Nº6 Capítulo 42

Nº6 Capítulo 42 (tomo 9, capítulo 4): fuera, vete vela breve. “El mañana y el mañana y el mañana avanzan a pequeños pas

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Nº6 Capítulo 42 (tomo 9, capítulo 4): fuera, vete vela breve.

“El mañana y el mañana y el mañana avanzan a pequeños pasos, de día en día hacia la última sílaba del tiempo recordable; y todos nuestros ayeres han alumbrado a los locos el camino hacia el polvo de la muerte…” - Shakespeare, Hamlet(1). Sólo una vez, oyó pasos acercarse. Alguien estaba intentando subir las escaleras corriendo. Pero los pasos se detuvieron junto a un disparo, un grito y alguien desplomándose por ellas. No tenía que ver lo que había pasado. Las mismas escaleras, por las que Shion había s ubido como si volara hacía unos momentos, probablemente estuvieran salpicadas con la sangre de alguien. No sólo las escaleras. El suelo, la entrada y el consultorio probablemente olieran a sangre y estuvieran llenos de objetos tirados en una escena horrible. Tal vez hubiera uno o dos cuerpos tumbados en el suelo. ¿Qué ha pasado con el doctor? ¿Qué había sido del hombre que había salvado la vida de Nezumi? - “No te muevas”- Nezumi le sujetó el brazo- “No te muevas todavía.” Shion, Inukahi y Rikiga contuvieron sus respiraciones mientras se tensaban como si esas palabras les estuvieran obligando. Incluso los perros estaban tumbados sobre el suelo, inmóviles como rocas, salvo por los gruñidos suaves que lanzaban a los pasos. Un minutos, dos minutos, tres minutos… - “¡Libertad para Nº6! ¡Libertad para todos nosotros!”- un grito ronco y agudo resonó, su género era indescifrable. Justo después, voces de enfado y el sonido de palizas fuertes sonaron a través de la ventana. Es lo mismo. Shion cerró el puño. La palma de su mano estaba húmeda con sudor. Era lo mismo… no había diferencia de la cacería en el Bloque Oeste. La crueldad que había visto bajo el grueso cielo nublado estaba teniendo lugar justo allí. A hurtadillas dentro de las paredes, abiertamente fuera de ellas… esa era la única diferencia. El sudor le escocía en los cortes incontables en la palma de su mano y palpitaron suavemente. El sudor bajó por su mejilla y le entró en la boca. En Nº6, solía sentirse atrapado y asfixiado, como si le obligaran a vestir ropas que no le quedaban bien. Pero hasta que Nezumi le salvó y empezó a vivir en el Bloque Oeste, nunca había tenido muchas dificultades tratando con esas dudas vagas y sentimientos de asfixia. No hasta que le dieron la oportunidad de mirar a Nº6 desde fuera. De hecho, se había sentido cómodo con la limpieza de Nº6 y la abundancia del estilo de vida. Era cierto. Le había devorado su comodidad y la había dado por sentada. Por aquel entonces, la existencia de la Oficina de Seguridad rara vez se le pasaba por la cabeza. Nunca tenía que hacerlo, los días continuaban pasando. Superficialmente, el tiempo pasaba pacíficamente sin ningún incidente. ¿Cuándo empezó todo? Shion estaba pedaleando en su bicicleta a lo largo del parque después de su cambio. Se le permitía montar en bici por el parque, mientras no superase el límite de velocidad. Pero el

atardecer de la primavera era tan hermoso que Shion sintió que dando un paseo pudiera asimilarlo. El cielo estaba dividido en rosa oscuro, rojo y carmín. La corriente de nubes tapaba el sol, sus bordes brillaban en dorado. La fragancia dulce de las flores se mezclaba con la esencia refrescante de las hojas nuevas, envolviendo a los transeúntes- “Ah, el final de otro día.” - “Era maravilloso, ¿verdad?” - “Tal y como dicen, en el mundo todo está bien. ¿Parar rematarlo, qué te parece una comida muy apetitosa y un vino de calidad?” - “Oh, espléndido. Suena genial.” Pudo oír una conversación alegre de un hombre joven y una mujer joven… ¿eran amantes, marido y mujer o buenos amigos? Tienen razón. Es la tarde perfecta para disfrutar con un vino y una buena comida en compañía de alguien cercano, pensó Shion, sintiendo un tipo de cansancio cómodo y hambre. En el mundo todo está bien. Ni Shion, ni el hombre o la mujer tenían la menor idea sobre lo que les acechaban las profundidades de ese día. La mayoría de la gente tampoco lo sabía. No era por esa tarde primaveral de ensueño. A través de los días de verano, las mañanas con aguanieve, los atardeceres de otoño, nunca se habían dado cuenta. La mayoría de los ciudadanos no estaban ni preocupados, ni interesados en la Oficina de Seguridad. Probablemente no tuvieran ni idea de que enseñarían los dientes con crueldad ante la más ligera voz de protesta de los ciudadanos. Pensaban en la Oficina de seguridad como en una organización que mantenía y protegía su seguridad- una organización para las personas- ¿no lo eran? Y todos creían en esa cláusula… Nº6 existe para sus ciudadanos. Existe para asegurar una vida plena y cómoda a sus ciudadanos. Ante todo, nadie debe permitir que amenacen la seguridad, las actividades y la vida de sus ciudadanos de ninguna forma. Creían que la ciudad se aceptaría con esa cláusula de su propia Constitución. La gente confiaba en la ciudad, dejaba todo en sus manos e involuntariamente, permitían que les arrastraran con su flujo. Y ese era el resultado. El sudor le escocía en las heridas. La mano de Nezumi todavía estaba agarrando el brazo de Shion. Si este fuera el resultado, entonces Nezumi… ¿dónde nos hemos equivocado? ¿Sabes la respuesta? No… soy el único que necesita saber la respuesta, no tú. Nací como ciudadano de Nº6, coseché todos sus beneficios y viví sin ninguna preocupación del exterior o del interior. Soy el único que debe buscar y comprender la respuesta, como cambio por haber elegido siempre el la comodidad que me brindaba el camino con menor resistencia, en vez de luchar contra corriente.

Mía y de nadie más. O si no, al final acabaré con el mismo resultado. - “Entonces, no venían a por nosotros”- Shion sintió que Inukashi movía la nariz en la oscuridad- “Tenía asumido que… el médico había dado el chivatazo a la Ofici na. Parece que no ha sido así” - “No, realmente no ha sido.” Traidores. Eso era lo que habían dicho los funcionarios de la Oficina. El objetivo de su operación encubierta no había sido Shion, pero sí los demás… el médico y Yoming. Inukashi volvió a mover su nariz- “Nezumi… ¿estamos a salvo ahora?” - “Espera. Todavía es muy pronto.” - “Tsk, tan paranoico como siempre.” Un minuto, dos minutos, tres minutos… - “Eh, Nezumi.” - “No te apresures. Pero… debería estar bien por ahora. No encendáis las luces. Dejadlas apagadas y moveos silenciosamente.” Nezumi entreabrió la puerta suavemente y silbó suavemente. Hamlet sacó la cabeza del bolsillo de Shion, bajó al suelo y salió rápidamente a través de la apertura. En seguida, un chillido alegre les saludó. Chip chip, chit… chit… chit. Chip chip, chit… chit… chit. - “Bien, vamos abajo. Evitad el ascensor, sólo por si acaso”- Nezumi se envolvió rápidamente la tela de superfibra alrededor de sí mismo y se deslizó al pasillo. - “¿Qué demonios era eso?”- Shion vio a Rikiga boquiabierto gracias a la luz que se colaba del pasillo- “¿No estaba inconsciente justo ahora? ¿O también estaba actuando? ¿Interpretando la parte del príncipe en su lecho de muerte?” Inukashi se encogió de hombros. - “Él no es un príncipe. Es un animal. Como una bestia salvaje. No hay forma de que pueda dormir de cara a un peligro venidero. Sintió a los tipos de la Oficina de Seguridad antes de que mi nariz pudiera oleros, maldita sea. Me jode bastante.” - “Ya veo. Ahora tengo una mejor idea de cómo Eve ha podido sobrevivir hasta llegar aquí. Con instintos tan afilados como esos, y con esa cautela, además…” - “¿Enamorándote de nuevo, viejo?” - “Sólo confirmo que mi concepto sobre él no tenga ni una pizca de bondad.” Los humanos, los perros y los ratones se deslizaron bajando las escaleras con cautela, paso a paso. Había un charco de sangre en hueco de la escalera. En la base estaba el dueño de esa sangre, un hombre de unos cuarenta o cincuenta años tumbado sobre su es palda.

