Ordenacion de Obispo

RITUAL DE ORDENACION ESPISCOPAL Mons. William Ernesto Iraheta Rivera Obispos Ordenantes Mons. Rodrigo Orlando Cabrera M

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RITUAL DE ORDENACION ESPISCOPAL Mons. William Ernesto Iraheta Rivera

Obispos Ordenantes Mons. Rodrigo Orlando Cabrera Mons. Léon Kalenga Mons. Jose Luis Escobar Alas

Docere Evangelium in Laetitia (Enseñar el Evangelio con Alegría)

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LITURGIA DE LA PALABRA Ritos iniciales Procesión

retorno. Refulge, Emanuel, tu corona primer peregrino a la casa, al padre de misericordia, nos abres las puertas del alba, nos abres las puertas del alba. Te alaba Señor todo el orbe a ti toda gloria y el canto, la patria revive tus dones Dios Santo amor, Santo, Santo, Dios Santo amor Santo, Santo. Mientras tanto, el obispo recién ordenado, acompañado de los consagrantes, recorre la iglesia, bendiciendo a todos. Alocución del ordenado Bendición final y despedida

que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

El diacono: Podéis ir en paz. Todos: Demos gracias a dios. Dada la bendición, todos, procesionalmente, vuelve a la sacristía.

Lecturas. 1ª Lectura del libro del profeta Jeremías 1,1-10 Las palabras de Jeremías, hijo de Jelcias, de los sacerdotes residentes en Anatot, territorio de Benjamín. Recibió palabras del Señor durante el reinado de Josías hijo de Amón, en Judá, el año trece de su reinado, y también en tiempos de Joaquín, hijo de Josías, hasta el final del año once del reinado en Judá de Sedecías, hijo de Josías; hasta la deportación de Jerusalén en el mes quinto. El Señor me dirigió la palabra: antes de formarte en el vientre te elegí, antes de salir del sino materno te consagre y te 2

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RITO DE CONCLUSION. Himno “Señor, Dios eterno”. 1. te honran en coro los ángeles, te adoran profetas y apóstoles, te besan el mar y los mártires, son tuyos abismos y soles. Origen de todo principio, Dios Padre, de amor, Rey eterno, poder Creador infinito, hogar al final del sendero, hogar al final del sendero. Te alaba Señor todo el orbe a ti toda gloria y el canto la patria revive tu dones Dios Santo amor, Santo, Santo, Dios Santo amor, Santo, Santo.

nombre profeta de los paganos, Yo repuse: ¡Ay, Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho. El Señor me contestó: - No digas que eres un muchacho: que a donde yo te envíe, iras; lo que yo te mande lo dirás. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte oráculo del Señor. El Señor extendió la mano me tocó la boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, destruir y demoler, edificar y plantar. Palabra de Dios Salmo (cantado)

4. caminas la tierra en los pobres, los miras en todos los rostros, tu cuerpo es pan en la noche preparas la paz y el

2ª lectura De la primera carta a los Corintios 12,12-26 Como el cuerpo, que siendo uno, tiene muchos miembros, y los miembros, siendo muchos, forman un solo cuerpo, así también Cristo. Todos nosotros, judíos o griegos, esclavos o libres, nos hemos bautizado en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo, y hemos bebido un solo Espíritu. El cuerpo no está compuesto de un miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: como no soy mano, no pertenezco al cuerpo, no por ello dejaría de pertenecer al cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿cómo oiría? Dios ha dispuesto los miembros en el cuerpo, cada uno como ha querido. Si todo fuera un solo miembro, ¿Dónde estaría el cuerpo? Ahora bien, los miembros son muchos, el cuerpo es uno. No puede el ojo decir a la mano: note necesito; ni la cabeza a los pies: no los necesito. Más aun, los miembros del cuerpo que se consideran más débiles son indispensables, y a los que consideramos menos nobles los rodeamos de más honor. Las partes menos presentables las tratamos con más decencia; ya que las otras no los necesitan. Dios organizo el cuerpo dando más honor al que menos valía, de modo que no hubiera división

