Mercado de San Telmo

HISTORIA II Cátedra Fernández Arquitectura y cultura en Bs. As. En el siglo XIX MERCADO DE SAN TELMO GRUPO 3 Dana Mar

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HISTORIA II

Cátedra Fernández

Arquitectura y cultura en Bs. As. En el siglo XIX MERCADO DE SAN TELMO

GRUPO 3 Dana Martínez De’ Nobili, Daniela Imaray Noviembre 2015 Martinez De’ Nobili, Dana – Imaray, Daniela

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1.

BUENOS AIRES 1850 – 1910. Transformaciones

San Telmo había quedado desvalorizado luego de la migración de la población tradicional del barrio, que debió mudarse a la zona norte por la epidemia de fiebre amarilla que afectó a Buenos Aires en 1869. Este desplazamiento, ligado a la gran cantidad de inmigrantes que ingresaron en la época y se instalaron en las zonas recientemente desocupadas, fue probablemente una de las razones del actual desequilibrio socioeconómico entre las zonas norte y sur de la ciudad.

Aumento del ingreso de inmigrantes según procedencia entre 1869 y 1881

En 1880, con la federalización de Buenos Aires y posicionamiento como cabeza del nuevo orden político liberal, llegaron las ideas de Haussman y el higienismo europeo. Los nuevos conceptos sombre el urbanismo moderno, llevaron a una primera transformación de la ciudad a Metrópolis. Se realizaron importantes obras de infraestructura e instituciones y se construyó para consolidar el centro cívico y densificarlo. En 1895, se abre la Avenida de Mayo demoliendo el Mercado Modelo para formar la actual plaza de los congresos. La población, que aumenta a la par que se consolida la ciudad, comienza a necesitar más espacios de intercambio comercial. Ya no son suficientes las ferias en las plazas, y quedan cada vez más lejanos los grandes mercados relegados al sur de Buenos Aires.

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Plano de extensión de la ciudad consolidada en 1888

En 1897, en medio de esta revalorización de la ciudad, la zona sur, mayormente ocupada por inmigrantes en hacinamiento y con pobres condiciones de vida; recibió en una de sus esquinas Mercado de San Telmo, que contribuiría a descentralizar la distribución de las mercancías, a la vez que le otorgaría una nueva vida al barrio. A diferencia de las grandes edificaciones institucionales y culturales de la época, este edificio responde a necesidades cotidianas de la población, lo cual se refleja en la construcción, de gran simpleza y economía de recursos. “De todos los usos del hierro, el más integral se produjo en la construcción de los mercados urbanos, cuyos elementos fueron industrializados casi en su totalidad, formando una extendida serie presente e n numerosas ciudades del país.” 1 La inauguración del mercado no fue un hecho aislado, entre 1823 y 1900, en Buenos Aires se construyeron 36 mercados, aún hoy muchos de ellos siguen vigentes y fuertemente arraigados a las costumbres y valores de los barrios. En 1889 se inauguran dos de los más importantes mercados de aquella época, el del Abasto Proveedor en un barrio constituido principalmente por inmigrantes, y que estaría legado al Mercado central para el abastecimiento de frutas y verduras a la ciudad. Y el mercado Central de frutos en Avellaneda, con una de las estructuras cubiertas más grandes de la Argentina y del mundo.

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Mercado del Abasto Proveedor

En el mismo año se inaugura el Mercado del Progreso en Caballito, de gran similitud estructural con el de San Telmo.

