Monografia - Teoria Neoclasica Del Comercio Internacional

FACULTA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO MONOGRAFIA TEORIA NEOCLASICA DEL COMERCIO INTERN

Views 126 Downloads 0 File size 390KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

FACULTA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

MONOGRAFIA TEORIA NEOCLASICA DEL COMERCIO INTERNACIONAL INTEGRANTES:

CASTILLO FELIPE NATALI BEATRIZ MURGA RAMIREZ CARMEN JAUREGUI SANCHEZ EVELYN POLO DE LA CRUZ PABLO ELMER

ASIGNATURA:

COMERCIO EXTERIOR

DOCENTE:

JENNY PAOLA VALDIVIA HERRERA

CICLO:

X

Trujillo - 2017

INDICE.

PAG . 1.

INTRODUCCIÓN………………………………………………………

2.

MARCO TEORICO CONCEPTUAL…………………………………

2.1.

Definición teoría neoclásica del comercio internacional……………….

2.2.

Antecedentes……………………………………………………………

2.3.

Revisión Histórica de los Modelos de Comercio Internacional………

2.4.

El Mercantilismo……………………………………………………….

2.5.

La escuela Neoclásica…………………………………………………..

2.5.1. El comercio y la distribución de la renta……………………………….. 3.

CONCLUSIONES……………………………………………………… BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………….

1

2 3 4 4 9 10 12 16 18 19

1. INTRODUCCIÓN El estudio del comercio internacional entre dos países o grupos de países ha sido una parte polémica de la economía. Desde los siglos XIX y XX las investigaciones sobre economía internacional han cobrado mucha importancia debido a las intrincadas interrelaciones que las diferentes economías establecen a través del comercio.

En este sentido se generan debates en torno a la búsqueda de un modelo general que pueda describir y especificar los flujos comerciales entre pares de países. En consecuencia, se han hecho discusiones teóricas y metodológicas por parte de las corrientes ortodoxas del comercio internacional para comprobar si estas reflejan adecuadamente los ciclos y tendencias de las interacciones comerciales.

Ahora bien, desde hace mucho tiempo se viene cuestionando el poder de predicción de la teoría neoclásica del comercio internacional. Dada la crisis financiera y económica que ha golpeado fuertemente a todo el mundo desde finales del año 2008, se ha retomado la discusión acerca de la validez de la teoría. Esta discusión radica en que los supuestos, que son la base de toda teoría, no tienen una simetría con el mundo real, es decir, son irreales. Ejemplos como el de los tigres asiáticos y Estados Unidos, que entrelazan su producción exportadora al paso de la globalización, hacen pensar que la teoría de las ventajas comparativas, en su versión neoclásica, queda obsoleta a la hora de explicar los flujos comerciales de los países.

2

La explicación ante la incapacidad de la teoría neoclásica radica en que no puede predecir mediante supuestos irreales el nuevo orden mundial comandado por la globalización. La crisis financiera y económica que se ha evidenciado desde diciembre de 2008 conllevó a una crisis teórica en el mundo académico. Tal crisis está enmarcada sobre todo en que la teoría neoclásica perdió Credibilidad gracias a su impotencia para predecir los ciclos económicos.

La discusión no es nueva, ya que en la Gran Depresión de 1929 se optó por seguir los planteamientos de Keynes porque la teoría ortodoxa era incapaz de hacerle frente a la crisis. Economistas como Leontiefen 1956 abrieron la discusión sobre el poder predictivo de la teoría neoclásica, más específicamente sobre la teoría neoclásica del comercio internacional evaluando empíricamente el modelo Heckscher-Ohlin. 2. MARCO TEORICO CONCEPTUAL 2.1 definición teoría neoclásica del comercio internacional Para Alfred Marshall

El término economía neoclásica o escuela neoclásica es un

concepto impreciso utilizado en economía; ciencia política, etc., para referirse en general a un enfoque económico basado en una tentativa de integrar al análisis marginalista a algunas de las percepciones provenientes de la economía clásica. La teoría neoclásica del comercio internacional basada en la ventaja comparativa considera que los patrones del comercio internacional no dependen de la productividad del trabajo y sí de las condiciones del entorno. Nace entonces de la crítica que se hace hacia los clásicos sobre la forma de plantear las ventajas y su repercusión en el comercio mundial.

