No Tengo Tiempo Para Servir Maestro

Iglesia Alianza Cristiana y Misionera del Callao SEMINARIO ALTERNATIVO “NO TENGO TIEMPO PARA SERVIR” Propósito General

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Iglesia Alianza Cristiana y Misionera del Callao

SEMINARIO ALTERNATIVO “NO TENGO TIEMPO PARA SERVIR”

Propósito General: De aliento y/o consagración. Propósito Especifico: Animar y desafiar a los miembros o creyentes en general que sirvan al Señor, involucrándose en algún ministerio de la iglesia. INTRODUCCION “Soy una persona muy ocupada por eso no puedo servirle a Dios”, esa es la frase que muchos hemos escuchado en algún momento. Hay muchas personas que creen que por ser ocupadas no pueden servirle al Señor. Pero, ¿Será que una persona ocupada no pueda servirle al Señor? Mt.20:1-16 nos sugiere que hay muchos que están ocupados en las tareas del mundo y en lo temporal pero hay muchos que están desocupados en la obra de Dios. Reflexionemos en algunas causas aparentes, la mayordomía de nuestro tiempo y las bendiciones que se experimentan al servirle. I. LAS CAUSAS DE NO TENER TIEMPO PARA SEVIR. 1. Puedes mantenerte ocupado por tu trabajo. Pedro y Andrés discípulos de Jesús: “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron”. (Mateo 14:18-20) ¿Qué hacían estos dos hermanos?, Echaban la red en el mar, porque eran pescadores, ¿Estaban desocupados? Definitivamente NO, eran trabajadores, es mas, en el momento de su llamado estaban trabajando, entonces ¿Será que Dios llama a ocupados?, juzga tu mismo, leyendo esta historia bíblica. ¿Quiénes llegaron a ser estos dos?, llegaron a ser grandes hombres que compartieron el evangelio en muchas partes del mundo hasta entonces conocido. Pedro fue uno sobresaliente, y podemos leer de sus historias en el libro de los Hechos, así como también escribió epístolas que ahora podemos leer.

¿Qué hubiera pasado si estos dos hubieran puesto de excusa que eran personas muy ocupadas y que por eso no le podían seguir?, definitivamente se hubieran perdido de las bendiciones que hoy conocemos por medio de ellos. 2. Puedes mantenerte ocupado por la codicia. Nadie puede negar la creciente influencia materialista aun en la iglesia del Señor. Mateo 6 es un clásico comentario acerca de

este

problema. La gente se mantiene ocupada, y muy ocupada porque tienen de cabeza sus prioridades y nunca están satisfechos con nada siempre buscando las posesiones, posición

y

seguridad…en este mundo. Como resultado de querer ganar más, para tener más, están ocupados todo el día convirtiéndose

en

su prioridad…aun sobre su relación con Dios. 3. Puedes mantenerte ocupado porque te preocupa más agradar a los hombres que a Dios. Muchos nunca aprenden a decir “no”, lo cual es importante para mantener las prioridades de Dios para nosotros. Si nosotros no planificamos nuestros horarios y decidimos lo que debemos o no hacer, otros lo harán por nosotros. Hechos 6:1-7 nos lo ilustra claramente; cuando se vieron confrontados con la necesidad de la gente, ellos enfocaron este problema estableciendo sus prioridades de acuerdo a los principios bíblicos. Ellos dijeron, “No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas”. En lugar de añadir este trabajo a sus presentes responsabilidades, delegaron la tarea a otros. Las prioridades o responsabilidades bíblicas deben determinar nuestras actividades y no los deseos o aun las necesidades de otros. ¿Por qué crees que Dios no te llevó al cielo después de ser salvo? No fue para vivir para ti mismo, sino para Dios, para Sus propósitos, Sus planes, Su misión; y en el camino usarte y bendecirte para Su gloria!

4. Puedes mantenerte ocupado para cubrir tu flojera. Correr de un lado para otro en diferentes actividades es una manera de evitar, a veces, las responsabilidades más importantes o difíciles. Algunos prefieren estar ocupados con toda clase de cosas justificando su falta de tiempo para orar, leer la Palabra de Dios y para involucrarse en el servicio a su Señor. Hay una pronta disposición para hacer muchas cosas pero hay flojera para orar y estudiar la Palabra de Dios, y si no hay oración ni Palabra de Dios en nuestras vidas, mucho menos querremos involucrarnos en el servicio a Cristo.

II. LA MAYORDOMIA DEL TIEMPO PARA SERVIR. 1. Dios es el dueño de todo nuestro tiempo. Vivimos en un mundo a ritmo acelerado. Siempre estamos ocupados con muchas cosas y actividades, y quizás muchas de ellas no cobran mayor significado. Muchos de nosotros ya ni siquiera tienen tiempo para Dios, otros incluyen a Dios cuando les conviene, o quizás le damos a Dios nuestras “sobras” de nuestro tiempo. No estamos hablando que ocasionalmente no hacemos nuestros devocionales sino nos referimos a un estilo de vida de no darle tiempo a Dios. Pero debemos recordar y reconocer que Dios es soberano del tiempo, él está en control del tiempo, él es el dueño de nuestro tiempo, cada minuto y las 24 horas del día. “No sabemos lo que traerá el mañana” (Santiago 4:14) y “nuestros tiempos están en las manos de Dios” (Salmo 31:15). Recordemos que el tiempo no es nuestro, por ello, démosle tiempo al verdadero dueño de nuestro tiempo. 2. Dios da sabiduría para administrar el tiempo. Así como es sabio hacer un presupuesto con nuestros recursos financieros, es sabio presupuestar el uso de nuestro tiempo. Aunque la Palabra de Dios no nos pide, específicamente, diezmar nuestro tiempo, nuestro Señor sí nos manda que lo pongamos primero en todas las cosas (Mt. 6:31-33). Darle un porcentaje de nuestro tiempo nos permite darle a Dios la prioridad y seguridad de cumplir con nuestro servicio a El. 3. Dios nos da tiempo para servirle. A cada uno de nosotros se nos ha dado suficiente tiempo para lograr los propósitos de Dios en nuestras vidas. Las Escrituras nos exhorta a invertir nuestro tiempo sabiamente, recordándonos que es Dios quien determina la cantidad de tiempo que estaremos aquí en la tierra (Ef. 5:15-16). Hacia el final de su vida Moisés oró, “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría” (Sal. 90:12). El tiempo es nuestro activo o recurso más valioso, pero sin la perspectiva apropiada, lo usaremos neciamente o lo desperdiciaremos. Nuestro uso del tiempo reflejará nuestras prioridades (Mt. 6:19-21, 34).

