Mi Experiencia con el Padre Pio.doc

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Editado por Rama Books Sydney, Australia

GRACIELA FLAIN Anohac

MI EXPERIENCIA

CON EL PADRE PIO

NOTA DE LA AUTORA Paradójicamente, entre la tecnología que transita hacia el comienzo del Nuevo Milenio y el mundo espiritual se puede decir que existe un abismo importante, pero si podemos balancearlas, son soportables. Gracias a la computadora, mi gran socia, - con ella puedo conectarme con otros países donde viven mis seres queridos con quienes entre todos nos apoyamos de

una manera u otra - no seria tan fácil si no existiera esta rapidez de comunicarnos entre sí. Y Uds. pensarán, qué tiene que ver esto con una experiencia que según el titulo de este libro muestra un interés mas bien espiritual. Pues si, ya que sobre ese ser que tanto me ha guiado por los caminos de esta existencia, hoy a través de este aparatito que tengo frente a mí, les puedo narrar una de las historias más fascinante que puede experimentar cualquier ser humano. En aquellos años en la ciudad de Salto, República Oriental del Uruguay en Sudamérica no era factible pensar de estar sentada frente a una computadora escribiendo una historia personal ni mucho menos de mi pertenencia pero verán Uds. como es que existe la posibilidad de lograr en este mundo material, las cosas más increíbles y cuando menos las esperamos. Transcurría el año 1988, una época de mi vida emocional colmada de conmociones Nada tenia sentido, eso creía pues solo esperaba seguridad y complacencia. No era capaz de ver que estaba pidiendo a gritos un amor condicionado. Pobre de mí, pienso ahora, que dormida estaba. No sabia como salir de ese estado tan humillante ni me interesaba tampoco, era un comportamiento muy cómodo y ¡desafiante! A mi lado siempre estaba mi madre que cumpliendo su misión trataba de persuadirme con invitaciones indirectas a completamente todo lugar en donde me pudieran ayudar. Todo lo que llegara de grupos esotéricos, escuelas místicas, sanadoras, etc.¡ Qué no trató Yolanda hacer para ver a su hija feliz! A propósito, y como al descuido apartaba su literatura espiritual sobre una mesa o en alguna parte de la casa, casi siempre a la vista, cosa que su hija Graciela, como por casualidad las encontrara. Porque así estaba escrito, toda nuestra familia nació y vivió en la ciudad de Salto casi toda su vida. Por ahí nació la invitación de visitar la estancia “La Aurora”, un paraje ubicado en las costas del río Daymán. Todo lo que allí

sucedía me parecía fascinante y disfrutaba oír a mi madre contar las historias que nos brindaba de ese lugar. Aún así, no era el momento para que asistiera personalmente a visitar la gruta del Padre Pío la cual está ubicada en dicho establecimiento. Tuvieron que pasar dos años más para que ocurriera la primera experiencia extrasensorial, con un ser de otra dimensión, en un lugar intradimensional, a nivel espiritual. La historia que van a leer a continuación es mi experiencia personal, se puede interpretar de muchas maneras. Los hechos acaecidos son producto de una existencia que está más allá de lo que podemos ver o tocar, a eso se le llama metafísica, lo que está más allá de lo físico. Fueron experiencias que me tocaron vivir para hoy en día servir a los demás seres humanos de la tierra, de la mejor manera posible a través del amor incondicional y la comprensión; por eso aquí, se ha manifestado una de las leyes universales que conocemos como ley de causa y efecto. Los seres celestiales o guías espirituales que han estado apoyando este trabajo personal son varios y ya los irán conociendo a través de las páginas de este libro. He escrito este libro para compartir con Uds. lo que aprendí y enseño. Lo he proyectado de manera que les brinde la posibilidad de estar viviendo los relatos de la experiencia. Las tentativas personales para lograr una reunión privada con los propietarios de la hacienda a la cual me refiero en las páginas siguientes fracasaron, en cambio a través de la página web en Internet que algún miembro de la familia T. ha construido y de su correo electrónico pude acercarme a ellos con el fin de pedirles permiso de publicar sus nombres en este libro. La respuesta que recibí de A. T. fue la siguiente: “...le ruego que no nos mencione,... Ya hemos tenido bastante problemas con todo esto, incluso con la iglesia, ....”

En algunos párrafos he presentado la idea de la experiencia la cual puede ser discutida. Para proteger la privacidad personal y en algunas instancias, he cambiado los nombres para prevenir la identificación de los individuos. Quiero agradecer a las personas de buena voluntad que sepan y deseen compartir la lectura de esta publicación. Graciela Flain Anohac 18 de enero del 2001

Donde reina el espíritu de la luz hay alegría. y el amor fluye como aire sano entre las más altas montañas de la tierra... Y donde está el espíritu de la luz siempre hay esperanza

☼ MI PRIMERA EXPERIENCIA EN

“LA AURORA” Era una tarde de primavera a comienzos de la década de los 90. Vivía en el Uruguay, paisito con forma de corazón invertido y trabajaba en viajes y turismo encargada del departamento de turismo nacional en una agencia de viajes de la ciudad de Montevideo. Nacida en la ciudad de Salto en esta encarnación, y aprovechando que uno de los puntos turísticos más importantes del país está ubicado justamente en dicha ciudad, decidí viajar hacia el litoral del país para tratar personalmente, las operaciones turísticas que tenía en mente. En ningún momento pensé que mi vida tendría un vuelco tan importante al emprender este viaje de trabajo. Llegando a Salto y luego de pasar un par de días con mi familia disfrutando del aire naranjal del departamento, me reuní con un viejo amigo, gerente de una empresa y agente de viajes y turismo él mismo. Juntos decidimos hacer una visita a la estancia “La Aurora", hacienda muy conocida por las diversas experiencias paranormales que allí han sucedido desde el año 1976. Mi propósito de llevar pasajeros que visitaran el norte uruguayo en excursiones de fin de semana, incluía dicha estancia ya que en ese lugar se construyó una estatua con la imagen del Padre Pío de Pietrelcina. Partimos con Peca, cariñosamente conocido por los amigos, para el Daymán, paraje ubicado a diez kilómetros de la ciudad de Salto y en donde se sitúa “el Padre Pío” como le llaman los lugareños. En el trayecto compartimos viejas anécdotas y experiencias que disfrutamos con la característica de los amigos que no se han visto por algún tiempo. Finalmente llegamos a la estancia “La Aurora” a través del camino vecinal de Tierras Coloradas, saliendo a dos kilómetros de la ruta principal.

Al costado del portón del establecimiento está ubicada una estatua en homenaje a la virgen María, nos detuvimos a observarla un momento y continuamos andando por el camino hacia la casa de la familia, propietaria de la finca. Al acercarnos, notamos la presencia de personas de todas las edades, algunas jugando otras conversando en el patio al frente de la casona. A medida que nos acercábamos cada vez mas a ellas, los más pequeños se fueron alejando de nosotros. Poco a poco los demás se iban retirando y ni los animales se quedaron en el lugar. Verdaderamente la situación comenzaba a presentarse algo anormal, pero no tanto como para darme cuenta que algo más interesante sucedería esa tarde. Como es costumbre del propietario de la finca, él no se hizo presente ante nosotros, la encargada de atender a los “visitantes” es su señora esposa – lo supe un tiempo después – y aproximándose lógicamente preguntó: ¿qué buscábamos? Buscábamos respuesta a los sucesos que se comentaban de parte de la gente de la localidad y nos habíamos informado de unas señales que habían quedado marcadas sobre el suelo del campo a raíz de una experiencia de contacto extraterrestre, según se nos había informado. Con muy pocas ganas la buena señora nos indicó con su brazo, un camino y otras piedras pintadas de blanco. Comprendí que “el horno no estaba pa’ bollos” según el dicho campestre. Le agradecimos la atención y nos despedimos de ella en silencio quedando completamente solos recorriendo parte del frente de la casona. Me llamó la atención ver un pozo formado donde antes existió un ombú, árbol típico de la zona y que fuera arrancado de raíz de su sitio. Las piedras pintadas de blanco señalaban el camino.

Las anécdotas e historias que una vez había escuchado del lugar, no parecían coincidir con lo que estaba viendo hasta ese momento. Un tanto burlona le propuse a mi amigo de irnos: - “aquí no hay nada para ver” – le comenté y respondiéndome con una suave mirada hacia lo lejos detrás de la casona, expresó: - Allá hay una persona que nos está observando, le podríamos hacer a él algunas preguntas! - Pues llámalo – le sugerí soberbiamente segura de mi misma. Mi amigo levantando su mano le indicaba que se acercara a nosotros esperando conseguir nuestro objetivo, pero el hombre se mantenía inmóvil en el mismo lugar. - Es el Ángel, el hijo de Tonna – exclamó Peca. - Si lo conoces, dile que venga – insistí impaciente. - No se mueve, mejor será que nos devolvamos – aseguró mi amigo retomando lentamente la senda anterior. Pero en ese momento un impulso me lleva a levantar mi brazo indicándole que se acercara, sentía que ya había llegado a colmarme la poca paciencia que me quedaba. Para mi asombro, el hombre que estaba parado a lo lejos y no se movía, comenzó a andar hacia nosotros. Lo hacía con mucha calma y se dirigía directamente hacia mí, me miraba a los ojos intensamente haciendo que mi cuerpo comenzara a sentir escalofrío y erizamiento y aquella intolerancia que sentía un momento atrás fue desapareciendo. Ya no podía movilizar mi cuerpo, sentía como que me dormía. Mientras tanto Peca, que según él, conocía muy bien a este caballero, quedó entumecido ante este hombre quien en ningún momento reparó en mi amigo. De pronto esta extraña presencia, elevó su brazo izquierdo indicando un camino y habló: - “si necesitas ayuda, dirígete a la gruta del padre Pío” – dijo. Eso fue todo lo que manifestó.