Exterior e interior del Mercado del Progreso

“La cultura arquitectónica parece abandonar momentáneamente la ambición por las grandes obras y la relativa a la intervención en la gran ciudad, situando de nuevo la discusión a partir de un sector aparentemente más modesto en que se refiere al problema general de los productos manufacturados” 2 La inserción del país en el mercado internacional a través de la exportación de materia prima posibilitó el “acercamiento” a las potencias europeas. Pero esta relación de consumo propia del capitalismo establecido, atentó contra la industria nacional, estableciendo a la Argentina como parte del desarrollo Europeo, cuyo principal beneficiario fue Inglaterra al invertir en los sistemas de producción locales, pero desde un rol pasivo, donde dependía de la estabilidad de las economías extranjeras para sustentarse, ya que se desmanteló la infraestructura productiva para llegar de la materia prima al producto final. “ (Con el liberalismo) Nacen la producción en masa, la economía del consumo y el beneficio, el régimen de la competencia, apoyado en la ética y el postulado económico por el cual todo es licito útil y bueno con tal de que se venda” 3 Martinez De’ Nobili, Dana – Imaray, Daniela

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Las políticas liberales tienen su fundamento en los ideales de la revolución francesa (libertad, igualdad, fraternidad). Sin embargo, según Oscar Alende; “en los hechos, todo el proceso a girado en torno de un pequeño grupo de naciones europeas dueñas de los medios de producción y la capacidad de comprar materia prima” 4 Esta política fomentaba las relaciones de consumo como el principal motor de la sociedad, en base una libertad de comercio teórica, ya que beneficiaba principalmente a los que tenían capital económico para accionar, y no definía leyes de protección laboral para los trabajadores Buenos Aires se transformó entonces en ciudad-mercado y las ideas de producción y de consumo mundial se expandieron hacia todos los ámbitos sociales. Según Félix Luna, este modelo analizado entre 1880 y 1916, tenía aspectos positivos:  Afirmación de la unidad nacional  Inserción de la Argentina en los circuitos económicos mundiales  Optimismo, fe en el futuro  Libertad de expresión Y aspectos negativos:  Marginación de determinadas zonas  Desdibujamiento de la individualidad nacional  Exclusivismo político  Creencia en la inevitabilidad y eternidad del modelo  Escepticismo, cinismo (5)

2.

LA BURGUESÍA. Construcción de un país

“En el periodo que estudiamos la clase media se trasformó en el principal comitente desplazando a la nobleza y a la iglesia. Requirió del arte los servicios que siempre se habían esperado de ella, pero su instrumentación no fue clara, dado que los objetivos tampoco lo eran. El resultado fue que la función del arte se entendió –a partir de, y como una de las contradicciones propias del desconcierto cultural- como de afirmación y denuncia simultáneamente, y la dinámica del quehacer artístico osciló pendularmente entre la revolución y el conformismo” 6 En Europa, la clase media o creciente burguesía tenía cada vez más influencia en la sociedad. Este grupo social de trabajadores poseedores de una nueva libertad económica, tenía distintas procedencias y actividades, así como distintas culturas. Es por ello que, a diferencia de la clase aristocrática, no tienen un arte característico definido, así como no tienen una arquitectura que los defina. ”El historicismo arquitectónico disecó la integración: por un lado un conjunto de necesidades prácticas con sus propias soluciones; por el otro un grupo de problemas estéticos y significativos con sus propias soluciones, que nada tenían que ver con las primeras, con quienes coexistían en una misma obra (…) La arquitectura neoclásica se resolvió como un problema casi exclusivamente formal” 7 Martinez De’ Nobili, Dana – Imaray, Daniela