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2. Palabra del gozo sin tiempo, hermano al nacer de María, Pastor que rescata muriendo Jesús manantial de la vida. Abrazo entre el Padre y el Hijo Espíritu Santo de encuentro fervor de la sangre de Cristo, ternura paloma de fuego, ternura en paloma de fuego. Te alaba Señor todo el orbe a ti toda gloria y el canto, la patria revive tus dones Dios Santo amor, Santo, Santo, Dios Santo, Santo. 3. Hermosa la hizo tu gracia ciudad sobre el monte, tu Iglesia, a pueblos naciones y razas su joven entraña congrega. Estas Jesucristo viniendo en toda obra justa del hombre es don y combate tu reino perdón y verdad son sus torres. Te alaba Señor todo el orbe a ti toda gloria y el canto, la patria revive tus dones Dios Santo amor, Santo, Santo.

en el cuerpo y todos los miembros se interesaran por igual unos por otros. Si un miembro sufre, sufren con él todos los miembros; si un miembro es honrado, se alegran con todos miembros. Palabra de Dios Evangelio Lectura del Santo Evangelio según san Marcos 3,13-19

Rito de la comunión. Antífona de comunión Jn 17, 17-18

Padre santo, santifícalos en la verdad. Así pues como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo dice el Señor.

Subió a la montaña, fue llamando a los que él quiso y se fueron con él. Nombró a doce (a quienes llamó apóstoles) para que convivieran con él y para enviarlos a predicar con poder para expulsar demonios. Nombró pues, a los Doce: a Simón lo llamó Pedro; a Santiago de Zebedeo y a su hermano Juan, a quienes llamó Boanerges –que significa hijos del trueno-; Andrés y Felipe; Bartolomé y Mateo; Tomas, Santiago de Alfeo y Tadeo; Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que también le traicionó. Palabra del Señor ORDENACIÓN DEL OBISPO Invocación al Espíritu Santo Después del evangelio, se inicia la ordenación del obispo. Estando todos de pie se canta el himno Veni, Creator Spiritus, u otro canto adecuado, según las costumbres del lugar.

1. Ven Espíritu Santo Creador, Ven a visitar nuestro corazón. Y llena con tu gracia viva y eficaz, nuestras almas que tú creaste por amor. 2. Tú a quien llaman el consolador. Don de Dios, altísimo y Señor. Eres vertiente viva, fuego que es amor. Don de los dones del padre, el Dispensador. 4

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C2 Te pedimos, Padre, que esta Victima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Cuando preside la concelebración de la liturgia eucarística el Obispo ordenado en su propia diócesis. (Uno de los Obispos ordenantes- no el principal- es el Concelebrante dos)

Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa Francisco, a nuestro hermano William Ernesto, que ha sido ordenado hoy pastor de esta Iglesia de Santiago de María, a mí, indigno siervo tuyo, al Orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. A tiende los deseos y suplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. + A nuestros hermanos difuntos Y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria,

3. Tú Dios que plenamente te nos das, dedo de la mano paternal. Eres tú la promesa que el Padre nos dio. Tu palabra enriquece hoy nuestro cantar. 4. Los sentidos tendrás que iluminar, nuestro corazón enamorar y nuestros cuerpo frente a toda tentación. Con tu fuerza constante habrás de reafirmar. 5. Lejos al opresor aparata ya. Tu paz danos pronto sin tardar. Y siendo nuestra guía, nuestro conductor, evitemos así cualquier error o mal. 6. Danos a nuestro Padre conocer. A Jesús, al Hijo comprende. Y a ti Dios que procedes de su mutuo amor. Te creamos con sólida y ardiente fe. 7. Alabamos al Padre, nuestro Dios, a su Hijo que resucitó, también al Espíritu Consolador. Por los siglos y siglos. Amén. El que preside y los obispos consagrantes se acercan a las sedes preparadas para la ordenación del elegido, y se sientan, con la mitra puesta. El elegido es acompañado por los presbíteros asistentes hasta la sede del presidente, a quien hace una reverencia.

CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Presentación del elegido Uno de los presbíteros se dirige al que preside con estas palabras: Reverendísimo Padre, la Iglesia de Santiago de María pide que ordenes de obispo al presbítero William Ernesto Iraheta Rivera El presidente le pregunta: ¿Tenéis el mandato apostólico? El presbítero le responde: Lo tenemos.

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Juntas las manos.Ç

Por Cristo, Señor nuestro, Por quien concedes al mundo todos los bienes. DOXOLOGIA Y CONCLUSION DE LA PLEGARIA. Toma la patena, con el pan consagrado, y el cáliz y sosteniéndolos elevados, dice:

El presidente: Ten la bondad de leerlo.