3

Dicha teoría encontró su máximo exponente y perfeccionamiento en el teorema de Heckscher-Ohlin, (2X2X2) del cual hacen parte dos países, dos bienes y dos factores, formulado en el período comprendido entre las dos guerras mundiales. Este teorema, siguiendo la línea del pensamiento neoclásico, parte de los siguientes supuestos: la competencia es perfecta entre países, utilizan la misma tecnología, los factores productivos son móviles entre sectores de un mismo país e inmóviles entre países, los países desarrollados son más intensivos en el factor capital y los de en desarrollo más intensivos en el factor trabajo. Esto llevado a cabo a través de la teoría de la intensidad de los factores. 2.2 Antecedentes En el último tercio del siglo XIX empezó a cobrar relevancia en el panorama del pensamiento económico lo que, posteriormente, se conocería como la escuela neoclásica, de la que también resultarían decisivas aportaciones a la teoría del comercio internacional. En este sentido, Díaz Mier (2000 PP. 69) también hace referencia al nacimiento de la economía que hoy conocemos, pues según el autor, "el último tercio del siglo XIX puede ser definido de esa forma". Entre tanto, es necesario hacer una distinción entre los conceptos de ventaja absoluta y ventaja comparativa, pues son términos que deben ser entendidos de una forma clara si queremos comprender las diferencias entre la teoría clásica y neoclásica del comercio internacional, las cuales influyen, a su vez, en las causas que generan la competitividad internacional de los países en determinados sectores productivos. Así pues, cuando David Ricardo se refería a la ventaja comparativa estaba haciendo referencia a la ventaja existente entre dos sectores económicos distintos situados en ventaja absoluta, pues ésta 4

hace referencia a la diferente ventaja competitiva existente, dentro de un mismo sector, entre países distintos. En este sentido, la corriente ortodoxa neoclásica ha optado por englobar bajo el nombre de "ventaja comparativa" una serie de elementos diferentes y contradictorios que proceden de las teorías originales de Ricardo y Smith y que han sido englobados en el "precedente clásico" de lo que, posteriormente, ha sido la teoría neoclásica del comercio internacional. Por este motivo, antes de exponer, de forma somera, la teoría neoclásica del comercio internacional, detallamos algunos aspectos diferenciales que deben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar ambas teorías (clásica y neoclásica). Entre estas diferencias destacamos las siguientes: - Mientras que Smith, cuando se refiere a la ventaja absoluta, realiza una comparación entre las ventajas que tiene un país con respecto a otro para producir un determinado producto, Ricardo hace referencia, mediante el concepto de ventaja comparativa, a la diferencia existente entre países a la hora de producir diferentes mercancías. - La ventaja absoluta, al igual que la ventaja comparativa, es un término relativo que, en contra de los que se piensa, hace referencia a la comparación de unidades económicas. La ventaja absoluta, por tanto, no quiere decir ventaja universal. - En contra de lo que se suele sostener, la teoría de la ventaja absoluta no sólo se basa en la ventaja en productividad, en el valor-trabajo, sino que para Smith la ventaja absoluta venía dada por unos costes unitarios70 inferiores a los de los competidores. Por tanto, la productividad sólo interviene como elemento determinante pero no único, pues esta teoría mantiene que la ventaja absoluta se basa en el menor coste unitario y no en la mayor productividad. - Lo característico de la teoría de la ventaja comparativa es el bajo coste relativo desde una perspectiva inter-sectorial y no intra-sectorial como propone la teoría de la ventaja absoluta. - En contra de lo que hace Smith, la teoría de la ventaja comparativa de Ricardo 5