Entonces caminamos hacia la portera de la estancia dejando atrás la casa, andando por las huellas del camino de entrada. Peca y yo nos sentíamos diferente, como si en parte, estuviéramos flotando. Súbitamente giré mi cabeza hacia atrás para observar nuevamente a aquel hombre que había quedado allí parado y cuán grande fue la sorpresa que obtuve al ver que ya no estaba, miré a mi amigo y él continuaba su camino hacia delante, miré de vuelta hacia donde había quedado el hombre sin entender lo que sucedía. Sentí que no debía comentar aquella experiencia y apuré mi paso para alcanzar a mi amigo. Llegamos a la portera, cruzamos el camino y encontramos otro portón y un molinete al costado de la entrada. Nos internamos en el segundo campo de la estancia, el campo de la gruta del Padre Pío, como le llaman los que frecuentan la zona. Caminamos varios metros campo adentro hasta divisar la parte de atrás de una gruta. Sediento por la caminata, mi acompañante se detuvo a beber agua del único grifo que hallamos. Mientras tanto continué el camino hacia la gruta. Al llegar a ella, ubiqué el frente de la misma y me detuve allí por primera vez. Repentinamente un grito ensordecedor salió de mi garganta asustando a mi amigo. Peca corrió asustado hacia mí y mirando mi rostro endurecido por el impacto, pregunto – ¿qué pasa? - Mira esa cara – exclamé – señalando a la estatua de cemento parada allí. - Ah, le hicieron un monumento al hijo de Tonna – sonrió Peca. - No –dije – Ese es el rostro del Padre Pío, mi madre siempre viene a este lugar y me ha hablado mucho de esta estatua y del Padre Pío, este es su rostro y el que vimos en el campo de enfrente era este mismo ser en persona.

Mi amigo entendía cada vez menos lo acaecido, pero en todo caso tampoco efectuaba demasiadas preguntas ni contradecía lo que le decía. Con el tiempo comprendí que la experiencia era para mí solamente y desde esa fecha visité la gruta regularmente acampando por las noches al lado de la estatua. Por las mañanas escribía, canalizando mensajes a través de la escritura automática, técnica que había aprendido en un grupo de meditación. A veces tomada de los barrotes de la puerta de la gruta, le pedía al Padre Pío que me ayudara. En otras lloraba, y era cuando ocurrían los milagros! Encontrándome muy deprimida apretando mis manos fuertemente de las barras de hierro, vi cómo la mano de cemento de la estatua descendía sobre mi cabeza entregándome su bendición. En otras, observé dentro de la gruta oraciones escritas sobre placas de mármol y que en pocos minutos desaparecían, dejándome ver lo que tenía que ver. A veces me encontraba sola en el sitio, en otros momentos llegaba gente a saludar y orar junto a la gruta. En aquellos días ignoraba la preparación y ayuda mental y espiritual que estaba recibiendo de parte de la presencia etérica de uno de los seres curadores de la zona de Aurora. Una asistencia para ayudar a los demás, a través de uno de los más hermosos servicios a la humanidad, a través de la sanación o curación por las manos con energía cósmica. Las experiencias continuaron. No les pido que me crean, sino que lo experimenten Uds. mismos.

PADRE PIO, GRACIAS POR GUIARME Como sabes, aún sigo aprendiendo a veces con grandes caídas pero vuelvo a levantarme Vives como el Maestro de mi corazón y cuando me alejo tu llamado no demora en hacerse oír Te agradezco porque me lo recuerdas Como ser terrenal que soy me alejo de mis guías, y como hija de Dios no me pierdo del camino

PENSAMIENTOS Es un día soleado de otoño y una música celestial invade mi ser El perfume de las flores, la brisa del lugar, y un grifo de agua cercano goteando dentro de un balde de lata, me transportan a su lado donde por primera vez le sentí Me abraza su luz me la ofrece y la tomo

Anohac 12 de Marzo, 1994

☼ SOBRE LAS ENERGIAS Las energías que recibe el ser humano procedentes del Sol y del Cosmos, son muy diversas, pudiendo recibir por separado los beneficios cualitativos de cada una. En el cosmos todo es energía, en el principio existía una energía que manaba del Profundo. El principio de todo es energía que compenetra todo el Universo. De ese principio de energía parten ramificaciones que son variaciones o modificaciones de la original. De este modo se comprende que hay muchos tipos de energía, cumpliendo cada tipo una función determinada según sea el caso. El entendido puede canalizar la energía, dándole la orientación precisa por medio del cuerpo físico.

Las formas de captación de las energías son muy variadas y efectivas aparte de simples, en donde no hay extravagancia. Todas las personas desean saber lo que pasa con las energías, todo ser humano recibe energías cósmicas, vivimos de la energía, nos alimentamos de ella, existe en todas partes. Muchas personas se confunden, las reglas del cosmos son simples, no se necesita hacer grandes cultos ni palabrerías u oraciones divinas. Todos podemos canalizar energía cósmica si estamos preparados para abrir el canal de sintonía con el Yo Superior. El tiempo ha llegado para los que esperan información para los momentos más difíciles. Se lucha por lo material sin conocer la esencia sublime que acciona y reacciona inteligentemente. Estas enseñanzas no son mías, son de los Maestros que como el Padre Pío, me las revelaron. Con la ayuda de ellos he comenzado a transitar por un sendero de luz que todos podemos penetrar y lograr el éxito interior, pero no basta con leer tantos libros si no practicamos lo que leemos o aprendemos. La energía más poderosa que se aplicará es la del AMOR. Si no se siente el AMOR INCONDICIONAL para el servicio con los demás esa energía cósmica quedará perdida hasta ser revertida. Una vez que se llega a adquirir experiencia en el viaje de la autoexploración energética, nada volverá a ser como era antes y cambiaremos por completo desde dentro hacia fuera. Todos somos psíquicos y podemos sentir el brillo de la creación. El desarrollo de la mente y del espíritu depende de una energía que denominamos conciencia.. Todos estamos hechos de vibraciones de energía. Si la buscamos nos encontraremos a nosotros mismos. En el Universo no todo es sólido. El sol es la fuente principal de energía y esta carga constituye un elemento que sirve para recibir todas nuestras ideas, pensamientos

y decisiones. Si nos comprometemos en recepcionar las bendiciones de la energía divina los resultados serán extraordinarios. En el Universo existe una holografía, una red de comunicación que está en permanente movimiento y en donde materia y energía se pueden transformar una en la otra o viceversa. La materia vibra mas despacio y la frecuencia es menor que la de la energía. Si la energía se condensa y concentra su movimiento en un solo punto, entonces explica la experiencia del capitulo anterior del hombre que aparece y desaparece del lado de los protagonistas en la estancia “La Aurora”. Es lo que llamamos planos o mundos paralelos y dimensiones. Las personas que viven en la tercera dimensión no están abiertas al entendimiento de la existencia de otras dimensiones, a no ser que se inicien en su propia auto investigación y tomen conciencia de la energía universal uniéndose al fluir de la misma y por consecuencia ser co creadores con el Poder Divino. Cuando logramos sentir que formamos parte de una energía divina, logramos vibrar a un nivel mas elevado, en el nivel espiritual. Cuando las energías están al aire libre hay más posibilidades de sentir el magnetismo en el caso de que el sitio sea un lugar especial. Se ha demostrado a través de una investigación que el ADN de las células vivas puede comunicarse con otras células a través de la energía en forma de luz. El maestro llega cuando el discípulo está pronto, se oye frecuentemente decir, lo mismo sucede con la información que llega cuando la necesitamos, como el timbre que toca en nuestra puerta interior y pasamos a un plano superior donde los mensajes son recibidos como una lluvia de conocimiento que van despertando a medida que nos conectamos con el Yo superior, el Maestro Interno, Dios.

☼ EL PADRE PIO Y LOS OVNIS El día en que hayáis envenenado el último río, abatido el último árbol, asesinado el último animal... Cuando no existan flores ni pájaros, os daréis cuenta de que el dinero no se come

AURORA ESENCIA CÓSMICA CURATIVA En campos de la estancia “La Aurora” sobre el camino de Tierras Coloradas, a tres kilómetros de las Termas del Daymán y a diez de la ciudad de Salto, se encuentra uno de los sitios más atrayentes del Uruguay.