CP Éste es el Misterio de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando:

Lectura del mandato apostólico

Anunciamos tu muerte, Proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Entonces, estando todos sentados, se lee el mandato. Una vez leído, todos manifiestan su aceptación, diciendo:

Después el sacerdote con las manos extendidas dice:

Te damos gracias, Señor. Homilía Examen Después de esta alocución, el que preside pregunta al elegido, de pie ante él, diciendo:

Una antigua disposición de los santos Padres estableces que quien ha sido elegido para el Orden episcopal sea previamente examinado, ante el pueblo, sobre su fe y sobre su futuro ministerio. Por tanto, amado hermano, ¿quieres consagrarte hasta la muerte al ministerio episcopal que hemos heredado de los apóstoles y que, por la imposición de nuestras manos, te va a ser confiado con la gracia del Espíritu Santo? El elegido responde: Sí, quiero. El presidente: ¿Quieres predicar fielmente y sin desfallecer el Evangelio de Cristo? El elegido: Sí, quiero. El presidente: ¿Quieres conservar íntegro y puro el depósito de la fe, tal como fue recibido de los apóstoles y conservado en la Iglesia siempre y en todo lugar? 6

CC Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Victima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. C1 Que Él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, (san N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda. 15

Juntas las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:

Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión. Luego dice una de las siguientes formulas:

El elegido. Sí, quiero. El presidente: ¿Quieres edificar la Iglesia, cuerpo de Cristo, y permanecer en su unidad con el orden de los obispos, bajo la autoridad del sucesor de Pedro? El elegido: Sí, quiero. El presidente: ¿Quieres obedecer fielmente al sucesor de Pedro? El elegido: Sí, quiero. El presidente: ¿Quieres cuidar del pueblo santo de Dios y dirigirlo por el camino de la salvación con amor de padre, ayudado de tus presbíteros y diáconos? El elegido: Sí, quiero. El presidente: ¿Serás siempre bondadoso y comprensivo con los pobres, con los inmigrantes y con todos los necesitados? El elegido: Si, lo seré. El presidente: ¿Cómo buen pastor, buscaras las ovejas dispersas y las conducirás al rebaño del Señor? El elegido: Si, lo haré El presidente: ¿Perseveras en la oración a Dios Padre todopoderoso y ejercerás el sumo sacerdocio con toda fidelidad? El elegido: Sí, quiero hacerlo, con la ayuda de Dios.

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De manera que se conviertan en el Cuerpo y + sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Juntas las manos.

que nos mandó celebrar estos misterios. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor deben pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza.

Por Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomo pan, y dando gracias te bendijo lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: se inclina un poco.

“Tomad y comed todos de él, Porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes”. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión. Después prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

“Tomen y beban todos de él, Porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía.”

El presidente: Dios, que comenzó en ti esta obra buena, el mismo la lleve a término. Letanías de los santos Luego, todos se levantan; el que preside, sin mitra y con las manos juntas, exhorta al pueblo, diciendo:

Oremos hermanos, para que Dios de todo poder y bondad derrame sobre este elegido la abundancia de su gracia, para bien de toda la Iglesia. El diacono dice: Pongamos de rodillas. E, inmediatamente, el que preside y los demás obispos consagrantes se arrodillan ante sus sedes; también los demás se arrodillan.

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

El elegido se postra. Los cantores inician las letanías, a las cuales se pueden añadir otros nombres de santos… Acabadas las letanías, el que preside (si está arrodillado, se pone de pie), con las manos extendidas, dice:

Escucha, Señor, nuestra oración, infunde sobre este siervo tuyo la plenitud de la gracia sacerdotal, y descienda sobre él la fuerza de tu bendición. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen. El diacono dice: Podéis levantaros. Y todos se ponen de pie. El elegido se pone de pie. 8

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:

CP Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus creaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas:

CC Por eso, Padre, te suplicamos Que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, 13

el primer puesto entre los obispos concelebrantes. Pero si la ordenación no ha sido hecho en la cátedra, el presidente lleva al ordenado hasta la catedra propia (o al lugar preparado para él) acompañados por los obispos consagrantes.

El que preside y los obispos consagrantes se colocan ante sus sedes, vueltos hacia el pueblo. El elegido se acerca al presidente y se arrodillan ante él.

Imposición de las manos Abrazo de paz.

El que preside impone las manos sobre la cabeza del elegido, sin decir nada. Otro tanto hacen luego los demás obispos.

Po último el ordenado deja el báculo y recibe del presidente y de todos los obispos el abrazo de paz.