no incluye el principio general del valor-trabajo y sí una específica teoría del dinero, la teoría cuantitativa. Esto lleva a Ricardo a sostener que los saldos en la balanza comercial tienden a ser a corto plazo, pues existe un mecanismo de ajuste automático que se pone en marcha cuando se dan los primeros desequilibrios. Debido a este mecanismo monetario, los costes monetarios se desvían de los costes del trabajo, por lo que se elimina la eficacia predictiva de los valores-trabajo de los que parte la teoría de la ventaja absoluta. Para la teoría de la ventaja comparativa, por tanto, la productividad del trabajo y su constante mejora no se tiene en cuenta a la hora de explicar los patrones del comercio internacional. Vale la pena resaltar que, como Markusen et al. (1995) señala, "un concepto fundamental en la teoría del comercio internacional es la ventaja comparativa. (...) las características económicas de las naciones y los productos básicos se combinan para explicar el patrón del comercio internacional" En definitiva, podemos apreciar como la teoría de la ventaja absoluta no debe confundirse con la teoría de la ventaja comparativa, pues ambas parten de supuestos diferentes y, por lo tanto, tienen implicaciones muy dispares a la hora de actuar para incrementar la competitividad de los países en determinados sectores o subsectores económicos. En este sentido, mientras que la teoría clásica del comercio internacional, basada en la ventaja absoluta, concede un importante valor a la productividad del trabajo a la hora de incrementar la competitividad de algunos países en ciertos sectores económicos, la teoría neoclásica del comercio internacional basada en la ventaja comparativa considera que los modelos del comercio internacional no depende de la productividad del trabajo y sí de las condiciones del entorno (LÓPES MARTÍNEZ, 2003).

6

La teoría clásica del comercio internacional fue completada y corregida por los autores neoclásicos, dando lugar a la teoría neoclásica del comercio internacional. En este sentido, López Martínez (2003) expone: A este cuerpo teórico neoclásico también se le denomina la teoría pura del comercio internacional o la teoría de proporciones factoriales. Los neoclásicos implementan una nueva teoría del valor, basada en la utilidad de los bienes, y el modelo de equilibrio económico general, que interrelaciona las variables económicas más representativas para llegar a una solución de equilibrio. Esa teoría encontró su máximo exponente y perfeccionamiento en el teorema de Heckscher-Ohlin, formulado en el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales. Este modelo, conocido como el modelo H-O, explica la existencia y composición del comercio internacional a partir de un nuevo concepto, el de la abundancia relativa de los factores de producción de cada país, lo cual originará la ventaja comparativa (LÓPEZ MARTÍNEZ, 2003). Entre las conclusiones más importantes a las que llega el modelo HO destacamos las siguientes, propuestas por Gaytán, (1996): * La condición determinante del comercio internacional son las diferencias regionales en la oferta de factores. * La principal razón de la localización se debe a que los factores de producción (tierra, clima, recursos naturales, mano de obra, capital, etc.) están distribuidos en proporciones desiguales. * Cada región usará en mayor proporción sus recursos naturales más abundantes por ser más baratos. * La diferencia de factores y de precios influyen en la localización de la producción.

7

* A medio y largo plazo se debe dar una situación de equilibrio en la balanza comercial de los países, pues cuando en el corto plazo aparece una situación de déficit o superávit comercial se activa un dispositivo auto corrector que tiende a equilibrar este saldo. En este sentido, Chacholiades (1992) dice que la idea básica del modelo H-O, parte de dos premisas: 1. Los productos se diferencian por sus factores; 2. Los países se diferencian por su dotación de factores. Así, Chacholiades (1992), aún expone que: "De acuerdo con Heckscher y Ohlin, un país tiene una ventaja comparativa en aquellos productos que utilizan intensamente sus factores abundantes". Por otra parte, los autores Krugman y Obstfeld, (2006) también hacen referencia al modelo H-O que, según sus palabras: En el modelo Heckscher-Ohlin: hay múltiples factores de producción que pueden desplazarse entre sectores. Se trata de un modelo más complicado que los otros dos, pero que conlleva una comprensión más profunda sobre cómo pueden los recursos determinar los patrones de comercio. Así pues, simplificando, podremos llegar a la conclusión de que el modelo neoclásico se produce en un momento en el cual el capitalismo ya se encontraba afianzado como modo de producción dominante, y que los neoclásicos reconocerán el orden capitalista como la forma más apropiada para organizar los procesos de producción, distribución y consumo. Así, la configuración de las ventajas comparativas entre los países resulta de la interacción entre la disponibilidad relativa de los factores de producción y la tecnología de producción, que determina la intensidad con que los factores específicos de cada país son empleados en la producción de bienes específicos. Aunque este modelo lleva al