Los devotos del Padre Pío de Pietrelcina lo consideran lugar santo y los investigadores del fenómeno OVNI, lugar de encuentro con seres y naves extraterrestres. Los milagros del Padre Pío y las apariciones de naves espaciales en esta zona trascienden fronteras. Daymán es una región muy rica en poderes energéticos, es un sitio milagroso que no tiene explicación para algunos. La gruta del Padre Pío fue construida el 25 de mayo de 1987 en el centenario de su nacimiento por personas que buscaban tener un contacto con él. Muchas lo veían y lo presentían, estando ya muerto. Cuando este sacerdote italiano vivía, se caracterizaba por el fenómeno de bilocación o sea estar en dos lugares a la vez, y por los estigmas que le aparecieron en los pies y las manos. La historia del padre Pío que presentaremos mas adelante, ha sido documentada por la Iglesia Católica. Muchos residentes salteños tuvieron la oportunidad de conocerlo personalmente. Por eso La Aurora es un centro de curación cósmica que produce transformaciones importantes en las personas que la visitan, por su alta vibración magnética que a través de la energía nos conduce al mundo silencioso y divino de nosotros mismos. Y en donde sabemos que recibimos para servir a otros hermanos del planeta. Aquí se origina la iniciación obteniendo de manera natural lo que necesitamos para que ello ocurra. Es por lo tanto el comienzo de algo, la entrada en la vida espiritual o en una etapa nueva de nuestras vidas. Nos señala el paso, que como discípulos, dan a una clase superior. Con respecto al tema de los ovnis, fueron vistos por primera vez en el año 1976 en el campo de la estancia, propiedad del Sr. Tonna. Un trabajador del establecimiento avisó que divisaba una luz potente en el cielo y así es que la familia presente en el lugar pudo ver una poderosa luz de unos tres metros de diámetro que descendía en forma pendular hasta enceguecerlos. Como pueden, tratan de mirar pero a la vez sienten un gran

calor y Tonna se protege de esa fuerte luz tapando sus ojos y rostro con el brazo sufriendo una quemadura en la parte que va del codo a la mano, hecho comprobado por el Dr. Gruñi, médico de la ciudad de Salto. Este suceso tuvo lugar a las 22 horas dejando muertos en el casco de la estancia en un área de 30 metros, un toro y un perro, se quemó una parte importante del alambrado y un motor. Un ombú (árbol sudamericano de madera fofa y copa espesa), quedó partido por la mitad. Junto al ombú quedó un pozo de unos 20 metros de profundidad justo debajo de las raíces del árbol. Tres eucaliptos (árbol muy alto de hojas medicinales cuya corteza da un buen curtiente y la madera se usa en la construcción), fueron arrancados de raíz como si les hubieran levantado desde arriba y luego lanzados al piso. En el pozo quedó un alto grado de radioactividad. Personal especializado de la Fuerza Aérea Uruguaya, japoneses y mucha gente especializada en el tema del fenómeno ovni, se hizo presente en el lugar. Se encontraron liebres (animal mayor que el conejo) que estaban muertas y que con el transcurso de los días no despedían olor a putrefacción. La nave espacial se alejó en forma vertical incorporándose a una nave madre con forma de triángulo isósceles que en su interior tenía un grupo de estrellas. Mientras la nave se alejaba en dirección sudoeste con respecto a la estancia, se produjo un apagón general de electricidad en la ciudad de Salto ubicada a 10 kilómetros de distancia de La Aurora. En este paraje existen otras visiones, algunas con más precisión y con testigos no solo de la zona, sino que ha habido testigos que vienen de regiones limítrofes y otras mas alejadas como son los que llegan desde Concordia, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires (Argentina) y desde el sur de Brasil. Hubo otros avistamientos y vivencias. Un matrimonio que viajó desde Salto (Uruguay) hacia Santa Fe

(Argentina), vía puente Paysandú-Colón, divisó una extraña luz roja que descendía frente a ellos quedando encandilados. Lo extraordinario es que cuando se dan cuenta, ya se encuentran en la ciudad de Santa Fe y solo habían pasado quince minutos, un viaje que normalmente lleva dos horas y media. A este fenómeno se le conoce como caso de tele transportación.

☼ ¿QUIÉN FUE EL PADRE PIO DE PIETRELCINA? El 25 de Mayo de 1887, nació en Pietrelcina, Italia, Francisco Forgione, más conocido como Padre Pío. Su familia era modesta pero no pobre como se menciona en algunos documentos. Francisco nació cerca de la Iglesia de Santa María de los Ángeles actualmente conocida como Santa Ana. También allí fue bautizado, tomó su primera comunión y luego su confirmación. Era en esa iglesia que Francisco se quedaba encerrado a rezar y a los cinco años de edad tuvo una visión en la que una bellísima persona del sexo masculino se colocó a su lado, invitándolo a seguirlo para combatir el mal. Francisco hizo sus estudios privados en la educación elemental que era la única que existía en Pietrelcina a

comienzos del siglo XX, con el maestro Domingo Tizzani, hasta que decidió transformarse en religioso. El 6 de Enero de 1903, a los 16 años de edad, entra en el convento capuchino de Morcone, ubicado cerca de Pietrelcina y el 22 de Enero recibió los hábitos tomando el nombre de hermano Padre Pío. Durante los siguientes años continuó estudiando teología y obteniendo visiones como las que tuvo siendo un niño. El 5 de Agosto de 1918 mientras confesaba a un grupo de jóvenes comenzó a sentir dolores en lugares del cuerpo donde el maestro Jesús había sido herido durante la cruxificación. Un personaje celestial que tenía en la mano una larga hoja de acero de la cual salían llamas de la punta, lo golpeaba con furor y al sentirse desfallecer pidió retirarse. En la siguiente madrugada tuvo fuertes dolores que lo acompañaron a través de toda su vida. El caso se mantuvo en secreto pero un día trascendió los límites del convento de San Giovanni, Rotondo, ocupando las primeras planas de la prensa italiana y extranjera. La precaución del clero no tuvo éxito dejando a los médicos el estudio del caso, quienes establecieron que las heridas del costado intercostal izquierdo del Padre Pío eran semejantes a las producidas por un arma cortante. Las mismas no pudieron ser clasificadas como de origen traumático o infecciosa. El 20 de Setiembre de 1918 surgieron los estigmas en sus pies y manos. La noticia se extendió velozmente provocando la atracción de peregrinos al convento de San Giovanni, Rotondo hecho que aún sigue llevándose a cabo. En 1922 el Padre Pío fue trasladado a otro lugar pero las presiones de distintos sectores, hizo que las autoridades eclesiásticas reconsideraran la disposición dejándolo en ese convento hasta su muerte. Transcurría el tiempo y los testimonios de los milagros del Padre Pío se multiplicaban pero su salud se deterioraba.

A los cincuenta años de la primera aparición de los estigmas, el 22 de Setiembre de 1968, el Padre Pío de Pietrelcina dejó esta vida terrenal.

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☼ PREPARATIVOS Y ESTADIA EN AURORA Alicia se cruzó en mi vida en el año 1989 de una manera sorprendente. En el club Sudamérica de la ciudad de Montevideo se dictaba una conferencia sobre el fenómeno ovni y antes de dar comienzo la charla se acercó una persona que me preguntaba casi como ordenándome: - “¿estás un poco desvibrada, no?” Era la primera vez que escuchaba esa palabra, y dije – bueno no realmente – y quedé pensando lo que había expresado y porque lo había hecho. Desde ese evento no volví a ver a esa chica hasta que una noche por razones de salud, se acercó nuevamente ofreciéndome trabajo, esta vez con una onda más amable y cariñosa.

Desde entonces comenzó una bonita y productiva amistad entre las dos ya que a su lado aprendí mucho, no solamente del trabajo diario en la agencia de viajes que compartimos por largo tiempo sino del trabajo espiritual. Verdaderamente llegamos a sentir esa hermandad que el espíritu puede unirnos. Alicia integraba uno de los grupos de meditación de los cuales también formé parte, con la diferencia que ella se reunía en el barrio Carrasco y yo lo hacía en la zona del Cordón. Pero las enseñanzas y las prácticas eran las mismas de modo que a menudo organizábamos salidas al campo por el fin de semana o por una noche. En una ocasión decidimos viajar a la estancia La Aurora partiendo un viernes a la noche para volver el día domingo. Como era costumbre, antes de realizar una salida nos reunimos para recepcionar mensajes, esto es una forma de lograr una canalización o comunicación telepática, técnica aplicada a través de la meditación y que ayuda al desarrollo en el desenvolvimiento del contacto con las fuerzas superiores del cosmos. El contacto se canaliza a través de la comunicación telepática que se puede dar de dos maneras: a través de la psicografía o escritura automática o mentalmente que es la forma directa sin necesidad de escribir el contenido del mensaje. En sueños también se reciben los mensajes. Son los seres superiores los que se comunican con nosotros cuando estamos receptivos a ello bajando a una frecuencia que los podamos captar y no nosotros con ellos. No hay mucho misterio para comunicarse con ellos al sensibilizarnos, lo difícil es mantener el contacto al menos que mantengamos un trabajo interior con nosotros mismos continuo y constante. Debemos estar equilibrados, sanos física y mentalmente, objetivos, abiertos a aceptar criticas, disciplinados, sinceros,

humildes, honestos, espirituales y ser positivo. Estos son algunos de los requisitos de toda antena humana. El mensaje deberá ser coherente y lógico, claro y preciso, resumido y comprensible. Para recibir un buen mensaje es necesario ser buen antena. El mensaje deberá ser de carácter grupal y no individual cuando se trabaja en grupos y no se encontrará adulaciones o desprecio a nadie pues el mensaje será de respeto y amor. Las comunicaciones no se agotarán en una sola lectura sino que cada vez que se lean nos ofrecerá mayores conocimientos ya que iremos adquiriendo un estado de conciencia más amplio de nuestra parte. Es importante tener en cuenta que cada mensaje será constructivo englobando siempre la vida espiritual y mental de todo ser. Toda comunicación será corroborable a través de manifestaciones tangibles y concretas. En las comunicaciones se manifiesta el mentalismo pero si tenemos cuidado y experiencia en la recepción, se reducen las posibilidades sin anularlas totalmente. Suele suceder que hay mensajes muy adulones o de mas categoría según de quien sea recibido. Debemos recordar que toda comunicación es muy importante y con las que no tenemos que jugar pues el limite entre la iluminación y la locura, entre la realidad y la ilusión es muy sutil. Para la recepción de mensajes psicográficos se sugiere la siguiente práctica: - Tener a mano un cuaderno de anotaciones de mensajes y un lápiz. Sentados, con los ojos cerrados tomar tres respiraciones lentas y profundas por la nariz, inhalando, reteniendo y exhalando. - Ir relajando las distintas partes del cuerpo desde los pies a la cabeza hasta haber completado la relajación.

