ello la siguiente semana, percibí que Jesús estaba extendiendo gracia hacia mí para hacer un pacto con mis ojos. Temblando, acepté Su invitación. Realmente escribí el voto, le puse fecha, di una ofrenda y pacté mis ojos solo para Jesús. Prometí nunca más permitir que mis ojos se posaran con lujuria, sobre una imagen o persona. ¡Qué momento de terror! Pero algo poderoso ocurrió. Inmediatamente entré en una dimensión de victoria sobre la tentación, que era real, medible y duradera. El pacto tomó la cruz y la sumergió a través de mi curiosidad. Después de varios años de victoria sostenida, he sido instado por el Señor para compartir esta invitación con otros. ¿Dirías sí al “Pacto con los ojos” de Job 31:1? La Biblia no nos manda a este pacto. Lo que nos manda es la absoluta pureza (Colosenses 3:5). Un pacto con los ojos es simplemente una herramienta para empoderar la pureza – pero ya que cuenta con la aprobación oficial de la Biblia, es sabio tomarlo en cuenta. La Puerta de los Ojos El ojo es la puerta principal a nuestra sexualidad. Así como la puerta en las antiguas ciudades regulaba todo el tráfico entrante y saliente, nuestros ojos determinan la naturaleza del tráfico que entra y sale de nuestro corazón. Solo cuando nuestra puerta está sellada, para las cosas que nos tientan, podemos encontrar y sostener un alto grado de pureza. Imagina una ciudad antigua en estado de sitio. El ariete dirigido a la puerta pues si esta se rompe, la ciudad caerá. Eso ilustra nuestra pelea con la tentación. Si la tentación puede tener acceso a través de nuestros ojos, las tentaciones serán atraídas a acampar en nuestra mente, y la fantasía dará a luz el pecado. Si la puerta de los ojos permanece cerrada, el enemigo queda relegado y podemos pelear con él desde un lugar de ventaja.

¿Cómo, entonces, cerramos la puerta de la tentación? Con un pacto con los ojos. Los ojos alimentan la mente, que es el motor de nuestra sexualidad (Mateo 15:19) Si los ojos son la puerta, la mente es el centro de la ciudad – el reino de la fantasía y el deseo. Una vez que la puerta se cierra y el tráfico ilícito es detenido, podemos realmente vencer en la batalla por una vida de pensamientos consagrados. Un pacto con los ojos, por lo tanto, es nuestra más poderosa herramienta en “llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” (2 Corintios 10:5) Estamos en una guerra. Como nunca antes, la transigencia es accesible, asequible y anónima, a tan solo un clic de distancia. Satanás quiere alienarnos, marginarnos, comprometernos con la oscuridad y hacernos inútiles en la guerra. Pero los tiempos violentos requieren medidas violentas. Las reglas han cambiado. Las tácticas de ayer no son suficientes en el campo de batalla de hoy. Un pacto con los ojos no es una exageración. La intensidad de la batalla lo demanda. Acelerador, Freno La victoria sobre las tentaciones sexuales requiere dos componentes vitales: el cautivante amor de Cristo y el temor puro del Señor. Imagina tu vida como un automóvil. Para ser operacional, un auto necesita tanto un acelerador como un freno. El acelerador es el amor de Cristo, el cual te impulsa hacia adelante en pureza. El freno es el temor del Señor, el cual te detiene de chocar y transigir. El más fuerte antídoto para el pecado es el amor puro y consumidor de Cristo. Cuando amas a Jesús con todo tu corazón y alma, todo lo que quieres es obedecerle. Odias el pecado pues éste obstruye el amor. El amor sabe que la única manera de ver a Dios es a través de la pureza del corazón (Mat. 5:8), así que el amor busca la consagración con celo ardiente. Si quieres ver a Dios, aprende de la vida de Job. El hombre que hizo un pacto con sus ojos fue el hombre que un día contempló a Dios cara a cara (Job 42:5). La Biblia intenta que nosotros hagamos esa conexión: El puro corazón, empoderado por un pacto con los ojos, un día verá a Dios. El amor catapulta el corazón hacia la pureza pues sabe que la pureza gana la más grande de todas las posesiones: Dios mismo. Si todo lo que tienes es un fuerte acelerador de amor, sin embargo, sin freno, eventualmente chocarás. Mantenerte fuera de toda transigencia, también demanda un fuerte sistema de frenos en el temor del Señor. Algunas veces necesitas un buen freno en seco. Algunas veces necesitas detenerte. El temor a las consecuencias del pecado no es suficiente para detenerte en el calor de la tentación. Solo hay un temor que es lo suficientemente fuerte para disuadirte en momentos de debilidad y tentación, y ese es el temor del Señor. ¿Cómo obtenemos aquellos frenos funcionales? Haciendo un pacto delante de Dios con nuestros ojos: “Prometo nunca dejar que mis ojos descansen en ello.” Con este voto, deliberadamente nos vestimos en el temor del Señor. Esto es terrible pues si transgredimos

