Niveles de Conciencia Por Dora Kunz 050312[1]

LOS NIVELES DE CONCIENCIA Es cierto que la conciencia no es un tema fácil, aun así, su importancia radica en que si car

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LOS NIVELES DE CONCIENCIA

Es cierto que la conciencia no es un tema fácil, aun así, su importancia radica en que si careciésemos de ella no seriamos seres humanos. Raras veces nos percatamos de que la conciencia es lo que nos permite reconocernos los unos a los otros, dándonos la capacidad de interactuar, de pensar, de percatarnos de diferentes eventos, de entenderlos y de interpretarlos a nuestra manera. He tenido una vida muy larga y en ella he podido intercambiar ideas sobre la Conciencia con muchas personas, así que he tenido la oportunidad de pensar profundamente sobre la Conciencia humana. Dentro de cada uno de nosotros hay varios niveles de conciencia por medio de los cuales vivimos y consolidamos nuestro ser. Si los juntamos, estos distintos niveles se desarrollan a partir de la niñez en adelante y construyen nuestra personalidad individual. Estos niveles de conciencia son: el ser interno, la conciencia que radica en cuerpo físico, el campo energético emocional, el campo energético mental, el campo energético intuitivo y la conciencia unitiva o inspiradora. Son diferentes aunque están entrelazados, y a todos puede acceder el ser interno. Como yo los percibo, son comunes en todas las personas aunque solo están completamente despiertos en unos cuantos. Es muy importante reconocer que el cerebro humano es el medio por el cual interpretamos estos niveles de conciencia. Todos pasan a través del cerebro y lo afectan en el momento en que la conciencia es transmitida al nivel físico. El cerebro es un instrumento muy sensible al espectro de la expresión humana. Sin él, no podríamos distinguir o razonar, y no podríamos interpretar nuestros pensamientos y sentimientos. Aunque todos estos niveles de conciencia nos pertenecen en su totalidad, hay partes de ellos que rara vez usamos en el transcurso de nuestras vidas. Sin embargo, es posible

aumentar nuestro nivel de conciencia al percatarnos de su existencia y también mediante la meditación.

LA IDEA DEL SER INTERNO Cada ser humano tiene un ser interno, una conciencia, tanto en los niveles más elevados como en los más profundos. Es la constante imperecedera, el fondo continuo de la conciencia de todos en uno. Al nacer un bebe tiene, o es, un ser interno, el cual es la fuerza constructora central del cuerpo físico. Es la conciencia que también se extiende y va mas allá de la muerte del cuerpo físico y que a menudo se le ha llamado alma. Hay tantos conceptos diferentes que se le han atribuido al termino “alma” con el paso del tiempo, sin embargo, a mi me gusta pensar en ella como el “ser interno”, un término neutral. El ser interno –nuestro verdadero ser- siempre es un centro de paz y silencio. Cuando tenemos destellos de intuición o de percepción interior en periodos críticos de nuestra vida, nos acercamos al ser interno. Pero es mediante la meditación, más que con cualquier otra actividad realizada por el ser humano, que logramos llegar lo más cerca posible a nuestro ser verdadero.

CONCIENCIA DEL CUERPO FISICO El cuerpo físico es el aspecto más material de nuestro ser interno, aun así el posee un cierto nivel de conciencia en sí mismo. También tiene vitalidad, cuya importancia usualmente reconocemos solo cuando estamos completamente fatigados. Esta vitalidad- la cual yo llamo el cuerpo vital o el campo de energía vital- es un reflejo del orden del cuerpo físico y del ser interno. Todos estamos familiarizados con la coordinación y los ritmos diferentes de nuestro cuerpo físico. Nuestro corazón late a un ritmo particular, nuestros pulmones respiran a un ritmo un tanto diferente, y así sucede con las diversas funciones de nuestro cuerpo. El cuerpo físico también