- Controlando las emociones y ansiedades, esperar la respuesta del mensaje si es que hay alguna pregunta que hacer o simplemente esperar la recepción que no siempre es inmediata. Cuando se capta el mensaje en la mente, prepararse para escribirlo en el cuaderno manteniendo los ojos cerrados. - Inmediatamente de finalizada la recepción leer el mensaje y pasarlo en limpio para entenderlo mejor y así no se olvidan las palabras que no sean entendibles. Estas eran nuestras preparaciones antes de partir al campo.

Antes de viajar hacia la zona de Aurora se recibió el siguiente mensaje: 22 de Enero, 1993 22.30 de la noche antena Anohac Rió, ropa blanca, un grupo de personas los espera en armonía y comunidad. Agua, mucha agua, animales, gente de mediana edad se reunirá con Uds. y recibirán respuestas. Hay una meseta y campo abierto. En el camino una de Uds. se queda atrás y la otra la observará y esperará mientras recibe energías cósmicas. Cuando llegamos al lugar elegido, encontramos que a pocos metros se hallaba el puente sobre el rió Daymán.

Iniciamos una caminata de dos kilómetros cuando observamos en el campo abierto decenas de animales vacunos que al vernos balaban y corrían hacia delante como indicándonos el camino a seguir. Alcanzamos la entrada a la gruta del Padre Pío e inmediatamente decidimos continuar el camino bajo un cielo tormentoso; aún restaban siete kilómetros andando hasta llegar a la granja de Germán, establecimiento conocido por Alicia en previa visita. Partimos con mente positiva rumbo al este. Los animales del siguiente establecimiento ganadero, que estaban al costado del camino en el local Santa Catalina, se mostraron de la misma manera que los anteriores, nos miraban, balaban y corrían hasta que los alcanzábamos y nos esperaban para volver a balar y correr, parecía que nos mostraban el camino y mas que nada nos acompañaban y entretenían al mismo tiempo pues la caminata sobre tierra y pedregullo se tornaba pesada. De pronto un vehículo pasa a nuestro lado sobre la ruta a gran velocidad dejando en el aire una terrible nube de polvo que nos cubrió la ropa y el cuerpo, apenas podíamos ver o hablar. Mascullando le enviamos las mejores ondas positivas para que su conductor bajara la velocidad; no demoró demasiado tiempo que lo vimos volver por el mismo camino pero en sentido contrario y a gran velocidad nuevamente. Ya la prueba era más que suficiente, entre el calor húmedo del campo, la caminata y el polvo faltaba poco para enfadarnos. Prosiguiendo nuestro objetivo principal desistimos de todo pensamiento negativo cuando de pronto oímos el ruido de un motor que se acercaba y no lo podíamos creer cuando vimos que era el mismo vehículo de antes que se aproximaba nuevamente y vaya la sorpresa cuando vemos que una camioneta doble cabina detiene su marcha próxima a nosotras. Ya estábamos a punto de estallar de la impotencia de sentirnos cansadas, transpiradas y llenas de polvo sobre nuestros cuerpos. Alguien dentro del vehículo nos preguntó dónde íbamos y

si deseábamos ser llevadas. Nos sorprendió la pregunta dejándonos sin respuesta inmediata. Nos miramos dudando de aceptar la invitación después de habernos sentido ignoradas por semejante abuso en el camino, pero vaya la sorpresa cuando noté que una de las personas sentadas dentro de la camioneta había sido estudiante de mi colegio en la primaria. De manera que no rehusamos la oferta y nos condujeron hasta nuestro destino final de ese día. El chofer nos despidió con una pregunta muy singular. – “¿Vienen a ver las luces que aparecen en el cielo? ”– Nos despedimos sin contestarle la pregunta ya que nos tomó sorpresivamente, agradeciéndole por el viaje. Nuevamente retomamos el camino por la entrada a la casa del establecimiento. Ya el aguacero estaba por abalanzarse cuando alcanzamos a abrir y entrar por la puerta principal y una vez pasamos el umbral, comenzó a llover a torrentes sin cesar hasta el día siguiente. Se confirmaba parte del mensaje recibido antes de nuestra partida.

☼ SERES EVOLUCIONADOS

QUE HABITAN EN AURORA En las primeras horas de la tarde llegamos al establecimiento de la familia de Germán a pocos minutos antes de desencadenarse una tormenta con lluvia. Esa misma noche disfrutamos alimentos caseros, guitarreada y charla amena sobre las diversas experiencias de la región. Como siempre me sucedía, en cada lugar que llegaba había una respuesta a mis pendientes interrogantes y en esa ocasión no fue diferente. Los truenos y rayos lanzaban su sonido al ritmo de las canciones sublimes del cantor y dueño de casa, cuando vino a mi mente el recuerdo de alguien, de un ser que nunca pude ver con mis ojos físicos, quien se presentó delante de mi cuerpo material una medianoche de verano frente al portón de la estancia La Aurora. Quizás fuera el acompañamiento musical del momento, quizás fuera una conexión producida con el autor de la canción, pero finalmente concluí narrando la experiencia de aquella noche de verano. Los asistentes escuchaban el siguiente relato que parecía emitir energías, como si mi cuerpo produjera una onda vibratoria capaz de generar una misma sintonía entre todos. Era Diciembre, en luna llena y podía ver el camino gracias al brillo de nuestro satélite natural. Unas horas antes había visitado a mi familia en la ciudad de Salto, comentándoles que me dirigía a la gruta del Padre Pío. Sarcásticamente me pedían que los saludara desde el cielo si pasaba en un “platillo volador” por encima de su casa. Claro que no me afectaba ese modo de querer hacerme sentir ridícula pero tampoco me esperaba con lo que ocurrió al llegar al establecimiento de campo.

Más tarde tomé un colectivo que me llevó hasta la terminal de buses ínter departamentales. El reloj marcaba las 23 horas y ya los servicios que salían rumbo a la ciudad de Montevideo se ponían en marcha. Como nada es casualidad, me acerqué a un ex compañero de trabajo que se encontraba allí - hago nota que en años anteriores integré el grupo laboral de la misma compañía de buses – quien estaba organizando la entrada de los pasajeros al coche, le comenté mi intención de viajar hasta el puente Daymán y muy amablemente aceptó transportarme hasta el lugar, acceso de salida que tomarían viajando por la ruta No. 3. Faltando cinco minutos para llegar a la zona del Daymán, me adelanté hacia la cabina del bus y oí que el chofer me preguntó hacia dónde me dirigía. - Hacia la gruta del Padre Pío – le respondí - Ten cuidado, está muy oscuro, ¿te animas a ir sola? – insistió. - No tengo problemas, estoy acostumbrada a estas horas y acampar al lado de la gruta - le dije tratando de tranquilizarlo. - Esperaré a que cruces la ruta así te alumbro con las luces – dijo. Y nos despedimos al llegar a la intersección de la ruta 3 y el camino de Tierras Coloradas. Una vez que atravesé la ruta nos saludamos alzando los brazos, él con una mirada de preocupación y yo con la inmensa alegría de estar pisando terreno sagrado. Lentamente con linterna en mano inicié el camino de dos kilómetros que lleva hasta la estancia La Aurora. Si bien es cierto que durante varios meses había estado practicando y preparándome para adquirir un contacto extraterrestre programado, no creí que fuera ésa la noche apropiada. Especialmente cuando escuché en la mitad del camino que un caballo en medio de la oscuridad producía ruido y me asusté terriblemente. Sentí un escalofrío que corría por toda mi columna vertebral. Tuve

pánico, sentía que me tomaban de la nuca y que me elevaba. Las cosas que se le pasan a uno por la mente en esos momentos son increíbles, parece como que te despides de esta dimensión, se te paraliza el cuerpo entero y ahí te acuerdas de todos los santos, de tu familia y de Cristo. Y entonces pronuncié su nombre y todo el miedo se esfumó como por arte de magia y pude continuar mi camino. Ya se veían las luces cerca de la estancia, al costado del camino distinguí dos automóviles estacionados, noté que las matrículas eran de ciudades lejanas. Estaban vacíos de manera que los viajeros estarían dentro del campo. Una vez que llegué al molinete al costado del portón de entrada al campo encontré las cadenas con el candado puesto y con llave, cosa curiosa pues la familia dueña del establecimiento siempre dejaba la entrada libre. Traté de todas formas de abrir las cadenas del molinete pero no lo lograba, entonces tiré mi mochila por encima de la cerca hacia la parte interior del campo con intenciones de saltar la valla, pero cuando estuve lista a saltar, escuché un silbido. Me detuve en el mismo lugar que me encontraba sin sentir temor alguno; escuchando, me bajé del alambrado y busqué de donde provenía el sonido. No pude ver ni sentir nada aunque quedé inmóvil por unos minutos esperando alguna señal, regresé hacia el molinete y cuánta fue mi sorpresa al ver que las cadenas estaban sueltas. Sí, aunque le cueste creer querido lector, las cadenas estaban sin el candado. Algo estaba sucediendo y no sentía absolutamente nada de miedo. De manera que saqué las cadenas y entré a campo traviesa por el molinete al costado del portón. Al levantar la mochila que estaba sobre la maleza, volví a escuchar el mismo silbido de antes, un poco más extenso pero esta vez encendí mi linterna y comencé a hacer juegos de luces disponiéndome a lograr un contacto con quien fuera que