8

entendimiento de que la tecnología de producción es la misma para todos los países. Así, el comercio internacional es explicado únicamente por la diferencia relativa en la dotación de los factores, llevando a que cada país deba exportar el bien cuya producción es intensiva en el factor que posea en mayor cantidad relativa. A partir de estas teorías (clásica y neoclásica), surgen nuevas teorías que procuran incrementar y hasta proponer alternativas a las teorías de comercio tradicionales, adoptando hipótesis como el carácter endógeno de la innovación tecnológica, la existencia de economías de escala y rendimientos crecientes, la existencia de ciclos de productos y otras. Pero al mismo tiempo que estas nuevas teorías intentan ampliar los modelos tradicionales de comercio incluyendo variables como el capital humano y la innovación, aún siguen siendo estáticas y susceptibles de críticas. 2.3 Revisión Histórica de los Modelos de Comercio Internacional La literatura económica que aborda la problemática del comercio internacional puede dividirse en dos líneas principales. Una de ellas tiene sus raíces en la literatura clásica del comercio internacional con David Ricardo a la cabeza, y continúa con la teoría neoclásica con Heckschery Ohlin como sus principales exponentes. De alguna manera, aunque se hayan hecho modificaciones y perfeccionamientos, el principio básico ha permanecido sin alteraciones desde que Ricardo hiciera la formulación basada en los costos comparativos. Esta propuesta y el famoso teorema de Heckscher-Ohlin, han dominado el análisis convencional del comercio internacional durante mucho tiempo. La conclusión principal que se puede extraer de estas dos escuelas es que ponen de manifiesto la ventaja del libre comercio y de la especialización internacional. De modo que simplificando en exceso se puede afirmar que para la concepción clásica y neoclásica el comercio internacional es eficiente, mutuamente beneficioso y positivo para el mundo entero

9

La otra línea se caracteriza por su heterodoxia frente a la posición anterior y cuestiona las ventajas que se puedan obtener del comercio internacional para los países que tienen un nivel económico menos desarrollado. Dentro de esta concepción se pueden asimismo diferenciar dos ramas. Una de ellas analiza las relaciones económicas en su conjunto, esto es, las corrientes de bienes y servicios, así como la exportación de capitales entre países, como en el caso de la teoría del imperialismo y de la dependencia. La otra se centra en el comercio como un mecanismo de desigualdad. En este trabajo se considera sólo, por lo que concierne a las concepciones heterodoxas, esta última visión y no se tendrán en cuenta, por lo tanto, los enfoques basados en un planteamiento más amplio de las relaciones económicas internacionales. Básicamente se expondrán las ideas desarrolladas por Singer, Prebisch y Myrdal. 2.4 El Mercantilismo La teoría moderna del comercio internacional tiene sus raíces en el pensamiento económico dominante de los siglos XVI, XVII y primera mitad del XVIII: el mercantilismo Este pensamiento se inscribe en un contexto histórico en el cual la principal preocupación económica era cómo enriquecer y hacer más poderoso al Estado, dentro y fuera de sus frontera .Si bien la teoría económica de los mercantilistas no constituye un cuerpo doctrinario del todo coherente, en el ámbito del comercio exterior hubo unanimidad en la aceptación de una teoría y de una política, que se encuentran relacionadas: 1) teoría del superávit de la balanza comercial (el valor de las exportaciones debe superar al de las importaciones); 2) política proteccionista (defensa de la producción nacional con medidas que limiten las importaciones).Fruto de su visión práctica y del objetivo perseguido, los mercantilistas