El piso inferior estaba justo tan espeluznante como Shion se había imaginado. La sangre rociaba las paredes y el suelo. Había cristales rotos y muebles esparcidos por todas partes, todos ellos manchados con sangre y suciedad. Al final del vestíbulo, una puerta azul grisácea estaba medio abierta. La habitación estaba oscura y el aire de su interior, frío… tal vez, una habitación subterránea. Un hombre estaba desplomado sobre el suelo y la enfermera a sus pies. Una figura vestida con una bata de laboratorio estaba tumbada unos metros más allá. Los tres estaban perfectamente inmóviles. - “¡Doctor!”- Shion corrió hacia él y lo levantó en sus brazos. El pecho del hombre de la bata de laboratorio estaba teñido de sangre- “Doctor, respóndame, por favor.” Sus palabras cayeron dolorosamente vacías mientras escapaban de sus labios. El médico estaba claramente casi muerto. No había esperanzas para él. - “¡Doctor, doctor! Abra los ojos, por favor”- Shion continuó implorándole con palabras vacías. Eso era todo lo que podía hacer. La puerta del consultorio se abrió y Aria apareció, evidentemente salida del ascensor. - “Signos vitales: ninguno. Signos vitales: ninguno. Signos vitales al mínimo. Mínimo.” Los párpados del médico se movieron lentamente. - “Signos vitales: Mínimo. Comenzando el tratamiento.” Varios tubos se extendieron desde el torso de Aria y se conectaron al cuerpo del médico. - “Aria… no. Es inútil…” - “Inútil. Inútil… No puedo comprender. Continuando el tratamiento.” - “Doctor, ¿qué… por qué ha ocurrido esto?” - “… Él… emitió… desde el sótano de esta clínica… llamando… a sus compañeros a derrotar a Nº6 juntos…” - “Signos vitales: Mínimo. Probabilidad de recuperación: uno por ciento. Uno por ciento.” - “Quería vengarme… de Nº6… vengarme…” - “Doctor”- suplicó Shion. - “Quería destruir… este mundo… y reconstruirlo… de nuevo.” De repente el médico clavó sus dedos en el brazo de Shion. - “Shion”- el hombre le llamó por su nombre con una voz clara y fuerte- “dejo esto en tus manos.” Sus ojos se abrieron como platos y se fijaron intensamente en Shion.

- “Lo dejo… en tus manos. No vuelvas a hacer… Nº6… este tipo de ciudad… otra vez. Por favor. Te lo dejo.” Los dedos del médico se deslizaron a voluntad. La luz de sus ojos fue desapareciendo mientras se ponían vidriosos. Todo su cuerpo convulsionó. Entonces, se acabó. - “Signos vitales: Mínimo. Mínimo. Incapaz de registrar. Incapaz de registrar. Cancelando el tratamiento.” - “Doctor…” Shion tumbó al hombre y puso una mano sobre sus párpados. Con los ojos cerrados, el médico parecía tranquilo y relajado. - “Te lo dejo ¿eh?”- Inukashi dejó salir un suspiro largo- “En un principio, vosotros soy los que habéis construido Nº6”- le dijo al cuerpo del médico- “Pero una vez que algo va mal y se pierde el control, ¿se lo empaquetáis a otro? No es un regalo muy amistoso exactamente para dejarle a alguien ¿no? Un poco egoísta, ¿no crees doctor? Aunque supongo que no es asunto mío.” - “¿Inukashi, qué tiene de bueno echarle algo en cara a un hombre muerto? No va a oír nada de eso. Pobre tipo”- Rikiga juntó las manos frente a su pecho e inclinó la cabeza. - “¿Qué demonios estás haciendo?”- preguntó Inukashi. - “Estoy rezando a Dios, ¿no puedes verlo? Oh Dios, perdona, por favor, a este pecador. Que tu bendición llegue a su alma y le deje descansar en paz a tu lado.” - Ja, tú no crees en Dios. Qué farsa. Oh, espera… ¿debes estarle rezando al Todopoderoso Dios de los Ricos, viejo?” - “Niño podrido”- escupió Rikiga- “Nunca te cansas de soltar insultos ¿cierto? Una vez que esto se calme, tú estarás dentro. Recuerda eso”- Rikiga separó las manos y giró los hombros. - “Y bien, ¿ahora qué?”- dijo- “Hemos cumplido con nuestro gran objetivo de destruir el Centro Penitenciario. Por mí, estoy con ánimos de dirigirme al Bloque Oeste y meterme en la cama. Tengo ganas de hacerme un ovillo y soñar con cavar oro bajo el Centro Penitenciario. Será la mejor mañana a la que me habré despertado nunca. Ya me está poniendo de buen humor.” - “Viejo, puedes ser todo lo sarcástico que quieras, pero Nezumi no te va a contestar. He tenido una respuesta mejor quejándome al cadáver de allí”- Inukashi se rio entre dientes animado, sus hombros temblaron con la risa. - “Pero, a decir verdad, estoy para meterme en la cama por mi cuenta. Y, bueno, hay un montón de cosas a las que quiero dar vueltas. No se puede evitar que estar dentro de Nº6 sea espeluznante. Me da mal rollo, hace que se me ponga la piel de gallina. ¿Shion, no quieres volver a casa también? No está muy lejos de aquí ¿no? Tu mamá debe estarte esperando. ” - “Sí…”- la casa de Shion estaba a una distancia caminable desde donde estaban. - “¿No quieres volver a ver a tu mamá?” - “Sí, sí que quiero.”

- “Karan, ¿eh? Me gustaría verla también”- murmuró Rikiga nostálgico. Mamá, no hay regañina que arregle lo mucho que te he preocupado. Quiero que veas que estoy bien. Quiero que veas que estoy a salvo. Quiero pedirte perdón. Quiero disculparme desde lo más profundo de mi corazón. Mamá, lo siento. Shion estaba abrumado con nostalgia y amor hacia su madre. Recordaba el aroma del pan recién horneado. Anhelo. Amor. Me gustaría poder verte. Pero al único lugar al que quería regresar era a la habitación subterránea llena de libros. Quería volver a esa habitación y a sus incontables volúmenes, la cama, la estufa y la silla andrajosa. Quiero volver a casa. Shion se quemaba con la añoranza. Quiero volver a esos días, a esos momentos que viví con Nezumi en esa habitación. Daría cualquier cosa. Pero no volverían. Esos días habían pasado hacía mucho y nunca volvería a recuperarlos. Nunca. Era una premonición… una premonición en la que creía que absolutamente se haría realidad. Shion apartó la vista de ella a propósito. Sabía muy bien que era un signo de debilidad, pero lo hizo de todas formas. Shion se levantó y se giró para enfrentarse a Nezumi. - “¿Puedes moverte?” - “Algo.” Nezumi se incorporó a sí mismo desde donde estaba apoyado en la pared, y dejó escapar un suspiro largo. Un brillo fino de sudor le cubría la frente. - “¿Aria, puedes medir su presión sanguínea, su pulso y su temperatura corporal? Basándote en eso, dime qué tratamiento sería el apropiado.” - “Entiendo. Entiendo. Presión sanguínea, pulso, temperatura corporal, empezando la toma. Empezando la toma.” - “No hace falta”- Nezumi sacudió la cabeza como rechazo- “es una pérdida de tiempo.” Rechazó los tubos que sacó Aria y suspiró de nuevo. - “My lady, con todos mis respetos, permítame rechazar educadamente su oferta. No tenemos tiempo para un tratamiento.” Aria parpadeó y sus ojos se pusieron amarillos. - “Todos mis respetos, rechazar, tiempo. No puedo comprender. No puedo comprender. Cancelando la toma.” - “¿Nezumi, planeas irte?”

- “Por supuesto.” Inukashi y Rikiga se miraron el uno al otro. - “¿Ir, a dónde?”- preguntó Rikiga. Inukashi frunció el ceño en silencio. - “Al ayuntamiento”- respondió Shion. - “¿Al ayuntamiento? ¿Te refieres a la Gota de la Luna?” - “Sí.” - “¿Qu… sabes en qué estado está ese lugar ahora?”- exclamó Rikiga- “Me refiero a que, yo no lo sé, pero… seguro que será un caos. La Oficina de Seguridad está tomando medidas duras con los ciudadanos a diestro y siniestro… incluso, disparando a algunos. Probablemente tengan noticias de lo que ha pasado en el Centro Penitenciario. El resto de la gente se dará cuenta pronto… Nº6 no tiene el poder de reprimir la propagación como solía hacer. La confusión solo va a empeorar. Estará completamente fuera de control.” - “Por eso es por lo que vamos”- Nezumi sonrió sin ganas. Nezumi era inconfundiblemente diestro para sonreír. Esa era una sonrisa fría con una pizca de burla. - “Es nuestra la única oportunidad que vamos a tener en la vida de ver a Nº6 interpretando su último grito mortal en escena. Será mejor que nos demos prisa o no podremos conseguir ni sitios en el patio(2).” - “¿En el estado en el que estás?”- respondió Rikiga incrédulo- “No puedes hacerlo, Eve. Seguro, debe ser más fuerte de lo que pareces , pero eres humano. Tienes límites. No lo hagas. Nº6 interpretará su papel incluso si no tiene público. Se dejará su papel de gigante brillante autodestruido y miserable.” - “¿Me estás diciendo que desperdicie esta oportunidad y me retire con el rabo entre las patas?” - “Sí. Vosotros dos destruisteis el Centro Penitenciario, y eso ayudó definitivamente a desencadenar la muerte de Nº6. Es impresionante, y ya habéis hecho suficiente. Más que suficiente. Eve, Shion, no vayáis más lejos de esto. Retroceded y dejad que la naturaleza siga su curso. Ha llegado el momento de que salgáis a los bastidores.” - “No es mi estilo ser personal de bastidores”- dijo Nezumi- “Ni tirar una oportunidad que ya tengo en las manos.” - “Tu avaricia es inescrutable”- dijo Rikiga disgustado- “Escúchame, no me hagas volverlo a decir. Tu parte ha terminado. No tiene valor que arriesguéis vuestras vidas para seguir en escena.” Shion se levantó frente a Rikiga y sacudió la cabeza. - “Rikiga-san, tenemos que ir. Tenemos que ir, sea como sea.” - “¿Tú también, Shion? ¿Por qué? Fuisteis capaces de escapar del Centro Penitenciario, fue un puñetero milagro. ¿Por qué no os retiráis a un lugar seguro? ¿Vuestras vidas no significan nada para vosotros?” - “No vamos porque queramos morir”- dijo Shion con firmeza- “vamos porque él es el único que puede detener a Elyurias.”

