Marcos 6 (45-52)

“Comentario Analítico, Exegético y Homilético” Marcos Alex Donnelly MARCOS 6:45-52 “ 45 En seguida hizo a sus discípulo

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“Comentario Analítico, Exegético y Homilético” Marcos Alex Donnelly

MARCOS 6:45-52 “ 45 En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 46 Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; 47 y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. 48 Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. 49 Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; 50 porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! 51 Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban. 52 Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones.”

Pasajes Paralelos Mateo 14:22-27; Juan 6:15-21

I. ANÁLISIS

Luego de haber alimentado a los 5,000 (v.44), el Señor mandó a los discípulos a subir a la barca, para ir a Betsaida, mientras Él despedía a la multitud (v.45). Una vez hecho esto, el Señor se retiró al monte a orar (v.46). Mientras tanto, dado a que anochecía, los discípulos decidieron cruzar a la otra ribera – a Capernaum (v.47). Durante la travesía, luchando contra un viento contrario, el Señor se acercó, caminando sobre el mar (v.48). Los discípulos se espantaron, pensando que era un fantasma (v.49). Cuando el Señor se identificó, los discípulos le invitaron a entrar en la barca (v.50-51a). Cuando lo hizo, el viento milagrosamente cesó, y los discípulos se maravillaron (v.51), porque aún no entendían quién era (v.52). ANÁLISIS TEXTUAL Introducción (el contexto) 1. La Decisión de Cristo (v.45-46) a. ¿Qué Decidió Hacer? i. Mandó a los Discípulos a Subir a la Barca (v.45a) ii. Despidió a la Multitud (v.45b)

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b. ¿Por qué lo Hizo? i. Para Tranquilizar el Fervor Popular (ver Juan 6:15). ii. Para Poder Orar (v.46) 2. La Decisión de los Discípulos (v.47-48) a. Decidieron Cruzar a Capernaum (v.47). Ver Juan 6:17 b. Los Problemas que Enfrentaron (v.48a) i. ii.

Un Viento Contrario Dificultó la Travesía Terminaron Cansados y en Peligro

3. La Intervención de Cristo (v.48b-51a) a. b. c. d.

Vino Caminando Sobre el Mar (v.48b). Quiso Adelantárseles (v.48b). Les Habló para Tranquilizarlos (v.50). Subió a la Barca (v.51a)

4. El Asombro de los Discípulos (v.51b-52) a. La Magnitud de Su Asombro (v.51b). b. El Causal de Su Asombro (v.52).

II. EXÉGESIS Verso 45 “En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca… El verbo (“hizo…entrar”) es muy fuerte en el original (‘anagkazo’); significa ‘forzar’. Así se traduce en Lucas 14:23 (“fuérzalos a entrar”); ver también Hch 26:11 (“los forcé a que blasfemaran”). ¿Por qué tuvo que forzarles? La implicancia es que ellos no querían entrar en la barca. La explicación se encuentra en Juan 6:14-15. El milagro de la alimentación de los 5,000 causó un impacto tremendo sobre la gente; les hizo ver que Jesús realmente era el Mesías. Por ende, en un estallido de fervor nacionalista, la gente quiso “apoderarse de él y hacerle rey” (Juan 6:15); es decir, ahí mismo querían marchar a Jerusalén, y proclamarlo Rey de Israel. Los discípulos fueron contagiados por este fervor; así que, el Señor tuvo que hacerles subir a la barca casi a la fuerza, para tranquilizar sus ánimos, y hacerles entender que la emoción de la gente no estaba obrando de acuerdo a la voluntad de Dios. NOTA: Los milagros no siempre conducen a lo mejor. A veces afectan tanto a las emociones, que producen acciones indebidas.

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Comentando sobre la reacción de la gente ante la alimentación de los 5,000, un estudioso observa: “Las emociones carnales estaban fuera de control. -

Dominaban los deseos egoístas (qué Cristo siempre supliera sus necesidades). Faltaba racionalidad y consideración (Herodes y los romanos se opondrían a la coronación de Cristo, y seguro que correría mucha sangre). El discernimiento espiritual estaba totalmente ausente (no entendían qué clase de Mesías era Jesús, cuál era el propósito de Su venida al mundo, y la necesidad de Su muerte, antes de ser coronado Rey)” 1.