crece y se desarrolla de acuerdo a su propia escala temporal. Es la máquina del tiempo más compleja que conocemos, y aun así usualmente no nos percatamos de su elaborada complejidad. Lo que es único en las diversas funciones del cuerpo físico es que juntas conforman un maravilloso y ordenado sistema. Aunque los órganos funcionan en ritmos diferentes, el cuerpo como un todo funciona como una unidad. La forma intrincada en que los diversos órganos se coordinan y trabajan juntos cuando están saludables me indican que el cuerpo físico tiene una conciencia en sí mismo. Esa conciencia sigue operativa a pesar de la enfermedad y la debilidad. Aun cuando medicamos, tratamos y ayudamos al cuerpo a sanar, esto lo hacemos suponiendo que este orden subyacente ayudará a restaurar la salud.

Básicamente, la conciencia del cuerpo es la información que llega a través del cerebro, particularmente la información relacionada a la memoria. El cerebro interpreta la información que recibe y de esta forma moldea nuestra conducta. Nuestras interpretaciones son únicas: dos o tres personas puede que tengan la misma experiencia, pero la reacción de cada individuo puede ser diferente. Muchas de las personas que vemos como pacientes tienen una manera de usar su cerebro y de pensar deficiente o de bajo rendimiento. Al estar limitados de esta forma usualmente interpretan erróneamente las cosas que escuchan y ven.

El cuerpo físico está sujeto a sufrir de varias enfermedades y disfunciones pero en general se alinea con ciertas leyes universales. La ley más fundamental es que todo ser viviente se adhiere a un patrón de nacimientovida-muerte. Nada con vida escapa a esto. Este es un hecho simple, que usualmente olvidamos, especialmente en las profesiones que conciernen a la salud. Un bebe llega al mundo con un cuerpo físico que ya está condicionado por un ciclo natural de nacimiento, vida y muerte. En realidad, hay tanta

miseria en este mundo debido al hecho de que sencillamente no aceptamos que hay un final así como un nacimiento para cada vida individual. Pienso que deberíamos aceptarlo, ya que será significativo en la manera en que llevemos nuestras vidas.

EL CAMPO DE ENERGIA EMOCIONAL Junto al físico, uno puede decir que existe un nivel emocional de conciencia, un campo de energía emocional. Las energías sutiles del nivel de conciencia emocional o “cuerpo del sentir” son diferentes de las energías más densas del cuerpo físico, pero ambas se afectan mutuamente. A nivel emocional hay un tipo de conciencia de las reacciones energéticas del mismo cuerpo. Y nuestros sentimientos, sin que nos demos cuenta, afectan la vitalidad de nuestro cuerpo físico. Hoy día incluso la medicina alopática acepta que nuestras emociones tienen un impacto sobre nuestra salud física. Imagina que estas enojado; el campo emocional envía energía hacia abajo, hacia el cuerpo físico, específicamente a las hormonas. La ciencia está de acuerdo en que esto afectaría la bioquímica del cuerpo. Sin embargo, esto también invade la energía de vida – llamada prana en Sanscrito – alrededor de cada órgano. Ciertas partes de nuestro cuerpo son más sensibles y reciben más de este intercambio que otras partes, y estos son los órganos y sistemas que son vulnerables a las enfermedades psicosomáticas. El nivel emocional de conciencia tiene un poder enorme. Todos estamos estrechamente conectados. Además de nuestras experiencias comunes, de unos y otros, tenemos sentimientos sobre nuestras propias experiencias. Cuando expresamos nuestros sentimientos, estamos enviando energía. Si sientes ira, por ejemplo, tú mismo sabes que estás sintiendo mucha energía, y que con frecuencia proyectas ese tipo de energía hacia los demás. Si te sientes en paz, la energía se siente más integrada. También absorbemos las energías emocionales y físicas de otros cada día que nos encontramos con otras personas en las actividades de la vida cotidiana. Cuando sientes amor u odio – dos de las emociones más vinculantes en la vida – le llegas a la otra