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Por otro lado eran una clase mucho más práctica, que por razones claras de propio beneficio, debía incorporar el funcionalismo a sus obras, necesitaba edificios que sean productivos. Es en este momento donde la revolución industrial hace su aporte significativo, posibilitando la construcción sistematizada a través del uso del hierro. Pese a este gran avance tecnológico, la burguesía aún necesita obtener el aval social de las clases dirigentes, por lo que surge esta contradicción entre las nuevas técnicas constructivas y lo que se debe mostrar (“entre la revolución y el conformismo”). Gran parte de los edificios con estructuras de hierro en el interior y cerramientos de vidrio, son exentos de sus fachadas. Estas siguen recurriendo a los elementos clásicos para su diseño, formando híbridos que recuperan de cada estilo arquitectónico lo que les es conveniente. “El historicismo que tomó a la antigüedad romana como fuente de modelos inspiradores, encontró en las formas antiguas una manera eficaz de expresar las connotaciones culturales que implicaban valores que se deseaban eternos universales e indiscutibles.” 8 El contexto mundial del liberalismo, beneficiaba el intercambio entre los países europeos y sus colonias, y gracias a la utilización de piezas industrializadas y las técnicas de ensamblaje, fue posible que esta nueva construcción se reproduzca en distintos lugares del mundo casi simultáneamente. En Argentina, el nuevo poder político comienza a reestructurar la ciudad en base a ideas teóricas de urbanización provenientes de las potencias europeas, estas no son homogéneas, las raíces pueden ser italianas, inglesas o francesas. Esto lleva a una hibridación de conceptos que produce edificios muy diferentes es la ciudad, sin embargo la intención de la sociedad era bastante más uniforme. La búsqueda del acercamiento cultural y económico a las grandes ciudades europeas fue el principal motivador para la transformación de la ciudad en metrópolis. Existían, ya desde mediados del siglo XIX, tres vertientes de influencia arquitectónica europea, según Ramón Gutiérrez: “…la primera, vinculada a una arquitectura popular, sobre todo residencial, mostraba la vigencia de una “maniera italiana”(…) la segunda, articulada con el mundo académico francés (…) abarcaba una producción de edificios de gran porte y residencias de los sectores aristocráticos. La tercera expresaba la arquitectura del equipamiento y la infraestructura de servicios integrada dentro de la tradición funcionalista inglesa. Era la obra de ferrocarriles y puertos, abastecimientos de agua y otros servicios (…) El paso de la gran aldea a la urbe moderna europea implicaba la construcción de una nueva imagen urbana, donde todas estas vertientes se manifestaran pragmáticamente…” 9

3. INNOVACION. Uso del hierro Martinez De’ Nobili, Dana – Imaray, Daniela

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La intencionada densificación de la ciudad genera una modificación abrupta del tejido urbano, al igual que la aparición de la extensa red de ferrocarriles que potenció el crecimiento masificado de la ciudad capital y la redistribución de la población. La infraestructura de transporte necesaria para posicionar como capital federal al territorio rioplatense era extensa, la red de ferrocarril llegó en 1900 a completar casi 30000 km de vías que conectaban el puerto de Buenos Aires con las provincias.

Desarrollo de los ferrocarriles hasta 1900

Si bien el hierro posibilitó la construcción de la economía del país, Argentina seguía sosteniéndose en base al modelo agroexportador, los rieles y vagones fueron importados de Inglaterra, así como las piezas que conformaron la gran estación de trenes de Retiro en 1913 y otros importantes edificios institucionales, escuelas, teatros e infraestructuras para la ciudad. La importación de estructuras industrializadas requería una respuesta sistemática del entorno donde se emplazaría, no se efectuaba una traducción de la pieza original, sino que se adaptaba el medio a ella. En el caso del Mercado, el lote en el que se implanta no es completamente regular, para cubrirlo era necesario una construcción que pudiera adaptarse al terreno, pero el Martinez De’ Nobili, Dana – Imaray, Daniela

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sistema de vigas y columnas de fundición traído de Inglaterra, no podía modificarse ya que no había en el país industria metalúrgica desarrollada. La solución más simple para tomar las irregularidades de los lotes a cubrir fue separar completamente la estructura de los muros perimetrales y medianeras, cerrando todo el espacio con la cubierta, que a diferencia de los mercados y galerías en auge en Europa, era mayormente de chapa y no vidriada, reduciendo el costo y posibilitando la construcción en el país. El vidrio se limitó a cubrir los tramos verticales de la cubierta (menos expuestos a roturas e inclemencias del tiempo) y se destaca su uso en la cúpula, que genera en el centro del mercado el espacio más iluminado.