- “¿Elyurias?”- los ojos de Rikiga se movieron rápidamente- “¿Qué es eso? ¿El nombre de alguien?” - “Es la reina que gobernó esta tierra una vez. No sé si “reina” es el nombre adecua do para ella… nunca ha intentado dominar a sus súbditos u obtener riquezas como hacen los humanos. Sólo protege las normas del bosque y los trabajos de la naturaleza.” - “¿De qué estás hablando… Shion?”- Rikiga echó la barbilla hacia atrás. Una gota de sudor cayó por su mandíbula, a lo largo de su barba de un día. - “Los humanos… los humanos que intentaron construir Nº6 en esta tierra abusaron de la tierra de Elyurias e intentaron gobernar sobre todo lo que había en ella. Quemaron los bosques, masacraron al Pueblo del Bosque e intentaron construir un mundo que fuera únicamente para ellos. Sólo par su propia abundancia, su propia riqueza, su propia seguridad y prosperidad era lo que les preocupaba. Construyeron una utopía inconexa sobre una base de sacrificios ajenos.” - “Shion”- Nezumi le llamó. Era una voz tranquila y preciosa- “¿Sabes todo?” - “No. Probablemente lo que sé sólo es una parte pequeña. Sólo leí lo que estaba en el chip de Rou.” Nezumi se hundió en el suelo. Se hizo un ovillo y murmuró- “Ya veo.” - “Eh, sigue”- dijo Rikiga- “Todavía no tengo ni idea de lo que estás hablando. Suena como si fuera una tontería. ¿Así que cómo está Elyuri-como-quiera-que-se-llame relacionada con lo que está ocurriendo en Nº6? ¿A que te refieres cuando dijiste que el único que puede detenerla es Eve? Shion, dame detalles.” - “Me gustaría escuchar todo eso también”- Inukashi chasqueó la lengua suavemente. Sus manos estaban llenas con varias bolsas. - “¿Qué… Dónde has ido? ¿Qué es eso?” - “Ropa y comida. La sopa sosa y el pan no son suficiente para mí. Y, además, si vamos a ver una actuación, creo que necesitamos tener un aspecto más decente. No nos dejarán quedarnos ni el patio.” Inukashi sacó un pedazo de carne y un bollo de la bolsa y se lo lanzó a los perros. Los perros se abalanzaron inmediatamente sin ni si quiera levantar la voz. Los ratones detuvieron hábilmente un bollo rodante y se alinearon para mordisquearlo. - “Bien. Comed”- dijo Inukashi orgulloso- “Comed tanto como queráis. Chicos, habéis trabajado duro. Os lo habéis currado. Esta es vuestra recompensa. Je, je, es lo increíble de Nº6. Incluso una clínica en medio de la nada como esta tiene una cocina llena de comida. Y no menciono la ropa de aspecto caro. Je je, je je je je, este lugar está lleno de cosas de primera calidad. Conseguiré un buen precio por esto en el Bloque Oeste.” - ¿Has llegado hasta tan lejos y todavía sigues robando?”- dijo Rikiga. - “¿A quién le importa? El doctor está muerto. La gente muerta no necesita comida o ropa.” - “Bueno… supongo que tienes razón. Eh, pásame algo de jamón, pan y esos pantalones azules.” - “Te los venderé por una pieza de plata.”

- “Inukashi, cabrón, acabas de despedirte de que te lleve”- gruñó Rikiga- “puedes volverte andando al Bloque Oeste.” - “Estaba bromeando, ¡shíi! Viejo, no tienes sentido del humor. Por eso es por lo que todas las mujeres te engañan para sacarte el dinero. De todas formas, venga, vamos a comer. Tenemos que prepararnos para el camino que tenemos delante.” Inukashi dio la vuelta a una bolsa. Jamón, manzanas y pan salieron disparados. - “Tengamos un banquete mientras escuchamos la historia que Shion el Grande tiene que contarnos. Suena como si fuera una interesante.” Los ojos de Inukashi brillaron debajo de su flequillo largo. Su lengua rosa revoloteó a lo largo de sus labios una y otra vez. - “Puede que nos vaya a contar lo que es Nezumi realmente. Este es el vínculo interesante. De hecho, estoy mucho más interesado en esto que en un drama protagonizado por Nº6, para ser sincero.” Shion levantó una manzana. - “¿Nezumi, puedes comer?” - “Ah, todavía no me he recuperado hasta ese punto. No tengo hambre.” - “Me lo suponía. Aria, ¿puedes darle una solución de glucosa?” - “Entiendo. Entiendo. Empezando la transfusión de glucosa.” - “Yo querría una transfusión de vino”- metió baza Rikiga. - “Tendrás que conformarte con zumo de uva. Había dos botellas en el frigorífico” - Inukashi lanzó una botella de líquido morado rojizo a Rikiga. - “Bien, Shion. Estamos listos. Suelta todo lo que sepas”- su lengua rosa seguía revoloteando a lo largo de sus labios. Shion miró detenidamente a Nezumi, con la manzana todavía en la mano. - “Nezumi… ¿está bien?” Nezumi bajó la cabeza con mucha suavidad. Apoyó las rodillas y agachó la cabeza hacia sus brazos. Parecía como si estuviera llorando o aguantando un viento que soplaba contra él. Shion dio un mordisco a la manzana. Su zumo agrio entró de golpe en su boca. Inukashi y Rikiga se inclinaron hacia adelante, Inukashi aferrando un trozo de pan y jamón en cada una de sus manos, y Rikiga agarrando un bote de zumo de uvas. Los dos habían puesto sus vidas en la cuerda floja por Shion y Nezumi. Habían actuado de acuerdo a las palabras de Nezumi y Shion sin tener ningún conocimiento de lo que estaban haciendo. En otras palabras, habían confiado en ambos chicos. Habían dado la vuelta a sus vidas por esa creencia. Decirles todo era la única forma de igualar el salto de confianza que habían dado, y responder a su entrega. Sabía que Nezumi debía sentir lo mismo. Shion empezó a hablar.

No creo que necesite contaros sobre cómo se creó Nº6. La humanidad intentó construir una utopía una vez más en este planeta, que las manos humanas habían medio destruido. Antes de que naciera Nº6, esta área conservaba milagrosamente un tramo de un hermoso bosque abundante. Dije milagrosamente, pero esta tierra… sus bosques, sus arboledas y sus lagos… significaba que iban a sobrevivir realmente. Elyurias y el Pueblo del Bosque protegieron este reino. Gracias a ella, la vida salvaje se extendió por esta tierra libre de daños Nadie puede explicar qué o quién es Elyurias. Incluso el nombre de Elyurias se lo dio un investigador. Lo conocí, en los sótanos del Centro Penitenciario. - “¿Sótanos del Centro Penitenciario?”- Rikiga se atragantó con su zumo y le dio un ataque de tos- “¡Así que hay sótanos allí después de todo!” - “Había.” - “¿Qué hay de los lingotes de oro? ¿Había lingotes de oro allí, Shion?” - “¿Oro? No. Había gente viviendo bajo tierra. Volviendo a cuando el Centro Penitenciario no era unas instalaciones crueles y dispuestas a la encarcelación, la gente que escapó pero no pudo volver a tierra empezó a construir su propio mundo en secreto. Al líder de este g rupo le llamaban Rou. ” - “… Así que no había oro, después de todo”- Rikiga se encorvó, claramente cabizbajo. Inukashi se rio a carcajadas, enseñando los dientes. Rou era un miembro del equipo elegido para el proyecto de resurgimiento diseñado para construir Nº6 en estas tierras. Antes de que se creara Nº6, solía ser una ciudad pequeña y bonita al límite del bosque. La gente que sobrevivió a pesar del derroche y la decadencia, vivía modestamente aquí en una comunidad muy unida. Esta ciudad fue la madre de Nº6. Eligieron gente joven brillante de esa ciudad para formar un grupo que construyera una ciudad utópica. - “Mi ciudad”- Rikiga se acercó- “Esa es la ciudad en la que nací y crecí. Solía llamarse la Ciudad de las Rosas… decía lo hermosa que era. Karan también solía vivir allí.” - “Nadie te ha preguntado, viejo”- Inukashi enseñó los dientes aún más- “Si no vas a callarte, te destrozaré la garganta.” - “Me gustaría verte intentarlo. Puedes arrancarme la garganta, pero seguiré hablando. Oh, sí, el grupo del proyecto de resurgimiento. Oí sobre ellos. Por aquella época, todavía era un jovencito con granos que perseguía chicas y se sonrojaba cuando las veía los tobillos. Participaron en algún tipo de examen para reunir gente joven habilidosa en campos científicos para construir un futuro brillante para la humanidad. Sí, sí, me acuerdo.” Rikiga se cruzó de brazos y asintió con entusiasmo. - “Así fue cómo comenzó Nº6. No mucho después de eso, Nº6 nació como la sexta y la mejor, la ciudad utópica y más óptima. Creció a una velocidad asombrosa.” - “Y antes de que te dieras cuenta, tus fallos marginales te echaron fuera de las paredes. Qué pena”- dijo Inukashi con rencor.