esto, hemos roto un pacto con el Dios del universo. Jugar con la tentación ahora, es impensable. Hacemos el pacto pues deseamos el temor del Señor. Sabemos que no podemos cumplir en la fuerza de nuestra voluntad – poder. Requerirá la gracia divina a cada paso. Cuando te das cuenta que estás prometiendo algo que o puedes posiblemente cumplir en tu carne, te hará temblar a través de todo el camino. Respondiendo Objeciones Algunos se resisten a la idea de un pacto con los ojos pues piensan que ya los pactos ya no son apropiados para los creyentes del Nuevo Pacto. Los votos fueron registrados dos veces, sin embargo, en la iglesia primitiva (Hechos 18:18; 21:23). Además, si la cruz hubiera hecho que los votos no fueran bíblicos, los del matrimonio serían un error. Algunas personas piensan que Jesús prohibió los votos en Mateo 5:33-37, donde se aborda el tema de hacer juramentos. Lo que Él realmente prohibió fue la toma de juramente a las personas, no el hacer un pacto o alianza con Dios. Otros se resisten a tomar los votos por el poder de un voto para llevar a los cristianos a una más grande condenación. Ellos señalan a algunos que han hecho votos prematuros en su inmadurez espiritual y luego han terminado en un abismo de acusación pues violaron sus votos. Aquí está la pregunta: Si algunos creyentes viven bajo una montaña de acusación debido al fracaso de caminar en pureza en un nivel de propia determinación, un nivel de pacto, ¿no los enterraría completamente? Aquí está mi respuesta a esta objeción: algunos creyentes permanecen en patrones cíclicos de fracasos, pues han permanecido en la comodidad y seguridad del nivel de determinación. Tal vez, es tiempo de quemar los puentes, vender todo y comprar la gran perla de un pacto con los ojos. Si un pacto con los ojos cierra las puertas al pecado, no es una fuente de esclavitud sino de libertad. En lugar de ser contrario a la gracia, realmente libera gracia. El voto hace que la ayuda de Dios intervenga. Él responde a la gran osadía de invocar Su temor. Cuando haces un pacto con los ojos en respuesta al Espíritu Santo y en el temor del Señor, te sorprenderás en cuán deseoso es el Señor que ha estado esperando para empoderar esta clase de consagración. Sentirás Su sonrisa mientras Su gracia se apresura y te fortalece en tu habilidad para cumplir el voto. Tu voto te dará el temor – y el poder del Espíritu Santo te emocionará. Es para los Hombres – y las Mujeres Los hombres se activan sexualmente a través de la puerta de los ojos. Dios los hizo de esta manera, pero entonces el pecado lo arruinó todo. Ahora, ellos son susceptibles a la lujuria y tentación. Es por esto que los hombres deberían hacer un pacto con sus ojos. El pacto cierra la puerta de los ojos, lo cual significa que la tentación no puede siquiera llegar a primera base. Con imágenes tentadoras regaladas en la parte exterior del castillo, los