10

apenas se interesaron por estudiar las causas del comercio internacional; se centraron en sus efectos sobre la economía nacional y, en especial, sobre el poder económico del Estado. Por diversas razones consideraron que el aumento del volumen de oro y plata en circulación en el país y atesorado por las monarquías era el mejor medio de enriquecer la nación (progreso económico y poder del Estado). En los países que no se disponían de minas de metales preciosos (todos, salvo España), la única manera de aumentar este volumen era mediante el comercio exterior, siempre que El valor de las exportaciones superara al de las importaciones, porque la liquidación del saldo a favor suponía una entrada neta de metales preciosos en el país por ese importe Si bien la doctrina del superávit de la balanza comercial y los medios que se aplicaron para conseguirlo (intervencionismo del Estado para aplicar barreras a la importación – proteccionismo– y fomentar la exportación) han sido considerados por muchos autores posteriores como el resultado de una visión errónea del proceso económico y en particular de la confusión del dinero con la riqueza. Otros historiadores del pensamiento estiman que la doctrina era apropiada al fin perseguido por los mercantilistas: servir a la política del poder de los nuevos Estados nacionales en una época de guerras permanentes y conquistas territoriales. Asimismo, desde la perspectiva del análisis macroeconómico, los keynesianos han justificado la tesis mercantilista al sostener que el exceso de exportaciones sobre importaciones supone una inyección a la demanda agregada y por esa vía, se estimula a la producción y al crecimiento de la renta nacional

11

2.5 La escuela Neoclásica Como se demostró en el punto anterior, el modelo ricardiano sugiere que no solamente todos los países ganan con el comercio, sino que todos los individuos mejoran como consecuencia del comercio internacional porque este no afecta a la distribución de la renta, ya que considera un único factor que puede moverse libremente de una industria a la otra. Sin embargo, en el mundo real el comercio tiene efectos sustanciales sobre la distribución de la renta de los distintos países que lo realizan, por lo que en la práctica los beneficios del comercio a menudo se distribuyen en forma desigual. A través del análisis y los modelos desarrollados por la escuela neoclásica se podrá comprender mejor el efecto redistributivo que el comercio internacional provoca sobre las naciones que lo practican. La escuela neoclásica interrumpe en la escena del pensamiento económico en el último tercio del siglo XIX, sentando unas bases cuyo desarrollo llega hasta nuestros días. Aporta una nueva teoría del valor (basada en la utilidad de los bienes y no en el trabajo que incorpora) y un modelo, el equilibrio general, en el que todas las variables económicas relevantes (oferta, demanda y precios de los bienes, servicios y factores productivos) aparecen interrelacionadas en un sistema de ecuaciones, cuya solución arroja unos valores que se denominan de equilibrio. Dentro de este esquema, la escuela neoclásica ha desarrollado dos teorías del comercio internacional. Una es simplemente una reformación de la teoría de Ricardo (ventaja comparativa), completada con otra de la de Mill (demanda recíproca), adecuándolas a las hipótesis del nuevo modelo; la otra, más innovadora, establece la causa última de la diferencia en los precios relativos, condición de la existencia de ventajas comparativas. Es la teoría de Heckscher-Ohlin, que lleva el nombre de los dos economistas suecos que la formularon La reformulación neoclásica del modelo ricardiano constituye una construcción teórica compleja que, respecto al modelo ricardiano altera las condiciones de la oferta e introduce 12

la demanda. Las condiciones de oferta quedan alteradas en dos sentidos. Primero, la introducción de un segundo factor de producción, el capital y el abandono de la teoría de valor-trabajo, reemplazada por la teoría del valor-utilidad (el valor del bien depende de la utilidad que proporciona). Segundo, la sustitución del supuesto de productividad constante por el de productividad marginal decreciente. Estas modificaciones determinan un nuevo sistema de fijación de costos relativos, que consiste en establecer el costo de unidad de un bien por la cantidad del otro bien a la que hay que renunciar para producir aquella. Al ser las productividades decrecientes, este costo relativo, llamado costo de oportunidad, ya no es constante cualquiera que sea la combinación de los dos bienes que se produzca, sino que es creciente; es decir, según se va aumentando la producción de uno de los bienes, cada vez hay que reducir más la producción del otro. La introducción de la demanda completa el nuevo modelo, que incluye así las dos caras del fenómeno económico: producción y consumo. El precio relativo ya no queda fijado exclusivamente por el costo relativo –costo de oportunidad–, sino en conjunto con la demanda de los dos bienes. Así, puede haber muchos precios relativos diferentes, sin embargo, uno sólo maximizará el valor de la producción y el consumo simultáneamente: es el denominado precio de equilibrio. En este nuevo marco analítico, la teoría de la ventaja comparativa mantiene su vigencia. Los efectos son los mismos: aumenta la producción conjunta y el consumo de los dos países. Las diferencias en los precios relativos pueden deberse tanto por las condiciones en la oferta o en la demanda. Por un lado, la diferencia en los costos relativos (oferta) puede deberse a diferencias de productividad en el trabajo o el capital, es lo que los economistas definen como funciones de producción diferentes. Por el otro, gustos distintos en los dos países (demanda) pueden originar precios relativos distintos. La segunda teoría neoclásica de comercio internacional constituye una alternativa a la visón anteriormente descripta. El modelo de 13