“…e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera…” Betsaida era una ciudad al noreste del Mar de Galilea, cerca de donde el río Jordán ingresa al Mar (haga clic aquí para ver un mapa de Palestina). La impresión que Marcos nos da es que la alimentación de los 5,000 ocurrió en Betsaida mismo; pero Lucas 9:10 nos dice que ocurrió en “un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida”. Mateo 14:13 añade que era “un lugar desierto y apartado” (comparar Marcos 6:31-32), y Juan 6:3 afirma que el Señor “subió…a un monte”. Juntando todos estos detalles, llegamos a la conclusión que el milagro de la alimentación de los 5,000 se dio en un lugar solitario, alejado de la ciudad de Betsaida. La expresión, “ir delante de él”, significa que luego de despedir a la multitud, el Señor iba a alcanzar a los discípulos en Betsaida. Marcos añade, “en la otra ribera”. Algunos comentaristas afirman que había otra ciudad llamada Betsaida, al oeste del Mar de Galilea, y que el Señor les estaba enviando a esa ciudad, lo que implicaba tener que cruzar un buen tramo de aquel Mar. Sin embargo, es mucho más probable que el Señor les estaba ordenando ir a la ciudad más cercana. En este caso, ir a “la otra ribera”, implicaba simplemente cruzar una pequeña bahía, para esperar al Señor en la ciudad misma, antes de cruzar el Mar de Galilea. Esta hipótesis se hace mucho más probable cuando consideramos que no había otra barca. Si el Señor realmente estaba mandando a los discípulos a cruzar todo el Mar de Galilea, a Capernaum, ¿cómo iba a cruzar Él? Para alcanzar a los discípulos, solo podía hacerlo por tierra; por consiguiente, concluimos que en este momento solo les estaba mandando cruzar una bahía, a Betsaida, donde Él fácilmente podía llegar a pie. “…entretanto que él despedía a la multitud” El Señor tuvo que despedir a la gente que estaba tremendamente emocionada después del milagro de los peces y panes. Su entusiasmo los llevó al punto de querer sublevarse contra los romanos; El Señor tuvo que calmar los ánimos de ellos también. Verso 46 “…se fue al monte a orar” Luego de un día de tanta actividad, el Señor necesitaba un tiempo para orar. Quería pasar tiempo a solas con su Padre. Seguramente quería orar por la gente, como también por los discípulos, y por Él mismo. Necesitaba ‘velar y orar’ para que no entrara en tentación – la de 1

Biblia de Bosquejos y Sermones: Tomo 3, Marcos, p. 108.

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dejarse llevar por la emoción y el reconocimiento de la gente, en ese momento tan crítico de Su ministerio (aunque, comparar Juan 2:23-24). Como escribe un comentarista: “Jesús dependía totalmente de Dios, no de las multitudes. Las multitudes no podían darle nada, mientras que Dios podía darle todo. -

Estaba exhausto. Necesitaba la presencia y el descanso de Dios. Fue tentado. Necesitaba la fuerza y la liberación de Dios. Estaba espiritualmente agotado. Necesitaba adorar a Dios y ser renovado. Estaba cansado del entusiasmo y de las motivaciones mundanas del hombre. Necesitaba el entusiasmo y las motivaciones de Dios” 2.