persona directamente, ya sea en una relación de amor o de odio, esta energía va directo de ti a la otra persona. Somos capaces de enviar energías afectivas los unos a los otros a través de un campo universal de energía emocional o campo psico-dinámico, del cual se deriva la sustancia esencial y la composición del campo emocional local de cada individuo. Cuando enviamos emociones a otros, también afectamos al campo universal, el cual tiene el potencial de afectar las emociones de toda la humanidad. Sin entrar en detalles que son extremadamente complejos, uno podría decir que esta es la razón por la que, cuando miles de personas están sintiendo la misma emoción en particular, esto tiene un efecto tremendo sobre el mundo. Un ejemplo obvio es la atmosfera especial que permea los días en los que ocurren eventos especiales o festivos tales como La Navidad. Por lo tanto, es importante pensar no solo en el efecto que nuestras emociones tienen para nosotros mismos, sino también las reacciones en cadena que estas puedan generar.

EL CAMPO DE ENERGÍA MENTAL Penetrando entre nuestra mente y nuestras emociones se encuentra otro nivel de conciencia, el campo energético mental. Nuestro pensamiento tiene un efecto poderoso sobre nuestra salud física, sobre nuestras emociones y sobre cómo nos vemos a nosotros mismos. La energía del pensamiento tiene la habilidad de considerar cualquier emoción que se esté sintiendo y evaluarla en función de una serie de valores morales o normas aceptadas de conducta. Cuando sientes ira, por ejemplo, tal vez quieras hacer algo violento. La parte impulsiva de ti quiere que lo lleves a la acción pero tu proceso de pensamiento quiere refrenar ese impulso y decide, “Eso no es lo correcto y debo parar”. En otras palabras, piensas sobre las consecuencias de tus emociones y consideras controlarlas, así que estas usando ambas energías, las de tu campo emocional y la de tu campo mental, o tus pensamientos.

El nivel de tus pensamientos está estrechamente relacionado a esta interacción emocional-mental. Hay dos tipos de pensamientos: uno está estrechamente ligado a tus emociones; el otro es un tipo de pensamiento más abstracto que esta como divorciado del campo emocional. Alrededor de un” individuo pensante” se expande un tipo diferente de energía. Aquí, la relación no concierne a los seres humanos, sino a las ideas. Siempre hay claroscuros, donde nuestras emociones se verán continuamente afectadas, pero nunca tan poderosamente como nuestras acciones físicas. Pienso en las matemáticas como un nivel de pensamiento puro, porque muy pocas personas se sienten emocionales en torno a las matemáticas. Cuando la gente hace matemáticas, están usando un sentido distinto al sentimiento. El matemático puede tener la capacidad de ver solo sus pensamientos – lo que se ha dado a llamar su campo conceptual – durante el tiempo en que está pensando ideas o problemas abstractos de matemáticas. Entonces, la conexión con el campo conceptual es a través de su cerebro y no está muy asociada a sus sentimientos, ya que no guarda relación con factores emocionales. De manera similar, este nivel de pensamiento claro se activa cuando estudias filosofía y deduces sus conceptos subyacentes. Pensamientos estables, claros, bien definidos y poderosos afectan el campo conceptual universal, el cual a su vez puede influenciar a muchas personas, ya estén lejanas o cercanas. Esto puede observarse en varios incidentes que han sido reportados en los últimos años por mucha gente en diferentes partes del mundo – a menudo investigadores y matemáticos – los cuales piensan las mismas ideas o llegan a conclusiones similares aproximadamente al mismo tiempo, aunque nunca se hayan conocido o hayan tenido comunicación consiente.