- “Deberías ser tú el que mantuviera la boca cerrada, Inukashi. Te arrancaré esa lengua tuya tan larga y la convertiré en picadillo. En aquel entonces, me convertí en periodista. El hecho de que la ciudad-estado estaba encerrándose, intentando construir una barrera a su alrededor, me parecía sospechoso. Escribí una buena cantidad de artículos que hablaban sobre ello. Era natural que en ese momento me echaran de la ciudad. Fue por esos momentos por los que Nº6 se hizo cada vez más intolerante y dominante.” - “Era precisamente eso.” El propio Rou no era capaz de definir bien a Elyurias… ¿era un espíritu del bosque? ¿O una especie de animal desconocido para la humanidad? La única cosa que sabía seguro era que Elyurias exis tía mucho antes del nacimiento de la humanidad, protegiendo esta tierra. El Pueblo del Bosque la adoraba, la veneraba y vivía en armonía con ella. - “Bien, ¿así que quiénes son ese “pueblo del bosque” del que sigues hablando?” - “¿Te vas a callar, viejo? ¿No puedes escuchar en silencio por una vez? Caray” - Inukashi soltó un suspiro exagerado. Shion se giró y miró a Nezumi apoyado en la pared. Sus ojos estaban cerrados. Su perfil era precioso, pero parecía algo artificial. - “Transfusión de glucosa: completada al 50%. Completada al 50%. Continuando con la transfusión.”- los ojos de Aria parpadearon en verde. Nezumi no dijo nada. Sus ojos seguían meditativamente cerrados, su cuerpo perfectamente quieto. Conforme a Nezumi, el Pueblo del Bosque eran aquellos que habían convertido el bosque en su hogar. Desde tiempos ancestrales, habían vivido en armonía con el viento, la tierra, los lagos y los ríos, y el cielo. Citando las palabras de Rou, el bosque es un lugar tanto de nacimiento como de educación. Se alimentaban, lo respetaban y seguían protegiendo el bosque. Vivían tranquilamente en los lazos de la naturaleza sin desear prosperidad o desarrollo. Incluso aquellos que vivían en la Ciudad de las Rosas no tenían ni idea de su existencia. El poder de Elyurias no era aquel que permitía al bosque abundante sobrevivir en esta tierra. Era porque el Pueblo del Bosque lo protegía. A lo largo del continuo flujo del tiempo, siguieron protegiendo el bosque. Nezumi es un descendiente de ese Pueblo del Bosque. Inukashi se movió. Rikiga dejó que su botella de zumo vacía rodara a lo largo del suelo. Siguió rodando hasta que golpeó en el brazo del médico y se detuvo. Nezumi es un descendiente del Pueblo del Bosque. También es un descendiente de los “Cantantes”. - “¿Cantantes?”

- “Sí, Cantantes… aquellos que tenían el poder de apaciguar a Elyurias y conversar con ella. Siempre hubo una cantidad de Cantantes entre el Pueblo del Bosque.” Ni Elyurias ni la naturaleza eran la personificación de la compasión y la generosidad puras. Al contrario, podían volverse atemorizantes de repente. El Pueblo del Bosque lo sabía. Tanto la naturaleza como Elyurias podían enseñar sus colmillos y atacar en cualquier momento. Su poder era absoluto… incomparable al de los humanos. Eso las hacía mucho más espantosas. Sí, el Pueblo del Bosque conocía el miedo. Sabían cómo temer y cómo venerar. Los Cantantes apaciguaban la ira de Elyurias con sus voces y eran capaces de intercambiar palabras con ella. Tenían la habilidad de mediar entre los humanos y la naturaleza. Nezumi tenía esta habilidad, e igualmente su madre. Rou se aventuró en las profundidades del bosque, conoció a Elyurias y al Pueblo del Bosque e informó de su existencia a Nº6. Supo que había plantado la semilla para la Masacre de Mao. - “¿La Masacre de Mao?”- entre las cejas de Rikiga aparecieron arrugas. - “Sí. Parece ser que “Mao” hace referencia al área que está cerca de las orillas del lago donde vivía el Pueblo del Bosque. Tenían un asentamiento allí. Es donde se encuentra ahora el aeropuerto. Aparentemente, secaron el lago para construirlo. No tenía ni idea.” - “Yo tampoco lo sabía”- dijo Rikiga- “Ya me habían echado a patadas cuando empezaron a construirlo. Una masacre, ¿eh?... ¿eso significa que Nº6 tuvo que invadir el área de Mao e intentó exterminar a sus habitantes?” - “Sí.” - “¿Para qué? ¿Necesitaban esa tierra para el aeropuerto?” - “No. Lo que ellos querían en realidad era a Elyurias.” - “¿Para qué?” Para qué. Rikiga siguió repitiendo la misma pregunta. Para qué, para qué. En realidad, ¿para qué era todo eso? ¿Tratar a la gente con esa crueldad, con esa falta de piedad? Shion bajó la mirada al cuerpo del médico. Había perdido toda la calidez humana y en ese momento era un cadáver frío. La enfermera yacía más allá, y más lejos había un hombre desconocido. ¿Qué les había hecho capaces de tomar las vidas de los demás con tanta facilidad? En el breve instante en el que cerró los ojos, pudo ver el desarrollo de la cacería de nuevo tras sus párpados. Pudo oír los gemidos de la gente que iba en contenedor del camión de carga. En sus oídos podía escuchar los gritos de la gente que había muerto, apilados sobre otros en el sótano del Centro Penitenciario. ¿Para qué? La confusión… no la ira… enganchó a Shion y no lo dejaba ir. También, el miedo.

¿Qué le diferenciaba de las figuras principales de Nº6? ¿No lo había dicho también Rou de sí mismo? Todos eran jóvenes, todos tenían esperanzas en construir una ciudad utópica. Les había tomado unas pocas décadas para que esas ideas y esperanzas mutaran. Unas pocas décadas. Shion contuvo la respiración. ¿Qué tipo de persona seré en unas décadas? ¿Seguiré siendo capaz de mantener las mismas esperanzas e ideales que tengo ahora, con dieciséis años? ¿Entraré en contacto de alguna forma con este tipo de crueldad? El terror era suficiente para hacerle temblar. ¿Para qué querían a Elyurias? Por sus poderes especiales. - “¿Poderes especiales?”- la boca de Inukashi se abrió de par en par mientras miraba a Shion. - “Sí. Elyurias se encarna en la forma de una avispa.” - “¿Abeja? ¿Cómo esas cosas que vuelan alrededor de las flores y todo eso?” - “Esas son abejas melíferas (3). Elyurias es una abeja parásito. Deja huevos en sus huéspedes.” La boca de Inukashi se abrió todavía más. Ninguna palabra salió de ella. Los huevos eclosionaban dentro del cuerpo de sus huéspedes. Crecían sin conocimiento de éste, convirtiéndose en pupas y saliendo como adultos. Rompían su cuerpo para escapar, dejando tras de él una cáscara vacía. Eso es lo que estaba ocurriendo en ese mismo momento en Nº6. Los hijos de Elyurias estaban empezando a eclosionar. Eran los hijos que se alimentaban de los ciudadanos de Nº6 para poder crecer. Os dije antes que Elyurias parece una abeja. Pero no lo es. Nadie sabe quién o qué es realmente. Rou grabó que pensaba que podía ser algo entre humano y divino. Por eso ella… como pone huevos, la llamo como si fuera “ella”, pero no creo que sea muy significativo para distinguir su sexo. Puede que haya tomado la forma de una abeja porque es más adecuada para poner los huevos dentro de los huéspedes. Puede que ella sólo se muestre como abeja a los ojos humanos. Es grandiosamente inteligente… y con una inteligencia que sobrepasa a la de la humanidad. También tiene poder para ejercer control completo sobre los huéspedes. Debido a ese poder, el huésped está programado para realizar acciones que son favorables para el hijo de Elyuras, obviamente, con el hecho de que lo están parasitando. Por ejemplo, su instinto para sentir peligro está afilado, y son cada vez más sensibles a su nutrición. Se controlan para tomar todo el esfuerzo para mantener un cuerpo sano; sus personalidades se vuelven amables; empiezan a evitar discusiones. Eso tiene sentido en porque los ciudadanos de Nº6 son los únicos objetivos. Pensando en lo desnutrida que estaba la gente del Bloque Oeste, acoplados en su ambiente de subsistencia… como huéspedes, estaban fuera de los objetivos. Nezumi mencionó antes que las abejas parásito tenían un gusto exquisito. Resultó que tenía razón. - “Irónico, ¿verdad?”- murmuró Inukashi- “Nos morimos de hambre, nos morimos de frío, no sabemos cuándo moriremos realmente… pero gracias a eso, nos perdonó.”