¿En qué monte oró? Quizá el mismo monte donde había estado antes, con Sus discípulos (ver Juan 6:3). Verso 47 “y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar…” Evidentemente, varias horas transcurrieron. La barca, con los discípulos abordo, “estaba en medio del mar”. ¿Qué estaban haciendo allí, si el Señor les había mandado cruzar una bahía, y esperarle en Betsaida? En Juan 6:17, leemos que los discípulos “iban cruzando el mar hacia Capernaum”. Capernaum quedaba al oeste del Mar de Galilea. Al parecer, los discípulos obedecieron al Señor, yendo hasta Betsaida; sin embargo, en vista que el Señor no llegaba 3, y ya estaba anocheciendo, ellos decidieron cruzar el mar, hacia Capernaum. Fue durante esa travesía que les alcanzó, no solo la noche, sino un fuerte viento contrario (ver v.48). “…y él solo en tierra” Marcos parece querer establecer un contraste entre los discípulos que estaban en medio del mar, y Cristo que estaba en tierra firme. Los discípulos, al parecer, no estaban obedeciendo; pero el Señor estaba en comunión con el Padre. El contraste es grande. Verso 48 “Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario…” La expresión, “con gran fatiga”, significa ‘causar dolor’, ‘torturar’. En Mat 8:6, se usa para describir a un paralítico, “atormentado” con un gran dolor. Los endemoniados, en Mat 8:29, rogaron a Cristo que no los ‘atormentase’. Apo 9:5 habla de los inconversos atormentados, como si hubieran sido mordidos por un escorpión. Claramente, la palabra apunta a un dolor intenso (ver Lucas 16:23, 28). El significado, en el caso de los discípulos, es que el esfuerzo de remar contra el viento fue tan intenso, que su fatiga llego a ser dolorosa. El viento no solo “era contrario”, sino que era “un gran viento que soplaba” (Juan 6:18). Este viento “levantaba el mar” (Juan 6:18), y hacía la tarea de remar, extremadamente difícil.

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Biblia de Bosquejos y Sermones: Tomo 3, Marcos, p. 109. Ver Juan 6:17b, que dice “y Jesús no había venido a ellos”.

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NOTA: Todos estos detalles hablan del peligro de tomar decisiones personales, y de tratar de conducir nuestras vidas según nuestras propias ideas. Si los discípulos hubieran esperado al Señor, como les mandó hacer, nada de esto habría ocurrido. ¡Cuántas veces nos encontramos en dificultades en la vida – con vientos contrarios, tormentas, y fatiga, simplemente por no seguir las órdenes del Señor al pie de la letra! Pero todo esto tuvo un propósito. “La necesidad de luchar contra una tormenta, y luchar por sobrevivir calmaría el entusiasmo de los discípulos” 4. Rom 8:28 es siempre vigente. “…cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar…” Marcos aquí sigue el horario romano, que dividía la noche en cuatro partes, de tres horas cada una: 6 a 9 p.m.; 9 a 12 p.m.; 12 a 3a.m.; 3 a 6 a.m. Según Marcos, el Señor recién aparece a las 3 de la mañana. ¡Con razón estaban tan cansados! Juan 6:19 indica que para esta hora, solo habían remado entre 25 y 30 “estadios”, que algunos calculan era un poco más de la mitad de la distancia (unos cinco kilómetros). ¡Les había llevado unas 9 horas remar poca distancia! En contraste con el esfuerzo que los discípulos estaban haciendo por cruzar el mar, el Señor vino caminando sobre el agua. Aunque para muchos, esta acción parece ser increíble, cuando consideramos que Cristo es el Creador, que sostiene todo el universo (Heb 1:2-3), no resulta muy difícil de creer que pudo haber andado sobre el mar. Job 9:8 describe a Dios caminando sobre las aguas, como simbólico de Su poder sobre la naturaleza. “…y quería adelantárseles” El Señor les podía ver remando con gran cansancio (v.48a). Juan 6:19 dice que el Señor se acercó a la barca. Sin embargo, Marcos afirma que, al andar por el mar, Su intención no era la de venir a Su rescate, sino que “quería adelantárseles”. El verbo, “quería” (‘thelo’) apunta a la voluntad de Cristo. Su deseo era pasarlos, y dejarlos atrás, remando contra el viento. La RVA traduce, “quería pasarlos de largo”5. La pregunta es, ¿por qué? ¿Por qué no vino para ayudarles? Hendriksen comenta, “La divina disposición de los sucesos no elimina en manera alguna las acciones humanas…Quizá Jesús pensó: ‘Les daré la oportunidad de invitarme a bordo; y si no lo hacen, pasaré de largo’” 6. Verso 49 “…pensaron que era un fantasma, y gritaron” Nunca habían visto a alguien caminar sobre las aguas. Ya no estaban esperando al Señor. Por lo tanto, la conclusión natural, a la cual llegaron en un instante, era que se trataba de un “fantasma”. Esta palabra es la transliteración del término en griego, que significa ‘aparición’ 4