El mercado techado surge como un avance de las ferias al aire libre que era ya una necesidad de la sociedad de consumo. Sin embargo, la referencia formal de estos mercados en Buenos Aires, se remonta a los pasajes europeos, surgidos primeramente en París, donde pasajes públicos que atravesaban las manzanas con comercios individuales, comenzaron a techarse formando lo que puede ser el inicio de los modernos shoppings, donde la gente concurría buscando la variedad de productos ofrecidos, pero principalmente a sociabilizar. La burguesía de las grandes ciudades europeas, precisaba espacios donde encontrarse y donde sentirse representado, siendo que eran una clase fuertemente comercial, estos nuevos espacios daban un marco ideal para las relaciones económicas que allí sucedían, en un espacio de fuerte carácter moderno y tecnológico ya que las cubiertas que se construían eran puramente de hierro y vidrio. Martinez De’ Nobili, Dana – Imaray, Daniela

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“estos organismos constructivos generan y se aplican a una tipología edificatoria amplia y variada que se afianza y desarrolla en pleno siglo XIX. Por ejemplo en los invernaderos, en los mercados cubiertos, en los grandes almacenes en las estaciones ferroviarias, en las instalaciones para las exposiciones, etc.” 10 El Mercado de la Madeleine construido en Paris 1824, fue uno de los pasajes dentro de las numerosas transformaciones realizadas por Haussmann para la modernización de la ciudad, forma parte de uno de los primeros intentos de los ingenieros del siglo XIX para desarrollar métodos constructivos que combinasen la elegancia con la economía del material. A través de sus esbeltas columnas de fundición y el importante uso del vidrio en la cubierta consiguieron un espacio particularmente moderno y elegante.

Interior del mercado de la Madeleine, París

“Los pasajes fueron el templo original del capitalismo de las mercancías. Construidos en forma de cruz como una iglesia, estos pasajes, propiedad privada pero senderos públicos exhibían las mercancías en vitrinas y aparadores como si fueran iconos en sus nichos. Son los precursores de los grandes almacenes” 11 En la Buenos Aires - metrópolis, la vida social y pública estaba en su máximo esplendor, los habitantes de la “nueva parís del sur” buscaban transitar por lugares donde encontrarse con sus pares, y donde ser vistos. Esto es muy relevante en los edificios de aquella época, frecuentemente vemos que el espacio más importante es el hall, donde no se practican las actividades principales de la obra, sino que se recurre para ser visto y ser partícipe de lo que ocurría en la sociedad. Los mercados y los teatros eran los principales concentradores de estas relaciones urbanas. “La verdad de la estación ferroviaria no residía en las locomotoras, ni en las vías, ni en su estructura, sino en el alma del programa, que era el gran hall, el espacio de la multitud, el mayor símbolo del desenraizado espíritu metropolitano” 12 4.

EL MERCADO. Arquitectura e ingeniería

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El mercado, construido por el arquitecto Juan A. Buschiazzo, ocupa un cuarto de manzana entre las calles Defensa, Carlos Calvo, Bolivar y Estados Unidos. Originalmente tenía tres accesos y una calle de circulación descubierta que en 1930 se cierra, a la vez que se construye el acceso por la calle Estados Unidos, permitiendo atravesar la manzana en las dos direcciones En ese momento era necesaria la entrada lateral para dividir el ingreso de la población que iba a comprar al mercado y que asistía también al mismo para sociabilizar, con el ingreso de la mercadería en sí. La clase media aburguesada, debía separarse simbólicamente de la clase trabajadora que elaboraba los productos que luego comprarían. “La nueva naturaleza de la industria y la tecnología representa un progreso real a nivel de los medios de producción, mientras que en el nivel de las relaciones de la producción, la explotación de clase permanece inalterada” 13 El espacio central original ubicado en la esquina, está dividido en 4 alas determinadas por su estructura, con cubierta de hierro y chapa y una cúpula central a ocho aguas vidriada que permite el ingreso de luz natural. El diseño estructural modular acompaña y ornamenta la organización del consumo, estos espacios contribuían a asociar el mundo de la industria y el comercio a la confianza optimista hacia el futuro y el progreso. La cubierta, de chapa ondulada y vidrio, representa uno de los tres grandes campos que la arquitectura de la ingeniería aplica: - Grandes cubiertas de hierro y Cristal