- “Esas eran las condiciones absolutamente necesarias para los huevos: el huésped necesitaba estar vivo cuando el huevo eclosionara, además de necesitar estar sano. Incluso Elyurias no podría convertir el Bloque Oeste en un paraíso. Pero ella no lo necesitaba.” - “Ya tienes a los mejores huéspedes que puedes necesitar en Nº6.” - “Eso es cierto.” - “¿Las abejas controlan a los humanos?”- esa vez, fue Rikiga el que abrió la boca. Respiraba entrecortadamente. - “Sí. Pueden hacer que la gente actúe de acuerdo a su antojo. No es algo extraño en un organismo parasito. Cierto Schitosoma (4) vendaba los ojos al sistema inmunitario y le hacía inofensivo. Una especie de abeja parásito introducía su ADN en la oruga que elegía como huésped y desarmaba el sistema inmunitario de la oruga por completo. Pero no creo que haya otro ejemplo de un organismo parásito con alto funcionamiento como Elyurias, que elige a los humanos como sus huéspedes y los controla por completo sin que lo sepa.” - “… Y Nº6 quería poder… el poder para controlar completamente y dominar sobre todos los humanos”- Rikiga hizo un ruido de atragantamiento con la garganta. Era un sonido frágil y seco, parecido al del viento gélido del invierno. Nº6 había intentado obtener el poder de Elyurias. Habían conocido ese poder místico a través de los informes de las investigaciones de Rou, e intentaron construir su gobierno. Las características de Elyurias se mantuvieron en el misterio; aunque, todos en Nº6 pensaran en ella como un simple insecto, una especie mutada. No creían que ella fuera el intermedio entre un dios y los hombres, como dijo Rou. Ninguno de ellos la había visto como tal. Cada persona creía firmemente que no existía ninguna entidad superior al hombre. Elyurias no era más que una reina abeja con una inteligencia anormalmente amplia. Entrenarla y controlarla de acuerdo a sus necesidades no sería una tarea muy complicada… eso fue lo que creyeron. Se formó un grupo de investigación para capturar a Elyurias y pusieron un pie en el bosque. Allí, se encontraron con la resistencia firme del Pueblo del Bosque. Elyurias no vivía constantemente en el bosque. Se aparecía una vez en un puñado de años, o una vez cada ciertas décadas… siempre de forma inesperada. Todo sobre ella… las condiciones necesarias para su aparición, cuando ella depositara los huevos y lo mucho que viviera después… era un misterio. Después de que pusiera los huevos. Elyurias siempre desaparecía. Se retiraba de los ojos humanos. Una reina abeja nueva surgía de los huevos que ponía. Nunca estaba claro si eso iba a ser unos años o unas décadas después. Nadie ha visto el cuerpo de Elyurias. Desde el momento en el que apareció el bosque en esta tierra, Elyurias ha estado repitiendo la misma rutina, pero ninguna persona ha visto ni si quiera su cadáver. Entre el Pueblo del Bosque, se decía que Elyurias era inmortal, que revivía veces innumerables… que su cadáver se deterioraba en algún lugar que los ojos no pudieran ver y se convertía en el propio bosque. Cuando Elyurias aparecía, el Pueblo del Bosque la apaciguaba con su canción. Rezaban y suplicaban para no convertirse en huéspedes. Realizaban rituales y ofrecían un lecho divino.

El lecho divino era un huésped manufacturado, hecho a partir de cerebros de animales. Era una ofrenda para la implantación. Llevada con la canción, Elyurias ponía ahí sus huevos. Después de que desovara, el lecho divino no parecía que nunca se fuera a secar o a pudrir; en vez de eso, permanecía con el nivel adecuado de humedad y frescor hasta que se pudría y salía una abeja adulta. El Pueblo del Bosque protegía el lecho divino con cuerpo y alma. Era parte de la promesa que tenían con ella. Esa norma se había transmitido durante siglos. Mientras el Pueblo del Bosque siguiera protegiendo el lecho divino, Elyurias no les haría ningún tipo de daño. No sólo protegía a la gente, sino al bosque y a la tierra. Esa era la norma. Nº6 entró en escena y le arrebató todo. Quemaron el emplazamiento del Pueblo del Bosque en el que vivían; mascararon a las mujeres, los niños y los ancianos de forma indiscriminada. Se llevaron el lecho divino a Nº6. La Masacre de Mao… la caída del Pueblo del Bosque. Este incidente tuvo lugar justo hace doce años. Shion tomó una respiración grande y exhaló. Sintió como si no hubiera otra forma de dejar que el aire alcanzara cada rincón de su cuerpo. - “De aquí en adelante sólo son mis conjeturas, no las grabaciones de Rou. Estoy seguro de que es cierto.” Rikiga se inclinó hacia delante como si lo estuviera animando. Inukashi, por otro lado, se encogió. Hizo una mueca como si hubiera olido hedor insoportable. - “Probablemente, los estratos superiores de Nº6 hayan intentado eclosionar los huevos de Elyurias de forma artificial en el lecho divino que trajeron y fallaron. No tenían Cantantes, por lo que no podían mantener el lecho divino. Sin embargo, rechazaron reconocer cualquier otra cosa que no fueran pruebas científicas. Pero a pesar de sus sinnúmero de errores, se dieron cuenta de que el lugar más adecuado para que se abrieran los huevos y crecieran era dentro del cerebro humano.” - “¿Cerebro?”- Rikiga se agarró la cabeza. - “Sí. No el de una vaca, un cerdo o un mono. Fueron tan lejos como para determinar que los huevos de Elyurias eclosionarían si usaban un cerebro humano, y que en uno de ellos sería en el que naciera la reina abeja, como otra Elyurias.” - “¿Y entonces, qué…?” - “Implantaban los huevos dentro de un número de ciudadanos en secreto… justo como lo haría una abeja usando su ovopositor (5) para dejar sus huevos dentro del huésped. Era lo suficientemente fácil como dar un pinchazo durante las revisiones periódicas, diciendo que era parte del procedimiento. Elegían a los ciudadanos muestra con diferente género, edad, constitución y ambiente. Yo fui uno de ellos. También eligieron a Rou como huésped, pero parece que Elyurias tendría alguna influencia ene te caso. Ambos sobrevivimos debido a que el desarrollo del parásito fue incompleto. El huésped siempre muere cuando el adulto sale con éxito. Eso significa que los huevos de Elyurias eran efectivos hasta como arma de asesinato. Los estratos superiores harían cualquier cosa para tener a Elyurias en su poder. Estaban desesperados por tenerla bajo control. Puede que tuvieran una ligera premonición de

que esas grietas empezarían a formarse en Nº6. Puede que supieran que su gobierno selectivo y exclusivo se rompería algún día, sin importar lo hábilmente que estuviera camuflado. Ese es el porqué querían controlar a los demás definitivamente. Deseaban ser la reina abeja y gobernar como el único gobernador absoluto.” - “¿Esas instalaciones de primera línea establecidas en el Centro Penitenciario eran para, mmm, investigar esas… abejas?” - “Sí. No podían comprender qué tipo de condiciones necesitaba Elyurias para salir como adulta. Creo que cualquier esfuerzo humano hubiera sido infructuoso… siempre sería un misterio. Pero construyeron unas instalaciones de investigación de todas formas, para desentrañar un misterio que podía ser indesentrañable. En él… había un sinnúmero de columnas con cerebros, que se encontraban en recipientes especiales. Estoy seguro de que había huevos implantados en cada uno.” Volvió a él. Las filas de cerebros encerrados en recipiente cilíndricos; Safu, atrapada en su profundidades más íntimas… todo volvió a él. - “Ya veo”- Rikiga se acarició la barbilla- “En el Centro Penitenciario tendrían tantos cerebros como quisieran. No podían preguntar por un lugar mejor.” - “Me pone enfermo”- Inukashi se agarró el pecho. Parecía verdaderamente nauseabundo: todo el color se había ido de su cara. Tiró un trozo de pan a un lado. - “He estado pasando el hambre suficiente como para comer hierba y orugas del suelo, pero nunca me había sentido tan mal antes. No quiero ver lo que quiera que sea que hayas visto. ¿Así que… eso era una cacería para una cosecha de cerebros humanos?” - “Sí. Probablemente querrían experimentar con cerebros que hubieran sobrevivido a condiciones duras. Querían cerebros a los que les hubieran afectado varias cosas, como grandes cantidades de estrés, o con la voluntad para vivir, o miedo, o emoción. ” - “Yo… creo que realmente me voy a poner malo”- un perro acarició con el hocico a Inukashi. Enterró su cara en su abrigo y le olisqueó. - “Estos tipos son… cien veces, mil veces, diez mil veces mejor que los humanos. Shion, e alegro de tener perros en mi equipo en vez de humanos. Realmente lo estoy.” - “Sí.” Tienes razón, Inukashi, los perros son cien veces, mil veces, cien mil veces mejor que los humanos. Puedo ver por qué lo sientes de esa forma. Inukashi estornudó suavemente. Sorbió con la nariz. - “¿Y bien, qué, Nezumi? ¿Eres de verdad un descendiente superviviente del Pueblo del Bosque o como sea?” Nezumi levantó la cara. El color había vuelto a sus mejillas, tal vez gracias al cuidado de Aria. Eso hacía que Nezumi fuera un ser vivo brillante en vez de un muñeco hermoso. - “Sí.” - “Así que sobreviste a la Masacre de Mao, o como quiera que se diga. Parece que tu racha de suerte viene de atrás, ¿eh?”