LITURGIA EUCARISTICA

Imposición del libro de los evangelios En seguida, el que preside impone, abierto, el libro de los evangelios sobre la cabeza del elegido; dos diáconos, a la derecha y la izquierda del elegido, sostienen el libro de los evangelios sobre la cabeza del elegido, hasta que termine la oración consecratoria.

Oración consecratoria Entonces el presidente, con las manos extendidas, dice la oración consecratoria:

PREFACIO II V. El Señor esté con ustedes. R. Y con su espíritu V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es Justo y necesario. E

Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, tu habitas en el cielo, pero contemplas con amor a los hombres y te inclinas a ellos con mirada bondadosa; tú has fijado las normas de la Iglesia: por la Palabra de tu gracia. Elegiste, desde el principio, un pueblo santo, descendiente de Abraham, y le diste reyes y sacerdotes para mantener el culto en tu santuario, porque, desde el principio, quisiste ser glorificado por tus elegidos. Todos los obispos consagrantes dicen, con las manos juntas, esta parte de la oración:

INFUNDE AHORA SOBRE ESTE SIERVO TUYO QUE HAS ELEGIDO LA FUERZA QUE DE TI PROCEDE: EL ESPIRITU DE SOBERANIA QUE DISTE A TU AMADO HIJO JESUCRISTO, Y ÉL, A SU VEZ, COMUNICO A LOS SANTOS APOSTOLES, QUIEENES ESTA12

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BLECIERON LA IGLESIA POR DIVERSOS LUGARES, COMO SANTUARIO TUYO, PARA GLORIA Y ALABANZA INCESANTE DE TU NOMBRE. El presidente prosigue solo: Padre, conocedor de los corazones, concede a este siervo tuyo, que has elegido para el episcopado, que apaciente tu pueblo santo; ejerza ante ti, sin reprensión, el sumo sacerdocio, sirviéndote día y noche; y vuelva apacible tu rostro, al ofrecerte los dones de tu santa Iglesia. Que, en virtud del Espíritu del sumo sacerdocio, tenga el poder de perdonar los pecados, según tu mandamiento. Que distribuya los ministerios de la Iglesia, conforme a tu voluntad; desate todo vínculo, en virtud del poder que diste a los apóstoles. Te agrade por su mansedumbre y pureza de su corazón, y te ofrezca el sacrificio agradable, por medio de tu Hijo Jesucristo, por quien recibes la gloria, el poder y el honor, con el Espíritu Santo, en la Iglesia, ahora y por los siglos de los siglos. R/ Amén. Acabada la oración consecratoria, los diáconos quitan el libro de los evangelios que tenían sobre la cabeza del ordenado, y uno de ellos lo conserva hasta que le sea entregado al nuevo obispo. El que preside y los obispos consagrantes, con la mitra puesta, se sientan.

Unción de la cabeza con el santo crisma El presidente recibe el gremial y unge con el santo crisma la cabeza del ordenado, que permanece arrodillado ante él, diciendo:

Después, el presidente se lava las manos. Entrega del libro de los evangelios El que preside entrega al ordenado el libro de los evangelios, diciendo:

Recibe el Evangelio y anuncia la palabra de Dios con sabiduría y perseverancia. Luego el diacono lleva el libro de los Evangelios a su sitio. Entrega del anillo El que preside coloca el anillo en el dedo anular de la mano derecha del ordenado, diciendo:

Recibe este anillo, signo de fidelidad, y permanece fiel a la Iglesia, esposa santa de Dios. Imposición de la mitra Después, el que preside impone, la mitra al ordenado, diciendo:

Recibe la mitra, brille en ti el resplandor de la santidad, para que, cuando aparezca el príncipe de los pastores, merezcas recibir la corona de gloria que no se marchita. Entrega del báculo Y finalmente, entrega el báculo pastoral al ordenado, diciendo:

Recibe el báculo, signo de tu oficio pastoral, y cuida de toda tu grey, porque el Espíritu Santo te ha constituido obispo, para que apacientes la Iglesia de Dios. Entronización en la cátedra propia

Dios, quien te ha hecho participe del sumo sacerdocio de Cristo, derrame sobre ti el bálsamo de la unción y, con su bendición, haga fecundo tu ministerio.

Todos se ponen de pie. Si la ordenación se ha hecho en la catedra, el que preside invita al obispo que ha sido ordenado en su iglesia propia, para que se siente en la catedra propia; entonces el que preside se sienta a la derecha del ordenado. Pero si el obispo ha sido ordenado fuera de su iglesia propia, es invitado por el presidente para que ocupe

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