allí estuviera. Tampoco en esta oportunidad logré ver una figura física aunque sentía una gran alegría, como si alguien estuviera jugando a las escondidas conmigo. Sentía paz, armonía y llena de alegría. Me dispuse a tomar el camino hacia la gruta, tratando de encontrar las piedras que están pintadas de blanco a propósito, ubicadas a un costado de la huella que mide unos cincuenta metros, justamente para que en la oscuridad se vean. Concentrada en lo que venía viviendo, me era imposible encontrar la senda, todo estaba confuso, parecía que no estaba en el sitio exacto, y de pronto por tercera vez oí nuevamente el mismo silbido que provenía del otro lado de la valla. La melodía que se oía era muy sutil, los acordes que la acompañaban tenían tonos altos y bajos, nunca había escuchado un sonido igual. Entonces con linterna en mano encendía y apagaba la luz, y el silbido volvía a escucharse como si me contestara. Estuvimos así unos minutos hasta que al detenerme en este juego me vi ubicada a cincuenta metros más adelante del lugar donde me hallaba. Lo que sucedió fue una experiencia de tele transportación, la primera en mi hasta ese momento. Cuando me di cuenta donde estaba, vi la silueta de una persona que se dirigía hacia mí, no sentí miedo, al contrario, aunque era una persona que estaba bastante impaciente y dijo; - “Si vienes a ver algo aquí te puedes ir yendo porque aquí no pasa nada” y se desapareció en la oscuridad de la noche. No me dio tiempo a responderle, estaba tan agitada que se retiró inmediatamente hacia uno de los vehículos que estaban estacionados fuera del establecimiento. Pasmada en el medio de la nada traté de pensar todo lo que estaba sucediendo, porqué me sentía tan feliz y la pobre señora que se alejaba se sentía tan furiosa. Seguí mi camino rumbo a la gruta y al llegar a ella, veo a dos personas sentadas, una de ellas se levantó de pronto y cubierta con una capa, se acercó hacia mí para hablarme, intentaba decir algo que no pude entender, solamente

reconocí el acento francés de una amiga y hermana espiritual de los grupos de contacto de Montevideo. Era Chantall y su amigo que se disponían a dejar el lugar y comenzar su viaje de regreso hacia la capital. Las condiciones se estaban dando de modo de estar a solas con la naturaleza nocturna en medio de un campo vacío de todo, eso es lo que me suponía... A solas junto a la gruta del padre Pío me dispuse a llevar a cabo algunas de las prácticas aprendidas en los grupos de meditación, como son los ejercicios de respiración, relajación y mantralización mientras contemplaba la oscura bóveda cósmica encima de mí. De a poco me fui quedando dormida introducida en una especie de programación inconsciente que se fue desarrollando a través del tiempo. Puedo decir que las ondas que emitía mientras exponía mi caso a la familia de Germán eran atrapantes y Yamandú, el dueño de casa, manifestaba una sonrisa en su rostro como sabiendo de quien se trataba ese silbido del cual les había contado. Le inquirí que me hablara de lo que pensaba en ese momento y riéndose mencionó un nombre. - Era Nicolás – aseguró - ¿Quién es Nicolás? –pregunté asombrada de escuchar ese nombre tantas veces anteriormente a mi madre. - Nicolás es un ser evolucionado que vive en la ciudad intraterrena de Aurora, fue un bufón en otra vida y siempre está creando situaciones divertidas a ciertas personas que visitan el campo de La Aurora – agregó. Es uno de los seres que desciende a los planos materiales y para ello debe despojarse de la carga energética sumamente elevada que posee, pues ningún ser terrenal podría soportar su vibración. Nicolás toma su forma humana a voluntad. Las ondas de energía que despide son muy fuertes y es por eso que cuando se

materializa en los planos terrestres, lo hace parcialmente. Pero a quien se le acerca lo hace con la misión de ayudar en el crecimiento y la autorrealización del nuevo ser humano. Cuando escuché toda la información supe que la experiencia de aquella noche del mes de Diciembre había sido parte de una programación por parte de los seres de Aurora. Cabe destacar que Aurora es el nombre que se le ha dado a la ciudad y sus habitantes intraterrenales en la zona de la ciudad de Salto y La Aurora es el nombre del establecimiento de campo que está ubicado sobre la capa exterior de la superficie de la Tierra.

☼ CAMINO DE REGRESO Y CONFIRMACION DEL MENSAJE Temprano por la mañana desayunamos con leche recién ordeñada en el establecimiento, el cielo estaba cubierto de nubes oscuras, señal de tormenta. En un ambiente amable y amoroso nos despedimos de la familia quien tan abiertamente nos recibiera el día anterior, la dueña de casa nos acompañó hasta la salida del camino cargando nuestro equipaje sobre su caballo y con melancolía nos despedimos de todos. Nos esperaba un largo camino hasta la ruta principal de acceso a la ciudad. Y entre comentarios y charla amena con Alicia, partimos de regreso a la ciudad de Salto. Nos esperaban 10 kilómetros de caminata, nada fácil para quien no está preparado, no sólo físicamente pero también espiritualmente. El deseo de los seres humanos nos pone a prueba para alimentar o no nuestro ego y nunca faltan las oportunidades menos esperadas para identificarnos con el niño interno que llevamos dentro y provocar hechos contradictorios a los que nuestro espíritu realmente anhela obtener. Así es la vida, un laboratorio constante de pruebas y tomas de decisiones permanentes, que requieren el mayor esfuerzo de nosotros mismos para no quedarnos en el camino. Los truenos comenzaron a dejarse sentir a lo lejos y eso inquietó a mi compañera de viaje, dejándose reflejar por una mirada de poca aceptación, de algo que nunca supe, pero no venía al caso cuando el trabajo individual en ese instante requería voluntad y ánimo. Seguí mi camino

hacia adelante con ímpetu y alegría; al llegar al tercer kilómetro de la caminata volví mi vista y percibí a lo lejos un punto que parecía ser el cuerpo de Alicia, estaba sentada sobre su equipaje en el medio del camino, me relajé también sentada en la mitad del sendero y busqué el cuaderno de anotaciones para releer los mensaje que habíamos recibido antes de realizar el viaje. Me llamó la atención la frase “En el camino una de Uds. se queda atrás y la otra la observará y esperará mientras recibe energías cósmicas”. Algo me hizo mirar hacia el norte donde noté un espacio abierto y llano rodeado por el lado este de un bosque de eucaliptos, tornaba mi cabeza entre la lejana silueta de mi amiga y el espacio abierto hasta que al final este último llevó la de ganar ya que no podía desistir de observar ese sitio. Sentada sobre mi mochila me retenía estupefacta sintiéndome envuelta por un haz de energía que provenía de ese espacio, cerré mis ojos y la sensación de paz aumentaba en mi cuerpo físico y espiritual, volví a abrir los ojos y vi un artefacto color metálico de forma lenticular y contornos indefinidos posado en el medio del espacio abierto. Sentía que me dormía y entrecerrando mis ojos capté que desde ese objeto se producía una inmensa energía que me dispuso a quedarme dormida por unos minutos. Cuando desperté mi amiga estaba a mi lado llorando, la abracé y le pregunté si había tenido mi misma experiencia pero no supo de lo que le estaba hablando, se sentía triste, la mantuve entre mis brazos por un largo tiempo y luego abrazadas continuamos caminando por el Camino de Tierras Coloradas. No sentí deseos de comunicarle sobre mi experiencia anterior, en cambio me sentía llena de energías positivas y al estar unidas las dos, poco a poco ella también comenzó a sentirse mejor, recuerdo que sin darnos cuenta habíamos llegado a la portera de la estancia La Aurora a sólo dos kilómetros de la ruta principal.

En La Aurora nos detuvimos a descansar e ingerir algunos alimentos caseros que la familia de Germán nos había obsequiado, un poco de queso casero y de dulce de leche elaborado en su casa también. Qué más podíamos pedirle a la vida... nos sentíamos felices espiritualmente, felices físicamente ya que estábamos alimentando nuestros cuerpos y en un lugar tan conocido y sagrado. Parecía que con tan poco nos sentíamos tan plenas, pero con el tiempo supe que no era poco lo que experimentamos, al contrario era el producto de un trabajo interno de disciplina y perseverancia de varios meses. El descanso culminó con el agradecimiento a las jerarquías universales por el apoyo recibido y mientras los truenos aumentaban su sonido y las nubes cada vez estaban más espesas, re comenzamos la caminata a paso más acelerado. Vaya la sorpresa que nos llevamos al llegar a la ruta de acceso a la ciudad, el único vehículo que apareció en todo el recorrido se hizo presente en ese momento. Un camión cargado de trabajadores proveniente de un establecimiento ganadero que iba con destino a Salto se detuvo frente a nosotros y sin reparo le pedimos al chofer que nos llevara hasta la ciudad. Entre risas nerviosas y presentaciones con los pasajeros del vehículo, llegamos a la intersección de las calles Agraciada y ruta 3. Allí nos despedimos de los viajeros. A dos cuadras nos esperaban con un rico alimento dos amorosas mujeres, María Juana y Coca.