- “Claro.” Los ojos de Nezumi se centraron en Shion. Shion le devolvió la mirada sin parpadear. Después de un momento de duda, Nezumi empezó a hablar. - “Era muy pequeño entonces. Para ser sincero, no recuerdo mucho sobre el área de Mao. Sólo recuerdo a Abu llevándome en su espalda mientras corría frenéticamente entre las llamas. No sé si Abu era mi verdadera abuela o si era una completa extraña. Pero me salvó y me crio. Después de que escapáramos del bosque, nos movimos constantemente a su alrededor en lo que ahora se llama el Bloque Oeste.” El tono de voz de Nezumi era enérgico y parecía que no tenía sentimientos. - “Abu me enseñó un montón de cosas. También fue ella la que encontró una habitación que solía ser el sótano de una biblioteca y sugirió que viviera allí. Me enterré a mí mismo en esos libros y crecí escuchando las historias de Abu sobre el Pueblo del Bosque. Estos muchachos…” Nezumi chasqueó los dedos. Los tres ratones se acercaron a él rápidamente, chillando. - “… nacieron en esa habitación. Son inteligentes y pueden sentir las emociones. Así como sus padres y sus abuelos. Ese tipo de animales que parecían reunirse alrededor del Pueblo del Bosque. Tanto estos muchachos y Elyurias… bueno, nosotros no la llamábamos Elyurias. Sólo lo llamábamos el Dios del Bosque. De todas formas, era muy pequeño para saber qué era el Dios del Bosque. Me enseñaron que sólo el Pueblo del Bosque como nosotros tenía conexión con esos ratoncillos y el Dios del Bosque. Pero parece que se acostumbraron por completo a tener a Shion por ahí, y parece que disfrutaron cuando les dio los nombres. Ocurrió lo mismo con las ratas en el reino subterráneo. Sinceramente, me sorprendió.” - “Lo mismo con mis perros, empezando a pensar en ello. Le han tomado mucho cariño a Shion. Ni si quiera le han ladrado.” Nezumi sonrió tranquilamente. - “Eres un misterio, Shion. Lo llevo pensando desde la primera vez que te vi… eres un misterio.” - “¿Estás hablando de la noche de la tormenta?” - “Sí. La noche en la que nos conocimos. Pero déjame volver al tema, por ahora. Tenía diez años cuando las puertas especiales del Centro Penitenciario se terminaron. El alcalde tenía planeado visitarlas. Abu dijo que sería nuestra primera y única oportunidad de venganza. Venganza… Abu dijo que era la única cosa por la que vivía. Pero un niño de diez años y una anciana no eran rivales para él. Abu llevaba un cuchillo escondido, pero la dispararon al momento cuando intentó acercarse al alcalde. A mí me pillaron con los cautivos de la cacería y me lanzaron al sótano del centro Penitenciario. Fue un milagro que no muriera. Escalé la pared de roca como si mi vida dependiera de ello y llegué a esas cuevas. Fue allí donde conocí a Rou. Puede que también fuera un milagro. Rou me enseñó más cosas que Abu y cuando tuve doce años, me ordenaron que me fuera del reino subterráneo y me enfrentara a un nuevo mundo. Rou tenía todavía un hilo… uno fino eso sí… de comunicación que le llevaba al núcleo de Nº6. De vez en cuando, Nº6 entregaba comida suficiente y suministros básicos para que sobreviviéramos. Supongo que pensando como ellos, su conciencia todavía les daba la lata para que ayudaran al hombre que una vez fue su colega. Por esa ruta, Rou mandó como sugerencia que me transfirieran a la Gota de la Luna. Propuso que me examinaran detalladamente como al último superviviente del Pueblo del Bosque. El alcalde y sus allegados aceptaron. Probablemente llegaron a un punto muerto en su investigación sobre el

Dios del Bosque. Estaban ansiosos por cualquier pista potencial, así que se abalanzaron con la oportunidad. En el día que me transfirieron, Rou me dio un cuchillo especial que no pillaría ningún detector de metales. Me dijo que encontrase mi propio camino. No habría sobrevivido si les hubiera dejado que me llevaran a la Gota de la Luna. Había una buena oportunidad de que me diseccionaran allí. Mi único camino a la supervivencia era liberarme y huir antes de que llegara a la Gota de la Luna. Y por lo demás… no creo que necesite entrar en detalles. Fui capaz de sobrevivir gracias a que tú me rescataste.” Nezumi levantó la mirada al techo y exhaló una respiración larga. - “Como he dicho antes, en esa noche tormentosa, abriste la ventana y me dejaste entrar. Fue un verdadero milagro. Para mí, tu eras más un milagro de lo que lo ha podido ser el Dios del Bosque. Siento como si se me hubiera dicho que viva… que me las arregle, que no me de por vencido… Si no hubieras estado allí, no habría sido capaz de sobrevivir esa noche. Shion, tú… sólo tú… fuiste el único que me salvaste. Y esta vez, también.” Nezumi se levantó cuidadosamente. - “Transfusión de glucosa: completa. Transfusión de glucosa: completa.”Aria se retiró silenciosamente como una doncella sumisa. - “Me has salvado la vida”- dijo Nezumi. - “Es mutuo. Si no hubiera sido por ti, tampoco estaría vivo”- Shion se levantó también. - “Eh, eh, esperad un momento ahí. Si vais a estar abrumándoos con gratitud, debería ser por nosotros. ¿Verdad, viejo?” - “Por supuesto. Eve, tú mismo te has creado una deuda endemoniada. Mejor que estés preparado.” Inukashi y Rikiga asintieron al unísono. - “Ahora estáis terminando, prácticamente, las frases del otro, ¿cierto? Os habéis acercado”Nezumi sonrió con superioridad mientras se envolvía a sí mismo en la tela de superfibra. - “De todas formas, si vas a estar al tanto de mi deuda, ¿te importaría darme una vuelta y dejarme caer cerca de la Gota de la Luna?” - “¿De verdad vas a ir?”- dijo Rikiga incrédulo. - “Sí, vamos”- respondió Shion- “Tenemos que hacerlo. Nezumi es el único que puede detener a Elyurias.” - “No te adelantes por tu cuenta. Ni si quiera sabemos si mi canción va a funcionar todavía.” - “Lo hará. Incluso en ese contendor de carga camino al Centro Penitenciario, la gente seguía queriendo oírte cantar.” Rikiga balanceó los brazos. Sus ojos cansados y enrojecidos parpadearon repetidamente. - “¿Por qué, Eve? Pensé que ibas a sentarte y a disfrutar del espectáculo como parte del público. ¿No ibas a reírte todo el rato mientras ves como Nº6 da su último grito mortal?” - “Estaba planeando hacerlo, pero parece que sería mi muerte en mi carrera como actor” dijo Nezumi tristemente- “Parece que no puedo estar fuera del foco mucho más de un rato. Supongo que no estoy hecho para sentarme en el público, después de todo.”

- “Este no es el momento de estar alardeando”- dijo Rikiga mordaz- “Tómatelo en serio. Pensé que detestabas Nº6. Sólo déjalo y se destruirá ella solita. No hay nada más que puedas hacer salvo sentarte y reír.” La cara de Nezumi se contrajo por un momento. No parecía una actuación. - “Lo haría si pudiera. Pero Rou me dijo… ¿Qué pasa con los niños que hay dentro de la pared? ¿De qué son culpables? Dijo que aquellos que jugaban con sus pulgares estarían mirando morir a los niños no son mucho mejor que los asesinos en sí.” Un suspiro. Todas las emociones desaparecieron de la cara de Nezumi. - “Viejo, detesto Nº6. Su destrucción es lo que he estado anhelando. De hecho, es todo lo que podría haber deseado. Si termino con las manos ensangrentadas por lograrlo, que así sea… eso era lo que solía pensar, y todavía pienso de esa forma. Pero quiero evitar matar niños a toda costa. Soy un superviviente de la Masacre de Mao. La última cosa que quiero es estar del lado de los asesinos. No quiero ser como Nº6.” Rikiga se quedó en silencio. Suspiró como Nezumi y sacó las llaves de su coche. - “¿Inukashi, qué vas a hacer?” - “Iré. No tengo otra opción ¿no? Tengo mi propio bebé por el que preocuparme. Puedo entender lo que Nezumi está intentando decir. Je, pero no esperaba estar completamente convencido. Debo estarme haciendo mayor.” - “Oh… Inukashi, con bebé te refieres al que te confié…” - “Cállate. Es mi bebé y no es asunto tuyo, ¿eh, gilipollas insensible? Puedes suplicarme de rodillas pidiéndome verlo, pero no tendrás oportunidad”- Inukashi recogió cuidadosamente los todos los restos de comida y le sacó la lengua a Shion.

La confusión estaba alcanzando su cima alrededor de la Gota de la Luna. El ejército había abierto fuego nuevamente a los puñados de personas, que resultaron en muchas más muertes. A la vez, varios soldados también cayeron a tierra, envejeciendo y muriendo en minutos. Un rugido de terror estalló entre los soldados. Mientras algunos echaban a un lado sus armas dispuestos a correr, sus superiores les disparaban mortalmente por detrás. - “Obedeced las órdenes. Contened a los alborotadores. Dispersadlos.” - “¡No! ¡Nuestras vidas también son importantes!” - “Ni se os ocurra pensar en huir. Desertar en el campo de batalla… el castigo es la muerte” ladró un oficial de alto rango. De repente, se dobló hacia atrás y cayó. L a sangre brotó de su frente. Una bala había rebotado y le golpeó, tal vez… ¿o le había disparado alguien? Incluso con su cuerpo convulsionando, los soldados le pisotearon con sus botas militares intentando escapar. La multitud a se apiñaba en el interior de la Gota de la Luna. En medio de esto, cada puerta de la ciudad explotó y se disolvió en llamas. Las grietas aparecieron en las barreras de