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“Mientras que el principio de la construcción de esqueleto es una invención eminentemente técnica que aparecerá en todos los lenguajes sucesivos, el campo de las cubiertas de hierro y cristal no es un esquema definido de una vez para siempre sino una conformación variable, por eso, pensamos que representa la expresión mas típica de la arquitectura de al ingenierías del siglo XIX.” 14

Cúpula central del mercado

La estructura de columnas de fundición que funciona con estas cubiertas, reducen la ocupación que hasta entonces necesitaban los muros y columnas de piedra, logrando una espacialidad interna inédita y manteniendo inalterado en términos estilísticos tradicionales su cerramiento externo.

Vista esquina calles Bolivar y Carlos Calvo

El exterior del mercado comunica simbólicamente los valores compositivos del academicismo, traducidos con una lógica local que respondía principalmente a las Martinez De’ Nobili, Dana – Imaray, Daniela

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necesidades de construir con menos recursos y la escasez de constructores de calidad en el país. La ornamentación, de geometrías simples, fue modelada por constructores y artesanos provenientes de la inmigración, que lograron insertar el edificio acompañando el perfil casi uniforme de las edificaciones de su entorno. Dos columnatas con capiteles toscanos marcan el acceso por la esquina de Bolivar y Carlos Calvo, mientras que las entradas laterales al espacio central se elevan formando grandes arcos de medio punto con columnas de capiteles toscanos a los costados y ornamentaciones de almohadilladas modeladas para imitar la piedra.

Vista longitudinal exterior del mercado, arquitectura historicista

Corte longitudinal interior del mercado, estructura metálica

En el interior, las bóvedas de los ingresos se apoyan estructuralmente en múltiples columnas esbeltas de hierro reticulado y vigas con forma de arco de medio punto decoradas con tallos florales y elementos circulares geométricos. El diseño es puramente industrial y funcional de las actividades que allí se desarrollan.

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Interior desde bóvedas de ingreso

El enmascaramiento de lo que pasaba en el interior del edificio era un recurso repetido en su época, que en Buenos Aires posibilitaba adecuarse al entorno y seguir construyendo la imagen de la ciudad deseada según los conceptos de la estética urbana europeos. “Por eso fábricas, museos o depósitos pudieron recubrirse con fachadas históricas idénticas, sin que hubiera para los espectadores confusión aparente. La función semántica primaria, denotadora del espacio arquitectónico interior, fue subordinada a la función connotativa (…)” 15

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1 Construir el país, imaginar la nación pag 91 2 Renato de fusco. Historia de la arquitectura contemporánea pag 38 3 Renato de fusco Historia de la Arq. Contemporánea pág. 14 4 Suumma/hiostia. El modelo liberal . marina waisman 5 Suumma/hiostia. El modelo liberal . marina waisman 6 Rafa iglesia pag 15 7 Rafa iglesia pag 57 8

Rafa iglesia pag 43

9 Ramón gutierrez ITALIANOS EN la arquitectura argentina 10 Renato de fusco. Historia de la arquitectura contemporánea 11 S

Buck Morss. Dialectica de la mirada benjamín y los pasajes pag99/100

La construcción de la modernidad. Capitulo: Construir el país, imaginar la nación. Francisco Liernur 12

13 S Buck Morss. Dialéctica de la mirada benjamín y los pasajes pág. 96 14 Renato de fusco. Historia de la arquitectura contemporánea 15

Rafa iglesia pag 26

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