EL CAMPO DE ENERGÍA INTUITIVA Hay otro nivel de conciencia que concierne al pensamiento creativo. Literalmente nos abrimos a las ideas, y tenemos destellos de intuición. Yo lo llamo un campo de energía intuitiva. ¿Y qué significa eso? Todos nosotros hemos tenido la experiencia de reflexionar sobre algo difícil de comprender y después de un rato de repente tenemos una percepción interna, un “insight”, acompañado de un sentimiento: “¡esto es correcto!” Llegamos a una solución y a la certeza de que es la respuesta adecuada al problema. Este tipo de percepción viene de un nivel más elevado de conciencia que el de los sentimientos o el de los pensamientos. El término “intuición” no llega a explicar en su totalidad la complejidad de este nivel de conciencia. Para comprenderlo en la perspectiva adecuada, debemos ver al ser interno. Si recibimos una percepción, se debe en parte a que nos hemos acercado al ser interno. La Conciencia de nuestro ser interno de hecho está bloqueada por nuestras preocupaciones cotidianas, por las mil y un cosas que ocupan nuestra mente. La intuición sucede cuando la energía del ser interior atraviesa ese bloqueo para llegar hasta nosotros en el nivel de la personalidad. La dinámica de la intuición es difícil de comprender porque sucede instantáneamente. La energía, como el relámpago, baja en un destello a través de los niveles de conciencia, dejando a su paso una sensación de quietud que permanece en nosotros por un tiempo. Cuando la intuición llega, no la ponemos en duda, sentimos que es verdad, y resuelve cualquier problema sobre el que estemos cavilando sin importar cuán complejo sea. Esta habilidad es más pronunciada en algunas personas que en otras y no depende de los sentimientos emocionales. Muchas personas de vocaciones distintas están abocadas por completo a lo que hacen, y también tienen una habilidad singular para la interpretación intuitiva. Se puede observar claramente en personas inspiradas como los artistas o los filósofos que se han abierto a los destellos de la intuición.

He hablado con muchos científicos que me han dicho que a veces han trabajado por años sin poder resolver un problema. Ya desesperados, ponen de lado su trabajo en el problema y se dedican a otros intereses. Luego – usualmente en un momento tranquilo cuando están consigo mismos, haciendo algo simple, relajado y repetitivo, como ir de paseo, una caminata agradable – pueden de repente tener una percepción sobre el problema que trae la repuesta que estaban buscando. Este es un ejemplo clásico de cómo funciona la intuición. Desde mi punto de vista, pienso que esto sucede cuando hay un momento de unión con el ser interno. Viene de un nivel que yo llamo unidad. Comenzamos a hacer uso de este nivel de conciencia cuando meditamos. Con la meditación, podemos lograr un súbito sentido de unidad entre todos nuestros niveles de conciencia. Además de la meditación, algunas personas son capaces de aumentar su habilidad de ser intuitivos con la práctica comprometida de la concentración o mediante la respiración, usando aspiraciones sostenidas. Los Chakras – los centros de conciencia de los que hablaremos después – pueden incrementar su resplandor. Al hacerlo, con frecuencia pueden darnos una sensación de futuro, de urgencia. Como resultado, a veces recibimos una percepción interna completamente nueva, una nueva definición, o una nueva descripción de cómo funcionan las cosas. Si los chakras trabajan juntos de manera coordinada, cada vez nos llegan más de estos destellos de intuición. Es importante destacar que hay una clara diferencia entre la intuición verdadera y la fantasía. La intuición vine como un destello de percepción interna. Su concreción – de la respuesta a un problema, por ejemplo – es completa. La fantasía esta fundamentalmente basada en los patrones de la mente en tanto que la persona se conecte con ella en el día a día y aplique estos valores a su realidad. La intuición ocurre con mayor frecuencia después de que una persona ha pensado profundamente sobre un problema. El ejercicio intenso de la capacidad mental forja una unión entre el cerebro y el ser interno. La información proviene de una dimensión o perspectiva distinta,

y de repente, la persona llega a una comprensión total, así el problema inicial haya sido simple o complejo. El ser interno de alguna manera se conecta con nuestra capacidad mental y se hace traducir (ya que debe presentarse a sí mismo en un lenguaje que tenga sentido para la personalidad) como un mensaje completo cargado de significado para el individuo. Además, uno también percibe un sentido del tiempo de una manera totalmente distinta, y esto le da a uno una perspectiva diferente. La diferencia final entre intuición y fantasía es esa “certeza definitiva” que acompaña a la percepción intuitiva. Debido a esto, cuando un destello de intuición se presenta y se actúa de acuerdo a el, la vida de la gente usualmente cambia. Si malinterpretas la intuición, está bien; con el tiempo aprenderás a discernir entre la verdadera intuición y la fantasía y eso te dará mayor libertad para vivir el tipo de vida que quieras vivir.