Biblia de Bosquejos y Sermones: Tomo 3, Marcos, p. 108. En Lucas 24:28 tenemos algo parecido, cuando el Señor pretendió continuar Su viaje. La gran diferencia es que en Marcos, se usa el verbo ‘thelo’, que apunta a la voluntad del Señor, mientras que el pasaje en Lucas indica que el Señor solo estaba pretendiendo querer seguir Su viaje, cuando en realidad lo que quería hacer era manifestarse a ellos, en el momento de partir el pan. 6 El Evangelio Según San Marcos, p. 266. 5

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(comparar el verbo, ‘faino’, del cual se deriva el término, ‘Epifanía’). No está claro si pensaban que se trataba de un espectro humano, o de un demonio; probablemente lo segundo. El verbo, “gritaron”, significa ‘gritar en voz alta’; en forma histérica. Se usa, principalmente, refiriéndose a los demonios gritando (Marcos 1:23; Lucas 4:33; 8:28). Verso 50 “porque todos le veían, y se turbaron” La pregunta es, si lo vieron, ¿por qué no lo reconocieron? Cualquiera que sea la respuesta a esta pregunta, nos hace pensar en el peligro que todos corremos, de no reconocer al Señor cuando se manifiesta en nuestras vidas. A veces, como en este caso, el Señor se presenta en formas inesperadas. ¡Cuán importante es reconocerlo! Fue precisamente porque no lo reconocieron, que los discípulos se turbaron. La palabra, “turbaron”, se usa de Zacarías, cuando vio el ángel (Lucas 1:12). También se usa para describir la reacción de Herodes, cuando se enteró del nacimiento de Cristo (Mat 2:3). Es interesante notar que esta palabra se emplea también en Juan 5:4, hablando del efecto del ángel sobre las aguas del tanque de Betesda (se “agitaba”). Este dato nos da una idea del estado de la mente de los discípulos, cuando vieron al Señor. La presencia del Señor debe traer paz a nuestros corazones; pero si no lo reconocemos, el resultado puede ser totalmente lo opuesto. “Pero en seguida habló con ellos, y les dijo…” Ante su evidente pánico, el Señor les habló, para calmar sus nervios. Es interesante notar que aunque no reconocieron a Cristo por vista, sí lo reconocieron por Su voz. El Señor, en Su gran misericordia, se acomodó a las necesidades de los discípulos, y optó por manifestarse en otra manera, para ayudarles a reconocerlo. “… ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” Primero el Señor les exhortó, “Tened ánimo”. Estas palabras eran características del Señor; expresaban su cariño y preocupación, por personas que estaban sufriendo. El Señor usó estas palabras, cuando habló al paralítico, antes de sanarlo (Mat 9:2); también las usó al dirigirse a la mujer con flujo de sangre (Mat 9:22). La segunda exhortación es, “no temáis”. “Los discípulos estaban físicamente exhaustos y mentalmente agotados, usando todas sus habilidades de marinos. Sus vidas corrían peligro 7; estaban luchando por sobrevivir. Súbitamente, vieron salir de la nada una figura, una aparición (fantasma) caminando sobre el agua. Estaban atemorizados…pensando tal vez que el ángel de la muerte o una premonición de la muerte estaba cerca” 8. La razón por la cual los discípulos no tenían por qué temer, era que el ‘fantasma’ que estaban viendo, era el Señor Jesús. Por eso les dijo, “Yo soy”. NOTA: Cuando no discernimos la presencia del Señor en las tormentas de la vida, entonces 7

Hendriksen niega que la vida de los discípulos haya estado en peligro: “la situación no era en absoluto peligrosa, porque allá en el monte, la oración de Cristo suponía la petición de que la vida de sus discípulos fuese preservada a fin de que pudiesen cumplir su misión”; El Evangelio Según San Marcos, p. 265. 8 Biblia de Bosquejos y Sermones: Tomo 3, Marcos, p. 109.