☼ VOLVIENDO A CASA Aún quedaba por confirmarse parte del mensaje cuando ya regresábamos en el bus hacia nuestros hogares ubicados en la capital del país. En aquel mensaje inicial se hablaba de agua, de mucho agua. Partimos de la ciudad de Salto a las 11 de la mañana rumbo al sur en un viaje que duraría siete horas. Antes de la mitad del camino una llovizna comenzó a salpicar las ventanillas del vehículo que nos transportaba. No pasó demasiado tiempo para que una tormenta con lluvia torrencial nos acompañara hasta la tardecita ya anocheciendo en nuestros hogares, a tal punto que el agua de la lluvia se filtraba por el techo del bus cayendo sobre los asientos. Al arribar a Montevideo por la noche nos fue difícil encontrar un taxi dado al estado del tiempo que se disponía allí también. Culminando la experiencia recibimos la bendición de la Madre Naturaleza quedándonos empapadas en agua. El mensaje telepático recibido el día 22 de Enero se confirmó totalmente.

SEGUNDA PARTE

El apoyo del Maestro y Guía de Aurora

☼ Con altibajos en mi ser interior pero con más ánimo que nunca, comprendía cada día más el juego que nos entrega la vida... porque en eso creo, que la vida es un juego, un rompecabezas que vamos armando mientras pasa nuestro tiempo destinado en este plano y en esta vida presente que elegimos transitar, crecer, experimentar y compartir. Por eso y porque así lo sentía dedicaba mis momentos libres a visitar la gruta del Padre Pío en la estancia “La Aurora” a escasos kilómetros de la ciudad de Salto, República Oriental del Uruguay. Era principios del año 1993 y mis dos hijas ya no vivían en casa conmigo, ni siquiera en el mismo continente, por esas circunstancias de la vida, las dos habían viajado a un país que se ubicaba a 15 mil kilómetros de distancia del Uruguay. Esta oportunidad que Dios me brindó me benefició para aprender e investigar lo que había más allá de la “realidad” sin saber lo que me esperaba. Los fines de semana estilaba reunirme con gente afín al tema espiritual, mientras tanto las experiencias y la dedicación a la búsqueda del autodesarrollo personal ocupaban las horas del día. Poco a poco conseguía iniciarme en las Sagradas Enseñanzas que de alguna manera lograba canalizar a través de la escritura automática en mensajes dirigidos por los Maestros Ascendidos y Guías de otras dimensiones. De los cuales no todos me entregaban sus nombres, al principio me sentía confundida porque al preguntaba sus nombres solía recibir en mi mente como un mensaje interno que decía que no era necesario saber sus nombres, lo importante era el mensaje y la vibración y que de esa manera los iría conociendo. Con el tiempo llegó a mis

manos un informe que decía que no era de suma importancia saber los nombres de los Guías que nos dan mensajes telepáticos y que cuanto más elevado se encuentra el discípulo menos importancia tienen los nombres. Pasaban los días y los meses y el cambio ocurrido en mi ser interior era evidente, tanto en mi misma como en las personas que me rodeaban. Me sentía más elevada en vibración y más protegida de toda negatividad. Mi atención estaba dirigida en todo momento al encuentro conmigo misma, al aprendizaje del CONOCIMIENTO y así fue que me entregaron unas técnicas de protecciones a través de los 7 rayos. Cada rayo tiene un color y cada color pertenece a cada día de la semana. Con la técnica del YO SOY en cada amanecer los incluía en mis trabajos personales de armonización, ejercicios psicofísicos, toma de energía solar o manásica y en la meditación. El compromiso con el Cosmos se acentuaba cada día más. De ser una persona introvertida e insegura me fui convirtiendo en lo opuesto gracias al trabajo de respiración y concentración que practicaba. Hoy puedo entender que el cumplimiento de las enseñanzas divinas depende de cada uno de nosotros. Por alguna razón de vidas anteriores seguramente he sido obediente a las órdenes del Plan Divino en la Tierra y en forma acelerada pude ir eliminando mis limitaciones, conceptos y creencias de la sociedad en que vivía. Afortunadamente logré conocer la libertad interior y pude volar como un ave a pesar de las críticas recibidas a una edad temprana, creo que mi esencia venía preparada para enfrentar este proceso terrenal porque nada de lo que aprendí y experimenté me fue difícil, donde tuviera que viajar sola o acompañada cumplía con lo dispuesto por las Jerarquías Superiores. Fui conociendo y aprendiendo sobre las Leyes Universales. Entendí que son las únicas que funcionan acertadamente y que las leyes del hombre en este

planeta están dirigidas a un sentido contrario a las cósmicas. La técnica del YO SOY que escuchaba de una grabación auditiva funcionaba muy positivamente, en mis actividades diarias se manifestaba el Poder Divino Interior en mi persona. En la calle diariamente hacía mis protecciones y así ejercitaba varias veces al día la concentración. Mi mente se iba abriendo paso cada vez más y más a un ritmo aceleradísimo y por consiguiente se manifestaba naturalmente el amor hacia mi misma y hacia las demás personas, el perdón en mi misma y hacia los demás especialmente a los miembros de mi familia que es por donde creí adecuado comenzar. Transcurría el tiempo y ya todo me inspiraba belleza en mi alrededor, había conciliado armonizarme con la naturaleza misma, era parte del TODO y la paz interior ya reinar en mi. Al principio de este despertar leí algunos libros hasta altas horas de la noche aunque al otro día debía despertarme temprano pero graciosamente nunca sentí sueño o cansancio, estaba así dispuesto por el Plan. Una tarde en la sala de mi departamento y al lado de la estufa a leña tuve una experiencia que jamás olvidaré. En la noche anterior me dispuse a encender un tronco que había colocado en la chimenea pero por su humedad no logró avivar el fuego, insistí encenderlo pero como las tentativas fracasaban decidí abandonar el trabajo y apagarlo. Al día siguiente preparé la meditación del Nombre Cósmico que trata de la búsqueda de nuestro nombre o código cósmico que cada persona obtiene además de ser una iniciación universal. Me dispuse a través de un ejercicio dirigido y grabado en una cinta. El ejercicio trata de una la llama de fuego violeta. Hacia la mitad de la grabación mientras visualizaba que una llama de fuego violeta ascendía por mis piernas, el tronco apagado de la noche anterior se encendió solo en una explosión seca y breve quedando prendido hasta fundirse en la verdadera llama del fuego de la chimenea. No sentí temor alguno ni

asombro por la experiencia y continué con el trabajo hasta el final. Al abrir los ojos el tronco estaba encendido realmente. Minutos más tarde alguien llamó a la puerta de mi domicilio. Era nuestro amigo Henry quien venía a dejarme una invitación para asistir a una conferencia que dictaría el contactado peruano Sixto Paz Wells en los salones de un conocido club de la ciudad de Montevideo. Por supuesto que accedí encantada y antes de su partida le relaté la experiencia obtenida unos minutos antes. Agradecida de sus comentarios me di ánimo para continuar con otra meditación de visualización y concentración. De esta manera continuaban mis días dedicada completamente al estudio e investigación de mi misma.

☼ EL PRIMER AVISTAMIENTO DE UNA NAVE NODRIZA Una madrugada de verano a las 12 y 30 de la madrugada dejé Montevideo en misión de trabajo rumbo al oeste del país. Tomando la ruta 1 la compañía de ómnibus interdepartamental de Agencia Central realizaba la línea Montevideo-Carmelo-Montevideo. En esa oportunidad en un viaje como azafata de a bordo del autobús llevábamos la responsabilidad de dos coches con más de 80 pasajeros a bordo. Una hora y cuarenta minutos más tarde los pasajeros dormían ya cuando el chofer del primer coche en el que viajaba me sorprende preguntándome que era eso que estaba sobrevolando por encima de nuestro coche. Me adelanté para observar mejor a través del vidrio delantero y me quedé asombrada al ver un vehículo espacial dirigido (VED) cruzando a una distancia de 100 metros sobre la carretera rumbo de sur a oeste. La experiencia duró 5 minutos, el disco volador viajaba en silencio y en círculos permaneciendo en línea recta en su movimiento, giraba lentamente. Su dimensión era extraordinariamente grande, daba la impresión que iba a una velocidad mayor de lo que podía ver, era una contradicción pues aunque eran lentos los movimientos en pocos minutos despareció de nuestra vista alejándose. En su interior pude ver una luz amarilla intensa y potente que se concentraba dentro de la nave, no despedía ningún tipo de reflejo. Fueron escasos pero inolvidables minutos que pude fijar mi vista en ella tanto así que sentía que esa luz penetraba en mi cerebro. El chofer del segundo coche que viajaba detrás de nosotros nos llamó nervioso por la radio del ómnibus para

confirmar si lo que él estaba viendo lo veíamos también nosotros y si era real. Esto hizo que a la llegada a destino hubiera confusión en los tres tripulantes que nos quedábamos a pernoctar en la ciudad de Carmelo hasta el día siguiente. Esa noche no pude conciliar el sueño y no porque estuviera asustada o preocupada sino que estaba sin sueño y totalmente despierta. A la mañana siguiente mientras desayunamos comentamos la experiencia de la noche anterior con los compañeros de trabajo y me dijeron que ellos habían podido dormir bien toda la noche. El otro caso curioso que me sucedía era que estaba con necesidad de hablar, cualquiera fuese el tema no podía cesar de conversar, los dos tripulantes me hacían bromas al respecto diciendo que ese “platillo volador” me había dado mucha energía pero no sabían que realmente así estaba sucediendo. El viaje de regreso a Montevideo estuvo lleno de preguntas en mi mente acerca del hecho de la noche anterior. Cuando cruzamos nuevamente por el sitio exacto del avistamiento pude saber que había sido a la salida del poblado llamado Pereira. Al arribo a la terminal de ómnibus de la compañía ya los compañeros de trabajo de turno estaban enterados de nuestra experiencia pues habían captado la conversación radial que mantuvimos entre los dos vehículos esa madrugada. También nos habían escuchado los tripulantes de los coches que salieron a la medianoche rumbo al norte. Ya todo el país sabía de nuestra experiencia lo cual fue motivo de preguntas y respuestas y especulaciones por parte de todo el personal de la empresa. Mientras tanto mi búsqueda interior comenzó desde el mismo día que regresé de este viaje tan especial. Al mediodía me dirigí a casa de mi madre a contarle lo sucedido y a pedirle o más bien exigirle que me cediera todo el material de estudio esotérico y de contacto que