LA PERSPECTIVA UNITARIA Más allá de los niveles físico, emocional, mental e intuitivo, hay un nivel de conciencia que percibe desde el punto de vista de la unidad y el orden. Este punto de vista unificado del universo es el nivel de conciencia más alto o el más profundo. Aunque puede no ser usado por algunos, este nivel esta en todos nosotros. Podemos – al menos intelectualmente y a veces emocionalmente- experimentar una sensación de unidad con todos los seres vivos. Cuando las personas meditan, comienzan a tocar o a actuar sobre ese nivel de conciencia. Usualmente pensamos que todas las cosas están separadas, pero a través de la meditación – o cuando sencillamente acallamos o apagamos nuestro sentido de personalidad- con frecuencia podemos atisbar a una sensación de unidad con todo. Estas condiciones ayudan a traer esa sensación profunda de paz tan característica al hacernos consientes de nuestro ser interno. Cuando perdemos nuestro sentido de la personalidad, accedemos al sentido de la unidad. A veces la gente lo siente

solo por un momento, y unos pocos que están profunda e intensamente dedicados lo sienten buena parte del tiempo. Muchas personas tienen sentimientos religiosos fuertes que dominan su manera de pensar. Tienen un sentido de unidad religiosa con Dios, un sentido de conciencia expandida, una devoción a un principio mucho más grande que ellos mismos. Ellos también tienen destellos de un nivel del ser interno en el cual el sentido de la unidad predomina, y en ocasiones son receptivos a intuiciones acerca del futuro. Hay muy pocas personas que siempre, en todo momento, tienen este sentido de unidad, un altruismo de espíritu, sabiduría, y una intuición activa, y están comprometidos a servir a la humanidad. Ellos tienen un sentido del ser interno que refleja tranquilidad y paz en sus vidas cotidianas, e irradian este sentido a otros. A pesar de que estos niveles de conciencia son innatos en todos, usualmente no están desarrollados, así que esta gente es muy contada. No tienen lo que podríamos llamar una noción habitual de sí mismos. Se expresan impersonalmente y tratan de trasmitir la sabiduría que han obtenido a otras personas. Yo pienso que los grandes profesores del mundo han tenido esta habilidad, porque tienen una comprensión profunda de la unidad inherente a toda la Naturaleza. También este nivel de conciencia contempla el tiempo de manera distinta. No es un tiempo lineal: los segundos, minutos y horas que dominan nuestras vidas todos los días. Decir esto puede no tener mucho significado para la mayoría de la gente, pero aun así es verdad. Normalmente nuestros pensamientos y emociones están ocupados con nuestra vida diaria pero cuando conectamos con el ser interno y este sentido del tiempo tan distinto, con mucha frecuencia tenemos corazonadas sobre el futuro y sobre “que deberíamos hacer”. Desde allí también contamos con un amplio espectro de experiencias que nos llevan un paso mas allá, pero son filtradas a través del cerebro e interpretadas a través de la personalidad individual de cada quien. No podemos pasar por alto la importancia del cerebro en las interacciones entre nuestros diversos niveles de conciencia. Nos une al