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experimentamos gran temor. El secreto de una vida sin temor es simplemente reconocer la presencia del Señor en nuestras vidas, aun en medio de las tormentas 9. Pero, ¿cómo debemos interpretar las palabras, “Yo soy”? Por un lado, podría ser que el Señor las pronunció simplemente para decir, ‘Se trata de mi, su Maestro’. Sin embargo, para cualquier judío, estas palabras (especialmente cuando fueron pronunciadas por alguien que estaba caminando sobre las aguas) harían pensar en el nombre con el cual Dios se manifestó a Moisés, en Éx 3:14. ‘YO SOY’ era el nombre de Jehová10. En Juan 8:58, el Señor usó estas mismas palabras, cuando dijo a los fariseos: “Antes que Abraham fuese, yo soy”. Los líderes religiosos entendieron bien que en ese momento, el Señor estaba afirmando Su deidad (por eso querían matarlo). Tenemos algo similar en Juan 18:5-6, donde el uso de estas palabras causó un impacto tan grande sobre los que vinieron a arrestar a Cristo, que “retrocedieron, y cayeron a tierra”. Verso 51 Debemos notar que Marcos no menciona el incidente en el cual Pedro pidió permiso para caminar sobre el agua. Dado a que Marcos escribió su evangelio bajo la dirección de Pedro, él apóstol no quiso que se escribiera su relato, por no querer vanagloriarse, quizá. Ese relato lo tenemos en Mateo 14. “Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento…” Juan 6:21 dice, “Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca”. Cuando estuvieron convencidos que era su maestro, entonces lo recibieron. Notemos, que en un incidente anterior, el viento también se había calmado (Marcos 4:39). ¡Pareciera que la presencia del Señor siempre tranquiliza la tormenta! “…y ellos se asombraron11 en gran manera, y se maravillaban” La primera frase significa, ‘estaban tremendamente fuera de sí’. En griego, el adverbio, ‘ lian’ (traducido, “en gran manera”), indica algo de gran magnitud. Se usa para describir la ira que se apoderó de Herodes, cuando se dio cuenta que fue engañado por los ‘magos’ (Mat 2:16); se usa, también, para describir la magnitud de la ferocidad de los endemoniados gadarenos (Mat 8:28). Marcos trata de hallar las palabras apropiadas, para describir el sentir de los discípulos en ese momento. Obviamente estaban totalmente consternados. Quizá la larga noche remando, la fatiga que sentían, y el temor que habían experimentado fueron tal, que este incidente los dejó totalmente anonadados. Verso 52 9

La presencia del Señor no solo calmó la tormenta externa (física), sino también la tormenta interna (mental). 10 En el AT, la frase, ‘Yo soy’, se usa como un título, o para señalar una revelación divina (ver Is 43:25; 51:12). 11 El verbo en griego es ‘existemi’, que significa ‘estar fuera de sí mismo’. Apunta a una sorpresa de tal magnitud, que pareciera que las almas de los discípulos salieron de sus cuerpos.

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“Porque aún no habían entendido lo de los panes…” Con estas palabras, el evangelista procura explicar la causa de su asombro: se debió a una falta de entendimiento acerca de la Persona de Cristo (ver notas a continuación). Luego de la alimentación de los 5,000, los discípulos juntamente con la muchedumbre, reconocieron que Jesús era el Mesías, y por ende querían hacerle rey. El problema fue que no entendían qué clase de Mesías era. Todavía lo consideraban como una figura básicamente humana. Reaccionaron frente al milagro de la alimentación de los 5,000, pero no reflexionaron sobre lo que ese milagro indicaba en cuanto a la Persona de Cristo (es decir, Su divinidad). “…por cuanto estaban endurecidos sus corazones” Este verso nos indica, quizá, la razón por la cual el Señor permitió todos los eventos narrados en este episodio. Sabiendo que los discípulos todavía no entendían Su naturaleza, Cristo quiso enseñarles que Él era mucho más que un simple hombre. El milagro de andar sobre el mar, indicó claramente que Aquel que alimentó a los 5,000, era mucho más que un segundo ‘Moisés’, o un nuevo pastor-rey, al estilo de David. Sin embargo, aun después de este incidente en el mar, los discípulos seguían sin entendimiento 12 (esa es la implicancia de su gran asombro). Si solo hubieran entendido quién era Cristo, no se habrían asombrado tanto13. NOTA: Aunque Marcos afirma que los corazones de los discípulos “estaban endurecidos”14, no debemos pensar que en esto eran igual a los líderes religiosos, quienes rehusaron creer en Cristo (ver Marcos 3:5). En el caso de ellos, la dureza de su corazón era activa y voluntaria – simplemente no querían creer; mientras que en el caso de los discípulos, era una dureza de corazón pasiva e involuntaria. No es que no querían creer, sino que les costaba entender la verdadera naturaleza de Cristo. Las palabras del Señor, en Marcos 8:17, indican que esta ‘dureza de corazón’ era un problema latente en los discípulos. Por ende, es obvio que uno de los propósitos del Señor, al hacer estos milagros (que fueron vistos únicamente por los discípulos), fue el de abrir sus mentes, y ‘ablandar’ sus corazones, para que entendieran quien era Él. Lo triste es que aun al fin de Su vida, luego de Su muerte y resurrección, los discípulos seguían con estos ‘corazones duros’ (ver Marcos 16:14). Fue el Día de Pentecostés que por fin ‘ablandó’ sus corazones (mediante la obra del Espíritu Santo), y les permitió entender cuál era la verdadera naturaleza del Señor (ver Hch 2:32-36).