aleación especial, como si fueran a caerse también. El Centro Penitenciario estaba casi medio demolido en una nube de humo negro. Monitores gigantes en la plaza mostraban cada una de esas escenas. - “¿Shion, qué demonios está pasando allí? ¿Por qué ponen eso? ¿Nº6 está mostrando a todos su propia caída a propósito?”- preguntó Inukashi temblando. - “Eso deben ser los archivos de las cámaras de vigilancia que hay instaladas por todas partes en la ciudad… Pero eso debería estarse reproduciendo en las pantallas que de la sala de supervisión de la Oficina de Seguridad. Estos archivos se están remitiendo a las panta llas públicas… lo que significa que los controles informáticos se han vuelto completamente locos. ” - “Y eso debe ser…” - “Sí, tienes razón. Sólo ella puede mezclar de esta forma los controles de Nº6.” Risita, risita, risita. Risita, risita, risita. Pudo oír una risa alegre. Le llegaba a los oídos, abriéndose camino entre los rugidos de la multitud, los pasos, los gritos y los sonidos de algo que estaba siendo golpeado como un tambor. Risita, risita, risita. Risita, risita, risita. Se está riendo. Está intentando destruir Nº6, mientras que se ríe de todo. - “¿Nezumi, puedes cantar?” - “… No aquí. Está demasiado abarrotado de gente. Me quedaré sin aire muy rápido, especialmente en estas condiciones”- Nezumi miró hacia el cielo, su cara brilló con el sudor. - “Se está riendo”- murmuró. - “¿Lo oyes?”- preguntó Shion. - “Sí. Suena como si estuviera disfrutándolo. Humanos arrogantes que pensaron que iban a ser los dueños del mundo y ahora mira con qué facilidad se destruyen a sí mismos… está saboreando cada minuto.” - “¿Está castigando la arrogancia humana?” - “O puede ser destino”- respondió Nezumi- “Nº6 estaba destinada a convertirse en esto. Un globo siempre estalla si lo inflas demasiado. Puede que ella esté acelerando un poco los mecanismos del destino.” Risita, risita, risita. Risita, risita, risita. Un hombre pasó a Shion corriendo, agarrando a un niño de unos cinco años. - “¡Ayudadme, ayudadme!”- gritaba el hombre a través de sus lágrimas.

- “Nezumi, vamos al último piso de la Gota de la Luna.” - “¿La oficina del alcalde?” - “Sí. Tu voz podrá alcanzar a toda la plaza desde allí. No sólo Elyurias oirá tu canción, también lo hará el resto de la gente.” - “Una canción no calmará la confusión.” - “Será más efectiva que las armas. Estoy completamente seguro.” Se dejaron llevar por el flujo de personas y entraron en la Gota de la Luna. - “¿Dónde está el alcalde? ¡Sacadlo!” - “¡Este es el final de Nº6! ¡Lo hemos conseguido!” - “¡Las paredes se han derrumbado! ¡Las puertas se han roto!” - “¡Saca las vacunas! ¡Alcalde! ¡Alcalde!” De repente, un hombre se precipitó a las escaleras. Con un megáfono en la mano, bramó en el hueco de ésta. - “¡Camaradas, estoy aquí! ¡Soy Yoming! ¡Insisto a que os levantéis por la libertad!” La multitud zumbó. - “¡Es Yoming! ¡Es Yoming!” - “¡Sí! Camaradas, justo hace un momento, me atacó el grupo de seguridad y casi me matan. Pero aun así, sigo aquí frente a vosotros. No moriré hasta que no termine de reconstruir Nº6 con mis propias manos. No moriré… ¡Soy inmortal!” El zumbido aumentó. Una masa de puños se levantaron triunfantes hacia el hombre. - “¡Yoming! ¡Yoming! ¡Nuestro héroe!” - “Camaradas. La destrucción de Nº6 está cerca. Estamos casi allí. Vamos a derrotar a Nº6, vayamos juntos como uno, unamos nuestras fuerzas, construyamos una nueva utopía. ¡Haremos que nuestro futuro brillante sea una realidad, con nuestras manos, camaradas! ” - “¡Sí! ¡Tienes razón!” - “¡Tres hurras por Yoming! ¡Tres hurras por la nueva Nº6!” - “Camaradas, arrastremos al alcalde y a su gente frente a nosotros. Esa será su sentencia y su destrucción. ¡Demos ese primer paso hacia el nuevo mundo!” Los gritos de asentimiento se mezclaron en un rugido. Sacudió todo el aire. - “¡No!” Shion también se precipitó a las escaleras y se puso al lado de Yoming- “Está equivocado. Lo que está diciendo no es cierto.” Los ojos de Yoming sobresalieron mientras apretaba los dientes.

- “Escuchadme todos: aquí no hay vacunas. Lo que está ocurriendo ahora mismo no se va a detener con cosas parecidas a ninguna vacuna.” - “¿Eh, qué estás…?” - “Sobreviví”- Shion se quitó la camisa y la echó a un lado, exponiendo sus cicatrices rojas en bandas- “Esta es la prueba de mi supervivencia. Por favor. Dadnos un poco... unos diez minutos… de vuestro tiempo. No os preocupéis, resolveremos esto de alguna forma. Sobreviví. No hay nada que os impida sobrevivir, tampoco. Pero antes de que eso ocurra, necesitamos tiempo.” - “¿Qué se supone que tenemos que hacer?”- una voz le preguntó débilmente desde la multitud. Era una voz femenina- “Dinos qué se supone que tenemos que hacer.” - “Seguir esperando”- respondió Shion- “Esperad sólo un poquito más y todo se acabará. Nadie más tiene que morir.” Esperar, dice. Así que sólo tenemos que esperar aquí. Una hora y media o así. Como una brisa meciendo la superficie de un lago, una onda silenciosa se extendió a lo largo de la multitud. Todo el mundo fue sentándose donde se encontraban paulatinamente. La gente que estaba en la plaza también se puso en cuclillas, abrazándose las rodillas. - “Gracias a todos”- sujetando todavía el megáfono, Shion también habló al hombre estupefacto que estaba frente a él- “Yoming, tú también. Espera aquí.” Yoming estaba mudo. - “Me adelanto”- Nezumi empezó a correr, pasando por detrás de Shion. No había nadie frente a la oficina del alcalde. Parecía que los vigilantes habían huido también. Lo que solía ser el lugar más cómodo y seguro de Nº6, en ese momento era un terreno altamente peligroso. Shion llamó a la puerta. - “Adelante”- una voz tranquila respondió a través del intercomunicador de la puerta. La puerta se deslizó hacia un lado sin hacer ruido. La habitación era cálida, apacible y lujosa. El alcalde estaba de pie frente a un escritorio enorme al lado de la pared. Tenía una estructura más pequeña de lo que Shion se había imaginado. Y era joven. Este hombre… es el gobernante de Nº6. Había un sofá de cuero al lado del alcalde y otro hombre sentado al final de éste. Llevaba puesta una bata de laboratorio. Tenía el cuello inclinado con un ángulo raro y sus brazos colgaban sin vida. Su pelo se había vuelto blanco frente a los ojos de Shion y su boca estaba abierta, habiendo soltado su último aliento. Un diente se desprendió por su cuenta de la boca del hombre y cayó al suelo. - “Oh…”

Una abeja estaba sentada en la base del cuello del hombre, moviendo afanosamente sus antenas. - “Está recién nacida”- susurró el alcalde. Sonaba como alguien que estaba intentando no despertar a un bebé dormido- “Tampoco tenía ni idea de que estuviera viviendo dentro de su cuerpo. Pero creo que él fue el más sorprendido. Murió sin poder superar su asombro. “No puede ser”…”- el alcalde sonrió débilmente- “Esas fueron sus últimas palabras. “No puede ser”. Ja, deben haber pasado décadas desde que algo como eso salió de su boca. Creyó que la ciencia podía explicar todo en el mundo.” - “Alcalde, haga el favor de abrir la ventana. Vamos a usar su balcón.” - “¿Qué intentáis hacer?” - “Queremos hablar con Elyurias. Necesitamos encontrarnos con ella, y es urgente.” - “¿Conocéis a Elyurias, niños?” - “Sí.” La mirada del alcalde se movió de Shion a Nezumi. - “Has dicho ventana…”- murmuró y presionó un botón en su escritorio. La ventana se abrió lentamente. - “Nezumi.” - “Sí.” Nezumi salió al balcón. Un viento sopló hacia ellos, alborotando el pelo de Nezumi. Una canción sonó. El viento se lleva las almas, los humanos roban el corazón, Oh tierra, viento y lluvia, oh cielos, oh luz, Mantened todo aquí. Mantenedlo todo aquí. Y vive en este lugar. Oh alma, oh corazón, oh amor, mis verdaderos sentimientos. Volved aquí Y quedaos. La canción de Nezumi se elevó en el viento, y parecía alcanzar cada rincón de la plaza… y todos los rincones de Nº6. La gente estaba quieta, sentada, y escuchando en éxtasis. Era como una voz que se llevaba sus almas y les robaba el corazón. Safu. Shion habló a la chica desde su corazón. Sólo una vez… sólo una vez más, dame tu fuerza. Entrega esta canción a Elyurias. Safu, por favor. Danos tu poder. El viento se lleva las almas, los humanos roban el corazón, Pero me quedaré aquí para seguir cantando. Por favor, entrega mi canción. Por favor, acepta mi canción.