III. LA BENDICION DE TENER TIEMPO PARA SERVIR. Pero Dios sigue saliendo a la plaza a seguir buscando a más obreros para su viña, para su obra. A cada uno los bendecirá. 1. Tener tiempo para servir nos hace grandes para Cristo. Mt.20:25-27 El mundo define la grandeza en términos de poder, posesiones, prestigio y posesión. Nuestra cultura tiene la mentalidad de primero yo, y segundo yo, y tercero yo. Sin embargo, Jesús midió la grandeza en términos de servicio y no de status social. Dios determina tu grandeza por las personas a las que sirves, no por las personas que están a tu servicio. “…el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor”. A veces en las iglesias, todo el mundo quiere dirigir, y nadie quiere ser siervo o servidor. Dios quiere un corazón de siervo. ¿Cómo puedes saber si tienes un corazón de siervo? Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis…” (Mt.7:16). Podemos decir lo que ellos son por lo que hacen.¡ “! Tu no eres lo que deber ser, hasta que hagas lo que debes hacer!” Si eres – ¡sirve a tu Señor!

2. Tener tiempo para servir nos hace imitadores de Cristo. Mt.20:28 cp. Mr.10:45 Tu costaste muy caro, la Biblia nos recuerda que fuimos “comprados con un precio” muy alto - la propia vida de Jesús!. Marcos 10:45 dice “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Por eso, no servimos a Dios por miedo, por culpa o por obligación, sino por amor, y profunda gratitud por lo que ha hecho por nosotros. A El debemos nuestras vidas. Gracias a Su salvación nuestro pasado ha sido perdonado, nuestro presente tiene significado, y nuestro futuro está asegurado. Por eso Pablo pudo decir en Romanos 12:1 “Les ruego por todas esas misericordias de Dios, que ofrezcan sus cuerpos como sacrificio vivo, que ofrezcan y dediquen sus vidas al servicio de Dios, que es vuestro culto racional” – servir, es lo más inteligente que puede hacer el creyente!

3. Tener tiempo para servir revela nuestro amor a Cristo. Mt. 27:57-61 Si hasta este punto José de Arimatea había sido un discípulo secreto de Jesús, ahora él, valientemente fue a Pilato para pedirle permiso para enterrar a su Señor, aun arriesgando su vida provocando a los judíos en cómo un miembro del Sanedrín se declaraba, públicamente, a favor del “Crucificado”. En un sentido, José se enterró económicamente, socialmente y religiosamente cuando

enterró el cuerpo de Jesús. Este acto lo separó para siempre de la clase dirigente…que “mató” al Señor Jesús. A José no le preocupó perder su posición, perder sus bienes, lo que otros pudieran decir e incluso hacer contra su vida…porque ahora él sabía que Jesús era su Señor y Salvador, y por amor a él, le serviría cueste lo que cueste. 4. Tener tiempo para servir revela nuestra libertad en Cristo. Ga. 5:13-14 Uno de los problemas que trató Pablo en la iglesia de Galacia es que un grupo de hermanos volvía al legalismo y la teología de “obras”, con lo que era más cómodo para ellos. El otro grupo tenía un concepto distorsionado de la gracia y adoptaron la actitud de estar libre de toda obligación moral y civil. Para reconciliar estas diferencias, Pablo buscó que ponerlos en la perspectiva apropiada. A los que querían regresar al legalismo, los animó a aceptar el don de la gracia para sus vidas y a los que usaban la gracia como licencia moral, los animó a entender que la libertad demanda responsabilidad. Pablo escribió que la libertad debe expresarse en una forma de servicio. Por tanto, usted debe expresar su libertad a través del servicio y cumplir la ley amando a su prójimo. El resultado de la verdadera libertad es poder servir unos a otros, y no quedarse atrapado en los beneficios personales por ser creyente mientras se ignora al resto de los hermanos. ¿Cuánto más seguirás poniendo de excusa tu corto tiempo?, ¿Tu trabajo?, ¿Tu familia?, ¿Qué otra excusa más pondrás para decir que no tienes tiempo para servir?

CONCLUSION Es hora que nos levantemos como un pueblo SERVIDOR que sin poner excusas de tiempo, nos decidamos a SERVIR y AGRADAR A DIOS. Verás que al decidirte a servir al Señor experimentarás de enormes bendiciones que están destinadas a aquellos que hacen su voluntad. Dios llama a ocupados, ¿Estás dispuesto a aceptar su llamado? “Y si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quien habéis de servir;… pero yo y mi casa serviremos al Señor” Josué 24:15 BLA