Hecksher-Ohlin (H-O) resuelve la ambigüedad que subyace en la causa última del comercio internacional expuestos por Ricardo y ampliada por los neoclásicos. Si es las diferencias de productividad de los factores la que explica las diferenciasde costos, y en consecuencias, de precios relativos –sin tener en cuenta la demanda–, ¿qué explica esa diferencia de productividades? La multiplicidad de respuestas posibles dejaba al modelo ricardiano en dificultades ya que, en definitiva ¿cuál sería la causa principal de la estructura comercial (exportaciones e importaciones) de cada país? En 1919 Hecksher enuncia la propuesta básica de su modelo: lo que explica el comercio internacional es la escasez relativa de los factores en unos y otros países. Hecksher parte de la siguiente hipótesis: existen preferencias iguales entre países, considera que la productividad delos factores es la misma en todos los países, que los mismos bienes se producen de la misma manera en todos ellos (es decir, aplicando los factores en la misma proporción) y que los bienes distintos se obtienen con una proporción factorial distinta, ¿qué puede hacer diferentes los costos relativos de dichos países? La respuesta es sencilla: distintos precios relativos de los factores, resultantes de distintas dotaciones. En los países donde el factor capital abunda (factor relativamente barato) los bienes que utilizan mayor proporción de capital serán más baratos –con relación a los demás países– y los que utilizan mayor proporción de trabajo serán más caros. Un ejemplo similar al propuesto para el teorema de Ricardo, aclarará el modelo de H-O. Solamente hay que alterar las condiciones de la producción, adecuándolas a las hipótesis neoclásicas. La producción requiere ahora dos factores de producción (trabajo y capital) pero se obtiene con la misma función de producción (la productividad de los factores y la proporción con que se aplican en cada bien son iguales) en los dos países. En este caso, la diferencia en los costos relativos no puede provenir de las distintas productividades como en el modelo de Ricardo, ya que se

14

suponen iguales. Esa diferencia proviene de la diferencia de precios relativos de los factores. A

B

2 h trabajo 1 litro de vino

2 h trabajo 1 h maquinaria 1 h maquinaria

1 h trabajo 1 destornillador

1 h trabajo 2 h maquinaria 2 h maquinaria

Si se supone que A tiene abundancia de trabajo y escasez de capital con relación a B, el trabajo (en términos de capital) será más barato en A y más caro en B. El cuadro a continuación representa el precio relativo del trabajo/capital para cada país. A

B

2 h trabajo =

1h trabajo =

1 h maquinaria

1 h maquinaria

A partir de estos datos se puede calcular el costo relativo de los bienes en los dos países. Para poder hacerlo se debe valorar los costes en términos de un sólo factor (trabajo o capital). En Aun litro de vino son cuatro horas de trabajo y el de un destornillador de cinco horas de trabajo. En estas condiciones, el costo relativo determinará un precio relativo de un litro de vino por 4/5de destornillador (un destornillador = 5/4 litros de vino). En B el coste de ambos bienes es el mismo, tres horas de trabajo. Por lo tanto en A el destornillador es caro y el vino barato, con relación a B. Si se observa la correspondencia 15