III. HOMILÉTICA 12

Aunque Juan afirma que durante la encarnación, los discípulos ‘vieron su gloria’ (Juan 1:14), esa afirmación debe entenderse como el fruto de alguien que había reflexionado largamente sobre el tema (especialmente a la luz de la muerte, resurrección y ascenso del Señor), y que llegó a entender, por fin, la gloria inherente de Cristo. Pero esa afirmación no implica que durante la vida de Cristo, los discípulos realmente entendieron Su naturaleza. 13 La tarde anterior, los discípulos compartieron la euforia de la gente, al querer coronar a Cristo como ‘Rey de los judíos’. Seguramente se sintieron bastante decepcionados, al ver que Cristo no quería eso; no quería ser proclamado rey en Jerusalén. Sin embargo, este incidente indicó claramente que ERA Rey – Rey del universo. ¡Si tan solo podrían haberlo entendido así! 14 El verbo aquí, en griego, es perfecto, que apunta a una condición permanente, y no solo algo momentáneo.

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TEMA “El Misterioso Obrar de Cristo” Introducción Cristo muchas veces hacía cosas extrañas (Juan 11:1-6). Lo hacía, con el propósito de enseñar lecciones importantes. En este caso, el Señor acababa de alimentar a 5,000 personas; en seguida hace cosas misteriosas. ¿Qué hizo? 1. Ordenó a los Discípulos Entrar en la Barca (v.45) Evidentemente no querían subir (cf. Juan 13:7). ¿Por qué los hizo subir? Para tranquilizar sus emociones (ver Juan 6:15a), y para llevarlos a una mayor reflexión (ver v.52). ¿Qué les ordenó hacer (v.45b)? Él sabía lo que iba a pasar. Jesús no había llegado aún, pero ellos decidieron cruzar el Mar (Juan 6:17). ¡La desobediencia trae problemas! Desobedecieron porque no conocían a Jesús. 2. Los Dejó Solos en la Tormenta (v.46-48a) ¿Por qué no vino a Betsaida? Fue a orar (v.46). Él necesitaba pasar tiempo con el Padre. MÁS importante – los discípulos tenían que quedar solos (v.47). ¡Los problemas en el mar ‘enfriaron’ sus cabezas (v.48a)! Mejor para pensar quién es Cristo (v.52). Reflexión: ¿Por qué nos deja solos (aparentemente)? 3. El Señor les Quiso Adelantar (v.48b-51) ¿Por qué? Quería que pidieran ayuda. No pidieron, porque no lo reconocieron (Lucas 24:1516). ¡Problema fundamental! Se desesperaron. Habló; lo reconocieron. Uno pidió algo – Pedro (Mat 14:28). Luego, lo recibieron en la barca (Juan 6:21). ¿Resultado? Se tranquilizó el viento (v.51); llegaron a tierra (Juan 6:21). ¡Se maravillaron! PERO aún no entendían quién Él era. Conclusión Dios actúa de muchas maneras para darse a conocer y a veces son impredecibles y misteriosas ¿Estamos conscientes de eso? ¿Reflexionamos sobre nuestras experiencias cristianas? ¡Qué Dios nos conceda mayor entendimiento espiritual!

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