ella disponía y que como al descuido siempre dejaba encima de una mesa para que yo los tomara pero nunca lo hacía pues evidentemente aún no era el momento. Mamá quedó muy contenta con mi experiencia y con mi entusiasmo por leer e investigar lo que estaba comenzando a suceder conmigo mismo. Esa misma noche leí hasta altas horas de la noche, no había dormido desde la noche anterior, pasaron más de 24 horas sin sentir sueño o cansancio pero la lectura me indujo a entregarme poco a poco al descanso. Pasaban los días y continuaba leyendo todas las noches, así supe de grupos de contacto que se reunían semanalmente avocados al estudio del contacto extraterrestre y del desarrollo personal a través de prácticas dirigidas por instructores con más experiencia. Increíblemente fui conociendo personas que tenían que ver con el tema espiritual y de contacto extraterrestre, se cruzaban en mi camino, la información llegaba a pasos agigantados, mi proceso en este camino se aceleró tanto que me parecía que iba por un túnel de energía sin poder detenerme. En pocos meses obtuve iniciaciones que me ayudaron al crecimiento personal, y a entender muchas cosas que nunca me las había planteado antes. Aprendí a trabajar con la energía cósmica y de la mano de las enseñanzas que inconscientemente obtenía en cada visita a La Aurora junto a la gruta del Padre Pío mi vida personal iba tomando un nuevo destino hasta el punto que entendí que todos tenemos la capacidad de cambiarlo en cualquier momento si así lo deseamos. La sinceridad y la confianza en el proceso me ayudaban a captar el verdadero significado de lo que estaba ocurriendo y descubriendo. A pesar de los obstáculos una energía superior fluía a través de mí. Aún así no entendía que era Dios que estaba actuando en mi. En los grupos de contacto practicábamos ejercicios de meditación, de visualización, vocalizaciones de mantras y con frecuencia realizábamos salidas al campo para hacer

prácticas de autocontrol lo cual en lo personal me ayudó poderosísimamente a perder los miedos. En cada salida habían nuevas y positivas experiencias de compartimiento con los demás, avistamientos y hasta contactos físicos con naves espaciales (OVNIS) y con seres de luz y/o energías extraterrestres. Recepcionábamos mensajes telepáticos antes y durante las salidas. Los poderes psíquicos de los participantes del grupo se desarrollaban aceleradamente cuando había compromiso en el trabajo a realizar. Nuestros pensamientos se elevaban amorosamente adquiriendo más y más conocimiento y sabiduría con las prácticas. A mayor práctica, mayor desarrollo personal se adquiere. La clarividencia comienza a funcionar con la práctica de la respiración, concentración y visualización. Y como mencioné anteriormente los mensajes telepáticos estaban a la orden del día. Sentía que entidades superiores dictaban en mi mente el mensaje a recibir con ideas claras llevándome a un estado de éxtasis pero consciente en todo momento de mi cuerpo físico y del lugar donde me encontraba. En todo momento captaba una vibración sutil que me provocaba paz y armonía permanente sin emociones. Con la práctica supe que los Guías Espirituales o Seres Superiores nos preparan para obtener la calma interior y con la presencia de ellos neutralizamos toda energía negativa que haya alrededor nuestro limpiando nuestro cuerpo etérico y espiritual. Las energías espirituales que son del bajo astral se manifiestan en estados vibracionales negativos que provocan temor en la práctica del receptor. Por eso es importante antes de todo trabajo telepático o de movimiento de energías formar una cúpula de protección del lugar. El tercer ojo logra desarrollarse a medida que vamos obteniendo mayor y mejor concentración pasando a un estado mental que traspasa los límites hacia nuestro interior pasando por el consciente, el subconsciente y la

superconciencia hasta lograr llegar a una imagen vívida y que resulta conocida ya que surge de las memorias que fluyen de vidas anteriores.

UN AÑO MAS TARDE Como en la experiencia anterior una noche de Semana Santa viajé trabajando en la empresa de transporte de turismo Buquebus a la ciudad de Colonia. En la terminal de ómnibus esperaban cuatro coches para salir a la misma hora con una azafata de a bordo y un chofer cada uno. Con mi compañero conductor debíamos salir en el cuarto coche el cual iría vacío pues el itinerario era levantar pasajeros del puerto de Colonia rumbo al balneario turístico Punta del Este. El resto de los vehículos iba con pasajeros y servicio de a bordo. Mientras tanto esperábamos la salida; la charla entre conductores y mi persona se hacía amena entre mate y mate, bebida típica de la región rioplatense. El resto de las azafatas se ocupaba de recibir a los pasajeros que iban tomando ubicación en sus respectivos asientos. De pronto me aseguré de algo que necesitaba del coche No. 4 y me dirigí hacia la cabina del mismo pero justo delante de la puerta estaba parada una persona del sexo masculino con un papel en la mano que me lo extendió en cuanto me vio llegar al vehículo, lo miré sorprendida y me sonrió con amabilidad y le dije: - Buenas noches señor, en qué lo puedo ayudar!? y él respondió: - Este es mi pasaje para viajar a la ciudad de Colonia, a lo que agregué: - Lo siento pero este coche sale vacío, por favor sírvase buscar en los alguno de los otros tres ómnibus restantes un asiento vacío, diríjase a las azafatas y explíquele lo que necesita. - Yo tengo el coche 4 en mi boleto, insistió.

- Debe de haber una equivocación pues yo ni siquiera tengo a disposición la planilla del viaje ya que mis pasajeros salen desde Colonia, contesté ya un poco impaciente mientras el buen hombre me sonreía. Ya estaba creyendo que me quería tomar el pelo y así me alejé hacia el grupo de mis compañeros a quienes les comenté lo ocurrido. Pero cuando llegó la hora de partir y vuelvo al coche me encuentro con la sorpresa de que este caballero aún seguía parado en el mismo lugar que lo dejé antes, no lo podía creer ya que sonriendo y sereno me pidió viajar en el coche No. 4. Un poco impaciente corrí a consultar con mi compañero de trabajo si habría problemas de llevar al misterioso caballero en nuestro viaje a Colonia lo cual me respondió que estaba bien y que lo aceptara en nuestro bus. De manera que regresé y le dije lo dicho por mi compañero anticipándole que ni siquiera teníamos bebida o alfajores para ofrecerle. Con enorme alegría agradeció nuestra bienvenida y se ubicó en uno de los asientos delanteros del ómnibus deseándole un buen viaje y descanso cerrando la puerta de la cabina detrás de eso. Exactamente a las 12:30 am partimos rumbo a la ciudad de Colonia en fila los cuatro coches de turismo. Como no teníamos apuro en llegar ya que el barco que llegaba de la ciudad de Buenos Aires lo hacía más tarde de nuestra hora de arribo nuestro conductor encendió la radio y nos dispusimos a conversar entre los dos pero llegado el momento que nos acercamos al lugar del avistamiento en cada viaje mi corazón se estremecía sintiendo necesidad como de “volver a casa”, sin entender de que “casa” se trataba pero ese era el sentimiento que me embargaba en cada paso por el poblado de Pereira. Para más asombro aún en este viaje el único y misterioso pasajero se levantó de su asiento a solo 10 minutos antes de la localidad de Pereira y golpeando el vidrio de la puerta de la cabina hacía señas a lo cual requirió pasarse a la parte de la cabina del vehículo y

previa consulta con el conductor el cual accedió continuamos el viaje los tres dentro de la cabina. Sorpresa la que me llevé cuando noto que el misterioso pasajero dirigía su conversación única y exclusivamente al chofer. Ni me miraba siquiera y calculando que estábamos llegando al lugar del avistamiento de un año atrás, dirigí mi mirada al cielo encontrándome con una luna llena semi tapada de nubes claras y comenté: - ¡Qué hermosa noche de luna llena!, sin sacar mi vista del cielo. Y para sorpresa de todos el misterioso pasajero finalizó su conversación con el chofer para dirigirme la palabra y afirmó con seguridad: - El día que mires al cielo y veas cruzar una nave espacial, mírala porque de ella tendrán algo que decirte. Al escuchar esta expresión casi quedé sin respiración, no me salía ni una palabra de la boca, lo miraba con mis ojos fijos en él del asombro, miré al chofer y estaba como detenido en su tiempo y momento de conducir. Cuando pude hablar le pregunté a este señor porqué me decía eso a lo que respondió: - Porque te darán un mensaje y una programación para que lleves adelante en tu vida. Desde ese momento hasta finalizar el viaje no pudimos hacer otra cosa que hablar de los mundos paralelos y de los lugares que existen en nuestro planeta a los cuales deberíamos visitar. En un momento le dije así: - ¡Tú eres un extraterrestre! - ¡O quizás lo eres tú! – afirmó - ¡O quizás lo somos los dos! – exclamamos al unísono. La alegría que se manifestó en ese momento era solamente entendida por este enigmático personaje y por mi, Negrín como le llamaban al conductor del bus no entendía nada, ni siquiera hablaba o se interesaba en preguntar algo, simplemente manejaba.