que existe entre la proporción factorial de cada bien y la ventaja comparativa de cada país, obtenemos la conclusión fundamental del modelo de H-O: cada país tiene ventajas comparativas y por lo tanto debe explotar el bien que utiliza de forma intensiva (en mayor proporción) el factor abundante en dicho país. En el ejemplo, A el país abundante en trabajo produce vino que resulta ser el bien intensivo en este factor. De esta teoría se desprende, como corolario, que a través del comercio internacional los países intercambian sus factores abundantes por los escasos, igualándose a medio plazo las dotaciones relativas de los mismos en todos los países que comercian, e igualándose, en consecuencia, sus posibilidades de desarrollo. Hasta aquí, se puede decir que el modelo de Heckscher-Ohlin predice plenamente el intercambio entre países desarrollados y en desarrollo. En otras palabras, los países desarrollados exportan productos capital intensivo mientras que los países en desarrollo exportan bienes trabajo intensivo. Se concluye con esta teoría que existirá un volumen alto de intercambio entre países de diferente nivel de desarrollo y será muy bajo el nivel entre países similares. 2.5.1. El comercio y la distribución de la renta Al ser la producción de vino intensiva en trabajo mientras que la de destornilladores la es en maquinaria, existe una relación de uno a uno entre el ratio de precio de los factores y la de precios relativos; cuanto mayor sea el coste relativo del trabajo, mayor será el precio relativo del bien intensivo en trabajo y viceversa con el costo de la maquinaria y el precio de los destornilladores. Es bueno mantener siempre presente que según el modelo de HO, el costo relativo de los factores depende de su abundancia o escasez relativa, El punto relevante de este modelo es que el comercio produce la convergencia de los precios relativos, y como consecuencia de estos cambios en los precios relativos, se producen

16

Fuertes efectos en la distribución de la renta. En el caso del ejemplo utilizado, un aumento en el precio del vino (intensivo en trabajo) favorecería a los trabajadores del país A. De manera similar el aumento en el precio de los destornilladores, favorecerá a los propietarios de las maquinarias en el país B. Es importante volver a mencionar que la igualación de los precios relativos hace que detrás del intercambio de los bienes, cada país esté exportando sus factores abundantes e importando los escasos, generando a su vez, la convergencia de los precios de los factores entre los países. La conclusión general sobre los efectos del comercio internacional en la distribución de la renta es la siguiente: los propietarios del factor abundante ganan con el comercio, sin embargo, los propietarios del factor escaso pierden. De esta derivación se desprende que, los factores de producción establecidos en una industria que compite con las importaciones pierden con la apertura del comercio, a no ser que este factor sea lo suficientemente “móvil” como para desplazarse a la industria beneficiada con la apertura del comercio. Este es un argumento serio que no sólo tiene un significado puramente académico. Si se cree que la desigualdad creciente de la renta en los países, especialmente en los avanzados, es un problema grave, y si se cree también que el principal causante de este hecho es el comercio internacional, se hace difícil mantener el apoyo tradicional de los economistas al libre comercio. Algunos comentaristas muy influyentes han argumentado que las naciones avanzadas deberían restringir su comercio con países de salarios bajos si quieren seguir siendo sociedades de clase media.

17

3. CONCLUSIONES En este trabajo se puede observar que la teoría del comercio expuesta por la escuela neoclásica tradicional resulta una buena herramienta a la hora de explicar el origen del comercio y las ventajas que el libre intercambio genera sobre los países que lo practican. Según sus modelos el intercambio entre países desarrollados y en desarrollo será muy fluido, dada la diferencia factorial entre unos y otros y las distintas productividades entre sus factores. Aún más, el intercambio beneficiará más a los países en desarrollo dado que los precios internacionales se ubicarán de forma tal que aumenten el precio de los bienes que exportan y disminuyan el de los que importan, tal como lo explica Mill, permitiendo reducir la brecha que existe entre los países más avanzados y los menos avanzados. Sin embargo, surgen incongruencias a la hora de evidenciar los patrones de intercambios que predicen. La falta de dinamismo, la rigidez de sus supuestos y los enormes efectos distributivos que el comercio internacional genera, hacen que tales modelos fallen a la hora de predecir los patrones que se dan en la realidad y terminen jugando en contra de los países en vías de desarrollo, según lo expuesto por la escuela heterodoxa.

18

BIBLIOGRAFÍA  Berzosa, Carlos (1993), “El comercio internacional ¿beneficioso o perjudicial para los países del Tercer Mundo?” en Temas de organización económica internacional, Ed. McGraw-Hill, Madrid, pp.113-124.  Gomes, Leonard (1978), “Economía Internacional”, Ed. El Ateneo, Buenos Aires, Argentina, Capítulo1.  Jiménez, Félix y Lahura, Erick (1999), “ La Nueva Teoría del Comercio Internacional”, Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú

19