Safu. El viento se hizo más fuerte. Nezumi se tambaleó. - “¡Ah!” Inukashi se detuvo, como si hubiera echado raíces. - “Qué… qué demonios…” Un anillo dorado apareció en el cielo, directamente en frente de Nezumi. El anillo se redujo hasta que se convirtió en una luz deslumbrante. La luz brillaba mientras parpadeaba, y tomó la forma de una abeja. Ha pasado mucho tiempo, Cantante. - “La verdad es que sí”- Nezumi se giró e hizo señas a Shion. Acércate. Shion salió al balcón y se detuvo al lado de Nezumi. La multitud que llenaba la plaza miraba hacia arriba a la vez. - “Elyurias. ¿Te importa si te llamo con este nombre?” Como desees. Un nombre dado por humanos no significa nada para mí. - “Elyurias. Te lo suplicamos. Queremos que nos concedas una oportunidad más… sólo una.” Shion oyó el batir de las alas. Cuatro alas transparentes brillaron como si estuvieran batiéndose en el aire. - “Por favor, no abandones a los humanos todavía. Sólo una vez. Danos una oportunidad más, Elyurias.” Criaturas estúpidas. Criaturas llenas de arrogancia y falsedad. ¿Me estás diciendo que confíe en vosotros? - “Los humanos son capaces tanto de defender sus ideales como de sucumbir a la corrupción. Están aquellos que se aferran a su poder y aquellos a los que empuja la mayoría. Pero están los que defienden sus ideales, los que viven por los demás y siguen luchando contra su propia estupidez, falsedad y arrogancia. Elyurias, escucha nuestra plegaria. Confía en nosotros, sólo una vez más.” ¿Eso es lo que tú mismo deseas, Cantante? Nezumi asintió suavemente. ¿Como miembro del Pueblo del Bosque, confiarás en los habitantes de Nº6? - “No confiaré en la gente de Nº6. El único en el que confío es él. No… no es eso. No es que confíe en él. Sólo…” ¿Sólo? - “Quiero ver lo que Shion puede llegar a ser. Quiero ver lo que va a construir sobre las ruinas de Nº6. Quiero ver con mis propios ojos lo que creará.”

Quieres ver. - “Oh, divino… Dios del Bosque, no eres omnipotente. No puedes ver todo. No hay forma de que puedas predecir lo que quiera que él creará en el futuro será diferente de Nº6, o seguirá sus pasos. Es algo para desear verlo, ¿no? ¿Lo profundo que pueden caer los humanos? ¿Dónde serán capaces de hincar los talones y aguantar? Ver dónde los llevará… sólo es otra forma de disfrutarlo. Creo que te estás precipitando si crees que los humanos no tienen remedio por un ejemplo insignificante como Nº6.” El bebé diminuto que recuerdo parece haberse convertido en un insolente. - “La gente crece. Para bien o para mal.” ¿Estás seguro, Cantante? ¿No necesitas seguir odiando a Nº6? - “Nº6 ya no existe. La has destruido. Pero si Nº6 volviera a aparecer aquí de nuevo, la odiaría con todo mi corazón y con toda mi alma, y le declararía otra guerra”- Las antenas de Elyurias se agitaron de izquierda a derecha. Un polvo dorado salió de ellas. Shion. - “Sí.” Tengo un mensaje de Safu. Dice: “dejo todo en tus manos.” Todo en tus manos. Eran las mismas palabras que las del médico moribundo. Shion cerró el puño y asintió. - “Por favor, dile a Safu que tengo su mensaje. Y hazme el favor de decirla que nunca la olvidaré mientras viva.” Entendido. Bien, entonces. - “¡Espera, Elyurias! Por favor, para nosotros…” Sólo una vez. Sólo esta única vez, Shion. La luz dorada desapareció. El viento se detuvo. Shion volvió dentro de la habitación y se hundió en el cielo alfombrado. - “Por fin se ha acabado.” - “¿Acabado? Esto acaba de empezar, Shion. Tu batalla está comenzando y va a ser una dura.” - “Nezumi…” - “¿Qué tipo de mundo vas a construir aquí, el lugar de Nº6? ¿Serás capaz de construir una ciudad de verdad, donde los humanos puedan vivir como humanos… y no una especie de ciudad parásito con una máscara de utopía puesta? Shion, tu batalla acaba de empezar. No has terminado. Aquel al que se le ha acabado el chollo es… ” Nezumi se dio la vuelta y miró al alcalde.

- “Lo sé”- el alcalde se sentó en su silla y cerró los ojos tranquilamente- “¿Podéis disculparme? Me gustaría estar solo.” - “¿Va a pensar lo que ha hecho, alcalde?”- gruñó Rikiga. - “Eso ya se ha decidido. Pondré fin a mis propios asuntos. Así que, por favor, podríais.” - “Vamos. Todo el mundo merece que respeten sus últimos deseos”- Nezumi empezó a retirarse. - “Tenéis mis agradecimientos”- el alcalde levantó la mano. La puerta se cerró. Un disparo sonó casi a la vez. Rikiga sacudió la cabeza lentamente. Hamlet chilló desde el bolsillo de Shion. ¡Chip, chip, chip!

Un cielo celeste. El cielo que se desplegaba sobre la pequeña colina del Bloque Norte era cristalino. - “Buen tiempo. Perfecto para viajar”- el viento despeinó el pelo de Nezumi y él se lo alisó con la mano. - “Shion, de momento está bien. No tienes que venir a despedirme.” - “… ¿Estás empeñado en irte?” - “Tengo que irme.” - “¿Cuándo vas a volver?” - “¿Volver? No tengo un lugar al que regresar.” - “Nezumi, ¿no… no puedo ir contigo?” - “Tú y yo somos distintos. Yo soy un vagabundo, tú eres sedentario. Es a lo que se reduce. Cuando hay incompatibilidades, no se puede vivir juntos. Ya deberías saber esto.” Nezumi dejó que su mirada vagase por el escenario que se extendía por debajo de él. Había una ciudad que una vez se llamó Nº6. Desde donde estaba, no parecía que hubiera diferencia en cómo había sido siempre. - “Shion.” - “¿Qué?” - “¿Estás llorando?” - “Yo no… caray, no soy una chica…”

- “Me das miedo.” - “¿Qué?” - “No parece que entienda nada de lo que está en tu interior, ese es el porqué. Eres un misterio. Tuviste el poder de poner a la gente en la Gota de la Luna en la palma de tu mano en dos segundos escasos, y aquí estás llorando como una chica. Puedes ser absolutamente despiadado, valiente y noble a la vez. Y eso es parte de todo lo que eres ¿verdad? No puedo entenderlo, y eso es por lo que me aterroriza. Puede que en algún momento del futuro, no sea tan malo dejarme caer por aquí para ver… sí, para ver en qué tipo de persona te has convertido. Los muffins de tu mamá también son tentadores. Pero no esperaba recibir un abrazo suyo después de que me presentaras.” - “Nezumi.” Shion agarró el brazo de Nezumi. Sintió como si no pudiera soportarlo más. - “No te vayas, Nezumi. Quiero estar a tu lado. Quiero que estés a mi lado. Eso es todo lo que deseo.” - “No puede ser.” - “¿Por qué no?” - “¿Cuántas veces vas a hacer que me repita? Tienes que quedarte aquí. Tienes un trabajo por hacer.” - “Puedo dejárselo a alguien más…” - “No puedes dejar que alguien más lo haga. Shion, tú tienes que hacer esto. ¿Has olvidado tu promesa con Safu? ¿Qué pasa con las últimas palabras del médico? Dijiste que te harías cargo. Shion, no huyas. Tienes una batalla que enfrentar. Tienes trabajo que hacer aquí. No puedes darlo la espalda.” Shion se miró los pies. Lo sé. Lo entiendo. Pero… - “Nezumi, el mundo no tiene significa nada sin ti. Nada.” Un dedo se enganchó en su barbilla y tiró de ella hacia arriba. Un par de ojos grises estaban justo frente a él. - “¿No vas a escuchar, mi pequeño cabezota? Actúa de acuerdo a tu edad”- era la voz de una mujer, suavizada con una risa. - “Nezumi, voy en serio…” Sus labios se sobrepusieron. Era un beso apasionado y mordaz, pero suave. - “¿Era un beso… de despedida?” - “Un juramento”- Nezumi sonrió- “Volveremos a reunirnos, Shion.” Nezumi le dio la espalda. Hamlet y Cravat saltaron a su hombro y se chillaron el uno al otro. Chip, chip, chip. Chip, chip, chip.

El viento sopló. Las nubes salieron al panorama. La figura de Nezumi se iba haciendo cada vez más pequeña. No se dio la vuelta ni una sola vez. - “Nezumi…” Nunca descubrí tu nombre verdadero. Pero… no necesito saberlo. Para Shion, Nezumi siempre había sido Nezumi. Su único e incomparable, su persona irremplazable. Nezumi, te seguiré esperando. No importa cuántos años sean, no importa lo mayor que me haga, te seguiré esperando justo aquí, en esta tierra. El vagabundo y el sedentario… sus caminos se habían atado para volver a cruzarse. Y cuando lo hicieran, Shion no le dejaría irse de nuevo tan fácilmente. Nezumi, te seguiré esperando. El viento sopló. La luz de sol caía… sobre Shion, sobre la ciudad que estaba a punto de renacer, sobre el vestigio de Nezumi. La luz del sol caía, y abarcaba todo.

Notas: (1) Palabras de Macbeth en la escena quinta del quinto acto de la obra de William Shakespeare con el mismo nombre, sacada de http://www.biblioteca.org.ar/libros/132743.pdf (2) Patio: zona en un teatro donde tradicionalmente se estaba de pie. No sé si en la actualidad seguirá siendo así. (3) Abejas melíferas: he añadido el calificativo melíferas para no confundirlo con las abejas parásito de las que se hablan constantemente en la historia. Usa la palabra “honeybee” (abeja literalmente), mientras que para referirse a las parásito, utiliza “wasp” (avispa). Lo que queda pendiente de una posible macrocorrección desde los capítulos principales. (4) Schitoma: Organismo parásito. Para más detalles: http://es.wikipedia.org/wiki/Schistosoma (5)Ovopositor: órgano que usan algunos insectos para poner huevos: http://es.wikipedia.org/wiki/Ovipositor