En nuestra conversación señalamos los hechos que se venían sucediendo en la estancia La Aurora en el departamento de Salto. Y me dejó en claro que yo debía viajar a la ciudad de San Nicolás en la provincia de Buenos Aires en algún momento. El viaje se hizo demasiado corto, antes de lo que esperado el bus estaba entrando en el puerto de Colonia velozmente lo que me sorprendió pues sentí como que volvía de otra dimensión. Antes que nuestro pasajero descendiera del bus le advertí los pasos a seguir al llegar a la oficina de emigración y aduana en el puerto de Colonia. De los demás ómnibus ya ni rastros de ellos había. Y nadie estaba en la entrada del puerto, los pasajeros se había acomodado en el segundo piso esperando el arribo del barco. Asombrada de todo lo que había ocurrido en las últimas horas me acerqué a los oficiales de migración para asegurarme de que nuestro pasajero hubiera sido atendido sin dificultad y pregunté: - ¿Atendieron al único pasajero que traíamos en nuestro coche? - Hace rato que no pasa nadie por acá – respondió uno de los oficiales. - ¿Cómo que hace rato que no pasa nadie por acá!? – pregunté... y el hombre que bajó recién y se dirigía hacia ustedes?, venía a mi lado, solo lo perdí de vista cuando abrí mi bolso de mano!? – continué dudosa - Por acá no pasó nadie ya dije – volvió a responder sin mucho ánimo el oficial Corrí a buscar el pasajero fuera del puerto ya que allí es cerrado pero no encontré otra cosa que una ciudad desolada y dormida, llamé a nuestro chofer que me ayudara a buscarlo cerca de la plataforma que daba al muelle mientras yo subía al segundo piso pero ni Negrín ni yo pudimos encontrar al misterioso pasajero. Me animé a entrar al baño de los hombres y buscarlo pero todo fue inútil, no aparecía por ningún sitio. Cuando regresé a la

planta baja y más calmada, un pensamiento surgió en mi mente: SE FUE... DESAPARECIO... SE DESMATERIALIZO... ¿¡SERIA UN EXTRATERRESTRE!?... SI... SE DESINTEGRO... y retomé pensativa a mis actividades de trabajo, vaga en mis recuerdos de esa noche... la bocina del buque que arribaba en el puerto me sacó de mis pensamientos y pronto los pasajeros provenientes de la ciudad de Buenos Aires se acercaban al coche No. 4 que partiría hacia el balneario de Punta del Este, esta vez con otro conductor que recién comenzaba su turno de trabajo. En cambio a mí me esperaban 300 kilómetros para estar al servicio de los 50 pasajeros que expectantes deseaban disfrutar de sus vacaciones de turismo.

☼ Si no sirvo para morir entonces serviré para vivir y viviré para servir...

YO SOY Un día comprendí que en el espejo del alma está la solución para arreglar el espíritu y la mente. Que los malestares físicos son emanaciones de un estado mental pero que no son obstáculos si reconocemos que ellos son parte de nuestra experiencia de vida. Las falsas apreciaciones, expresiones, conceptos y creencias son las que nos gobiernan y limitan. Recordándonos constantemente quienes somos mantenemos la puerta abierta para que la vida se manifieste a través de Dios, de la Presencia YO SOY... YO SOY DIOS EN ACCION, SOY VIDA, OPULENCIA, VERDAD. Pensar erradamente no nos permite crecer. Liberarse de las falsas creencias, esquemas, estructuras etc. es volar por el diáfano cielo azul. Reordenarnos es encontrar la paz interior. Buscar el contacto con la naturaleza implica edificar factores de conducta amorosas. Dar sin pedir, recibir sin pedir, agradecer siempre y entregar de corazón. Evitar las discusiones, comprender a los demás, mantener la armonía en nosotros mismos, aprender y practicar las leyes universales, las protecciones diarias, practicar el silencio al grado de sentir los latidos de nuestro corazón, observar la naturaleza, a nuestros hijos y nietos, a las

personas todas. Aprender a bendecir nuestros problemas es señal de que estamos adquiriendo sabiduría. Obtener fuerza de voluntad a través de ejercicios de visualización y meditación es esencial para fortalecernos. Manifestar nuestro niño interno. Todas esta fuerzas empleadas positivamente nos liberan y si cada ser humano de este planeta aprendiera a vivir en libertad interior viviríamos un mundo de justicia naturalmente. Basta proponernos y mejorar como personas a través del hábito de saber manejar nuestras energías y las que nos rodean. Aprendí a seguir las señales cósmicas y a estar atenta a ellas. De esta manera me he ayudado a encontrar la seguridad en mi misma. He aprendido que nadie puede hacer nada por mí sino por mi misma. Automáticamente se magnifica el buen humor en las personas que siguen estas enseñanzas y por ende se manifiestan maravillosamente. El PERDON nos libera y nos hace sentir feliz en nuestro corazón. Cuando sentimos la necesidad de realizar algo debemos hacerlo y poner de nuestra parte la mejor dedicación. Seguir nuestra intuición siempre y no permitir que la mente nos juegue una mala pasada. Todo es mental y tanto lo positivo como las ideas negativas se crean en la mente y al crearlo estaremos identificándonos con esa creación. La mente acepta y estamos a la vez decretando la situación en nuestro mundo. Confiar en nosotros mismos, en nuestras experiencias, en las señales, de que somos luz y seres espirituales con una experiencia humana que estamos abriendo la puerta que nadie jamás podrá cerrar. Porque comprenderemos que somos DIOS EN ACCION y somos LIBRES. Cada respiración es DIOS EN ACCION en nosotros. Todo esto y mucho más aprendí, pero no solamente tenemos que aprenderlo sino practicarlo a diario las 24 horas del día. Cuesta en ocasiones pero no es difícil habituarse. El camino del esotérico es muy solitario, pero con un montón de satisfacciones.

El Universo se encarga de proveer todo lo que el caminante obediente y comprometido necesita para seguir su proceso de vida. Los poderes psíquicos se desarrollan más y más y la intuición, la clarividencia y la telepatía comienzan a funcionar con mayor sensibilidad en los seres humanos. Como siempre digo, el Cosmos, el Universo, Dios, las Fuerzas Superiores, las Jerarquías Celestiales, como más les guste llamarles, nos preparan poco a poco para alcanzar la claridad integral que está alojada en nuestras memorias esperando el momento del DESPERTAR. Despertar es recordar, y al recordar obtenemos claridad la que nos ayuda a seguir muestra misión en este plano o dimensión terrestre. Todo lo que sé, ya lo sabía de otras vidas, sólo que no lo recordaba. Las entidades que un día tuvieron compasión de mi confusa vida me han llevado de la mano en este mi viaje universal, han ido limpiando y ordenando mi campo etérico en primera instancia y mis centros energéticos luego. Es un entrenamiento para que las entidades del bajo astral o negativas se alejen y así bloquearles la entrada hacia el cuerpo físico. Cada caso es diferente pero básicamente existe este modelo vengan de donde vengan las entidades cósmicas o extraterrestres o internas del planeta a darnos una mano para el cambio de conciencia.

LA TELEPATIA La palabra Telepatía deriva del griego y significa TELE = lejos, PATOS = sentimiento. Establece la comunicación entre dos o mas personas sin la utilización del sonido de las cuerdas vocales sino proveniente de la transmisión del pensamiento de una mente a otra a través de ondas longitudinales y mentales representando ideas, imágenes o pensamientos posibilitando el intercambio de la comunicación o conversación mental.

Las técnicas de RESPIRACIÓN, CONCENTRACIÓN, RELAJACIÓN Y MEDITACIÓN son ejercicios prácticos fundamentales para desarrollar la telepatía pues crea un estado de sensibilidad mental que facilita el cruce de la onda mental que transmite. La comunicación con las entidades superiores a nosotros ya sean seres extraterrestres, Maestros Ascendidos, Arcángeles etc. nos exige disciplina interior lo que automáticamente se convierte en una necesidad de superarnos espiritualmente. Los que hemos estudiado el tema del contacto seriamente y sin preconceptos no tiene duda respecto al mismo. En principio el tema es complejo pero paulatinamente y pasadas las experiencias se nos va aclarando el camino a seguir. Las personas seleccionadas tienen la mente limpia y estarían preparadas para el servicio de la humanidad. La tarea es dura y de sacrificio pero los seres extraterrestres no nos abandonan, al contrario nos apoyan siempre irradiándonos AMOR, PAZ y ARMONIA. El resto es de nuestra parte ya que se espera que sigamos adelante sin desmayar ni detenernos ante cualquier obstáculo. El Universo no nos daría más de lo que podemos soportar, todo es PERFECTO y nosotros también vamos dirigiendo nuestra brújula interna a esa PERFECCION DIVINA. Para contribuir con el Plan Divino en la Tierra es importante la experiencia que hallamos obtenido para luego hacer partícipe a las demás personas de nuestro descubrimiento o recordatorio desafiando la sociedad en que vivimos donde se imponen las creencias y los conceptos convencionales y fanatizados. Y donde la “educación” de las sociedades estructuradas se han apoderado del sistema actual. El saber no es estudiar toda una vida en las escuelas y universidades sino poseer un grado de conciencia elevadísimo, capacidad de autoanálisis, buen criterio, perfil bajo, humildad, compasión y todos los sagrados agregados para permitir

el ingreso de una nueva sociedad portadora del mensaje cósmico y espiritual. A fines del año 1993 (22) mi vida volvió a tomar un nuevo rumbo. Un viaje al exterior con mi familia sería el inicio de una nueva etapa de mi vida cósmica.

Graciela Flain http://communities.msn.com.mx/ESCRITOSOFIA