hombres pueden participar en la gloriosa búsqueda de llevar cada pensamiento a la obediencia a Cristo. Podría sorprenderte escuchar que las mujeres también son activadas principalmente a través de la puerta de los ojos. He sabido por muchas, que este es el caso. Las mujeres me han dicho que sus ojos tienen mucho que ver con comparaciones. A menudo se comparan a sí mismas con los atractivos de otras mujeres. Los ojos ven lo que otras mujeres o varones tienen, los datos se transfieren de los ojos a la mente y una vez allí, se convierten en celos, fantasías y sueños despiertos. Es por esto que las mujeres también deberían considerar hacer un pacto con sus ojos. Muchas de las industrias de belleza de hoy en día son alimentadas por el miedo a envejecer. Una mujer puede estar tan distraída por su envejecimiento físico que pierde la perspectiva de la verdadera belleza que Cristo ha estado desarrollando en ella durante años. La gloria de Cristo queda eclipsada por lo que dice el espejo. Lo que entra puede desencadenar todo tipo de tráfico interno, tanto en los hombres como en las mujeres. Cuando la puerta se cierra y los ojos están puestos directamente en el Señor Jesús, las cosas que alimentan las fantasías, envidias, lujuria y tentación, no tienen punto de partida. Ahora, el enemigo está afuera del castillo y la lucha por una vida de pensamientos consagrados puede ser peleada desde un lugar de ventaja. Modelo de Pacto Si escoges hacer un pacto con los ojos, considera hacerlo por un período de tiempo específico. (Algunos votos en la Biblia fueron con una duración limitada. Ve, por ejemplo, aquellos registrados en Números 6) Comienza tal vez con un día, y evalúa cómo experimentas la gracia de Dios por ese día. Luego, una semana. Luego un mes. Cuando hayas disfrutado de hacer un pacto por un año, puede que estés listo para un voto por el resto de tu vida. Escribe tu pacto, de manera que aborde tus propias luchas específicas. El siguiente ejemplo puede darte algunas ideas: Padre Celestial, para las próximas 24 horas, hago un pacto delante de Ti, con mis ojos. Prometo nunca dejar que mis ojos se posen sobre una mujer o un hombre, con lujuria o para comparar. Cuando inesperadamente, encuentre a una persona o una imagen seductora, daré la vuelta, apagaré o me alejaré. Por favor, recuérdame continuamente este pacto, y concédeme la gracia de guardarlo. Conociendo la debilidad de mmi cuerpo y la grandeza de Tu poder, me rindo a Tu misericordia y fortaleza. Amén. Levantando una Nueva Generación Permíteme terminar contándote una historia y ofreciendo una palabra de esperanza. Viajaba a una iglesia cierto fin de semana, acompañado de un joven de unos 20 años. Éramos un equipo ministerial – yo era el orador, y él el líder de adoración.

Cuando estábamos viajando, me dijo, “Me gustaría contarte acerca de la oración que hago cada mañana.” Necesito explicar que su oración está basada en las palabras de Cristo: “Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.” (Apocalipsis 2:16) Jesús mandó a la iglesia en Pérgamo varias cosas, pero los reprendió por enseñar doctrina que llevaba a la gente a inmoralidad sexual. Jesús los llamó al arrepentimiento, advirtiéndoles que si no lo hacían, él “pelearía contra ellos con la espada de Su boca.” Me cuesta imaginar algo más aterrador que tener a Jesús ¡Peleando en contra mía con la espada de Su boca! Un día, esa misma espada, matará, sin ayuda de nadie, todo el ejército del anticristo, que reúne asambleas en contra de Jesús (Apocalipsis 19:21). Es esta espada, la que mi joven amigo tenía en mente cuando me contó acerca de su diaria oración. Él dijo que comenzaba cada día con esta oración: “Señor Jesús, si hago algo con mis ojos hoy, para violar el pacto que he hecho contigo, te invito a pelear en contra mía con la espada de Tu boca. pero si honro mi pacto contigo y te complazco con las cosas que veo hoy, te pido que derrames tu gracia sobre mí, que me bendigas, y abras las puertas a mi favor, que ningún hombre pueda cerrarlas.” Cuando me dijo esto, solo me quedé mirándolo. Invocar la espada de la boca de Jesús – era increíble. Pensé, “¿Quién eres tú?” ¿Qué clase de joven haría esta clase de oración? Te diré qué clase: Hay una generación que surge en estos últimos días que está fervientemente buscando la consagración. Mientras el mundo se va de cabeza a la oscuridad, esta generación se está levantando con una lealtad inquebrantable al Cordero. Están haciendo pactos con sus ojos. Son una generación de Apocalipsis 14:4, quienes “no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va.” Su consagración los pone en una proximidad asombrosa al Cordero. El mundo todavía tiene que verlos. ¿Serás parte de esta generación? Vía: Charisma Magazine

Bob Sorge tiene su base ministerial en Kansas City, Mo., donde él y su esposa, Marci, están en International House of Prayer. Él es autor de 21 libros, incluyendo Secretos del Lugar Secreto y Un Pacto con Mis Ojos, del cual se adaptó este artículo.