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• Silvana Benavides

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EL MÉDICO DE LOS POBRES

La película narra la vida del 'doctor Moscati' (1880-1927) desde el año en que aprueba la oposición para entrar a trabajar en uno de los mejores hospitales de la región, el 'Hospital de los incurables', un lugar al que se dedica en cuerpo y alma para curar a los enfermos con los que derrocha amor, pasión, coraje, comprensión y fe. El film, con un ritmo ágil, muestra cómo Moscati, que despierta celos y provoca soledad en algunas de las personas que le rodean debido a su cada vez mayor dedicación, se vuelca en los más pobres de Nápoles, los que viven en la calle y los desnutridos, a los que paga comida y medicamentos. Moscati sigue "la verdad" aunque esta conlleve "sufrimiento o persecución", algo que se refleja en su colaboración ante la catástrofe que provocó la erupción del Vesubio, cuando ayudó a salir a los enfermos atrapados en un gran hospital cuyo techó se derrumbó cuando ya estaban todos a salvo, y su intervención ante una epidemia de cólera que tuvo lugar en Nápoles a comienzos de siglo. Entre los episodios de la vida de San Giuseppe que narra la película, se ha puesto de relieve su trabajo en el 'Hospital de los incurables', donde acudía "la gente desahuciada, sin familia, sin recursos, los apestados de la sociedad de aquellos años" y su protagonismo "significativo" en su

"entrega" a las víctimas de la erupción del Vesubio. Muestra la particularidad de la vida cotiuestra la particularidad de la vida cotidiana de un médico que decide dedicar su trabajo y su investigación universitaria y científica pensando sobre todo en el bien de los más necesitados. Giuseppe Moscati es un médico, investigador científico y profesor universitario italiano, con brillante futuro que consigue plaza en uno de los mejores y más difíciles hospitales de la región: “el hospital de los incurables”. Médico, científico y profesor universitario napolitano se dedicó, desde su juventud, en cuerpo y alma a la cura de los más pobres, de aquellos que no disponían de las necesidades más básicas. Desde muy temprana edad, mostróuna gran inquietud y preocupación por los enfermos, por los pacientes llamados "incurabili" desde el hospital, los desahuciados que no podían costearse un médico. La película nos acerca al personaje como un modelo sin fisuras de la bondad y la generosidad servicial. Le vemos contrastado con su mejor amigo, otro joven doctor, Giorgio Piromallo, que se presentará como su antagonista. Junto a él una serie de personajes irán siendo tocados por la vida de este médico santo. Moscati, dedicará toda su vida al cuidado y atención de los enfermos, en especial de los más pobres, sumergiéndose en sus casas y en sus vidas, convirtiéndose en su único pilar de apoyo y supervivencia. En su camino se cruzará la joven aristócrata Elena, una joven aristócrata enamorada de él pero que al final ha de dejar sitio al amor primero de Moscati, los enfermos y especialmente los pobres. Su fama en lo personal y en lo profesional, hizo de Giuseppe Moscati, una de las personas más queridas en la Nápoles del 1900. “No es la ciencia la que ha transformado el mundo sino la caridad” estas palabras se presentan como el testamento de este médico que hizo de su vida, corta pero generosa, ya que muere con 47 años, un icono del himno de la caridad paulino ENTRE DOS AMORES. Esta es la actitud acrisolada de Moscati frente a su amigo Giorgio y su amada Elena. Sufre por la incomprensión de Giorgio, cegado por el orgullo y la envidia, por ello no es óbice para que le siga ayudando, promoviéndolo a un cargo que le ofrecían a él. Elena, por su parte, parece que lo ama sinceramente, pero no es capaz de compartir la vida abnegada de Giuseppe; lo quiere solo para ella.

El joven doctor se ve en la disyuntiva de tener que elegir entre su entrega a tantos enfermos necesitados y una vida plácida junto a la mujer amada. Pero un amor posesivo no es auténtico amor, no respeta la idiosincrasia del otro, solo persigue reteneterlo para su propia satisfacción. Y Moscati, ante la gravedad de una epidemia, no duda en acudir en socorro de los desheredados, desoyendo la voz de su corazón que lo urgía ir a donde lo esperaba su amada. PASION POR EL ENFERMO. Su absoluta confianza en el amor de Dios le proporciona a Moscati la energía para vivir y la luz para discernir, en cada momento, cuál es la opción adecuada, aunque ésta le pueda suponer el dolor de perder a quién más ama. Pero su fe inquebrantable no le impide plantearse las grandes preguntas ante el sufrimiento y la muerte de los inocentes ni dialogar con los no creyentes, como su querido jefe y mentor en el hospital, en una búsqueda comprometida de la verdad. No entiende una relación fría y distante del médico con el paciente, sino que ejerce y propugna una medicina humanizada, que trata con comprensión y amor a la persona del enfermo. Por eso, frecuentemente, en su trabajo en el hospital, debe elegir entre acatar las normas o rebelarse ante lo que es inhumano y obrar éticamente, asumiendo los problemas y dificultades que le puedan sobrevenir. La trama argumental de esta película: Moscati: El médico de los pobres, contiene un fondo muy rico, que invita a la reflexión y al diálogo sobre temas de hondo calado como el amor humano, la amistad, la dignidad personal, la caridad, la fe, actitud ética en el trabajo, una medicina humanizada y humanizadora.