mundo físico; de otra forma no podríamos entender o interpretar nuestras experiencias. Aun cuando hay niveles de conciencia muy cercanos al ser interno, en realidad la mayoría de las veces tan solo experimentamos reflejos de ellos, ya que nuestro cerebro no interpreta bien niveles más elevados de conciencia, y nuestras emociones, las cuales pueden bloquear estos reflejos, tampoco están bien controladas. Al meditar con un grupo comprometido, de personas de mentalidades compatibles, uno puede sentir con frecuencia una sensación, el sentir de la unidad. Esto le da a uno una noción de paz, que es compartida por los otros miembros del grupo también, y esto refuerza el sentido de la unidad. Aun cuando aquellos involucrados en un grupo de meditación no se conocen los unos a los otros, pueden sentir con frecuencia una unión fuerte entre ellos. El propósito de la meditación es el de expandir nuestra conciencia, y el de poco a poco darse cuenta de que hay muchas fuerzas espirituales en nuestro mundo. Este conocimiento se filtra a través de varios niveles de conciencia en la medida en que nuestro ser interno es activado por nuestras experiencias cotidianas. La meditación no es la única forma; también podemos percatarnos de la existencia de estos niveles de conciencia mediante la oración, por ejemplo. Algunas personas son profundamente religiosas y sienten la misma inspiración. Muchas de estas experiencias son iguales, pero las interpretaciones individuales pueden diferir basadas en cómo se ha criado la gente y en cómo han sido condicionados por los hechos de la vida. Pero la sensación es la misma, y en realidad no hay mucha diferencia. A excepción de los lenguajes y las palabras . Extracto del libro “The Spiritual Dimension of Therapeutic Touch” de Dora Kunz con Dolores Krieger, Ph.D.,R.N., Bear & Company, Rochester, Vermont, 2004. Pgs. 16-24. Traducido por: Gustavo León

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LA AUTORA

Dora Kunz Dora van Gelder nació en un campo Holandés llamado Tjeweng, a cinco kilómetros al sur de la ciudad de Djombang en la Antillas Holandesas Orientales (Indonesia). Siempre ha sostenido que desde niña interactuaba con seres etéreos, actividad psíquica que decía ignorar que fuese poco usual. A los 11 años se mudó a Mosman, un suburbio de Sydney (Australia) bajo la tutela del entonces clérigo C.W. Leadbeater, quien le ayudó a refinar sus habilidades psíquicas. A través de Leadbeater conoce a su futuro esposo, Fritz Kunz, con quien se casaría en 1927 a los 22 años, y con quien se mudaría luego a Estados Unidos para fundar el primer campo teosófico en ese país en la Isla Orcas, en Washington. Dora se dedicó a la búsqueda de nuevos métodos de curación y en 1972 desarrollo junto a la Dra. Dolores Krieger, una profesora de enfermería de la Universidad de Nueva York, el método del Toque Terapéutico (Therapeutic Touch o TT) el cual es conocido por aumentar la curación, la relajación y por aplacar el dolor. Kunz, filantrópicamente, aplicó sus habilidades psíquicas en ayudar a los médicos en casos complicados, especialmente ayudando en los diagnósticos gracias a su habilidad de anticiparse a la evolución de una patología al ver el aura de los pacientes. Ella reporto la existencia de centros energéticos en el cuerpo humano, llamados charkras, los cuales cambian de color de acuerdo a las diversas patologías de las glándulas endocrinas. Fue conocida

por su habilidad de poder predecir una enfermedad tan pronto como 18 meses antes de su manifestación en el cuerpo físico. En 1975, Kunz aceptó el cargo de presidenta de La Sociedad Teosófica de América. En 1977 publico su libro “El Mundo Real de la Hadas” basado en un manuscrito acerca de sus experiencias de la niñez. Ella dice que toda su vida ha estado en contacto con los espíritus de la naturaleza, llamados Devas. Kunz dice que los Devas están íntimamente ligados a la energía vital, transmitiendo fuerza para preservar y sanar al Planeta. Sostiene que mientras mas personas se comprometan con causas ambientales, mayor será la comunicación entre los seres humanos y los Devas. En 1987, tras 12 años en la presidencia de la Sociedad Teosófica de América, se retiro para dar charlas y escribir.

Hada y Grifón Gustave Moreau (s.XIX)